Exámenes I Bimestre Ciclo V
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Muchas gracias por las reiteradas felicitaciones Y eso es todo por hoy, padre. Créame que de
que me hizo llegar con motivo del Premio ordinario, y en especial personalmente, no soy tan
Nacional de Novela, y por el interés con que leyó pedante como lo parezco en esta carta. Lo que
los originales. pasa es que no estoy acostumbrado a hablar de
mí mismo, y el pudor de explicar ciertas cosas que
Perdóneme que no haya contestado antes a sus considero inexplicables me vuelve discursivo y
cartas, pero he necesitado de un cierto tiempo acartonado.
para meditar sobre los comentarios que usted
hacía a mi novela, y en particular sobre la Espero, pues, que no esté lejana la oportunidad de
conveniencia de eliminar de ella “unos pocos conocerlo personalmente, y de hablar de estas y
brochazos obscenos”. de otras cosas en términos más informales.
Mi primera reacción fue de sorpresa: tanto por mi Le ruego recibir mi saludo más cordial.
formación como por mis gustos literarios soy
Gabriel García Márquez”.
intransigente con la obscenidad, y me inquietaba
la sola idea de haber incurrido en ella
involuntariamente.
Sin embargo, una nueva lectura a fondo de los 1. En la expresión Muchas gracias por las
originales no me ha permitido encontrar los reiteradas felicitaciones que me hizo llegar
trazos a que usted se refiere. He encontrado, eso con motivo del Premio Nacional de Novela,
sí, algunos brochazos particularmente crudos, la palabra subrayada hace referencia a:
que considero como simples y cautelosas
aproximaciones de carácter técnico a una A. Reafirmar
inquietante realidad social que he conocido de B. Ratificar
primera mano en algunos pueblos de Colombia. C. Repetir
D. Negar.
Mi novela revela, primordialmente, una
preocupación: la existencia y predominio de una
falsa moral religiosa, familiar, política,
-Señala en cada enunciado del 2 al 4, el D. Resultaría muy fácil apreciar cuestiones de
sinónimo que corresponda a la palabra moral
subrayada según el contexto.
2. Los comentarios que usted hacía a mi novela, Lee el siguiente texto y responde las
y en particular sobre la conveniencia de preguntas 7 al 10.
eliminar de ella unos pocos brochazos
obscenos. LA BOTELLA DE CHICHA
Cuando llegué a casa había oscurecido y me El único que, naturalmente, no bebió una gota
sorprendió ver algunos carros en la puerta y fui yo. Luego de acercármela a las narices y
muchas luces en las ventanas. No bien había aspirar su nauseabundo olor a vinagre, la arrojé
ingresado en la cocina cuando sentí una voz que con disimulo en un florero.
me interpelaba en la penumbra. Apenas tuve
Pero los concurrentes estaban excitados.
tiempo de ocultar la pipa de barro tras una pila
Muchos de ellos dijeron que se habían quedado
de periódicos.
con la miel en los labios y no faltó uno más osado
—¿Eres tú el que anda por allí? —preguntó mi que insinuara a mi padre si no tenía por allí otra
madre, encendiendo la luz— ¡Esperándote botellita escondida.
como locos! ¡Ha llegado Raúl! ¿Te das cuenta?
—¡Oh, no! —replicó—. ¡De estas cosas sólo una!
¡Anda a saludarlo! ¡Tantos años que no ves a tu
Es mucho pedir.
hermano! ¡Corre, que ha preguntado por ti!
Noté, entonces, una consternación tan sincera —Ya te lo decía. ¡Te has dejado engañar como un
en los invitados, que me creí en la obligación de bellaco! ¡Verás lo que se hace con esto!
intervenir.
Abrió la puerta y, con gran impulso, arrojó la
—Yo tengo por allí una pipa con chicha. pipa a la calle, por encima del muro. Un ruido de
botija rota estalló en un segundo. Recibiendo un
—¿Tú? —preguntó mi padre, sorprendido. coscorrón en la cabeza, fui enviado a dar una
vuelta por el jardín y mientras mi padre se
—Sí, una pipa pequeña. Un hombre vino a frotaba las manos, satisfecho de su proceder,
venderla... Dijo que era muy antigua. observé que en la acera pública, nuestra chicha
norteña, guardada con tanto esmero durante
—¡Bah! ¡Cuentos!
quince años, respetada en tantos pequeños y
tentadores compromisos; yacía extendida en
—Y yo se la compré por cinco soles...
una roja y dolorosa mancha. Un automóvil la
—¿Por cinco soles? ¡No has debido pagar ni una pisó alargándola en dos huellas; una hoja de
peseta! otoño naufragó en su superficie; un perro se
acercó, la olió y la meó.
—A ver, la probaremos —dijo mi hermano—.
Así veremos la diferencia. 7. En el enunciado y estaban también otras
personas y la botella y minúsculas copas, pues
—Sí, ¡que la traigan! —pidieron los invitados. una bebida tan valiosa..., la palabra subrayada
se puede remplazar por:
Mi padre, al ver tal expectativa, no tuvo más
remedio que aceptar y yo me precipité hacia la A. por lo tanto
cocina. Luego de extraer la pipa bajo el montón B. sin embargo
de periódicos, regresé a la sala con el trofeo C. ya que
entre las manos. D. aunque