El Biogás
El Biogás
El Biogás
a) Definición.
El biogás es una de las fuentes alternativas más utilizadas para la producción de energía renovable. Es el resultado de la
descomposición en la ausencia de oxígeno (un proceso llamado digestión anaerobia) de varias sustancias orgánicas, por una
gran cantidad de bacterias.
La energía contenida en los enlaces químicos se libera y se almacena principalmente en el metano (CH 4), que, junto con el
dióxido de carbono (CO2) es el principal componente del biogás a continuación. Las otras sustancias, presentes en porcentajes
más bajos, son monóxido de carbono, nitrógeno, hidrógeno, sulfuro de hidrógeno.
El biogás tiene un alto valor calorífico y se puede convertir en electricidad y calor. La fermentación permanece se llama
digestato, que es un material líquido totalmente inodoro con un alto valor agronómico, con características mejoradas en
comparación con el material de partida.
El biogás se identifica por la UE entre las fuentes de energía renovables no fósiles que pueden proporcionar no sólo la energía
autosuficiente, sino también la reducción gradual de la situación actual de la contaminación del aire y por lo tanto el efecto
invernadero.
las hidrolíticas, que producen ácido acético, compuestos mono carbonados, ácidos grasos y otros compuestos policarbonatos.
las homoacetogénicas, que pueden convertir una cantidad considerable de compuestos carbonados en ácido acético.
las metanogénicas, productoras del gas metano, principal componente del biogás.
El biogás de digestor es sobradamente conocido fuera y dentro de nuestras fronteras. En nuestro país ha alcanzado ya un alto grado
de madurez en plantas de vertederos municipales y depuradoras de aguas, pero no ha sido así en el biogás por digestión
anaerobia utilizando productos agroindustriales. En Alemania, por ejemplo, tuvo un gran desarrollo empleando cultivos energéticos.
Sin embargo, en el caso español, el objetivo es utilizar residuos agroindustriales y ganaderos, sin descartar en un futuro abrir
el debate sobre el empleo de cultivos energéticos. Las ventajas que representa para el desarrollo sostenible son tanto
medioambientales como económicas. Por una parte, la eliminación de unos residuos potencialmente contaminantes de suelo
y aguas, que además algunos de ellos generan emisiones de gases de efecto invernadero, como puede ser el metano. Por otra
parte, sustituyen a combustibles fósiles evitando así las emisiones de CO2.
En cuanto a las ventajas económicas, aparte de una menor dependencia exterior energética, generan unos ingresos
adicionales además de puestos de trabajo en el área rural. Todo lo anterior son evidencias indiscutibles de las ventajas que
aportan las plantas de biogás al desarrollo sostenible.
A pesar de todo esto, el biogás nunca ha sido considerado en toda su potencialidad como fuente generadora de energía
renovable. En el PERÚ (2005 – 2010) ya se consideraba al biogás como una solución medioambiental y un subproducto, y
no una fuente generadora de energía renovable. Por tanto, una buena parte de la normativa que fue generándose
posteriormente, está condicionada por esa consideración, no favoreciendo su implantación en la medida que le
correspondería. Por ejemplo, no se le asignó un cupo propio, sino que está incluido dentro del genérico para biogás, que
también incluye al de vertederos, por lo que dada las dimensiones de estos últimos se puede llegar a agotar el cupo sin que
haya apenas plantas de biogás de digestor.
d) Plantas de biogás
Una planta de biogás es una instalación donde se produce de forma acelerada el ciclo natural de descomposición. Se reciben
materias orgánicas, deyecciones orgánicas un 70% y subproductos agrícolas y/o residuos industriales un 30%, que se
mezclan y son conducidos hacia los digestores. Dentro de estos grandes recipientes cerrados, sin aire del exterior y con
condiciones óptimas de temperatura, es donde las bacterias actúan. Se produce una digestión anaeróbica controlada o
descomposición de la materia orgánica. De aquí se obtiene biogás y un subproducto que es un buen biofertilizante para
aplicar en los campos. El biogás se utiliza como único combustible en unos equipos de cogeneración que transforman el
biogás en energía eléctrica y térmica de origen renovable.
Las plantas para la producción de biogás se pueden clasificar en:
Discontinuas o de Batch, estas son cargadas una vez y vaciadas por completo después de un tiempo de retención; el
abastecimiento continuo de gas con estas plantas se logra con depósitos de gas o con varios digestores funcionando a la vez.
Continuas, estas se cargan y descargan en forma periódica, por lo general diariamente, el material de fermentación debe ser
fluido y uniforme.
Las plantas continuas son apropiadas para viviendas rurales donde el mantenimiento necesario se integra en el día a día y la
producción de gas es mayor y uniforme. Tienen la ventaja de adaptarse al uso industrial, por ejemplo, en criaderos donde se
deben tratar grandes cantidades de estiércol y en donde no importa tanto la producción de gas como el tratamiento de la
patogenidad de estos desechos. También son propicias para la automatización.
Entre las instalaciones más sencillas podemos encontrar las de cúpulas fijas y las de campana flotante. Estas últimas tienen la
ventaja de soportar fluctuaciones en el consumo de gas manteniendo la presión constante.
Biocombustibles de segunda generación.
Son combustibles producidos a partir de materias primas que no son fuentes alimenticias, para lo cual se utilizan tecnologías
que todavía están en etapas de investigación y desarrollo y con costos de producción aún muy elevados. Los combustibles de
segunda generación serán una alternativa muy efectiva para reemplazar a los combustibles fósiles sin utilizar cultivos
alimenticios. Ayudarán a combatir un problema que nos incumbe y preocupa a todos, como es el calentamiento global.
El etanol se puede producir a partir de celulosa. El proceso consiste en convertir la celulosa, que puede provenir de pastos
perennes, restos de cosechas, tallos de maíz, bagazo de caña, árboles de rápido crecimiento, residuos orgánicos municipales y
de casi cualquier otro material orgánico, en azúcares, para lo cual se utilizan enzimas de alta tecnología y se fermentan los
azúcares, de lo cual resulta el etanol.
Por otra parte, se puede producir biodiesel a partir de algas con un alto contenido de lípidos (aceites), para lo cual existen
especies y tecnologías apropiadas. El aceite extraído de las algas se puede transformar en biodiesel, mediante el proceso de
transesterificación. Se estima que con las tecnologías actuales de una hectárea de algas anualmente se pueden obtener más de
20 000 litros de biocombustible, rendimiento que seguirá mejorando conforme se perfeccionen las tecnologías.
La producción de combustibles líquidos a partir de biomasa, o sea "biocombustibles", como alternativa a los combustibles
producidos a partir de petróleo, está actualmente creciendo con una enorme dinámica en muchas regiones del mundo. Esta
dinámica tiene sobre todo dos razones: por un lado, los precios del petróleo cada vez más altos, y por el otro lado la promoción
de los biocombustibles motivada principalmente por razones políticas, medioambientales y Sociales.
c) Ventajas de la biomasa:
Así, la biomasa resulta una fuente de energía renovable más barata, segura y eficiente, con menos emisiones y
que contribuye al mantenimiento de los bosques o al reciclaje de residuos agrícolas.
No hay que olvidar que esta materia orgánica ha de obtenerse de forma controlada y sostenible.
d) ¿Qué factores benefician a la biomasa?
El empleo de la biomasa como fuente alternativa de energía limpia se ha visto considerablemente ayudado por una serie
de factores:
- El cambio climático
Por estas razones son muchos los países que optan por hacer uso de centrales de biomasa, siendo Europa el principal foco de
actuación con las cinco centrales más grandes del mundo en Inglaterra, Polonia y tres en Finlandia.