Introducción MISIÓN II
Introducción MISIÓN II
Introducción MISIÓN II
Hemos trabajado por recuperar las mejores tradiciones del movimiento cristiano en sus
luchas y testimonio por la lealtad a sus principios y sus esfuerzos por el bienestar de
los pueblos donde Dios los ha colocado para comprender y vivir la fe en Jesucristo. En
la actualidad nos identificamos con las iglesias, convenciones, instituciones y
movimientos de inspiración cristiana que procuran la realización del proyecto histórico
de Jesús: el reinado de Dios y su justicia.
La misión o ministerio de las iglesias es el servicio (diakonia) (Ef 4:12). Para llevar así a
efecto la evangelización, el anuncio de la Buena Noticia que viene al ser humano por
medio de Jesucristo: el reinado de Dios, es decir la realización de su propósito de
redención para los seres humanos y toda su creación (Jn 3:16-17).
El anuncio del reinado de Dios (Mc 1:15; Lc 4:18-21; 10:1-9). Ha de estar en actitud de
amor y servicio a la comunidad, a las personas que la rodean y a sus necesidades.
Como iglesias que siguen a Jesús encarnado y resucitado, hemos de experimentar la
fe y dar testimonio de ella en medio de cualquier realidad histórica que viva nuestro
pueblo (Fil 2:1-11). Eso significa ser parte, en compromiso evangélico, de sus luchas.
Incluye vivir sostenidos y sostenidas por una ética que afirma la vida, el amor, la
honestidad y la integridad de carácter. Implica anunciar la salvación integral que Jesús
ofrece y las señales del reinado de Dios presentes en toda realidad cultural más allá de
la iglesia así como denunciar las injusticias que como signos del anti-reino afectan la
vida y el bienestar del pueblo.
La iglesia puede cumplir con su ministerio a través de lo que dice, lo que ve, lo que
piensa, lo que siente, lo que hace, lo que vive y lo que es. Para cumplir su misión la
iglesia desarrolla de diferentes maneras y con diferentes métodos una serie de
funciones (ministerios) en las cuales se desarrollan diferentes ministerios (Mt 9:35-38;
Ef 4:1-12, 1 Co 12, Ro 12:1-8). Estas funciones (ministerios) que realiza la iglesia son:
Enseñanza o edificación de los creyentes (didajé) dentro del cuerpo de Cristo para
el testimonio (Mt 28:18-20; Ef 4:11-12).
El anuncio de las buenas nuevas del reinado de Dios no es sólo un mensaje que
entregamos verbalmente. Por tanto, cada una de estos ministerios han de estar
atravesados por dos ejes fundamentales: el testimonio (Lc 24:48; Hch 1:8) y el
discernimiento en el Espíritu o ejercicio del pensamiento crítico (He 5:11-14; 1 Co 2:6-
16; 10:23-24; Mi 6:6-8) de modo tal que exista coherencia entre lo que hacemos,
decimos y vivimos porque todo ello comunica ese mensaje.
Misión: El termino misión se deriva de apostello, que significa enviar, en latín mittere,
del que procede el sustantivo misio. Ahora bien, el verbo enviar abarca dos cosas: el
acto de enviar y el contenido del envío o, si se prefiere, la relación entre el que envía y
el enviado, Estos dos aspectos se incluyen también en el concepto de misión. La
misión es, pues, un envío de la Iglesia al mundo; el misionero, es un enviado o apóstol.
(Tamayo 2005, 604)
Misión: del latín mittere (enviar, mandar). En la reflexión teológica la palabra ocupa un
lugar importante en la doctrina trinitaria, ya que expresa la revelación que liga al padre
con el hijo y con el espíritu santo. (Ortiz 1999, 640-641)
Bibliografía