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Entendimiento de Los Tiempos

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ESCUELA PARA LÍDERES

7MO. GRADO: ¿CÓMO ESTUDIAR LA BIBLIA?


SILVIA ESTHER BLANCO ORNELAS

LA IMPORTANCIA DE LAS FIESTA DE DIOS GUARDAN RELEVANCIA


CON LAS PROFECÍAS Y EL ENTENDIMIENTO DE LOS TIEMPOS.

INTRODUCCIÓN

Parte de la herencia de la Iglesia es la celebración de las fiestas bíblicas como Dios


quiso que fueran celebradas. La Iglesia del comienzo celebraba todas las fiestas
bíblicas. Durante el Milenio guardaremos el Sábado, la Fiesta de los Tabernáculos,
Rosh Hashana (la Fiesta de las trompetas), la Pascua, y la Fiesta de los Panes sin
Levadura (Ver Isaías 66:23; Zacarías 14:16-17 y Ezequiel 45:20-21). ¿Por qué no
hemos vuelto a celebrar estas fiestas durante siglos?
Una de las razones es que muchos rechazan cualquier cosa que aparentemente los
ponga bajo la ley. La palabra hebrea traducida como “ley” es torá, y se debería traducir
como “instrucciones”. El apóstol Pablo aclara que no somos justificados por las
instrucciones (Ver Romanos 3:20 y Efesios 2:8-9) ¿Eso significa que carecen de valor?
Por supuesto que no. Pablo proclamó: “De manera que la ley [las instrucciones] a la
verdad es santa, y el mandamiento santo, justo y bueno” (Romanos 7:12)
El Señor Jesús explicó esta paradoja en Mateo 5:18: “Hasta que pasen el cielo y la
tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido”. La
palabra clave en este pasaje es cumplimiento. El Señor Jesús es el significado pleno
de la ley. El no vino a eliminar o anular las instrucciones sino a capacitarnos para
cumplirlas a cabalidad en su verdadero significado.
Celebrar las fiestas bíblicas no tiene nada que ver con lograr salvación o justicia.
Este fue el error de los judaizantes de los cuales habla la carta a los Gálatas. Somos
salvos solamente mediante el arrepentimiento de nuestros pecados por la sangre del
Señor Jesús. Pero celebrar las fiestas trae bendiciones y nos lleva a una mayor
intimidad con Dios.

Las Fiestas del Señor


Las fiestas del Señor (festivales) tienen por intención acercar las mentes y corazones
del pueblo a Dios; son tiempos de comunión y gozo. Finalmente, ilustran profundas
verdades espirituales que crean una imagen del plan maestro de Dios para todas las
épocas. Por medio de estos festivales Dios nos brinda la imagen de lo que ya ha
hecho, y también la imagen profética de lo que vendrá en los próximos años.
El término hebreo moed es el que se usa para “fiestas” e indica un momento
establecido. También mikrah tiene un significado similar e indica “ensayo o concierto”.
Cada una de las fiestas como si fuera un ensayo, nos ofrece un importante vistazo de
lo que es el plan profético de Dios. Esas fiestas en su conjunto, serían un plano
espiritual de lo que les espera a Israel, a Jerusalén y al resto del mundo.
Todas las fiestas judías comienzan al atardecer de la fecha anterior a la que indican
casi todos los calendarios. Es porque el “día” judío empieza y termina cuando se pone
el sol, no a medianoche como en el calendario gregoriano.
Si leemos la historia de la creación en Génesis 1 notarás que dice “Y vino la noche, y
llegó la mañana: ése fue el primer día”. De allí concluimos que el día comienza cuando
viene la noche y termina cuando llega la noche siguiente. Es decir, de crepúsculo a
crepúsculo. (Hagee, 2014, p. 179-180)

La Pascua
La Pascua (​Pesaj) empieza el día 15 del mes de Nisán en el calendario judío. Es el
primero de dos grandes festivales que tienen significado histórico y agrícola, que
ocurren en la tétrada.

Estas son las fiestas solemnes de Jehová, las convocaciones santas, a las cuales
convocaréis en sus tiempos: En el mes primero, a los catorce del mes, entre las dos tardes,
pascua es de Jehová.
―Levítico 23.4-5

Y este día os será en memoria, y lo celebraréis como fiesta solemne para Jehová durante
vuestras generaciones; por estatuto perpetuo lo celebraréis.
―Éxodo 12.14

En términos agrícolas representa el comienzo de la temporada de la cosecha en


Israel, aunque la observancia principal del Pesaj se relaciona con el éxodo de Egipto
después de que pasaran generaciones en esclavitud (Éxodo 1-15)
El nombre Pesaj proviene de la raíz hebrea Pei-Samekh-Cheit que significa ​pasar de

largo, eximir, perdonar la vida. Se refiere al hecho de que Dios “​pasó de largo” por las
casas de los judíos que habían pintado con sangre de cordero los umbrales de sus
casas cuando mató a los primogénitos de Egipto. Pesaj también es el nombre de la
ofrenda en sacrificio (un cordero) que se hacía en el templo en esta fiesta.
En el momento en que Juan el Bautista vio a Jesús, exclamó “He aquí el Cordero de
Dios, que quita el pecado del mundo” (Juan 1.29). Jesús cumplió el significado del ritual
de la Pascua, porque él es el Cordero de Dios, sin mancha ―1 Pedro 1.19. (Hagee,
2014, p. 180-181)

El tiempo de la Pascua es tiempo de redención.

La Fiesta de los Tabernáculos o Enramadas


El festival de los tabernáculos o enramadas (Sucot) empieza el día 15 del mes de Tisrí
del calendario judío. El término Sucot significa “tiendas”, “casillas” y se refiere a las
viviendas temporales en que los judíos deben vivir durante esta fiesta, en
conmemoración de los cuarenta años que los hijos de Israel pasaron en el desierto
viviendo en tiendas.

Habla a los hijos de Israel y diles: A los quince de este mes séptimo será la fiesta solemne de
los tabernáculos a Jehová por siete días. El primer día habrá santa convocación: ningún trabajo
de siervo haréis. Siete días ofreceréis ofrenda encendida a Jehová; el octavo día tendréis
ofrenda santa convocación, y ofreceréis ofrenda encendida a Jehová; es fiesta, ningún trabajo
de siervos haréis. Estas son las fiestas solemnes de Jehová, a las que convocaréis santas
reuniones para ofrecer ofrenda encendida a Jehová, holocausto y ofrenda, sacrificio y
libaciones, cada cosa en su tiempo, además de los días de reposo de Jehová, de vuestros
dones, de todos vuestros votos, y de todas vuestras ofrendas voluntarias que acostumbráis dar
a Jehová. Pero a los quince días del mes séptimo, cuando hayáis recogido el fruto de la tierra,
haréis fiesta a Jehová por siete días; el primer día será de reposo y el octavo día será también
día de reposo. Y tomaréis el primer día ramas con fruto de árbol hermoso, ramas de palmeras,
ramas de árboles frondosos, y sauces de los arroyos, y os regocijaréis delante de Jehová
vuestro Dios por siete días. Y le haréis fiesta a Jehová por siete días cada año; será estatuto
perpetuo por vuestras generaciones; en el mes séptimo la haréis. En tabernáculos habitaréis
siete días; todo natural de Israel habitará en tabernáculos, para que sepan vuestros
descendientes que en tabernáculos hice yo habitar a los hijos de Israel cuando los saqué de la
tierra de Egipto, Yo Jehová vuestro Dios.
―Levítico 23.34-43

En términos agrícolas Sucot es una fiesta de la cosecha, también conocida como


fiesta de la recolección. Es una fiesta de gozo y celebración, la “temporada de
regocijo”. La fiesta de los tabernáculos es, en última instancia, tiempo de acción de
gracias a Dios por su provisión.
Sucot es la fiesta en que se ensaya la cena para el reinado milenial de Cristo. Por
primera vez Israel poseerá toda la tierra prometida a Abraham en Génesis 15.18-21.
Jerusalén, la niña de los ojos de Dios, será el gozo del mundo porque allí reinará
Jesús. El Milenio será un tiempo de reposo para el pueblo de Dios (Hebreos 4.8-9). El
profeta Isaías se hace eco de ello: “Acontecerá en aquel tiempo que la raíz de Isaí, la
cual estará puesta por pendón a los pueblos, será buscada por las gentes; y su
habitación será gloriosa” ―Isaías 11.10. (Hagee, 2014, p. 183-185)

Mis Citas o Encuentros


Dios dijo en Levítico 23.2 “Habla a los hijos de Israel y diles: las fiestas solemnes del
Señor, las cuales proclamaréis como santas convocaciones, serán estas”. En el idioma
hebreo la palabra traducida como fiestas significa “citas” o “encuentros” y la palabra
traducida como convocaciones significa ensayos o representaciones. Estos encuentros
(fiestas) con Dios no son solamente citas judías o citas bíblicas, Dios las llama también
sus convocaciones.
Hay siete encuentros específicos en que Dios promete reunirse con nosotros. Los
primeros cuatro fueron los ensayos o representaciones de su Primera Venida y del
derramamiento del Espíritu Santo. Y los dos siguientes son los de la Segunda Venida.
El Séptimo, la fiesta de los tabernáculos, es una representación del reinado milenial
del Señor Jesús sobre la tierra. Si uno hubiera asistido a una representación
(convocación) de su primera venida, antes de que ocurriera, no se la hubiera perdido.
Ocurre lo mismo en nuestros días. Celebrar las representaciones (convocaciones) nos
ayudará a prepararnos para su regreso.
En el evangelio de Juan, 660 de los 879 versículos están directamente relacionados
con hechos ocurrieron en las fiestas. Por supuesto nunca debemos permitir que un
espíritu de religiosidad nos haga esclavos de estas representaciones. Su observancia
no es un asunto de justicia o de salvación sino de bendición. Isaías 58.13-14 promete
que quienes guarden el Sábado serán tan bendecidos que “Dios los hará subir sobre
las alturas de la tierra”. (Roth, 2010, p. 47-48)
Celebrar las fiestas no es obligatorio sino más bien deseable.

Tiempos Señalados
La palabra hebrea que se traduce como fiestas es mo’ed que significa “tiempos
señalados”. Levítico 23:2 deja en claro que éstas no son sólo fiestas judías sino fiestas
de Dios. En otras palabras, estos son los tiempos señalados por Dios para encontrarse
con nosotros. ¿Ignoraría usted, o llegaría tarde a una cita con el presidente de su país?
No le costaría la vida pero perdería un gran honor. Entonces, ¿cuál sería la pérdida si
dejamos plantado a Dios mismo en una de sus citas? Dios llama a estas fiestas
“convocaciones” que en el idioma hebreo significa “ensayos” (Levítico 23:2).
Dios dice que debemos observar estos ensayos para siempre en sus tiempos
señalados (ver Levítico 16:29; 23:14, 21, 31, 41). Puesto que las fiestas fueron figuras
tan importante de su regreso. ¿le gustaría asistir a un ensayo del regreso del Mesías?
Colosenses 2:16-17 nos muestra que las fiestas y los Sábados “son sombra de las
cosas venideras”. ¿Cómo podemos celebrar los grandes eventos en la historia de Dios
o recibir revelación de su regreso si desechamos las citas establecidas por Dios?
Por ejemplo, la cena de la Pascua nos provee un discernimiento de los últimos días.
La Primera Pascua del Nuevo Pacto en realidad fue una cena de compromiso. No fue
solamente un recordatorio del Éxodo de Egipto sino también una promesa de un futuro
éxodo de esta tierra. En el judaísmo antiguo el compromiso tenía la misma fuerza y
validez que el matrimonio. Después del compromiso el novio iba a preparar un lugar
para su prometida en la casa paterna. (Roth, 2010, p. 77-79)
Estas celebraciones cobran vida cuando están llenas del Espíritu de Dios, cuando
nos muestra cómo quiere que las celebremos.

Preparemos el Camino
El apóstol Pablo escribió: “Los Judíos demandan señal… [o milagro]” (1 de Corintios
1.22). Cuando practiquemos estas celebraciones con revelación y la gloria del Espíritu
Santo ocurrirán milagros que provocarán a celos a los judíos. Esta unidad sobrenatural
de judíos y gentiles preparará el camino para el Señor. Cuando el patrón sea el
correcto, la gloria de Dios descenderá. (Roth, 2010, p. 49)
Dios ha estado preparando una generación de creyentes que siga la nube de su
presencia tal como los israelitas la siguieron en el desierto. Sólo unos pocos de los
viejos creyentes entrarán en esta nueva tierra. El resto la observará de lejos.
Así como Dios tenía un plan específico para que los Israelitas entraran a la Tierra
Prometida, también les dio instrucciones sobre cómo entrar a su gloria. Dios le dijo a
Moisés “Mira , haz todas las cosas conforme al modelo” (Hebreos 8.5). El modelo es el
puente de Dios hacia la intimidad con él. Cuando el modelo es correcto, la gloria
explota. No podemos reducir su patrón a una fórmula. Las fórmulas nos llevan de
regreso a la tradición, y la tradición a una religión muerta. El modelo bíblico siempre
nos conduce a una intimidad con Dios. También nos lleva a la unidad entre judíos y
gentiles. “Porque estoy a punto de hacer algo nuevo, Vean que ya he comenzado”
(Isaías 43.19)
El patrón o modelo de Dios que define la relación entre la Iglesia y el pueblo judío se
explican en 1 de Corintios 15.46: “Mas lo espiritual no es primero, sino lo animal; luego
lo espiritual”. Primero Dios actúa con su pueblo natural, Israel; luego con su pueblo
espiritual, la Iglesia.
La Iglesia e Israel se nombran con la palabra ​mispocha, palabra hebrea que significa
“​familia”. Cualquier cosa que le ocurra a Israel afecta dramáticamente la restauración
de la Iglesia.
Por ejemplo, en 1897 Teodoro Herzl reunió el primer Congreso Sionista en Basilea,
Suiza, para discutir la formación de un estado judío. El comienzo de la restauración de
los judíos en su tierra propició el comienzo de la restauración de la manifiesta
presencia del Espíritu Santo en la Iglesia. El día de año nuevo de 1900, en una escuela
bíblica en la ciudad de Topeka, estado de Kansas, un estudiante comenzó a hablar en
lenguas, lo que marcó el comienzo del movimiento pentecostal. Por el tiempo en que
Israel se convirtió en nación en 1948, Dios respondió enviando el avivamiento de
sanidad a los Estados Unidos de América. Alrededor de 100 evangelistas como Oral
Roberts, Kathryn Kuhlman, T.L. Osborn y Kenneth Hagin comenzaron asombrosos
ministerios de sanidad.
Los dos pueblos de pacto de Dios, el judío y el cristiano, que han estado divididos
durante siglos, se unirán bajo el dominio de un Rey: El Señor Jesús.
El propósito de los derramamientos del Espíritu Santo es equipar a los creyentes con
poder para evangelizar a los judíos. Cuando el pueblo judío se una a los gentiles para
formar Un Solo y Nuevo Hombre, provocará una liberación de poder para evangelizar al
mundo. (Roth, 2010, p. 53-57)

En ​conclusión​, las fiestas de Dios son una convocación a todo su pueblo, una cita
con él. Por tanto el propósito de celebrar las fiestas del Señor es acercar el corazón de
los creyentes al corazón de Dios y llegar a una mayor intimidad con él. Cuando
practiquemos estas celebraciones con entendimiento y el poder del Espíritu Santo
ocurrirán milagros que provocaran a celos a los judíos. La unidad de ambos pueblos
preparará el camino para el Señor. El patrón de Dios sigue siendo el mismo hoy.
Como el Señor Jesús establece en la cena con sus discípulos: “Hagan esto en
conmemoración mía”.
Referencias Bibliográficas

● Hagee, J. (2014). Four Blood Moons, E.U.A.: Worthy Media.


● Hagee, J. (2015). Three Heavens, E.U.A. Worthy Media.
● Hagee, J. (2007). In Defense of Israel, E.U.A.: Carisma Media.
● Roth, S. (2010). The Incomplete Church, E.U.A.: Destiny Image.

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