Ciencia - Conducta - Humana - Skinner PDF
Ciencia - Conducta - Humana - Skinner PDF
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Skinner
CIENCIA
Y
CONDUCTA
HUMANA
(Una psicología científica)
Barcelona 1971
1
Traducción al castellano por
Ma. Josefa Gallofré, del original inglés SCIENCIE AND HUMAN BE-
HAVIOR, publicado por The Macmillan Company, New
York, U.S.A.
®1953 by the Macmillan Company
®
EDITORIAL FONTANELLA, S.A. 1969.
__________________________________
Escorial, 50 Barcelona-12
__________________________________
GALTON, centro de investigaciones
Psicológicas, Muntaner, 208, Barcelona
Impreso en España – Printed in Spain
2
A
F. S. Keller
3
Agradecimiento
B. F. S.
Harvard University
Cambridge, Massachusetts
4
INTRODUCCION
5
Los resultados pueden observarse en la siguiente tabla:
1 Contesto la encuesta la totalidad de alumnos que se encontraban en clase en el momento de administrarla. Las preguntas fueron
formuladas sin previo aviso y contestadas sin que se permitiera intercomunicaciones entre los alumnos.
2 Los procesos corresponden a las respuestas a la primera pregunta. Dado que únicamente se solicitaba el nombre de un solo autor, la
3.- Los porcentajes son proporcionales al número de encuestas que los citan, prescindiendo de su orden de importancia dentro de cada
encuesta o si se ha dado el nombre de dichos autores como respuesta a la primera pregunta o a la segunda. Únicamente se han
6
4.- La encuesta fue administrada el primer día de clase por lo que los resultados, al menos en este caso, no son reflejo de enseñanza
recibidas en el seno de la Escuela sino de influencias ambientales ajenas a la misma. En conjunto, creo que los resultados obtenidos en
los 3 grupos reflejan bastante bien, en líneas generales, la actual orientación psicológica de la universidad y ambientes intelectuales
españoles.
NOTA BIBLIOGRAFIA
Su abuelo era <<un joven inglés que llegó a América buscando trabajo en los
lejanos setentas>> y que <<no había encontrado todavía el trabajo que quería cuando
murió a la edad de noventa años>>. La <<abuela de Skinner era una iletrada hija de
granjeros a la que gustaba darse importancia>>. Su padre, un oscuro abogado de
provincias, <<sufrió las ambiciones de su madre, toda su vida>>. Su madre <<tocaba
bien el piano y tenía una excelente voz de contralto. Cantaba en bodas y funerales – y
las mismas canciones en ambos>>. Como a otros muchachos de su edad, a skinner le
gustaba construir patinetes, cerbatanas, arcos y flechas, pistolas de agua, trineos, etc.
Pero también ideaba juguetes poco corrientes, tales como un cañón de vapor,
conectado a una vieja caldera, capaz de disparar proyectiles de patatas y zanahorias
por encima de los tejados de sus vecinos. Más adelante, toca el saxofón en una
orquestina de jazz.
Tras una estancia en el Hamilton College, a cuya vida estudiantil nunca llegó a
adaptarse por completo y en cuyo seno actúo más bien como un rebelde que atacaba
a las autoridades e instituciones académicas <<y otras vacas sagradas locales>>,
Skinner decide convertirse en escritor.
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Posiblemente contribuyeron notablemente a su decisión, la lectura de las obras
de Pavlov, Russell y Watson. Sea como fuere, lo cierto es que B. F. Skinner ingresa en
la universidad de Harvard para cursar estudios superiores de psicología, alcanzando el
doctorado en 1931.
Después de varios años de beca postdoctorales en los que, por una parte,
trabaja en el sistema nervioso central y, por otra, realiza investigaciones en el
laboratorio animal, en 1963 se traslada a la universidad de Minnesota donde da clases
por primera vez. Durante esta época contrae matrimonio con Yvonne Blue.
8
En la actualidad, sigue en Harvard realizando investigaciones en las ciencias
sociales, a través de un análisis experimental de la conducta.
Marx y Hillix (6), comparan a Skinner con sir Francis Galton <<por la amplitud
de sus intereses y el ingenio excepcional de sus realizaciones empíricas>>. En 1958,
se le concede el Premio a la Contribución Científica Distinguida, otorgado por la
American Psychological Association, y en 1968, el presidente de los Estados Unidos le
concede el Premio Nacional de la Ciencia. En la mención que acompaña a dicho
premio se hace constar:
Hull considera que la formula S-R es inadecuada para explicar las relaciones
entre el organismo y el ambiente, y la substituye por una psicología S-O-R (estímulo-
organismo-respuesta). En realidad, Hull es, probablemente, el representante más
calificado del llamado conductismo deductivo y sus teorías del aprendizaje se
construyen principalmente, alrededor de las variable intermedias O, sirviéndose de las
variable S y R como punto de apoyo para las mismas.
Las teorías le parecen pasatiempos (theories are fun), que son inútiles y
perjudiciales en la medida en que distraen al investigador del perfeccionamiento de
sus experiencias, lo llevan por caminos improductivos o fomentan definiciones
verbales de problemas que no pueden ser atacados experimentalmente. Sin embargo,
aun Skinner admite que una teoría de ciertas características puede llegar a
desempeñar un papel importante en psicología, siempre y cuando, desde luego, no
haga referencia a un sistema dimensional distinto. Aunque añade: <<parece que no
estamos todavía preparados para formular una teoría en este sentido>>.
Desde los comienzos de su carrera, Skinner distingue entre las respuestas que
produce el organismo, de forma prácticamente automática, ante una estimulación
concreta -ejemplificada por las conductas del perro de Pavlov-, y las que emite dicho
organismo sin que exista, aparentemente, una estimulación. Las primeras son las
llamadas respuestas reflejas; a las segundas, Skinner las llama operantes. Una
operante es <<un tipo de respuesta que surge espontáneamente en ausencia de
cualquier estimulación con la que pueda ser específicamente correlacionada>> (3).
*Aunque por ejemplo, reconocer la importancia de Freud, al relacionar acontecimientos infantiles con conductas de la
vida adulta, le recrimina que tenga que inventar n complicado aparato mental-ello, yo, superyó- para justificar dicha
relación. En opinión Skinner, ésta puede expresarse, igualmente, de forma objetiva en términos de refuerzo (Para
Skinner, refuerzo es todo lo que incrementa la probabilidad de determinado tipo de actividad). Skinner rechaza también
las explicaciones neurofisiológicas de la conducta, actitud compartida por Spence – quizá el discípulo más importante de
Hull que no parece haber heredado el entusiasmo por éste por la especulación fisiológica-. Sin embargo, no hay que
confundir este punto de vista con una actitud negativa frente a la fisiología. Por el contrario, Skinner la considera como
una ciencia de la misma importancia que la que se ocupa del estudio de la conducta (8), aunque insiste en el hecho de
que ambas poseen marcos conceptuales distintos y son independientes la una de la otra.
11
Como observará el lector de Ciencia y conducta humana, Skinner mantiene la
existencia de una distinción entre el modelo Pavloviano, cuyo campo de aplicación
quedaría limitado, en general, a las reacciones del sistema nervioso autónomo-
contracciones de músculos de fibra lisa y secreciones de glándulas-, y el modelo
operante, estrechamente relacionados con los músculos de fibra estriada,
responsables del movimiento del esqueleto y de ciertas acumulaciones de tejido, tales
como la lengua, el párpado y las cuerdas vocales. Sin embargo, este punto de vista se
ha puesto en tela de juicio últimamente (1967) por Miller, Carmona, Dicara y Trowill
quienes, al parecer, han conseguido condicionar, según el modelo operante,
reacciones viscerales (10).
En cualquier caso, sea cual sea la solución final, es innegable que el modelo
operante ofrece al experimentador un campo extraordinariamente rico y fructífero de
posibilidades. En la actualidad, las técnicas de condicionamiento operante-aparte de
su uso en el campo de la enseñanza y la terapéutica clínica- se utilizan ampliamente
en las investigaciones neurofisiológicas y psicofarmacológicas.
c) Las leyes generales del aprendizaje son las mismas para cualquier organismo,
sea cual sea su especie.
Que las leyes generales del aprendizaje sean las mismas para todas las especies
no significa, sin embargo, que las acciones concretas que ejecuta el pez tengan que
ser las mismas que las de la rata o el niño.
12
En este aspecto, son interesantes los trabajos de Bittermann en 1965 (13) que
muestran que, en los vertebrados, lo que evoluciona con el desarrollo del cerebro es la
aptitud para adaptarse a los cambios de valor condicional de respuesta fácilmente
discrimínales.
Por otra parte, este estudio sistemático de las especies inferiores para extrapolar
sus resultados al hombre no es nuevo ni revolucionario. Gran parte de los trabajos
efectuado para averiguar el funcionamiento del cerebro se han llevado a cabo con
animales a los cuales se les ha extirpado algunas zonas del mismo, se les han
implantado electrodos, se les han producido lesiones químicas o quirúrgicas, etc. En el
campo de la genética, algunas investigaciones solo pueden levarse a cabo con
animales de ciclos de vida muy corto, como la mosca; en un estudio genético, a un
investigador le resultaría imposible observar más de dos o tres generaciones de seres
humanos. En la inmunología, gracias al laboratorio animal se han logrado avances
espectaculares, luego aplicados con éxito al hombre, que no hubieran podido
conseguirse de otra manera.
En cualquier caso, como afirma el propio Skinner en la obra que nos ocupa –
Ciencia y conducta humana-; <<Sería temerario afirmar que no existe ninguna
diferencia esencial entre la conducta humana y la conducta de las especie inferiores,
pero, hasta que se haya intentado tratar con ambas en los mismos términos, sería
igualmente temerario afirmar que existe>>.
13
b) Ineficacia de los procedimientos de control.
Para combatirlas, Skinner propone, por una parte, utilizar un único sujeto en
edad experiencial y, por otra, establecer una condiciones de control
extraordinariamente rigurosas*.
Esto explica también, en parte, la dificultad para llevar a cabo este tipo de
experiencias con una muestra representativa.
SKINNER Y LA ENSEÑANZA
En una de sus obras más recientes (12), Skinner presenta una síntesis de
sus puntos de vista en el campo de la enseñanza. A continuación anotamos
algunos de ellos:
16
*Skinner llama contingencias de refuerzo –concepto de suma importancia en el léxico Skinneriano- a las relaciones
evidentes entre la conducta y sus consecuencias (19).
*Véase especialmente el capítulo VI de Ciencia y Conducta humana.
El terapeuta conductista no suele despreciar los factores hereditarios que
considera juegan, en muchas ocasiones, un papel importante en la
cristalización del trastorno psicológico, pero dado que dichos factores no
pueden ser alterados fácilmente, concentran su atención sobre los aspectos
que está en su mano modificar.
CRITICAS A SKINNER
18
c) La generalización de resultados a partir de muestras que no son
estadísticamente representativas.- McGuigan (32), aun reconociendo la
importancia y extraordinario valor de la metodología skinneriana, opina
que también es aplicable a los experimentos de Skinner el principio
según el cual los resultados sólo pueden generalizarse a una población
de organismos en la medida en que la muestra extraída de dicha
población sea auténticamente representativa.
d) Diversos aspectos técnicos que no nos es posible examinar aquí con
detalle, especialmente en lo que se refiere a la aplicación del
condicionamiento operante a la conducta verbal. <<No es lo mismo –
opinan Borger y Seaborne (33)- demostrar que determinados factores,
bajo unas condiciones concretas, pueden influenciar el aprendizaje que
afirmar que dichos factores son suficientes para explicarlo por
completo>>.
Pero una cosa es atacar ciertos puntos de vista de Skinner y otra muy
distinta negar la eficacia probada del modelo operante en la investigación, en la
enseñanza, en la terapéutica. Los hechos – a menos de adoptar una postura
solipsista- no pueden refutarse con meras palabras ni con argumentos de
autoridad. Y B. F. Skinner ofrece una abundante aportación de hechos que no
cesa, día a día, de incrementarse*.
19
vista no se encuentra totalmente compartido ya que las mismas suelen ser una combinación de
condicionamiento clásico y operante, sujeta a discusión. Por ello hemos preferido hacer sólo especial
hincapié en la reinforcement therapy, cuyo parentesco con el modelo operante de Skinner es evidente.
*Con el fin de ayudar al potencial lector, incluimos, al final del libro, una bibliografía cronológica de los
trabajos de Skinner.
REFLEXION FINAL
RAMÓN BAYES
Psicológicas
20
REFERENCIAS
21
18. HOLLAND, J. G., y SKINNER, B. F.: The analysis of behavior, McGraw-
Hill, 1961.
19. SKINNER, B. F.: Freedom and the control of men. Reproducido en
Cumulative record. Appleton-Century-Crofts, 1961.
20. EYSENCK, H. J.: Learning theory and behavior therapy. En Behavior
therapy and the neuroses, Perfamon Press, 1960.
21. BANDURA, A., y WALTERS, R. H.: Social learning and personality
development, Holt Rinehart and Winston, 1963.
22. SIDMAN, M., y STODDARD, L. T.: Programming perception and learning
for retarded children. Int. Rev. Res, ment. Retard., 1966.
23. LINDSLEY, O. R.: Operant conditioning methods applied to research in
chronic schizophrenia, Psychiat. Res. Rep., 1956.
24. KING, G. S.; ARMITAGE, S. G., y TILTON, J. B.: A therapeutic approach
to schizophrenics of extreme pathology: an operant-interpersonal method
J. Abn. Soc. Psychol., 1960.
25. ULLMAN, L. P.; KRASNER, L., Y EDINGER, R. L.: Verbal conditioning of
common associations in long-term schizophrenic patiens, Behav. Res.
And Ther., 1964.
26. FESTER, C. B., y DE MYER, M. K.: A method for the experimental
analysis of the behavior of autistic children, Amer. J. Orthopsychiat.,
1962.
27. GOLDIAMOND, I.: Sttutering and fluency as manipulatable response
clases. En KRASNER Y ULLMAN (Ed.), Research in behavior
modifications, Holt Rinehart and Winston, 1965.
28. SHAMES, G. H., y SCHERRICK, C. E.: A discussion of non-fluency and
sttuttering as operant behaviour J. Sp. Hear. Dis., 1963.
29. BEECH, H. R.: Changing man’s behaviour, penguin Books, 1969.
30. WOLMAN, B. B.: Teorías y sistemas contemporáneos en psicología,
Grijalbo, 1965.
31. CHAPLIN, J. P., y KRAWIEC, T. S.: Systems and theories of psychology,
Holth rinehart and Winston, 1968.
32. MC GUIGAN, F. J.: Experimental psychology, Prentice-Hall, 1968.
33. BORGER, R., y SEABORNE, A. E. M.: the psychology of learning.
Penguin Books, 1966.
34. VERPLANCK, W. S.: Burrhus F. Skinner, En ESTES, W. K., y otros:
Modern theory of learning. Appleton-century-crofts, 1954.
35. CHOMSKY, N.: Recensión de la obra de B. F. Skinner Verbal behavior,
Language, 1959.
22
SECCION 1
23
I.- ¿Puede sernos de alguna ayuda la ciencia?
24
Los sueños de progreso hacia una civilización superior han sido
truncados por el espectáculo del asesinato de millones de seres inocentes.
Quizá lo peor este aún por llegar. Los científicos pueden no poner en marcha
una reacción en cadena que acabe con el mundo, pero algunas de las
previsiones más plausibles son apenas menos turbadoras.
25
Existe otra solución más atrayente para una mentalidad moderna. Puede
que el problema no sea la ciencia en sí, sino su aplicación. Los métodos de la
ciencia han sido extraordinariamente eficaces donde quiera que se han
ensayado, ¿Por qué no los aplicamos entonces a los asuntos humanos? No
necesitamos retirarnos en aquellos campos en los que la ciencia ha avanzado
ya. Sólo es necesario llegar a este mismo punto en lo referente a nuestra
comprensión de la naturaleza humana. En realidad, quizá sea ésta nuestra
única esperanza. Si podemos observar atentamente la conducta humana
desde un punto de vista objetivo y llegamos a entenderla tal como es, puede
sernos posible poner en práctica una acción mucho más razonable.
Actualmente es ampliamente compartida la necesidad de esta apreciación, y
quienes pueden controlar la dirección de la ciencia actúan en este sentido.
Queda sobreentendido que no hay razón alguna para promover una ciencia de
la naturaleza a menos que incluya también proporcionalmente una ciencia de la
naturaleza humana, pues solamente en este caso los resultados podrán ser
utilizados sensatamente. Es posible que la ciencia haya llegado al punto de
hacer posible que el orden pueda realmente conseguirse en el campo de los
asuntos humanos.
LA AMENAZA A LA LIBERTAD
26
un principio. No podemos aplicar los métodos científicos a un tema que se
supone lleva de un sitio a otro caprichosamente. La ciencia no describe
solamente, también predice. No se ocupa únicamente del pasado, sino también
del futuro. Y la predicción no es tampoco el último paso: en la medida en que
las condiciones pertinentes pueden ser alteradas o incluso controladas, el
futuro puede ser controlado. Si vamos a utilizar los métodos científicos en el
campo de los asuntos humanos, hemos de suponer que la conducta está
determinada y regida por leyes. Hemos de esperar descubrir que lo que el
hombre hace es el resultado de unas condiciones específicas, y que una vez
descubiertas éstas podemos anticipar y, hasta cierto punto, determinar sus
acciones.
27
espontanea, creativa. Cuando esta diferencia se pone ahora en duda, surge
una nueva amenaza.
EL PRINCIPIO PRÁCTICO
28
de dichos hombres se debe a la <<influencia>> de otros hombres o a algunas
circunstancias triviales de su vida.) Nos gusta creer que a los hombres rectos
les mueven principios válidos, aun cuando estamos dispuestos a considerar a
los equivocados como víctimas de una propaganda errónea. Los pueblos
atrasados pueden ser futuro de una cultura pobre, pero queremos ver en la
élite algo más que el producto de una buena cultura. Aunque observamos que
los niños musulmanes generalmente se convierten en musulmanes, y los niños
cristianos en cristianos, no estamos dispuestos a aceptar un mero accidente de
nacimiento como base de una creencia. Consideramos víctimas de la
ignorancia a quienes no están de acuerdo con nosotros, pero creemos que el
desarrollo de nuestras propias creencias religiosas es algo más que la
influencia de un medio ambiente determinado.
29
contrario, una formulación científica es nueva y extraña. Muy poca gente tiene
noción de hasta qué punto es realmente posible una ciencia de las conducta
humana. ¿De qué modo puede predecirse y controlarse la conducta del
individuo o de grupos de individuos?, ¿cómo son las leyes de la conducta?,
¿qué concepción global aparece aplicable al organismo humano como sistema
de conducta? Solamente cuando hayamos contestando a estas preguntas, al
menos de una forma provisional, podremos considerar las implicaciones de una
ciencia de la conducta humana en relación con una teoría de la naturaleza
humana o con la dirección de los asuntos humanos.
30
II. UNA CIENCIA DE LA CONDUCTA
31
por sí mismos. No deberíamos preocuparnos si nos faltan los instrumentos
familiares al estudia un nuevo campo. Tampoco la ciencia debe ser identificada
con una medición precisa o con cálculos matemáticos. Es mejor ser exacto que
inexacto, y gran parte de la ciencia moderna sería imposible sin observaciones
cuantitativas y sin los instrumentos matemáticos necesarios para convertir sus
informas en proposiciones más generales; pero podemos medir o ser
matemáticos son ser en absoluto científicos, de la misma forma que podemos
ser científicos de una forma elemental sin estas ayudas.
La ciencia es una disposición para aceptar los hechos aun cuando éstos
se opongan a los deseos. Quizá los hombres prudentes han sabido siempre
que estamos predispuestos a ver las cosas tal como queremos verlas en lugar
de como son, pero gracias a Sigmund Freud somos hoy muchos más
conscientes del <<pensamiento de deseo>>. Lo opuesto al pensamiento del
deseo, es la honradez intelectual, cualidad extremadamente importante para el
científico eficaz. Los científicos no son por naturaleza más honestos que los
demás hombres pero, como Bridgman ha señalado, la práctica de la ciencia
premia de manera excepcional la honradez. Es característico de la ciencia que
cualquier falta de honestidad conduce inmediatamente al desastre.
Consideramos, por ejemplo, un científico que lleve a cabo una investigación
para probar una teoría por la cual ya es famoso. El resultado puede confirmar
su teoría, contradecirla o ponerla en duda. Venciendo cualquier posible
tentación, debe notificar tanto una confirmación como una contradicción, ya
que, si no lo hace, alguien lo hará en un plazo de semanas, meses o como
máximo, de unos años, y esto será más perjudicial para su prestigio que si lo
hubiera comunicado el mismo. No existe una presión semejante donde lo
acertado y lo erróneo no puedan discriminarse tan fácil y rápidamente. En
último término el éxito no depende tanto del prestigio personal como de la
eficacia del procedimiento. Los científicos han descubierto simplemente que ser
honesto, tanto consigo mismo como con los demás, es esencial para el
progreso. Los experimentos no dan siempre los resultados previstos, pero los
hechos deben quedar en pie y las esperanzas caer. Lo que cuanta son los
hechos, no el científico. Las mismas consecuencias prácticas han creado la
atmósfera científica en la cual las afirmaciones están constantemente sujetas a
prueba, donde nada existe superior a una descripción precisa de los hechos y
32
donde éstos son aceptados sin importar los desagradables que puedan ser las
consecuencias momentáneas.
33
un sistema, no solamente predecimos, controlamos: <<hacemos>> que un
hecho ocurra o asuma determinadas características.
34
Estos relatos tienen sus ventajas. Amplían la experiencia de quienes no
han tenido acceso directo a datos de este tipo. Pero constituyen solamente los
comienzos de una ciencia. Independientemente de lo preciso o cuantitativo que
pueda ser, él informa sobre un caso aislado es solamente un paso preliminar.
El siguiente, es el descubrimiento de algún tipo de uniformidad. Cuando
contamos una anécdota para poyar un argumento, o relatamos un caso
concreto para ejemplificar un principio, damos por sentada una regla general,
aunque la expresemos muy vagamente. El historiador raramente se contenta
con la mera narración, cuanta sus hechos para poyar una teoría-de ciclos,
tendencias o modelos de historia.- Al obrar así pasa del caso particular a la
regla. Cuando el biógrafo señala la influencia de un acontecimiento infantil
sobre la vida posterior de un hombre, trasciende el simple informe y afirman, no
importa con qué grado de seguridad, que una cosa ha causado otra. Las
fábulas y alegorías son algo más que cuentos si implican alguna clase de
uniformidad en la conducta humana, como generalmente ocurre. Nuestra
preferencia por la <<coherencia de carácter>>, y nuestro rechazo de
coincidencias inverosímiles en literatura, muestran que confiamos en el
cumplimiento de leyes. Los <<los hábitos>> y <<costumbres>> de que nos
habla el sociólogo y el antropólogo nos informan sobre la conducta general de
grupos de personas.
35
ALGUNAS OBJECIONES A UNA CIENCIA DE LA CONDUCTA
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La suposición de que la conducta es un dato científico sometido a leyes
encuentra a veces otra objeción. La ciencia está interesada en lo general, pero
la conducta del individuo es necesariamente única. El <<historial>> de un caso
concreto posee una riqueza y un énfasis que están en franco contraste con los
principios generales. Es fácil convencerse a sí mismo de que existen dos
mundos distintos y de que uno de ellos está fuera del alcance de la ciencia.
Esta distinción no es privativa del estudio de la conducta, sino que puede
establecerse siempre en los primeros pasos de cualquier ciencia, cuando no
está aún muy claro lo que se puede deducir de un principio general con
respecto a un caso concreto. Lo que la física dice sobre el mundo le parece
confuso y descolorido al estudiante novato cuando lo compara con su
experiencia diría, pero más tarde descubre que es realmente una descripción
más incisiva aún del caso concreto. Cuando queremos tratar eficazmente este
caso concreto recurrimos a la ciencia en busca de ayuda. El argumento
perderá fuerza a medida que una ciencia de la conducta progrese y que las
implicaciones de sus leyes generales vayan perfilándose. Un argumento
comparable contra la posibilidad de una ciencia médica ha perdido ya su
importancia. En guerra y paz, Tolstoi escribió sobre la enfermedad de uno de
los principales personajes en estos términos;
38
puede o no puede llevar a cabo en el futuro. Los cálculos anticipados de los
límites de la ciencia han demostrado ser, en general, inexactos. La conclusión
es, en última instancia, pragmática: no podemos afirmar nada hasta que lo
hayamos puesto a prueba.
39
No podemos evitar los problemas que suscitan una ciencia de la
conducta negando simplemente que los factores condicionantes pueden ser
controlados. De hecho, existe ya en la actualidad un grado de control
considerable. En instituciones penales y organizacionales militares el control es
amplio. Controlamos el medio ambiente del organismo humano en el parvulario
y en instituciones que cuidan de aquellos para quienes las circunstancias del
parvulario continúan siendo necesarias posteriormente. Un control bastante
amplio de los factores importantes que influyen en la conducta humana se
mantiene en la industria en forma de salarios y condiciones de trabajo, en las
escuelas en forma de grados y condiciones de rendimiento, en el comercio por
quien posee mercancías o dinero, por parte del gobierno a través de la policía y
el aparato militar, en la clínica psicológica a través del consentimiento de la
persona controlada, etc. Un grado de control efectivo no identificado tan
fácilmente queda en manos de artistas, escritores, anunciantes y
propagandistas. Estos controles que, a menudo, resultan demasiado evidentes
en su aplicación práctica, son más que suficientes para permitirnos extender
los resultados de una ciencia de laboratorio a una interpretación de la conducta
humana en la vida diaria, ya sea con fines teóricos o prácticos. Puesto que una
ciencia de la conducta continuará incrementado el uso eficaz de este control,
es ahora más importante que nunca comprender los procesos implicados en
ello y repararnos para afrontar los problemas que con toda certeza surgirán.
40
una discusión informal se utilizan los términos <<causa>> y <<efecto>>,
siempre que se esté dispuesto a sustituirlos por términos más exactos.
42
Cuando descubrimos o creemos haber descubierto que algunos rasgos
físicos importantes explican parte de la conducta de un hombre, es tentador
suponer también que otros rasgos menos importantes explican otras partes.
Esto queda sobreentendido en el aserto según el cual el hombre se comporta
de una manera determinada porque <<nació así>>. Contradecir esto no
significa afirmar que la conducta nunca está determinada por factores
hereditarios. La conducta requiere un organismo actuante que es el producto
de un proceso genético, las grandes diferencias en la conducta de las distintas
especies muestran que la constitución genética es importante, bien se observe
desde el punto de vista de la estructura corporal del individuo o se deduzca de
su historia genética. Pero la teoría de <<haber nacido así>> tiene poco que ver
con hechos demostrados. Generalmente, es una apelación a la ignorancia.
<<Herencia>>, tal como el profano utiliza el término, no es más que una
explicación ficticia de la conducta que se le atribuye.
CAUSAS INTERNAS
43
una explicación de este tipo tenga nada de malo, pero es muy posible que los
hechos situados en el interior de un sistema resulten difíciles de observar, y por
esta razón nos inclinamos a atribuirles propiedades sin justificación alguna.
Peor aún podemos inventar causas de este tipo sin temor alguno a la
contradicción. El movimiento de una piedra se atribuyó alguna vez a su vis viva;
se creía que las propiedades químicas de los cuerpos provenían de los
principios o esencias de que estaban compuestos. Se explicaba la combustión
por el flogisto que estaba contenido en el objeto combustible, se curaban las
heridas y los cuerpos crecían a causa de su vismedicatrix. Ha resultado muy
tentador atribuir la conducta de un organismo viviente a la conducta de un
agente interno, como pueden mostrar los ejemplos siguientes:
Causas nerviosas
44
como <<neuropsiquiatrico>>; el prefijo parece mostrar una permanente
repugnancia a abandonar explicaciones basadas en hipotéticos trastornos
nerviosos.
45
se le puede multiplicar a voluntad. Se ha alegado que un solo organismo físico
es controlado por varios agentes psíquicos, y que su conducta es la resultante
de los diversos deseos de estos. Los conceptos freudianos del yo, súper yo y
ello se utilizan frecuentemente en este sentido; con frecuencia se les
considerar seres inmateriales a menudo enfrentados violentamente y cuyos
fracasos o victoria conducen a la conducta correcta o incorrecta del organismo
en que residen.
46
veces no hay nada en lo que dice porque le faltan ideas. En conjunto, resulta
obvio que la mente y las ideas, junto con sus características especiales, han
sido improvisadas sobre la marcha para proporcionar <<explicaciones>>. Una
ciencia de la conducta no puede esperar mucho de un método tan superficial.
Si además se afirma que los hechos mentales o psíquicos carecen de las
características de una ciencia física, tenemos otra razón adicional para
rechazarlos.
47
un ejemplo adecuado. Podemos describir los pormenores de la conducta de tal
manera que un ejemplo concreto pueda ser identificado bastante fielmente por
cualquier observador calificado. Supongamos que llevamos a alguien a una
habitación y que colocamos un vaso de agua ante él. ¿Beberá? Parece que
hay sólo dos posibilidades: o bien beberá o no lo hará, pero hablemos de las
probabilidades de que beba y este concepto puede ser perfeccionado para uso
científico. Lo que queremos valorar es la probabilidad de que el sujeto beba, y
esta puede oscilar desde la certeza absoluta de que beberá hasta la certeza
absoluta de que no lo hará. Más adelante discutiremos el importante problema
de cómo calibrar tal probabilidad; por el momento nos interesa ver cómo se
puede incrementar o disminuir esta probabilidad.
48
eliminar de la situación los factores sociales debemos entonces conocer la
historia de sus relaciones con personas que se parezcan al experimentador. En
toda ciencia una predicción adecuada requiere información sobre todas las
variables relevantes y lo mismo exige el control de una materia para fines
prácticos.
49
El segundo eslabón resulta inútil en el control de la conducta a no ser
que podamos manipularlo. Por el momento, no conocemos la manera de alterar
directamente, en el momento apropiado, los procesos nerviosos en la vida de
un organismo activo, ni se ha descubierto la manera de alterar un proceso
psíquico. Generalmente llegamos al segundo eslabón a través del primero;
hacemos que un animal tenga sed, ya sea en un sentido fisiológico o psíquico,
privándole de agua, dándole sal para comer, etc.; en este caso el segundo
eslabón no nos permite, desde luego, pasar por alto el primero. Aunque algún
nuevo descubrimiento técnico nos capacitara para fijar o cambiar directamente
el segundo eslabón, tendríamos que enfrentarnos aún con grandes áreas en
las cuales la conducta humana es controlada manipulando el primer eslabón.
Una técnica que permitiera influir sobre el segundo incrementaría nuestro
control de la conducta, pero aun así tendríamos que seguir analizando las
técnicas que se han desarrollado hasta el momento.
UN ANALISIS FUNCIONAL
50
Las variables externas de las cuales la conducta es función, proporciona
lo que podemos llamar un análisis causal o funcional. Nos proponemos
predecir y controlar la conducta del organismo individual. Esta es nuestra
<<variable dependiente>>, el efecto del que vamos a averiguar la causa. Las
<<variables independientes>> - las causas de la conducta-, son las condiciones
externas de las que la conducta es función. Las relaciones entre ambas – las
<<relaciones causa-efecto>> en la conducta-, son leyes científicas. Una
síntesis de estas leyes, expresadas en términos cuantitativos, proporciona un
cuadro completo del organismo como un sistema de conducta.
Hay que hacer esto dentro de los límites de una ciencia natural. No
podemos suponer que la conducta tiene unas propiedades peculiares que
requieren métodos únicos o tipos especiales de conocimiento. Se dice con
frecuencia que un acto no es tan importante como la <<intención>> que hay
tras él o que solamente puede ser descrito en términos de lo que
<<significa>>para el individuo que lo lleva a cabo o para aquellos a quienes
pueda afectar. Si afirmaciones de este tipo resultan útiles para fines científicos
tienen que estar basadas en hechos observables y podemos limitarnos
exclusivamente a tales hechos en un análisis funcional. Veremos más adelante
que aunque en términos como <<significado>> e <<intención>> parecen
referirse a propiedades de la conducta, generalmente encubren referencias a
variables independientes. Lo mismo ocurre con <<agresivo>>, <<amable>>
<<desorganizado>>, <<inteligente>>, y otros términos que parecen describir
propiedades de la conducta pero que en realidad se refieren a las relaciones
que la regulan.
51
aquéllas antes de ponerlos en práctica, hemos de identificar también los
hechos físicos a través de los cuales se dice que una <<fuerza social>> afecta
al organismo antes de que podamos manipularla con el fin de controlarlo. Al
tratar los datos directamente observables, no necesitamos referirnos ni a un
estado interior ni a una fuerza externa.
52
En algunos puntos de la investigación experimental de la conducta
humana no es tan extensa como sería de desear. No todos los procesos
de conducta son fáciles de determinar en el laboratorio y la precisión de
unas valoraciones se obtiene, a veces, solamente al precio de la
irrealidad en las condiciones. Aquellos a quienes les interesa
principalmente la vida diaria del individuo se inquietan con frecuencia
ante estas artificiosidades, pero desde el momento en que unas
relaciones importantes pueden salir a la luz bajo control experimental, el
laboratorio ofrece la mejor probabilidad de obtener los resultados
cuantitativos necesarios para un análisis científico.
53
en la conducta humana; por ejemplo, podemos variar los estados de privación
según una amplia gradación. Estas son ventajas que no deberían ser olvidadas
al considerar la objeción a priori de que la conducta humana pertenece
inevitablemente a un campo distinto.
La sección III da una visión más amplia del organismo como un todo. Se
consideran ciertas disposiciones complejas en las que una parte de la conducta
del individuo altera algunas de las variables que son función de otras partes.
Constituyen las actividades que nosotros describimos diciendo, por ejemplo,
que el individuo <<se autocontrola>> que <<piensa cómo resolver un
problema>> o que <<es consciente de su propia conducta>>.
55
información que posee está lejos de ser la adecuada, y con frecuencia es
mucho más difícil para él que para el físico confesar su ignorancia.
56
SECCION II
57
EL ANALISIS DE LA CONDUCTA
58
EL HOMBRE: UNA MAQUINA
59
Desde entonces han sucedido dos cosas: las máquinas se han
convertido en algo más <<viviente>> y se ha descubierto que los organismos
se parecen más a las máquinas. Las máquinas actuales no solamente son más
complejas sino que han sido ideadas deliberadamente para que operen de
forma parecida a la conducta humana. Los aparatos <<casi humanos>> son
algo común en nuestra experiencia diaria; las puertas nos ven llegar y se abren
para recibirnos, los ascensores recuerdan nuestras órdenes y se paran en el
piso señalado, manos mecánicas quitan los productos defectuosos de la cinta
transportadora; otros mecanismos escriben mensajes de una legibilidad
satisfactoria. Las calculadoras mecánicas o eléctricas resuelven ecuaciones
demasiado difíciles o que llevarían demasiado tiempo a los matemáticos. En
suma, el hombre ha creado la máquina a su imagen y, como resultado, el
organismo viviente ha perdido algo de su singularidad. Las máquinas nos
inspiran mucho menos temor que a nuestros antepasados, y es menos
probable que creamos que el gigante posea alguna idea. Al propio tiempo
hemos descubierto más acerca de cómo opera el organismo viviente y somos
más capaces de ver la similitud de sus propiedades con las máquina.
ACTO REFLEJO
60
de partes más externas del organismo, por ejemplo, en el cuerpo de una rana,
gato o perro en el que la columna vertebral había sido seccionada a la altura
del cuello. A éstas se añadieron reflejos que englobaban parte del cerebro, y
ahora forma parte de nuestro conocimiento que, en el organismo íntegro,
muchas clases de estímulo conducen a reacciones casi inevitables de la misma
naturaleza refleja. Se han estudiado cuantitativamente muchas características
de esta relación. El tiempo que transcurre entre el estímulo y la respuesta (la
<<latencia>> ha sido medido con precisión. La magnitud de la respuesta ha
sido estudiada en función de la intensidad del estímulo. Se ha descubierto que
otras condiciones del organismo son importantes para completar la descripción,
por ejemplo, un reflejo puede llegar a <<fatigarse>> debido a rápidas
actuaciones repetidas.
61
través de la frente. En cada etapa, parte del control del organismo ha pasado
de una hipotética entidad interna al medio ambiente externo.
Cierta parte de la conducta está, por tanto, provocada por los estímulos,
y la predicción que hacemos de ella es particularmente exacta. Si enfocamos
una luz sobre los ojos de un sujeto normal, las pupilas se contraen; si bebe
zumo de limón, segrega saliva; si elevamos la temperatura de la habitación
hasta un punto determinado los pequeños vasos sanguíneos de su cara se
dilatan, la sangre afluye a la piel y <<enrojece>>. Utilizamos estas conexiones
para fines prácticos; si es necesario inducirle a vomitar, empleamos el estímulo
apropiado - un líquido irritante o un dedo en la garganta-. La actriz que debe
llorar auténticas lágrimas recurre al jugo de cebolla en el pañuelo.
REFLEJOS CONDICIONALES
-<<Tus temores y esperanzas son sólo fantasías>> -dijo una voz cerca de ella
procedente de un anciano con gafas muy corto de vista sentado sobre un
nudoso tronco-. <<Al huir actuabas por un reflejo condicional. Es muy simple,
habiendo vivido entre leones desde tu infancia has asociado un rugido con un
peligro mortal. De aquí tu exaltación precipitada cuando aquel supersticioso
asno viejo te rebuznó. Este extraordinario descubrimiento me ha costado
veinticinco años de ferviente investigación durante los cuales he seccionado los
cerebros de innumerables perros, y he observado su saliva haciendo agujeros
por sus lenguas. Todo el mundo científico se ha postrado a mis pies admirados
por este logro colosal y agradecido por la luz que he arrojado sobre los grandes
problemas de la conducta humana.
-<Varios>>, dijo la muchacha, <y ahora voy a realizar uno. ¿Sabe usted sobre
lo que está sentado?>>
-Estoy sentado sobre un viejo tronco gris, cubierto de una incómoda corteza>>,
dijo el miope.
63
<<Está equivocado>>, dijo la muchacha, <<ésta usted sentado encima de un
cocodrilo dormido>>
-<<Lo haré>>, dijo la muchacha. <<Tras su cuello hay una serpiente que está
a punto de atacarlo>>
65
Las propiedades cuantitativas que descubrió no las conoce en absoluto
<<cualquier niño>> y son importantes. El uso más eficaz de los reflejos
condicionales en el control práctico de la conducta requiere a menudo
información cuantitativa. Una teoría satisfactoria requiere lo mismo. Al dejar de
lado explicaciones ficticias, por ejemplo, no podemos estar seguros de que un
hecho clasificado como <<secreción psíquica>> no es ocasionalmente
responsable, hasta que podamos predecir la cantidad exacta de secreción en
un momento dado. Solamente una descripción cuantitativa puede asegurar que
no existe ningún proceso mental adicional en el que el perro <<asocia el sonido
del timbre con la idea de comida>> o en el que segrega saliva porque
<<espera>> que la comida aparezca. Pavlov pudo dejar de lado conceptos de
este tipo solamente cuando pudo dar una descripción cuantitativa completa de
la salivación en términos de estímulo, respuesta e historia del
condicionamiento.
66
tienden a comportarse de este modo es más probable que sobrevivan y
transmitan esta característica a sus descendientes.
67
Aunque el proceso de condicionamiento amplía en gran manera el
alcance del estímulo que provoca el reflejo, no incluye la conducta entera del
organismo dentro de tal control de estímulos, debemos provocar una respuesta
antes de poder condicionarla. Por tanto, todos los reflejos condicionales están
basado en reflejos incondicionales. Pero hemos visto que las respuestas
reflejas son solamente una pequeña parte de la conducta total del organismo.
El condicionamiento añade nuevos estímulos controladores, pero no nuevas
respuestas. Por tanto, aunque utilicemos este principio, no suscribimos una
<<teoría del reflejo condicional>> que comprenda todo tipo de conducta.
68
vendedor invite a su cliente a tomar una copa o a comer; al vendedor no le
interesan las reacciones gástricas del cliente sino su buena predisposición
hacia él y su producto, lo cual, como veremos más tarde, proviene también de
una asociación de estímulos. La comida gratis en una reunión política tiene
efectos similares; lo mismo sucede con el chiclé que el pediatra da a su joven
paciente. Se ha demostrado experimentalmente que a la gente le llega a
<<gustar>> la música moderna si la escucha mientras come. Cuando un niño
judío aprende a leer por primera vez, besa la página del libro sobre la que se
ha colocado la gota de miel; lo importante no es que él más tarde salive al ver
un libro sino que muestre predisposición <<en favor de>> los libros. Los
refuerzos que ocasionan predisposiciones de este tipo no son todos gástricos;
como los anunciantes saben muy bien, las respuestas y actitudes producidas
por muchachas bonitas, niños y escenas agradables, pueden ser transferidas a
marcas comerciales, productos, imágenes de productos, etc.
69
respuestas lleguen a la extinción. La terapéutica consiste simplemente en
animar al tartamudo a que hable de forma que el estímulo condicionado
generado automáticamente de este modo pueda producirse sin refuerzo.
70
V. Conducta Operante
CURVAS DE APRENDIZAJE
71
Si un gato es colocado en una caja de la que solamente puede escapar
abriendo el cerrojo de una puerta, se comportará de muchas maneras distintas,
algunas de las cuales pueden resultar eficaces para abrir la puerta. Thorndike
descubrió que cuando se colocaba a un gato en esta caja repetidas veces la
conducta que le llevaba a escapar tenía tendencia a producirse cada vez con
mayor frecuencia, hasta que finalmente la huida era lo más simple y rápida
posible. El gato había resuelto su problema tan bien como si fuera un ser
humano <<racional>>, aunque quizá no tan rápidamente. Sin embargo,
Thorndike no observó ningún <<proceso reflexivo>> y alegó a modo de
explicación que no se necesitaba ninguno. Describió sus resultados diciendo
simplemente que una parte de la conducta del gato había <<quedado
grabada>>porque había ido seguida por el hecho de abrirse la puerta.
72
muchas circunstancias distintas pueden coincidir en mostrar ciertas
propiedades generales. Por ejemplo, cuando se mide de esta forma, el
aprendizaje es generalmente <<acelerado negativamente>>, es decir, el
progreso en los resultados se produce cada vez más lentamente hasta que
llega un momento en que un progreso ulterior es imposible. Pero de aquí no se
sigue que la aceleración negativa sea una característica del proceso básico.
Supongamos, por analogía, que llenamos un jarro de cristal con grava que ha
sido tan mezclada que las piezas de una medida determinada se distribuye
regularmente; entonces agitamos suavemente el jarro y examinamos cómo las
piezas vuelven a disponerse, las mayores van hacia arriba y las más pequeñas
hacia el fondo. Este proceso es también <<acelerado negativamente>>. Al
principio la mezcla se separa rápidamente, pero a medida que la separación
prosigue se llega cada vez más lentamente a una situación en la cual no habrá
ningún cambio ulterior. Esta curva puede ser muy regular y reproducible, pero
este solo hecho no tiene ninguna importancia especial. La curva es el resultado
de ciertos procesos fundamentales que implican el contacto de esferas de
distintos tamaños, la disposición de fuerzas resultantes de la agitación, etc.,
pero no constituye de ningún modo el registro más directo de estos procesos.
CONDICIONAMIENTO OPERANTE
73
caso, es también posible, por ejemplo, estudiar el efecto combinado de más de
una de estas variables.
74
Seleccionamos una conducta relativamente simple, que pueda ser
repetida libre y rápidamente, y susceptible de ser observada y registrada con
facilidad. Si el sujeto del experimento es una paloma, por ejemplo, la conducta
de levantar la cabeza por encima de una altura dada es adecuada. Podemos
observarla mirando la cabeza de la paloma sobre una escala colocada en la
pared opuesta de la caja. Primero estudiamos la altura a la que se mantiene
normalmente la cabeza y fijamos en la escala un punto que se alcanza sólo
raramente; al tiempo que observamos la escala empezamos sólo raramente; al
tiempo que observamos la escala empezamos a abrir el depósito de la comida
muy rápidamente cada vez que la cabeza se levanta por encima de la línea. Si
el experimento se efectúa de acuerdo con las especificaciones el resultado es
invariable: observamos un cambio inmediato en la frecuencia con que la
cabeza sube por encima de la línea; también observamos}, y esto tiene en
teoría cierta importancia, que ahora se sobrepasan líneas más altas. Podemos
pasar casi inmediatamente a una línea más alta determinando cuándo deber
ser mostrada la comida. En uno o dos minutos la postura del ave ha cambiado
de tal forma que la posición de la cabeza raramente está por debajo de la línea
que elegimos al principio.
75
precede, de una manera invariable, este movimiento. Una conducta de este
tipo puede caer bajo el control de estímulos, pero la relación no es la de
provocación automática. El término <<respuesta>> no es, por tanto, del todo
apropiado, pero se encuentra tan bien establecido que vamos a utilizarlo a
continuación. Una respuesta que ya se ha producido no puede, desde luego,
predecirse o controlarse. Podemos predecir solamente qué respuestas
similares se producirán en el futuro. La unidad de una ciencia predictiva no es,
por tanto, una respuesta, sino una clase de respuesta. La palabra
<<operante>> es la que utilizaremos para designar esta clase. El término pone
de relieve el hecho de que la conducta opera sobre el medio ambiente para
producir consecuencias. Las consecuencias definen las propiedades respecto a
las cuales las respuestas se llaman similares. El término se utilizará tanto como
adjetivo (conducta operante), cuanto como sustantivo para designar la
conducta definida por una consecuencia dada.
76
efecto para cambiar una probabilidad de respuesta.) En el experimento de la
paloma, por tanto, la comida es el refuerzo y el presentar la comida cuando se
emite una respuesta es el acto de reforzar. La operante es definida por la
propiedad respecto a la cual es contingente el refuerzo, es decir, la altura a la
cual la cabeza ha de ser levantad. El cambio en la frecuencia con la cual la
cabeza es levantada hasta esta altura, es el proceso de condicionamiento
operante.
PROPIEDADES CUANTITATIVAS
77
No podemos evitar estos problemas seleccionando una respuesta que
las características ambientales delimiten más exactamente –por ejemplo, el
acto de manipular una cerradura. Cualquier indicador mecánico de la conducta
constituye, desde luego, una ventaja –al ayudarlos, por ejemplo, a reforzar en
el momento adecuado. Podríamos registrar la altura de la cabeza de la paloma
por un procedimiento fotoeléctrico, pero es más simple seleccionar una
respuesta que produzca un cambio que pueda ser registrado con mayor
facilidad en el medio ambiente. Si la paloma está condicionada a picotear un
pequeño disco situado sobre la pared de la caja experimental, podemos utilizar
el movimiento del disco para cerrar un circuito eléctrico con el fin de, por una
parte, accionar el depósito de la comida y, por otra, contar o registrar las
respuestas. Semejante respuesta parece diferir de la de estirar el cuello en que
tiene un carácter de todo-o-nada. Pero vamos a ver en seguida que las
características mecánicas de golpear un interruptor no definen una
<<respuesta>> que sea algo menos arbitraria que la de alargar el cuello.
78
el ratón o la paloma, tiene interesantes implicaciones. Las diferencias en lo que
se suele llamar inteligencia son atribuidas, en parte, a diferencias en la rapidez
con que se aprende; pero no puede haber aprendizaje más rápido que un
incremento instantáneo en la probabilidad de la respuesta. La superioridad de
la conducta humana debe ser, por tanto, de algún otro tipo.
EXTINCION OPERANTE
80
capítulo VI, la resistencia a la extinción motivada por un refuerzo intermitente
puede ser mucho mayor que si el mismo número de refuerzos fuese dado en
respuestas consecutivas. De esta forma, si sólo ocasionalmente reforzaos a un
niño para que se comporte bien, el comportamiento persiste después de
interrumpir el refuerzo durante mucho más tiempo que si hubiésemos reforzado
cada caso concreto hasta llegar al mismo número total de refuerzos. Esto tiene
una importancia práctica en los casos en que se dispone de refuerzos
limitados. Problemas de este tipo surgen en la educación, la industria, la
economía y en muchos otros campos. En algunos programas de refuerzo
intermitente podemos contabilizar hasta 10.000 respuestas en la conducta de
una paloma antes de que la extinción sea completa.
81
muchas variables distintas, que una ciencia de la conducta debe identificar y
clasificar. Definimos cualquier caso dado en términos de variables. La situación
que resulta de una extinción prolongada se parece superficialmente a la
inactividad resultante de toras causas. La diferencia radica en la historia del
organismo Un aspirante a escritor que ha enviado a los editores manuscritos
tras manuscritos sólo para verlos rechazados, puede decir que <<no es capaz
de escribir ni una palabra más>>. Puede verse parcialmente paralizado por lo
que llamamos <<falta de inspiración del escritor>>. Es posible que insista
todavía en que <<quiere escribir>>, y podemos estar de acuerdo con él en que
su probabilidad extremadamente baja de respuesta se debe principalmente a la
extinción. Se encuentran todavía operando otras variables que si la extinción
no se hubiera producido, podrían conducir a una alta probabilidad de
respuesta.
82
prueba directa. Observemos la frecuencia de una respuesta seleccionada,
hacemos que un hecho sea contingente a ella y observamos cualquier cambio
en la frecuencia. Si hay un camino, clasificamos el hecho como reforzante del
organismo en las condiciones presentes. No es un círculo vicioso clasificar a
los hechos en términos de sus efectos; el criterio es empírico y objetivo. Sin
embargo, sería vicioso si luego pasaremos a afirmar que un hecho dado
fortalece una operante por qué es reforzante. Si tenemos cierto éxito al
conjuntar acerca de las potencias reforzantes es debido a que hemos hecho en
cierta forma un examen imperfecto; hemos calibrado el efecto reforzante de un
estímulo sobre nosotros mismos y suponemos que el mismo efecto se produce
en los demás. Acertamos solamente cuando nos parecemos al organismo que
estamos estudiando y cuando hemos observado correctamente nuestra propia
conducta.
83
Valoramos la fuerza de los hecho que refuerzan cuando intentamos
descubrir lo que alguien <<consigue de la vida>>. ¿Qué consecuencias son las
responsables de su repertorio de conductas presente y de las frecuencias
relativas de las respuestas que se producen en el mismo? Sus opiniones
acerca de varios temas comunes de conversación nos dice algo, pero su
conducta diaria es una guía mejor. Deducimos refuerzos importantes de cosas
tan corrientes como su <<interés>> por un escritorio que trata ciertos temas,
por almacenes o museos que exponen ciertos objetos, por amigos que
comparten determinados tipos de conducta, por restaurantes que sirven
determinados tipos de comida, etc. El <<interés>> hace referencia a la
probabilidad que resulta, al menos en parte, de las consecuencias de la
conducta de <<tener interés>>. Podemos estar casi seguros de la importancia
de un refuerzo si observamos las variaciones de la conducta, al tiempo que el
refuerzo se produce o deja de producirse, puesto que entonces es menos
verosímil que el cambio en la probabilidad se deba a un cambio incidental de
cualquier otro tipo. La conducta de relacionarse con un amigo determinado
varía según él va caminando en proporcionar refuerzos. Si observamos esta
covariación, podemos entonces estar bastante seguros de <<lo que significa
esta amistad>> o de <<lo que nuestro sujeto ve en su amigo>>.
84
forma determinada son el resultado de ciertas consecuencias, y, como veremos
en el capítulo XVIII, es posible que él mismo nunca se dé cuenta de esta
relación aunque sea evidente para los demás.
REFUERZOS CONDICIONADOS
85
<<precurrente>> tras haber actuado sobre el medio ambiente para crear la
posibilidad de comer o beber. Por tanto, los estímulos generales por esta
conducta precurrente se convierten en refuerzos. De esta forma, antes de que
podamos llevar la comida del plato a la boca con éxito, debemos estar cerca
del plato, y cualquier conducta que nos lleve cerca de él se ve reforzada
automáticamente. La conducta precurrente se encuentra, por tanto, apoyada.
Esto es importante por cuanto solamente una pequeña parte de nuestra
conducta se ve reforzada de forma inmediata por comida, agua, contacto
sexual u otros hechos de importancia biológica obvia. Aunque es característico
de la conducta humana que los refuerzos primarios sean eficaces después de
un largo período de tiempo, esto sólo se debe probablemente a que los hechos
que intervienen se convierten en refuerzos condicionados. Cuando alguien
coloca postigos en su casa en octubre porque una conducta similar en el
octubre anterior fue seguida de una casa caldeada en enero, necesitamos
cubrir la laguna que existe entre su conducta de octubre y el efecto de enero.
Entre los refuerzos condicionados responsables de la intensidad de su
conducta, se encuentran ciertas consecuencias verbales proporcionadas por sí
mismo o por los vecinos. A menudo es importante introducir una serie de
hechos entre un acto y un refuerzo primario fundamentalmente para controlar la
conducta con fines prácticos. En la educación, industria, psicoterapia y muchos
otros campos, nos encontramos con técnicas pensadas para crear refuerzos
condicionados adecuados. El efecto de proporcionar consecuencias afectivas
inmediatas allí donde las consecuencias fundamentales aparecerán retrasadas,
equivale a <<elevar la moral>>, <<elevar el interés>>, <<prevenir el
desánimo>> o corregir la intensidad operante baja que hemos llamado abulia,
etc. Más concretamente, esto sirve para inducir a los estudiantes a estudiar, a
los empleados a acudir al trabajo, a los pacientes a practicar una conducta
social aceptable, etc.
Refuerzos generalizados
86
pueden obtenerse después de que el medio ambiente físico ha sido
manipulado eficazmente. Una forma de conducta precurrente puede preceder a
diferentes tipos de refuerzos en diferentes ocasiones. La estimulación
inmediata a partir de tal conducta se convertirá entonces en un refuerzo
generalizado. Nos vemos automáticamente reforzados, independientemente de
cualquier privación concreta, cuando controlamos con éxito el mundo físico.
Esto puede explicar nuestra tendencia a llevar a cabo trabajos de habilidad,
creación artística y práctica de deportes como los bolos, billar o tenis.
Es posible, sin embargo, que parte del efecto reforzante del <<feed back
sensorial>> no esté condicionado. Un niño parece sentirse reforzado por una
estimulación del medio ambiente que no ha ido seguida de un refuerzo
primario; el sonajero es un ejemplo. La capacidad de recibir refuerzos de este
modo podría haber surgido durante el proceso evolutivo, y puede tener un
paralelo en el refuerzo que recibimos al <<hacer que el mundo se mueva>>.
Cualquier organismo reforzado por su éxito al manipular la naturaleza,
independientemente de las consecuencias momentáneas, estará en una
posición favorable cuando se figan consecuencias importantes.
87
pero, cuando cualquiera que muestre afecto proporciona también otros tipos de
refuerzo, el efecto es generalizado.
88
diplomas que recibe. Estos no son tan fácilmente cambiables por refuerzos
primarios como el dinero, pero la posibilidad de cambio existe. Las monedas
educativas forman una serie en la que una puede ser cambiada por la siguiente
y el valor comercial o de prestigio de la última, el diploma, está muy claro. Por
regla general, los premios, medallas y becas concedidos por calificaciones
altas o realizaciones o habilidades especializadas no se hallan asociados
explícitamente a refuerzos primarios, pero las dimensiones físicas claramente
definidas de tales premios representan una ventaja para la preparación de
contingencias. Generalmente el refuerzo esencial es similar al del prestigio o
estima.
89
refuerzos generalizados sean algo más que las propiedades físicas de los
estímulos observados en cada saso o que existan entidades no físicas que
deban ser tenidas en cuenta.
90
respecto al placer como un hecho puramente privado, a no ser que sucediera
algo parecido a esto. De todas formas, el mismo sujeto no está en una posición
ventajosa para hacer tales observaciones. Los <<juicios subjetivos>> acerca de
la agradabilidad o satisfacción proporcionada por estímulos son normalmente
inciertos e inconsistentes. Como ha puesto de relieve la doctrina del
inconsciente, puede que no seamos capaces en absoluto de informar acerca
de hechos que pueden demostrarse que constituyen para nosotros un refuerzo
o que hagamos un informe que esté en contradicción directa con las
observaciones objetivas; podemos calificar como desagradable un tipo de
hecho que puede demostrarse que es reforzante. Ejemplos de esta anomalía
van desde el masoquismo al martirio.
91
se produzca de nuevo. Es difícil, si no imposible, atribuir estos efectos
reforzantes a una historia de condicionamiento. Más tarde es posible que
encontremos al mismo sujeto reforzada por una orquesta o por un brillante
espectáculo. Aquí es más difícil asegurar que el efecto reforzante no éste
condicionado. Sin embargo, podemos asegurar plausiblemente que una
capacidad de ser reforzado por cualquier feed-back procede del medio
ambiente sería biológicamente ventajosa, puesto que prepararía al organismo
para operar con éxito sobre el medio ambiente antes de que se diera un estado
de privación determinado. Cuando el organismo genera un feed-back táctil,
como al percibir el grueso de un tejido o la superficie de una escultura, el
condicionamiento es comúnmente considerado como resultante de un refuerzo
sexual, aunque el área estimulada no sea principalmente sexual. Es tentador
suponer que otras formas de estimulación producidas por la conducta están
relacionadas de manera similar con importantes hecho biológicos. Cuando el
medio ambiente cambia, la capacidad de verse reforzado por un hecho dado
puede significar una desventaja biológica. El azúcar es altamente reforzante
par la mayoría de los seres humanos, como muestra la amplia aceptación de
los caramelos. Su efecto a este respecto excede en gran manera las
exigencias biológicas comunes; sin embargo, esto no ocurrió hasta que el
azúcar fue cultivado y refinado en gran escala. Hasta hace unos pocos cientos
de años, el fuerte efecto reforzante del azúcar fue probablemente una ventaja
biológica. El medio ambiente ha cambiado. El sexo proporciona otro ejemplo.
Ya no hay una ventaja biológica en el importante efecto reforzante del contacto
sexual, pero no necesitamos retroceder muchos cientos de años para encontrar
situaciones de hambre y peste, bajo las cuales el poder del refuerzo sexual
ofrecía una ventaja decisiva. Una explicación biológica del poder reforzante es
quizá lo más que podemos hacer al intentar explicar por qué un hecho es
reforzante. Tal explicación probablemente es e poca ayuda en un análisis
funcional, ya que no nos suministran ninguna manera de identificar un estímulo
reforzante como tal, antes de haber probado su poder como refuerzo en un
organismo dado. Por tanto, debemos contentarnos con un examen en términos
de efectos de los estímulos sobre la conducta.
92
condicionamiento operante. Esto resulta evidente en el hecho de que alguien
puede no ser capaz de describir una contingencia que ha surgido efecto de
manera clara.
93
se ha establecido una respuesta supersticiosa, sobrevirá aun cuando sea
reforzada sólo raras veces.
94
contingencia ocasiona un cambio sustancial, son vulnerables ante las
coincidencias.
95
conducta similar y unas consecuencias parecidas. Si hemos hecho esto,
simplemente utilizamos el término para predecir que echará la carta en esta
ocasión.
96
la conducta de mirar. En general buscar algo que consiste en emitir respuestas
que en el pasado han producido <<algo>> como consecuencia.
97
98
VI. Formación y mantenimiento de la conducta operante
LA CONTINUIDAD DE LA CONDUCTA
99
de esta forma: primeramente le damos de comer cada vez que, desde
cualquier punto de la caja, se vuelve en dirección al punto fijado. Esto aumenta
la frecuencia de tal conducta. Luego detenemos el refuerzo hasta el momento
en que efectúe un ligero movimiento hacia el punto, y luego reforzamos tan
sólo cuando la cabeza se adelanta ligeramente y, por fin, solamente cuando el
pico toca realmente el punto fijado. Podemos seguir esta respuesta final en un
periodo de tiempo considerablemente corto; un pájaro hambriento bien
adaptado a la situación y a la cubeta de la comida puede ser inducido a
responder de esta forma en dos o tres minutos.
100
cantar, bailar, jugar; en una palabra, a presentar el enorme repertorio que es
característico de las personas adultas normales.
101
buenos acerca de las necesidades de considerar estos átomos. Un gran
número de respuestas verbales son ejecutadas por los mismos músculos; por
tanto, son respuestas que supuestamente se componen de un número
bastante reducido de elementos idénticos. Esto no es generalmente admitido
en la práctica ordinaria de considerar que la conducta verbal está compuesta
de unidades separadas –por ejemplo, las palabras del gramático-. Un análisis
riguroso demuestra que la palabra no es en absoluto una unidad funcional. Los
complejos de palabras más amplios- modismos, expresiones o pasajes
aprendidos de memoria- pueden variar conjuntamente bajo el control de una
sola variable. Por el contrario, podemos observar el control funcional separando
<<átomos>> tan pequeños, al menos, como los sonidos separados. Hemos de
reconocer estas pequeñas unidades para poder describir respuestas verbales
desviadas y ciertos errores verbales al igual que los artificios estilísticos como
la aliteración, asonancia, rima y ritmo.
REFUERZO DIFERENCIAL
102
ciertas ejecuciones artísticas, diferenciadas extremadamente sutiles en la
ejecución de la conducta ocasionan importantes diferencias en las
consecuencias (las consecuencias en cuestión son generalmente los refuerzos
condicionados en el capítulo V). Los refuerzos primarios están raramente
implicados. También son importantes los refuerzos negativos que vamos a
considerar en el capítulo XI. Por ejemplo, las consecuencias que son eficaces
en el condicionamiento de respuestas referentes a la locomoción o el
mantenimiento de una posición erecta consistente en gran parte en evitar las
caídas, tropezones y las posturas difíciles o fatigosas.
103
conducta verbal es eficaz sólo cuando genera en el oyente medio una conducta
adecuada; por tanto, la forma de la conducta se va pareciendo cada vez más a
las normas de la comunidad dada. Cuando pasamos de una comunidad a otra,
puede cambiar la topografía de nuestra conducta.
EL MANTENIMIENTO DE LA CONDUCTA
104
por ensayo y error un organismo aprende a salir de una caja y a encontrar el
camino para salir del laberinto. Es fácil ver la razón por la que se ha dado
relieve a la adquisición de conducta. Los primeros mecanismos para el estudio
del aprendizaje no revelan el proceso básico de un modo directo. El efecto del
refuerzo operante es desde luego más visible cuando existe un cambio
importantes en la conducta, cambio que tiene lugar cuando un organismo
aprende a dar una respuestas que no dio o no pudo dar antes. No obstante,
una unidad de medida más sensible nos permite tratar casos en los que la
adquisición de conducta tiene una importancia menor.
REFUERZO INTERMITENTE
105
de ser inciertas; no siempre obtenemos una buena comida en un restaurante
determinado porque el resultado de los guisos no es siempre predecible. No
siempre obtenemos respuesta cuando llamados por teléfono a un amigo
porque esté no siempre está en casa. No siempre encontramos una pluma al
buscar en el bolsillo porque no siempre la ponemos allí. Los refuerzos
característicos que proporcionan la industria y la educación son, casi siempre,
intermitentes, porque no es factible controlar la conducta, reforzando todas las
respuestas.
Refuerzo de intervalo
106
lentamente. Un efecto similar sobre la probabilidad de respuesta es
característico de la conducta humana. El número de veces que llamamos a un
número de teléfono determinado dependerá, en igualdad de circunstancias, de
la frecuencia con que obtengamos respuesta. Si hay dos agencias que prestan
los mismos servicios, es muy probable que llamemos a la que contesta más a
menudo. Es poco probable que nos veamos con amigos y conocidos con los
que raras veces lo pasmos bien y que escribamos a alguien que casi nunca
contesta. Los resultados experimentales son suficientemente precisos para
indicar que, en general, el organismo emite un cierto número de respuestas por
cada respuesta reforzada. Sin embargo, veremos que los resultados de los
programas de refuerzo no siempre son reducibles a una simple ecuación de
input y output.
107
mantener un nivel determinado de trabajo, tal como vamos a ver en el capítulo
XXV. Se garantiza la presencia diaria de alguien en el trabajo con una ficha en
la que se marca la hora de entrada y que se utiliza cono refuerzo condicionado.
El refuerzo aversivo (capítulo XI) que proporcionan un supervisor o un jefe es,
no obstante, el principal complemento de una retribución a intervalo fijo.
Refuerzo de razón
108
programa pueden resultar peligrosas para la salud. Esta es la razón principal
por la que suele oponerse el trabajo a destajo.
109
la dura preparación de un examen, quizás a toda prisa, puede concentrar difícil
empezar de nuevo a trabajar sobre otro tema.
Programa combinado
110
que se escojan en la combinación, pero es evidente que existe un terreno
intermedio en el que no predomina ninguno de los dos programas y el resultado
es incierto. Aunque este programa combinado puede parecer bastante
arbitrario, se da en muchas situaciones cuales en las que, como veremos en el
capítulo XIX, el agente reforzante puede ser afectado por el nivel de la
conducta reforzada.
111
VII. Discriminación operante
ESTIMULOS DISCRIMINATIVOS
112
podemos alterar la probabilidad de una respuesta instantáneamente,
presentando o retirando el estímulo discriminativo.
113
La conducta verbal se acopla al modelo de la contingencia en tres
tiempos y proporciona muchos ejemplos esclarecedores. Aprendemos a
nombrar los objetos adquiriendo un enorme repertorio de respuestas cada una
de las cuales es apropiada para una ocasión dada. Una silla es la ocasión en la
que la respuestas <<silla>> es probable que sea reforzada, un gato es la
ocasión en que la respuesta <<gato>> es probable sea reforzada, etc. Cuando
leemos en voz alta respondemos a una serie de estímulos visuales con una
serie de respuestas vocales correspondientes. La contingencia en tres tiempo
resulta evidente al enseñar a leer a un niño, cuando una respuesta dada es
reforzada con <<bien>> o <<mal>> de acuerdo con la presencia o ausencia del
estímulo visual apropiado.
114
la calle, dirán <<gracias>> en el momento apropiado, contestarán
correctamente acerca de hechos históricos, manejaran las máquinas,
compraran libros, asistirán a conciertos, obras de teatro, películas de un tipo
determinado, etc.
115
En el presente análisis no podemos distinguir entre conducta involuntaria
o voluntaria suscitando la cuestión de quien lo controla. No importa que la
conducta se deba a un individuo con voluntad o un usurpador psíquico, si
desechamos todos los agentes internos del tipo que sean. Tan poco podemos
hacer la distinción sobre la base del control o la falta del mismo puesto que
suponemos que ninguna conducta es libre. Si no tenemos ninguna razón para
distinguir entre ser capaz de hacer algo y hacerlo, las expresiones como <<ser
incapaz de hacer algo>> o <<ser incapaz de ayudar o hacer algo>> deben ser
interpretadas de otra manera. Cuando todas las variables importantes han sido
dispuestas, un organismo responderá o no lo hará; si no lo hace es que no
puede; si puede, lo hará. Preguntar si alguien puede dar una voltereta es
meramente preguntar si existen circunstancias bajo las cuales lo hará. En
hombre que puede evitar acobardase en un disparo no se acobardará tampoco
ante ciertas circunstancias. El que puede aguantar mientras el dentista le ésta
arrancando una muela es alguien que se mantendrá también firme en ciertas
ocasiones.
116
Consideremos, por ejemplo, a un invitado que tiene hambre y oye decir a
su anfitrión: << ¿no vienes a comer?>> (suponemos que el individuo ha
experimentado previamente el elaborado condicionamiento responsable de la
conducta descrita como <<conocer el idioma>>). Como resultado del
condicionamiento respondente, este estimulo verbal conduce a una cierta
cantidad de secreción <<involuntaria>> de saliva y otros jugos gástricos y
quizás a la contracción de los músculos de fibra lisa de las paredes del
estómago e intestinos. Puede también inducir al invitado a acercarse y sentarse
a la mesa, pero ciertamente esta conducta es de otro tipo. Aparece como
menos claramente determinada y la predecimos con menos seguridad. Tanto el
reflejo de salivación como la respuesta operante se producen porque,
normalmente han sido reforzados con comida, pero esta historia pertenece al
pasado y gran parte de ella a un pasado remoto. En ausencia de un estado
aprobado de privación puede que no se produzcan; en su lugar puede que el
invitado diga <<gracias, no tengo apetito>>. Pero incluso si la historia de
refuerzo y privación es satisfactoria, las respuestas de la operante pueden ser
reemplazadas por otra conducta que implique la misma musculatura. Si el
invitado se ha ofendido por un retraso indebido en la preparación de la comida,
por ejemplo, puede vengarse creando otro retraso más – quizás diciendo que
quiere lavarse las manos y permaneciendo fuera del comedor durante mucho
rato. La conducta se ha adquirido porque ha sido reforzada por su efecto
perjudicial sobre otras personas- porque el invitado ha <<aprendido a molestar
a la gente>>. Antes de que podamos predecir si se sentará a la mesa con tanta
seguridad como predecimos que va a salivar, hemos de tener información
sobre todas las variables relevantes – no solamente aquellas que aumentan la
probabilidad de la respuesta, sino también aquellas que aumentan la
probabilidad de respuestas competitivas-. Puesto que generalmente no
tenemos un conocimiento exacto de estas variables, es más simple suponer
que la conducta viene determinada de la voluntad del invitado – que vendrá a
comer si realmente quiere hacerlo -. Pero esta suposición no tiene ningún valor
teórico ni practico, puesto que hemos de predecir todavía la conducta del
<<querer>>. La explicación interna no es ningún cambio más corto hacia la
información que necesitamos. Si existen muchas variables importantes,
debemos estudiarlas todas.
117
contrario, la conducta operante ésta relacionada con aquella parte del medio
ambiente en que las condiciones para una acción eficaz son bastante
inestables y en la que la contribución genética o <<instintivas>> es mucho
menos probable, por no decir prácticamente imposible.
118
deja de estornudar, podemos estar bastantemente seguros de que el estornudo
no era un reflejo. Y no tenemos ninguna necesidad de decir que el estornudo
tiene que haber sido voluntario <<porque lo ha detenido cuando ha querido>>.
Una interpretación más aceptable puede ser: <<dejo de estornudar cuando se
introdujeron variables que fortalecieron una conducta competitiva>>.
REPERTORIOS DISCRIMINATIVOS
119
Hemos visto que cualquier unidad de conducta operante es, hasta cierto
punto, artificial. La conducta es la actividad continua y coherente de un
organismo integro. Aunque pueda analizarse por partes, con fines teóricos o
prácticos, debemos reconocer su naturaleza continua para poder resolver
ciertos problemas comunes. La conducta discriminativa ofrece muchos
ejemplos de ello. En la conducta alcanzar y tocar un punto dentro de nuestro
campo visual, cada posibilidad puede ocupar el punto requiere una
determinada combinación de los movimientos de alcanzar y tocar. Cada
posición se convierte en la propiedad distintiva de un estímulo discriminativo
que aumenta la probabilidad de la respuesta apropiada. Con el tiempo,
cualquier posición en la que esté el punto evoca el movimiento que consigue el
contacto con él. En los extremos del campo visual, la conducta puede ser
defectuosa, y los casos especiales pueden necesitar un condicionamiento
particular-por ejemplo, alcanzar un objeto visto a través de un espejo o desde
una postura poco corriente-, pero en el centro del campo todas las posiciones
del punto forman un continuo y todas las posibles combinaciones de
movimientos que conducen a entrar en contacto con él forman un campo
correspondiente. La conducta se adquiere en ocasiones específicas cuando se
refuerzan respuestas específicas que van dirigidas a ubicaciones específicas,
pero el organismo adquiere casi inevitablemente un repertorio coherente que
puede definirse sin hacer referencia a los orígenes precisos de los dos campos.
120
conducta es el producto de un conjunto de contingencias de tres tiempos. Una
línea determinada del modelo que hay que copiar es la ocasión para que
ciertos movimientos del lápiz sobre el papel produzcan una línea similar. Todas
estas líneas y todos estos movimientos forman campos, pero la conducta
puede no alcanzar una condición según la cual se la pueda tratar de campo.
Esto se ve fácilmente en la conducta del niño que aprende a dibujar. Un
pequeño número de respuestas estereotipadas es evocado por el campo
sumamente complejo del estímulo. La conducta del copista hábil se compone
de un número mucho más amplio de respuestas, y puede parecer tan
<<natural>> como nuestras respuestas a las posiciones espaciales. No alcanza
el punto en el que forme un campo continuo si una línea determinada del
modelo no es reproducida exactamente sino más bien con una respuesta
característica, según el <<estilo individual>> del artista. Un caso extremo en el
que la conducta está dividida en unidades discretas claramente identificables,
aunque el estímulo posea las características de un campo, es la conducta del
ingeniero eléctrico que <<dibuja un modelo>> de aparato de radio utilizando
únicamente quizá veinte o treinta unidades de respuesta.
121
conducta compleja del aparato vocal será reforzada al generar un tono
semejante. El refuerzo puede ser automático, si ha existido condicionamiento
previo del cantante con respecto a los tonos acertados, o proporcionado por
otra persona – un profesor, por ejemplo-, cuya conducta, refleja también la
corrección del tono emitido. Este repertorio, puede también incluir respuestas a
intervalos, siendo cada intervalo que se ha oído la ocasión de reforzar una
respuesta compleja que genera un intervalo correspondiente. Melodías,
progresiones armónicas, etc. Pueden constituir las bases de repertorios
similares. El mismo tipo de relaciones puede regir la conducta de tocar un
instrumento musical, donde la topografía de la conducta que genera los tonos o
pautas es completamente diferente.
Imitación
122
en la historia del individuo como resultado de refuerzos discriminativos que
muestran la acostumbrada contingencia en tres tiempos. La estimulación visual
de alguien que mueve la mano es la ocasión para que el mover una mano
probablemente reciba refuerzo. El estímulo auditivo <<Pa-pá>> es la ocasión
para que la complicada respuesta verbal que produce un modelo auditivo
similar sea reforzada por el padre complacido. Observamos que este tipo de
condicionamiento tiene lugar en la vida cotidiana, pero también podemos
establecerlo en el laboratorio. Por ejemplo, podemos condicionar a una paloma
para que ejecute varios actos distintos si otra paloma también los está llevando
a cabo. Cuando la paloma imitada picotea una clavija colocada en un punto
determinado, la que imita picotea otra clavija similar. Cuando la primera picotea
otra clavija distinta, la imitadora actúa de acuerdo con ello. Si una va al otro
extremo de la caja, la otra hace lo mismo. Esta conducta imitativa ocurre
solamente cando previamente ha tenido lugar un refuerzo discriminativo
específico. En realidad, no parece que las palomas se imiten mutuamente
<<por naturaleza>>. Sin embargo, la necesaria contingencia de tres tiempos se
da a menudo en la naturaleza. De este modo, si una paloma está escarbando
en un terreno cubierto de hojas, éste constituye una ocasión para que otra
paloma quizás se vea reforzada por una conducta similar. Lo que ocurre en el
hombre no es muy distinto de esto. Cuando vemos a un grupo de gente
mirando un escaparate, es probable que miremos también -no porque exista un
instinto de imitación, sino porque los escaparates que contemplan otras
personas pueden reforzar tal conducta. El repertorio imitativo del hombre medio
está tan bien desarrollado que se ha olvidado de sus orígenes, y se acepta
fácilmente como parte integrante de su conducta.
123
<<imitador>> hiciera exactamente lo contrario del <<imitado>>. Podríamos
condicionar a la segunda paloma a picotear siempre una clavija distinta de la
que picotea la primera. Algo de ello ocurre en una academia de baile cuando la
conducta del instructor y del alumno en un repertorio <<imitativo>> no son las
mismas. Un paso atrás por parte del profesor es un paso adelante por parte del
alumno. Este tipo de imitación inversa puede llegar a ser tan fácil como la
conducta que tiene estas mismas propiedades, tal como demuestra el buen
<<seguidor>>.
ATENCION
Pero la atención es algo más que mirar hacia algo o mirar una serie
sucesiva de cosas. Como todo el mundo sabe, podemos mirar el centro de una
página mientras <<estamos prestando atención>> a otros detalles de los
125
extremos. Los intentos de explicar esto en términos de <<movimientos
incipientes de los ojos>> han fracasado; no parece existir una orientación
comparable a ésta en el modelo auditivo. Es decir, al escuchar la grabación de
una sinfonía, cuando prestamos una particular atención a los clarinetes, no
parece que se pueda demostrar que exista una orientación especial del oído.
Pero aunque la atención no es una forma de conducta, esto no significa que se
encuentre fuera del campo de la misma. La atención es una relación de control-
la relación entre la respuesta y un estímulo discriminativo-. Cuando alguien
presta atención se encuentra bajo el especial control de un estímulo.
Detectaremos más fácilmente la relación cuando los órganos receptores están
visiblemente orientados, pero esto no es esencial. Un organismo presta
atención a un detalle de un estímulo, independiente de si sus órganos
receptores están orientados para producir la recepción más clara posible, si su
conducta se halla predominantemente bajo el control de este detalle.
Del mismo modo que podemos prestar atención a u objeto sin mirarlo,
también podemos mirarlo sin prestarle atención. Esto no significa que lo
estemos mirando con una clase de conducta inferior, en la que no se utilicen
correctamente los ojos. El criterio que seguimos es verificar si el estímulo
ejerce algún efecto sobre nuestra conducta. Cuando miramos a alguien sin
verle, cuando escuchamos una conversación sin atender a lo que se está
diciendo, o leemos <<pensando en otra cosa>>, simplemente no conseguimos
126
llevar a cabo una conducta que, normalmente, se encuentra bajo el control de
tales estímulos.
128
cualquier movimiento de aquél será reforzante. El niño, por tanto, <<prestará
atención>> al visitante, tal como acabamos de definir el término. Lo observará
muy de cerca. Si algunos estímulos verbales han estado relacionados de modo
especial con el caramelo, escuchará también todo lo que diga el visitante
puesto que el hecho de escuchar habrá sido reforzado por tales estímulos.
Cualquier conducta por parte del niño que haya hecho más probable la
aparición del caramelo ha sido también reforzada y será intensa. El niño puede
hacerse notar, <<haciendo el número>>, por ejemplo. Por la misma razón,
puede referirse a regalos anteriores, y por tanto hacer una <<insinuación>> al
visitante (capítulo XV).
129
VIII. El control ambiental
130
calle, fueran o no Y? ¿Hasta qué punto la reacción de X se debía a un estado
que podemos describir diciendo que X <<tenía miedo de que Y le evitara>>?
¡Acaso un anterior condicionamiento respecto a gente que cruza la calle,
implicó en realidad a Z, que se parece a Y?, y si así fuera, ¿podemos decir que
Y servía como <<Símbolo>> de Z?
EL ANALISIS DE ESTIMULOS
131
Varios problemas importantes que conciernen a la estimulación son
relativamente independientes de las propiedades físicas particulares de los
estímulos y de la duración de su efectividad. Para hacer frente a estos
problemas no importa que el órgano receptivo sea el ojo o el oído, por ejemplo,
y podemos trabajar con valores de estímulos que no presenten problemas de
límites. Al discutir diversas funciones del estímulo, tales como provocación del
reflejo, discriminación y refuerzo no fue siempre necesario especificar la
naturaleza de la estimulación, y como veremos en el capítulo IX, esto también
es verdad para otra función de los estímulos en el campo de la emoción.
Existen incluso procesos más generales que pueden estudiarse, no solamente
sin considerar la forma particular de intercambio de energía en la periferia del
organismo, sino también sin especificar si los estímulos provocan reflejos, son
discriminativos, reforzantes o emocionales. En el siguiente examen vamos a
poner de relieve el estímulo discriminativo, pero cada proceso podría también
ser demostrado, presumiblemente, en las otras funciones.
INDUCCION
132
posterior presume tal proceso, en el que, se dice, la sutil propiedad en virtud de
la cual un conocido se parece a nuestro padre o a nuestra madre, por ejemplo,
presupone el mismo proceso: una escultura abstracta que genera una
respuesta emotiva porque se parece al cuerpo humano demuestra la eficacia
de la propiedad responsable del parecido. Tal como Freud señaló, el parecido
puede ser efectivo tanto si es reconocido por el individuo como si no lo es.
133
DISCRIMINACION
ABSTRACCION
134
completamente abstracta probablemente no se consigue nunca. Los estímulos
que poseen la propiedad requerida y que se parecen de un modo especial a
casos comunes que la poseen pueden ejercer también un cierto control.
135
pasa bajo control de una propiedad muy especial de la naturaleza, el contenido
moderno de la palabra <<probabilidad>>.
Inducción cruzada
El estímulo <<interpretado>>
137
mi abrigo del perchero de un restaurante, aunque al examinar el contenido de
los bolsillos descubro que estoy equivocado. Puedo <<creer>> que un objeto
suspendido en el aire es un avión sólo para darme cuenta, momentos más
tarde, de que se trata de un pájaro que planea. Puedo <<creer>> que un objeto
es cuadrado y, al cambiar de posición, descubrir que no lo es. Puedo
<<creer>> que un punto luminoso se ha movido de un lugar a otro, aunque un
examen del circuito eléctrico que lo ha producido me convence de que
meramente ha desaparecido de una posición y ha reaparecido en la otra. No
existe ninguna razón para considerar al primero de cada uno de estos pares de
reacciones como <<perceptivo>> y al segundo como una forma de contacto
con el mundo real. Se trata de respuestas diferentes, efectuadas en tiempo
diferentes, ante una fuente de estimulación común.
138
simplemente de largo; en el otro corremos a dar la alarma. Es posible que no
hagamos nada hasta que hayamos <<decidido lo que es realmente>>.
Solemos <<interpretar>> el estímulo antes de actuar abiertamente de un modo
concreto. Pero con la <<interpretación>> ocurre algo parecido a lo que vimos,
en el capítulo VII, que sucedía con la <<atención>>; no tenemos necesidad de
encontrar una forma particular de conducta que se identifique con ella.
<<Interpretamos>> un estímulo como niebla en la medida en que se
incrementa la probabilidad de un repertorio distinto. Solamente cuando la
conducta específica ya se ha producido podemos decir que un estímulo ha sido
<<interpretado>> de una manera dada, pero podemos seguir hablando de
ambas probabilidades con pleno sentido. Un estímulo dado puede tener,
simultáneamente dos efectos diferentes cuando éstos son compatible, y dos
efectos diferentes que se alternan rápidamente cuando no lo son. Una situación
compleja de indecisión puede prevalecer hasta que el problema se resuelva,
sea poniendo en claro el estímulo, sea de cualquier otra forma. (Lo que ocurre
cuando tomamos una decisión será tratado en el capítulo XV.)
139
IX. Privación y saciedad
PRIVACION
En el capítulo III vimos que la probabilidad de beber llega a ser muy alta
si sometemos un organismo a una severa privación de agua y muy baja en un
estado de excesiva saciedad. Es razonable suponer que la probabilidad se
encuentra siempre en algún punto situado entre estos dos extremos y que, si
se cambia el estado de privación, simplemente varía la tendencia hacia uno u
otro extremo. El significado biológico del cambio en probabilidad es evidente.
Constantemente se pierde agua a través de la excreción y la evaporación, y el
organismo debe tomar del ambiente una cantidad igual para compensar esta
pérdida. En circunstancias normales el organismo bebe de una manera
intermitente y se mantiene en un estado bastante estable y presumiblemente
óptimo. Cuando este intercambio se interrumpe-cuando se priva al organismo
de la oportunidad de beber- es lógico suponer que el hecho de beber es más
probable que se produzca en la primera oportunidad de hacerlo que se
presente. En un sentido evolutivo, esto explica por qué la privación de agua
fortalece toda la conducta condicionada y no condicionada que atañe a la
absorción de agua. De manera similar explicamos por qué un organismo
privado de la ocasión de expulsar bióxido de carbono respira de una manera
más rápida y más profunda, por qué los reflejos de alimentación del niño recién
nacido aumentan de intensidad a medida que pasa el tiempo, tras la última
140
toma de alimento, y por qué un cachorro ronda por la cocina cerca del sitio
donde come habitualmente a medida que se acerca la hora de la comida.
141
NECESIDADES Y <<DRIVES>>*
142
La simplicidad del concepto de drive es sólo aparente. Pero lo mismo
ocurre con necesidad o deseo. Ningún concepto puede eliminar una diversidad
real de datos. Drive es un recurso verbal mediante el cual describimos un
estado de intensidad o fuerza y no puede responder preguntas experimentales.
No podemos controlar la conducta de un organismo cambiando de forma
directa sus drives de hambre, sed o sexo. Para cambiar de manera indirecta
estos estados hemos de manipular las variables relevantes de privación y
saciedad, y debemos hacer frente a toda la complejidad de estas operaciones.
Un drive no es un estímulo
143
porcentaje dado de su peso. El peso es observado fácilmente, y como
resultado bastante directo de una historia de privación puede ser utilizado,
normalmente, como sustitutivo de dicha historia. Pero desde el momento en
que solamente podemos cambiar el peso cambiando la historia, no puede ser
utilizado como sustitutivo en un control práctico. En cualquier caso, no
podemos afirmar que el peso del organismo es el drive del hambre.
144
satisfacción un sencillo menú demorando el servicio; cuando se hace aumentar
la probabilidad de que un prisionero hable en un interrogatorio policiaco
manteniéndole <<incomunicado>> (<<privándole de hablar>>, de modo similar
al ejemplo de la <<necesidad de ejercicio>> tratado antes): cuando se aumenta
la probabilidad de que una población coopere con las autoridades que
controlan los suministros de comida mediante la reducción de las raciones; y
cuando se mantiene el interés de un niño por sus juguetes dándoselos de uno
en uno. Procedimientos que tienen un efecto similar se ponen en práctica
cuando los invitados son inducidos a consumir más cocktails en una fiesta en la
que se sirven pastelitos salados y cuando la conducta sexual se intensifica
mediante la administración de ciertas hormonas o afrodisiacos. Evidentemente,
se precisa una amplia dosis de control para establecer alguna de estas
condiciones, ya sea con fines teóricos o prácticos. A veces, es posible utilizar
circunstancias que surgen de manera fortuita. Por ejemplo, los prostíbulos y
otros establecimientos de diversión de los puertos sacan partido de las
privaciones sufridas en el mar por los marineros. La escasez propia de los
tiempos de guerra general privaciones en gran escala, y estas son explotadas
con frecuencia tanto para fines teóricos como comerciales.
145
procreación, se la coloca bajo el control de un conjunto más amplio de
privaciones. Entonces la conducta puede ser fortalecida privando al individuo
de dinero o de cualquier cosa que pueda comprar con dinero- por ejemplo,
mediante fuertes impuestos-. El efecto puede ser suprimido saciando al sujeto
directamente con dinero o indirectamente con lo que el dinero puede comprar.
Esto podría hacerlo un patrono que respondiera a tal premio aumentando los
salarios para mantener poco numerosas las familias de sus empleados.
Mientras un premio de este tipo se mantenga vigente, un aumento del ocio o
del seguro de desempleo pueda afectar el índice de natalidad. Sin embargo, el
nivel de privación sexual no tiene, necesariamente, que haber sufrido cambios.
¿Cuántos drives hay? ¿Es más fuerte el drive materno que el sexual o el
del hambre? El hecho de saciar un drive como el del hambre ¿reducirá
parcialmente otro drive como el sexo? ¿Pueden ser reducidos al sexo todos los
demás drives? Preguntas de este tipo son contestadas más fácilmente cuando
se exponen en términos de privación y saciedad.
147
aproximadamente el mismo número de respuestas. El efecto de la privación es
sentido durante la extinción, no durante el condicionamiento.
148
etc., pero deberíamos asegurarnos al mismo tiempo, de que ninguna saciedad
o privación tiene lugar en ninguna de las áreas primarias asociadas con el
refuerzo generalizado. Por ejemplo, debería sernos posible reducir una
<<necesidad de afecto>> suministrándolo de manera abundante pero sin
suministrar, a la vez, ninguno de los refuerzos primarios asociados con él. Solo
entonces resultaría evidente un drive autónomo. Pero aunque los refuerzos
generalizados pueden reforzar aun cuando el refuerzo primario no esté próximo
– por ejemplo, la conducta de un avaro atento siempre a su dinero-, no
tenemos razón alguna para suponer la existencia de un drive correspondiente.
Una de las características más evidentes del avaro es la de no estar realmente
asociado por el dinero. El efecto reforzante de éste es sumamente importante,
de tal manera que la mayor parte de su conducta intensa lo es por esta razón,
pero un drive separado implica un estado separado de privación o saciedad,
por lo que la conducta del avaro nos resulta poco clara. Existen otros tipos e
avaros que se especializan en atención, afecto, aprobación o dominación.
Aunque podamos demostrar que se encuentran fuertemente reforzados por
estos refuerzos generalizados, incluso en ausencia del refuerzo primario, no
hablamos de drives separados porque no existen estados apropiados de
privación o saciedad.
149
matrimonio sin hijos puede <<sublimar>> su instinto paternal tratando a un
perrito como a un niño. El artista <<sublima>> la conducta sexual trabajando en
cuadros o modelos del cuerpo humano. Si creemos que la conducta sucede
siempre <<por alguna buena razón>> es decir, a causa de alguna posible
ventaja biológica- muchos ejemplos de este tipo pueden parecernos
enigmáticos. Pero una respuesta fortalecida a través de la inducción puede
muy bien no tener ningún efecto sobre la privación, incluso aunque la respuesta
de la que recibe su fuerza tenga un efecto distinto. En muchos ejemplos de
sublimación, la misma conducta es automáticamente saciable.
150
independiente relacionada con la dominación en sí misma. Privar a alguien del
dominio significaría disponer las circunstancias de tal forma que no pudiera
dominar ni la naturaleza física ni la sociedad, pero bajo tales circunstancias
sufriría probablemente privaciones, a las cuales podría entonces atribuirse
cualquier fortalecimiento general de su conducta. Recíprocamente, cuando
cambiamos la conducta de alguien <<dejándole hacer lo que quiere>> puede
dar la impresión de que estamos saciando su <<sed de dominio>>, pero casi
con toda certeza, cambiamos también algunas privaciones primarias o algunas
de las circunstancias aversivas que vamos a describir en el capítulo XI. El
efecto sorprendentemente general de muchas privaciones o saciedades
específicas pone en tela de juicio la extensión del drive de dominio. Alguien que
tienda a ser dominante en muchos aspectos de la vida puede experimentar un
gran cambio como resultado de un matrimonio afortunado o, en un lapso de
tiempo más corto, a causa de una comida satisfactoria.
¿Es el drive materno más fuerte que el sexo? ¿Es el sexo más fuerte
que el hambre? Podríamos contestar a preguntas de este tipo situando alguna
respuesta arbitrariamente escogida, bajo el control de privaciones diferentes
(reforzándola de maneras distintas) y luego observando la frecuencia máxima
bajo valores extremos de cada una de estas privaciones. ¿Cómo puede
compararse la frecuencia con que una rata macho muy hambrienta emite una
respuesta que es reforzada con comida, según un programa dado, con la
frecuencia de esta misma rata bajo una privación sexual extrema, cuando la
respuesta ha sido reforzada, siguiendo el mismo programa, con el acceso a
una hembra receptiva? En realidad no tiene objeto comparar privaciones, a no
ser que surjan naturalmente situaciones en las cuales las magnitudes relativas
de sus efectos sean importantes. Privando a un organismo, tanto de comida
como de contacto sexual, podremos observar qué conducta se origina cuando
presentamos, a la vez, estímulos apropiados. Sin embargo, no es fácil que se
den estas condiciones. Muchos organismo que sufren una severa privación de
agua no pueden ingerir alimento seco, por tanto, cuando limitamos la ingestión
de agua creamos, paralelamente, un efecto similar a la saciedad por medio de
comida. De la misma forma, la conducta sexual es debilitada cuando un
organismo se ve severamente privado de comida durante mucho tiempo.
152
importantes que el tiempo mismo. Podemos interrumpir la periodicidad normal
cambiando, por decirlo de alguna manera, la estación – es decir, manteniendo
al organismo bajo una temperatura o duración del día característica de una
época del año diferente-. Si la conducta responde a la circunstancia no-
estacional, el mero paso del tiempo difícilmente puede ser la variable primaria.
En condiciones normales, la época del año puede constituir un importante
fragmento de información.
EL INDIVIDUO Y LA ESPECIE
153
puede adquirir una respetable categoría científica si se le define como una
tendencia a responder de esta forma, no puede ser utilizado como explicación.
Si el instinto de construir nidos se refiere solamente a la tendencia observada
en ciertas clases de pájaros a construirlo, no puede explicar por qué los pájaros
construyen nidos.
RESUMEN
154
la temperatura media- esta variable puede permitir una predicción más explícita
y posiblemente puede ser útil para control.
155
X. Emoción
156
mentiras>>, que no detecta la deshonestidad, sino las respuestas emotivas
generadas cuando el individuo mantiene una conducta por la cual ha sido
castigado previamente.
157
podría también suceder en otras circunstancias en las que él no consideraría
en absoluto asustado a su acompañante.
158
quedan afectadas especialmente las respuestas relacionadas con
características determinadas del medio ambiente (el <<objeto>> del miedo o de
la ira). Algunas de las emociones más tenues como la turbación, simpatía o
diversión, pueden localizarse de manera más precisa en pequeñas
subdivisiones de un repertorio.
PROCESOS EMOTIVOS
159
embargo, no debemos esperar mucho de estos términos de la conversación
diaria. Han surgido a partir de circunstancias que ponen de relieve una
definición precisa. Incluso una emoción aparentemente bien definida como la
ira puede no ser reducible a una sola clase de respuestas o atribuible a un
único grupo de proceso, La ira producida por una circunstancia puede no ser la
misma que la producida por otra. Es decir, la interrupción de una secuencia de
respuestas previamente establecida tiene generalmente un efecto emotivo,
pero cuando alguien no puede escribir una carta porque ha perdido la pluma,
no puede abrir una puerta porque está cerrada por el otro lado o ni puede
conversar con otra persona completamente sorda o que no habla el mismo
idioma, los efectos resultantes pueden ser distintos en tantos aspecto como
fueran las circunstancias. Agruparlas todas bajo la etiqueta de <<condiciones
frustrantes>> y describir todos los cambios experimentados en la conducta de
emociones confusas sugiere que la clasificación usual hace distinciones que no
siempre corresponden a los hechos.
160
reinante; hablará, a quien quiera escucharle, de su antiguo ambiente, de sus
amigos y de lo que solía hacer. Todo ello es resultado de la privación. Pero la
nostalgia es también una circunstancia emocional en la cual existe un
debilitamiento general de otras formas de conducta – una <<depresión>> que
puede ser bastante profunda-. No podemos clasificar este fenómeno como el
resultado de una privación porque la conducta así afectada no se ha visto
específicamente restringido. Las distinciones de este tipo pueden parecer un
poco forzadas. Pero vale la pena hacerlas siempre que estemos interesados en
comprender o alterar tales circunstancias.
LA EMOCION TOTAL
161
los pájaros muertos, por ejemplo. ¿Cómo deberíamos describir esta última
<<emoción>>? Probablemente podríamos demostrar que la visión inesperada
de un pájaro muerto provoca respuestas reflejas considerables- palidecer,
sudar, cambiar el ritmo del pulso, etc.- así como diversas expresiones
causadas por los músculos de la cara y el cuerpo. Si éste fuera el alcance de la
fobia podríamos dar una descripción completa de la misma como un conjunto
de reflejos condicionales provocados por la visión de un pájaro muerto, pero es
posible señalar otros efectos importantes. La conducta de escapar será muy
poderosa. Parte de esta conducta – como volverse o huir – puede ser
incondicionada o ser debida a un condicionamiento muy temprano en la historia
el organismo. Parte de ella, sin embargo – como llamar a alguien para que
quite el pájaro, por ejemplo-, tiene evidentemente un origen posterior. El resto
del repertorio experimenta un cambio general. Si nuestro sujeto estaba
cenando en aquel momento, observamos que cesa de comer o come más
lentamente. Si estaba haciendo alguna otra cosa, observaos un cambio que
podríamos describir como <<pérdida de interés>>. Vemos que se encuentra
más dispuesto a sobresaltarse ante ruidos imprevistos y a mirar a su alrededor
con cautela después de entrar en un terreno desconocido. Estará menos
dispuesto a conversar con naturalidad, reír, contar chistes, etc. Estará
predispuesto a <<ver>> un pájaro muerto en lugar de un viejo sombrero tirado
en el suelo, en el sentido de que este estímulo, que hasta cierto punto se
parece a un pájaro muerto, puede restablecer todas las circunstancias
emocionales que hemos descrito. Estos cambios pueden persistir durante un
período de tiempo considerable después que el estímulo haya desaparecido.
Una descripción completa de la fobia necesitaría referirse a todos ellos, lo que
requeriría, evidentemente, una descripción completa del repertorio de
conductas del individuo.
162
estar constituida por respuestas reflejas en el campo de la alimentación, que
dan como resultado que el hombre pueda ponerse físicamente enfermo-
aparición de una úlcera, por ejemplo-. En este caso, está justificado atribuir la
causa de la enfermedad a una <<emoción>>, porque definimos la emoción
como un modelo de conducta. Podríamos de la misma forma atribuir a la
emoción un cráneo partido, si la herida fue el resultado de una conducta
temeraria. Pero esto es algo muy distinto que decir que la conducta emocional
es debida a una emoción. Un hombre no descuida sus negocios a causa de la
ansiedad o la tristeza. Tal afirmación es, como máximo, una forma de clasificar
un determinado tipo de negligencia. La única causa valida es la condición
externa de la cual la conducta negligente, como parte de un modelo emocional
conocido como ansiedad o preocupación, puede demostrarse que está en
función. Un descuido similar que podría ser atribuido a un amor imposible no es
<<debido a una moción diferente>>, sino simplemente al efecto de un conjunto
distinto de circunstancias. Para remediar la conducta negligente, en uno y otro
caso, debemos atacar las circunstancias externas que son responsables de
ella.
163
deseamos provocar los reflejos que comúnmente se producen en la emoción.
Sin embargo, los reflejos, como hemos visto, no pueden aflorar, de acuerdo
con nuestros deseos, como <<conducta voluntaria>>. El poeta que exclama <<
¡Oh, lloremos por Adonais!>> no espera realmente que el lector responda de
esta forma. No existe ninguna relación interpersonal que permita a una persona
provocar una conducta emocional en otra de acuerdo con esta fórmula. La
única posibilidad es utilizar un estímulo incondicionado o condicionado que
provoque el reflejo. El <<serial>>, como hemos señalado, es una pieza literal
pensada exclusivamente para provocar la secreción de lágrimas. Otros
repertorios verbales van destinados a provocar la risa. El uso de estímulos
condicionados para provocar, de esta forma, respuestas emotivas tiene gran
importancia práctica para los locutores profesionales.
164
que contrarrestan una conducta opuesta o desfavorable, y de esta forma
aumenta las probabilidades de que su libro o pieza <<gusten>>; pero la
conducta final puede que se reduzca a la compra de libros o a la difusión de
opiniones favorable. En este caso, parte del efecto puede ser clasificado como
refuerzo, pero podemos también distinguir un tipo de proceso que debe
clasificarse como emocional. El anunciante interesado en suscitar <<buena
disposición>> hacia su producto emplea los mismos procedimientos; ellos, la
conducta final especifica consiste en la compra del producto.
CONDUCTA AVERSIVA
165
podemos decir que estas respuestas se vean reforzadas positivamente al
<<librarnos>> del ruido, luz, etc., ya que es el cambio de una situación a otra lo
que es efectivo, y éste consiste en la reducción de una circunstancia
predominante antes del refuerzo.
166
el hambre surge por otras causas – por ejemplo, una inflamación- la comida
aversiva puede darse sin privación. Por otra parte, cuando bebemos agua,
masticamos una sustancia digesta o tomamos cierta drogas para reducir los
dolores ocasionados por el hambre, emitimos una conducta que puede no
variar con la privación de comida. De manera similar, aunque un sujeto puede
llevar a cabo ciertas prácticas sexuales porque reducen el tiempo empleado en
otras preocupaciones de tipo sexual, de ahí no se sigue que este resultado o la
reducción de cualquier otra consecuencia aversiva sea esencial para la
variación normal de la conducta sexual a través de la privación o la saciedad.
168
de establecer circunstancias aversivas. Algunas veces, en la práctica, nos
interesa retirar un refuerzo positivo. Lo que eliminamos es, de una manera más
precisa, un refuerzo condicionado positivo – un estímulo discriminativo o, en
otras palabras, la ocasión para una acción provechosa-. Pueden hacerse, en
este punto, varias distinciones sutiles que son quizá más importantes para la
teoría de la conducta que para su control práctico. Supongamos que privamos
a un soldado del permiso de abandonar el campamento hasta que no haya
realizado un determinado trabajo, y supongamos que, en pasadas ocasiones,
la ejecución de trabajos similares haya sido seguida por la devolución del
premiso. ¿Hemos originado un estado de privación en el que se intensificará la
conducta que ha sido previamente reforzada por la devolución de permisos, o
hemos presentado una condición aversiva de la que el individuo puede escapar
solamente ejecutando el trabajo exigido? Desde luego, es posible que hayamos
hecho ambas cosas. En la práctica, la distinción puede parecer de poca
importancia pero ciertos resultados secundarios dependen del grado en que
cada proceso se halle implicado.
EVITACION
169
acontecimiento futuro no se produzca cuando la conducta es emitida, originaría
un desconcertante problema si la conducta de evitación, una vez aprendida,
continuara generándose siempre con la misma intensidad. Pero si surge con
suficiente frecuencia la ocasión para que se origine una conducta de evitación,
la situación aversiva condicionada se va debilitando progresivamente. La
conducta deja de ser reforzada y, finalmente, deja de ser emitida. Cuando esto
sucede vuelve a percibirse el refuerzo primario negativo. Puede bastar un solo
caso para volver a condicionar el poder reforzante del primer estímulo. De esta
forma, cuando ciertos estímulos visuales ocasionados por el acercamiento
rápido de un objeto vienen seguidos de una lesión, cualquier conducta que
convierta los estímulos en más inofensivos será fortalecida. Alejarse,
escabullirse y ponerse a la defensiva constituyen ejemplos de acciones
adecuadas. En virtud de estas respuestas el individuo consigue evitar el daño,
pero se encuentra reforzado solamente al evadirse de los estímulos
condicionados aversivos a los que llamamos la <<amenaza>> del daño. Si éste
se evita siempre, la amenaza se debilita y la conducta se ve reforzada cada vez
más débilmente; finalmente, la respuesta no tiene lugar, se recibe un daño y el
modelo visual se establece nuevamente como un refuerzo negativo. De manera
similar, si la estimulación de comer un alimento determinado precede siempre a
un fuerte dolor de cabeza alérgico, puede que se convierta en aversiva. Si
como resultado de esto se ingiere dicho alimento, los dolores de cabeza no se
producen y el condicionamiento original de refuerzo negativo se extingue.
Finalmente, la comida deja de ser aversiva. Cuando se toma de nuevo se
produce otro dolor de cabeza, se establece de nuevo el refuerzo condicionado
negativo y empieza otro ciclo. La <<ausencia del dolor de cabeza>> ha
afectado a la conducta fomentando únicamente la extinción del estímulo
condicionado aversivo.
170
perdemos perder el afecto, el amor o los servicios de alguien muy importante
para nosotros. La conducta reforzada por la reducción de tales amenazas no
será necesariamente la misma que la que se encuentra reforzada
positivamente por el programa divertido, por la ventaja, el amor, el afecto o los
servicios.
ANSIEDAD
171
Puesto que el condicionamiento puede tener lugar como resultado de
una sola asociación de estímulos, un hecho aversivo aislado puede conducir a
una situación de ansiedad bajo control de estímulos incidentales. La muerte
repentina de un amigo íntimo, por ejemplo, va seguida, a veces, de una
prolongada depresión que puede manifestarse como una sensación de que
<<algo va a suceder>>, <<una sensación de estar predestinado>>, etc. Estos
casos son difíciles de enfocar. Cuando decimos que alguien ha muerto de
repente queremos significar que ningún estímulo previo se encontraba
particularmente asociado con dicho acontecimiento. Los estímulos que han
recibido la fuerza del condicionamiento han sido los elementos indiferenciados
de la vida diaria. No es probable que existan formas de evasión adecuadas
para escapar con éxito de estos estímulos, aunque pueden intensificarse otras
formas de evasión, a través de la inducción. Los reflejos emotivos
condicionales, al igual que las predisposiciones emotivas condicionadas,
pueden ser activados de manera casi constante. En el caso de una muerte
<<esperada>> - por ejemplo, la muerte de alguien que ha estado enfermo
durante mucho tiempo- el hecho puede ser igualmente aversivo, pero la
ansiedad se encuentra condicionada por los estímulos que la preceden. No es
probable que la ansiedad se produzca nuevamente a no ser que estos
estímulos vuelvan a producirse, por ejemplo, a causa de la enfermedad de otro
amigo.
ANSIEDAD Y ANTICIPACION
172
El efecto de los estímulos que, de forma característica, preceden al
refuerzo positivo podría ser crónico en un mundo en el que con frecuencia
sucediesen <<cosas buenas>>. En cambio, no se observa en la clínica porque
no causa molestias. La ansiedad, que es crónica en un mundo en el que a
menudo suceden <<cosas malas>>, produce desventajas tanto para el
individuo como para la sociedad.
XII. Castigo
173
Esta técnica ha sido utilizada a menudo, pero continúan formulándose
muchas preguntas que nos son familiares. ¿Debe el castigo vincularse
estrechamente a la conducta castigada?, ¿Qué formas de castigo son más
eficaces y bajo qué circunstancias? Esta preocupación puede deberse a que el
castigo tiene desafortunados subproductos. En líneas generales, el castigo al
contrario del refuerzo, ocasiona perturbaciones desfavorables tanto al
organismo castigado como a la instancia que castiga. Los estímulos aversivos
que se precisan generan emociones, las cuales incluyen predisposiciones a
evadirse a tomar represalias, y angustias que crean conflictos. Durante miles
de años el hombre se ha preguntado si el método no podría mejorarse o si no
existe un sistema mejor.
174
refuerzo, cincuenta respuestas reforzadas seguidas por veinticinco respuestas
castigadas deberían darnos una curva de extinción característica con
veinticinco respuestas reforzadas. Sin embargo, cuando se realizó un
experimento similar se descubrió que, aunque las respuestas castigadas al
empezar una curva de extinción, reducían la frecuencia momentánea de
respuestas, ésta aumentaba de nuevo cuando el castigo dejaba de
administrarse y que, finalmente, todas las respuestas se manifestaban. El
efecto del castigo consistía en una supresión temporal de la conducta, no en
una reducción de número total de respuestas. Bajo un castigo severo y
prolongado, incluso aumentaría la frecuencia de las respuestas al ser
interrumpido; y a pesar de que, en estas circunstancias, no es fácil demostrar
que aparezcan todas las respuestas originalmente disponibles, se ha
descubierto que, después de un tiempo determinado, la frecuencia de las
respuestas alcanzan el mismo nivel que si el castigo no hubiera tenido lugar.
176
cena asustándole mediante un ruido ensordecedor impreciso o un relato
terrorífico.
177
pulso, etc. Si, más tarde, miente ante un detector de mentiras, pueden
registrarse estas respuestas condicionadas.
178
TERCER EFECTO DEL CASTIGO
179
Cuando se castiga a alguien por no responder de una manera
determinada, se origina una estimulación aversiva condicionada cuando se
encuentra haciendo cualquier otra cosa. Sólo comportándose de una forma
determinada puede verse libre de <<culpa>>. De esta forma se puede evitar la
estimulación aversiva producida por <<no hacer lo que uno debe>>,
simplemente haciéndolo. Ningún problema moral y ético se encuentra
implicado necesariamente en el proceso: a un caballo de tiro se le mantiene en
movimiento mediante la misma fórmula. Cuando el caballo afloja el paso, la
marcha más lenta (o el chasquido del látigo) proporcionan un estímulo aversivo
condicionado del que el caballo escapa aumentando la velocidad. De vez en
cuando debe reinstaurarse el efecto aversivo mediante el contacto directo con
el látigo.
180
Otro subproducto del uso del castigo es todavía más desastroso. La
conducta castigada es a menudo fuerte y, por tanto, la persona castigada inicia
con frecuencia las primeras etapas de la misma. Aunque la estimulación
producida de esta manera, consigue impedir que la conducta castigada se
manifieste de una forma completa, provoca también los reflejos característicos
del miedo, la ansiedad y otras emociones. Por otra parte, la conducta
incompatible que bloquea la respuesta castigada puede parecerse a la
imitación física externa en que se genera ira o frustración. Puesto que las
variables responsables de estas formas emotivas son elaboradas por el mismo
organismo, no existe ninguna conducta aversiva apropiada. Esta situación
puede ser crónica y dar lugar a enfermedades <<psicosomáticas>> o
interferirse de otro modo con la conducta eficaz diaria del individuo (capítulo
XXIV).
ALTERNATIVAS AL CASTIGO
Podemos evitar el uso del castigo debilitando por otros métodos una
operante. Por ejemplo, la conducta que de manera evidente se debe a
circunstancias emocionales es a menudo susceptible de ser castigada, pero a
menudo, puede también ser controlada de forma más efectiva modificando las
circunstancias. También los cambios que ocasiona la saciedad tienen a
menudo el mismo efecto que observamos en el uso del castigo. A menudo se
puede eliminar la conducta de un repertorio, especialmente en niños, dejando
simplemente que pase el tiempo de acuerdo con un programa evolutivo. Si la
conducta está en función de la edad, el niño la superara. No siempre resulta
fácil tener paciencia hasta que esto suceda, sobre todo en un hogar medio,
pero nos consuela pensar que permitiendo que el niño pase por un período,
socialmente inaceptable le ahorraremos luego las complicaciones que surgen
del castigo. Otra forma de debilitar una respuesta condicionada es simplemente
dejar pasar tiempo. Este proceso de olvido no debe confundirse con la
extinción; desgraciadamente es, en general, lento y requiere también que se
eviten las ocasiones en que suela surgir la conducta implicada.
181
técnica se encuentra relativamente libre de efectos secundarios objetables. La
recomendamos, por ejemplo, cuando sugerimos que los padres no <<presten a
tención>> a la conducta censurable de sus hijos. Si la conducta del niño es
intensa solamente por lo que se ha visto reforzada por <<haber llamado la
atención>> de los padres, desaparecerá cuando esta consecuencia ya no se
produzca. Otro sistema es condicionar una conducta incompatible, no mediante
la supresión de la censura o la culpabilidad, sino mediante el refuerzo positivo.
Utilizamos este método cuando controlamos una tendencia hacia las
manifestaciones emotivas reforzando una conducta estoica. Este método es
muy diferente del de castigar una conducta emotiva, aunque este último
proporciona también un refuerzo positivo directo porque parece que tiene
menos efectos secundarios objetable.
182
XIII. Rasgos de personalidad y conducta
*Nota del traductor – El autor utiliza únicamente palabras que empiezan con <<H>> para la redacción del
párrafo entrecomillado.
183
Por otra parte, también podría describir una escena de ballet plenamente
no verbal. Podría referirse a un dependiente, el encargado de una fábrica, un
vendedor, un diplomático o un estudiante: en resumen, a cualquier tipo de
persona cuya conducta no tuviera nada en común con la de los demás, excepto
en aquellos aspectos a los que el párrafo se refiere.
186
Esta escala es indiscutiblemente útil para fines técnicos, pero no
representan un gran adelanto en el estudio de la dureza de los minerales. El
físico describe las diferentes posiciones en la escala como diferencias en la
estructura molecular. Una medida de la dureza del cuarzo expresada en
términos de estructura tiene sentido sin hacer referencia a minerales de otra
dureza. En la medida que podemos expresar diferencias de inteligencia como
diferencias en repertorios, en exposiciones a las variables o en frecuencias de
cambio, nuestra medida será, de manera similar, independiente de una
población.
187
También podemos considerar adecuado examinar los efectos actuales
de las variables que, aunque manipulables, están situadas en la historia lejana
del individuo. Utilizamos el peso del cuerpo como una indicación normal de un
proceso de privación de comida para predecir la probabilidad de que un animal
experimental coma, y con los mismas fines, podríamos utilizar también, como
complemento, un test del <<rasgo de voracidad>>. La medida en que coma
durante una situación test nos permitirá predecir la medida en que comerá, en
una situación experimental más amplia. De manera similar, haciendo un
inventario de las tendencias agresivas normales, podemos prescindir del
estudio posiblemente difícil de los primeros factores ambientales responsables
de la conducta agresiva.
188
solamente a su falta de especifidad. En los capítulos siguientes trataremos de
volver sobre ello al tratar de algunos procesos complejos. Los sistemas de
respuestas interconectadas serán atribuidos a disposiciones complejas de las
variables, y se elaborará un concepto viable del individuo como sistema que
responde. El rasgo no hace referencia a una unidad de conducta que haga
posible tal análisis.
189
funcional. No hemos reducido el trabajo de este análisis recurriendo a
proposiciones sumarias en términos de rasgos.
191
XIV. El análisis de casos complejos
<<SIMPLIFICACION EXCESIVA>>
192
veíamos que un solo estímulo aversivo contingente a una respuesta ejerce, al
menos, cuatro efectos. 1) Provoca reflejos, a menudo de carácter emotivo. 2)
Altera las predisposiciones emocionales que conducen a actuar de maneras
distintas. 3) Sirve de estímulo reforzante que lo preceden o lo acompañan;
estos estímulos suscitan finalmente las respuestas y predisposiciones de 1) y
2), y cualquier conducta de evitación que ponga fin a estos estímulos se
encuentra reforzada. 4) Hace posible el refuerzo de cualquier conducta de
evasión que ponga fin al propio estímulo punitivo. Así pues, en este ejemplo, un
solo hecho sirve como estímulo que provoca un reflejo, acción emocional,
estímulo reforzante en el condicionamiento respondiente y refuerzo negativo en
el condicionamiento operante.
Una objeción común a la Ley del Efecto nos proporciona otro ejemplo.
La doctrina de la <<necesidad de gratificación>> en psicoterapia, se basa en el
hecho de que la conducta que se ha visto intensificada por la privación se ve
debilitada por la saciedad. La saciedad se convierte de esta forma en un
método clínico. Por ejemplo, la conducta que es intensa porque ha sido
reforzada con atención personal puede ser debilitada si el individuo recibe
atención o si pueden debilitarse las privaciones primarias responsables del
poder reforzante de la atención. De igual manera, la conducta que es intensa
porque obtiene efecto puede ser debilitada proporcionando efecto o refuerzos
primarios adecuados. Se ha dicho que estos resultados contradicen la ley del
Efecto, que parece predecir que la conducta debería verse fortalecida más bien
que debilitada. Pero el caso se puede formular fácilmente en términos de los
múltiples efectos que se derivan del hecho de conceder atención o efecto. Un
niño que se comporta de una manera asocial para llamar la atención, puede ser
<<curado>> mediante una discreta dosis de atención, si la saciedad precede al
refuerzo, lo cual es perfectamente factible. Pero ¿Qué sucederá cuando la
privación se produzca de nuevo? Si la <<cura>> conduce de nuevo al paciente
a buscar más atención o efecto, resulta obvio un efecto reforzante. (Esto puede
evitarse. Si se prescribe una determinada <<necesidad de gratificación>>, esta
debería darse cuando el paciente no se esté portando mal. Esto producirá
saciedad sin reforzar una conducta indeseable.)
193
Una objeción habitual al principio de saciedad nos proporciona un
ejemplo de agrupación de efectos múltiples diferentes. Supongamos que nos
acercamos a un niño que está muy contento jugando sólo y que le damos un
caramelo. Es posible que observemos la súbita aparición de una conducta
censurable –molestar pidiendo más caramelos, llorar y quizás incluso coger
una pataleta-. Parece que hayamos aumentado sus ganas de obtener
caramelos, aunque nuestra definición de saciedad indique que la hemos
disminuido, al menos en una pequeña parte. La explicación es que el caramelo
ha tenido un segundo efecto. Ver y saborear un caramelo son estímulos
discriminativos bajos los cuales la conducta de pedir o conseguir un caramelo
es frecuentemente eficaz. No existe ocasión más a propósito para el refuerzo
de tal conducta que la presencia inmediata del dulce. Dándole al niño un
pequeño caramelo, estableceremos una situación corriente, en la cual una
conducta imperiosa bajo control de la privación de dulce es generalmente
eficaz y, por tanto, intensa. No hemos conseguido que el niño esté más
hambriento en términos de privación. Con una misma historia de privación la
conducta de pedir un caramelo muestra dos niveles de intensidad bajo el
control de dos estímulos. En nuestro experimento, pasamos del estímulo que
controla el nivel bajo al que controla el nivel alto. Se produce entonces otro
resultado. Un pequeño caramelo, como estímulo discriminativo, suscita una
conducta que se ve generalmente reforzada, aunque hemos indicado que no
existe refuerzo posterior en el presente caso. No solo el niño pide un caramelo;
lo hace sin éxito. Esta es la condición para una reacción emocional de
<<frustración>>, en la cual el niño empieza a llorar y quizás termine con una
rabieta (capítulo X). Resulta evidente que el niño se encontraba libre de esta
conducta antes de ver el caramelo, pero ello no significa que no tuviera
hambre. Si tuviéramos que definir el hambre en términos de intensidad de
conducta sin tener en cuenta la presencia o ausencia de estímulos
discriminativos, deberíamos admitir que una pequeña cantidad de comida la
aumenta. Pero nuestro ejemplo no constituye una excepción a la presente
formulación.
194
mediante conversaciones, fotografías, gestos, etc. En este caso, no es correcto
decir que su drive sexual se ha intensificado; la conducta sexual se ha vuelto
más intensa, pero esto no ha sido debido a la privación, sino a la presentación
de estímulos apropiados para tal conducta.
195
CAUSAS MULTIPLES
196
En la conducta simplemente imitativa u onomatopéyica, la respuesta se
encuentra controlada por un estímulo verbal de constitución similar – a estímulo
verbal <<casa>> suscita la respuesta verbal <<casa>> - Cuando un estímulo
verbal es de constitución diferente – como ocurre en el experimento de
asociación de palabras- podemos hablar de un repertorio intraverbal – el
estímulo <<hogar>> suscita la respuesta <<casa>>-. Cuando se lee, es
estímulo es un texto: es estímulo impreso <<CASA>> suscita la respuesta
verbal <<casa>>. Gran parte de la conducta verbal se encuentra controlada por
estímulos no verbales, como cuando nombramos o describimos objetos y
propiedades de los mismos – una casa auténtica suscita la respuesta
<<casa>>-. Puesto que una sola respuesta verbal está generalmente bajo el
control de variable de todos estos campos, aparte de estar relacionada con las
circunstancias motivacionales y emotivas, es probable que sea función de más
de una variable al mismo tiempo.
** nota del traductor –Juego de palabras intraducible entre <<Panned out>> y <<panda>>.
197
En este momento, nos interesan simplemente las fuentes múltiples del
elemento chistoso, no el chiste completo. La historia que se cuenta acerca del
decano de Harvard, Briggs, es un ejemplo: tenía que pronunciar un discurso en
una cena y era un día caluroso; las sillas habían sido barnizadas recientemente
y cuando se levantó para hablar se encontró con la americana pegada a la silla.
Todo el mundo río muchísimo mientras la desprendía. Cuando finalmente pudo
hablar dijo: <<Esperaba contaros esta noche una historia sin barniz alguno,
pero, desgraciadamente, las circunstancias me impiden dar un total
cumplimiento a mis deseos>>. Las múltiples fuentes de <<historia sin barniz>>
son esencialmente las mismas que en los ejemplos anteriores, pero el decano
construyó una frase que puso en claro para todos la causalidad múltiple de la
respuesta.
198
familiarizada y se asustó. Decidió entonces ponerse a merced de la audiencia
y se lamentó de su inexperiencia. <<Esta es la primera vez que me encuentro
en una taberna clandestina>>, dijo. El hecho de hablar de <<una taberna
clandestina>> que sorprendió tanto a la que estaba hablando como a su
complacido auditorio, podría atribuirse a la influencia de varias variables: tenía
que hablar de los males ocasiones por la taberna clandestina, le preocupaba su
propia capacidad de hablar con soltura y el micrófono podría llamarse
facilitador de comunicación en el sentido de que permite hablar a muchas
personas con poco esfuerzo (*). Más adelante veremos que la respuesta
introductoria también puede haber reducido la estimulación aversiva
procedente de la incipiente respuesta <<micrófono>>. Posiblemente, hubiera
podido demostrarse que el estímulo <<micrófono>> provocaría algunos de los
efectos emotivos que, como en el caso del detector de mentiras, son típicos de
los estímulos aversivos. No decimos que la respuesta <<micrófono>> tendería
a no ser emitida>>, sino más bien que cualquier respuesta que la desplazara
sería, por esta razón, intensa. La respuesta hizo irrupción en el discurso a
causa de esta fuerza dominante. A pesar de ello los orígenes de esta fuerza
eran tan evidentes que la respuesta total hizo efecto y se interpretó como una
muestra de ingenio.
*Nota del traductor – El autor juega con las palabras <<Speakeasy>> (taberna clandestina), <<Speack Easily (habla
con soltura) y <<Speakeasy>> (facilitador de comunicación).
199
El apunte formal es una práctica como en el teatro. Una palabra del
apuntador fortalece la conducta verbal del actor al establecer una respuesta
ecolálica que se combina con la conducta recordada imperfectamente. Si el
papel no ha sido aprendido en absoluto de memoria, el actor repite lo que oye
del apuntador simplemente como una respuesta-eco. Dado que entonces
existe una sola fuente de refuerzo, no es un apunte en sentido estricto. Es
difícil estar seguro de los múltiples orígenes si el apuntador es que proporciona
el pasaje entero, pero si no lo hace existe al menos dos variables. La fuerza
relativa del material aprendido se demuestra en el número de ocasiones en que
se necesita el apunte: si el pasaje ha sido bastante bien memorizado, bastará
una contribución ecolálica muy pequeña. Los programas de acertijos en radio y
televisión utilizan una especie de apunte formal oculto. El contrincante que
considera difícil contestar a una pregunta puede conseguir una ayuda del
presentador cuando éste dice algo que contiene una palabra similar a la
respuesta. Si la respuesta es, por ejemplo, Washington, el apunte oculto podría
contener la palabra <<Washing>>. Un apunte temático que tendría el mismo
efecto sería una frase con las palabras <<padre la patria>>.
200
las ruedas del tren le dice << ¿por qué estás aquí?>>; el ruido del agua al
golpear contra el barco susurra <di la verdad, di la verdad>>
201
puede clasificarse como sonda formal ni temática. No obstante, puede surgir
una gran cantidad de <<autosondas>>, cuando partes de esta producción
verbal alteran otras partes a través de una estimulación complementaria.
PROYECCION E IDENTIFICACION
202
de la otra persona pero que se encuentra controlada por variables muy distintas
en su propia conducta. Por ejemplo, se imita el hecho de permanecer
silencioso por alguna razón trivial pero se combina con un gesto de
aburrimiento; un comentario marginal encuentra rápido eco y se combina con
una observación crítica. En lo que algunas veces se llama la <<neurosis de la
solterona>> una respuesta que imita la conducta de una persona inocente se
combina con una respuesta sexualmente agresiva. El hecho de que el que
efectúa la proyección atribuya una conducta agresiva similar a la otra persona
es un detalle adicional (capítulo XVII).
Dos respuestas que utilizan de modo distinto las mismas partes del
cuerpo no pueden ser emitidas conjuntamente. Cuando dos de dichas
respuestas son intensas al mismo tiempo, la circunstancia suele llamarse
<<conflicto>>. Cuando las respuestas incompatibles se deben a tipos de
privación, hablamos de un conflicto de motivos; cuando se deben a
contingencias reforzantes distintas, hablamos de un conflicto de objetivos, etc.
El término sugiere que tiene lugar alguna lucha activa en el interior del
organismo – evidentemente, entre algunos de los hipotéticos precursores de la
conducta-. El conflicto raras veces puede producirse entre las variables
203
independientes, puesto que éstas son hechos físicos y cualquier conflicto se
resolvería a un nivel físico. Desde este punto de vista, debemos suponer que el
conflicto se desarrolla entre respuestas, y que cualquier <<lucha>> aparecerá
de forma patente en la conducta. Por tanto, si queremos estudiar el conflicto
nos limitaremos simplemente a intensificar respuestas incompatibles y a
observar el resultado.
Suma algebraica
204
puesto. Opuesta a ella encontramos otra conducta que es intensa por razones
distintas. Podemos observar este fenómeno en el asesino de buen corazón, en
el idealista que se encuentra dentro de una profesión en la que debe explotar o
causar algún perjuicio a la gente, o en el pacifista que debe cumplir el servicio
militar.
Dominancia
205
de un campo de interés a otro, y luego otra vez al primero, permaneciendo
quizás años en uno de ellos. A veces una solución bastante aceptable al
problema de la conducta incompatible consiste en llevar a cabo un tipo de
respuesta para enlazar la propia actividad como respuestas de otro tipo. Esto
es especialmente factible cando estas últimas son relativamente
independientes del medio ambiente externo: escindido entre el amor y el deber,
uno puede cumplir con su obligación y seguir hablando del amor. La respuesta
alternativa puede también ser llevada a cabo <<fantasiosamente>>, como
veremos en el capítulo XVII.
Hacer o no hacer
207
lugar de echarse el mismo dentro”, y permanecía sentado en la orilla, tan
triste como un “gentleman” en un día de verano.
ENCADENAMIENTO
208
ocasional o, cuando decimos en voz alta lo que pensamos, en la asociación
libre.
209
SECCION III
XV. <<Autocontrol>>
LA <<AUTODETERMINACION>> DE LA CONDUCTA
210
es importante para fines teóricos. Probar la validez de una relación funcional a
través de una demostración real del efecto de una variable sobre otra
constituye la piedra angular de la ciencia experimental. La experiencia práctica
nos dispensa de muchas técnicas estadísticas fastidiosas, para probar la
importancia de las variables.
211
un problema mientras permanece aislado del ambiente relevante y mantiene su
propia salud o su posición en la sociedad ejerciendo el <<autocontrol>>.
212
distinguir también entre el sujeto y el objeto del verbo. Es evidente que las
autoimágenes son múltiples y que, por tanto, no pueden identificarse con el
organismo biológico. Pero, si esto es así, ¿Qué son? ¿Cuáles son sus
dimensiones en una ciencia de la conducta? ¿Hasta qué punto una autoimagen
es una personalidad integrada o un organismo? ¿Cómo puede actuar sobre
otra? Los sistemas interconectados de respuestas que describen el autocontrol
y el pensamiento hacen posible contestar satisfactoriamente preguntas de este
tipo, como veremos en el capítulo XVIII. Sin embargo, cuando disponemos de
los principales datos podremos hacerlo de manera más conveniente. Mientras
tanto vamos a utilizar el término <<autoimagen>> de una forma menos
rigurosa.
<<AUTOCONTROL>>
213
la respuesta controlada. La respuesta que controla puede manipular cualquiera
de las variables de las cuales la respuesta controlada es función; existen, por
tanto, muchas formas distintas de autocontrol eficaz. En general, es posible
trazar paralelos en los que se emplean las mismas técnicas para controlar la
conducta de los demás. Una investigación un poco a fondo en este punto
ilustrará el proceso de autocontrol y, al mismo tiempo, servirá para resumir el
tipo de control que vamos a tratar en los capítulos siguientes.
TECNICAS DE CONTROL
214
El suicidio es otra forma de autocontrol. Evidentemente, nadie se suicida
debido a que, en ocasiones anteriores, haya estado de una situación aversiva
haciendo lo mismo. Como ya hemos visto, el suicidio no es un tipo de conducta
al que se pueda aplicar la noción de frecuencia de respuesta. Si se produce,
los componentes de la conducta deben haber sido intensificados por separado.
A no ser que esto suceda bajo circunstancias en las que la frecuencia sea un
dato obtenible, no podremos asegurar, con propiedad, de un hombre concreto
que <<es probable o improbable que su suicide>> - como tampoco nadie
puede decirlo de sí mismo- (capítulo XVIII). Algunos casos de suicidio, que
aunque desde luego no todos, sigue el precepto de cortarse la mano antes de
que ésta sea motivo de escándalo. El espía apresado, por el enemigo puede
utilizar este método para evitar la divulgación de secretos de Estado.
Una variante de este tipo de control consiste, por decirlo así, en eliminar
la situación en lugar del individuo. Un gobierno detiene los gastos inflacionistas
mediante fuertes impuestos-quitando a la gente el dinero o crédito necesarios
para comprar-. Una persona consigue controlar la conducta de su heredero
derrochador por medio de un usufructo. Los colegios contrarios a la educación
mixta consiguen controlar ciertos tipos de conducta sexual haciendo
innecesario el sexo opuesto. El individuo puede utilizar las mismas técnicas
para controlarse a sí mismo. Puede dejar una gran parte de dinero en casa
para no gastarlo o puede echar monedas en una hucha de donde sea difícil
extraerlas. Puede que coloque su dinero en un lugar inaccesible incluso para sí
mismo. Mr. Polly, de H. G. Wells utilizaba un procedimiento similar para
distribuirse el dinero durante un viaje. Se quedaba solamente con una libra y el
resto del dinero lo enviaba por correo a su nombre a la siguiente población que
tuviera que visitar. Al llegar iba a la oficina de correos, se quedaba con otra
libra y volvía a enviarse el resto del dinero a otra ciudad a la que llegaría más
tarde.
Cambio de estímulo
215
conseguirlo, manipulamos o bien un estímulo capaz de provocar una respuesta
refleja o bien un estímulo discriminativo. Cuando un laboratorio farmacéutico
reduce la probabilidad de que un medicamento nauseabundo sea vomitado
metiéndolo en unas capsulas sin sabor alguno – o <<cubriendo la píldora de
azúcar>>-, lo que hace es, simplemente, eliminar un estímulo que provoca
respuestas indeseables. Podemos utilizar el mismo procedimiento para
controlar los propios reflejos. Solemos ingerir rápidamente un medicamento y
tomar luego un vaso de agua para reducir estímulos de este tipo.
216
Privación y saciedad
Una persona que no tenga mucho dinero puede sacar el máximo partido
cuando la invitan a cenar no comiendo al mediodía y creando así un fuerte
estado de privación, a causa del cual probablemente ingeriría grandes
cantidades de alimento durante la cena. A la inversa, también puede saciarse
parcialmente con una comida ligera antes de ir a la cena para que su hambre
no sea tan evidente. Cuando un invitado, antes de asistir a un <<cocktail>>, se
prepara para el mismo bebiendo agua en gran cantidad, utiliza la autosaciedad
como una medida de control.
Un eminente médico…, me dijo que para liberarse de un mal hábito uno debe forzarse
a sí mismo a ejecutarlo cuando no le apetece; si nos obligamos a nosotros mismos, el hábito
desaparece… Por ejemplo, si alguien tiene la costumbre de morderse las uñas, debe obligarse
a morderlas en el momento en que no le apetezca hacerlo en absoluto. Finalmente, nos damos
cuenta de que el hábito ha desaparecido.
Existe una variante de esta práctica que consiste en saciar una forma de
conducta llevando a cabo otra en cierta forma similar. Con frecuencia se
recomienda hacer mucho ejercicio para controlar la conducta sexual partiendo
de la base de que el ejercicio se parece lo suficiente a la conducta sexual como
para producir una especie de saciedad transferida. (Se supone que el efecto se
debe a superposición topográfica más que a puro agotamiento). Una
superposición similar puede explicar una especie de privación transferida. Se
ha recomendado la costumbre de levantarse de la mesa todavía con apetito
como un camino para generar buenos hábitos de trabajo. Quizá sea por esta
misma razón que el vegetariano suele mostrarse particularmente activo y muy
eficaz, ya que en cierto sentido, siempre se encuentra hambriento. Se ha
afirmado que la autoprivación en el campo del sexo tiene importantes
consecuencias en otros campos poco relacionados con él – por ejemplo,
estimulando logros literarios o artísticos-. Posiblemente, las pruebas
disponibles hasta el momento son escasas; si al final resulta que el efecto en
realidad no ocurre, esto nos librará del trabajo de encontrar una explicación.
217
Inducimos en nosotros mismos cambios emotivos con fines de control. A
veces, esto significa, simplemente, presentar o retirar estímulos. Por ejemplo,
reducimos o eliminamos reacciones, emotivas no deseadas marchándonos
para <<cambiar de ambiente>> - es decir, retirando estímulos que han
adquirido el poder de suscitar reacciones emotivas a causa de hechos que han
sucedido en relación con ellas-. A veces, prevenimos la aparición de una
conducta emotiva provocando respuestas incompatibles con estímulos
apropiados; por ejemplo, cuando, en un momento muy solemne, nos
mordemos la lengua para no reírnos.
218
reacciones aversivas en nosotros mismos, asociando estímulos de forma
apropiada- por ejemplo, utilizando las <<curas>> que hemos descrito contra el
tabaco y el al alcohol-. Así mismo, nos controlamos creando estímulos verbales
que nos afectan, a causa de las consecuencias aversivas pasadas que otras
personas han asociado con tales estímulos. Una simple orden constituye un
estímulo aversivo – una amenaza- que específica la acción que conduce a la
evasión. Al despertarnos en una fría mañana de invierno, la simple repetición
de la orden <<levántate>> puede, de forma sorprendente, llevarnos a la acción.
La respuesta verbal cuesta menos que el hecho de levantarse y es emitida con
mayor facilidad, pero las contingencias reforzantes establecidas por la
comunicad verbal pueden prevalecer. En cierto sentido, el individuo <<se
obedece así mismo>>. El uso continuado de esta técnica puede conducir a una
discriminación más precisa entre las órdenes dadas por uno mismo y las que
proceden de los demás, que pueden interferirse con el resultado.
Drogas
Condicionamiento operante
Castigo
221
En el campo de la emoción, una forma más concreta de <<hacer
cualquier otra cosa>> puede ser especialmente eficaz. Las emociones tienden
a ir asociadas – miedo e ira, amor y odio- de acuerdo con la orientación de la
conducta que se encuentra intensificada. Podemos modificar la conducta de
alguien que tiene miedo haciéndolo enfadar. En este caso, su conducta no es
simplemente la de hacer otra cosa; en cierto sentido está haciendo lo contrario.
El resultado no es de dominancia, sino de suma algebraica. En el autocontrol,
el efecto se ejemplifica cuando alteramos una predisposición emotiva poniendo
en práctica la emoción opuesta: disminuyendo las manifestaciones de la
conducta propia del miedo mediante la práctica de la ira o la indiferencia o
evitando los estragos del odio <<amando a nuestros enemigos>>.
Por su puesto, este punto de vista está en conflicto con las ideas
tradicionales sobre el tema, que gustan mucho de citar el autocontrol como un
ejemplo importante del proceso de responsabilidad personal. Pero un análisis
que recurre a las variables externas hace innecesario suponer la existencia de
un agente interno causante y determinante. Son muchas las ventajas científicas
de un análisis como éste, pero quizá las de tipo práctico sean aún más
importantes. La idea tradicional acerca de lo que sucede cuando un individuo
de autocontrola nunca ha tenido éxito como recurso educativo. Sirve de muy
poco decirle a alguien que utilice su <<voluntad>> o su <<autocontrol>>.
222
Una recomendación de este tipo puede hacer que el autocontrol sea
ligeramente más probable al establecer unas consecuencias aversivas
adicionales ante el fracaso en el control, pero no sirve de mucha ayuda para
entender los procesos reales. Un análisis alternativo de la conducta de
controlar debería hacer posible enseñar técnicas importantes con la misma
facilidad con que se enseña cualquier otro repertorio técnico. Debería,
asimismo, mejorar los procedimientos a través de los cuales la sociedad
mantiene fuerte la conducta de autocontrol. Ya que una ciencia de la conducta
revela de una forma más clara las variables de las cuales la conducta es
función, debería aumentar en gran manera estas posibilidades.
223
XVI. Pensamiento
TOMA DE DECISIONES
224
nuestros amigos dónde van a ir, enterarnos del tiempo que se prevé en cada
uno de los dos sitios, etc. Si no tenemos suerte, puede que todo este material
no haga más que mantener el equilibrio entre las dos posibles acciones, pero
es más probable que lleve al predominio de una de ellas. Tal como aquí vamos
a utilizar este término, <<decidir>> no es ejecutar el acto decidido
anteriormente, sino la conducta previa responsable del mismo.
225
inferiores ni en la de muchas personas. Cuando existe, en general es el
resultado de refuerzos especiales administrados por la comunidad. Aunque el
individuo puede, accidentalmente, encontrar varias formas de decidir, es más
probable que las técnicas pertinentes le sean enseñadas. Enseñamos a un
niño a <<pararse a pensar>> y a <<considerar las posibles consecuencias>>
suministrándole refuerzos adicionales, que hasta cierto punto pueden estar
fuera de lugar e incluso a ser falsos (capítulo XXVI). Puede que ni siquiera
estos den un resultado satisfactorio. Es posible que el niño considere todavía
que es difícil <<decidir>> e incluso puede experimentar la situación patológica
de la folie du doute o alguna situación conflictiva parecida a la del asno de
Buridan.
LA CONDUCTA DE RECORDAR
226
fuerte presión que se originará cuando se alcance el punto apropiado para
emitir el nombre. Sí, como resultado de todo lo que hemos hecho, el nombre
<<nos viene súbitamente a la memoria>>, es que ha sido fortalecida una
respuesta que no podía especificarse por adelantado.
PROBLEMAS Y SOLUCIONES
227
anteriormente lo ha conseguido es intensa o si tenemos alguna prueba de que
la conducta que depende de un coche puesto en marcha es intensa.
228
explicar la acción de un cuerpo vivo. Hemos de suponer la intensidad de tal
conducta aunque ya es demasiado tarde para que podemos justificarla. La
explicación era una metáfora; la respuesta basada en ciertas figuras
construidas para que se parecieran a organismos vivos se hizo extensiva, a
través de la inducción del estímulo, al mismo organismo viviente. No
necesitamos suponer que, en el momento en que ocurrió esto, Descartes
estuviera precisamente ocupado de una forma activa en resolver el problema.
Es posible que el hecho de disponer de información acerca de las figuras fuera
del todo accidental. No necesitamos, por tanto, considerar la conducta de
Descartes como la de alguien que está solucionando un problema.
Sencillamente, <<encontró una solución>>.
229
y error. Podemos explicar la aparición de cada respuesta-ensayo en términos
de lo que esté ocurriendo en aquel momento y de la historia anterior del
individuo. Existe un mínimo de <autodeterminación>>.
230
era una presentación de datos que condujo, aparte de otros resultados, a la
solución de Darwin sobre el problema del origen de las especies. La tabla de
elementos de Mendeleiev era la forma de disposición de los datos químicos
que necesariamente precedió a la moderna teoría atómica. La ordenación de la
información pertinente es ahora una operación imprescindible para solucionar
cualquier problema, lo cual ya es una cuestión rutinaria cuando los problemas
han de solventarse por grupos y cuando las distintas operaciones de resolver
un problema se encargan a personas diferentes. El <<investigador de
hechos>> es una figura bien conocida en la solución organizada de problemas
en la ciencia y la industria.
231
La <<dificultad>> de un problema estriba en la facilidad que exista para
obtener la respuesta que constituye la solución. Es posible que no necesitemos
aumentar mucho la intensidad. Se da este caso cuando el problema se parece
mucho a uno anterior: el problema de los anillos es parecido a otro que hemos
resuelto antes, el misterio del asesinato utiliza una trama típica, y el problema
científico es similar a otro problema en un campo distinto. A medida que
aumenta el parecido con ejemplos anteriores y la posibilidad de obtener una
respuesta adecuada, se llega a un punto en el que ya carece de sentido hablar
de solución de problemas. Por otra parte, en el extremo opuesto, puede que en
la situación presente existía muy poco o casi nada que fortaleza las respuestas
adecuadas, y en este caso el individuo debe manejar laboriosamente las
variables de las cuales su conducta es función. Si no hay ninguna conducta
disponible, a pesar de todo lo que se haga cambiando las variables, el
problema permanece insoluble para nosotros.
232
que hayan impedido una solución del problema se debiliten y aparezcan otras
que las faciliten. Por tanto, no necesitamos suponer que, después que el
trabajo sobre el problema ha sido abandonado, se ha seguido desarrollando un
proceso de solución del problema. El hecho de que la solución constituya una
sorpresa para el mismo sujeto no altera esta conclusión. Veremos en el
capítulo XVIII que puede producirse un auténtico proceso de solución de un
problema cuando ni el mismo individuo puede observarlo; sin embargo, muchos
ejemplos de <<pensamiento inconsciente>> pueden explicarse sencillamente
como cambios que llevan a una solución cuya aparición solo depende del paso
del tiempo.
233
posible que existan en el objeto nuevos rasgos que originan la conducta
preliminar que aquí llamamos solucionar un problema. Sin embargo, la
exploración artística de un medio puede progresar en ausencia de cualquier
problema explícito. Esta conducta es más evidente cuando se lleva a cabo
mediante dispositivos mecánicos. El artista puede producir nuevos dibujos
geométricos siguiendo una fórmula arbitraria, como por ejemplo la de
<<simetría dinámica>> o mediante <<garabatos>>. Del mismo modo, el escritor
puede producir nuevas tramas argumentales manipulando caracteres y
situaciones, al igual que el compositor puede producir nuevos ritmos o
melodías manipulando las notas mediante un dispositivo mecánico,
combinando símbolos sobre un papel o dejando que su gato se pasee por el
teclado. Todo esto puede hacerse, no para resolver un problema específico,
sino para ampliar un repertorio artístico. El problema consiste simplemente en
encontrar algo nuevo.
234
producido anteriormente bajo las mismas circunstancias-, sin implicar ningún
elemento de originalidad en los individuos que las <<tienen>>.
El hombre posee ahora un control del mundo mucho mayor del que
poseían sus antepasados, y esto supone un progreso en los descubrimientos e
inventos en los que parece existir un fuerte elemento de originalidad. Pero
podríamos expresar este hecho del mismo modo diciendo que el medio
ambiente tiene ahora un control mayor sobre el hombre. Las contingencias
reforzantes modelan la conducta del sujeto y nuevas contingencias generan
nuevas formas de conducta. Es aquí donde hemos de encontrar la originalidad,
si hay que hallarla en alguna parte. A medida que pasa el tiempo, el hombre
reacciona ante rasgos del mundo cada vez más sutiles y lo hace cada vez con
mayor eficacia. La acumulación de conducta se ha hecho posible por el
crecimiento de un medio ambiente social que fuerza al hombre moderno a
responder a diferencias que, solo de forma muy paulatina, obtenían el control
de la conducta de sus antepasados (capítulo XIX y XXVIII). Las instancias
educativas establecidas por el grupo se ocupan de la transmisión de los
resultados de las contingencias ambientales de un individuo a otro, y, de esta
forma, le es posible al individuo adquirir una conducta eficaz en una vasta
escala.
235
descripción del pensamiento es en esencia correcta, no existe ninguna razón
para que no podamos enseñar a un hombre fundamentalmente los métodos de
pensamiento con el fin de utilizar plenamente todas las posibilidades del
organismo pensante – sea éste el individuo, el grupo organizado o, incluso, el
ingenio mecánico sumamente complejo.
EL MUNDO INTERIOR
236
conducta es función no son directamente accesibles, ¿en que se convierte un
análisis funcional?, ¿cómo debemos tratar estas variables?
237
circunstancia especial de la muela que acompaña casi con entera seguridad el
hecho interno, o con violentas respuestas colaterales como apretarse la
mandíbula o quejarse. De esta forma, enseñamos a un niño a decir <<me
escuece>>o <<me hace cosquillas>> porque observamos, bien
acontecimientos públicos que acompañan tal estimulación privada (<<las cosas
que escuecen o producen cosquillas>>), o bien respuestas identificadoras
como rascarse o retorcerse. Este método de interpretar la experiencia interna
del individuo no es fácil porque los hechos públicos y los privados pueden no
estar perfectamente correlacionados.
238
También el propio individuo sufre estas limitaciones. El ambiente, ya sea
público o privado, parece no percibir muy claramente hasta que el organismo
se ve reforzado a discriminar. A un individuo al que, de improviso, se ha
obligado a hacer una sutil diferenciación cromática admitirá generalmente, con
posteridad, que <<ve>> colores que anteriormente no había <<visto>>. Resulta
difícil creer que no distinguiríamos entre los colores primarios a no ser que
existiera alguna razón para hacerlo, pero estamos condicionados a efectuar
esta discriminación desde tan pequeños que nuestra experiencia no constituye
una guía muy segura. Los experimentos en que los organismos crecen en la
oscuridad tienden a confirmar la idea de que la conducta discriminativa es
posterior a las contingencias que refuerzan las discriminaciones. La
autoobservación es también un producto de contingencias discriminativas y si
una discriminación no puede ser urgida por la sociedad es posible que nunca
se produzca. Paradójicamente, es la sociedad quien enseña al individuo a
<<conocerse a sí mismo>>.
239
emoción>>. Los estímulos proprioceptivos, por el contrario, son generados por
la posición y el movimiento del cuerpo en el espacio y por la posición y el
movimiento de unas partes del cuerpo con respecto a otras. Generalmente,
respondemos a estímulos de este tipo en combinación con la estimulación
exteroceptiva que proviene del medio ambiente que nos rodea, aunque no
siempre identificamos de forma correcta la fuente de estimulación. Así, por
ejemplo pasamos la mano por una superficie y decimos que es pegajosa,
engomada o resbaladiza, nuestra respuesta se debe en parte, a la resistencia
encontrada al mover la mano, aunque aparentemente estemos hablando de la
superficie como de un hecho público. Sin embargo, lo importante, en este caso,
no es la localización del estímulo sino su grado de accesibilidad a las demás
personas.
Una posible explicación sería que los términos son establecidos cómo
parte de un repertorio cuando el individuo actúa públicamente. Los estímulos
internos que surgen al margen de las manifestaciones públicas, obtienen
entonces el necesario grado de control. Más tarde, cuando estos estímulos
internos aparecen aisladamente, el individuo puede responder a ellos.
<<Estuve a punto de irme a casa>> puede considerarse como equivalente a
<<observé en mí mismo los hechos que preceden o acompañan generalmente
mi ida a casa>>. Esta explicación no dice qué hechos son estos. Expresiones
parecidas pueden describir la probabilidad momentánea de una conducta tan
bien como su forma concreta.
240
Otra posibilidad es que cuando un individuo está describiendo una
conducta que no ha sido emitida, esté, en realidad, describiendo una historia de
variables que permitirán a un observador independiente, si las conociera,
describir la conducta del mismo modo. La pregunta << ¿por qué lo hiciste?>>
tiene casi siempre importancia para la sociedad, la cual establece un repertorio
de respuestas basado tanto en hechos externos de los cuales la conducta es
función como en la misma relación funcional. Generalmente, podemos afirmar
que una situación especialmente estimulante, una contingencia de refuerzo,
una situación de privación o alguna circunstancia emotiva es la responsable de
nuestra propia conducta: <<Voy muchas veces a casa de X porque sirve
excelentes bebidas>>, <<He zurrado a este mocoso por que se había puesto
muy pesado>>, <<Normalmente, cojo el primer tren porque hay menos
gente>>, etc. Es posible que los mismos datos puedan utilizarse para predecir
nuestra propia conducta futura. La afirmación <<Probablemente el próximo
verano iré al extranjero>>, puede deberse a variables de índole completamente
pública que la hagan equivalente a <<Hay una serie de circunstancias que
hacen muy probable que vaya al extranjero>>. Esto no es una descripción de la
conducta-que-va-a-ser-emitida, sino de las condiciones de las cuales esta
conducta es función. Es evidente que cualquier individuo se encuentra casi
siempre en situación ventajosa para observar su propia historia.
241
su conducta verbal puede tener consecuencias internas. La forma encubierta
continua siendo reforzada aun en el caso de que haya sido reducida en
magnitud hasta el punto de que no ejerza ningún efecto apreciable sobre el
medio ambiente. Muchas personas se descubren hablando consigo mismas.
Una frase característica empieza diciendo <<Me dije…>>, y en ella, los
estímulos que controlan la respuesta <<dije>> es de suponer que son
similares, excepto en magnitud, a aquellos que controlan, en parte, la
respuesta <<le dije…>>.
Cuando alguien dice <<ha surgido el arco iris>> o el reloj da las doce>>
podemos dar una interpretación razonable de su conducta en términos de una
situación estimulante y de ciertos procedimientos condicionantes
característicos mediante los que la sociedad ha construido respuestas
verbales. Pero si digo <<Veo un arco iris en el cielo>> u <<Oigo el reloj dar las
doce>> deben tenerse en cuenta términos adicionales. Su importancia se
demuestra fácilmente. El grupo sale generalmente beneficiado cuando un
individuo responde verbalmente a hechos con lo que solamente él está en
contacto. Al hacerlo, enriquece el ambiente de los que le están escuchando.
Pero es también muy importante que explique las condiciones bajo las que está
respondiendo. Si lo hace, revela, por decirlo de alguna manera, la <<fuente de
su información>>. La respuesta, <<veo el arco iris en el cielo>> tiene una
importancia distinta de <<dicen que hay un arco iris en el cielo>>. Otras
razones por las que el grupo puede estar interesado por la naturaleza de la
conducta del que habla pueden verse a través de preguntas tan usuales como
<< ¿ves aquel hombre en la ventana? >>, << ¿Me oyes?>> o << ¿hueles a
humo?>>.
242
arbusto?>> <<Sí>>. << ¿Qué pájaro es?>> Solamente cuando la información
colateral viene dada de forma correcta la sociedad refuerza de forma apropiada
la respuesta <<sí>>.
LA VISION CONDICIONADA
243
nos hace ver comida. En la fórmula de Pavlov sustituimos sencillamente <<ver
comida>> por <<salivar>>. Originalmente, ambas respuestas se producían ante
la comida, pero, a través de un proceso de condicionamiento, finalmente
aparecen ante el sonido de la campana. Cuando alguien dice que la campana
que nos anuncia la comida le hace ver alimentos (es más probable que diga
que <<le recuerda la comida>> o << que le hace pensar en la comida>>),
debemos suponer que se está refiriendo a una respuesta similar a la que
efectúa en presencia de comida. Una tradición desafortunada, debida al
parecer, a los griegos, nos induce a preguntar qué es lo que está viendo en
este caso. En cambio cuando dice que al oír la campana se le hace boca el
agua, no nos sentimos inclinados a preguntar ante qué está salivando. En
realidad, la función de un estímulo ha sido asumida por un estímulo distinto que
puede controlar tanto la visión de la comida como la segregación de saliva.
244
condicionada de este modo. Por ejemplo, generalmente vemos círculos,
cuadrados y otras figuras completas. Una figura incompleta presenta en
circunstancias defectuosas o ambiguas puede evocar, como respuesta
condicionada, la visión de una figura completa. Por ejemplo, un anillo al que le
falte un pequeño segmento, puede parecer completo si lo contemplamos con
rapidez. Sin embargo, esto no es inevitable, puesto que una persona que
diariamente manejara anillos incompletos es muy posible que no viera un anillo
completo –éste podría ser el caso de personas que trabajan en la fabricación
de ciertos tipos de pistón-. Algunas cinestesias son también ejemplos de fusión
entre visión condicionada e incondicionada. En un ejemplo muy común los
números se ven coloreados. Ocurriría algo de este tipo si un niño aprendiera
por primera vez a responder ante los números, en un libro en el que se
asociaran, de modo sistemático, la forma geométrica y el color. El estímulo
hablado <<Siete>> conduciría a dos respuestas condicionadas: ver la forma 7 y
ver el color asociado.
245
pueden ser atribuidas a las historias de los individuos. Una diferencia depende
del grado en que el condicionamiento ha tenido lugar. En un mundo del grado
en que el condicionamiento ha tenido lugar. En un mundo en el que los
estímulos visuales son sumamente importantes cabría esperar que se
establecieran muchas respuestas condicionadas de este tipo. No es
sorprendente descubrir que el compositor puede ser capaz de <<oír música
cuando no la hay>> y que el artista está especialmente predispuesto a <<ver
formas que no existen>>, etc. Es posible, desde luego, que un hombre pueda
llegar a ser artista o músico a causa de predisposiciones de este tipo, pero las
diferencias obvias en la historia de cada uno son, casi con toda certeza,
significativas. Otra diferencia depende de si el sujeto es capaz de responder a
sus respuestas condicionadas discriminativas, y esto, a su vez, depende de si
la sociedad ha urgido respuestas verbales ante ellas. Una sociedad que
produjera personas introspectivas poseería una mayor cantidad de datos de
este tipo, no porque se originara más cantidad de división interna, sino porque
una parte mayor de la misma llegaría a ser dominio público a través de la
autodescripción. En un grupo que raramente insistiera sobre tal conducta el
problema probablemente no surgiría nunca.
Cuando alguien dice que ve un objeto que en realidad tiene ante sí,
podemos distinguir entre su respuesta ante el objeto y su respuesta ante su
respuesta. El propio individuo hace esta misma distinción. Generalmente, le es
posible decir si hay o no un arco iris cuando indica lo que está viendo y que
ésta es la variable de la cual su conducta es primariamente función. Cuando el
estímulo se parece solo parcialmente al estímulo habitual, el sujeto puede decir
que aquél <<le recuerda>> a éste. Cuando el <<estímulo visto>> no está
presente en realidad pero el sujeto no puede darse cuenta de ello, decimos que
sufre una alucinación. Ve algo y dice que está viendo algo, y a parir de estos
hechos sólo puede afirmar que allí hay algo. Cuando más tarde, esta situación
se pone en claro, puede revisar lo que ha dicho y llegar a la conclusión de que
<<pensó solamente>> que lo había visto. Por otra parte, puede negarse a
responder ante la situación real que es incompatible con su respuesta
condicionada, y puede que insista en que lo que ve está <<realmente allí>>.
Existen ciertos campos en los que no es fácil realizar una comprobación
adicional de la presencia o ausencia de un estímulo apropiado. En estos casos
es mucho menos probable que insistamos en la distinción. Dado que
comúnmente no constatamos la presencia o ausencia de sustancias amargas
en la boca, no es probable que discutamos si la respuesta <<siento un sabor
amargo>> es producida por una alucinación.
246
disponibles para el control de la conducta humana. Como saben muy bien el
artista, el escritor y el compositor, la tarea práctica de generar estímulos
condicionados de especial eficacia es muy importante. Aunque es posible
reforzar a alguien con <<las bellezas de la naturaleza>>, también es posibles,
generalmente, reforzarle con estímulos condicionados que susciten respuestas
de visiones de bellezas de la naturaleza. La función del <<cuadro>> es generar
esta visión condicionada. Fundiendo las visiones condicionada e
incondicionada, el artista hace que el observador vea la misma cosa de otra
forma. La música nostálgica es eficaz si <<nos recuerda>> días más felices, un
retorno a los cuales sería asimismo reforzante. El grado de utilización de este
proceso en el arte varía según las épocas, pero siempre en considerable. No
hay que identificarlo con el realismo o el naturalismo, puesto que las
respuestas adecuadas ante el efecto del dibujo dependen también, en gran
manera, de la experiencia. Más tarde volveremos a examinar otras aplicaciones
prácticas de la visión y audición condicionada, etc… Al valorar la influencia de
una cultura dada, es importante tener en cuenta la medida en que se halla
establecidas las respuestas condicionadas de este tipo y la extensión con que
se elaboran las respuestas discriminativas de autoconocimiento con respecto a
ellas.
VISION OPERANTE
247
Con frecuencia observamos una conducta intensa sin poseer
demasiados conocimientos sobre las circunstancias que explican su intensidad.
Consideramos, por ejemplo, una persona a quien interesan los perros. Una de
sus características radica en la particular intensidad de la respuesta <<ver
perros>>. Los mira siempre que tiene ocasión y se comporta de manera que
esta situación se produzca –por ejemplo, visita perreras y exposiciones
caninas-. Prepara estímulos que recuerdan a los perros – cuelga cuadros de
perros, coloca figuras caninas sobre su mesa de despacho y compra libros
sobre perros-. Si es un artista, fotógrafo o escultor puede crear obras propias
sobre el mismo tema. Pero no es esencial la presencia de un perro o de una
reproducción del mismo. Los estímulos condicionados que han acompañado a
los perros –correas, cacharros para su comida, etc. -<<le recuerdan fácilmente
los perros>>. Ciertos estímulos verbales, como por ejemplo, historias o
descripciones de perros le llevan a <<imaginarse perros>> y puede obtener, e
incluso preparar, tales estímulos. La misma intensidad se manifiesta cuando ve
perros en las manchas de tinta, formaciones nubosas u otras forman ambiguas,
o cuando erróneamente toma por un perro cualquier objeto que no se distingue
claramente. La conducta de ver perros también aparece en ausencia de
cualquier apoyo externo identificable. <<Piensa en perros>>, se los imagina y
quizá los sueña por las noches.
248
imaginamos un amor perdido o una oportunidad que está absolutamente fuera
de nuestras posibilidades-. Asimismo, la respuesta interna no es castigada por
la sociedad aunque sí pueda serlo su manifestación externa. Sin embargo,
existen ciertas desventajas. Dicha conducta no altera el estado de privación.
Las fantasías de la persona hambrienta o con privación sexual no altera la
situación hasta el punto de reducir la intensidad de la conducta a través de la
saciedad. Recurrimos, a menudo, a la disminución de privación para explicar la
eficacia de un refuerzo, pero como vimos en el capítulo V, la relación explica
tan sólo por qué tales estímulos actúan comúnmente como refuerzos en una
especie determinada. El efecto reforzante lo proporcionan tanto los estímulos
internos como los públicos. A quien le interesan los perros, el simple hecho de
ver perros es automáticamente reforzante. El hombre hambriento o con
privación sexual se ver reforzado tanto por la aparición o presencia de objetos
adecuados, como viéndolos cuando están ausentes. Este refuerzo no depende
de una reducción real del estado de privación.
249
forma de visión de números, letras, signos, etc., la cual es similar a la conducta
que resultaría a partir de una manipulación pública.
250
Es posible que el repertorio verbal que describa hechos internos sea
incapaz de distinguir entre estos caso. Si le pedimos a alguien que piense en el
número 7 y nos dice que ya lo ha hecho, puede que nos indique una respuesta
discriminativa en la que ha visto la forma 7 o la palabra <<siete>>, o bien una
distribución espacial de siete puntos, siete subdivisiones en una línea, etc. Pero
su información puede referirse igualmente al hecho de que haya dicho
<<siete>> para sí mismo o haya dibujado imaginariamente la forma 7. En este
caso, su informe puede incluir también el hecho de que se haya oído a sí
mismo decir, <<siete>> o de que haya visto el resultado de la respuesta no
verbal. Es posible que más de una, o incluso todas estas actividades ocurran
conjuntamente cuando <<uno piensa en el número siete>>. La sociedad no
insiste en la necesidad de distinguir entre ellas porque, a menudo, tal distinción
tiene poca importancia. Con frecuencia las variables que fortalecen las
respuestas encubiertas o manifiestas que producen el objeto. Si oír X es una
respuesta intensa, decir X lo será probablemente también, puesto que decir X
es una respuesta previa que hace posible oír X. Esto es evidente pero no por
ello menos importante. Constituye a menudo un refuerzo oír que a uno le
alaban. Por tanto, un recurso muy simple consiste en alabarse a sí mismo. El
hecho de jactarse es, por decirlo así reforzante debido a los elogios que uno
mismo oye. Bajo las mismas condiciones de motivación uno puede también
mostrar una probabilidad muy alta de oír elogios –por ejemplo, puede
sencillamente escuchar muy atentamente cuando se le alaba, o interpreta un
comentario adulador que ha oído por casualidad como aplicado a sí mismo, o
interpretar erróneamente como alabanza un comentario neutro.
251
conseguido que la conducta que describe el hecho se encuentre bajo algún tipo
de conducta funcional.
252
lluvia es algo ante lo que uno puede echar a correr o escaparse, recogerla con
las mano y beberla, construir diques para guardarla o llamarla <<lluvia>>. ¿Qué
respuesta es la que corresponde ante <<la lluvia en sí misma>>? La solución
consistió en elaborar una concepción pasiva de la lluvia que se suponía no
tenía nada que ver con las respuestas prácticas. En la medida en que nos
concierne, resolvemos el problema reconociendo que muchas respuestas
verbales y no verbales pueden caer bajo el control de una forma de
estimulación determinada. Con la posible excepción de la respuesta verbal
abstracta, ninguna conducta necesita ser singularizada como <<conocer la
lluvia>>.
253
presente. La física moderna ha resuelto el primero de estos problemas llenando
el espacio entre el objeto distante y el organismo. Un estudio de la conducta ha
resuelto el segundo, señalando las variables que conducen al organismo a ver
X en su ausencia.
254
mucho menos importante como causa de explicación. De manera similar, se ha
argumentado a menudo que el reflejo condicional es inadecuado porque omite
el eslabón tradicionalmente descrito como <<asociación de ideas>>. Al decir
que un hombre saliva cuando oye el timbre de la comida puede que pasemos
por alto el hecho de que el timbre de la comida << le hace pensar primero en
ella>> y que luego saliva porque piensa en la comida. Pero no tenemos
ninguna prueba de que pensar en la comida, tal como aquí hemos definido la
expresión, sea algo más que un efecto adicional del timbre y del proceso de
condicionamiento. No podemos demostrar que pensar en la comida conducirá
a la salivación sin tener en cuenta ningún hecho anterior, puesto que nadie
pensaría en la comida si está no existiera en el mundo de la realidad.
255
que, debe responder ante él de alguna manera. Por una razón similar, no
puede resolver el problema de los hechos internos de la conducta de los demás
pidiéndoles que ellos mismos los describan. Se ha propuesto a menudo que
una psicología objetiva podría sustituir el informe verbal es una respuesta del
organismo y, por tanto, también forma parte dela conducta que una ciencia
debe analizar. El análisis debe incluir un tratamiento independiente de los
hechos de los cuales el informe es función. El informe en sí mismo no es más
que la mitad de la historia.
La fisiología de la sensación
256
Definiciones operativas de sensación e imagen
257
XVIII. Autoimagen
*N. del T.-Ha parecido oportuno traducir así el término inglés self. Otras veces ha sido traducido por <<sí mismo>>,
<<uno mismo>>, <<imagen de sí>>, <<yo>>, etc.
258
Estos mismos hechos se expresan comúnmente en términos de
<<personalidades>>. Se dice que la personalidad, al igual que la autoimagen,
es responsable de los rasgos de la conducta. Por ejemplo, a veces se atribuye
la conducta delictiva a una personalidad psicopática. Las personalidades
pueden también ser múltiples. Dos o más posibilidades pueden aparecer
alternativamente al mismo tiempo. A menudo, están en conflicto una con otra y
es posible que una no sepa lo que la otra está haciendo.
259
La unidad de una autoimagen
260
Los sistemas organizados de respuestas pueden relacionarse entre sí,
del mismo modo que las respuestas solas, y por las mismas razones (capítulos
XIV, XV, XVI). Por ejemplo, dos sistemas de respuestas pueden ser
incompatibles. Si las variables relevantes nunca están presentes al mismo
tiempo, la incompatibilidad carece de importancia. Si el medio ambiente del
cual la conducta es función varía de un momento a otro, no existe ninguna
razón para esperar congruencia en la conducta. El hombre piadoso que los
domingos asiste a la iglesia puede convertirse el lunes en un hombre de
negocios agresivo y sin escrúpulos. Posee dos sistemas de respuestas
apropiados a circunstancias distintas y su incoherencia no es mayor que la del
medio ambiente que le lleva a la iglesia en domingos y a trabajar en lunes.
Pero las variables que ejercen el control pueden coincidir; durante un sermón
se le puede decir al asistente a la iglesia que examine sus prácticas en los
negocios, o el hombre de negocios puede llevar a cabo transacciones
comerciales con su párroco o con la iglesia. En estos casos, puede plantearse
problema. De igual manera, si un individuo ha desarrollado repertorios
diferentes con la familia y los amigos, las dos personalidades pueden entrar en
conflicto cuando se encuentran con ambos al mismo tiempo. Muchas de las
dramáticas luchas de algunas personalidades múltiples que nos ha dado la
literatura pueden explicarse de este modo.
261
sociedad avanzada y relativamente poco práctica produce un individuo
altamente introspectivo o introvertido, cuyo repertorio de autoconocimiento se
extiende hasta su conducta interna –repertorio que en algunas culturas es casi
inexistente-. Un amplio desarrollo del autoconocimiento es común en ciertas
culturas orientales y de vez en cuando es punto de relieve por las occidentales
–por ejemplo, en el culte du moi de la literatura francesa-. Un eficaz repertorio
de este tipo es establecido a veces en el individuo con fines terapéuticos. El
paciente que está sometido a psicoanálisis puede llegar a ser muy hábil en
observar su propia conducta interna.
LA AUSENCIA DE AUTONOCIMIENTO
262
tentativas de solución, puede no ser capaz de describir la fase de
automanipulación que, es de suponer, precedió a la necesaria respuesta que
emitió súbitamente. No siempre es necesario inferir que ha tenido lugar otra
conducta, pero bajo ciertas circunstancias esta inferencia puede estar
justificada. Dado que, a veces, el individuo es incapaz de proporcionar
información sobre su conducta públicamente manifiesta, no tenemos ninguna
razón para poner en duda la posibilidad de que ocurra algo parecido con su
conducta privada.
Una persona puede no saber que tiende a, o que va a hacer algo. Puede
no darse cuenta de la existencia de tendencias agresivas, predilecciones poco
comunes o de la gran probabilidad que hay de que lleve a cabo una
determinada acción.
Otro caso de <<no saber lo que uno está haciendo>> se explica por el
principio de dominancia. En el calor de la lucha puede que no haya tiempo para
observar la propia conducta, puesto que unas fuertes respuestas están en
conflicto con la respuesta discriminativa. Se puede también carecer de
autoconocimiento en ciertos estados de saciedad o durante el sueño. Se puede
hablar estando dormido o comportarse de otro modo, <<sin saberlo>>. La
conducta que está bajo la influencia de drogas –por ejemplo, el alcohol-
también puede acontecer con un mínimo de autoobservación. El efecto del
alcohol al disminuir la conducta de autoconocimiento en ciertos estados de
saciedad o durante el sueño. Se puede hablar estando dormido o comportarse
de otro modo, <<sin saberlo>>. La conducta que está bajo la influencia de
drogas –por ejemplo, el alcohol- también puede acontecer con un mínimo de
autoobservación. El efecto del alcohol al disminuir la conducta de
autoconocimiento puede ser similar al de disminuir la intensidad de las
respuestas ante los estímulos aversivos condicionados característicos de la
culpabilidad o la ansiedad.
264
fue emitida. Tenemos que considerar todavía una razón importante por la que
puede explicarse la falta de descripción.
Represión
265
previamente se le presentan unos cuantos ejemplos objetables. Sin embargo,
tan pronto como se le dice que no existen pautas comparables en el disco, este
tipo de respuesta suele aparecer con mucha menos frecuencia. A partir de este
momento, el individuo debe asumir, por decirlo de alguna manera, la
responsabilidad de la agresión, obscenidad, etc. En otras palabras, su
conducta se encuentra bajo una relación de control con la que el castigo es
contingente. En tal caso el sujeto frecuentemente se negará a reconocer que
los estímulos previos no eran del tipo que él describió.
SIMBOLOS
266
sentimientos de culpabilidad. Un símbolo, tal como Freud utiliza este término en
el análisis de los sueños y del arte, es cualquier modelo temporal o espacial
reforzante a causa de su similitud con otro modelo, pero que escapa al castigo
a causa de las diferencias que existen entre ellos. De este modo, una escultura
abstracta simboliza el cuerpo humano si es reforzante a causa del parecido y si
el artista pudo poner de relieve tal parecido sin la presencia del castigo. Una
composición musical simboliza la conducta sexual si es reforzante a causa de
tal conducta porque es lo bastante diferente para escapar al castigo.
267
SECCION IV
268
XIX. Conducta Social
269
económica, aunque hay otros que aceptarían el nivel de descripción más
elevado como válido por derecho propio.
Refuerzo social
270
la circunstancia de la instancia que refuerza. Por tanto, respuestas distintas
pueden conseguir el mismo efecto, y una sola respuesta puede conseguir
efectos diferentes según la ocasión. Como resultado comparable en un
ambiente no social. Es también más flexible en el sentido de que el organismo
puede pasar con más facilidad de una respuesta a otra cuando su conducta no
es eficaz.
271
de refuerzo que probablemente no habría sido efectiva de no ser por este
acercamiento gradual.
El estímulo social
273
están correlacionados. Un ejemplo del sorprendente poder de un hecho
aparentemente trivial es la práctica común de <<atraer las miradas de
alguien>>. Bajo determinadas circunstancias, el cambio que se observa en la
conducta posterior puede ser considerable y por ello se ha llegado a creer que
hay una especie de <<comprensión>> no física que se transmite de una
persona a otra. Pero las contingencias reforzantes nos ofrecen otra explicación.
Nuestra conducta puede ser muy distinta en presencia o ausencia de una
persona determinada. Por el simple hecho de ver a esta persona en medio de
una multitud, nuestro repertorio disponible cambia inmediatamente. Sí,
además, atraemos su mirada, caemos bajo el control de un estímulo todavía
más restrictivo –no solamente está presente, sino que nos está mirando-.
Puede producirse el mismo efecto sin atraer su atención en el caso de que le
veamos mirarnos a revés de un espejo. Si nuestras miradas se cruzan,
sabemos que él se da cuenta de que lo miramos. Un repertorio de conducta
mucho más limitado se habla bajo el control de este estímulo específico: si
hemos de comportarnos de un modo que él no aprueba, no solamente nos
opondremos a sus deseos, sino que lo haremos descaradamente. Puede
también que sea importante que <<sepamos que él sabe que sabemos que nos
está mirando>>, etc. (El significado de <<saber>> -o <<conocer>> - en esta
frase, está de acuerdo con el análisis de los capítulos VIII y XVI.) En resumen,
al atraer la mirada de alguien, surge de repente un estímulo social importante a
causa de los refuerzos de que de él dependen. Esta importancia variará según
el momento. Podemos atraer la mirada de alguien en un coqueteo, en
circunstancias divertidas, en un momento de culpabilidad común, etc. –
poniendo, en cada caso, el grado de control adecuado-. La importancia de este
hecho queda patente en el uso que hacemos de la conducta <<mirar a alguien
a los ojos>> para probar otras variables, responsables de características de la
conducta tales como honradez, descaro, turbación o culpa.
274
relativamente independiente de ella. La conducta imitativa no se halla
totalmente libre de estilo o convencionalismo, pero los rasgos especiales del
repertorio imitativo característico de un grupo son poco importantes. Una vez
se ha desarrollado un repertorio de tamaño apropiado, la imitación puede ser
tan hábil, tal fácil, tan <<instintiva>>, que probablemente la atribuiremos a
algún tipo especial de contacto interpersonal como por ejemplo la empatía. Sin
embargo, resulta fácil encontrar una historia de refuerzo que genera conducta
de este tipo.
EL EPISODIO SOCIAL
275
Otro ejemplo de episodio social consiste en guiar y seguir. Generalmente
surge cuando dos o más individuos son reforzados por un único sistema
externo que requiere su acción combinada, por ejemplo, en el caso de dos
hombres que tiran de una cuerda que ninguno de los dos, por separado, podría
mover. La conducta de uno es similar a la del otro y la interacción puede ser
débil. Sin embargo, si la sincronización es importante uno de los hombres
guiará al otro. El primero fija una pauta rítmica relativamente independiente del
segundo y éste ajusta su conducta a la del primero. El primero puede facilitar
esta acción amplificando los estímulos que afectan al segundo, diciendo, por
ejemplo, <<a la una, a las dos, a las tres, << ¡ahora!>> Una conducta adicional
que posea una pauta temporal muy marcada –por ejemplo, una canción
marinera- puede reducir la importancia del líder, pero no eliminarla.
La naturaleza de guiar y seguir queda más clara cuando los dos tipos de
conducta difieren considerablemente y la contingencia de refuerzo es compleja.
Se quiere entonces, generalmente, una división del trabajo. El líder se halla
principalmente bajo el control de variables externas, mientras que el seguidor
se encuentra bajo el control del líder. Un baile constituye un ejemplo de ello.
Las consecuencias reforzantes –positivas y negativas- dependen de una
contingencia doble: 1) las personas que bailan deben dar ciertos pasos en
determinadas direcciones en relación al espacio de que disponen, y 2) la
conducta de uno debe sincronizarse con la del otro. Generalmente, esta doble
contingencia se divide entre los que bailan. El líder fina una pauta y responde al
espacio disponible y el seguidor es controlado por los movimientos del líder y
responde de forma apropiada para satisfacer la segunda contingencia.
276
juntos sólo pueden resolver el problema accidentalmente. La función del líder
puede pasar de una paloma a la otra y puede producirse una situación
temporal en la que ambas sean seguidores. Esta conducta se parece entonces
a la de dos personas que, cuando se encuentran en unas circunstancias en las
que existe flexibilidad en la norma de pasar por la derecha, dudan oscilando de
un lado a otro antes de pasar.
Episodios verbales
277
cigarrillo. B no ofrece cigarrillos de forma discriminada; espera una respuesta
por parte de A como una ocasión en la que un cigarrillo será aceptado. El
hecho de que A acepte depende de una situación de privación en la que el
hecho de recibir un cigarrillo es reforzante. Esta es también la situación en la
que A emite la respuesta <<Dame un cigarrillo>>, y de este modo, se establece
la contingencia que controla la conducta de B. El tercer intercambio es la
recepción por parte de A del cigarrillo que le da B. Éste constituye el refuerzo
de la respuesta original de A y completa nuestra descripción de ella. Si B es
reforzado simplemente por la evidencia del efecto del cigarrillo sobre A,
podemos considerar también completa la descripción sobre B. Pero si estas
evidencias se ponen de relieve, es más probable que esta conducta se
mantenga como parte integrante y estable de la conducta. Si A no sólo acepta
el cigarrillo, sino que dice también <<Gracias>>, tiene lugar un cuarto
intercambio: el estímulo auditivo es un refuerzo condicionado para B y A lo
produce precisamente por esto. B puede, a su vez, aumentar la probabilidad de
futuras expresiones de <<Gracias>>, por parte de A, diciendo <<De nada>>.
Interacción inestable
278
momento, dos personas, que se hallan <<muy poco controladas>> por el cartel,
empiezan a cuchichear también. Esto, a su vez altera la de las dos personas
menos afectadas por el control del cartel que se ponen a hablar en voz baja.
Esto cambia la situación de los demás que empiezan también a hablar en voz
baja. Finalmente, puede que acaben todos hablando en voz alta. Se trata
simplemente de un proceso <<autocatalítico>> que surge del intercambio
repetido entre los miembros del grupo.
279
A veces un intercambio mutuo explica la conducta en términos de
refuerzo. Todo individuo tiene algo reforzante que ofrecer al otro y una vez ha
sido establecido el intercambio, éste se mantiene a sí mismo. Podemos
detectar un refuerzo mutuo en el caso de la madre y el niño. En lugar de una
tendencia a comportarse de formas determinadas, puede mostrar una
tendencia a comportarse de formas determinadas, pueden mostrar una
tendencia a ser reforzados por ciertos estímulos sociales. Apartarse de esto. El
grupo puede manipular variables especiales para generar tendencias a
comportarse de formas que acaban reforzando a los demás. El grupo puede
reforzar al individuo para que le digan la verdad, ayude a los demás, devuelva
favores y, a su vez, reforzar a los demás para que hagan lo mismo. La regla de
Oro es una proposición general sobre la conducta practicada y apoyada por el
grupo. Muchos sistemas importantes de conducta social interconectados no
podrían mantenerse sin la existencia de estas prácticas convencionales. Este
es un punto importante para explicar el éxito de las prácticas culturales
características de un grupo (capítulo XXVIII).
En la medida en que este refuerzo previo por parte del grupo determina
la conveniencia de la conducta del individuo para un sistema interconectado, el
sistema mismo no se sostiene del todo por sí solo. La mutabilidad queda
demostrada cuando un individuo que no se halla controlado de forma adecuada
por la cultura, obtiene una ventaja temporal personal explotando el sistema.
Miente, se niega a devolver un favor o quebranta una promesa, aunque esta
explotación del sistema conduzca finalmente a su deterioro. El muchacho de la
fábula grita << ¡Que viene el lobo!>>, porque ciertos sistemas de conducta
social han sido establecidos por la comunidad y encuentran divertida la
conducta resultante de sus prójimos. El agresivo vendedor a domicilio se
impone por encima de las buenas maneras del alma de casa para mantener su
atención. En cada caso, el sistema falla finalmente: el prójimo ya no responde
al grito de << ¡Que viene el lobo!>> y el ama de casa cierra dando un
portazo.
280
EL GRUPO COMO UNIDAD DE CONDUCTA
281
Los intercambios dentro de un grupo y el elevado efecto del grupo sobre
el medio ambiente deben ser estudiados dentro del marco de una ciencia
natural. Han de ser explorados con mayor profundidad antes de que aceptemos
la proposición de que son unidades sociales, fuerzas y leyes que requieren
métodos científicos de un tipo fundamentalmente diferente.
CONTROL DE VARIABLES
282
CONTROL DE VARIABLES
283
Este estadio preliminar de mantener contacto con la persona controlada
puede observarse muy bien en la carrera del animador de programas, o,
aunque de forma menos evidente, en el escrito, artista o músico. Este tipo de
personas explota sus relativamente pobres fuentes de control casi de manera
exclusiva para aumentar la probabilidad de que la persona controlada vuelva
en busca de más. La técnica más importante es el refuerzo. De hecho,
podríamos decir que el trabajo de un animador, escritor, artista o músico es
crear acontecimientos reforzantes. En el proceso de creación, como vimos en
el capítulo XVI podemos manipular un medio para revelar propiedad auto-
reforzantes, pero la <<universalidad>> de una obra de arte se mide por el
número de personas que la consideran también reforzante. Si el artista no
posee ningún otro menaje, su control personal llega solamente hasta este
punto. Sin embargo, el propagandista pasa a una tarea mucho más concreta,
cuando ve que la atención, interés y confianza de la audiencia están
asegurados.
TECNICAS DE CONTROL
284
procesos de conducta genuinos. En ellos, el que controla no necesita tener el
poder de restringir y limita la conducta de una manera directa, sino que puede
afectarla de forma indirectamente alterando el medio ambiente.
Estimulación aversiva
Castigo
Privación y saciedad
Emoción
Uso de drogas
289
reforzado por hacer algo distinto, renunciar a cualquier intento de control y
declararse contrario, en general, al control de personas.
290
Puesto que un individuo puede afectar de este modo a todos los demás
miembros de un grupo, el contra-control por parte de éstos pueden ser llevados
a cabo conjuntamente. Todos los demás miembros del grupo pueden
convertirse en lo que podemos designar como el grupo que ejerce el control. El
grupo actúa como una unidad en la medida en que sus miembros se ven
afectados por el individuo del mismo modo. No es necesario que posea un alto
grado de organización, pero, generalmente, se organiza de alguna manera. Las
prácticas de control adquieren cierta uniformidad a partir de las fuerzas
cohesivas que conducen a los individuos a tomar parte en la acción de grupo
(capítulo XIX) y de su forma de transmisión de una generación a otra.
291
El grupo, como un todo, raramente formula explícitamente una
clasificación de la conducta como buena o mala. Inferimos tal clasificación a
partir de nuestras observaciones de las prácticas de control. Sin embargo, se
produce una especie de reglamentación informal cuando los mismos términos
llegan a utilizarse en el refuerzo. Quizá los refuerzos generalizados más
comunes son los estímulos verbales <<bueno>>, <<correcto>>, <<malo>> y
<<equivocado>>, y se utilizan, junto con otros refuerzos condicionados tales
como elogios, agradecimientos, caricias, recompensas, favores, condenas,
censuras y críticas, para moldear la conducta del individuo.
292
Otra posibilidad es que el grupo refuerce de modo apropiado la conducta
buena porque de esta forma queda aumentada la probabilidad de que esta
conducta se repita en el futuro. La recompensa puede darse también con esta
intención; en este caso, no tiene nada que ver con la gratitud, considerada
como disposición emocional de favorecer a los demás. La comunidad enseña
también a cada uno de sus miembros a dar las gracias o alabar al individuo que
se ha portado bien, aun en el caso de que no se vea afectado por la conducta
de éste de un modo directo. Un acto de heroísmo es alabado por muchas
personas que, en este caso, no se han visto positivamente reforzadas. El
sistema educativo genera buena conducta en el individuo asegurando la
conducta reforzante adecuada por parte del grupo.
293
conducta que podría desembocar en un refuerzo importante. Es todavía más
evidente que el individuo sufre cuando mala es castigada. El castigo es
aversivo, por sí mismo, y la conducta que representa una ventaja para el
individuo a expesas de los demás es suprimida, al menos temporalmente. El
castigo es también la principal variable responsable de la conducta de
autocontrol, la cual como acabamos de ver, reduce también el refuerzo
primario.
294
La ética se ocupa, por lo general, de justificar las prácticas de control
más bien de describirlas. ¿Por qué una conducta determinada se clasifica
como buena o mala? Muchas veces se contesta a esta pregunta afirmando que
<<bueno>> y <<malo>> son categorías que han sido definidas por una
autoridad sobrenatural. Aunque una ciencia de la conducta debería ayudar a
fomentar unas prácticas educativas que animaran a la gente a ser buena y a
disuadirla de ser mala de acuerdo con una autoridad determinada, difícilmente
puede reconocer la validez de una definición de este tipo. Cuando puede
demostrarse que una clasificación conduce a resultados positivamente
reforzantes para el individuo que la formula, podría darse otra clase de
explicación. Pero tal explicación no pone necesariamente en tela de juicio el
efecto, probablemente beneficioso, de una clasificación.
295
proporciona una base para determinar el grado más conveniente de tal control.
Este problema es prácticamente independiente de un análisis de las prácticas
reales de control.
296
SECCION V
297
XXII. El Gobierno y la Ley
298
psicología educativa tiene poco que ver con el homo economicus. No es
probable que el organismo humano se encuentre divido en comportamientos de
tal modo. Podríamos llegar a una formulación de la conducta que pudiera
aplicarse a cualquier campo considerando, al mismo tiempo, todos los hechos
históricos y comparativos. Sin embargo, existe un camino más sencillo. No
necesitamos deducir nuestra concepción de la conducta humana partiendo de
los hechos complejos que aquella debe explicar finalmente. Por ejemplo, no se
nos exige que descubramos las características del animal político a través del
estudio de los actos del gobierno. Si el animal político es el mismo hombre
podemos estudiarlo en otro lugar y, a menudo, en mejores condiciones. Un
análisis funcional de la conducta nos proporciona una concepción básica con la
que podemos abordar todos estos campos, uno tras otro. Podemos estar
interesados ante todo en comprobar un análisis de este tipo, inquiriendo si
proporciona una explicación verosímil de la conducta del individuo en cada
caso, aunque si podemos lograr una descripción de esta clase podremos decir
que se ha conseguido una considerable ventaja sobre las formulaciones
tradicionales. Nuestro análisis no solamente dispondrá, en cada caso, del
fundamento que le proporcionará el estudio científico del individuo bajo
condiciones óptimas de observación, sino que éste será común a todos los
campos. Será entonces posible considerar el efecto de la totalidad de la cultura
en el individuo, sobre el cual todas nuestras instancias de control y todos los
demás aspectos del medio ambiente social, actúan conjunta y simultáneamente
y produciendo un solo efecto.
299
LA INSTANCIA GUBERNAMENTAL
300
raro encontrar bastantes coincidencias en la composición de las instancias
religiosas y las gubernamentales. Sin embargo, una vez una instancia con unos
miembros concretos se halla en el poder, puede asegurar su continuidad
utilizando el poder de castigar más bien que apelando a la correspondencia de
funciones entre ella y el grupo ético. No todo el mundo paga los impuestos
simplemente a causa de la presión del grupo. Sin embargo, no vamos a tratar
aquí de los diversos tipos de poder dentro del gobierno ni del control interno
que mantiene la estructura de la instancia o hace que funcione suavemente. Lo
que nos interesa es el efecto sobre el gobernado.
301
más común es <<culpa>>. El proceso proporciona el refuerzo automático de
respuestas que son incompatibles con la conducta ilegal. Entonces, como
efecto claro del control gubernamental, la conducta ilegal empieza a generar
estímulos aversivos que hacen que el individuo <<se sienta culpable>> y que
proporcionan, de modo automático, el refuerzo positivo para comportarse
legalmente.
LA LEY
302
especial, ¿qué efecto tiene sobre la conducta del controlado y sobre los
miembros que pertenecen a la misma instancia gubernamental?
303
como un compañero se cae de un árbol y observar que entonces éste se
comporta de la forma característica en una estimulación aversiva fuerte. A
través de, como mínimo, dos etapas de condicionamiento respondente,
cualquier movimiento posterior por parte del muchacho en dirección a subir a
un árbol generará una estimulación aversiva condicionada y una disminución
en el misma reforzará una conducta rival. Aunque no tenga la misma magnitud,
el proceso es el mismo que cuando es el mismo muchacho quien cae y se hace
daño. La misma estimulación aversiva –producida por árboles y muchachos
que trepan a ellos- explica por qué el niño detiene a otros que intentan subirse
a un árbol y considere <<errónea>> y <<mala>> la conducta de trepar a un
árbol. Del mismo modo, un hombre que ha presenciado una conducta ilegal y el
castigo contingente con ella, tratará de no comportarse de este modo y de
prevenir a los demás. Al hacer esto, presta su apoyo al control gubernamental.
Pero es muy raro el caso del individuo que presencia tanto la conducta como el
castigo de otra persona. El efecto de la contingencia expresada en la ley se
encuentra generalmente mediatizada por procesos verbales complejos que no
podemos analizar aquí. La misma ley es un recurso verbal y la codificación de
las prácticas de gobierno es particularmente eficaz para llevar a cabo estos
procesos intermedios. Un código apoya la conducta verbal que sirve de puente
entre ejemplos de castigo y la conducta de los demás. Con todo, sólo
constituye una pequeña aproximación al reconocimiento de los procesos de
conducta a través de los que suele ejercerse el control gubernamental.
INTERPRETACIONES TRADICIONALES
304
indiscutible y permanente. En la ley divina de la Edad Media, <<legal>> e
<<ilegal>> se consideraban categorías inmutables establecidas por decreto
supremo. Este punto de vista se veía fortalecido por la ausencia de datos
históricos y comparativos relativos a otros gobiernos y usos legales y,
probablemente, se hallaban en cierta forma vigorizado por la misma
codificación de la ley. Pero la consecuencia inevitable era que el análisis de la
conducta humana tenía que ajustarse a un conjunto determinado de prácticas
establecidas. La conducta tenía que ser aceptada, no por lo que se observaba
que era, sino por lo que se decretaba que era. Si existía alguna discrepancia
entre las dos, prevalecería la que estaba de acuerdo con lo decretado.
305
menos propenso a comportarse mal y para disuadir a los demás hombres de
llevar a cabo una conducta similar. Es posible que ese efecto no tenga nada
que ver con las predisposiciones emotivas del gobernante o del ciudadano
agraviado. Pero, al mismo tiempo, no coincide demasiado con una concepción
del hombre como ente libre y responsable que conoce lo que es bueno y lo que
es malo. Esta dificultad se manifiesta normalmente en unas teorías penales
irreconciliables. En estos momentos, casi todo el mundo reconoce que el
castigo es ineficaz para conseguir simplemente que la conducta sea menos
probable en el futuro. Para sacar provecho de una mejor comprensión del
proceso, se necesita un cambio de método, pero esto resulta difícil frente a los
puntos de vista tradicionales sobre la naturaleza humana, los cuales
presuponen otro resultado. Sin embargo, podemos exponer más claramente las
prácticas legales y de gobierno, de una forma coherente con los procesos de
conducta implicados en el castigo.
306
concerniente a la pena de muerte parece ser de tipo práctico, implicando una
ponderación, ventajas e inconvenientes para la sociedad. Pero si se decide
eliminar la pena capital pueden oponerse a dicha decisión aquellos para
quienes el castigo es una forma de retribución y que pueden argüir que para
<<igualar diferencias>> o <<maximizar la justicia>> hay que dar muerte a quien
ha matado.
307
control gubernamental que no sea la cárcel, a la conducta a que conduce estas
variables. Cuando no es probable que tales circunstancias ocurran con
frecuencia, se permite que el individuo permanezca en libertad. Por otra parte,
una filosofía de la retribución seguiría exigiendo que se hiciera justicia.
Sin embargo, los gobiernos modernos tienen poder para utilizar otras
técnicas y para hacerlo de modo muy amplio. Si se acumula riqueza – por
ejemplo, mediante los impuestos- entonces se puede disponer del control
económico (capítulo XXV). Se utiliza este control como refuerzo positivo, en
forma de subsidios y bonificaciones. Así se induce al ciudadano a actuar de
forma legal más que a disuadirlo de actuar ilegalmente. Aunque teóricamente
es posible controlar la producción agrícola a través del castigo, declarando
ilegal el cultivo de ciertos productos, un gobierno que tenga suficiente poder
económico consigue los mismos efectos a través del refuerzo positivo,
concediendo subsidios. Puede utilizarse también el control educativo de la
conducta legal. Aunque en teoría es posible inducir, mediante la coerción, a un
soldado a que luche –disponiendo las cosas de manera que si no lucha se le
castigue más severamente que no lo sería en la guerra- un gobierno moderno
es probable que prefiera generar una tendencia a luchar, a través de técnicas
educativas. Se pueden preparar variables en los campos del condicionamiento
respondente, la motivación y la emoción, para incrementar una disposición a
luchar. Estas prácticas conducen finalmente a una conducta mucho más eficaz
que la coerción. Desgraciadamente, las técnicas educativas en el campo del
gobierno se encuentran ejemplificadas de forma visible por la propaganda, en
la que manipulan variables, con una intención solapada o encubierta, de una
manera que, frecuentemente, resulte aversiva para mucha gente. Sin embargo,
la educación puede ser eficaz aun cuando el resultado se haya indicado
claramente.
308
Se dispone de otras técnicas similares para prevenir la conducta ilegal,
pero los procesos son más complicados y no han sido aún bien explorados. Se
ha empezado con las faltas leves. Generalmente, se induce a los conductores
a obedecer las señales de tráfico mediante un proceso conocido. Un
determinado porcentaje de aquellos que no se detienen ante las señales de
<<stop>>, por ejemplo, son castigados. Otro procedimiento que se ha intentado
con éxito consiste en alabar o reforzar de cualquier otro modo a los
conductores que obedecen las señales. Esta no es, desde luego, una técnica
adecuada para todos los conductores, pero tiene un efecto moderado sobre
muchos que, de otro modo, podrían ser sólo parcialmente controlados por las
señales de tráfico. Los programas educativos que muestran las contingencias
entre conducir temerariamente y sus consecuencias –resultar herido o muerto-
deberían, a la larga, ser más eficaces que un programa basado en arrestos y
multas.
310
Otro principio que suele alegarse es el de libertad. Se dice que el mejor
gobierno es el que menos gobierna. Sin embargo, la libertad maximizada por
un buen gobierno no es la misma libertad que estudia una ciencia de la
conducta. Bajo un gobierno que controla a través del refuerzo positivo, el
ciudadano se siente libre, aunque no por ello esté menos controlado. Sentirse
libre de las injerencias del gobierno equivale a verse libre de consecuencias
aversivas. Escogemos una forma de gobierno que maximiza la libertad por una
razón muy simple: los hechos aversivos son aversivos. Un gobierno que hace
el menor uso posible de su poder de castigar es más susceptible de reforzar
nuestra conducta de apoyarlo.
311
XXIII. Religión
312
necesariamente, a medad que el individuo se ve afectado más sensiblemente
por contingencias únicas. Entre la contingencia que se observa sólo una vez en
la vida del individuo y la que se observa siempre, existe un continuum que no
podemos interrumpir de modo brusco en un punto cualquiera para distinguir
entre <<superstición>> y <<hecho>>.
Quizás exista una gran distancia entre estas prácticas egoístas y las de
la instancia religiosa organizada, pero parece que pueden observarse las
mismas técnicas. El control que define a la instancia religiosa, en el sentido
más estricto posible, deriva de una pretendida conexión con lo sobrenatural, a
través de la cual la instancia prepara o altera determinadas contingencias que
implican fortuna o desgracia en el futuro inmediato o salvación o condenación
eterna en la otra vida. Una instancia de control de este tipo está construida por
aquellas personas que afirman poseer poder para intervenir de modo
sobrenatural. La instancia puede consistir en un solo individuo, como el médico
313
de una tribu, que recurre a demostraciones mágicas para probar su poder de
traer fortuna o desgracia, o en una iglesia bien organizada, con pruebas
documentales que indican que el poder de intervenir en la organización don
contingencias reforzantes le ha sido conferido por una autoridad sobrenatural.
Lo que ahora nos interesa no es ni la estructura real de la instancia ni las
técnicas internas de control que la convierten en un instrumento efectivo, sino
las prácticas a través de las cuales controla a los miembros del grupo.
Los refuerzos que se describen tanto del cielo como del infierno son
mucho más poderosos que aquellos en los que se basan lo <<bueno>> y lo
<<malo>> del grupo ético o lo <<legal>> e <<ilegal>> del control
gubernamental, pero esta ventaja se encuentra compensada hasta cierto punto
por el hecho de que, en realidad, no ocurre durante la vida del individuo. El
poder conseguirlo por la instancia religiosa depende de la eficacia con que se
haya condicionado determinados refuerzos verbales – particularmente, la
amenaza del infierno y la promesa del cielo-. La educación religiosa contribuye
a este poder, asociando estos términos con varios refuerzos condicionados e
incondicionados, que son esencialmente los mismos de que disponen el grupo
ético y las instancias gubernamentales. La relación entre las instancias y el
comunicante, o entre Dios y el hombre, se hace a menudo más eficaz
comparándola con una relación mundana familiar como, por ejemplo, entre
padre e hijo, entre el rey y sus súbditos o entre un jefe militar y su soldados;
314
nos encontramos de nuevo con que las contingencias reforzantes primarias no
difieren mucho de las que se utilizan en el control gubernamental y ético.
315
tormentos de los condenados, las tiernas emociones de la familia, etc. Estas
respuestas son transferidas a estímulos, verbales o no, que más tarde son
utilizados por la instancia con fines de control. Algunas instancias religiosas
recurren al uso de drogas, sea para inducir circunstancias emotivas o
motivaciones adecuadas, sea para producir efectos que parecen apoyar la
existencia de una conexión sobrenatural.
EXPLICACION DE LA INSTANCIA
317
religioso puede ser subvencionado económicamente por el grupo, puede estar
dispuesto a controlar, porque el grupo le considera <<correcto>>, o puede
verse obligado a trabajar para la instancia porque cualquier otro camino de
acción sería castigado como <<equivocado>>.
CONTRACONTROL
318
sin suscitar el problema de cualquier efecto último de este tipo. Cuando una
práctica religiosa no recurre a hechos sobrenaturales, su justificación
tradicional se parece a la del control ético; una práctica religiosa recibe apoyo
porque maximiza piedad o virtud. Estos conceptos tienen, en el campo
religioso, una función similar al del mayor bien para el mayor número en el
campo de la ética, y al de libertad o justicia en el del gobierno. Son principios a
los que apelamos para escoger o proponer una práctica determinada. En la
sección VI trataremos de estudiar si una ciencia de la conducta nos
proporciona alguna base para explicar porque escogemos o proponemos
principios de este tipo.
319
XXIV. Psicoterapia
Evasión
Rebelión
Resistencia pasiva
Miedo
Ansiedad
Ira o rabia
322
ejemplo extremo, el sadismo. La pataleta parece ser una especie de rebelión
sin dirección definida.
Depresión
Todas estas pautas emotivas pueden, desde luego, ser generadas por
hechos aversivos que no tienen nada que ser con el control social. De este
modo, una tormenta en el mar puede generar miedo o ansiedad; una puerta
que no se abre, puede engendrar frustración o rabia, y algo semejante a la
hosquedad es la contrapartida emotiva de la extinción prolongada, tal como
ocurren el final de una larga pero infructuosa lucha para rebatir un argumento o
reparar una bicicleta. Sin embargo, la mayor parte de las circunstancias
estimulantes de este tipo se deben, con mucho, al control del individuo por el
grupo o por las instancias gubernamentales o religiosas.
Los efectos pueden ser graves. Las pautas productivas de conducta son
perturbadas por fuerte predisposiciones emotivas, y la conducta operante que
se ve fortalecida emotivamente puede tener consecuencias desastrosas. Las
respuestas emotivas frecuentes o crónicas de glándulas y músculos de fibra
lisa pueden perjudicar la salud de individuo. Desarreglos del sistema digestivo,
incluyendo úlceras y reacciones alérgicas, han sido atribuidos a respuestas
crónicas de miedo, ansiedad, rabia o depresión. Muchas veces se los conoce
con el nombre de trastornos <<psicosomáticos>>. Este término lleva condigo la
desafortunada implicación de que la enfermedad es un efecto de la mente
sobre el cuerpo. Como hemos visto, a veces es correcto decir que un estado
emocional causa un desarreglo de tipo médico, como en el caso en que una
respuesta crónica de glándulas y músculos lisos produce un cambio estructural,
por ejemplo, una úlcera, pero tanto el efecto como la causa son somáticos, no
psíquicos. Más aun, uno de los primeros eslabones en la cadena causal
permanece sin ser identificado. El efecto emotivo que produce el trastorno debe
explicarse y tratarse. Las variable manipulable de las cuales tanto la cusa como
el efecto somático son funciones radican en la historia también del individuo.
Algunos <<síntomas>> psicosomáticos son simplemente efectos paralelos de
esta primera causa común. Por ejemplo, un ataque de asma no es efecto de la
ansiedad, es parte de ella.
323
ALGUNOS EFECTOS DEL CONTROL SOBRE LA CONDUCTA OPERANTE
324
exagerado. A veces, la conducta que ha de explicarse puede ser mostrada
como una forma de <<hacer otra cosa>>. Una preocupación que no parece
ofrecer un refuerzo positivo proporcionado se explica mostrando que evita las
consecuencias aversivas de alguna otra forma de conducta. Parece que
algunas compulsiones y obsesiones tienen efecto. Una preocupación por
situaciones en las que la conducta castigada es especialmente improbable que
se produzca, puede explicarse, en gran parte, del mismo modo. Cuando la
conducta excesiva es una ampliación de una técnica de autocontrol en la que el
medio ambiente es alterado de tal forma que se convierte en menos
susceptible de generar conducta castigada, el efecto es la <<formación
reactiva>> de Freud.
325
evitar la estimulación aversiva y, posiblemente, las respuestas emocionales
aversivas ante tal estimulación, que pueden desarrollarse en sordera
<<funcional>> completa.
Autoestimulación aversiva
Diagnóstico
327
a la exploración del paciente. Se ha estudiado cómo llevar a cabo una
entrevista, como realizar una historia clínica, como analizar series de ideas a
través de la asociación libre, como determinar probabilidades de respuestas a
partir de tests proyectivos o análisis de los sueños, y como utilizar estas
probabilidades para inferir historias de privación, refuerzos o estimulación
emotiva. Se ha diseñado tests de inteligencia y de otro tipo para que el
terapeuta pueda predecir la facilidad o dificultad con que el paciente
reaccionará ante diversos tipos de terapéutica.
INTERPRETACIONES TRADICIONALES
329
Sin embargo, éste no es el punto de vista tradicional. El campo de la
psicoterapia es rico en ficciones explicativas. La conducta misma no ha sido
admitida como materia de estudio por derecho propio, sino solamente como
índice de que algo funciona mal en otra parte. Se dice que la labor de la
terapéutica consiste en remediar enfermedades internas y que la conducta es
simplemente un <<síntoma>> de las mismas. Del mismo modo que las
instancias religiosas den mucha importancia a la salvación o la piedad y las
gubernamentales a la justicia, libertad o seguridad, la psicoterapia da
importancia a la salud mental y el equilibrio personal. Estos términos suelen
tener un contenido normalmente negativo porque se definen a partir de
especificaciones de conducta enferme o desequilibrada, carentes de salud o
adaptación. A menudo, se llama <<neurótica>> a la circunstancia que hay que
corregir, y por tanto, se identifica al objeto que la psicoterapia debe atacar
como <<neurosis>>. Este término no tiene ya su significado original de
desarreglo del sistema nervioso, pero, sin embargo, es un ejemplo
desafortunado de explicación ficticia. Ha fomentado que el terapeuta evite
especificar la conducta que hay que corregir o mostrar por qué es perjudicial o
peligrosa. Al proponer una causa única para múltiples desarreglos, esto ha
implicado una uniformidad que no podrá descubrirse en los datos. Sobre todo,
ha fomentado la creencia de que la psicoterapia consiste en eliminar ciertas
cusas internas de enfermedades mentales, al igual que el cirujano extirpa un
apéndice inflamado del cuerpo. Ya hemos visto lo suficiente acerca de causas
internas para comprender por qué esta doctrina ha encomendado a la
psicoterapia una misión imposible. No es la causa interna de la conducta, son
la conducta misma- según la analogía médica de catarsis- la que debe <<ser
sacada fuera del sistema>>.
330
tendencias agresivas en lugar de aliviarlas. En cualquier caso, las variables que
hay que considerar al tratar de la probabilidad de una respuesta son,
simplemente, la respuesta misma y las variables independientes de las cuales
es función. No existe ninguna razón para que se recurra a la conducta oculta
como un agente causal.
331
cuales podían conocerse estos hechos. No llegó tan lejos como para concluir
que las referencias a tales hechos podían ser evitadas totalmente; pero esta
era la consecuencia natural de un examen posterior de las pruebas.
332
El mismo castigo puede conducir al individuo a reprimir cualquier
conocimiento de sus tendencias agresivas (capítulo XVII y XVIII). No sólo no
actúa de modo agresivo hacia su hermano, sino que ni siquiera <<conoce>>
que tiene tendencia a hacerlo.
333
desplazada no será castigada, al menos tan severamente – un hombre
enfadado con su superior se ensaña con el aprendiz.
Puede olvidar acudir a una cita con su hermano o con otra persona que
se le parezca (capítulo XIV).
334
Tales manifestaciones son simplemente la respuesta de una persona
que ha tenido una historia determinada. No son ni síntomas ni la expresión
subrepticia de deseos o impulsos reprimidos. Los dinamismos no son las
sabias maquinaciones de un impulso agresivo luchando por escapar de la
censura represiva del individuo o de la sociedad, sino la resolución de
conjuntos complejos de variables. La terapéutica no consiste en liberar un
impulso que causa problemas sino en introducir variable que compensen o
corrijan una historia que ha producido conducta censurable. La emoción
<<encerrada>> no es la causa de los desarreglos de conducta; es parte de ella.
336
distinguirlo de la conducta del farsante que simula haber sido herido en un
accidente para recibir unas indemnizaciones, pero puede evolucionar hacia una
situación más aguda de enfermedad histérica si el propio niño llega a ser
incapaz de identificar las variables relevantes o valorar correctamente las
posibilidades de su propia conducta. Otros tipos de consecuencias sociales
tienen efectos similares. El niño que está enfadado con sus padres se ve
reforzado cuando actúa de manera que los hiere, por ejemplo, haciendo
cualquier cosa que los moleste. Si tal situación se prolonga durante largo
tiempo, puede establecerse un repertorio que acabe siendo poco ventajoso
para el niño en el trato con otras personas. Una evidente técnica curativa para
la conducta que es producto de un refuerzo excesivo consiste en disponer
nuevas contingencias en las que la conducta sea extinguida. Deja de reforzarse
al niño con afecto cuando finge estar enfermo, o con una intensa respuesta
emotiva cuando molesta.
337
desprende que debe realizarse un cambio sustancial para que el individuo sea
capaz de identificar las variables relevantes. Por tanto, una solución propuesta
por el paciente representa un grado de progreso considerable. Cuando es el
terapeuta quien da la solución, este progreso no se da. La terapéutica consiste,
no en conseguir que el paciente descubra la solución de su problema, sino en
cambiarlo de tal modo que pueda descubrirla.
338
XXV. Control económico
PROGRAMAS DE RETRIBUCION
340
un ritmo mucho más alto de trabajo con un ligero aumento en la paga semanal.
Este es precisamente el sistema por el que, en el laboratorio, siguiendo un
programa de razón fija, se genera una elevada frecuencia de respuesta.
341
En cualquier caso, sin embargo, los salarios percibidos a intervalos fijos
no son comparables a los refuerzos intermitentes descritos en el capítulo VI. En
la conducta humana, ciertos estímulos importantes correlacionados,
generalmente, con el tiempo de pago, hacen posible una discriminación
temporal. Bajo un refuerzo de intervalo fijo, la <<productividad>> de una
paloma o un ratón cambia dramáticamente cuando se prepara un estímulo para
que varíe de algún modo, con el paso del tiempo, entre dos refuerzos. Relojes
y calendarios son artificios verbales pensados para suministrar estímulos de
este tipo al sujeto humano. Cuando se dispone de tales estímulos, el trabajador
– ya sea humano o subhumano- espera hasta el momento en que el reloj
marca una hora muy cercana al momento en que verá reforzada la conducta. Si
no hubiera otros factores implicados, el pago al final de cada semana haría que
se produjera sólo una pequeña cantidad de trabajo justo antes de cobrar.
342
desviación representaría una estimulación aversiva, a menudo peligrosa,
procedente de las guadañas de los demás. La producción en cadena tiene el
efecto de reducir la importancia de algunas de las características personales de
la estimulación aversiva proporcionada por el jefe, pero existe un peligro
inherente en cualquier sistema de este tipo y es la tentación, por parte del que
controla, de incrementar el ritmo de trabajo.
Programas combinados
Programas variables
343
ajustarse de un modo bastante exacto a las contingencias de refuerzo. Ninguno
de los dos <<hace más de lo que necesita hacer>>. Un refuerzo económico
adicional puede hacerse contingente con respecto al trabajo que supere las
normas mínimas admisible. Las primas, aumentos y promociones, cuando se
hacen contingentes con respecto a una realización excepcional, moldean la
topografía de la conducta hacia una mayor calidad o habilidad (capítulo VI).
Factores extraeconómicos
344
EL VALOR ECONOMICO DEL TRABAJO
Cuando se paga a alguien para que no lleve a cabo una conducta, esta
tiene <<valor de molestia>>. Si el padre le da una asignación a su hijo para que
no fume, beba o se case antes de una edad determinada, la conducta que el
hijo debe evitar puede tener para él propiedades muy reforzantes. Se
<<gana>> su asignación aceptando las consecuencias aversivas de dejar de
hacer algo. Cuando la conducta que no se realiza no tiene unas consecuencias
muy reforzantes para el que recibe la subvención, pero resultaría muy aversiva
para quien paga para suprimirla, se llama chantaje a la acción de dar el dinero.
Cuando la conducta es verbal –por ejemplo, prestar testimonio de que otra
persona no ha cometido una conducta censurable- decimos entonces que se
ha comprado a un testigo. Una nada del hampa explota una relación de control
similar cuando vende <<protección>>; en otras palabras, conviene en no
causar daño a personas o propiedades a cambio de dinero. El chantaje y la
protección representan sistemas sociales inestables, en el sentido visto del
capítulo XIX. El grupo ético o las instancias religiosas y gubernamentales se
346
oponen a este tipo de control haciendo que ciertas circunstancias aversivas
sean contingentes al hecho de llevar a cabo transacciones similares.
COMPRAR Y VENDER
El uso del dinero para comprar y vender nos permite valorar los bienes
del mismo modo que hemos valorado el trabajo –según una simple escala
unidimensional-. Para un individuo, un objeto <<vale>>lo que está dispuesto a
pagar por él. Antes de que una venta o un cambio puedan tener lugar, han de
alcanzar o excederse ciertos valores críticos. A le dará el artículo a B si las
consecuencias aversivas de su acto se encuentran compensadas por las
consecuencias positivamente reforzantes del dinero que B va a darle. B dará
esta cantidad de dinero a A si las consecuencias aversivas implicadas se hallan
compensadas por las positivamente reforzantes de recibir el objeto de A.
348
tarde más en servir. La conducta de servir un pedido probablemente no se ve
reforzada, en sentido estricto, por el hecho de la recepción de mercancías,
supongamos, cuatro días después; cualquier efecto reforzante de tal
consecuencia debe ser mediatizado por etapas intermedias verbales o no
verbales. Pero estas etapas intermedias no cambian necesariamente la ventaja
que se ha obtenido reduciendo el tiempo que pasa entre la conducta y la
consecuencia última. Cuando se permite al comprador comprar a crédito se
manipula otro tipo de relación temporal. Al comprar a plazos, se desplazan y
distribuyen las consecuencias aversivas del pago, Hay que distinguir este
efecto del efecto del crédito que permite comprar mercancías antes de disponer
del dinero.
349
jugada pero produce también una pérdida de clientela. Una razón demasiado
baja produce un beneficio demasiado pequeño y muchos clientes. El jugador
profesional, <<atrae a su víctima>> elaborando una historia de refuerzo
favorable. Empieza con una razón baja en la cual el refuerzo ocurre con tanta
frecuencia que la víctima gana. Entonces, se aumenta la razón, lenta o
rápidamente, según el tiempo que el jugador piense trabajar con una víctima
determinada. Esta es precisamente la forma en que la conducta de una paloma
o una rata se colocan bajo el control de un programa de razón variable. Puede
alcanzarse una razón media en la que los refuerzos ocurren tan raramente que
la paloma o el ratón gastan más energía tratando de manejar el mecanismo
que la que reciben con el refuerzo de comida; en cambio, los tres sujetos
continúan jugando.
350
ninguna afirmación acerca del efecto reforzante de3 bienes o dinero sin tener
en cuenta una serie de características de la historia del individuo que compra o
vende, así como las circunstancias externas bajo las que se realiza una
determinada transacción.
<<ECONOMIA>>
351
particular a partir de una amplia generalización, recurriendo a condiciones
especiales de este tipo. Aunque, en general, la oferta de dinero o bienes puede
implicar inflación, por ejemplo, alguna circunstancia externa, por otra parte no
relacionada con la oferta de dinero o bienes, puede generar una preocupación
infundada en gran número de compradores. Si la ciencia de la economía
tuviera que tener en cuenta todas estas variables extraeconómicas, se
convertiría en una ciencia completa de la conducta humana. Pero a la
economía solo le interesan un corto número de variables de las cuales la
conducta del individuo es función. Existen muchas razones prácticas por las
que este campo limitado debe ser estudiado en relativo aislamiento. Esto
significa que el economista necesitará, en todo caso, recurrir, de tiempo en
tiempo, a la conducta del hombre económico real.
LA INSTANCIA ECONOMICA
352
Si existe cualquier instancia económica como tal, ésta compuesta por
aquellos que poseen riqueza y la utilizan de modo que conserve o aumente
esta fuente de poder. Del mismo modo que el grupo ético se mantiene unido
por la uniformidad del efecto aversivo de la conducta del individuo, también
aquellos que poseen riqueza pueden actuar conjuntamente para protegerla y
controlar la conducta de quienes la amenazan. En este sentido, podemos
hablar de la importante instancia económica llamada <<capital>>. Es estudio
de tal instancia requiere un examen de las prácticas que representan control
económico concertado y de los efectos de retorno que las apoyan.
CONTRACONTROL
353
XXIV. Educación
354
Parece que este hecho depende de la cultura. El individuo también percibe
muchas formas de educación casual a través de otros miembros del grupo
ajenos a su familia, en los casos en que las variables de que dispone el grupo
sean similares a las del control ético (capítulo XXI). Ciertas formas de conducta
se clasifican como buenas o correctas y otras como malas o incorrectas y son
reforzadas de acuerdo con estos criterios. No obstante, no siempre queda claro
por qué se hace esto. Una extensión del control ético a la educación puede, al
igual que el orgullo familiar, representar unas ventajas especiales para el
grupo, en cuyo caso puede explicarse solamente mediante un análisis de las
prácticas culturales (sección VI).
La institución educativa
355
generan conducta a la censura del grupo. Los resultados comparables de la
educación de niños mayores no siempre son tan claros, y este hecho ocasiona
una dificultad práctica y teórica. La instancia educativa explícita no se
encuentra en todas las culturas, y el grado en que un grupo determinado la
apoya puede variar muchísimo según las épocas. Cuando aquellos que poseen
el poder fundamental, económico o de otro tipo, no reciben el refuerzo
suficiente, entonces suelen retirar su ayuda. No obstante, los educadores
raramente intentan incrementar los beneficios de retorno o hacerlos más
eficaces como refuerzos.
REFUERZO EDUCATIVO
356
modo que los salarios que se pagan según un programa de intervalo fijo
pueden utilizarse para proporcionar estimulación aversiva amenazando al
empleado con despedirle, también el maestro de párvulos que no les paga
físicamente puede, sin embargo, amenazarles con retirarles su apoyo o su
afecto como una forma de control aversivo. Del mismo modo, los refuerzos
positivos de que disponen las escuelas y colegios son, a menudo, utilizados
como base de estimulación aversiva condicionada en forma de amenaza de
suspenso o expulsión.
Los subproductos del control a través del castigo han sido siempre
rasgos característicos de las instituciones educativas. Las peleas, desórdenes
y el <<hacer novillos>> son formas de contraagresion o evasión que siguen el
análisis en el capítulo XXIV. Son también normales algunos subproductos más
neuróticos. Por tanto, resultan obvias las ventajas que se obtendrían si se
utilizaran otras técnicas de control. Sin embargo, no puede abandonarse un
sistema de control hasta que se posea otro que pueda sustituirlo, y es evidente
que, en estos momentos, la institución educativa carece de control necesario.
El educador, no sólo ha abandonado la palmeta, sino que tampoco dispone ya
de la disciplina de las prácticas familiares basadas en el control aversivo. A
medida que se educan más personas, se debilitan los refuerzos honoríficos
proporcionados por la educación; ahora, sólo unas pocas ventajas especiales
son contingentes a la misma. Con el incremento de la seguridad social las
consecuencias económicas de una educación son también menos importantes;
relativamente pocos estudiantes se quedan sin conseguir una posición
económica acomodada o, al menos, sin poder escapar a la amenaza de una
vejez pobre.
357
educativo. Se trasladan a la situación educativa, consecuencia del tipo de las
que, finalmente, regirán la conducta del estudiante. El estudiante que, bajo el
sistema tradicional, era reforzado con un sobresaliente por hablar
correctamente el francés, es reforzado finalmente, en caso de lo que sea, por
leer libros en tal idioma o comunicarse eficazmente con personas
pertenecientes a la comunidad francesa. En la educación progresiva, estos
refuerzos <<naturales>> o <<funcionales>> son utilizados por la instancia
educativa tan pronto como es posible. De modo similar, el estudiante que
estudia una ciencia se ve reforzado, desde las primeras etapas, por su
competencia progresiva en tratar con la naturaleza. Al permitir una elección
más amplia de lo que puede estudiarse, se aumenta la probabilidad de que la
conducta escolar reciba un refuerzo no educativo desde un principio. Quizás ha
sido siempre una característica de la buena educación introducir
consecuencias reales, pero la educación progresiva se ha esforzado en hacerlo
con tanta frecuencia y tan pronto como ha podido. Se ha objetado muchas
veces que ciertos temas de estudio se ponen indebidamente de relieve a
expensas de otros en los que no puede evitarse una educación disciplinaria
que sólo dispone del refuerzo educativo.
358
Conocimiento
359
Por ejemplo, el hecho de que unos conocimientos de historia sean
simplemente un repertorio verbal no implica que la educación consiste
meramente en aprender de memoria. El estudiante llega también a comprender
hechos históricos. Una explicación adecuada de lo que esto significa requerirá
un análisis exhaustivo de la conducta verbal que no podemos llevar a cabo en
este momento. El individuo está de acuerdo con lo que se dice acerca de un
hecho histórico en el sentido de que él mismo muestra una probabilidad muy
alta de decir lo mismo. La comprensión progresiva con que lee una y otra vez
un pasaje que describe un período determinado de la historia puede también
identificarse con la probabilidad creciente de que emita respuestas verbales
semejantes a las que contiene el pasaje. Pero la alta probabilidad que
caracteriza el acuerdo o la comprensión puede tener muchos orígenes; el
conocimiento de un campo dado es coherente y bien estructurado en medida
que estas fuentes complementarias de intensidad que distinguen el
<<conocimiento>> de <<una tendencia a afirmar algo>> no requieren que
modifiquemos el punto de vista según el cual el conocimiento es un repertorio
de conducta. La comprensión es una consecuencia adicional que concierne a
las variables de las cuales dicho repertorio es función.
360
Una institución educativa a menudo instruye directamente a sus alumnos
en este sentido, pero generalmente lo hace estableciendo un repertorio verbal
complejo que el estudiante utilizará, más tarde, en lo que podríamos llamar
autoinstrucción. El que habla y el que escucha se encuentra, en este caso,
dentro de la misma piel. En una ocasión dada se suscita una conducta verbal
que instruye al propio estudiante en una conducta no verbal. Para poner un
ejemplo simple, supongamos que el estudiante aprende de memoria unas
instrucciones y que más tarde maneja correctamente el mecanismo a que éstas
se refieren. En un caso mucho más complejo, adquiere un extenso repertorio
histórico y luego se enfrenta de modo eficaz con una situación normal cuando
algunas de las respuestas de dicho repertorio le instruyen de modo adecuado.
CONTRACONTROL
361
organización religiosa se compromete a dar una instrucción religiosa y a no
establecer ninguna conducta opuesta a los intereses de la instancia. Es posible
que a las escuelas subvencionadas por un gobierno se les exija que apliquen
sus técnicas educativas para apoyarlo y que eviten cualquier educación que
este en pugna con las técnicas de control gubernamental o amenace los
orígenes de su poder.
362
SECCION VI
363
XXVII. Cultura y control
COSTUMBRES Y HABITOS
365
conservar la comida, un alimento <<malo>> se convierte en sano, puede que, a
pesar de ello, se mantenga la antigua idea. Ya no representa ninguna ventaja
de cambio para el grupo explicar por qué un determinado alimento se clasifica
como malo. Si, mientras tanto, el grupo ha inventado una explicación, esta
clasificación puede resultar particularmente desconcertante.
366
nos encontraremos en terreno sólido al observar las contingencias en virtud de
las cuales se mantiene la conducta característica de un grupo determinado. Del
mismo modo que cada individuo se adapta a un modelo de conducta
normalizado, mantiene también este modelo aplicando una clasificación similar
a la conducta de los demás. Más aún, su propia conducta adaptada contribuye
a formar la norma con la que se compara la conducta de los demás. Por tanto,
una vez que ha surgido una costumbre, hábito o estilo, el mismo sistema social
que lo observa ayuda a mantenerlo.
367
individuo, el cual, entonces, se ve sometido a culturas que están en conflicto.
En Estado Unidos han tenido lugar últimamente cambios importantes en las
técnicas utilizadas para controlar la conducta sexual. Antes, la mujer soltera se
encontraba sujeta a un control estricto por parte del grupo ético e instancias
gubernativas, religiosas y educativas. El acceso al mundo exterior le estaba
prohibiendo o sólo le era permitido si disponía de una señora de compañía que
pudiera utilizar la coerción física si eran necesarios. Los estímulos que
conducían a la conducta sexual eran eliminados, en la medida de lo posible, del
ambiente inmediato. La anatomía y fisiología de los órganos reproductores,
especialmente los masculinos, permanecían en el secreto, y se castigaba
cualquier conducta que alterara esta situación. Este castigo, complementado
con otros procedimientos, generaba conducta que reflejaba <<pureza>> y
<<modestia>> como una forma de autocontrol. Los hechos relacionados con la
conducta sexual que era imposible esconder, eran explicados de modo ficticio.
La incipiente conducta sexual era severamente castiga, no solamente con
estimulación aversiva, sino también con castigos condicionados tan poderosos
como la censura, la vergüenza y las amenazas de ostracismo. Como resultado
de todo esto, cualquier conducta sexual incipiente, daba lugar a una
autoestimulación aversiva. Esto reforzaba futuros actos de autocontrol y
provocaba respuestas emotivas que eran incompatibles con la conducta
sexual.
368
probable que se manifieste. El resultado puede representar, o no, una ventaja
para el individuo y para el grupo.
Del análisis del medio ambiente, puede inferirse, punto por punto, el
efecto del ambiente social sobre la conducta del individuo. Consideremos una
persona de treinta años. ¿Hasta qué punto puede atribuirse su conducta a las
variables culturales con las que ha estado en contacto?
Nivel de actividad
369
gubernamentales, religiosas, psicoterapéuticas, económicas y educativas
proporcionen abundantes refuerzos positivos.
Motivación
Predisposiciones emotivas
Repertorio
Autocontrol
370
delicioso pero ingesto-, pero, con mucho, la mayor parte del autocontrol viene
determinado culturalmente, especialmente por las instancias éticas, religiosas y
gubernamentales. El individuo amoral que escapa de esta influencia muestra el
efecto de un escaso control mientras que, en el otro extremo, se encuentra el
individuo completamente <<inhibido>> o reprimido. Sólo de este efecto
dependerá a menudo, que nuestro sujeto muestre de modo evidente los otros
efectos de su propia cultura que acabamos de considerar. Por ejemplo, puede
comportarse con facilidad de manera emotiva o mostrar estoicismo según que
su conducta emotiva haya sido reforzada o castigada como buena o mal, legal
o ilegal o piadosa o pecaminosa.
Conocimiento de sí mismo
Conducta neurótica
CARÁCTER CULTURAL
371
norteamericanos muestran repertorios de conducta o <<caracteres muy
diferentes.
372
se asociarán muchas otras prácticas con la que se haya escogido para estudio.
Entonces, alguna otra práctica puede ser responsable de cualquier aspecto
demostrado del carácter del grupo.
373
XXVIII. Planificación de una cultura
374
cultural. Todos ellos son ejemplos de manipulación de partes reducidas del
medio ambiente social; el llamado pensamiento <<utópico>> abarca la
planificación de una cultura en su totalidad.
JUICIO DE VALOR
375
Tal interpretación de la conducta del planificador cultural nos lleva a un
problema de proporciones clásicas. En definitiva, una ciencia de la conducta
humana puede ser capaz de decirle al planificador que tipo de cultura debe
establecer para producir un resultado determinado, pero ¿podrá decirle algún
día que tipo de resultado debería producir? La palabra <<debería>> nos
introduce en el reino familiar del juicio de valor. Se arguye comúnmente que
existen dos tipos de conocimiento, uno del hecho y otro del valor, y que la
ciencia está necesariamente constreñida al primero. ¿Existe la planificación de
una cultura segundo tipo? ¿Debe el planificador cultural abandonar la ciencia y
recurrir a otras formas de pensamiento?
376
A vees, las consecuencias implicadas son menos evidentes, como cuando un
estudio de conducta lleva a alguien a proponer que <<debería>> tratarse a los
delincuentes de un modo determinado o que <<debería>> evitarse el control
aversivo en la educación. Es en este punto cuando suele recurrirse a los
valores clásicos de libertad, seguridad, felicidad, conocimiento, etc. Hemos
visto que frecuentemente, estos se refieren, indirectamente, a ciertas
consecuencias inmediatas de las prácticas culturales. Pero el problema crucial
respecto al valor depende de otro significado de la palabra <<debería>> en el
que hay implicado una consecuencia más remota. ¿Existe un paralelo científico
para esta clase de valor?
377
grupo, puesto que determinan si un individuo será capaz de desarrollar
plenamente sus facultades, si tendrá posibilidad de acceso a las instituciones
educativas independientemente de la clase a la que pertenezca o de otros
factores, si la política educativa es progresista o reaccionaria, si estará sujeto al
favoritismo político o económico al seleccionar una profesión, etc. La cultura
determina asimismo la medida en que los miembros del grupo se preocupan
por la alimentación, el sexo o por evadirse de la estimulación aversiva menor
en la búsqueda de <<confort>> o de una estimulación aversiva más importante
como el trabajo pesado o el combate, así como el grado en que se hallan
sujetos a explotación por parte de instancias poderosas. Esto determina, a su
vez, la medida en que son capaces de llevar a cabo actividades productivas en
la ciencia, el arte, los oficios, los deportes, etc. La prueba experimental de una
cultura dada viene por la lucha entre grupos bajo circunstancias características
de una época determinada.
378
aversiva ante las prácticas que, hasta ahora, han tenido un valor de
supervivencia en la historia de la humanidad. La acción agresiva es la que ha
tenido, generalmente, más éxito para fomentar la supervivencia de un grupo
contra otro o de un individuo contra otro.
379
libertad, conocimiento, etc. En definitiva, la supervivencia del grupo adquiere
una función similar. En la planificación cultural, el hecho de que una práctica
determinada esté relacionada con la supervivencia llega a ser eficaz como una
condición previa. La supervivencia aparece tarde entre los llamados valores
porque el efecto de una cultura sobre la conducta humana y, a su vez, sobre la
perpetuación de la cultura misma, sólo puede demostrarse cuando se ha
desarrollado plenamente una ciencia de la conducta humana. La <<práctica de
cambiar una práctica>> es acelerada por la ciencia porque proporciona
abundantes ejemplos en los que se demuestran las consecuencias de las
prácticas. La persona que se encuentra familiarizada con los resultados de la
ciencia es más probable que establezca condiciones comparables al planificar
una cultura y podemos decir, si la expresión no ha de ser mal interpretada, que
utilizará la supervivencia como criterio para valorar una práctica.
Las situaciones prácticas suelen ser siempre más complejas que las de
laboratorio, puesto que contienen muchas más variables y, a menudo, muchas
380
de ellas son desconocidas. Este es el mismo problema con que se encuentra la
tecnología respecto a la ciencia pura. En el terreno de la conducta humana,
particularmente en la planificación cultural, debemos reconocer que existe un
tipo de complejidad ante el cual no puede mantenerse el rigor de una ciencia
de laboratorio. Pero esto no significa que la ciencia no pueda contribuir a la
solución de los problemas cruciales. Forma parte del espíritu de la ciencia
realizar una cuidadosa observación, recoger información adecuada y formular
conclusiones que contengan un mínimo de fantasía. Todo ello es tan aplicable
a las situaciones simples como a las complejas. Además, una ciencia rigurosa
de la conducta humana ofrece también diversos tipos de ayuda práctica, de los
que vamos a tratar ahora.
381
que supone el castigo es anulada luego por posterior desventaja, también estas
consecuencias inmediatas de una práctica cultura pueden ir seguidas de otras
de un tipo distinto. Un análisis científico puede llevarnos a resistir a los halagos
más inmediatos de libertad, justicia, conocimiento o felicidad al considerar las
consecuencias de supervivencia, a largo plazo.
382
XXIX. El problema del control
Negar el control
383
Aparentemente, ya no es posible refugiarse en esta creencia. La libertad que
se discute al valorar los gobiernos está relacionada con el contracontrol de las
técnicas aversivas. Una doctrina de la libertad personal atrae a todos aquellos
para quienes es importante estar libre de control coactivo. Pero la conducta
puede determinarse de modo no coactivo, y a medida que se va
comprendiendo mejor otros tipos de control, la doctrina de la libertad se
convierte, cada vez más, en menos eficaz, como mecanismo de motivación, y
en más difícil de sostener, como teoría comprensiva de la conducta humana.
Todos controlamos y somos controlados. El control va siendo más eficaz, a
medida que aumenta el nivel de análisis de la conducta humana. Tarde o
temprano hay que enfrentarse con el problema.
Negarse a controlar
384
Sin embargo, negarse a aceptar el control equivale, simplemente, a
dejarlo en otras manos. Rogers ha dicho que el individuo lleva dentro de sí la
solución de sus propios problemas y que, por esta razón, no es necesario que
el terapeuta intervenga directamente. Pero, ¿Cuáles son los orígenes últimos
de una solución interna? Si el individuo es el producto de una cultura en la que
existe un marcado adiestramiento ético y religioso, y un control gubernamental
y educación eficaces, en la que el refuerzo económico ha ejercido su efecto de
manera aceptable, y si existe en ella un considerable buen criterio, por parte
del ciudadano medio, aplicable a los problemas personales, es muy posible que
logre <<encontrar una solución>> sin necesidad de recurrir al terapeuta. Pero si
es el producto de un control excesivo, poco hábil o perjudicial en cualquier
aspecto, o ha recibido adiestramiento ético o religioso atípico, si ésta sujeto a
privaciones extremas o a conductas asocial, no existiría <<dentro de sí
mismo>> ninguna solución aceptable. En el gobierno, una filosofía del laissez
faire es eficaz si un ciudadano está en contacto con instancias educativas,
religiosas y de otro tipo que proporcionan el control que el gobierno niega a
aceptar. El programa del anarquismo según el cual el hombre se desarrollará
plenamente tan pronto como desaparezca el control gubernamental, se olvida
de identificar las otras fuerzas de control que adaptan el hombre a un sistema
social estable. Una <<sociedad libre>> es aquella en la que el individuo es
controlado por otras instancias distintas del gobierno. La <<fe en el hombre de
la calle>>, que hace posible una filosofía de la democracia, es en realidad una
fe en otras fuentes de control. Cuando se planeó el sistema de gobierno de los
Estados Unidos, los que defendían un gobierno mínimo pudieron señalar unos
controles eficaces de tipo religioso y ético; si estos hubieran faltado, un
programa de laissez faire hubiera dejado al pueblo en manos de otras
instancias de control y esto hubiera podido tener desastrosos resultados. De
manera similar, en una economía no controlada, los precios, salarios, etc., son
libres de cambiar en función de variables que no han sido fijadas por una
instancia gubernamental; pero no son libres en ningún otro sentido.
Diversificar el control
385
hombres y mujeres de acuerdo con las necesidades del Estado, mientras que
la educación que podría oponerse al programa gubernamental se elimina a
través del control de la prensa y de la opinión pública. Incluso la psicoterapia
puede ponerse al servicio del Estado, como en la Alemania nazi, donde, debido
a la inexistencia de instancias de oposición, se adoptaron severas medidas.
Suele decirse que una instancia unificada es más eficaz, pero hace muy
difícil la solución del problema del control. Es precisamente la ineficacia contra
el uso despótico del poder. La publicidad norteamericana nos proporciona un
buen ejemplo de los benéficos efectos de la diversificación. Anualmente se
gastan enormes sumas de dinero para inducir a la gente a comprar marcas
particulares de productos. Una gran parte del control conseguido por cada
compañía es contrarrestado por el control conseguido por otras. En la medida
en que la publicidad está dirigida solamente a la elección de marca, el efecto
neto es probablemente débil. Pero si todo el dinero que se gasta en
promocionar marcar determinadas de cigarrillos, por ejemplo, se dedicara a
incrementar el número de cigarros fumados por día, independientemente de su
marca, el efecto podría ser más sensible. Este hecho es reconocido por las
industrias que dedican sus gastos de publicidad a promocionar un tipo de
producto más que una marca individual.
386
económico ilimitado de una instancia única. Esto, a menudo, surte el efecto de
establecer dos o tres instancias poderosas entre las que se distribuyen un
determinado control económico. En la educación, una diversificación explicita
se halla implicada en cualquier oposición a las prácticas normalizadas.
Manteniendo muchos tipos distintos de instituciones educativas, trabajando de
formas distintas y consiguiendo resultados diferentes, obtenemos las ventajas
de una sana experimentación y evitamos el énfasis excesivo sobre cualquier
programa. En los Estados Unidos, la diversificación en el gobierno queda
ejemplificada por la coexistencia del gobierno federal, el particular de cada
Estado y los Gobiernos locales, mientras que el control religioso se distribuye
entre muchas confesiones distintas.
Controlar el control
387
ciudadanos. Pero este resultado no es inevitable. Los gobiernos que disponen
de la fuerza necesaria para mantener la paz pueden utilizarla para controlar a
los ciudadanos por otros caminos y para luchar contra otros gobiernos. Puede
hacerse también un mal uso de otros tipos de control. Un gobierno que puede
restringir el control ejercido por una instancia determinada puede también
obligarla a apoyar su propio programa de expansión. Quizás el Estado
totalitario se inicia simplemente restringiendo el control de las instancias que
están bajo dominio, pero finalmente, puede llegar a usurpar sus funciones. Esto
ha ocurrido ya en el pasado. ¿Puede una ciencia de la conducta disminuir la
probabilidad de que esto vuelva a suceder?
388
El hecho de gobernar en beneficio de los gobernados se clasifica
fácilmente como un principio ético o moral. Esto no significa necesariamente
que la planificación gubernamental se base en principio absolutos de
<<correcto>> y <<equivocado>>, sino más bien, tal como hemos visto, que se
halla bajo control de consecuencias a largo plazo. Todos los ejemplos de
autocontrol descritos en el capítulo XV podrían también clasificarse como
problemas morales o éticos. Nos enfrentamos con la ética del control y
planificación gubernamental, del mismo modo que con la ética de cualquier otro
tipo de conducta humana. Por razones obvias llamamos <<malo>> a alguien
cuando nos golpea. Más tarde, y por razones tan obvias como las anteriores, le
llamamos <<malo>> cuando golpea a los demás. Finalmente, nos oponemos,
en términos más generales, al uso de la fuerza física. Las contramedidas pasan
a formar parte de las prácticas éticas de nuestro cuerpo, y las instancias
religiosas las apoyan tildando de inmoral o pecaminosos el uso de la fuerza
física. Todas estas medidas que se oponen al uso de la fuerza física se
explican, pues, en términos de las consecuencias aversivas inmediatas. No
obstante, al planificar un gobierno, podemos valorar el uso de la fuerza física
considerando el efecto final sobre el grupo. ¿Por qué un gobierno determinado
no debería pasar un cuchillo a toda la población de una ciudad o país
derrotados? Forma parte de nuestra tradición cultural considerar dicha
conducta como equivocada y reaccionar ante la idea de forma violentamente
emotiva. Probablemente, podría demostrarse que el hecho de que los
miembros de un grupo reaccionen de este modo contribuye, en último término,
a la fuerza del grupo. Pero, prescindiendo de esta reacción podemos también
condenar esta práctica porque finalmente debilitaría al gobierno. Tal como
hemos visto, conduciría a una resistencia mucho más violenta en otras guerras,
a un contrataque organizado por parte otros países temerosos de correr la
misma suerte, y a problemas muy serio en el control de los súbditos del propio
gobierno. De la misma manera, aunque podemos oponernos a la esclavitud
porque el control aversivo de un individuo es también aversivo para los demás,
porque es <<errónea>> o porque es <<incompatible con nuestra concepción de
la dignidad humana>>, otra consideración al planificar una cultura podría ser
que la esclavitud recude la eficacia de los que están esclavizados y que tiene
serios efectos sobre otros miembros del grupo. Por razones similares,
defendemos una forma de vida que creemos superior a las demás,
enumerando aquellas características que son inmediatamente reforzantes para
nosotros y que calificamos como éticas o moralmente buenas; pero al valorar
un determinado experimento cultural podemos, en lugar de esto, preguntarnos
si tal forma de vida contribuye al desarrollo más eficaz de aquellos que la
siguen.
389
queda garantizada la supervivencia final de ninguno de ellos. Lo que la ciencia
puede decirnos acerca del efecto de una práctica determinada sobre la
conducta y del efecto de una práctica determinada sobre la conducta y del
efecto de tal conducta sobre la supervivencia del grupo, puede conducirnos
más directamente a reconocer la última fuerza de gobierno en su sentido más
amplio. Finalmente, hay que formular también esta pregunta con respecto a la
humanidad en general. Recientemente se ha descrito mucho acerca de la
necesidad de volver a la <<ley moral>> en las deliberaciones acerca de los
asuntos humanos. Pero la pregunta ¿<<Ley moral>>, de quiénes? A menudo
demuestra ser embarazosa. Ante el problema de encontrar una ley moral
aceptable para todos los pueblos del mundo nos hacemos más plenamente
conscientes de las limitaciones de los principios propuestos por cualquier grupo
o instancia. La posibilidad de promover tales principios mediante la educación o
la conquista militar no es prometedora. Si una ciencia de la conducta es capaz
de descubrir aquellas condiciones de vida que tienden al pleno desarrollo del
hombre, puede proporcionar un conjunto de <<valores morales>>, los cuales,
debido a que son independientes de la historia y de la cultura de cualquier
grupo, pueden ser generalmente aceptados.
390
acontecimientos, forma simplemente parte del mismo. Sería un tanto
incongruente que exceptuáramos al científico de la explicación que la ciencia
da de la conducta humana en general. Sin embargo, la ciencia puede hacer
una descripción del tipo de proceso del que ella misma constituye un ejemplo.
Una proposición razonable acerca de nuestra posición presente en la evolución
de la cultura, podría formularse del siguiente modo: nos encontramos, a
nosotros mismos, miembros de una cultura en la que ha florecido la ciencia y
en la que sus métodos han llegado a aplicarse a la conducta humana. Si, tal
como parece ser, la cultura se fortalece a causa de este hecho, es razonable
predecir que una ciencia de la conducta continuará desarrollándose y que
nuestra cultura contribuirá de modo sustancial a la formación del medio
ambiente social del futuro.
391
Por tanto, el uso de conceptos como libertad individual, iniciativa y
responsabilidad han sido considerablemente reforzados. Sin embargo, cuando
interrogamos a la ciencia no encontramos un apoyo demasiado sólido para el
punto de vista occidental tradicional. La hipótesis de que el hombre no es libre
es esencial para la aplicación del método científico al estudio de la conducta
humana. El hombre interior libre al que se consideraba responsable de la
conducta del organismo biológico externo, no es más que un sustituto
precientífico para los tipos de causas que se descubren en el curso de un
análisis científico. Todas estas causas posibles radican fuera del individuo. El
mismo sustrato biológico viene determinado por hechos anteriores en un
proceso genético. Se encuentran otros hechos importantes en el medio
ambiente no social y en la cultura del individuo, en el sentido más amplio
posible. Todo esto es lo que conduce a que el individuo se comporte como lo
hace. No es responsable de ello, y por tanto, no tiene objeto alabarlo o
condenarlo. No importa que el individuo pueda controlar por sí mismo las
variables, de las cuales su propia conducta es función, o, en un sentido más
amplio, llevar a cabo la planificación de su propia cultura. Hace esto solamente
porque es producto de una cultura que genera autocontrol o planificación
cultural como una forma de comportamiento. El medio ambiente determina al
individuo aunque éste altere el medio ambiente.
392
preguntamos quién o qué controla al primero. Cuando un gobierno controla
visiblemente a sus ciudadanos, consideramos este hecho sin identificar los
acontecimientos que controlan al gobierno. Cuando el individuo se halla
fortalecido como una medida de contracontrol, podemos, como en todas las
filosofías democráticas, pensar en él como en un punto de partida. No
obstante, en realidad no tenemos ninguna razón para atribuir a alguien o a algo
el papel de primer móvil. Aunque es necesario que la ciencia se autolimite al
estudio de fragmentos seleccionados dentro de una serie continua de hechos,
cualquier interpretación debe aplicarse, en definitiva, a la serie completa.
393
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Indice general
El hombre: una máquina. - Acto reflejo. - El alcance del acto reflejo. - Reflejos
condicionales. El <<valor de supervivencia>> de los reflejos. - Alcance de los reflejos
condicionales.
V. CONDUCTA OPERANTE 70
398
La importancia del medio ambiente. – El analisis de estímulos. - Inducción. -
Discriminación. - Abstracción. - Algunos problemas tradicionales en el control de
estímulos.
X. EMOCION 153
Una técnica indiscutible. - ¿Es eficaz el castigo? - Los efectos del castigo. - El primer
efecto del castigo.- Tercer efecto del castigo.- Subproductos desafortunados del
castigo.- Alternativas al castigo.
¿Qué son los rasgos?- La predicción en términos de rasgos. – Los rasgos no son causas.
399
XVII. LOS HECHOS INTERNOS EN UNA CIENCIA NATURAL 233
¿Por qué el grupo ejerce control? – El efecto del control de grupo.- Justificación del
control de grupo.
400
XXV. CONTROL ECONOMICO 335
401
402