Cuento El Niño Moai
Cuento El Niño Moai
Cuento El Niño Moai
niños hechos
- moai
por adultos
El nino
escrito e ilustrado por
José Altamirano Sandoval
Cuando Cristóbal nació sus padres decidieron ir a vivir a una isla muy
lejana, en medio del Océano Pacífico. Pasaron los meses y el niño
comenzó a hablar. Su primera palabra fue “moam” y la repetía todo el
En homenaje a mi hijo Cristóbal día. Sin embargo, sus padres no entendían lo que quería decir.
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Un día al pasar por un puesto de artesanía, Cristóbal se acercó a tomar
una figura en piedra propia de la isla, era un moai. El niño comenzó a
gritar “moam, moam” y entonces sus padres entendieron lo que esa
palabra sugnificaba.
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Con el tiempo, el niño se encariñó tanto con este tipo de figuras, que
dormía con un moai de piedra y uno de madera. Y todos los días pedía ir
a ver a los verdaderos moais al Ahu Tongariki. Así fue, como al pasar los
años, la gente del pueblo, comenzó a llamarlo: “El niño moai.
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Un día, cuando Cristóbal fue de paseo al mirador de Tahai, un lugar
hermoso donde hay varias de estas esculturas, miró a sus padres y les dijo
que él quería ser un moai, para poder tener poderes sobrenaturales, ser
grande y fuerte, como ellos.
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Una mañana de verano, Cristóbal despertó sobresaltado, se levantó y fue
a la cocina, donde sus padres tomaban desayuno y les contó que había
tenido un sueño magnífico. En su sueño había logrado convertirse en
un gran moai, y como tal, podía ver toda la isla, sus volcanes, tortugas,
caballos y pájaros. El niño se sentía inmensamente feliz, pero los otros
moais le dijeron:
“Cristóbal, tienes que volver a ser un niño, para que cuando crezcas
cuides los petroglifos a nosotros y la cultura de la isla, así como lo has
hecho hasta ahora”. -
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Cristóbal entendió que su llegada a la isla no era casualidad. Su destino, era Fin
cuidar y proteger a los gigantes de piedra, que tanto quería. Desde entonces,
visita todos los días estas imponentes estatuas y transmite su amor por ellos a
todos quienes viven y visitan Rapa Nui.
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Gracias al trabajo de muchas personas que de forma voluntaria y sin ánimo de
lucro, han puesto a disposición su tiempo y su talento, este libro está disponible
para todos los niños que quieran y/o necesiten leer.
Agradecemos, especialmente, al autor e ilustrador que ceden sus derechos para que
esto sea posible y a DeVerbena por la maquetación de los cuentos.
Cámara Mágica, permite la descarga total y/o parcial de los contenidos para
actividades educativas, culturales o simplemente para satisfacer el gusto e
interés por la lectura.
Una producción de Cámara Mágica en colaboración con DeVerbena.