Capitulo 3 Berger y Luckmann
Capitulo 3 Berger y Luckmann
Capitulo 3 Berger y Luckmann
1.Internalización de la realidad
a) Socialización primaria
El individuo no nace miembro de una sociedad
nace con una predisposición a la socialidad, y luego llega a ser miembro de una sociedad.
La socialización primaria la primera por la que el individuo atraviesa en la niñez, por medio
de ella se convierte en miembro de la sociedad. Suele ser la más importante para el individuo.
La socialización secundaria cualquier proceso posterior que induce al individuo ya
socializado a nuevos sectores del mundo objetivo de su sociedad. Su estructura básica debe
semejarse a la de la primaria.
Niño de clase baja no solo absorbe el mundo social en una perspectiva de clase
baja, sino que lo absorbe con la coloración idiosincrásica que le han dado sus
padres (u otro individuo encargado de su socialización).
Niño de clase baja habita un mundo distinto al de clase alta, o también con un
vecino de clase baja.
Por esta identificación con los otros significantes el niño se vuelve capaz de identificarse él
mismo, de adquirir una identidad subjetivamente coherente y plausible.
Dialéctica entre la auto-identificación y la identificación que hacen los otros, entre la identidad
objetivamente atribuida y la que es subjetivamente asumida.
El individuo no solo acepta los “roles” y las actitudes de otros, sino que en el mismo proceso
acepta el mundo de ellos.
Socialización primaria crea en la consciencia del niño una abstracción progresiva que va de
los “roles” y actitudes de otros específicos, a los “roles” y actitudes en general.
Por ejemplo, en la internalización de las normas existe una progresión que va desde “mamá
está enojada conmigo ahora” hasta “mamá se enoja conmigo cada vez que derramo la
sopa”. A medida que otros significantes adicionales (padre, abuela, hermana, etc.) apoyan la
actitud negativa de la madre con respecto a derramar la sopa, la generalidad de la norma se
extiende subjetivamente. El paso decisivo viene cuando el niño reconoce que todos se
oponen a que derrame la sopa y la norma se generaliza como “uno no debe derramar la
sopa”.
Abstracción de los “roles” y actitudes de otros significantes se denomina el otro
generalizado.
Su formación dentro de la conciencia significa que ahora el individuo se identifica no solo con
otros concretos, sino con una generalidad de otros, o sea, con una sociedad. Solamente en
virtud de esta identificación generalizada logra estabilidad y continuidad su propia auto-
identificación.
Niño no internaliza el mundo de sus otros significantes como uno de los tantos mundos
posibles
lo internaliza como el mundo, el único que existe y que se puede concebir. Por esta razón, el
mundo internalizado en la socialización primaria se implanta en la consciencia con mucha más
firmeza que los mundos internalizados en socializaciones secundarias.
Existe internalización de, por lo menos, los rudimentos del aparato legitimador: el niño
aprende “por qué”. Hay que ser valiente, porque hay que hacerse un hombre de verdad.
siempre presupone un proceso previo de socialización primaria; o sea, que debe tratar con un
yo formado con anterioridad y con un mundo ya internalizado.
Esto presenta un problema, porque la realidad ya internalizada tiende a persistir. Existe, pues,
un problema de coherencia entre las internalizaciones originales y las nuevas. Nuevos
contenidos que ahora haya que internalizar, deben superponerse a esa realidad ya presente.
La socialización primaria no puede efectuarse sin una identificación con carga emocional
del niño con sus otros significantes.
En la socialización primaria el niño internaliza el mundo de sus padres como el mundo y no
como perteneciente a un contexto institucional específico. Algunas de las crisis que se
producen después de la socialización primaria se deben realmente al reconocimiento de que el
mundo de los propios padres no es el único mundo que existe.
Esto posibilita el separar una parte del yo y su realidad concomitante como algo que atañe solo
a la situación específica del “rol” de que se trata.
El individuo establece:
una distancia entre su yo total y su realidad por una parte y,
el yo parcial específico del “rol” y su realidad por la otra
>>solo es posible después que se ha efectuado la socialización primaria<<
Cuanto más logren estas técnicas volver subjetivamente aceptable la continuidad entre los
elementos originarios del conocimiento y los elementos nuevos
Como la socialización nunca se termina y los contenidos que la misma internaliza enfrentan
continuas amenazas a su realidad subjetiva
Pero aun cuando este último retenga su realidad masiva, estará amenazado por las situaciones
marginales de la experiencia humana que no pueden descartarse por completo de la actividad
cotidiana.
vuelve aún más vulnerable la realidad subjetiva de sus internalizaciones frente al reto de las
definiciones de la realidad, no porque no estén establecidas o se aprehendan como algo
menos que real en la vida cotidiana, sino porque su realidad se halla menos arraigada en la
consciencia y resulta más susceptible al desplazamiento.
Por ejemplo
la prohibición de la desnudez, que afecta al sentido del pudor propio, internalizado en la
socialización primara
los cánones de la vestimenta adecuada para diferentes ocasiones sociales, que se
adquieren como internalización secundaria
<<El proceso corresponde para la confirmación de las identidades que al individuo pueden o
no agradarle.>>
La vida cotidiana del individuo puede considerarse en relación con la puesta en marcha de un
aparato conversacional que mantiene, modifica y reconstruye continuamente su realidad
subjetiva.
EL HABLA posición de privilegio
>>La mayor parte del mantenimiento de la realidad en el diálogo es implícita, no explícita<<
>>Cuanto más se aíslen estas técnicas de las confirmaciones “cara a cara”, menos
probabilidades tendrán de mantener el acento de realidad<<
ALTERNACIONES
requiere procesos de re-socialización
que se asemejan a la socialización primaria, porque radicalmente tienen que volver a atribuir
acentos de realidad y, consecuentemente, deben reproducir en gran medida la identificación
fuertemente afectiva con los elencos socializadores que era característica de la niñez.
mediatizada respecto del individuo por otros significantes, con quienes debe establecer una
identificación fuertemente afectiva.
Éstos son quienes han de actuar como guías para penetrar en la nueva realidad: representan la
estructura de plausibilidad en los “roles” que desempeñan (“roles” que, en particular, se
definen explícitamente en términos de su función re-socializadora) y que mediatizan ese
mundo nuevo para el individuo.
El prototipo histórico de la alternación
es la conversión religiosa.
Segregación importante en las primeras etapas de la alternación (la fase del noviciado).
Una vez que la nueva realidad ha quedado fija, pueden entablarse nuevamente relaciones
circunspectas con extraños, aunque aquellos que solían ser biográficamente significantes
todavía constituyen un peligro.
La realidad antigua, así como las colectividades y otros significantes que previamente la
mediatizaron para el individuo, debe volver a re-interpretarse dentro del aparato legitimador
de la nueva realidad.
provoca una ruptura en la biografía subjetiva del individuo en la forma de “antes de Cristo” y
“después de Cristo”.
Todo lo que precedió a la alternación se aprehende ahora como conducente a ella. La biografía
anterior a la alternación se elimina colocándola dentro de una categoría negativa que ocupa
una posición estratégica en el nuevo aparato legitimador: “cuando yo todavía llevaba una vida
pecadora”.
Además, debe re-interpretarse hechos y personas del pasado con significación pasada.
Casos de individuos donde fracasa una socialización mínima, por patología orgánica extrema.
Teorías de la identidad
La identidad constituye un elemento clave de la realidad subjetiva y en cuanto tal, se halla en
una relación dialéctica con la sociedad. La identidad se forma por procesos sociales. Una vez
que cristaliza, es mantenida, modificada o aun reformada por las relaciones sociales. Los
procesos sociales involucrados, tanto en la formación como en el mantenimiento de la
identidad, se determinan por la estructura social. Recíprocamente, las identidades producidas
por el interjuego del organismo, conciencia individual y estructura social, reaccionan sobre la
estructura social dada, manteniéndola, modificándola o aun reformándola.
Organismo e identidad
Los factores biológicos limitan el campo de las posibilidades sociales que se abre a todo
individuo; pero el mundo social, que es pre-existente al individuo, impone a su vez limitaciones
a lo que resulta biológicamente posible al organismo. La dialéctica se manifiesta en la
limitación mutua del organismo y la sociedad.
Un ejemplo destacado de la limitación que establece la sociedad a las posibilidades biológicas
del organismo lo constituye la longevidad. La esperanza de vida varía con la ubicación social.
La sociedad determina cuánto tiempo y de qué manera vivirá el organismo individual.