El Criollismo Salvadoreño de Los Años 20
El Criollismo Salvadoreño de Los Años 20
El Criollismo Salvadoreño de Los Años 20
DOCENTE DIRECTOR:
MANUEL ANTONIO RAMÍREZ SUÁREZ.
1
AUTORIDADES DE LA UNIVERSIDAD DE EL SALVADOR.
ING. RUFINO ANTONIO QUEZADA SÁNCHEZ.
RECTOR.
ARQ. MIGUEL ANGEL PÉREZ RAMOS
VICERRECTOR ACADÉMICO.
MTRO. OSCAR NOE NAVARRETE ROMERO
VICERRECTOR ADMINISTRATIVO.
LIC. DOUGLAS VLADIMIR ALFARO CHÁVEZ
SECRETARIO GENERAL.
2
ÍNDICE
Introducción……………………………………………………………………………….1
CAPITULO I
1.6 El formalismo……………………………………………………………….…………9
CAPITULO II
CAPITULO III
3
3.1 Antecedentes históricos de Salarrué………………………………………...……18
3.2.1Generalidades de la obra…………………………………………………………22
3.3.1Los personajes………………………………………………………………..……25
3.3.2 La naturaleza………………………………………………………………...……26
3.3.3 El humor……………………………………………………………………...……26
3.4.1. La botija…………………………………………………………………...……….28
3.4.2. La ziguanaba……………………………………………………………………..31
CONCLUSIÓN………….………………………………………………………………..33
BIBLIOGRAFÍA………………………………...…………..……………………………35
ANEXOS.
4
INTRODUCCIÓN.
El objeto de estudio de la presente investigación es el “Análisis crítico estilístico de
los recursos literarios utilizados en la obra “Cuentos de barro” del escritor
salvadoreño Salarrué”, tomando como muestra los cuentos “La botija” y “la
zigüanaba”.
Salvador Efraín Salazar Arrué, es uno de los escritores de mayor renombre en
nuestro país, cada una de sus obras es rica en fantasía, con un estilo propio, una
excelente escritura literaria, y un original modo de ver y de tratar sus temas. Esto
se ve claramente en “Cuentos de barro” obra que esta compuesta por varios
cuentos escritos por medio de un lenguaje popular que lo retoma propiamente de
los salvadoreños del antepasado, hace de este lenguaje una forma de expresión
muy rica en figuras estilísticas, dentro de ellas podemos destacar; la metáfora,
símil, hipérbole, anáfora, entre otras. Esta manera de escribir sus relatos lo ha
llevado a ser un escritor de mucha popularidad, logrando así que algunos de sus
libros fueran transcritos a otros idiomas.
Esta investigación ha sido dividida en tres partes: Marco Teórico, Marco Histórico
y Análisis Estilístico.
Capítulo I, Marco Teórico: comprende los diferentes conceptos y teoría a utilizar
en la investigación, para mayor comprensión del tema desarrollado.
Capítulo II, Marco Histórico: en ésta parte se da a conocer el contexto histórico-
social de la época en que se publicó la obra “Cuentos de barro” en El Salvador.
Capítulo III, Análisis Crítico Estilístico: primeramente se dan datos generales
del escritor Salarrué, su vida y obras. Luego se analizan los cuentos “La botija” y
“La zigüanaba”, en ellos se refleja el juego con el lenguaje que utiliza para dar vida
a sus narraciones, además de las figuras literarias que abundan en todos sus
cuentos.
Con lo anterior se quiere dar un aporte a la literatura salvadoreña, realizando un
breve Análisis Crítico y Estilístico sobre los cuentos de Salarrué, ya que la mayor
parte de información que existe es sobre su vida y obras y muy poca del lenguaje
que utiliza en sus narraciones.
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CAPITULO
I
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CAPITULO I
1.1 MARCO TEORICO CONCEPTUAL
En este apartado se definirá la teoría que será aplicada a esta investigación con el
propósito de dar a comprender la temática y el contenido de la misma.
1
Toruño, Juan Felipe, Desarrollo Literario en El Salvador, Ensayo, Ministerio de Cultura, Departamento
Editorial, 1957
7
del ambiente, algún relato imaginado; más el cuento plástico, el urdido con
sucesos vitalizados, el que marca la iniciación para el futuro de El salvador, esta
contenido en Cuentos y Fantasías. Aparecerían después otros cuentistas
definiendo rasgos singulares; mas es Ambrogi quien inicia la caminata cargando
con el morral de narraciones modernas, rudas, extraídas de la naturaleza. Esta la
hizo palpable. Ambrogi dirá las cosas por su nombre repitiendo los modos
lingüísticos del campesino, copiando sus problemas y situaciones.
Son tres los cuentistas salvadoreños representantes del género hasta 1940,
cuando Hugo Lindo aparecerá con los suyos, aunque siempre enraizados en la
tierra, pero con diferentes fisonomías y, más tarde los de José Jorge Laínez,
imaginativos y oníricos.
Las características definidas, se sitúan arraigadas en la salvadoreñidad y
moviéndose en el ambiente. Productos son de la ciudad del agro y del sentimiento.
Falta la cuentística exclusivamente psicológica que habrá de llegar como llegó la
novela.
8
Cuentos de Barro. Con este escritor se cierra una etapa muy importante en lo
que respecta al cuento en sí, tenemos los tres grandes escritores cuentistas que
dejaron un legado amplio de relatos tomados todos ellos de la vida del campesino.
9
1.4 Método de análisis estilístico utilizado por Marta Fernández de
Yacubsohn. Según el libro de Consuelo Roque.2
El porqué del título: encontrar a través del estudio de la obra porqué el autor
tituló su obra con éste u otro nombre. La mayoría de las obras literarias
tienen su título según la inspiración del autor, ya sea por una persona,
lugar, fecha o momentos en su vida que les recuerde. En este caso
Salarrué se inspiró en las anécdotas, leyendas, cuentos y momentos
divertidos que pasaba con su gente, sobre todo por las creencias que
identifican al salvadoreño.
2
Roque, Consuelo. Método de análisis, Técnicas y Figuras Literarias. Quinta edición San Salvador,
año 2000.
10
Época: se refiere al tiempo en que se escribió la obra, el marco histórico,
político, social y económico. La obra “Cuentos de barro” fue publicada en
1933 justo un año después de la masacre del 32. Aunque los cuentos no
contienen muertes debido al levantamiento, pero si consecuencias, como la
migración; también la ignorancia, sencillez y pobrezas de las personas.
11
1.5 Figuras literarias
Figura: es la expresión de un pensamiento. En sentido estricto es una expresión
que da fuerza, gracia, sentimiento, pasión al lenguaje humano.
12
Sinécdoque: tropo de dicción por enlace que consiste en designar un objeto físico
o metafísico con el nombre de una de sus partes, o nombrar una de sus partes
con el nombre del todo.
Ej: “Tiene 20 primaveras.”
13
1.6 El formalismo
El término formalismo ruso designa a un movimiento intelectual que marca el
nacimiento de la teoría literaria y de la crítica literaria como disciplinas autónomas
y que también tuvo su influencia en la evolución de los estudios lingüísticos 3.
Desde un primer momento el término formalismo ruso engloba un conjunto de
estudios y teorías que dista de ser homogéneo pero que tienen en común el
tratamiento de la literatura en base a un objeto de estudio: la «literariedad», es
decir, la propiedad esencial de toda obra literaria. Al definir esa propiedad, el
formalismo buscó conferir un estatuto científico al estudio de la literatura.
3
http://www.avizora.com
14
Según la escuela formalista, una obra literaria debe verse y entenderse en sí
misma sin connotaciones ni relaciones con otra obra, el autor, la historia o
cualquier otro aspecto exterior a la obra en sí. Por lo tanto, cada texto, cada
enunciado hay que contemplarlos como un conjunto de elementos ordenados
sintácticamente y nada más. Para estos formalistas la poesía “es un pensar con
imágenes verbales”.
La imagen poética es uno de los medios para crear una impresión al máximo. Y en
el mismo caso están el paralelismo, la comparación, la simetría, la hipérbole, las
figuras, todos ellos procedimientos de la lengua poética.
4
Ibíd. pag.354
15
2. El aislamiento - la idea que la literatura, o poesía, hace parecer extraño lo
que creemos que conocemos, porque lo expresa desde un punto de vista
totalmente nuevo. Hace extraño lo familiar. El lenguaje se usa de tal
manera que nos hace ver como por primera vez lo que creíamos que
conocíamos.
La literatura cambia de época a época. Los formalistas justifican sus ideas ante
este fenómeno de dos maneras: 5
1. Dicen que la evolución literaria es el resultado de intentos constantes de romper
conveniencias literarias y de crear nuevas.
5
www.bibliotecavirtualcervantes.com
16
1.6.3 El por qué el formalismo en “Cuentos de Barro”
Esta obra comprende una excelente estructura interna, comenzando por la belleza
que Salarrué pinta por medio del lenguaje, toda ella posee una riqueza de
palabras que dan al escritor una sonoridad y es lo que hace que la poesía viva
también dentro de los cuentos.
6
Blanco Aguinaga, Carlos, Sobre Estilística y Formalismo Ruso, Universidad de California, San Diego.
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CAPITULO
II
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CAPITULO II
2.1 MARCO HISTÓRICO.
2.2. Situación del contexto de 1930-1950.
7
Hernández Santos, David Antonio. El Salvador modelo por armar para una cartografía Histórico-
Literaria. El Salvador 2006.
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la región de los Ízalos, se talaron bosques, la flora y la fauna se extinguió
rápidamente. El café pasó a ser en 25 años la principal manutención y progreso
del país.
Al arribar al siglo XX, la cultura se concebía como refinamiento, la literatura en
particular estaba dominada por el modernismo, conservando muchos rasgos del
romanticismo, una de sus características se deja ver en los periódicos y revistas
que “culturizan” a la sociedad con datos científicos, curiosidades, noticias del viejo
mundo; la mayoría de su información es para satisfacer los intereses de la clase
dominante, y como la mayoría de los indígenas no poseían un nivel educativo
fácilmente se dejaban llevar por lo que la clase media les hacían creer, teniendo
en cuenta que era en beneficio de ellos mismos. En la segunda y tercera década
de este siglo la cultura comienza a ser matizada por dos factores:
1. La clase media surge con fuerza en las ciudades y participa del ambiente
cultural como portadora de un nuevo proyecto nacional.
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del grano bajaron y la enorme existencia brasileña desequilibra el mercado, es así
que el quintal de café valía ₵39.30 y baja hasta ₵14.92.
El desempleo rural fue consecuencia de la depresión económica mundial. A pesar
de la aguda crisis económica, deja casi intacta a la mayoría de las instituciones y
funciones de la sociedad salvadoreña (monocultivo, grupos sociales y agricultura),
el hambre recorría los campos sobre todo en la zona occidental. La oligarquía
dada la situación de inestabilidad confirma su alianza con los militares y así surge
una dictadura oligárquica.
En el año de 1930 el Ingeniero Arturo Araujo funda el partido Laborista. Masferrer
ayudó mucho para que Araujo ganara las elecciones presidenciales quien
manifestó en su propaganda las necesidades primordiales de la población
salvadoreña quienes pensaron que por fin se iban a solucionar los problemas
sociales. Pero Araujo, quien asumió el poder en 1931 no pudo cumplir sus
promesas, el pueblo reaccionó e hizo presión para que se cumpliera lo prometido
a través de un golpe de estado, y Maximiliano Hernández Martínez sube al poder
el 2 de diciembre de ese mismo año, Masferrer se fue al exilio y los intelectuales
que lo ayudaron se escondieron o se callaron.
Martínez fue personaje histórico salvadoreño por más de una década. La
población campesina en el occidente del país se volcó en rebeldía, debido al
hambre robaban comida en tiendas, otros se enfrentaron a las autoridades que
estaban bajo las órdenes de los terratenientes, esto dio para iniciar lo que luego
fue una matanza. El Ejército y la Guardia Nacional patrullaban y mataban a todo
aquel indígena que encontraban en la calle, la masacre del 32 fue el resultado de
la dura crisis económica, política y social que atravesaba el país de la cual los
sectores más débiles cargaban con ella.
La cultura fue patrimonio de la élite dominante, y agregando el elevado índice de
analfabetismo, vemos que el espacio que tenía la clase media era muy estrecho
para leer y escribir. Los escritores de nuestro país de esa época tuvieron que
esconder su palabra en boca de sus personajes.
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Los principales acontecimientos que ocurrían a inicios del gobierno de Martínez
son:
a) Crisis política que termina con la disolución del partido laborista de Araujo.
Banco Hipotecario.
Los trece años del gobierno de Martínez están pintados con sangre y sufrimiento
del pueblo.
En la segunda mitad de la década de los 30, la lucha contra el dictador se
revitaliza con universitarios, que luego será la casi exclusiva fuente de los
intelectuales opuestos al régimen. En ésta época se integran Matilde Elena López,
Antonio Díaz, Cresencio y Jacinto Castellanos Rivas. La creciente oposición al
General Hernández Martínez después de los 40 se debió a la difusión de nuevas
ideas, al incremento de las masas obreras urbanas y sobre todo al descontento de
la población cansada de largos años de dictadura. En 1940 y 1941 aparece la
Asociación de Escritores llamado: “Grupo seis” y en 1942 la Asociación de
escritores antifascistas que fue vista con desconfianza por Martínez. Ambos
grupos estaban formados por: Antonio Gamero, Manuel Alonso Rodríguez, Alberto
Quinteros, Matilde Elena López, Ricardo Trigueros de León, estos escritores al
igual que todos del periodo de 1930-1950 son de origen humilde, por esfuerzo
llegaron a destacarse, algunos lograron becas fuera del país ganadas por su
22
capacidad o vínculos con personas de organizaciones gubernamentales. Como es
el caso del escritor Salvador Salazar Arrué, muy reconocido en el país y con una
amplia gama de escritos sobre todo con “Cuentos de cipotes” y “Cuentos de barro”
publicada en 1933, justamente después de la masacre de indígenas en 1932,
contiene un universo propio del campo salvadoreño, aunque algunos críticos
señalan la ausencia de la tragedia del 32. Pero en estos cuentos se manifiestan
problemas sociales como la emigración, la pobreza, la marginación, etc. En este
sentido dicho cuento también profetiza la gigantesca ola migratoria de más de un
millón de salvadoreños que durante el conflicto civil de 1980-92 se verán obligados
a emigrar, esta vez rumbo a Estados Unidos.
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CAPITULO
III
24
CAPITULO III
3.1 ANTECEDENTES HISTÓRICOS DE SALARRUÉ.
Salarrué tuvo una amarga experiencia en la guerra, ya que cuando era un niño de
seis años entraron en Sonsonate un grupo de rebeldes entre ellos Manuel Rivas y
Don Prudencio Alfaro, con el objeto de derrocar al Presidente General Fernando
Figueroa. De éstos sucesos Salarrué hizo el siguiente recordatorio: “durante toda
esa noche, una vez se hubieron tomado el pueblo, se calmó la balacera. Había
muchos muertos en la calle, yo vi. Me acuerdo perfectamente que mandaron a
echar cal a algunos que estaban putrefactos…”.
De Sonsonate la familia Salazar Arrué pasó a vivir a Santa Tecla, en casa de los
Núñez Arrué. Esta casona tiene un gran parecido con la que describe en el cuento
“La momia” de sus relatos de “Eso y más”.
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Salarrué estudio la primaria en el Liceo Salvadoreño, dirigido en aquel tiempo por
el sacerdote y Doctor José Belloso y Sánchez, quien fuera después Arzobispo de
San Salvador. Inició sus estudios de bachillerato en el Instituto Nacional de San
Salvador, el cual era el único centro oficial de todo el país, unos años más tarde
estudió Comercio resultando ser un buen estudiante. A los 22 años tuvo sus
primeras experiencias astrales y entra en contacto con las doctrinas teosóficas, las
cuales marcarán visiblemente algunas de sus obras.
En 1922 se casó con la pintora salvadoreña Zélie Lardé, con quien procreó tres
hijas que también se dedicaron a las artes plásticas: Olga, Aída y Maya.
En 1911 cuando tenía once años, vieron la luz sus prosas infantiles, en la plana
literaria dominical del “Diario del Salvador” Don Ramón Mayorga Rivas ilustre
nicaragüense que trabajaba en el campo periodístico en nuestro país, estimulaba
al niño principiante y reconocía su talento. Siendo un adolescente escribe su
primer libro “Caballo y Caballero” aunque nunca lo publicó. En el año de 1923 se
celebró en esta Capital un certamen literario para premiar la mejor novela.
Salarrué participó con su novela “EL Señor de la burbuja”, habiendo obtenido el
primer premio, el escritor guatemalteco Rafael Arévalo Martínez le dirigió una carta
de felicitación.
A finales de los años veinte trabajó como jefe de redacción en el periódico Patria,
del escritor y filósofo salvadoreño Alberto Masferrer. En ese periódico comenzó a
publicar una de sus obras más queridas e importantes en El Salvador: Cuentos
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de cipotes, como "relleno" para las páginas en las que quedaban espacios en
blanco; sólo se publicarían en forma de libro más de treinta años después, en
1961, a instancias del poeta, historiador y editor Italo López Vallecillos.
En 1933 formó parte del grupo literato “Cactus” cuyo objetivo de este grupo fue el
de mover el ambiente artístico que en ese entonces estaba bastante estancado,
así mismo fundaron la revista “Cactus” en donde Salarrué dio a conocer allí
algunos de sus cuentos regionales. A partir de 1941, colaboró también en la
revista “Brújula” y “Síntesis”, en 1953 se inició la publicación de la revista “Cultura”
en la cual Salarrué escribía continuamente. Su firma apareció en “Vida
Universitaria” revista editada por primera vez en 1961 por el Departamento de
Extensión Cultural de la Universidad de El Salvador.
Salarrué a la edad de los trece años pintó sus primeros cuadros motivados por el
paisaje de la naturaleza en sus viajes que hacía en el campo, sus pinturas llegaron
a tener fama, tanto que el Presidente de la República Carlos Meléndez amigo de
la familia de Salarrué, lo envió a Estados Unidos a estudiar pintura en el año de
1917. Entre sus principales pinturas están: “Fruta en el mantel”, “El mango”, “el
Guerrero”, “La monja blanca”. Cultivó diferentes tendencias pictóricas como: la
naturalista, impresionista, cubista, abstracta y surrealista.
El escritor vivió los últimos años de su vida alejado del ruido en su casa de los
Planes de Renderos, recuperada en 2003 por el Consejo Nacional para la Cultura
y las Artes de El Salvador (CONCULTURA), actualmente alberga La Casa del
Escritor, un proyecto de formación de escritores jóvenes.
Las obras publicadas de Salarrué son: El Cristo negro (novela, 1926), El señor
de La Burbuja (novela, 1927), O'Yarkandal (cuento, 1929), Remotando el Uluán
(Notese que es Remotando y no Remontando,cuento, 1932), Cuentos de barro
(cuento, 1934), El libro desnudo (relato, 1936), Eso y más (cuento, 1940), Cuentos
de cipotes (1943 en edición parcial, 1961 en edición completa), Trasmallo (cuento,
27
1954), La espada y otras narraciones (cuento, 1960), La sed de Sling Bader
(novela, 1971), Catleya luna (novela, 1974) y Mundo nomasito (poesía, 1975).
8
Hernández Santos, David Antonio. El Salvador modelo por armar para una cartografía Histórico-Literaria. El
Salvador 2006
28
3.2 ANALISIS ESTILISTICO DE “CUENTOS DE BARRO”
3.2.1Generalidades de la obra:
a) TEMÁTICA: para la elaboración de esta obra y temas a tratar, Salarrué fue
a la campiña salvadoreña y de allí tomó como tema principal la vida de los
campesinos, su ignorancia, miseria, costumbres, condiciones económicas,
concepciones religiosas, cultura, creencias, supersticiones y sentimientos.
29
desarrollo y final. Además se caracterizan por su brevedad y abundancia de
elementos lingüísticos como las expresiones coloquiales, indigenismos y
regionalismos.
El tiempo es lineal: pasado, presente y futuro. Encontramos a un narrador
Omnisciente que narra los hechos en tercera persona.
30
y la propensión al habla coloquial. Los cuentos buscan una identificación
con el lenguaje popular campesino.
h) AUTOR:
Las obras publicadas de Salarrué son: El Cristo negro (novela, 1926), El señor de
la Burbuja (novela, 1927), O'Yarkandal (cuento, 1929), Remotando el Uluán
(Nótese que es Remotando y no Remontando,cuento, 1932), Cuentos de barro
31
(cuento, 1934), El libro desnudo (relato, 1936), Eso y más (cuento, 1940), Cuentos
de cipotes (1943 en edición parcial, 1961 en edición completa), Trasmallo (cuento,
1954), La espada y otras narraciones (cuento, 1960), La sed de Sling Bader
(novela, 1971), Catleya luna (novela, 1974) y Mundo nomasito (poesía, 1975). Las
primeras ediciones de Cuentos de cipotes fueron ilustradas por su esposa, Zélie
Lardé, y las siguientes por su hija Maya. Algunas ediciones de Cuentos de barro
tienen ilustraciones hechas ad hoc por el pintor salvadoreño José Mejía Vides.
3.3.1Los personajes.
Los personajes de Salarrué son verídicos, como se sabe se inspiró en las
personas de la costa, gente sencilla y humilde. De ellos retoma diferentes
actitudes, personalidades, cualidades, etc.
Por ejemplo en el cuento de La Botija : José Pashaca, lo describe como un joven
haragán, desorientado e interesado, que luego de oír que arando se podían
encontrar botijas “dinero” y que su madre había muerto, decidió trabajar para
hacerse rico y salir de la pobreza, en este caso podemos decir que Salarrué tenia
una visión muy propia para observar el espacio sobre el cual escribía sus textos,
de quién hablaba en palabras muy claras y sencillas.
En el cuento de la ziguanaba, los personajes Pedro y Natividá el autor los
describe como personas supersticiosas, pero a la vez trabajadores.
Suele explicar y describir a sus personajes y el espacio que a ellos rodea.
3.3.2 La naturaleza
En Salarrué desempeña fundamentalmente dos funciones:
a) Es un espacio presentado de forma subjetiva, mediante procesos metafóricos,
que remite a las situaciones que padecen los personajes o a los sentimientos y a
la manera de entender el mundo;
32
b) Es un elemento estructurado que cumple en la narración una finalidad de
anticipación metafórica. Esta característica estará presente en los todos sus
cuentos, es lo que le dan vida y armonía a los cuentos, ya que Salarrué hace una
combinación perfecta entre el campesino y la naturaleza y por tal motivo nunca
aleja un elemento del otro, son imprescindibles en sus relatos.
3.3.3 El humor
En «La botija» el efecto humorístico se consigue a partir de una caracterización
distorsionada del personaje, destinada a resaltar su pereza, mediante las figuras
retóricas más eficaces para el caso: la concatenación y la sinécdoque:
«José Pashaca era un cuerpo tirado en un cuero; el cuero era un cuero tirado en
un rancho; el rancho era un rancho tirado en una ladera.
Pero es en los diálogos donde el humor de Salarrué actúa con insistencia y
naturalidad; los giros verbales que hacen los personajes, el habla popular y las
deformaciones del lenguaje que Salarrué utiliza es forman parte del humor de sus
relatos.
Este humor verbal, por así decirlo, no implica ridiculización de los personajes;
prueba de ello es que el narrador, letrado, se apropia de los pensamientos de los
personajes y de sus voces dejándose contaminar, como se ve al comienzo del
fragmento citado. Así el lenguaje culto y literario propio de la escritura se ve
invadido por términos pertenecientes a la lengua popular salvadoreña o por
expresiones y frases completas. En ambos casos las palabras suelen ir
destacadas en cursiva, lo que no sucede cuando es el indio quien habla:
Ejemplo:
«José Pashaca se puso malo. No quiso que naide lo cuidara. «Dende que
bíafinado la Petrona, vivía íngrimo en su rancho». tina noche, haciendo juerzas de
tripas, salió sigiloso llevando en un cántaro viejo su huaca» 9
9
Salarrué, Cuentos de Barro, Edición del Centenario, Colección Trigueros de león. CONCULTURA 1998
33
3.4 ANÁLISIS DE LOS CUENTOS “LA BOTIJA” Y “LA ZIGUANABA”.
b) Idea central: la pereza no da el alimento diario, hay que trabajar para poder
tener lo necesario para vivir, y no esperar que otros trabajen por uno, ya
que no siempre se depende de la otra persona.
34
bajo la tierra “La botija”, aunque esa creencia fue la que ayudó para que
José Pashaca trabajara.
d) Lenguaje: los personajes usan un lenguaje popular.
“-¡Qués necesario que tioficiés en algo, ya tás indio entero!”, “-Cuestiones
de la suerte, hombré. Vos vas arando y ¡plosh!, derrepente pegás en la
huaca, y yastuvo; tihacés de plata.”, ”ende que le entró asaber qué, se
propuso hacer pisto. Ya tendrá una buena huaca… ”.
e) Recursos Estilísticos:
Símil: “Era como un sapo de piedra, que se había hallado arando”
p.8.
“… y tiró por un lado una escupida grande como un caite y así
sonora” p.8
Metáfora: “Se prendió al puro con toda la fuerza de sus arrugas, y se
fue en humo” p.9. “…la gritería de los gallos que se tragan las
estrellas” p.10.
Onomatopeya: “El buscaba las botijas llenas de bombas doradas que
hacen ¡plocosh! ” “…vos vas arando y ¡plocosh!”.
Sinécdoque: “Petrona Pulunto era la nana de aquella boca” p.7
“José levantó la boca y la llevó caminando por la vecindad”.
Concatenación: “José Pashaca era un cuerpo tirado en un cuero; el
cuero era un cuero tirado en un rancho; el rancho era un rancho
tirado en una ladera… ”.
Imágenes: “…aró y aró desde la gritería de los gallos que se tragan
las estrellas hasta la hora en que el güas ronco y lúgubre, parado en
los ganchos de la ceiba, puya en silencio con sus gritos
destemplados ”
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e) Ámbito espacial y social: el espacio es el campo y los personajes representan la
clase social baja, su trabajo es de labrar la tierra.
Ejemplo: “Piojo de las lomas, caspeaba ávido la tierra negra, siempre mirando al
suelo con tanta atención, que parecía como si entre los borbollos de tierra hubiera
ido dejando sembrada el alma.”
“le había parado del cuero y lo había empujado a las laderas de los cerros; donde
aró, aró, desde las griterías de los gallos que se tragan las estrellas, hasta la hora
en que el güas ronco y lúgubre, parado en los ganchos de la ceiba, puya el
silencio con sus gritos destemplados.”
36
3.4.2. “LA ZIGUANABA”.
a) Argumento:
Pedro era un pescador y por las noches iba a pescar, arrojando su atarraya
al agua recogía poco apoco pescados, luego Pedro llamó a su ayudante, un
cipote llamado Natividá para que le alcanzara su matata. De repente el
cipote sintió un soplido en la oreja y le iba entrando miedo. Pedro le decía
que sólo era imaginación de él. Pero se oyó una carcajada que puso
nerviosos a los pescadores entonces salieron corriendo cuesta arriba, se
dieron cuenta que ya había amanecido, Pedro le dijo al cipote que el no
creía en la ziguanaba y decidió bajar al río a ver que había sido ese ruido y
vio que era una rama que se había quebrado.
b) Idea central:
Supersticiones y creencias del hombre campesino. Los personajes
muestran en el cuento el miedo que sienten el que la zigüanaba se les
aparezca, creen que sale en la noche y sólo a los hombres.
c) Personajes:
Pedro: un hombre mayor, fuerte, su oficio es pescador, sale todas las
noches con su atarraya y su cayuco a pescar. En un primer momento es un
hombre valiente que no fácilmente se asusta, pero luego al oír un ruido
extraño se pone muy nervioso y se aleja del río. Tiene creencias
tradicionales ya que, primero cree en la historia de la Ziguanaba pues
estaba de noche y sabe que sólo se les aparece a los hombres.
Natividá: un cipote menor de edad que acompaña a Pedro a pescar, es un
niño muy nervioso y fácilmente se asusta al estar en la oscuridad a la orilla
de un río, él también cree en la Ziguanaba.
37
d) Lenguaje:
El lenguaje que usan los personajes es un lenguaje popular. “-¡Oyó… tréme
la bolsa!”, “-¡Qué cobija sos, oyó!”, “-Monós, oyó…”, “-Esque está golpiada
lagua…”
e) Recursos Estilísticos:
Imagen: “la noche prieta se había hundido en la costa, y Pedro,
metido en el agua hasta la cintura arrojaba la atarraya”. “el blanco
corazón del palo, había quedado al descubierto y vomitaba
hormigas”.
Símil: “un ruido extraño, estridente como la carcajada de una vieja”.
“el miedo se había desecho, dulzoso como un terrón de azúcar”.
Anáfora:
“monós, oyó; miacaban de soplar otra vuelta
monós te digo ”.
Hipérbole: “el cipote se metió al río; y, empujando el agua con la
rodilla, llegó hasta el pescador”.
Ejemplo: “PEDRO estaba metido dos veces en la noche; una, porque era
noctámbulo, y otra, porque era pescador. La noche prieta se había hundido
en la poza, y Pedro, metido en el agua hasta la cintura, arronjaba la
atarraya”.
38
CONCLUSIÓN.
Salarrué, un escritor salvadoreño de mucho valor literario y que muy poco se
escribe sobre él, pero necesita todavía ser redescubierto y estudiado a fondo, ya
que posee un variado número de relatos, pero en este caso hablaremos de lo que
se logrado con el estudio de su obra “Cuentos de barro”.
Lo primero que asoma a la vista en la lectura de estos cuentos es la recurrencia a
arcaísmos, regionalismos, neologismos, formas orales de origen campesino y más
propiamente indígena, incluso marcados en cursivas por el propio autor y se
puede decir que por estos rasgos lingüísticos se le ha clasificado como
continuador del costumbrismo o del regionalismo, ya que es un elemento
imprescindible en sus escritos.
Salarrué en sus cuentos actúa como un narrador omnisciente ya que parece estar
mirando por encima de todo, por ejemplo en el cuento de “La Botija” observa el
rancho donde yace el cuerpo y de la ladera donde está ubicado el rancho. Con
esto Salarrué logra construir la imagen total del abandono: la indolencia pero
también el desamparo y la desolación del lugar que se encuentra Pashaca. De
esta manera construye una a una sus imágenes que acompañaran a sus
personajes, que a la vez también le ayudan a describir sus características y su
forma de vida campesina. Salarrué también permite que la conciencia del
personaje se desarrolle se exprese dentro del relato, parece que cuenta hechos y
vidas de campesinos salvadoreños de quienes se toman prestadas expresiones
para dar colorido a la historia; pero no es así, las vidas de esos indígenas se
posesionan del relato y dejan a la vista sus comentarios, con este punto se puede
lograr un buen trabajo de investigación, para poder determinar cuál es el motivo
por lo que Salarrué los ha escrito de esa forma.
Los Cuentos de barro está construida por dos tipos de enunciados: por un lado
aparece la expresión "correcta", propia del narrador, frente al habla campesina, de
origen indígena de sus personajes, Los cuentos están construidos con un
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dominante tono lírico hecho de metáforas novedosas con las cuales crea sus
imágenes y el contexto del cuento.
Sin embargo, es necesario agregar que para realizar un análisis literario sobre
este autor y su obra no basta con hacer el puro inventario de las figuras estilísticas
para explicar la intensa forma anímica que presentan estos cuentos, pero esto
quedara para que otros estudiantes interesados en conocer más a Salarrué
indaguen sobre él, ya que en Cuentos de Barro es una propuesta muy bien hecha
por parte de este escritor ya que hizo de estos cuentos una metáfora; construir el
cuento al modo como se construye una metáfora.
Nadie puede poner en duda que los relatos de Salarrué encierran, todos, una
amarga y dolorosa historia, trágica, de abandono, de soledad, de miseria, de
orfandad, de desposesión, parece no haber escapatoria; y, sin embargo, no
resuenan quejas, ni lamentos: la tragedia se pierde por el tono en el que están
contadas esas vidas, ese tono aparentemente ajeno, sostenido por una voz que
apenas se detiene, ahí es donde se comprende la sencillez del lenguaje que de
manera poética cuenta la pobre y en algunos casos triste vida de los campesinos.
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BIBLIOGRAFÍA
LIBROS.
Blanco Aguinaga, Carlos, Sobre Estilística y Formalismo Ruso, Universidad
de California, San Diego.
Hernández Santos, David Antonio. El Salvador modelo por armar para una
cartografía Histórico-Literaria. El Salvador 2006.
Páginas WEB
http://www.avizora.com
www.bibliotecavirtualcervantes.com
www.analisisliterarioupelipb.com
41
LA BOTIJA.
José Pashaca era un cuerpo tirado en un cuero; el cuero era un cuero tirado en un
rancho; el rancho era un rancho tirado en una ladera.
Petrona Pulunto era la nana de aquella boca:
-¡Hijo: abrí los ojos, ya hasta el calor de que los tenés se me olvidó!
José Pashaca pujaba, y a lo mucho encogía la pata.
-¿Qué quiere mama?
-¡Qués necesario que tioficiés en algo, ya tás indio entero!
-¡Agüen!...
Algo e regeneró el holgazán: de dormir pasó a estar triste, bostezando.
Un dia entró Ulogio Isho con un cuenterete, era un como sapo de piedra, que se
había hallado arando. Tenía el sapo un collar de pelotitas y tres hoyos: uno en la
boca y dos en los ojos.
-¡Que feyo este babosos! –llegó dicendo. Se carcajeaba-; meramente el tuerto
Cande…
Y lo dejó, para que jugaran los cipotes de la María Elena.
Pero a los dos días llegó el anciano Bashuto, y en viendo el sapo dijo: -Estas
cositas son obras denantes, de los agüelos de nosotros. En las aradas se
encuentran catizumbadas. También se hallan botijas llenas dioro.
José Pashaca se dignó arrugar el pellejo que tenía entre los ojos, allí donde los
demás llevan la frente.
-¿Cómo es eso, ño Bashuto?
Bashuto se desprendió del puro, y tiró por un lado una escupida grande como un
caite, y así sonora.
-Cuestiones de la suerte, hombré. Vos arando y ¡plosh!, derrepente pegás en la
huaca, y yastuvo; tihacés de plata -¡Achís!, ¿en veras, ño Bashuto?
-¡Comolóis! Bashuto se prendió al puro con toda la fuerza de sus arrugas, y se fue
en humo. Enseguditas contó mil hallazgos de botijas, todos los cuales “el bía
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prisenciado con estos ojos”. Cuando se fue, se fue sin darse cuenta de que, de lo
dicho, dejaba las cáscaras.
Como en esos días se murió la Patrona Pulunto, José levantó la boca y la llevó
caminando por la vecindad, sin resultados nutritivos. Comió majonchos robados, y
se decidió a buscar botijas. Para ello, se puso a la cola de un arado y empujó.
Tras la reja iban arando sus ojos. Y así fue como José Pashaca llegó a ser el indio
más holgazán y a la vez el más laborioso de todos los del lugar. Trabajaba sin
trabajar –por lo menos sin darse cuenta- y trabajaba tanto, que las horas
coloradas le hallaban siempre sudoroso, con la mano en la mancera y los ojos en
el surco.
Piojo de las lomas, caspeaba ávido la tierra negra, siempre mirando al suelo con
tanta atención, que parecía como si entre los borbollos de tierra hubiera ido
dejando sembrada el alma. Paque nacieran perezas; porque eso sí, Pashaca se
sabía el indio más sin oficio del valle. El no trabajaba. El buscaba las botijas llenas
de bambas doradas, que hacen “!plococh!” cuando las rejas las topa, y vomitan
plata y oro, como el agua del charco cuando el sol comienza a ispiar detrás de lo
del ductor Martínez, que son los llanos que topan al cielo.
Tan grande como él se hacía, así se hacía de grande su obseción. La ambición
más que el hambre, le había parado del cuero y lo había empujado a las laderas
de los cerros; donde aró, aró, desde las griterías de los gallos que se tragan las
estrellas, hasta la hora en que el güas ronco y lúgubre, parado en los ganchos de
la ceiba, puya el silencio con sus gritos destemplados.
Pashaca se peleba las lomas. El patrón, que se asombraba del milagro que hiciera
de José el más laborioso colono, dábale con gusto y sin medida luengas tierras,
que el indio soñador de tesoros rascaba con el ojo presto a dar aviso en el
corazón, para que este cayera sobre la botija como un trapo de amor y
ocultamiento. Y Pashaca sembraba, por fuerza también tenía Pashaca que
cosechar, y por fuerza que cobrar el grano abundante de su cosecha, cuyo
productos iba guardando despreocupadamente en un hoyo del rancho, por
siacaso.
43
Ninguno de los colonos se sentía con hígado suficiente para llevar a cabo una
labor como la de José. “Es el hombre de jierro”, decián; “ende que le entró asaber
qué, se propuso hacer pisto. Ya tendrá una buena huaca…”
pero José Pashaca no se daba cuenta de que, en realidad, tenía huaca. Lo que él
buscaba sin desmayo era una botija, y siendo como se decía que las enterraban
en las aradas, allí por fuerza la incontraría tarde o temprano.
Se había hecho no solo trabajador, al ver de los vecinos, sino hasta generoso. En
cuanto tenía un día de no poder arar, por no tener tierra cedida, les ayudaba a los
otros, les mandaba descansar y se quedaba arando por ellos. Y lo hacía bien: los
surcos de su reja iban siempre pegaditos, chachados y projundos, que daban
gusto.
-¡Onde te metés, babosada! –pensaba el indio sin darse por vencido-: Y tei de
topar, aunque no querrás, así mihaya de tronchar en los surcos.
Y así fue; no lo del encuentro, sino lo de la tronchada.
Un día, a la hora en que se verdeya el cielo y en que los ríos se hacen rayas
blancas en los llanos, José Pashaca se dio cuenta de que ya no había botijas. Se
lo avisó un desmayo con calentura; se dobló en la mancera; los bueyes se fueron
parando, como si la reja se hubiera enredado en el raizal de la sombra. Los llanos
negros, contra el cielo claro, voltiando a ver al indio embruecado, y resollando el
viento oscuro.
José Pashaca se puso malo. No quiso que nadie lo cuidara. “Dende que bía finado
la Petrona, vivía íngrimo en su rancho”.
Una noche, haciendo juerzas de tripas, salió sigiloso llevando, en un cántaro viejo,
su huaca. Se agachaba detrás de los matochos cuando óiba ruidos, y así se
estuvo haciendo un hoyo con la Cuma.
Se quejaba a ratos, rendido, pero luego seguía con Brío su tarea. Metió en el hoyo
el cántaro, lo tapo bien tapado, borró toso rastro de tierra removida; y alzando sus
brazos de bejuco hacia las estrellas, dejó ir liadas en un suspiro estas palabras:
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LA ZIGUANABA
PEDRO estaba metido dos veces en la noche; una, porque era noctámbulo, y otra,
porque era pescador. La noche prieta se había hundido en la poza, y Pedro,
metido en el agua hasta la cintura, arronjaba la atarraya. Cuando la malla caiba,
los plomos chiflaban al hundirse. Una luz de escurana, luz acerosa y helada, fingía
pescados. Hacía frío. Pedro iba recogiendo, recogiendo. Algún chiribisco aparecía
primero, negrito y puyudo. Pedro se estaba desenredándolo. Su paciencia rimaba
con el callar. Las hojas, trabadas, metían pepescas.
Cerca de los plomos venía la plata vivita y coleando. Un pocuyo enhebraba su
“¡caballero, caballero!” detrás de la palazón tupida de los huiscoyoles.
Pedro llamó al ayudante. Era el cipote de Natividá.
-¡Oyó… tréme la bolsa!
El cipote se metió al río; y, empujando el agua con las rodillas, llegó hasta el
pescador y le alargó la matata.
-¿Cayen, O?
-¡Si, O!..., chimbolos y juilinis, nomás.
-¡Ya quizá va maneciendo, O!...
Pedro metió la mano llena de luz en la cebadera, mientras miraba las estrellas,
con la boca abierta.
-Ya mero son las cuatro, vos.
-¡Tá haciendo friyo, O!...
-Es que está golpiada lagua…
-¡Sentí que me soplaban la nuca!...
-¿Eee?...
-¡Horita!...
-¡Yastás vos con miedo!...
-Me da miedo la Zigua…
-¡Qué cobija sos, oyó! ¿Quién siasusta por babosadas?
El cipote temblaba, un poco de frío, un poco de miedo.
-¡Monós, te digo!
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Se puso a gemir. Pedro desenredó, con el último pescado, un poco de alarma.
-¡No siás cobija, vos; ya no te güelvo a trer!...
En aquella noche casi oscura, constelada arriba cobardemente, constelada abajo
por las escamas de los peces y por el silencioso telar de luz de las liciérnagas, un
ruido extraño, estridente como la carcajada de una vieja, puso toques eléctricos de
pavor en los nervios de los pescadores. Después, todo quedó mudo. El cipote se
había agarrado, temblando, de los brazos de Pedro.
-¿Qué jué, O?
-¡Es un palo que siá reido, O!...
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SALVADOR SALAZAR ARRUE
47
LA SIGUANABA
48
OBRA DE SALARRUÉ
49
LA BOTIJA
50
UNIVERSIDAD DE EL SALVADOR.
FACULTAD DE CIENCIAS Y HUMANIDADES.
DEPARTAMENTO DE LETRAS.
TEMA:
“ANÁLISIS CRÍTICO LITERARIO DE LOS RECURSOS ESTILÍSTICOS
UTILIZADOS EN LA OBRA “CUENTOS DE BARRO” DEL ESCRITOR
SALVADOREÑO SALVADOR SALAZAR ARRUÉ”.
ASESOR:
LIC. MANUEL ANTONIO RAMÍREZ SUÁREZ.
ALUMNAS:
MAIRA LISSETTE ALFARO PÉREZ AP05044
ALBA RUTH REYES MARTÍNEZ. RM05086
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Tema: Análisis crítico literario de los recursos estilísticos utilizados en la
obra “Cuentos de Barro” del escritor salvadoreño Salvador Salazar Arrué.
JUSTIFICACIÓN.
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OBJETIVOS.
GENERAL:
Analizar los recursos estilísticos utilizados en la obra literaria “Cuentos de
Barro” de Salarrué.
ESPECÍFICOS:
Estudiar sobre la vida y obra del escritor Salarrué para poder determinar el
movimiento literario al cual pertenece.
Identificar las figuras literarias que el autor utiliza en los cuentos “la
ziguanaba” y “la botija” que se encuentran en la obra “Cuentos de Barro”
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MARCO TEÓRICO METODOLÓGICO.
Dentro de este apartado se definen los términos a utilizar para dar desarrollo a la
investigación a realizar, son las bases fundamentales que se deben conocer para
tener la idea clara de lo que se desea estudiar. Cada concepto se fundamentará
con el desarrollo del análisis literario.
TEORIA LITERARIA
La teoría literaria es el conocimiento considerado en la interpretación de la
literatura. Su historia comienza con la Poética griega de Aristóteles que afirma
“Que el pensamiento puede ser histórico, práctico o poético, lo cual se refiere por
cierto a los fines objetivos del saber”
El término Teoría Literaria según los autores René Wellek y Austin Waren se
refiere: “al estudio de los principios de la literatura dentro de sus categorías,
criterios entre otros”.
Por este motivo se comprende la necesidad de conocer La Historia y La Crítica
Literaria, estas no se pueden utilizar separadamente ya que son las bases
primordiales de los estudios de obras literarias.
CRÍTICA LITERARIA
Crítica: el arte de juzgar las obras literarias y discernir sus méritos y sus defectos.
Apreciación del mérito de cualquier obra y particularmente de las literarias y
artísticas según los principios de la sana razón y del buen gusto. (Sainz de Robles,
1982)
La crítica consiste en un ejercicio de análisis y valoración razonada de una obra
literaria. Se establece una diferencia de la historia literaria, ya que esta contiene
información documentada y científica.
La crítica ha existido desde la primera obra literaria aunque no como una ciencia
pero se debe a las reacciones del público de una época determinada. Pero la
crítica como ciencia de juzgar se debe al gramático Apolodoro o al geógrafo
Erastóstenes, Aristóteles la puso de manifiesto en su poética.
Desde el siglo XVI se multiplican los críticos y se expanden por todo el mundo.
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La crítica literaria va desde el punto de vista sincrónico y diacrónico lo cual una
obra requiere de varias lecturas para saber interpretarla tomando en cuenta la
ideología utilizada, religión, época, etc. Es también importante conocer como una
obra se plasmó y como el público la recibió desde sus primeros textos hasta su
versión definitiva.
Esta investigación estará sustentada por una gama de conceptos que servirán
para apoyar el contenido teórico del tema dentro de ellos están los siguientes:
Estilística
Géneros literarios
Prosa
Figuras literarias
Entre otros.
con rama de la literaria y todo documento que tenga que ver con el escritor
para definir términos literarias básicos para fundamentar la investigación, como los
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CAPITULADO TENTATIVO.
TEMAS:
1. Vida y obra del autor.
5. Conclusiones de la investigación.
56
BIBLIOGRAFÍA.
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