A TODO VAPOR (Autoguardado)
A TODO VAPOR (Autoguardado)
A TODO VAPOR (Autoguardado)
A todo vapor
Universidad de Córdoba.
Departamento de Ingeniería Industrial.
Administración.
A TODO VAPOR
“A todo vapor” relata cómo la visión se convierte en un propósito tanto personal como laboral y
de cómo un líder entusiasta, que tiene en cuenta cada miembro de la estructura organizacional y
con una visión clara puede influenciar en cada paso hacia el éxito en la organización, un líder que
sepa hacia dónde se va, hacia dónde se quiere llegar y qué sirve de guía para llegar, que indique los
caminos a seguir para llegar a la meta, es decir, establecer una visión clara, llena de sueños y de
grandes expectativas que permita conocer la importancia de implementarla y del éxito que ésta
representa. Así, una visión seductora se convertirá en un tema complejo a nivel personal y
empresarial de la cual dependen gran parte de los triunfos y de que se avance a todo vapor. Cada
paso que el ser humano da tiene una intensión, un objetivo o meta y algunas personas cuando
comprueban que no han sido capaces de alcanzar sus objetivos atribuyen esta “falta de éxito” a la
mala suerte, a las circunstancias, la presión o el entorno en el que viven, pero en realidad ¿Qué
En ocasiones, la claridad que se tenga acerca de las cosas a las cuales se quiere llegar, tener o
ser, determina en gran medida el logro efectivo de las mismas. Muchas veces las personas al no
saber qué es justamente lo que quieren lograr, pasan sus vidas preguntándose, por qué el éxito y el
triunfo no están de su lado. La mayor parte de las cosas buenas se obtienen de los esfuerzos
acumulados, por eso debe siempre buscarse lo admirable; cambiar la realidad en la que casi
siempre el ser humano está sumergido cuando sabe cuál es su meta, pero que por alguna razón se
Cuando el enfoque está en cumplir los objetivos o metas para los cuales fueron establecidos,
pero en la búsqueda de éstos se olvida de la realidad del hoy y va por el camino sin tener en cuenta
los errores, peligros y perturbaciones que se generen al llevar a cabo una decisión, no hay una
fuerza que motive a que se cumpla lo previamente planeado y por ende cuando ha llegado el
momento en el futuro no tiene nada de lo que había planeado; en pocas palabras se concentra
fijamente en planificar el mañana, dejando de lado situaciones del presente que realmente podrían
edificar dicho futuro. Por eso, para remediar esta falta hay que vivir en la realidad de cada cosa, en
vivir cada cosa en su momento, un paso a la vez; no intentar correr sin ni siquiera haber aprendido
a pararse. De acuerdo a esto, se debe iniciar con un propósito que contenga los elementos para
saber por qué existe y para que está en el mundo, reconociendo realmente cual es el negocio,
además de tener en cuenta una visión que sea realmente seductora, como lo llama Ken Blanchard,
para lo cual hay que tener en cuenta varios aspectos importantes, como los son: el propósito, los
En primer lugar, considerar que para emprender una visión hay que fijarse propósitos claros,
hacia dónde va la empresa, cuál es su razón de ser, su misión; y que a su vez vayan encaminados al
puede llegar al fracaso. El establecimiento del propósito debe decir el por qué existe, tener un
compromiso con el cliente, debe ser creado desde la perspectiva de éste, lo que espera de la
empresa, ya que no hay empresa sin quien esté dispuesto a obtener cierto producto o servicio, estar
acorde a la misión y a su manera de actuar; asimismo dicho propósito debe compartirse con cada
miembro de la organización y hacerles ver como ellos contribuyen en llevarlo a cabo, de modo que
todos puedan concentrar los esfuerzos a fin de sustentarlo y de esta manera mantener un equilibrio
entre el éxito y la trascendencia que pueda tener la empresa de acuerdo a los propósitos.
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¡A todo vapor! De Ken Blanchard (Edición Norma- 2008)
Así mismo, los valores son la fuerza motriz detrás del propósito cuyo fin es dirigir los
comportamientos y decisiones; son ellos quienes califican la conducta humana y definen qué
acciones están correctas o incorrectas; son los “cimientos sobre los cuales se forman las actitudes y
directivas.”, si se hace una equivalencia con las empresas, se podría decir que los valores
organizacionales son los cimientos para construir actitudes y preferencias de las personas que
Mientras en la misión se tiene en cuenta el ¿por qué?, en lo valores de la empresa se debe incluir
y definir “cómo” se pretende llegar a lograr las metas propuestas, por lo cual es importante crear
una cultura empresarial que afiance el propósito de la organización, donde cada miembro se sienta
emocional con la empresa listándolos en el orden de importancia, así cada organización se hará
reconocer de acuerdo a sus valores más representativos y cuando los méritos personales coinciden
con los de la organización, hay más compromiso y más orgullo con respecto a ésta y la calidad del
trabajo mejora.
Por otro lado, la visión debe proyectarse, encaminarse y conducir a tener una imagen clara de
cada quien; tener una imagen del futuro contribuyendo a siempre recordar que se desea obtener,
una visualización de los resultados que se quieran cosechar y a no perderlos de vista bajo ninguna
creer y no detenerse ante nada hasta lograrlo; imaginar cómo se verá en un futuro próximo cuando
logre el propósito planteado. En cuanto a la organización, se debe ver la motivación por parte de
los empleados con la cual se proyecten al futuro y de esta manera los pasos a los que marche la
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Tomado de “ Desarrollo de las habilidades directivas” de David Whetten
empresa hayan sido con seguridad y firmeza porque hay una fuerza de voluntad inmensa, unidad y
Para concluir, no queda duda de que una visión ya sea personal u organizacional, debe ser
inspiradora y seductora como una estrategia de poder, en la que se pueda visualizar los propósitos,
donde se impliquen a otros en su formulación y sus ideas sean escuchadas, demostrando con
hechos por lo que se lucha día a día, tomándolo como la única vía para alcanzar los objetivos a
largo plazo y que a su vez se vea como una oportunidad de aprovechar esas fortalezas que tienen
y dedicarse a mejorar continuamente, solucionar imprevistos y nunca desenfocar la meta. Una vez
el equipo de trabajo de la empresa se compenetre con la visión gerencial, esta se fortalecerá, puesto
que los trabajadores entrarán a participar con sus propias visiones personales sin perder el enfoque
de la visión general, de la mano de los valores personales y corporativos y aquellas imágenes que
poseen en sus mentes acerca de su futuro, que lograrán materializar sin duda en importantes
aportes a la organización.
Referencias
Blanchard, K., & Stoner, J. (Reimpresión, 2008). ¡A todo vapor! México: Editorial Norma.
Correa, E. S. (s.f.). Los valores organizacionales.
Gonzales, J. M., Manrique, O., & Orlando, G. (s.f.). La visión gerencial como factor de
competitividad.