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TESIS DOCTORAL
2012
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN
7
1. PLANTEAMIENTO DE LA INVESTIGACIÓN
1.1. Justificación del objeto de estudio 9
1.2. Enunciado del objeto de estudio 9
1.3. Recursos de la investigación 10
1.3.1. Marco teórico 11
1.3.2. Marco histórico 11
1.3.3. Hipótesis de referencia 11
1.3.4. Formas de contrastación 12
1.4. Organización del trabajo. Comentarios 12
13
2. ANTECEDENTES
2.1. El bambú en el mundo 15
2.2. El bambú en México y en el estado de Veracruz 15
2.2.1. El bambú en el estado de Veracruz 17
2.3. Biología. Anatomía y estructura 17
2.3.1. Biología de bambú 26
2.3.2. Anatomía y estructura 26
2.4. Analogía del bambú con la madera 33
2.4.1. La madera como material compuesto 34
2.4.2. Resumen 34
2.5. Comentarios 40
41
3. PROPIEDADES FÍSICO MECÁNICAS DEL BAMBÚ
3.1. Introducción 43
3.2. Sistemas de preservación 43
3.2.1. Agentes biológicos que deterioran los bambúes 43
3.2.2. Tipos de tratamiento 43
3.3. Propiedades físicas del bambú adulto 45
3.4. Propiedades mecánicas del bambú 54
3.4.1. Modelo de resistencia a compresión simple. Efecto de 56
esbeltez
3.4.2. Modelo de resistencia al cortante 56
3.4.3. Resistencia a la tracción 63
3.4.4. Flexión del bambú. Mecanismo de fluencia 65
3.4.5. Módulo de elasticidad del bambú 68
3.5. Comentarios 73
75
4. LAS CONEXIONES EN LAS ESTRUCTURAS LIGERAS
4.1. Introducción 77
4.2. El ámbito de estructuras ligeras utilizando bambú 77
4.3. Proyectos de conexiones 77
4.3.1. Modelo de conexiones 77
4.3.2. Proyecto de conexiones 77
4.3.3. Conexiones a tracción 92
4.4. Propuesta de conexiones para estructuras ligeras 94
4.5. Comportamiento mecánico de uniones 97
4.6. Proyecto de cerchas para pruebas de campo 103
4.6.1. Objetivo 104
4.6.2. Proceso de construcción 104
4.6.3. Prueba del modelo de cercha No. 1 105
4.6.4. Prueba del modelo de cercha No. 2 106
4.7. Conclusiones 108
110
ANEXO A
A1. Valores obtenidos de los módulos de resistencia a compresión 111
A2. Valores obtenidos de los módulos de resistencia al esfuerzo 111
cortante en el sentido de las fibras
A3. Valores obtenidos de los módulos de resistencia al esfuerzo 129
cortante en el sentido perpendicular de las fibras
135
ANEXO B
B1. Estado del Arte. Resumen de algunas aplicaciones del bambú en el 145
mundo
B2. Imágenes de usos y aplicaciones de los alumnos de la Facultad de 145
Arquitectura de la Universidad Veracruzana
B3. Protocolo de algunos proyectos aplicando el bambú 155
B4. Imágenes de diseño de interiores 167
189
CONCLUSIONES GENERALES
195
GLOSARIO DE TÉRMINOS
199
BIBLIOGRAFÍA
203
INTRODUCCIÓN
Dentro del capítulo 3 se han destacado las propiedades mecánicas y físicas del
bambú, incluyendo sistemas de preservación. Se realizaron pruebas experimentales
para conoces datos de resistencia, principalmente de la especie Bambusa oldhamii,
que constituye la variedad de bambú con grandes propiedades y cualidades
estructurales, para lograr el fin que se persigue. Se destaca el efecto de Pandeo en
elementos verticales para analizar su comportamiento estructural con fines de
aplicación o restricción. En el anexo A se expresan todos y cada uno de los
resultados de las pruebas de laboratorio en muestras a compresión simple, es
fuerzo cortante en el sentido de las fibras y en sentido perpendicular a ellas. De una
7
manera especial se ha estudiado el fenómeno de la flexión del bambú y su
capacidad de recuperación (fluencia) con el fin de saber hasta que rangos de
deformación se podrían inducir sin llegar a la falla. Además, en este capítulo se
hará mención del Módulo de Elasticidad, como un concepto que en particular define
una de sus características importantes: su flexibilidad, valor clave para el estudio
del pandeo.
Los resultados obtenidos en el cuarto capítulo son suficientes para elaborar las
conclusiones de esta tesis donde se pretende sentar un precedente para nuevas
investigaciones que mejoren la eficiencia del bambú en las estructuras.
Los anexos constituyen estudios colaterales que le dan sustento a esta tesis y que
permiten comprender el grado de profundidad para los fines perseguidos.
8
1.- PLANTEAMIENTO DE LA INVESTIGACIÓN
Podemos a continuación dar algunas razones para justificar el objeto del estudio de
nuestra investigación.
9
Sin embargo, los que estamos dedicados al diseño y la arquitectura con este
material, debemos preocuparnos de que se siembre día a día en nuestra
región todas las especies que necesitemos.
b) La maduración del bambú, para su uso es entre 3 y 6 años de edad,
contraste con la de la madera, que requiere más de 15 años para iniciar su
explotación.
c) Nuestra investigación nos permitirá establecer modelos de diseño de
conexiones que ayuden a resolver proyectos de estructuras ligeras de claros
hasta donde sea posible su construcción.
10
1.3.- Recursos de la Investigación
Por tratarse de una tesis original, es necesario contar con información de primera
mano en español o en inglés según la importancia de las fuentes, predominando los
recursos de la experimentación para contrastar la hipótesis de referencia. El recurso
del Internet es muy valioso para seleccionar lo mejor de la información pertinente
en esta investigación.
Sin lugar a dudas, China, India y Colombia son los países que mejores técnicas de
construcción han desarrollado con el bambú. Los dos primeros en lo que se refiere a
la construcción de estructuras de toda índole, que incluyen desde cúpulas hasta
puentes colgantes. Por su parte Colombia, en lo referente a la construcción de
vivienda y a la aplicación de este material en el aligeramiento de losas de concreto
de grandes edificios; técnicas que fueron ideadas por campesinos y constructores
oriundos del departamento de Caldas.
11
1.3.3.- Hipótesis de Referencia
Para el caso de las uniones con bambú, y por tratarse de una ciencia empírica, la
hipótesis se considera comprobada cuando los datos arrojados durante su
contrastación confirman (con determinado margen de error) dicha hipótesis.
1. La observación
2. El muestreo
3. La documentación
4. El experimento
12
En esta tesis cada etapa de la investigación será justificada con acciones que a
continuación se esbozan:
13
14
2.- ANTECEDENTES
2.1.- El Bambú en el Mundo
Los bambúes son plantas maderables o herbáceas que crecen en asociaciones con
árboles o arbustos, usualmente en selvas de clima cálido, en bosques mesofítico
caducifolio y xerfítico caducifolio del Asia, así como en los bosques tropicales
lluviosos o, en el caso de los bambúes herbáceos (bambúes sin tallo rígido), en la
sombra de los bosques cálidos; también a lo largo de corrientes o en áreas
descubiertas, algunas veces en la sombra de vegetación baja. Usualmente dependen
de la humedad, sombra y una temperatura cálida en el medio ambiente. Abundan
en los trópicos y subtrópicos del mundo y sólo algunos miembros leñosos (bambúes
de tallo duro) se encuentran en zonas de temperaturas frías de ambos hemisferios.
Figura 2.1-1
15
Por similitud en todos los países neotropicales en cuanto a su latitud, puede
tomarse como modelo la historia costarricense del bambú, que nos servirá para
entender la importancia de este material. Antes de la llegada de los españoles, la
cobertura boscosa en Costa Rica era de un 96 por ciento. Crecían todas las especies
de madera finas, había una mayor biodiversidad y, por lo tanto, condiciones
ecológicas diferentas a las actuales.
Tanto en Asia como en América Tropical, los bambúes son uno de los componentes
más visibles e importantes de la flora, aún los bambúes costarricenses de zonas
altas, llamados chúsqueas, tienen una gran diversidad de géneros y comprenden
unas 120 especies del Nuevo Mundo (Clark, 1989).
Aunque en la cultura oriental el uso del bambú se remonta casi a 5000 años y a
mas de 500 años en la América del Sur, no es sino hasta los años 80’s que se inicia
el conocimiento de éste cultivo en Costa Rica. En todas estas culturas ha
desempeñado una función realmente fundamental en su desarrollo económico
industrial, mientras que en Costa Rica, más por desconocimiento, ha sido de los
cultivos que ha recibido menos atención por los agricultores e investigadores,
considerándosele una planta silvestre ubicada cerca de los riachuelos o en las zonas
altas y separadas de la economía agrícola y forestal. A pesar de esta situación, en
1945, el Costarricense Rafael Ramírez, con gran visión futurista, estimuló el uso del
16
bambú como una alternativa de desarrollo de mediano plazo. Posteriormente, se ha
comprobado que la escasa atención que se le había dado se asocia con el poco
conocimiento existente sobre sus potencialidades económicas.
Una de las actividades más aprovechadas en México en el uso del bambú, ha sido
durante muchos años, la producción de muebles y artesanías. Existen pocos
talleres ó fabricas en que se emplea el bambú, sólo se localizó una fábrica,
FUNCIÓN EN ARTE, S.A.,una empresa que importa tejidos para cortinas (FUA, S.A.)
y una población en nuestro estado de Veracruz, MONTE BLANCO, con
aproximadamente 25 talleres artesanales dedicados a la elaboración de muebles.
DISTRIBUCIÓN
Los bambúes los podemos hallar en gran parte del territorio Veracruzano, además
de otros estados de la República Mexicana. En el ámbito nacional podemos hallar
bambú en los Estados de: Chiapas, Tabasco, Oaxaca, Veracruz, Morelos, Tlaxcala,
México, Tamaulipas, Nayarit y Jalisco.
A lo largo del estado de Veracruz podemos encontrar bambú desde Pánuco hasta
Coatzacoalcos y de la costa (a lo largo) hasta regiones como el Valle del Pico de
Orizaba, siempre y cuando haya un régimen de lluvia anual apreciable.
(Figura 2.2-1)
En el cuadro 2.2-1 se puede observar esta distribución, tan solo de las especies que
se han colectado y cuya muestra se encuentra en herbario en el instituto de
Ecología en Xalapa.
Para tener una idea más concreta de esta distribución, a continuación se presentan
las regiones dentro del estado de Veracruz donde se han colectado las especies de
bambú. Asimismo en el cuadro 2.2-1 se tiene la distribución de las especies
17
cultivadas en México y América con algunas características morfológicas de cada
especie.
Figura 2.2-1
18
DISTRIBUCIÓN DEL BAMBÚ EN ÁMERICA Y MÉXICO
RIZOMA
CLIMA
Tipo de
MONOPODIAL
vegetación
SIMPODIAL
NOMBRE Altura
GENERO ESPECIE sobre el LOCALIZACION
COMUN
nivel del
mar
m. cm. cm. cm. m.
arthrostylidium Clima América del Sur
Mesofitico hasta México
*
Subtropical Antillas
19
ALTITUD
El rango de altitud bajo el cual se desarrollan las especies de la región oscila entre
los 0 m. hasta los 2700 m. S.N.M, siendo para cada especie un rango particular que
las distingue apropiadamente una de otra.
Cuadro 2.2-2
CLIMA
Debido al amplio rango de altitud en que crecen los bambúes son diversos los
climas que podemos reconocer en las zonas de registro de dichas especies, éstas
pueden ser desde cálidas hasta templadas con sus subclimas correspondientes,
solo se excluye el clima seco ya que algo característico del Bambú es que solo crece
bajo la influencia de precipitaciones apreciables.
20
VEGETACIÓN
Cuadro 2.2-3
21
SUELO
Cuadro 2.2-4
22
NOMBRE CIENTÍFICO
NOMBRE CIENTIFICO
GÉNERO ESPECIE
Rhipidocladum Rhipidocladum racemiflorum
Bambusa Bambusa aculeata
Bambusa amplexifolia
Bambusa langifolia
Bambusa paniculata
Bambusa vulgaris
Bambusa oldhammi
Chusquea Chusquea langeolata
Chusquea muelleri
Phyllostachys Phillostachys aurea
Otatea Otatea acuminata
Olmeca Olmeca recta
Olmeca reflexa
Cuadro 2.2-5
23
NOMBRES COMUNES
Cuadro 2.2-6
24
CARACTERISTICAS
Cuadro 2.2-7
25
2.3.- Biología, Anatomía y Estructura
2.3.1.- Biología del Bambú
El bambú es una planta compleja para su estudio, razón por la cual muchas
incógnitas fisiológicas no han sido dilucidadas. Desde el punto de vista químico, se
sabe que sus culmos no presentan madera como las de las Magnoliales
(dicotiledóneas), pero más del 90 por ciento de la hemicelulosa del bambú consiste
de una xilana, la cual tiene una estructura única en las Poaceae ya que es
intermedia entre la madera y las xilanas de las maderas blandas. Además posee
una típica lignina, la cual está constituida por tres unidades de fenil – propano, y de
los siguientes alcoholes: p- coumaril, coniferil y sinapil (Higuichi, 1969, 1980).
Contiene cerca de 50 a 70 por ciento de hemicelulosa, 30 por ciento de pentosanos
y de 20 a 25 por ciento de lignina típica, y las cantidades de sílice van de 0.5 a 4 por
ciento en los culmos (Liese, 1987).
Según la ramificación del rizoma, McClure (1952) propuso los términos simpodial y
monopodial para los dos grandes tipos de sistemas radiculares de los bambúes,
luego McClure (1967) cambió estos términos por paquimórficos y leptomórficos (Fig.
2.3-1). Este es, por lo general, subterráneo, adquiere diferentes formas y hábitos de
crecimiento de acuerdo con el género.
Las características del rizoma permiten dividir al bambú en dos grandes grupos:
Grupo I (Paquimórfico ó Simpodial) y los del grupo II (Leptomórfico ó Monopodial).
Sin embargo, todos estos términos se siguen usando.
26
Figura 2.3-1
27
Unas pocas especies presentan una mezcla de los dos tipos de rizomas y son
denominados anfipodiales (McClure, 1967). Los tallos o culmos de este tercer tipo
son proyecciones del rizoma de forma cilíndrica, con entrenudos huecos separados
transversalmente por los nudos que le dan rigidez. Pueden ser estrictamente rectos
o con tendencia a arquearse en la parte media terminal, llegando a medir hasta
30m. o más (McClure, 1967, Hidalgo, 1981). Ejemplos de este tipo de rizoma los
presentan ciertas especies del género arundinoide (Arundinaria, Indocalamus,
Pseudosasa, Shibataea, Sasa, Chusquea Fendleri).
LOS CULMOS: Se denomina con este nombre a los tallos o cañas de los bambúes,
que se desarrollan a partir de una yema del rizoma y emergen a la superficie con el
mismo diámetro que tendrán en la época de maduración, ya que no tienen madera
verdadera que crece en grosor, sino que éste y la dureza están dados por la
acumulación de sílice, lignina, celulosa y hemicelulosa.
Los culmos son cilíndricos con entrenudos huecos (en algunas especies estos
entrenudos son sólidos), separados transversalmente por tabiques o nudos donde
se acumulan sustancias nutritivas y hormonas, pero a la vez, estos nudos le dan
dureza, flexibilidad y resistencia.
El desarrollo natural del culmo se produce a partir de la sección apical del rizoma
paquimorfo, de la yema lateral del rizoma leptomorfo, de alguna yema de la base
subterránea y de la yema distal del rizoma leptomorfo (McClure 1967).
Según Ueda, citado por Hidalgo (1974), el tamaño total del culmo se alcanza, en
especies del grupo I entre los 80 y 100 días y en el grupo II entre los 30 y 80 días.
Las yemas productoras de ramas se encuentran en los nudos del culmo, alternas de
un lado del nudo por medio. De acuerdo con el género, puede ser una yema solitaria
o una principal rodeada de dos a 150 yemas por nudo, los primordios de cada rama
son totalmente independientes (McClure, 1967); Calderón y Soderstrom, (1982).
Los culmos difieren según la especie, en su altura, diámetro, espesor de las paredes
y formas de crecimiento, también varían los nudos y los entrenudos, aunque ellos
crecen sumamente rápido como lo especificamos anteriormente. Entre los cuatro y
12 meses el culmo es muy blando y flexible, y con el tiempo va madurando hasta
alcanzar su máximo grado entre los tres y los siete años, así, sus propiedades van
aumentando gradualmente hasta llegar a su limite máximo después de tres años.
Después de los seis años la resistencia comienza a declinar, el tallo se torna
blanquecino, a su vez que se va secando y su rizoma se vuelve improductivo
(Hidalgo, 1974-1978. Citado por Montiel Longhi Mayra 1998).
HOJAS TIPICAS: Estas hojas en las plantas son consideradas como los órganos
vegetativos más importantes por que son las que elaboran las sustancias nutritivas
de las plantas. La característica fisiológica principal de las hojas típicas es su
adaptación morfológica y especial, según la especie, para ejercer sus funciones
fotosintéticas y de transpiración.
28
ancho; oblongos hasta linear-lanceolados según la posición y la edad de la planta,
labras por el haz, pubescencia blanquecina ampliamente esparcida por el envés.
En una planta adulta se encuentran entre 14 000 y 20 000 hojas que generan un
área foliar de 53,55 metros cuadrados, lo que indica la gran capacidad de captación
de luz para la realización de las funciones fotosintéticas de la planta. Es importante
anotar que no toda área foliar es aprovechada, debido a que muchas hojas se
interponen con otras, dificultándoles la captación de luz.
Cada hoja además de cubrir el entrenudo correspondiente protege hasta 2/3 partes
de la longitud del entrenudo inmediatamente superior, alcanza hasta un 30% más
de la longitud con relación a la de la circunferencia del nudo donde se ubique
envolviéndolo ampliamente.
Fig. 2.3-6
29
En bambúes existen dos tipos de florecimientos:
Figura 2.3-7
30
La propagación vegetativa es uno de los medios más seguros para la multiplicación
de dones de bambú, ya que permite la obtención de plantas uniformes tanto
genética como morfológicamente, lo cual es importante desde el punto de vista
económico.
Los métodos de reproducción vegetativa tanto de los bambúes del tipo paquimorfo
como de los del leptomorfo son similares en algunos aspectos, sin embargo, la
experiencia demuestra que algunos de ellos dan mejores resultados para un grupo
que para el otro. Además, para un mismo grupo, cada uno de estos métodos tiene
sus ventajas y en ciertas circunstancias pueden estar sujetos a limitaciones para la
propagación de un determinado bambú.
b) Por rizoma y parte del tallo. Éste presenta mayores ventajas sobre el
anterior en lo que a economía de material, transporte, facilidades de
preparación y obtención del material se requiere, pero las cepas deben
tener manejo previo y los rizomas deben tener cierta edad para cada
especie. Este método es poco usado al igual que el anterior cuando se
quiere hacer un establecimiento comercial de una plantación.
d) Por segmento del tallo. En este caso, el propágulo está constituido por
una sección del culmo con uno o varios nudos con yemas y parte de las
ramas (Forest Research Institute, 1974; Hidalgo, 1981; Montiel Longhi
Mayra, 1998). Numerosos investigadores concuerdan en que las
secciones del culmo se pueden sembrar horizontalmente, oblicua y
verticalmente, pero los mejores resultados se dan cuando se siembra en
forma horizontal (Gupta y Pattanath, 1976; Uchimura, 1979; Mengga,
1980; Montiel Longhi Mayra, 1998).
Según una modificación de este sistema de siembra horizontal realizado por Lin
(1985, com. Pers.), al utilizar culmos de dos o cuatro nudos y con uno o dos
entrenudos completos, haciendo una abertura en el entrenudo para adicionar agua
y evitar deshidratación, las yemas deben dejarse en posición lateral (Figura 2.3-8),
el agujero se siembra a 10 cm. de profundidad y se tapa con una cobertura vegetal
(Figura 2.3-9).
31
Figura 2.3-8 Figura 2.3-9
Así, hay mayor absorción, un gran beneficio debido a que el agua proporciona una
condición adecuada para prolongar la vida del propágulo y, por ende, la yema tiene
más tiempo para romper su dormancia, pero en ningún momento mejora el
enraizamiento, (Uchimura, 1979; Hassan, 1980).
Además, se debe tomar en cuenta que por este sistema primero aparece el brote y
luego las raíces y que se deben esperar un año para obtener rizoma que es el que
asegura el futuro de la planta.
Propagación del grupo II (Leptomorfo): El ejemplo más claro que tenemos en México
es el Phyllostachys aurea introducido del Asia (China y Formosa) para ser utilizado
en decoración y cercas, y no es, sino hasta hace unos años que se le ha dado la
importancia que tiene como materia prima artesanal.
Para un cultivo comercial se debe tomar en cuenta varios factores como: clima,
temperatura, precipitación y humedad relativa. El caso de P. aurea se debe tomar
en cuenta que la altitud de 2000 m. s. n. m. es de su preferencia (Jalapa, Veracruz
está a 1450 metros sobre el nivel del mar) ya que produce culmos más gruesos y
vigorosos. Si se cultiva en ámbitos de 200 a 800 m. s. n. m. los culmos serán más
delgados. La precipitación debe ser alta, de 2500 a 3000 mm. anuales y puede
soportar temperaturas que no excedan los 25°C aproximadamente.
En cuanto a los suelos, P. aurea es el bambú que mejor retiene los suelos y puede
ser plantado en pendientes de hasta 45° (gracias a su sistema interno de raíces que
extiende por todas partes, formando una densa red que profundiza los suelos, y
protege de la erosión). Las características del suelo condicionan su crecimiento, y
por lo tanto, crece mejor en suelos inundados o salinos, sin embargo, puede
sobrevivir en una amplia variedad de suelos, mientras tengan buen drenaje,
precipitación y temperatura adecuada. Dado que los suelos alcalinos no son aptos,
el ámbito óptimo de pH es de 5-6.5
32
2.3.2.- Anatomía y estructura
La mayoría de los bambúes tienen tallos que crecen erectos, unos pocos se
extienden, otros tienen hábitos trepadores y otros pocos son herbáceos (Hidalgo,
1974).
El culmo, por su delicado tejido, está protegido por brácteas u hojas de forma
triangular que lo recubren completamente, éstas se originan en cada uno de los
nudos que se van formando y algunas presentan pubescencia (Hidalgo, 1974;
Sharma, 1980).
Los culmos presentan una estructura física característica que le proporciona una
alta relación resistencia-peso, ya que son circulares o casi circulares en la sección
transversal, generalmente son huecos, con paredes rígidas transversalmente, que
por su ubicación, evitan rupturas a la flexión. En el interior de las paredes del
culmo los tejidos son fuertes, duros y de alta resistencia a la tensión y se
concentran principalmente cerca de la superficie.
En esta posición pueden funcionar con más eficacia, tanto al proporcionar fuerza
mecánica como al formar cubiertas firmes y resistentes (McClure, 1996).
33
2.4.- Analogía del bambú con la madera
2.4.1.- La madera como material compuesto
H2O HCOH
CC2 H2O
FUNCIÓN NUTRITIVA.- Constituida por la
FOTOSINTESIS propia alimentación del ser vivo que es el
árbol. Esta función se realiza a través de una
absorción de una dilución de agua más sales
CAMBIUM minerales, tomada por las raíces. A través de
SAVIA ELABORADA SAVIA BRUTA la albura, que es madera joven, se transporta
esta disolución de agua y sales minerales,
constituyendo la savia bruta de las hojas.
ABSORCION DE NUTRIENTES
Figura 2.4-1
Figura 2.4-2
34
Mucho tiene que ver aquí el tema de la constitución del árbol y su sistema de
alimentación y transporte de ésta mediante la simulación, a través de una serie de
tubos huecos por los que circula la savia.
CORTEZA
LIBER O FLOEMA
CAMBIUM
MADERA O XILEMA
DURAMEN
MEDULA CORAZON
ALBURA Figura 2.4-3
Figura 2.4-4
Las células de la madera.- Vamos a clasificar las maderas en dos grandes grupos:
CONIFERAS y FRONDOSAS, y con un arreglo a las funciones del árbol, así surgirán
los distintos tipos de células:
FUNCIONES
TIPOS DE
MADERAS FUNCIÓN FUNCIÓN
FUNCIÓN DE
NUTRITIVA RESISTENTE
ALMACENAMIENTO
Conducción Res. mecánica
TIPOS DE CÉLULAS
CONÍFERAS TRAQUEIDAS: TRAQUEIDAS: De
(soft wood) PARENQUIMAS:
Fibras aeroladas paredes gruesas
(GIMNOSPERMAS) Forman la
(Madera de (Madera de verano
estructura radial.
primavera.) u otoño.)
VASOS:
FIBRAS: Células
Distribuidos
de tipo de aguja
uniformemente PARENQUIMAS:
FRONDOSAS de las que van a
(Madera de haya) Forman la
(hard wood) depender muchas
Distribuidos en estructura radial
(ANGIOSPERMAS) de las
anillos (Madera de igual que en las
propiedades de la
roble) coníferas.
estructura de la
POROS Y
madera.
TRAQUEAS
Cuadro 2.4-1
Todo cuanto hemos visto hasta ahora hace referencia a la macro estructura de la
madera. Vamos a ocuparnos ahora de su micro estructura.
35
Micro estructura de la madera.- Este concepto se refiere a la especialización de la
madera según el tipo de célula, compuesta por celulosa y lignina. Vamos a
establecer un cuadro en el que distribuiremos los distintos tipos de células y sus
características:
1=0, 2-1.2,
VASO * CONDUCCIÓN mm.
ø >0.5 mm.
LONGITUDINALES
1=2-4 mm.
1/ø =100/1
CÉLULAS
SOPORTE + e=2µ :
TRAQUEIDA *
CONDUCCIÓN primavera
e=10µm :
otoño
1=1-2 mm.
FIBRA * SOPORTE 1/ø=100/1
e>10m.
RADIALES
CÉLULAS
ALMACENAMIENTO
(almidón celulosa) + bloques de
PARÉNQUIMA * *
ATADO (de vaso y 200x30 µm.
fibras)
Cuadro 2.4-2
1 m. = 103 mm. = 106 µm. = 109 nm. = 1010 A° > (radios atóm.)
(micras) (nanómetros) (amstrong)
En el caso de la madera que es el que nos ocupa vamos a ver los polímeros que la
componen, y lo haremos mediante un cuadro en el que incluiremos el porcentaje de
contenido de polímero en la madera, el sistema al que pertenece el polímero, las
cadenas que lo forman, el polímero concreto y su función.
36
Algunos esquemas:
MICELAS
(tra mos c ristaliza dos)
Figura 2.4-5
Polímeros.-
Figura 2.4-6
A continuación vamos a ver y estudiar cada uno de los polímeros que componen la
madera.
37
Los anillos básicos y la estructura de la celulosa son así:
Figura 2.4-7
Figura 2.4-8
Micro-Fibrilla de celulosa
LA HEMICELULOSA:
LA LIGNINA:
También se sabe que deriva de feníl – propano y que el 25% de esta lignina es
impermeable, el resto se encuentra repartido en las paredes celulares.
38
observamos que existen cuatro partes exteriores y una interior hueca. Levantemos
una perspectiva axonométrica de la sección obtenida y veamos los distintos sectores
que aparecen:
SECTOR P
Un sector SECUNDARIO S2, cuyas
fibrillas tienen un determinado tipo de
orientación en una sola dirección.
Figura 2.4-9
Figura 2.4-10
Figura 2.4-11
39
Una teoría nos da el que llamaremos MODELO A, que tiene el corazón del composite
cristalino y aparece dividido en cuatro grupos de tubitos de dimensiones 20 a 30
nm., y cada grupo de 12 X 12 nm. (Figura 2.4-12)
5nm
5 mn., siendo las del propio bloque – corazón
3n m
de 8 X 3 nm.
10nm
Figura 2.4-13
2.4.2.- Resumen
Después de visto el tema de la madera como material compuesto daremos un breve
repaso en cuanto a lo que nos interesa saber y conocer, como composite, de su
composición: Circ ulac ion de
la savia
Las fibrillas de celulosa serán muy resistentes a TRACCIÓN.
Son muy ligeras y poseen una excelente relación tensión-
densidad que llamaremos ø/2 = COTA DE CALIDAD, que
permanece constante en cada tipo de madera.
Io
Figura 2.4-14
40
2.5.- Comentarios
Como se ha visto, se trataron algunos aspectos importantes de la madera como
material compuesto con estructura muy definida que mantiene similitudes y
diferencias con el bambú y que vale la pena comentar en esta tesis.
Similitudes:
Diferencias:
Como conclusión cabe resaltar que el estudio analógico entre la madera y el bambú
es necesario para poder entender el diseño y el comportamiento de las uniones
entre elementos, usando piezas de bambú combinando con la madera inclusive.
41
42
3.- PROPIEDADES FISICO MECÁNICAS DEL BAMBÚ
3.1.- Introducción
Por datos de información, sabemos que el bambú es un material resistente y sus
cualidades están muy por encima de los de la madera, con la gran ventaja de la
edad de explotación de esa gramínea que viene siendo de la quinta parte del tiempo
de los productos maderables. Existen muchos motivos para estudiar con más
detalle las propiedades físicas y mecánicas de este vegetal, y analizar los
mecanismos de falla para proponer mejoras que contribuyan al comportamiento
óptimo de las conexiones en su interacción estructural con los modelos
matemáticos y reales, así como su vinculación con los materiales de apoyo
tradicionales, con el objeto de lograr la creatividad espacial con nuevos paradigmas
de concepción.
Al igual que las maderas, los bambúes son atacados por agentes biológicos que
destruyen o afectan su calidad y resistencia. Estos agentes biológicos se pueden
resumir en tres grupos:
43
MOHOS Y HONGOS CROMÓGENOS.
Aclarando que tanto los mohos, los hongos cromógenos y los hongos xilófagos han
sido ampliamente estudiados en maderas, se hace preciso iniciar investigaciones
profundas en bambúes con las cuales se determinen clases de hongos, tipo de daño
y forma de degradación.
Los mohos y los hongos cromógenos son organismos que no afectan necesariamente
la resistencia de la madera, ya que se alimentan del contenido de las celdillas y no
de las estructuras que la forman. Estos organismos para atacar, requieren un
contenido de humedad superior a la saturación de la fibra, la cual oscila entre 27%
y 32% de contenido de humedad.
HONGOS XILÓFAGOS.
Estos organismos afectan las propiedades físicas y químicas de las paredes de las
células, minando seriamente la resistencia de la madera y provocando pudriciones
severas en las áreas infectadas.
La mayoría de estos hongos atacan después de que los tallos han muerto, pero hay
algunas especies que atacan plantas vivas especialmente a través de heridas por
insectos o el hombre.
44
períodos menores a 2 o 3 años. El ataque se presenta cuando los tallos están en
contacto con el agua o cuando existen altas humedades y temperaturas mayores de
12 grados centígrados.
INSECTOS.
La resistencia natural del bambú frente a las termitas no es igual a la que presenta
frente a otros agentes biológicos. Si después del corte de los tallos aún conservan
mucha humedad, éstos son atacados por coleópteros diminutos llamados
comúnmente gorgojos o barrenadores de las maderas. Bajo estas condiciones el
ataque se inicia en los primeros meses de instalado el bambú, además de perder
paulatinamente sus propiedades físicas en un lapso de 10 años.
Los agentes biológicos como los mohos, hongos e insectos son organismos que en
condiciones favorables para su desarrollo como temperatura, oxígeno, humedad y
alimento, aumentan y causan deterioros notables a los bambúes.
Según Walter Liese, (1985) en los entrenudos de los bambúes los vasos se disponen
axialmente presentándose en una forma aislada los unos de los otros, debido al
parénquima, conectándose solamente en los nudos del tallo. Estos vasos son más
pequeños y fuertemente compactados hacia la periferia de la pared, aumentando de
tamaño y disminuyendo su compactación hacia el interior de ésta.
45
A diferencia de la gran mayoría de las maderas, en los bambúes no hay células
orientadas radialmente, formando radios, las cuales son esenciales para un fácil
desplazamiento de los líquidos, desde la periferia hacia el interior.
En la pared existe una capa especial de células que protegen tanto su parte externa,
en mayor grado, como la interna, elementos que dificultan y retardan la penetración
de los líquidos con preservativos, que ocupan lugar preferencialmente en
direcciones axiales, desde ambos extremos a través de los vasos formadores de la
pared del culmo.
En los bambúes, la epidermis es dura y cutinizada, cubierta con una capa cerosa
que evita la evaporación de agua contenida en un tallo. La dureza extraordinaria de
esta epidermis se debe a las incrustaciones de sílice, lignina y cutina. Algunos
bambúes tienen tal cantidad de sílice que se usan como piedras de amolar.
Los preservativos químicos penetran preferentemente por las zonas de los nudos
donde las ramas han sido cortadas. Esto indica que para favorecer la preservación
química, algunas veces los diafragmas impermeables de los nudos deben ser
rupturados con palos, varillas y varillas acondicionadas con brocas, para que el
líquido pueda penetrar fácilmente por la zona hueca del entrenudo, se deposite allí
y se inicie la difusión desde la parte interna hacia la pared externa del culmo.
o Métodos no químicos
o Métodos químicos
MÉTODOS NO QUÍMICOS.
COSTUMBRES POPULARES.
Las fases de la luna, la hora de corte y el curado son factores que tienen presentes
nuestros campesinos como método de preservación, al cortar un tallo.
46
FASES DE LA LUNA.
Cuando mayor sea la fuerza de gravedad, mayor esfuerzo deben realizar los
líquidos para ascender, lo contrario ocurre cuando disminuye la fuerza
gravitacional. Por ello posiblemente nuestros campesinos sin conocerlo
científicamente, cortan los tallos en Menguante, fase de la luna en la cual la
atracción de los líquidos por parte de ésta es menor que en Creciente, lo que
inevitablemente hace deducir que se están apeando tallos con contenidos de
humedad más bajos y por ende con concentraciones bajas de compuestos
bioquímicos en sus paredes.
HORA DE CORTE.
Las condiciones anteriores han sido tenidas en cuenta al cortar los tallos unas dos
horas antes de que aparezca el sol y la planta comience a absorber el agua
necesaria en la ejecución de sus funciones metabólicas, aumentando nuevamente el
contenido de humedad de las paredes del culmo. Así, como en las fases de la luna,
se están obteniendo tallos en condiciones de humedad y contenidos de alimento
relativamente bajos.
CURADO.
Teniendo en cuenta, tanto la hora de corte como las fases de la luna, después de
cortar sólo los tallos apropiados, se someten los culmos al proceso de “curación”.
El método consiste en dejar los tallos, una vez cortados en posición lo más vertical
posible, apoyados en los tallos no cortados y aislados del suelo, dejándolos sobre su
mismo “tocón”, o sea, el pequeño fragmento de tallo que queda unido al rizoma. A
esta labor se le denomina vulgarmente como “desjarrete”.
Algunas veces el tallo apeado se coloca sobre piedras o soportes y obviamente, por
lo difícil de la labor, sin desprenderle las ramas apicales. En esta posición
permanecen de 8 a 15 días de acuerdo a las necesidades y condiciones ambientales.
47
En aprovechamientos comerciales intensos no se someten los cortes de los tallos a
la época de luna, hora de corte y curado. Sólo se analiza y se tiene en cuenta el
factor más determinante en la duración de la vida útil de los tallos: su resistencia
máxima natural, estado que solo se logra en la única fase vegetativa de desarrollo
apta para el corte de los culmos, la fase madura.
Así, los tallos pierden humedad e intrínsecamente reducen naturalmente las altas
concentraciones de almidones presentes tanto en los nudos como en las paredes de
los entrenudos, convirtiéndolos en compuestos no apetecibles a los agentes
biológicos. Generalmente estos tallos deben ser sometidos a preservación química
que aumenta la vida útil especialmente cuando se van a usar en construcciones,
viviendas o artesanías. El curado o el secado al aire es una práctica altamente
recomendable antes de la preservación química.
AIRE CALIENTE.
Colocar algunos culmos encima de los “fogones de leña” utilizados en las cocinas de
las fincas y durante algún tiempo, es un método tradicional empleado pero en muy
pocas ocasiones. El humo produce oscurecimientos de los tallos, dejando en ellos
posiblemente sustancias tóxicas que agregan alguna resistencia al ataque de
agentes biológicos; además, el calentamiento puede destruir o descomponer el
almidón presente en los tallos.
BLANQUEADO.
Con éste método se “blanquean” o se pintan con hidróxido de calcio, Ca (OH) 2, los
bambúes o las esterillas que se emplean en construcciones caseras.
En Indonesia a las esterillas de bambú se les aplica alquitrán o brea, luego se les
aplica arena muy fina y cuando esta mezcla haya secado, se pintan con cal, o se
“blanquean” varias veces.
ESTANCAMIENTO O ENCHARCAMIENTO.
MÉTODO EN CONSTRUCCIÓN.
Una gran cantidad de daños estructurales se pueden evitar colocando los tallos o
las paredes de Guadua y esterilla directamente sobre apoyos de concreto o piedras,
evitándose así el contacto con el suelo rico en humedad.
48
Por medio de diversos métodos de construcción se pueden mantener los tallos en
condiciones secas a fin de que no ocurra el ataque de hongos. La buena circulación
de aire es un factor importante que se debe tener en cuenta cuando se realizan
construcciones con bambú.
Los tratamientos anteriores también se emplean en la zona del nudo superior que
queda expuesto a la intemperie, o se reemplaza en nudo por una mezcla de arena-
cemento, llenándose por lo menos 10 centímetros el entrenudo con el concreto.
MÉTODOS QUÍMICOS.
Estos métodos químicos son generalmente más efectivos que los procesos no
químicos, pero no son siempre económicos y aplicables en la protección del bambú.
Para los tratamientos con preservativos químicos se emplean dos tipos de procesos:
Aplicación con brocha. Estos tratamientos brindan protección muy limitada y solo se
emplean como tratamiento o protección temporal.
El bambú algunas veces es impregnado con soluciones de ACPM con sal o formol,
cuando se observa el ataque de perforadores, pero este método tiene efectos
temporales debido a que hay poca penetración del preservativo, además, el uso de
formol ocasiona quemaduras e irritaciones tanto en los ojos como en las fosas
nasales afectando el sistema respiratorio de los operarios.
49
Los métodos anteriores pueden ser utilizados para propósitos profilácticos y para la
preservación de ataques de perforadores y de mohos de suelo, usando una solución
de Borax-Ácido Bórico en una relación de 1:1, muy efectiva especialmente en
depósitos de bambú y fábricas de papel.
Tratamiento por transpiración de la planta. Recién cortados los tallos con ramas y
hojas son colocados en un balde o barril que contenga preservativos. La
transpiración de las hojas aún en procesos metabólicos, absorbe la solución hacia
los vasos del culmo.
Este método es aplicable sólo en bambúes de culmos cortos o en muy pocos tallos
de bambúes de porte alto y con altos contenidos de humedad.
Este tratamiento requiere de largos períodos, debido a que los vasos no toman
suficiente líquido para preservar las fibras circundantes y las células
parenquimáticas, retardándose así el proceso de difusión.
Los culmos previamente preparados con la longitud deseada se dejan varios días
sumergidos en la solución para que por medio de la difusión, los espacios vacíos
presentes en las paredes debido al secado, sean reemplazados por los preservativos
químicos, hasta lograrse la saturación máxima de los tallos. La penetración de la
solución está correlacionada directamente con la lignificación de los tallos.
En los bambúes inmaduros la penetración es factible tanto por la parte externa
como la parte interna de la pared del culmo, caso contrario ocurre en bambúes
maduros en los cuales la penetración se realiza a través de la cara interior de la
pared por ser más permeable que la cara exterior.
Esto implica la realización de una leve ruptura de todos los nudos del culmo para
que se facilite la penetración del preservativo a través de todos los espacios huecos
de los entrenudos, y se proporcione la penetración de la solución desde la cara
interna hacia la externa de la pared del culmo, reduciéndose el período de
sumergimiento de días a horas.
En tallos recién cortados, las concentraciones de los preservativos deben ser más
altas pues la absorción de la solución de agua con preservativo es menos en
relación al material secado al aire con bajos contenidos de humedad, en los cuales
se han encontrado más difusión axial o cuando se alterna la inmersión caliente-frío.
50
Se utilizará una varilla de tres octavos o un cuarto de pulgada y de 3 a 4 metros de
longitud, la cual se ha condicionado en uno de los extremos con forma de punta,
para que la ruptura de los nudos sea más fácil y se evite en mayor grado el
rompimiento brusco de los tabiques. Con ésta se realizará un orificio a las guaduas
secas y resistentes en cada nudo y lo más cercano posible a la cara interior de la
pared del culmo.
Para los efectos de este sistema se preparará previamente una solución salina
llamada pentaborato, la cual se ha depositado en los tanques de inmunizado. La
preparación es la siguiente:
Para facilidad de penetración del preservante, a las guaduas secas al aire se les
realiza en cada entrenudo y muy cerca del nudo, una perforación, dos por
entrenudos, con una broca de 1/16 o 1/32 de pulgada. No se rompen en ningún
caso los nudos para evitar posibles pérdidas de resistencia. Luego de haber
realizado la operación anterior se procede a sumergir los tallos en una solución
compuesta por los siguientes elementos:
Una modalidad del sistema anterior consiste en utilizar aceite quemado de desecho
de automóviles, y diesel en una proporción en volumen de 5 :1. Taponando las
perforaciones con taquetes labrados del mismo bambú. Lo hemos utilizado con
mucho éxito en algunas obras de bambú en la ciudad de Xalapa, como han sido:
Palapas, Viviendas y Puentes (Véase Anexo correspondiente).
PROCESO A PRESIÓN.
MÉTODO BOUCHERIE. Según Oscar Hidalgo (1981) este método consiste en hacer
penetrar por el extremo del bambú, por presión hidrostática, el preservativo que
empuja las soluciones líquidas de los tallos ocupando su sitio. Este tratamiento se
51
realiza en culmos frescos o verdes donde las soluciones acuosas estén aun en
movimiento.
El método consiste en introducir un extremo del tallo del bambú, sin ramas ni
hojas, en el extremo de un tubo de caucho o el de una sección de neumático. Luego
el tubo o neumático se llena con la solución de preservativo y se cierra por su
extremo superior.
El extremo del bambú donde se conecta el equipamiento debe cortarse a ras del
nudo además de colocarse el tallo en posición vertical para que se facilite la
penetración del preservativo debido a la presión hidrostática.
Figura 3.2-1
52
Los recipientes almacenadores del preservativo poseen capacidades desde un litro
hasta las necesidades requeridas, según el número de bambúes a tratar al mismo
tiempo, debido a que el método soporta ramificaciones metálicas provenientes del
tubo central ubicado en la parte baja del recipiente.
Los tubos o salidas para cada bambú tienen llaves para cerrar el paso del
preservativo una vez terminada la operación o cuando no se utilizan todos al mismo
tiempo. El preservativo utilizado puede ser usado nuevamente aumentando su
concentración.
Oscar Hidalgo, reporta que en Puerto Rico, para la aplicación de este método han
utilizado los siguientes productos y diferentes composiciones químicas, a saber:
53
COMENTARIOS.
No dudamos que todos los sistemas anteriormente descritos sean efectivos, sin
embargo, dependiendo de la especie de bambú, de las características de la
construcción a ejecutar y de los recursos materiales con que se cuente, será factible
seleccionar el más adecuado según las recomendaciones de los expertos o los
resultados obtenidos en la práctica.
Peso específico básico: consideraremos el peso específico básico como la relación del
peso del bambú seco al horno, al peso de agua desplazada por el volumen del tubo
de la caña (sin nudo) a una condición máxima de hinchamiento.
Peso Unitario Verde (gr/cm3): es la relación entre el peso del tubo de caña al
porcentaje de humedad recibida, dividido por el volumen de ese tubo de caña al
mismo porcentaje de humedad.
SECADO ARTIFICIAL.
54
Propiedades físicas. Valores promedio para Bambusa vulgaris cuya procedencia es
de la ciudad de Jalapa, Ver. México
PESO UNIT.
PESO ESPEC. PESO UNIT.
SECO AL
BÁSICO VERDE
CONTENIDO DE HORNO
EDAD (peso seco al (peso
HUMEDAD (peso seco al
(meses) horno/volumen verde/volumen
(%) horno/volumen
verde) verde)
seco)
(gr/ cm3) (gr/ cm3)
(gr/ cm3)
8 281 0,25 1,01 0,66
12 260 0,29 1,01 0,65
24 152 0,43 1,07 0,76
36 145 0,47 1,12 0,72
Cuadro 3.3-2
55
3.4.- Propiedades mecánicas del bambú
Ya hemos hablado que dentro de las especies estructurales que tenemos en la
región, destacan: Bambusa oldhamii, Bambusa vulgaris vulgaris, Bambusa vulgaris
striatta, Bambusa aculeata y algunas especies monopodiales, como los
Phyllostachys. Éstos últimos tienen muy limitada su presencia en las preferencias
estructurales.
Para los efectos de esta tesis, le daremos especial atención a la Bambusa oldhamii
como especie con mejores cualidades para uso estructural.
PRUEBAS DE LABORATORIO
Esto no quiere decir que no debamos preocuparnos por los estados críticos del
bambú, pero en nuestro medio, de América Latina, y principalmente en México,
todavía no está arraigada la cultura de este vegetal, y su manejo aún es deficiente,
por lo tanto, su desarrollo científico apenas comienza. El tiempo aclara más
respuestas (Anexo B).
En una investigación realizada por este que suscribe para obtener el grado de
Maestría en Ingeniería de Estructuras en el puerto de Veracruz, cuyo título se
denominó: “COMPORTAMIENTO ELÁSTICO-PLÁSTICO DE PLACAS DE CONCRETO
REFORZADO CON BAMBÚ. MECANISMOS DE FALLA”, se puede destacar algo que
puede ser importante para este estudio.
De este estudio se concluyó que el diseño de estas placas se realizó bajo Estado
límite de servicio, donde fue necesario limitar las deformaciones del conjunto a la
que marcan los códigos de construcción locales, para obtener diseños sin flechas
56
considerables. En estas condiciones, la tensión del bambú a flexión quedó muy por
debajo de los índices críticos de rotura, lo que demuestra que el uso del bambú en
tubos para elementos a flexión, no está precisamente condicionado a su resistencia
máxima, sino a un porcentaje muy bajo, probablemente de un orden de un 20 a un
25% de la rotura. Por lo tanto, no es tan importante una exactitud en la obtención
de resultados de las pruebas de laboratorio (Apéndice B).
57
8 muestras con nudos en sus extremos (h, d y e variables)
Promedio de
resistencia a
Número de Desviación Desviación
Sección del la
h/e h/d muestras estándar * estándar
tramo compresión
(n) (k/c2) (%)
simple
(kg/cm2)
Basal EA+ 2 8 390,19 50,69 13
Basal EA 4 6 405,04 64,84 16
Basal EA 8 6 355,46 63,65 17,9
Basal EA 1 21 608,69 71,85 11,8
Basal EA 2 21 423,37 34,43 8,1
Basal EC 8 366,37 62,57 17,1
Promedio 424,85
Medial EA 2 7 424,65 84,90 20,0
Medial EA 4 6 466,64 94,33 20,2
Medial EA 8 8 747,39 127,59 17,1
Medial EA 1 21 422,71 66,23 15,7
Medial EC 8 337,19 94,69 28,1
Promedio 479,71
Distal EA 2 20 475,90 93,06 19,6
Distal EA 4 4 513,57 122,35 23,8
Distal EA 8 8 699,24 167,88 24,0
Distal EA 1 18 747,34 285,50 38,2
Distal EA 2 18 564,64 139,18 24,6
Distal EC 8 404,96 88,34 21,8
Promedio 567,60
Cuadro 3.4-1
58
EFECTO DE ESBELTEZ
EI
EI E
( ⁄ )
E
( ⁄ )
Ecuación que nos sirve para calcular las condiciones de esbeltez máxima permitida
para diseñar nuestras piezas en función de:
fCR = Esfuerzo crítico del bambú (se sugiere un factor de seguridad de 2.5)
E = Módulo de elasticidad del bambú (kg/cm2) [Véase apartado
correspondiente].
L = Longitud en cm.
r = Radio de giro en cm.
(cm4)
√
(cm2)
Podemos analizar la fórmula de Euler para el caso del Bambú (Bambusa oldhamii)
tomando en cuenta los siguientes aspectos:
59
resistencia conservadora, con el fin de proponer un diseño adecuado a la aplicación
correspondiente.
E
( ⁄ )
5
7,
5 X
5,
Cálculo de variables:
√ (cm)
( ) ( )
( ) ( )
( ,000)
( ⁄ )
60
Antes de discutir el resultado del esfuerzo crítico de pandeo para el caso anterior, se
comentará, en primer lugar, que la longitud efectiva L del bambú se considera como
doblemente articulada, sin restricciones de empotramiento alguno, que es el caso
común cuando el tramo de bambú puede trabajar como pie derecho en una cimbra
o con el peso del hormigón fresco.
Puede suceder otro caso de L, donde podría considerarse una longitud efectiva
diferente según sean las condiciones de apoyo.
Ahora si podemos comentar el resultado del esfuerzo fCR = 44.86 kg/cm2, valor que
comparado con el promedio de resistencia a la ruptura del bambú de 450 kg/cm 2
en compresión simple, y un factor de seguridad de 3, tendríamos una resistencia de
150 kg/cm2. Sin embargo, la capacidad crítica PCR, para el bambú citado, de 3
metros de longitud, sería:
( )
Para entender este resultado, habría que utilizar un factor de seguridad mínimo de
2, para calcular la capacidad de carga de trabajo de esta pieza.
Se podría redondear a 450 kg, valor que serviría para diseñar la vara como pie
derecho, sin restricciones. Con estos resultados se puede diseñar la separación
entre pies derechos de una manera conservadora.
61
DISCUSIÓN Y COMENTARIOS
62
3.4.2- Modelo de resistencia al cortante
63
4 4,61 270,00 58,56 CONDICIÓN: Seca
Para lograr estas pruebas nos auxiliamos de pernos cuidadosamente colocados para
evitar fisuras previas. También se utilizaron algunas placas de madera de pino de
primera para puntear y traducir la carga axial a carga de cortante en las zonas de
contacto con la superficie lateral del perno.
400
324.67
302.3
300 281.84
267.37
256.6
219.6
197.47 198
200
100
0
1 2 3 4 5 6 7 8
Gráfico 3.4-1
64
DISCUSION Y COMENTARIOS
a) Los rangos de carga fueron más altos que las pruebas de cortante en
sentido de las fibras.
b) Las deformaciones registradas también se consideran despreciables en
este sentido.
c) La falla se traduce en una rajadura longitudinal en el sentido de las fibras
y en un aplastamiento en sentido perpendicular con un abultamiento de
los bordes.
d) Las probetas utilizadas en este caso, fueron de paredes relativamente
delgadas. Es de notarse que en las muestras 6 y 7, los resultados de
resistencia fueron muy bajos, su estado era tierno (1 año) y verde (no
seco).
COMENTARIOS GENERALES
65
Propiedades de diseño de diferentes materiales estructurales y el bambú*
66
De otro estudio realizado por Janssen (1980) con la especie Bambusa blumeana los
valores de resistencia obtenidos con pequeñas probetas son los siguientes:
Cuadro 3.4-4
Abd. Latif Mohmod et al. (1993) realizaron ensayos con la misma especie obteniendo
valores de resistencia para material de 1, 2 y 3 años de edad y a diferentes alturas
de tallo definidas como base (B), parte media (M) y extremo (D). En el cuadro 3.4-5
se presentan los resultados de este estudio con respecto a la resistencia de esta
especie de bambú, donde se observa que la resistencia varía con respecto a estos
dos factores.
Propiedad Edad
1 año 2 años 3 años
B M D B M D B M D
Cortante, kg/cm2 41 46 47 44 47 48 47 50 51
Compresión paralela
200 213 226 228 272 283 258 283 294
a la fibra, kg/cm2
Esfuerzo en el límite
de proporcionalidad, 216 241 235 238 244 403 243 245 431
kg/cm2
Módulo de
elasticidad, x 1000 29 30 45 31 33 46 35 36 59
kg/cm2
Módulo de ruptura,
1043 755 477 1345 931 638 1631 1141 757
kg/cm2
Cuadro 3.4-5
Tomado de Abd. Latif Mohmod, et al.
67
Promedio de las propiedades mecánicas de la Guadua en condición seca
Módulo de
Compresión,
Tracción, kg/cm2 elasticidad
kg/cm2
kg/cm2
Especie con
sin nudo con nudo sin nudo
nudo
má má
mín máx mín máx mín mín mín máx
x x
60 68 52 66
Guadua macana 970 1659 943 1429 - -
6 9 5 0
Guadua de
1020 1560 548 1045 - - - - 107000 173000
Castilla
Cuadro 3.4-6
Tomado de Hidalgo (1978)
Para desarrollar esta sección que representa una parte importante en esta tesis, fue
necesario ratificar a la especie Bambusa oldhamii como idónea para desarrollar el
trabajo mecánico a la flexión, dado que su microgeografía (clima, altitud, latitud y
configuración orográfica) dentro de México, aunado a sus propiedades mecánicas
como son: la resistencia a la compresión simple, a la flexocompresión, al esfuerzo
cortante paralelo a las fibras y en el sentido de las mismas, su módulo de
elasticidad y algunas propiedades físicas y químicas, representan parámetros
necesarios para el estudio de la flexibilidad del bambú. Así como también sus
deformaciones elásticas, sus deformaciones elasto-plásticas y residuales, los
mecanismos de falla solos y cuando se interaccionan con el concreto, su
comportamiento bajo la normatividad de los reglamentos y desde luego la
durabilidad de las estructuras y el riesgo ante el fuego, intemperismo y acciones
como viento y sismo, son magnitudes importantes a tomarse en cuenta para
discutir resultados.
La flexión del bambú hasta el punto de la falla, está regida por la resistencia al
cortante transversal, presentada a la mitad de la sección del tubo, de acuerdo a la
variación del esfuerzo cortante en una sección cualquiera de una pieza sometida a
dicha flexión. Sin embargo, el estudio de la fluencia del bambú es necesario
conocerlo más a fondo ya que posiblemente podamos normar un criterio cuando la
posición deformada del bambú permita elongaciones de tipo plástico sin que se
rebasen los límites de seguridad establecidos.
68
MECANISMO DE FLUENCIA PARA EL BAMBÚ
La fluencia y recuperación tienen que ver con la deformación a largo plazo, para el
caso del bambú con la curvatura. Para la construcción de edificios es importante
este conocimiento, ya que no tan sólo la deformación instantánea que se produce
por las cargas, si no también las deformaciones después de 10 o 20 años de uso
constante, que son las que pueden afectar a elementos no estructurales,
precisamente, cuando no se conocen a fondo las propiedades elastoplásticas de un
material.
La investigación sobre la fluencia del bambú, sin embargo, es poco escuchada. Para
descubrir este mecanismo, se ha usado un modelo con madera llamado “modelo
burger” comúnmente aplicado, ya que la madera citada tiene una estructura similar
con el bambú, se puede adaptar para nuestro caso. El modelo matemático está
dado en la Figura 3.4-1 (Lindberg a. o. 1972, Colman 1968).
Fig. 3.4-1
69
ε= σ t
ε n1
Strain
σ (t-e –E2t/n2)
σ
E2
E1
σ
E2
σ
E2 Time
σ
E1 σ t1
n1
Fig. 3.4-2
Diagrama de Esfuerzo-Deformación
E1+E2 E3 n1 E2
Donde:
ε Deformación unitaria
σ Esfuerzo unitario
E1 = Módulo de elasticidad molecular
E2 = Recuperación
MÉTODO EXPERIMENTAL
70
El método es una prueba de encurvamiento de cuatro puntos.
Fig. 3.4-3
Este reporte trata con la primera serie de pruebas. De la siguiente información los
valores para E1, E2, n y n2 han sido calculados y comparados con la masa por
volumen (p en kg/m3 en MC 12%). Estos datos se muestran en el Cuadro 3.4-7.
Estas pruebas han sido calculadas con una regresión “mínimos cuadrados”. El
cociente entre estos valores y la masa por volumen p se muestran a continuación en
el Cuadro 3.4-8
71
Cocientes entre resultados de prueba, unidades como en el cuadro anterior, p en
kg/m3
E1 2038 + 21 x p r2 = 0,47
E2 (fluencia) -0,5 + 0,0026 x p r2 = 0,39
E2 (recuperación) 0,15 + 0,0025 x p r2 = 0,29
E2 (fluencia) 0,77 x E2 (recuperación) r2 = 0,69
n1 -10,5 x 0,003 x p r2 = 0,37
n2 (fluencia) -2,2 + 0,007 x p r2 = 0,26
n2 (recuperación) -1,2 + 0,0004 x p r2 = 0,41
n2 (recuperación) 1,1 + 0,38 x n2 (fluencia) r2 = 0,56
Cuadro 3.4-8
Valores por E2
Primera hr. (fluencia) 1,01 106 N/mm2
Segunda hr. (fluencia) 1,63 106 N/mm2
Tercera hr. (fluencia) 1,85 106 N/mm2
Cuarta hr. (fluencia) 2,08 106 N/mm2
Cuadro 3.4-9
DISCUSIÓN
El valor para E1 es normal para bambú condicionado. Como para los otros tres
valores (E2, n1 y n2), parece imposible hallarles alguna referencia. Pueden ser
únicamente comparados con valores para madera (Kollmann 1968), y los cocientes
son:
72
CONCLUSIONES
DATOS:
DATOS GEOMÉTRICOS:
o
Área promedio = 14.15 cm2
o
Carga última registrada en el laboratorio = 9,200 kg
o
Última resistencia = (9,200/14.15) = 650.00 kg/ cm2
DIAGRAMA DE ESFUERZO-DEFORMACIÓN
73
o Longitud original = 24,2 cm.
o Esfuerzo de compresión σ P/A en kg/ cm2
o Deformación unitaria = ε δ L
L
Datos para la gráfica de esfuerzo-deformación (Gráfica 3.4-2):
Cuadro 3.4-12
GRÁFICA DE ESFUERZO-DEFORMACIÓN
800
700
Esfuerzo (Kg/cm2)
600
Comportamiento
inelástico
500
400 Punto de Cedencia
400
300
200
Comportamiento
elástico
100
0
0.000
0.001
0.002
0.003
0.004
0.005
0.00576
0.006
0.007
0.008
0.009
0.010
0.011
0.012
0.013
0.014
Gráfica 3.4-2
74
CRITERIOS PARA EVALUAR EL MÓDULO DE ELASTICIDAD DEL BAMBÚ
Para éste caso, un criterio que considero valedero para evaluar el módulo de
elasticidad sería el trazo de la tangente hasta encontrar el límite elástico en el punto
mencionado anteriormente, de una manera similar a la de acero estructural; sin
embargo para el caso del bambú, no se aprecian con exactitud los puntos de
fluencia (superior e inferior) y la deformación máxima elástica.
3.5.- Comentarios
Sus propiedades físicas y mecánicas permitirán tener las precauciones para diseñar
juntas con el fin de obtener un comportamiento balanceado con el resto de la
estructura.
Con base al conocimiento, se tiene como resultado, que la utilización de las partes
distales del bambú como elementos de conexión en estructuras a compresión,
cortante y tracción son las más adecuadas.
75
1. Proyectar elementos a flexión embebidos en hormigón bajo límites de
deformación máxima tolerada de acuerdo a los códigos vigentes en la
localidad.
76
4.- LAS CONEXIONES EN LAS ESTRUCTURAS LIGERAS
4.1.- Introducción
Para definir los alcances y las limitaciones de las uniones diseñadas con elementos
de bambú, algunos expertos sudamericanos y asiáticos han dado algunas
soluciones referentes al comportamiento de este material vegetativo como se verá
más adelante, todas con el fin de evitar algunas fallas originadas por esfuerzos
inducidos en el material.
77
EN VIGAS Y COLUMNAS
No utilice: Utilice:
Bambúes de baja resistencia como Bambúes sazonados o mayores de 3
son: Bambúes verdes o menores de años, previamente curados, secados al
tres años, bambúes atacados por aire y tratados con inmunizantes.
insectos, bambúes que hayan Bambúes con cortes y uniones
florecido, o que presenten figuras o apropiadamente hechos, con diámetros y
grietas verticales o cortes espesores de pared apropiadas.
horizontales superficiales
producidos accidentalmente con
machete.
No utilice: Utilice:
Clavos o puntillas de más de 8 cm. Amarres de alambre duplicados o
(2.5”), ya sea para fijar lateralmente triplicados (2 ó 3 alambres de igual
bambúes de menor diámetro o en longitud), cuerdas de nylon o cuerdas
la fijación de uniones. Vigas vegetales de diámetro apropiado y en
clavadas lateralmente a las buen estado.
columnas.
78
EN UNIONES AMARRADAS
No utilice: Utilice:
Bambúes verdes que al secar se Bambúes previamente secados al aire
contraen dejando flojos los con amarres de alambre, nylon, cuerdas
amarres. Amarres de cuerdas vegetales o de cuero.
elásticas, o con cuerdas muy
delgadas o en mal estado.
No utilice: Utilice:
Bambúes sin un nudo en el Parales o columnas de longitud
extremo inferior, que se astillan al apropiada, con un nudo en el extremo
golpearse para plomarlos o al inferior, el cual permite golpearse sin
introducirse peñas elevadoras. producir astillamiento.
79
FORMA DE EVITAR EL APLASTAMIENTO EN LOS EXTREMOS DE LAS VIGAS
De no existir el nudo se
produce el aplastamiento.
80
ENTALLADURAS UTILIZADAS EN LA UNIÓN DE PIEZAS DE BAMBÚ
1 2 3 4 5
Con oreja Con dos orejas A bisel Pico de flauta Boca de pescado
TRAZADO Y CORTADO
El ángulo del corte varía de acuerdo a la
inclinación que tenga la pieza.
81
UNIÓN DE PIEZAS HORIZONTALES Y VERTICALES
1.- Soporte con una o dos orejas. Se emplea para recibir vigas de bambú, madera
rolliza o aserrada.
82
EMPLEO DE PASADORES Y ANCLAJES EN LA UNIÓN DE PIEZAS HORIZONTALES
Y VERTICALES
1.- Unión de piezas con amarre y clavija. La clavija puede colocarse en la columna
ya sea paralela o perpendicular a la viga.
83
4.- Unión con anclaje metálico. Se emplea en diversas posiciones.
2.- Viga doble central. Tiene una gran diversidad de aplicaciones en la construcción
de estructuras para puentes y de instalaciones rurales.
84
3.- Viga doble lateral. Cada una de las vigas se amarra independientemente del
soporte lateral y entre sí. Se emplea en la construcción de estructuras para puentes
y de instalaciones rurales.
85
UNIÓN Y FIJACIÓN DE PIEZAS HORIZONTALES
1 2 3
86
EMPALME DE PIEZAS HORIZONTALES
1.- Al tope.
2.- A bisel.
3.- De rayo.
7.- Telescópico.
Se emplea en acueductos.
87
UNIONES EN LA CONSTRUCCIÓN DE MUEBLES
88
AMARRES UTILIZADOS EN CONSTRUCCIONES TEMPORALES Y ANDAMIOS
89
AMARRES UTILIZADOS EN LA CONSTRUCCIÓN DE ANDAMIOS
Detalle No. 1
Detalle No. 2
Detalle No. 3
90
AMARRES UTILIZADOS EN LA CONSTRUCCIÓN DE ANDAMIOS COLGANTES
91
4.3.2.- Proyecto de conexiones
Para definir los alcances y las limitaciones de las uniones diseñadas con elementos
de bambú, se comentarán los resultados obtenidos en el Capítulo 3 referente al
comportamiento de este material vegetativo a los diferentes esfuerzos desarrollados.
c) Para el esfuerzo cortante, se observa que las fallas en el sentido de las fibras
se presentan entre los 50 y 70 kg/cm² con rajaduras en el sentido de las
mismas. Para el caso del corte en sentido perpendicular a las fibras, permite
mejor comportamiento, aumentando la resistencia entre 4 y 5 veces más,
con fallas frágiles traducidas en rajaduras longitudinales y aplastamiento.
(Véase anexo “A)
En la figura 4.3-1 se presentan dos diseños para resolver las uniones de bambúes
a compresión simple con falla por aplastamiento, utilizando soleras de sobrantes de
la zona basal de los cortes de los culmos del bambú.
92
en lugares donde la conexión no esté a la vista, la solera de acero podría ser la
solución.
En algunos casos cuando las paredes del bambú no son suficientemente gruesas
como para confiar en los tornillos podemos utilizar encintados en los extremos por
unir con cualquier cinta adhesiva que evite las rajaduras en el manejo y operación.
Véanse fotos 4.3-1 y 4.3-2. Es común utilizar taquetes de bambú de menor
diámetro que penetren en ambas piezas a unir, previo encintado en los extremos.
Foto 4.3-2
Foto 4.3-1
93
4.3.3.- Conexiones a tracción
En el inciso (a) de este subtema se han dado algunas pautas en relación con las
juntas a tracción, principalmente en la obtención de los resultados. Se intentará
hacer un diseño de conectores a tracción como una forma de iniciarse en el
proyecto de cubiertas donde se requieran.
Por medio de un ejemplo, podemos ilustrar cual sería la forma de diseñar una junta
de tracción. Este ejemplo se basa en parámetros de resistencia supuestos, pero
apegados en algunos casos a los resultados obtenidos en el Capítulo 3.
DATOS:
1
Resistencia promedio a la compresión.
2
Resistencia a la Fluencia del Acero A-36
94
1.240,00 kg/cm² < 1.512 kg/cm²
La longitud se propone con base a la separación de cada tornillo, para nuestro caso
se colocarán los tornillos a cada 10cm. por lo tanto la longitud de la solera a cada
lado de la junta será de 60cm. más otro tramo de 10cm., lo que dará 70cm. a cada
lado de la unión de los dos bambúes. Esta última separación ha sido dada
arbitrariamente ya que hasta la fecha no tenemos especificaciones de distancias
mínimas entre tornillo y tornillo en ningún manual de bambú.
Cabe mencionar que los tabiques alcanzan una resistencia máxima de 2.5 kg/cm²
al esfuerzo cortante longitudinalmente, valor insignificante para los fines que se
persigue en este diseño.
95
que se pueden llamar ligeras que es el tema central de nuestra tesis. Para casos
reales similares a este ejercicio como pueden ser el diseño de puentes de bambú, se
puede pensar en el uso de cables de hierro para sustituir al bambú en su
comportamiento a tracción, ya que el diseño de las juntas resulta complicado.
Kg
00
40
14 1/ X
.)
cm
0 4
.
cm
4
de
= rn .5
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1
2
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70
4
=
L
5
g
K
00
40
Figura 4.3-3
CORTE a - b
Bambú
Tuerca
Arandela
Tornillo de 3/8" (asienta)
Figura 4.3-4
96
4.4.- Propuesta de conexiones para estructuras ligeras
El presente subtema enumera algunas conexiones entre elementos constitutivos del
sistema constructivo con bambú. Estas conexiones han sido experimentadas con
clavos, pernos, varillas y pletinas. Otras diferentes pueden utilizarse, siempre y
cuando se pueda garantizar la rigidez diseñada.
IMÁGENES:
97
4) Unión en cruz interceptada utilizando
taquetes naturales de bambú, reforzada
con fibra natural de mimbre y tensores
adicionales colocados en cuadro, a base
de hilo de plástico sujetos en 4 tornillos.
98
9), 10) Uniones con taquetes de 3/8 en bambú.
Aplicación: se recomiendan para uso en estructuras aparentes con poco peso, como
pueden ser algunos mezanines ligeros.
99
Todos los miembros y elementos estructurales deberán estar anclados, arriostrados,
empalmados e instalados de tal forma que garanticen la resistencia y fluidez
necesarias para resistir las cargas y transmitirlas con seguridad.
CONEXIONES CLAVADAS
100
CONEXIONES ZUNCHADAS
CONEXIONES ESTRUCTURALES
CONEXIÓN CIMIENTO-MURO.
Cuando se utiliza madera aserrada para las soleras, la conexión con los cimientos o
los sobrecimientos se realiza con barras roscadas que atraviesan las soleras y se
anclan con tuercas y arandelas. La madera debe separarse del hormigón o de la
mampostería con papel impermeable u otra barrera similar.
101
CONEXIÓN CON SOLERAS DE BAMBÚ
Las fuerzas de compresión se transmiten a través del separador, por lo que debe
apoyarse en forma continua contra la cimentación. Las fuerzas de tracción se
transmiten a través de conexiones pernadas. Un perno atraviesa el primer o el
segundo culmo del bambú. El culmo atravesado y cualquier culmo por debajo de
éste, deben rellenarse con mortero. El culmo debe tener un nudo en su extremo
inferior. El perno se ancla al cimiento a través de pletinas o barras con ojales, o
barras dobladas. Esta conexión resiste tracción. No es apropiada para resistir
momento. Por lo tanto, no es necesario atravesar pernos en ambas direcciones.
102
4.5 Comportamiento mecánico de uniones
15), 15’) Pruebas al cortante transversal a las fibras que conduce al aplastamiento
de una unión interceptada. Falla frágil por rajadura.
103
19), 20) Prueba a flexión de una unión en L utilizando Bambusa oldhamii y
taquetes de bambú, la falla se advierte en los taquetes.
4.6.1.- Objetivo
104
4.6.2.- Proceso de construcción
Cercha No. 1 y No.2: Se construyeron con una longitud de 3.5 m por 35 cm. de
peralte, utilizando Phyllostachys bambusoide de 3 cm. de diámetro en promedio,
tanto para las cuerda superior, como interiores, así como montantes y diagonales
de ambas cerchas. (Véase figura 4.5-1)
Se utilizaron placas de 6 mm. de triplay de pino en todos los nudos con
dimensiones apropiadas para unir a estos elementos con 2 taquetes de ¼”, labrados
en Bambusa oldhamii para la primera y 3 taquetes para la segunda, reforzadas con
cascarilla de mimbres en los extremos de cada elemento de las armaduras. (Véase
figuras 4.5-2, 4.5-3)
Figura 4.6-1
105
4.6.3.- Prueba del modelo de cercha No. 1
Esta cercha fue sometida a cargas inducidas por medio de un gato con una presión
controlada utilizando un compresor de aire. (Véase figuras 4.6-4a a 4.6-4c)
En la figura 4.5-4d aparecen los elementos de la cercha con los extremos reforzados
con “cascarilla de mimbre”, material vegetativo que cumple doble función: la de
reforzar los extremos y por estética.
Figura 4.6-4d
106
GRAFICA DE CARGA-DEFORMACION
Carga vs Desplazamiento
0.16
0.15
0.14
0.13
0.12
0.11
0.10
0.09
0.08
0.07
0.06
0.05
0.04
0.03
0.02
0.01
-0.00
-0.1
10.0
15.0
20.0
25.0
30.0
35.0
40.0
45.0
50.0
55.0
60.0
65.0
68.3
5.0
Gráfica 4.6-1
DATOS DE LA GRÁFICA:
RESULTADOS Y DISCUSIÓN.
Los resultados del experimento de la cercha No. 1 nos muestran claramente que las
fallas se concentraron en los taquetes labrados con bambú, sin advertir ningún
desgarre en la placa de madera y en los tubos como elementos de la armadura. Se
aprecia que fueron las conexiones en cuerdas superiores las que fallaron y no
107
precisamente en el centro, esto probablemente se debió a que no había una simetría
perfecta debido a la variación en la geometría del bambú; sin embargo es evidente
que los taquetes se rompieron al cortante.
De la misma forma que la cercha No. 1 se probó la cercha No. 2 (Véase figuras 4.6-
5a, 4.6-5b).
Los detalles de los nodos como se puede apreciar, son similares a los de la
armadura anterior y de igual manera se probó en el laboratorio con cargas
graduales con los resultados mostrados en el cuadro 4.6-2.
108
Carga vs desplazamiento
0.38
0.36
0.34
0.32
0.30
0.28
0.26
0.24
0.22
0.20
0.18
0.16
0.14
0.12
0.10
0.08
0.06
0.04
0.02
-0.00
10.0
20.0
30.0
40.0
50.0
60.0
70.0
80.0
90.0
100.0
111.0
-1.0
Gráfica 4.6-2
DATOS DE LA GRÁFICA:
RESULTADOS Y DISCUSIÓN.
Los resultados del experimento de la cercha No.2 nos muestran claramente que las
fallas nuevamente se concentraron en los taquetes labrados con bambú sin
advertir ningún desgarre en las placas de madera y en los tubos como elementos de
la armadura.
109
Se aprecia que la resistencia de los taquetes en esta cercha fue mayor que en la
anterior y que las conexiones en cuerdas superiores nuevamente fallaron en los
taquetes.
Por lo que nos hace pensar que en el diseño de cerchas debemos de proteger más
los mecanismos de falla utilizando conectores de acero, tomando en cuenta que las
placas de madera tuvieron buen comportamiento, así como los extremos de los
miembros de la cercha, pues su confinamiento respondió adecuadamente a las
expectativas esperadas.
4.7.- Conclusiones
Este capítulo ha sido la vertiente de todo lo tratado en los capítulos anteriores, ya
que el tema central de la tesis se refiere a las conexiones con bambú, donde se han
tocado puntos importantes como es el subtema 4.2 “El ámbito de las estructuras
ligeras utilizando bambú”, y también lo relacionado con los modelos de uniones que
hasta la fecha se conocen y las que se proponen en esta investigación; al respecto
puedo comentar que para mi todo lo que se diseñe y construya con bambú es una
estructura ligera, lo importante no es tanto lo ligero que en sí es una cualidad, sino,
la funcionalidad que se logre en cuanto a la rigidez, resistencia, durabilidad,
preservación, etc., y por otro lado podemos decir que es fundamental diseñar
conexiones que cumplan con todo lo anterior y que logren transmitir las fuerzas de
acuerdo al proyecto, compensando la presencia de esfuerzos nocivos con medidas
de refuerzo diseñadas adecuadamente según sea el tipo de estructura.
Por otro lado es necesario mencionar que dentro de algunos rangos de deformación,
también se recomendaría reforzar los extremos de los tubos a conectar con otro
bambú de menor diámetro fijado con alguna resina o con mortero de matriz de
cemento. La fibra es fundamental para darle mayor estabilidad dimensional.
110