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Alumno y Maestro

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LA ENSEÑANZA CONSTRUCTIVISTA.

La enseñanza constructivista considera que el aprendizaje humano, es siempre una construcción


interior, aún en el caso de que el educador acuda a una exposición magistral, pues ésta no puede
ser significativa si sus conceptos no encajan ni se insertan en los conceptos previos de los alumnos.
Con mayor razón en la enseñanza constructivista, cuyo propósito es precisamente facilitar y
potenciar al máximo ese procesamiento interior del alumno con miras a su desarrollo.

Las características esenciales de la acción constructivista son básicamente cuatro:

1. Se apoya en la estructura conceptual de cada estudiante: parte de las ideas y preconceptos de


que el estudiante trae sobre el tema de la clase.

2. Anticipa el cambio conceptual que se espera de la construcción activa del nuevo concepto y su
repercusión en la estructura mental.

3. Confronta las ideas y preconceptos afines del tema de la enseñanza, con el nuevo concepto
científico que enseña.

4. Aplica el nuevo concepto a situaciones concretas y lo relaciona con otros conceptos de la


estructura cognitiva con el fin de ampliar su transferencia.

Las condiciones necesarias para potenciar la enseñanza constructivista son:

• Generar insatisfacciones con los prejuicios y preconceptos, facilitando que los estudiantes
caigan en cuenta de sus incorrecciones.

• Que el nuevo concepto empiece a ser claro y distinto al anterior.

• Que el nuevo concepto muestre su aplicabilidad a situaciones reales.

• Que el nuevo concepto genere nuevas preguntas y expectativas.

• Que el estudiante observe, y comprenda las causas que originaron sus prejuicios y nociones
erróneas.

• Crear un clima para la libre expresión del estudiante, sin coacciones ni temor a equivocarse.

• Propiciar las condiciones para que el estudiante sea partícipe del proceso de enseñanza-
aprendizaje, desde la planeación de la misma, desde la selección de las actividades, desde las
consultas de fuentes de información, etc.

EL PAPEL DEL DOCENTE. Dentro del constructivismo se considera al docente como aquel
profesional reflexivo, que realiza una labor de mediación entre el conocimiento y el aprendizaje de
sus alumnos, al compartir experiencias y saberes en un proceso de negociación o construcción
conjunta del conocimiento y presta una ayuda pedagógica ajustada a la diversidad de necesidades,
intereses y situaciones en que se involucran sus alumnos; es decir, la función central del docente
es esencialmente orientar y guiar la actividad mental constructiva de sus alumnos, a quienes
proporcionará ayuda pedagógica ajustada a su competencia.
Es importante señalar que el docente debe de estructurar experiencias interesantes y
significativas que promuevan el desarrollo cognoscitivo del alumno de acuerdo a sus necesidades y
condiciones del mismo.

De acuerdo con Díaz-Barriga, un profesor constructivista debe reunir las siguientes características:
• Es un mediador entre el conocimiento y el aprendizaje de sus alumnos.

• Es un profesional reflexivo que piensa críticamente en su práctica- toma decisiones y soluciona


problemas pertinentes al contexto de su clase.

• Promueve aprendizajes significativos, que tengan sentido y sean funcionales para los alumnos.

• Presta una ayuda pedagógica ajustada a la diversidad de necesidades o intereses y situaciones


en que se involucran los alumnos.

• Respeta a sus alumnos, sus opiniones, aunque no las comparta.

• Establece una buena relación interpersonal con los alumnos basada en valores que intenta
enseñar: el respeto, la tolerancia, la empatia, la convivencia, etc.

• Evita apoderarse de la palabra y convertirse en un simple transmisor de información, es decir, no


caer en la enseñanza verbalista o unidireccional.

EL PAPEL DEL ALUMNO.

Con lo que respecta al papel del alumno, trata de subrayar la importancia de la actividad
constructivista o reconstructivista del educando en su aprendizaje, mediante actividades de
asimilación y acomodación de nuevos conocimientos a esquemas precedentes, los cuales a su vez
se van construyendo a partir de los nuevos datos.

El alumno que aprende no es meramente pasivo ante el enseñante o el entorno. El conocimiento


no es un mero producto del ambiente, ni un simple resultado de las actividades internas del
aprendiz, sino una construcción por interacción, que se va produciendo y enriqueciendo cada día
como resultado entre el aprendiz y los estímulos externos.

Tal actividad se propicia mediante el ejercicio de la investigación, el fomento de la autonomía


intelectual y moral, el aprendizaje significativo o la memorización comprensiva, la aplicación de lo
aprendido y los procesos de individualización y socialización.

Se trata de motivar y enseñar al estudiante a pensar y actuar a través de contenidos significativos


y contextualizados. En este proceso, el estudiante es el responsable de su proceso de aprendizaje.

CONCLUSIONES. Como podemos ver el modelo constructivista propicia que el estudiante piense
de manera autónoma y entienda significativamente su mundo. La escuela debe promover el
desarrollo cognoscitivo del estudiante de acuerdo con las necesidades e intereses de éste. El
profesor debe estructurar experiencias interesantes y significativas que promuevan dicho
desarrollo. Lo importante no es el aprendizaje de un contenido sino el desarrollo y afianzamiento
de las estructuras mentales del conocer y del aprender. Se trata no tanto de memorizar
contenidos sino de involucrarse en un proceso dinámico de conocimiento que desarrolle las
destrezas cognoscitivas mediante modelos de descubrimiento y solución de problemas. El fin de la
educación, dentro de este modelo pedagógico, es generar comprensión, autonomía de
pensamiento y, consecuentemente, personas creativas. Por otra parte, es importante señalar que
el proceso de aplicación de estos principios constructivistas a la educación, todavía resulta utópico
ya que en las escuelas en todos sus niveles, aún persisten los maestros rezagados en la enseñanza
tradicionalista que no están dispuestos a cambiar su perspectiva acerca de lo que es la educación y
el papel que tiene el alumno en la escuela.

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