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Linea, Cubismo, Claroscuro

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Una línea funciona como una sucesión continua de puntos trazados, como por un trazo o un

guion. Las líneas suelen utilizarse en la composición artística, se denomina en cambio «raya» a
trazos rectos sueltos, que no forman una figura o forma en particular.
En matemáticas y geometría, línea suele denotar línea recta o linea curva
En geometría, la línea está formada por un conjunto de puntos en un mismo plano.
El otro concepto de la línea desde la teoría de Kandinsky es, la línea geométrica es un ente
invisible. La línea es un punto en movimiento sobre el plano; al destruirse el reposo del punto este
se mueve por el espacio dando origen a la línea.1
La línea es el elemento más básico de todo grafico y uno de los sumamente utilizados. Representa
a la forma de expresión más sencilla y pura, que a la vez puede ser dinámica y variada. Enrique
Lipszyc expresa: la línea que define un contorno es una invención de los dibujantes, ya que «en la
naturaleza un objeto es distinguido de otro por su diferencia de color o de tono.»2
Hay varios tipos de líneas, como la línea expresiva y la de contorno. La línea cierra espacios y
delimita formas, representa el perfil de las cosas; esta línea periférica se llama contorno. El
horizonte es la linea de contorno de la tierra.
Entidad fundamental y quizás la mas importante en un dibujo técnico
Una linea es una sucesión continua de puntos, tiene dos sentidos y una dirección

Tipos de lineas
Recta
Curva
Mixta
Quebrada
Mixta quebrada
Ondulada
Linea recta
La recta o linea recta, es la sucesión continua e
indefinida de puntos en una sola dimensión; esta
compuesta de infinitos segmentos

Linea curva
Son las lineas que están constituidas en forma curva; pero a su vez sus puntos van en
direcciones diferentes

Linea mixta
Está formada por líneas rectas y curvas que a su vez llevan direcciones diferentes

Linea quebrada
Esta línea está por diferentes rectas a su vez que se cortan entre sí y llevan direcciones
diferentes

Linea mixta quebrada


Es una linea que esta conformada por una quebrada que a su vez tiene lineas curvas y
conforma una mixta quebrada

Linea ondulada
Serie de puntos contiguos que describe una dirección cambiante formada por fragmentos de
arcos de circunferencias enlazados mediante tangencias

Tipos de recta
vertical
horizontal
inclinada

Relación entre rectas


1.Paralelas
2.Perpendiculares

3.Oblicuas
Características
Color
Intensidad
Grosor
Modulación

El color degradación tonal


Un degradado es una transición de un color a otro mediante la mezcla de ambos colores, aunque
también puede ser la degradación de un solo color. Los degradados nos rodean en la vida cotidiana,
se emplean mucho en ámbitos como la publicidad y se manifiestan a diario en la naturaleza. Quien
quiera pintar un atardecer, necesitará saber cómo pintar un degradado, por lo tanto si te gusta la
pintura y las manualidades es imprescindible que conozcas y utilices este recurso.
Con un lápiz Es la mejor opción si vas a empezar a probar los degradados, hacerlo en su forma más
básica. Toma un lápiz y comienza a pintar, primero buscando que dé un tono intenso y ve bajando
el mismo hasta que veas que se ha ausentado el color. Con colores Si quieres hacer degradados de
color lo puedes hacer con diferentes materiales según lo que más te guste, también puedes empezar
tu práctica con lápices de color, y luego intenta con acuarela, óleo, cera, acrílico, entre otros. Busca
fundir correctamente los colores. La mejor opción para ir aprendiendo es pintar con acrílicos sobre
una cartulina de trescientos gramos especial para esto. La equivocación Una de las mejores maneras
de aprender es ensayar y equivocarse cuantas veces sea necesario hasta lograrlo, de este modo
seguro no tendrás problemas cuando vayas a plasmarlo sobre un lienzo. Combinación de colores
Toma dos colores, empieza a pintar con uno, por uno de los extremos y luego toma el otro color y
comienza a pintar por el extremo inverso. Debes todo el tiempo tener presente cuando se llegue al
punto en que los colores convergen, que debes estar poniendo de cada color igual cantidad y cuando
vayas hacia los bordes, el color que debe predominar es el que le asignaste a cada lado. Consejos Si
ves que la pintura está espesa mézclala con un poco de agua. Para comenzar es bueno que pintes
un círculo cromático, esto te ayudará a que aprendas sobre la mezcla de los colores y de este modo
tus degradados se verán mejorados. Cuando tengas un mejor dominio comienza a dibujar figuras y
objetos tridimensionales, y aplícales sombras a través de un degradado, esta es la manera de darles
el volumen que necesitan. Pinta rostros, cielos y otras figuras expuestas a la luz, ya que las mismas
darán una transición de degradados y sombras. Debes siempre limpiar muy bien los pinceles, de no
ser así puedes estropear luego un degradado. Software También puedes experimentar los
degradados con algún programa digital, Photoshop es una excelente herramienta para esto, ya que
te permitirá la aplicación de filtros y también de capas con degradados a alguna imagen, incluso en
diferentes direcciones. Esto te puede servir tanto para hacer un diseño digital o para que mires qué
combinación de colores te pueden servir y luego llevar esto hacia la cartulina o el lienzo. Gimp es
una herramienta parecida al Photoshop y es de licencia libre. Degradado en las paredes Y ¿por qué
no utilizar un lienzo más grande?, pintar las paredes y así darle un toque especial a tu casa. Si bien
esta técnica de pintura para decorar cuando se requiere hacer de forma perfecta casi igual a como
lo haría Photoshop requiere de un profesional con un compresor y una pistola, hay maneras más
sencillas de lograr un efecto de degradado en nuestra pared y que de igual manera quede hermosa.
Líneas horizontales Es una forma muy sencilla de crear un degradado, solo debes pintar líneas de un
mismo color, sólo que debes ir bajando el tono (uno o dos) debajo del color con el que iniciaste.
Ayúdate de cintas para delimitar las líneas. ZIG ZAG Las líneas horizontales resultan ser lo más fácil
y puede quedar muy bonito, pero si tienes más paciencia y te sientes con capacidad de hacer un
trabajo más meticuloso, puedes intentar hacerlo en zig zag con la ayuda de cintas de carrocero,
tonos diferentes del mismo color y pinceles. Sin cintas Y por qué no, si te sientes con la suficiente
capacidad, hacer un degradado como lo harías en un lienzo, sin hacer rayas y sin necesidad de
ayudas como la cinta, en otras palabras un auténtico degradado. Para esto sólo necesitarás de dos
tonalidades del mismo color, o de dos colores diferentes. Cada uno deberá ser más claro que el otro
y las ayudas serán un fijador para agua, imprimación para sellar, brocha, rodillo, esponja y lo más
importante es que la pared si sea un gran lienzo o sea que debe estar en óptimas condiciones.
Comienza por aplicar dos capas del fijador de agua, luego espera a que se seque, posteriormente
aplica la pintura con un rodillo y de inmediato antes de que ésta se vaya a secar, toma una esponja
para que difumines y de este modo crees el efecto de degradado.

El color en el paisajismo
Paisaje es el nombre del género pictórico que representa escenas de la
naturaleza, tales como montañas, árboles, valles ríos y bosques. Casi siempre
incluye el cielo (o celaje)y las condiciones atmosféricas pueden ser un
elemento importante de la composición. Además del paisaje natural, también
se trata, como un género específico el paisaje urbano. En la historia de la
pintura el paisaje fue adquiriendo cada vez más relevancia, desde su aparición
como fondo de escena de otros géneros (como la pintura de historia o retrato),
hasta constituirse como género autónomo en la pintura holandesa del siglo
XVII. También es un motivo esencial para la pintura japonesa.

Según el tema que se represente, se la puede diferenciar en:

Marinas: composiciones que muestran océanos, playas o mares


Paisajes fluviales: composiciones con ríos y/o riachuelos
Paisajes estelares y/o paisajes nublados: se pueden observar nubes,
formaciones de climas y condiciones atmosféricas varias
Paisajes urbanos
Paisajes aéreos: se muestra la superficie terrestre vista desde aeroplanos o
naves

Durante toda la Edad Media y el Renacimiento, el paisaje se concibe como una


obra divina. En la pintura occidental, la representación realista del paisaje,
comenzó dentro de las pinturas religiosas del siglo XIII. Fue Giottoel primero
que, abandonando los modelos bizantinos sustituyó el fondo dorado de las
imágenes sagradas por escenarios de la realidad. Poco a poco durante la Baja
Edad Media, la atención a estos retazos de naturaleza que aparecían en las
escenas sagradas o míticas fue ampliándose, pero su carácter secundario lo
revela el hecho de que muchas veces se dejaba a ayudantes, como ocurre en
la Anunciación florentina de Fran Angélico. Dentro del estilo ítalo-gótico,
Ambrogio Lorenzetti superó la representación topográfica para crear
auténticos paisajes dentro de sus alegorías del Buen y del Mal Gobierno en el
Palacio Comunal de siena, al estudiar las horas del día y las estaciones.

El paisaje adquirió autonomía iconográfica en el siglo XVI. Gracias, sobre todo


al arte flamenco y alemán, como, por ejemplo, Alberto Durero que deja
numerosas acuarelas de paisajes. En su forma idealizada de inspiración
clásica, fue el Perugino, maestro de Rafael, uno de los más destacados
elaboradores de vastos espacios en los que se situaban los personajes, con
una fuerte acentuación del paisaje. En Venecia, con su luz cambiante sobre
las aguas, se esmeraron por lograr realismo reflejando vistas de la laguna, sus
calles y monumentos, así como la tierra firme, y de los fenómenos
atmosféricos.

En Flandes, la primera representación del paisaje independiente fue la de


Joachim Painir, cuyas composiciones religiosas o mitológicas están
totalmente dominadas por la representación realista de la naturaleza. En la
generación siguiente, algunas obras de género de Pieter Brueghel el Viejo, la
figura humana queda reducida, siendo lo importante el paisaje representado,
como ocurre, por ejemplo, con El invierno, del ciclo de estaciones del año, sin
olvidar de mencionar a la Escuela del Danubio, en las que pintores de la talla
de Lucas Cranach el Joven, se dedican a pintar paisajes panorámicos.

Fue durante el Barroco cuando la pintura de paisajes se estableció


definitivamente como un género en Europa. Es un fenómeno propio del norte
de Europa que se atribuye, en gran medida, a la reforma protestante y al
desarrollo del capitalismo en los Países Bajos. La nobleza y el clero, hasta
entonces los principales clientes de los pintores comenzaron a perder
importancia, siendo sustituidos por la burguesía comerciante, que prefería los
temas sencillos y cotidianos, por lo que alcanzaron independencia géneros
hasta entonces secundarios como el bodegón, el paisaje o la escena de
género. Se produjo tal especialización que cada pintor se dedicaba a un tipo
de paisaje específico. Así había pintores que tomaban como tema los terrenos
que quedaban bajo el nivel del mar con sus canales y molinos y molinos de
viento, como Van Goyen y Jacon Ruysdael, entre otros.

Hubo quienes cultivaron el paisaje urbano, las urbes holandesas, con sus
casas de ladrillos y las agujas de las iglesias en el horizonte. Aunque Vermeer
se dedicó sobre todo a la escena de género, pinto el paisaje urbano más
conocido de la época: La vista de Delft, fue considerada por Marcel Proust
como el cuadro más bello del mundo que inmoralizó en su En busca del
tiempo perdido.

Mientras que en el norte de Europa se desarrollaba todo tipo de paisajes


puros, en el sur se seguía necesitando una anécdota religiosa, mítica o
histórica como pretexto para pintar paisajes. Se trataba del paisaje
denominado clásico o heróico de caracter idílico , construido a partir de varios
elementos. El título del cuadro y los pequeños personajes perdidos en la
naturaleza son la clave de la historia. Esta misma línea fue seguida por Nicolás
Poussin y Claudio Lorena, este último es considerado un paisajista moderno
debido a que observó atentamente la naturaleza e hizo estudios al aire libre
sobre la luz y las diferentes horas del día, las sombras sobre los edificios, los
reflejos en el agua. Aunque realizó algunos paisajes, el corazón de su obra
han sido los temas mitológicos e históricos.

En el siglo XVIII cultivaron este género artistas tales como Canaletto. Se


especializó en el su género de las vedute, perspectivas urbanas que los
viajeros extranjeros veían en sus viajes a Italia y que luego se llevaban como
recuerdo. Canaletto visitó Inglaterra y recibió encargos para realizar paisajes
ingleses. Su sobrino Belotto siguió la misma línea, aunque consiguió imprimir
a sus cuadros un estilo propio.

En Europa la pintura del paisaje fue la gran creación artística del siglo XIX. En
la época romántica el paisaje se convirtió en actor o productor de emociones
y experiencias subjetivas. John Constable se dedicó a pintar paisajes de la
Inglaterra rural, incluyendo aquellos lugares que le eran conocidos desde la
infancia, con una técnica de descomposición de color, además realizó
estudios de fenómenos atmosféricos. William Turner, su contemporáneo,
reflejó en sus obras la modernidad.

En Alemania Phillip Otto Runge y Caspar David Friedrich, los dos artistas más
destacados de la pintura romántica alemana se dedicaron a la pintura de
paisajes de su país. En realidad pretendían crear cuadros religiosos, mediante
el reflejo de la grandeza de los paisajes.

Con Camille Corot comenzó una nueva manera de tratar el paisaje. Como hizo
después la escuela de Barbizon y más adelante el impresionismo, observó de
manera meticulosa la luz y el color para crear una representación fiel a lo visto
por el observador. Al regresar a Francia viajó por todo el país en busca de
nuevos paisajes, frecuentó el bosque de Fontainebleu, donde conoció una
serie de pintores que cultivaban el paisaje realista. El más destacado
exponente de la Escuela de Barbizon fue Théodore Rousseau.

El enlace entre esta escuela y la corriente impresionista la realizaron Eugène


Boudain y Johan Barthold Jongkind, que trabajaron al aire libre, pintando
paisajes bañados en luz. Los impresionistas buscaban sus motivos en la
naturaleza real que los rodeaba. Trabajaron con manchas de color, grandes
pinceladas, sin el acabado pulido, esmaltado y frñio de una pintura de paisaje
tradicional, reflejando la impresión del paisaje. La obra emblemática de este
movimiento es Impresión, sol naciente (1874) de Claude Monet.

El claroscuro y sus zonas


El claroscuro, palabra proveniente del italiano chiaroscuro,1 es una técnica de pintura que consiste
en el uso de contrastes fuertes entre volúmenes, unos iluminados y otros ensombrecidos, para
destacar más efectivamente algunos elementos.2 Esta técnica permite crear mayores efectos de
relieve y modelado de las formas, a través de la gradación de tonos lumínicos. Desarrollada
inicialmente por los pintores flamencos e italianos del Cinquecento, la técnica alcanzaría su madurez
en el Barroco, en especial con Caravaggio, dando lugar al estilo llamado tenebrismo.3
El término italiano chiaroscuro, aunque significa aparentemente lo mismo, es empleado más
específicamente para una técnica de grabado en xilografía, que por medio de planchas
complementarias da colores a las imágenes, como si fuesen pintadas a la acuarela.4 El primer uso
conocido del término, con este significado, se atribuye al grabador italiano del siglo XVI Ugo da Carpi,
quien habría tomado la idea de composiciones de origen alemán o flamenco. Otros grabadores que
trabajaron esta técnica fueron Antonio da Trento y Andrea Andreani. En los grabados de Da Carpi,
el efecto del claroscuro destaca una figura central iluminada por una fuente de luz normalmente
ausente del plano del cuadro; sin embargo, las áreas oscuras no están tan acentuadas como llegarían
a verse en la obra de los principales difusores del chiaroscuro, Caravaggio y Giovanni Baglione.
La técnica se impondría también entre los manieristas, siendo ejemplos de este uso la Última Cena
de Tintoretto o su Retrato de dos hombres, que presagia las composiciones de Rembrandt. El
pintor holandés ha sido uno de los más conspicuos practicantes del claroscuro, utilizando la luz en
su composición para destacar sólo su objeto específico.
Tenebrismo

El estilo llamado tenebrismo no es más que una aplicación radical del claroscuro por la cual
únicamente las figuras temática-mente centrales destacan iluminadas de un fondo generalizad-
amente oscuro. Se ignora si por influencia de Caravaggio o por un desarrollo paralelo, el estilo
cobraría mucha relevancia en la pintura española de finales del siglo XVI y comienzos del XVII a partir
de la obra del catalán Francisco Ribalta. Ribalta emplearía el color y la luz para dar volumen a las
figuras y destacar los actores en sus frescos religiosos, algunos de gran belleza; talentoso maestro,
su estilo influiría en el de su hijo Juan Ribalta, fallecido tempranamente, y Vicente Castelló.
Indirectamente pesaría también en Zurbarán y en el más destacado de los tenebristas españoles,
José de Ribera; este último llevaría a su madurez el estilo, empleando los volúmenes ensombrecidos
para reforzar el horror y crueldad de estos temas
La técnica del claroscuro fue popular entre los grabadores al igual que en pintura, pero caería en
desuso durante un largo período. Alcanzaría renacida popularidad en cine de la primera mitad del
siglo XX, a través del gusto por las composiciones marcadamente estructuradas y el maquillaje
impactante del expresionismo alemán; aunque algunas obras plaśticas expresionistas habían
acudido a la misma para realzar el efecto de sus temas —en cuadros como el Klosterneuburg de
Egon Schiele o el retrato de Adolf Loos por Oskar Kokoschka—, el uso del claroscuro en el cine fue
en buena medida un desarrollo original, al que se acudió para solventar las limitaciones técnicas de
la película y la falta de sonido, que obligaban a una fuerte estilización visual para compensar.
El expresionismo alemán tendría corta vida, pero dejaría obras influyentes, como el Nosferatu, eine
Symphonie des Grauens de F. W. Murnau, en que el claroscuro desempeña un papel central. El
traslado de muchos cineastas alemanes a Estados Unidos como consecuencia del auge del nazismo
llevaría al desarrollo de un género cinematográfico que aunó las convenciones narrativas de la
ficción policial americana con la influencia visual del expresionismo: el film noir. Caracterizado por
el uso de proporciones desusadas de sombra (hasta un 90% de la pantalla, contra el 50% a 60%
convencional) y el empleo de la misma como artificio dramático —sea oscureciendo elementos de
manera sugestiva, sea llevando a la pantalla la silueta de un objeto invisible— el film noir empleó el
claroscuro como medio visual para desarrollar la ambigüedad moral de sus temas. En películas como
El halcón maltés, La noche del cazador o Touch of evil en Estados Unidos, o Pepé le Moko en Francia,
el juego de luces y sombras fue uno de los elementos principales de la estética.
Zonas del claroscuro
Archivo:An Experiment on a Bird in an Air Pump by Joseph Wright of Derby, 1768 .jpg
Experimento con un pájaro en una bomba de aire (1768), de Joseph Wright, Tate Gallery, Londres.
Las zonas del claroscuro se producen cuando la luz natural o artificial incide sobre el cuerpo. Entre
ellas:
Zona de iluminación clara.
Esta zona identifica la parte que recibe los rayos de luz en forma directa al objeto iluminado.
Zona de penumbra.
También llamada medio tono opaco. Esta zona identifica la zona intermedia entre la zona clara y la
zona oscura, va desde la clara y hasta la oscura pasando por variedad de grises.
Zona oscura.
También llamada sombra propia, es la zona que no recibe ningún rayo de luz, y se mantiene oscura.
Zona proyectada.
Esta zona identifica la sombra que un objeto proyecta sobre otros objetos o sobre la superficie
donde se encuentra.
Zona de reflejo.
Esta zona es la parte que recibe la luz que reflejan otros cuerpos que la acompañan, se caracteriza
por medios tonos luminosos. Esta técnica realza el volumen de los objetos, retratos, expresiones
faciales, da más vida al dibujo.

Cubismo
El cubismo es considerado la primera vanguardia, ya que rompe con el último estatuto renacentista
vigente a principios del siglo XX, la perspectiva. En los cuadros cubistas, desaparece la perspectiva
tradicional. Trata las formas de la naturaleza por medio de figuras geométricas, fragmentando líneas
y superficies. Se adopta así la llamada «perspectiva múltiple»: se representan todas las partes de un
objeto en un mismo plano. La representación del mundo en donde pasaba a no tener ningún
compromiso con la apariencia de las cosas desde un punto de vista determinado, sino con lo que se
sabe de ellas. Por eso aparecían al mismo tiempo y en el mismo plano vistas diversas del objeto: por
ejemplo, se representa de frente y de perfil; en un rostro humano, la nariz está de perfil y el ojo de
frente; una botella aparece en su corte vertical y su corte horizontal. Ya no existe un punto de vista
único. No hay sensación de profundidad. Los detalles se suprimen, y a veces acaba representando
el objeto por un solo aspecto, como ocurre con los violines, insinuados solo por la presencia de la
cola del mismo.
A pesar de ser pintura de vanguardia los géneros que se pintan no son nuevos, y entre ellos se
encuentran sobre todo bodegones, paisajes y retratos.
Se eliminan los colores sugerentes que tan típicos eran del impresionismo o el fovismo. En lugar de
ello, utiliza como tonos pictóricos apagados los grises, verdes y marrones. El monocromatismo
predominó en la primera época del cubismo, posteriormente se abrió más la paleta.
Con todas estas innovaciones, el arte acepta su condición de arte, y permite que esta condición se
vea en la obra, es decir es parte intrínseca de la misma. El cuadro cobra autonomía como objeto con
independencia de lo que representa, por ello se llega con el tiempo a pegar o clavar a la tela todo
tipo de objetos hasta formar collages.
La obra resultante es de difícil comprensión al no tener un referente naturalista inmediato, y ello
explica que fuera el primero de los movimientos artísticos que necesitó una exégesis por parte de
la "crítica", llegando a considerarse el discurso escrito tan importante como la misma práctica
artística. De ahí en adelante, todos los movimientos artísticos de vanguardia vinieron acompañados
de textos críticos que los explicaban.
Historia
El cubismo tuvo como centro neurálgico la ciudad de París, y como jefe y maestro del movimiento
figura el español Pablo Picasso, tuvo como seguidores al español Juan Gris y los franceses Georges
Braque y Fernand Léger. El movimiento efectivamente se inicia con el cuadro Las señoritas de Aviñón
(Demoiselles d'Avignon) de Pablo Picasso. Como elemento precursor del cubismo destaca la
influencia de las esculturas africanas y las exposiciones retrospectivas de Georges Seurat (1905) y
de Paul Cézanne (1907).
El cubismo surge en la primera década del siglo XX, constituyendo la primera de las vanguardias
artísticas. Entre las circunstancias que contribuyeron a su surgimiento, se ha señalado
tradicionalmente tanto la obra de Cézanne como el arte de otras culturas, particularmente la
africana. En efecto, Cézanne pretendió representar la realidad reduciéndola a sus formas esenciales,
intentando representar los volúmenes sobre la superficie plana del lienzo de una manera nueva,
tendencia que fue seguida por los cubistas. Ya antes que él, los neoimpresionistas Seurat y Signac
tendieron a estructurar geométricamente sus cuadros. Lo que Picasso y Braque tomaron de Cézanne
fue la técnica para resolver ese problema de lograr una nueva figuración de las cosas, dando a los
objetos solidez y densidad, apartándose de las tendencias impresionistas que habían acabado
disolviendo las formas en su búsqueda exclusiva de los efectos de la luz.
Por otro lado, el imperialismo puso a Occidente en contacto con otras civilizaciones con un arte
propio y distinto del europeo. A través de diversas exposiciones, Picasso conoció la escultura ibérica
y la africana, que simplificaban las formas y, además, ponían en evidencia que la pintura tradicional
obedecía a una pura convención a la hora de representar los objetos conforme a las ideas
renacentistas de perspectiva lineal y aérea. Lo que parece actualmente excesivo a los historiadores
de arte es atribuir una influencia directa de las máscaras africanas con la obra picassiana.
Todo ello no hubiera sido posible sin la aparición de la fotografía pues esta, al representar la realidad
visual de manera más exacta que la pintura, liberó a este último arte de la obligación de representar
las cosas tal como aparecen ante nuestros ojos y forzó a los artistas a buscarle un sentido diferente
a la mera transcripción a las dos dimensiones de la apariencia externa de las cosas. La aparición del
cubismo se ha relacionado, además, con otros tres hechos acontecidos en esas décadas que revelan
que las cosas pueden ser diferentes a como aparentan ser: el psicoanálisis al evidenciar que pueden
existir motivaciones más profundas para los actos y pensamientos humanos; el interés por la cuarta
dimensión, fruto de la revolución acaecida en la geometría del siglo XIX; y la teoría de la relatividad,
que revela que el mundo no es exactamente, en su estructura profunda, como lo presentaba la
geometría euclidiana.
Cubismo analítico o hermético (1909-1912)
Georges Braque en 1908.
En 1909 Braque y Picasso estrechan su amistad y consiguen desarrollar la nueva tendencia. Juntos
crearon las dos tendencias del cubismo. La primera es el cubismo analítico (1909-1912), en donde
la pintura es casi monocroma en gris y ocre. Los colores en este momento no interesaban pues lo
importante eran los diferentes puntos de vista y la geometrización, no el cromatismo. Fueron
elaborando un «nuevo lenguaje» que analiza la realidad y la descompone en múltiples elementos
geométricos. Los puntos de vista se multiplicaron, abandonando definitivamente la unidad del
punto de vista de la perspectiva renacentista. Se introducen en la pintura los «pasos», definidos
como ligeras interrupciones de la línea del contorno. Los volúmenes grandes se fragmentan en
volúmenes más pequeños. Entre las obras de esta fase del cubismo se encuentra el Retrato de
Kahnweiler (1910, Instituto de Arte de Chicago).
El cubismo en otras artes
Fue el francés Apollinaire quien lo adaptó en la literatura. Busca recomponer la realidad mezclando
imágenes y conceptos al azar. Uno de sus aportes fue el caligrama.
El cubismo repercutió en la escultura, a través de técnicas similares al collage del cubismo sintético.
La escultura empezó a construirse con materiales de desecho, elaborándose con piezas diversas y
no procedentes de un solo bloque de piedra o mármol. Con ello se crea la llamada estética de
«ausencia de masa», al surgir huecos y vacíos entre las superficies. Como los arquitectos, los
escultores no dan forma a un volumen, sino que crean espacios. Es de especial interés la variante
arquitectónica del cubismo que se dio en Checoslovaquia entre 1910 y 1925, el llamado "Cubismo
Checo".
El propio Pablo Picasso realizó esculturas cubistas. Escultores que crearon obras cubistas fueron
Alexander Archipenko, Jacques Lipchitz y Henri Laurens, además de los españoles Pablo Gargallo y,
sobre todo, Julio González, pionero en el uso del hierro gracias a la soldadura autógena, lo que abrió
todo un mundo de posibilidades a la escultura del siglo XX.

Grabado
Técnicas
Las técnicas relacionadas con la obtención de múltiples copias de la misma imagen suelen
clasificarse según los materiales y medios empleados para la consecución de la imagen. En general,
suelen dividirse en tres grandes grupos, según la forma en que el artista trabaja sobre la matriz para
preparar el dibujo que se imprimirá posteriormente:
Grabados en relieve
La imagen se consigue retirando material de la plancha o matriz con distintas herramientas: entre
ellas, el buril, con el cual grabaremos la imagen que deseemos ayudándonos de otras herramientas
como pintura asfáltica para que el ácido no coma, de modo que la parte que queda en el plano
superior se corresponde con el dibujo. Se entintará por tanto la forma en relieve, utilizando un
rodillo de goma y en la impresión quedarán en blanco los huecos.
Xilografía

Xilografía de Utagawa Hiroshige.


Artículo principal: Xilografía
Es la técnica de grabado más antigua, en la que se emplea como matriz una superficie de madera,
generalmente maderas duras como el boj, el peral o el cerezo. El dibujo sobre la plancha puede
hacerse de dos maneras; haciendo los trazos en el sentido de la veta, siguiendo la dirección de las
"fibras" que conforman el tallo del árbol, o bien transversalmente, haciendo cortes perpendiculares
a la dirección de las fibras que conforman el tallo del árbol. En el primer caso estaremos realizando
una xilografía a fibra o al hilo, y en el segundo caso una xilografía a contrafibra o a la testa. Sobre
la matriz de madera se construye la imagen tallándola mediante herramientas con las que se rebaja
la superficie de la matriz, obteniéndose huecos que corresponden al color blanco o a la ausencia de
color. Suelen utilizarse cuchillos y gubias para el grabado a fibra, mientras que para el grabado a
contrafibra se emplea el buril, que permite trabajar sobre superficies más duras y obtener surcos
más delgados y precisos. Cuando se ha terminado de tallar la imagen, se entinta la matriz con un
rodillo, que deposita la tinta en toda la superficie de la matriz, salvo en los huecos tallados con las
gubias (los blancos). La imagen se pasa al papel utilizando una prensa vertical o un tórculo.
Linografìa
Artículo principal: Linograbado
Se trata de una variante moderna de la xilografía, en la que se emplea el linóleo como matriz. El
procedimiento para obtener la imagen es idéntico al del grabado en madera, incidiendo sobre el
linóleo con gubias, de manera que las partes vaciadas quedarán en blanco y las zonas en relieve
serán las que reciban la aplicación de la tinta. Al ser un material blando, el linóleo no presenta las
dificultades de la veta de la madera, pero tampoco permite la finura del trazo que se puede lograr
en la xilografía a contrafibra.
Grabados en hueco
Artículo principal: Calcografía
La imagen se consigue arañando una matriz metálica, por medios mecánicos o químicos, de modo
que las partes oscuras de la imagen correspondan a las incisiones, donde se depositará la tinta,
quedando en blanco las partes del papel que queden en contacto con las zonas no vaciadas,
exactamente al contrario de lo que sucede con los grabados en relieve. Los procedimientos en hueco
se clasifican, a su vez, en procedimientos de método directo, si el grabador interviene sobre la
plancha realizando incisiones para trazar la imagen, o de método indirecto, si la huella sobre la
plancha se logra utilizando productos químicos.
Procedimientos de método directo
Al buril
Artículo principal: Grabado a buril
Es la técnica en la que se construye el dibujo excavando líneas sobre una matriz de metal
ayudándose exclusivamente con el buril, que es una herramienta compuesta de un mango en cuyo
extremo se ha sujetado una barra de acero de sección cuadrada, a la que se le ha tallado
oblicuamente la punta, de modo que deja una marca en forma de "V". El buril recuerda en su forma
a un arado, y el grabador lo utiliza de una manera semejante; haciendo surcos sobre la plancha, de
manera que cuanto mayor es la presión que ejerce, más profunda resulta la incisión realizada, lo
que provocará que se aloje en ella una mayor cantidad de tinta.
A ambos lados de los surcos se levantan limaduras metálicas, que se aplastan con herramientas
específicas llamadas rascador y bruñidor. El grabado a buril es la técnica artística más difícil para
plasmar un dibujo, enlace o letra; está relacionado con la joyería por ser una gran fuente de
grabados. Se graba principalmente sobre plata y oro, por ser materiales más blandos, aunque
también se puede grabar materiales más duros incluso en el acero.
Punta seca
Artículo principal: Grabado a punta seca
Esta técnica toma su nombre de la herramienta utilizada, un punzón fino y afilado que se emplea
arañando una plancha de cobre con mayor o menor presión en función de la intensidad de línea que
se desea. La punta de este instrumento puede ser de acero, diamante o rubí, tiene forma de aguja
y con ella se trabaja a pulso, como si se tratase de un lápiz, siendo las líneas producidas más finas
que las del buril.
Igual que con el procedimiento anterior, a ambos lados de la línea quedan limaduras o rebabas, que
pueden quitarse con el rascador; sin embargo, a menudo se dejan,de modo que la impresión
aparece ligeramente difuminada,dejando en las estampas un característico velo. Puesto que la
rebaba acaba aplastándose con la prensa,es difícil realizar ediciones largas.
Mezzotinta
Artículo principal: Grabado a media tinta
El nombre viene del italiano "Mezzatinta", y también se llama "grabado a la manera negra". Consiste
en conseguir un tono oscuro y uniforme en la totalidad de la plancha, que se va matizando hasta
conseguir el blanco, mediante un proceso de bruñido de la superficie. La plancha se prepara
utilizando la herramienta llamada berceau (o raedor) y se consiguen los blancos sobre el negro
utilizando el "bruñidor". También se puede conseguir el negro utilizando repetidamente la técnica
del aguatinta sobre la plancha hasta conseguir un tono negro profundo. Esta última técnica es
llamada frecuentemente "Falsa Manera Negra".5
Procedimientos de método indirecto
Aguafuerte
Retrato de Luca Giordano en un aguafuerte del siglo XVIII

Grabado de 1853
Artículo principal: Grabado al aguafuerte
Es el proceso según el cual la matriz se protege en su totalidad con un barniz compuesto de betún
de Judea y cera de abeja que se puede aplicar en estado líquido o sólido, y que se deja secar. Cuando
está seco, se levanta con un punzón u otro utensilio capaz de retirar el barniz, siguiendo el dibujo
que se quiera realizar, y dejando la superficie de la plancha al descubierto. Una vez levantado el
barniz con la forma del dibujo, se introduce la plancha de metal en una solución de agua y ácido
nítrico en el caso de una matriz de cinc, que actuará corroyendo la plancha en las zonas donde se
ha retirado el barniz y grabando la superficie del metal, que será más profundo cuanto mayor sea el
tiempo que actúe el ácido, y la concentración de la solución empleada sea mayor.

El bodegón
Transición de la Edad Media al siglo XVI
Entre los primeros en liberarse del significado religioso del bodegón estuvieron Leonardo da Vinci,
quien creó estudios a la acuarela de fruta (alrededor de 1495) como parte de su incansable examen
de la naturaleza, y Alberto Durero, quien también hizo dibujos detallados de la flora y la fauna.10
Jacopo de’ Barbari dio un paso más allá con su Bodegón con perdiz, guanteletes y flechas de ballesta
(1504), uno de los primeros bodegones trampantojo firmados y datados, con un contenido religioso
reducido al mínimo.11

Annibale Carracci, Carnicería (1583).


El siglo XVI vio una explosión de interés en el mundo natural y la creación de lujosas enciclopedias
botánicas que documentaban los descubrimientos del Nuevo Mundo. También impulsó el comienzo
de la ilustración científica y la clasificación de las especies. Los objetos naturales comenzaron a
apreciarse como elementos de estudio individuales aparte de cualquier asociación mitológica o
religiosa. La temprana ciencia de los remedios a base de hierbas comenzó igualmente en esta época,
una extensión práctica de este nuevo conocimiento. Además, los patronos ricos comenzaron a
financiar la colección de especies animales y minerales, creando amplios «gabinetes de
curiosidades». Estos ejemplares sirvieron como modelo para los pintores que buscaban realismo y
novedad. Empezaron a coleccionarse y comercializarse conchas, insectos, frutas exóticas y flores, y
la llegada de plantas nuevas, como el tulipán (importado a Europa desde Turquía), se plasmaban
fielmente en los bodegones.12 La explosión de la horticultura despertó amplio interés por toda
Europa, tendencia que los artistas capitalizaron produciendo miles de bodegones. Algunas regiones
y cortes tenían intereses particulares. La representación de cítricos, por ejemplo, era una pasión
particular de la corte de los Médicis en Florencia.13 Esta gran difusión de los ejemplares naturales y
el creciente interés en la ilustración natural por toda Europa, dio como resultado la creación
prácticamente simultánea de bodegones modernos alrededor del año 1600.14
A lo largo de la segunda mitad del siglo XVI había evolucionado el bodegón autónomo.15
Gradualmente, el contenido religioso disminuyó en tamaño y lugar en estas pinturas, aunque las
lecciones morales siguieron estando implícitas. Un ejemplo es La carnicería de Joachim Beuckelaer
(1568), con su representación realista de carnes crudas dominando el primer plano, mientras que
la escena del fondo transmite los peligros de la ebriedad y la lascivia.16 El tratamiento de Annibale
Carracci del mismo tema en 1583 comienza a eliminar los mensajes morales, como hicieron otras
pinturas de bodegón de «cocina y mercado» de este período.17

Abraham van Beyeren: Bodegón de banquete (1667).


Siglo XVII
Aunque la pintura de bodegón italiana estaba ganado en popularidad, permaneció históricamente
menos respetada que la pintura de «gran estilo» de temas históricos, religiosos y míticos.
Destacados académicos de principios de los años 1600, como Andrea Sacchi, sentía que la escena
de género y el bodegón no portaban la gravitas que hace que la pintura sea considerada grande.
Por otro lado, exitosos artistas de bodegón italianos encontraron amplio mecenazgo en su
tiempo.18 Más aún, las pintoras, siendo pocas, normalmente elegían o se veían constreñidas a
pintar temas como el bodegón, como ocurría, por ejemplo con Giovanna Garzoni, Laura
Bernasconi y Fede Galizia.
Muchos artistas italianos destacados en otros géneros, también produjeron algunos cuadros de
bodegones. En particular, Caravaggio (1573-1610) fue uno de los primeros artistas que representó
naturalezas muertas con conciencia de obra pictórica. Aplicó su influyente forma de naturalismo al
bodegón. Su Cesto con frutas (h. 1595-1600) es uno de los primeros ejemplos de bodegón puro,
presentado con precisión y ubicado a la altura del ojo.19 Aunque no abiertamente simbólica, esta
pintura era propiedad del cardenal Borromeo y pudo haber sido apreciada tanto por razones
estéticas como religiosas. Jan Brueghel el Viejo pintó su Gran buqué milanés (1606) también para
el cardenal, señalando que la pintura era «fatta tutti del natturel» («hecha entera del natural») y
aumentó el precio por el esfuerzo extra.20 Eran unos bodegones más en la colección del cardenal,
junto con su amplia colección de curiosidades. Entre otros bodegones italianos, La cocinera, de
Bernardo Strozzi, es una «escena de cocina» a la manera holandesa, que es por un lado un
detallado retrato de una cocinera, y por otro, la representación de las aves de caza que está
preparando.21 En una manera semejante, uno de los escasos bodegones de Rembrandt, Muchacha
con pavos reales muertos combina de igual manera un simpático retrato femenino con imágenes
de aves de caza.22
Bodegón, Cristoforo Munari (1667–1720).
Este género fue muy cultivado en la pintura nórdica del siglo XVII, tanto en los Países Bajos
septentrionales como en los meridionales donde nacen muchas de las diversas variedades del
género, como el bodegón de cocina, con objetos de caza, de lo que pueden servir de ejemplo los
bodegones de Frans Snyders, el bodegón de desayuno del que son ejemplo Osias Beert, Clara
Peeters o Jacob van Es, y el «bodegón monócromo» que hace su aparición en el norte hacia 1625 y
tiene en Willem Heda y Pieter Claesz. a sus más representativos autores. El bodegón se
independizó en el nuevo clima artístico de los Países Bajos, con el nombre de stilleven («naturaleza
tranquila»), mientras que en las lenguas romances, y en ruso, se prefieren términos relacionados
con la «naturaleza muerta». Mientras los artistas encontraban oportunidad limitada para producir
la iconografía religiosa que durante mucho tiempo había sido su principal industria, ya que las
imágenes de temas religiosos estaban prohibidas en la iglesia protestante reformada holandesa, la
tradición septentrional de realismo detallado y símbolos ocultos atraían a las crecientes clases
medias holandesas, que estaban reemplazando a la iglesia y el estado como los principales
mecenas del arte en los Países Bajos.

Mosaico
Un mosaico (del latín mosaĭcum [opus], ‘[obra] relativa a las Musas,1 artística’) es una obra
pictórica elaborada con pequeñas piezas de piedra, cerámica o vidrio de diversas formas y colores,
llamadas teselas, unidas mediante yeso u otro aglomerante para formar composiciones
decorativas geométricas, figurativas o abstractas. Al mosaico vegetal o mosaico de madera se le
llama taracea
Se observa en los yacimientos de la ciudad asiria llamada Nínive. Se ha podido ver que decoraban
las paredes y las columnas con pequeños trozos de arcilla de colores conformando diseños
geométricos.

Mosaico en la Basílica de San Vitale en Rávena (Italia). Detalle del presbiterio.


La técnica del mosaico proviene de un perfeccionamiento del primitivo pavimento que se hacía
con guijarros y se denominaba con el término griego de lithostrotos (‘preparado con piedras’).3 En
el mundo europeo fue muy frecuente y desde muy temprano (desde fines del siglo V a. C.) el
pavimento compuesto por guijas de río (piedrecillas pequeñas que se encuentran en las orillas) de
tamaños y de colores distintos. Con estas guijas se hacían dibujos sencillos de temas geométricos.
En los pueblos de Castilla y León (en España) han seguido a través de los siglos esta tradición para
los patios y vestíbulos de las casas. Es lo que llaman enguijarrado.
Este sistema de pavimentación se ha podido ver claramente en las casas de Olinto, antigua ciudad
griega de la región de Macedonia en la península Calcídica, que fue destruida por Filipo II de
Macedonia en el año 348 a. C., y en las ciudades de Pela y Corinto. Las escenas representadas con
estos guijarros suelen ser del mundo marino, del repertorio homérico y del culto a Dioniso.
Todos los pueblos antiguos hicieron incursión en este arte tanto en la antigüedad clásica como en
la de Mesoamérica. En la antigüedad clásica llegó a ser un producto muy elaborado y de gran lujo
con la cultura helenística, en que se empezaron a realizar obras más complicadas con temas
complejos y episodios de la vida cotidiana y de la mitología. Los materiales empleados también
fueron más ricos (mármol, vidrio, ónice). El arte del mosaico adquiere su difusión en época del
Imperio romano.
A lo largo de la historia de la humanidad el arte del mosaico se ha ido desarrollando y
enriqueciéndose, adquiriendo el estilo y los materiales adecuados a cada época, hasta llegar al
siglo XXI en que las obras de arte se siguen sucediendo.
Si bien se practicó desde la Edad de Bronce, el desarrollo lo alcanzó en el período helenístico
griego, y especialmente en el Imperio Romano, que lo adoptó con la conquista de Grecia, donde
fue considerado sinónimo de refinamiento arquitectónico; tanto, que en el Imperio Bizantino, el
oro fue utilizado en la elaboración de mosaicos.
En Roma fue empleado el mosaico, especialmente en muros y pavimentos, creando en su forma
más creativa o perfeccionada, escenas con figuras de la vida cotidiana o históricas o mitológicas:
eran los “opus tesellatum”, que se hacían insertando en materiales blandos trocitos de piedras
coloreadas. Ejemplo de estos mosaicos es “La Batalla de Issos” encontrado en Pompeya, en la casa
del Fauno.
Por extensión, y como el mosaico se forma de fragmentos diversificados, se habla de mosaico
cultural para denominar a aquellos grupos de personas integrados por diferentes etnias que
conforman un entramado social, como ocurre por ejemplo en Canadá, muy proclive a recibir flujo
inmigratorio.
Se usa este vocablo también en Informática para designar las opciones que se muestran en la
pantalla de la PC.

Colores cálidos

Características de los Colores Cálidos y Fríos


La división entre colores cálidos y fríos se logra trazando una línea en el círculo cromático desde el
amarillo-verde hasta el rojo-violeta.
Los colores de uno de los lados, que contienen rojo y amarillo, son los cálidos, y en lado opuesto,
el azul y los colores que contienen esa mezcla, son los fríos. Los colores verde y violeta puros son
neutros y su grado de temperatura depende de la proporción en que se les adicione rojo, amarillo
o azul.
Los colores cálidos (amarillos y rojos) tienen un efecto estimulante y dan la impresión de que
avanzan, que se adelantan de la superficie que los contiene. Esto provoca sensación de cercanía.
Son colores vitales, alegres y activos.
Por el contrario, los colores fríos (azules, verdes y violetas) producen una acción relajante y un
efecto de retroceso, alejamiento, generando sensación de distanciamiento. Producen una
impresión de reposo y calma, y utilizados solos pueden dar efecto de poca intimidad y de tristeza.
En habitaciones grandes los colores cálidos y oscuros ayudan a disminuir visualmente el espacio.
En un esquema de líneas predominantemente horizontales, los colores cálidos sirven para
aumentar aparentemente el tamaño de los muebles y elevar los techos.
Los colores fríos y los tonos claros nos permiten agrandar el lugar. Un pasillo estrecho, por
ejemplo, adquiere aspecto de mayor anchura si está pintado con un color frío.
Los Colores Cálidos
Rojo
El rojo puro es el color más vital, asociado a la acción intensa y excitante. Usado puro puede
resultar un tanto violento, por eso debe ser usado con moderación, en detalles o pequeñas áreas.
De toda la gama de rojos -bordó, bermellón, magenta, etc.-, se puede decir lo mismo. El rojo
rebajado con blanco, en tonos más pasteles, puede en cambio producir confort y calidez.

(Izquierda: El rojo es un color vital y excitante / Derecha: El uso del color rojo en paredes
produce la impresión de que el color avanza hacia el observador)
Naranja
El naranja puro es también un color asociado con la vitalidad, pues comprende mezcla de rojo y
amarillo. Tan excitante como el rojo, también debe usarse con moderación y respeto, evitando los
grandes espacios. Siempre es mucho mejor utilizar combinaciones de naranja menos fuertes,
salmón, etc.

(El color naranja está asociado con la vitalidad)


Amarillo
El amarillo evoca fuerza y voluntad. Es excitante y tiene su lugar más adecuado en las habitaciones
con poca luz natural.

(Izquierda: El amarillo es un color alegre y estimulante / Derecha: El amarillo favorece la


luminosidad en habitaciones con poca luz natural)
Los Colores Fríos
Azul
Es el color más frío de todos. Expresa calma, quietud y reposo. Por su calidad de sedante es útil
para zonas de trabajo y habitaciones. Mezclado con verde o violeta, reduce su austeridad y
frialdad. En habitaciones muy iluminadas no es conveniente utilizarlo, pues absorbe luz y resta
luminosidad.

(El azul expresa calma, quietud y reposo)


Violeta
El violeta es un color que produce tristeza. Es el color religioso, místico por excelencia. Es un color
indiferente y distante, capaz de evocar la idea de misterio. Por ser el color de una onda de longitud
más corta, expresa silencio y profundidad triste. Aumentando su proporción de rojo se hace más
vital y activo. Aumentando el azul, acentúa su frialdad y distanciamiento. Los matices lila y lavanda
son de un marcado perfil femenino.

Expresionismo

Definición

Ecce homo (1925), de Lovis Corinth, Pinacoteca de Basilea.

La transición del siglo XIX al XX comportó numerosos cambios políticos, sociales y


culturales. Por una parte, el auge político y económico de la burguesía, que vivió en las
últimas décadas del siglo XIX (la Belle Époque) un momento de gran esplendor, reflejado
en el modernismo, movimiento artístico puesto al servicio del lujo y la ostentación
desplegados por la nueva clase dirigente. Sin embargo, los procesos revolucionarios
efectuados desde la Revolución francesa (el último, en 1871, la fracasada Comuna de París)
y el temor a que se repitiesen llevaron a las clases políticas a hacer una serie de
concesiones, como las reformas laborales, los seguros sociales y la enseñanza básica
obligatoria. Así, el descenso del analfabetismo comportó un aumento de los medios de
comunicación y una mayor difusión de los fenómenos culturales, que adquirieron mayor
alcance y mayor rapidez de difusión, surgiendo la “cultura de masas”.2
Por otro lado, los avances técnicos, especialmente en el terreno del arte la aparición de la
fotografía y el cine, llevaron al artista a plantearse la función de su trabajo, que ya no
consistía en imitar a la realidad, pues las nuevas técnicas lo hacían de forma más objetiva,
fácil y reproducible. Igualmente, las nuevas teorías científicas llevaron a los artistas a
cuestionarse la objetividad del mundo que percibimos: la teoría de la relatividad de
Einstein, el psicoanálisis de Freud y la subjetividad del tiempo de Bergson provocaron que
el artista se alejase cada vez más de la realidad. Así, la búsqueda de nuevos lenguajes
artísticos y nuevas formas de expresión comportó la aparición de los movimientos de
vanguardia, que supusieron una nueva relación del artista con el espectador: los artistas
vanguardistas buscaban integrar el arte con la vida, con la sociedad, hacer de su obra una
expresión del inconsciente colectivo de la sociedad que representa. A la vez, la interacción
con el espectador provoca que éste se involucre en la percepción y comprensión de la obra,
así como en su difusión y mercantilización, factor que llevará a un mayor auge de las
galerías de arte y de los museos.3

El expresionismo forma parte de las llamadas “vanguardias históricas”, es decir, las


producidas desde los primeros años del siglo XX, en el ambiente previo a la Primera Guerra
Mundial, hasta el final de la Segunda Guerra Mundial (1945). Esta denominación incluye,
además, al fauvismo, el cubismo, el futurismo, el constructivismo, el neoplasticismo, el
dadaísmo, el surrealismo, etc. La vanguardia está íntimamente ligada al concepto de
modernidad, caracterizado por el fin del determinismo y de la supremacía de la religión,
sustituidos por la razón y la ciencia, el objetivismo y el individualismo, la confianza en la
tecnología y el progreso, en las propias capacidades del ser humano. Así, los artistas
pretenden ponerse al frente del progreso social, expresar mediante su obra la evolución del
ser humano contemporáneo.4

El término «expresionismo» fue utilizado por primera vez por el pintor francés Julien-
Auguste Hervé, que utilizó la palabra “expressionisme” para designar una serie de cuadros
presentados en el Salón de los Independientes de París en 1901, en contraposición al
impresionismo. El término alemán «Expressionismus» fue adaptado directamente del
francés –ya que la expresión en alemán es ‘Ausdruck’–, empleándose por primera vez en el
catálogo de la XXII Exposición de la Secesión de Berlín en 1911, que incluía tanto obras de
artistas alemanes como franceses. En literatura, fue aplicado por primera vez en 1911 por el
crítico Kurt Hiller.5 Posteriormente, el término expresionismo fue difundido por el escritor
Herwarth Walden, editor de la revista Der Sturm (La tormenta), que se convirtió en el
principal centro difusor del expresionismo alemán. Walden aplicó inicialmente el término a
todas las vanguardias surgidas entre 1910 y 1920. En cambio, la aplicación del término
expresionismo ligado exclusivamente al arte alemán de vanguardia fue idea de Paul Fechter
en su libro Der Expressionismus (1914), que siguiendo las teorías de Worringer relacionó
las nuevas manifestaciones artísticas como una expresión del alma colectiva alemana.6

Tirol (1914), de Franz Marc, Staatsgalerie Moderner Kunst, Múnich.

El expresionismo surgió como reacción al impresionismo: así como los impresionistas


plasmaban en el lienzo una “impresión” del mundo circundante, un simple reflejo de los
sentidos, los expresionistas pretendían reflejar su mundo interior, una “expresión” de sus
propios sentimientos. Así, los expresionistas emplearon la línea y el color de un modo
temperamental y emotivo, de fuerte contenido simbólico. Esta reacción frente al
impresionismo supuso una fuerte ruptura con el arte elaborado por la generación
precedente, convirtiendo al expresionismo en un sinónimo del arte moderno durante los
primeros años del siglo XX.7 El expresionismo supuso un nuevo concepto del arte,
entendido como una forma de captar la existencia, de traslucir en imágenes el sustrato que
subyace bajo la realidad aparente, de reflejar lo inmutable y eterno del ser humano y la
naturaleza. Así, el expresionismo fue el punto de partida de un proceso de transmutación de
la realidad que cristalizó en el expresionismo abstracto y el informalismo. Los
expresionistas utilizaban el arte como una forma de reflejar sus sentimientos, su estado
anímico, propenso por lo general a la melancolía, a la evocación, a un decadentismo de
corte neorromántico. Así, el arte era una experiencia catárquica, donde se purificaban los
desahogos espirituales, la angustia vital del artista.8

En la génesis del expresionismo un factor fundamental fue el rechazo al positivismo, al


progreso cientificista, a la creencia en las posibilidades ilimitadas del ser humano basadas
en la ciencia y la técnica. En cambio, se empezó a generar un nuevo clima de pesimismo,
de escepticismo, de descontento, de crítica, de pérdida de valores. Se vislumbraba una crisis
en el desarrollo humano, que efectivamente se vio confirmada con el estallido de la Primera
Guerra Mundial.9 También cabe destacar en Alemania el rechazo al régimen imperialista de
Guillermo II por parte de una minoría intelectual, ahogada por el militarismo
pangermanista del káiser. Estos factores propiciaron un caldo de cultivo en el que
progresivamente se fue gestando el expresionismo, cuyas primeras manifestaciones se
produjeron en el terreno de la literatura: Frank Wedekind denunció en sus obras la moral
burguesa, frente a la que oponía la libertad pasional de los instintos; Georg Trakl se evadió
de la realidad refugiándose en un mundo espiritual creado por el artista; Heinrich Mann fue
quien más directamente denunció la sociedad guillermina.10

La aparición del expresionismo en un país como Alemania no fue un hecho aleatorio, sino
que se explica por el profundo estudio dedicado al arte durante el siglo XIX por los
filósofos, artistas y teóricos alemanes, desde el romanticismo y las múltiples aportaciones al
campo de la estética de personajes como Wagner y Nietzsche, hasta la estética cultural y la
obra de autores como Konrad Fiedler (Para enjuiciar obras de arte visual, 1876), Theodor
Lipps (Estética, 1903-1906) y Wilhelm Worringer (Abstracción y empatía, 1908). Esta
corriente teórica dejó una profunda huella en los artistas alemanes de finales del siglo XIX
y principios del XX, centrada sobre todo en la necesidad de expresarse del artista (la
“innerer Drang” o necesidad interior, principio que asumió posteriormente Kandinski), así
como la constatación de una ruptura entre el artista y el mundo exterior, el ambiente que lo
envuelve, hecho que lo convierte en un ser introvertido y alienado de la sociedad. También
influyó el cambio producido en el ambiente cultural de la época, que se alejó del gusto
clásico grecorromano para admirar el arte popular, primitivo y exótico –sobre todo de
África, Oceanía y Extremo Oriente–, así como el arte medieval y la obra de artistas como
Grünewald, Brueghel y El Greco.11
El jinete circense (1913), de Ernst Ludwig Kirchner, Pinakothek der Moderne, Múnich.

En Alemania, el expresionismo fue más un concepto teórico, una propuesta ideológica, que
no un programa artístico colectivo, si bien se aprecia un sello estilístico común a todos sus
miembros. Frente al academicismo imperante en los centros artísticos oficiales, los
expresionistas se agruparon en torno a diversos centros de difusión del nuevo arte,
especialmente en ciudades como Berlín, Colonia, Múnich, Hannover y Dresde. Asimismo,
su labor difusora a través de publicaciones, galerías y exposiciones ayudaron a extender el
nuevo estilo por toda Alemania y, más tarde, toda Europa.7 Fue un movimiento heterogéneo
que, aparte de la diversidad de sus manifestaciones, realizadas en diversos lenguajes y
medios artísticos, presentó numerosas diferencias e incluso contradicciones en su seno, con
gran divergencia estilística y temática entre los diversos grupos que surgieron a lo largo del
tiempo, e incluso entre los propios artistas que los integraban. Incluso los límites
cronológicos y geográficos de esta corriente son imprecisos: si bien la primera generación
expresionista (Die Brücke, Der Blaue Reiter) fue la más emblemática, la Nueva Objetividad
y la exportación del movimiento a otros países supuso su continuidad en el tiempo al menos
hasta la Segunda Guerra Mundial; geográficamente, si bien el centro neurálgico de este
estilo se situó en Alemania, pronto se extendió a otros países europeos e incluso del
continente americano.12

Después de la Primera Guerra Mundial el expresionismo pasó en Alemania de la pintura al


cine y el teatro, que utilizaban el estilo expresionista en sus decorados, pero de forma
puramente estética, desprovista de su significado original, de la subjetividad y el
desgarramiento propios de los pintores expresionistas, que se convirtieron paradójicamente
en artistas malditos.13 Con el advenimiento del nazismo, el expresionismo fue considerado
como «arte

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