El documento discute los enfoques proteccionista y abolicionista sobre el trabajo infantil. El enfoque proteccionista, representado por IFEJANT y NATs, defiende el derecho de los niños a trabajar y que el trabajo no impide su educación. El enfoque abolicionista, promovido por el gobierno ecuatoriano, considera que el trabajo infantil perjudica el desarrollo integral de los niños y debe ser erradicado. La encuesta nacional sobre el trabajo infantil en Ecuador encontró que el 8,56% de los niños trabajan y el
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El documento discute los enfoques proteccionista y abolicionista sobre el trabajo infantil. El enfoque proteccionista, representado por IFEJANT y NATs, defiende el derecho de los niños a trabajar y que el trabajo no impide su educación. El enfoque abolicionista, promovido por el gobierno ecuatoriano, considera que el trabajo infantil perjudica el desarrollo integral de los niños y debe ser erradicado. La encuesta nacional sobre el trabajo infantil en Ecuador encontró que el 8,56% de los niños trabajan y el
El documento discute los enfoques proteccionista y abolicionista sobre el trabajo infantil. El enfoque proteccionista, representado por IFEJANT y NATs, defiende el derecho de los niños a trabajar y que el trabajo no impide su educación. El enfoque abolicionista, promovido por el gobierno ecuatoriano, considera que el trabajo infantil perjudica el desarrollo integral de los niños y debe ser erradicado. La encuesta nacional sobre el trabajo infantil en Ecuador encontró que el 8,56% de los niños trabajan y el
El documento discute los enfoques proteccionista y abolicionista sobre el trabajo infantil. El enfoque proteccionista, representado por IFEJANT y NATs, defiende el derecho de los niños a trabajar y que el trabajo no impide su educación. El enfoque abolicionista, promovido por el gobierno ecuatoriano, considera que el trabajo infantil perjudica el desarrollo integral de los niños y debe ser erradicado. La encuesta nacional sobre el trabajo infantil en Ecuador encontró que el 8,56% de los niños trabajan y el
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LOS DERECHOS LABORALES Y PROTECCIÓN DE MENORES (PRIMERA
ENCUESTA NACIONAL DE TRABAJO INFANTIL)
1. Introducción El trabajo infantil actualmente es un fenómeno social común que contrapone el cumplimiento de los derechos de niños, niñas y adolescentes, siendo el principal problema las condiciones económicas de un país que tiene deficiencia en la prestación de servicios para este grupo prioritario, este tema es un claro efecto de un Estado y una sociedad que no ha sido capaz de garantizar a los niños y niñas una vida plena en donde los derechos sean fundamentales y se mantenga la condición de ser niño. De esta manera la sociedad y el Estado se convierten en actores fundamentales para propiciar espacios de protección especial y de oportunidades, para que el niño o niña pueda desarrollarse física, mental, moral, espiritual y socialmente de forma saludable y normal, así como en condiciones de libertad y dignidad. Los niños y niñas debe ser protegidos contra toda forma de abandono, crueldad y explotación tal cual lo establece el Código de la Niñez y Adolescencia en su Art. 81.- Derecho a la protección contra la explotación laboral.- Los niños, niñas y adolescentes tienen derecho a que el estado, la sociedad y la familia les protejan contra la explotación laboral y económica y cualquier forma de esclavitud, servidumbre, trabajo forzoso o nocivo para su salud, su desarrollo físico, mental, espiritual, moral o social, o que pueda entorpecer el ejercicio de su derecho a la educación (…). Así mismo el Plan Nacional Decenal de Protección Integral a la Niñez y Adolescencia menciona que: El estado y la sociedad deben elaborar y ejecutar políticas, planes, programas y medidas de protección tendientes a erradicar el trabajo de los niños, niñas y de los adolescentes que no han cumplido quince años y la familia debe contribuir al logro de este objetivo. De esta manera el trabajo infantil afecta al desarrollo social, escolar, y cultural de los niños y niñas. La Constitución prioriza el desarrollo integral de los niños y adolescentes y asegura el pleno ejercicio de sus derechos, a los que concede primacía sobre los demás; a la vez, destaca la aplicación del principio del interés superior de los niños. Determina varios derechos reconocidos a los niños y adolescentes, tales como la vida, desde su concepción, la integridad, la identidad, nombre y ciudadanía, la salud y nutrición, educación y cultura, la seguridad social, tener una familia, la participación, entre otros. La consideración de vulnerabilidad que lleva a establecer constitucionalmente normas de protección a la niñez y adolescencia ecuatoriana, tiene fundamentos de carácter biológico - social, pues se trata de un amplísimo grupo de la sociedad que se encuentra en pleno desarrollo físico e intelectual al que debe brindarse todas las condiciones propicias para su formación como futuros hombres y mujeres que se incorporarán a la población económicamente activa, como soporte del desarrollo integral de la sociedad. En este sentido existen dos grandes limitaciones en el ámbito del derecho laboral: el socioeconómico y el familiar, el derecho laboral establece las normas con las que se pretende que este mal necesario que es el trabajo de los niños, se lleve a cabo de la mejor manera. En el presente análisis se exponen distintas visiones en relación a la problemática a nivel nacional e internacional, el enfoque proteccionista en contraposición al enfoque abolicionista o erradicacionista que es promovido por el Estado ecuatoriano. 2. Desarrollo. En los últimos años en varios países incluido Ecuador se han implementado grandes campañas para erradicar el trabajo infantil con el apoyo de la Organización Internacional del Trabajo, UNICEF y otras instituciones tanto públicas como privadas. El enfoque proteccionista del trabajo infantil es una postura que se encuentra liderada a nivel mundial por el Instituto de Formación para Educadores de Jóvenes, Adolescentes y Niños Trabajadores de América Latina y el Caribe (IFEJANT), y los Niños/as y Adolescentes Trabajadores (NATs). El IFEJANT apoya y promueve el derecho de los niños, niñas y adolescentes a trabajar. Y entiende el trabajo infantil como una noción muy amplia en donde existe una gran variedad de labores y no deben limitarse solo a actividades remuneradas, en donde también se toman en cuenta los patrones culturales del lugar al que pertenecen. Por su parte los NATs, una organización de trabajadores y trabajadoras infantiles, apoyada por personas adultas, pero liderada por los propios niños y niñas que conforman la organización, defienden el derecho de los niños, niñas y adolescentes a trabajar. La visión universal difundida por organismos como OIT y UNICEF sobre la infancia como la etapa privilegiada e inocente no es compartida por los miembros de IFEJANT, quienes consideran que el niño, niña o adolescente es alguien capaz de pensar, opinar y tomar decisiones sobre su vida, sobre lo que quiere y no quiere hacer, como la opción de realizar actividades laborales. Los NATs recalcan que están en contra de cualquier forma de explotación laboral infantil, pero para que no se presente tal explotación se deben garantizar los derechos laborales, porque las niñas y niños necesitan trabajar para subsistir. Esto significa que su mano de obra debe ser valorada como actividad generadora de ingresos económicos. Finalmente, este enfoque considera que los niños y niñas trabajadoras poseen una gran madurez con relación a su edad, pues muchos han tomado la decisión de trabajar y lo único que piden es ayuda para seguir con sus estudios ya que piensan que el trabajo no impide su educación. De esta manera se reconocen los aspectos positivos a la sociedad como la cooperación y generación de ingresos económicos. En lo que respecta al enfoque abolicionista o erradicacionista, existe la visión del trabajo infantil como un verdadero estancamiento al desarrollo, que acrecienta las desigualdades sociales y provoca consecuencias físicas, intelectuales, morales y psicológicas a los niños, niñas y adolescentes, siendo representada dicha postura en Ecuador por el Gobierno actual, a través de la ratificación de convenios internacionales con la OIT y UNICEF para erradicar el trabajo infantil y mejorar las condiciones laborales de los casos existentes. El trabajo infantil puede tener efectos negativos, ya que provoca un deterioro del desarrollo de los niños, niñas y adolescentes debido a que sustituyen la escuela y recreación por trabajo. Por lo que se considera que las actividades realizadas exceden sus capacidades físicas, lo que repercute en su salud, así como también implican un riesgo moral y psicológico. Este enfoque propone que la existencia del trabajo infantil es causada por el factor de pobreza, determinado por los bajos ingresos económicos a la familia, de la misma manera considera que el niño o adolescente no debe trabajar porque no puede ser encargado de cubrir las necesidades de la familia. En este contexto, esta visión erradicacionista bajo ningún concepto permite el trabajo infantil porque esta situación no permite su desarrollo integral, pues la mayoría de veces los recursos obtenidos del trabajo no son utilizados en beneficio del niño, niña o adolescente. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) considera al abuso laboral como explotación infantil, ya que no tienen contrato de trabajo, sueldo base, ni prestación alguna; no obstante, son obligados por los empleadores a cumplir requisitos formales como si fueran trabajadores asalariados; cubren horarios, cumplen responsabilidades y hasta son castigados si infringen las reglas, obligándolos a desempeñar tareas que corresponden a un trabajador adulto que sí recibe sueldo y demás prestaciones. La naturaleza del trabajo que realizan los niño/as y adolescentes es lo que determina si su participación laboral tiene efectos adversos para su salud, educación o desarrollo, y no el simple hecho de trabajar, el problema radica en el trabajo que pone en riesgo el desarrollo físico, emocional y moral de los niños/as y adolescentes así como aquel que afecta la educación y su adquisición de las destrezas necesarias para su vida ya que la interferencia a la educación limita las oportunidades futuras de empleo y movilidad social. La Primera Encuesta Nacional de Trabajo Infantil separa tres tipos de ítems de estudio: trabajo infantil, trabajo peligroso y tareas domésticas, de esta manera en Ecuador el 8,56% del total de encuestados realiza trabajo infantil, cuya mayor participación es para los hombres (62,8%), de este grupo el 75,1% asiste a clases, mientras que a nivel provincial Cotopaxi es la provincia con mayor número de niños que trabajan (25,1%) seguido de Bolívar con 22,2%, las provincias de la región Sierra central y sur son las de mayor incidencia de esta condición, mientras que Manabí es la provincia que registra el menor porcentaje de trabajo infantil con el 4,4% de su población; el 60,4% de los niños/as y adolescentes que trabajan lo hace por ayudar económicamente a su hogar, mientras que al 16,5% no le interesa la educación, entre las tareas del hogar o domésticas tenemos el nivel más bajo con un 13,5% del total de niños/as y adolescentes que las realizan, de estos el 32,4% son hombres frente al 67,6% son mujeres dedicándose al arreglo de casa. Así mismo un dato alarmante es que el 56% de niños, niñas y adolescentes encuestados realizan alguna actividad considerada como peligrosa, consecuentemente dicha actividad recae en el plano de la prohibición. En este contexto un dato más específico que arroja la encuesta es que del total de menores que laboran en un trabajo peligroso, el 66,2 % son niños y el 33,8 % son niñas. Uno de los aportes más importantes de la ENTI (Encuesta Nacional de Trabajo Infantil) es evidenciar esta última modalidad del trabajo infantil, que ha permanecido invisibilizada y que afecta en especial a miles de niñas y adolescentes mujeres. A nivel mundial, se están realizando esfuerzos para posicionar en la agenda social de los países la problemática del trabajo infantil doméstico y sus consecuencias. En este sentido la ENTI es una muestra del interés del Gobierno Nacional en alinearse a los esfuerzos regionales y mundiales para erradicar definitivamente el trabajo infantil. Desde 2007, los avances sobre prevención y erradicación del trabajo infantil se han conseguido a través de los esfuerzos coordinados de los Ministerios de Relaciones Laborales, de Inclusión Económica y Social, de Educación, de Salud, el Consejo Nacional de la Niñez y la Adolescencia y el Ministerio Coordinador de Desarrollo Social. Parte de una formulación estratégica y focalizada de la política pública fue la coordinación con el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC), y las instituciones que conforman la Mesa Nacional Político – Técnica de Erradicación del Trabajo Infantil, para la realización de esta Encuesta. 3. Conclusiones. Como resultado de este proceso investigativo se puede concluir que el trabajo infantil, es una problemática visible que ha permanecido presente desde hace varios años en el territorio ecuatoriano, afectando a un porcentaje relevante de niños, niñas o adolescentes trabajadores de familias vulnerables. Mediante la exploración de la información existente sobre el fenómeno social de trabajo infantil se ha identificado que esta situación responde a situaciones de pobreza en sus hogares, se asocia la falta de oportunidades y de ingresos insuficientes, la desigualdad social y problemas estructurales sin dejar de lado los patrones culturales y sociales que le otorgan un valor positivo al trabajo infantil y le ven como mecanismo de socialización, formación y transmisión de valores y reproducción de buenas costumbres. Existen normativas internacionales y nacionales que protegen a niños, niñas y adolescentes en situación de trabajo infantil y están orientadas a eliminar este problema social por los efectos desfavorables en el desarrollo integral de esta población. También existen programas, proyectos y acciones concretas a nivel del país y a nivel local que desarrollan organizaciones públicas y privadas para prevenir y erradicar el trabajo infantil. El Estado como ente rector ha establecido lineamientos para enfrentar esta problemática y abolir este fenómeno. La actuación de profesionales de Trabajo Social es de gran relevancia en la intervención de esta problemática, en la Norma Técnica que aplican los Centros de Prevención y Erradicación del Trabajo infantil, Trabajo Social tiene un rol protagónico en el abordaje del niño, niña o adolescente trabajador, a su familia y la comunidad, actúa como un agente de cambio articulando a las familias con otros servicios que brinda el Estado que les conduzca a superar el estado de pobreza, para lo cual maneja guías, técnicas y herramientas metodológicas apropiadas. A manera de conclusión sobre los enfoques de trabajo infantil, se puede decir que la visión proteccionista se argumenta en el reconocimiento de los beneficios del trabajo cuando se realiza dignamente y como un derecho de los niños y niñas, en rechazo a la visión abolicionista según la cual el trabajo infantil es un problema social que vulnera los derechos de los niños, niñas y adolescentes que a largo plazo limitan su futuro por dar prioridad al trabajo y no a la educación. Referencias A Acosta, J. Palacios, E. Castañeda. (2009). Protección de la primera infancia: abuso, violencia, abandono, niños de la calle, explotación laboral. José Dávalos. (2001). Derechos de los Menores Trabajadores. Juan Ponce y Fander Falconí. (2011). El Trabajo Infantil en Ecuador. Recuperado de https://www.unicef.org/ecuador/ART._Libro_trabajo_infantil_en_Ecuador_Layout_1_Pa rte1.pdf Secretaría Técnica Plan Toda Una Vida. (2012). Primera Encuesta Nacional de Trabajo Infantil. Recuperado de https://www.todaunavida.gob.ec/se-presentaran-los-resultados-de- la-primera-encuesta-nacional-de-trabajo-infantil/ Instituto Nacional de Estadística y Censos INEC. Encuesta Nacional de Trabajo Infantil 2012. https://www.inclusion.gob.ec/ecuador-disminuyo-el-trabajo-infantil-en-11-en-6-anos/