Rezamos El Padre Nuestro
Rezamos El Padre Nuestro
Rezamos El Padre Nuestro
PADRE
NUESTRO
¿ 4
1
Profundizamos en el Padre Nuestro
Dentro del material dedicado a profundizar en las oraciones de nuestra Iglesia, no sorprende
que la primera que presentamos sea la oración del PADRE NUESTRO. Estamos ante un material
que nos ayudará a integrar realmente lo que esta oración transmite a quienes la proclaman.
La oración del Padre Nuestro es la más importante para los cristianos, siendo la que nos
enseñó el propio Jesús. Por ello, es de las primeras que aprendemos y posiblemente la que
más recemos en nuestras reuniones de grupo. De hecho, es tan familiar para los niños que
seguro que es, a menudo, la oración elegida para rezar en casa, en su momento personal con
el Señor.
Como vemos, son muchos los momentos en los que rezamos el Padre Nuestro pero,
¿realmente oramos? Es decir, ¿sentimos al Señor presente o únicamente estamos recitando
unas frases? Está claro que es algo más y que, simplemente pronunciando cada palabra, el
Espíritu Santo se encarga de mantener un vínculo entre nosotros y el Padre.
Sin embargo, buscamos algo más; este tema se ha realizado con la intención de que ayude a
los niños, mediante dinámicas y reflexiones sencillas, a conocer, profundizar e interiorizar en
la oración que Jesucristo nos enseñó. A la hora de buscar un fin para trabajar este material,
debemos tener presente el que los niños y niñas no vean esta oración como una simple
repetición de palabras; debemos integrar lo que rezamos. Con ella hablamos directamente
con Dios, nuestro Padre. Aprenderemos a cómo sentirle mientras decimos cada una de sus
peticiones y a escuchar lo que Él nos está pidiendo a nosotros.
2
Profundizamos en el Padre Nuestro
Esta dinamización está pensada para llevarla a cabo en el Sector de Infancia, es decir, con
niños y niñas desde los 7 años hasta la etapa de juventud (14-15 años más o menos). El
acompañante puede integrar este trabajo en la rutina del grupo, bien como una de las
reuniones semanales, bien como una reunión “extra”, en la que quedemos a modo de
convivencia (por ejemplo, pasando una mañana de un fin de semana, con ratos de juego,
charla, comida…). La propuesta está pensada para llevarse a cabo en 1 hora 30 minutos.
Aunque en el material nos vamos a encontrar contenido teológico, juegos y momentos para el
diálogo, es importante que no se pierda la dimensión orante. Especialmente en algunos
momentos, crearemos un clima adecuado para estar en oración, personal y grupal. Será la
mejor manera de que vayan aprendiendo e interiorizando cómo es rezar a Dios a través del
Padre Nuestro.
En cualquier caso, el fin del acompañante es transmitir a los niños una alegría y naturalidad al
rezar esta oración; que los niños, después de reflexionar todo esto, se sientan muy queridos y
llamados por su Padre.
3
Profundizamos en el Padre Nuestro
4
Profundizamos en el Padre Nuestro
Previamente a la reunión debemos pegar en la pared tiras grandes de papel con cada frase del
Padre Nuestro escritas en ellas (Anexo 2, si se puede, imprimir en A3. Aunque lo mejor es
escribirlo a mano para que queden grandes).
Una vez adivinen los dos dibujos (tienen uno cada niño), los colocan al lado de la frase a la que
la imagen va asociada.
Esta dinámica es fácilmente adaptable al número de niños del grupo, ya que puede repartirse
el mismo dibujo a varios, cada niño puede tener varios dibujos o incluso podemos hacerlo todo
el grupo a la vez, en vez de por parejas (un niño explica el dibujo y el resto identifica la frase).
El siguiente paso es ahondar en la oración del Padre Nuestro, a partir de sus siete peticiones.
En ella nos dirigimos a Dios con confianza, le alabamos, pedimos que crezca su Reino. Nos
ponemos en sus manos y le pedimos lo necesario, que no nos falte ni el pan ni las fuerzas para
perdonar y ser perdonados; sin olvidarnos de pedirle su ayuda para crecer en el bien y la gracia
para ser liberados del maligno1.
Amén
1
CEE, Testigos del Señor/Guía Básica, Edice 2014, p.74.
5
Profundizamos en el Padre Nuestro
Comenzamos la segunda parte escuchando y teniendo presente al Señor. Para crear el clima
adecuado, leemos unos textos del Evangelio en los que Jesús nos ayuda a orar, a dedicar un
momento al silencio y a tomar conciencia de lo que vamos a hacer.
Además, aprovecharemos un apartado del Catecismo Testigos del Señor para complementar lo
que Dios nos quiere decir en esos textos bíblicos. Fijémonos en que nos habla de cómo orar y,
claro, la importancia para los cristianos de hacerlo con el Padre Nuestro. Estamos más
acostumbrados a “utilizar” el Padre Nuestro para rezar que a tomarlo como referencia para
“aprender a orar”.
Al contemplar cómo ora Jesús nos damos cuenta de que se dirige a Dios con
confianza, solo o con los Apóstoles. Obedece a la voluntad del Padre y le habla
con amor:
Jn 17, 24
Jesús instruye a sus discípulos para que oren: les invita a presentar sus
peticiones a Dios en su nombre y él mismo escucha las plegarias que se le
dirigen.
Mt 6, 7.9
Cuando los cristianos encontramos dificultad a la hora de orar, basta con que
digamos esta oración a Dios.2
2
CEE, Testigos del Señor, Edice 2014, p.23.
6
Profundizamos en el Padre Nuestro
Lc 11, 1
Invitamos a proclamar las citas directamente desde la Biblia y leyendo de una manera
diferente (encendiendo una vela, con las manos agarradas…), pues ya sabemos que esta
lectura no es una lectura normal, sino que es especial. Si los niños aún no saben cómo buscar
los versículos, podemos tenerlos señalados desde antes.
¿Es posible orar en todo momento? ¿Cuáles son los lugares favorables para la oración?
¿Cómo oraba Jesús?
7
Profundizamos en el Padre Nuestro
En este primer punto debemos cuidar las diferentes realidades familiares que puedan estar
viviendo los niños de nuestro grupo; trataremos el tema con tacto y velando para que ningún
niño se sienta incómodo o agobiado.
Después de esto, narraremos uno de los textos explicativos que aparecen en el catecismo
Testigos del Señor.
¿Os dirigís a Dios con confianza? ¿Lo sentís como un Padre? ¿Os
cuesta sentir su Amor de padre? ¿Creéis que os va a dejar de lado
en algún momento? Pensando en que todos somos hijos de Dios,
¿sentís una unión especial con vuestros hermanos?
8
Profundizamos en el Padre Nuestro
Para completar la reflexión, proponemos ver el vídeo titulado “La parábola del hijo pródigo”
de Valiván (Lucas 15, 11-32).
La parábola del
hijo pródigo -
Valivan
Búsqueda en
YouTube: parábola del
hijo pródigo
9
Profundizamos en el Padre Nuestro
Seguidamente, daremos a conocer a los niños dos personas que a lo largo de sus vidas
santificaron el nombre de Dios: Santa Teresa de Calcuta y San Francisco de Asís. Para ello,
realizaremos un pequeño juego en el que tenemos preparados dos sobres, cada uno con una
“ficha” de estas dos personas de referencia (Anexo 3).
El juego consiste en intentar adivinar quiénes son estos personajes a través de preguntas
cortas. Las respuestas las dará uno de los niños, que será quien tenga el sobre con la tarjeta de
uno de los santos (haremos un turno para cada personaje). No es necesario dejar mucho
tiempo para que adivinen, una vez tengan varios datos, si no saben todavía quién se esconde
en el sobre, lo desvelaremos.
Una vez conozcan a Santa Teresa de Calcuta y a San Francisco de Asís, dividiremos a los niños
en grupos de tres o cuatro personas. Vamos a pedir que dibujen a una persona cualquiera y
que de ella salgan recuadros para escribir las características o cualidades que, según ellos,
tendría hoy una persona que vive santificando el nombre de Dios. Al final lo ponemos en
común.
10
Profundizamos en el Padre Nuestro
Desigualdad Igualdad
11
Profundizamos en el Padre Nuestro
anotaciones que corresponden con injusticias que conocen. Por ejemplo, si un niño nos cuenta
que en su colegio se está tratando mal a un compañero, lo apuntaremos en el mural. Es bueno
que comprendan que las injusticias nos afectan a todos, existen en nuestro entorno más
cercano y en nosotros mismos.
Antes de continuar, vamos a leer el tercer punto del catecismo, para enterarnos bien en qué
consiste exactamente y a qué nos está llamando “venga a nosotros tu reino”.
De entre todas estas imágenes, habrá alguna que dejemos en la mesa, pues no todas
representan injusticias. Propiciaremos un diálogo ahora para recapacitar sobre todas estas
situaciones y el contenido que acabamos de leer.
Mirando el mural de las injusticias, ¿reconocéis estas situaciones? ¿Se dan en nuestra vida?
¿Queréis que el reino de Dios crezca aquí? ¿Cuándo creéis que se puede empezar a
construirlo? Según este texto, ¿quién está llamado a construir el reino? ¿Estamos llamados
nosotros? ¿Creéis que en el reino de Dios tienen cabida estas injusticias?
En el reino de Dios no queremos que se generen este tipo de situaciones, por lo que vamos a
tachar con un rotulador gordo todas las imágenes que tenemos colocadas en el mural de las
injusticias. En cambio, sí que nos gustan las otras imágenes de actos buenos, donde se propicia
y se lucha por la igualdad, así que las vamos a pegar encima de las tachadas. Ahora tenemos
un mural con JUSTICIA, lo único que nos falta es tachar también el “IN” del título. Que quede
claro que estos niños no quieren que existan injusticias en el mundo, y ellos están dispuestos a
luchar por ello y ayudar así a traer el reino de Dios a nosotros.
A continuación, podemos escuchar la canción del Magnifcat (Lc 1, 46-55), puesto que en él
podemos ver un anticipo del proyecto de Dios en el mundo.
Búsqueda en YouTube:
hermana glenda magnifcat
12
Profundizamos en el Padre Nuestro
De nuevo generamos un diálogo conjunto, pidiendo a los niños que cada uno de ellos responda
a la siguiente pregunta:
14
Profundizamos en el Padre Nuestro
15
Profundizamos en el Padre Nuestro
Para empezar, leemos el sexto apartado del catecismo, donde nos habla de la petición del
perdón dentro del Padre Nuestro.
Al final del día, nadie está exento de tener que hablar con Dios para pedir perdón o para dejar
de lado el orgullo perdonando a otro, pues siempre vamos a vivir situaciones a lo largo de
nuestro día en las que no se actúe como Dios quiere que lo hagamos.
Por ello, vamos a dedicar este rato para que cada uno piense en alguien a quien crea que debe
pedir perdón o alguien a quien perdonar, recordando algo que ha sucedido durante esta
16
Profundizamos en el Padre Nuestro
última semana. Repartiremos unos papeles para que escriban ese momento ahí y cómo se
sienten ahora.
Una vez todos lo hayan escrito y, quien lo desee, lo haya compartido con el grupo, meteremos
todos los papeles en un recipiente metálico y los quemaremos, dejando que el fuego
represente la misericordia propia de los cristianos.
Para que no se quede simplemente ahí, vamos a actuar en nuestra realidad a través de un
pequeño gesto. Realizaremos una flor para entregársela a aquella persona en la que hemos
pensado (bien porque queramos pedir perdón, o porque la hemos perdonado).
La explicación de cómo realizar esas flores la tenemos en el siguiente enlace de YouTube (se
puede usar papel pinocho):
Claveles de papel
Búsqueda en
YouTube: claveles
de papel avi
17
Profundizamos en el Padre Nuestro
Para la siguiente dinámica vamos a atravesar una tela de araña, por lo que, si es posible, antes
de la reunión la prepararemos en un espacio distinto del que nos encontramos. La manera de
crear la tela de araña será uniendo patas de la mesa a sillas, a la ventana…utilizando lana o
goma elástica, toda enrevesada de un lado y hacia otro, arriba, abajo, de una esquina a otra…
Para un segundo momento, vamos a colocar un catecismo y pinzas al final de la tela de araña.
Antes de aventurarse dentro de la tela de araña, vamos a escribir, en un trozo de papel, una
palabra que defina una tentación fuerte que tengamos cada uno en nuestro día a día (pereza,
gula…). Podemos comentar la situación concreta en la que nos sentimos tentados y
convencernos de que realmente queremos deshacernos de ella.
Ahora, de uno en uno si no tenemos mucho espacio, van a atravesar la tela de araña, llevando
consigo el papel con su tentación. Deberán evitar tocarla, es decir, intentar no tocar la lana o
goma elástica. Su misión será pasar hasta el final de la tela de araña sin ser tocados. Allí,
enlazaremos con la siguiente petición del Padre Nuestro.
En un principio, nos hemos adentrado en la tela de araña de uno en uno, así que cuando cada
niño o niña llegue hasta el fondo de ésta, se va a encontrar con varias pinzas. También
podemos escribir el apartado correspondiente en un papel:
18
Profundizamos en el Padre Nuestro
Ahora lo que queremos es pedir a Dios que nos libre del mal, por lo que vamos a volver a pasar
por la tela de araña para retroceder, pero en este caso dejaremos colgados los papeles con los
que cargábamos sobre nuestras tentaciones, como símbolo de que queremos eliminar todo el
mal en nosotros.
Esta última palabra sabemos que no es propia del Padre Nuestro, estamos acostumbrados a
usarla en muchas otras ocasiones. Sin embargo, es valioso que incluyamos una reflexión sobre
ella en la profundización del Padre Nuestro, pues le da más fuerza y sentido a la oración.
19
Profundizamos en el Padre Nuestro
Para finalizar esta segunda parte y diciendo confiados al Padre nuestro “SI”, elaboraremos una
cadena de cartulina, en la cual pongamos el nombre de cada uno y la palabra AMÉN (una letra
en cada eslabón, una palabra en cada uno…). Con este gesto decimos a Dios que nos
agarramos fuerte a lo que expresamos a través del Padre Nuestro; todo lo que hemos
aprendido lo vamos a saber sentir cada vez que lo recemos, nuestra unión con Dios está
encadenada, no se puede romper. Después, podemos dejarla colgada en nuestra sala.
Compromisos.
Para concretar las llamadas que recibimos de Dios, es momento de tomar compromisos.
Deben partir de los propios niños, en función de lo que se han ido cuestionando durante el
tema. Lógicamente, hasta que tengan soltura en hacerlo, contarán con nuestra ayuda y la del
resto del grupo.
El compromiso se toma hoy para realizarlo durante esta semana, pues sino podemos
arriesgarnos a que caiga en el abandono. No debemos olvidar que no estamos buscando el
“compromiso perfecto”, es preferible uno que surja del propio niño; esa es la manera de ir
enseñándoles a escuchar la voluntad de Dios en su día a día y de ayudarles a responder con
sencillez, desde lo pequeño.
semana?
20
Profundizamos en el Padre Nuestro
4
Para finalizar la sesión, apagamos la luz y ponemos música de fondo (buscamos una canción
relajante, con música instrumental tal vez). Nos colocamos hacia la pared donde están pegadas
las frases del Padre Nuestro (de la parte 1).
Con la ayuda de una linterna o pasando una vela cerca, vamos iluminando de forma ordenada
cada una de las frases e imágenes, según corresponda, mientras rezamos el Padre Nuestro,
dejando un breve silencio entre frase y frase para que los niños puedan saborear este
momento.
Ya no rezamos el Padre Nuestro de carrerilla, como algo mecánico, sino que lo sentimos y
rezamos a Dios con cada petición.
21
Profundizamos en el Padre Nuestro
Anexo 1
22
Profundizamos en el Padre Nuestro
23
Profundizamos en el Padre Nuestro
24
Profundizamos en el Padre Nuestro
25
Profundizamos en el Padre Nuestro
26
Profundizamos en el Padre Nuestro
27
Profundizamos en el Padre Nuestro
29
Profundizamos en el Padre Nuestro
30
Profundizamos en el Padre Nuestro
Anexo 2
31
Profundizamos en el Padre Nuestro
32
Profundizamos en el Padre Nuestro
33
Profundizamos en el Padre Nuestro
34
Anexo 3
Profundizamos en el Padre Nuestro
Anexo 4
36
Profundizamos en el Padre Nuestro
37
Profundizamos en el Padre Nuestro
38
Profundizamos en el Padre Nuestro
39