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Ensayo 19.03.2019

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ENSAYO

19.03.2019

Introducción

La primera parte de este ensayo explora un proceso emancipador del istmo de


Panamá sin derramamiento de sangre que vino gestándose lustros antes de 1821,
tomando en cuenta la posición geográfica estratégica que aún sigue siendo
vigente para nuestro crecimiento económico.

Podremos diferenciar que factores y actores contribuyeron a que Panamá se


independizara de España, más allá de las causas que se exponen generalmente
en los libros de texto.

Luego, se explora someramente el Congreso Anfictiónico de Panamá realizado en


1826, idea que si bien no fue original de Simón Bolívar, fue él quien la concretó.

A diferencia de lo que habitualmente se señala sobre el fracaso del Congreso,


trataremos de exponer cuáles factores pueden ser señalados como positivo.

Contenido

Motivos por los cuales los istmeños se independizaron de España

Para hablar de la independencia de Panamá de España en 1821 primero


deberíamos remontarnos a los antecedentes históricos que precedieron esta gesta.

Desde la época pre hispánica el istmo fue paso necesario para el intercambio
cultural y comercial entre los pueblos del norte y el sur del continente. Luego, desde
la llegada de los españoles al litoral pacífico del istmo, se visualiza las ventajas de
la posición geográfica de Panamá. El territorio istmeño se constituyó en el sitio de
trasbordo de las riquezas del Perú hacia España.
Este mismo enfoque lo tuvieron los precursores de las independencias de los países
sur americanos. En 1790 Francisco de Miranda, conocido militar y político
venezolano, considerado el Precursor de la Emancipación de Americana contra el
Imperio español, propuso al Jefe de Gobierno de la Gran Bretaña (William Pitt)
facilidades para movilizarse por Panamá, incluyendo la promesa de transitar a
través de un futuro canal interoceánico a cambio del apoyo militar de Inglaterra para
la independencia de los países del sur.

Según Miranda la expansión del comercio inglés hacia los países del oriente como
Japón, China e India sería indudable.

Miranda también observó que la posición geográfica del istmo le brindaba ventaja
militar para el acantonamiento y desplazamiento de las tropas hacia el sur; sin
embargo, esta ida no se concretó.

Luego, entre 1814 y 1819, dos expediciones militares extranjeras con fines de
hacerse con el comercio español, fracasaron en su intento de independizar a
Panamá de la Corona Española. Primero, el francés Benoît Chassériau ataco sin
éxito a Portobello y, después el general Gregor MacGregor, quién habiendo tomado
Portobelo en 1819, no pudo consolidar la gesta debido a la vida licenciosa e
indisciplinada de sus tropas. Cabe señalar que la meta de MacGregor era la
construcción de un canal interoceánico en el Istmo con capital británico.

La independencia de Panamá, fue diferente a las campañas militares y políticas


que se desarrollaron en sur América bajo el liderazgo de Simón Bolívar porque el
territorio sirvio como eje central de las campañas españolas contra los separatistas
suramericanos. Aun así, el ideal de éste influyó de forma decisiva en la
independencia del istmo.

Intranquila la Corona Española, por el avance del la emancipación en las américas,


se dispuso a mejorar la condición defensiva del Istmo, aumentando su pie de fuerza.
Dicho esto, la simiente de la independencia de Panamá de España estaba
implantada en el pensamiento de los criollos, sobre todo en las capas campesinas
del interior del país y los sectores comerciantes de la ciudad de Panamá.
Específicamente en Natá, Francisco Gómez Miró lanzó un manifiesto en contra del
atropello de los criollos por parte de los españoles e incitando a la libertad.

Y es en La Villa de Los Santos donde se acoge con mayor entusiasmo esta noticia,
a tal punto que el 10 de noviembre de 1821 inicia en definitiva el movimiento
separatista con los eventos del primer grito de independencia debido a que la
guarnición española fue reasignada a las campañas en sur América, quedando
desprotegida la zona de lo que hoy llamamos provincias centrales; brindando la
oportunidad para la toma del cabildo y las armas a Don Segundo Villarreal, jefe
político y militar de La Villa, acompañado por otros vecino del lugar como Josef
Antonio Saldo, Julián Chávez, Joseph Antonio Moreno, Salvador Castillo, Manuel
Hernández y Pedro Hernández, los cuales contaron con el respaldo de otros
patriotas en poblados de la península de Azuero como lo son Las Tablas,
Macaracas, Procrí, Pesé y Parita, según la cultura popular ya que en muchos casos
no se cuenta con documentación oficial como lo señala Castillero Calvo en su
ensayo sobre la Independencia de Panamá de España.

Además comenta que a diferencia de Azuero, en Veraguas se evidencia una actitud


discrepante hacia la gesta independentista y que posiblemente tiene que ver con la
fundación de las estructuras socioeconómicas de ambas regiones. La de Azuero
estaba basada en familias campesinas con la tenencia de pequeñas y medianas
parcelas; mientras que en Veraguas la tenencia de la tierra estaba en manos de
terratenientes conservadores de toda fuente de poder, que basaban sus riquezas
en la explotación de la amplia población indígena del lugar.

Historiadores como Mariano Arosemena expusieron las mismas premisas,


basándose en las Actas de Independencia de la Villa de Los Santos y en una carta
del 10 de noviembre que los vecinos del sitio enviaron a Simón Bolívar exponiendo
los motivos de su causa y las divergencias con las poblaciones de Santiago de
Veraguas y Ocú, solicitándole su protección de las acciones que pudiera tomar el
Coronel José de Fábrega, militar a cargo del istmo quién convocó a un Consejo de
Guerra. Pese a esto, de Fábrega no hizo una oposición férrea al propósito de la
liberación, sino que por el contrario, el 20 de noviembre convocó a reunión a la cual
asistieron los notables de las clases políticas, religiosas y civiles, principalmente de
las élites criollas. Lo propuesto no fue el repudio de la gesta de la Villa de Los
Santos, sino la organización de la proclamación de independencia nacional
mediante la consulta popular y el soborno de la guarnición española para evitar la
resistencia. Este mismo grupo, unido por un estrecho vínculo social y en algunos
casos hasta de consanguinidad fue el que desplegó la hegemonía política y
económica del país en adelante.

Es así que el 28 de noviembre de 1821 se proclama oficialmente la Independencia


de Panamá de España y su unión voluntaria a la Gran Colombia conformada por los
departamentos de Cundinamarca, Quito y Venezuela.

Este día el Ayuntamiento convocó a Cabildo Abierto y en acto solemne, en


presencia de las autoridades militares, civiles y eclesiásticas, se declararon rotos
los vínculos que ataban al Istmo de Panamá con España, dando así término de 321
años de vida colonial.

En Panamá al igual que en muchas otras naciones de América comenzaron a surgir


ideas revolucionarias e independistas que eran respuestas a una serie de
incomodidades que el pueblo fue acumulando y ahondando paulatinamente en todo
el Continente. Entre ellas está destacan el abuso continuo de los gobernantes de
turno, que se enriquecían a costa de la clase campesina y trabajadora.

También la suspensión del libre comercio con los países suramericanos y el


debilitado papel como lugar de tránsito afectó los intereses mercantiles de las élites
criollas, lo que agravó la crisis económica que ya se vivía en el istmo, sobretodo en
la ciudad de Panamá, a pesar que muchos comerciantes vivían del contrabando,
dada la apatía y complicidad de los gobernadores de la época. Aunado a esto, a
partir de agosto de 1821 la Comandancia General del Istmo, a cargo del Mariscal
de Campo Juan de la Cruz Murgeón, sometió a los istmeños a pagar una
contribución obligada para cubrir los gastos de guerra, lo que agotó la poca lealtad
de los comerciantes hacia la Corona.

De forma general, si tuviésemos que enumerar las cusas por la que los istmeños
se separaron de España, podríamos decir que contribuyeron los siguientes
factores:

 El debilitamiento de la Corona Española por las guerras que sostenía contra


Napoleón.
 Los ideales revolucionarios de Francia relativos a la libertad, igualdad y
fraternidad de los hombres, eliminado todas las bases económicas y sociales
establecidas hasta el momento.
 El surgimiento de precursores de la independencia de América como
Francisco Miranda quién pretendía fomentar un único Estado
hispanoamericano, independiente desde Mississippi hasta la Tierra del
Fuego, para la cual había proyectado una constitución, un nombre
(Colombia), e incluso diseñado una bandera (Colombia, Venezuela,
Ecuador).

A este selecto grupo de, podemos sumar a Eugenio Espejo, quién a través
de sus escritos y publicaciones procuró reformar las estructuras sociales y
políticas de la época; Simón Rodríguez, quien influyó poderosamente a
Bolívar con sus ideas reformadoras; Miguel Hidalgo, sacerdote mexicano
quién junto a Allende lograron reunir a un ejército de 40 mil hombres para la
liberación de México; además de los conocidos José de San Martín, Antonio
Nariño, Antonio José de Sucre y Simón Bolívar.

 Las independencias de Estados Unidos de América y de Haití, está última


liderada por François Dominique Toussaint-Louverture quién contribuyó con
la causa suramericana.
 El surgimiento del primer periódico de la historia de Panamá, La Miscelánea
del Istmo, el cual comenzaba a divulgar, las opiniones políticas de diversos
personajes revolucionarios que iban en contra del régimen español
establecido en Panamá y también de los diferentes movimientos
independentistas de América.
 Y la crisis económica del istmo.

Importancia de la celebración del Congreso Anfictiónico en 1826

Sobre el Congreso Anfictiónico de Panamá, cabe destacar que la idea original no


fue de Bolívar; en 1791 la contempló Francisco de Miranda, primer Libertador de
América, y el pueblo de Chile en su Declaración de los Derechos del Pueblo Chileno,
de 1810. Pero Bolívar tuvo la original idea de que se celebrara en Panamá, de quien
decía que aquí algún día podría fijarse la capital de la tierra. Convocado desde Lima
el 7 de diciembre de 1824 en vísperas de la Batalla de Ayacucho decía su invitación
“Cuando, después de cien siglos, la posteridad busque el origen de nuestro derecho
público, y recuerden los pactos que consolidaron su destino, registrarán con respeto
los protocolos del Istmo. En él encontrarán el plan de las primeras alianzas, que
trazará la marcha de nuestras relaciones con el universo.”

Celebrado entre 22 de junio y el 5 de julio de 1826, con la presencia de la Gran


Colombia, México, Perú, Bolivia y Guatemala, el Congreso apuntó alto, como la
declaración de irrevocabilidad de la independencia de las repúblicas
hispanoamericanas; se rechazó la esclavitud en América Latina, pero su abolición
vino décadas después; y se enunciaron y aprobaron vistosos proyectos, como el
principio de arbitraje para resolver conflictos entre los países latinoamericanos.

El Congreso no derivó en los resultados que se espera Bolívar. La mayoría de las


naciones que asistieron no estaban en condiciones de asumir acuerdos económicos
y políticos; además, el objetivo de establecer entre ellas fronteras internas, derivó
de manera involuntaria, en conflictos fronterizos.
La Federación Centroamericana fue muy débil, de corta duración, y no funcionó. La
Gran Colombia, se desmembró por las diferencias políticas entre los centralistas y
los federalistas. Al independizarse Argentina, los realistas paraguayos se separaron
y regresaron temporalmente bajo la monarquía Española; en Uruguay las cosas se
complicaron y finalmente se separaron de Argentina. Perú destituyó a Bolívar
catorce meses después de la batalla de Ayacucho, y Perú, Ecuador y Bolivia se
hicieron la guerra tratando de ocuparse militarmente.

A nivel lucrativo, establecimiento de una preferencia comercial hispanoamericana


enfrenta dificultades prácticamente insolubles desde el inicio del Congreso. Una de
ellas es la conciencia de la creciente importancia de los aranceles en la composición
del presupuesto gubernamental. Otra, la aparición de los desequilibrios en la
balanza comercial y, asociado a esta, las presiones británicas y estadounidenses
por lograr un tratamiento comercial favorable. No menos importante es el deseo de
incrementar el comercio extra regional, restándose importancia al mercado
hispanoamericano y a los instrumentos para su refuerzo. Sin embargo, las
posibilidades de llegar a un acuerdo comercial en Panamá parecían ciertas: estaba
previsto en los tratados bilaterales, en la propia agenda del Congreso y en
numerosas comunicaciones entre las nuevas repúblicas.

Otro importante objetivo del Congreso, la creación de mecanismos de arbitraje


capaces de permitirle a la Confederación resolver disputas internas y externas, se
diluye como producto del deseo de “no interrumpir de modo alguno el ejercicio de
la soberanía” de las repúblicas representadas. Aunque constituye un retroceso
frente a los tratados bilaterales, la búsqueda de consolidación de los nuevos
Estados y la limitada conciencia sobre las implicaciones del fraccionamiento
hispanoamericano, prevalecen sobre la atribución de facultades a la Confederación.
En consecuencia, el Tratado no prevé la posibilidad de resolver definitivamente en
juicio de conciliación. En su lugar incorpora el mecanismo de “mediación amistosa”
y, en caso de conflicto con otras naciones, la interposición de sus “buenos oficios”
y el impedimento de las alianzas con un país extranjero.
En otros aspectos, México propone que la Liga sea transitoria y que concluya con
la guerra, luego de la cual se revisaría el acuerdo. Si bien la iniciativa mexicana no
reúne el consenso de los participantes, será la que más tarde prevalezca en los
hechos.

Aunque las ideas no se pudieron concretar cómo fueron concebidas, podemos


señalar que fue el primer esfuerzo que planteó la base del sistema interamericano,
que muchos años después devino en la OEA y por qué no, podemos considerarlo
como la génesis de todas las cumbres regionales que se desarrollan en américa
latina.

Es decir, la idea de una América unida aún subsiste. Sobre la base de la idea
originaria de Bolívar se llevó a cabo en Caracas, en 1997, el Segundo Congreso
Anfictiónico “Por la unidad y la soberanía de nuestros pueblos”. En Panamá, dos
años más tarde tuvo lugar el Tercer Congreso Anfictiónico Bolivariano, cuyo tema
a tratar fue: “La soberanía y la globalización”. El Cuarto fue en 2001, en Buenos
Aires, Argentina
Conclusión
 La gesta independista de Panamá tuvo su nacimiento en las clases
campesinas del interior del país, cuyo arrojo y valentía superior al de las
élites comerciales de la ciudad de Panamá, cobran mayor valía ante
nuestra mirada. El Istmo se suma tarde a la Independencia de España por
su debilidad económica y demográfica, por la ausencia masiva de sectores
populares como los artesanos que fueron decisivos en otras regiones pero,
sobre todo, por el carácter vacilante y oportunista de nuestros
comerciantes.

 El Congreso Anfictiónico de Panamá fue el primer paso efectivo hacia la


unidad latinoamericana que se congrega en organismos y reuniones
regionales con el objetivo de propiciar intereses comunes, afirmar vínculos,
ampliar relaciones, sostener entrevistas privadas para tratar asuntos de
interés bilateral entre las naciones.

Bibliografía
 AROSEMENA, Mariano. Apuntamientos Históricos. (1821 – 1840).
Publicaciones del Ministerio de Educación, Panamá, 1949.
 https://www.telesurtv.net/news/congreso-anfictionico-panama-20170621-
0073.html
 https://www.buenastareas.com/materias/conclusiones-sobre-la-
independencia-de-panama/0
 https://www.quia.com/jg/2663324list.html

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