Estilos de Aprendizaje de Schmeck
Estilos de Aprendizaje de Schmeck
Estilos de Aprendizaje de Schmeck
Unidad Temática Nº 1
Inventario de Estilos de Aprendizaje
Para muchos países en el mundo, el fin del siglo XX y el comienzo del nuevo
milenio ha trascendido como un período de grandes y significativas
transformaciones en el ámbito educacional, como resultado del continuo proceso
de perfeccionamiento que en los últimos tiempos ha vivido la escuela
contemporánea. Conscientes cada día más del papel de ésta como institución
social encargada de conducir a la formación y desarrollo integral de las futuras
generaciones, los pedagogos de principios del siglo XXI nos mostramos
sensibilizados como nunca antes, con la idea de considerar al estudiante como
polo activo del proceso de enseñanza- aprendizaje, conociendo de antemano que
cualquier intento por perfeccionar la enseñanza en aras de lograr mayor
efectividad en la misma, tiene que transitar irremediablemente por una mejor,
más clara y exhaustiva comprensión del aprendizaje, y de lo que va a ser
aprendido (Valcárcel & Verdú, 1996; Rodgers, 2000; Hernández, 2001).
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Por su parte R. Oxford (1993) apunta que “los estilos y estrategias de aprendizaje
sobresalen entre las variables más importantes que influyen en la actuación de
los estudiantes, por lo que se hace necesario continuar la investigación en este
sentido para determinar el papel exacto de los estilos y estrategias, pero incluso
en este nivel de comprensión podemos afirmar que los profesores necesitan
concientizarse más, tanto con los estilos como las estrategias. Los profesores
pueden ayudar a sus estudiantes concibiendo una instrucción que responda a las
necesidades de la persona con diferentes preferencias estilísticas y enseñándoles
a la vez como mejorar sus estrategias de aprendizaje”.
Con el auge de las psicologías cognitivista y humanista en otros campos del saber
y en particular la educación, los estudios desarrollados sobre los estilos cognitivos
pronto encontraron eco entre los pedagogos, principalmente en países como
Estados Unidos, donde desde los años 60 venía generándose un amplio
movimiento de reformas curriculares que clamaban por transformaciones
cualitativas en el sector, con vistas a la renovación de las metodologías
tradicionales y el rescate del alumno como polo activo del proceso de enseñanza-
aprendizaje. Sin embargo, y a diferencia de los teóricos de la personalidad, los
psicólogos de la educación, en lugar del término estilo cognitivo, comenzaron en
muchos casos a hacer uso del término estilo de aprendizaje, explicativo del
carácter multidimensional del proceso de adquisición de conocimientos en el
contexto escolar. Ello a la vez derivó en una amplia diversidad de definiciones,
clasificaciones e instrumentos de diagnóstico, conformadores de los más disímiles
enfoques y modelos teóricos con relación al objeto-problema en cuestión.
Así por ejemplo, mientras para autores como R. Dunn, K. Dunn y G. Price (1979),
los estilos de aprendizaje resultan ser “la manera en que los estímulos básicos
afectan a la habilidad de una persona para absorber y retener la información”,
para otros como Gregory (1979), estos representan “los comportamientos
distintivos que sirven como indicadores de cómo una persona aprende y se
adapta a su ambiente”.
Sin dudas y como afirma Curry (1983), uno de los obstáculos más importantes
para el desarrollo y aplicación de la teoría de los estilos de aprendizaje en la
práctica educativa es la confusión que provoca la diversidad de definiciones que
rodean al término, a lo cual se suma la heterogeneidad de clasificaciones que
abundan en el mundo con relación a los estilos de aprendizaje.
Según las vías Auditivos, Visuales, Reid (1984); Dunn, Dunn and Prince
de percibir la Táctiles/ Kinestésicos (1989); O'Brien(1990); Oxford (1993);
información Kinsella (1993)
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(Canales de
aprendizaje)
Visuales, Verbales Felder & Henríquez (1995)
Concretos, Abstractos Gregorc (1982); Kolb (1984); McCarthy
(1987)
Sensoriales, Intuitivos Jung (1971); Myers & Myers (1980);
Myers & McCaulley (1985); Laurence
(1993); Felder & Henríquez (1995)
Precisamente, sobre la base de las investigaciones neurológicas, en los últimos años ha visto la
luz en el mundo un interesante enfoque para el estudio de los estilos de aprendizaje: el enfoque
de la mente bilateral, fundamento básico del llamado "arte de aprender con todo el cerebro".
Para los seguidores del enfoque de la mente bilateral en la educación, las investigaciones
acerca del cerebro muestran evidencias que:
1. Las dos partes del cerebro captan y transforman la realidad (información,
experiencia) de manera diferente.
Sobre la base de estas características, autores como Linda VerLee Williams han
propuesto clasificar los estudiantes en predominantemente
sinistrohemisféricos (left- brained), si se distinguen por ser eminentemente
verbales; resolver los problemas de forma secuencial; procesar la información
paso a paso, dato a dato, en forma lineal y causal; preferir la conversación y la
escritura; poseer un pensamiento que sigue una lógica explícita; y los
predominantemente dextrohemisféricos (right- brained), los que tienden a
ser menos verbales; a resolver problemas intuitivamente; preferir imágenes y
dibujos; procesar holísticamente muchos datos a la vez, en forma simultánea, no
lineal ni causal.
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En tal sentido Kolb plantea, que las personas pueden captar la información o la
experiencia a través de dos vías básicas: la concreta, llamada por él experiencia
concreta y la abstracta, denominada conceptualización abstracta.
Para Schmeck y sus seguidores (Rojas G. & Quesada R., 1992), la escuela ha de
preocuparse de manera efectiva de las estrategias de aprendizaje y de
pensamiento, es decir, orientarse al qué y cómo aprenden los estudiantes, y
también suplir el uso del enfoque tradicional por uno cualitativo, que le permita al
estudiante a partir del enriquecimiento de sus estructuras cognoscitivas,
desarrollar estrategias y un estilo de aprendizaje de alto nivel.
¿Como concebir didácticamente una enseñanza que tome en cuenta los estilos de
aprendizaje?
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Al respecto consideramos que cualquier propuesta didáctica que pretenda tomar
en cuenta los estilos de aprendizaje debe ante todo partir por distinguir el
carácter rector de la enseñanza con relación al desarrollo psíquico,
considerándolo como fuente de ese desarrollo.
Enseñar es pues, guiar, estimular a los estudiantes a que reflexionen sobre cómo
aprenden en sentido general; es atender la diversidad en términos de estilos de
aprendizaje, reconocer a decir de G. Fariñas (1995) “el carácter irrepetible de la
persona, que cada uno de nuestros alumnos tiene una forma propia de aprender,
un potencial singular de desarrollo, de naturaleza eminentemente motivacional
en la que inciden significativamente las preferencias personales”. Un aspecto
importante dentro del proceso de enseñanza consistiría de esta forma, en valorar
las formas preferidas de los estudiantes aprender, para poder asegurar así la
variedad de métodos, procedimientos de enseñanza y aprendizaje, medios,
formas de organizar el espacio, y de evaluar, que propicien el interés, la
participación e implicación personal de los estudiantes en las tareas de
aprendizaje, y el desarrollo de sus potencialidades.
Proceso de enseñanza-
aprendizaje desarrollador
A
modo de conclusiones
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Contribuir al desarrollo integral de la personalidad del
PROBLEMA niño o joven con vistas a potenciar su participación activa