Religión Como Fenómeno Social
Religión Como Fenómeno Social
Religión Como Fenómeno Social
Los medios de difusión masiva transmiten con frecuencia noticias y referencias sobre
instituciones, movimientos y personalidades religiosas que, en las más diversas
partes del mundo, son objeto de interés por sus posiciones, criterios y actitudes que
van desde las que recuerdan el fanatismo medieval deshumanizante hasta los
francamente progresistas e incluso revolucionarias, desde los más terribles
fundamentalismos, que lo sacrifican todo a la religión, hasta los que se disponen a
los más grandes sacrificios a favor de la vida, la libertad y la dignidad humanas.
Todo ello provoca que frecuentemente las personas se interesen por saber qué es y
en qué consiste la religión, qué repercusión real tiene en la sociedad, así como otros
aspectos relacionados con este fenómeno social y sus manifestaciones en el mundo
contemporáneo.
¿QUÉ ES LA RELIGIÓN?
1
El elemento que primeramente salta a la vista del interesado en esta incursión es el
que denominamos liturgia, ritual o ceremonial religioso. Toda religión se va a
caracterizar por la existencia de un conjunto de acciones y actividades, normadas
con mayor o menor precisión entre los creyentes, que permite distinguir, con más o
menos rigor, no sólo a ésta de lo no religioso sino incluso de una religión diferente.
Este aspecto suele ser el más referenciado cuando se habla de religión por cuanto
existe la tendencia a identificar a esta con determinadas instituciones religiosas. Así,
cuando nos remitimos al catolicismo como religión tiende a establecerse una
referencia inicial con la Iglesia, el Vaticano, el Papa y el sacerdocio católico.
¿Qué tiene de común la creencia en múltiples dioses y la que acepta un solo dios?,
¿o la que asume la existencia de un mundo de ultratumba donde se premia o castiga
2
a los hombres-o el componente espiritual que sobrevive a este en tal concepción- y
la que reniega de ello destacando que la muerte es el retorno al todo espiritual
original del universo o la puerta que nos conduce a una nueva fase de
reencarnaciones infinitas?
¿Existe algo común a toda religión en lo relativo a la conciencia religiosa?. Sí, ese
elemento común existe y es a nuestro entender el elemento esencial, el criterio
distintivo que caracteriza a toda religión. Es la fe en lo sobrenatural.
RELIGIÓN Y RELIGIOSIDAD.
3
A pesar del razonamiento anterior, el término religión es utilizado por muchas
personas e incluso por innumerables estudiosos de esta problemática en un sentido
más estrecho que el que nosotros le damos.
Estos últimos criterios distintivos, como puede verse, carecen de fundamento sólido.
En última instancia son términos más utilizables por las iglesias y denominaciones
para referirse a concepciones y actos religiosos no “oficiales” que a una distinción
justificada objetivamente.
4
Con esta distinción se descubre que la religión, a diferencia de lo que muchos creen,
no posee una esfera de existencia específica y exclusiva sino que se puede
manifestar y se manifiesta en cualquier actividad, proyección o concepción humanas
en la que intervienen sujetos y elementos religiosos.
En este caso nos encontramos ante una religiosidad que por lo general adolece de
sistematización, no posee un cuerpo doctrinal homogéneo, se transmite
espontáneamente por vías tradicionales que coexisten con independencia suficiente
con las vías oficiales, y carecen generalmente de elaboraciones teóricas complejas
que hacen que aquí predomine la conciencia religiosa masiva y la psicología religiosa.
Para algunos autores y movimientos, la importancia de esta distinción es tal que les
permite sustentar sus concepciones elativas a la existencia de una “Iglesia de los
Pobres”, como es el caso de algunos exponentes de la Teología de la Liberación,6 o
incluso de una religión “infraestructural” que se distingue de la iglesia antipopular
(oligárquica) y de la religión “supraestructural –que está en el poder, que impone los
valores de las clases explotadoras dominantes.
Aun cuando en una sociedad determinada exista más de una religión importante
(aspecto por lo demás muy común) o incluso la mayoría de la población
correspondiente no sea religiosa o no profese una religión predominante, se
evidencian las implicaciones de la interacción de la religión en el todo de la cultura
de que se trate.
5
En realidad la religión interactúa con el reto de los componentes de la sociedad, y en
este interactuar suele la primera aportar rasgos y concepciones al todo a pesar de
estar la religión misma determinada por las condiciones sociales en general y
específicamente las materiales.
Pero lo anterior no niega que los aspectos religiosos sean condicionantes de otros
sociales. Así la cultura humana, en cada época y lugar, pueden asumir y asume,
religiosa o extrareligiosamnete, elementos significados y contenidos provenientes de
la religión.
La Biblia, El Corán, El Tao Te-Kin, Los Vedas, El Popol-Vuh y El Libro de los Muertos,
entre otros muchos textos religiosos y sagrados, son indudablemente obras de
significación universal.
Son comunes las fiestas populares y ceremonias “profanas” que tienen su origen en
celebraciones religiosas.17
6
Algunos sistemas sociales referenciales arrastran una ancestralidad religiosa aun
cuando esta no se manifieste directamente. Así sucede con los días de la semana21 y
los sistemas calendáricos,22 por ejemplo.
Nacida en el seno de las masas como reflejo de las condiciones naturales y sociales,
generalmente agresivas y hostiles en que estas suelen vivir, la religión es
manipulada por sectores reaccionarios dominantes con vistas a perpetuar su poder y
hegemonía económica, política e ideológica.
La lucha contra los males sociales en todas las épocas ha tenido que asumir criterios,
posiciones y actitudes contradictorias e incluso son hostiles las “santificadas” por las
doctrinas religiosas “oficiales” entronizadas en el poder.
7
Las ideas revolucionarias, incluso aquellas que no cuestionan o son participantes de
la religión misma, han sido juzgadas y perseguidas como heréticas, condenadas, en
nombre de la religión, por los sectores sociales dominantes.
8
La idea de que la religión es el “opio” del pueblo parece hacerse consustancial, en
tales condiciones, con la concepción comunista y con la teoría marxista.
El análisis del contexto en que Marx usa la frase en cuestión resulta imprescindible.
La expresión tiene significado en el marco del análisis histórico en que la misma fue
utilizada. Recordemos la tradición mística alemana en la que, desde el “Sacro
Imperio Romano Germano” hasta incluso toda una primera parte del siglo XX, la
concepción religiosa y las instituciones religiosas dominantes se utilizaban
demagógicamente contra en progreso social y contra los intereses de las grandes
masas populares. Es por ello que Marx afirma también: “La religión es la teoría
general de este mundo, su compendio enciclopédico, su lógica con formas populares,
su point d´honneur espiritualista, su entusiasmo, su sanción moral, su solemne
consumación, su razón universal, su consuelo y justificación.”26
De igual forma Lenin valora la religión y su papel: “La es el opio del pueblo. La
religión es una especie de aguardiente espiritual de mala calidad, en la que los
esclavos del capital ahogan su figura humana, hunden sus reivindicaciones de una
vida digna del hombre.”27
Esta crítica leninista a la religión parte de la valoración del rol histórico jugado por
las instituciones religiosas y en especial, la Iglesia Ortodoxa Rusa, a cuya cabeza se
encontraba el propio Zar, como medios oficiales de sostenimiento del pueblo ruso y
de otros pueblos sometidos al imperio. Tal crítica a la religión como religión
institucionalizada al servicio de los explotadores, se evidencia cuando afirma: “la
religión enseña resignación y paciencia en la vida terrenal a quienes trabajan y
pasan necesidades toda la vida consolándoles con la esperanza de recibir la
recompensa en el cielo. Y a quienes viven del trabajo ajeno, les enseña caridad en la
vida terrenal, ofreciéndoles una absolución muy barata de su existencia de
explotadores y vendiéndoles a precios módicos pasajes al bienestar celestial”,28 e
igualmente sucede con otros pasajes de su obra.29
Pero lo anterior no autoriza a afirmar que la oposición de los clásicos del marxismo a
la religión fuera absoluta e incircunstancial.
9
papel que juega en ellos la figura de Tomas Münzer, sacerdote y reformado religioso
y social, que con su pensamiento y acción, religiosa por supuesto aunque
antioficialista y antifeudal, se convierte en una de las figuras más consecuentemente
revolucionarias del momento. Engels llega incluso a proponer un vínculo entre las
doctrinas de Münzer, como antecedente primigenio y eficiente, y el comunismo
moderno, es decir, el marxismo en su expresión más consecuente.30
Para el Estado, apuntaba, es y debe ser un asunto privado. “Toda persona debe
tener plena libertad de profesar la religión que prefiera o de no reconocer ninguna,
es decir, de ser ateo, como lo es habitualmente todo socialista. Es intolerable en
absoluto cualquier diferencia de sus creencias religiosas. En los documentos oficiales
debe ser suprimido por completo incluso la menor alusión a una u otra religión de los
ciudadanos.”31
En su explicación a tal problemática apunta que le Partido, que debe aglutinar las
fuerzas para hacer la revolución y construir la nueva sociedad, no se puede excluir
de las mismas a los sectores religiosos proletarios y populares en general, que son
por lo regular la mayoría.
10
El segundo punto de vista importante está dado por el hecho de que “la unidad de
esta verdadera lucha revolucionaria de la clase oprimida por crear el paraíso en la
tierra tiene para nosotros más importancia que la unidad de criterios de los
proletarios acerca del paraíso en el cielo”,34 y por tanto la contradicción “filosófica”
que existe entre el materialismo y religión se subordina a la unidad de acción y
pensamiento de los sectores más revolucionarios del proletariado y sus aliados de
clase por enfrentas los males de la sociedad de explotación y por construcción de la
nueva sociedad. “He ahí por qué no proclamamos ni debemos proclamar nuestro
ateísmo en nuestro programa; he ahí por qué no prohibimos ni debemos prohibir el
acercamiento a nuestro partido a proletarios que conservan todavía uno u otros
vestigios de los viejos prejuicios. Propagaremos siempre nuestra concepción
científica del mundo, necesitamos luchar contra la inconsistencia de unos u otros
´cristianos´, pero esto no significa en modo alguno que debamos colocar el
problema religioso en un primer plano, que no le corresponde, ni mucho menos; que
debamos admitir la división de las fuerzas de la lucha verdaderamente
revolucionaria, económica y política en aras de opiniones o desvaríos de tercer
orden, que pierden rápidamente importancia política y son arrojados con no menos
rapidez al desván de los trastos viejos por la propia marcha del desarrollo
económico.”35 Esta idea es retomada en otros momentos de la obra del gran
revolucionario ruso, y continuamente ratifica que “debemos no sólo admitir, sino
traer sin falta al Partido Socialdemócrata a todos los obreros que conservan la fe en
Dios; somos enemigos incondicionales de la misma forma a sus creencias religiosas,
pero los atraemos para educarlos en el espíritu de nuestro programa y no para que
luchen activamente contra él”.36
En esta luchas y a pesar de las expresiones complicadas que las misma s asumen,
siempre se contó en las filas de la revolución y el progreso social con representantes
honestos de diferentes religiones y portadores de creencias religiosas y, al mismo
tiempo, en el sector de la reacción estrecharon las filas representantes del
clericalismo reaccionario con ateos confesos.
Tal situación puso en evidencia cualquier intento de clasificar a los hombres solo por
sus ideas cuando lo más significativo resulta su integración y participación en los
movimientos y conflictos sociales propios de su época.
La reflexión entonces del papel social de la religión debe tener en cuenta esta
regularidad. Si a pesar de los intentos de manipular los sentimientos honestos de los
creyentes por parte de los sectores reaccionarios de la sociedad y de las
implicaciones enajenantes de ciertas posiciones religiosas, especialmente irracionales
y fanáticas, la mayoría de los participantes en los grandes sucesos de la historia y en
la resultante progresiva de la misma son y han sido religiosos;38 si a pesar de las
intenciones de religiosos, y también, por qué no, de ateos reaccionarios, entre los
11
representantes más avanzados y consecuentes del pensamiento y la obra
revolucionarios del mundo se encuentran y se han encontrado también religiosos;39
si a pesar de las orientaciones e indicaciones de las jerarquías eclesiásticas
comprometidas con la reacción, numerosos religiosos, inclusive miembros del clero y
de la propia jerarquía, han actuado consecuentemente en la historia, entonces tiene
sentido afirmar que la religión no es necesariamente el opio del pueblo.
Es precisamente en esta entrevista en la que Fidel nos ofrece una reflexión sobre el
carácter relativo e histórico de la frase usada por Marx y Lenin de “la religión es el
opio del pueblo”,46 de las consideraciones importantes en torno a la posibilidad de
ser marxista sin dejar de ser cristiano47 y del ingreso de creyente a las filas del
PCC.48
Estas ideas manejadas entonces por Fidel en su entrevista con Frei Betto, se hacen
posibles a partir de la realización del IV Congreso del PCC, que valida la posibilidad
de ingreso al mismo de los más revolucionarios sin distinguir entre creyentes y
ateos.
12
Un grupo destacado de intelectuales y teólogos cubanos han asumido históricamente
posiciones de defensa y apoyo de la obra revolucionaria. Muchos de ellos poseen un
alto prestigio social que los convierte en dignos representantes de nuestro pueblo.
NOTAS Y REFERENCIAS.
1
CICERÓN: De Natura Decorum, Routledge Ed., London, 1990, pp. 307-315.
2
AQUINO, Tomás de: SummaTheológica, II,Ed. Teos, Madrid,1963, pp. 726-729.
3
HOBBES,T.: Leviatán,I.6., Ed. Constanza, Barcelona, 1932,p.329.
4
RAMÍREZ CALZADILLA, J. Y col.: La religión, Ed. Academia. La Habana, 1996, p. 14.
5
GRAZDAN, V.: La religión como forma de la superestructura social, Ed. Ciencia y
Religión, La Habana, 1970, pp.63-74.
6
GUTIÉRREZ,G.: “Teología y espiritualidad”, en Cuadernos de Nuestra América, vol.
III, no. 5, La Habana, enero-junio 1986, pp.236-247.
7
DUSELL,E.: Religión, Ed. Edicol, México,1977, pp. 37-61.
8
“No es el catolicismo el que implica al feudalismo sino, por el contrario, son las
relaciones feudales las que condicionan la existencia de una religión centralizada que
asumiera el monopolio ideológico-cultural de la sociedad”
9
La verdadera causa de las cruzadas no fue la “liberación” de la tumba de Cristo en
“Tierra Santa” de ocupación musulmana sino el reparto económico del mundo y el
control hegemónico del comercio con el Oriente como lo muestra el hecho de que la
IV Cruzada, enviada contra Palestina musulmana, se desvía de su ruta y se dirige a
la ciudad cristiana de Constantinopla que fuera tomada en 1203, dedicándose los
cruzados al pillaje, incluso de las iglesia cristianas, en la ciudad. ALPHADERY,P. y
13
DUPRONT: La cristiandad y el concepto de cruzada, t. II, UTEHA, México, 1962,PP.
54-60.
10
DÍAZ GARCÍA, W.: Mahoma y los árabes, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana,
1990, pp. 203-236.
11
GRIGULEVICH, I.R.: La Iglesia católica y el movimiento de liberación en América
Latina, Ed. Progreso, Moscú, 1984, pp. 36-54.
12
ENGELS, F.: Prólogo a la tercera edición de la obra de Marx “El Dieciocho Brumario
de Luis Bonaparte”, en Obras Escogidas, Ed. Progreso, p.94.
13
La fórmula de despedida de ¡Adiós! Tiene por origen el conjuro religioso ¡A Dios te
recomiendo!
14
La formulación de deseo consistente en la expresión ¡Ojalá! Tiene por origen la
invocación musulmana ¡Oh Alá!.
15
¡Avemaría! ¡Por Dios!, entre otras.
16
Múltiples adjetivos como divino, endemoniado, encantado, hermético, devoto;
numerosos sustantivos como hereje, energúmeno, misterio o referencias a pasiones
o estados como pasión, fascinación. Fidelidad, son de procedencia religiosa.
17
Los carnavales, las parrandas de las poblaciones del centro-norte de Cuba, la
Navidad, el Día de Reyes.
18
La cruz que se utiliza como adorno corporal o como remate de las tumbas en los
cementerios.
19
Por ejemplo, cremar o enterrar los cadáveres.
20
El no consumo de carne de cerdo en los países árabes y en Israel.
21
Así el lunes rememora a la Luna como deidad, el martes a Marte, el miércoles a
Mercurio, el jueves a Júpiter, el viernes a Venus, el sábado a Saturno y el domingo
es el Dominus dei, día de Dios, y en otros idiomas, como el inglés, es el Sunday, día
del Sol.
22
El calendario cristiano u occidental que sitúa como punto cero el nacimiento de
Cristo, de la misma forma que el musulmán empieza con la Égira o salida de
Mahoma de La Meca, etcétera.
23
La asimilación de la religión musulmana por el movimiento negro norteamericano
en la década del 70 estaba motivado por factores extrarreligiosos que hicieron del
Islam negro una forma diferente de la religión musulmana. Cuando un extranjero,
europeo, por ejemplo, se siente atraído por los cultos “exóticos” del Caribe, como la
Santería, el Voudú, o el Candomblé puede incluso iniciarse, es decir, someterse a los
ritos de iniciación que lo convierten incluso en un sacerdote de tales cultos, pero
¿qué sabe del sistema de símbolos y signos culturales de dichos sistemas religiosos
incomprensibles para un no iniciado en la cultura del Caribe?
14
24
Al respecto téngase en cuenta las opiniones de Engels sobre los blanquistas:
“Literatura emigrante”, en MARX y ENGELS: Sobre la religión, ed. cit., pp.123-124;
o en “Anti-Duhring” en la misma obra, pp. 127-129.
25
Marx, C.: “Crítica a la Filosofía del Derecho de Hegel”, en Marx y Engels: Sobre la
Religión, Ed. Política, La Habana, 1963, p. 38.
26
______: ob. cit., p. 37.
27
LENIN, V. I.: “El socialismo y la religión“, en Acerca de la religión, Ed. Progreso,
Moscú, 1973, pp. 5-6.
28
Ibídem, p. 5.
29
LENIN, V. I.:“Actitud del Partido Obrero ante la religión “, en ob. cit. p. 18.
30
ENGELS, F.: “La guerra campesina en Alemania”, en C. Marx y F. Engels:ob. cit.,
pp. 91-103.
31
LENIN, V. I.: ob. cit. p. 6.
32
SUJÓV, A.D.: Las raíces de la religión, Editorial Ciencias Sociales, La Habana, 1972,
pp.11-103.
33
LENIN, V. I.: El socialismo y la religión, ed. Cot. ,pp. 8-10.
34
Ibídem, p. 9.
35
Ídem.
36
LENIN, V. I.: “Actitud del Partido Obrero ante la religión “, en ob. cit. pp.24-25.
37
MISOV, N.: Teoría marxista leninista de la religión y el ateísmo,t. II, Academia de
Ciencias Sociales y Gestión Social. CC PC Búlgaro, Sofía, 1983, pp. 144-171.
38
Cabría preguntarse, por poner sólo el caso de Cuba, cuántos mambises, cuántos
luchadores contra la tiranías pseudorrepublicanas o de la gesta revolucionaria del
Moncada, el Granma, la Sierra y la clandestinidad, cuántos combatientes de la lucha
contra bandidos, cuántos internacionalistas cubanos cumplieron con sus deberes
revolucionarios siendo indiferentemente ateos o religiosos.
39
Recordar que hombres de la dimensión de Hidalgo, Morelos, Bolívar, San Martín,
Martí, José Antonio Echeverría, Camilo Torres, Ernesto Cardenal y otros muchos han
sido hombres de primera línea al mismo tiempo que portadores, de una u otra
forma, de creencias religiosas.
40
Véase “Documentos sobre la Teología de la Liberación “, en Cuadernos de Nuestra
América, vol.III, no. 5, enero-junio 1986, pp. 228-293.
15
41
BACHMAN, S.: “Las comunidades de base y los sacerdotes ligados al pueblo; el
actual proceso revolucionario de los países latinoamericanos” en Concepciones
burguesas y pequeño-burguesas acerca del desarrollo social y del proceso
revolucionario en América Latina, Rostock, Wilhelm-Pieck-Universitat, 1985, pp. 27-
30.
42
CASTRO RUZ, FIDEL:”Intervención en Plenaria Nacional de los círculos sociales
obreros. Diciembre de 1960, en Obra Revolucionaria, La Habana, Imprenta Nacional
de Cuba, 17 de diciembre de 1960, pp. 6-32.
43
______“Reunión con 80 sacerdotes representantes de un movimiento a favor del
socialismo, Santiago de Chile, 29 de noviembre de 1971”, en Cuba- Chile, Ed.
Política, La Habana, 1972, pp. 413- 429.
44
______“Reunión con los representantes de iglesias de Jamaica el 20 de octubre de
1977”, La Habana, DOR,CC PCC, 1977. “Encuentro en Caracas, del 2 al 5 de febrero
de 1989”, La Habana, Dpto. Publicaciones Consejo Ecuménico de Cuba, 1989;
“Encuentro con las comunidades cristianas de base de Brasil”, Sao Paulo, 17 de
marzo de 1980, en Granma, 28 de marzo de 1990, pp. 3-6.
45
FREI BETTO, E.: Fidel y la religión, Oficina de Publicaciones del Consejo de Estado,
La Habana, 1985.
46__________
: ob. cit., pp. 331-333.
47
Ibídem, p.333.
48
Ibídem, pp.244-250.
49
Constitución de la República de Cuba, artículos 8,43 y 55.
16