1 Burkart
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MARA BURKART
Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas/
TAREA Instituto de Investigaciones sobre el Patrimonio Cultural,
Universidad Nacional de San Martín.
Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de Buenos Aires, Argentina
burkartmara@gmail.com
RESUMEN
Los años setenta en la Argentina estuvieron marcados por la politización de la cultura y la reactivación de la
modernización cultural –y, como parte de ella, de la revolución sexual- que la dictadura militar instaurada en
1966 había intentado frenar y reencauzar en sentido conservador y católico. Las clases medias, especialmente sus
jóvenes, fueron los sujetos por excelencia que motorizaron ambos procesos. En ese contexto surgió Satiricón. La
revista innovó en el campo periodístico y del humor gráfico. Su nombre condensaba una doble deuda que aludía
a las dos temáticas que por ese entonces más irritaban al poder: sexo y política. El tratamiento satírico de ambas
cuestiones por parte de la revista hizo que tuviera que confrontar con la censura, lo cual derivó en su clausura en
1974.
El artículo pone de relieve, por un lado, los alcances y las limitaciones de una publicación que se mostró abierta
a promover el cambio en el ámbito de la sexualidad, considerado hasta entonces como privado y tabú. Y por el
otro lado, analiza los tipos de censura que se desplegaron para evitar la difusión de imágenes que parodiaban y
satirizaban la incitación al deseo.
Palabras clave: Tercer peronismo, Revolución sexual, Censura, Humor gráfico, Revista Satiricón
ABSTRACT
In Argentina, the politicization of culture and the revival of cultural modernization –and the sexual revolution
as a part of it- marked the 1970s after the attempted to stop and reorient both processes in a conservative and
catholic direction made by the military dictatorship established in 1966. The middle classes, specially its youth,
were the subjects par excellence that motorized both processes. In this context, Satiricón magazine appeared,
making an innovation in the journalistic and in the comic and graphic humor fields. Its name condensed a double
debt related to two subjects that most irritated power: sex and politics. The satiric treatment made by Satiricón
confront the censorship, which led to its closured in 1974.
The article lends importance to, on one hand, the scopes and limitations of a magazine that seemed open to
promote changes in sexuality and sexual habits, considered up to then private and taboo. On the other hand,
analyzes the types of censorship used to avoid the dissemination of images that parody and satirized the incitation
of desire.
Key words: Third Peronism, Sexual revolution, Censorship, Graphic humor, Satiricón magazine
Mara Burkart
2 Risa, sexo y censura en la Argentina de los años setenta. La revista Satiricón (1972-1974)
de superioridad y de trasgresión fue muchas veces comunismo). El sexo, en nombre de la moral; y la
exaltado, en efecto, su lema fue “la revista que empieza política, en nombre de la seguridad nacional, fueron los
donde muchas terminan” y, sumado al tono agresivo blancos predilectos del discurso censor y su normativa.
de varios de sus colaboradores, se convirtió en un Este discurso entendía que era función del Estado
entretenimiento mordaz y pedante que entusiasmó actuar para preservar la escala de valores “nuestros”
a unos lectores y colaboradores, desalentó a muchos y eliminar “lo ajeno”, considerado una amenaza
otros1 e incitó a la censura. El tratamiento irreverente potencial. Bajo este criterio, su accionar recayó con
y desprejuiciado que hizo Satiricón del sexo y la especial énfasis sobre los jóvenes, sospechados de
sexualidad, la convirtieron en blanco de censura, lo alterar el orden establecido.
cual derivó en la prohibición de su sexto número y en El Estado argentino ejerció la censura apelando al
su clausura en agosto de 1974. 2 andamiaje legal que construyó a lo largo de esos años
El artículo se divide en tres secciones. La primera se y -a diferencia, por ejemplo, de la España franquista o
centra en las características que asumió la práctica de de la dictadura brasileña-, de una oficina centralizada,
la censura en la Argentina en las décadas del sesenta sin contar de prácticas establecidas y una organización
y setenta. La segunda analiza las representaciones administrativa reconocida. En efecto, una de las
visuales publicadas en Satiricón que aluden a las características distintivas de la práctica de censura en
costumbres y, específicamente, a lo sexual y a los actos Argentina fue su ubicuidad. A ese estar en todas partes
de censura que la afectaron. Y por último, se presentan y en ninguna se sumó la articulación y superposición de
las conclusiones. la censura nacional y la provincial o municipal y otros
tipos de censura como fueron la censura no oficial, las
CENSURA Y SEXUALIDAD EN ARGENTINA EN LOS amenazas, las listas negras, las bombas, la quema de
AÑOS SETENTA libros, las persecuciones y la desaparición forzada de
personas.
La llamada modernización cultural comenzó Entre 1957 y 1983, el discurso y la práctica de censura
en la Argentina en la segunda mitad de los años tuvieron un punto de inflexión a mediados de 1974,
cincuenta y su tenor y amplitud fue tal que como la a partir de entonces alcanzó un nivel de intensidad
otra cara de una misma moneda implicó un renovado represiva nunca antes experimentado. Asimismo,
despliegue del discurso de censura y una nueva la primera etapa de la censura, esto es, entre 1957 y
legislación a los fines de efectivizar el control sobre principios de 1974, tuvo un primer ajuste entre 1963 y
dicho proceso. Producida en el contexto de la Guerra 1964 y otro más completo durante la dictadura militar
Fría, la modernización cultural era parte de una instaurada en 1966. Junto a la prohibición de numerosas
política de desarrollo destinada a impedir el avance manifestaciones artísticas y culturales, se prohibió el uso
del comunismo. La censura se legitimó bajo aquella de la minifalda y el pelo largo, los hoteles alojamiento
misma política: había que resguardar el “modo de fueron frecuentemente allanados y los espacios de
vida occidental y cristiano” porque “el sistema cultural sociabilidad juvenil fueron blanco de razzias policiales.
propio y la nación misma se hallan expuestos al peligro Por su parte, la segunda etapa, que se extiende entre
de una infiltración o penetración ideológica corruptora 1974 y 1983, tuvo con la instauración de la dictadura
que posee objetivos precisos y planes de acción militar en 1976 su giro más siniestro y destructivo al
minuciosamente estudiados” (Avellaneda, 1986, 22). articularse con el terrorismo de Estado.
En un mundo polarizado, el proceso de modernización En cuanto a la censura sobre la prensa satírica -el caso
se relacionaba estrechamente con el “fortalecimiento que interesa a este trabajo-, la principal responsable
y militarización de los servicios de inteligencia, [con] oficial de ejercer el control moral del material difundido
la objetivación y sentidos de la Doctrina de Seguridad fue la Municipalidad de Buenos Aires. Para ello contó
Nacional en Argentina, [y con] la legislación represiva y con el decreto 115 de 1958 que establecía los criterios
la inflación semántica del ‘otro’” (Funes, 2010, 306). de clasificación para libros, revistas y otros materiales
Según Avellaneda (1986), dos ejes estructuraron el impresos. Estos eran: 1. Material inmoral y presuntamente
discurso de la censura, por un lado, la definición del obsceno (venta y circulación prohibidas, más remisión
sistema cultural lo cual abarcaba lo moral, lo sexual, la de las actuaciones a la justicia para que ésta examine
familia, la religión y la seguridad nacional; y por otro, la posibilidad de que el material incurra en lo tipificado
la definición del “estilo de vida argentino” y su relación por el artículo 128 del Código Penal, sobre obscenidad);
con lo propio (católico/cristiano) y lo ajeno (marxismo/ 2. Material inmoral (venta y circulación prohibidas); 3.
Material de exhibición limitada (venta permitida sólo
1 Satiricón rápidamente se tornó un éxito de ventas. Según el
Instituto Verificador de Circulaciones (IVC), en febrero de 1973
en escaparates exteriores). Entre 1971 y 1977, fue muy
vendió 33.644 ejemplares; en junio triplicó sus ventas y en octubre habitual la aplicación de este decreto sobre la prensa
de ese mismo año, las quintuplicó llegando a los 156.208 ejemplares satírica y sobre la prensa considerada pornográfica. A
vendidos. En 1974, siguió aumentando sus ventas, alcanzando los esta censura se sumaba, como se dijo, las amenazas
250.000 ejemplares.
personales y de bombas a las redacciones, y las listas
2 Satiricón volvió a editarse brevemente entre noviembre de 1975
y marzo de 1976 y en 1984, pero estas etapas no serán analizadas en
negras.
este trabajo. Para un análisis más amplio sobre Satiricón, ver Burkart Asimismo, en cuanto a la censura legal, mientras
2017, 2013, 2011. la Municipalidad ejerció el control moral, la Nación
Mara Burkart
4 Risa, sexo y censura en la Argentina de los años setenta. La revista Satiricón (1972-1974)
la de la comida como actividad fundamental de la vida y,
también, la de un tiempo que ya pasó. (S nº 2, 1972: 12)
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6 Risa, sexo y censura en la Argentina de los años setenta. La revista Satiricón (1972-1974)
embargo, el acto sexual nunca se consumaba porque, del texto al punto de llevarlo al absurdo. Con este tipo
por ejemplo, “tendré que repensar la mitología griega… de representaciones, Satiricón daba cuenta de la crisis
esto de los ‘travestis’ no figura en ningún lado…” (S nº de la hegemonía masculina producto de una mayor
1, 1972, 17). Identidades de género nuevas dislocaban el inclusión de la mujer en la vida social. El reconocimiento
tradicional binomio femenino/masculino y la novedad de la mujer como sujeto de deseo sexual implicaba una
generaba desconcierto. Si Fellini había recuperado a la mayor presión sobre el hombre, ante la cual éste tenía
Grecia antigua de manera idealizada como una época que responder… y bien. Como se verá a continuación,
de libertinaje para aludir a la decadencia moral de Satiricón reparó insistentemente en la crisis de la virilidad
Roma; Satiricón recurría a su mitología para satirizar, sin masculina. 6
ninguna cuota dramática, a quienes se consideraban En su tercer número, Satiricón se asumió explícitamente
libertinos en materia sexual en los años setenta del siglo iconoclasta, reconocía que estaba dispuesta a faltar el
XX. Para Satiricón, el libertinaje sexual que se proclamaba respeto a los valores tradicionales y a aquello instituido.
no era natural, sino que tenía su componente cultural Asimismo, aclaraba que hablaba y dibujaba sobre sexo
representado por los manuales y cursos que enseñaban para reírse y no por un interés comercial de vender
a los hombres a obtener placer y evitar la represión más. En el número siguiente a este anuncio, el audaz
sexual, la cual sí parecía ser lo natural. reportaje de Alicia Gallotti al boxeador Oscar “Ringo”
Bonavena, causó enorme revuelo. Tanto la entrevista
como las imágenes que la acompañaban fueron muy
provocativas. Bajo el título “El Gran Macho Argentino”,
como se definió a sí mismo Bonavena, quedó expuesto
su exacerbado machismo, al límite de la misoginia. Su
mirada era muy conservadora e incluso anacrónica.
Distinguía dos tipos de mujeres: las “de barrio” que eran
para casarse y debían llegar vírgenes a tal circunstancia,
y las que eran para divertirse, las mujeres que “van a un
boliche a tomar una copa” y “te enganchás así nomás”.
Asimismo, justificaba la violencia hacia la mujer: “A
veces sí, una buena agarrada de los pelos viene bien, un
decirle ‘mirá que te mato’ mientras se la zamarrea, eso es
bueno, es bueno para que se dé cuenta de que el macho
es uno” (S nº 3, 1972, 45). Bonavena estaba convencido
que trataba bien a las mujeres y que la distinción que
hacía de éstas era natural. Este autoconvencimiento y
la reiteración en sus respuestas lo dejaban en ridículo y
exaltaban el papel de Alicia Gallotti, la reportera.
A diferencia de la misma Satiricón, cuyo machismo se
expresaba de modo más complejo al estar articulado
con discursos a favor del cambio cultural y la burla a
la virilidad masculina; Bonavena era claro y directo,
y así por momentos grotesco. El boxeador quedó
representado como un retrógrado por esas convicciones
FIG. 4 FERNÁNDEZ- BRANCA, SATIRICÓN Nº 1, y declaraciones, producto de la apropiación diferenciada
NOVIEMBRE DE 1972 (écart) que Satiricón hizo del discurso del boxeador. En
otras palabras y siguiendo a Roger Chartier (2005), este
La parodia de los manuales sobre sexo llegó a su discurso al ser reproducido en una revista satírica que
máxima expresión con el “Curso libre de divulgación abordaba abiertamente los aspectos de la revolución
sexual”, realizado por Oski. Las cinco entregas del sexual y, como parte de la misma, el nuevo lugar que
“Curso… ” tenían el propósito de brindar “todo lo que el tenía la mujer en la sociedad y en la pareja, habilitaba ser
hombre moderno necesita saber para no ser un pazguato objeto de operaciones de lectura diferentes del sentido
en el amor” (S nº 6, 1973, 32). Dirigido a los hombres más original que Bonavena le asignaba a sus palabras. Un
que a las mujeres, Oski ofreció su recopilación, síntesis indicio de esto lo dio la revista al titular cada secuencia
y versión ilustrada y cómica de los manuales sobre de fotografías que lo mostraban en pose vistiendo un
educación sexual desde la Antigüedad hasta los tiempos
6 La sátira sobre la virilidad masculina quedó plasmada en la
más actuales. Como bien caracteriza Juan Sasturain nota “Fútbol, ese deporte de machos” donde varias fotografías de
(2004: 165), el arte de Oski reside en cultivar la aparente futbolistas abrazándose y dándose besos eran la “prueba” irrefutable
ingenuidad, la literalidad desamparada de las cosas; del excesivo cultivo de la amistad viril (S nº 5, 1973, 20-21). Otro
su trazo simple e infantil muestra “las cosas como son caso fue en referencia a la moda masculina de usar la “carterita” o
portadocumentos. En una serie de cartoons de Bróccoli se muestra
literalmente- y no como aparecen o se manifiesta”. Las a hombres incómodos y avergonzados por una moda que los hacía
ilustraciones del “Curso…”, con esa aparente inocencia adoptar objetos que eran considerados propios de las mujeres (S nº
y la reparación de los detalles, reforzaban el contenido 5, 1973, 18-19).
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8 Risa, sexo y censura en la Argentina de los años setenta. La revista Satiricón (1972-1974)
demasiado, yo las tomaba de vicioso nomás” (S n º 17, no era “el mayor peligro” como la querían presentar
1974, 17). sus detractores. Y les aconsejaba a los homosexuales:
No obstante, hubo chistes que procuraron evitar “que la pertenencia a una minoría, sea cual sea, no es
los estereotipos y las miradas peyorativas de la motivo de orgullo […] refugiarse en el clasista Frente de
homosexualidad. En la serie “Al pan con pan…” Liberación Homosexual, por ejemplo-, es egresar de una
realizada por Viuti (S nº 9, 1973, 52-53) el acento estaba marginación para ingresar a otra” (S nº 12, 1973: 21).
en los gustos y en el modo de actuar de quienes En Satiricón, lo satírico-lujurioso también quedó
supuestamente tienen inclinaciones homosexuales. En expresado en las alusiones cómicas a la centralidad del
estos cartoons, hombres normales y corrientes tienen deseo sexual en la vida cotidiana de hombres y mujeres.
fantasías sexuales homosexuales, hacen proposiciones El humor en torno al sexo que difundió Satiricón se
sexuales a otros o exaltan objetos fálicos. En estos caracterizó por tener a la cama como escenario principal,
casos, lo estereotipado era aquello que conformaba aunque no exclusivo. Los humoristas se metían en la
las fantasías de esos hombres más no los hombres en cama de hombres y mujeres para explorar y reírse de
sí. Dos cartoons sobresalen por cuestionar los apodos cómo las transformaciones que afectaban ese espacio
peyorativos y el sentido común estigmatizante que íntimo y privado. Los lectores se podían ver reflejados
recaía sobre la homosexualidad. El primero, realizado por en los chistes sobre el nuevo intruso que había llegado
Limura, procuraba desnaturalizar el apodo de “invertido” para quedarse en los dormitorios: la televisión. También
y muestra a un hombre y a una mujer desnudos frente podían reírse de los maridos que dejaban esperando
a una cama, y el hombre, que tiene invertida su zona a sus mujeres porque se habían olvidado de la “nueva
pélvica, dice: “Bien Rosalía, este es mi secreto” (S nº 13, posición” y debían consultar el Kamasutra, que tenían en
1973, 10). El segundo es de Fontanarrosa y satiriza cierto la mesa de luz. En la cama, los hombres encontraban a
sentido común que ubicaba a la homosexualidad entre sus mujeres con otro hombre, las prostitutas esperaban
los peores temores de los padres con respecto a sus a sus clientes y se tenía sexo colectivo.
hijos a la vez que evidenciaba que la naturalización de Estar “con el sexo en el seso” implicaba no sólo
la violencia de género: una madre se encuentra con el tener fantasías sexuales sino también incursionar en la
pediatra de su hijo y le dice: experimentación. Como parte de la revolución sexual, se
legitimaron y promovieron además de la homosexualidad,
“¿Se acuerda doctor, que yo estaba preocupada porque prácticas sexuales colectivas, la masturbación, la
Huguito se pasaba el santo día con las nenas? ¿Qué yo sodomía, la prostitución, el sadomasoquismo, todo lo
tenía miedo de que me saliera medio rarito? Bueno, ahora cual fue objeto de las humoradas de Satiricón. La revista
estoy más tranquila ¿sabe? Me enteré de que se las viola…” se burló de quienes incursionaban en esas prácticas
(S nº 15, 1973, 2) como un cartoon de Limura en donde en una gran cama
se encuentran recostadas ocho personas desnudas: un
En la misma línea, Alicia Gallotti escribió la nota militar, Frankenstein, un travesti, un payaso, una mujer,
“La ofensiva de la subcultura homosexual”, donde un joven, un hombre mayor y un chancho, uno de ellos
reflexiona sobre la creciente aceptación social de la preguntaba: “¿estamos todos listos?” (S nº 13, 1973, 5).
homosexualidad: El efecto cómico de estos chistes consistía en mostrar
como natural aquello que aun evidentemente no lo
nunca como ahora hubo tantos espectáculos de travestis, ni era y ridiculizar las prácticas de quienes se sentían a la
existieron mejores señales de convivencia que las actuales vanguardia de los cambios, como quedaba sugerido en
para los 600.000 argentinos que cada día corren el riesgo el título que reunía a ese y otros cartoon: “Parejas eran
de ser cariñosamente rebautizados como “marcha atrás”, las de antes…” (S nº 8, 1973, 27). Una tira cómica del
“topu”, “invertido”, “pederasta”, “ambidextro”, “mariposón” humorista inglés Mc Lachlan, originalmente publicada
o mediante la elipsis “hombre pero no fanático” o “la mina
en la revista Playboy -revista prohibida en Argentina,
con cariño”. (S nº 12, 1973, 20-21)
como Satiricón se encargó de señalar-, le daba una
vuelta cómica y, a primera vista, más audaz a la práctica
La mayor tolerancia hacia la homosexualidad no de sexo colectivo. En las primeras viñetas se ven cuerpos
implicaba el abandono de los apodos estigmatizantes desnudos enmarañados entre los cuales sobresale un
sino el surgimiento de nuevos eufemismos para hombre, también desnudo, que disfruta de la orgía. En
nombrarla y una mayor censura social hacia el insulto: las siguientes viñetas, se lo ve salir de entre los cuerpos
apilados, pararse a un costado y con una mano tirar del
Por supuesto, aún es posible seguir verificando cabezas dedo gordo del pie de una persona, provocando que
que piensan como hace 20 años, pero cada día resulta más esa pila de cuerpos desnudos se desinfle. En la última
difícil resolver el asunto con un rabioso ‘marica de eme’ y viñeta, el hombre guarda el rollo de vinilo con el dibujo
hay que apelar al “Para mi este tipo es medio raro” o, como de los cuerpos desnudos enmarañados (S nº 6, 1973,
dice La Chona, “Es enfermo, pobre muchacho”. (S nº 12, 7-8). No hacía falta conseguir personas reales para
1973, 20)
obtener la satisfacción sexual, los avances tecnológicos
abarcaban a aspectos de la vida novedosos y para
Para Gallotti, la homosexualidad era una subcultura muchos impensables, y proveían de todo lo necesario.
que estaba siendo perseguida políticamente pero En este mismo sentido, la mujer desnuda inflable,
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10 Risa, sexo y censura en la Argentina de los años setenta. La revista Satiricón (1972-1974)
7, 1973, 50-51), un conjunto de cartoons que satirizaba a los SATIRICÓN EN LA SENDA DE SADE
censores y los presentaba como hipócritas: era imposible
no dejarse llevar por la sensualidad femenina de ciertas Contra las expectativas de muchos, el acceso de
imágenes. Los censores aparecían vinculados a la Iglesia Perón al gobierno no puso fin a la violencia política ni
católica y eran representados a imagen y semejanza del terminó de aflojar la censura sino por el contrario, ésta
responsable del Ente Calificador Cinematográfico de se endureció. El reconocimiento del giro autoritario de
aquél entonces, Ramiro de la Fuente, es decir, como un Perón y que éste había accedido al poder en elecciones
señor mayor, calvo y con anteojos de marco de carey democráticas, llevó a Satiricón a autocensurarse y
negro. Esto se debía a que el cine fue el único ámbito de actuar en consecuencia con un clima más hostil. En este
la cultura y los medios de comunicación de la Argentina sentido, entendió que la risa satírica no tenía lugar en
que contó con una institución destinada a controlar el una sociedad que había elegido mayoritariamente al
contenido que difundía. De esta manera, primero Ramiro líder justicialista. El equilibrio entre las dos derivaciones
de la Fuente y luego, Miguel Paulino Tato se convirtieron que se desprendían de su nombre, la sátira política y
en símbolo de la censura en los años setenta. lo sátiro-lujurioso, se rompió y predominó lo segundo
La censura también mereció una nota seria por aunque ajustado a las nuevas circunstancias. Satiricón y
parte de Satiricón, como fue la de Carlos Ulanovsky, sus anunciantes redujeron la publicación de fotografías
“La censura madre que nos tocó”9 (S nº 12, 1973) que se insinuantes, la revista se desprendió de su vertiente más
acompañó con una ilustración realizada por Cascioli, libertaria en materia sexual y, en cambio, recurrió a lo
del “Sr. Censor” quien en vez de una cabeza tenía una escatológico.
gran mano que sostenía una gran tijera que cortaba el La irreverencia se expresó en representaciones de
negativo de una película erótica, como las de Isabel Sarli, partes del cuerpo humano gesticulando de modo soez
y de una película política, como podía ser “La hora de que ocuparon en la tapa el lugar de las caricaturas
los hornos” de Fernando “Pino” Solanas o “Estado de políticas. La risa escatológica fue promovida en
sitio” de Costa Gavras (Fig. 7). En todo caso, quedaba imágenes como “El auge de la cultura anal”, “Todos
claramente representado el hecho de que los blancos de somos culipanza!” y “Los asquerosos” como así también
la censura eran el sexo y la política. en otras más audaces que insinuaban el clima enrarecido
por el incremento de la violencia política, las presiones
y persecuciones, como “En boca abierta… entran
moscas!” y “A veces hay que tragarse el sapo!” o “¿Ud.
de qué se ríe?”. La materia prima de estas imágenes eran
gestos, expresiones populares y cotidianas, algunas de
las cuales tenían significados obscenos o insultantes.
Esta gestualidad fue utilizada ante la incapacidad de
expresar ideas en textos o imágenes de modo explícito.
Satiricón hacía referencias solapadas a la situación
política imperante pero evitó las personificaciones y la
sátira política. Se aludía y denunciaba la censura y se
representaba el tabú que rodeaba a los comportamientos
sociales a los que estos gestos aludían.
La historieta paradigmática de esta nueva etapa de
Satiricón fue “El Marqués de Sade” realizada por Oskar
Blotta e Izquierdo Brown en reemplazo de “El sátiro
virgen”. La representación de Sade ponía el énfasis en
su vida sexual sin hacer alusión alguna a su profesión
de escritor ni a la persecución a la cual fue sometido.
Sin embargo, la apropiación y el tributo que Satiricón
hacía del escritor maldito francés era un reconocimiento
implícito de aquella.10 Si el “sátiro virgen” paseaba por los
espacios públicos; Sade estaba confinado a su castillo,
ubicado sobre un peñasco, aislado del resto de la
sociedad. De este modo, quedaba representado el nuevo
FIG. 7 CASCIOLI, SATIRICÓN Nº 12, OCTUBRE DE clima que imperaba en el cual el sexo dejaba de ser un
1973
10 El tributo a la figura de Sade (1740-1814) tuvo su antecedente
en la sección que llevaba el nombre de una de sus novelas, “Filosofía
en el tocador” (1795) –considerada una de las obras sádicas por
9 La nota hacía referencia al relevo de Ramiro de la Fuente y excelencia. En esta segunda etapa, dicha sección cambió su nombre
al nombramiento de Octavio Getino al frente el Ente Calificador por “Filosofía en el baño”, para interpelar de modo más directo a
Cinematográfico en agosto de 1973. El cambio de autoridades fue los lectores masculinos. En ella, Jorge Guinzburg y Carlos Abrevaya
considerado positivo y generador de grandes expectativas. Sin abordaron temas como los métodos anticonceptivos, la virginidad,
embargo, la liberalización fue extremadamente breve, Getino duró la fidelidad, el nudismo, la masturbación, la menstruación, la luna de
en el cargo sólo unos meses, hasta noviembre de 1973. miel, la micción y la “franela”.
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12 Risa, sexo y censura en la Argentina de los años setenta. La revista Satiricón (1972-1974)
como en el cartoon de Crist, donde una mujer de clase Bradbury “Fahrenheit 451” (S nº 16, 1974, 31-33). La
baja, madre de seis niños, portaba la pancarta que decía censura era satirizada y se ridiculizaba los argumentos
“Abajo el feminismo” (S nº extra, 1973). El feminismo era que la justificaban.
un reclamo de clase media-alta promovido por mujeres La muerte de Perón y la asunción de su viuda a
jóvenes, modernas, sofisticadas con sus necesidades la Presidencia de la Nación modificaron para peor
básicas más que satisfechas. las condiciones de producción y circulación cultural
Por último, los cambios en las costumbres fueron y periodística. En septiembre de 1974, Satiricón
representados en el contrapunto “antes-ahora”. Se vivían fue clausurada por ser una “interferencia” y una
tiempos de cambio y Satiricón reflexionaba sobre los “perturbación” del orden a través del decreto secreto
prejuicios de antaño porque “los años transcurren, la vida 866/74 del Poder Ejecutivo Nacional. La “Bruja buena” se
cambia y lo que ayer fue vergüenza, hoy es honor y lo que había transformado en la “Bruja mala”, y ésta entendía
ayer fue ¡Dios me libre! es a Dios gracias” pero reconocía que Satiricón constituía:
que “no tener prejuicios también es un prejuicio” (S nº
22, 1974, 16). Según Ortiz, los “tormentos morales de un evidente ataque contra os elevados valores y
otro tiempo” eran el compromiso y la virginidad antes costumbres del pueblo argentino.
del casamiento, el luto por más de tres años, que las Que es una incitación constante a cometer delitos
mujeres no salieran solas de noche y tuvieran que ir tipificados contra la honestidad de las personas.
acompañadas por algún hermano como chaperón, los Que sus 22 números editados tanto sus ilustraciones
como su lenguaje tienen un neto carácter pornográfico
padres “aconsejando” a sus hijos sobre sus parejas.
reprimido expresamente por el art. 128 del Código penal.
Satiricón que había intentado integrarse a la (Decreto 866/74, 17/09/1974)
democracia peronista, fracasó. En enero de 1974,
recibió la clasificación de “exhibición limitada” a la cual
respondió reafirmando su identidad e identificando a Satiricón se despidió de sus lectores por medio de
su contrincante: los “seriotes generalmente enfermos una solicitada donde informaba sobre el decreto de
de constipación”, “los que trabajan, por mangos o ad clausura y explicaba que habían solicitado audiencia
honorem, de señores serios que nos protegen de todo a las autoridades para aclarar la situación y habían
mal” (S nº 15, 1974, 10). Para Satiricón, interpuesto las acciones judiciales correspondientes.
Sin embargo, días después de la clausura, el 28 de
sin el sentido del humor, a la inteligencia del hombre le septiembre, la legislación en torno a la censura se
falta un buen pedazo. Es necesario que haya gente con endureció. En nombre de la seguridad nacional se
la capacidad de ver que detrás de cualquier fenómeno, sancionó la ley 20.840 que impuso prisión de dos a seis
de cualquier episodio, yace un toque de absurdo, ese que años a quien “divulgara, propagandizara o difundiera
hace a la vida mágica y vivible. (S nº 15, 1974, 10) noticias que alteren o supriman el orden institucional y la
paz social de la Nación”. Paralelamente, la organización
Satiricón se dedicaba a ello y ofrecía una forma de ver el parapolicial Triple A (Alianza Anticomunista Argentina)
país que “no reconoce las correas del sectarismo” porque comandada por el ministro de Bienestar Social José
“las cosas, la gente, las naciones, no tienen solamente un López Rega, emitió sus listas negras con amenazas que
modo de presentarse a la faz de la tierra sino una manera obligaron a varios agentes del campo de la cultura a
claroscuro de ser”. Los números publicados entre abril y abandonar el país. El campo cultural perdía buena parte
agosto de 1974 fueron todos clasificados de “exhibición de autonomía por el avance legal, ilegal y violento del
limitada” por la Municipalidad de Buenos Aires. Y poder político.
Satiricón volvió a hacer chistes sobre los censores. En
uno de ellos, un niño le dice a su amiguita: “¡A mí me REFLEXIONES FINALES
gusta mucho la pornografía!... Cuando sea grande voy a
ser censor como papá!” (S nº 18, 1974, 10). El abordaje cómico y serio del sexo y la sexualidad
El continuo llamado al orden por parte de la censura no fue una de las notas distintivas de Satiricón. En ella
se correspondía con el reconocimiento del público que quedaron representados diversos aspectos que hacían
la revista recibía. Pero Satiricón no era el único blanco del a la liberación sexual en la Argentina de principios de
poder censor, la prohibición de libros y películas cobró la década del setenta. La revista percibió, plasmó y
nuevas dimensiones. A la censura legal se sumaron promovió el clima de libertad sexual que en el marco
atentados, listas negras y demás formas ilegales y de la modernización cultural se había reactivado
paraestatales que generaban miedo e impedían las cuando comenzó la transición democrática. Si esa breve
actividades y manifestaciones culturales. Satiricón no coyuntura, que se extiende entre 1972 y el gobierno
eludió estos temas. El año 1974 se había iniciado con de Héctor Cámpora, fue vivida como un momento de
los atentados con bombas a los Cines Gran Splendid y renovadas expectativas en torno a la posibilidad de
Lorena por el estreno de la película “Jesucristo Super- generar profundos cambios sociales y culturales, el
Star” y una historieta realizada por Crist, aludió a dichos acceso de Perón al poder y luego, de su viuda significaron
hechos. También Fontanarrosa abordó los ataques a la su violenta clausura. En Satiricón el retraimiento del
cultura, en particular el secuestro y quema de libros, clima de libertad frente al avance del autoritarismo, el
con una versión libre en historieta de la novela de Ray conservadurismo y la violencia quedó representado
Mara Burkart
14 Risa, sexo y censura en la Argentina de los años setenta. La revista Satiricón (1972-1974)
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