Quinolonas Informe
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CORRUPCION Y LA IMPUNIDAD”
CICLO: VIII
TEMA: QUINOLONAS
ESTUDIANTE:
QUINOLONAS
DEFINICION
Las quinolonas son un grupo de agentes quimioterapéuticos (agentes con actividad
antimicrobiana con toxicidad selectiva) sintéticos, es decir, que no son producidos por
microorganismos, a diferencia de los antibióticos. La mayor parte de las quinolonas
usadas en la clínica son del grupo de las fluorquinolonas (o fluoroquinolonas),
caracterizadas por tener un grupo fluoruro en el anillo central, normalmente en
posición 6.
RESUMEN
Las quinolonas son los antimicrobianos que han tenido un mayor desarrollo en los
últimos años. Después de obtenerse el ácido nalidíxico, en 1962, se desarrollaron
varios compuestos con características muy similares, que solo se establecieron como
antisépticos urinarios, y que constituyeron la primera generación de quinolonas, hasta
que en 1978, mediante la adición de un grupo piperacinil en posición 7 y un átomo de
flúor en posición 6 comenzó a desarrollarse un conjunto de agentes antibacterianos
llamados piperacinil fluoroquinolonas o simplemente fluoroquinolonas. El primero de
ellos fue el norfloxacino, con el cual se logró una mayor actividad antimicrobiana del
grupo y su uso sistémico. Durante años las fluroquinolonas fueron consideradas como
un grupo homogéneo de antibióticos, con propiedades semejantes y, por tanto, como
la segunda y última posibilidad de generación de quinolonas, pero las posibilidades
de transformación de su estructura química ha producido un desarrollo vertiginoso de
este grupo, que lo ha convertido en el más acelerado dentro de los antibióticos, con
compuestos de mayor espectro antibacteriano, penetración tisular y seguridad, y con
menor manifestación de resistencia antimicrobiana, demostrada hasta el presente, lo
cual ha hecho que actualmente existan 4 generaciones de quinolonas, que se haya
ampliado su uso y que continúe su desarrollo. Por tal motivo, se presenta una revisión
que incluye espectro y mecanismo de acción, resistencia bacteriana, farmacodinamia
y farmacocinética, interacciones medicamentosas, efectos adversos, indicaciones y
dosificación de las más usadas.
INTRODUCCION
Varias estrategias con criterio ecológico podrían pensarse para eludir y avanzar
algunos pasos en esta carrera. Primeramente, no es posible la ausencia de
resistencia, siempre existió y existirá una forma basal o constitutiva; luego, si no hay
forma de evitarla, sería deseable mantenerla en sus niveles históricos. En segundo
término, la resistencia aparece siempre que esté presente el antibiótico, por ello si se
administra en dosis subóptimas nunca terminará con los patógenos adecuadamente
y favorecerá el crecimiento de cepas resistentes. En esa misma línea, la inadecuada
prescripción y la extrema utilización en veterinaria y en la cría intensiva de ganado,
exponen a la población humana permanentemente a cantidades bajas que fuerzan la
persistencia o peor aún, incrementan el fenómeno. Finalmente, contar con moléculas
nuevas no asegura la buscada efectividad y sólo será posible contrarrestar la
resistencia si éstas ejercen un notable efecto bactericida.
En este trabajo se analizará un grupo de quimioantibióticos sintéticos muy útiles para
la problemática infecciosa actual, las fluoquinolonas. Este ha crecido a partir de
moléculas noveles con baja resistencia y mejor farmacocinética aunque no exentas
de efectos adversos. Por ello, deben ser usadas con el máximo conocimiento y
absoluta precaución. Así, a pesar de que una parte del trabajo ha sido publicado
previamente en la Colección de Farmacología, los avances registrados en el lustro
pasado obligan a actualizar lo descripto.
Las quinolonas son antibióticos sintéticos obtenidos con relativa facilidad. Su
estructura base es la 3-carboxi- 4-oxo-1,4-dihidropiridina asociada a un benceno u
otra piridina para formar los biciclos, quinolona y naftiridona respectivamente (figura
1). El término quinolona deriva de quinolina, el núcleo aromático presente en los
alcaloides de la quina y otros antipalúdicos clásicos, ya que de éste deriva la
estructura básica de todas ellas 5. El origen se remonta a 1962 cuando Lesher, en la
búsqueda de nuevos antipalúdicos sintéticos, obtuvo accidentalmente ácido
nalidíxico; compuesto que cinco años después se convirtió en la primera quinolona
de uso clínico como antiséptico urinario. Hacia fines de los 60 y principios de los 70,
se sintetizaron otras quinolonas como la cinoxacina, la flumequina (primera 6-
fluoquinolona) y los ácidos oxolínico, piromídico y pipemídico, que no representaron
grandes avances; por ello, algunas quedaron confinadas para uso veterinario. Sin
embargo, el ácido pipemídico presenta por primera vez la piperazina en la posición
del núcleo básico; este agregado dotó a la molécula de ciertas ventajas
farmacocinéticas, a la vez que mejoró parcialmente su espectro. Pero tal vez la
contribución más importante ocurrió hacia los 80, con la introducción de la
norfloxacino. Esta droga, conteniendo la 7-piperazina y el 6-flúor, significó un cambio
radical en las posibilidades terapéuticas del grupo. Por ello, a partir de la década
siguiente y hasta la actualidad, la familia de las quinolonas creció en forma importante
a expensas de 6-fluoderivados. No obstante, a pesar de las grandes expectativas que
cada nueva molécula ha generado, varias han quedado en el camino, algunas por
desinterés comercial, falta de aplicación terapéutica o aparición de resistencia; pero
debe notarse que seis de ellas debieron ser retiradas del mercado farmacéutico por
toxicidad importante.
Estos antibióticos pueden clasificarse por generaciones a partir de su fecha de
introducción al arsenal terapéutico o bien siguiendo un criterio clínico según su utilidad
terapéutica; pero en cualquier clasificación que se siga cada división o subgrupo se
corresponde con un avance farmacoterapéutico, ya sea en el espectro o en la
posología (tabla 1).
FARMACOCITENIA:
ABSORCION:
Las quinolonas tienen una buena absorción por vía oral, su biodisponibilidad (Bd) en
general es mayor al 70%, con excepción de la norfloxacina, en la que es del 50%. El
tiempo a la concentración máxima (tmax) para la vía oral se obtiene entre 1 y 3 hs luego
de administradas, tiempo que se pro- longa cuando se ingieren junto con las comidas.
La absorción disminuye si las quinolonas se admi- nistran con cationes di o trivalentes
como calcio, magnesio o hierro.
* El ácido 7-hidroxinalidíxico es el principal metabolito activo de la droga que se excreta más del 60% intacto por orina y contribuye
a su efecto.
DISTRIBUCION:
La unión de las quinolonas a las proteínas plasmáticas en general es baja (< 40%),
aunque resulta una excepción del ácido nalidíxico (90%). El volumen aparente de
distribución (Vd) varía desde 0,25 a 4 l/kg y es siempre mayor para las fluoquinolonas
de última generación. Las fluoquinolonas alcanzan concentraciones útiles en varios
tejidos, atraviesan barreras inflamadas (meninges) y se concentran bien en el interior
de células, incluso polimorfonucleares, macrofagos y células epiteliales, siendo
adecuadas para tratar gérmenes intracelulares.
El mecanismo de ingreso celular difiere según el compuesto, es pasivo para
fluoquinolonas menos hidrofílicas o activo saturable para las otras (aunque a
concentraciones habituales no hay saturación). In vitro el tiempo de ingreso y egreso
es rápido y depende de la concentración extracelular; logrando el equilibrio a los 15
minutos (hidrofílicas) y un tiempo para el egreso de 5 minutos. Las quinolonas, aunque
atraviesan parcial- mente la placenta, se acumulan en líquido amniótico 89.
Tabla 9 - Sitios del organismo donde las concentraciones de quinolonas superan a las plasmáticas (tomado
de Hooper DC 40).
Sitio Veces más que el plasma
Tejido prostático 0,9 - 2,3
Polimorfonucleares 2 - 100
Tejido pulmonar 1,6 - 6
Bilis 2 - 20
Heces 100 - 1.000
FARMACODINAMIA
Topología del cromosoma bacteriano. Papel de las topoisomerasas.
Los cromosomas y plásmidos bacterianos son dúplex circulares. La doble
hélice se halla enroscada con giro en sentido positivo (giro derecho) y a la vez,
densamente empaquetada pues desplegada ocuparía 1.000 veces el tamaño
de la bacteria que los contiene. El empaquetamiento implica un enrollamiento
un orden superior al giro típico de la doble hélice y por ello se lo llama súper
enrollamiento. Si este súper giro continuara en el sentido de la doble hélice
generaría tal tensión de cizallamiento que rompería la molécula del DNA en
múltiples zonas.
En cambio, el dúplex se halla súper enrollado en sentido contrario o negativo,
con lo cual se produce un balance de fuerzas y se alivian las tensiones; incluso
podría decirse que está sub enrollado pues el supergiro negativo supera al
propio del dúplex 9. La geometría (o más precisamente topología) de este
DNA súper enrollado varía con respecto al DNA original desplegado. Su
medida topológica es el número de enlace (L) que corresponde a las veces
que un dúplex se enrolla sobre sí mismo usando ejes pertenecientes al mismo
plano 10.
La estructura compacta del
cromosoma bacteriano se denomina
nucleoide 11 y se dispone en
aproximadamente 65 dominios en
súper plegado plectonémico 9,12
estabilizados por proteínas especiales
(HU, H-NS, SMC y otras).
Figura 3 - Conceptos topológicos. Topología
es la rama matemática que estudia las
propiedades estructurales de los objetos que
no cambian cuando éstos sufren distorsiones,
por ejemplo, en A se muestra un hilo o hebra
que puede ser unida por sus extremos y
transformarla en una circunferencia sin que
pierda su topología. El número de enlace (L)
es una propiedad topológica definida por las
veces que una hebra gira sobre sí misma; en
B, se observa la hebra que se retuerce 12
veces alrededor del eje 1 (como el cable que
une el auricular con el teléfono) por lo que L
es 12. L puede descomponerse en T (giro) y
W (torsión o supergiro alrededor del eje 2 que
se halla en el mismo plano que el eje 1); en C se observa la hebra con un supergiro
adicional en dirección contraria, por lo que L es 11; A, B y C son topológicamente
distintos. Aplicando estos conceptos al DNA (abajo), dos moléculas de DNA que sólo
difieren en su L son topoisómeros y la única forma de interconvertirlos es provocando
una apertura o mella en una o en las dos cadenas (reacción de la topoisomerasa) que
modifica L a través del cambio de W, pero sin cambiar T. El supergiro permite al
nucleoide bacteriano empaquetarse y desarrollar sus funciones sin generar tensiones
que acabarían con su estructura.
El motivo de tal ordenamiento es la optimización de los procesos básicos sobre el
DNA: la reparación, la duplicación, la recombinación y la transcripción, los cuales
pueden hacerse rápidamente por sectores, sin necesidad del desenrollamiento
completo del cromosoma, y asimismo, mediante el grado de compactación se puede
favorecer o impedir dichas actividades. Cuando alguno de estos procesos tiene lugar,
se genera en la base del dominio o al frente de la horquilla replicativa una tensión
excesiva, producto de la apertura de la hélice o relajación en la zona de actividad. Por
consiguiente, el dúplex debe súper enrollarse negativamente aún más por delante de
estas regiones.
Las topoisomerasas del DNA son las enzimas encargadas de dar al DNA el súper
enrollado negativo necesario para que el empaquetamiento y cualquier proceso
cromosómico tenga lugar sin tensiones. También, en forma inversa, son capaces de
retirarlo cuando es necesario desanudar el DNA y adicionalmente, promover la
separación de los dúplex hijos previa a la división celular, proceso conocido como
decatenación 12-14. Las topoisomerasas son proteínas ubicuas, todos los
organismos vivos las presentan y muestran una notable conservación evolutiva
debido al papel crítico que cumplen. Su mecanismo básico se basa en la separación
transi toria (mellado-resellado) de las hebras del dúplex seguido de otro proceso
adicional. De acuerdo a éste se agrupan en dos tipos o familias (tabla 3 y figura 4).
Con ellas, se produce una modificación de dos veces el número de en- lace. A los
fines de esta re- visión interesa la familia IIA, cuyos miembros procariotes, DNA girasa
y topoisomerasa IV,son sensibles a las quino- lonas 12-18. Ambas enzimas presentan
una estructura y organización parecidas, pues evolucionaron a partir de ge- nes
ancestrales comunes.
La DNA girasa o topoisomerasa II es un tetrámero constituido por dos
subunidades A y dos B, productos de sendos genes, gyrA y gyrB; mientras que
la topoisomerasa IV es también un tetrá- mero formado por dos subunidades C
y dos E, productos de los genes parC y parE (o grlA y grlB en S. aureus). A y
C son homólogas y contienen el centro activo para la apertura y cierre (mellado
y em- palme) del DNA; en cambio B y E son las subunidades con actividad
ATPasa (figura 5). Los estudios bioquímicos sugieren también un mecanismo
catalítico común para esta familia.
Mediante el dominio de mellado-empalme, la subunidad A de la girasa o
C de la topoisomerasa IV, se une con alta afinidad* y corta al DNA (que
se conoce como DNA-G de “gate” -puerta-). Sin embargo, y a diferencia
de las topoisomerasas eucariotes, las secuencias determinantes de los
cortes son poco claras, pues pocos moldes han sido estudiados y
comparados. Las regiones de corte se parecen al palíndromo sustrato de
la topoisomerasa II eucariote, en cuyo centro se halla la secuencia blanco
G-X-X-C. Estas secuencias hexaméricas son ricas en GC y se apilan en
siguiendo el giro o forma A, lo que da un motivo tridimensional adicional
de reconocimiento enzimático. El corte transitorio se realiza gracias a los
aminoácidos contiguos Arg-Tyr (posición 121 y 122 según la nume- ración
de GyrA en E. coli) en los centros activos de cada subunidad de corte y
empalme (ver también la figura 5A), los que prestan sus cadenas laterales
para romper un enlace fosfodiéster del esqueleto adyacente a la guanina.
Una vez en el interior bacteriano, las quinolonas interactúan con los dominios de
mellado-empalme cuando las topoisomerasas se hallan en su confórmero activo, es
decir, cuando luego de formar los complejos de clivaje, están listas para pasar el DNA-
T a través de la puerta transitoria. Este conjunto complejo de clivaje-quinolona se
conoce como aducto. El aducto es posible porque los grupos 3-carboxi y 4-oxo forman
enlaces de coordinación con el Mg2+, ion fundamental (lo que explica por qué el EDTA
inhibe la acción de las quinolonas) que enlaza al antibiótico con el extremo cortado de
la cadena de DNA y la Ser 83 (nomenclatura de GyrA en E. coli), aminoácido clave
sobre la hélice 4 de la topoisomerasa (ver también resistencia). El anillo sustituyente
en la posi- ción 7 permite una interacción adicional con la otra subunidad de corte y
empalme en la holoenzima que refuerza la actividad inhibitoria al impedir su
separación. El resultado es una estructura “en burbuja” estable (figura 8) que
evoluciona hacia la modificación estructural y funcional del DNA (inhi- bición del
superenrollamiento) con dos consecuencia.
A partir de este punto, las razones por las que se produce la muerte bacteriana
son especulativas; ciertas evidencias indican la existencia de una respuesta
bactericida rápida y otra respuesta lenta que pueden ser simultáneas o
predominar una sobre otra según el micoorganismo considerado.
El
Las quinolonas son drogas cuyo espectro y acción antibacteriana varían según
la generación 5,8,39- 59; hechos que se explicarían por las sucesivas
modificaciones químicas efectuadas sobre la estruc- tura base (ver antes).
Estas determinan: diferentes concentraciones de droga en el sitio de infección
o dentro de los gérmenes, diferentes cinéticas de formación/disociación de los
aductos y/o diferente activación de mecanismos letales. Así, partiendo de
moléculas bacteriostáticas de pequeño espec- tro propias -como el ácido
nalidíxico- se produjeron los fármacos bactericidas de amplio espec- tro
característicos de las últimas generaciones, efectivos contra un variado
número de patógenos.
RESISTENCIA:
Siendo las quinolonas de origen sintético, podría suponerse que los gérmenes
no contaran inicial- mente con mecanismos de resistencia naturales o propios.
Sin embargo, el uso de quinolonas para favorecer el engorde de los animales,
pudo haber influenciado la selección de bacterias naturalmente resistentes a
estos fármacos que luego pasaron al ser humano.
Se describen cuatro mecanismos de resistencia a las quinolonas, tres
cromosómicos y uno transmitido por plásmidos.
1. Mecanismos cromosómicos:
Tabla 5 - Mutaciones en el sector QRDR de las topoisomerasas de tipo II, incluyendo la secuencia
Ser-X-X-Tyr-aa1-, que generan resistencia a las quinolonas (tomado de Estrín MA y cols. 4).
DNA-Girasa (GyrA):
M. tuberculosis Ser 90 Val o Pro Asp 94 Asn, His, Gly, Gly 88 ➞ Cys
Tyr o Ala Ser 91 ➞ Pro
METABOLISMO Y EXCRECION:
El metabolismo hepático de las quinolonas se realiza a través de sistemas enzimáticos
oxidativos de fase I y conjugantes de fase II. La oxidación corre a cargo de las
isoenzimas del citocromo P450 (el único identificado es el CYP1A2, aunque es
probable que otras variantes también actúen) que afec- tan principalmente al anillo en
posición 7, especialmente si es una piperazina, y al sustituyente en la posición 1.
Ciprofloxacina, norfloxacina, ácido pipemídico, fleroxacina y las ya retiradas
pefloxacina, enoxacina y grepafloxacina son sustratos preferentes de estas
reacciones. La piperazina se oxida en 3´ (N-oxidación) o 4´ (oxo-quinolona), se
desalquila, se abre o directamente, se pierde. El grupo en posición 1 se oxida o se
pierde por desalquilación.
EFECTOS ADVERSOS
Las quinolonas son fármacos de seguridad aceptable, especialmente la
ciprofloxacina y la levo- floxacina, con más de dos décadas de uso a nivel mundial 8.
No obstante, en ese mismo lapso, seis quinolonas fueron retiradas por cuestiones de
seguridad 7,92, por lo que sus efectos adversos no son banales y deben ser
absolutamente tenidos en cuenta. Como para otros fármacos, éstos pueden
INTERACCIONES MEDICAMENTOSAS
Farmacodinámicas: A nivel del efecto antibiótico: por actuar durante la fase de
crecimiento bacteriano, las quinolonas no deben administrarse conjuntamente con
antibióticos bacteriostáticos como clindamicina, cloran- fenicol, tetraciclinas,
nitrofuranos. Asimismo, los inhibidores de la síntesis proteica y la rifampicina inhiben
la vía letal dependiente de la síntesis proteica que activan las quinolonas, por lo que no
deben asociarse.
PRECAUSIONES Y ADVERTENCIAS:
Debido a que son irritantes locales, las quinolonas no deben aplicarse por vía
IM. Las formas IV se deben perfundir en un lapso no menor de 60 minutos y
lavar la tubuladura. Se debe usar siempre solución glucosada isotónica, pues
soluciones salinas aumentan la toxicidad local.
Infección urinaria no
Acido nalidíxico Oral 1 g c/6 hs 7 a 10 días
complicada
Infección urinaria no
Acido pipemídico Oral 400-800 mg c/12 hs 5 a 7 días
complicada
3 a 14 días (según
Infección genitourinaria
Norfloxacina Oral 400 mg c/12 hs severidad; en prostatitis
no complicada
hasta 4 semanas)
Infección sistémica o
Oral 250-750 mg c/12 hs 7 a 10 días (según tipo
Ciprofloxacina localizada por gérmenes
IV*** 100-400 mg c/12 hs y severidad)
sensibles
Infección sistémica o 200 mg c/12 hs 3 a 14 días (según tipo
Oral o IV***
Ofloxacina localizada por gérmenes 400 mg c/24 hs y severidad)
Colirio 0,3%
sensibles 2 gotas c/4-6 hs 5 a 7 días
Infección sistémica o
3 a 14 días (según tipo
Levofloxacina localizada por gérmenes Oral o IV*** 500-750 mg c/24 hs
y severidad)
sensibles
Infección sistémica o
Gatifloxacina localizada por gérmenes Oral 400 mg c/24 hs 7 a 14 días
sensibles
Infección sistémica o
Moxifloxacina localizada por gérmenes Oral 400 mg c/24 hs 5 a 10 días
sensibles
* Para la indicación particular ver el texto. Tener presente que todo esquema posológico antibiótico está en continua revisión.
** Las dosis únicas se explican en el texto.
*** La administración IV se hará en forma de goteo o infusión lenta a pasar en no menos de 60 minutos y usando solución dex-
trosada (ver precauciones y advertencias).
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS