Caldos Microbianos PDF
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1. ¿Qué es?
Los caldos microbianos, más conocidos como abonos fermentados son mezclas
que están compuestas por agua y algunos productos orgánicos y de síntesis
química debidamente permitidos, los cuales después de un proceso se
convierten en un biofertilizante o fungicida de fácil asimilación a través de las
plantas o del mismo suelo; favoreciendo la nutrición y el desarrollo de las plantas,
pues se mejora la actividad biológica del suelo, así como sus características
físicas y químicas. Estos suelen ser preparados de forma aeróbica o anaeróbica.
2. ¿Para qué sirve?
Favorece la estructura del suelo en forma de nutrientes, a la vez mejora la
actividad de componentes biológicos que ayudan al crecimiento de las plantas.
Mejoran las condiciones del suelo y propician la multiplicación de
microorganismos benéficos (hongos, bacterias, bacilos, algas) que colaboran en
la transformación de los nutrientes, haciendo más fácil la asimilación por las
plantas, y no dejan residuos tóxicos en el suelo. No forman gases tóxicos,
desactiva agentes patógenos, muchos de ellos perjudiciales a los cultivos.
3. Ventajas de su uso en los cultivos:
5. Materiales
Los materiales para la elaboración de Caldos microbianos suelen variar, pero en
esta oportunidad se utilizaron los siguientes:
Estiércol de animal (Vacuno).
Bórax.
Agua.
Melaza: Utilizado para alimentar los microorganismos del suelo.
Cal muerta.
Leche: Utilizada para multiplicar los microorganismos del suelo.
Cascarilla de arroz.
Lombricompuesto.
6. Preparación:
En esta ocasión se preparó un abono fermentado de estiércol vacuno a partir de
la descomposición aeróbica de los sustratos.
En un recipiente de 30 litros, se añadieron 3 kilos de estiércol vacuno fresco,
media libra de cal muerta, 2 litros de leche de vaca sin procesar, media libra de
melaza, 4 onzas de bórax, 4 onzas de cascarilla de arroz, 14 litros de agua, y por
último, aproximadamente 4 onzas de lombricompuesto. Cabe resaltar que estas
medidas fueron calculadas y agregadas proporcionalmente a la cantidad del
caldo microbiano a realizar. Luego de haber añadido los materiales se procede
a mezclar el contenido, buscando crear una mezcla homogénea; se tapa el
recipiente y se deja en un lugar fresco para que cumpla el proceso de
fermentación. El caldo se abre dos veces al día, se mezcla para dar oxigenación
y se vuelve a sellar para evadir moscas y también para ayudar en el proceso de
fermentación; este procedimiento se repite de 15 a 20 días, hasta que esté
completamente fermentado y su utilización sea óptima.
7. Uso:
Se debe diluir el contenido del caldo con agua en cantidades proporcionales, es
decir, de 3 a 5 litros del abono junto con 20 litros de H2O, dependiendo de igual
modo del cultivo.
8. ¿Con qué frecuencia y en qué momento se aplica?
Se aplica de 3 a 4 veces dependiendo del ciclo del cultivo. Para hortalizas de
ciclo corto: en el almácigo, trasplante y mayor crecimiento inicial. Para frutales:
en el vivero, después del plantío, en periodo de crecimiento cuando el árbol es
joven, cuando el árbol está en producción aplicar después de pasar el periodo
de dormancia o cosecha; pero nunca durante el periodo de floración.
9. Aporte de cada material al cultivo:
Agua: Tiene la propiedad de homogeneizar la humedad de todos los
ingredientes que componen el abono, propicia las condiciones ideales para el
buen desarrollo de la actividad y reproducción microbiológica durante todo el
proceso de la fermentación cuando se están fabricando los abonos orgánicos.
Estiércol vacuno: además de nutrientes (nitrógeno, fósforo, potasio) y de
micronutrientes (calcio, magnesio, azufre, hierro, manganeso), también se
incorpora materia orgánica, lo cual favorece la vida microbiana en el suelo.
Cal muerta o cal agrícola: Su función principal es regular la acidez que se
presenta durante todo el proceso de la fermentación, cuando se está elaborando
el abono orgánico, dependiendo de su origen, natural o fabricado, puede
contribuir con otros minerales útiles a las plantas.
Cascarilla de arroz: Mejora las características físicas del suelo y de los abonos
orgánicos, facilitando la aireación, absorción de humedad y el filtraje de
nutrientes. Beneficia el incremento de la actividad macro y microbiológica de la
tierra al mismo tiempo que estimula el desarrollo uniforme y abundante del
sistema radical de las plantas. Es una fuente rica en sílice, lo que favorece a los
vegetales para darle una mayor resistencia contra insectos y microorganismos.
A largo plazo, se convierte en una constante fuente de humus. En la forma de
cascarilla carbonizada, aporta principalmente fósforo y potasio, al mismo tiempo
que ayuda a corregir la acidez de los suelos.
Melaza de caña: Es la principal fuente energética para la fermentación de los
abonos orgánicos, favoreciendo la multiplicación de la actividad microbiológica.
Es rica en potasio, calcio, magnesio y contiene micronutrientes, principalmente
boro.
Leche: La leche de vaca no pasteurizada, tiene algunas de las mismas
propiedades nutritivas para las plantas que tiene también para los animales y las
personas, contiene proteínas beneficiosas, vitamina B y azúcares que son
buenas para las plantas y los cultivos. Pero como aporte principal en el abono
fermentado es ser el alimento de los microorganismos que se encuentran en el
caldo, resultando ser un componente fertilizante beneficioso para el suelo.
Los caldos microbiales son por mucho una de las mejores opciones a la hora de
utilizar abonos en la agricultura, ha sido comprobado que sus ventajas y
beneficios son las esenciales para cualquier tipo de cultivo, son un sistema que
a la vez puede ser seguro, económico, eficaz y sencillo de tener resultados a
corto plazo, demostrando que se puede abrir paso a una agricultura orgánica,
amigable con el medio ambiente, con los ingreso y con el trabajador del campo.
En el trabajo realizado se expuso este pensamiento al 100%, demostrando cada
uno de sus beneficios y dando a entender que no habría pérdidas con su
utilización.
Este proyecto se puede denominar tanto como provechoso para el conocimiento
así como para su uso en nuestro cultivo, se espera que su utilización sea 100%
benéfica, y poder obtener resultados óptimos en todos los aspectos, y no sería
difícil ya que, contribuyen al logro de cosechas más seguras y eficientes, tienen
mayor rentabilidad económica por área cultivada y como uno de los beneficios
más importantes es que permiten a los agricultores tener mayores opciones
económicas y bajar los costos de producción; teniendo en cuenta que la
economía es la que rige todo, y todo está en torno a ella, esta es una opción muy
viable para seguir llevándola al campo.
Podemos concluir que es más que rentable, y asegurar que los resultados
esperados (siempre y cuando su procedimiento haya sido correctamente) serán
cumplidos, y el resultado será totalmente satisfactorio; no siendo más se espera
que este trabajo haya sido claro y conciso, así como la realización del proyecto.
“Nuestra tarea es hacer que la ciencia y la técnica no estén reñidas con la ética.
Nuestro trabajo inmediato es luchar para que los trabajadores no se hieran,
enfermen o mueran en el mismo lugar donde fueron a buscar el sustento para sí
y para su familia. Sin embrago, la victoria final solamente será alcanzada cuando
los trabajadores vuelvan a cantar cuando trabajan” Carlos A. Rodríguez,
OIT/1994, San José, Costa Rica.
Bibliografía: