De M9 PDF
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Módulo 9
Obligaciones civiles y
mercantiles, títulos y
operaciones de crédito
Índice
Datos de identificación .......................................................................................................................... 3
Presentación del módulo....................................................................................................................... 3
Definición del problema eje ................................................................................................................... 4
Estructura del módulo ........................................................................................................................... 5
Estructura temática ............................................................................................................................... 7
Competencias a desarrollar .................................................................................................................. 9
Competencia del módulo ................................................................................................................... 9
Competencias por unidad .................................................................................................................. 9
Competencias por sesión ................................................................................................................ 10
Metodología de trabajo ....................................................................................................................... 11
Texto de apoyo................................................................................................................................ 12
Guía de actividades ......................................................................................................................... 12
Andamios cognitivos ....................................................................................................................... 12
Evaluación .......................................................................................................................................... 13
Fuentes de consulta............................................................................................................................ 15
Legislación ...................................................................................................................................... 15
Datos de identificación
Clave 38161309
Obligaciones
Fuente: http://bit.ly/2nYKXtA
El estudio de este módulo te permitirá analizar los conceptos y principios fundamentales de las
obligaciones, con el propósito de que puedas identificar aquéllas de tipo civil y mercantil. Recuerda
que dichos principios son base además de las obligaciones fiscales anteriormente estudiadas.
Estas obligaciones, no obstante la diferencia en su naturaleza, están constituidas por los sujetos, la
prestación y la relación jurídica.
Recuerda que la obligación se genera en la cotidianeidad como una forma o fuente necesaria para la
vida y la convivencia, a partir de lo cual se le puede definir como la necesidad jurídica o relación
jurídica de un sujeto (deudor) de conceder una prestación de dar hacer o no hacer a favor de otro
sujeto (acreedor).
El devenir histórico del concepto obligación se encuentra situado en un primer momento en el término
obligatio del Derecho Romano que, a partir de su evolución, se ha establecido en los códigos civiles a
nivel internacional. La intención en este módulo, además de analizar la evolución de dicho concepto,
radica en comprender cómo las obligaciones se interrelacionan de diversas maneras, tanto en nuestra
cotidianeidad como en el mundo jurídico. Asimismo, se conocerá el nacimiento de las obligaciones a
través de los denominados títulos y operaciones de crédito.
Problema eje
Fuente: Flaticon
La obligación entraña siempre una deuda, aunque no siempre se despliega en la misma forma: la
configuración de la obligación, dependiendo de la forma en que nace (sus causas) y los efectos que
pretenden darse, es también la forma en que repercute pecuniaria y patrimonialmente.
Conocer esta relación entre obligación y deuda es indispensable para el jurista quien, no sólo como
litigante o postulante sino también como consultor, deberá ofrecer de manera pronta y oportuna una
asesoría que permita evitar futuros problemas, incluso sin llegar a una transacción.
Por ejemplo, en caso de celebrarse un acuerdo de voluntades, debe establecerse de manera clara la
forma en que debe llevarse, con las condiciones de resolución y la forma de proceder ante su
La obligación es entendida como la necesidad jurídica que tiene la persona denominada obligado-
deudor, de cumplir voluntariamente a favor de otra persona (acreedor) que le puede exigir, una
prestación de carácter patrimonial (pecuniaria o moral) . Por lo anterior, el problema eje de este
módulo consiste en la definición de la relación entre deudor y acreedor, estableciendo una
obligación.
Cabe mencionar que la obligación no corresponde a una categoría unitaria, ya que se constituye de
distintos aspectos atendiendo al origen de la relación entre deudor y acreedor, así como a la
complejidad existente al respecto. Conforme a lo anterior, la definición del objeto de reflexión-acción
radica en la aplicación de los mecanismos encaminados al cumplimiento de las obligaciones.
De acuerdo con la exposición anterior sobre el desarrollo de este módulo, aquí se presenta el
desglose de las unidades encauzadas al alcance de la competencia general.
En este primer momento del módulo conocerás las bases de las obligaciones, estudiando sus
orígenes en el Derecho Romano. Reconocerás, a partir de los elementos proporcionados por el
Derecho Germánico, las fuentes de las que emana, los elementos que las constituyen y su evolución
hasta el Derecho Contemporáneo. Y, a partir de este último, abordarás la diferencia entre el acto
jurídico unilateral en su especie “declaración unilateral de la voluntad”, así como la modalidad y
efectos de las obligaciones.
En esta unidad analizarás los contratos mercantiles, sus fuentes, tipos, formalidades, así como las
formas de cumplimiento e incumplimiento. Identificarás cada título de crédito, sus características,
elementos de existencia y validez, circulación y cancelación, a la vez que las formas de constitución,
efectos y extinción, respectivos.
Estructura temática
Sesión 1. Obligaciones
Los contratos
Tipos de contratos
Efectos de los contratos
Competencias
Competencias
Fuente: Flaticon
Identifica las bases de toda obligación, a partir del análisis histórico, teórico, doctrinal en la materia,
así como los elementos accidentales que afectan su existencia y exigibilidad, para reconocer las
formas establecidas.
Analiza los mecanismos para satisfacer las obligaciones, conforme a la legislación, la doctrina y el
estudio en torno a su fuente primordial que es el contrato.
Sesión 1. Obligaciones
Identifica hechos que alteran o modifican la obligación en relación con su existencia y exigibilidad,
para identificar las consecuencias jurídicas que nacen de las mismas.
Distingue los contratos conforme a su tipo, clasificación, elementos de existencia, estructura y efectos
para establecer los derechos y obligaciones que de ellos emanan.
Distingue los contratos mercantiles de los civiles, conforme a su tipo, clasificación, elementos de
existencia, estructura y efectos para establecer los derechos y obligaciones que de ellos emanan.
Analiza las operaciones de crédito entre contratos o negociaciones sobre valores y mercancías, para
regular los intercambios entre acreditante y acreditado.
Metodología de trabajo
Metodología de trabajo
Fuente: Flaticon
La metodología utilizada en este módulo será la del aprendizaje basado en problemas que consiste en
el planteamiento de una situación-problema. La construcción, análisis y/o solución de dicho problema
constituyen el foco central de la experiencia (Díaz-Barriga, 2005); esto permite vincular la teoría con la
Para lograr lo anterior, en el transcurso de las sesiones se proporcionarán los siguientes recursos:
Texto de apoyo
En cada sesión tendrás un documento con la información necesaria que contribuirá al logro de las
competencias establecidas para este módulo. El contenido de este documento se presenta de una
forma ordenada y sencilla, buscando establecer un puente entre la complejidad intrínseca del marco
teórico jurídico y tu proceso formativo como Licenciado en Derecho. Se trata de exponer cada tema de
una forma amena y significativa, haciendo un cruce continuo entre la teoría y la práctica para que
puedas identificar la pertinencia y la necesidad de los saberes expuestos en estos documentos.
Guía de actividades
Encontrarás al menos dos actividades en cada sesión (pueden ser tanto ponderables como no
ponderables). Éstas han sido diseñadas a partir de las competencias establecidas para el módulo. Los
contenidos de cada sesión te proporcionarán una base para realizar las actividades de manera
sencilla y gradual, de lo simple a lo complejo. El objetivo de las actividades es hacer que te apropies
de este módulo y lo transformes en un elemento significativo de lo que será tu práctica profesional.
Andamios cognitivos
Un andamio es una estructura utilizada para levantar o sostener un edificio mientras se construye.
Cuando éste ya se sostiene por sí mismo, el soporte es retirado. En ese sentido, al hablar de un
andamio cognitivo, nos referimos a una estructura o armazón temporal, que te permitirá desarrollar o
adquirir nuevas competencias, destrezas y conceptos. Por ello, estas herramientas sirven para
procesar con mayor facilidad la información proporcionada, asimilarla y acomodarla para resolver en
cada momento las actividades planteadas, lo cual es un complemento al apoyo que puede
proporcionarte tu docente en línea.
Es un apoyo adicional al proporcionado por tu docente en línea, para la elaboración del producto
indicado en la guía de actividades. Dicho apoyo es presentado de las siguientes formas:
Evaluación
Evaluación
Fuente: Flaticon
activa. Asimismo, se han diseñado distintos instrumentos que te permitirán valorar tus logros y
aprendizajes e identificar las áreas de oportunidad.
La evaluación de este módulo se llevará a cabo tomando en cuenta los siguientes elementos:
Actividades integradoras
En esta categoría se presenta el producto del proceso formativo, el cual da cuenta del
alcance de la competencia planteada por sesión, que en conjunto refleja el logro de la
competencia general del módulo.
Evaluación
Con base en lo anterior, el esquema de evaluación para el módulo queda definido de la siguiente
manera:
Fuentes de consulta
Fuentes de consulta
Fuente: Flaticon
Legislación
Unidad 1
Fundamentos de las obligaciones
Sesión 1
Obligaciones
Texto de apoyo
Módulo 9. Obligaciones civiles y mercantiles, títulos y
operaciones de crédito
Unidad 1. Fundamentos de las obligaciones
Sesión 1. Obligaciones
Texto de apoyo
Índice
Presentación.......................................................................................................................................... 2
Las obligaciones en Derecho Romano .................................................................................................. 3
Schuld y haftung ................................................................................................................................ 5
Elementos de las obligaciones en Derecho Romano.......................................................................... 6
Clasificación de las obligaciones ........................................................................................................ 7
Fuente de las obligaciones en el Derecho Romano ......................................................................... 10
Obligaciones en el derecho contemporáneo ........................................................................................ 12
Elementos de la obligación............................................................................................................... 13
Clasificación de las obligaciones ...................................................................................................... 15
Derecho real y personal ................................................................................................................... 16
Fuente de las obligaciones .................................................................................................................. 17
Hechos y actos jurídicos .................................................................................................................. 17
Otras fuentes de las obligaciones..................................................................................................... 19
Cierre................................................................................................................................................... 23
Fuentes de consulta ............................................................................................................................ 24
Legislación ....................................................................................................................................... 24
Presentación
Desde el inicio de la ciencia jurídica y de su objeto de estudio –el derecho–, se pueden reconocer de
manera inmediata los términos obligación y, por supuesto, derecho, con los cuales no es posible
entender al mundo jurídico; por lo que, en la labor formativa del futuro abogado, es indispensable
adentrarse en la definición y la evolución del concepto obligatio iuris (como en un primer momento se
le conoce), advirtiendo las influencias germánicas posteriores del schuld y el haftung, que se verían
enriquecidas por la tradición jurídica francesa en el caso específico de los Estados Unidos Mexicanos.
Con el estudio particularizado del concepto, se habrán de derivar los estudios correspondientes a las
fuentes de la obligación desde el legado histórico, en específico de los pensadores y jurisconsultos
romanos, en la incorporación realizada por Gayo y Justiniano y de los vocablos resultantes en
latinismos que hasta la fecha la legislación mexicana no sólo contempla sino aplica en la solución de
casos concretos.
No se debe omitir la necesidad del estudio particularizado del hecho y el acto jurídico como fuente
eminentemente generadora de obligaciones, y de los elementos que constituyen tanto la obligación
como los efectos del cumplimiento e incumplimiento del deber que se crea entre el acreedor y el
deudor. De esta manera, el panorama obligacional se ve enriquecido en su estudio por la
diferenciación entre los denominados derechos reales y derechos personales precisamente para la
determinación del surgimiento de obligaciones, la diferenciación entre éstos y los efectos que de
manera objetiva crean en el mundo real y jurídico.
Las instituciones del corpus iuris civilis del Derecho Romano constituyen la médula de derechos y
obligaciones tanto en la doctrina como en la legislación contemporáneas. El origen del concepto
obligaciones nace en el campo del Derecho Penal, toda vez que la víctima tenía un derecho de
venganza en contra del infractor, es decir, cada familia, cada grupo se hacía justicia por propia mano
que, en muchos de los casos era más grave la venganza al ejercitar la reacción, que la propia ofensa.
Por lo que surgió la necesidad de limitar la venganza, creándose así la Ley del Talión, que se resume
en la vieja fórmula: “Ojo por ojo y diente por diente”, lo cual significó que el ofendido sólo tenía derecho
equivalente al de la magnitud del daño que hubiere sufrido.
Con el tiempo, el ofensor podría comprar al ofendido o a su familia el derecho de venganza, lo que
entrañaba un pago. Si el ofensor lo realizaba en forma inmediata se extinguía la obligación, pero como
en pocas ocasiones el pago no se efectuaba, se requirió instrumentar un procedimiento de tal
prestación. Entonces, un miembro de la familia quedaba ob-ligatus, o sea “atado” o “ligado” en la
domus (casa) de la víctima en calidad de rehén. En esta forma, la obligación antigua era una “atadura”,
o sea, “en garantía del cumplimiento y prestaciones nacidas de delito”, como nos recuerda el Maestro
Guillermo Floris Margadant (1985:308). De lo anterior se infiere que existía una equiparación entre un
delincuente y una persona que incumplía una legislación civil. Tanto el delincuente como el que pedía
un préstamo monetario respondían con su propia persona y eran reducidos a condición servil.
Al establecerse que en primer lugar debía pedirse el pago y que solamente faltando éste el acreedor
podría accionar la vía ejecutoria sobre la persona, por primera vez la obligatio (garantía del pago
futuro) tomó un significado eminentemente patrimonial, por lo que se hizo objeto de la acción y del
pago, no así del corpus y, así, la reducción a la condición servil se tradujo en una institución del
procedimiento ejecutivo, resultante en la acción directa contra la persona.
Los tratadistas en historia del Derecho Romano coinciden que el contrato formal más antiguo en la
sociedad romana fue el nexum. No obstante, se enfrentó la particularidad de que un ciudadano romano
fuera esclavo de otro y por lo tanto, los nexa (nexos) fueron considerados como servorum loco,
(ocupar el lugar de un siervo).
Hasta el año 326 a. C., se emitió la Lex Poetelia Papiria, se prohibió el encadenamiento de un
ciudadano, su venta o su muerte, disponiendo que el deudor respondiera solamente con sus bienes
(peculium), salvo que derivara de la comisión de un delito.
Schuld y haftung
El Derecho Germano adquiere una gran relevancia al producirse en el siglo XV la recepción romanista,
en la cual se logra la distinción de la obligación en dos aspectos: deuda (schuld, que corresponde al
debitum del ius civilis) y responsabilidad (haftung, que corresponde a la obligatio del Derecho
Romano). La deuda consiste en el deber de cumplir con la prestación por parte del sujeto pasivo de la
obligación (debitor) y la responsabilidad que deriva ante el incumplimiento del deudor que le confiere al
acreedor (creditor) un medio de ejecución, a través de una acción.
En esta forma, la deuda es un deber de prestación del deudor. No obstante, en el antiguo lenguaje
jurídico se utiliza también la palabra “deuda” para expresar el deber por parte del acreedor de recibir la
prestación. Profundizando en lo anterior, Webner aclara que: “En el derecho antiguo, schuld no
entrañaba ninguna idea de compulsión; ésta resultaba de haftung que se añadía a aquella asegurando
su ejecución, pero conservando ambas su respectiva independencia” (citado por Schilman, 1967:123).
La responsabilidad era una garantía; por ella se debía suministrar una satisfacción en caso de
incumplimiento del schuld, conservando no obstante su independencia, al extremo de que
históricamente la responsabilidad del tercero ha precedido a la responsabilidad propia.
Sujetos: Cualquiera de los siguientes (podía estar integrado por una o más personas):
- Activo o acreedor (creditor): Es el titular del derecho subjetivo relativo sobre la conducta del
deudor.
- Pasivo o deudor (debitor): Es quien tiene la carga o deber jurídico de cumplir con su conducta,
a “pagar”, con un hacer, no hacer o dar al acreedor.
Objeto: Entendida la obligación como un lazo (liga-vinculum) entre dos o más personas con
consecuencias de derecho, se puede simplificar la obligación del sujeto pasivo (debitor), en
prestar únicamente ciertas acciones u omisiones consistentes en un dar, hacer, no hacer (dare,
facere, praestare, y pati). Por lo tanto, el contenido de la obligación se reducía en la antigua Roma
a:
- Dar (dare): Hacer propietario o constituir un derecho real, rendir o prestar servicios.
- Hacer (facere): Todo acto que implique observar un determinado comportamiento,
comprendiendo la abstención y devolución de una cosa a su propietario.
- Prestar (praestare): Responder de algo o garantizar de algo.
- Pati: abstenerse de algo, tolerar algo.
En esta forma, el obligado o deudor, contraerá una deuda u obligación que deberá satisfacer a favor
del acreedor, en los términos de la deuda.
Ahora bien, para su estudio, las obligaciones tanto en las Instituciones de Justiniano como en la
actualidad, se han clasificado de la siguiente manera:
Obligaciones unilaterales y sinalagmáticas: En las primeras, los deberes corren a cargo de una
sola de las partes; mientras que en las segundas se presentan obligaciones y derechos para
ambas partes.
Obligaciones stricti iuris y bonae fidei: Las obligaciones stricti iuris venían del derecho quiritario y
la característica es que el deudor debía cumplir de forma estricta con lo pactado en ellas, a
diferencia de las obligaciones bonae fidei en donde el juzgador tenía la facultad de interpretar la
obligación del sujeto pasivo y fundar su fallo atendiendo a la equidad. Esto da como consecuencia,
que el derecho se suavice al tomar en cuenta no sólo las obligaciones pactadas sino también la
voluntad de las partes y otras circunstancias.
Obligaciones divisibles e indivisibles: Las obligaciones son divisibles cuando la prestación se
puede ejecutar en partes, sin alterar su esencia. Son indivisibles cuando no es susceptible ni
material ni jurídicamente de ser ejecutada en partes.
Por ejemplo, un caballo del cual dos hermanos son copropietarios, no podrán partirlo
a la mitad para dividirlo entre ambos, porque ello no es naturalmente posible.
Obligaciones civiles, honorarias y naturales: De acuerdo con Padilla las obligaciones civiles:
…son las que están protegidas por una acción para el caso de incumplimiento, lo que significa que tienen
un respaldo procesal que emana del Derecho, el cumplimiento de estas obligaciones se exige con base
en un oportere, es decir, un deber jurídico reconocido y sancionado por el ius civile (2008:150).
Las obligaciones honorarias son las que reciben su sanción de los edictos de los magistrados:
…otorga la acción con base en un hecho (factum), que no está reconocido por el ius civile, esto es,
carece de oportere; sin embargo, para evitar que alguien se vea afectado por carencia de disposición
Por otra parte, las obligaciones naturales no se encontraban provistas de una acción, sin embargo,
este tipo de obligaciones aun así producían consecuencias jurídicas:
…son las que se generan por los actos negociales de los alieni iuris, como los esclavos, hijos e hijas de
familia, las obligaciones de los sui iuris que se convierten en alieni iuris se conservan como naturales; sin
embargo, producen en ocasiones determinados efectos jurídicos, de manera que si se paga alguna
deuda contraída por alguno de éstos, el acreedor podrá hacer la soluti retentio (retención del pago), sin
que pueda el deudor alegar después que pagó lo que no debía (indebiti solutio), por lo que no podrá
ejercitar la condictio para recuperar lo pagado (Padilla, 2008:150).
Las obligaciones también se clasificaban de acuerdo con los sujetos que en ella intervienen:
En estas obligaciones el acreedor tiene derecho a exigir el crédito integro total y cada deudor deberá
cubrir la deuda en su totalidad. Con el tiempo se otorgó una acción al deudor que pagaba el crédito
total para perseguir a los demás cuando no habían llegado a un convenio respecto del pago.
A mediados del siglo II d. C., Gayo en las Institutas establece que las
obligaciones pueden nacer de los contratos y de los delitos. Sin embargo, es
de destacar que el elemento del consentimiento ya aparece en la obra del
autor citado, toda vez que en las obligaciones se opone tal concepto al del
delito.
Al tiempo Gayo (1845) observa que en la clasificación antes mencionada existe una gran cantidad de
causas generadoras de obligaciones, las cuales no se pueden clasificar como contratos ni como
delitos, por lo que la perfecciona incluyendo varias especies de causa, como son el comodato, la
fiducia, el depósito, la prenda etcétera. Esta fuente adicional de causas generadoras de obligaciones
aparecen en la obra de Gayo bajo el título Res cottidianae o librerum cottidiarum sive aureorum, (De
las cosas cotidianas o Libro diario o de las cosas de oro).
Floris (1985) comenta que en el Corpus Iuris Civiles se encuentran varias citas, ilustrando que para los
bizantinos estas cuatro fuentes no agotaban la materia en cuestión. Es el caso de la pollicitatio y el
votum (ofertas unilaterales hechas de forma espontánea y libre a una ciudad o un templo), esto es, la
declaración unilateral de la voluntad.
Por otra parte, tenemos una clasificación justiniana de las obligaciones, tomando como base la
gayana, a partir de la cual realiza una división cuatripartita, conforme a su forma de nacimiento:
Ex contractu: De un contrato.
Quasi ex contractu: De un cuasicontrato.
Ex maleficio: De un delito.
Quasi ex maleficio: De un cuasidelito.
En realidad lo que Justiniano llama cuasicontratos son negocios en los que falta un consentimiento
bilateral y que a pesar de ello surgen obligaciones, aun cuando alguna de las partes no las hubiera
deseado, tal es el caso de la tutela, en donde se generan obligaciones entre tutor y pupilo; o el caso de la
indebiti solutio (pago de lo indebido), en donde una persona que ha recibido un pago de lo que no se le
debía, está obligada a restituir lo que recibió sin causa. En ambos casos las partes han quedado
vinculadas jurídicamente sin existir un acuerdo previo.
Por lo que se refiere a los llamados cuasidelitos, son hechos ilícitos que desde época clásica fueron
considerados delitos por el pretor, pero que Justiniano los encuadra en sus Instituciones como
cuasidelitos, atendiendo a la diferenciación, al parecer, de que los delitos son hechos dolosos y
cuasidelitos son culposos (2008:153-154).
Obligaciones en el derecho contemporáneo Es por esta razón que Borja Soriano considera que
Fuente: http://bit.ly/2iwPDSo
para alcanzar una definición acabada de obligación,
es necesario incluir no solamente a los sujetos sino también al objeto y a la relación jurídica, por lo que
se puede definir la obligación en los siguientes términos: “es la relación jurídica por virtud de la cual
un sujeto llamado deudor queda vinculado jurídicamente respecto de otro sujeto llamado acreedor a
realizar una conducta que puede consistir en un dar, en un hacer o en un no hacer” (Borja, 2014:752).
Elementos de la obligación
Se compone por los sujetos (activo y pasivo), una relación jurídica personal y un objeto.
Sujetos: El activo es el acreedor, es decir, el titular del derecho y el pasivo es el obligado (deudor).
No puede haber acreedor sin deudor y viceversa, no puede haber deudor sin acreedor. No
obstante, sobre un derecho puede haber varios acreedores y varios deudores, o bien, tener un
solo acreedor y tener varios obligados, así como haber varios acreedores y un solo deudor.
Relación jurídica personal: Ésta debe estar amparada y reglamentada por la ley, a diferencia de la
relaciones de etiqueta o morales que carecen de sanción y no se puede instrumentar la coacción
para exigir su cumplimiento. El acreedor cuenta con una facultad legal llamada derecho subjetivo,
que lo faculta para exigir del deudor o deudores el cumplimiento de una obligación, esto también
es conocido como la facultas exigendi. Puede consistir en un dar, un hacer o un no hacer cuando
se trata de derechos personales, o bien, el derecho que la ley otorga al acreedor para el efecto de
aprovechar en forma inmediata y directa un derecho real (erga omnes, es decir, contra cualquier
persona).
Para el caso de incumplimiento por parte del deudor, las autoridades competentes se encuentran
facultados para sancionar, inclusive ejecutar sobre ellos el uso de la fuerza pública De ahí la
importancia de insistir en que se trata de relaciones jurídicas vinculatorias y que ante su
incumplimiento puede utilizarse la vía coactiva que la ley le otorga al acreedor.
El objeto de la relación jurídica: Consiste en lo que el acreedor puede exigir al deudor, lo cual
puede ser una prestación (dar una cosa o prestar un hecho) o una abstención (obligación del
deudor de no hacer o prestar algún un hecho). En todo caso, el objeto de la obligación siempre
será una conducta.
- Obligación de dar: Esta obligación se encuentra regulada por el artículo 2011 del Código Civil
de la Ciudad de México, antes Distrito Federal, que a la letra dice:
Sobre la enajenación temporal del uso o goce de cosa cierta, se puede ejemplificar
con la renta de un departamento en condominio por el plazo de un año al ser el
mínimo permitido por la legislación en la Ciudad de México.
- Obligaciones de hacer y no hacer: En el primer caso, el obligado debe prestar un hecho, tal
como los servicios profesionales de un abogado, para lo que las partes fijan en común acuerdo
la retribución debida (artículo 2606 del CCF). Respecto a la obligación de no hacer, al obligado
se le exige una abstención, en caso contrario, deberá responder por los daños y perjuicios
(artículos 2027 y 2028 del CCF).
Como ejemplo, para las obligaciones de no hacer tenemos una unidad condominal
en un centro turístico frente al mar, donde sólo se puede construir hasta cierta altura,
porque se impedirían la vista panorámica al vecino. Si el infractor construye a una
altura mayor de lo autorizado, el acreedor podrá exigir que sea destruida a costa del
obligado.
Existen diversas clasificaciones de las obligaciones, pero aquí analizaremos sólo algunas de ellas:
Atendiendo a la materia o relaciones que regula: Civiles, cuando los sujetos son o actúan en su
calidad de particular. Mercantiles, cuando tienen por objeto un acto de comercio o bien las partes
son comerciantes. Mixtas, cuando para una de las partes es mercantil y para la otra civil. Al
respecto, pueden observarse los artículos 4° y 5° en relación con el artículo 75°, todos del Código
de Comercio vigente.
De dar, aquéllas en las que el sujeto pasivo deberá entregar un bien (entregar las llaves de la
casa que se vendió). Hacer, cuando la prestación consiste en la realización de un servicio (una
asesoría jurídica). No hacer, cuando el objeto implica una abstención (no invadir el predio vecino
con árboles, no construir bardas que impidan u obstaculicen la visión, no construir encima de la
banqueta pues es una vía pública, no instalar medidores trucados o diablitos en el medidor de luz).
Simples, aquéllas en donde existe un sujeto activo, un sujeto pasivo, respecto de un objeto
específico, bien determinado y que su nacimiento y su extinción se dan casi en forma instantánea.
De acuerdo con la doctrina, los derechos subjetivos se clasifican en derechos reales y personales:
Derecho real: Es el poder directo e inmediato sobre una cosa, pero en su aspecto externo aparece
como una obligación de sujeto o sujetos pasivos de respetar el derecho que tiene el titular. Las
características de la obligación real son las siguientes:
- La obligación incumbe al deudor en lo personal, no sólo por ser titular del bien que garantiza la
deuda.
- Si se trasmite el bien, la obligación sólo afecta al nuevo titular, no al anterior, porque la deuda
sigue a la cosa, se trasmite ipso jure (de pleno derecho).
- El obligado sólo responde con la cosa o el bien dado y no con todo su patrimonio.
Por otra parte desaparece la obligación si abandona la cosa dada en garantía a favor del acreedor. Es
el caso de la prenda, en que se ofrece como garantía un bien mueble para garantizar el cumplimiento
de una obligación y su preferencia en el pago. También podemos citar la hipoteca, que es un derecho
real que no se entrega al acreedor al celebrar el contrato, pero que da derecho a este caso de
incumplimiento de la obligación, a ser pagado con el valor de los bienes, en el grado de preferencia
establecido por la ley.
Derecho personal: Sólo concierne al deudor en lo personal y no a otra persona, aunque puede
trasmitirse a un tercero y el deudor responde del cumplimiento de la obligación con todos sus
bienes. Un ejemplo es la obligación nacida del pagaré; otro, la nacida de los contratos civiles, una
más, aquella surgida de la compraventa internacional de mercaderías, de igual forma, la nacida de
la licitación pública con el gobierno estatal o federal y en donde se tiene que cumplir con el hacer o
con el dar como prestación.
a) Los actos jurídicos sancionados por la ley y que se clasifican como bilaterales y unilaterales.
b) Los hechos jurídicos y la ley: Estos hechos jurídicos son voluntarios e involuntarios. Los voluntarios
se clasifican en lícitos e ilícitos. Los lícitos son el enriquecimiento sin causa y la gestión de
negocios. Los ilícitos, los daños y perjuicios, que pueden clasificarse en contractuales (se derivan
de la libre manifestación de la voluntad y sancionada por la ley) y extracontractuales (se refieren a
la responsabilidad objetiva independientemente de la voluntad del obligado). Los hechos jurídicos
involuntarios, como ya se explicó son acontecimientos de la naturaleza.
Acto jurídico: “El acto jurídico es una manifestación de voluntad que se hace con la intención de
producir consecuencias de derecho, las que son reconocidas por el ordenamiento jurídico”.
(Rojina, 2001:115). Los actos jurídicos se clasifican a su vez en unilaterales y bilaterales:
- Unilaterales: Son resultado de la exteriorización de la voluntad de una sola persona, como por
ejemplo el testamento que es un acto personalísimo, revocable y libre.
- Bilaterales: Concurren dos o más voluntades. Sobre éste encontramos como ejemplo el mutuo
(artículo 2384 del CCF), donde las partes se obligan recíprocamente. El mutuante se obliga a
transferir la propiedad de una suma de dinero o de otras cosas fungibles al mutuatario, quien se
obliga a devolver otro tanto de la misma especie y calidad.
Hecho jurídico: En sentido general, “todos aquellos acontecimientos naturales o del hombre que
originan consecuencias de derecho”. En sentido estricto es “todo aquel acontecimiento natural o
del hombre generador de consecuencias de derecho, no obstante que cuando proviene de un ser
humano, no existe la intención de crear consecuencias” (Rojina, 1981:9). Por otra parte, la
doctrina clasifica a los hechos jurídicos en lícitos e ilícitos.
Como ejemplo de los hechos lícitos se puede citar a la gestión de negocios, donde
una persona sin estar obligada se encarga de un asunto de otro y debe actuar como
si fuera el dueño del negocio. Debe dar aviso de su gestión al dueño y esperar su
decisión y, si no fuere posible, debe continuar hasta la conclusión del asunto.
Por otra parte, el CCF señala que es ilícito aquel hecho que es contrario a las leyes de orden público o
a las buenas costumbres. El hecho jurídico ilícito constituye una acción antijurídica, contraria a la ley o
la moral social, anula el contrato que lo tiene por objeto o finalidad principal. Procede el examen del
hecho ilícito que genera obligaciones y que previene el artículo 1910 del CCF, en donde se determina
la obligación en contra del causante de reparar el daño.
Por otra parte, hay otros hechos que son acontecimientos naturales o accidentales que no son
realizados por las personas, pero que afectan directamente a sus intereses y que se definen como
hechos jurídicos en sentido estricto.
Declaración unilateral de la voluntad: Es la declaración que hace una persona que produce
consecuencias de derecho. Nuestra legislación las regula de la siguiente forma:
- Oferta al público. Una persona emite una oferta, por lo que queda obligada a sostenerla
durante cierto tiempo (artículo 1860 del CCF).
La ofertas que se realizan en las tiendas de departamentales durante “El buen fin”.
Los anuncios para localizar alguna cosa o una mascota extraviada. Quien cumpla con
la condición que se señale podrá exigir el pago de la recompensa ofrecida.
Paco compra a Toño un terreno en el que se sembrará cierto producto y se pacta que
la cosecha será de Memo.
Enriquecimiento ilegítimo: “El que sin causa se enriquece en detrimento de otro está obligado a
indemnizarlo de su empobrecimiento en la medida que él se ha enriquecido” (artículo 1882 del
CCF). Existen cuatro elementos de enriquecimiento ilegítimo:
La gestión de negocios: Se genera cuando una persona sin mandato expreso se encarga del
asunto o negocio de otra. Cuando la persona efectúa la gestión de negocios, se crean
obligaciones tanto para el gestor como la persona a cuyo favor se gestionó el asunto o el negocio.
Gestor
Dueño del negocio o persona cuyo
asunto se gestiona
- Debe obrar conforme a los intereses del
dueño del negocio.
- Desempeñar la gestión con la misma - Cumplir con las obligaciones contraídas
diligencia que lo hace para sus negocios por el gestor.
o asuntos propios. - Si la gestión hubiera sido útil, pagar los
- Dar aviso inmediato, en cuanto sea gastos erogados por el gestor, y en su
posible, de la gestión realizada al dueño caso los intereses legales de los mismos.
del negocio.
Hecho ilícito: Todo hecho contrario a las leyes, en el cual cuando éste cause daño a otro, nace la
obligación de su reparación. En términos de los artículos 1915 del CCF: “La reparación del daño
debe consistir a elección del ofendido en el restablecimiento de la situación anterior, cuando ello
sea posible, o en el pago de daños y perjuicios…”.
Por daño moral se entiende la afectación que una persona sufre en sus sentimientos, afectos,
creencias, decoro, honor, reputación, vida privada, configuración y aspecto físicos, o bien, en la
consideración que de sí misma tienen los demás. Se presumirá que hubo daño moral cuando se
vulnere o menoscabe ilegítimamente la libertad o la integridad física o psíquica de las personas.
El responsable del daño moral tendrá la obligación de repararlo mediante una obligación pecuniaria. El
monto de la misma lo determinará el juez, tomando en cuenta los derechos lesionados, el grado de
responsabilidad, la situación económica del responsable y de la víctima.
En un artículo, una periodista llama “encueratriz” a una artista y afirma que su hija es
“bastarda”. La periodista es sentenciada al pago de daños porque la legislación
mexicana no distingue entre hijo natural y legítimo.
Riesgo profesional: En caso de que algún trabajador sufra un accidente durante sus funciones de
trabajo o se enferme como consecuencias de las mismas, nace una obligación para el patrón,
quien deberá pagar la indemnización correspondiente, según que hayan traído como
consecuencia la muerte o simplemente la incapacidad temporal o permanente para trabajar
(conforme al artículo 1935 del CCF).
Cierre
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Fuente: Flaticon
En esta sesión has podido constatar el nacimiento del término obligación, a través de sus
antecedentes e influencia del Derecho Germánico. Asimismo, es de considerarse el conjunto de
elementos conceptuales, económicos, políticos y sociales que han propiciado la construcción de dicho
concepto en la actualidad, el cual se materializa en las legislaciones y jurisdicciones, modificándose en
aras de la mejora continua principalmente en lo que respecta a su aplicación.
También has estudiado cuáles son las fuentes de las obligaciones (principales y eventuales),
determinando, además, las “otras fuentes de las obligaciones” que más que accesorias, devienen
jurídicamente válidas en virtud de contenerse dentro de la propia legislación y a las que el legislador
les otorga plenos efectos jurídicos, en caso de surtirse los supuestos enunciados dentro de la ley
sustantiva.
De lo anterior, se desprende una correcta preparación de las fuentes obligaciones actuales, fungiendo
de preámbulo para el estudio de las siguientes unidades y sesiones, pues constantemente deberás
referirte a la fuente como al efecto, a fin de entender (ya en materia civil o mercantil) la necesidad
imperante de colocar al acto jurídico y las fuentes obligacionales en un primer término para el correcto
acuerdo de voluntades cuando así sea necesario.
Fuentes de consulta
Fuentes de consulta
Fuente: Flaticon
Legislación
Módulo 9
Obligaciones civiles y mercantiles, títulos
y operaciones de crédito
Unidad 1
Fundamentos de las obligaciones
Sesión 2
Modalidades y efecto de las obligaciones
Texto de apoyo
Índice
Presentación .......................................................................................................................................... 3
Modalidades de las obligaciones ........................................................................................................... 4
Obligaciones condicionales ................................................................................................................ 5
Obligaciones de plazo ........................................................................................................................ 6
Obligaciones respecto al modo o carga .............................................................................................. 9
Modalidades que afectan al objeto ................................................................................................... 10
Obligaciones conjuntivas .............................................................................................................. 10
Obligaciones alternativas .............................................................................................................. 10
Obligaciones facultativas .............................................................................................................. 11
Modalidades que afectan a los sujetos ............................................................................................. 11
Mancomunidad ............................................................................................................................. 11
Solidaridad .................................................................................................................................... 13
Efecto de las obligaciones ................................................................................................................... 13
Cumplimiento de las obligaciones .................................................................................................... 13
¿A quién se debe pagar? .............................................................................................................. 14
¿Qué se debe pagar? ................................................................................................................... 14
Tiempo de pago ............................................................................................................................ 14
Lugar de pago............................................................................................................................... 15
La consignación de pago .............................................................................................................. 15
Efectos conforme a la modalidad ..................................................................................................... 16
Condición ...................................................................................................................................... 16
Término o plazo ............................................................................................................................ 17
Modo o carga ................................................................................................................................ 17
Efectos de las modalidades que afectan a los sujetos ...................................................................... 18
Mancomunidad ............................................................................................................................. 18
Solidaridad .................................................................................................................................... 18
Indivisibilidad ................................................................................................................................ 19
Efectos de las modalidades que afectan al objeto ............................................................................ 19
Obligaciones conjuntivas .............................................................................................................. 19
Obligaciones alternativas .............................................................................................................. 19
Obligaciones facultativas .............................................................................................................. 20
Cierre ................................................................................................................................................... 20
Fuentes de consulta............................................................................................................................. 21
Presentación
La formación o creación de las obligaciones depende del elemento “voluntad” y, en tal sentido, sería
ilógico afirmar que la obligación tiene que ser una, totalmente centrada en la disposición legislativa, sin
que pueda obtener diversos matices generados por las partes. Tal situación supondría también afirmar
que no existiría el principio de autonomía de la voluntad y las partes dejarían de obligarse hasta donde
pueden y quieren, para pasar al pleno del estricto derecho. Esto entrañaría que las personas dejaran
de ser sujetos de contratación, puesto que dejarían de externar plenamente su voluntad.
Derivado de lo anterior, en esta sesión analizarás la forma en la que la obligación puede configurarse,
para que con base en la legislación, determines la mejor forma de concretarla en la vida jurídica
cotidiana, asegurando el menor de los riesgos y condiciones benéficas para las partes.
Son los elementos accidentales de una obligación que afectan la existencia y exigibilidad de éstas. La
doctrina reconoce tres tipos de modalidades:
Condición
Término (plazo)
Modo o carga
Obligaciones condicionales
Paco dona una casa de su propiedad a Toño, pero con la condición de que el
donatario no muera antes que el donante. Se trata de una obligación de pleno
derecho, pero está sometida a una condición resolutoria que depende de que Toño
no muera antes que Paco, que es un hecho futuro e incierto. Si el hecho llegara a
realizarse, se extinguiría la relación y quedaría sin ningún efecto y Paco estaría en
aptitud de disponer libremente de su propiedad.
Obligaciones de plazo
Para su cumplimiento se ha señalado un día cierto; estas obligaciones están reguladas por los
artículos 1953-1960 del CCF. Tal como las condicionales, las de plazo tiene la modalidad de que la
obligación no se cumple de inmediato si no que se establece un día futuro cierto. Su término es el
lapso entre la fecha que se celebra el convenio y el día futuro de su cumplimiento (artículo 1954 del
CCF). Al vencimiento del plazo, se cumple la obligación.
Por otra parte, el plazo se presume establecido a favor del deudor, a menos que resulte de la
estipulación o de las circunstancias, que ha sido establecido a favor del acreedor o de las dos partes
(artículo 1958 del CCF). No obstante, comúnmente el plazo se estipula a favor del deudor, pero si éste
no conocía ese beneficio y paga antes, no puede pedir la devolución, sólo el pago de intereses o
frutos, de la cosa. En cambio si se estipula a favor del acreedor, éste puede exigir el pago
anticipadamente, dando por concluido el plazo.
Si el plazo se estableció a favor de ambos contratantes, uno de ellos no puede hacer uso del plazo
para perjudicar al otro, o sea, el deudor no puede pagar antes del vencimiento ni el acreedor puede
exigir su cumplimiento antes de vencer el plazo en perjuicio del deudor.
- Término cierto: Del primero, el veintiuno de octubre del año dos mil veinte.
- Término incierto: A la muerte de X persona.
Plazo voluntario: Es el que convienen las partes en el contrato o cuando es creado por la voluntad
del emisor del acto unilateral que crea la obligación.
El plazo voluntario puede ser tácito o expreso, conforme a los artículos 2079 y 2080, respectivamente.
Mientras el artículo 2079 establece el plazo, que aunque voluntario, es expreso, en el 2080 se fija
unilateralmente a voluntad, que es como se entiende la designación tácita.
Plazo extintivo: Es el que reconoce la validez de la obligación y la eficacia de todos los efectos
que se derivaron de ella hasta el día de su realización, fecha a partir de la cual se extingue toda
realización y sus efectos.
Es exclusivo de los actos gratuitos, es decir, de aquellos actos donde los provechos son para una sola
de las partes y los gravámenes para la otra. Consiste en realizar un acto a cambio de recibir una
liberalidad. En términos de Bejarano:
Quien recibe un regalo, una liberalidad, el beneficiario de un acto gratuito no tiene normalmente
obligación alguna que cumplir. Los contratos o actos gratuitos sólo obligan al que concede el beneficio y
regularmente no crean compromiso alguno a quien lo recibe; por ello, suelen ser también unilaterales.
Sin embargo, y por excepción, –y en ello estriba la razón de que el modo sea una forma de ser de las
obligaciones– se impone al adquirente favorecido por el acto alguna prestación a su cargo o mejor dicho
una contraprestación cuyo valor no es equivalente al valor de la que recibe y debe ser cumplida
(1997:476).
No todos los autores la consideran una modalidad, sino sólo una cláusula de un
contrato, similar a la cláusula penal.
Características:
Impone una obligación excepcional, ya que no la tienen todos los actos gratuitos.
El adquirente de un derecho recibirá una liberalidad a cambio.
Te dono mi casa con la carga de que dejes vivir en el cuarto de la azotea a Juan.
Obligaciones conjuntivas
En este tipo de obligaciones, el objeto o prestación se integra por diversas acciones y hasta que no se
cumpla con todas y cada una de ellas, no se libera el deudor de su obligación acumulativa (artículo
1961 del CCF).
Obligaciones alternativas
En éstas también hay pluralidad de acciones u objetos, sólo que el deudor se libera de la obligación,
cumpliendo uno solo de varios objetos establecidos. La existencia de diversas formas de cumplir con
la obligación facilita al deudor consumar la prestación, ya que el pago puede ser en dinero o en
especie, como la cantidad de cincuenta mil pesos, o bien, la entrega de un caballo pura sangre.
Esta alternativa también beneficia al acreedor porque tiene mayor certidumbre en el cumplimiento de
la obligación. Por otra parte, la elección para cumplir la obligación corresponde al deudor, si no se ha
pactado otra cosa. Si fuese el acreedor quien tuviere la opción de elegir, no tendría sentido que el
deudor tenga varias opciones para hacer el pago (artículo 1963 del CCF).
Obligaciones facultativas
En éstas también hay pluralidad de objetos. Una obligación facultativa consiste en que en el momento
de concertarse la obligación, el deudor queda facultado por el acreedor a liberarse de la obligación con
un objeto distinto, del objeto principal de la obligación. Estas obligaciones no se encuentran reguladas
por el CCF, en virtud de que el código hasta el momento a través del legislador continúa considerando
que debe existir la “autonomía de la voluntad” por lo que las partes son libres para determinar el
cumplimiento.
Los $1000.00 mil pesos que me debes me los pagas en efectivo pero si no tienes
me pagas con cheque.
Mancomunidad
El CCF en el artículo 1984 establece que las obligaciones mancomunadas se dan “cuando hay
pluralidad de deudores o de acreedores, tratándose de una misma obligación”. Es decir, la obligación
se encuentra en manos comunes (más de un sujeto activo y/o más de un sujeto pasivo). Pueden
presentarse de las siguientes formas:
La simple mancomunidad consiste en que independientemente de que existan varios sujetos, éstos
deberán cumplir con la obligación en su conjunto, y cada uno de ellos responderá sólo en la parte
proporcional que le corresponda y/o los acreedores cobrarán sólo la parte proporcional que les
corresponde. Entendiéndose desde luego que existe igualdad entre todas y cada una de las partes,
salvo pacto en contrario.
Juan, Pedro, Cristian y Carlos prestan cien pesos a Carmen y Carolina. En este
caso, la simple mancomunidad consistirá en que cada uno de los acreedores sólo
podrá cobrar la parte proporcional que le corresponda, es decir, veinticinco pesos
cada uno. Por otra parte, los deudores o sujetos pasivos estarán obligados a pagar
cincuenta pesos respectivamente, lo cual corresponde a la parte proporcional a la
que están obligados.
Solidaridad
Al igual que en la mancomunidad, en este tipo de modalidad existe la pluralidad de acreedores y/o
pluralidad de deudores respecto a una misma obligación, sin embargo, la diferencia consiste en que
en ésta el objeto de la obligación no se divide, sino que deberá ser pagado por entero, ya sea por la
naturaleza misma del objeto, mandato legal o por convención, y no se presume (artículo 1988 del
CCF), por lo que el pago realizado a uno solo de los acreedores libera de la deuda. A continuación se
exponen los tipos de solidaridad:
El fin último de las obligaciones es que se cumplan, lo cual consiste en la satisfacción de la prestación:
en un dar, un hacer o un no hacer. El pago tiene como efecto extinguir la deuda nacida como
contraprestación de la obligación configurada, siendo que el pago es precisamente el efecto por
excelencia de la obligación. Existen tres supuestos de personas que pueden realizar el pago,
conforme al artículo 2065 del CCF:
El deudor o su representante.
Alguna persona que esté obligada a pagar.
Cualquier persona.
El interés principal del acreedor es el pago, por lo que normalmente carece de importancia para éste,
qué persona lo realice. Aunque es importante advertir que éste sólo se presenta en las obligaciones de
dar. En las de hacer, si el contrato es intuitu personae (cualidades especiales del deudor), sólo el
deudor puede ejecutar el deber prometido, siendo el caso de los contratos de prestación de servicios
donde se le contrata por la fama, por la alta especialización o por el desempeño obtenido.
Una persona contrata a Diego Rivera para que le haga un retrato. Solamente este
pintor puede realizar la obra.
Al acreedor o a su representante.
A algún tercero, cuando lo hayan acordado las partes o lo señale la ley.
Se paga la deuda generada por la obligación, dando una cosa, prestando un servicio u observando la
abstención objeto de una obligación. El acreedor no está obligado a recibir algo diverso de aquello que
es objeto de la obligación, aunque sea de mayor valor. Tampoco puede ser forzado a recibir solamente
parte del objeto de la obligación, si se pactó la entrega en su totalidad, o bien, cuando este objeto se
entiende indivisible, salvo pacto en contrario (artículo 2078 del CCF).
Tiempo de pago
Debe satisfacerse en los tiempos pactados por las partes. En caso contrario, puede solicitarse que se
haga inmediatamente. Sin embargo, el deber de pagar depende del tipo de obligación de que se trate
(artículo 2079).
De acuerdo con lo previsto por el artículo 2080, si no se fijó el tiempo para realizarse el pago y se trata
de obligaciones de dar, no podrá el acreedor exigirlo sino después de los treinta días siguientes a la
interpelación que se haga, ya sea judicialmente o extrajudicialmente, ante un Notario Público o ante
dos testigos. Tratándose de obligaciones de hacer, el pago debe efectuarse cuando lo exige el
acreedor, siempre que haya transcurrido el tiempo necesario para el cumplimiento de la obligación.
Lugar de pago
El CCF regula que el pago debe hacerse en el domicilio del deudor, salvo pacto en contrario; o bien,
las que se desprendan de las circunstancias de la naturaleza de obligación o de la ley. Si se han
designado varios lugares para hacer el pago, el acreedor puede elegir hacerlo en cualquiera de ellos
(artículo 2082).
La consignación de pago
Se presenta cuando el acreedor no acepta el pago. En ese caso el deudor tiene derecho a consignar
lo debido vía judicial o con un tercero, quien lo hará de su conocimiento para que lo reciba o manifieste
lo que a su derecho convenga.
Conforme a lo presentado desde el inicio de la sesión, la doctrina reconoce tres tipos de modalidades
en las contribuciones, de las cuales se desprenden diversos efectos indicados a continuación.
Condición
Una vez realizada la condición, los efectos se retrotraerán a la fecha en que fue constituida la
obligación, salvo pacto en contrario o, si por la naturaleza del acto, deban ser referidos a otra fecha
(1941 del CCF).
- Si la cosa se deteriora sin culpa del deudor, éste cumple la obligación entregándola en las
condiciones en que se encuentre.
- Si la cosa se mejora por su naturaleza o por el tiempo, las mejoras serán para el acreedor.
Término o plazo
De conformidad por lo dispuesto por el artículo 1959 del CCF, el derecho al plazo se pierde cuando:
I. Después de contraída la obligación, resultare insolvente, salvo que garantice la deuda.
II. No otorgue al acreedor las garantías a que estuviese comprometido.
III. Por actos propios hubiesen disminuido aquellas garantías después de establecidas, y cuando por
caso fortuito desaparecieren, a menos que sean inmediatamente sustituidas por otras igualmente
seguras.
Modo o carga
Mancomunidad
Mancomunidad activa: Cada uno de los sujetos puede cobrar la parte proporcional del crédito que
le asiste.
Mancomunidad pasiva: Solamente se puede cumplir en cada uno de los sujetos la parte que les
corresponde del deber.
Solidaridad
Indivisibilidad
Por la naturaleza del objeto, el pago debe ser entero aun existiendo pluralidad de deudores y/o
acreedores, como la entrega de un caballo pura sangre.
Obligaciones conjuntivas
De las también llamadas complejas, a partir de la interpretación del mencionado artículo 1961 del
CCF, se presenta lo siguiente:
Se caracterizan porque derivan de la pluralidad de sujetos activos o pasivos, en cuyo caso se trata de
una obligación colectiva con las distintas modalidades según sus relaciones internas (solidarias,
mancomunadas, etcétera) o de una variedad de prestaciones que pueden ser subordinadas unas de
otras, de forma alternativa (se cumple una u otra) o conjuntiva (deben cumplirse ambas prestaciones).
En una sola relación, las prestaciones se unen de tal modo que se cumplen todas para que se produzcan
plenamente o se extingan los efectos de un negocio jurídico, y también son conjuntivas cuando se
refieren a una misma relación, y basta con cumplir alguna de las obligaciones para que se surtan los
efectos (González, 2015:106).
Obligaciones alternativas
La elección para cumplir la obligación por parte del deudor no producirá efecto, sino desde que se
notifica. Es decir, tratándose de contratos que contengan obligaciones alternativas, la elección debe
hacerse concreta y cierta dentro del término de ley (artículo 1964 del CCF).
En caso de que una de las prestaciones fuera realizable, el deudor perderá el hecho de la elección
(artículo 1965).
Para conocer los efectos conforme a la elección del deudor y el acreedor, consulta
el capítulo III, “De las obligaciones conjuntivas y alternativas”, del CCF.
Obligaciones facultativas
En muchas ocasiones se convierte en efecto facultativo derivado de los problemas tanto económicos
como prácticos a los que se enfrenta el cumplimiento de la obligación y la rapidez con la que se
mueven las operaciones crediticias, incluso.
Cierre
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Fuente: Flaticon
En esta sesión has podido conocer la forma en que la obligación cobra vida. De ahí que observaras
cómo una obligación (que en primer momento es conocida como pura o simple) puede ir obteniendo
complejidad para su cumplimiento.
También has podido constatar que la legislación establece el término o plazo, la condición, el modo o
carga, así como la modalidad que afectan a las obligaciones, a partir de las cuales se determina las
formas en que surten sus supuestos respecto al cumplimiento y al incumplimiento, a partir de las
cuales se está en presencia de la afectación de las obligaciones y cómo es que el cumplimiento de
una, afecta a todos los acreedores o deudores. Asimismo, has corroborado que la flexibilidad de la
obligación por cuanto hace a los efectos es prácticamente nula, así como lo son los términos de
extinción, la prescripción y caducidad.
Con esta sesión has concluido el estudio de las bases generales de las obligaciones. En las siguientes
sesiones conocerás su aplicación en los campos civil y mercantil.
Fuentes de consulta
Fuentes de consulta
Fuente: Flaticon
Bejarano Sánchez, M. (1984). Obligaciones civiles (3ª ed.). México: Oxford Harla.
Bejarano Sánchez, M. (1997). Obligaciones complejas. En Obligaciones civiles. México: Oxford
Harla. Recuperado de:
http://metabase.uaem.mx/bitstream/handle/123456789/1425/271_3.pdf?sequence=1
González Alcántara, J. L. (coord.) (2015). Código Civil Federal comentado. Libro cuarto. De las
obligaciones. México: UNAM. Recuperado de:
https://archivos.juridicas.unam.mx/www/bjv/libros/8/3844/5.pdf
Gutiérrez y González, E. (1978). Derecho de las obligaciones (5ª ed.). México: Cajica.
Gutiérrez y González, E. (1996). Derecho de las obligaciones (11ª ed.). México: Porrúa.
Legislación
Módulo 9
Obligaciones civiles y mercantiles, títulos
y operaciones de crédito
Unidad 2
Ejecución de las obligaciones
Sesión 3
Incumplimiento, transmisión y extinción
de las obligaciones
Texto de apoyo
Índice
Presentación .......................................................................................................................................... 3
Incumplimiento de las obligaciones ........................................................................................................ 4
Transmisión de las obligaciones ............................................................................................................ 9
Cesión de derechos ........................................................................................................................... 9
Efectos de la cesión ...................................................................................................................... 10
Efectos de terceros con el deudor................................................................................................. 11
Cesión de la deuda .......................................................................................................................... 11
Subrogación ..................................................................................................................................... 12
Extinción de las obligaciones ............................................................................................................... 13
Convenio .......................................................................................................................................... 13
Novación .......................................................................................................................................... 14
Tipos de novación ......................................................................................................................... 15
Dación en pago ................................................................................................................................ 15
Compensación ................................................................................................................................. 16
Confusión ......................................................................................................................................... 17
Remisión de la deuda ....................................................................................................................... 17
Imposibilidad de ejecución ............................................................................................................... 19
La prescripción negativa................................................................................................................... 19
Condición resolutoria y término resolutorio ....................................................................................... 21
Caducidad ........................................................................................................................................ 21
Inexistencia y nulidades ....................................................................................................................... 21
Inexistencia ...................................................................................................................................... 21
Nulidad absoluta............................................................................................................................... 22
Nulidad relativa................................................................................................................................. 22
Cierre ................................................................................................................................................... 23
Fuentes de consulta............................................................................................................................. 24
Presentación
En esta sesión, identificarás las formas en que se reconoce como tal al incumplimiento de las
obligaciones. En lo relativo a la transmisión, analizarás las situaciones donde la obligación, para su
cumplimiento, puede ser cedida a otros, a partir de la acción del acreedor o el deudor. Por último,
respecto a su extinción, identificarás los juicios jurídicos utilizados para determinarla, reconociendo
además los supuestos que el acreedor y el deudor deben cumplir.
Obligaciones de no hacer: El que estuviere obligado a no hacer alguna cosa, quedará sujeto al
pago de daños y perjuicios en caso de contravención. Si hubiere obra material, podrá exigir el
acreedor que sea demolida a costa del obligado (artículo 2028 del CC). En las obligaciones de no
hacer, el obligado debe de abstenerse de realizar cualquier acto contrario a su obligación
concreta, como no vender a determinada persona cierta cosa.
Bienes embargables: En el artículo 727 del CCF, señala que son inembargables los bienes que
constituyen el patrimonio familiar y el 544 del Código de Procedimientos Civiles del Distrito
Federal determina en quince fracciones otros bienes que tampoco pueden ser embargables contra
los cuales, el acreedor no puede exigir al deudor el cumplimiento forzado de su obligación.
Acreedor quirografario: Carece de una garantía real de pago (hipoteca, prenda), por lo que el
deudor debe responder con todos sus bienes, con excepción de aquellos que conforme a la ley,
son inalienables o no embargables.
Acción pauliana: El artículo 2163 del CCF la define de la siguiente manera:
Los actos celebrados por un deudor en perjuicio de su acreedor pueden anularse, a petición de
éste, si de esos actos resulta la insolvencia del deudor, y el crédito en virtud del cual se intenta la
acción, es anterior a ellos.
Al desglosar el artículo en cita, encontramos los elementos que constituyen dicha acción:
La insolvencia del deudor se entiende cuando la suma de los bienes y créditos del deudor,
estimados en su justo precio, no iguala al importe de sus deudas. Por lo tanto, un requisito de
procedibilidad es la acción pauliana, sea anterior a esos actos de solvencia, que ejecuta el deudor
para quedar insolvente. Caso en el cual a petición del acreedor procede la nulidad de esos actos
ejecutados por el deudor.
El artículo 2170 del CCF regula dos supuestos, por lo que hace a los actos ejecutados por el deudor,
que son los siguientes:
Asimismo, el código prevé que en caso de renuncias de facultades, por cuyo ejercicio el deudor
insolvente hubiere mejorado el estado de su fortuna; los acreedores pueden hacer revocar esa
renuncia y usar las facultades renunciadas (artículo 2171 del CCF). La acción de nulidad cesará luego
que el deudor satisfaga su deuda o adquiera bienes con qué poder cubrirla (artículo 2174 del CC).
Es simulado el acto en que las partes declaran o confiesan falsamente lo que en realidad no ha
pasado o no se ha convenido entre ellas. El artículo 2180 del CC precisa que la simulación es absoluta
cuando el acto simulado nada tiene de real. Es relativa cuando a un acto jurídico se le da una falsa
apariencia que oculta su verdadero carácter.
La simulación de actos jurídicos tiene como intención principal defraudar los intereses patrimoniales de
una tercera persona, por la condición de insolvencia en que se sitúa falsamente el deudor. Puede ser
un acto jurídico aparentemente legal, como es el caso de un embargo, donación, cesión de derechos
en perjuicio del acreedor quirografario. En este caso, no impide que el acto produzca provisionalmente
sus efectos, los cuales serán destruidos retroactivamente, cuando se pronuncie por el juez la nulidad.
Este acto tiene todas las formalidades que considere la ley, para considerarlo válido para terceras
personas, aunque en realidad es falso y real, simulado e ilícito, por haber sido dolosamente
premeditado para defraudar a terceros.
Se dan casos en que la intención es evadir al fisco, por lo que el Ministerio Público
puede pedir la nulidad, cuando se cometió en perjuicio de la ley o en perjuicio de
Hacienda Pública (artículo 2183 del CC).
El Código Civil determina que en caso que la cosa o derecho ha pasado a título
oneroso a un tercero de buena fe, no habrá lugar a la restitución (artículo 2184 del
CC).
El Código Civil no regula la acción oblicua o subrogatoria, sin embargo, el artículo 29 del Código de
Procedimientos Civiles del Distrito Federal confiere al acreedor ejercitar las acciones que competan a
su deudor, cuando conste el crédito de aquél, en título ejecutivo y excitado al deudor para deducirlas,
descuide o rehúse hacerlo.
Artículo 29.- Ninguna acción puede ejercitarse sino por aquél a quien compete o por su representante
legítimo. No obstante eso, el acreedor puede ejercitar las acciones que competan a su deudor cuando
conste el crédito de aquél en título ejecutivo y, excitado éste para deducirlas, descuide o rehúse hacerlo.
El tercero demandado puede paralizar la acción pagando al demandante el monto de su crédito
Las acciones derivadas de derechos inherentes a la persona del deudor nunca se ejercitarán por el
acreedor.
Los acreedores que acepten la herencia que corresponda a su deudor ejercitarán las acciones
pertenecientes a éste, en los términos en que el Código Civil lo permita.
Derecho de retención
Existe el derecho de retención cuando la ley autoriza al detentador o poseedor de una cosa ajena a
conservar la tenencia de la misma, hasta que el dueño le pague lo que le adeuda, bien sea por el
concepto de la cosa o por cualquier otro motivo.
Por lo tanto, la retención sólo opera cuando la autorice la ley o conste en título de crédito o haya un
reconocimiento notarial de la deuda.
Cesión de derechos
Según el artículo 2029 de nuestro Código, se surte cuando el acreedor transfiere a otro los que tengan
contra su deudor. Ahora bien, quien transmite se llama cedente y el que adquiere los derechos,
cesionario. Es de advertir que la transmisión puede hacerse sin el consentimiento del deudor, a menos
que esté prohibido por la ley, se haya convenido no hacerla o no lo permita la naturaleza del contrato.
En el caso de venta, el derecho de preferencia no puede cederse ni pasa a los herederos del que los
disfrute (artículo 2308 del CC). En el caso del arrendamiento, no puede el arrendatario subarrendar la
cosa arrendada, en todo ni en parte, ni ceder sus derechos sin consentimiento del arrendador (artículo
2480 del CC). Sin permiso del comodante (el que entrega la cosa a título gratuito), no puede el
comodatario (el que recibe la cosa a título gratuito) conceder a un tercero el uso de la cosa entregada
en comodato (artículo 2500 del CC).
En virtud de que la voluntad de las partes es la suprema ley de los contratos, las partes pueden
contratar que el acreedor no pueda ceder su derecho, o bien, que la sesión sea con previo aviso al
deudor; que sea necesario el consentimiento del deudor, etcétera.
Efectos de la cesión
Efectos para las partes y para terceros: En términos generales, la cesión de créditos civiles, que
no sean a la orden o al portador, pueden hacerse en escrito privado, firmado por el cedente y
cesionario y dos testigos. Sólo cuando la ley lo exija –que el título de crédito conste en escritura
pública– la cesión de derechos deberá hacerse en esta clase de documentos (artículo 2033 del
CC).
En una cesión de crédito se incluye no sólo el crédito principal si no todos los derechos accesorios,
como la fianza, hipoteca, prenda o privilegio, excepto aquéllos que son inseparables de la persona del
cedente. Existe una presunción legal respecto de los intereses vencidos con el crédito principal
(artículo 2032 del CC).
La cesión de derechos total o parcial: La cesión de derechos puede ser total o parcial. La sesión
puede ser a una o varias personas y puede inclusive el cedente reservarse parte del mismo
crédito. El artículo 2039 del CC se refiere al hecho de que el crédito se haya cedido a varios
cesionarios y dispone que “tiene preferencia el que primero ha notificado la cesión al deudor”. Por
otra parte, el cedente no está obligado a garantizar la solvencia del deudor, a no ser que se haya
estipulado expresamente o que la insolvencia sea pública y anterior a la cesión (artículo 2043 del
CC).
El título cuarto, capítulo II, regula la evicción que se presenta cuando el que adquirió alguna cosa fuere
privado del todo o parte de ella, por sentencia que cause ejecutoria, en razón de un derecho de tercero
anterior a la adquisición. Se entiende por sentencia que causa ejecutoria aquélla que ha quedado
firme y no es posible impugnarla. El derecho anterior se refiere al hecho que alguien acredite mejor
derecho sobre la cosa (artículo 2119 del CC).
En el caso que se realice una cesión universal, es decir, de todo el patrimonio de una persona,
mediante la cual se transmiten tanto derechos como deberes, solamente es deber del cedente el
otorgar la propiedad de dichos bienes. Nuestra legislación civil se refiere, en su artículo 2046, a la
sesión en globo o alzadamente, la cual únicamente obliga al cedente a responder de la legitimidad del
todo en general.
El artículo 2050 del CC se refiere a la cesión gratuita, en la que el cedente no es responsable para con
el cesionario, ni por la existencia del crédito ni por la solvencia del deudor. Al ser la donación un acto
de liberalidad, que entraña un comportamiento de desprendimiento de bienes propios; esto es un acto
que solamente se realiza por generosidad, no puede exigírsele al cedente la carga de responder por la
solvencia del deudor.
Cuando el cedente se hace responsable de la solvencia del deudor y no se fije tiempo, en que esta
responsabilidad debe durar, se limitara a un año, a partir de la fecha en que la deuda fuere exigible y si
estuviere vencida, desde la fecha del vencimiento (artículo 2044 del CC).
Cuando no se trate de títulos a la orden o al portador que tienen un régimen autónomo, el deudor
puede oponer al cesionario las excepciones que podría oponer al cedente, en el momento en que se
hace la cesión. Si cuando se hace la sesión tiene contra el cedente un crédito todavía no exigible,
podrá invocar la compensación, con tal de que su crédito no sea exigible después de lo que sea el
cedido (artículo 2035 del CC).
Cesión de la deuda
Es condición para que haya sustitución de deudores que el acreedor consienta, expresa o tácitamente
(artículo 2051 del CC). El Código es claro en ese sentido, porque efectivamente si se presenta la
sustitución del deudor, éste deberá ser solvente a criterio del acreedor. Ahora bien, se presume que el
acreedor consiente en la sustitución del deudor cuando permite que el sustituto ejecute actos que
debía ejecutar el deudor, como pago de réditos, pagos parciales o periódicos, siempre que lo haga en
nombre propio y no por cuenta del deudor primitivo (artículo 2052 del CC).
Por otro lado, existe presunción legal cuando el deudor, o el que pretenda sustituirlo, fije un plazo al
acreedor para que manifieste su conformidad con la sustitución. Pasado ese plazo sin que el acreedor
haya hecho conocer su determinación se presume que rehúsa (artículo 2054 del CC).
Aceptado el deudor sustituto, queda obligado en los términos en que lo estaba el deudor primitivo.
Pero cuando un tercero ha constituido fianza, prenda o hipoteca para garantizar la deuda, estas
garantías cesan con la sustitución del deudor, a menos que el tercero consienta en que continúen
(artículo 2055 del CC).
Paco debe a Toño 100 mil pesos y ofrece en garantía de pago una hipoteca de un
terreno propiedad de Memo. Toño acepta la sustitución del deudor. Por lo tanto, si
Memo no manifiesta su voluntad de que continúe garantizando el pago con la hipoteca
del terreno de su propiedad, esta garantía cesará con la sustitución del deudor.
Subrogación
A este tipo de subrogación se le denomina legal, porque está instituida por la ley y produce sus efectos
ipso jure (es decir, sin necesidad de que las partes lo declaren). Asimismo, la subrogación
convencional es un acuerdo de voluntades entre el acreedor y un tercero que le está pagando el
crédito o un acuerdo de voluntades entre el deudor y un tercero para pagar su deuda, aprovechando la
misma relación jurídica para sustituir al acreedor. En este último caso, el tercero que paga la deuda lo
hace sin interés jurídico que produzca la extinción de la deuda, pero a su vez nace un crédito nuevo y
de la acción civil correspondiente en favor del tercero para recobrar el importe de su erogación.
Convenio
También encontramos el convenio a que hace mención el artículo 267 del Código
Civil para la Ciudad de México en el cual se establece la necesidad como requisito
procedimental de exhibir aquél tendiente a regular las consecuencias inherentes a la
disolución del vínculo matrimonial, esto en materia familiar.
Novación
Es un convenio por medio del cual las partes de un contrato previo lo alteran substancialmente,
sustituyendo la obligación antigua por una nueva. Gutiérrez y González la contempló de la siguiente
manera:
El convenio lato sensu solemne celebrado entre dos o más personas que guardan entre sí el carácter previo
de acreedor y deudor y en ciertos casos interviene un tercero, y por el cual extinguen el derecho de crédito
convencional que los liga, y lo sustituyen, con ánimo de novar (animus novandi), por otro que difiere del
extinguido en uno de sus elementos de existencia (1996:1144).
El artículo 2213 del CCF establece: “Hay novación de contrato cuando las partes en él interesadas lo
alteran substancialmente sustituyendo una obligación nueva a la antigua”. Es decir, extingue una
obligación y crea una nueva. Si la novación es declarada nula, quedará subsistente la antigua. Los
elementos que conforman la novación son los siguientes:
- Obligación previa.
- Obligación nueva.
- Diferencia esencial entre los dos elementos anteriores (ésta puede ser en los sujetos, el objeto,
o bien, en el vínculo jurídico).
- El ánimo de novar o animus novandi, que debe ser expreso.
Un deudor moroso, ante los requerimientos del pago por parte del acreedor –conocido
como requerimiento extrajudicial–, conviene en incorporar los intereses generados a
una nueva suerte principal. Por lo tanto, se extingue la obligación existente y se crea
otra nueva, con la cantidad de los intereses acumulados.
Tipos de novación
Subjetiva: Por cambio de alguno de los sujetos, de acreedor, deudor o de ambos. La novación por
cambio de deudor en la que éste no participa recibe el nombre de expromisión. Esto es que
alguien ajeno al acto jurídico absorbe la carga que implica, cambiando al acreedor, y esta
afectación se traduce en una novación subjetiva activa, no así en el caso de la subjetiva pasiva
que es el cambio o afectación que sufre la persona del deudor. La expromisión implica el
desconocimiento por alguna de las partes de este cambio, pero cuando se conoce el cambio,
entonces estamos en presencia de la denominada delegación perfecta. Considérese que no se
nova en ningún momento la prestación. No hay cambio en l anteriormente mencionada, sólo en
los sujetos, por ello es considerada subjetiva.
Objetiva: Por cambio de objeto.
Dación en pago
Esta forma de extinción de las obligaciones se encuentra prevista por los artículos 2095 CCF y se
conforma por los siguientes elementos:
Entrega al tiempo de pago por parte del deudor de un objeto diverso al acordado.
Que lo acepte el acreedor.
Compensación
Tiene lugar la compensación cuando dos personas reúnen la calidad de deudores y acreedores
recíprocamente y por su propio derecho (artículo 2185 del CC). Los requisitos para que exista la
compensación son los siguientes:
Paco le debe a Toño 15 mil pesos, pero a su vez, Toño le debe a Paco 5 mil, los
cuales todavía no son exigibles. Si Toño cede los derechos de la deuda, Paco podrá
invocar la compensación, por lo que la deuda únicamente con el nuevo acreedor sería
de 10 mil pesos.
El salario, los alimentos o el patrimonio familiar no pueden ser objeto de esta forma de
extinción de las obligaciones.
Al respecto, se pueden observar los artículos 536 en relación con los bienes
que pueden embargarse y el 544 respecto de los que no pueden embargarse.
Recuerda que este último lo revisaste en la sesión pasada. Ambos del Código
de Procedimientos Civiles para la Ciudad de México.
Confusión
El párrafo in fine, del artículo 2206 del CC se refiere a que la obligación renace si la
confusión cesa. Este supuesto puede presentarse en el caso de una sucesión, en
que por el hecho de haber aceptado la herencia no significa que se haya
perfeccionado la confusión, pues en este caso tenemos dos patrimonios, el primero
es el de los bienes del difunto y el segundo del heredero. Es hasta la partición
cuando el deudor hereda al acreedor o éste a aquél (artículo 2208 del CC).
La confusión se verifica en la persona del acreedor o deudor solidario. Sólo produce sus efectos en la
parte proporcional de su crédito o deuda (artículo 2207 del CC). Este caso se presenta cuando un
deudor procede al pago total de la deuda, sin embargo, queda a su favor el derecho de exigir a los
restantes codeudores la parte proporcional de la deuda que los corresponde.
Cecilia debe a su tío $700 000.00 (setecientos mil pesos 00/100 m.n.), pero éste
fallece y la ha dejado como heredero de todos sus bienes.
Remisión de la deuda
Procede cuando el acreedor le perdona la deuda a su deudor. El perdón puede ser total o parcial. Si
es parcial se llama quita.
En caso de ser perdón total, sus efectos son: extinguir la deuda principal y sus accesorios. Si el perdón
es parcial, sólo extingue lo que se haya perdonado, es decir, al acuerdo que efectivamente hayan
llegado, como en el caso de los intereses, o bien, el caso de una parte de la suerte principal. Esto
ocurre también en operaciones bancarias donde el banco decide realizar contra el deudor un perdón
parcial respecto del denominado interés moratorio. Cualquiera puede renunciar a su derecho y remitir
todo o en partes las prestaciones que le son debidas, excepto en aquellos casos en que la ley lo
prohíbe (artículo 2209 del CC).
Asimismo tendrá que ser necesariamente gratuito, ya que si fuera oneroso sería en contra de su
propia naturaleza.
En cuanto a sus efectos, bajo el principio de que lo accesorio sigue la suerte de lo principal, el artículo
2211 del CC determina que la deuda principal extinguirá las obligaciones accesorias, pero la de éstas
deja subsistente la primera (artículo 2210 del CC).
Paco debe a Toño la cantidad de 10 mil pesos y se han generado 4 mil pesos por
concepto de intereses. Si Toño condona a su deudor, la suerte principal consistente
en los 10 mil pesos extinguirá también las obligaciones accesorias consistentes en el
pago de intereses. Ahora bien, si Toño condona únicamente el pago de intereses, la
suerte principal subsistirá, es decir, la obligación del pago de diez mil pesos.
Habiendo varios fiadores solidarios, el perdón que fuera concedido solamente a alguno de ellos, en la
parte relativa a su responsabilidad, no aprovecha a los otros (artículo 2211 del CC).
Paco es acreedor de Toño por la cantidad de 5 mil pesos y éste garantiza el pago del
crédito, entregando en prenda un televisor. Paco decide condonar la deuda, por lo
tanto debe devolver el televisor.
Imposibilidad de ejecución
Es un principio general del derecho que dice: “Nadie está obligado a lo imposible”. El CC regula las
causas como el caso fortuito y fuerza mayor, no obstante, existen excepciones a este principio, como
es el caso que el deudor haya dado causa o contribuido a él. Cuando el deudor acepta expresamente
esa responsabilidad y cuando la ley impone al obligado el cumplimiento de la obligación pagando los
daños y perjuicios.
La prescripción negativa
La obligación se extingue por el simple transcurso del tiempo establecido por la ley y la actitud pasiva
del acreedor. Conforme a lo anterior, la prescripción negativa es “la liberación de obligaciones, por no
exigirse su cumplimiento” (artículo 1136 del CC).
Institución de orden púbico que extingue la facultad de un acreedor que se ha abstenido de reclamar su
derecho durante determinado plazo legal, a ejercer coacción legítima contra un deudor que se opone al
cobro extemporáneo o que exige la declaratoria de prescripción (Bejarano, 1997: 503).
El requisito esencial para la prescripción negativa se verificará por el simple transcurso del tiempo
fijado por la ley (artículo 1158 del CC). De acuerdo con lo anterior, para la terminación por prescripción
de una obligación son necesarios dos requisitos:
deudor pague, no podrá reclamar pago de lo indebido, y asimismo debe oponerse oportunamente al
cobro judicial. Si no lo hace, el juez no podrá hacerlo de oficio.
El cómputo de los plazos de prescripción dependerá, en cada caso, de lo establecido por la ley y se
computará por años, mismos que empezarán a correr a partir de que la deuda se vuelve exigible. Sin
embargo, la regla general de tiempo es de 10 años. Por otra parte, no opera la prescripción:
Además, la prescripción se interrumpe cuando el acreedor demanda el pago al deudor o si este último
reconoce expresamente su deuda, empezando a computarse nuevamente a partir de dicho momento.
Paco debe a Toño un dinero y la ley que regula la obligación establece como plazo
de prescripción 5 años. Dicho tiempo transcurre sin que Toño haya requerido el
pago a Paco. Debido a que el plazo transcurrió y Toño no exigió el pago, la
prescripción tiene lugar y la obligación queda extinguida. Toño como acreedor
pierde su derecho y Paco como deudor se libera de la obligación de pagar su deuda.
Ambas son formas de extinción de las obligaciones. Las has analizado al estudiar las modalidades de
las obligaciones, en donde se precisó que la condición es un acontecimiento futuro de realización
incierta cuya realización tiene por efecto la exigibilidad o extinción de una obligación. Por otro lado, el
término es un acontecimiento futuro y de realización cierta de cuya llegada depende la exigibilidad o
extinción de una obligación.
Caducidad
Es otra forma de extinguir las obligaciones, muy similar a la prescripción, pero con particularidades
propias. Es la sanción que se pacta, o se impone por la ley, a la persona que dentro de un plazo
convencional o legal no realiza voluntaria y conscientemente la conducta positiva pactada o que
determina la ley, para hacer que nazca o para que se mantenga vivo, un derecho sustantivo o
procesal, según sea el caso (Gutiérrez y González, 1996:857). De lo anterior se desprenden dos tipos
de caducidad: la legal y la voluntaria, dependiendo si está establecida por la ley o por acuerdo de las
partes.
Inexistencia y nulidades
Inexistencia
El Código Civil regula la inexistencia del acto jurídico en el artículo 2224, donde se le considera por la
falta de consentimiento u objeto, no produciendo así efecto legal alguno. No es susceptible de valer
por confirmación ni por prescripción; la inexistencia del acto jurídico puede invocarse por todo
interesado. Por lo tanto, el acto inexistente no puede ni podrá crear efectos jurídicos a falta del
consentimiento y el objeto, al igual que no puede convalidarse posteriormente.
Por su parte, el artículo 2225 del CC se refiere a la ilicitud en el objeto, en el fin o la condición del acto.
Produce su nulidad, ya sea absoluta o relativa, según lo disponga la ley.
Los contratos viciados de nulidad, producen efectos jurídicos, y es necesario que la nulidad se
resuelva judicialmente al plantear ante el juzgador los vicios que presenta el contrato, para que éste
determine si efectivamente el negocio es nulo o no, por lo que deberán aportarse las pruebas
necesarias para acreditarlo. En caso de que el juez considere que el contrato es válido, los efectos del
mismo serán absolutos.
Nulidad absoluta
En este caso el acto produce provisionalmente sus efectos, sin embargo, éstos serán destruidos en
forma retroactiva cuando se pronuncie por el juez la nulidad y no desaparece por la confirmación o la
prescripción (artículo 2226 del CC).
Nulidad relativa
El artículo 2227 del CC se refiere a la nulidad relativa, que se presenta cuando no reúne todos los
caracteres enumerados en el artículo 2226 del CC. Siempre permite que el acto produzca
provisionalmente sus efectos. Esta forma de nulidad es susceptible de producir todos sus efectos
cuando es posible subsanar los elementos de validez del contrato. La falta de forma establecida por la
ley, si no se trata de actos solemnes, así como el error, el dolo, la violencia, la lesión, producen la
nulidad relativa del mismo.
Cierre
Cierre
Fuente: Flaticon
En esta sesión has aprendido cómo se determina la existencia del incumplimiento de la obligación,
partiendo de los supuestos que otorga el propio Código Civil y que la flexibilidad de la obligación –más
que en el cumplimiento– estriba en el sujeto, precisamente mediante la transmisión de dicha obligación
que en un primer momento pudo ser entendida como suerte principal y que cambia para también
encontrarse incorporada y transmitida con sus accesorios.
Por último, has tratado el concepto de extinción, tanto para el deudor como para el acreedor, haciendo
alusión a los conceptos de convenio en strictu sensu, a la novación, remisión de deuda, dación en
pago, compensación y, por supuesto, a la caducidad y prescripción.
Fuentes de consulta
Fuentes de consulta
Fuente: Flaticon
Legislación
Módulo 9
Obligaciones civiles y mercantiles,
títulos y operaciones de crédito
Unidad 2
Ejecución de las obligaciones
Sesión 4
El contrato como generador de derechos
y obligaciones
Texto de apoyo
Índice
Presentación .......................................................................................................................................... 3
El contrato.............................................................................................................................................. 4
Clasificación de los contratos ............................................................................................................ 4
Contratos civiles ........................................................................................................................... 5
Elementos de existencia y requisitos de validez ................................................................................ 9
Estructura de los contratos .............................................................................................................. 14
Efectos de los contratos ....................................................................................................................... 17
El contrato entre presentes y ausentes............................................................................................ 18
Retractación del oferente ............................................................................................................ 19
Interpretación de los contratos y jurisprudencia ............................................................................... 19
Teoría de la imprevisión .................................................................................................................. 22
De los contratantes en relación a terceros ....................................................................................... 23
Tipos de contratos ............................................................................................................................... 25
Promesa .......................................................................................................................................... 25
Compraventa ................................................................................................................................... 26
Permuta........................................................................................................................................... 28
Donación ......................................................................................................................................... 29
Mutuo .............................................................................................................................................. 32
Arrendamiento ................................................................................................................................. 33
Comodato ........................................................................................................................................ 34
Depósito y secuestro ....................................................................................................................... 35
Mandato .......................................................................................................................................... 36
Prestación de servicios .................................................................................................................... 39
Terminación del contrato............................................................................................................. 40
Hospedaje ....................................................................................................................................... 40
Terminación del contrato............................................................................................................. 40
Asociación y sociedad civil .............................................................................................................. 41
Terminación del contrato de asociación ...................................................................................... 42
Juego y apuesta .............................................................................................................................. 42
Renta vitalicia .................................................................................................................................. 43
Compra de esperanza ..................................................................................................................... 44
Garantía: fianza, prenda e hipoteca ................................................................................................. 45
De la fianza ................................................................................................................................. 45
De la prenda ............................................................................................................................... 46
De la hipoteca ............................................................................................................................. 46
Transacción ..................................................................................................................................... 47
Cierre ................................................................................................................................................... 48
Fuentes de consulta............................................................................................................................. 48
Legislación ...................................................................................................................................... 49
Presentación
El contrato
Fuente: http://bit.ly/2nVNser
La convención es, por excelencia y después de las cuestiones inherentes a la legislación, la fuente
primordial de obligaciones; entraña el verdadero sentido y principio de autonomía de la voluntad de las
partes contratantes, la cual finalmente persigue lograr ese vínculo inter personas e inter amicus, esto
es, considerar al denominado convenio lato sensu como el generado entre amigos, entre personas con
palabra y de buena fe.
Por ello, se destina esta sesión al análisis del contrato como convención o convenio stricto sensu,
generador de la obligación y dador de derechos, la cual permite hasta hoy en día la satisfacción de
intereses de aquellos que se comprometen en los términos y condiciones en que se acuerdan.
Cualquiera puede ser parte del mismo, pero el cumplimiento conforme a su modalidad es tarea del
jurista. Es importante el dominio de este tema, para el posterior diseño de estrategias que, en un
primer momento permitan asesorar; en un segundo momento, accionar ante el incumplimiento y, en un
tercero, ejecutar para ver satisfecha la obligación hasta su total extinción.
El contrato
El término contrato proviene del latín contractus, que a la vez deriva del verbo contrahere (concentrar,
reunir o lograr) y actus que significa acto. Por lo anterior, contrato significa “a lo que se contrae el acto
(jurídico)”. Rojina Villegas define contrato “como un acuerdo de voluntades, para crear o trasmitir
derechos y obligaciones” (2001:7). Lo caracteriza por ser una especie dentro del género de los
convenios.
Por consiguiente, los que modifican o extinguen derechos y obligaciones son denominados convenios
en estricto sentido. La distinción entre los contratos y los convenios, en opinión de algunos tratadistas,
no tiene sino un interés terminológico. Las mismas reglas generales se aplican a los unos, como a los
otros. El contrato, lo mismo que el convenio, es un acto jurídico bilateral (con excepción del contrato
unilateral, como lo es la donación simple), una manifestación exterior de voluntad, tendiente a generar
derechos y obligaciones sancionados por la ley.
Es posible determinar la clasificación de los contratos en función de los actos que forman el objeto del
contrato; se clasifican en: civiles, mercantiles, laborales y administrativos, estos últimos encabezados
por el denominado contrato de adhesión.
Civil: Se refiere a los derechos y obligaciones que se conciertan entre particulares y en relación
con sus bienes.
Contratos civiles
Ahora bien, respecto a los contratos civiles, existen diferentes formas de clasificación, de las cuales
consideramos como relevantes las siguientes:
Bilaterales y unilaterales: El artículo 1836 del Código Civil Federal dispone que es bilateral cuando
las partes se obligan recíprocamente. Este contrato también recibe la denominación de
sinalagmático. Por otro lado, el contrato unilateral consiste en que una sola de las partes se obliga
hacia la otra sin que ésta le quede obligada (1835 del CC).
Consensuales, reales, formales y solemnes: Los contratos consensuales son aquéllos que se
perfeccionan con el mero consentimiento de las partes, en los términos de lo preceptuado por el
artículo 2248 del CC. Son reales cuando sólo se perfeccionan mediante la entrega de la cosa,
objeto materia del contrato. Son formales aquellos en que adicionalmente a la voluntad de las
partes contratantes es necesario que se reúnan las formalidades exigidas por la ley, sin las que
carecería de validez, pues en su caso aunque exista el acto podría ser anulado (artículo 2320 del
CC). Los contratos solemnes son aquéllos en que la ley prescribe cierta formalidad que constituye
un elemento de existencia del contrato.
Instantáneos y de tracto sucesivos: Los primeros son los que se realizan y cumplen en un solo
acto. Por otra parte, contratos de tracto sucesivo son los que se cumplen con el transcurso del
tiempo.
Para conocer a mayor detalle tanto los contratos civiles como mercantiles, laborales y
administrativos, se ofrece a continuación el acceso a la siguiente obra:
Los elementos de existencia son imprescindibles, por lo que al carecer de alguno de ellos, no puede
producir ningún efecto jurídico. El artículo 1794 del Código Civil determina que para la existencia del
contrato se requieren dos elementos: el consentimiento y el objeto. Sin embargo, existen algunos
actos que para su creación requieren de la solemnidad.
El consentimiento puede ser expreso o tácito. Es expreso cuando es manifestado verbalmente, por
escrito o por signos inequívocos. Es tácito cuando deriva de hechos que lo presupongan o que se
presuman. La formación del consentimiento consta de dos partes: oferta o policitación, en donde un
sujeto ofrece a otro celebrar a un contrato y éste último lo acepta. La aceptación debe coincidir con los
Objeto: Además del consentimiento, el objeto es necesario para que exista un contrato, diversos
autores indican tres acepciones:
Se considera correcta la segunda acepción y se encuentra regulada en el artículo 1824 del CC. Como
anteriormente se ha citado, hay obligaciones de dar (prestación), de hacer y no hacer (abstención).
Por otra parte, los requisitos del objeto en un contrato son los siguientes:
- Existir en la naturaleza: Debe existir físicamente en la naturaleza; incluyendo las cosas futuras.
Se les llama así, por que al momento de celebrar el contrato no existen, pero con el tiempo
pueden nacer o existir en la naturaleza.
En la compraventa de una cosecha de maíz, aún no existe el objeto del contrato, pero
deberá de producirse, tomando el comprador los riesgos si llegaran o no a producirse.
Solemnidad: En ciertos actos jurídicos es necesario que se celebre ante las personas que la ley
establezca y que cumpla con menciones y declaraciones que también precisa la ley. Ésta no debe
confundirse con formalidad. La solemnidad es un rito que es necesario para la creación del acto y
la formalidad (requisito de validez de un contrato) es la prueba de que se celebró un acto
conforme a derecho.
En cuanto a los elementos de validez, si alguno de ellos no se cumple en el contrato, la parte afectada
puede demandar ante el juez que se nulifique, o bien, que se convalide en el caso de la formalidad
ante fedatario público y se inscriba en el Registro de la Propiedad.
- Incapacidad de goce: Cuando la ley prohíbe a personas físicas o morales del derecho de ser
titulares de derechos y obligaciones.
El artículo 27, fracción I, de nuestra Constitución prescribe que “en una faja de cien
kilómetros a lo largo de la frontera y de cincuenta en las playas, por ningún motivo
podrán los extranjeros adquirir en dominio directo sobre tierras y aguas”.
- Incapacidad de ejercicio: En términos del artículo 450 del CC, tienen incapacidad natural y
legal:
Ausencia de vicios del consentimiento: En los términos del artículo 1812 del CC, el consentimiento
no es válido si ha sido dado por error, arrancado por violencia o sorprendido por dolo.
- Error: Es la falsa creencia de la realidad. Como cuando por error de las partes, el contrato no
refleja lo que éstas pretenden.
- Dolo: Cualquier sugestión o artificio que el sujeto activo realiza para inducir al sujeto pasivo al
error o mantener en él a alguno de los contratantes.
Licitud en el objeto, motivo y fin: Nadie puede celebrar un contrato, cuyo objeto, finalidad o
motivación, estén prohibidos por el orden jurídico.
Formalidad: Es requisito de validez de un contrato, cuando la ley exija determinada forma y
mientras éste no revista esa forma no será válido. Esta formalidad puede ser:
El contrato puede revestir varias formas, como ya se ha mencionado: consensual, por escrito y
escritura pública. La primera se perfecciona únicamente con la exteriorización de consentimiento y la
determinación del objeto, sin exigir mayor requisito; la segunda requiere que sea por escrito y, en el
caso de la tercera, debe darse cumplimiento de acuerdo con la forma establecida por la ley. No existe
una estructura o formato único para los contratos, pero existen ciertos elementos comunes en la
práctica jurídica en que se incluyen al ser formalizados por escrito, como a continuación se señala:
Título o denominación: Indica el nombre y tipo de contrato o convenio que se celebra, tal como en
el siguiente ejemplo:
Identificación de las partes: Debe aparecer en el primer párrafo, al que usualmente se le denomina
proemio, corresponde mencionar: los nombres de las partes y con qué calidad comparecen;
asimismo, puede mencionarse el articulado aplicable al contrato del que se trate.
DECLARA EL CLIENTE
DECLARA EL PROFESIONISTA
I.- Por su parte manifiesta “EL PROFESIONISTA” que está de acuerdo con las anteriores
manifestaciones y, que conociendo las necesidades de “EL CLIENTE”, está en posibilidad, ya que
cuenta con los conocimientos, experiencia y habilidades suficientes, para prestarle el servicio que se
requiere, toda vez, que es especialista en la prestación libre y profesional de dichos servicios.
II.- Que tiene su domicilio en las calles de Alcanfores 6, Colonia La Cruz, en la Ciudad de México,
Distrito Federal.
Cláusulas: Hechas las declaraciones que anteceden, es voluntad de las partes someterse a éstas.
Existen tres tipos de cláusulas:
- Cláusulas esenciales: Contienen los elementos de existencia del contrato, por lo que deben
contenerse en el mismo, ya que de lo contrario sería inexistente, es decir, debe contar con el
consentimiento y el objeto. En el ejemplo que nos ocupa el objeto es la asesoría legal, misma
que si no se estipula, sería inexistente.
- Cláusulas naturales: Son las que, en caso de contrato nominado, contienen las disposiciones
legales aplicables y que constituyen disposiciones supletorias de la voluntad de las partes en el
contrato.
En el ejemplo que nos ocupa, no se pactó que para el caso de que el profesionista
no pudiera continuar prestando sus servicios, deberá avisar oportunamente a la
persona so pena de responder por los daños y perjuicios causados. En este caso, el
cliente podría demandar al profesionista porque la ley suple la voluntad de las
partes.
CLÁUSULAS
SEGUNDA. DEL OBJETO DEL CONTRATO. “EL PROFESIONISTA” se obliga a prestar sus servicios
en todo lo relacionado con la sucesión testamentaria a bienes de PEDRO PÉREZ, a “EL CLIENTE” en
su carácter de albacea de la sucesión.
Así también se obliga “EL CLIENTE” a entregar la cantidad de $1000.00 (mil pesos 00/100 M.N.) de
manera mensual los primeros cinco días de cada mes por concepto de gastos, a partir de la firma del
presente instrumento y hasta la conclusión del juicio.
CUARTA. DE LA DURACIÓN DEL CONTRATO. La duración del presente contrato será indefinida, a
partir de la firma de este documento, la cual estará determinada por la duración del juicio especificada
en la CLÁUSULA SEGUNDA del presente instrumento.
QUINTA. DE LA RESCISIÓN. Este contrato se podrá rescindir sin responsabilidad para la parte que no
haya incurrido en falta, en el cumplimiento de cualquiera de las estipulaciones de este contrato y por
las demás causas establecidas en el Código Civil para el Distrito Federal.
OCTAVA. DE LA JURISDICCIÓN. Para el caso de controversia del presente asunto, las partes se
someten voluntariamente a la jurisdicción de los tribunales del Distrito Federal, renunciando a
cualquier otro fuero en razón de su domicilio presente o futuro.
El artículo 1796 del CC afirma que desde que se perfeccionan los contratos, obligan a los contratantes
no sólo al cumplimiento de lo expresamente pactado, sino también a las consecuencias que según su
naturaleza son conforme a la buena fe o a la ley. Hans Kelsen, en su Teoría pura del derecho, confiere
a los contratos la categoría de normas jurídicas, creadas por la voluntad de las partes, dada su función
generadora de derecho. De lo derivado de estos contratos se obligan sólo las partes contratantes, sea
que los hayan celebrado ellos mismos o sus representantes legítimos. También obligan a sus
sucesores a quienes les hayan transmitido a título universal su derecho o a título particular con las
limitaciones que fijan las leyes. No obligan a terceros, pues según el Derecho Romano: Res inter alios
acta allis neque nocere neque prodesse potest (“Lo hecho entre unos no puede perjudicar ni producir
efectos para otros”).
El espíritu de la buena fe se refiere a que no se generen beneficios excesivos a costa del sacrificio
ajeno, y que tampoco se cometan abusos con pretensiones jurídicas formales, que choquen
En el contrato entre presentes, la regla general considera que cuando la oferta se haga a una persona
presente, sin fijación de plazo para aceptarla, el oferente queda desligado si la aceptación no se hace
inmediatamente. Aclara el Código, además, que la misma regla se aplicará a la oferta hecha por
teléfono (artículo 1805 del CC).
Caso contrario, se presenta en los contratos con plazo, pues en ellos se fija un plazo para aceptar,
únicamente quedando ligada por su oferta hasta la expiración del plazo (artículo 1804 del CC).
Por otro lado, en el contrato entre ausentes, cuando los contratantes no estuvieren presentes, el
contrato podrá celebrarse por correspondencia, en la forma que lo reglamenta la ley. Si el que hace la
propuesta ha fijado plazo, está obligado a mantener la oferta durante todo ese tiempo, so pena de
incurrir por los daños y perjuicios que cause, al aceptante por el incumplimiento de la obligación. En
este caso, sería aplicable el artículo 1804 del CC pues, como ya se mencionó, el oferente queda
obligado a respetar su oferta hasta la expiración del plazo.
En caso de que no se fije plazo, si la persona no está presente, el autor de la oferta quedará obligado
durante tres días, además de tiempo necesario para la ida y vuelta regular del correo público, o del
que se juzgue bastante, no habiendo correo púbico según las distancias y la facilidad o dificultad de
las comunicaciones (artículo 1806 del CC).
Sobre la celebración entre ausentes, la doctrina reconoce cuatro sistemas para determinar el momento
en que se perfecciona el consentimiento:
La legislación mexicana se inclina por el sistema de recepción, así lo determina el artículo 1807 del CC
que dispone que “el contrato se forma en el momento en que el proponente reciba la aceptación…”.
En el supuesto de que la oferta se haga con fijación de plazo, el oferente queda ligado a sostener su
oferta hasta el vencimiento del mismo.
Cuando la aceptación se modifica de acuerdo con la propuesta original, se considera al oferente libre
de su oferta, es decir, que reciba una aceptación que no sea lisa y llana, sino que importe modificación
a la primera. En este caso, se considera como una nueva proposición, donde el aceptante se convierte
en oferente y el oferente primitivo se convierte en aceptante (artículo 1810 del CC).
Se puede dar el caso de que el oferente se retracte, es decir, se arrepienta de su oferta. En este caso,
debe notificar al destinatario antes de que reciba la oferta. Se aplicará la misma regla en caso de que
el aceptante retire la aceptación (artículo 1808 del CC). Si al tiempo de la aceptación fallece el
proponente, sin que el aceptante supiera de su muerte, quedarán los herederos de aquél, obligados a
sostener el contrato (artículo 1809 del CC).
Cuando existe duda para esclarecer el sentido de un contrato, en cuanto a su alcance y efectos, se
recurre a dos referentes: a la literalidad del contrato (redacción gramatical) y a la intención que
tuvieron los contratantes.
Según Saleilles, “el fundamento del acto jurídico, lo que preside a su nacimiento y da medida a su
alcance es la declaración del agente y no la voluntad que esta declaración debe traducir” (citado por
En sentido contrario, la teoría de la voluntad interna de los contratantes considera que para determinar
el alcance y los efectos de los contratos, hay que desentrañar la voluntad o intención que tuvieron los
contratantes al ser exteriorizada en el contrato. En esta corriente del pensamiento jurídico se inscriben
los códigos civiles de Francia, Italia y España que se apoyan en la autonomía de la voluntad como la
suprema ley de los contratos. En el caso de nuestro Código Civil, se dictan en forma detallada varias
reglas para aplicarse en la interpretación de los contratos.
Tal es el caso de lo que previene el artículo 1851 del CC, que determina que si los términos de un
contrato son claros y no dejan duda sobre la intención de los contratantes, se estará al sentido literal
de sus cláusulas. Sin embargo, advierte que para el caso de que las palabras parecieren contrarias a
la intención evidente de los contratantes, la intención prevalecerá sobre la interpretación gramatical.
Por otra parte, para la interpretación de los contratos sirven también el uso y la
costumbre. Aunque no son fuentes de obligaciones civiles, pueden ser auxiliares de
la interpretación. Igualmente, las cláusulas de los contratos deben analizarse desde
una visión conjunta e integral.
Asimismo, el artículo 1852 del CC limita la interpretación del contrato al hecho de que no se deben
incluir en él cosas distintas y casos diferentes de aquéllos que los interesados se propusieron
contratar. Si alguna cláusula admitiere diversos sentidos, deberá entenderse en el más adecuado para
que produzca efecto. Así reza en el artículo 1853 del CC, donde se plantea la problemática de
desentrañar el sentido más adecuado; es decir, si se discute lo posible o imposible, debe estarse por
lo primero; si es entre lo lícito e ilícito debe estarse por lo lícito. Por lo tanto, cuando haya diferentes
soluciones debe optarse por la que produzca efectos positivos.
En términos generales los contratos se integran por un conjunto de cláusulas y todas ellas persiguen
una sola finalidad o sentido, de tal manera que si hay una cláusula dudosa, como lo mencionamos
anteriormente, debe analizarse a la luz del conjunto de todas. Así lo determina el artículo 1854 del CC.
Las disposiciones contenidas en los artículos 1853, 1854 y 1855, deben entenderse que obligan al
juzgador a interpretar un contrato, no para declararlo nulo, si no para darle toda su eficacia, ya que los
contratantes han expresado su consentimiento y, por lo tanto, se ha perfeccionado el negocio.
Si recae sobre cláusulas accidentales del contrato y si éste fuere gratuito a favor
de la menor trasmisión de derechos e intereses.
Si fuere oneroso, se resolverá la duda a favor de la mayor reciprocidad.
Si las dudas de cuya resolución se trate recayesen sobre el objeto principal del
contrato y no fuese posible conocer la intención o voluntad de los contratantes,
el contrato será nulo (artículo 1857 del CC).
Jorge Adame Goddard aborda las reglas de interpretación de los contratos en las sentencias de la
Suprema Corte de Justicia y afirma que:
La interpretación de los contratos debe llevarse a cabo progresivamente, resolviendo tres cuestiones. La
más elemental es saber si ha habido consentimiento adecuado para integrar un contrato; la siguiente es
definir de qué clase o qué tipo se trata; y la tercera es conocer cuál es el contenido del contrato. […] La
regla de interpretación fundamental del Código Mexicano es la de la voluntad interna común de las
partes. […] Esta regla se complementa con otras específicas definidas en la sección respectiva del
Código Civil… (1994:5-6).
Esta teoría parte del principio de que los tribunales tienen la facultad de modificar las obligaciones
contractuales cuando éstas deterioran el patrimonio de uno de los contratantes, por circunstancias
imprevisibles que los contratantes no pudieron tener en cuenta al celebrar el contrato.
El derecho canónico, en la Edad Media, se inclinó a favor del deudor, cuando se enfrentaba la
particularidad del enriquecimiento de uno de los contratantes a expensas del otro, por ser contrario a la
moral cristiana. Cuando se presentaba dicha situación no prevista a la fecha del contrato, para
remediar este mal, se entendía implícitamente en los contratos una cláusula denominada rebuc sic
stantibus, en la cual las obligaciones del deudor deberían mantenerse tal cual se habían contraído al
día de la celebración del contrato, siempre que las cosas estuvieran igual. Cuando las cosas hubiesen
cambiado por causas imprevistas, las partes se considerarían exentas de cumplir el contrato.
Esta teoría fue adoptada por algunos países europeos durante el siglo XVIII y declinó con el
liberalismo económico, que influyó de manera importante en las corrientes del pensamiento jurídico del
siglo XIX, las cuales consideraban que la voluntad de los contratantes era la suprema ley a cumplirse
estrictamente en la forma pactada, resumida en el principio latino pacta sun servanda, cualesquiera
que fueran los efectos económicos o los daños y perjuicios que sufrieran los contratantes.
Cuando haya conflicto de derechos, a falta de ley expresa que sea aplicable, la controversia se decidirá
a favor del que trata de evitarse perjuicios y no a favor del que pretenda obtener lucro. Si el conflicto
fuere entre derechos iguales o de la misma especie, se decidirá observando la mayor igualdad posible,
entre los interesados.
El artículo 1796 del CC dispone que los contratos obligan a los contratantes y a sus consecuencias. Es
decir, los contratos sólo obligan a los contratantes (res inter alios acta); por lo que se deduce que no a
los terceros, es decir, las personas ajenas al contrato. Es importante mencionar que cuando una
persona ha sido válidamente representada en la celebración del contrato, es aquélla donde el
mandatario se obliga a ejecutar por cuenta del mandante los actos jurídicos que éste le encarga
(artículo 2546 del CC). En esta forma, el mandatario en el desempeño de sus funciones, se atiene a
las instrucciones recibidas por cuenta del mandante, por lo que el representado no es tercero en el
contrato y los actos que ejecute el mandatario redundarán en el ámbito jurídico del mandante.
El Código Civil, en su artículo 1281, determina que la herencia es la sucesión en todos los bienes del
difunto y en todos sus derechos y obligaciones, que no se extinguen por la muerte. Lo anterior significa
que el heredero debe responder de las cargas de la herencia y hasta donde alcance la cuantía de los
bienes que hereda, ya que las obligaciones, como dice el Código, no se extinguen con la muerte.
Por otra parte, tenemos a la obligación porte fort como otro supuesto donde puede actuar un tercero.
De acuerdo con lo anteriormente analizado, las partes en el contrato no pueden crear una obligación a
cargo de un tercero ajeno; sin embargo, un contratante puede obligarse con el otro contratante, para
que un tercero ajeno al contrato le dé o haga una cosa a su favor. Es de precisar que el acreedor no
puede exigir al tercero el cumplimiento de la obligación; pero puede demandar al deudor, el pago de
daños y perjuicios en caso de incumplimiento de la obligación. La expresión porte fort tiene su origen
en el Derecho Francés, y que en realidad constituye una promesa, lo que se puede pactar válidamente
en nuestro derecho.
Nuestro Código lo regula en los artículos 1869 al 1881, en los que hace adquirir al tercero el derecho
de exigir del prominente la prestación a que se ha obligado. Se trata de una cláusula contractual, la
estipulación a favor de tercero que beneficia a quien no ha intervenido ni ha sido representado en el
acto. No existe una relación contractual entre el obligado y el beneficiario, sino una declaración
unilateral, que el primero hizo a favor del segundo. El tercero beneficiado puede abstenerse de exigir
la prestación, si así conviene a sus intereses. Por su parte, también confiere al estipulante el derecho
de exigir, del promitente el cumplimiento de dicha estipulación (segundo párrafo del artículo 1869 del
CC). El beneficiario debe ser identificado o identificable, no se requiere que sea mencionado en el
momento de la celebración del contrato, pero por datos o signos inequívocos tendrá que ser
identificable a efecto de que el promitente pueda cumplir con la obligación.
Paco celebra con Toño la venta de un terreno rústico, con la condición de que se
contrate un perito en materia de agrimensura para determinar con exactitud la
superficie del inmueble.
Tipos de contratos
Promesa
Es el contrato mediante el cual las partes a las que se les denomina promitentes se obligan a celebrar
un contrato en el futuro. La obligación a que las partes se obligan consiste en un hacer (artículo 2245
del CC), consistentes en celebrar el contrato respectivo de acuerdo con lo ofrecido durante cierto
tiempo
Para que sea válido, debe constar por escrito y contener los elementos característicos del contrato
definitivo y limitarse a cierto tiempo. La ausencia de estos requisitos hace inexistente este contrato
(artículo 2246 del CC).
En el caso de que el promitente se rehúse a firmar los documentos necesarios para dar forma legal al
contrato, en su rebeldía los firmará el juez. No obstante, para el caso de que la cosa ofrecida haya
pasado por título oneroso a la propiedad de tercero de buena fe, la promesa quedará sin efecto, pero
será responsable el promitente de todos los daños y perjuicios ocasionados (artículo 2247 del CC).
Unilaterales: Cuando los derechos favorecen sólo a una de las partes y las obligaciones son para
la otra.
Bilaterales: Cuando se obligan recíprocamente.
Formales: Para que sea válida debe constar por escrito, contener los elementos característicos del
contrato definitivo y limitarse a cierto tiempo.
Compraventa
Se trata de un contrato traslativo de dominio, en los términos del artículo 2248 del CC, en el que se
asienta que habrá compraventa cuando uno de los contratantes se obliga a transferir la propiedad de
una cosa o de un derecho y el otro a su vez se obliga a pagar por ellos un precio cierto y en dinero. El
contrato se considera perfeccionado a la firma del contrato, en los términos del artículo 2014, que se
refiere a las enajenaciones de cosa ciertas y determinadas.
Por su parte, el artículo 2249 del CC determina que la venta es perfecta y obligatoria para las partes,
cuando se han convenido sobre la cosa y su precio, aunque la primera no haya sido entregada, ni el
segundo satisfecho. Al tener un carácter consensual la compraventa, lo que únicamente se requiere es
el consentimiento de las partes para que produzca todos sus efectos. Es por ello que una vez
manifestada la voluntad, cualquiera de los contratantes puede exigir que el otro cumpla con su
obligación incluso en la vía judicial.
El Código Civil previene, en su artículo 2250, que si el precio de la cosa vendida se ha de pagar parte
en dinero y parte con el valor de otra cosa, en este caso será de venta; pero si en el contrato la parte
en numerario fuera inferior, el contrato será de permuta (la permuta es un contrato en que las partes
se entregarán una cosa a cambio de otra, sin que ninguna de las dos sea en dinero).
Así también, los contratantes pueden convenir que el precio sea el que corra en día o lugar
determinados o al que fije un tercero (artículo 2251 del CC). Lo cual se encuentra íntimamente
relacionado con el artículo 2252 que determina la obligación de los contratantes de respetar el precio
fijado por el tercero.
Traslativo de dominio: Habrá compraventa cuando uno de los contratantes obligue a transferir la
propiedad de una cosa o de un derecho.
Principal: No depende de ningún otro contrato.
Bilateral: Produce derechos y obligaciones recíprocos.
Oneroso: El vendedor transmite la propiedad como una obligación a su cargo y, por su parte, el
comprador recibe un provecho, cuando se le transmite el dominio de una cosa mediante el pago
correspondiente.
Conmutativo: Desde la celebración del contrato, las partes pueden precisar el monto de las
prestaciones, siempre y cuando se celebre sobre cosas ciertas y determinadas.
Aleatorio: Excepcionalmente es aleatorio cuando la garantía de las prestaciones no sea cierta y
determinada, al depender de un hecho futuro e incierto, como es el caso de la compraventa de
esperanza o de cosa futura.
Consensual: Es perfecta cuando se ha convenido sobre la cosa y el precio aunque la primera no
haya sido entregada ni el segundo satisfecho. Se perfecciona por el simple consentimiento de las
partes, excepto cuando recae sobre un inmueble en el que debe cumplirse con la forma
establecida por la ley.
Permuta
El Código Civil define al contrato de permuta como aquél mediante el cual cada uno de los
contratantes se obliga a dar una cosa por otra; remite a lo dispuesto por el artículo 2250 para
diferenciarlo del contrato de venta que ya hemos comentado (artículo 2327 del CC).
El Código Civil previene en su artículo 2329 que para el caso de que el permutante
sufra evicción (privación en todo o en parte de la cosa adquirida), tiene derecho a
reivindicar la que dio, si se haya aún en poder de otro permutante, también podrá
exigir el valor de la cosa que se le hubiere dado en cambio y en ambos casos con el
pago de daños y perjuicios. La reivindicación no perjudica los derechos que a título
oneroso haya adquirido un tercero de buena fe sobre la cosa que reclame el que sufrió
la evicción (artículo 2330 del CC).
El Código Civil en su artículo final sobre el contrato de permuta dispone que, con excepción de lo
relativo al precio, son aplicables a este contrato las reglas de la compraventa, en cuanto no se
opongan a los anteriores artículos que regulan el mandato (artículo 2331 del CC).
Donación
Es un contrato gratuito. Se trata de un acto de magnanimidad que realiza el donante a favor del
donatario, puesto que el donante no recibe a cambio ninguna otra contraprestación del donatario. Sin
embargo, hay donaciones onerosas, en virtud de que se le imponen ciertas contraprestaciones o
gravámenes al donatario, sólo se considera donado el exceso que hubiere el precio de la cosa,
después de deducir el valor de las cargas respectivas que se imponen (artículo 2337 del CC).
Recae sobre una parte o la totalidad de sus bienes presentes. En caso de que una persona decidiera
donar la totalidad de sus bienes, el Código determina que es nula dicha donación, si éste no se
reserva en propiedad o en usufructo lo necesario para vivir según sus circunstancias (artículo 2347).
No obstante que nuestra legislación permite la donación de todos los bienes del donante, deja a salvo
también los derechos de los acreedores del donante, pues en este caso, el donatario será responsable
de todas las deudas del donante, por supuesto, anteriormente contraídas pero sólo hasta la cantidad
concurrente con los bienes donados y siempre que las deudas tengan fecha auténtica.
No puede comprender los bienes futuros (artículo 2333 del CC). En efecto, esto se explica en virtud de
que el donante pudiera transmitir bienes o derechos que no existan, en el momento de contraer la
obligación y daría lugar a incertidumbre y confusión sobre los derechos y obligaciones, tanto del
donante como del donatario, en caso de una donación onerosa.
Es importante advertir que el donatario debe aceptar dicha transmisión en vida del
donante (artículo 2338 del CC). Efectivamente, las donaciones sólo pueden tener lugar
entre vivos y no pueden revocarse si no en los casos declarados en la ley. Es de
mencionar que si al tiempo de la aceptación hubiera fallecido el proponente sin que el
aceptante fuera sabedor de su muerte, quedarán los herederos de aquél obligados a
sostener su contrato (artículo 1809 del CC).
Los no nacidos pueden adquirir por donación siempre y cuando hayan sido concebidos al tiempo que
aquélla se hizo y deben ser viables, conforme a lo dispuesto por el artículo 2357 del CC.
Las donaciones hechas simulando otro contrato a personas que conforme a la ley no puedan recibirlas
son nulas, ya se hagan de un modo directo, ya por interpósita persona (artículo 2358 del CC).
Las donaciones legamente hechas por una persona que al tiempo de otorgarlas no tenía hijos, pueden
ser revocadas por el donante, cuando le hayan sobrevenido hijos que hayan nacido con todas las
condiciones que sobre viabilidad exige el artículo 337 del CC. En caso de que transcurran 5 años
desde que se hizo la donación y el donante no ha tenido hijos o habiéndolos tenido, no ha revocado la
donación, ésta se volverá irrevocable. Lo mismo sucede si el donante muere dentro de ese plazo de
cinco años sin haberla revocado. Así también, si dentro del mencionado plazo naciera un hijo póstumo
del donante, la donación se tendrá por revocada en su totalidad (artículo 2359 del CC).
En la misma forma, las donaciones pueden ser revocadas por la ingratitud del donatario, en caso de
que el donatario cometa algún delito contra la persona, la honra o los bienes del donante o de los
ascendientes, descendientes o cónyuge de éste o en el caso de que el donatario rehúse a socorrer
Mutuo
El mutuo es un contrato por el cual el mutuante se obliga a transferir la propiedad de una suma de
dinero o de otras cosas fungibles al mutuatario, quien se obliga a devolver otro tanto de la misma
especie y calidad. De esta definición contenida en el artículo 2384 del CC, se deriva la siguiente
clasificación:
El contrato de mutuo puede ser de naturaleza civil o mercantil, esto de acuerdo con la
legislación que lo regule, ya sea el Código Civil Federal o el Código de Comercio. Es
civil cuando las cosas prestadas no se destinan a actos de comercio y los contratantes
no son comerciantes. Es mercantil cuando el préstamo se presume que es entre
comerciantes (artículo 358 del Código de Comercio).
Arrendamiento
El Código Civil conceptualiza al contrato de arrendamiento como en el que las partes contratantes se
obligan recíprocamente, una a conceder el uso o goce temporal de una cosa y la otra a pagar por ese
uso o goce un precio cierto (artículo 2398 del CC). Se presentan a continuación sus características.
En caso de arrendamientos por tiempo indeterminado, deberán las partes contratantes avisar por
escrito a la otra, de manera fehaciente, con treinta días hábiles de anticipación, si el predio es urbano y
con un año si es rústico, de comercio y de industria (artículo 2478 del CC).
En caso de subarriendo de la cosa arrendada, el arrendatario no lo puede hacer sin consentimiento del
arrendador y en ese caso responderá de los daños y perjuicios (artículo 2480 del CC).
Por otra parte, el arrendamiento termina por las siguientes causas (artículo 2483 del CC).
I. Por haberse cumplido el plazo fijado en el contrato o por la ley, o por estar satisfecho el objeto para
que la cosa fue arrendada.
II. Por convenio expreso.
III. Por nulidad.
IV. Por rescisión.
V. Por confusión.
VI. Por pérdida o destrucción total de la cosa arrendada, por caso fortuito o fuerza mayor.
VII. Por expropiación de la cosa arrendada hecha por causa de utilidad pública.
VIII. Por evicción de la cosa dada en arrendamiento.
Comodato
El comodato es un contrato por el cual uno de los contratantes se obliga a conceder gratuitamente el
uso de una cosa no fungible (comodante) y el otro contrae la obligación de restituirla individualmente
(comodatario) (artículo 2497 del CC). Sus características son las siguientes:
Es traslativo de uso: En razón de que únicamente se traslada el uso y no otro derecho, por que
inclusive el comodatario no tiene derecho a los frutos y accesiones de la cosa prestada (artículo
2501 del CC).
Es principal: No depende de ningún otro contrato.
Es bilateral: El comodante concede el uso de la cosa y el comodatario debe restituir la cosa
individualmente.
Es obligación del comodatario, la conservación de la cosa en las condiciones en las que fue prestada,
pero tiene derecho a exigir al dueño los gastos por concepto de mantenimiento. Asimismo, el
comodante puede exigir, si no se ha terminado el plazo del préstamo, la devolución de la cosa cuando
así le pareciere. El comodato termina por la muerte del comodatario (artículo 2515 del CC).
Depósito y secuestro
El contrato de depósito es en el cual el depositario se obliga hacia el depositante a recibir una cosa,
mueble o inmueble que aquél le confíe, así como a guardarla para restituirla cuando la pida el
depositante (artículo 2516 del C.C.). Sus características son las siguientes:
Es de advertir que el depositario responde de los daños y perjuicios que las cosas depositadas
sufrieren por su malicia o negligencia (artículo 2522 del CC).
Convencional: Cuando los litigantes depositan la cosa litigiosa en poder de un tercero, que se
obliga a entregarla, concluido el juicio, que conforme a la sentencia tenga derecho (artículo 2541
del CC). El encargado del secuestro convencional no puede libertarse de él, hasta concluido el
juicio, requiere el consentimiento de todas las partes interesadas o por una causa que el juez
declare legítima (artículo 2542 CC):
Judicial: Es el que se constituye por decreto del juez (artículo 2544 del CC). Se rige por las
disposiciones del Código de Procedimientos Civiles y en su defecto por las mismas del secuestro
convencional (artículo 2545 del CC). En efecto, el Código de Procedimiento Civiles dispone en su
artículo 543 que: “De todo secuestro se tendrá como depositario a la persona que bajo su
responsabilidad nombre el acreedor, pudiendo ser el mismo o el deudor mediante el formal
inventario”.
Mandato
Es el contrato mediante el cual el mandatario se obliga a ejecutar por cuenta del mandante los actos
jurídicos que éste le encarga (artículo 2546 del CC). Sus características son las siguientes:
Por otra parte el mandatario está obligado en el desempeño de su encargo a sujetarse a las
instrucciones recibidas del mandante, y en ningún caso podrá proceder contra disposiciones expresas
del mismo (artículo 2562 del CC). En lo no previsto, el mandatario siempre deberá consultarle al
mandante; pero si esto no fuera posible, deberá actuar con buen sentido y prudencia, como si se
tratara de un negocio propio (artículo 2563 del CC).
El mandatario está obligado a dar oportunamente noticia al mandante de todos los hechos o
circunstancias que puedan determinarlo a revocar o modificar el encargo. Asimismo, debe dársela sin
demora de la ejecución de dicho encargo (artículo 2566 del CC). El mandatario está obligado a dar al
mandante cuentas exactas de su administración, conforme al convenio si lo hubiere. No habiéndolo,
cuando el mandante lo pida y en todo caso al fin del contrato (artículo 2569 del CC).
Actos de dominio: Se encuentran regulados en el párrafo tercero del artículo 2554 del CC, que
dispone que bastará que se den con ese carácter para que el apoderado tenga todas las
facultades de dueño.
Actos de administración: El mismo artículo, en su segundo párrafo, previene que los poderes
generales para administrar, bastará que se den con ese carácter más no de enajenarlos.
Pleitos y cobranzas: El primer párrafo del propio artículo 2554 determina que en todos los poderes
para pleitos y cobranzas bastará que se diga que se otorga con todas las facultades generales y
las cláusulas especiales que requieran cláusula especial conforme a la ley, para que se entiendan
conferidos sin limitación alguna.
Según el tipo de mandato o del interés del acto jurídico que se pide realizar, el mandato puede
hacerse consensualmente, por escrito privado o mediante escritura pública, en este caso, si es general
o implica una cantidad superior a la que fije la norma. O bien, si la norma prescribe que debe otorgarse
en escritura pública debido a su naturaleza. Por otra parte, el mandato termina conforme a lo señalado
en el artículo 2595 del CC que señala lo siguiente:
El contrato de prestación de servicios es aquél por el cual un sujeto llamado prestador se obliga a
realizar un servicio a favor de otro llamado cliente, a cambio del pago de unos honorarios. El objeto del
contrato es prestar un servicio (prestación de hacer), que es lo que se obliga el prestador a favor del
cliente. El honorario consiste en la retribución que el cliente debe pagar al prestador en
contraprestación de dichos servicios, lo cual normalmente es en dinero, aunque también se podría
pactar con cualquier bien, fijado de común acuerdo (artículo 2606 del CC).
En caso de que no hubiera habido convenio, los honorarios se regularán de acuerdo con las
costumbres del lugar, o bien, a la importancia de los trabajos prestados o a la reputación profesional
que tenga adquirida el que lo ha prestado, pero si los servicios prestados estuvieran regulados por
arancel, éste servirá de norma para fijar el importe de los honorarios reclamados (artículo 2607 del
CC). Las características de este tipo de contrato son las siguientes:
Se debe advertir que las personas que no tenga el título correspondiente exigido por
la ley, no tendrán derecho a cobrar retribución, por los servicios profesionales que
haya prestado, además de incurrir en las penas respectivas. Por ejemplo, el caso
del delito de usurpación de profesión (artículo 323 del Código Penal para el Distrito
Federal).
Aunque no está regulado por nuestro Código Civil se deben tomar en cuenta las causales de
terminación de otros contratos, como pueden ser las voluntad de las partes contratantes, la conclusión
del negocio, por muerte del profesionista, por recisión o nulidad del contrato y por sentencia judicial.
Hospedaje
El contrato de hospedaje tiene lugar cuando alguno presta a otro albergue, mediante la retribución
convenida, comprendiéndose o no según se estipule los alimentos y demás gastos que origina el
hospedaje (artículo 2666 del CC). El uso común en nuestro país es llamar al que presta el servicio
hotelero o posadero, y al que recibe los servicios huésped o viajero. Sus características son las
siguientes:
Es principal: Tiene vida propia y no guarda dependencia con ningún otro contrato.
Es bilateral: Porque el huésped se obliga a pagar el precio del hospedaje y, por su parte, el
hotelero a proporcionar los servicios a los que se obliga.
Es oneroso: El servicio siempre tiene un costo.
Es consensual: Se perfecciona por el simple consentimiento de las partes y no requiere de
formalidad alguna.
Es de tracto sucesivo: La prestación del servicio de hospedaje, necesariamente se da en el tiempo
de duración de acuerdo a las necesidades del huésped.
Por el vencimiento del término convenido o por convenio de las partes antes del término fijado o por
recisión en caso de incumplimiento.
La asociación se establece cuando varios individuos convinieren en reunirse, de manera que no sea
enteramente transitoria, para realizar un fin común que no esté prohibido por la ley y que no tenga un
propósito preponderantemente económico (artículo 2670 del CC), tal como los fines de carácter
científico, cultural, deportivo, humanístico, social, entre otros. Al no tienen un carácter eminentemente
económico, significa que los asociados pueden aportar una cierta cantidad para la subsistencia de la
asociación, pero de ninguna manera con fines de lucro.
En cuanto a la Sociedad Civil, el artículo 2668 del CC prescribe que los socios se obligan mutuamente
a combinar sus recursos o sus esfuerzos para la realización de un fin común, pero que no constituye
una especulación comercial. Si bien, persiguen finalidades preponderantemente económicas, éstas no
constituyen una especulación comercial.
Contrato plurilateral y por excepción bilateral: Porque dos o más personas pueden constituir una
asociación o una sociedad.
Oneroso: Porque tanto la asociación como la sociedad requieren de recursos económicos para
constituirse y desarrollar su objeto.
Conmutativo: En tanto se constituye por el consentimiento de los asociados o de los socios.
Formal: Se da por escrito y generalmente ante el Registro Público de la Propiedad.
De tracto sucesivo: Su objeto se desarrolla en el tiempo.
Juego y apuesta
Contrato aleatorio en el cual el beneficio o la pérdida de las partes dependen del resultado favorable o
adverso de una actividad que se desarrolla entre ellas, con fines de distracción o ganancia, o, más
frecuentemente, con ambos fines a la vez (De Pina, 1984).
Contrato en virtud del cual dos o más personas convienen, recíprocamente, en realizar una determinada
prestación a favor de aquélla que en relación con un hecho, cuestión u opinión, que sea objeto de
discusión, entre ellas lo que resulte ser cierto o exacto (artículos 2764 a 2773 del CC). Este contrato,
como el de juego, pertenece a la clase de los aleatorios (De Pina, 1984).
La diferencia entre ambos es que en el juego participan las partes e influye su preparación o
capacidad en el resultado; por su parte, en la apuesta no influye la destreza o voluntad de las partes
en su resultado, si no la realización de un hecho incierto. Por otra parte, las características del juego y
la apuesta son las siguientes:
Son principales.
Son aleatorios: En función de que la prestación debida depende de un acontecimiento futuro
incierto.
Son bilaterales: Las partes se obligan recíprocamente.
Son onerosos: Si fueran gratuitos, no revestirían ningún interés.
Son consensuales: No requiere de formalidad alguna.
Es de comentar que en los últimos años, en México se han multiplicado los casinos
en los que se apuesta en máquinas electrónicas, que son autorizados por la
Secretaría de Gobernación, a través, de su Dirección General de Juegos y Sorteos.
Renta vitalicia
…es un contrato aleatorio, por el cual el deudor se obliga a pagar periódicamente una pensión durante la
vida de una o más personas determinadas, mediante la entrega de una cantidad de dinero o de una cosa
mueble o raíz estimadas, cuyo dominio se le transfiere desde luego.
El artículo 2778 previene que la renta vitalicia solamente se extingue con la muerte
del pensionista.
Compra de esperanza
El Código Civil define al contrato de esperanza como aquél que tiene por objeto adquirir, por una
cantidad determinada, los frutos que una cosa produzca, en el tiempo fijado, tomando el comprador
para sí, el riesgo de que esos frutos no lleguen a existir, o bien, los productos inciertos de un hecho
que puedan estimarse en dinero (artículo 2792 del CC). El vendedor tiene derecho al precio, aunque
no lleguen a existir los frutos o productos comprados. Sus características son las siguientes:
De la fianza
El Código Civil determina que la fianza es un contrato por el cual una persona se compromete con el
acreedor a pagar por el deudor si éste no lo hace (artículo 2794 del CC). Sus características son las
siguientes:
La obligación del fiador se extingue al mismo tiempo que la del deudor y por las
mismas causas que las demás obligaciones (artículo 2842 del CC).
De la prenda
El artículo 2856 del CCDF dice: “La prenda es un derecho real constituido sobre un bien mueble
enajenable, para garantizar el cumplimiento de una obligación y su preferencia en el pago”. Sus
características son las siguientes:
Es de garantía: Se trata de una garantía real, que tiene por objeto que el acreedor tenga la certeza
del cumplimiento de la obligación y, en caso contrario, podrá vender la cosa.
Es accesorio: Depende de la obligación principal, que es la deuda.
Es bilateral: Genera derechos y obligaciones para ambas partes.
Es formal: Debe constar por escrito (artículo 2860 del CC).
Es real: Para que se tenga por constituida la prenda, deberá ser entregada al acreedor, real o
jurídicamente.
Es oneroso: Se producen derechos y gravámenes recíprocos.
Con el pago que extingue el crédito, también se extingue la obligación prendaria, la cual deberá
devolver el acreedor al deudor (artículo 2891 del CC).
De la hipoteca
La hipoteca es una garantía real, sobre bienes que no se entregan al acreedor y que dan derecho a
éste. En caso de incumplimiento de la obligación garantizada, debe ser pagado con el valor de los
bienes, en el grado de preferencia establecido por la ley (artículo 2893 del CC). Sus características
son las siguientes:
Transacción
Es un contrato por el cual las partes, haciéndose recíprocas concesiones, terminan una controversia
presente o previenen una futura. Sus características son las siguientes:
Finalmente, las transacciones deben interpretarse estrictamente y sus cláusulas son indivisibles, a
menos que otras cosas convengan las partes (artículo 2962 del CC). En efecto debe estarse a la letra
de las cláusulas si no existe duda sobre el fondo de la transacción.
Cierre
Cierre
Fuente: Flaticon
La presente sesión ha sido, sin lugar a dudas, una de las más complejas y largas por lo que hace a
conceptos y asimilación de relaciones entre éstos. No obstante lo anterior, es de señalarse que dada
la multiplicidad de manifestaciones que puede llegar a tener la autonomía de la voluntad en las formas
de contratación, no es de extrañarse la creación de contratos atípicos, los cuales en efecto se
presentan en un sinnúmero de ocasiones, derivados de la rapidez con que las relaciones jurídicas en
la vida práctica se desenvuelven.
Fuentes de consulta
Fuentes de consulta
Fuente: Flaticon
Adame Goddard, Jorge. (enero-diciembre, 1994). Las reglas de interpretación de los contratos en
las sentencias de la Suprema Corte de Justicia. Revista de Derecho Privado, vol.5, 3- 11.
Recuperado de: https://revistas-colaboracion.juridicas.unam.mx/index.php/rev-derecho-
privado/issue/view/1224
Legislación
Módulo 9
Obligaciones civiles y mercantiles, títulos
y operaciones de crédito
Unidad 3
Contratos, títulos y operaciones de
crédito
Sesión 5
Contratos mercantiles
Texto de apoyo
Índice
Presentación .......................................................................................................................................... 3
Fuentes de las obligaciones mercantiles ................................................................................................ 4
Ley mercantil ...................................................................................................................................... 4
La jurisprudencia ................................................................................................................................ 6
Usos y costumbres ............................................................................................................................. 6
La doctrina ......................................................................................................................................... 7
La federalidad de las leyes mercantiles .............................................................................................. 8
Las obligaciones mercantiles internacionales ..................................................................................... 9
Acto de comercio.............................................................................................................................. 10
El contrato como fuente de las obligaciones mercantiles .................................................................. 11
Clasificación de los contratos mercantiles ........................................................................................ 12
Tipos de contratos mercantiles ............................................................................................................ 13
Contratos mercantiles más usuales .................................................................................................. 13
Compraventa en general y especiales .......................................................................................... 13
Autofinanciamiento ....................................................................................................................... 15
El depósito mercantil..................................................................................................................... 16
El préstamo mercantil ................................................................................................................... 16
La permuta mercantil .................................................................................................................... 17
Cesión de créditos comerciales .................................................................................................... 18
Consignación mercantil ................................................................................................................. 18
El transporte mercantil .................................................................................................................. 19
El arrendamiento financiero .......................................................................................................... 21
El fideicomiso................................................................................................................................ 22
La comisión mercantil ................................................................................................................... 23
Comercio electrónico .................................................................................................................... 23
Suministro y suscripción ............................................................................................................... 25
Suscripción ................................................................................................................................... 25
El contrato de seguro .................................................................................................................... 26
Formalidades, cumplimiento e incumplimiento en los contratos mercantiles ........................................ 27
Perfeccionamiento de los contratos mercantiles ............................................................................... 27
Perfeccionamiento de los contratos mercantiles entre ausentes ...................................................... 28
De la capacidad mercantil ................................................................................................................ 29
Contratos mercantiles celebrados ante corredor público .................................................................. 29
Cumplimiento ................................................................................................................................ 29
Lugar de pago............................................................................................................................... 30
Incumplimiento.............................................................................................................................. 30
Teoría de la imprevisión ................................................................................................................ 31
Interés legal .................................................................................................................................. 31
Cierre ................................................................................................................................................... 32
Fuentes de consulta............................................................................................................................. 32
Presentación
Contratos mercantiles
Fuente: http://bit.ly/2o58AOr
Como estudiaste en la sesión 4, el acuerdo de voluntades por medio del contrato es una de las formas
en las que por excelencia nace la obligación entre las partes, lo cual es común tanto en materia civil
como mercantil. Sin embargo, entre éstas se guardan determinadas diferencias producto de la
naturaleza de su derecho, por ello, en esta sesión te darás a la tarea de distinguir tales diferencias,
partiendo de la comprensión de la materia mercantil.
Conforme a lo estudiado hasta el momento en la licenciatura, las fuentes del Derecho son las diversas
formas en la que éste se desenvuelve; son fundamento, principio y origen de las normas jurídicas.
Particularmente, las fuentes del Derecho Mercantil (de las que también se desprenden sus
obligaciones), son las siguientes:
La ley mercantil
La jurisprudencia
Fuentes del Derecho Mercantil
Usos y costumbres
La doctrina
Ley mercantil
Como se puede observar, el Código de Comercio data del siglo antepasado y el legislador, en lugar de
modificarlo o adicionarlo, optó por incluir, en leyes complementarias, todos los fenómenos económicos
que en la dinámica del desarrollo social fueron surgiendo.
Ahora bien, por lo que hace a la supletoriedad de la norma, debe observarse lo dispuesto por el
artículo 2º del Código de Comercio (CCo), que a la letra establece: “A falta de disposiciones de este
ordenamiento y las demás leyes mercantiles, serán aplicables a los actos de comercio los del derecho
común contenidos en el Código Civil aplicado en materia federal”; y el artículo 1054 del mismo cuerpo
de leyes dice que: “A falta de convenio entre las partes interesadas y de disposiciones legales se
aplicará la ley de procedimientos local respectiva”.
Finalmente, el artículo 14 constitucional previene en su último párrafo que en los juicios del orden civil
(se deben entender incluidos los mercantiles), la sentencia definitiva será conforme a la letra o a la
interpretación jurídica de la ley (jurisprudencia) y, a la falta de ésta, se fundará en los principios
generales del derecho (la justicia y la equidad).
La jurisprudencia
…el criterio de interpretación judicial de las normas jurídicas del Estado que prevalece en las soluciones
de un Tribunal Supremo y se inspira en el propósito de obtener una interpretación uniforme del Derecho
(1996:142).
Usos y costumbres
Por una parte, la costumbre es el modo original de manifestación de la voluntad social, constante y
uniforme por todos aquellos que intervienen en la actividad mercantil. Se requiere que la repetición se
efectúe con el convencimiento de que tal conducta es obligatoria. Por otra lado, sobre los usos
aplicados al Derecho Mercantil, tenemos lo siguiente:
Uso comercial. Así se denominan las reglas generalmente admitidas entre comerciantes para la
realización de ciertos actos mercantiles, que han sido impuestas por la costumbre del tráfico mercantil.
En todo caso, no debe admitirse la aplicación de costumbres contrarias a las disposiciones expresas de
la ley, ni las que se funden en actos ilícitos o contrarios a los principios del orden público (Quevedo,
2008:10).
El Código de Comercio vigente establece esa aplicación en sus artículos 280 y 1132,
fracción IV, así como los artículos 304 y 333 referida a los usos. Nuestra legislación
considera los términos usos y costumbres como equivalentes.
La doctrina
…conjunto de opiniones de los autores y tratadistas del derecho, quienes fundados en los principios
lógicos que se desprenden de toda la legislación positiva, constituyen los principios del derecho.
La doctrina es el conjunto de las producciones debidas a la ciencia jurídica, en tanto esos trabajos
tengan por objeto exponer el derecho o interpretarlo.
Sentido lato: Es la opinión y racional compartida por uno o más jurisconsultos sobre un punto
controvertido de derecho que suple la omisión de la ley.
Sentido estricto: Significa la jurisprudencia del Tribunal Superior de Justicia (Quevedo, 2008:11).
Es de hacer notar que el Código de Comercio no contempla como fuente de las obligaciones a la
costumbre, aunque otros ordenamientos de carácter comercial sí lo hacen, tal como la Ley General de
Títulos y Operaciones de Crédito, la Ley de Concursos Mercantiles, la Ley de Instituciones de Crédito,
la Ley de Fondos de Inversión y la Ley del Mercado de Valores, entre otras.
En especial, la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito, artículo 2, fracción III, se refiere a los
usos bancarios mercantiles, ante lo cual la costumbre se reconoce como fuente de la obligación, al
pertenecer de manera expresa a la legislación, por lo que es de observarse en el estudio
particularizado de cada una de las leyes si es que se hace mención expresa o no al reconocimiento de
la costumbre.
Para legislar en toda la República sobre hidrocarburos, minería, sustancias químicas, explosivos,
pirotecnia, industria cinematográfica, comercio, juegos con apuestas y sorteos, intermediación y servicios
financieros, energía eléctrica y nuclear y para expedir las leyes del trabajo reglamentarias del artículo
123.
Por otra parte, en la praxis, se estila elegir la competencia del órgano jurisdiccional federal o local,
tanto por la eficiencia como eficacia de los tribunales federales. En ocasiones si se trata de la misma
jurisdicción, únicamente se elige por la cercanía, ya que se encuentra más cerca un juzgado que otro.
Esto aplica siempre y cuando factores tales como la cuantía y el domicilio lo permitan. Igualmente, si
los juzgados locales de primera instancia conocen de los asuntos mercantiles, deberán aplicar las
leyes federales en materia mercantil.
Sin embargo, cuando la obligación mercantil no se origina dentro de las convenciones comerciales
normalizadas por la ley o las relaciones establecidas entre comerciantes bajo la lex mercatoria y, en
cambio, se encuentra en una posición intermedia como organismo intergubernamental, su regimiento
se basa en las llamadas leyes modelo o leyes tipo, como la de Arbitraje Comercial Internacional
(adoptada por las Naciones Unidas, a través, de su área jurídica), la Convención sobre los Contratos
de Compraventa Internacional de Mercaderías (CNUDMI) y los principios de UNIDROIT sobre los
contratos mercantiles internacionales, que aspiran a aplicarse forzosamente (Díaz, 2002).
Las leyes tipo son aquellas que se aplican de manera forzosa, tal como se indica en
el párrafo anterior.
Continúa diciendo Díaz (2002) que, independientemente de la valía de estos trabajos legislativos, se
trata de meras recomendaciones que, incorporadas por los Estados a sus legislaciones domésticas o
voluntariamente adoptadas por las partes de un contrato, llegan a erigirse en fuentes de obligaciones
mercantiles.
El papel que desempeñan los tratados internacionales no llega a lograr la operatividad absoluta, pues
siempre se encuentra con el principio de soberanía de los Estados, o bien, de la legislación doméstica,
toda vez que no se puede contravenir, en nuestro caso, a la Constitución.
Acto de comercio
Debemos entender que el comercio es una actividad esencial y exclusivamente humana, que consiste
en la intermediación, en la producción y en el cambio, de bienes y de servicios con destino al mercado
general y que se presumen mercantiles por ser ejecutados por comerciantes (intermediarios entre el
productor y el consumidor).
En cuanto al término acto de comercio, no existe un concepto definitivo, ante la imposibilidad de reunir
en un concepto unitario la multiplicidad de actos que los diversos ordenamientos califican de
comerciales, por lo que los doctrinarios se inclinan a la circunstancia de que el acto de comercio no
puede ser definido y que el jurista debe sólo analizar aquellos actos que la ley califica de comerciales.
Lo anterior se deriva de que en nuestro país algunos actos son mercantiles, pero en otros países no lo
son, como es el caso del fideicomiso (que en México es mercantil y no lo es siempre en los países
anglosajones). Por otra parte, en algunos países como Italia y Suiza se ha eliminado la distinción entre
negocios jurídicos civiles y comerciales, para darle un tratamiento unitario.
No obstante la imposibilidad de reunir un concepto unitario del acto de comercio, hay que destacar dos
criterios para la aproximación hacia la conceptualización de esta figura jurídica:
Objetivo: Considera que son actos de comercio los que realiza un comerciante.
Subjetivo: La naturaleza del acto determina si es comercial o no.
Del artículo 75, las fracciones V, VI, VII, VIII, IX, X, XI, XXI y XXII, adoptan el criterio
subjetivo para determinar si un acto es de comercio, la XX, adopta dos criterios,
mientras que el resto se inscribe en el criterio objetivo.
No son actos de comercio la compra de artículos o mercaderías que para su uso o consumo, o los de su
familia, hagan los comerciantes: ni las reventas hechas por obreros, cuando ellas fueren consecuencia
natural de la práctica de su oficio.
En función de lo anterior, estos actos son actos civiles que se encuentran regulados por los Códigos
Civiles de los estados y de la Ciudad de México.
En el contrato mercantil se reproducen los elementos de existencia y de validez que estudiaste en los
contratos civiles y constituyen la fuente por excelencia de las obligaciones mercantiles.
En las convenciones mercantiles cada uno se obliga en la manera y términos que aparezca que quiso
obligarse, sin que la validez del acto comercial dependa de la observancia de formalidades o requisitos
determinados.
Onerosos: En los contratos en que las partes estipulan provechos y gravámenes recíprocos.
Gratuitos: Cuando el provecho es únicamente de una sola de las partes.
Conmutativos: En los que las prestaciones que se deben las partes son ciertas desde que
celebran el contrato, por lo que pueden las partes apreciar de manera inmediata el beneficio o
pérdida que éste les cause.
Aleatorio: Cuando la prestación debida depende de un acontecimiento incierto, que hace que no
sea posible la evaluación de la ganancia o pérdida, sino hasta que ese acontecimiento se realice.
Esto ocurre generalmente con algunas especias y granos, como arroz, frijol e
incluso el propio café, ya que en todos ellos existen calidades dependientes de la
región y la cosecha, por lo que sería muy difícil que mientras no sean examinadas
no pueda llevarse a cabo y quedar perfeccionado dicho contrato, pues en una
imagen –como fotografía enviada vía impresa o electrónica– no se puede apreciar
de manera determinante dicha calidad, sino hasta que el “experto” lo determina
estando en el lugar o recibiendo una muestra de la misma, que generalmente ocurre
en el lugar de la compra.
Objeto: La venta requiere la existencia de una cosa. Si la cosa no existe antes de la celebración
del contrato, la venta es inexistente por falta de objeto. La compraventa mercantil puede tener por
objeto tanto bienes muebles como bienes inmuebles e, igual que en el Código Civil, el vendedor
debe ser propietario de la cosa que vende, pues la venta de cosa ajena es nula. Por lo tanto,
debemos entender que el objeto del contrato es la obligación y el objeto de ésta es la prestación,
que puede consistir en dar, hacer y no hacer. La cosa objeto de una obligación debe existir en la
naturaleza, ser determinada o determinable en cuanto a su especie y estar en el comercio. Por
otra parte, debe ser posible y lícito (artículo 77 del Código de Comercio).
Forma: La forma es indispensable para la existencia del contrato cuando así lo exija la ley. La
regla general es que en las convenciones mercantiles, cada uno se obliga en la manera y términos
que quiso obligarse, como ya se mencionó al citar el artículo 78 del Código de Comercio.
Los contratos que obligadamente deben constar en escritura pública son, por
ejemplo, la constitución de sociedades mercantiles, que debe otorgarse ante Notario
Público y ser inscrita ante el Registro Público de la Propiedad y del Comercio.
Los contratos celebrados en el extranjero, en los que la ley exige escrituras, formas
o solemnidades determinadas para su validez, deben ser reconocidos por el derecho
mexicano.
Autofinanciamiento
Para que una sociedad mercantil obtenga la autorización por parte de la Secretaría de Economía,
deberá tener como objeto social de la misma la adquisición de bienes muebles nuevos, inmuebles
destinados a la habitación o a su uso, como locales comerciales, mediante procedimientos de sorteo,
subasta y de adjudicación directa.
Se trata de un contrato mercantil porque requiere ser administrado por una sociedad mercantil, que
provee los bienes y servicios o funge como intermediario entre el proveedor y los consumidores. Es un
contrato de adhesión, en función de que requiere un registro previo ante PROFECO, no se considera
un contrato formal, ya que el documento que contiene las cláusulas, desempeña solamente un papel
probatorio. Este contrato es principal, oneroso, conmutativo y de tracto sucesivo, pues requiere de
cierto tiempo para cumplir su objeto.
El autofinanciamiento de automóviles.
El depósito mercantil
El artículo 332 del Código de Comercio regula el contrato de depósito mercantil, para el caso de que
las cosas depositadas sean objeto de comercio o si se hace a consecuencia de una operación
mercantil. Es un contrato real, pues se perfecciona con la entrega al depositario de la cosa depositada
y necesariamente es oneroso, pues el depositario tiene derecho a exigir retribución por el depósito, ya
sea la estipulada en el contrato o la que se fije según los usos de la plaza en que se constituyó el
depósito; no obstante, puede ser gratuito si así se estipula expresamente. El depositario tiene dos
obligaciones fundamentales:
Es un contrato consensual, aunque normalmente se realiza por escrito, por inventario si es necesario y
se fija el tiempo de vigencia.
Paco le da en depósito a Toño 500 quintales de café, los cuales Toño está obligado
a guardar, cuidar y tomar las medidas necesarias para que el producto se conserve.
Paco, por su parte, está obligado a pagar a cambio la cantidad de 5 mil pesos por el
tiempo de duración pactado en el contrato.
El préstamo mercantil
El Código de Comercio regula el préstamo mercantil en su artículo 358 y precisa que tiene este
carácter cuando se contrae en el concepto y con expresión de que las cosas prestadas se destinen a
actos de comercio y no para necesidades ajenas de éste. Por lo tanto, previene que se presume
mercantil cuando el préstamo que se contrae es entre comerciantes.
El préstamo mercantil, como el mutuo civil, puede ser gratuito u oneroso. Cuando es oneroso, la
retribución que el deudor paga al acreedor, por disposición de la cosa prestada, recibe el nombre de
interés, mismo que puede ser en dinero o en géneros, pero debe constar precisamente por escrito.
Es importante advertir que de conformidad con el artículo 363 del Código de Comercio, los intereses
vencidos y no pagados no devengaran intereses. Sin embargo, los contratantes podrán capitalizarlos,
a esta figura se le llama anatocismo y se reputa en perjuicio del deudor, pero sólo pueden ser
capitalizados en virtud de pacto expreso (artículo 363 del Código de Comercio).
Las entregas a cuenta, cuando su aplicación no está expresada, si es a capital o a intereses, deben
aplicarse en primer término, al pago de intereses, por orden de vencimiento y después al capital
(artículo 364 del Código de Comercio).
La permuta mercantil
En el capítulo segundo del título sexto, el artículo 388 del CCo remite al contrato de permutas
mercantiles, a las disposiciones relativas al contrato de compraventa. Aunque únicamente el legislador
dedicó un solo artículo a la permuta mercantil, cabe decir que ha vuelto a adquirir alguna importancia
en la vida económica, tratándose de las denominadas permutas financieras, a través de las cuales los
contratantes intercambian las obligaciones de pago nacidas, sobre todo, de contratos de préstamo.
Por gozar de valor patrimonial, los créditos son susceptibles de ser cedidos. La economía crediticia
actual es una economía basada en la cesión del crédito. En muchas ocasiones, al acreedor resulta
conveniente a sus intereses ceder los derechos de un crédito, por el que obtiene menor cantidad en la
venta, pero de manera inmediata, porque se trata de créditos que no se encuentran vencidos. Nuestro
Código de Comercio, regula las cesiones de crédito en los artículos 389, 390 y 391, precisando que los
créditos que no sean al portador ni endosables se transferirán por medio de cesión.
El acreedor no requiere, como lo estudiaste en contratos civiles, de la aceptación del deudor, por lo
que el Código previene que la cesión producirá sus efectos legales desde que le sea notificada ante
dos testigos (artículo 390 del CCo).
Asimismo, el cedente únicamente responde de la legitimidad del crédito y de la personalidad con que
hizo la cesión. Es decir no responde de la solvencia del deudor, salvo pacto en contrario (artículo 391
del CCo). Por lo tanto, el objeto de la cesión de derechos, consiste en la transmisión de la propiedad
de un crédito.
Consignación mercantil
El artículo 392 del Código de Comercio ofrece una definición de la naturaleza de este contrato y se
refiere a él afirmando que es el contrato por virtud del cual una persona denominada consignante,
transmite la disponibilidad y no la propiedad de uno o varios muebles, de una persona denominada
consignatario, para que le pague un precio por ellos en caso de venderlos, en el término establecido, o
se le restituya en caso de no hacerlo.
Este contrato encuentra una aplicación práctica, cuando al propietario le es difícil vender algún bien
mueble, como puede ser una obra de arte, que deja a consignación por determinado tiempo a una
galería, para que el propietario con la venta obtenga un provecho.
Con el auge de las tiendas departamentales, una forma que han encontrado sus
propietarios para cuidar la liquidez del negocio es celebrar contratos de
consignación con el proveedor, para diferir el pago inmediato y que el propio pago
se encuentre condicionado a la venta de los artículos.
Es un contrato real, pues las obligaciones del consignatario sólo surgen una vez que tiene a su
disposición la cosa. El consignante pierde la disponibilidad del bien, a favor del consignatario, quien
actúa en nombre y por cuenta propia, éste no está obligado a desplegar actividad alguna y tampoco
reporta la obligación de rendir cuentas de su actuación al consignante.
Es un contrato típico y autónomo por estar regulado en los textos legales y no debe confundirse con la
compraventa, porque hay que recordar que el consignante transmite la disponibilidad y no la propiedad
de los bienes muebles consignados. El artículo 394 del Código de Comercio determina que son
causas de terminación del contrato la ejecución total de las obligaciones, el vencimiento del plazo
pactado, la muerte de alguno de los contratantes y el incumplimiento de las obligaciones por
cualquiera de los otorgantes que, en sentido estricto, se puede considerar como una causal de
rescisión.
El transporte mercantil
El artículo 2646 del Código de Comercio lo define como: contrato por el cual alguno se obliga a
transportar bajo su inmediata dirección o las de sus dependientes, por tierra, por agua o por aire a
personas, animales, mercaderías o cualesquiera otros objetos. Aclara el propio artículo que esta
regulación sólo atañe a los contratos civiles. Por lo tanto, el contrato de transporte se considera
mercantil de acuerdo a lo previsto por el artículo 75 del código en cita, que reputa como acto de
comercio, fracción VIII, a los realizados por las empresas de transportes de personas o cosas, por
tierra o por agua, y las empresas de turismo. Con base en lo anterior, atendiendo al medio empleado
para hacer el transporte, se clasifica en terrestre, fluvial, marítimo y aéreo, a la vez que se divide en
trasporte de personas y transporte de cosas. Conforme al artículo 576 del citado código, el contrato se
considera mercantil en los siguientes casos.
Consignatario: También llamado destinatario, es la persona a quien van dirigidas las mercancías.
En términos generales, esta materia se rige por la Ley de Vías Generales de Comunicación (LVGC),
que en su artículo 1°, fracción XI, y artículo 2° en sus dos fracciones, previene que son vías generales
de comunicación las siguientes:
Terminación del contrato: El contrato de transporte se puede rescindir a voluntad del cargador,
antes o después de iniciarse el viaje, pagando en el primer caso al porteador la mitad y en el
segundo la totalidad del porte, y siendo obligación suya recibir los efectos en el punto y el día en
que la recisión se verifique. Si no cumpliere con esta obligación o no cumpliere el porte al contado,
el contrato no quedará rescindido (artículo 578 del Código Civil).
El arrendamiento financiero
Por virtud del contrato de arrendamiento financiero, el arrendador se obliga a adquirir determinados
bienes y a conceder su uso o goce temporal, a plazo forzoso, al arrendatario, quien podrá ser persona
física o moral, obligándose este último a pagar como contraprestación, que se liquidará en pagos
parciales, según convenga, una cantidad en dinero determinada o determinable, que cubra el valor de
adquisición de los bienes, las cargas financieras y los demás accesorios que se estipulen, y adoptar al
vencimiento del contrato alguna de las opciones terminales a que se refiere el artículo 410 de esta ley.
Los contratos de arrendamiento financiero deberán otorgarse por escrito y deberán inscribirse en la
Sección Única del Registro Único de Garantías Mobiliarias del Registro Público de Comercio, en el folio
electrónico del arrendador y del arrendatario, a fin de que surta efectos contra tercero, sin perjuicio de
hacerlo en otros registros especiales que las leyes determinen.
Este contrato ofrece a las empresas una serie de ventajas, como el hecho de mantener renovado su
parque vehicular. Supongamos que se contrata en arrendamiento financiero diez automóviles y que
después de los dos años del término forzoso del contrato, el arrendatario puede optar por la compra
del vehículo, por una cantidad inferior al valor del mismo, que normalmente se pacta en el contrato.
Por otra parte, puede deducirlo de impuestos, lo que significa un ahorro considerable para la empresa,
y al mismo tiempo preserva el capital del usuario para otras inversiones. Puede constituirse en un
estímulo para el personal de la empresa al poderlo adquirir en su calidad de tercero, normalmente con
un 20% del valor del vehículo, finalmente el arrendamiento garantiza un pago fijo que facilita al usuario
una planeación financiera más efectiva.
Las empresas cuyo objeto es el arrendamiento financiero, debe estar autorizada por la Secretaría de
Hacienda y Crédito Público, para adquirir determinados bienes que le señale el arrendatario,
otorgándole su uso y goce temporal. Por medio del arrendamiento se puede obtener financiamiento
hasta por determinado porcentaje del costo de un bien (automóviles, inmuebles, equipo industrial o de
trabajo, etcétera).
El fideicomiso
La Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito (LGTOC) regula el contrato de fideicomiso en los
siguientes términos:
Artículo 381.- En virtud del fideicomiso, el fideicomitente transmite a una institución fiduciaria la
propiedad o la titularidad de uno o más bienes o derechos, según sea el caso, para ser destinados a
fines lícitos y determinados, encomendando la realización de dichos fines a la propia institución
fiduciaria.
De acuerdo con esta concepción legal, el contrato de fideicomiso es celebrado entre el fideicomitente,
sujeto que transmite los bienes y derechos y la institución fiduciaria, también denominada fiduciario
misma que cuenta con todos los derechos y acciones que se requieran para el cumplimiento del
fideicomiso, salvo que se acuerde lo contrario al constituirse. Al sujeto beneficiario del fideicomiso se le
denomina fideicomisario, quien puede ser establecido por el fideicomitente en el mismo contrato o
mediante un acto jurídico posterior.
El contrato de fideicomiso debe otorgarse por escrito (artículo 387 de la LGTOC). En caso de que
recaiga sobre bienes inmuebles, deberá inscribirse en la sección de la Propiedad del Registro Público,
del lugar en que los bienes estén ubicados, el cual surtirá efectos sobre terceros desde la fecha de
inscrito en el registro.
Extinción: Conforme al artículo 392 de la ley en cita, el fideicomiso se extingue de las siguientes
formas:
La comisión mercantil
El artículo 273 del CCo dice que el mandato aplicado a actos concretos de comercio se reputa
comisión mercantil. Es comitente el que confiere comisión mercantil y comisionista el que la
desempeña. En cuanto a la forma, es suficiente celebrarlo por escrito o de palabra, pero aclara el
código que, cuando haya sido verbal, se ha de ratificar por escrito antes de que el negocio concluya.
Consensual: No obstante que requiere ratificación escrita antes de que concluya el negocio.
Típico y nominado: Se encuentra regulado por la ley mercantil.
Bilateral: Hace surgir derechos y obligaciones recíprocos.
Oneroso: Usualmente, aunque pudiera ser gratuito, pero requiere pacto expreso.
Conmutativo: Cuando las partes se obligan a dar o hacer una cosa que se mira como equivalente
o lo que la otra parte debe dar y hacer a su vez.
Aleatorio: En función de que no en todos los caso es posible prever los resultados económicos.
De tracto sucesivo o instantáneo: Depende del conjunto de operaciones o naturaleza de las
mismas para que se confiera.
Comercio electrónico
El artículo 89 del CCo está dedicado al comercio electrónico, en el que se asienta que las
disposiciones que rigen el título, regirán en toda la República Mexicana en asuntos del orden
comercial, sin perjuicio de lo dispuesto en los tratados internacionales de los que México sea parte.
Debemos entender que el comercio electrónico se define como las transacciones comerciales que se
celebren entre un vendedor y un comprador utilizando los medios digitales, gracias a la tecnología
moderna. El comercio electrónico puede desarrollar marcas de productos, cobrar precios especiales
por un servicio y, por último, dirigirse especialmente al mercado deseado.
La gran ventaja que ofrece el mercado electrónico es la ubicuidad, es decir, está disponible en todos
lados y al alcance de todos, sin necesidad de acudir a una tienda departamental, como lo requería el
comercio tradicional. Con esta tecnología las compras pueden ser realizadas desde el trabajo, el hogar
o cualquier otro lugar mediante dispositivos móviles.
Uno de los elementos fundamentales de este tipo de contratos es la firma electrónica (utilizada para
identificar al firmante), en relación con el mensaje de datos e indicar que el firmante aprueba la
información en el mensaje de datos, y produce los mismos efectos jurídicos que la firma autógrafa,
siendo admisibles como prueba en juicio. La ley define al mensaje de datos como la información
generada, enviada, recibida o archivada por medios electrónicos, ópticos o cualquier otra tecnología.
El alcance del comercio electrónico es mundial, es por eso que las Naciones Unidas, desde 1966
crearon la Comisión para el Comercio Internacional (UNCITRAL, por sus siglas en inglés), que no
constituyen tratados internacionales, si no sugerencias para armonizar y modernizar el comercio
internacional, sin embargo, no son vinculantes. En otras palabras, no son obligatorias para los
Estados, bastará que en su legislación doméstica pueda adoptar parcialmente la serie de
recomendaciones emitidas por esta comisión.
Es importante destacar que este procedimiento no es totalmente fiable por la existencia de los
llamados hackers, que logran introducirse en las convenciones comerciales, incurriendo con esto en
actos delictuosos que la legislación mexicana regula, o bien, otros delitos como es la pornografía
infantil. No obstante, el mercado electrónico se encuentra en pleno desarrollo y cada vez son más las
personas que realizan sus compras por este medio.
Suministro y suscripción
A falta de una definición legal del contrato del suministro, Arturo Díaz propone la siguiente definición:
“Una de las partes, el suministrante, se obliga a proveer a la otra, el suministratario, bienes o servicios
en forma periódica o continuada a cambio de un precio en dinero determinado o determinable”
(2008:194), el cual siempre será de carácter mercantil, en virtud de que la ley reputa como acto de
comercio los contratos celebrados por las empresas de abastecimientos y suministros (artículo 75
fracción V del CCo).
Suscripción
Este contrato no se encuentra regulado por nuestra ley, por ello, nos remitimos a la definición del
término suscribir propuesta por el diccionario de la RAE: “Abonarse para recibir alguna publicación
periódica o algunos libros que se hayan de publicar en serie o por fascículos” (RAE, 2017. De lo
anterior se deriva que una persona denominada proveedor se obliga a hacer entregas periódicas, en
forma de publicaciones impresas a otra llamada suscriptor, mediante el pago de un precio. Las
características de este contrato son las siguientes:
El contrato de seguro
Para efectos de esta Ley, se considera que se realiza una operación activa de seguros cuando, en caso
de que se presente un acontecimiento futuro e incierto, previsto por las partes, una persona, contra el
pago de una cantidad de dinero, se obliga a resarcir a otra un daño, de manera directa o indirecta o a
pagar una suma de dinero.
El carácter mercantil del contrato se remite al prestador del servicio, de conformidad con lo dispuesto
en el Código de Comercio, por el capítulo primero sobre los actos de comercio, en su artículo 75,
fracción XVI, que reza: “Los contratos de seguros de toda especie”.
El contrato de seguro y las instituciones de seguros tiene un papel relevante en la vida social, al
brindar un respaldo a las personas a efecto de que no queden desprotegidas en su patrimonio, su
salud, o sus dependientes económicos, ya que la función de las instituciones de seguros se obliga a
resarcir el daño previsto, cuando acaece el siniestro en los términos del contrato.
Bilateral.
Oneroso.
Consensual.
Principal.
De tracto sucesivo.
De adhesión: Porque es elaborado en todos sus términos y condiciones por la institución
aseguradora.
La Secretaría de Hacienda y Crédito Público es la dependencia del Ejecutivo Federal que otorga las
autorizaciones para operar a las instituciones de seguros, con la opinión del Banco de México y de la
Comisión Nacional de Seguros y Fianzas. Por su parte, la Comisión Nacional para la Protección y
Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF) recibe los recursos de queja por parte
de los usuarios para actuar como conciliadora de las partes y, en su caso, cuando éstas se someten
voluntariamente, realiza funciones de arbitraje.
En la vida cotidiana, las personas celebran una multiplicidad de contratos, como son la compraventa
de productos en una miscelánea (un contrato conmutativo, instantáneo y que no reviste ninguna
formalidad, lo cual se respalda por el artículo 78 del Código de Comercio, en el que se determina que
la validez del acto comercial no depende de la observancia de formalidades o requisitos
determinados). Sin embargo, existen contratos mercantiles de una alta complejidad como pueden ser
los de transferencia tecnológica (en los que se requiere el documento para hacer exigibles las
obligaciones en él pactadas). Como ejemplo de exigencias, se señalan los siguientes artículos:
En el Código de Comercio en su artículo 27, se previene que la falta de registro de los actos cuya
inscripción sea obligatoria hará que éstos sólo produzcan efectos jurídicos entre los que lo
celebren y no podrán producir perjuicio a tercero, el cual si puede aprovecharse de ellos en lo que
le fueren favorables.
Los derechos que confiere una patente o registro, o aquéllos que deriven de una solicitud en trámite,
podrán gravarse y transmitirse total o parcialmente en los términos y con las formalidades que establece
la legislación común. Para que la transmisión de derechos o gravamen pueda producir efectos en
perjuicio de terceros, deberá inscribirse en el instituto.
Podrá solicitarse mediante una sola promoción la inscripción de transferencias de la titularidad de dos o
más solicitudes en trámite o de dos o más patentes o registros cuando quien transfiere y quien adquiere
sean las mismas personas en todos ellos. El solicitante deberá identificar cada una de las solicitudes,
patentes o registros en los que se hará la inscripción. Las tarifas correspondientes se pagarán en función
del número de solicitudes, patentes o registros involucrados.
En efecto en los contratos mercantiles existen formalidades de ley para su perfeccionamiento, como
en los casos antes mencionados en materia de registro, que deberán inscribirse para surtir sus efectos
ante terceros.
Asimismo, en el artículo 80 del Código de Comercio se regulan los contratos entre ausentes, como
pueden ser por correspondencia, telégrafo o mediante el uso de medios electrónicos o de cualquier
otra tecnología, los cuales quedarán perfeccionados desde que se reciba la aceptación de la
propuesta o las condiciones con que ésta fuere modificada. La importancia de lo anterior es la
actualización de la norma en cuanto al uso de medios tecnológicos y a las tendencias del derecho
comercial internacional.
En efecto, el comercio electrónico es una fuente reciente que cada día se perfecciona y que el
Derecho Mercantil empieza a regular. Sirven de ejemplo las reformas que en 2003 se realizaron al
Código de Comercio, concretamente en su artículo 89, en donde se contempla la creación de la firma
electrónica o la función del intermediario, entre otros medios.
Por la importancia que ha adquirido, el 29 de mayo del 2000, se adicionó a Ley Federal de Protección
al Consumidor, el capítulo VIII bis, denominado “De los derechos de los consumidores en las
transacciones efectuadas a través del uso de los medios electrónicos ópticos o de cualquier otra
naturaleza”.
De la capacidad mercantil
El artículo 5 del CCo, dispone: “Toda persona según las leyes comunes es hábil para contratar y
obligarse y a quien las mismas leyes no prohíben expresamente la profesión del comercio, tiene
capacidad legal para ejercerlo”. Por lo tanto, si nos remitimos al derecho común, un impedimento para
ejercer el comercio sería la minoría de edad, o bien, la incapacidad que tratamos en el apartado
correspondiente a la incapacidad en la materia civil. No obstante, en la materia mercantil existen las
siguientes limitaciones:
Las indicadas por los artículos 12 (en su fracción I, II, III), 13, 14 y 15 del Código de Comercio:
Corredores quebrados no rehabilitados e individuos condenados por sentencia ejecutoriada por
delitos en contra de la propiedad y los extranjeros así como las sociedades legalmente
constituidas en el extranjero.
En el régimen de sociedad conyugal, ni el hombre ni la mujer comerciantes podrán hipotecar los bienes
de la sociedad, ni los suyos propios, cuyos frutos o productos correspondan a la sociedad sin licencia del
otro cónyuge.
El corredor público es un agente auxiliar del comercio cuya intervención, debido a que está investido
de fe pública, otorga mayor certeza a la celebración del contrato. El corredor puede intervenir con el
carácter de agente, intermediario, perito e incluso mediador y árbitro, en caso de que las partes hayan
pactado en el contrato la cláusula arbitral a cuyo laudo deberán someterse. Ahora bien, para que el
contrato en el que interviene el corredor quedará perfeccionado, los contratantes deberán firmar la
correspondiente minuta en términos de la ley (artículo 82 de CCo).
Cumplimiento
Resulta aplicable lo dispuesto por el Código Civil, en su artículo 2062, en lo referente al pago. Es decir,
al cumplimiento de la entrega de la cosa o cantidad debida, o la prestación del servicio que se hubiere
prometido. Por su parte, el artículo 2103 del mismo código dispone que si el ofrecimiento y la
consignación se han hecho legalmente, todos los gastos serán de cuenta del acreedor.
División de Ciencias Sociales y Administrativas / Derecho 29
Módulo 9. Obligaciones civiles y mercantiles, títulos y
operaciones de crédito
Unidad 3. Contratos, títulos y operaciones de crédito
Sesión 5. Contratos mercantiles
Texto de apoyo
Otro aspecto sobre el pago se refiere a cuando es realizado en moneda extranjera. El Código de
Comercio, en su artículo 359, prescribe que el deudor pagará devolviendo una cantidad igual a la
recibida, conforme a la ley monetaria vigente en la república, al tiempo de hacerse el pago. Aclara el
código que si se pacta la especie de moneda –siendo extranjera– en que se ha de hacer el pago, la
alteración que experimenta en valor, será en daño o en beneficio del prestador. En la práctica,
usualmente, se pacta que el pago se realice en moneda nacional, al tipo de cambio del día.
Lugar de pago
El Código Civil dispone, en su artículo 2082, que por regla general el pago debe hacerse en el
domicilio del deudor, salvo pacto en contrario, o bien, según se desprenda de las circunstancias, de la
naturaleza de la obligación o de la ley. Por su parte, el Código de Comercio, en el artículo 86,
determina que las obligaciones mercantiles habrán de cumplimentarse en el lugar determinado en el
contrato o, en caso contrario, en aquél en que según la naturaleza del negocio o la intención de las
partes deba considerarse adecuado al efecto por consentimiento de aquéllas o arbitrio judicial. Como
se puede observar, no es grave la diferencia en el lugar de pago entre la legislación civil y mercantil,
ambas, finalmente, se remiten a la naturaleza del negocio o a la intención de las partes.
Incumplimiento
Por su parte, el Código Civil dispone que al que contraviene una obligación de hacer o de no hacer se
le responsabilizará de los daños y perjuicios, independientemente de seguir obligado al cumplimiento
del acto o abstención de su obligación originaria. Lo anterior es señalado en el artículo 2104 del
Código Civil, que procede en materia mercantil de aplicación supletoria.
Teoría de la imprevisión
Se presenta en los contratos de tracto sucesivo o con cumplimientos diferidos, en los cuales el juez,
puede modificar, reducir e incluso suprimir totalmente las obligaciones de un deudor, por ser resultado
de eventos o acontecimiento imprevisibles al celebrar el contrato que conducen a un factor
excesivamente oneroso para el deudor. En el Código Civil del Distrito Federal se exceptúa del
cumplimiento de acuerdo a lo siguiente:
…aquellos contratos que aparezcan celebrados con carácter aleatorio, cuando en los contratos sujetos a
plazo, condición o de tracto sucesivo surjan en el intervalo acontecimientos extraordinarios de carácter
nacional que no fuesen posibles de prever y que generen que las obligaciones de una de las partes sean
más onerosas, dicha parte podrá intentar la acción tendiente a recuperar el equilibrio entre las
obligaciones conforme al procedimiento señalado en el siguiente artículo.
Artículo 1796 bis. En el supuesto del segundo párrafo del artículo anterior, se tiene derecho de pedir la
modificación del contrato. La solicitud debe hacerse dentro de los 30 días siguientes a los
acontecimientos extraordinarios y debe indicar los motivos sobre los que está fundada.
Como se puede apreciar a través de estas excepciones, el Derecho Positivo Mexicano flexibiliza la
postura pacta sunt servanda (“obliga al cumplimiento de lo expresamente pactado”). Y se aproxima a
la regulación de la teoría de la imprevisión (cláusula rebus sic stantibus).
Interés legal
El artículo 362 del Código de Comercio previene que los deudores deberán satisfacer, desde el día
siguiente al del vencimiento, el interés pactado para el préstamo mercantil o en su defecto el 6% anual.
En la práctica siempre se remiten las partes al interés pactado y por lo exageradamente reducido del
interés legal se aplica el interés que rija en mercado de dinero, como lo es el bancario, por ser éste el
más utilizado en el crédito de dinero.
Cierre
Cierre
Fuente: Flaticon
En esta sesión has identificado las fuentes de las obligaciones mercantiles; las características y
diferencias respecto a los contratos, a la vez que los tipos de contratos mercantiles que regula la
legislación en la materia, como la compraventa, el depósito mercantil, la permuta mercantil, entre
otros. En esta sesión, se han sentado las bases para entrar de lleno al tema de títulos y operaciones
de crédito.
Fuentes de consulta
Fuentes de consulta
Fuente: Flaticon
Legislación
Módulo 9
Obligaciones civiles y mercantiles, títulos
y operaciones de crédito
Unidad 3
Contratos, títulos y operaciones de
crédito
Sesión 6
Títulos de crédito
Texto de apoyo
Índice
Presentación .......................................................................................................................................... 3
Título de crédito ..................................................................................................................................... 4
Teoría general del título de crédito ..................................................................................................... 4
Definición legal del título de crédito .................................................................................................... 8
Clasificación de los títulos de crédito .................................................................................................. 9
Tipos de títulos de crédito ................................................................................................................ 10
Letra de cambio ............................................................................................................................ 10
El pagaré ...................................................................................................................................... 15
El cheque...................................................................................................................................... 16
Títulos de crédito reales ................................................................................................................ 18
Elementos de existencia y validez del título de crédito ......................................................................... 20
Circulación de los títulos de crédito ...................................................................................................... 22
Endoso ............................................................................................................................................. 22
Transmisión por cesión de un título de crédito ................................................................................. 26
Efectos jurídicos ........................................................................................................................... 27
La cesión ordinaria ........................................................................................................................... 27
Transmisión por recibo ..................................................................................................................... 28
Cancelación de los títulos de crédito .................................................................................................... 29
Cierre ................................................................................................................................................... 32
Fuentes de consulta............................................................................................................................. 33
Legislación ....................................................................................................................................... 33
Presentación
Títulos de crédito
Fuente: http://bit.ly/2o8AKfj
Dentro de los tipos de obligaciones que se generan con la realización de determinados actos jurídicos,
encontramos en el Derecho Mercantil el título de crédito. En esta sesión, entenderás que la calidad
especial que éste entraña deviene no sólo de su denominación, sino del entendimiento de dos
cuestiones fundamentales: el derecho literal que se consigna y la ejecución aparejada que trae el
título.
Título de crédito
Teoría general del título de crédito
La moneda es una mercancía que surgió en la evolución de las sociedades humanas. Históricamente,
se parte del hecho del descubrimiento de la agricultura, que permitió a los seres humanos mutar de
nómadas a sedentarios. A partir de este hecho, nace la división del trabajo como una forma de lograr
la satisfacción de las necesidades del grupo social, que a la postre llegará a la etapa de la sociedad
política con la creación del Estado.
De igual manera, muchos pueblos usaron algo con valor reconocido por la comunidad. Los metales se
constituyeron como el principal instrumento de la función monetaria y, para garantizar su calidad, los
griegos inventaron la moneda acuñada y los chinos, la moneda de papel.
Por lo tanto, la moneda es una mercancía destinada a permitir la adquisición de otras mercancías, que
llega hasta nuestros tiempos y que consiste en cambiar las monedas que se tienen por lo que no se
tiene y se necesita. Éste es el acto de comercio por excelencia a tal grado que ya no se llamó cambio.
El crédito
Precisamente el derecho en el área mercantil regula las relaciones entre comerciantes, y entre éstos y
los consumidores, previendo la manera en que se deberá establecer un crédito, las reglas para la
suscripción de títulos de crédito, así como el procedimiento para el reclamo de un crédito no pagado,
entre otras situaciones. Todo con la intención de mantener las relaciones económicas y sociales que
permiten el desarrollo de las actividades en una sociedad como la nuestra, con fundamento legal en la
Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito (LGTOC) y el Código de Comercio. La LGTOC tutela
tanto las generalidades como las particularidades de los títulos y las operaciones de crédito; en tanto
que el CCo prevé la manera en que se deberán desahogar las controversias judiciales derivadas de
aquéllos.
La búsqueda y el entendimiento sobre la esencia del fundamento del crédito implican su traslado a la
práctica, lo que ha sido históricamente uno de los temas más debatidos. Se parte de la consideración
de que todo título de crédito es una fuente de obligaciones, pero, a diferencia del Derecho Civil en
donde los hechos pueden tener consecuencias de derecho, el título de crédito únicamente puede ser
un contrato o un acto unilateral de la voluntad. A efecto de explicar la naturaleza de la obligación se
han desarrollado varias teorías.
La suscripción de un título al portador obliga a quien la hace a cubrirlo a cualquiera que se lo presente,
aunque el título haya entrado a la circulación contra la voluntad del suscriptor, o después de que
sobrevengan su muerte o su incapacidad.
Los títulos de propiedad indican que un bien pertenece a alguna persona, como pueden ser las
escrituras de una casa o de un terreno.
Las acciones de una sociedad mercantil acreditan la calidad de socio de una empresa mercantil.
Los títulos de crédito amparan una obligación de carácter oneroso, con las características propias
del título.
La ley regula a los títulos de crédito por encontrar en ellos los documentos idóneos que los hacen
especialmente eficaces, para garantizar el cumplimiento de una obligación. Nuestro orden jurídico los
contempla en la Ley General de los Títulos y Operaciones de Crédito en el artículo 5 que señala: “Son
títulos de crédito los documentos necesarios para ejercitar el derecho literal que en ellos se consigna”.
Por su parte, el artículo 6 de la ley en cita aclara que no constituyen clases de títulos de crédito los
documentos que se enuncian en el propio artículo:
Las disposiciones de este capítulo no son aplicables a los boletos, contraseñas, fichas u otros
documentos que no estén destinados a circular y sirvan exclusivamente para identificar a quien tiene
derecho a exigir la prestación que en ellos se consigna.
Por otra parte, en el artículo 14 se refiere a que un documento sólo surtirá efectos de título de crédito
cuando cumpla con los requisitos señalados por la ley (formalidad): “Los documentos y los actos a que
este título se refiere sólo producirán los efectos previstos por el mismo cuando contengan las
menciones y llenen los requisitos señalados por la ley y que ésta no presuma expresamente”. El
artículo 38 se encuentra referido a que los derechos sólo pueden ser ejercitados por su propietario,
cuya identificación debe constar en el texto del título (legitimación):
Artículo 38.- Es propietario de un título nominativo la persona en cuyo favor se expida conforme al
artículo 23, mientras no haya algún endoso.
El tenedor de un título nominativo en que hubiere endosos se considerará propietario del título, siempre
que justifique su derecho mediante una serie no interrumpida de aquéllos.
La constancia que ponga el juez en el título conforme al artículo 28, se tendrá como endoso para los
efectos del párrafo anterior.
Por su parte, el artículo 167 remite a la naturaleza de la letra, en el sentido de que es un título
ejecutivo y el cual es aplicable a los numerales que regulan a los otros títulos de crédito (ejecutividad).
Artículo 167.- La acción cambiaria contra cualquiera de los signatarios de la letra es ejecutiva por el
importe de ésta, y por el de los intereses y gastos accesorios, sin necesidad de que reconozca
previamente su firma el demandado.
Contra ella no pueden oponerse sino las excepciones y defensas enumeradas en el artículo 8.
Existen diferentes criterios para su clasificación, ya que no existe una clasificación única, entre las
clasificaciones que consideramos de mayor utilidad práctica, se encuentra la siguiente:
Letra de cambio
La letra de cambio apareció en la Edad Media, en las pequeñas repúblicas italianas. Era ya de
circulación común en el siglo XII y se llamaba littera cambiale. Era una carta dirigida por una persona a
otra pidiéndole que pagara una suma de dinero a una tercera. Se define como el título de crédito que
contiene la orden incondicional que una persona llamada girador da a otra llamada girado de pagar
una suma de dinero a un tercero que se llama beneficiario, en época y lugar determinados.
El artículo 76 De la LGTOC, previene en sus fracciones los requisitos de la letra de cambio, por
tratarse de un documento de carácter formal, que sólo produce efectos como título de crédito cuando
contiene las menciones y llena los requisitos que señala el artículo en cita:
La ley exige que el documento lleve las palabras “LETRA DE CAMBIO”, por lo que si faltan o se usan
otras en su lugar, no producen efectos como título de crédito.
Es indispensable que en la letra conste el lugar de suscripción, en virtud de que mientras la letra no se
acepte, ni circule, el único obligado es el girador y es necesario saber en qué lugar se debe demandar
el pago. En cuanto a la fecha, es importante fijar el vencimiento de la letra, si se giró a cierto tiempo de
la fecha y para determinar el límite del plazo para la presentación de las letras a la vista o a cierto
tiempo vista para los efectos de la prescripción (artículos 93, 128 y 165, fracción II de la LGTOC).
La letra de cambio contiene una orden en donde el pago no puede subordinarse a condición alguna.
Este título da derecho a una suma de dinero, la cual debe ser determinada y no debe figurar
estipulación de intereses y cláusula penal (artículo 78 del LGTOC), lo cual sí sucede en el pagaré. Si
se incluye estos conceptos en la letra, se tendrá por no puesto.
Es a la persona que se le ordena el pago. Tiene la facultad de aceptar obligarse a pagar o no el título.
En caso de que lo haga, se convierte en el girado aceptante y, a su vez, en el obligado.
Si en la letra no se señala el lugar de pago, se tiene como tal el domicilio del girado, y si éste tiene
varios domicilios, la letra es exigible en cualquiera de ellos, a elección del tenedor (artículo 77 de la
LGTOC). Por lo que se refiere al vencimiento, la letra de cambio puede ser girada en cuatro formas
(artículo 79 de la LGTOC):
Éste es el beneficiario o tomador, el cual puede presentar la letra de cambio directamente para su
aceptación o para su pago, o bien, transmitirla en virtud de un endoso. La letra de cambio es un título
de crédito nominativo, y si se expide al portador, no produce efectos de títulos de crédito. Si se emite
alternativamente al portador o a favor de persona determinada, la expresión al portador se tiene por no
opuesta.
Si el girador no sabe o no puede escribir, puede firmar a su ruego otra persona, certificándolo hacia un
corredor público, un notario o cualquier otro funcionario que tenga fe pública.
Obligaciones del girador: Mientras la letra de cambio no circule, sólo tendrá la firma del girador,
quien hasta ese momento es el único obligado. La ley establece que es responsable de la
aceptación y del pago de la letra, y toda cláusula que lo exima de esta responsabilidad no se tiene
por escrita.
Circulación: Como todo título nominativo, se entiende expedida a la orden y regularmente se
transmite por endoso. El endoso en propiedad de una letra de cambio, obliga al endosante
solidariamente como los demás responsables del valor de la letra. Sin embargo, el endosante
puede librarse de la responsabilidad solidaria, inscribiendo en el endoso la cláusula “sin mi
responsabilidad” o algún equivalente como “No a la orden” o “No negociable”. En este caso, el
título sólo puede transmitirse por cesión ordinaria.
Aceptación del título de crédito: Es el acto por el cual el girado se compromete a pagar la letra de
cambio, girada a su cargo. Una vez que el girado acepta, toma el nombre de aceptante y se
convierte en el principal obligado al pago del título (artículo 93 de la LGTOC).
En la práctica litigiosa es común que no proceda la acción cuando se trata de una letra de cambio, ya
sea porque ésta fue llenada de manera defectuosa o se omitieron algunos requisitos de forma.
Acción cambiaria: El tenedor de la letra de cambio, posee el derecho de la acción cambiaria para
exigir a los obligados el pago del importe de la letra, así como de los accesorios legales. Puede
ejercitarse en los siguientes casos.
Mediante la acción cambiaria se puede reclamar, además, el pago de las siguientes prestaciones:
Como se ha mencionado, el girador, los endosantes y los avalistas, responden solidariamente del
pago de la letra y accesorios legales. El último tenedor de la letra puede ejercitar la acción cambiaria
contra todos los obligados, a la vez o contra alguno o algunos de ellos, dejando a salvo la acción
contra los otros y sin obligación de seguir el orden que guardan sus firmas en la letra. Ahora bien, el
obligado que paga la letra tiene acción contra los signatarios anteriores y contra el aceptante y sus
avalistas. Por otra parte, la ley distingue dos especies de acción cambiaria, de acuerdo con el artículo
151 de la LGTOC:
Artículo 152.- Mediante la acción cambiaria, el último tenedor de la letra puede reclamar el pago:
El pagaré
Por otra parte, los pagarés exigibles a cierto plazo de vista deben ser presentados dentro de los 6
meses que sigan a su fecha. La presentación sólo tendrá al efecto de fijar la fecha de su vencimiento y
se comprobará con la intervención de notario o de corredor público. La LGTOC enlista los requisitos
del pagaré, de acuerdo con lo siguiente.
Con base en las reglas generales de los títulos de crédito, el tenedor puede cobrarlo a su obligado
(quien es el suscriptor) o a los endosantes.
El cheque
Es un título de crédito mediante el cual el depositante puede disponer del dinero, que tiene en depósito
con el depositario (el banco). Del concepto mencionado, se desprende que el cheque sólo puede ser
expedido a cargo de una institución de crédito. En el contrato de depósito interviene el librador (o
girador) y el banco, siendo el primero el depositante del dinero, al que la institución de crédito le da
facultad de emitir cheques para disponer del dinero en depósito y el segundo es el depositario, mismo
que siempre es una institución bancaria, quien está obligado a pagar los cheques que se le presenten
con el dinero del depositante. Sólo lo puede librar cuando el librador tenga fondos suficientes en su
cuenta, por tanto es indispensable que previamente se haya celebrado un contrato entre el banco y su
cliente (artículo 175, segundo párrafo de la LGTOC). En tercer orden encontramos al beneficiario del
cheque, que es la persona que se encuentra habilitada para cobrarlo, pudiendo ser determinada o
indeterminada, con lo cual podemos manifestar que los cheques también pueden ser al portador o
nominativos. En principio, el banco está obligado a pagar el cheque, excepto en los dos casos
siguientes:
El librador de un cheque presentado en tiempo y no pagado, por causa imputable al propio librador,
resarcirá al tenedor los daños y perjuicios que con ello se ocasiona. En ningún caso la indemnización
será menor del 20% del valor del cheque (artículo 193 de la LGTOC).
Si bien es cierto que el cheque puede ser nominativo o al portador (artículo 179 de la LGTOC),
también los es el hecho de que últimamente se ha acotado la posibilidad de emitir cheques al portador
libremente, de acuerdo a las políticas internas de cada uno de los bancos. En términos generales, los
cheques mayores a la cantidad de dieciséis mil pesos, deben ser nominativos. Los tipos de cheques
son los siguientes:
Cheque para abono en cuenta: Cuando en el texto del cheque se indica que se habrá de depositar
en la cuenta del beneficiario. Se realiza de este modo, a efecto de evitar que un tercero lo cobre.
Cheque no negociable: Así se expresa en el cheque y tiene por efecto limitar al beneficiario, el
cual sólo tiene la posibilidad de cobrarlo o depositarlo.
Cheque certificado: Es el caso de que el banco asegure y asiente sobre el cheque que el
depositante tiene fondos en su cuenta, para lo cual reserva la cantidad correspondiente del
cheque y se obliga a pagarlo. Este tipo de título siempre es a la orden y no es negociable.
Cheque de caja: Son aquéllos que los bancos tienen a disposición del público que los requiera.
Basta con que una persona acuda a una sucursal bancaria a solicitarlo y pague la cantidad que
ampara, así como por la comisión respectiva por el servicio prestado.
Cheque de ventanilla: Dicho cheque lo expide un banco, el deudor deposita el dinero y solicita el
cheque de caja, esto garantiza que el cheque tiene fondos.
Cheques de viajero: Su utilidad radica en que los viajeros no porten dinero en efectivo.
Generalmente quien desea adquirirlos, los compra en el banco respectivo, en su país de origen y
al viajar a otro país los cambia en efectivo en los bancos que los acepten.
Precisamente, los almacenes generales de depósito son organizaciones auxiliares que tienen por
objeto el almacenamiento, guarda o conservación de bienes o mercancías, así como la expedición de
certificados de depósito y bonos de prenda, que son los únicos autorizados para acreditar el depósito
de bienes y mercancías. La utilidad práctica de estos almacenes generales de depósito es prestar un
servicio al agricultor industrial o comerciante que no tenga locales propios para la guardia y
conservación de sus productos. Al recibir la mercancía, el almacén le entrega al depositante dos
títulos: un certificado de depósito y un bono de prenda:
Certificado de depósito: Acredita la propiedad de la mercancía depositada, que tiene como ventaja
que el tenedor del certificado puede vender la mercancía sin que sea necesario entregarla
materialmente al comprador, pues es suficiente hacerle entrega del certificado de depósito.
El bono de prenda: El dueño de la mercancía depositada puede solicitar un préstamo con garantía
prendaria de la mercancía. Para esto bastará que desprenda el bono de prenda, que en él haga
las anotaciones respectivas y que lo entregue al acreedor prendario.
En este caso el tenedor del certificado de depósito continúa siendo el dueño de la mercancía, pero
como ha transmitido el bono de prenda a la persona que le concedió el préstamo, la mercancía ha
quedado gravada en concepto de prenda y, por lo tanto, en garantía del préstamo.
Cuando se transmiten tanto el depósito de garantía y el bono de prenda, significa que se transmite la
propiedad de la mercancía libre de gravamen. En cambio, cuando se separa el bono de prenda del
certificado de depósito y se entrega a la persona de quien se obtiene un crédito, eso significa que se
ha constituido un crédito con garantía prendaria, de la mercancía amparada por el certificado del
depósito respectivo.
En caso de que el certificado se expida con el carácter de “no negociable”, no se expedirá bono de
prenda con relación a éste. Puede presentarse el caso, cuando se trata de mercancías designadas
genéricamente, de que los almacenes expidan bonos de prenda múltiples si el depositante lo desea;
es decir, varios bonos de prenda con relación a un solo certificado de depósito. Los requisitos del
certificado de depósito y bono de prenda se señalan en el artículo 231 de la LGTOC, que a la letra
indica:
Artículo 231.- Tanto el certificado de depósito como el bono de prenda deberán contener:
Con referencia al bono de prenda, la LGTOC, en su artículo 232, señala requisitos adicionales:
VI.- La mención, suscrita por el almacén o por la institución de crédito que intervengan en la primera
negociación del bono, de haberse hecho la anotación respectiva en el certificado de depósito.
El tenedor de los dos títulos de crédito puede endosarlos si son negociables. Pero cuando el tenedor
de ambos títulos quiere negociar el bono de prenda separadamente del certificado de depósito (con el
propósito de obtener un préstamo con garantía prendaria de la mercancía), debe hacerlo con
intervención del almacén que haya expedido los documentos o de una institución de crédito (artículo
236 de la LGTOC).
La ley prescribe que el tenedor legítimo del certificado de depósito y del bono o de los bonos de
prenda, respectivos, tiene pleno dominio sobre las mercancías o bienes depositados y puede en
cualquier tiempo recogerlos, mediante la entrega del certificado y del o de los bonos de prenda
correspondientes, y el pago de sus obligaciones respectivas a favor del fisco y de los almacenes
(artículo 239 de LGTOC).
Los certificados de depósito y los bonos de prenda permiten la agilización del comercio, porque con la
transmisión de estos documentos no es necesario mover la mercancía, ésta queda estática en el
almacén, gracias a que el titular tiene la posibilidad de investir a otro del derecho de la posesión de las
mercancías, que atribuyen un derecho actual de disposición sobre las mismas, lo cual significa que
quien posee el título, posee la mercancía amparada por él y que la razón de poseer la mercancía es la
posesión del título.
Como ha quedado asentado en la definición legal, los títulos de crédito son los documentos necesarios
para ejercitar el derecho literal que en ellos se consigna. Todo título de crédito es un documento, pero
no todo documento es un título de crédito. Para contraer la obligación, el documento es un medio
probatorio de la existencia de la obligación, como lo son la letra de cambio, el pagaré o un cheque,
pero cada uno tiene ciertas características específicas que a continuación estudiarás.
Ejecutividad: Son ejecutivos porque su cobro puede exigirse y hacerse ejecutable desde la fecha
de su vencimiento. Nuestro orden jurídico reconoce que mediante su simple presentación se
puede exigir el cobro inmediato del título. En consecuencia, el tenedor del título tiene el derecho
de acudir ante el juez y solicitar que se embarguen bienes a su emisor para garantizar el
cumplimiento de la deuda.
Incorporación: El derecho que ampara el título de crédito se encuentra incorporado al documento.
Es requisito que exista el documento, pues sin él no existe la obligación y a su pago el acreedor
se encuentra obligado a restituirlo. A esta circunstancia se le conoce como incorporación, que
constituye esta relación estrecha que en los títulos de crédito existe entre el derecho y el
documento.
Legitimación: Para que el tenedor de un título de crédito pueda ejercitar el derecho, se requiere
que detente legalmente la posesión del título. La persona que esté legitimada para exigir el cobro
de un título de crédito es su propietaria, quien puede actuar por sí o a través de su representante,
quien puede exigir el cobro en su calidad de endosatario en procuración.
Literalidad: El derecho que consigna el título de crédito es literal. Es decir, que el deudor queda
obligado en los términos del documento. Nada que no esté expresamente escrito en el documento
del título puede exigirse. En las palabras escritas en el título se encuentran la cantidad que
ampara el título, la fecha de vencimiento que determina y cuándo puede exigirse el cobro.
Autonomía: Los títulos de crédito son independientes de la causa de su emisión. El título como tal,
vale por sí mismo y su tenedor, por el simple hecho de serlo, tiene derecho a su cobro.
Circulación: Los títulos de crédito están diseñados para circular, para transmitirse de una persona
a otra. La ley establece los mecanismos para que esto sea posible. Sin embargo, hay casos en
que se puede limitar la circulación de los títulos de crédito, ya sea por disposición legal, ya en
virtud de la voluntad del suscriptor del título (no negociable).
Formalidad: Los títulos de crédito deben revestir la forma establecida por la ley. En caso de que a
un documento no se le dé la formalidad legal, el título de crédito no se considerará como tal.
Los títulos de crédito están diseñados para que puedan cambiar de dueño, sin que se alteren sus
elementos esenciales, ya que la transmisión de un título implica al mismo tiempo la transmisión del
derecho principal y accesorio, en el consignados, como es el caso de los bonos bancarios regulados
en el artículo 46, fracción III, de la Ley de Instituciones de Crédito (LIC).
La forma de transmisión de los títulos de créditos depende del tipo de título, la cual es distinta según
se trate de los títulos al portador (artículo 69 de la LGTOC) que se transmiten por la simple tradición
(conforme al artículo 70 de la misma ley). Nominativos de conformidad con el artículo 23 de la LGTOC,
al expedirse a favor de una persona, cuyo nombre se consigna en el texto del propio título de crédito;
los transmitidos por endoso (artículo 26 de dicha ley), pero también pueden ser transmitidos por cesión
ordinaria (artículo 27) y por recibo.
Cada una de estas formas de transmitir títulos de crédito son consideradas formas de circulación de
los títulos de crédito, ya que permiten, de conformidad al artículo 18 de la Ley General de Títulos y
Operaciones de Crédito, el traspaso del derecho principal que se consigna en el título de una persona
a otra y, además, este traspaso de derechos incluye, salvo estipulación en contrario, el derecho
principal, tanto como los accesorios que bien pueden ser: intereses, dividendos, garantías, entre otros.
Endoso
Es una forma a través de la cual se transmiten los títulos de crédito a la orden, que también reciben el
nombre de títulos negociables. Los requisitos para llevarlo a cabo son:
El artículo 29 de la LGTOC dice que el endoso debe constar en el título relativo o en hoja adherida al
mismo y además debe de llenar los siguientes requisitos:
El endoso deberá insertarse en el propio documento en la parte trasera del documento, pero si llegado
el caso de que o no se pudiera o no se quisiera hacerlo en el propio documento, también el endoso
puede hacerse constar en hoja adherida a él, como reza el artículo 29 de la ley referida. En cualquier
caso, el endoso, siguiendo fielmente la literalidad como una característica de los títulos de crédito,
debe tener claramente cada uno de los requisitos que se han mencionado.
1. El endoso en propiedad: El endosante transmite la propiedad del título de crédito y todos los
derechos a él inherentes. Por lo tanto, el endosatario lo recibe en propiedad, lo que constituye la
forma tradicional de la circulación de los títulos de crédito. El endoso, por regla general, no obliga
solidariamente al endosante, salvo los casos en que la ley establece la solidaridad.
2. Endoso en procuración: En este caso, el endosante no transmite la propiedad del título, sino que
sólo adjudica al endosatario las atribuciones de un mandatario. Por lo tanto, el endosatario puede
presentarlo para su cobro en la vía judicial o extrajudicial. El endosatario, una vez realizado el
cobro, procederá a rendir cuentas al propietario porque –como se dijo– la procuración no implica
la transmisión de propiedad del título ni del dinero, bienes o derecho que se obtenga como
consecuencia.
3. Endoso en garantía: Mediante este tipo de endoso, el endosante da en garantía el título de crédito
que confiere al endosatario los derechos y obligaciones de un acreedor prendario, quien tiene
derecho a guardar su posesión o a cobrarlo. Lo anterior tiene la utilidad de que el endosante
cumplirá con una obligación que tiene con el endosatario. Cumplida la obligación principal el
acreedor prendario devolverá el título al deudor que se lo endosó.
Una vez suscritos varios pagarés o un pagaré con vencimientos sucesivos, la agencia
de vehículos generalmente realiza un endoso a la armadora donde ellos suscriben
dicho endoso en su calidad de endosantes y la armadora (dueña del vehículo) recibe
dicho endoso en garantía (es decir en prenda), quedándose con el documento. Si en
un eventual futuro no se le paga el vehículo y la agencia no tiene elementos para
responder por ello, la armadora del vehículo podrá de manera directa demandar al
comprador como deudor de dichos pagarés o de dicho pagaré con vencimientos
sucesivos y sólo con el endoso en garantía.
Endoso en blanco: Es el que se hace con la sola firma del endosante, cualquier tenedor puede
llenar este endoso. En este caso, el título circula como si fuera al portador pues basta sólo la
entrega material del documento, pero para poder ejercitar el derecho, necesita llenarse con el
nombre del tenedor o de un tercero.
En la transmisión de los títulos de crédito por medio de los endosos operan algunas circunstancias que
bien vale la pena mencionar. En principio, la transmisión vía endoso en propiedad se realiza y el
endosatario queda legitimado para actuar como titular pleno de la totalidad de los derechos del título
endosado, lo cual invoca la característica de autonomía. En otros términos, el endosatario en
propiedad y nuevo titular de los derechos incorporados en el título de crédito no tiene la obligación de
demostrar mediante ningún otro documento o prueba que él es el nuevo titular de los derechos
incorporados en el título de crédito, basta con que demuestre la continuidad de los endosos pues el
que paga no está obligado a cerciorarse de la autenticidad de los endosos ni tiene la facultad de exigir
que ésta se le compruebe, pero sí debe verificar la identidad de la persona que presente el título como
último tenedor y la continuidad de los endosos (artículo 39 de la LGTOC). Por lo tanto, una manera
segura de transmitir los títulos de crédito y hacer que circulen libremente es el endoso en propiedad,
toda vez que no importan las relaciones y excepciones personales que pudieran existir entre el anterior
titular de los derechos incorporados en el título endosado y el deudor, ya que –como se dijo– la
característica de autonomía de los títulos de crédito se mantiene en el caso de el endoso en
propiedad.
Respecto de algunas excepciones al tratamiento legal de los endosos, bien vale la pena mencionar
que los endosos en propiedad permiten la circulación libre de los títulos de crédito, sin más requisito
que el endoso mismo en el documento o en hoja adherida a él. Sin embargo, existe una limitante
excepcional en esta circulación vía endoso en propiedad de los títulos de crédito, consistiendo en que
cuando el endoso es posterior al vencimiento del título endosado, el endoso queda limitado al tenor de
los efectos de una cesión ordinaria.
En ocasiones se presentan situaciones de carácter especial, en que los títulos de crédito se pueden
transmitir de manera diferente a la tradición o al endoso, tal como la adjudicación de un título de
crédito por herencia, el título que es objeto de legado, o el que se embarga y finalmente se remata en
un juicio ejecutivo mercantil. En estos casos, no hay tradición ni endoso cambiarios, pero sin duda se
verifica una transmisión. Un título deja de pertenecer a quien en materia cambiaria era su legítimo
dueño para formar parte del caudal civil.
“Artículo 37.- El endoso posterior al vencimiento del título surte efectos de cesión ordinaria.”
Puede ser confusa la redacción del artículo 37 de la LGTOC, ya que puede provocar equívocos
respecto hacia el título afectado, deja de serlo para convertirse a un crédito mercantil simple porque en
este caso perdería su naturaleza ejecutiva. Sin embargo, el criterio de nuestro más alto tribunal
determina, a través de la jurisprudencia, que los títulos de crédito endosados después de su
vencimiento no pierden su naturaleza ejecutiva ni sus otros privilegios o elementos existenciales.
En otros casos, la ley prescribe la posibilidad de transmitir un título de crédito por recibo, su valor
extendido por el mismo documento, o en hoja adherida a él, a favor de un responsable de los mismos,
cuyo nombre debe hacerse constar en el recibo. La transmisión por recibo produce los efectos de un
endoso sin responsabilidad (artículo 40 de la LGTOC). La transmisión por recibo libera al transmisor
de la obligación de responder de manera solidaria por el título.
Efectos jurídicos
Para que surta sus efectos jurídicos la cesión de derechos (es decir, para que se perfeccione), deberá
hacerse a través de lo siguiente:
Por constancia judicial solicitada en vía de jurisdicción voluntaria (endoso judicial): Cuando el título
se transmite de manera circunstancial obligatoria (herencia, legado, quiebra, etcétera), de alguna
forma distinta al endoso (artículo 26 de la LGTOC).
Por recibo de su valor: También se puede formalizar por constancia judicial.
La cesión ordinaria
Otra forma de hacer circular los títulos de crédito consiste en la cesión ordinaria, que se señala en el
artículo 27 de la LGTOC. Para ello, el propio artículo 37 de dicho ordenamiento hace que el endoso
generado con posterioridad al vencimiento del título surta efectos como una cesión ordinaria.
Analizarás a continuación la cesión ordinaria como forma de circulación de los títulos de crédito.
Los artículos 389, 390 y 391 del Código de Comercio hablan de los créditos mercantiles que por
alguna causa no son endosables, para lo cual habilita a la cesión como una forma de transmisión de
títulos. Precisamente, la cesión, denominada cesión ordinaria o cesión de créditos no endosables,
produce efectos legales siempre y cuando dicha cesión sea notificada ante dos testigos al deudor, y
de igual manera, el cedente sólo responde de la legitimidad del crédito, es decir, de la existencia del
mismo y de la personalidad con la que él hace la cesión. Sin embargo, el cedente –el que da el título
de crédito en cesión– no está obligado a responder sobre la solvencia económica de quien se
encuentra obligado a pagar el título cedido; de ahí que no existe una certeza legal de poder cobrar un
título que se ha hecho circular por medio de una cesión o que se ha endosado posterior a su
vencimiento, ya que no hay posibilidad de replicar al cedente cuando el deudor no tiene bienes
suficientes para pagar.
La cesión ordinaria o cesión de créditos no endosables es la segunda forma de hacer circular los
títulos de crédito o de transmitirlos. Sin embargo, mediante la cesión existe una transmisión que impide
la continuación de la circulación del título de crédito, a partir de su entrega al cesionario (quien recibe
el título mediante la cesión, con la posibilidad de invocar la característica de autonomía). Es así ya que
al transmitirse por cesión, la característica de autonomía se pierde.
Conforme a lo anterior, en una controversia judicial, el cesionario del título de crédito cedido deberá no
sólo exhibir el título de crédito y la forma que se le dio a la cesión como un acuerdo de voluntades
(contrato de cesión de créditos), sino también demostrar y estar en condiciones de afrontar una
excepción personal entre el deudor y el cedente. En otros términos, el cesionario se encuentra
expuesto a las excepciones y defensas de tipo personal que oponga el deudor demandado contra el
cedente, no pudiendo invocar la autonomía como una forma de evadir dichas excepciones.
La última forma que la ley de la materia prevé para transmitir los derechos consignados en los títulos
de crédito es la relativa al recibo. El artículo 40 de la LGOTC menciona lo siguiente:
Artículo 40.- Los títulos de crédito pueden trasmitirse por recibo de su valor extendido en el mismo
documento, o en hoja adherida a él, a favor de algún responsable de los mismos, cuyo nombre debe
hacerse constar en el recibo. La transmisión por recibo produce los efectos de un endoso sin
responsabilidad.
Con lo anterior, y como una forma de transmisión de títulos de crédito, se menciona que aquella
persona que paga un título de crédito sin estar obligada a ello y exige que el recibo de la cantidad que
está pagando se haga constar en el propio título de crédito pagado, lo habilita a repercutir en contra
del deudor de dicho título la cantidad pagada. Sin embargo, la habilitación realizada por medio del
recibo que se plasme en el título de crédito es una habilitación equivalente a un endoso sin
responsabilidad. Es decir, una vez que el tercero que paga pretende replicar el cobro de la cantidad
pagada por él en contra del deudor y no pudiéndolo verificar, no podría reclamar a quien le pagó la
devolución de lo pagado; por lo tanto y, sin dejar de considerar que en efecto se realiza una
transmisión de derechos consignados o incorporados en los títulos de crédito mediante una
transmisión por recibo, no sería igual que la cesión una manera eficaz de transmitir los títulos de
crédito pues se encuentran limitados a algunas formalidades adicionales o incluso afectados por
consecuencias legales previas, que incluso pueden llegar a ser desconocidas por medio del último
tenedor.
El artículo 42 de la LGTOC señala que el que sufra el extravío o el robo de un título nominativo puede
reivindicarlo o puede pedir su cancelación. Éste es el supuesto básico de lo que el numeral invocado
prevé para ejecutar en uno y en otro caso.
Cuando un título de crédito se encuentra en poder de alguien, cuyo tenedor no es reconocido por un
tenedor previo a éste, y cree que puede tener mejor derecho, la acción a seguir es la reivindicación del
título, esto es, solicitar a una autoridad jurisdiccional que le pida al último tenedor que lo devuelva a su
anterior dueño.
Por otro lado y debido a un extravío, robo o incluso deterioro grave, se puede proceder a la solicitud de
cancelación del título. Cuando se cancela, lo que se hace es desincorporar el derecho que viene en el
título. Con ello se logra que legalmente una autoridad decrete que dicho título deja de ser tal y se
convierte en un documento que no trae las características de un título de crédito y, por tanto, deberá
demostrarse una serie de variables en la procedibilidad, consistentes también en la causa que lo
originó.
Una vez cancelado un título de crédito de conformidad al mismo numeral invocado y dependiendo de
si el documento ya se encuentra vencido o no, podrá el peticionario solicitarle al juez (en caso de estar
vencido), se le requiera de pago al que debió pagarlo y que aún no lo ha hecho o se puede pedir al
deudor del título que expida uno nuevo, reponiendo el anterior. Por lo tanto, el pago o la reposición son
las peticiones por las que puede optar quien cancele un título, mismas que dependen en estricto
sentido del estado que guarda el título de crédito y la obligación por cuanto hace a la fecha de pago.
Por otro lado y respecto de la reivindicación, una vez solicitada ésta, también el peticionario podrá
pedir con la devolución del documento la restitución (que se refiere a las cantidades de dinero
obtenidas indebidamente por parte de quien tiene y deberá devolver el título de crédito). La mecánica
de los procedimientos anteriores de reivindicación o de cancelación es de la siguiente manera:
Una vez que sea admitida la petición, el juez deberá de citar al tercero involucrado en esta
petición, pidiéndole que si tiene dicho documento lo exhiba.
En el caso de que no exista oposición por parte de este tercero, se procederá a las etapas de
devolución o, en su caso, del pago o la reposición del documento.
Si este tercero interesado en esta petición se opusiere, deberá de acompañar el título y garantía
para cubrir los daños y perjuicios que puedan causarse con su oposición y que efectivamente
serán pagados al solicitante en caso de no prosperar la oposición, de inmediato el juez recibirá la
oposición con citación de la parte actora en el procedimiento de cancelación, siendo que de
manera discrecional el juzgador decretará un periodo probatorio para que exhiban las pruebas que
a su derecho convengan, hecho que esto sea, contarán ambas partes con un término de cinco
días para ofrecer sus alegatos y pasará a sentencia que será dictada en un término no mayor de
diez días.
De lo anterior podemos obtener una sentencia que efectivamente decrete la cancelación y que
obligue al opositor u oponente a que pague los daños y perjuicios recordando que ya había
ofrecido garantía, además, como ya había exhibido el título de manera inmediata se solicita se
ponga a disposición del actor. O bien, una sentencia en donde la oposición debidamente fundada
y motivada, con lo que el juez decreta dejar sin efectos el auto de cancelación y las suspensiones
de pago, ordenando a su vez que el actor pague daños y perjuicios y costas que hayan generado
con su actuar al opositor.
Una vez concluida y obtenida de parte de la autoridad jurisdiccional las constancias del
procedimiento de cancelación del título, dichas constancias en copia certificada harán las veces
del título mismo, y el derechohabiente y peticionario en este procedimiento estará en condiciones
de iniciar un procedimiento mercantil donde los documentos base de la acción serán las
constancias de cancelación emitidas por la autoridad jurisdiccional, toda vez que se trata de
copias certificadas que tienen la misma validez que el documento en original.
Cierre
Cierre
Fuente: Flaticon
En esta sesión has reconocido y analizado la importancia del título de crédito no sólo como un
documento de deuda, sino como un medio casi perfecto para hacerlo efectivo ante el incumplimiento de
la obligación, lo cual se realiza con independencia de las necesidades y causas generadoras del mismo.
De igual forma, has podido identificar las formas en que éste circula.
Por último, has analizado el procedimiento de cancelación y reposición de títulos cuando éstos por robo,
extravío o deterioro necesitan validez por autoridad jurisdiccional para su cobro.
Fuentes de consulta
Fuentes de consulta
Fuente: Flaticon
Legislación
Módulo 9
Obligaciones civiles y mercantiles, títulos
y operaciones de crédito
Unidad 3
Contratos, títulos y operaciones de crédito
Sesión 7
Operaciones de crédito
Texto de apoyo
Índice
Presentación
Las diversas operaciones de crédito
Presentación .......................................................................................................................................... 3
Operaciones de crédito .......................................................................................................................... 4
Concepto y tipos................................................................................................................................. 4
El reporto ........................................................................................................................................ 4
Apertura de crédito ......................................................................................................................... 5
La cuenta corriente ......................................................................................................................... 7
El descuento de créditos en libros .................................................................................................. 8
La prenda mercantil ........................................................................................................................ 9
Contrato de carta de crédito.......................................................................................................... 11
Las operaciones bancarias: activas, pasivas y neutras .................................................................... 12
El fideicomiso................................................................................................................................ 12
Almacenes generales de depósito ................................................................................................ 16
Formas de constitución de la operación de crédito .............................................................................. 16
Efectos................................................................................................................................................. 17
El pago de los títulos de crédito ........................................................................................................ 17
Pago por el suscriptor ................................................................................................................... 19
Pago sin protesto .......................................................................................................................... 19
Pago por el aval ............................................................................................................................ 19
Pago por un tercero ...................................................................................................................... 20
El aval en los títulos de crédito ......................................................................................................... 21
El protesto ........................................................................................................................................ 22
Extinción de la obligación consignada en la operación de crédito ........................................................ 23
Cierre ................................................................................................................................................... 23
Fuentes de consulta............................................................................................................................. 24
Legislación ....................................................................................................................................... 24
Presentación
Operaciones de crédito
Fuente: http://bit.ly/2nIwyhZ
En aras de reconocer las operaciones de crédito que se ejecutan en el país, en esta sesión analizarás
cada una de ellas en cuanto a sus características y utilidad, haciendo énfasis en la diferenciación entre
el título y la operación.
Revisarás sólo aquellas operaciones donde los particulares son los actores, es decir, tanto el sujeto
activo como el pasivo de las operaciones de crédito, personas físicas y morales que no forman parte
del sistema financiero.
Operaciones de crédito
Concepto y tipos
El párrafo segundo del artículo 1 de la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito (LGTOC)
reza: “Las operaciones de crédito que esta ley reglamenta son actos de comercio”. Debe considerarse,
además, el artículo 75 del propio Código de Comercio (CCo), toda vez que se tratan también de actos
de comercio, implicando las operaciones y los actos bilaterales, tal como lo son los contratos
mercantiles.
Hasta ahora, has estudiado que los contratos mercantiles se remiten y asemejan a la materia civil, por
no encontrar una diferencia categórica entre un derecho de obligaciones civiles y otro de mercantiles.
Sin embargo, se puede referir que en el caso de las operaciones de crédito son negociaciones sobre
valores y mercancías. Por lo tanto, puedes esgrimir un concepto de operaciones de crédito en los
siguientes términos: Existirá un negocio de crédito, cuando el sujeto activo de la operación
(acreditante), traslada al sujeto pasivo (acreditado) un valor económico actual que obliga al acreditado
a devolver tal valor o su equivalente en dinero en un tiempo determinado.
El reporto
En virtud del reporto, el reportador adquiere por una suma de dinero la propiedad de títulos de crédito, y
se obliga a transferir al reportado la propiedad de otros tantos títulos de la misma especie, en el plazo
convenido y contra reembolso del mismo precio más un premio. El premio queda en beneficio del
reportador, salvo pacto en contrario.
El reporto se perfecciona por la entrega de los títulos y por su endoso cuando sean nominativos. Es
importante destacar también que en caso de que los títulos atribuyan un derecho que deba ser
ejercitado, durante el reporto, el reportador estará obligado a ejercitarlo por cuenta del reportado. Sin
embargo, el reportado estará obligado a proveer de los fondos suficientes al reportador, por lo menos
dos días antes del vencimiento del plazo señalado, para el ejercicio del derecho (artículo 263 de la
LGTOC).
Al tratarse de un contrato temporal no podrá extenderse a más de cuarenta y cinco días. No obstante,
la operación puede ser prorrogada, sin que esto importe la celebración de un nuevo contrato y bastará
al respecto la simple mención que se haga en el título con la leyenda: “prorrogada”, frase que deberá
ser debidamente suscrita y firmada por las partes (artículo 265 de la LGTOC). En caso de la expiración
del plazo del reporto, éste debe liquidarse al primer día hábil siguiente. Si el reportado no lo liquida y la
operación no está prorrogada, se tendrá por abandonado y el reportador podrá exigir al reportado el
pago de las diferencias que resulten a su cargo.
Paco (reportador) adquiere por la cantidad de diez mil pesos las acciones de Toño
(reportado) quien requiere tener una liquidez inmediata, de ahí la necesidad y causa
de la realización del reporto. De conformidad con el tipo de operación, han
establecido mediante acuerdo de voluntades que Toño tendrá el derecho de ser
restituido en sus acciones –esto es, que le sean devueltas– dentro de un término de
30 –treinta– días. Para tener liquidez inmediata mediante su reporto a Paco, tendrá el
derecho de restituir a su favor las acciones dentro de un término de 30 días.
Apertura de crédito
El artículo 291 de la LGTOC proporciona la naturaleza jurídica del contrato de apertura de crédito que
entraña también el denominado crédito al consumo que a la letra del artículo indicado señala:
En virtud de la apertura de crédito, el acreditante se obliga a poner una suma de dinero a disposición del
acreditado, o a contraer por cuenta de éste una obligación, para que el mismo haga uso del crédito
concedido en la forma y en los términos y condiciones convenidos, quedando obligado el acreditado a
restituir al acreditante las sumas de que disponga, o a cubrirlo oportunamente por el importe de la
obligación que contrajo, y en todo caso a pagarle los intereses, prestaciones, gastos y comisiones que se
estipulen.
Tipos:
De prestación: El acreditante se obliga a poner una suma de dinero a disposición del acreditado.
De obligación: El acreditante contrae por cuenta del acreditado una obligación.
El crédito puede agotarse en una sola disposición, o bien, mediante diversas disposiciones que
generalmente se fijan desde el contrato y que entrañan partes de la misma obligación. De igual forma,
según se haya pactado, se pueden realizar sucesivas aportaciones entendidas como pagos para
terminar con el efecto jurídico “pago de la obligación contraída”. El acreditado puede disponer de la
suma de dinero motivo del crédito mediante abono en cuenta, suscripción de pagarés, cheque de caja
o uso de sistemas electrónicos (sistema SPEI), o bien, los sistemas de pago y depósito en línea que le
haya fijado su institución de crédito (banco).
El acreditado, a criterio del acreedor, puede proceder a otorgar la apertura de crédito sin garantías o
bien, con garantías reales o personales (hipoteca, prenda, fianza y garantías propias que son las
adquiridas con el importe del crédito), lo que solicita prácticamente desde el momento de apertura y
que señala como condición para la realización de dicho acto jurídico, caso contrario puede emitir la
negativa y jamás existir el crédito.
Se puede celebrar el contrato en forma privada, cuando no existan garantías reales o puede consistir
en un contrato mixto ratificado ante fedatario público, debiendo inscribirse en el Registro Público de la
Propiedad. Son públicos cuando el acreditado otorga garantías reales hipotecarias. Respecto a la
extinción de la obligación que representa, el artículo 301 de la ley en cita, menciona lo siguiente:
I.- Por haber dispuesto el acreditado de la totalidad de su importe, a menos que el crédito se haya abierto
en cuenta corriente.
II.- Por la expiración del término convenido, o por la notificación de haberse dado por concluido el
contrato, conforme al artículo 294, cuando no se hubiere fijado plazo.
III.- Por la denuncia que del contrato se haga en los términos del citado artículo.
IV.- Por la falta o disminución de las garantías pactadas a cargo del acreditado, ocurridas con
posterioridad al contrato, a menos que el acreditado suplemente o substituya debidamente la garantía en
el término convenido al efecto.
V.- Por hallarse cualquiera de las partes en estado de suspensión de pagos, de liquidación judicial o de
quiebra
VI.- Por la muerte, interdicción, inhabilitación o ausencia del acreditado, o por disolución de la sociedad a
cuyo favor se hubiere concedido crédito.
La cuenta corriente
El artículo 302 de la LGTOC regula el contrato de cuenta corriente, en los siguientes términos:
En virtud del contrato de cuenta corriente, los créditos derivados de las remesas recíprocas de las partes
se anotan como partidas de abono o de cargo en una cuenta, y sólo el saldo que resulte a la clausura de
la cuenta constituye un crédito exigible y disponible.
Este tipo de contratos, resultan útiles, para apoyar a la agricultura, ganadería, a la industria y sobre
todo son funcionales, cuando dos comerciantes realizan actividades que provocan deudas
susceptibles de ajustarse a un día fijo, establecido, en donde se liquiden, precisándose quién es el
deudor y el acreedor, especificándose las cantidades.
Sobre su extinción, este tipo de contrato concluye al vencimiento del plazo convenido, o bien, en la
época de clausura debiendo obrar un aviso con al menos diez días antes de la fecha (artículo 310 de
la LGTOC).
Instituto Mexicano de Contadores Públicos (s. f.). Aspectos jurídicos y fiscales del
contrato de cuenta corriente. México: IMCP. Recuperado de:
http://www.imcp.org.mx/IMG/pdf/fiscoactualidades_117.pdf
La ley no proporciona una definición de esta operación, pero analizando sus elementos, se puede
decir que el descuento de créditos en libros, es un contrato por el cual el descontador (que debe ser
siempre una institución de crédito) entrega al descontatario una parte del importe de uno o varios
créditos, que serán exigibles en cierto plazo, y que figuran en la contabilidad de éste, quedando
obligado el descontatario a reintegrar al descontador las cantidades recibidas, a medida que los
deudores vayan pagando los créditos, con independencia de que se encuentren respaldados o no
mediante títulos de crédito. Los requisitos de este contrato son los siguientes.
Artículo 288.- Los créditos abiertos en los libros de comerciantes podrán ser objeto de descuento, aun
cuando no estén amparados por títulos de crédito suscritos por el deudor, siempre que se reúnan las
siguientes condiciones:
I.- Que los créditos sean exigibles a término o con previo aviso fijos.
II.- Que el deudor haya manifestado por escrito su conformidad con la existencia del crédito.
III.- Que el contrato de descuento se haga constar en póliza a la cual se adicionarán las notas o
relaciones que expresen los créditos descontados, con mención del nombre y domicilio de los deudores,
del importe de los créditos, del tipo de interés pactado, y de los términos y condiciones de pago.
IV.- Que el descontatario entregue al descontador letras giradas a la orden de éste y a cargo de los
deudores, en los términos convenidos para cada crédito. El descontador no quedará obligado a la
presentación de esas letras para su aceptación o pago, y sólo podrá usarlas en caso de que el
descontatario lo faculte expresamente al efecto o no entregue al descontador, a su vencimiento, el
importe de los créditos respectivos.
Por su forma, con base en la fracción III, del artículo transcrito, el contrato de descuento de créditos en
libros, debe hacerse constar en póliza, que es el documento autorizado por Corredor Público, en que
se otorga un contrato mercantil, a la cual se adicionarán las notas o relaciones que expresen los
créditos descontados, con mención del nombre y domicilio de los deudores, del importe de los
créditos, del tipo de intereses pactado y de los términos y condiciones de pago.
La prenda mercantil
La prenda es un derecho real que se constituye sobre un bien mueble, a efecto de garantizar el
cumplimiento de una obligación, así como su preferencia en el pago, configurado en un contrato que
se celebra entre el deudor prendario y el acreedor prendario. La LGTOC, en su artículo 334, dispone
que la prenda en materia de comercio se constituye de la siguiente manera:
I.- Por la entrega al acreedor, de los bienes o títulos de crédito, si éstos son al portador.
II.- Por el endoso de los títulos de crédito en favor del acreedor, si se trata de títulos nominativos, y por
este mismo endoso y la correspondiente anotación en el registro, si los títulos son de los mencionados
en el artículo 24.
III.- Por la entrega, al acreedor, del título o del documento en que el crédito conste, cuando el título o
crédito materia de la prenda no sean negociables, con inscripción del gravamen en el registro de emisión
del título o con notificación hecha al deudor, según se trate de títulos o créditos respecto de los cuales se
exija o no tal registro.
IV.- Por el depósito de los bienes o títulos, si éstos son al portador, en poder de un tercero que las partes
hayan designado y a disposición del acreedor.
V.- Por el depósito de los bienes, a disposición del acreedor, en locales cuyas llaves queden en poder de
éste, aun cuando tales locales sean de la propiedad o se encuentren dentro del establecimiento del
deudor.
VI.- Por la entrega o endoso del título representativo de los bienes objeto del contrato, o por la emisión o
el endoso del bono de prenda relativo.
VII.- Por la inscripción del contrato de crédito refaccionario o de habilitación o avío, en los términos del
artículo 326.
VIII.- Por el cumplimiento de los requisitos que señala la Ley General de Instituciones de Crédito, si se
trata de créditos en libros.
El acreedor podrá pedir al juez que autorice la venta de los bienes, o títulos dados en
prenda cuando se venza la obligación garantizada (artículo 341 de la LGTOC). El
deudor podrá oponerse a la venta, haciendo el pago de los fondos requeridos, para
efectuar la exhibición o mejorando la garantía por el aumento de los bienes dados en
prenda o por la reducción de su adeudo (artículo 342 de la LGTOC).
Evidentemente dicha operación se prevé realizarse por comerciantes, en tanto garantiza sus
obligaciones mercantiles. La mercantilidad le deviene no sólo por la legislación sino por los sujetos que
intervienen así como la generalidad de los montos y el tipo de objetos como mercancías de grandes
volúmenes y cuantías.
En cuanto a la naturaleza del contrato de prenda, debemos remitirnos al artículo 1050 de Código de
Comercio, el cual indica que para el caso de que una de las partes interventoras tenga naturaleza
comercial y para la otra de naturaleza civil, la controversia que del mismo se derive será regida
conforme a las leyes mercantiles. La prenda en cuanto a su objeto puede recaer sobre tres tipos de
bienes: títulos, documentos de crédito y muebles en general.
Por otra parte, existe una excepción a la operación tradicional de la prenda mercantil la cual se surte
con la denominada prenda sin depósito o dicho de otro modo la prenda sin transmisión de posesión
–esto es, del bien que se deja en prenda–. Esta variante de la prenda mercantil permite que el deudor
mantenga los bienes consigo para la realización de actividades que generen riqueza la liquidez
necesaria con la que se pueda pagar el adeudo garantizado, por lo que los frutos futuros de los bienes
pignorados y no depositados, también podrán quedar en prenda siguiendo con ello el principio de que
todo lo accesorio sigue la suerte de lo principal. En estos casos, el acreedor prendario al no tener
consigo los bienes pignorados, queda habilitado para en cualquier momento verificar la existencia y
estado de conservación de los mismos.
La inscripción que sea haga de los bienes dados en prenda genera una prevención contra terceros, es
decir, el acreedor prendario que ha inscrito la prenda en el Registro Público de Comercio tendrá
derecho a accionar primero respecto de los bienes pignorados hasta por el monto de la deuda y no
podrá rematar dichos bienes acreedor alguno sin la notificación previa a éste para actuar en
consecuencia.
Las cartas de crédito deberán expedirse en favor de persona determinada y no serán negociables;
expresarán una cantidad fija o varias cantidades indeterminadas; pero comprendidas en un máximo cuyo
límite se señalará precisamente.
Es una carta (misiva) dirigida a un sujeto al que se le pide que entregue un determinado valor a su
portador a modo de recomendación, que implica dos principios:
El tomador no tendrá derecho alguno contra el dador, si no cuando haya dejado en su poder el importe
de la carta de crédito, o sea, su acreedor por ese importe, en cuyo caso el dador estará obligado a
restituir el importe de la carta si ésta no fuere pagada (artículo 313 de la LGTOC). El que expida una
carta de crédito quedará obligado hacia la persona a cuyo cargo la dio, por la cantidad que ésta
pague, en virtud de la carta, dentro de los límites fijados en la misma (artículo 315 de la LGTOC).
El principal objeto de la carta de crédito es otorgar a un sujeto certidumbre para que en una plaza
distinta pueda llevar a cabo la disposición de una cantidad monetaria, siendo que funciona de manera
similar a la denominada letra de cambio; sin embargo, no puede perderse de vista que no se trata del
mismo documento ni de la misma esencia pues la primera es un título de crédito y el tema en cuestión
es netamente un contrato de crédito. El término de las cartas de crédito será de 6 meses, contado
desde la fecha de su expedición, quedando en su momento canceladas (artículo 316 de la LGTOC).
Las instituciones de crédito y las sociedades nacionales de crédito que constituyen el sistema bancario
pueden, en el ámbito de sus competencias y de conformidad con lo dispuesto por la Ley de
Instituciones de Crédito, realizar las actividades de captación de ahorro, préstamo, entre otras.
Las operaciones bancarias a que nos referimos pueden ser activas, pasivas y/o neutras.
El fideicomiso
Es expresa la LGTOC al señalar, en su artículo 381, lo que debe entenderse por fideicomiso:
Debe decirse que efectivamente es un contrato que deberá reunir por un lado la denominada licitud y
determinación, es considerado un medio para llegar a un fin, pues como observa en su definición, la
institución se encarga de ayudar y proveer del medio para el fin encomendado.
Por cuanto hace a los sujetos intervinientes y que se desprenden del texto legislativo, encontramos:
Fideicomisario
Fideicomitente
Institución fiduciaria
El fideicomiso puede ser determinado hacia varios fideicomisarios o hacia uno. En el primer caso,
puede ser en partes iguales en determinado momento o en partes iguales y sucesivas, o incluso varias
partes desiguales pero sucesivas, es decir, que el primero recibirá el provecho la persona designada
en primer término, después la del segundo y así sucesivamente.
Respecto al objeto del fideicomiso, la ley es expresa al mencionar que pueden ser cualquier tipo de
bienes, tanto muebles como inmuebles debiendo constar por escrito, lo que implica que el legislador
efectivamente se preocupó por la forma que debe revestir el acto jurídico del fideicomiso y en tal
sentido estaremos hablando de que ha elevado a sine qua non este requisito para considerarlo válido,
esto es que el requisito de validez se hace presente en la legislación y contrario sensu, en esta
ocasión no se trata de adivinar lo que el legislador quiere, sino que todos los actos de fideicomiso de
entrada son nulos sino se revisten de la formalidad de obrar en escrito.
Dentro de los derechos que le asisten al fideicomisario en el artículo 390 de la LGTOC, se desprenden
la exigencia del cumplimiento que haga a la institución fiduciaria, así como las de impugnación, que en
su caso busca revertir o revocar la validez de los actos que ésta cometa en su perjuicio. Aquí juegan
un papel importante los vicios de la voluntad, como la mala fe, el dolo o la lesión. Menciona la ley en el
último párrafo del artículo mencionado que podrá solicitarse la reivindicación de bienes que hayan
salido del patrimonio objeto del fideicomiso por las razones antes apuntadas.
Por otra parte, se observa el denominado fideicomiso en garantía, que tiene como fin garantizar al
fideicomisario el cumplimiento de una obligación. No obstante, se señalan las instituciones permitidas
como fiduciarias en el artículo 395 de la propia LGTOC. En estos casos, no existe la confusión de
extinción de obligación, sino que es claro que el fideicomiso se constituye para que la fiduciaria
administre y con el producto logre el pago de la obligación original que el fideicomisario en su caso
pactó, debiendo designarse un ejecutor o instructor para que intervenga al momento de determinar el
cumplimiento o incumplimiento e iniciar el procedimiento de ejecución. Obsérvese de manera
sustancial y en conjunto lo dispuesto por el artículo 399 de la LGTOC:
Para efectos de lo dispuesto en el artículo anterior, las partes podrán convenir desde la constitución del
fideicomiso:
En caso de incumplimiento a los convenios celebrados con base en este artículo, el crédito
garantizado por el fideicomiso se podrá declarar vencido anticipadamente por el acreedor garantizado.
Esta institución jurídica admite que en caso de incumplimiento se obligue a la restitución a cargo del
depositario de los bienes fideicomitidos, así como también puede convenirse la forma de enajenación
extrajudicial, iniciando la fiduciaria el procedimiento, solicitando el pago, enajenar de manera directa y
extrajudicialmente los bienes e incluso los plazos con los que cuentan las partes para iniciar cualquiera
de los actos señalados en las fracciones anteriores. Al respecto observe los artículos 403 al 407 de la
LGTOC.
Este tipo de operación en realidad entraña un título de crédito que es el certificado de depósito. Sin
embargo, el legislador efectivamente dispuso que se incluyera dentro del apartado de operaciones de
crédito. Es entendible, en virtud de que sí existe un contrato, además de que las operaciones que por
este rubro pueden darse, resultan en sendas cantidades que pueden poner en peligro no uno sino
varios patrimonios derivado de las empresas que llevan a cabo este tipo de operaciones.
La constitución del contrato u operación de crédito atiende efectivamente a la regulación que realiza la
propia ley y a los sujetos, ya que como anteriormente se ha mencionado, la mercantilidad es expresa
tanto en la competencia legislativa que le asiste al Congreso de la Unión, como también en el tipo de
acto que se realiza, no obstante, las partes que intervienen son precisamente el quién de la
constitución y en tal sentido, no queda duda de que aunque no del todo sistematizadas en nuestra
legislación podemos determinar por un lado la existencia de operaciones con sujetos-participantes
particulares y también sujetos particulares e instituciones de crédito.
Asimismo, es importante aclarar que la constitución implica un acto o negocio jurídico desde el punto
de vista de las dos teorías del hecho jurídico lato sensu. Lo anterior es así en virtud de que no son
actos unilaterales pues la voluntad se encuentra presente por dos partes al menos –consentimiento– y
esto lleva implícita la bilateralidad.
Efectos
En complemento a lo anterior, el artículo 2088 del CCF dispone que “el deudor que paga tiene derecho
de exigir el documento que acredite el pago y puede detener éste mientras no le sea entregado”
siendo incluso este documental, materia de excepción en caso de demanda de conformidad con el
propio artículo 8 de la LGTOC. Pero si es pagado sólo parcialmente o en lo accesorio, podrá
conservarlo el tenedor, pero se debe hacer mención del pago en el título y expedir recibo (artículo 17
de la LGTOC). Por su parte, el artículo 129 de la LGTOC señala que el pago de la letra debe hacerse
precisamente contra su entrega. Se presentan a continuación las formas en que debe concretarse el
pago:
El tenedor legitimado, ya sea porque esté a su nombre o bien se acredite por la cadena
ininterrumpida de endosos.
El que paga debe cerciorase de la cadena de endosos.
El pago debe de hacerse en términos generales contra la entrega del documento, con
las excepciones mencionadas en los artículos 17 y 129 de la LGTOC.
Para que perduren sus efectos el título de crédito, es requisito que aparezca la firma del suscriptor,
que es la persona obligada, y de esta manera comprobar la manifestación de su voluntad. De haberse
querido obligar cambiariamente, es el requisito formal por excelencia, ya que de carecer de ella, se
provoca la inexistencia de la obligación y en consecuencia la del título.
Ahora bien, el suscriptor es el primer obligado para cumplir la obligación y es a través del pago como
se liberará de ella con el acreedor original o con los endosantes.
En términos del artículo 141 de la LGTOC, el girador puede dispensar al tenedor de protestar la letra,
mediante la inserción de la cláusula “sin protesto, sin gastos” u otro equivalente, de esta manera libera
al tenedor de la letra de este requisito.
La figura del aval tiene como objeto garantizar en todo o en parte el pago del título de crédito, es decir,
queda obligado solidariamente en los mismos términos del girador o aceptante. Ahora bien, en caso de
incumplimiento por parte del deudor, y si el avalista paga el título de crédito, tendrá acción en contra
del avalado (artículo 115 de la LGTOC).
La acción contra el avalista estará sujeta en los mismos términos y condiciones a que está sujeta la
acción contra el avalado (artículo 116 de la LGTOC).
En el pago del pagaré y la letra de cambio, la ley permite que un tercero ajeno a la relación cambiaria
pague la obligación en ellos consignados.
En efecto, el artículo 133 de la LGTOC previene que si la letra no es pagada por el girado pueden
pagarla por intervención en el orden siguiente.
También previene la ley que si se presentaren varias personas ofreciendo su intervención como
terceros, debe preferirse al que con su intervención libere al mayor número de obligados (artículo 137
de la LGTOC).
Sin embargo, el artículo 2065 del CCF, de aplicación supletoria, determina que el pago puede ser
hecho por el mismo deudor o por cualquier otra persona que tenga interés jurídico en el cumplimiento
de la obligación, e incluso, en su artículo 2066 puede también hacerse por un tercero no interesado,
en el cumplimiento de la obligación que obre con consentimiento expreso o presunto del deudor.
Finalmente, el pago se puede hacer a través de un tercero, ignorándolo el deudor y aun en contra de
su voluntad (artículos 2967 y 2068 de la CCF).
La sección cuarta, del capítulo II, artículo 114 de la LGTOC, determina la circunstancia jurídica del
avalista en los siguientes términos: “El avalista queda obligado solidariamente, con aquél cuya firma ha
garantizado, y su obligación es válida, aun cuando la obligación garantizada sea nula por cualquier
causa.”
De lo anterior, podemos derivar que la obligación se adquiere voluntariamente por parte del aval, y que
tiene como objeto la garantía personal de que la obligación o responsabilidad de aquél a quien avala
será cumplida. Será avalista del cumplimiento de una obligación cuando el avalado sea el obligado
principal, y de responsabilidad cuando el avalado sea alguno de los endosantes.
El aval constituye una obligación personal, accesoria y de naturaleza puramente cambiaria, que un
tercero ajeno al título presta a favor del signatario. El avalista puede garantizar la totalidad de un título
de crédito o parte del mismo, en los términos que se encuentra regulado por el artículo 109 de la
LGTOC.
El artículo 111 de la ley en cita previene que el aval debe de constar en el documento o en la hoja
adherida a éste y debe reunir los requisitos de forma, por lo que debe insertarse “por aval” u otra
equivalente y debe llevar la firma de quien lo presta. Sin embargo, el propio artículo dispone que la
sola firma puesta en la letra, cuando no se le puede atribuir otro significado se tendrá como aval.
Asimismo, debe consignarse la cantidad por la que se extiende el aval, ya que –como se dijo– es
posible garantizar el pago de una sola parte del valor del título. En caso de omisión se entenderá que
el avalista garantiza la totalidad (artículo 112 de la LGTOC). En la misma forma, el aval debe indicar la
persona por quien se presta, ya que de lo contrario se entenderá que fue a favor del obligado principal
(artículo113 de la LGTOC).
El protesto
El protesto es el acto formal por el cual se solicita el pago del título en presencia de un notario o
corredor público, con objeto de que se haga constar auténticamente el hecho, que fue presentada en
tiempo y que el obligado dejó total o parcialmente de aceptarla o pagarla (artículo 140 de la LGTOC).
El girador puede dispensar al tenedor de protestar la letra, inscribiendo en ella la cláusula: “sin
protesto”, “sin gastos” u otra equivalente. Es pertinente hacer la aclaración de que la cláusula escrita
por el tenedor o por un endosante no produce efectos.
El protesto por falta de aceptación debe levantarse contra el girado, dentro de los dos días hábiles que
sigan de la presentación; pero siempre antes de la fecha del vencimiento. El protesto por falta de pago
debe levantarse dentro de los dos días hábiles que sigan al del vencimiento. El protesto por falta de
pago de las letras a la vista debe levantarse el día de su presentación, o dentro de los dos días hábiles
correspondientes (artículo 144 de la LGTOC).
Artículo 148.- El protesto debe hacerse constar en la misma letra o en hoja adherida. Además el notario
o corredor que lo practiquen levantará acta del mismo en la que aparezcan:
I.- La reproducción literal de la letra, con su aceptación, endosos, avales o cuanto en ella conste.
II.- El requerimiento al obligado para aceptar o pagar la letra, haciendo constar si estuvo o no presente
quien debió aceptarla o pagarla.
III.- Los motivos de la negativa para aceptarla o pagarla.
IV.- La firma de la persona con quien se entienda la diligencia, o la expresión de su imposibilidad o
resistencia a firmar si la hubiere.
V.- La expresión del lugar, fecha y hora en que se practica el protesto y la firma de quien autoriza la
diligencia.
Dentro de la extinción de la obligación debemos mencionar que la legislación es expresa para cada
uno de los actos jurídicos antes mencionados y el legislador, si bien no se ha esmerado en ser el
mejor codificador, tampoco ha dejado sin opciones de extinción, amén de que al tratarse de actos
jurídicos en su especie bilateral, resulta lógico traer a la mente las formas de terminación de los
contratos, tanto de rescisión, como de resolución o terminación anticipada y a su vez las causas de
extinción incluso por causas ajenas a la voluntad de las partes –como la muerte de alguno, por
ejemplo–. De ahí que será importante que retome dependiendo del acto jurídico que realice, y en este
caso de la operación de crédito, las causas de terminación señaladas en la propia disposición
legislativa.
Cierre
Cierre
Fuente: Flaticon
En esta sesión pudiste observar la forma en que se constituyen las operaciones de crédito, conociendo
además los derechos y obligaciones derivados de la legislación, identificando además los sujetos que
intervienen, el objeto de cada operación y las formas de terminación según corresponda.
Ahora cuentas con los insumos para crear, modificar y sanear operaciones de crédito, sin dejar de
considerar las condiciones de las partes contratantes.
Fuentes de consulta
Fuentes de consulta
Fuente: Flaticon
Castrillón y Luna, V. M. (2002). Títulos mercantiles (títulos de crédito y otros títulos). México:
Porrúa.
Castrillón y Luna, V. M. (2009). Obligaciones civiles y mercantiles. México: Porrúa.
Cervantes Ahumada, R. (2003). Títulos y operaciones de crédito (15ª ed.). México: Porrúa.
Dávalos Mejía, C. F. (2012). Títulos y operaciones de crédito (4ª ed.). México: Oxford.
García Rendón, M. (2009). Sociedades mercantiles (2ª ed.). México: Oxford.
Rico Álvarez, F. (2005). Teoría general de las obligaciones. México: Porrúa.
Vásquez del Mercado, Ó. (2011). Contratos mercantiles (16ª ed.). México: Porrúa.
Legislación
Ley de Comercio.
Ley General de Instituciones de Crédito.
Ley General de los Títulos y Operaciones de Crédito.