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Bienes

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CAPITULO I

LOS BIENES

El Derecho ha sido definido como un conjunto de normas justas y coactivas que


regulan las relaciones entre los hombres; tal concepción nos pone de manifiesto
que es el hombre el creador y destinatario de las normas jurídicas, siendo por esta
circunstancia el sujeto del derecho; los seres inanimados e irracionales, de los que
el hombre se sirve para la atención de sus necesidades, no pueden, en razón de
lo dicho, recibir tal clasificación, lo que implica que se sirve para la atención de sus
necesidades, no pueden, en razón de lo dicho, recibir margen del hacer jurídico.
De Diego refiere que si el derecho concede poder de obrar y facultad de exigir,
ambas potestades para existir concretamente “deben recaer en algo” y ese algo
será el objeto de la relación jurídica.

Los objetos del derecho son pues, las cosas ambientes cuya estimación
conceptual ha sido apreciada de manera diversa en razón de quien opine. Dentro
del nivel corriente o vulgar, cosa es todo lo que existe en el mundo exterior y
fuera del hombre filosóficamente el término es comprensivo de todo lo que
existe o puede existir, concepción que incluye a toda entidad pensable real o
irreal. Para el derecho, sin embargo cosa es todo ente corpóreo o incorpóreo
sobre el que puede constituirse una relación jurídica.

Para que sea dable constituir relaciones jurídicas sobre las cosas, estas deben
observar dos condiciones:

1) Ser útiles, es decir que mediante su uso el hombre puede satisfacer sus
necesidad.

2) y ser apropiables, cuestión que alude a la factibilidad de aprehensión que


deben ofrecer.

Ejemplo: Los bosques son cosas jurídicas por cuanto que la madera no sólo es
una sustancia útil sino también apropiable; no lo será la energía que reside en la
cauda de un cometa, dado a que la misma, si bien podría aprovecharse para fines
industriales, no es –aún- susceptible de obtenerse.

Toda cosa que se ajuste a tales presupuestos recibe la calificación jurídica de


bien, estableciéndose con la aplicación de tal denominación una diferencia entre
los términos cosas naturales y cosas jurídicas o bienes. En tanto que el
primero, por referirse de manera amplísima a todas las cosas existentes, es de
naturaleza genérica el segundo – por particularizar a un sector de las anteriores-
viene a ser de índole específica.
Los bienes, en razón de lo expuesto, son definidos de la siguiente manera:

Son los las cosas que pueden ser objeto de un derecho y representan un
valor pecuniario”
Son bienes todos los objetos que por útiles y apropiables sirvan para
satisfacer las necesidades humanas.

Nuestro Código Civil en su artículo 442 se manifiesta acorde con la doctrina al


establecer que “Son bienes las cosas que son o pueden ser objeto de
apropiación…”y en el 443 reconoce tácitamente la característica de utilidad al
determinar que las cosas apropiables son las que por su naturaleza o por
disposición de la ley no están fuera del comercio, infiriéndose del contenido de
la norma en alusión, que las cosas objeto del tráfico mercantil, lo son
precisamente por su caracteres de utilidad. Nuestra legislación pese aceptar la
diferenciación conceptual en referencia, incurre en su articulado en algunas
deficiencias terminológicas, al usar indistintamente las palabras cosas y
bienes, otorgándolos una sinonimia, de la que, ya se dijo, carecen. (Ver artos.
487, 493, 494, 655, 687, 720, etc.)

b) CLASIFICACIÓN DE LOS BIENES


La Historia nos muestra que el afán clasificatorio de las cosas no es cuestión
reciente.
Los griegos imbuidos de su espiritual concepción de la vida, la dividían en
visibles e invisibles;
Los romanos, imperio de tradición comercial, en cosas in comercium y extra-
comercium, y
En el Derecho germano se arribó a la significativa distinción entre muebles e
inmuebles.

En la actualidad existe diversos puntos de vista al respecto, pudiendo afirmarse


sin pecar de exagerados, que existe tantas clasificaciones como autores se
ocupan del tema, siendo una de la más notables la del profesor español José
Castán Tobeñas, considerada dentro de las contemporáneas como una de la más
completas y que es la transcrita a continuación:

b.01) POR SU CUALIDADES FÍSICAS O JURIDICAS:

1) POR SU NATURALEZA:
Corporales:
Que son aquellos que tienen una existencia física apreciable por nuestros
sentidos. Ej.: una mesa
Incorporales:
Aquellos que aun no teniendo manifestación concreta y tangible producen
efectos jurídicos determinables. Ej.: Los derechos de autor. Las acciones

b.02) POR SU DETERMINACIÓN:

Genéricos:
Aquellos a los que se alude identificándoles por su naturaleza común.
Ej.: un automóvil, un libro.

Específicos
Aquellos que se particularizan por elementos de exclusiva pertenencia a su
naturaleza. Ej.: un automóvil marca Ford, “El Quijote de la Mancha”.

b.03) POR SU SUSCEPTIBILIDAD DE SUBSTITUCIÓN

Fungibles:
Aquellos que por no tener una individualidad propia y determinada pueden ser
substituidos por otros de su mismo género. Ej.: dos quintales de frijol, un libra de
azúcar.

No Fungibles:
Los que teniendo una individualidad precisa y concreta no pueden ser
representados o sustituidos por otros. Ej.: “La Piedad” de Miguel Angel, “La Ultima
Cena” de Leonardo.

b.04) POR LAS POSIBILIDADES DE USO REPETIDO

Bienes Consumibles:
Aquellos en los que el uso altera su substancia de tal manera que impide un
ulterior aprovechamiento de sus funciones. Ej.: la tinta.

Bienes no Consumibles:
La no consumibilidad hacer referencia a la factibilidad que ofrece ciertos bienes de
mantener su naturaleza intacta pese al uso que de ellos se haga. Ej.: un
automóvil.

b.05) POR LAS POSIBILIDADES DE FRACCIONAMIENTO:

Bienes Divisibles:
Son aquellos que pueden fraccionarse en partes, sin detrimento de su naturaleza.
Ej.: los inmuebles.
Bienes Indivisibles:
Son aquellos que no admiten la división sin menoscabo de su naturaleza y de su
uso. Ej.: un reloj.

b.06) POR SU EXISTENCIA EN EL TIEMPO


Bienes Presentes:
Son aquellos que gozan de existencia actual; viven en la realidad del orden físico
o legal en momento de ser tenidos en cuenta como tales, al constituirse una
relación jurídica. Ej.: Una finca.

Bienes Futuros
Son aquellos que si su existencia no es real deben racionalmente esperarse que
pueda tenerla, como susceptibles, de venir a la vida. Ej.: La cosecha de una finca.

b.07) POR SU EXISTENCIA EN EL ESPACIO Y POSIBILIDADES DE


DESPLAZAMIENTO

Inmuebles o Raíces
“Son aquellos que no pueden trasladarse de un punto a otro sin deterioro”.
Sánchez Román y De Diego, admiten que los bienes inmuebles pueden ser
considerados en atención a los siguientes criterios:

Inmuebles por su Naturaleza:


Lo son únicamente el suelo y el subsuelo.

Inmuebles por Incorporación:


Que son todos aquellos bienes que merecen la calificación de inmuebles por
hallarse unidos al suelo de una manera permanente. Ej.: los edificios, los árboles,
etc.
Inmuebles por Destino:
Bonet, citado por Puig Peña establece que son aquellos que siendo muebles por
naturaleza están al servicio permanente de un fundo o son anejas a él, como
pertenencia. Ej.: Los semovientes al servicio de una explotación agrícola.

Inmuebles por Analogía


Son bienes incorpóreos que por constituir derechos sobre inmuebles se asimilan a
éstos. Ej.: la hipoteca.

Bienes Muebles:
Son aquellos susceptibles de trasladarse de un punto a otro sin menoscabo de su
naturaleza. La dinámica del traslado –apunta Puig Peña- podrá ser propia como
en el caso de los semovientes o bien externa, en el caso de los demás bienes
muebles. Cabe hablar también de muebles por analogía, identificando de esta
manera, derechos que recaen sobre este tipo de bienes u otros que por
disposición de la ley merecen esta calificación especial como las acciones de una
sociedad.

B) POR LA CONEXIÓN DE UNOS CON OTROS

1) POR SU CONSTITUCIÓN Y CONTENIDO

Bienes Singulares
Que son comprensivos de los simples y los compuestos. Los primeros son
aquellos constituidos por un todo orgánico, como una estatua o un semoviente y
los segundos integrados por la fusión de varios simples, tal el caso de un
automóvil.

Universalidades:
Son los bienes que están constituidos por varios elementos entre los que no existe
una vinculación material, cuestión que no obsta para que sea considerados como
un todo Ej.: una biblioteca o un rebaño.

2) POR LA JERARQUÍA EN QUE ENTRAN EN RELACIÓN:

En atención a este punto de vista los bienes pueden ser principales y accesorios,
existiendo para determinar estas condiciones los siguientes criterios:

a) El de la existencia independiente o dependiente de los bienes:

Según este criterio, será accesorio aquel de los bienes cuya existencia esté
condicionada por el otro. Ej.: los botones en relación a un vestido.

b) El de la importancia y finalidad:

De acuerdo al cual será bien principal el que tenga mayores atributos de


trascendencia en relación a otro. Ej.: una casa en relación a las lámparas de que
este dotada.

c) El de valor:

Que preconiza que son principales los bienes de mayor valor.

b.010) POR LA SUSCEPTIBILIDAD DEL TRÁFICO:

Cosas Dentro del Comercio:


Que son las susceptibles de tráfico mercantil.
Cosas Fuera del Comercio
Son aquellas que no pueden ser objeto de mercado. Esta imposibilidad puede ser
absoluta como en el caso de ciertos productos que por ningún motivo pueden ser
objeto de compraventa. Ej.: la venta del sol o de la luna, y relativas cuando para
que sean objeto de tráfico han de sujetarse a ciertas autorizaciones y
formalidades, tal la situación de las cosas divini iuiris y de ciertas drogas.

4) POR EL TITULAR DE SU PROPIEDAD:


Bienes del Estado y ce Corporaciones
Bienes de particulares.

5) POR EL CARÁCTER DE SU PERTENENCIA:

Bienes de Dominio Público:


Son aquellos cuyo dominio se atribuye al estado o al municipio. Pueden ser;

De Uso Público Común:


Tales las calles, los parques, las plazas etc.

De Uso Público no Común:


Como el subsuelo, los yacimientos de hidrocarburos, etc.

Bienes de Propiedad Privada:


Aquellos que son pertenencia de los particulares.

CLASIFICACIÓN DE NUESTRO CODIGO CIVIL

En nuestro Código Civil son recogidos varios de los criterios de clasificación


expuestos por el Profesor Castán, encontrándose los mismos esparcidos en
diversos capítulos de su contexto. La trascendencia de la aceptación de los mismo
reside en que cada uno de ellos encuentra un proyección concreta en nuestra
legislación.
En el capítulo l, título l del libro segundo son adaptados los siguientes criterios:

a) Por sus posibilidades del tráfico

(Artos. 443 y 444). Nuestro Código acepta en forma taxativa la imposibilidad de


comercializar cierto tipo de bienes, señalando que están excluidos del mercado
“aquellos que por su naturaleza o por disposición de la ley son considerados
irreductibles a propiedad particular”. Dentro de este marco de prohibición pueden
ubicarse los bienes nacionales de uso no común sobre los que pesa un limitación
absoluta en este sentido. El tráfico de fármacos, drogas o estupefacientes y el de
los explosivos, normados por el código penal, dado a que es factible su
procedencia mediante el cumplimiento de cierta condiciones expuestas por la ley,
constituyen una imposibilidad de tipo relativo.

b) Por su ubicación en el espacio y sus posibilidades de desplazamiento

(Artos. 445, 446, 451). La incorporación que nuestra legislación hace de este
criterio es fundante, por cuanto que la misma produce consecuencias
absolutamente concretas, tales las siguientes:

1) La existencia de una institución específica de control de la propiedad,


denominada Registro de la Propiedad.
2) La existencia y consecutiva regulación de los derechos reales garantía, la
hipoteca y la prenda, cuya concreción en el ámbito gravita en función de los
conceptos de bienes muebles e inmuebles.
3) La tributación especifica que surge con fundamento en la calidad de bienes
inmuebles: el impuesto territorial, la renta inmobiliaria o impuesta catastral
y el impuesto de alcabala.

c) Por sus posibilidades de substitución


(arto. 454).
La existencia de este criterio en nuestro orden legislativo se refleja
objetivamente en dos figuras contractuales cuya esencia oscila en torno a
las concepciones de fungibilidad o no fungibilidad y que son el mutuo y el
comodato.
a) Por su relación con las personas a quienes pertenecen (artos. 456, 457,
458, 459, 460).
En el capítulo IX, del título ll del libro ll:

a) Por la relación de jerarquía que existe entre los bienes, (artos. 687, 688,
689, 691, 692). El influjo de este criterio se patentiza en la existencia de un
capítulo completo -el noveno del título ll –dedicado a la accesión.

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