Confesion
Confesion
Confesion
«El indicio o indicios con que ha de adminicularse la confesión judicial del procesado para
que haga prueba en contra de él, han de resultar de hechos existentes por sí, y
comprobados jurídicamente, y nunca extraños a los autos... (S. 8-2-1907. M. 1907. T. II.P.
164. Manrique Pacanins).
«... no constituye indicios 'aquella franqueza exagerada de G... al confesar autor del
fratricidio', y tampoco tiene valor indicial, la expresión dubitativa 'de que las dimensiones
de la herida que causó la muerte a R... concuerdan en cierto modo, con las dimensiones
del puñal que corre diseñado en el proceso» (S. 27-05- 1908. M. 1909. T. I, p. 474.
Manrique Pacanins).
«Una de las condiciones…para que la confesión haga prueba es la de que haya en los
autos, 'algún indicio o presunción' por lo menos, contra el reo,... no exige pluralidad de indicios
o presunciones sino que basta que haya uno solo de ellos» (S. 9-8-1955.Corte de
Casación. Sala Penal. G.F.2a. E. N° 9. 1955, p. 205).
Los indicios para adminicular a la confesión pueden resultar de una prueba directa
o indirecta
«La ley no requiere que los indicios para completar la prueba de confesión resulten de las
declaraciones de testigos presenciales. Tales indicios (hasta uno solo según la regla
establecida en el artículo 247, circunstancia tercera, del CEC) pueden resultar de una
prueba directa o indirecta en relación con la comisión del delito» (S .1-10- 1956. Corte de
Casación. Sala Penal. G.F. 2a. Etapa N° 14 1956 ~ p. 13).
Más de un indicio adminiculable a la confesión
«...la confesión es una misma aunque se haya rendido en distintas oportunidades, y por
tanto no puede contener a la vez la prueba directa que emana de la declaración del reo, y
la indirecta o indiciaria...» (S. 4-7-1944. Sala Penal. Memoria 1945, p. 157).
CONFESIÓN
Concepto
«Para que exista confesión es preciso que el reo al declararse autor del hecho delictivo
que se le imputa, lo haga en términos precisos, que no den lugar a ningún género de
duda acerca de la voluntad de arrojar sobre sí todo el peso de las consecuencias jurídicas
que su declaración puedan aparejar» (S. noviembre 14, 1931. M. 1932, p. 348, Machado).
«...no toda declaración rendida por el reo debe calificarse de confesión, la cual no es más
sino el reconocimiento libremente hecho por un individuo, de ser él el autor del hecho
delictuoso que se persigue, o de haber colaborado, de alguna manera eficaz, en la
ejecución de tal hecho,...» (S. Febrero 3,1936. M. 1937, T. II. p. 11, Machado).
«...confesión la declaración rendida por el reo que contenga el libre reconocimiento de ser
el autor del hecho delictuoso que se averigua, o de haber colaborado de una manera
eficaz, material o inte- lectualmente, en la ejecución de tal hecho» (S. julio 18,1949. GF
N°. 2, p. 340, Machado). «Confesar es... aceptar la imputación... aceptar la relación de
causalidad entre el delito y la acción...indubitada... debe surgir claramente de la
intención... de aceptar la participación en el hecho y sus consecuencias» (S. 26 junio,
1957)» S. 18 -7-73. GF 81, 3E. p. 352. Díaz Chacón, n. 253).
«La confesión del reo así en lo civil como en lo penal es la prueba por excelencia, la que
ofrece más seguridad para los fallos de la justicia, disminuyendo a límites extremos la
posibilidad de algún error porque casi siempre contiene la verdad cuando hecha en pleno
uso de las facultades mentales y sin apremios, perjudica a quien la ofrece; sin embargo,
nuestro legislador en su afán de garantizar al presunto culpable del delito no considera
suficiente su confesión exigiendo además algún indicio o presunción cuando menos» (S.
julio 4, 1914. M. 1945, T.II. p.155. Machado).
CONFESIÓN CALIFICADA
«...confesión calificada es aquella en que el enjuiciado, a la vez que afirma la verdad del
hecho que se le imputa, se excepciona añadiéndole circunstancias que modifican,
desvirtúan o destruyen su naturaleza jurídica» (S. febrero 13, 1937. M. 1938. T.II, p. 26.
Machado. S. 8-4-1954. Corte de Casación. Sala Penal).
«...confesión puede recaer sobre un hecho circunstancial siempre que... sea personal del
que confiesa y tenga alguna relación con el hecho principal,... autoriza al juez en caso de
la confesión... calificada a desechar la excepción de hecho... a su juicio y por los
fundamentos que deberá expresar,... sea falsa...según las demás pruebas... (S. enero
10,1914, M. 1915, p. 222. Manrique Pacanins).
«Alega el reo que su confesión es calificada... e invoca la definición dada por la Corte
Federal y de Casación...lo que ha tratado de desvirtuar el reo, no es el hecho mismo que
se le imputa sino su confesión sobre la comisión del delito... la cual no es confesión cali-
ficada y el problema jurídico se reduce a si hay o no dicha prueba plena contra la
confesión ...dicha prueba plena no existe... su con- festón queda en pie y es
perfectamente adminiculable con los demás indicios del proceso...» (S. 6-7-1955. Corte
de Casación. Sala Penal, G.F. 2a. Etapa N° 9. 1955, p. 12).
CONFESIÓN COMPLEJA
«...aquella que a más del hecho doloso contiene otro u otros hechos distintos conexos o
no conexos con el delito, pero que también han sido opuestos como descargo de la
responsabilidad del procesado. Esta confesión para los efectos de la prueba, es como la
anterior, indivisible, porque nuestro código no hace distingos al respecto;... el
juez...puede, como en el caso de la confesión calificada, desecharla igualmente en todo o
en parte, cuando sea falsa o inverosímil...» (S. enero, 1931.M. 1945. T. II, p. 29. Ma-
chado).
CONFESIÓN EXTRAJUDICIAL
«...emitida oralmente o por escrito, ante personas fuera del proceso» (S. 6-10- 1960. GF
30, 2E p.42. Díaz Chacón, n. 260).
«Cuando el artículo 248 (del CEC) habla de la confesión extra- judicial y la rendida ante
las autoridades de Policía Judicial se refiere a la confesión que no es ante el Tribunal»
(S.4-3-1969. Repertorio Forense, Tomo II, p. 410).
Confesión procesal y confesión extraprocesal (Confesión rendida ante la policía
judicial también puede ser calificada)
«...confesión... ante la Policía Técnica Judicial requiere para hacer plena prueba que se le
adminiculen por lo menos otra presunción; y la confesión contenida en la indagatoria
igualmente requiere otra presunción con la cual adminicularla para formar la plena prueba
. . . confesión extrajudicial como la rendida ante las autoridades de Policía Judicial,...
puede ser también calificada, por lo que al sentenciador no le es dado desecharla sino
cuando ella resulta falsa o inverosímil según las demás pruebas que arrojen los autos»
(S.19-01-1967 Repertorio Forense, Tomo II, p. 296 TD).
Probada en autos
«...para que un dicho del reo pueda tomarse como confesión extrajudicial, es necesario
que esté probado en autos, como se requiere, en general, con todos los hechos jurídicos
de los cuales se pretende deducir presunciones» (S. 13-6-1908. M.1909, T. I, p. 505.
García Iturbe, p.165).
«...comprobado en autos las declaraciones del Jefe Civil, y agentes de policía,... les
confesó ser el autor de la herida inferida a X...aceptar la confesión extrajudicial del reo,...
encontraron (los jueces) que estaba comprobada, y que en ella concurrían las cir-
cunstancias legales para ello» (S. diciembre 2 de 1918. M. 1919, p. 386, Manrique
Pacanins).
Confesión extrajudicial probada con un testigo referencial no será considerada si
no es corroborada
«...probada la confesión extrajudicial con la declaración de un testigo que se refiere a
otro, sin que éste la haya corroborado, no obstante haber sido interrogado por los
particulares que el testigo de referencia ponía en boca de aquél.» (S. 2-6-1941. Corte de
Casación. Sala Penal. Memoria de la Corte Federal y de Casación, 1942, (T-II), pág. 174).
«...confesión plena...ante Policía Técnica Judicial requiere para hacer plena prueba que
se le adminiculen por lo menos, otra presunción,... puede ser también calificada...» (S. 19-
1-1967. Repertorio Forense, Tomo II, p. 296 TD).
CONFESIÓN JUDICIAL
NO ES CONFESIÓN
«...si de las actas procesales no resultase algún rastro de su paso por el crimen; alguna
presunción de su actuación en el hecho delictuoso, no debería ser tomada semejante
declaración como confesión en su contra, sino como un indicio más o menos grave en
contra suya, que podría ser destruido por una prueba plena admitida y evacuada
judicialmente» (S. octubre 5, 1939. M. 1940. T. II, p. 284, Machado).
«No existe en el derecho procesal penal confesiones implícitas» (S. 18 de junio de 1964.
GF. 44, 2E, p. 371. Día2 Chacón, p. 246).
«... confesión...no sirve para la comprobación del cuerpo del delito...» (S. 21-10-1953. GF.
2. p. 607. García Iturbe, p. 115).
«... si la comprobación del cuerpo del delito es requisito esencial para que la confesión
haga prueba en contra del reo, mal puede servir la misma confesión para comprobar el
cuerpo del delito, porque ello equivaldría a incurrir en un círculo vicioso que está muy
lejos del pensamiento del legislador, traducido en textos de ley muy claros y precisos. Así,
el artículo 115 del CEC establece los medios de averiguar y comprobar el cuerpo del
delito sin que entre ellos se encuentre la confesión» (S. 5-4-1954. Sala Penal. CSJ.
Copiador de sentencias).
«...en cuanto al valor de la confesión, ya que para que ésta surta sus efectos contra el
confesante es necesario como conditio sine qua non, que el cuerpo del delito esté
plenamente comprobado, prueba ésta que debe surgir de elementos distintos a la confe-
sión del procesado» (S. 17-10-1955. Sala Penal. G.F. 2a E. N° 10, pp. 4-50).
«La declaración del reo no tiene valor sino en lo que respecta a su culpabilidad, siempre
que el cuerpo del delito esté plenamente comprobado, o lo que es lo mismo, que al
extremo legal, necesario para la condenatoria, no puede establecerse con base en la
confesión,...» (S. 4 octubre de 1956, GF. 14, p. 41. García Iturbe, p. 118).
«El artículo 247 del CEC exige como presupuesto fundamental, para que la confesión
surta efecto contra el reo, que 'el cuerpo del respectivo delito esté plenamente
comprobado' lo que por argumento a contrario, excluye la posibilidad de que aquella
pueda servir para demostrar a la existencia del cuerpo del delito...» (S. 8-4-1958. Sala
Penal G.F: 2a. E. N.20, 1958, p. 28).
Características de la confesión
Las características son las señales, las marcas, los caracteres, que son parte
intrínseca de la confesión, sin las cuales no habría tal confesión. Ha sido la ley, la doctrina
y la jurisprudencia, las que han dado el perfil de lo que es una confesión, de cuál es su
carácter.
Precisión y concreción: Puede declarar todo lo que quiera, y todo el tiempo que
estime necesario, pero la aceptación de su autoría culpable tiene que ser precisa y
concreta. El Código de Enjuiciamiento Criminal de 1863 decía que debía ser «precisa y
categórica» y la Casación Venezolana ha dicho que sea «precisa y concreta». Que no
quede duda que está confesando.
Que alguien esté libre no quiere decir que no esté detenido, sino que su voluntad no está
influida por ningún tipo de coacción, sino que se encuentra en libre juego. Confiesa
porque verdaderamente tiene la intención de hacerlo. Si lo hace bajo coacción de
cualquier tipo, o por medio de preguntas sugestivas o capciosas, hipnotizado o
narcointerrogado, la confesión estará viciada. En ninguno de los casos anteriores, como
se analizará más adelante, es libre en su declaración, aunque se haya prestado
libremente a cualesquiera métodos. En sentencia de la Corte de Casación, en su Sala
Penal, el 26 de julio de 1954, se expresó que la circunstancia de que el reo se someta
voluntariamente al procedimiento del narcoanálisis no puede legitimarlo, porque al
hallarse aquél bajo los efectos de la droga respectiva, pierde la plena conciencia de sus
actos y procede entonces constreñido por la exploración psíquica y sin el goce de la
libertad absoluta, indispensable para que sus declaraciones tengan validez. Las de-
claraciones formuladas en esa situación carecen de libertad y se estima que el método
del narcoanálisis con fines procesales es contrario al precepto constitucional que
salvaguarda la seguridad del individuo.
El derogado Código de Enjuiciamiento Criminal (CEC) decía, en su artículo 194, que
«La declaración del indiciado se extenderá sin corrección alguna de lenguaje, en los
propios términos en que la hubiera expresado, y se le leerá o dejará leer lo que haya
dicho, bien para que ratifique lo expuesto, bien para que haga las observaciones que crea
necesarias, las cuales se pondrán en la misma declaración....». Por su parte, el artículo
132 del COPP, al referirse a la declaración del imputado, dice que «Su declaración se
hará constar con sus propias palabras». Y con respecto al tiempo, dice el artículo 135,
ejusdem, que «La declaración sólo podrá rendirse en un horario comprendido entre 7: 00
a.m. y las 7 p.m. Si el examen del imputado se prolonga excesivamente, o si se le hubiera
dirigido un número de preguntas tan considerable que provoque su agotamiento, se
concederá un descanso prudencial para su recuperación. Se hará constar en el acta las
horas del inicio y término de la declaración». El defensor tendrá una importante actuación
en este sentido.
El interrogador no debe inventar frases, oraciones, palabras, conceptos, como dichos
por el interrogado, porque se descubre el lenguaje no propio del interrogado. Allí estará
presente el defensor, pendiente de cualquier irregularidad. Por eso, debe garantizarse
que la confesión se transcriba bajo los términos en que se dé. Si el defensor encuentra
alguna irregularidad, dirá que se deje constancia de que tal frase no fue lo que dijo su
defendido, sino tal otra. El defensor seguramente hará que su cliente firme hoja por hoja
para evitar el fraude en la inclusión de hojas con versiones interesadas. Las crónicas dan
cuenta de esto, sobre todo en juicios políticos. Al respecto, el defensor también solicitará
que se deje constancia de que la declaración consta de tantos folios, a fin de evitar el
fraude referido. Un hábil falsificador puede falsificarle la firma.
Sin juramento
Otro de los requisitos para que tenga valor la confesión es que debe ser rendida sin
juramento.
La palabra juramento viene del latín iuramentum, que quiere decir afirmar o negar
algo, poniendo como testigo a Dios. Una persona que haya cometido un delito, trata, por
instinto de conservación, por ley natural, de salvarse a sí mismo, de allí que la Carta
Magna consagra que nadie será obligado a declararse culpable en vina investigación
sobre un hecho punible donde está siendo averiguado como presunto autor. Se trata de la
consagración constitucional de un derecho natural.
Si a una persona se le toma declaración bajo juramento, esto constituye la primera
forma de coaccionarla, porque se le está pidiendo que afirme por Dios lo que se le está
preguntando y se verá coaccionado a afirmar (si fuera creyente); pero además, es un
precepto legal (artículo 125, número 9, COPP), el derecho que tiene el imputado a: «Ser
impuesto del precepto constitucional que lo exime de declarar, y aun en caso de consentir
a prestar declaración, a no hacerlo bajo juramento».
No se puede negar el derecho natural. El juramento hoy día se ha hecho «laico». En
muchos países no se exige fórmula religiosa alguna, a decir de Hernando Devis De
Echadía.46 Al respecto, pensamos que el juramento seguirá siendo en esencia religioso,
aunque sin fórmulas. Quedó en la historia de los pueblos como algo sagrado, porque
siempre estuvo presente de esta manera.
Ubicados en Venezuela, es posible advertir que hay lugares donde se jura, en forma
natural, para reforzar un sentimiento, llevándose la mano derecha a los labios, y besando
la cruz hecha con el pulgar y el índice, y dicen: «Por ésta»; otros dicen: «Por este puña'o
de cruces»; otros: «Por Dios y mi madre».
No ha dejado de ser un acto religioso. Así lo afirma Arístides Rengel Romberg: 47 «el
juramento ha sido siempre y continúa siendo, un acto religioso. El Diccionario Ilustrado de
la Lengua Española lo define como: 'Afirmación o negación de una cosa, poniendo por
testigo a Dios'».
En referencia a este punto, Arminio Borjas dice que la declaración del procesado «no
debe ser prestada bajo juramento, porque éste siempre es una coacción moral, una
presión sobre la conciencia, una falta de libertad»48.
La doctrina ha presentado diferentes formas, casi sacramentales, de recibir el
juramento (pero no para el procesado). La que más se ha publicitado, por los efectos de
películas y obras de teatro, es la que señala: «Decir la verdad, toda la verdad y nada más
que la verdad». En la Corte Penal Internacional, en su Regla 66, se ordena que el
juramento se tome bajo esta fórmula: «Declaro solemnemente que diré la verdad, toda la
verdad y nada más que la verdad» (Reglas de procedimiento y prueba: regla número 66).
Por su parte, en Argentina los testigos prestan el juramento o formulan la promesa de
decir verdad, a su elección.
Todo lo afirmado anteriormente sobre el juramento, guarda relación con la prueba de
testigos y experticias. No vale para la declaración y confesión del procesado penal.
El juramento en el testigo coacciona, es decir, fuerza a decir lo que sabe. Este «forzar»
no es permitido en la confesión, porque entonces se estará ejerciendo coacción y esto es
inconstitucional. En el Código de Procedimiento Civil derogado se decía (artículo 350): «..
.juramento de decir verdad, conforme a la religión que profese, o por su honor o su
conciencia, si dice no profesar ninguna».
El juramento tiene sus consecuencias legales, de no cumplirse con las normas que
lo orientan. Afirmar lo falso o negar lo cierto, por parte de un testigo, será falso testimonio
o perjurio. Pero antes del marco legal está lo moral: es un compromiso de conciencia,
compromiso con Dios (para el creyente) de lo que jura. Tan es de moral que la ley ampara
a los ciudadanos de no declarar contra los parientes ni contra el cónyuge o concubino.
El COPP consagró la fórmula de juramento o promesa. En el reconocimiento en
rueda de individuos se dice: «El que practica el reconocimiento, previo juramento o
promesa,...». En el articulo 227 precisa que: «luego que los testigos hayan prestado
juramento».
Vale la pena acotar que promesa y juramento son dos cosas distintas. El testigo
puede decir: «Lo prometo», y no es juramento. Pero si afirma: «Lo prometo bajo
juramento», entonces sí ha jurado. «Lo juro», implica la promesa de decir la verdad. «Lo
prometo», a secas, no es juramento. «Prometo hacer tal cosa», es una promesa. «Bajo
juramento prometo hacer tal cosa», es una expresión que puede ser tenida como
juramento. «Prometo decir la verdad», no es jurar decir la verdad.
Promete decir la verdad y no la dice, pero si el interrogado afirma lo falso o niega lo
cierto, esto no constituye delito. Si jura, sí es delito. Una cosa es prometer y otra jurar.
Según el artículo 239 del Código Penal: «todo individuo que llamado por la autoridad
judicial en calidad de testigo, experto, médico, cirujano o intérprete, se excuse de
comparecer sin motivo justificado, será castigado...El que habiendo comparecido rehúse,
sin razón legal, sus deposiciones o el cumplimiento del oficio que ha motivado su citación,
incurrirá en la misma pena». Y en su artículo 253 se lee: «El que deponiendo como
testigo ante la autoridad judicial afirme lo falso o niegue lo cierto o calle, total o
parcialmente, lo que sepa con relación a los hechos sobre los cuales es interrogado, será
castigado...».
Sin embargo, por el artículo 49, número 5, de la Carta Magna, ninguna persona será
obligada a declarar contra su cónyuge, concubino o concubina, o pariente dentro del
segundo grado de consanguinidad o segundo de afinidad. Asimismo, en el COPP se
consagra la excepción de declarar, en su artículo 224, n.l: «No está obligado a declarar el
cónyuge o la persona con que haga vida marital el imputado, sus ascendientes o
descendientes y demás parientes hasta el cuarto grado de consanguinidad y segundo de
afinidad, sus padres adoptantes o su hijo adoptivo».
Al respecto, había mucha confusión entre los abogados sobre lo que algunos
entendían por cuerpo del delito; confusión que es producto (así lo sostuvimos desde
siempre en la cátedra) de ignorancia de la Historia. Ya el Código de Enjuiciamiento
Criminal de 1873 definía al cuerpo del delito así: «Se entiende por cuerpo del delito la
ejecución o existencia de un hecho punible por la ley».
En un artículo anteriormente publicado bajo el título «¿Qué es el cuerpo del
delito?»49, decía:
.. .hay quienes identifican el cuerpo de la víctima con el cuerpo del delito. Hemos
-visto y oído en los medios de comunicación social expresiones como las siguientes: “no
ha aparecido el cuerpo del occiso y por lo tanto no podrá probarse el cuerpo del delito de
homicidio'. 'El revólver incriminado no ha aparecido, por lo tanto no puede probarse el
cuerpo del delito', etc. En un sonado caso de incautación de cocaína se le criticó al juez
en grandes titulares de prensa, que se había desprendido del cuerpo del delito cuando
éste guardó las porciones científicamente aconsejables para las experticias y contra
experticias, y el resto lo mandó a incinerar.
Se ha confundido el cuerpo del delito con la prueba del cuerpo del delito. Una cosa
es la forma, el camino para probar, y otra, lo que se va a probar.
Vincenzo Manzini dice que el cuerpo del delito «son todas las materialidades
relativamente permanentes sobre las cuales o mediante las cuales se cometió el delito,
así como también cualquier otro objeto que sea efecto inmediato de ese mismo delito, o
que en otra forma se refiera a él de manera que pueda ser utilizado para su prueba».
Este es un concepto superado. Pretender encontrar estas materialidades a que se refiere
el maestro italiano, muchas veces resulta quimérico en algunos delitos, porque los hay
que no dejan huellas materiales. Estas materialidades pueden desaparecer, como en
efecto en algunos casos desaparecen, y sin embargo, existe el cuerpo del delito. No es
necesario el cadáver, por ejemplo, para comprobar el cuerpo del delito de homicidio; o el
revólver con el cual se disparó y dio muerte, etc. Estos pueden no encontrarse y sin
embargo existe el cuerpo del delito.
Escriche, autor español, en el Diccionario Ratonado de Legislación y Jurisprudencia,
citado por Arminio Borjas, define al cuerpo de delito como «la ejecución de la existencia,
la realidad del delito mismo».
Es, con más precisión, la exteriorización del acto punible, con todas las
circunstancias de hecho que le acompañan en su realización; es, por tanto, el delito
mismo, a través de todos los episodios de su realización externa. En otras palabras,
puede definirse como la ejecución en un tiempo y en un espacio de una acción u omisión
previamente establecida por la ley como un delito.
Abundando en la definición, Oswaldo López51 define al cuerpo del delito como «la
descripción objetiva de un hecho material observada a través de un tipo penal».
Las Escuelas que asimilan el cuerpo del delito con los elementos que sirven de
prueba del mismo, han sido superadas modernamente (en Venezuela, desde 1873). La
tendencia del nuevo Derecho Procesal Penal es identificar el cuerpo del delito con el tipo
legal.
Hoy en día, el COPP identifica al cuerpo del delito con el delito (así era desde el CEC
de 1873, como ya se ha dicho). Y es lo correcto. En el artículo 250 del COPP dice: «...se
acredite la existencia de un hecho punible...»; y en el artículo 326, ejusdem, relativo a la
acusación, se habla de «hecho punible que se atribuye al imputado». Identifica al cuerpo
del delito con el hecho punible, como debe ser.
Como se ve, no ha habido razones para esta confusión, pero aún así, hoy todavía
hay abogados que hablan del cuerpo del delito y lo asimilan a las «materialidades
relativamente permanentes...».
4. Algún indicio o presunción, por lo menos, contra el procesado (Art. 247,
CEC)
La tercera condición para que la confesión tenga valor probatorio es que haya en
autos, por lo menos, algún indicio contra el procesado. Siempre será mejor en la medida
en que ese «algún indicio o presunción», como condición, sean varios. Es la prueba indi-
ciaría, que es prueba indirecta, pero prueba. Consiste en que, desde un hecho indicador,
hecho indiciarlo, conocido y probado, que se convierte en indicio, se llega a un hecho
desconocido, un hecho indicado: el delito y su autor, a través de una presunción judicial
(homi- nis), mediante un raciocinio lógico (razonamiento) inductivo- deductivo y científico.
Se llega indirectamente.
La retractación
La retractación es la confesión al revés. Confesar es culparse. Retractarse es desdecirse,
echarse para atrás, retroceder en lo dicho, revocar expresamente lo que se ha
confesado: se darán razones, de hecho o de derecho, que al probarlas, harán ineficaz la
confesión. Así como alguien confesó, así puede retractarse. El juez que va a apreciar la
prueba, por sana crítica (conocimientos científicos, leyes de la lógica y máximas de
experiencia), analizará para ver cuándo dijo la verdad, si cuando confesó o cuando se
desdijo, se retractó. Igualmente, si el confesante no se retracta y de autos resultan prue-
bas contra la confesión, ésta caerá por su propio peso.
Confesión medio de defensa. Confesión medio de prueba
El presunto indiciado, que así se le llamaba, podía rendir declaración ante la policía, o
ante el juez. Podía acogerse al precepto constitucional que lo amparaba de no declarar si
no lo quería. Igual que hoy en día. En una declaración bajo interrogatorio, podía confesar.
El garante de la pureza de la declaración era el fiscal del Ministerio Público. Con el
cambio del sistema ecléctico a un sistema acusatorio sui generis, como lo es el
venezolano, el rector del proceso es, en la fase preparatoria, el fiscal del Ministerio
Público, asesorado por la policía científica. En esta fase, como en cualquiera otra del
proceso, si el procesado quiere declarar debe estar asistido de su defensor. Es decir que
el interrogatorio, si es que el acusado se decide a declarar, ya no será bajo la conducción
de un funcionario policial, especialista en interrogatorio, y solo con el procesado, sino que
debe estar presente el defensor que habrá dado instrucciones a su cliente, y controlará
los excesos de que se ha acusado a la policía toda la vida, a veces no sin razón.
Interrogador policial sí, siempre y cuando estén presentes el fiscal del Ministerio Público y
el defensor del procesado.
Conclusiones
5a. Lo confesado debe tener una coherencia con las pruebas de autos que existan
contra el confesante. Que no se contradiga con la confesión, y no vaya a crear
tergiversaciones voluntarias o involuntarias. La confesión simple es un medio de prueba.
7a. Por la doctrina procesal penal universal, y las legislaciones, la Carta Magna
Venezolana, la jurisprudencia patria, la psiquiatría y la moral católica, el narco
interrogatorio está proscrito en los interrogatorios policiales y judiciales, no así como
método de tratamiento a condenados y enfermos con desequilibrios emocionales.
8a. El narco interrogatorio, el hipnotismo y el detector de mentiras son métodos
inconstitucionales.
9a. Hubo confusión doctrinaria sobre el concepto del cuerpo del delito y la prueba del
mismo. No había razón para ello si en Venezuela, desde el Código Procesal Penal de
1873, se precisaba lo que era el cuerpo del delito. Algunos, quizás por no conocer este
antecedente, presentaban como concepto moderno del cuerpo del delito lo que era añejo
en Venezuela. Pero otros, de modo erróneo, consideran que el cuerpo del delito lo
constituyen las «materialidades relativamente permanentes» del hecho delictivo.
10a. La confesión, para que pueda ser admitida, debe acompañarse, al menos, de
algún otro indicio.
11a. La confesión, como prueba que es, se valora por sana crítica.
25a. No hay coacción al imputado para que llegue a un acuerdo. El juez ha estado
vigilante.