Las Estrellas Son Negras
Las Estrellas Son Negras
Las Estrellas Son Negras
INTRODUCCIÓN
1
Artículo traducido del francés por Berta Rubio Faus.
2
El olvido del litoral colombiano por parte del centro. N. del T.
3
FRIEDEMANN, Nina Susana & ARROCHA, Jaime (1986). De sol a sol :
Génesis, transformación y presencia de los negros en Colombia, Bogotá, Planeta
Colombiana, p.46
4
Ibidem, p. 44.
5
Pensamos, aquí, en Manuel Zapata Olivella, quien –como su hermana Delia-
desde su tierna infancia tomó conciencia de su pertenencia racial: «Tenía
apenas diez años y Delia empezaba a andar. Pero ambos, así como nuestra
familia, estábamos marcados por el signo de la negritud, por el color de nuestra
piel y las ideas libertarias de nuestro padre»: ZAPATA OLIVELLA, Manuel
(1987), Lève-toi, mulâtre! L’esprit parlera à travers ma race, Paris, Payot,
p.302.
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El departamento del Chocó es uno de los cuatro departamentos (Valle, Cauca y
Nariño) de la costa pacífica de Colombia. Su población es negra. A propósito de
la exclusión, el rechazo y la ignorancia de la costa por parte del centro, es decir,
de Bogotá, se puede leer, p.e.: PALACIOS, Arnoldo , «Chocó, país , exótico»
(16-VIII-1947), in Sábado , Bogotá, nº 214, 2a sección, p.1 ; GARCIA
MARQUEZ, Gabriel (1982), «El Chocó que Colombia desconoce», in Obra
periodística, vol 2: Entre Cachacos I, Barcelona, Bruguera, p.295-323
7
RESTREPO MILLÁN. J.M. (1971), «Prólógo», in Las Estrellas son negras,
Bogotá, Revista Colombiana, p.13.
8
Además de en Lève-toi mulâtre! , esta actitud se encuentra, también, en una de
sus otras novelas: Chambacú, corral de negros.
9
Carlos Arturo Truque nace en Condoto, en el mismo Departamento del Chocó
que Palacios. Periodista y escritor comprometido, se distingue, sobre todo, en el
género de la novela corta. Aparece en un momento de crisis en que, en literatura,
los intelectuales negros toman la pluma para describir una cierta realidad. La
mayoría lo hacen animados por una voluntad de sátira política a veces virulenta.
Denuncian las discriminaciones raciales, la miseria, la injusticia social, la muerte
de la cultura negra, el desespero y la exclusión que sufren los Negros del Litoral
Pacífico, tema esencial de sus relatos. Vid. La noche de San Silvestre, Lo triste
de vivir así, Sonatina para dos tambores, etc.
10
PALACIOS, Arnoldo, «Chocó país exótico», op. cit. Más tarde, en 1954, será
el turno de García Márquez de darse cuenta del abandono y del desconocimiento
de este Departamento por parte de la clase dirigente: «El Chocó que Colombia
desconoce». op. cit.
Las Estrellas son negras, libro que hubiese podido titularse «vida corta
de un infeliz negro», según Ramón Vinyes11, cuenta la dolorosa
experiencia y la serie de miserias de Irra, joven adolescente negro del
Chocó, y el drama de todos los otros Negros de la misma región costera
del Pacífico colombiano.
Esta novela de introspección psicológica está inspirada por el Hambre, la
Rabia (o Cólera) y la Miseria.
Los cuatro capítulos o «libros» (según la denominación del autor) que
componen la novela corresponden a los distintos momentos de la vida del
protagonista, Irra, un habitante de las orillas del río Atrato.
Los sucesos se encadenan y se cuentan de forma detallada. «El hambre»
constituye el primer capítulo (libro primero). Se trata del hambre real, el
hambre estomacal, fisiológico, que golpea a Irra y a su familia. Los
primeros síntomas aparecen durante la travesía del río Atrato a bordo de
una piragua: «Irra empezó a sentir una desazón en el estómago. Hambre
¿Cómo era posible tanto tiempo sin comer?» (p.31). Un hambre que hace
daño y que ocupa todos los pensamientos y sentimientos del protagonista:
«Le dolía fuerte el estómago… El hambre… Cierto … No había comido…
Ni su mamá ni sus hermanas tampoco habían pasado bocado, como no
fuera esa saliva amarga, pastosa, que él se estaba tragando ahora
trabajosamente... Tuvo entonces la noción clara de que en todo el día
solamente había tragado un pocillo de café negro... ¿Y ayer? ¿Qué había
comido ayer ? Nada. Exactamente, había almorzado cada cual un pedazo
de plátano asado, sin tomarse una gota de agua de panela. ¿Dónde
estaba Dios? ¿Por qué no se compadecía de ellos, y les dejaba algo a la
entrada de la puerta? ¿Por qué no venía Dios una mañana, o una noche,
y les dejaba una poco de arroz y plátano, o unos dos pesos siquiera en la
cocina?» (p. 32-33).
Es justamente esta hambre, con su corolario sintomático, lo que
constituye el tema principal del libro.
Palacios nos describe el hambre que sienten todos sus personajes: todos
tiene hambre, les falta de todo, ni que sea sólo pan: «Pan para su madre,
pan para sus hermanas. Pan para Jesús [su hermano pequeño]. Pan para
11
VINYES, Ramón (1982), «Una novela colombiana», in Selección de textos,
Bogotá, Instituto Colombiano de Cultura, 1982, p.503.
12
GARCÍA MÁRQUEZ, Gabriel (1982), «El más humano de los barrios», in
Entre cachacos, Barcelona, Bruguera, 2º vol., p..986.
13
Es todo el complejo de inferioridad y la vergüenza de uno mismo que Fantz
Fanon denuncia en Peau noire, masques blancs.
14
MORA MONROY, Siervo Custodio, (mayo-agosto de 1983, «Algunos usos
de los términos del color en el español de Colombia», in: Thesaurus, Bogotá,
Boletín del Instituto Caro y Cuervo, Tomo XLIV, n o2, p. 441-445.
15
GARCÍA MÁRQUEZ, Gabriel (1982), «Por tratarse de Hernando Téllez», in
Obra periodística, Textos Costeños, Barcelona, Bruguera, vol 1, p.148.
16
Ibidem.
17
VINYES, Ramón ,op. cit., p.504.
18
Ibidem.
19
ZALAMEA BORDA, Eduardo (2-VII-1949), in El Espectador, Bogotá, p. 4.
20
Citado por Vicente Pérez Silva, Vicente (1-IV-1972), «Las Estrellas son
negras», in Noticias culturales, Bogotá, Instituto Caro y Cuervo, nº 135, p. 20.
21
Ibidem.
22
Notemos, por ejemplo, que la característica común entre Palacios y Truque
consiste en una cierta rigidez ideológica: ambos, comunistas, se encerraron en un
tipo de literatura; su posición les impidió sumergirse en la dimensión mágica que
llegaron a rozar. Ello se hace tanto más evidente si se piensa en la obra de
Richard Wright, uno de los mejores representantes de la literatura negra de los
EUA, cuyas obras fueron traducidas al español en los años 40, seguramente
conocidas por Palacios, quien no supo sacarles provecho.
BIBLIOGRAFÍA