El documento habla sobre el almidón resistente y cómo la forma en que cocinamos y comemos los alimentos afecta la cantidad de este que llega al intestino. Explica que el almidón resistente no se digiere y es fermentado por bacterias intestinales. Al hervir vegetales como las zanahorias, parte del almidón se vuelve digerible, pero al enfriarlos de nuevo se convierte en almidón resistente. La cantidad de este que ingerimos depende de si comemos los alimentos crudos, hervidos, fríos o recal
0 calificaciones0% encontró este documento útil (0 votos)
119 vistas2 páginas
El documento habla sobre el almidón resistente y cómo la forma en que cocinamos y comemos los alimentos afecta la cantidad de este que llega al intestino. Explica que el almidón resistente no se digiere y es fermentado por bacterias intestinales. Al hervir vegetales como las zanahorias, parte del almidón se vuelve digerible, pero al enfriarlos de nuevo se convierte en almidón resistente. La cantidad de este que ingerimos depende de si comemos los alimentos crudos, hervidos, fríos o recal
El documento habla sobre el almidón resistente y cómo la forma en que cocinamos y comemos los alimentos afecta la cantidad de este que llega al intestino. Explica que el almidón resistente no se digiere y es fermentado por bacterias intestinales. Al hervir vegetales como las zanahorias, parte del almidón se vuelve digerible, pero al enfriarlos de nuevo se convierte en almidón resistente. La cantidad de este que ingerimos depende de si comemos los alimentos crudos, hervidos, fríos o recal
El documento habla sobre el almidón resistente y cómo la forma en que cocinamos y comemos los alimentos afecta la cantidad de este que llega al intestino. Explica que el almidón resistente no se digiere y es fermentado por bacterias intestinales. Al hervir vegetales como las zanahorias, parte del almidón se vuelve digerible, pero al enfriarlos de nuevo se convierte en almidón resistente. La cantidad de este que ingerimos depende de si comemos los alimentos crudos, hervidos, fríos o recal
Descargue como PDF, TXT o lea en línea desde Scribd
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 2
El almidón resistente.
- ---------------------- (Por Blas Lopez rueda)
Anoche, sobre las doce escribía mi ultimo post y me disponía
apagar mi ordenador, para irme a la cama, cuando alguien subió un post antiguo de Mayka y tuve la mala suerte de leer dos palabras, almidón retrogrado. Eso me costo acostarme a la una y cuarto de la noche, lo que suponía que iba a dormir menos tiempo. Me lleve 80 minutos leyendo sobre el tema. El tema fue bastante interesante, y aquí os voy a dejar una pequeña introducción al tema y una pequeña reflexión. Y lo que al principio pensé que era mala suerte, luego cuando iba hacía mi cama, pensé que hoy había aprendido algo importante. Y me sentí feliz.
Todos sabemos que nuestros alimentos contienen hidratos de
carbono y uno de ellos es el llamado almidón, que es muy importante para nuestra actividad diaria, ya que nos aporta una parte de la energía que necesitamos, al liberar glucosa a nivel de nuestro intestino delgado. Pero resulta, que todo tiene un pero, ya que hay una parte de este almidón que conocemos con el nombre de almidón resistente.
El almidón resistente, no va a ser digerido por nuestro aparato
digestivo y llegara al intestino grueso, donde nuestra queridas bacterias lo fermentaran y producirán ácidos grasos de cadena corta y una series de gases.
Hay 4 tipos de almidón resistente, pero hoy quiero hablar del
almidón retrogrado. Porque según cocinemos nuestros alimentos o como los comamos, nosotros mismo podemos influir en la mayor o menor cantidad que ingerimos de este almidón retrogrado.
Voy a poner un ejemplo, para intentar explicarlo de una manera
fácil de entender. Si cómenos una zanahoria cruda, esta tendrá mucho almidón resistente, y recordar que este tipo de almidón no lo digiere nuestro organismo. Pero si hervimos la zanahoria, parte de este almidón resistente se convertirá en almidón digerible, por un proceso que se conoce como gelatinización. Y el resultado es que la zanahoria será digerida por nuestro organismo mas fácilmente y obtendremos de ella mas glucosa y llegara menos cantidad de almidón resistente a nuestro intestino grueso. Esto mismo ocurre con las patatas. ¿Pero que pasa si dejamos enfriar la zanahoria o la patata y nos las comemos frías? Pues que parte del almidón que se había convertido en almidón digerible se vuelve otra vez en almidón resistente. Este proceso se conoce como retrogradación y este almidón es conocido como almidón retrogrado. Con lo cual al comernos la zanahoria y la patata frías, después de hervirla, volveremos a disminuir la glucosa que podemos obtener y aumentaremos la cantidad de almidón resistente que llega a nuestro intestino grueso.
Pero que pasa si volvemos a calentar nuestra zanahoria o
nuestras patatas, pues que parte del almidón retrogrado, volverá a ser almidón digerible, pero ya no todo.
Resumiendo, la cantidad de almidón resistente que podamos
comer dependerá de si comemos nuestros alimentos crudos o hervidos. Y si después de hervirlo, lo cómenos fríos o calientes. O si lo comemos después de recalentarlos. Como ultimo apunte, deciros que cuando el almidón resistente llega a nuestro intestino grueso, se comporta como una fibra soluble. Y por consiguiente podría producir sintomatología digestiva. Pero aún esto no lo puedo evaluar. Resumiendo, los alimentos ricos en almidón mejor comerlos hervidos y calientes. Pero esto no quiere decir que no los podamos comer, crudos, fríos o recalentados.