Culata
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CONSTITUCIÓN Y PARTES
Casi la totalidad de los motores refrigerados por agua están provistos de una
culata independiente. Se une a él por medio de tornillos dispuestos de forma
adecuada. El apriete de estos junto con la empaquetadura, aseguran la
unión e impiden deformaciones por la acción del calor y de la presión.
La culata acopla al bloque motor una junta de amianto. Esta realiza una
unión entre ambos que impide la fuga de gases de la compresión o del
líquido refrigerante.
Las cavidades diseñadas en la culata, forman las cámaras de combustión,
que es donde están los gases encerrados al final de la compresión.
Rodeando a estas cámaras hay unas cavidades, que comunican con las
camisas de agua del bloque a través de orificios, por los que llega el líquido
refrigerante. En la cámara de combustión, se dispone un orificio roscado en el
que se aloja la bujía. En los motores Diésel se prevé el acoplamiento del
inyector y en algunos una precámara. También en la cámara de combustión,
se sitúan las válvulas de escape y de admisión, labrándose en la culata los
oportunos conductos de llegada y evacuación de gases.
LA CAMARA DE COMBUSTION
La cámara de combustión es el lugar donde se realiza la combustión del combustible con el comburente, generalmente aire,
en el motor de combustión interna.
Sus aplicaciones principales son:
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encuentra mecanizada en la cabeza del pistón. En los de inyección indirecta, hay una precámara de combustión o una
cámara de turbulencia.
La relación entre el volumen máximo y mínimo se denomina relación de compresión. Por simplificar en los motores de ciclo
Otto se denomina así al volumen del espacio en la culata.
Hay varios tipos de cámaras de combustión, por ejemplo según sea un ciclo de cuatro tiempos o un motor de dos tiempos,
o diésel o gasolina.
Cámara de bañera: se utiliza por su fácil construcción, porque las válvulas quedan paralelas entre sí facilitando la
localización de su sistema de mando propiciando alzadas de válvulas importantes, con las que se consigue un buen llenado.
La colocación de la bujía puede ser bien centrada, aunque tiene el inconveniente de que la distancia a recorrer por el frente de
llama es excesiva. Este tipo de motores se utiliza en su mayoría en motores de cilindrada pequeña.
Cámara de cuña: Desde el punto de vista de la detonación es una de las más eficientes. Dado a su forma especial, resultan
favorecidas del modo más simple y racional las condiciones que dificultan la aparición del fenómeno de la detonación, ya que
se concentra la mayor parte de la mezcla en las proximidades de la bujía. Son utilizados en motores con alta relación de
compresión debido a su buena relación superficie-volumen, que es ligeramente mejor al de las hemisféricas y además con
una construcción más económica y sencilla.
Cámara hemisférica: Es la más propicia para conseguir elevadas potencias específicas debido a su forma, que permite la
utilización de grandes válvulas y la colocación de la bujía en posición central. Estas cámaras proporcionan un mejor
rendimiento ya que permiten altos regímenes de rotación. El mayor problema que ofrecen estas cámaras es el complicado
sistema de mando de las válvulas.
También se emplean las cámaras de alta turbulencia, en las que el conector de admisión se posiciona tomando una ligera
inclinación sobre la culata con el fin de lograr una turbulencia adecuada de los gases de admisión, que es favorecida por la
forma que tiene la cámara internamente, orientándolos hacia abajo en el cilindro siguiendo un movimiento en forma de
torbellino, con el que se mejora en gran manera el llenado.
En algunos motores de la actualidad se usan otros modelos más sofisticados de cámaras en los que a la cámara principal se
le añade otra auxiliar, en comunicación con ella, en la que se consigue una elevada turbulencia de los gases a su entrada en
el cilindro, mediante la cual se logra una óptima homogeneización de la mezcla antes y durante la combustión.
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- Alojamiento del inyector (Inyección directa)
- Alojamiento de bujías
- Alojamiento de válvulas
- Alojamiento del sensor de temperatura del refrigerante
- Ductos de admisión y de escape
- Aletas disipadoras de calor (Refrigeración por aire)
- Alojamiento del distribuidor (Motores antiguos)
- Orificios de limpieza
- Galería de lubricación
- Guías de válvulas (Culata de Fundición)
- Asientos de válvulas (Culata de Fundición)
- Alojamientos roscados para pernos/espárragos
- Alojamiento de retenes de aceite
- Otros
LIMPIEZA DE LA CULATA
Con anterioridad a las verificaciones debe realizarse una escrupulosa limpieza de los componentes, durante la cual, se
inspeccionará detenidamente cada uno de ellos, con el fin de detectar posibles desgastes, rozamientos irregulares, roturas,
etc. Al montarlos de nuevo, una vez realizadas las verificaciones pertinentes, se impregnarán en aceite abundante, para evitar
los eventuales peligros de agarrotamiento en el período inicial de funcionamiento. La limpieza de los componentes puede
realizarse en una pila de lavado, donde se sumergen todas las piezas en una solución de agua y sosa, a la temperatura de
80°C aproximadamente, durante una veintena de minutos. Seguidamente se someterán estas piezas a un fuerte chorro de
agua a presión, secándolas posteriormente con aire a presión.
Una vez efectuada la limpieza del bloque de cilindros, se procederá a realizar una
inspección del mismo, asegurándose de que han sido eliminadas completamente las
partículas adheridas a las superficies de uniones provistas de juntas de estanqueidad,
como las zonas de acoplamiento de la culata, cárter inferior, cárter de la distribución, etc.
En ocasiones quedan restos de las juntas pegados a estas superficies, que son difíciles
de desprender. En estos casos, se humedecen las superficies con un producto disolvente
y se raspan después con una espátula de madera o plástico, cuidando de que los, restos
no se introduzcan en los orificios de los tornillos de fijación, conductos de aceite o de
agua, etc.
Con anterioridad a cualquier verificación que deba realizarse en la culata, es necesario
proceder a una esmerada limpieza de la misma. La carbonilla depositada en las cámaras de combustión, se rasca con una
escobilla de alambres acoplada a un pequeño motor eléctrico (taladradora). Dicha carbonilla es producto del aceite que se
hace llegar a la parte alta del cilindro para su engrase y se quema en la fase de combustión, quedando adherida a la
superficie de la cámara, válvulas y cabeza del pistón. Con el tiempo va disminuyendo el volumen de la cámara, lo que a su
vez puede ocasionar el incidente de autoencendido e incluso la detonación.
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Durante la fase de limpieza de la cámara de combustión, ha de ponerse sumo cuidado para que no se produzcan ralladuras
de su superficie, pues los puntos salientes que se forman alcanzan temperaturas excesivas en la fase de combustión, que
pueden ocasionar el autoencendido.
Este sistema de limpieza asegura la desincrustación rápida de la superficie, al mismo tiempo que efectúa un pulido de la
misma que dificulta posteriormente la adhesión de nuevas partículas de carbonilla. También deben ser limpiadas las cámaras
de agua en la culata, valiéndose de un pequeño rasquete que pueda ser introducido en ellas por los orificios de comunicación
con el bloque de cilindros.
Una vez limpia la culata, deberá efectuarse un perfecto lavado de la misma con petróleo y
posteriormente con agua, secándola a continuación con aire a presión. A la limpieza seguirá una inspección, tratando de
localizar deformaciones, grietas, o cualquier otro defecto. Especial atención merecen las cámaras de combustión y los
conductos de acceso a ella, así como la superficie plana de unión al bloque de cilindros. Las grietas pueden ser detectadas
con mayor facilidad vertiendo un poco de petróleo sobre la superficie sospechosa. Después de seco queda resaltada la grieta,
si existe.
DESMONTAJE DE LA CULATA
El conjunto de los mecanismos que integran un motor se ve sometido en su funcionamiento a un trabajo considerable, en
cuanto a dureza del mismo se refiere. Los rozamientos entre las piezas móviles se traducen en desgastes, que generan
holguras en el acoplamiento de los distintos componentes. Es lógico pensar que en el transcurso del tiempo, los desgastes de
las piezas móviles de un motor y las holguras aparecidas a consecuencia de ello, modifiquen substancialmente el
funcionamiento del mismo. Cuando el motor no desarrolla la potencia debida, funciona incorrectamente o se producen ruidos
anormales en su funcionamiento, deberá procederse a su verificación, con el fin de determinar las posibles causas de la
anomalía.
En el desmontaje, se irán soltando del conjunto todos los órganos auxiliares como: distribuidor de encendido, alternador,
carburador, etc., y posteriormente se retirarán la culata, cárter inferior, piñones de distribución, cigüeñal y pistones. El
desmontaje de estos componentes se efectuará siguiendo un orden lógico, en función de la accesibilidad de cada uno de
ellos, comenzando generalmente por los más voluminosos, corno el alternador, los colectores, la bomba de inyección, etc. El
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despiece de los componentes internos se inicia generalmente con la tapa de distribución, piñones, cadena y tensor de la
misma, todo ello emplazado en la cara delantera del motor. Seguidamente se desmontan la tapa de balancines, árbol de
levas, balancines, culata, volante motor y cárter, finalizando la operación con el desmontaje del cigüeñal, pistones y bielas.
En el desmontaje de la culata es necesario tener presente que en la mayor parte de los casos ésta se encuentra pegada al
bloque, con interposición de la junta correspondiente. Para despegarla no deben utilizarse destornilladores ni cualquiera otra
herramienta que pueda ser introducida entre ambas. El despegado se consigue golpeando ligeramente en una de las
esquinas de la culata con un martillo de plástico, intentando hacerla girar sobre su propio plano de apoyo en el bloque.
También puede despegarse la culata haciendo girar el cigüeñal, para que sea la presión generada en el interior de los
cilindros la encargada de realizar esa función. En este caso, los tornillos de fijación no se retiran totalmente, sino que se
aflojan sólo algunas vueltas, generalmente en forma de espiral.
Como norma general, se marcará la posición de cada una de las piezas que se van desmontando, con el fin de asegurar el
posterior montaje correcto de las mismas.
Una vez levantada la culata, debes sujetar con los útiles adecuados las camisas
respecto al bloque, para evitar que al girar el motor sin la culata las camisas se
levanten de su alojamiento por el roce con los pistones y los segmentos en la
ascensión de éstos. Nunca debes apoyar la culata levantada sobre el plano de la
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junta sobre superficies sucias o duras. Colócala sobre un banco de madera limpio o ánclala a un soporte giratorio.
MONTAJE DE LA CULATA
Para montar la culata deberás seguir estos pasos:
- Si la junta había fallado, verifica y corrige la causa del fallo antes de montar otra. Limpia el circuito de refrigeración.
- Limpia el bloque y los agujeros donde se rosca la culata al bloque y pasa un macho roscado (Figura 4.16) sin echar
aceite, luego sopla a presión poniendo un trapo encima.
- Vacía el líquido de refrigeración del bloque y el aceite del cárter, de este modo se arrastrarán posibles partículas que
hayan caído al limpiar el bloque.
- Pide la junta. Comprueba que el espesor es el deseado en función del sobrepaso del pistón (motores diésel) y que
coincide con la antigua en todos los orificios. Nunca montes una misma junta dos veces.
- Gira el motor en sentido horario hasta que los pistones 1 y 4 queden 2 cm antes de llegar al PMS. Esta operación es
importantísima, pues si no se respeta, al apretar la culata pueden golpear válvulas en los pistones y producir serias
averías.
- Coloca la junta de culata y no eches ningún producto. Sujétala con los casquillos de guiado o con tornillos de culata sin
cabeza. Ten en cuenta que las marcas TOP, OVEN, HAUT o ARRIBA indican la par- te alta de la junta.
- Coloca la culata con cuidado de no arañarla con los casquillos de guiado o los tornillos sin cabeza. Cambia los tornillos o
verifícalos y límpialos con cepillo si se permiten reutilizar.
- Engrasa ligeramente los tornillos en la rosca y debajo de la cabeza con grasa de cobre. Eso sí, nunca engrases debajo
de la arandela.
- Aplica el apriete a los tornillos siguiendo el orden y el sistema
especificados. Si es de par, debes ir aplicando los pares
consecutivos a todos los tornillos en el orden. Si es de ángulo,
entonces tienes que aplicar un pequeño par a todos y luego girar
los ángulos que indique el fabricante a todos por igual. Todo ello
debes hacerlo en el orden que señale el fabricante o, en su
defecto, desde el centro hacia fuera en espiral o en cruz.
- Gira el árbol de levas y la bomba diésel hasta su posición de
calado a derechas. Nunca debes forzar si está duro.
Gira el cigüeñal a derechas hasta su marca de calado y coloca la
correa o cadena).
- Una vez calada la distribución gira a mano el motor, siempre a derechas, dos vueltas y vuelve a comprobar las marcas.
- Si hay que instalar los inyectores en los motores diésel de inyección indirecta, debes asegurarte de que no existe ninguna
arandela en la culata e instala las arandelas apagallamas en el fondo, de la postura que indique el manual. Luego
introduce el inyector con la otra arandela de cobre y apriétalos al par indicado en el manual. Es importante que tengas en
cuenta que si aprietas un inyector con dos arandelas apagallamas por haber dejado la vieja y haber puesto una nueva
encima se te puede romper la culata.
- Sigue con el montaje en el orden inverso al desmontaje.
- Rellena de aceite y anticongelante, purga el circuito de refrigeración y arranca el vehículo.
- Los tornillos que se aprietan a ángulo no necesitan reapriete. Los tornillos que se aprietan a par necesitan reapriete.
Algunos se calientan, se enfrían y ya pueden reapretarse, otros tienen que rodar1.000 km. Reaprieta aflojando 90º y
aprieta tornillo a tornillo con el orden y último par especificados.
- Las culatas de fundición se pueden reapretar en caliente. Si hubiera que hacerlo en caliente, debes reapretar un 10 por
100 más del último par. Por último, las culatas de aluminio se tienen que reapretar siempre en frío.
1. Control de planitud
2. Control de grietas y fisuras
3. Control de deformación
4. Control del túnel del eje de levas
5. Revisión y limpieza de conductos
6. Revisión y reacondicionamiento de roscas
7. Limpieza y control de la cámara de combustión
8. Rectificado de superficie de culata
9. Cambio de sellos de agua
10. Control de pernos de culata
LA EMPAQUETADURA DE CULATA
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Una junta de culata se requiere para efectuar un cierre hermético entre la culata y el bloque de una gasolina o diesel. Es un
componente integral del motor y se requiere para realizar muchas funciones al mismo tiempo durante la operación del motor.
La junta de culata debe mantener el sello alrededor de la cámara de combustión a temperatura operativa máxima y la
presión. La junta debe sellar contra el aire, líquidos refrigerantes, de combustión y el aceite del motor a su temperatura de
funcionamiento respectiva pico y la presión. Los materiales utilizados y el diseño empleado deben ser térmicamente y
químicamente resistente a los productos de combustión y los productos químicos diversos refrigerantes y aceites usados en el
motor.
Cuando está montado, la junta de la cabeza se convierte en una parte importante de la estructura total del motor. Es
compatible con la cabeza del cilindro, junto con sus componentes operativos. Se debe ser capaz de resistir las fuerzas
dinámicas y térmicas que se transmiten desde la cabeza y el bloque. El tipo de aplicación del motor será el factor
determinante en el diseño de junta de la culata. Con motores que van en tamaño de un cilindro de gasolina de los motores de
encendido hasta doce cilindros, turboalimentados o sobrealimentados de alta compresión de motores Diésel, el material y el
diseño del empaque es de suma importancia para su vida funcional.
Cada aplicación requiere un diseño único de junta de la culata para satisfacer las necesidades específicas de funcionamiento
del motor. Los materiales y diseños utilizados son el resultado de la prueba y la ingeniería de diversos metales, materiales
compuestos y productos químicos en una junta que se destina a mantener las capacidades de sellado necesarias para la vida
del Motor.
Cuando un motor SOBRECALIENTA: Los motores están diseñados para operar dentro de un rango de temperatura "normal"
de alrededor de 190 a 220 grados F. Una temperatura de funcionamiento relativamente constante es absolutamente esencial
para el adecuado control de emisiones, economía de combustible y el rendimiento.
Si el motor se sobrecalienta y excede su régimen de funcionamiento normal, las temperaturas elevadas pueden causar la
tensión extrema en la cabeza del cilindro, lo cual puede resultar en un fallo junta de culata. Esto es especialmente cierto con
las culatas de aluminio porque el aluminio se expande alrededor de dos a tres veces más que el hierro fundido cuando se
calienta. La diferencia en las tasas de expansión térmica entre una cabeza de aluminio y bloque de hierro fundido combinado
con el estrés adicional causado por el recalentamiento puede causar que la cabeza se deforme. Esto, a su vez, puede
conducir a una pérdida de fuerza de sujeción en las áreas críticas y permitir que la junta de la cabeza a gotear.
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PUNTOS CALIENTES: Cuando se forma un punto caliente
localizado, hace que el metal que rodea a hincharse
excesivamente. Esto, a su vez, puede aplastar a la junta de
la cabeza haciendo que la junta de la fuga, erosionar y / o
eventualmente quemaduras. Los puntos calientes también
crean tensión añadida en la propia cabeza, que puede
causar que la cabeza se deforme (ir fuera de plano) y / o se
fracture.