Medidas Cautelares
Medidas Cautelares
Medidas Cautelares
CAUCIONES
Por Mónica Suárez Higuita,
Miguel Ángel Esquivel Quintero
1. MEDIDAS CAUTELARES
Las medidas cautelares constituyen actos jurisdiccionales de naturaleza preventiva y provisional, que
de oficio o a solicitud de parte, se ejecutan sobre personas, bienes y medios de prueba para mantener
respecto a estos un estado de cosas similar al que existía al momento de iniciarse el trámite judicial.
En efecto, un proceso puede afectar los derechos litigiosos haciendo incierto e ineficaz su protección
debido al tiempo que tarda el proceso en llegar a su fin, es por ello que el fin de las medidas cautelares
es evitar los efectos nocivos del excesivo tiempo que se utiliza en las tramitaciones de los procesos
civiles.
1. SON UN ACTO JURISIDCCCIONAL, por cuanto se cumple con ellas una de las funciones
esenciales del proceso: asegurar el cumplimiento de las decisiones del juez.
2. SON ACTUACIONES PROPIAS DE UN PROCESO.
3. SON EMINENTEMENTE INSTRUMENTALES, por si mismas no tienen razón de ser,
solo se justifican cuando actúan en función de un proceso al cual acceden o accederán.
4. SON PROVISIONALES, como máximo en la mayoría de los casos perduraran lo que
subsista el proceso al cual acceden. Terminado este, dejaran de tener efecto y solo en eventos
taxativamente determinados por el legislador se permite una medida cautelar que ha surtido
efectos dentro un proceso pueda continuar vigente en otro, casos por ejemplo, del embargo y el
secuestro.
5. ESTAN PREDETERMINADAS POR LA LEY, en el entendido de que una norma
consagre y autorice al juez para decretar de oficio o a solicitud de parte una medida cautelar.
En los eventos en que la ley contempla medidas cautelares innominadas también se cumple
esta exigencia, solo que el uez puede de acuerdo con las particularidades del especifico caso
señalar la que estime procedente, no solo las nominadas de ley.
6. SON DE TRES CLASES: REALES, PERSONALESY PROBATORIAS:
6.1. REALES: Recaen sobre bienes que son objeto del litigio, como cuando se discute la
titularidad el derecho de dominio de un inmueble y se registra la demanda, o sobre bienes
que se van a quedar afectados al proceso así no sean objeto del mismo, por ejemplo, los
bienes que se embargan para asegurar el cumplimiento de una obligación.
6.2. PERSONALES: Se refiere a las personas que son parte dentro del proceso o que están
vinculadas al mismo.
6.3. PROBATORIA: Versa sobre la solicitud y practica de pruebas anticipadas.
Para la inscripción de la demanda, señala el art 591 del Código General del Proceso, el juez remitirá
comunicación a la autoridad competente de llevar el registro, haciéndole saber quiénes son las partes
en el proceso, el objeto de este, el nombre, nomenclatura, situación de dichos bienes y el folio de
matrícula o datos del registro si aquella no existiera. El registrador se abstendrá de inscribir la
demanda si el bien no pertenece al demandado.
Es una medida cautelar que busca asegurar respecto de los bienes sometidos a registro su vinculación
al proceso sin que salgan del comercio y opera como toda cautela en los casos taxativamente
dispuestos por la ley.
Es de esencia de esta medida que una vez decretada y anotada en el respectivo registro, si existe
cambio de titularidad de los derechos reales sobre dichos bienes, especialmente el dominio, el
adquiriente quede vinculado por el proceso así no haya estado en la demanda inicialmente dirigida en
su contra y sin necesidad de ninguna citación especial, por ser la sentencia oponible al mismo al
presumirse de derecho si realizo negocios respecto al bien luego de registrada la demanda tenía que
conocer la existencia del proceso y acepto las consecuencias que se llagasen a derivar.
Es un acto jurisdiccional encaminado a poner un bien fuera del comercio en forma tal que una vez
practicado se logra su inmovilización en el mundo del negocio jurídico, por cuanto existirá objeto
ilícito en la enajenación o gravamen del bien embargado mientras este afectado por la medida, tal
como dispone el art 1521 del Código Civil.
Práctica del embargo.
El embargo cuando recae sobre:
Bienes sujetos a registro y algunos muebles que la ley indica, un funcionario judicial dirige a
otro funcionario una comunicación donde le informa que un determinado bien, cuya
enajenación requiere la formalidad de inscripción de un título traslaticio de dominio en el
correspondiente registro, queda afecto al proceso como garantía y, por lo mismo, fuera del
comercio. No se produce, usualmente, ninguna alteración de la posesión material del bien.
Bienes no sujetos a registro y de acuerdo con el numeral tercero del art 593, el embargo
(excluido algunos casos tales como dinero en cuentas bancarias, y salarios donde la medida es
si similar a la ya aplicada) se consumirá mediante el secuestro.
Créditos u otro derecho semejante, se perfeccionará con la notificación al deudor mediante la
entrega del correspondiente oficio, en el que se le prevendrá que para hacer el pago deberá
constituir certificado de depósito a órdenes del juzgado. Si el deudor se negare a firmar el
recibo de oficio, lo hará por él cualquier persona que presencie el hecho. Una vez notificado,
deberá informar la existencia del crédito, de cuándo se hace exigible, de su valor, de cualquier
embargo que con anterioridad se le hubiere comunicado y si le notifico antes alguna cesión o
si la acepto. La notificación al deudor interrumpe el termino para la prescripción del crédito, y
si aquel no paga oportunamente, el juez designara un secuestre.
El de acciones en sociedades anónimas o en comanditas por acciones, títulos, bonos,
certificados nominativos de depósito, unidades de fondo mutuos, títulos similares, efectos
públicos nominativos y en general títulos valores a la orden, se comunicará al gerente,
administrador o liquidador de la respectiva sociedad o empresa emisora o al representante
administrativo de la entidad pública o la entidad administradora, según sea el caso, para que
tome nota de él, de lo cual deberá dar cuenta al juzgado dentro de los tres días siguientes, so
pena de incurrir en multa de 2 a 5 SMLMV. El embargo se considera perfeccionado desde la
fecha d recibo del oficio y a partir de esta no podrá aceptarse ni autorizarse transferencia no
gravamen alguno. El de acciones, títulos, bonos y efectos públicos, títulos valores y efectos
negociables a la orden y al portador, se perfeccionará con la entrega del respectivo título al
secuestre. Los embargos previstos en este numeral se extienden a los dividendos, utilidades,
intereses y demás beneficios que al derecho embargado correspondan, con los cuales deberá
constituirse certificado de depósito a órdenes del juzgado, so pena de hacerse responsable de
dichos valores. El secuestre podrá adelantar el cobro judicial, exigir rendición de cuentas y
promover cualesquiera otras medidas autorizadas por la ley con dicho fin.
El del interés de un socio en sociedad colectiva y de gestores de la en comandita, o de cuotas en una de
responsabilidad limitada, o en cualquier otro tipo de sociedad, se comunicará a la autoridad encargada
de la matrícula y registro de sociedades, la que no podrá registrar ninguna transferencia o gravamen de
dicho interés, ni reforma de la sociedad que implique la exclusión del mencionado socio o la
disminución de sus derechos en ella. A este embargo se aplicará lo dispuesto en el inciso tercero del
numeral anterior y se comunicará al representante de la sociedad en la forma establecida en el inciso
primero del numeral 4, a efecto de que cumpla lo dispuesto en tal inciso.
Si el deudor o la persona contra quien se decreta el embargo fuere socio comanditario, se comunicará al
socio o socios gestores o al liquidador, según fuere el caso. El embargo se considerará perfeccionado
desde la fecha de recibo del oficio.
El de salarios devengados o por devengar se comunicará al pagador o empleador en la forma indicada
en el inciso primero del numeral 4 para que de las sumas respectivas retenga la proporción determinada
por la ley y constituya certificado de depósito, previniéndole que de lo contrario responderá por dichos
valores. Si no se hicieren las consignaciones el juez designará secuestre que deberá adelantar el cobro
judicial, si fuere necesario.
El de sumas de dinero depositadas en establecimientos bancarios y similares, se comunicará a la
correspondiente entidad como lo dispone el inciso primero del numeral 4, debiéndose señalar la cuantía
máxima de la medida, que no podrá exceder del valor del crédito y las costas más un cincuenta por
ciento (50%). Aquellos deberán constituir certificado del depósito y ponerlo a disposición del juez
dentro de los tres (3) días siguientes al recibo de la comunicación; con la recepción del oficio queda
consumado el embargo.
El de derechos proindiviso en bienes muebles se comunicará a los otros copartícipes, advirtiéndoles
que en todo lo relacionado con aquellos deben entenderse con el secuestre.
C. SECUESTRO
El secuestro es el deposito que se hace de una cosa en litigio, en la persona de un tercero, mientras se
decide a quién pertenece la cosa. Puede ser convencional, legal y judicial. En el primer caso se hace
por voluntad de los interesados, en el segundo por mandato legal, y en el tercero por orden de juez.
El objeto del secuestro es impedir que por obra del demandado o presunto demandado se oculten o
menoscaben bienes, se deteriore o destruya, y se disponga de sus frutos o productos, inclusive
arrendamientos, en forma de hacer eficaz el cobro de un crédito e impedir que se burle el pago que
con ellos se persigue, o de asegurar la entrega que en el juicio se ordene. Si el secuestro no está
precedido de una orden de embargo es una medida cautelar que tiene como fin asegurar el resultado
de un juicio, pero que no pone a os bienes fuera del comercio, así restinga los hechos de su
comerciabilidad.
1. Cualquiera de las partes podrá pedir embargo y secuestro de los bienes que puedan ser objeto de
gananciales y que estuvieran en cabeza de la otra.
2. El embargo y secuestro practicados en estos procesos no impedirán perfeccionar los que se decreten
sobre los mismos bienes en trámite de ejecución, antes de quedar en firme la sentencia favorable al
demandante que en aquellos se dicte; con tal objeto, recibida la comunicación del nuevo embargo,
simultáneamente con su inscripción, el registrador cancelará el anterior e informará de inmediato y
por escrito al juez que adelanta el proceso de familia, quien, en caso de haberse practicado el
secuestro, remitirá al juzgado donde se sigue el ejecutivo copia de la diligencia a fin de que tenga
efecto en este, y oficiará al secuestre para darle cuenta de lo sucedido. El remanente no embargado en
otras ejecuciones y los bienes que en estas se desembarguen, se considerarán embargados para los
fines del asunto familiar.
Ejecutoriada la sentencia que se dicte en los procesos nulidad, divorcio, cesación de los efectos civiles
del matrimonio religioso, separación de cuerpos y de bienes, cesará la prelación, por lo que el juez lo
comunicará de inmediato al registrador, para que se abstenga de inscribir nuevos embargos, salvo el
hipotecario.
3. Las anteriores medidas se mantendrán hasta la ejecutoria de la sentencia; pero si a consecuencia de
esta fuere necesario liquidar la sociedad conyugal o patrimonial, continuarán vigentes en el proceso de
liquidación.
Si dentro de los dos (2) meses siguientes a la ejecutoria de la sentencia que disuelva la sociedad
conyugal o patrimonial, no se hubiere promovido la liquidación de esta, se levantarán aun de oficio las
medidas cautelares.
4. Cualquiera de los cónyuges o compañeros permanentes podrá promover incidente con el propósito
de que se levanten las medidas que afecten sus bienes propios.
5. Si el juez lo considera conveniente, también podrá adoptar, según el caso, las siguientes medidas:
a) Autorizar la residencia separada de los cónyuges, y si estos fueren menores, disponer el depósito en
casa de sus padres o de sus parientes más próximos o en la de un tercero.
b) Dejar a los hijos al cuidado de uno de los cónyuges o de ambos, o de un tercero.
c) Señalar la cantidad con que cada cónyuge deba contribuir, según su capacidad económica, para
gastos de habitación y sostenimiento del otro cónyuge y de los hijos comunes, y la educación de estos.
d) Decretar, en caso de que la mujer esté embarazada, las medidas previstas por la ley para evitar
suposición de parto.
e) Decretar, a petición de parte, el embargo y secuestro de los bienes sociales y los propios, con el fin
de garantizar el pago de alimentos a que el cónyuge y los hijos tuvieren derecho, si fuere el caso.
f) A criterio del juez cualquier otra medida necesaria para evitar que se produzcan nuevos actos de
violencia intrafamiliar o para hacer cesar sus efectos y, en general, en los asuntos de familia, podrá
actuar de oficio en la adopción de las medidas personales de protección que requiera la pareja, el niño,
niña o adolescente, el discapacitado mental y la persona de la tercera edad; para tal fin, podrá decretar
y practicar las pruebas que estime pertinentes, incluyendo las declaraciones del niño, niña o
adolescente.
6. En el proceso de alimentos se decretará la medida cautelar prevista en el literal c) del numeral 5 y
se dará aviso a las autoridades de emigración para que el demandado no pueda ausentarse del país sin
prestar garantía suficiente que respalde el cumplimiento de la obligación hasta por dos (2) años.
Una de las creaciones del Código General del Proceso fueron las denominadas medidas cautelares
innominadas en los procesos declarativos, lo cual quiere decir que se podrá decretar una medida
cautelar cualquiera sea su denominación, aunque esta no se encuentre definida por el código siempre y
cuando sea razonable para la protección del derecho objeto del proceso.
Ahora bien, no es solo el aspecto de la razonabilidad de la medida lo que el juez debe analizar al
momento de decretar una medida cautelar innominada, también debe observar la necesidad,
efectividad y proporcionalidad de esta e incluso se le otorga el poder de decretar una menos gravosa o
diferente de la solicitada, si lo considera procedente.
También se debe tener en cuenta para decretar una medida cautelar innominada los siguientes
aspectos:
1. Si se pide por quien solicitó la medida, cuando no haya litisconsortes o terceristas; si los hubiere,
por aquel y estos, y si se tratare de proceso de sucesión por todos los herederos reconocidos y el
cónyuge o compañero permanente.
2. Si se desiste de la demanda que originó el proceso, en los mismos casos del numeral anterior.
3. Si el demandado presta caución para garantizar lo que se pretende, y el pago de las costas.
4. Si se ordena la terminación del proceso ejecutivo por la revocatoria del mandamiento de pago o por
cualquier otra causa.
5. Si se absuelve al demandado en proceso declarativo, o este termina por cualquier otra causa.
6. Si el demandante en proceso declarativo no formula la solicitud de que trata el inciso primero del
artículo 306 dentro de los treinta (30) días siguientes a la ejecutoria de la sentencia que contenga la
condena.
7. Si se trata de embargo sujeto a registro, cuando del certificado del registrador aparezca que la parte
contra quien se profirió la medida no es la titular del dominio del respectivo bien, sin perjuicio de lo
establecido para la efectividad de la garantía hipotecaria o prendaria*.
8. Si un tercero poseedor que no estuvo presente en la diligencia de secuestro solicita al juez del
conocimiento, dentro de los veinte (20) días siguientes a la práctica de la diligencia, si lo hizo el juez
de conocimiento o a la notificación del auto que ordena agregar el despacho comisorio, que se declare
que tenía la posesión material del bien al tiempo en que aquella se practicó, y obtiene decisión
favorable. La solicitud se tramitará como incidente, en el cual el solicitante deberá probar su posesión.
También podrá promover el incidente el tercero poseedor que haya estado presente en la diligencia sin
la representación de apoderado judicial, pero el término para hacerlo será de cinco (5) días.
Si el incidente se decide desfavorablemente a quien lo promueve, se impondrá a este una multa de
cinco (5) a veinte (20) salarios mínimos mensuales.
9. Cuando exista otro embargo o secuestro anterior.
10. Cuando pasados cinco (5) años a partir de la inscripción de la medida, no se halle el expediente en
que ella se decretó. Con este propósito, el respectivo juez fijará aviso en la secretaría del juzgado por
el término de veinte (20) días, para que los interesados puedan ejercer sus derechos. Vencido este
plazo, el juez resolverá lo pertinente.
En los casos de los numerales 1, 2, 9 y 10 para resolver la respectiva solicitud no será necesario que se
haya notificado el auto admisorio de la demanda o el mandamiento ejecutivo.
Siempre que se levante el embargo o secuestro en los casos de los numerales 1, 2, 4, 5 y 8 del presente
artículo, se condenará de oficio o a solicitud de parte en costas y perjuicios a quienes pidieron tal
medida, salvo que las partes convengan otra cosa.
En todo momento cualquier interesado podrá pedir que se repita el oficio de cancelación de medidas
cautelares.
11. Cuando el embargo recaiga contra uno de los recursos públicos señalados en el artículo 594, y este
produzca insostenibilidad fiscal o presupuestal del ente demandado, el Procurador General de la
Nación, el Ministro del respectivo ramo, el Alcalde, el Gobernador o el Director de la Agencia
Nacional de Defensa Jurídica del Estado, podrán solicitar su levantamiento.
CONCEPTO
Las cauciones son garantías que tienen por objeto prevenir los efectos dañosos de determinados actos
procesales. Las cauciones buscan no solo la prevención, la precaución, la seguridad de que se
cumplirá lo pactado, prometido o mandado, sino que también en el evento de que así no acontezca va
más allá y permite que se indemnicen los perjuicios que acarrea el incumplimiento, pues en general
cumple la función de cualquier garantía propia el derecho privado.
Solo se admiten las cauciones en los casos expresamente señalados por la ley y previo señalamiento y
calificación por parte del juez.
En la providencia que ordene prestar la caución, advierte el art 603 del Código General del Proceso, se
indicará su cuantía y el pazo en que debe constituirse, cuando la ley no lo señale. Si no se presta
oportunamente, el juez resolverá sobre los efectos de la renuencia.
Las cauciones en dinero deberán consignarse en a cuenta de depósito judicial de respectivo despacho.
Cualquier caución constituida podrá reemplazarse por dinero o por otra que ofrezca igual o mayor
efectividad.
CLASES DE CAUCIONES
A. CAUCIONES EN DINERO.
Esta caución es las más apropiada pues se presta a una directa y fácil realización en el caso de que sea
necesaria su efectividad. No obstante, es la más onerosa de todas porque implica una erogación en
efectivo con la consiguiente inmovilización del dinero, usualmente por largo tiempo, en la mayoría de
los casos durante años, lo cual conlleva a que ante el fenómeno de la inflación monetaria as dos partes
sufran un perjuicio.
B. CAUCIÓN REAL.
Solo puede ser de dos clases: prendaria e hipotecaria. Para su constitución por el art. 604 el CGP da
una serie de instrucciones tan difíciles de cumplir que la hacen inaplicable.
C. CAUCIÓN BANCARIA
Es la garantía que se otorga para responder hasta por una determina cantidad, por el pago de los
perjuicios que se originen por parte de quien presto la caución, por alguna de las mencionadas
sociedades.
Esta garantía por tratarse de una operación mercantil incuestionablemente es solidaria (Código de
Comercio, art 825) por lo que el acreedor podrá dirigirse bien contra el banco o contra los dos
simultáneamente, como sería lo aconsejable.
Este tipo de garantía es utilizado muy rara vez por las políticas restrictivas de los bancos para
otorgarlas, por el alto costo de la comisión que se cobra, liquidable por tiempo, razón por la cual a
medida que transcurre el proceso se va incrementando el valor, lo que conlleva a que se haga
insostenible económicamente.
Se ha estudiado como una modalidad del seguro d fianza, en virtud de la cuál a aseguradora expide
una piza donde se compromete a pagar hasta e valor asegurado, los eventuales perjuicios que se
originen en evento contemplado como riesgo asegurado.
BIBLIOGRAFÍA
LÓPEZ BLANCO, Hernán Fabio. (2012). Instituciones De Derecho Procesal Civil Colombiano.
Bogotá, Colombia: Dupre, 11 edición. pp.1072 -1086.
RIVERA MARTÍNEZ, Alfonso. (2015). Derecho Procesal Civil: Parte General Y Pruebas. Bogotá,
Colombia: Leyer. pp. 833 – 862.