Testproyectivográfico HTP
Testproyectivográfico HTP
Testproyectivográfico HTP
Requerir de un individuo que dibuje una casa, un árbol y una persona constituye una
estructuración más ambigua de la que podría pensarse en un principio. Aunque el
examinado se le dice que debe dibujar una casa, un árbol o una persona, no se le aclara qué
tipo de casa, árbol o persona debe representar. Es decir que como el examinador no da
ningún indicio, la respuesta surge del interior del examinado, sea en lo referente al tamaño
tipo, emplazamiento o presentación del árbol, o al sexo, expresión facial, postura corporal,
edad, raza, tamaño, vestimenta, presentación (de costado, de tres cuartos de perfil, de
frente) o acción de la persona.
Sin embargo, esto no significa que la chimenea sea siempre un símbolo fálico. En
los dibujos de personas con buen ajuste generalmente la chimenea no es otra cosa que un
detalle más de la casa. Pero en los casos de personas que sufren de conflictos psicosexuales,
es adecuada a causa de su diseño estructural y de la forma en que emerge del cuerpo de la
casa, para la proyección de los sentimientos internos con respecto al pene.
Por muy joven que sea el examinado en su vida ha visto tal infinidad de casas,
arboles y personas que en el momento de dibujar sólo podrá elegir lo que para él sea más
significativo desde el punto de vista simbólico. Sea que elija un vigoroso roble, un sauce
llorón, un pequeño brote o un árbol al que las presiones ambientales han doblado hasta casi
hacerle tocar el suelo; o que represente un policía de rostro severo que esgrime una
cachiporra, una figura materna nutricia sosteniendo en sus manos un plato de sopa caliente,
una figura infantil desvalida, de pie y con los brazos amputados, una figura desnuda y en
incitante actitud, con las piernas abiertas, o una prostituta desgreñada tirada contra el
cordón de la vereda, en todos los casos está eligiendo aquello que para él posee mayor
significado emocional. Lo mismo que en el Test de Apercepción Temática, el examinado
selecciona de su experiencia pasada un tema, y este refleja sus necesidades. Los psicólogos
clínicos han llegado a la conclusión de que aunque la persona ofrezca un tema que haya
visto en alguna película cinematográfica, está ofreciendo una información de gran interés
psicológico. El tema específico elegido primariamente se fijó en su mente y si más tarde fue
seleccionado del archivo de temas recordados se debió probablemente a que reflejaba
necesidades o rasgos significativos de su personalidad.
Cuando una persona está respondiendo al HTP con el ojo interno selecciona y
decide la imagen que sus necesidades escogerán de entre la galería de sus recuerdos.
**Los pacientes que violan mujeres y que intentan de ese modo, es decir, mediante las
relaciones sexuales forzadas poner a prueba su masculinidad, transmiten este rasgo fálico
compensatorio en las distorsiones de las chimeneas que dibujan en las casas.
SIMBOLISMO INHERENTE A LA TRIADA CASA-ARBOL-PERSONA
Confirma que la hipótesis de que el árbol capta los sentimientos más básicos y
duraderos la circunstancia de que el concepto gráfico menos susceptible de cambiar en los
retest. También lo demuestra el hecho de que si bien una psicoterapia no intensiva puede
lograr mejoras que se manifiestan en la disminución de signos patológicos en los dibujos de
la, sólo el tratamiento psicoanalítico profundo y extenso (o alteraciones muy significativas
de la situación vital, especialmente en los niños, cuyas personalidades poseen suficiente
elasticidad como para modificarse de acuerdo con las mejoras ambientales) es capaz de
producir algunos cambios, aunque por lo general, menores, en el dibujo del árbol.
La experiencia clínica ha demostrado que es más fácil que el dibujo del árbol se le
atribuyan rasgos y actitudes mucho más conflictivos y emocionalmente perturbadores que
el dibujo de la persona, debido a que el árbol como autorretrato esta más alejado de uno
mismo. Los sentimientos más profundos o prohibidos se proyectan en el árbol más
fácilmente que las personas, con las maniobras autodefensivas.
Por ejemplo es más probable que los traumas emocionales se manifiesten mediante
el dibujo de una cicatriz en el tronco del árbol o cortando las ramas, que por medio de
marcas en el rostro o en el cuerpo de la persona o dañando los brazos.
El contenido de los dibujos, más que los movimientos expresivos que se emplean al
dibujar ponen de manifiesto las cualidades más inconscientes que existen en lo profundo de
la personalidad.
CASA
TECHO
Los descubrimientos empíricos con el HTP indican que a menudo los individuos utilizan el
techo de la casa para simbolizar el área vital de la fantasía. Las expresiones coloquiales del
tipo “murciélagos en el campanario” “está mal de la azotea”, “tiene algunas tejas flojas”,
aluden a este simbolismo por el cual el techo se equipara a la vida metal. Es por eso que se
habla de aquellas condiciones en las cuales la fantasía distorsiona el funcionamiento mental
en términos de deterioros en el techo del individuo.
Las casas con techos excesivamente grandes, que sobresalen a los costados y achican a la
casa (véase fig. 1) son típicas de pacientes inmersos en la fantasía y apartados del contacto
interpersonal y manifiesto. (Generalmente el Rorsarch de estos individuos a causa un
balance experimental muy inclinado hacia el lado intratensivo (con una porción promedio
de movimiento color de 7 a 12M y cero a 2C). En el número de respuestas de movimiento
humano excede casi invariablemente en cuatro o cinco veces a la sumatoria de color).
El grupo que más comúnmente dibuja ese tipo de techo formado por una sola línea
es el de los imbéciles, individuos que carecen de capacidad de ensoñación o fantasía, y
dentro de los límites de la normalidad intelectual, los individuos que poseen una
personalidad constreñida y un tipo concreto de orientación. (lo más probable es que la
práctica clínica encuentre este tipo de techo y se dá juntamente con un protocolo coartativo
de Rorsarch)
Podemos afirmar entonces que el tamaño del techo refleja el grado en que el
individuo dedica su tiempo a la fantasía y en que recurre a ella en busca de satisfacciones.
Cuando el techo aparece reforzado por una fuerte presión en las líneas o por un
trazado repetido del contorno (y esto no ocurre en las otras áreas de la casa), lo más
probable es que el examinado se este defendiendo de la amenaza de que sus fantasías
escapen a su control (véase figura 3). Este tipo de techo aparece con frecuencia en los
dibujos de los psicóticos y en menor grado en los neuróticos ansiosos. De todos modos
siempre representa el temor de que los impulsos que se descargaban en la fantasía
comiencen a aparecer en el comportamiento manifiesto o a distorsionar la percepción de la
realidad.
PUERTA
Las puertas muy grandes (aquí, como en todos los aspectos de la psicología, los
extremos siempre son patológicos) son características de las personas con una excesiva
dependencia de los demás. Si las puertas están abiertas, hecho estadístico poco frecuente,
el examinado revela que él siente una gran sed de afecto emocional y que espera recibirlo
desde afuera (si el interrogatorio posterior * al dibujo indica que la casa está ocupada). Si
la casa resulta estar vacía, las puertas abiertas indican un sentimiento de vulnerabilidad
extrema y falta de adecuación de las defensas yoicas.
VENTANAS
Por detrás de los intentos de minimizar la importancia de la sala poniéndole las ventanas
más pequeñas de la casa, existe por ejemplo, un evidente fastidio con relación al
intercambio social. Otorgarle al baño una inmerecida importancia mediante la colocación
de las ventanas más grandes implica que en el fondo infantil del examinado existen ciertas
experiencias relacionadas con un entrenamiento esfinteriano severo. Este mismo detalle se
ha encontrado después en individuos que sufren de culpa masturbatoria y en obsesivos con
el síntoma de lavado compulsivo de manos.
El emplazamiento de las ventanas de tal modo que estas no se adecuan de una pared
a la otra(y que sugiere que la altura de un piso visto desde enfrente de la casa no es la
misma que si se le ve de costado, como ocurre en la figura 5), revela dificultades
organizativas y formales que, empíricamente, se han visto como indicios de formas
tempranas de esquizofrenias.
CHIMENEA
HUMO
El humo denso que sale en forma profusa de la chimenea puede indicar una
considerable tensión interna en el individuo, conflictos y turbulencias en la situación de la
casa, o ambas cosas, pues la ultima condición puede dar lugar a la primera y viceversa.
El humo que se desvía mucho hacia un lado, como si hubiese un viento muy fuerte,
constituye un índice de las presiones ambientales, que a menudo se relaciona con los casos
infantiles de dificultad con la lectura, en los que las presiones parentales son causativa y
reactivamente masivas. Este tipo de humo también a aparecido en los dibujos de
adolescentes que están sometidos a una presión parental inapropiada en relación con la
conformidad social y/o a los logros escolares. Y por ultimo también se le a encontrado en
los test de algunos individuos después de haber sido incorporados a las fuerzas armadas.
PERSPECTIVA
La relación del dibujo entre la casa, el árbol o la persona y la línea del suelo revela el grado
de contacto del examinado con la realidad. La misma corriente simbólica responsable de la
ecuación, suelo o tierra igual la realidad practica se pone de manifiesto en el lenguaje
coloquial en expresiones tales como “tiene los pies bien plantados en la tierra”. El tipo de
contacto con el suelo (firme o débil) reviste un enorme valor diagnostico. Los
esquizofrénicos latentes o fronterizos siempre tienen dificultades con la presentación del
dibujo en firme contacto con la realidad(representada por la línea del suelo). Sus dibujos
suelen apoyarse débilmente en una línea del suelo colocada o dibujada en forma esporádica,
o bien una línea amorfa y nebulosa, o suelen estar directamente desarraigadas de la tierra y
cayéndose. Los casos esquizofrénicos más patológicos con mayor distancia a la realidad y
mayor entrega a la fantasía, dibujan entidades suspendidas que ningún punto tocan la línea
del suelo dibujada por debajo.
ACCESORIOS
Si el sendero que conduce en línea recta hacia la puerta es muy ancho en el extremo
del observador y va angostándose en forma gradual de manera que al llegar a la puerta es
mucho más angosto que ella, el dibujo revela el intento de disimular mediante el empleo de
una amistad superficial los deseos básicos de aislamiento.
RESUMEN
Podríamos decir que el dibujo de la casa generalmente representa alguna de las siguientes
entidades fundamentales:
a) La imagen de uno mismo con sus elementos correspondientes: área de fantasía, yo,
contacto con la realidad, accesibilidad, predominio oral, anal o fálico.
b) La percepción de la situación familiar: pasado, presente, futuro deseado o alguna
combinación de los tres.
ÁRBOL
Hemos visto que cuando el examinado dibuja un árbol, de entre los recuerdos de los
innumerables árboles que ha visto selecciona aquel con el que tiene una mayor
identificación empática y en el momento de dibujarlo, lo modifica y recrea de acuerdo con
su reacción kinestésica, reacción que se alimenta con sus propios sentimientos internos.
Para los antropólogos no es ninguna novedad que la “visión” que se tiene de un
árbol posea un significado personal. En los mitos y en el folklore, y hasta en el lenguaje
diario, el árbol siempre ha simbolizado la vida y el crecimiento.
Algunas veces los examinados dibujan árboles agitados por el viento y quebrados
por las tormentas, con lo cual en realidad representan el efecto que las presiones
ambientales han tenido sobre ellos mismos.
“En un caso reciente, a través del dibujo del árbol se puso muy claramente de
manifiesto el surgimiento inconsciente de la auto imagen. Se trataba de una mujer que,
debajo del árbol dibujó un canasto que contenía cinco lustrosos frutos. La mujer tenía
cinco hijos, y el dibujo representaba con bastante claridad su orgullo por el rol materno.
Esta evaluación positiva está en franco contraste con el dibujo del árbol de una
mujer a quién se examinó para encontrar una evaluación clínica en relación con un
programa psicoterapéutico para sus dos hijos; uno, un homosexual manifiesto de veinte
años, y el otro, un chico de once años con una incapacidad para la lectura de difícil
curación. La mujer dibujó un árbol frutal con dos llamativas manzanas tiradas en el suelo,
al lado del árbol. Demostró así el rechazo inconsciente que sentía por sus hijos y la
evaluación negativa de ella misma como madre.
El comentario que ella hizo del dibujo (“Éstas son dos manzanas podridas que se
cayeron al suelo”) trajo, desde su inconsciente hasta un primer plano, su imagen
mencionada”.
“El dibujo del árbol puede captarse intuitivamente como totalidad; aún sin una
investigación detallada es posible recibir una impresión que puede ser de armonía, de
inquietud, de vacío, de carencia o abundancia; y es también posible recibir también una
impresión de hostilidad. Esto constituye además el primer estadio del aprendizaje del
método. Uno debería entregarse pasivamente a los efectos que se producen en un gran
número de dibujos de árboles, “contemplarlos”, mirarlos simplemente, sin ninguna actitud
crítica. De esta manera el mirar se convierte en ver, se comienzan a ver las diferencias, ya
no parecen todos los dibujos iguales, y se comienza a conocer más íntimamente a las
personas... Algunos dibujos permiten la elaboración de estudios del carácter. Otros,
simplemente constituyen una contribución para el diagnóstico de la personalidad.
Cuando Koch habla de la línea de desarrollo del árbol desde abajo hacia arriba,
señala que el dibujo crece en un desarrollo que va desde las raíces hasta la copa, ese
desarrollo es paralelo al desarrollo psíquico temporal del examinado, es decir, a su historia
vital psicológica. Observa que en la parte inferior del tronco suelen aparecer las huellas de
las experiencias tempranas, y en la parte de arriba, las de aparición más reciente. Esto
concuerda con la experiencia de Buck según la cual cuánto más abajo están las cicatrices en
el tronco del árbol más precoces han sido las experiencias traumatizan tez.
El árbol, una cosa viviente o que en algún momento vivió en un medio elemental
(lluvia, viento, nieve, tormentas, calor o sol) es el más apto de los tres conceptos básico
gráficos del HRP para transmitir la imagen que el individuo tiene de sí mismo en el
contexto de sus relaciones con el ambiente.
Existe un notable paralelo entre los dos primeros postulados de Buck y la experiencia
que Koch realizó en Suiza: “El tronco representa frecuentemente el área básica del
concepto de uno mismo, la fortaleza del yo... Debe presuponerse que cuando se dibuja un
árbol el conocimiento que se posee de la madera conducirá a que todo lo relacionado con
cualidades inherentes a este material ser proyecten más claramente en las partes de madera
que, por ejemplo, en el follaje del árbol. “Está moldeado en buena madera”. “La madera
de esa persona es buena”, y expresiones similares son muy habituales en las personas de
habla germana cuando se refieren a la naturaleza de las personas”.
A estos ejemplos tomados del idioma alemán podemos tomar la famosa frase
americana “de tal palo tal astilla”. Independientemente de Buck pero de acuerdo con su
segundo postulado, Koch observa que “las partes externas de la copa, las extremidades,
forman la zona de contacto con el ambiente, la zona de relación e intercambio entre lo
interno y lo externo”.
Veremos ahora el significado dinámico del tratamiento de detalles en el árbol.
TRONCO
RAÍCES
Las raíces que se ven a través de la tierra transparente constituyen un indicio directo
de un deterioro en el criterio de realidad del paciente. Si se trata de una persona con
inteligencia medio o superior y que se encuentra en la edad adolescente o adulta, este
deterioro del criterio de la realidad debe considerarse como un indicio de la posibilidad,
pero sólo de la posibilidad, de que existan otros indicios de un proceso esquizofrénico.
RAMAS
Las ramas representan los recursos que el individuo siente poseer para obtener
satisfacciones del medio, para extenderse hacia los demás y para “ramificarse” en logros
acertados. Las ramas del árbol, con respecto al concepto que el individuo tiene de sí
mismo, constituyen un símil más inconsciente de los brazos en el dibujo de la persona.
Joyce Kilmer, en su obra épica, pulsó como poeta las cuerdas del simbolismo al expresar la
siguiente analogía; un árbol que “extiende sus frondosos brazos para rezar”.
Las ramas altas y angostas, que se extienden hacia arriba y apenas hacia los
costados, son típicas de los dibujos de personas que temen buscar satisfacciones del
ambiente y en el ambiente, y que por lo tanto se refugian, más de lo necesario, en la
fantasía (arriba hacia el tope de la hoja para obtener una gratificación sustitutiva. Los
individuos que más comúnmente realizan este tipo de ramas son los que se encuentran en la
línea que va desde la introversión hasta la esquizoidia.
Distinto es el caso en que las ramas se extienden lateralmente hacia afuera, hacia el
ambiente, y también hacia arriba, hacia el área de la fantasía; aquí se advierte un mayor
equilibrio.
Algunas personas acentúan tanto la extensión de las ramas hacia arriba, que el
extremo del árbol sobrepasa el borde superior de la página. Esto constituyen un ejemplo
extremo de inmersión en la fantasía. Si bien los introvertidos y esquizoide exageran la
extensión de las ramas hacia arriba, cuando éstas se extienden más allá del borde superior
de la página se debe considerar posible la existencia de un franco estado esquizofrénico,
manifiesto o en su desarrollo. Y más aún si el tronco es el que sobrepasa el borde
mencionado.
La flexibilidad de la estructura de las ramas, organizadas de tal modo que van desde
lo más grueso hasta lo más fino en dirección próximo distal constituye un dato favorable e
indica una gran habilidad por parte del examinado para obtener satisfacciones de su
ambiente. Esto es así siempre que el tamaño de las ramas guarde relación con el tronco.
Las ramas de tipo garrote o tipo lanza con afiladas puntas en los extremos o con
pinches como púas, señalan la presencia de intensos impulsos hostiles y agresivos. Si la
conducta manifiesta indica que la persona no actúa según dichos impulsos, sino que, por el
contrario, es bastante apacible y dócil, podemos asegurar que se trata de un ajuste
superficial, logrado a expensas de esfuerzos represores masivos que se acompañan de una
tensión interna considerable. En estos casos el psicólogo debería analizar detalladamente
los dibujos con el fin de encontrar índices de descontrol que permitan evaluar la posibilidad
de actuaciones incipientes de dichos impulsos.
Las ramas rotas y cortadas expresan la sensación que tiene el examinado de estar
traumatizado y de no constituir una unidad interna completa. Se trata de sentimientos de
“castración” que en un nivel psicosocial pueden darse bajo la forma de sentimientos de
inadaptación, inutilidad y extrema pasividad y en un nivel psicosexual, de sentimientos que
pueden variar desde la sensación de falta de virilidad hasta la impotencia.
Si el tronco está trunco, y desde el cabo crecen pequeñas ramas, la persona siente
que el núcleo del yo está ya dañado. Sólo dos veces he visto este tipo de dibujo y en ambos
casos se trataba de niños que habían comenzado un tratamiento terapéutico.
Buck relata una experiencia similar: a un paciente neurótico que estaba pasando por
un difícil climaterio, se le recetó testosterona. Después de esto le agregó al tronco largo y
sin ramas que había dibujado, pequeñas ramas unidimensionales que parecían de encaje.
Las ramas muy grandes en un tronco relativamente pequeño, revelan una exagerada
preocupación por la búsqueda de satisfacciones. Hace poco he tenido la oportunidad de
observarlo cuando le administraba los test a una persona, un día de la semana por la noche.
El protocolo proyectivo del paciente era extenso y rico, y antes de finalizar con toda
la batería ya era medianoche. El paciente pidió permiso para telefonear a su esposa, y le
ofrecí mil disculpas para que las agregara a las suyas por llegar tan tarde a su casa. Oí con
sorpresa que le telefoneaba para decidir si a la una de la mañana se encontraban en el Club
de la Cigüeña o en el Club Veinticinco para comenzar la velada. Cuando le pregunté a qué
hora comenzaban sus citas comerciales al día siguiente respondió con mucha naturalidad:
“A las nueve”. Su imperiosa búsqueda de placer como intento de aplacar o, por lo menos
enmascarar la voz interna de la duda con respecto a su importancia como persona, apoyaba
la interpretación (exagerado énfasis en la búsqueda de satisfacciones) que surgía de la
estructura desequilibrada de las ramas.
Una mujer recién casada de veintidós años, cuyo marido había sido reclutado hacía
muy poco tiempo, dibujó un árbol de este tipo. Sus sentimientos de frustración sexual y
emocional aparecieron también en los protocolos del test de Rorsarch y del TAT.
Es posible que un niño dibuje un árbol que se inclina para alejarse de un gran sol
que está a una corta distancia de él. Esto es frecuentemente en individuos que intentan
apartarse de alguna figura parental o de cualquier tipo de autoridad, porque se sienten
dolorosamente controlados, sojuzgados y, en consecuencia, inadaptados.
Antes de terminar con esta sección, merece mencionarse un tipo de ramas que se da
raramente pero que posee un significado simbólico muy claro: se trata de ramas
secundarias que se dibujan como espigas y que se insertan en las ramas primarias. Las
puntas de las ramas secundarias, en lugar de encontrarse en el extremo distal, se encuentran
en el punto de contacto con el tronco del árbol o con las ramas de las cuales crece. Estas
pequeñas ramas, parecen enterrarse en las ramas más grandes en lugar de crecer de ellas.
Recuerdo un dibujo de este tipo. En una ocasión la mujer que lo hizo se quejó de
las incomodidades que le acarreaban las cañerías de la cocina, pues tenían un desperfecto, y
había tenido que llamar al plomero muchísimas veces en el plazo de pocos días. “Si tengo
que llamarlo una vez más... (y el autor esperaba oír que la frase concluyera con alguna
expresión de rabia, dirigida extrapunitivamente, como por ejemplo, pegarle al plomero en
la cabeza con el palo de la cocina) ...me arranco el pelo”. Esta orientación intra punitiva de
la agresión concordaba con la orientación masoquista que sugerían las ramas del dibujo.
Sea que las ramas o el follaje transmitan una impresión debida, de animación y
suavidad, que posean contornos angulosos, duros y firmes, o bien que estén dibujadas
espasmódicamente, con irritación, ansiedad e inseguridad, en todos los casos la hoja del
dibujo hace las veces de telas desde donde el individuo esboza el estilo más perdurable de
su personalidad.
Por parecerse a una cerradura, se llama así al árbol cuyo tronco y follaje están
dibujados con una línea continua, sin ninguna separación entre la copa y el tronco.
ARBOL ”DISOCIADO”
El nombre de esta respuesta gráfica se debe a que las líneas laterales del tronco no
se conectan entre ellas, se extienden hacia arriba, formando cada una su propia rama de
estructura independiente (véase figura 8). Da la impresión de un árbol disociado o dividido
verticalmente por la mitad. En realidad parecen dos arboles unidimensionales, uno al lado
del otro. Estos arboles indican la existencia de una ruptura de la personalidad, una
disociación de sus componentes fundamentales, un derrumbe de las defensas y el peligro de
que los impulsos internos se vuelquen en el ambiente. Si en el HTP existe algún signo que
pueda considerarse patognomico de la esquizofrenia, ese signo es este. Tanto Koch como
Buck consideran que el árbol dividido era un índice de esquizofrenia.
TEMA
Hemos observado que las mujeres embarazadas dibujan con notable frecuencia
arboles frutales, y que los pacientes deprimidos muestran una llamativa preferencia por los
sauces llorones. A menudo los niños dibujan manzanos; para ser exactos, con una
frecuencia del 35% a la edad del jardín de infantes, del 9% alrededor de los 10 años y casi
nana cuando llegan a los 14 años. Parecería que los niños se identifican con el fruto,
mientras que el árbol representa a la figura materna; tal como hemos visto, los niños que se
sienten rechazados dibujan la manzana a punto de caer del árbol ya desprendida de él.
ARBOL MUERTO
Una de las preguntas posteriores al dibujo se refiere a lo que el individuo siente en relación
con la calidad de vida o muerte del árbol. Los examinadores que a la pregunta “Ese árbol
esta vivo?” Responden que no, que el árbol esta muerto, deben considerarse como pacientes
con un mal ajuste.
Esta respuesta prevalece en los esquizofrénicos, deprimidos y neuróticos graves que
han perdido la esperanza de lograr una adaptación adecuada. Es decir, que estos
comentarios poseen un significado negativo desde el punto de vista pronostico, lo mismo
que en cualquier otro signo que sugiera sentimientos de inutilidad. En otro estudio sobre
delincuentes sexuales comprobé que existía una progresión desde los sujetos violadores a
los pedofílicos heterosexuales y de estos a los pedofílicos homosexuales con respecto a la
frecuencia con que veían arboles “muertos”, lo cual concuerda con el aumento de distancia
respecto del objeto sexual apropiado.
Por una parte estos datos confirman el hecho de que las personas más enfermas
psicológicamente son las que consideran al árbol “muerto” y por otra permiten considerar a
los pedofílicos homosexuales (quienes se desvían de la norma tanto de la edad como del
sexo de la pareja elegida) como el subgrupo mas enfermo de los delincuentes sexuales
estudiados. El aumento de distancia con respecto al objeto sexual apropiado es paralelo al
aumento de posibilidad de que exista una grave psicopatología. Del mismo modo la
aparición de arboles muertos en el HTP sugiere la posible existencia de una grave
patología.
Para finalizar esta sección dedicada al árbol quizá sea necesario hacer una
advertencia; “Se debe tener en cuanta que no siempre es posible estar seguro, sobre la base
del dibujo solamente, acerca de cual de los posibles significados es el correcto para cada
caso individual. Algunos significados son siempre correctos como formulaciones generales;
otros por el contrario, deben considerarse como indicaciones provisionales para poder
descubrir luego el significado más exacto en un examen completo de los resultados del
interrogatorio, de la observación, de los resultados del test, etc.
PERSONA
Un hombre adulto siempre complaciente, que vivía con sus padres y estaba
controlado por una madre calculadora dibujo un títere.
Un niño de nueve años dibujó “un muñeco de fútbol”. El visitador social informó
que al niño se lo castigaba con frecuencia privándolo de comida y azotándolo con un
rebenque de siente lonjas. Cuando se orinaba lo sumergían en agua fría “para que
aprendiese”. Mientras que su madre estaba en el trabajo lo castigaba el hermano. Todo
esto determinó en él un autoconcepto inconsciente de un “muñeco de fútbol” cuya única
función es recibir castigos.
Otros ejemplos son: la persona agresiva tipo simio que dibujó un delincuente
sexual: la persona tambaleante, perdiendo el equilibrio de un preesquizofrénico; las ropas
de maniquí que sugieren sentimientos de despersonalización: el dibujo que realizó un
adolescente de una persona con un palo de béisbol en una mano y una raqueta de tenis en la
otra, y con bigotes, todos estos signos de virilidad revelan sentimientos subyacentes de
inadecuación en dicha área: la mujer exhibicionista que se ingenió para que la mujer del
dibujo pudiese exhibirse con la excusa de que una fuerte ráfaga de viento le levantaba la
pollera por encima de la cabeza: el dibujo de un payaso como fusión de los intentos del
examinado por representar inocuidad de sus impulsos instintivos con el uso secundario de
este concepto para llamar la atención; la reducción de la energía que sugiere el dibujo de
una persona sentada en un sillón en lugar de estar parada sobre sus pies (como
estadísticamente es la norma), y la necesidad de calor emocional y de seguridad que
implica el ubicar a la figura en un sillón frente a una chimenea dibujada con mucho detalle;
el narcisismo que revela el dibujo de una mujer que con una mano se acaricia el cabello
mientras baila sola al son de la música (confirmando con la respuesta del Rorsarch:
“Animal mirando su reflejo en el agua”), y el dibujo paranoide de un hombre con el cuerpo
de perfil y rígidamente erecto, con lo cuál manifiesta su rechazo a enfrentar la realidad y su
rígida falta de aceptación. Todos estos temas fundamentan la tesis de que el dibujo de la
Persona puede representar un autorretrato psicológico.
Con frecuencia los adolescentes dibujan musculosos atletas en trajes de baño, y las
adolescentes, actrices de cine con vestidos de fiesta, es decir estados ideales que los
adolescentes añoran.
Con respecto a los pacientes obesos que recurren a la terapia he comprobado que se
siguen adhiriendo a su ideal del yo (es decir, que dibujan a una persona delgada en lugar de
una obesa) tienen un pronóstico considerablemente mejor.
c) REPRESENTACIÓN DE UNA PERSONA SIGNIFICATIVA PARA EL
SUJETO EN SU AMBIENTE CONTEMPORÁNEO O PASADO, SEA POR
UNA VALENCIA POSITIVA O POR UNA NEGATIVA.
Un niño de ocho años, enviado para ser examinado por ser excesivamente
pendenciero con sus compañeros de clase, dibujó un hombre amenazante desde todo punto
de vista: se le veían los dientes afilados, en una mano tenía un garrote y los dedos de la otra
eran muy poco convencionales; constituían una clara representación de algo parecido a los
extremos de una tijera, un arma que podía cortar y dañar partes vitales del paciente. La
investigación sobre el padre que realizó el visitador social, reveló que éste era un déspota
en todos los aspectos, un hombre cruel, punitivo y dominante. Las actitudes pendencieras
del paciente surgían que se estaba defendiendo contra la amenaza del padre, investido de
destrucción a través del mecanismo universal de la incorporación.
“CASA-ÁRBOL-PERSONA”
Por:
Emanuel F. Hammer