TP1 Chocano
TP1 Chocano
TP1 Chocano
Una nueva conciencia surgió en el mundo cultural hispanoamericano a finales del siglo XIX,
una conciencia basada en que la actividad literaria era superior a la actividad política. El poeta
iberoamericano, al igual que el europeo se marginará de una sociedad capitalista que no le
comprende. Desde el punto de vista literario, esta conciencia se llamó Modernismo.
El Modernismo se nutrió de las tendencias poéticas francesas: el Parnasianismo y el
Simbolismo y de la estética de Baudelaire, Verlaine, Rimbaud. Esta “fuente de beber” extranjero se
consolidó debido a la carencia de una tradición propia que les permitiera hablar, como lo hacían los
poetas franceses, de la belleza, desafiar a la ciencia y a la naturaleza, explotar todo lo fuera del
esquema determinista de la herencia y del artificio como arte.
Es en sí este movimiento una sutil mezcla del Parnasianismo y el Simbolismo, una rebeldía
estética exclusivamente hispanoamericana así como una crítica al Romanticismo, al Realismo, y,
muy particularmente, a la continuación de la tradición española, este movimiento redundó en el
esplendor de una época aparentemente feliz llamada la “belle epoque”, cuyo final coincidirá con el
inicio de la Primera Guerra Mundial.
En el Perú el Modernismo tuvo como figura a José Santos Chocano, quien discurrió entre
imágenes pictóricas y formalidades métricas de musicalidad orquestal, hasta su gran acentuación de
un modernismo propio que pretendía recoger la geografía americana y, a la vez, mostrar un
individualismo apasionado.
José Carlos Mariátegui puntualizará:
Los cantos de Chocano muy bien emulan a epopeyas, a titanes, rumores de la selva. En este
caso puntual, plasmará los rasgos y las temáticas modernistas en su poema “La Ñusta” con una
búsqueda de temas relacionados con la exaltación de hispanismo y de lo legendario. Si bien
indigenismo también suele ser evasionista en que no refleja la realidad actual del pueblo indígena,
sino que busca recuperar el legado precolombino del pasado.
Este poema retoma varios mitos y tradiciones orales como las de la nación de Caranqui y las
figuras de Huayna Capac y el general Calcuchima, y, por supuesto, la Ñusta, la princesa virgen que
representa la pureza, juventud y belleza. Todas estas figuras conforman una actitud aristocratizante
a la temática del poema.
Otro de los protagonistas de esta historia será Don García de Peralta, joven hidalgo que
intenta persuadir a la Ñusta, rechace su origen y abrace la civilización y el linaje que él le otorgará.
Como dijimos anteriormente, la Ñusta es una princesa Inca, pero no hay en el español un
reconocimiento de tal posición, como tampoco importancia a su atavío que el hidalgo cambiará por
otros que considera más valiosos:
— ¡ Ñusta, ñusta, yo le amo! Vente á España conmigo.
Te daré la hidalguía y el amor.
— ¡Enemigo
— Las católicas aguas echaré con mi mano
en tus finos cabellos de abenuz,
— ¡Es en vano!
Entre otros rasgos modernistas podemos mencionar el predominio de los valores sensoriales
(así, destaca la renovación del lenguaje con vocabulario de los campos semánticos del color, de los
efectos sonoros, etc.) El léxico se enriquece con cultismos y voces de exótica resonancia (llautu,
sciri, turpial, abenuz, quipu etc.)
El cultivo del arte por el arte, por lo que hay un énfasis en las imágenes hermosas,
armoniosas y exquisitas, así como en la perfección de la forma del poema. Los poetas modernistas
no querían producir una poesía burguesa para el consumo masivo. En cambio, es una poesía elitista
e idealista, un rasgo heredado del romanticismo. También se proponen una renovación métrica en la
que predominará el uso del verso alejandrino, pero también del verso libre:
¿A/ca/so 03
lo es/ el/ ce/lo/so a/man/te/ que/ va/ si/guien/do el/ pa/so/ 14
de/ su/ ri/val?/ ¡En/ton/ces/, e/se o/jo es/ de un/ es/pí/a/! 14
La fama que gozó la poesía de Chocano en su época fue mucho mayor que la estimación que
se le brinda en la actualidad. Evidentemente, Chocano tenía indudables dotes de versificador:
manifestaba un profundo y rico sentido musical y maestría técnica en el manejo del verso.
Asimismo, evidenciaba una habilidad para pintar con palabras los múltiples paisajes de nuestra
América.
Cornejo Polar dice de la poesía de Chocano: “confirma y perfecciona el estereotipo de
América como exuberancia, tropicalismo y majestuosidad”. Obviamente este poeta no puede ser
entendido lejos de su tiempo y su corriente, solemne y elocuente, vive en el mundo que él mismo
construyó donde se agolpan las altas cumbres y los paisajes exóticos.
García de Peralta : ¿qué tienes tú con tanto
reflexionar? ¿Qué tienes con tu épico quebranto,
siempre con las pupilas en tierra y ambas sienes
entre ambas manos?...
LA ,'^LSr.4 163
— ¡Enemigo I
— ¡Es en vano!
— ¡ Airibicioso!
— ¡ Enemigo!
— ¡ Enemigo!
Y así siempre...
III
LA J^USTA 165
IV
— ¿ En di'uulc
será la cita? —
La ÑUSTA 107
La ñusta
coya va á ser. El Inca sobre la frente ajusta
su llautu rojo y abre con majestad el manto
de áurea vicuña. El coro de vírgenes un c;inlo
da á los aires : son voces claras, limpias, serenas...
Debajo de esas voces, hay un temblor de quenas.
Suspira el Sacerdote.
— ¿Yo?... ¡Nunca!
— ¡ Serás mía !
VI
LA NCSTA lf)0
VII
— ¡ Oh ! ,iTú eres?
[quieres...
— ¿Tú culpable?
— ¿Estás loca?
VeiT, si quieres dar besos, á besarme en la boca.
— ¡Ay de ti!... ¿No recuerdas la mortal profecía
con que el Gran Sacerdote nos quilo la alegría?
— ¡ Quién me diera esa muerte, mejor que otra que espero '
— ¿Quién le diera esa muerte? Yo, Señor, si lo quiero..
— ¡Habla!
— ¡ Oh ! Si es cierto
lo que dices, entonces... ¡dame un beso en la boca!
— ¿Estás loca?
¿ Qué me importa la vida sin tu amor? ¡Es un peso! —
VIII