Guia Mubam PDF
Guia Mubam PDF
Guia Mubam PDF
Murcia.
La colección permanente
MURCIA 2005
COMUNIDAD AUTÓNOMA DE LA REGIÓN DE MURCIA
Presidente
Ramón Luis Valcárcel Siso
© de esta edición:
Dirección General de Cultura
Museo de Bellas Artes de Murcia
C/ Obispo Frutos, 12
Murcia, 30001
© de los textos:
Mª Ángeles Gutiérrez García
Mª Isabel Durante Asensio
Carmen Mª Rodríguez Cánovas
María Jesús Vega-Leal Cid
© de las fotografías:
Juan de la Cruz Megías
Excepto en págs.: 72, 82, 86, 142, 144, 147, 148, 170, 172, 176, 178,
180, 182, 186, 190, 230, 232, 234, 236, 238, 240, 310, 340, 366, 368,
408, 410, 412, Javier Salinas
en págs.: 18, 28, 30, 42, Archivo del Museo de Bellas Artes de Murcia
en págs: 17, 27, 41, Concha Navarro
Dirección y coordinación:
Mª Ángeles Gutiérrez García
Mª Isabel Durante Asensio
ISBN: 84-606-3740-9
Depósito Legal: MU-796-2005
Gestión editorial:
Lígia Comunicación y Tecnología, SL
director@tabulariumlibros.com
ÍNDICE
PLANTA SEGUNDA
Sala 3 ❚❘El arte del siglo XVII. La pintura del Siglo de Oro❚❘ 29
Sala 4 ❚❘Gabinete❚❘ 31
Sala 5 ❚❘La Ilustración y el siglo XVIII. El arte durante el Setecientos❚❘ 35
PLANTA TERCERA
❚❘El Siglo XIX❚❘ 43
Sala 6 ❚❘Del Academismo al Eclecicismo. Los grandes géneros pictóricos❚❘ 45
Sala 7 ❚❘La pintura costumbrista. El Regionalismo❚❘ 49
Sala 8 ❚❘Sala de las alegorías Pintura decorativa. El paisaje❚❘ 51
CATÁLOGO
SALA 1❚❘ 53
SALA 2❚❘ 85
SALA 3❚❘ 117
SALA 4❚❘ 147
SALA 5❚❘ 197
SALA 6❚❘ 245
SALA 7❚❘ 317
SALA 8❚❘ 371
SALA 9❚❘ 417
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙INTRODUCCIÓN❚❘
9
HISTORIA DE LAS COLEC- suerte, la compra de lienzos espléndi-
CIONES DEL MUSEO dos, como Martirio de San Agapito de
Palestrina, obra de G. Odazzi, Santa
La génesis y desarrollo de las colec- Catalina de B. Cavarozzi, Gitana de la
ciones de Arqueología y Bellas Artes del Naranja, surgida de los pinceles de J.
otrora Museo de Murcia -en la actuali- Romero de Torres, o Estudio para el dos
dad Museo de Arqueología y Museo de de mayo de J. Sorolla, podría encua-
Bellas Artes de Murcia-, se fundamentó drarse en ese afán y búsqueda de presti-
en la actividad de la Comisión gio, el cual se vio atemperado y matiza-
Provincial de Monumentos de Murcia do por diversas intervenciones relacio-
que, desde su constitución en agosto de nadas con los distintos depósitos de
1844, recabó toda suerte de informa- colecciones nacionales -como las prove-
ción concerniente a obras de arte y pie- nientes del Museo Nacional de El
zas de interés arqueológico e histórico Prado-, las cuales fueron integrándose
procedentes de exclaustraciones con- en el Museo de Murcia desde 18761.
ventuales, excavaciones y donaciones, o Además, la participación en la
bien vulnerables a la enajenación y des- Exposición Universal de Viena de
trucción. A pesar del trabajo de dicha 1873, la intensa intervención en la
Comisión, la Exposición Provincial de Exposición Iberoamericana de Sevilla
Bellas Artes y Retrospectiva de las Artes de 1929, así como el asesoramiento en
Suntuarias, celebrada en Murcia en sep- muestras nacionales de relevante inte-
tiembre de 1868, debe considerarse en rés, como la Exposición Nacional del
realidad como la primera gran manifes- Traje Regional, celebrada en 1925,
tación museográfica de la historia coadyuvaron a que el Museo de Murcia
reciente de Murcia, vinculada al desarro- se erigiera en escenario definidor de
llo del coleccionismo institucional. puntuales manifestaciones culturales.
El Boletín de la Junta del Patronato La desgarradora contienda civil de
del Museo de Bellas Artes de Murcia 1936 atribuyó al Museo unas compe-
registró anualmente, desde el año tencias extraordinarias en materia de
1922, las donaciones y compras más conservación del patrimonio histórico y
relevantes de la institución. Esta infor- artístico. Colecciones privadas, pertene-
mación se complementa con la docu- cientes a instituciones laicas y religiosas,
mentación conservada en los archivos engrosaron sus fondos, guardándose en
de los actuales museos de Arqueología los almacenes y demás espacios disponi-
y Bellas Artes, la cual reseña paulatina- bles, ámbitos en los que se registraba y
mente las dificultades y limitaciones, catalogaba pintura, escultura y artes
pero también los intereses que movie- suntuarias. Tras este periodo, la segunda
ron la política de adquisiciones, siem- mitad del siglo XX estuvo marcada por
pre en aras de insertar las improntas la renovación puntual de determinados
regionales o localistas en un ámbito de planteamientos museográficos, así por
rango nacional y generalista. De tal la incorporación de modernas infraes-
10
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙INTRODUCCIÓN❚❘
11
entró a formar parte de los depósitos dar la España Artística y Monumental,
estatales del recién creado Museo donde halló eco el genio ilustrativo del
Salzillo (instituido por Decreto de 30 gran pintor y grabador Jenaro Pérez
de mayo de 1941 y reorganizado con Villaamil.
ayuda del Estado, Diputación y Manuel Gómez Moreno, Leopoldo
Ayuntamiento, por Decreto de 9 de Torres Balbás, Rodrigo Amador de los
abril de 1949), en tanto que las colec- Ríos o Elías Tormo firmaron artículos
ciones constitutivas de la Sección de para el Boletín, exigiendo algunos de
Arqueología se trasladaron a la nueva los autores que colaboraron en el
Casa de la Cultura, ubicada en el bou- mismo, como José María Ibáñez, Pedro
levard de nueva planta de Alfonso X el Sánchez Picazo, Andrés Sobejano o
Sabio. Mariano Ruiz Funes, una mayor preo-
cupación para la conservación, investi-
EL BOLETÍN DEL MUSEO DE gación, conocimiento y difusión de la
BELLAS ARTES historia regional y local de Murcia por
mediación de los restos de su pasado
Uno de los eventos culturales más histórico.
importantes que vincularon la Murcia El Boletín de la Junta del Patronato
de la primera mitad del siglo XX con del Museo de Bellas Artes de Murcia,
las instituciones museísticas fue, sin como se denominó en un principio,
duda, la edición de los correspondien- se convirtió en poco más de una déca-
tes números del Boletín de la Junta del da en una publicación versátil, abier-
Patronato del Museo de Bellas Artes de ta, extraordinariamente profesional y
Murcia, editados entre los años 1922 y especializada, como bien acreditan los
1935, los cuales constituyen una mani- trabajos en él publicados: desde el
festación espléndida de la excelencia y espléndido artículo titulado La Torre
magnitud alcanzada en su día por el Ciega de Cartagena, de Federico Casal
Museo, uno de los focos culturales en Martínez (cronista oficial de Carta-
torno al que gravitó el fomento, la con- gena), hasta los trabajos dedicados al
servación y la difusión de un significa- Belén de Salzillo, la Exposición de
tivo fondo histórico y artístico en la 1929, al pintor Rafael Tegeo o al yaci-
ciudad y región de Murcia. miento de Monteagudo. Así pues, sus
El Boletín se enmarcó en el legado contenidos se enmarcan en el excelen-
de los artistas, eruditos y viajeros- te fenómeno divulgador y científico
patrios y foráneos-, que reflejaron y representado por publicaciones tales
difundieron desde el siglo XIX la idio- como el Boletín de la Sociedad
sincrasia de la Región de Murcia por Española de Excursiones, la Junta
medio de obras como el Semanario Superior de Excavaciones y Antigüe-
Pintoresco Español o de colecciones de dades, la Ilustración Española y
monumentos, antigüedades y obras de Americana y la Revista de Archivos,
arte publicadas por Parcerisa, sin olvi- Bibliotecas y Museos.
12
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙INTRODUCCIÓN❚❘
13
estructuración museográfica se refiere, popularmente conocido como Centro
pues se ha ampliado la superficie expo- de Verónicas por estar enclavado en el
sitiva, incorporando además importan- antiguo Convento de Clarisas de
tes colecciones artísticas relacionadas Verónicas– ha acometido en 2004 la
con las artes suntuarias y decorativas, el restauración de múltiples obras, entre
dibujo y la estampa. las cuales destaca el retablo de Juan de
Complementariamente, el Instituto Vitoria (siglo XVI), a la par que ha
de Patrimonio Histórico del Ministerio recuperado obras tales como el Ecce
de Cultura ha restaurado un rico corpus Hommo de Murillo, la Alegoría
de dibujos de los siglos XVIII y XIX, del Eucarística de Zurbarán y el San
que merecen destacarse obras de extraor- Jerónimo atribuido a Ribera, todas ellas
dinario valor documental y artístico, obras de titularidad estatal; asimismo,
como el diseño del platero Ruiz Funes– el Centro de Restauración ha realizado
uno de los escasos existentes en la recuperaciones puntuales de obras de
Región de Murcia–, los bocetos y alego- los siglos XVII al XIX, propiedad de la
rías del pintor Germán Hernández Comunidad Autónoma de la Región de
Amores y diversos planos arquitectóni- Murcia, destacando al respecto varias
cos de los siglos XVIII y XIX. pinturas de Ribalta, Meseguer, Luna y
Asimismo, el Centro de Conservación y Novicio y Valdivieso.
Restauración de la Región de Murcia-
14
PLANTA 1
SALA 1
SALA 2
LA PINTURA DE LOS SIGLOS XV Y XVI.
EL RENACIMIENTO EN MURCIA
19
de Orihuela, El Salvador de Caravaca, Maestro de Fontanals y algunos restos
San Martín de Callosa de Segura, La de retablo indican y plasman dicha evo-
Asunción de Yeste, Santa María de lución.
Villena, etc...). Las figuras de artífices La pintura en el antiguo reino de
como Jerónimo Quijano y Jacobo Murcia durante el Quinientos evolu-
Florentino condicionan un momento ciona siguiendo los registros técnicos y
de esplendor que coincide con el auge estéticos derivados del mundo castella-
económico y social tras la recién acaba- no y levantino. Las figuras de
da Reconquista con la desaparición del Hernando Fernando o de Llanos y
Reino nazarita de Granada (1492). Hernando Yánez de la Almedina4,
También la arquitectura civil cuenta maestros que intervinieron en la cate-
con grandiosas obras como el Castillo dral de Valencia, marcaron en Murcia
de Vélez Blanco, La Casa de los el contrapunto hacia maneras italiani-
Galiano o la llamada Aduana en zantes plasmadas en diferentes obras
Alcaraz, o el desaparecido Palacio de pictóricas, como los Desposorios de la
Celdranes en Murcia, sin olvidar, de Virgen de la Catedral de Murcia o la
entre los edificios públicos el Palacio serie pictórica del Santuario de la Vera
del Contraste de la Seda y Salón de Cruz de Caravaca5.
Armas, obra de Pedro de Monte3. Sin duda, uno de los artífices más
La pintura de la segunda mitad del interesantes del momento es Juan de
siglo XV resuelve toda una serie de Vitoria, estrechamente relacionado con
aspectos técnicos y un lenguaje pictó- los Hernandos, pintor que hacia la
rico que constata las relaciones estilísti- mitad de la centuria (1552) realiza el
cas con un primer Renacimiento atem- retablo titular para la ermita de
perado todavía por fórmulas estéticas Santiago de Murcia. El ciclo iconográ-
estereotipadas. Las escenografías de fico del apóstol se resuelve en una serie
fondos dorados, en las cuales ya se bos- de tablas, de las que sólo restan cuatro:
quejan elementos de la naturaleza, han Santiago Predicando, Martirio del
iniciado un despegue hacia una proyec- Apóstol, Traslatio y un Calvario culmi-
ción de la realidad más veraz. El nando todo el conjunto.
20
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙PLANTA 1❚❘
6 BENITO DOMÉNECH, F., Joan de Joanes. Una nueva visión del artista y su obra.
Valencia, 2000, pp. 100-101.
7 Huellas, opus cit. p. 127.
8 Libro de Movimiento de Obras. Cuaderno 2, fol. 110.
9 SOBEJANO, A., “Reliquias murcianas. La Ermita de Santiago”, en La verdad, Murcia,
1931, pp. s/n.
21
representan evangelistas y apostolado Pastores y Adoración de los Reyes
fueron donadas por Vicente Noguera Magos, adquirido por la Junta del
en 1957. No podemos olvidar la pre- Patronato el 20 de abril de 1929 y
sencia de la tabla de Fernando de donado por Vicente Noguera en 1957,
Llanos, depositada por el Museo respectivamente.
Nacional del Prado en 197310 junto a Por último, la presencia del Maestro
otras obras de Pedro de Orrente y de Fontanals, Joan de Joanes y Pedro de
Jumilla, autor del cual la colección del Comontes se justifica gracias a las
Museo ya poseía otros valiosos ejempla- importantes donaciones y depósitos
res, tales como Adoración de los realizados desde los últimos seis años.
22
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙PLANTA 1❚❘
1 AGÜERA ROS, J. C. Pintura y sociedad en el siglo XVII. Murcia, un centro del barroco espa-
ñol. Murcia, 1994; y Pintores y pintura del barroco en Murcia. Murcia, 2002.
2 Tanto la documentación vinculada con la Comisión Provincial de Monumentos como los
inventarios y viejos catálogos del museo dan cuenta pormenorizada de la relación conserva-
da gracias a la pericia restauradora del pintor y erudito Juan Albacete y Long y del artista
Joaquín Rubio. A las ya conservadas actualmente, habría que sumar las siguientes: grupo de
jesuitas; tres estancias de la vida de San Blas; el prior, matronas o alegorías de la Religión y
la Justicia, grupo de niños. Museo Provincial de Bellas Artes de Murcia. Catálogo de sus Fondos
y Secciones. Murcia, 1927, pp. 57 y ss. El historiador Ángel Pina realizó un interesante estu-
dio publicado en Verdolay. Revista del Museo de Murcia. Murcia, 1992, pp. 203-210.
23
elogios en el primer inventario del murciana del siglo XVII. Forma parte de
Museo3 y que la Comisión Provincial una serie de trece pinturas dedicadas a la
de Monumentos requirió de Juan Vida de la Virgen que realizara Gilarte
Albacete un exhaustivo informe, tal y para la Congregación de Caballeros de la
como se refleja en las correspondientes Asunción (Colegio de San Esteban de la
Actas de la citada Comisión4. Compañía de Jesús) y que permanecie-
De Mateo Gilarte son Virgen María ron en Murcia hasta la expulsión de los
y Buen Pastor, dos espléndidas obras jesuitas6. Atribuido indistintamente a
constitutivas de un pendant de intere- Villacis y Gilarte es Muerte violenta de
sante factura, que provenían del Colegio San Pedro Arbues, lienzo que presidió en
de la Compañía de Jesús y que, desde la su día el Palacio de la Inquisición de
Casa de la Misericordia y Huérfanos, tal Murcia, obra soberbia recientemente
y como se reseña en el Catálogo de restaurada. Como restaurada ha sido
1872, pasaron al Museo5. Se depositaron igualmente San Francisco ante la Virgen,
por la Diputación descritas como obras composición de notable factura. Por
de Orrente. Se trata de dos figuras que último, habría que reseñar la presencia
representan, una a la Virgen, grávida, de uno de los dos óleos de Lorenzo
sobre un paisaje alusivo a los atributos Suárez adquiridos recientemente por la
marianos (rosal, palmera, ciprés…). El Comunidad Autónoma de la Región de
Buen Pastor, moscóforo cristiano, porta Murcia y que representa a San Félix de
sobre sus hombros un cordero. El Cantalicio, así como alguna pintura de la
Nacimiento de la Virgen, depósito del serie procedente del Hospital Provincial,
Museo Nacional de Prado, es otro de los tan vinculada a la estela dejada por
lienzos más representativos de la pintura Pedro de Orrente.
3 Catálogo de todos los objetos que existen en el Museo Provincial de esta Capital. Murcia
y agosto de 1872. “El muy ilustre caballero Don Nicolás Villacís. Nació en Murcia en 1614 y
murió en la misma ciudad en 1694…Diez y siete pinturas al fresco de la que decora el testero
que miraba al medio día de la antigua iglesia del convento de trinitarios de esta
ciudad…..Restaurados.1. San Blas, patrono de la referida iglesia, predicando en el desierto, 2.
Grupo de Villacis… 3. Niño dorado. 4. Una cabeza de caballero. 5. Un frailecito. 6. 7 y 8. Tres
estancias de la vida de San Blas. 9. Grupo de Jesuitas. 10. Otro con un monaguillo. 11. El frai-
le del rollo. 12. El prior. 13. Una matrona. La Religión. 14. Otra, La Themis. 15. Un gigan-
te. 16. Otro. 17. Grupo de niños….”.
4 Sesiones Ordinarias de 23 de mayo de 1855, 9 de enero de 1856, 23 de enero de 1856,
5 de marzo de 1856, 11 de septiembre de 1861, 9 de octubre de 1861, 18 de diciembre de
1861, Sesión Extraordinaria de 2 de enero de 1862, 8 de enero de 1862 y 22 de enero de
1862. En todas ellas puede recabarse información sobre el proceso de restauración, la ingen-
te labor de la Sociedad Económica de Amigos del País, institución que sufragaría los gastos
derivados de la restauración y “revertido” a lienzo de estas pinturas parietales, así como otras
jugosas informaciones relativas a dichas obras. Archivo del Museo de Bellas Artes de Murcia.
5 “El Buen Pastor….La Virgen de pie….Ambos pertenecen a la Excma. Diputación de esta
provincia …procedentes de la Casa de Misericordia y Huérfanos de esta ciudad”
A.M.BB.AA.M.
6 AGÜERA ROS, J. C. opus cit., pp. 314 y ss. 2002.
24
PLANTA 2
SALA 3
SALA 4
SALA 5
EL ARTE DEL SIGLO XVII
LA PINTURA DEL SIGLO DE ORO
GABINETE
LA ILUSTRACIÓN Y EL SIGLO XVIII
EL ARTE EN MURCIA DURANTE EL SETECIENTOS
Planta primera del antiguo Museo Provincial. Retablo de la Anunciata, grupo escultórico de
San Joaquin y Santa Ana y Belén de la colección Riquelme. Hacia 1931.
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙PLANTA 2❚❘
29
Logia. Escultura y vaciados. Hacia 1931.
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙PLANTA 2❚❘
GABINETE
31
Casa de Misericordia de Murcia, entre de la pervivencia de determinados
muchos más, colaboraron en la mate- modos, o simplemente para constatar
rialización de una muestra en la cual la importancia y el valor de establecidas
no se manifestó ningún tipo de prejui- fórmulas decorativas.
cio respecto a la inclusión de ciertas Al retrotraernos a un pasado no muy
piezas cuyas características no se ads- lejano, cuando se perfilan y acomodan
cribían a determinados parámetros; nuestros Museos, se observa una actitud
por ejemplo, desde loza antigua del consciente, por parte del coleccionista,
siglo XVIII a la indumentaria mascu- con respecto al auténtico valor histórico
lina y femenina también del Setecien- de las artes decorativas como expresión
tos, desde cristal antiguo hasta abani- rotunda y tangible de las formas, gustos
cos o armería2… y género de vida; es decir, un notable
La nueva sistematización expositi- interés manifestado hacia este tipo de
va, en aras de una renovada concepción obras, tal y como se advierte en algunas
museográfica, ha apostado por la reva- muestras y exhibiciones genéricas, como
lorización de determinadas obras deco- la mencionada de 1868.
rativas y suntuarias adecuándose a los En este espacio se conservan algu-
nuevos sistemas expositivos y de con- nos objetos pertenecientes a las Artes
servación, así como en la proyección no Aplicadas y Decorativas de gran inte-
sólo de meros datos técnicos sino tam- rés. Destacan los Vidrios de Castril de
bién en el intento de presentación inte- La Peña (Granada) y La Vidriera
gral desde distintos cauces de una (Puebla de Don Fadrique, Granada),
información transversal y globalizada y espléndidos ejemplares entre los que
en una cuidada presentación. descuellan las ampollas o botellitas de
Es importante hacer constar la dis- peregrino, también de faltriquera, por
creta relevancia que ha supuesto el aco- ser objetos para colgar y llevar consigo
pio en nuestros Museos de muchas de como una faltriquera o bolsillo, la fras-
estas obras, algunas de notable factura, ca o barril de vidrio, candiles y las jarras
otras de extraordinario valor, y todas o ánforas, interpretaciones populares y
atractivas para el estudio del gusto en simplificadas de la lámpara de mezqui-
determinadas épocas, para incurrir en ta, cuyos ejemplos más cuidados son
los esquemas o registros de la moda o los elaborados en María (Almería)3.
32
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙PLANTA 2❚❘
4 GARCÍA CANO, J. M., “Catálogo de cerámica, vidrio y otros objetos de la vida cotidia-
na,” en Murcia Barroca. Murcia, 1990, p. 161 y ss.
5 Opus Cit. p. 609.
6 La Comisión Provincial de Monumentos de Murcia entregó para la exposición de 1868
“…Una orza grande, tiempos del renacimiento”, opus cit. p. 8.
7 No son muy frecuentes los estudios sobre este tipo de instrumentaria. Pero es interesante
reseñar el artículo de DONOSO CORTÉS MESONERO-ROMANOS, R., “El Maestro
Cuchillero Joseph Romero...,” en Goya, nº 295-296, Madrid, 2003, pp. 293-304.
33
Junto a todo ello, habría que resal- los Fondos Artísticos de la
tar algunas ediciones interesantes y el Comunidad Autónoma de la Región
Fondo Bibliográfico perteneciente a la de Murcia destinada al Museo de
antigua biblioteca de la Comisión Bellas Artes desde 1998-1999. O los
Provincial de Monumentos Histórico- dos grandes lienzos, paisajes arquitec-
Artísticos de la Provincia de Murcia y tónicos o Vedute, obras que configuran
una serie pictórica, de distinta proce- un pendant de extraordinaria calidad.
dencia y colecciones, donde descue- Sin olvidar otras obras de antiguo en
llan algunas hermosas pinturas mito- la Colección del Museo, como
lógicas como Céfalo y Procris , adqui- Desembarco de una Goleta, atribuida a
rido por el Estado en 1992, o Hércules Juan de Toledo, las Tablas alusivas a las
con el león de Nemea, gran composi- entrañas del rey Sabio, o los grabados
ción de Juan de Solís, perteneciente a de G. B. Piranesi.
34
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙PLANTA 2❚❘
1 La bibliografía de Francisco Salzillo es densa, por ello destaco las tres publicaciones más sig-
nificativas, cuales son, SÁNCHEZ MORENO, J., Vida y obra de Francisco Salzillo. Editora
Regional de Murcia, 1983; BELDA NAVARRO, C., Francisco Salzillo. La plenitud de la escul-
tura. Murcia, 2001; SALZILLO (1707-1783). EXPOSICIÓN ANTOLÓGICA. Murcia, 1973.
2 El Proyecto para el Puente Viejo de Murcia fue llevado a cabo por Toribio Martínez de la
Vega en 1703. Existe una notable bibliografía al respecto, destacando los estudios de
HERNÁNDEZ ALBALADEJO, E., “Puente Viejo de Murcia”, en Anales de la Universidad
de Murcia, XXXIV, Murcia, 1978, pp. 111-118 y El Puente Viejo: una obra de arquitectura
hidraúlica del siglo XVIII en PUENTES AL 2000 Murcia pp. 41-49, PEÑA VELASCO,
C. de la, El Puente Viejo de Murcia, Murcia 2001 y “Proyecto para el Puente Viejo de
Murcia”, en Huellas, Murcia, 2002, p. 183.
35
modernización de España en todos los temática piadosa del momento. Obras
ámbitos, acusándose en el terreno artís- de altar, en su mayoría, es interesante
tico una profesionalización de los ofi- reseñar su carácter difusor y la impor-
cios y materias artísticas. tancia de elementos anecdóticos que
En Murcia, la figura del escultor presentan muchas de éstas.
Francisco Salzillo rebasa y ensombrece Tal y como señaló Pérez Sánchez, la
otras manifestaciones artísticas de cier- primera mitad del siglo XVIII se carac-
to empaque. La pintura, al margen de teriza por la continuidad respecto a la
autores notables y medianos, ofrece centuria anterior y la reiteración de
ciertas obras y artistas muy en conso- parámetros estéticos por parte de unos
nancia con la nueva época. Pintores artífices de escasa formación, habilita-
que viajan y trabajan en la Corte (como dos poco más que en la repetición de
Andrés Ginés de Aguirre), otros que esquemas compositivos popularizados
desde la Sociedad Económica de por mediación de la estampa. Las últi-
Amigos del País van asimilando las mas obras del lorquino Pedro Camacho
nuevos resortes pictóricos y que no sólo Felices (1644-1716) o de Lorenzo Vila
tratarán la temática religiosa, ya caduca (1683-1713)3 prolongan un estilo ya
y estereotipada, sino que afrontan gastado pero todavía recurrente en
asuntos profanos atreviéndose a inspi- efectos de virtuosismo dramático4.
rarse en los pintores de la Corte, a imi- Obras como San Nicolás de Bari de
tación de Ranc o Mengs, siguiendo los Lorenzo Vila, o las distintas series pic-
modelos del retrato cortesano. tóricas de Joaquín Campos López
(1748-1811) o José Muñoz y Frías (h.
LA PINTURA RELIGIOSA EN 1720-1781), proporcionan un media-
MURCIA Y LA TRADICIÓN no repertorio de una temática estereoti-
pada consumida por la falta de inventi-
Sin duda, los parámetros marcados va y por la escasísima calidad pictórica
por la pintura barroca se plasman en de éstas. Para Agüera Ros, Vila evolu-
unas obras de impronta casi popular, cionaría desde los modos del pleno
obras de taller o de artífices que nunca Barroco, mediante un colorido brillan-
rebasan la medianía. Estamos ante lien- te y composiciones vigorosas hacia
zos de composición muchas veces ano- fórmulas inspiradas en un agudo tene-
dina que repiten hasta la saciedad la brismo5. La fecha de su muerte, acaeci-
36
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙PLANTA 2❚❘
6 IBORRA, A., “Pintura del siglo XVIII en Murcia”, opus cit. p. 60.
7 MELGARES GUERRERO, J. A., “La pintura murciana del siglo XVIII” en Historia de
la región de Murcia, Tomo VII, Murcia, 1980.
8 Ver MOYA GARCÍA , M. L., Pablo Sístori. Un pintor italiano en la Murcia del Siglo XVIII.
Murcia, 1983.
37
aceptación de un nuevo modelo les, a la manera de Meléndez, de nues-
implantado desde Francia en torno a la tro primer Borbón, Felipe V y su pri-
iconografía del monarca y la corte. mera esposa Mª Luisa de Saboya. Estas
Aquellos que representan a reyes y obras, pese a la medianía artística que
personajes ilustres corresponden a plasman, forman parte de la Colección
encargos realizados desde instituciones del Museo desde finales del XIX10.
religiosas o laicas (Cofradías, Sociedad Por último, y como obras excepcio-
Económica de Amigos, Concejos, nales apartadas del ámbito puramente
Colegios, etc...). local, cuenta este espacio con el
La obra Retrato del Obispo Manuel Martirio de San Agapito de Palestrina,
Rubín de Celis, obra de Joaquín pintura adscrita a la obra del italiano
Campos, o los retratos realizados a Giovanni Odazzi, adquirido en la
Julián Marín y Lamas, Secretario del Testamentaría del Obispo de Jaca en
Santo Oficio de la Inquisición de 187211, así como una Inmaculada de
Murcia y otros insignes religiosos, tales Maella, obra de entonada factura.
como el retrato del Obispo Juan Mateo,
óleo de Navarro Muñoz, sin olvidar las ESCULTURA. FRANCISCO
series icónicas de los Obispos de SALZILLO Y SU ESTELA
Cartagena donde destacaría la figura
señera de Luis de Belluga y Moncada, Sobresalen diferentes conjuntos y
obra de Pedemonte, confirmarían el tallas, como los del Calvario y San
discreto desarrollo del retrato, bajo unos Joaquín y Santa Ana, pertenecientes al
registros compositivos vinculados a Retablo Mayor y del Sacramento, res-
renovados postulados estéticos. pectivamente, de la Iglesia de San
Respecto al retrato regio, descuellan Esteban de Murcia. Obras vinculadas al
los lienzos de Carlos III y María Amalia taller del maestro, aunque realizadas en
de Sajonia, depositados en su día por la tono menor, como el San Juan del
Archicofradía del Rosario9, y que son Calvario, de discreta factura. Algunos
obra del pintor de Corte Joaquín Inza. de estos grupos presentan obras de dis-
Tampoco hemos de soslayar la figura de tinta cronología y hechuras, como el
Juan Ruiz Melgarejo sus retratos oficia- magnífico Cristo Crucificado, obra del
38
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙PLANTA 1❚❘
último tercio del Quinientos adscrita a todas estas obras constituyen ejemplo
la obra de Domingo Beltrán12. palmario de la gran escultura barroca
Otras obras, como San Isidro murciana de la segunda mitad del
Labrador, de la referida Iglesia de San siglo XVIII. Algunas constituyen un
Esteban, pertenecen a la órbita o escuela alarde de virtuosismo y delicadeza
salzillesca aunque no mengüen las calida- formal; su vinculación a fórmulas
des técnicas en el tratamiento de detalles plásticas cortesanas, su adscripción a
anatómicos y policromías. Su ingreso en registros compositivos derivados del
el Museo de Bellas Artes se produjo en Rococó (canon de proporciones,
1991, si bien en 1933 fue depositada por transposición de tejidos a las policro-
la Diputación junto a San Joaquín, Santa mías de ropas...) hacen de estas tallas
Ana y la Custodia de madera, esta última un paradigma de la gran escultura del
en San Juan de Dios13. Setecientos. Por ello, aunque casi
Así ocurre igualmente con el Buen todas las obras aquí exhibidas reciben
Pastor de Marcos Laborda y un exquisi- en tono menor las características e
to San José con el Niño, talla de escapa- impronta de lo salzillesco; sin embar-
rate/urna de tradición y fórmulas go, aun tratándose de tallas salidas del
levantinas. obrador del maestro o de cualquiera
Sin incidir en aspectos de autoría de sus discípulos y seguidores, son
y atribuciones, bien es cierto que igualmente piezas de notable factura.
39
PLANTA 3
SALA 6
SALA 7
SALA 8
SALA 9
DEL ACADEMICISMO AL ECLECTICISMO
LOS GRANDES GÉNEROS PICTÓRICOS
PLANTA TERCERA
EL SIGLO XIX
1 Solería que vendrá descrita en páginas posteriores. Manuel Jorge Aragoneses estudió su
tipología, recuperando años más tarde la misma e instalándola en el zaguán del Museo
Arqueológico en 1967.
JORGE ARAGONESES, M. “Pavimentos decimonónicos de azulejería valenciana en
Murcia y su provincia” Murgetana, C.S.I.C. Academia Alfonso X, el Sabio, nº XVII,
Murcia, 1961, pp. 29-45 y SANTIAGO GODOS, Mª V., “Pavimento de la Casa de los
López Vizcaya” Qualicer 96 IV World congress on ceramic tile quality Castellón 1996, pp.
681-688.
43
dos a artistas y talleres foráneos y de ajustan a nutridos estudios sobre los
gran trayectoria profesional (Enrique más relevantes artistas del panorama
Atalaya). español durante el Ochocientos. Las
El retrato, la pintura de género, el monografías dedicadas a Vicente López
mito, el paisaje o el asunto histórico tie- o Carlos de Haes, los títulos dedicados
nen cabida en un discurso donde la a la pintura de historia, el paisaje o el
homogeneización estética, los registros retrato, las grandes exposiciones o catá-
compositivos derivados de las enseñanzas logos dedicados a grandes maestros,
de Academias y la sólida formación de tales como Mariano Fortuny o Joaquín
muchos de estos artistas revierte en obras Sorolla, sin olvidar la cuantía de estu-
de muy buena factura compositiva. dios generales o puntuales dedicados al
Importante será igualmente señalar arte del siglo XIX en España3.
los movimientos estéticos y los ismos a Fundamentalmente, estas salas se
los cuales se adscriben este conjunto de dedican a la pintura (pequeño y gran
autores, movimientos y corrientes que formato, pintura de caballete y pintura
desde el Neoclasicismo, Romanticismo, mural, técnicas varias, etc...) con algu-
Eclecticismo o Modernismo hasta el na incursión en la escultura y las Artes
Regionalismo purista y las versiones Decorativas, pero siempre al servicio de
costumbristas de unos productos artís- una unidad temática.
ticos no siempre de fácil catalogación, La cronología juega un papel
escalonan y sistematizan la historia de secundario en aras de la temática o el
la pintura española del siglo XIX, pin- asunto. Las grandes corrientes y movi-
tura que, afortunadamente, la crítica mientos pictóricos tendrán cabida
actual ha revalorizado en su justa medi- junto a determinadas personalidades,
da, como ya anticipara Gaya Nuño en pertenecientes al ámbito general de
su estudio sobre la pintura española2. nuestra cultura plástica, puntualizando
Numerosas exposiciones y muestras aquellos aspectos regionalistas o de
de carácter nacional e internacional se impronta local.
2 GAYA NUÑO J. A., Arte del siglo XIX, en ars hispaniae. Tomo XIX, Madrid, 1966.
3 La monografía sobre Vicente López de José Luis Díez, los manuales sobre el siglo XIX en
España de Mireia Freixa y Carlos Reyero, los realizados por Javier Pérez Rojas sobre arqui-
tectura y pintura, los importantes catálogos razonados sobre Joaquín Sorolla, el estudio
sobre la obra de Mariano Fortuny de M. Doñate, C. Mendoza et alii..., así como las gran-
des muestras que desde 1992 inaugurara la pintura de historia en España, el siglo XIX es
objeto en la actualidad de numerosas revisiones y reinterpretaciones. En Murcia son para-
digmáticos los trabajos de M. Páez Burruezo, J. C. Aguilera, R. García Alcaraz y G. Ramallo
sobre los pintores Germán Hernández Amores, Rafael Tegeo, Guimbarda o Federico
Mauricio Ramos, respectivamente.
44
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙PLANTA 3❚❘
45
nitiva, en la cual la tradición literaria diferentes ámbitos estéticos, ofrecen
pesa sobre el rigor histórico. Plasma varios registros del retrato, desde el ofi-
una escena en la cual el estratega es ins- cial al retrato intimista y burgués.
tado por el filósofo y maestro a aban- Son principales los retratos oficia-
donar la disipación: la ambientación les de Isabel II, realizados por José
formal y el prurito de reconstrucción Pascual y Valls y Germán Hernández
arqueológica que se advierte en la obra Amores, los de Amadeo de Saboya o
ya acabada redunda en la plasmación Alfonso XII, por Antonio Meseguer y
de elementos dramáticos y en una con- Víctor Hernández Amores, respectiva-
cepción espacial maestra conseguidas mente, sin olvidar el retrato burgués,
en este fragmento preparatorio. Por uno de cuyos máximos exponentes será
último, una de las obras más interesan- Rafael Tegeo. A él le debemos los
tes que se exhiben en este espacio es mejores lienzos, tales como los que
Entrega de Murcia al Infante D. Alfonso representan a la familia Benítez
por el rey Ibn Hudiel, obra de José Pascual Bragaña, sin menoscabo de otros
y Valls, que presenta un lienzo prepara- espléndidos ejemplares como el proce-
torio de una composición mayor que dente de la Colección Noguera, Retrato
nunca llegaría a concluir. Aborda la de dama con mantilla, obra que bien
temática histórica con registros monu- podría adscribirse a los parámetros
mentales sin menoscabo de valorar estéticos del maestro Vicente López .
aspectos meramente técnicos o de índole La pintura de historia o asunto lite-
compositiva. De impronta academicista, rario cuenta en Murcia con un malo-
la ambientación de arquitecturas y ropa- grado artista, Juan Martínez Pozo,
jes, así como la vinculación al pasado de autor de varias composiciones pictóri-
Murcia le confieren ciertos rasgos de cas basadas en el drama de nuestro tea-
atemperado romanticismo. tro romántico y en el celebérrimo
El retrato, el retrato oficial, la ima- Fausto4. Margarita ante el espejo o
gen de la monarquía y la pintura bur- Banquete Regio, son buenos ejemplos
guesa, la vida cotidiana y el ámbito de ello. De Martínez Pozo, pensionado
doméstico, el asunto literario y el por la Excma. Diputación de Murcia
drama, el orientalismo y la temática en París, también es La Odalisca, exclu-
religiosa, desde Germán Hernández sivo y único ejemplo en nuestra Región
Amores, Federico de Madrazo y Rafael de pintura orientalista, incorporado
Tegeo hasta J. Luna y Novicio, desde desde 1869 al Museo Provincial y rese-
Enrique Atalaya a Juan Martínez Pozo ñado como La Odalisca y su esclava,
o Domingo Valdivieso, pintores de estudio de desnudo 5.
46
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙PLANTA 3❚❘
47
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙PLANTA 3❚❘
LA PINTURA COSTUMBRISTA.
El Regionalismo
49
bien delimitado que alimentaría una miento paulatino de ripios localistas sin
ingente cantidad de eruditos, artistas y apartar las referencias a su tierra9 ni ale-
músicos en aras de mostrar y demostrar jarse de los nuevos tipos femeninos
los aspectos definidores de una región o difundidos a través de la obra gráfica y
país. El siglo XIX inventa el nacionalis- el cartelismo. La Niña con cabritillo
mo, tanto el conservador como el libe- catalogada también como En familia,
ral, Francisco Giner de los Ríos articula, de Obdulio Miralles, se adhiere a ese
por otra parte, un sentimiento nacional conjunto de piezas de temática y trata-
afín a la tradición literaria y a la historia miento amable, dulce y cándido que
de los pueblos. En nuestra Región, ya a caracterizan algunas de sus pinturas10.
finales de la centuria, la nueva mirada a El lienzo alcanzó enorme popularidad
la tradición estaría representada a través desde su exhibición, tal y como se rese-
de los textos de Vicente Medina y de la ña en la prensa del momento, conser-
pintura de Gil y Montejano e Inocen- vándose en el Museo de Bellas Artes
cio Medina Vera8. hasta el año 1959.
Alejandro Seiquer, un maestro de la Mención última merece el más
instantánea, con su jugoso repertorio completo representante del Costum-
de encantadora y doméstica fauna; la brismo murciano, José María Sobejano.
plástica de Mariano Benlliure de realis- Artista comprometido en mostrar los
mo dulcificado y el naturalismo de aspectos más pintorescos y anecdóticos
Estudio para el dos de mayo o Niño con de la Huerta de Murcia, Antonio
perro de Joaquín Sorolla y Obdulio Oliver considera su producción especu-
Miralles, respectivamente, se yuxtapo- lar respecto a la del poeta Frutos Baeza.
nen a toda una serie iconográfica feme- Sus tipos de la huerta, las esmaltadas
nina donde destacan Ganadera de imágenes de cada rincón, la plasmación
Inocencio Medina y Niña con cabritillo de juegos y faenas, la descripción de
de Miralles. La primera es una preciosa indumentaria, etc... hacen de Sobejano
imagen circunscrita a la última etapa de uno de los más entrañables pintores de
su producción donde muestra un aleja- Murcia.
50
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙PLANTA 3❚❘
51
SALA 1
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 1.LA PINTURA DE LOS SIGLOS XV-XVI. EL RENACIMIENTO EN MURCIA❚❘
MAESTRO DE FONTANALS
La Transfiguración
Último tercio del Siglo XV
Óleo/Tabla ❚❘ 109 x 67 cm
1999/5/2
55
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 1.LA PINTURA DE LOS SIGLOS XV-XVI. EL RENACIMIENTO EN MURCIA❚❘
ANÓNIMO
San Juan Evangelista y San Andrés
Siglo XV
Técnica mixta/Tabla ❚❘ 89 x 70 cm
0/1
57
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 1.LA PINTURA DE LOS SIGLOS XV-XVI. EL RENACIMIENTO EN MURCIA❚❘
ANÓNIMO
San Pablo, San Andrés y San Juan Evangelista
Siglo XV
Óleo/Tabla ❚❘ 81 x 68 cm
0/2
59
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 1.LA PINTURA DE LOS SIGLOS XV-XVI. EL RENACIMIENTO EN MURCIA❚❘
ANÓNIMO
Santa Águeda San Bartolomé
Siglo XVI Siglo XVI
Óleo/Tabla ❚❘ 74 x 54 cm Óleo/Tabla ❚❘ 74 x 54 cm
0/9 0/10
61
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 1.LA PINTURA DE LOS SIGLOS XV-XVI. EL RENACIMIENTO EN MURCIA❚❘
Catálogo del Museo de Bellas Artes de Murcia (1910), p. 43; Catálogo del Museo de Bellas
Artes de Murcia (1923), p. 53; Catálogo del Museo de Bellas Artes de Murcia (1927), p. 60;
Baquero Almansa, A. (1913), pp. 66-68; Martínez Calvo, J. (1986), p. 49, (1987), p. 14.
63
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 1.LA PINTURA DE LOS SIGLOS XV-XVI. EL RENACIMIENTO EN MURCIA❚❘
ANÓNIMO
Asunción de la Virgen
Siglo XVI
Óleo/Tabla ❚❘ 70 x 66 cm
0/3
Martínez Calvo, J. (1986), p. 43, (1987), p. 12; Stratton, S. (1989), pp. 40-41
65
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 1.LA PINTURA DE LOS SIGLOS XV-XVI. EL RENACIMIENTO EN MURCIA❚❘
ANÓNIMO
Descendimiento
Siglo XVI
Óleo/Tabla ❚❘ 163 x 115 cm
0/26
67
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 1.LA PINTURA DE LOS SIGLOS XV-XVI. EL RENACIMIENTO EN MURCIA❚❘
FRANCISCO DE COMONTES
Virgen con el Niño, Santa Catalina
y San Juan Evangelista (Sacra Converzacione)
Primera Mitad del Siglo XVI
Óleo/Tabla ❚❘ 51 x 39,5 cm
1999/5/3
Escena que describe a la Virgen sentada de la época, el siglo XVI, y que el tole-
en un trono, elemento reinterpretativo dano Francisco de Comontes pone al
de ciertos aspectos y valores de la descubierto. De un lado, el alejamiento
Antigüedad, donde podemos admirar, que se produce de los convencionalis-
en este sentido, pilastras y soportes clási- mos estéticos establecidos y, de otro, la
cos, florones llameantes, medallones con constatación de un nuevo sistema
bustos, molduras, capiteles jónicos y un estructural, con una escenografía unita-
frontón curvo que contiene una venera. ria que se inserta en un lenguaje clasi-
El Niño está sentado en el regazo de la cista, determinado por el uso de arqui-
Virgen y, a su vez, los dos flanqueados tecturas, como el citado trono en el que
por las figuras de Santa Catalina de se encuentran la Virgen y el Niño, y la
Alejandría y San Juan Evangelista, utilización del entorno paisajístico que
ambos representados con sus atributos se adapta perfectamente al resto de la
tradicionales; la primera, con la espada y composición. No obstante, en esta ela-
la cabeza coronada del emperador borada ejecución se hace evidente el
Majencio a sus pies, alusión directa a la interés por los aspectos vinculados a la
derrota que éste sufrió por la sabiduría emoción y a la devotio. Los elementos
de la Mártir de Alejandría, al tiempo compositivos mostrados proponen un
que se hace referencia a los Desposorios gusto por el detalle, virtuosismo que se
Místicos de esta santa con el Niño Jesús, detecta en la configuración y plasma-
y la segunda, San Juan Evangelista, con ción de ciertos valores táctiles como los
una copa en la mano en la que asoma un tejidos adamascados, los dorados o las
dragón o serpiente alada, símbolo del piedras preciosas. El discurso narrativo
veneno que según la Leyenda Áurea e iconográfico del tema encuentra su
bebió para demostrar la verdad de su prolongación en el marco, decorado a
predicación. tal efecto como una especie de reta-
Esta tabla es un claro exponente de dos blo/edícola.
realidades que conviven en la pintura
69
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 1.LA PINTURA DE LOS SIGLOS XV-XVI. EL RENACIMIENTO EN MURCIA❚❘
JOAN DE JOANES
San Miguel
Siglo XVI
Óleo/Tabla ❚❘ 145 x 68 cm
1998/11/1
Catálogo de Joan de Joanes (1980); Benito Doménech, F. (2000), p. 100; Gutiérrez García,
M. A. (1999), p. 12.
71
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 1.LA PINTURA DE LOS SIGLOS XV-XVI. EL RENACIMIENTO EN MURCIA❚❘
Catálogo del Museo de Bellas Artes de Murcia (1987), pp. 5-6; Baquero Almansa, A.
(1913), pp. 58-60; De la Peña Velasco, C. (2002), p. 127; Fuentes y Ponte (1880), p. 90;
Gutiérrez Cortines Corral, C. (1981), pp. 391-392; López Jiménez, J. C. (1975), pp. 73-
76, (1976), pp. 470-472; Martínez Calvo, J. (1986), p. 45, (1987), p. 62; Mosquera
Cobián (1999), pp. 172-173; Muñoz Barberán (1996), pp. 47, 137-138, 140; Pérez
Sánchez, A. E. (1976), p. 216.
73
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 1.LA PINTURA DE LOS SIGLOS XV-XVI. EL RENACIMIENTO EN MURCIA❚❘
PEDRO DE ORRENTE
Adoración de los Reyes
Siglo XVII
Óleo/Lienzo ❚❘ 79 x 113 cm
0/728
Agüera Ros, J. C. (2002), p. 434; Angulo Íñiguez, D. y Pérez Sánchez, A. E. (1972), p. 307;
Martínez Calvo, J. (1986), p. 24.
75
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 1.LA PINTURA DE LOS SIGLOS XV-XVI. EL RENACIMIENTO EN MURCIA❚❘
PEDRO DE ORRENTE
Adoración de los pastores
1622
Óleo/Lienzo ❚❘ 150 x 85 cm
0/21
La Adoración de los pastores que nos La temática nos remite a un asunto reli-
ocupa se articula en una composición gioso tratado en numerosas ocasiones
en la que el pintor acusa las referencias dentro de la producción de este artista.
estéticas y visuales que adquirió del En este sentido, reitera ciertos modelos
mundo veneciano, concretamente de y tipologías como se desprende del aná-
los Bassano, como sucede en la mayor lisis comparativo realizado con su
parte de su obra, al plasmar en el lienzo homónimo del Museo del Prado,
los conocimientos aprendidos en su donde las figuras de San José y la
viaje a Italia. Tal influencia se materiali- Virgen responden a una misma confi-
za en el uso de una paleta cálida, en la guración, si bien el de Murcia se conci-
utilización de las luces vespertinas y en be a partir de una distribución vertical,
la configuración de una estructura de en tanto que el madrileño lo hace hori-
carácter realista. El esquema propuesto zontalmente.
responde a una interpretación esceno- Perteneció, como indica Agüera Ros, al
gráfica en el que un grupo de persona- retablo mayor de la extinta ermita de la
jes, pastores, se disponen en torno al Concepción de Murcia. A esta obra la
Niño. Prima en la construcción de la acompañaban otros lienzos realizados
tela el empleo de la diagonal. En la por el propio Orrente (1580-1645) y
parte superior coloca un rompimiento por Lorenzo Suárez, artista encargado
en celaje con angelotes portadores de de concluir el conjunto de la citada
filacteria. Al fondo sitúa el paisaje, iglesia.
motivo que ayuda a acentuar el efecto Fue adquirido a la familia Fontes
de profundidad, donde ejecuta una Fuster por la Junta del Patronato para
manipulación de la luz que le permite el Museo de Bellas Artes el veinte de
ofrecer ciertos efectos dramáticos. abril de 1929. Fue restaurado en 1985.
Catálogo Murcia Barroca (1991), p. 124; Angulo Íñiguez, D. y Pérez Sánchez, A. E. (1972),
pp. 254-255; Baquero Almansa (1913), p. 82; Martínez Calvo, J. (1986), p. 51, (1987), p.
50; Pérez Sánchez, A. E. (1976), p. 234. Agüera Ros (2002) pp. 98 y ss.
77
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 1.LA PINTURA DE LOS SIGLOS XV-XVI. EL RENACIMIENTO EN MURCIA❚❘
Arzobispo de Toledo, San Ildefonso fue pintura durante los siglos XVII y XVIII.
una de las grandes personalidades del En la tabla se recrea esta escena mila-
siglo XV, ejerciendo una influencia grosa de la vida del arzobispo toledano.
extraordinaria en los sucesos políticos y De este modo, el santo aparece en pri-
religiosos de su tiempo. Su obra se mer término recibiendo de rodillas el
puede dividir en cuatro partes, la pri- manto que le impone la Virgen, figura
mera de ellas incluiría De perpertua vir- de rotundas formas y carácter volumé-
ginitate Sanctae Maria, e Annotationes trico, que se erige como protagonista
actionis diurnae, la segunda hace refe- de la tabla. Un grupo de ángeles asisten
rencia a las Cartas, la tercera contendría y contemplan la escena, estructurada
Misas, Himnos y Sermones y el último ésta en un sistema compositivo de
apartado, el cuarto, recogería otras carácter barroco con claros tintes cerca-
Composiciones en prosa y verso, destaca nos al tenebrismo español del primer
por último, De viris illustribus scriptori- tercio del Seiscientos. Por sus caracte-
bus ecclesiasticis. rísticas formales y sus aspectos pictóri-
Tristemente su obra desapareció tras la cos se ha remitido por diferentes inves-
invasión musulmana, excepto el Libro tigadores al círculo u obrador del pin-
de la Virgen, texto en el que defiende la tor Pedro de Orrente y Jumilla (1580-
virginidad de María. Por este motivo, 1645).
ésta bajó de los cielos y le obsequió con Fue donado por Andrés Almansa
una preciosa casulla para oficiar la litur- Molero al Museo en 1951. Años des-
gia, en agradecimiento a su amor y pués, en 1973, se le practicó una lim-
fidelidad. pieza, y en fecha reciente, 1997-1998,
Este pasaje de la hagiografía del santo se restauró por el Centro de Restaura-
fue un asunto muy representado en la ción de Verónicas.
Angulo Íñiguez, D. y Pérez Sánchez, A. E. (1972), p. 333; Agüera Ros, J. C. (2002), p. 444;
Martínez Calvo, J. (1986), p. 61, (1987), p. 50.
79
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 1.LA PINTURA DE LOS SIGLOS XV-XVI. EL RENACIMIENTO EN MURCIA❚❘
ANÓNIMO
Susana y los viejos
Siglos XVI-XVII
Óleo/Lienzo❚❘ 104 x 136 cm
0/12
Esta obra anónima, Susana y los viejos, sentar el desnudo femenino. Narra la
es una pieza de obrador o taller que se historia de Susana sorprendida mien-
inspira en un cuadro homónimo del tras se bañaba por dos viejos jueces que
pintor manierista Leandro Bassano. En le hicieron proposiciones deshonestas a
este orden de cosas, no es de extrañar las que la joven no accedió. Los dos
que manifieste las características de la hombres encolerizados ante la negativa
pintura italiana del último tercio del se vengaron acusándola públicamente
siglo XVI, como el predominio del de adulterio, motivo cuyo castigo era la
color y los cuidadosos celajes crepuscu- muerte. Pese a ello, Daniel pudo pro-
lares, sin olvidar los valores atmosféricos bar el engaño y salvar a la mujer.
y táctiles. De este modo, el mórbido Aunque está inspirada en un pasaje del
desnudo de Susana, personaje bíblico Antiguo Testamento, ha poseído, desde
del Libro de Daniel, remite a las esplén- siempre, una lectura velada vinculada a
didas composiciones del mundo vene- la sensualidad y al gusto por los senti-
ciano. De otro lado, destaca la intensa dos, y ha sido representada en la mayo-
relación que se establece entre la arqui- ría de las ocasiones de manera profana.
tectura y la naturaleza exterior. Se ha Será a lo largo del Seiscientos, sobre
señalado, en otro sentido, el gusto por todo, cuando el argumento de la Casta
plasmar aquellos aspectos secundarios, Susana en el baño atenazada por los
como el perro o los conejos, que suelen ancianos, dé sus mejores logros en
ser representados con un valor simbóli- obras de artistas como Artemisia
co, la fidelidad el primero y la concu- Gentileschi o Rubens.
piscencia los segundos. En 1959 se hizo efectiva su adquisición
El tema tratado es uno de los más habi- por Andrés Sobejano a Herminio
tuales dentro de la pintura renacentista y Torres para los fondos del Museo de
barroca, ya que era uno de los pocos Bellas Artes de Murcia.
asuntos que permitía a los artistas repre-
Catálogo del Museo de Bellas Artes (1986), p. 7; Martínez Calvo, J. (1986), p. 47, (1987), p. 13.
81
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 1.LA PINTURA DE LOS SIGLOS XV-XVI. EL RENACIMIENTO EN MURCIA❚❘
ANÓNIMO ANÓNIMO
Niño Jesús Sagrada Familia
Primera mitad del siglo XVI Siglo XVII
Madera policromada ❚❘ 50 x 27 Madera policromada ❚❘ 43,5 x 49,5
x 14 cm x 20 cm
0/61 2004/3/1
Las décadas centrales del siglo XVI se por la Junta de Incautación hacía 1936.
caracterizan por un amplio desarrollo Fue trasladado a la Iglesia de San Juan
del tema de la imagen religiosa tras la de Dios en julio de 1996.
aceptación en el mundo católico del Vestido con una túnica talar corta que
valor del icono como algo positivo, se anuda en la cintura, el Niño se dis-
capaz de persuadir y adoctrinar. pone en actitud de bendecir. Las poli-
Los inicios del estilo se vinculan a los cromías y dorados apuntan la posibili-
nombres italianos que trabajan en dad de que dicha obra formara parte de
Granada. Posteriormente y a partir de un retablo.
la segunda mitad del siglo, es necesario La Sagrada Familia, pequeño conjunto
referirse a la presencia en Murcia de escultórico adquirido durante los años
artistas de formación toledana, convir- 2001-2002, se adscribe a los paráme-
tiendo así los modelos escultóricos del tros plásticos de la escultura castellana
momento en una prolongación de lo del primer tercio del siglo XVII. La
castellano. armonía y belleza compositivas se plas-
En España, constituyen un valor esen- man en la minuciosa descripción de
cial la cantidad y la calidad de los maes- ropajes y plegaduras quebradas de los
tros flamencos que llegan a lo largo del mismos, así como en captar todos
siglo, hasta la introducción del manie- aquellos elementos que describen a los
rismo. personajes. Destaca, por último, la
El Niño Jesús que nos ocupa perteneció bellísima peana decorada con roleos y
al Convento de las Carmelitas de tornapuntas talladas.
Murcia y fue depositado en el Museo
Checa, F. (1983), pp. 221- 275; Pérez Sánchez A. E. (1976), pp. 200- 207.
83
SALA 2
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 2.EL ARTE EN MURCIA DURANTE EL SIGLO XVII❚❘
NICOLÁS DE BUSSY
San Francisco de Borja
1695
Madera tallada y policromada ❚❘ 168 x 90 x 55 cm
1988/7/1
87
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 2.ARTE DEL S.XVII EN MURCIA❚❘
Este cuadro nos remite al siguiente La autoría de la obra no está clara, aunque
pasaje evangélico del Nuevo Testamen- por las pautas que presenta se han visto
to: Había en Jerusalén, junto a la puerta reminiscencias de la pintura de Orrente y,
de las Ovejas, una piscina llamada en en consecuencia, se ha atribuido a su
hebreo Bezata, con cinco pórticos. En ellos escuela; en otro orden de cosas, se ha seña-
yacían muchos enfermos, ciegos, cojos, lado que bien pudiera tratarse de una obra
paralíticos, que estaban esperando el realizada posteriormente.
movimiento de las aguas. El ángel de El artista enmarca la escena en un amplio
Dios descendía de tiempo en tiempo a la espacio escenográfico, uno de los pórti-
piscina, se agitaba el agua y el primero cos mencionados en el texto de la Biblia,
que descendía, después de agitarse el donde se sitúan los numerosos enfermos
agua, era curado de cualquier enferme- a la espera de la llegada del ángel, en una
dad que tuviese. Había allí un hombre, estructura compositiva complicada, pero
enfermo hacía treinta y ocho años. Jesús lo muy bien resuelta. El punto de fuga de la
vio tendido y, conociendo que llevaba perspectiva ofrece un acusado sentido de
mucho tiempo, le dijo: ¿Quieres curar? El profundidad espacial.
enfermo le respondió: Señor, no tengo un El paralítico en la piscina forma parte de
hombre que, al agitarse el agua, me meta una serie, y se ha señalado como una copia
en la piscina y, en lo que yo voy otro baja de un lienzo de la importante Colección
antes que yo. Jesús le dijo: Levántate, que Orrente realizó para Orihuela, y de
toma tu camilla y anda. Y al punto el otro ejecutado para Valencia. Proveniente
hombre quedó curado, tomó la camilla y del Hospital Provincial, fue restaurada
caminaba. (Juan, 5, 1-9). entre 1997 y 1999.
Agüera Ros, J. C. (2002), p. 435; Angulo Íñiguez, D. y Pérez Sánchez, A. E. (1972), p. 270;
Martínez Calvo, J. (1987), p. 14; Pérez Sánchez, A. E. (1976), p. 234.
89
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 2.EL ARTE EN MURCIA DURANTE EL SIGLO XVII❚❘
Lienzo basado en un pasaje del Nuevo un hombre ciego de nacimiento. Y sus dis-
Testamento: Le llevaron entonces los cípulos le preguntaron: Maestro, ¿quién
escribas y fariseos una mujer sorprendida pecó, éste, o sus padres, para que naciera
en adulterio y, poniéndola en medio, le ciego? Jesús respondió: Ni pecó éste ni sus
dijeron: Maestro, esta mujer ha sido sor- padres, sino para que resplandezcan en él
prendida en flagrante adulterio. En la ley las obras de Dios…Dicho esto, escupió en
de Moisés nos mandó apedrear a estas tierra e hizo lodo con la saliva, le untó
mujeres. Tú ¿qué dices? Decían esto para con ello los ojos y le dijo: Ve a lavarte en
probarlo y tener de que acusarlo. Pero la piscina de Siloé. Fue, se lavó y volvió
Jesús, agachándose se puso a escribir con viendo (Juan, 9, 1-12).
el dedo en la tierra. Como insistieron en Este lienzo anónimo sigue las pautas
preguntarle, se alzó y les dijo: El que de marcadas por la corriente pictórica del
vosotros no tenga pecado tírele primero primer tercio del siglo XVII, y se ha
una piedra (Juan, 8, 1-11). puesto en correspondencia con la pintu-
La escena principal se desarrolla en el ra realizada por el círculo de Pedro de
ángulo inferior izquierdo, lo que per- Orrente, ya que postula muchas de las
mite el estudio de la perspectiva, con sugerencias que son características en la
un fondo arquitectónico y paisaje. De obra de este artista levantino. Destacan
este modo, en segundo plano, coloca las veladuras y los efectos claroscuristas,
una escena secundaria, la curación del propios de la tendencia barroca a la que
ciego, que corrobora y completa la pri- responde la composición.
mera. El asunto se refiere a otro acon- Proveniente del Hospital Provincial, forma
tecimiento evangélico sacado del parte junto a otras seis obras de una serie,
Nuevo Testamento: Yendo de paso, vio a y fue restaurada entre 1997 y 1999.
Agüera Ros, J. C. (2002), p. 434; Angulo Íñiguez, D. y Pérez Sánchez, A. E. (1972), pp.
270, 316; Martínez Calvo, J. (1987), p. 14; Pérez Sánchez, A. E. (1976), p. 234.
Contactos 3, nº 13
91
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 2.EL ARTE EN MURCIA DURANTE EL SIGLO XVII❚❘
Agüera Ros, J. C. (2002), p. 436; Angulo Íñiguez, D. y Pérez Sánchez, A. E. (1972), p. 270,
316; Martínez Calvo, J. (1987), p. 14; Pérez Sánchez, A. E. (1976), p. 234.
93
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 2.EL ARTE EN MURCIA DURANTE EL SIGLO XVII❚❘
Agüera Ros, J. C. (2002), p. 438; Angulo Íñiguez, D. y Pérez Sánchez, A. E. (1972), pp.
270, 324; Martínez Calvo, J. (1987), p. 14.
95
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 2.EL ARTE EN MURCIA DURANTE EL SIGLO XVII❚❘
ANÓNIMO
Retrato del Iltmo. Sr. Don Francisco Martínez de Ceniceros,
obispo de Cartagena
Siglo XVII
Óleo/Lienzo ❚❘ 162 x 125 cm
0/455
Catálogo de los Fondos y Secciones del Museo de Bellas Artes de Murcia (1927), p. 65;
Agüera Ros J. C. (1989), p. 1901, (2002), p. 449 ; Díaz Cassou, P. (191895, 1977), pp.108-
113, Cazorla León, S. y Sánchez Rodríguez, J. (1997), pp.163-173, Gutiérrez García, M.
A. (2004), pp. 213-214; Martínez Calvo, J. (1987), p. 17.
97
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 2.EL ARTE EN MURCIA DURANTE EL SIGLO XVII❚❘
99
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 2.EL ARTE EN MURCIA DURANTE EL SIGLO XVII❚❘
Catálogo de los Fondos del Museo de Bellas Artes (1910), pp. 41-43: Catálogo de los
Fondos y Secciones del Museo de Bellas Artes de Murcia (1923), pp. 50-52; Catálogo de
los Fondos y Secciones del Museo de Bellas Artes de Murcia (1927), pp. 57-60; Catálogo
Murcia Barroca, (1991) p. 83; Agüera Ros, J. C. (2002), pp. 251-300; Baquero Almansa,
A. (1913), p. 109; De la Plaza Santiago, F. J. y Páez Burruezo, M. (1980), pp. 393-398;
Martínez Calvo, J. (1986), pp. 55-56, (1987), p. 62; Pérez Sánchez, A. E. (1976), p. 238;
Pina Pérez, A. (1992), pp. 203-210.
101
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 2.EL ARTE EN MURCIA DURANTE EL SIGLO XVII❚❘
Las notas biográficas, así como los dos? Jesús le respondió: Todo el que beba
datos artísticos de mayor relevancia, del de esta agua volverá a tener sed; pero el
pintor Nicolás de Villacis y Arias que beba del agua que yo le dé, no tendrá
(1616-1694), han sido expuestas en el sed jamás, sino que el agua que yo le dé se
análisis de las Pinturas del Convento de convertirá en él en fuente de agua que
la Trinidad, descritas en las páginas de brota para vida eterna... Muchos
este catálogo. Samaritanos de aquella ciudad creyeron
En este lienzo se narra un pasaje evan- en él por la palabra de la mujer que ates-
gélico, el encuentro de Jesús con una tiguaba: Me ha dicho todo lo que he
mujer de Samaria: Allí estaba en el pozo hecho. (San Juan, 4, 6).
de Jacob. Jesús, como estaba fatigado del Siguiendo el esquema característico
camino, se sentó junto al pozo... Llega propio de su pintura, sobre un fondo
una mujer de Samaria a sacar agua. Jesús de paisaje se disponen las dos figuras en
le dice: Dame de beber... Le dice la diagonal, rotundas en su configura-
Samaritana: ¿Cómo tú, siendo judío, me ción, junto al brocal del pozo, elemen-
pides de beber a mi, que soy samarita- tos que enlaza este primer término con
na?... Jesús le respondió: Si conocieras el el segundo plano donde aparece la
don de Dios, y quien es el que te dice: naturaleza.
Dame de beber, tú le habrías pedido a él, A juicio de Baquero Almansa se trata
y él te habría dado agua viva. Le dice la del resto de un Monumento del Jueves
mujer: Señor, no tienes con que sacarla, y Santo, perdido. Fue adquirido por la
el pozo es hondo; ¿De dónde, pues, tienes Comisión de Monumentos, y deposita-
esa agua viva? ¿Es que tú eres más que do en el Museo, donde ya aparece en el
nuestro padre Jacob, que nos dio el pozo, Catálogo de la Exposición de Bellas
y de él bebieron, él y sus hijos y sus gana- Artes y Retrospectivas de 1868.
Catálogo de los Fondos del Museo de Bellas Artes (1910), pp. 41-43: Catálogo de los
Fondos y Secciones del Museo de Bellas Artes de Murcia (1923), pp. 50-52; Catálogo de
los Fondos y Secciones del Museo de Bellas Artes de Murcia (1927), pp. 57-60; Catálogo
Murcia Barroca (1991), p. 83; Baquero Almansa, A. (1913), p. 109; De la Plaza Santiago,
F. J. y Páez Burruezo, M. (1980), pp. 393-398; Martínez Calvo, J. (1987), p. 62; Pérez
Sánchez, A. E. (1976), p. 238.
103
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 2.EL ARTE EN MURCIA DURANTE EL SIGLO XVII❚❘
ANÓNIMO
San Francisco de Asís ante la Inmaculada Concepción
Siglo XVII
Óleo/Lienzo ❚❘ 104 x 84 cm
0/461
Catálogo de los Fondos del Museo de Bellas Artes (1910), p. 45; Catálogo de los Fondos y
Secciones del Museo de Bellas Artes de Murcia (1923), p. 54; Catálogo de los Fondos y
Secciones del Museo de Bellas Artes de Murcia (1927), p. 62; Agüera Ros, J. C. (2002), p.
443; Martínez Calvo, J. (1987), p. 17.
105
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 2.EL ARTE EN MURCIA DURANTE EL SIGLO XVII❚❘
MATEO GILARTE
La Virgen María
Mediados del Siglo XVII
Óleo/Lienzo ❚❘ 183 x 113 cm
0/55
Catálogo de los Fondos y Secciones del Museo de Bellas Artes de Murcia (1927), p. 40;
Catálogo Murcia Barroca (1991), p. 134; Angulo Íñiguez, D. y Pérez Sánchez, A. E. (1972),
p. 328; Agüera Ros, J. C. (2002), pp. 321-322, 353; Belmonte, J. (1871), pp. 8-9; López
Jiménez, J. C. (1962), p. 63; Martínez Calvo, J. (1986), p. 63, (1987), p. 39; Pérez Sánchez,
A. E. (1964), p. 153, (1976), pp. 236-237.
107
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 2.EL ARTE EN MURCIA DURANTE EL SIGLO XVII❚❘
MATEO GILARTE
El Buen Pastor
Mediados del Siglo XVII
Óleo/Lienzo ❚❘ 183 x 113 cm
0/57
Los aspectos biográficos, así como las asimila nuevas tendencias de las
notas características, del pintor Mateo corrientes del momento, hecho que se
Gilarte han sido reseñados en el aparta- percibe en el interés por plasmar los
do dedicado a la pieza La Virgen María, efectos atmosféricos, mediante una ilu-
lienzo con el que forma pareja y que en minación que dota de cierta exquisitez
su día guarnecían el Colegio de y sutileza a los volúmenes, adoleciendo
Jesuitas. aún de expresiva soltura y remarcando
La iconografía con la que representa al algunos aspectos que le otorgan a la
personaje nos muestra a Jesús como el figura cierta robustez. Aunque la pintu-
Pastor del gran rebaño que es la Iglesia, ra responde a una contención expresi-
iconografía inspirada en el Evangelio, va, las facciones del rostro resultan algo
según San Juan (10, 1-18), e imagen más naturales. En el paisaje, de gran
divulgada desde los albores del profundidad, se advierte el interés y la
Cristianismo. soltura con la que plasma los motivos
El lienzo, en pendant con el de La vegetales.
Virgen, tal y como se ha reseñado más Tanto esta obra como su pareja son un
arriba, nos muestra una figura de gran- punto de inflexión dentro de la pro-
des dimensiones y reposado clasicismo, ducción artística de Gilarte, que se
deudora del estilo de Orrente, al que acerca, de esta manera, a los modos y
durante mucho tiempo, hasta ya entra- premisas de la pintura barroca.
do el siglo XX, se le adjudicó la autoría. Procede de la Casa de la Misericordia
Así, se advierte la vigencia de ciertas del Colegio Jesuita de San Esteban de
características de los elementos compo- Murcia, y aparece citado por primera
sitivos del maestro en la pintura de vez en el inventario de los fondos del
Gilarte, en aspectos como los celajes, el Museo de Bellas Artes de 1872. Fue
paisaje del fondo o el tratamiento de restaurado en 1963 en los talleres del
los motivos anecdóticos. De otro lado, Museo de El Prado.
Catálogo (1927), p. 40; Catálogo (1986), p. 63; Catálogo (1987), p. 39; Catálogo Murcia
Barroca (1991), p. 134; Angulo Íñiguez, D. y Pérez Sánchez, A. E. (1972), pp. 325-326;
Agüera Ros, J. C. (2002), pp. 321-322, 349; Belmonte, J. (1871), pp. 8-9; López Jiménez,
J. C. (1962), p. 63; Martínez Calvo, J. (1986), p. 63, (1987), p. 39; Pérez Sánchez (1964),
p. 153, (1976), pp. 236-237.
109
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 2.EL ARTE EN MURCIA DURANTE EL SIGLO XVII❚❘
ANÓNIMO
Muerte violenta de San Pedro Arbués
Finales del Siglo XVII
Óleo/Lienzo ❚❘ 206 x 105 cm
0/470
Este lienzo representa el instante previo En fecha reciente, Agüera Ros, ha indi-
al martirio del santo. Según la tradi- cado con rotundidad, la mano de los
ción, dicho canónigo, inquisidor en Gilarte en la realización de esta pieza.
Aragón, fue asesinado por un grupo de Dispone al santo en el centro de la com-
herejes y judíos en 1485, cuando se posición, delante del ara del altar, en el
encontraba orando en la catedral. Fue momento del ataque. Viste roquete
canonizado por Pío IX el veintinueve sobre hábito. Dentro del sistema compo-
de junio de 1867. sitivo aparece un rompimiento de gloria
La obra fue atribuida por Sánchez donde un angelote porta una hoja de
Moreno a Alvarado, aunque esta hipó- palma, símbolo del martirio que sufrió.
tesis parece poco probable. De otro Presidió el Salón Principal del Santo
lado, López Jiménez apuntó la autoría a Oficio de Murcia, posteriormente pasó
Nicolás de Villacis. Si bien es cierto que a Hacienda y al Gobierno Civil, de
no hay datos que confirmen dicha teo- donde se depositó en su ubicación
ría, parecen advertirse en la tela ciertos actual, entre 1845 y 1910, fecha en la
aspectos cercanos a los postulados pic- que aparece en el catálogo del Museo
tóricos de este maestro del Seiscientos. de Bellas Artes.
Catálogo de los Fondos del Museo de Bellas Artes (1910), p. 45; Catálogo de los Fondos y
Secciones del Museo de Bellas Artes de Murcia (1923), p. 55; Catálogo de los Fondos y
Secciones del Museo de Bellas Artes de Murcia (1927), p. 62; Agüera Ros, J. C. (2002), p.
356; López Jiménez, J. C. (1966), pp. 8-11; Martínez Calvo, J. (1987), p. 15.
111
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 2.EL ARTE EN MURCIA DURANTE EL SIGLO XVII❚❘
LORENZO SUÁREZ
Aparición de la Virgen con Jesús Niño a San Félix de Cantalicio
Siglo XVII
Óleo/Lienzo ❚❘ 217 x 154 cm
1999/16
Agüera Ros, J. C. (2002), pp. 179-217; Baquero Almansa, A. (1913), pp. 85-86; Pérez
Sánchez, A. E. (1976), pp. 234-235.
113
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 2.EL ARTE EN MURCIA DURANTE EL SIGLO XVII❚❘
SENÉN VILA
Santos Cosme y Damián
Último tercio del Siglo XVII
Óleo/Lienzo ❚❘ 76 x 101 cm
1997/3/8
Agüera Ros, J. C. (2002), pp. 381-409; Baquero Almansa, A. (1913), pp. 122-129;
Caballero Carrillo, M. R. (1985), pp. 102-103.
115
SALA 3
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 3.EL ARTE DEL SIGLO XVII. LA PINTURA DEL SIGLO DE ORO❚❘
BARTOLOMEO CAVAROZZI
Santa Catalina de Alejandría
1618
Óleo/Lienzo ❚❘ 176 x 110 cm
0/51
Catálogo de los Fondos y Secciones del Museo de Bellas Artes de Murcia (1927), p. 66;
Martínez Calvo, J. (1986), p. 61, (1987), p. 34; Pérez Sánchez A. E. (1964), pp. 20-25,
(1965), pp. 54-59, 253
119
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 3.EL ARTE DEL SIGLO XVII. LA PINTURA DEL SIGLO DE ORO❚❘
ANÓNIMO
Pasaje de Emaús
Primera mitad del siglo XVII
Óleo/Lienzo ❚❘ 116 x 144 cm
0/44
Catálogo de los Fondos y Secciones del Museo de Bellas Artes de Murcia (1927), p. 61;
Agüera Ros, J. C. (1989), p. 1931, (2002), p. 438; Martínez Calvo, J. (1986), p. 59, (1987),
p. 15.
121
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 3.EL ARTE DEL SIGLO XVII. LA PINTURA DEL SIGLO DE ORO❚❘
ANÓNIMO
El primado de San Pedro
Primera mitad del Siglo XVII
Óleo/Lienzo ❚❘ 116 x 144 cm
0/45
Forma parte de una serie de pasajes idealizada, que se opone a las caracte-
evangélicos: Más yo te digo, que tú eres rísticas del resto de las representacio-
Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi nes, como hemos señalado arriba, de
iglesia; y las puertas del infierno no pre- marcado carácter realista. En la estruc-
valecerán contra ella. Y a ti te daré las tura compositiva se atisban ciertas
llaves del reino de los cielos; y todo lo que reminiscencias de la corriente italiana,
ligares en la tierra será ligado en los cie- aunque sigue las premisas propuestas
los, y todo lo que desatares en la tierra por la escuela barroca levantina. A jui-
será desatado en los cielos (San Mateo, cio de Agüera Ros el uso de una paleta
16, 18-19). En este orden de cosas, la de tonos claros entronca con la confi-
escena que nos ocupa corresponde al guración de la pintura practicada en el
momento en que Jesús, representado país alpino. De manera muy probable,
de manera apolínea, acaba de entregar indica que pudiera proceder de la
las simbólicas llaves a San Pedro. Tres mano de un pintor genovés de media-
apóstoles acompañan y contemplan dos del siglo XVII. De otro lado, apun-
reverentes la narración. Al fondo, a ta la posibilidad de que pudiera tratar-
modo de telón aparece una arquitectu- se de un autor español en contacto con
ra clásica. las tendencias postuladas por círculos
Dentro de los valores pictóricos del artísticos italianos, llegando a señalarse
lienzo destaca el magnífico estudio de el nombre de Nicolás de Villacis como
fisionomías y actitudes que el artista responsable de la tela.
realiza, donde hay un evidente predo- Proveniente del Hospital de San Juan
minio de los rasgos veristas, sobre todo de Dios, fue depositado por la
en los semblantes y las manos, donde Diputación Provincial en el Museo de
consuma un ejercicio de soltura técnica Bellas Artes y aparece en el inventario
exquisita. Ese naturalismo de los perso- de 1872. Ha sido restaurado reciente-
najes se plantea desde un punto de vista mente, en 2004, por la Comunidad
diferente en la figura de Cristo, imagen Autónoma de Murcia.
Catálogo de los Fondos del Museo de Bellas Artes (1910), pp. 44-45; Catálogo de los
Fondos y Secciones del Museo de Bellas Artes de Murcia (1923), pp. 54; Catálogo de los
Fondos y Secciones del Museo de Bellas Artes de Murcia (1927), p. 61; Agüera Ros, J. C.
(2002), p. 447; Martínez Calvo, J. (1986), p. 51, (1987), p. 15.
123
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 3.EL ARTE DEL SIGLO XVII. LA PINTURA DEL SIGLO DE ORO❚❘
Agüera Ros, J. C. (1990), p. 125; Durante Asensio, I. (2002), p. 482; Martínez Calvo, J.
(1986), p. 59, (1987), p. 53.
125
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 3.EL ARTE DEL SIGLO XVII. LA PINTURA DEL SIGLO DE ORO❚❘
OBRADOR DE ZURBARÁN
Alegoría Eucarística
1630-1640
Óleo/Lienzo ❚❘ 136 x 104 cm
1997/3/1
Catálogo de Arte (1981), p. 60; Catálogo Murcia Barroca (1990), p. 126; Nicolás Gómez,
D. (2002), 364; Martínez Ripoll, A. (1986), pp. 159-187.
127
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 3.EL ARTE DEL SIGLO XVII. LA PINTURA DEL SIGLO DE ORO❚❘
Aunque son pocas las notas biográficas bió el Apocalipsis el evangelista Juan.
acerca de la figura de Juan Valdés Leal Según Belda, por su posición especular,
(1622-1695), su partida de nacimiento la similitud de las dimensiones y el
indica que fue Sevilla su ciudad natal, si carácter de complementariedad podían
bien es cierto que su vida artística haber sido destinados a dos calles para-
transcurre a caballo entre la capital his- lelas de un supuesto retablo, posible-
palense y Córdoba. Sobre sus primeros mente de la iglesia sevillana de Madre
años y la etapa de formación no se tie- de Dios. Las dos figuras están resueltas
nen noticias, por ello ha sido complica- de manera dramática, en un esquema
do certificar donde adquirió las ense- diagonal. En la composición se incide,
ñanzas de su quehacer pictórico. De un mediante la utilización de recursos cro-
lado, se ha apuntado que al analizar las máticos y atmosféricos, en la expresivi-
pautas marcadas por el estilo de sus dad de rostros y manos. Como uno de
cuadros cordobeses, atendiendo a la los requisitos principales, se establece
monumentalidad y al naturalismo, se una sólida relación entre el personaje y
hace evidente la mano de Herrera el el paisaje, que no es un mero telón de
Viejo. De otro lado, se ha propuesto fondo ni un apartado secundario.
como maestro, por la expresividad que En 1954, la Colección de la
destaca en la totalidad de su obra, a Diputación Provincial engrosó sus fon-
Juan del Castillo, aunque la pequeña dos con estos dos hermosos cuadros
diferencia de edad entre ambos artistas provenientes de la Colección de
hace complicada esta posibilidad. Villanueva del Segura, junto con el Ecce
Los Santos Juanes son dos óleos que Homo de Murillo, San Francisco en
hacen referencia a San Juan Bautista y Oración de autor desconocido y la
San Juan en Patmos, isla en la que escri- Alegoría Eucarística del Taller de
129
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 3.EL ARTE DEL SIGLO XVII. LA PINTURA DEL SIGLO DE ORO❚❘
Zurbarán. Estas obras, junto a otras valiosa colección se vio mermada por la
tantas, pertenecieron a una rica colec- angustiosa situación de la mencionada
ción artística, la de Isabel María Fundación, cuyo carácter filantrópico y
Baltasara López, cuya Fundación en benefactor le llevó a ofertar algunas de
Villanueva del Segura ha pervivido estas espléndidas pinturas a coleccio-
hasta nuestros días. Después de la nistas extranjeros con el fin de paliar
Contienda Civil de 1936-1939, esta primarias necesidades.
Catálogo de Arte (1981), pp. 53-54; Catálogo exposición Sevilla en el siglo XVII, (1983),
pp. 230-231, Catálogo Colección de Arte Moderno y Contemporáneo Patrimonio de la
Comunidad Autónoma de Murcia (1992), p. 171; Belda Navarro, C. (1978), pp. 131-135;
Gutiérrez García, M. A. (2001), pp. 106-108; Martínez Ripoll, A. (1986 ) p. 165, Pareja,
E. (1993), pp. 194-195.
131
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 3.EL ARTE DEL SIGLO XVII. LA PINTURA DEL SIGLO DE ORO❚❘
133
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 3.EL ARTE DEL SIGLO XVII. LA PINTURA DEL SIGLO DE ORO❚❘
Joris Van Son (1623-1667), artista Juanito, figura que entronca con las
belga interesado por la tendencia deco- premisas pictóricas de la tradición
rativista barroca del siglo XVII, fue un murillesca. El santo aparece rodeado de
destacado representante de la escuela una guirnalda de uvas, membrillos, zar-
flamenca, mostrando un especial inte- zamoras, grosellas, cerezas,…, al tiem-
rés por la representación de bodegones, po que dispone en la estructura algunos
género protagonista de su producción, animalillos.
en los que en la mayoría de las ocasio- Forma pareja con otro cuadro del
nes incluyó motivos exóticos como mismo autor, Guirnalda de frutas rode-
ciertas frutas. Seguidor de Davidsz de ando a San Miguel, del Palacio de
Heem, del que adapta los sistemas Carlos V de la Alhambra de Granada.
compositivos y la temática, realizó Fue adquirido por la Junta del
numerosas piezas representativas de las Patronato para el Museo de Bellas Artes
características mencionadas. a Josefina Moreno en 1935.
En este lienzo muestra un medallón
central en grisalla con la figura de San
135
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 3.EL ARTE DEL SIGLO XVII. LA PINTURA DEL SIGLO DE ORO❚❘
Angulo Íñiguez, D. (1957), pp. 25-26: Buendía, J. R. (1980), pp. 45-56; Mayer, A. (1947);
Pérez Sánchez, A. E. (1976); Martínez Calvo, J. (1986), p. 61, (1987), p. 28; Martínez
Romero, M. J. (1990), pp. 267-269.
137
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 3.EL ARTE DEL SIGLO XVII. LA PINTURA DEL SIGLO DE ORO❚❘
ANÓNIMO
El tributo de la moneda
Siglo XVII
Óleo/Lienzo ❚❘ 132 x 116 cm
0/471
Este lienzo anónimo del siglo XVII en la mano, imagen que nos remite al
corresponde a la narración de un episo- texto de San Mateo, y coloca en segun-
dio evangélico, el del El tributo de la do plano un conjunto que representa a
moneda, que aparece en las páginas del otros discípulos que contemplan y asis-
Nuevo Testamento: Cuando llegaron a ten a la escena.
Cafarnaúm, los recaudadores del impues- La calidad de esta obra, claro exponente
to del templo preguntaron a Pedro si su del naturalismo barroco tan practicado
Maestro no lo pagaba. Dijo que sí. Al lle- en ese momento, queda patente en los
gar a casa, Jesús le espetó: Pedro, ¿Qué diversos aspectos que conforman la
piensas? ¿De quien han de cobrar tributo ordenación del sistema compositivo,
los reyes, de sus hijos o de los otros? Pedro como el estudio de los caracteres de cada
dijo que de los otros. Jesús dijo: los hijos una de las figuras representadas, la inte-
son libres, pero para no ofenderlos, vete al rrelación que se establece entre los dis-
mar, prepara el anzuelo y saca el primer tintos personajes y los efectos de claros-
pez que pique, abre su boca y encontraras curos que crean la atmósfera en la tela.
la moneda de un estatero, moneda griega En el catálogo de 1927 se indica de
de plata, cógelo y dáselo por mí y por tí. manera certera su pertenencia, por esti-
(San Mateo, 17, 24-27). lo y valores pictóricos, a una órbita cer-
El cuadro presenta a Jesús, junto a cana a la Escuela de Lucas Jordán, y
varios de sus discípulos, conversando aparece, según fuentes documentales,
en la puerta del templo. El esquema de en el primer inventario del Museo de
la composición responde a una estruc- Bellas Artes, en 1872, bajo el título Las
tura en diagonal, en la que se dispone monedas del César, epígrafe que puede
en primer término el desarrollo del llevar a confusión, pues podría hacer
asunto principal, es decir, las figuras de referencia a otro pasaje evangélico rela-
Jesús y Simón, este último con el pez tado por San Mateo.
Catálogo del Museo de Bellas Artes de Murcia (1927), p. 15; Martínez Calvo, J. (1987), p. 15.
139
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 3.EL ARTE DEL SIGLO XVII. LA PINTURA DEL SIGLO DE ORO❚❘
141
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 3.EL ARTE DEL SIGLO XVII. LA PINTURA DEL SIGLO DE ORO❚❘
ANÓNIMO ANÓNIMO
San Pedro de Alcántara San Francisco Javier
Primer tercio del Siglo XVII Siglo XVII
Escuela Granadina Madera policromada ❚ 60 x 24 x 19 cm
Madera policromada ❚❘ 50 x 19 x 18 cm 0/39
0/38
143
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 3.EL ARTE DEL SIGLO XVII. LA PINTURA DEL SIGLO DE ORO❚❘
ANÓNIMO
Cruz procesional
Siglo XVII
Plata repujada y cincelada ❚❘ 47,2 x 31 x 5 cm
1994/2/1
145
SALA 4
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 4.GABINETE.❚❘
Baquero Almansa, A. (1913), p. 319; Martínez Calvo, J. (1986), p. 69, (1987), p. 82.
149
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 4.GABINETE.❚❘
ANÓNIMO
Adoración de los Reyes Magos
Finales del Siglo XVI-Principios del Siglo XVII
Óleo/Cobre ❚❘ 39 x 31 cm
0/18
Catálogo de los Fondos y Secciones del Museo de Bellas Artes de Murcia (1927), pp. 60-
61; Martínez Calvo, J. (1987), pp. 13-14.
151
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 4.GABINETE.❚❘
ANÓNIMO
Retrato de caballero
Siglo XVII
Óleo/Lienzo ❚❘ 60 x 49 cm
0/48
La figura que se presenta en este cuadro siglo XVII, que aplicó a sus lienzos un
aparece ataviada con la indumentaria estilo aristocrático, al tiempo que supo
habitual del siglo XVII, en la que des- captar con elegancia y psicología a los
taca el cuello blanco, una valona de rai- personajes, de manera especial a los de
gambre flamenca sobre ropa oscura. la corte de Carlos II.
Cabello suelto y un joyel sobre el pecho Es un tipo de retrato solemne, austero y
completan la descripción del personaje. severo, caracterizado por una paleta
Por este motivo y según las característi- oscura, fondo neutro, sin detalles ni
cas que se advierten en los aspectos for- recreación sobre adornos ni joyas, y sin
males se puede fechar en el último ter- apenas alusiones visibles a la dignidad
cio del Seiscientos. del retratado, que tiene que mostrar y
Esta obra postula las premisas de la dignificar el rango que ostenta con su
corriente barroca seguidas por la escue- pose y su presencia. El centro de aten-
la española; por lo que su autoría se ción de la tela es el rostro, al que confie-
puede atribuir al círculo cercano a la re una expresión melancólica que como
corte madrileña, que en esa época pro- se ha señalado arriba viene a determinar
pugnaba los citados parámetros. la personalidad íntima del modelo.
Se aprecia, dentro del sistema composi- En la parte posterior de la tela se indi-
tivo, influencias de Juan Carreño de ca la identidad del retratado, el Conde
Miranda, pintor de cámara del rey en el de Villamediana.
153
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 4.GABINETE.❚❘
ANÓNIMO
Fray Pedro Egipciaco
Primer tercio del Siglo XVII
Óleo/Lienzo ❚❘ 136 x 105 cm
0/52
Fray Pedro Egipciaco aparece ataviado LECTO GRAL Y SUS MUCHAS VIR-
en este lienzo con el hábito de la Orden TUDES LA ADQUIRIERON GRAN
de San Juan de Dios, de la que fue fun- ESTIMACIÓN PARA CON LOS
dador en la ciudad de Murcia en el REYES D. FELIPE 3º Y D.ª MARGA-
siglo XVII. En la mano derecha porta RITA DE AUSTRIA. ASISTIÓ AL
un pergamino con el texto: PAULUS V CASAMIENTO DE LA REYNA
PONTIFEX MAXIMUS CONFIRMA- MARIA EN FRANCIA. SU
VIT SACRAM RELIGIONEM NOS- EXTRAORDINARIA HUMILDAD LE
TRAM. ANNO MDCXVII. En la parte HIZO MENOSPRECIADOR DEL
inferior aparece en una banda una ins- BÁCULO DE INDIAS, Y FINAL-
cripción que narra pasajes referidos a MENTE FUE FUNDADOR DEL
los acontecimientos más importantes CONVENTO HOSPITAL DE N. SRA
de su vida que reza: EL V. P. FR. DE GRACIA Y BUEN SUCESO AL
PEDRO FRAY EGIPCIACO, NATU- CARGO DEL SAGRADO DE N. P. S.
RAL DE BEXÉL HIJO DE LA CASA JUAN DE DIOS EN LA CIUDAD DE
DE XEREZ DE LA FRONTERA FUE MURCIA EN 1617.
ELECTO GRAL DE NTRA SAG Ha sido recientemente, en 2002, atri-
RELIGIÓN EN EL AÑO 1608. A buido por Agüera Ros al pintor Nicolás
PEDIMENTO SUYO SE CONFIRMÓ de Villacis.
ÉSTA POR N. SMO. P. PAULO 5.º EN Ubicado originalmente en el Hospital
1611, HABIENDO PROFESADO EL Provincial de San Juan de Dios, fue
SIERVO DE DIOS EN MANOS DE depositado en el Museo de Bellas Artes
SU SANTIDAD. EN 1614 FUE REE- el veintitrés de marzo de 1936.
Agüera Ros, J. C. (2002), p. 298; Martínez Calvo, J. (1986), p. 61, (1987), p. 15.
155
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 4.GABINETE.❚❘
ANÓNIMO
Imposición de la casulla a San Ildefonso por la Virgen de la Paz
Siglo XVIII
Técnica mixta ❚❘ 45 x 34 cm
0/450
San Ildefonso fue Arzobispo de Toledo dad. Este pasaje de la hagiografía del
y una de las grandes personalidades del santo, protagonista del cuadro, fue un
siglo XV, ejerciendo una influencia asunto manido en la pintura durante
extraordinaria tanto en los aconteci- los siglos XVII y XVIII.
mientos políticos como religiosos de su Narra esta escena milagrosa de la vida
tiempo. Su obra se divide en cuatro del santo, con un importante carácter
partes: la Prosopopeya imbellitatis pro- popular e híbrido en cuanto a la técni-
priae, De perpertua virginitate Sanctae ca, según los postulados de la corriente
Maria, Annotationes actionis diurnae, barroca hispanoamericana.
las Cartas, las Misas, Himnos y Sermones Representada con técnicas indígenas,
y otras Composiciones en prosa y verso. se utiliza cobre, óleo y plumaria. Las
Su obra desapareció en la invasión cabezas de los personajes están recorta-
musulmana, excepto el Libro de la das y pintadas al óleo.
Virgen, texto en el que defiende la vir- Perteneció a Alonso Núñez De Haro y
ginidad de María. Por este motivo, ésta Peralta, Arzobispo de Méjico y último
bajó de los cielos y le obsequió con una virrey de España. Ingresó en el Museo
preciosa casulla para oficiar la liturgia, de Bellas Artes del legado de Francisco
en agradecimiento a su amor y fideli- Aynat de Albarracín.
157
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 4.GABINETE.❚❘
ANÓNIMO
Las entrañas de Alfonso X el Sabio
Siglo XVI
Técnica mixta ❚❘ 64 x 87 cm
0/13
El estrecho vínculo que unía al rey Sabio Felipe de Anjou, futuro Felipe V, a
(1221-1284), con la ciudad de Murcia Murcia por la intervención de ésta en la
queda manifestado en esta tabla conme- Guerra de Sucesión.
morativa, Las Entrañas de Alfonso X, el En las franjas horizontales superior e
Sabio. Se trata de una pintura en la cual inferior, se incluye un texto en latín:
aparecen diferentes motivos de raigam- ALPHONSO DECIMO, REGEM
bre renacentista, como los grutescos y QUEM REGNA NEGARU(M). HIS-
figuras vegetalizadas y en cuya elabora- PALIS HOSPITIUM,MURCIASCEP-
ción intervienen sobre tabla, diferentes TRA PARAT HOSPITI SILLA TENET
técnicas, tales como la estofa, la pintu- CORPUS SED VISCERA REGIS
ra al óleo o el temple. HAEC SIBI PERPETUUM PIGNUS
En el centro de la composición aparece AMORIS HABET. /INTIMERATA
un corazón, símbolo de las entrañas, FIDES MERVIT PRACORDIA REGIS.
enmarcado en un óvalo, cobijado bajo El texto alude al depósito de entrañas de
una corona imperial. A uno y otro lado Alfonso X el Sabio en la Catedral de
del esquema, se disponen los blasones Murcia. Carlos V concedió a esta ciudad
de Murcia, haciendo referencia a seis la posibilidad de trasladar, a la Capilla
coronas del escudo de la capital del Mayor de la sede Catedralicia, bajo su
Segura. Cinco de ellas fueron concedi- patronato, las entrañas del erudito
das por Fernando III el Santo, y la sexta monarca, haciendo constar en el cenota-
por Pedro I, el Cruel, en recompensa fio, que tal hecho era el premio recibido
por la ayuda prestada en las luchas con- por la lealtad al sagrado depósito.
tra los Enríquez. La última corona que Cedido a la Comisión de Monumentos
conforma nuestro actual escudo, la sép- por José María D’ Stoup el veintiseis de
tima, es posterior y no aparece en esta febrero de 1865. Se restauró en 1985.
tabla alegórica. Fue adjudicada por
Catálogo del Museo de Bellas Artes (1986), p. 7; Martínez Calvo, J. (1986), p. 49, (1987),
p. 13.
159
MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 4.GABINETE.❚❘
JUAN DE SOLÍS
Hércules y el león de Nemea
Primera mitad del Siglo XVII
Óleo/Lienzo ❚❘ 127 x 204 cm
1998/10/1
En el segundo cuarto del siglo XVII, dos escenas complementarias; la del pri-
Juan de Solís (1595-1654) es uno de mer término alude al tema o título de la
los artistas más activos en la corte espa- obra, en tanto que la del segundo plano,
ñola. Entre los años 1635 y 1637 fue posterior en el tiempo, muestra a
nombrado pintor de la reina y, a este Hércules en la acción de desollar al ani-
respecto, comienza a trabajar para la mal. Su piel será uno de los atributos
ornamentación del Palacio del Buen iconográficos con los que se defina al
Retiro, junto a los pintores Juan personaje a lo largo de toda la historia
Bautista Sánchez y Juan Bautista del arte. Ambos asuntos se reproducen
Santolus, realizando decorados y esce- de manera simultánea, a través de un
nografías y ejecutando una serie de pin- sistema narrativo que como han apun-
turas para las ermitas de San Pablo y la tado algunos estudiosos tiene cierto
Magdalena del citado edificio. influjo velazqueño.
Hércules es el personaje que prefigura En este óleo se aprecian muchos de los
la imagen del monarca español, cuyos aspectos característicos de la actividad
trabajos, como señala Alciato, eviden- pictórica de Juan de Solís, como el des-
cian los valores de la Virtus. Por ello, se tacado uso en su paleta de una gama de
erige como una figura determinante en colores cálida, con preponderancia de
la pintura de la época. dorados y verdes, o las jugosas manchas
La obra que nos ocupa, Hércules y el león boscosas, contrapunto a un paisaje
de Nemea, representa el primero de los rocoso de dilatada perspectiva.
doce trabajos que tuvo que llevar a cabo Fue adquirido por el Museo de Bellas
el héroe heleno. En el lienzo aparecen Artes de Murcia en 1998.
161
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 4.GABINETE.❚❘
Los aspectos biográficos de mayor rele- tante en que el cazador Céfalo encuentra,
vancia en torno a la figura y a la obra sumido en la desesperación y en la sor-
del pintor Pedro de Orrente han sido presa, herida por la jabalina a su amada
señalados en el comentario de la pieza Procris entre los matorrales. Para Agüera
que aparece en este catálogo. Ros, la figura de Procris parece estar ins-
Céfalo y Procris, hija del rey Erecteo de pirada en un modelo clásico, pues
Atenas, fueron flechados por el arco de recuerda la estatuaria antigua, que proba-
Eros y pronto se casaron. Él, sintiendo blemente conociera en su viaje a Italia así
dudas de la fidelidad de su esposa la como en los modelos de Rafael o Aníbal
puso a prueba disfrazándose de extran- Carracci.
jero adinerado para intentar seducirla, Dentro del sistema compositivo del
cortejos a los que ella, después de algún cuadro destaca la estructura de esceno-
tiempo, accedió. Procris, avergonzada grafía paisajística, plena de sugerentes
por su forma de actuar, huyó al monte, veladuras. Así, el artista entiende el pai-
donde se unió a Diana, diosa de los saje apacible y sereno, alejado de la dra-
bosques y la caza. La diosa le entregó a mática situación y de los avatares
la joven un perro de caza y una jabalina humanos del asunto. Como en muchas
que nunca erraba el blanco. La reconci- obras del Barroco, el pintor reconstru-
liación con su marido llegó y, en prue- ye la imagen de los personajes ataviados
ba de su amor, ella le regaló el perro y según la costumbre del momento,
la jabalina. Aurora, envidiosa de la feli- constituyendo éste un elemento ana-
cidad de la pareja, intrigó a Procris crónico, pero que realza el concepto
insistiéndole en la infidelidad de su verista de la época. Un concepto plásti-
esposo con una ninfa. Ésta, asaltada co, como apunta Pérez Sánchez, que
por los celos, lo siguió a una de sus Orrente aplica tanto a sus pinturas de
cacerías. Al oír ruido entre la maleza, temática religiosa como a aquellos lien-
Céfalo lanzó el arma y dio muerte a su zos que representan fábulas o asuntos
amada y no aguantando el dolor por la mitológicos.
pérdida se suicidó. Perteneciente a una colección privada
En este lienzo Pedro de Orrente desarro- de Valencia, fue adquirido por el
lla la escena principal, el tema mitológi- Ministerio de Cultura para el Museo de
co, en un primer plano. Recoge el ins- Bellas Artes de Murcia en 1992.
163
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 4.GABINETE.❚❘
165
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 4.GABINETE.❚❘
167
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 4.GABINETE.❚❘
editar las Vedute –de 1751 son Le lumínicos más potentes; en 1762
Magnificenze di Roma- ; de 1750 son Descrizione e Dissegno dell´emissario del
su Opere Varie, en la que se engloban Lago Albano, en 1764 edita cuatro
Antichità Romane dei Tempi della planchas para The Works in Architecture
Reppublica e de´ Primi Imperatori de R. y J. Adam (publicadas en 1779);
(1748), Camere Sepolcrali degli Antichi en 1769 Diverse Maniere d´Adornare i
Romani (1751), Trofei di Ottaviano Cammini, donde los elementos orna-
Augusto (1753); en 1756, como culmi- mentales ganan protagonismo frente a
nación de la experiencia arqueológica la arqueología. Consecuencia de ello es
publica cuatro volúmenes de 250 plan- Vasi, candelabri, cippi, sarcophagi, tripo-
chas, Antichitá Romane. Y en Della di, lucerne ed ornamenti antichi, de
Magnificenza ed Architettetura de´Romani, 1778.
1761, hace una defensa de la arquitec- Las Vedute que se conservan en el
tura etrusca. Y es que para Pinaresi el Museo de Bellas Artes las donó D.
grabado arqueológico era un medio Francisco Atiénzar, vocal de la
para intervenir en el debate de la arqui- Comisión de Monumentos, en 1910.
tectura. Asimismo, dado su precario de conser-
De la década de 1760 es su obra más vación, fueron restauradas en 2001
polémica: en 1761 publica la segunda por el Instituto del Patrimonio
edición de las Carceri, con contrastes Histórico.
Gómez Frechina, José (1996), pp. 15-55; Calatrava Escobar, J. A. (1991), pp. 9-39.
169
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 4.GABINETE.❚❘
ANÓNIMO
País
Siglo XVII
Óleo sobre lienzo ❚❘ 108 x 131cm
2004/1
171
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 4.GABINETE.❚❘
DANIEL SEGHERS
Florero
Siglo XVII
Óleo sobre lienzo ❚❘ 149x125 cm
2004/3/1
173
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 4.GABINETE.❚❘
175
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 4.GABINETE.❚❘
ANÓNIMO ITALIANO
Vedutta I y Vedutta II
Siglo XVII
Óleo/Lienzo ❚❘ 140 x 190 cm
2005/2/1 2005/2/2
Estas dos grandes vedutte o vistas son función es la de ser un referente con el
una cara de las distintas realidades que que resaltar la monumentalidad y lo
empiezan a surgir, hacia 1600, en los tectónico de la escala de los pórticos. Y
géneros de la pintura, respecto a los es que estos óleos siguen la moda del
temas sacros y profanos, lo que arqueologismo que se impuso en Roma
Wittkower llamaría “diferenciación desde la segunda mitad del siglo XVII.
entre el arte eclesiástico y seglar”. Por otro lado, el tema de estos lienzos
La llegada a España, procedentes de es la perspectiva, dando desarrollo a lo
Italia y Flandes, de obras de diferente que los tratadistas del Renacimiento
temática, así como la presencia de denominaron “cubo prospéctico” y
comerciantes y financieros extranjeros, ubicando las composiciones, una en un
con gusto por los asuntos pictóricos pro- puerto; la otra en la costa, como un
fanos, determinan la producción y antecedente sin fundamento de lo que
encargos de los artistas locales. Mientras será, un siglo después, la pintura del
tanto, Roma es el centro y escuela de settecento napolitano, de Canaletto y
estos géneros pictóricos especializados. Belloto, y de lo que es, en esta época, la
Este interés por la pintura profana que- obra de Ciccio Cicaleso, Francesco
dará patente en los tratados del Siglo de Casselli o la ensoñación del clasicismo
Oro español, firmados por Carducho, romano de Claude Lorrain.
Palomino y Pacheco. Volviendo a nuestras obras, la inquie-
Las dos Vistas que nos ocupan presen- tante atmósfera de las Vistas se debe a
tan cierta problemática, ante la carencia las tonalidades terrosas y frías que,
de documentación y obras artísticas desde el celaje de nubes amenazantes -
con las que compararlas. No son dos como las de Salvatore Rosa- envuelve a
visiones de la antigüedad pues los per- ambas composiciones.
sonajes se encuadran en el siglo XVII. Las vedutte fueron adquiridas por la
Representados con escasa destreza, su Diputación Provincial de Murcia.
Agüera Ros, J.C (1994) pp. 422; Doménech, F.B (1999), pp. 108, 110; Catálogo de Arte
(1981), pp. 58-59; Colección de Arte (1992), p. 218.
177
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 4.GABINETE.❚❘
ANÓNIMO
Azulejos polícromos
Finales Siglo XVII-Principios Siglo XVIII❚❘ 11,2 x 11,2 cm y 11,2 x 11,2 cm
2005/8
179
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 4.GABINETE.❚❘
ANÓNIMO
Albarelo
Siglos XVI-XVII
28 x 12 cm
0/804 9291
El albarelo que nos ocupa aparece cata- origen, y no lleva tapa cerámica, pues
logado en el inventario del Museo como éstas eran de pergamino u hoja de lata,
“bote de farmacia talaverano”, datado y la mayoría se han perdido.
entre los siglos XVI y XVII. El origen del albarelo hay que situarlo
Esmaltado en azul y blanco, la decora- en el siglo XII en Persia, siendo intro-
ción es de tipo “esponjado”, y fue apli- ducido por los musulmanes en España,
cada por medio de un piquete. El color –el término es árabe–. Tuvo amplio
azul es predominante en los albarelos desarrollo gracias a la cerámica morisca
entre los siglos XV y XVII. Además, pre- del siglo XV, momento en que se
senta una pátina dorada, aplicada tras la empieza a difundir, primero en Italia
cocción, que se ha ido perdiendo. –la cerámica polícroma de los centros
El albarelo ante el que nos encontramos de Faenza y Urbino– y después en el
corresponde a los tipos populares que se resto de Europa, adquiriendo formas
trabajan en Talavera y coexiste con una cada vez más elaboradas, como las
producción más especializada. mayólicas francesas, y continuando la
Presenta similitudes con la que por ese producción en España –Talavera,
momento se realiza en Valencia y la Puente del Arzobispo, Manises, o
cerámica, algo anterior cronológica- Alcora– hasta principios del XIX.
mente, de los “pots blauts regalats” (del El centro de Talavera comienza a reve-
catalán “regalat” que chorrea), por lo larse en el siglo XVI, cuando las lozas
que a veces se dificulta la adscripción de reflejo metálico pierden importancia
de estas piezas a una u otra zona. ante las modas más sobrias, difundidas
Desde el punto de vista tipológico, el a la llegada de los Austrias, convirtién-
albarelo es un vaso cilíndrico, cuya fun- dose en crisol de las distintas funciones
ción es la de servir para contener las cerámicas.
medicinas de la farmacia. Su superficie La monocromía de la pieza, y su carácter
presenta una curvatura hacia adentro popular, su popularidad y difusión, no
para facilitar el manejo, dotando de ele- está reñida con la “otra” fama de la cerá-
gancia a la pieza, así como su estrecha- mica talaverana, que llegaría en el siglo
miento en la parte superior y en la base. XVII con las series polícromas de signo
Como sucede en los albarelos anterio- más culto y artístico.
res al siglo XVIII, no va rotulado de
Bonet Correa, A. (1982), pp. 602-604; Escárzaga, A. (1986), pp. 40-42; López Hernández,
M. T. (1982), pp. 23, 27-28.
181
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 4.GABINETE.❚❘
ANÓNIMO
Orza con escudo de águila bicéfala
Siglo XVI
Barro cocido/policromía/barniz ❚❘ 68,5 x 27,5 cm
0/979
Esta singular pieza, una gran orza de esti- asas de la orza están decoradas en color
lo renacentista, presenta rasgos que la verde y bajo éstas vemos inserta, en dos
ligan a la difusión del humanismo clásico medallones, a la figura de Palas Atenea,
durante los siglos XV y XVI. Plasma los diosa de la sabiduría y de la guerra
parámetros estilísticos que ya la Italia del ordenada, y a Polimnia, musa de la
Quattrocento y Cinquecento propaga retórica y de la elocuencia. Estas orlas
por Europa y que llegan a España en están flanqueadas por sendas grullas,
gran medida gracias a las relaciones alegoría de la justicia, de la longevidad
comerciales entre el levante hispano y la y de la bondad del alma.
zona meridional italiana. Contrapuesto al escudo imperial, un
Esta pieza bien pudiera haber formado híbrido, pues sólo el torso y cabeza son
parte de las obras exhibidas en la humanas, tiene dos alas por brazos y
Exposición Provincial de Bellas Artes y sus piernas son roleos vegetales. Con
Retrospectiva de las Artes Suntuarias vocación de tenante, sostiene un meda-
(1868), tal y como aparece la siguiente llón oval en el que se representa a
descripción: “...Una orza grande, tiem- Heracles, el Hércules romano, desnu-
pos del renacimiento...”. Estaríamos, do, barbado y tumbado.
pues, ante una cerámica perteneciente a El resto de la orza, tratado con un
los Fondos de la Comisión Provincial engobe amarillo, aparece decorado por
de Monumentos y que más tarde pasa- roleos vegetales, mascarones humanos
ría al denominado, entonces, Museo de como el ubicado bajo el águila bicéfala,
Antigüedades. La orza presenta un sin- rodeado por lo que parece la piel de un
gular programa iconográfico, del que animal, representando a Heracles con
destaca de la composición el escudo en la cabeza y piel del León de Nemea. En
relieve del águila bicéfala, flanqueado, este sentido, hay que recordar la identi-
más que sostenido, por dos tenantes, ficación de los emperadores con
dos jóvenes efebos de distinto sexo. Las Heracles y otros héroes de la antigüe-
183
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 4.GABINETE.❚❘
dad desde época romana, que retoma se hunden los orígenes del linaje fami-
en el siglo XVI Carlos V. Por último, liar, evidenciando la nobleza de la saga.
sobre el escudo del águila, una gárgola Por otro lado, el hecho de que los
en verde. tenantes sean un híbrido –son roleos
Incidiendo en la significación de los que rematan en tronco y cabeza huma-
elementos, cabría decir que el águila na con extremidades superiores– es
bicéfala como los demás elementos que motivo común en el mundo clásico
decoran la orza justifican una ideología (Spalato, Villa Adriana, Herculano).
concreta. De hecho, el águila bicéfala Sin dejar de resultar contradictorio, los
era considerada en la Europa de la tenantes jóvenes simulan los puttis del
Edad Moderna heredera del águila arte italiano, los roleos vegetales, las
bicéfala bizantina, pero en el siglo XVI telas, fluyen en la composición “a la
se convierte en la marca heráldica de la romana” y la pieza queda repleta del
dinastía de los Habsburgo: en símbolo optimismo del XVI, siguiendo los siste-
de la dignidad imperial y de la unión mas decorativos del Renacimiento.
del Imperio. Por último, destacar la adaptación a un
Respecto a los tenantes, cabría decir sistema simbólico y emblemático de
que son el referente de la antigüedad esta pieza, sin perder de vista el signifi-
del linaje. Signo de vetustez, e identifi- cado moralizante y lúdico, y resaltando
cado con el salvaje, el tenante se que el formalismo de este programa
remonta a la génesis legendaria del iconográfico contrasta con la factura
hombre, a la etapa mitológica de los suelta y la paleta libre y colorista en la
primeros moradores en cuyo principio aplicación de la policromía.
185
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 4.GABINETE.❚❘
FERNANDO MARTÍN
Matriz de imprenta “V.R D LA B. MARIA D LA ENCARNAN”
1792
Buril, aguafuerte/ plancha de cobre ❚❘ 9 x 14,5 cm
0/862/1
187
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 4.GABINETE.❚❘
Gallego, A. (1979) pp. 229-232 y 291-300; Ortega Pagán, N. Ortega Lorca, (1973), pp.
393-395.
189
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 4.GABINETE.❚❘
MIGUEL LEÓN
Tijeras de acero de escribano
1771
Acero doblado, labrado y grabado ❚❘ 36,5 cm
9362
Las tijeras de acero del Museo de Bellas las hace resaltar sobre el resto de moti-
Artes constituyen un buen ejemplar de vos labrados.
la tipología desarrollada en Albacete Como datos técnicos, las tijeras, cerra-
entre los siglos XVI y XVIII. De hecho, das, tienen una medida de 36,5 cm de
los rasgos que las definen les confieren largo y de 5,3 de ancho, siendo la dis-
originalidad dentro del conjunto de tancia desde el clavillo de 20,7 cm.
tijeras de escritorio y de barbero que Además, el material utilizado, el acero
existen en España. se obtuvo de manera profesional a lo
En esencia, porque están realizadas en largo del siglo XVIII.
acero, técnica perfeccionada en este Los artesanos del hierro aprendieron a
momento. Vemos también que están fabricarlo calentando hierro forjado y
firmadas, localizadas y fechadas: D. carbón vegetal en recipientes de arcilla
Miguel León, Albacete, 1771. durante varios días, absorbiendo sufi-
Miguel León pertenecía a una de las fami- ciente carbono para convertirse en
lias albaceteñas de espaderos, cuchilleros y acero auténtico.
cerrajeros dedicadas a la labra de las tijeras, Centrándonos en el diseño de la pieza,
siendo otras familias conocidas del gremio y siguiendo a Donoso-Cortés, hay que
las de Romero, Castellanos, Ximénez y decir que las cuchillas son amplias y
Cortés. Y por último, aparece inscrito el planas, con tres planos y muesca, y con
nombre del propietario “D.MISr Dn decoración vegetal y ave labradas de
Roque Gil”, abreviatura de “de mi Señor forma muy estilizada, y con las inscrip-
Don Roque Gil”. ciones referidas al autor y fecha, en una
Todas las leyendas aparecen con letras hoja, y al cliente en la otra. El escudete,
mayúsculas, intercaladas con algunas con ancho de dos centímetros, está gra-
abreviaturas, insistiéndose en la labra. bado; los motivos parecen representar,
De esta manera las inscripciones de las por un lado, una granada y la propia
tijeras se centraban en las hojas de las decoración empleada en las tijeras alba-
cuchillas, y la profundidad de la labra ceteñas “Ces”, “medias lunas” -de
191
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 4.GABINETE.❚❘
193
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 4.GABINETE.❚❘
García Cano, J.M y Manzano Martínez, J. (1991), pp. 141-162; Catálogo (1990), pp.161-
175; Bonet Correa, A. (1982), pp. 471-472; Fernández-Villamil, C.(1982), pp. 141 y 366;
Mijáilova, O. (1974), pp. s/n.
195
SALA 5
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 5.LA ILUSTRACIÓN Y EL S. XVIII.❚❘
AMÓNIMO
Inmaculada
Siglos XVII-XVIII
Óleo/Lienzo ❚❘ 110 x 77 cm
1992/10
199
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 5.LA ILUSTRACIÓN Y EL S. XVIII.❚❘
GIOVANNI ODAZZI
Muerte de San Agapito de Palestrina
Hacia 1720
Óleo/Lienzo ❚❘ 149 x 114 cm
0/31
Urrea, J. (1977); Catálogo de los Fondos y Secciones del Museo de Bellas Artes de Murcia
(1927), pp. 39; Martínez Calvo, J. (1987), p. 50.
201
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 5.LA ILUSTRACIÓN Y EL S. XVIII.❚❘
203
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 5.LA ILUSTRACIÓN Y EL S. XVIII.❚❘
Artista oriolano, cursa estudios de pin- cilla túnica y manto destacando las car-
tura en la Real Academia de San Carlos naciones de rostros y brazos en tonalida-
de Valencia, de la que fue nombrado des agrias que confieren a la figura el
miembro en 1773. Según Pérez rigor espiritual que representa. Los débi-
Sánchez es el último representante de tos a la pintura del Siglo de Oro, Mateo
cierta tradición valenciana que desde el Cerezo y José Antolinez, son evidentes
siglo XVII establecía a los pintores de la Cierta monumentalidad en el tratamien-
ciudad del Turia en la capital murciana. to general de la espléndida figura con-
Llegó a ser, junto a Francisco Folch de trastan con la ineficacia pictórica de
Cardona, director de la Sección de escorzos y tratamiento general de la com-
Pintura de la Sociedad Económica de posición. Junto a la Santa aparecen sus
Amigos del País, sustituyendo al pintor atributos característicos, calavera, disci-
Muñoz y Frías. Es abundante la obra plina y ungüentario, todo ello sobre una
que ha llegado hasta nosotros de roca que alude al espacio eremítico
Joaquín Campos (1748-1811), si bien donde se halla la Penitente.
es cierto que su producción fue un Sin duda, Joaquín Campos es el último
tanto irregular. A este respecto, Pérez eslabón de los caducos sistemas hereda-
Sánchez señaló que en ocasiones se dos de la gran pintura barroca y el ini-
limitaba a hacer copias guiado por su cio de nuevas fórmulas estéticas. Su
devoción, en tanto que en otras preten- mejor lienzo La Peste (1806), una de las
dió realizar complicados lienzos. Su obras más representativas del primer
primera obra conocida fue la bóveda de tercio del siglo XIX en Murcia, alude a
Santa María de Cartagena (1780), en la grave epidemia que sufrió la ciudad
colaboración con Francisco Folch de de Cartagena y al auxilio prestado por el
Cardona. Obispado de nuestra Diócesis; en
Campos plasma a María Magdalena en memoria, el Concejo murciano encargó
actitud orante y con la mirada elevada a Campos esta pintura.
hacia el cielo, frecuente iconografía de la Cultivó nuestro artista no solo la pin-
Santa desde Tiziano a Ribera. Viste sen- tura religiosa o la alegoría conmemora-
205
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 5.LA ILUSTRACIÓN Y EL S. XVIII.❚❘
207
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 5.LA ILUSTRACIÓN Y EL S. XVIII.❚❘
Catálogo de los Fondos y Secciones del Museo de Bellas Artes de Murcia (1923), p. 10;
Catálogo de los Fondos y Secciones del Museo de Bellas Artes de Murcia (1927), pp. 10-
11; De la Plaza Santiago, F. J. y Páez Burruezo, M. (1980), pp. 539-544; Jorge Aragoneses,
M. (1973); Martínez Calvo, J. (1986), p. 87, (1987), p. 32; Pérez Sánchez, A. E. (1976),
p. 296.
209
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 5.LA ILUSTRACIÓN Y EL S. XVIII.❚❘
Catálogo de los Fondos y Secciones del Museo de Bellas Artes de Murcia (1923), p. 10;
Catálogo de los Fondos y Secciones del Museo de Bellas Artes de Murcia (1927), pp. 10-
11; [(1987), p. 32]; Baquero Almansa, A. (1913), pp. 297-300; De la Plaza Santiago, F. J.
y Páez Burruezo, M. (1980), pp. 539-544; Jorge Aragoneses, M. (1973), p. 23; Martínez
Calvo, J. (1986), p. 89, Pérez Sánchez, A. E. (1976), p. 296.
211
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 5.LA ILUSTRACIÓN Y EL S. XVIII.❚❘
Catálogo de los Fondos y Secciones del Museo de Bellas Artes de Murcia (1923), p. 10;
Catálogo de los Fondos y Secciones del Museo de Bellas Artes de Murcia (1927), pp. 10-
11; De la Plaza Santiago, F. J. y Páez Burruezo, M. (1980), pp. 539-544; Jorge Aragoneses,
M. (1973), p. 22; Martínez Calvo, J. (1986), p. 89, (1987), p. 32; Pérez Sánchez, A. E.
(1976), p. 296.
213
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 5.LA ILUSTRACIÓN Y EL S. XVIII.❚❘
ANÓNIMO
Retratos de damas
Siglos XVIII-XIX
Técnica mixta. Pintura sobre cristal ❚❘ 38 x 29 cm
0/147 y 0/149
Las obras que nos ocupan son dos carácter decorativo, que se extendió por
Retratos de damas que forman pareja. toda Europa durante los siglos XVIII y
Responden en su configuración a la XIX.
pintura que se estaba realizando duran- En otro orden de cosas, estas pequeñas
te el reinado de la dinastía borbónica. pinturas evidencian la influencia de la
Aunque las piezas están inventariadas corriente cortesana francesa en el
desde los primeros catálogos del Museo atuendo de las figuras, dos petimetras,
de Bellas Artes como de “época de donde destaca el uso de las telas en
Carlos IV”, la indumentaria correspon- rasos claros y pastel, y grandes postizos
de a etapas anteriores, las de los monar- con tocados. Son un reflejo, en este
cas Fernando VI o Carlos III. sentido, de la artificiosidad de la vida
Los retratos de las damas aparecen en palaciega y de los ambientes cortesanos,
tres cuartos y responden a las caracte- reflejando una imagen amable de una
rísticas de la corriente Rococó, vertien- sociedad que se encontraba en pleno
te renovadora del Barroco, en donde se proceso de transformación.
aplica una ornamentación elaborada y Fueron donadas por Vicente Llovera al
delicada, tanto en la estructura compo- Museo de Bellas Artes en septiembre de
sitiva como en el tema representado. Se 1910, junto a una espléndida serie de
trata de un arte amable, de evidente grabados de G. B. Piranesi.
Catálogo de la Sección de Bellas Artes (1910), p. 47; Catálogo de los Fondos y Secciones
del Museo de Bellas Artes de Murcia (1927), p. 64; Martínez Calvo, J. (1986), p. 87,
(1987), p. 16.
215
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 5.LA ILUSTRACIÓN Y EL S. XVIII.❚❘
217
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 5.LA ILUSTRACIÓN Y EL S. XVIII.❚❘
219
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 5.LA ILUSTRACIÓN Y EL S. XVIII.❚❘
Pintor natural de Cieza (Murcia), tras propia del retrato tradicional hispano
diversos avatares personales, su vida se que se había impuesto tiempo atrás, en
vincula al Cardenal Belluga como fami- la época de los Austrias; desde Pantoja
liar del prelado, recibiendo órdenes de la Cruz a Sánchez Coello. En cam-
menores. bio, Ruiz Melgarejo lo representa de
Inicia su formación, como indican los modo muy distinto, a la manera france-
investigadores De la Plaza Santiago y sa, imprimiendo un aire academicista a
Páez Burruezo, en la Academia de lo Van Loo.
Lorenzo Vila, donde es probable que Ambos óleos, el de Felipe V y el de su
entrara en contacto con el artista primera mujer, María Luisa de
Nicolás de Bussy. Pérez Sánchez ha Saboya, forman pareja y responden a
apuntado a este respecto, que la pintura una composición similar y a idénticas
de Juan Ruiz Melgarejo (1680-1751) dimensiones. En cuanto a la estructu-
evoca las tendencias propuestas en la ra compositiva, coloca a los personajes
configuración de los retratos de la corte, ocupando la mayor parte del lienzo,
que en aquellos momentos postulaba de medio cuerpo, con paisaje al fondo.
Miguel Jacinto Meléndez, por lo que El monarca, a diferencia de otros
probablemente este artista conoció las retratos que seguían la tradición arriba
corrientes cortesanas en una hipotética señalada, asume ciertos presupuestos
estancia madrileña. franceses, viste con armadura y cetro.
Felipe V fue un rey educado en Versalles, Ella, aparece ataviada con indumenta-
acostumbrado, en este sentido, a la fas- ria de caza y un escopetón en su mano
tuosidad barroca gala. Buscó, sin embar- derecha.
go, propiciado por la situación que Ambos fueron adquiridos por la
encontró a su llegada a España tras los Comisión de Monumentos de la
acontecimientos bélicos de la Guerra de Testamentaría de Juan Albacete, y apa-
Sucesión, la austeridad y la sobriedad recen en el inventario antes de 1910.
Catálogo del Museo de Bellas Artes de Murcia (1910), p. 33; Catálogo del Museo de Bellas
Artes de Murcia (1923), pp. 46-47; Catálogo del Museo de Bellas Artes de Murcia (1927),
p. 53; Baquero Almansa, A. (1913), p. 293; De la Plaza Santiago, F. J. y Páez Burruezo, M.
(1980), pp. 525-527; Martínez Calvo, J. (1986), p. 87, (1987), p. 56; Pérez Sánchez, A. E.
(1976), p. 293.
221
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 5.LA ILUSTRACIÓN Y EL S. XVIII.❚❘
225
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 5.LA ILUSTRACIÓN Y EL S. XVIII.❚❘
Baquero Almansa, A. (1913), pp. 157-162; De la Peña Velasco, C. (1999), p. 183, (2001);
Hernández Albaladejo, E. (1978), 111-118, (2000), pp. 41-49; Martínez Calvo, J. (1987), p. 84.
227
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 5.LA ILUSTRACIÓN Y EL S. XVIII.❚❘
SENÉN VILA
La Anunciación
Primera década del Siglo XVIII
Óleo/Lienzo ❚❘ 93 x 154 cm
0/141
Catálogo de los Fondos y Secciones del Museo de Bellas Artes de Murcia (1927), p. 174;
Catálogo (1986), p. 137; Catálogo (1987), p. 645; Catálogo Murcia Barroca (1990), pp. 83-
84; Agüera Ros, J. C. (2002), pp. 381-409; Baquero Almansa, A. (1913), pp. 122-129;
Caballero Carrillo, M. R. (1985), pp. 92-93; Martínez Calvo, J. (1986), p. 85, (1987), p. 62.
229
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 5.LA ILUSTRACIÓN Y EL S. XVIII.❚❘
ANÓNIMO ANÓNIMO
San Juan Evangelista San José y el Niño
Primera mitad del siglo XVIII siglo XVIII
Madera policromada ❚❘ 91 x 55 x 30 cm Madera policromada ❚❘ 55 x 29 x 17 cm
1989/2/4 0/158
ANÓNIMO ANÓNIMO
Virgen Dolorosa San Juanito o Niño Jesús
Primera mitad del siglo XVIII Primera mitad del siglo XVIII
Madera policromada ❚❘ 88 x 44 x 33 cm Madera policromada ❚❘ 49 x 27 x 19 cm
1989/2/3 0/159
Los años del siglo XVIII fueron impor- En los conventos de la región, hay gran
tantes para la historia de Murcia. La cantidad de las imágenes llamadas de
mayor parte de su tesoro artístico se “Nápoles”, de tamaño pequeño, de urna y
fecha en esta centuria. Se trata de la de vestir. Al igual que en esculturas de gran
época de mayor esplendor y fecundi- devoción, titulares y patronas de ciudades.
dad de las artes, es el Siglo de Oro de la En 1718 llegó a Murcia Antonio
escultura murciana. Dupar, quizá gracias a las buenas rela-
Las relaciones comerciales y políticas ciones con Francia y al comercio marí-
con Italia iniciadas a finales del siglo timo existente entre Cartagena y
XVII, a mediados del siglo XVIII se Marsella. Llegó con la intención de
fueron estrechando, siendo Murcia y abrirse camino y precedido por el nom-
Cartagena las ciudades que más reflejan bre del taller paterno, situado en
esa íntima conexión y dando lugar en el Marsella. Conocía muy bien, las técni-
ámbito artístico al “Barroco levantino”. cas en madera, que junto a su conoci-
Observamos un arte risueño, sensual y miento de la tradición francesa, acadé-
colorista, con raíces en el barroquismo mica y clasicista, calmaron las caracte-
berniniano. rísticas barrocas de acento berniniano.
Durante el primer tercio del siglo los Dupar sigue la estética del arte italiano
escultores, sabedores del éxito de las genovés del siglo XVII, con siluetas de
imágenes de brillantes policromías y finos contornos en contraposición al
sonrosadas carnaciones procuraron expresionismo atormentado de Puget.
adaptar sus modelos a los que mostraba La esculturas de San Juan Evangelista y
la sensibilidad napolitana. la Virgen son dos figuras parte inte-
231
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 5.LA ILUSTRACIÓN Y EL S. XVIII.❚❘
grante del Calvario que coronaba el entre los postulados manieristas y las
retablo de la Capilla Mayor de la Iglesia nuevas tendencias plásticas del primer
de San Esteban de Murcia. Es esta una Barroco.
época en la que los retablos entran en Fueron trasladadas a la Iglesia de San
diálogo con la escultura. Juan de Dios en julio de 1996.
Son tallas de grave expresionismo, El Niño Jesús es una figura de pie y se
entroncadas con la imaginería del siglo nos muestra con una pierna cruzada
XVIII. Reflejan dramatismo, expresado sobre la otra. La base es de corcho y ori-
a través del movimiento de los plega- ginariamente iba decorada con floreci-
dos. De este conjunto destaca el Cristo llas, conchas y un corderito, de la que
Crucificado, atribuido a Domingo aún existen restos.
Beltrán, escultor manierista, a caballo
De la Plaza Santiago, F. J. y Pérez Páez, M. (1980), pp. 396-460; López Jiménez, J. C. (1966);
Martín González, J. J. (1983), pp. 517-532; Pérez Sánchez, A. E. (1976), pp. 272-296.
233
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 5.LA ILUSTRACIÓN Y EL S. XVIII.❚❘
Francisco Salzillo nació en el año 1707 te hacía el mundo del arte, reflejando
en Murcia, siendo bautizado en la en su obra la tradición napolitana que
Parroquia de Santa Catalina. Fue el entraña su origen familiar. En el año
segundo de siete hijos del matrimonio 1744 surge la Real Academia de San
formado por Nicolás Salzillo y la mur- Fernando, Salzillo entonces se encon-
ciana Isabel Alcaraz. Nació a principios traba en plena actividad artística y con
de un siglo lleno de transformaciones, reconocida fama entre sus paisanos.
iniciado con un cambio de dinastía, Destaca en su vida artística una prime-
dentro del Barroco tardío y que con- ra etapa, que sería la comprendida
cluyó con cambios de pensamiento entre los años 1727 y 1745, que coin-
hacia la figura del artista, arrinconando cide con los años del fallecimiento de
al maestro tradicional del taller por los sus padres y con las influencias de
artistas formados en las academias ofi- Nápoles. A partir de aquí, su estilo se
ciales. orienta hacia modelos de pequeño
Heredó de su padre, el taller y se con- canon y vibrante policromía.
virtió en uno de los grandes maestros Entre 1746 y 1765, Baquero y Fuentes
de la escultura española. Comenzó ayu- y Ponte sitúan su etapa de prosperidad,
dando a su padre en el oficio, a la vez realizando en este momento sus obras
que experimentó una vocación religio- más importantes. Recibe ahora ayuda y
sa, ingresando como novicio en el colaboración de los discípulos.
Convento de Santo Domingo el Real. En 1755 fue nombrado escultor de la
Todos los que su vida han estudiado, ciudad. Salzillo era un hombre de arrai-
coinciden en afirmar que fue un escul- gadas convicciones religiosas y pertene-
tor muy influenciado por el medio cul- ció a diversas cofradías. En el año 1755
tural y religioso que le rodeaba, al que Salzillo ya había realizado algunas de
respondían sus encargos. Podemos sus obras más importantes para una
hablar con certeza tan sólo de dos cofradía murciana, la cofradía de Jesús.
patronos o mecenas, la Cofradía de Dispone Salzillo los mantos con una
Jesús en Murcia y el aristócrata estructura ondulante, a modo de corti-
Jesualdo Riquelme que le encargó su na, que desvela el cuerpo, y con una
afamado Belén. estructura triangular en los bordes del
Tras el fallecimiento de su padre en 1727, manto, lo que confirma su tendencia
Francisco Salzillo tomó la dirección del hacía las siluetas comprendidas como
taller y dirigió sus pasos definitivamen- suma de detalles, dándole gran relevan-
235
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 5.LA ILUSTRACIÓN Y EL S. XVIII.❚❘
cia al color. Un color que da a las escul- Es una figura de factura mediana y viva
turas luminosidad y transparencia, al policromía que refleja las característi-
ser aplicados éstos sobre delgadas líneas cas más destacadas de la impronta sal-
horizontales que simulan los tejidos zillesca. Apreciamos cómo gusta
bordados. Otro periodo significativo Salzillo de presentar los pliegues abun-
sería el comprendido entre 1766 y dantes, redondeando las aristas para así
1783 aunque Baquero y Fuentes discre- obtener blandura. Coloca las cabezas
pen en la definición del estilo durante sobre cuellos no estáticos sino ligera-
esta etapa. Para Baquero supuso la mente inclinados hacia derecha o
decadencia y para Fuentes el equilibrio, izquierda. Es esta una obra de talla que
la sencillez y la madurez del artista. Lo deja a la vista la maestría al labrar las
cierto es que, según Ceán Bermúdez, la telas y el minucioso estudio de los ras-
gran actividad de Salzillo quedó paten- gos de la ancianidad.
te en las mil setecientas noventa y dos En el año 1987, la Comunidad
obras salidas de su taller. Autónoma de la Región de Murcia
Francisco Salzillo murió el dos de adquirió una interesante serie de cua-
marzo de 1783 y fue enterrado en el tro medallones (San Juan, La
desaparecido convento de Capuchi- Dolorosa, San Antonio y San José),
nas. inscritos en la tradición Salzillesca y
La imagen de San Joaquín forma parte que expresan la popularización y difu-
del retablo del Sacramento de la Iglesia sión de determinadas tipologías técni-
de San Esteban de Murcia, formando cas e iconográficas, derivadas del traba-
pareja con la figura de Santa Ana. jo del maestro.
237
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 5.LA ILUSTRACIÓN Y EL S. XVIII.❚❘
MARCOS LABORDA
El Buen Pastor
1817
Madera policromada ❚❘ 58 x 47 x 29 cm
1989/4/1
239
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙LOGIA❚❘
ANÓNIMO
La Puerta de Marichaves
Siglo XV-Primer tercio del Siglo XVI.
Madera tallada ❚❘ 238 x 140 cm
0/137
241
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙LOGIA❚❘
sido identificados con dos linces contra- rasgos zoomórficos (híbridos) que se
puestos según el Bestiario de basa en la creencia en la infinita posibi-
Cambridge, poseen un carácter emble- lidad combinatoria entre los seres, y la
mático muy acentuado. A su vez el mas- figura humana naturalista.
carón estaría relacionado con los siste- El otro gran grupo es el Bestiario, deri-
mas decorativos del Renacimiento, evi- vado del medioevo, pasando por Plinio
denciando un arqueologismo fantástico. (Naturalis Historia, Physiologus) y Pierre
Englobando las diversas figuras repre- Beauvais. Aquí se recogen figuras tales
sentadas podrían hacerse dos grupos: como el elefante, el rostro del león, los
aquellos derivados del mundo antiguo, cuadrúpedos y se representa un bestia-
como los mascarones recogidos en el rio fantástico.
Evangeliario del Monasterio de Drazark En resumen, todo este programa, dota-
del S. XV, el Lapidario de Alfonso X El do de simbología y significación, apli-
Sabio, el Pontificae del Obispo de cado con un “horror vacui” pese a orga-
Mende, S. XIV; las figuras vegetaliza- nizarse en unidades iconográficas inde-
das, conocidas en el Meditarráneo anti- pendientes, es ejemplo del saber huma-
guo, que se propagan a través del nístico presente en las minorías cultas
mundo clásico; la figura humana, de de la Murcia del XVI.
243
SALA 6
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 6.DEL ACADEMISMO AL ECLECTICISMO LOS GRANDES GÉNEROS PICTÓRICOS❚❘
Los datos biográficos más relevantes en desierto como eremita. La figura pre-
torno a la figura de Domingo Valdi- senta el tronco desnudo. En este orden
vieso (1830-1872), así como las notas de cosas, la iconografía responde a la
características de su pintura, han sido tradición barroca que convierte en un
apuntados en la obra titulada Luna de pretexto el asunto para realizar un estu-
Miel que ha sido objeto de estudio en dio de la anatomía femenina. El fuerte
las páginas de este catálogo. contraste de luces, puesto de manifies-
La Magdalena en oración es la primera to entre la oscura penumbra del fondo
obra oficial que Domingo Valdivieso y la luminosidad de los tonos fríos del
manda a la Diputación Provincial de cuerpo del personaje, acentúan el
Murcia desde su estancia romana, resi- carácter sensual de la obra, estructura-
dencia en la que prosiguió estudios gra- do por un alto sentido de la elegancia y
cias a la beca que obtuvo de la citada un acertado instinto a la hora de utili-
institución, junto a otros dos cuadros: zar el color.
un boceto del Cristo yacente y Luna de Obedece en cierta medida a los con-
Miel, ambos sitos en el Museo de Bellas vencionalismos y premisas clásicas, en
Artes. tanto que el tema es tratado, como se
Este óleo muestra a la Santa, emblema ha indicado arriba, con una mezcla de
de la belleza arrepentida, de rodillas sensualidad y misticismo.
ante la cruz, con una calavera y un libro Auque es una obra que entronca con la
abierto en el suelo, símbolos de la peni- tradición barroca, deja entrever, al
tencia y de su vida contemplativa en el mismo tiempo, un espíritu romántico.
Catálogo de la Exposición de Bellas Artes y retrospectiva (1868), p. 12; Catálogo del Museo
de Bellas Artes de Murcia (1910), p. 38; Catálogo del Museo de Bellas Artes de Murcia
(1923), p. 47; Catálogo del Museo de Bellas Artes de Murcia (1927), pp. 53-54; Baquero
Almansa, A. (1913), p. 386; De la Plaza Santiago, F. J. y Páez Burruezo, M. (1981), p. 328;
Martínez Calvo, J. (1986), p. 95, (1987), pp. 60-61; Ossorio y Bernard, M. (1975), p. 680.
247
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 6.DEL ACADEMISMO AL ECLECTICISMO LOS GRANDES GÉNEROS PICTÓRICOS❚❘
Los datos biográficos más relevantes en obras se percibe la necesidad que sentía
torno a la figura de Domingo Valdi- Valdivieso por respetar los aspectos aca-
vieso y Henarejos (1830-1872), así démicos, dejando muy poco a la sínte-
como las notas características de su pin- sis y a la espontaneidad.
tura, se apuntan en la obra titulada Presenta al Cristo tendido, al pie de la
Luna de Miel que ha sido objeto de Cruz, sobre una sábana o sudario, en
estudio en las páginas de este mismo una visión lateral. El problema espacial
catálogo. lo soluciona a través de un impecable
Los cuadros más personales de este artis- escorzo que estructura la obra. Destaca
ta son los de temática religiosa, género el tratamiento de las telas que se con-
que abordó en numerosas ocasiones. El vierten en focos lumínicos, al igual que
Cristo yacente es un estudio preparatorio el cadáver. En el paisaje del fondo sólo
del Entierro de Cristo, obra conservada se advierte la luz de un rojo crepúsculo,
en el Museo de Jaén, con el que presen- que entronca con la corriente veneciana
ta algunas variantes. En el boceto del del siglo XVI, dramatiza la escena y está
museo de Murcia el brazo derecho está cargada de un fuerte sentido funerario.
caído hacia un plano inferior que rectifi- Se representa el asunto así, en clave
có en la obra definitiva. La mano abier- romántica de inspiración nazarena.
ta hacia arriba, signo de desamparo, la Según la tradición popular fue el tam-
modificó en el cuadro del museo jien- bién pintor Eduardo Rosales quien
nense, para confirmar una composición posó como modelo para la figura de
más cerrada. Comparando las dos Cristo.
249
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 6.DEL ACADEMISMO AL ECLECTICISMO LOS GRANDES GÉNEROS PICTÓRICOS❚❘
Catálogo de los Fondos del Museo de Bellas Artes (1910), pp. 27-28; Catálogo de los
Fondos y Secciones del Museo de Bellas Artes de Murcia (1923), pp. 34-35; Catálogo de
los Fondos y Secciones del Museo de Bellas Artes de Murcia (1927), pp. 40-41; Catálogo
(1987), p. 51; Baquero Almansa, A. (1913), p. 372; Martínez Calvo, J. (1987), p. 51;
Ossorio y Bernard, M. (1975), p. 516.
251
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 6.DEL ACADEMISMO AL ECLECTICISMO LOS GRANDES GÉNEROS PICTÓRICOS❚❘
253
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 6.DEL ACADEMISMO AL ECLECTICISMO LOS GRANDES GÉNEROS PICTÓRICOS❚❘
Marcha a Madrid muy joven y comienza Considerada ésta una pintura derivada de
su actividad creativa en la capital como los prototipos davinianos, los registros pic-
ilustrador en publicaciones como el tóricos se afirman en la plasmación de un
Semanario Pintoresco y los libros El judío espacio cerrado, con abertura al fondo
errante, Las Mil y una noches o El asno mediante diferentes planos. La escena, que
muerto, trabajo que le permite costearse se supone histórica, presenta a Sócrates que
sus estudios en la Academia de San exhorta al militar díscolo sentado junto a
Fernando. Más tarde, Hernández Amores una hetaira sobre la que apoya uno de sus
(1823-1894) recibe una pensión para brazos y la cabeza. De escenografía y gestos
continuar estudios en París, junto a enfáticos y grandilocuentes, el argumento
Gleyre, con el que se formaron los más es un mero vehículo para ejercitar el rigor
importantes maestros del Impresionismo. ambiental inscrito en la corriente clasicista
Allí, permanece un año, y posteriormente derivada del purismo internacional que
cuatro más en Roma (1853), junto a desde David se prolonga hasta la segunda
Casado y Gisbert, donde se pone en con- mitad del Ochocientos con Couture y
tacto con Overbeck y conoce las nuevas Alma Tadema. Para Carlos Reyero estos
corrientes, sobre todo la de los Nazarenos arquetipos pictóricos se entroncarían con
alemanes. Fue nombrado profesor de los rasgos representativos y verosímiles y
dibujo de la Real Academia, cargo que con el lenguaje artístico e iconográfico de la
abandonó al ser designado director de las pintura española del siglo XIX.
Escuelas de Artes y Oficios. En 1890 Con el lienzo definitivo, perteneciente a
ingresó como académico en la Real los Fondos del Museo Nacional del Prado,
Academia de San Fernando. obtuvo la segunda medalla en la
Ya en esta composición de carácter prepa- Exposición Nacional de 1858.
ratorio se prefigura la impronta clasicista Asimismo, se exhibió en el Pabellón
del maestro. Su aprendizaje en Roma le Español de la Exposición Universal de
proporcionaría las claves necesarias y un Londres de 1862. En cuanto a este boceto,
lenguaje plástico preciso, enraizado en el fue depositado en el Museo de Bellas Artes
idealismo clasicista y en la búsqueda de por Rosendo Alcázar en 1910.
cierto virtuosismo arqueológico.
Catálogo de los Fondos del Museo de Bellas Artes (1910), pp. 16-17; Catálogo de los Fondos y
Secciones del Museo de Bellas Artes de Murcia (1923), pp. 22-23; Catálogo de los Fondos y
Secciones del Museo de Bellas Artes de Murcia (1927), pp. 25-27; Catálogo Arte en Murcia,
1862-1985 (1985), p. 28; Baquero Almansa (1913), pp. 399-408; De la Plaza Santiago, F. J. y
Páez Burruezo, M. (1982), p. 320; De Pantorba, B. (1980), p. 419; Gutiérrez García, M. A.
(1991), p. 182; Martínez Calvo, J. (1986), p. 95, (1987), p. 41; Ossorio y Bernard, M. (1975),
pp. 328-330; Páez Burruezo, M. (1999), p. 30; Pérez Sánchez, A. E. (1976), p. 314.
255
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 6.DEL ACADEMISMO AL ECLECTICISMO LOS GRANDES GÉNEROS PICTÓRICOS❚❘
Artista malogrado, fallece a muy tem- ropas, que evocan la indumentaria del
prana edad, apenas cuenta veintiséis primer tercio del siglo XVII, y los ense-
años cuando muere a causa de una res, así como los elementos decorativos,
infección tuberculosa. Su carrera describen a la perfección el gusto de la
entronca con la corriente costumbrista, época. En los Mosqueteros, Adolfo
género tan en boga en la Murcia del Rubio (1841-1867), refleja tendencias
momento, si bien es cierto que el cua- cercanas a la Escuela de Ernest
dro que nos ocupa supone una clara Meissonier, representante del realismo
excepción dentro de la totalidad de su burgués del siglo XIX, alejado de la
obra. Fue alumno de la Sociedad pintura de crítica social que un impor-
Económica de Amigos del País de tante sector de artistas estaba realizan-
Murcia y, posteriormente, de la Escuela do en el país vecino. Tal vez, esta
de Bellas Artes de Madrid. Se le conce- influencia se desprenda de la estrecha
dió una pensión que había abandonado amistad que lo unió al también pintor
Domingo Valdivieso para continuar Luis Ruipérez, discípulo del maestro
estudios en Francia, pero su grave francés que le influiría en la elección
enfermedad le impide que pueda dis- del tema del casacón y la mosquetería.
frutarla. De otro lado, puesto que él no había
Los tres mosqueteros es un pequeño viajado a Francia a causa de su salud, se
tableautin de asunto histórico y litera- constata la enorme difusión de deter-
rio con un marcado interés por plasmar minadas modas gracias a los grabados
la ambientación y costumbres de los que servían para ilustrar algunas revis-
años del reinado de Luis XIII. La tas, al teatro y a la ópera. En este senti-
acción se sitúa en un interior donde do la novela de Alejandro Dumas
dos jóvenes mosqueteros beben y con- refuerza la ya extendida tesis de la
versan, al tiempo que un tercero duer- influencia de la literatura en la pintura
me echado encima de la mesa. Las del siglo XIX.
Catálogo del Museo de Bellas Artes de Murcia (1868), p. 10; Catálogo del Museo de Bellas
Artes de Murcia (1910), p. 32; Catálogo del Museo de Bellas Artes de Murcia (1923), pp.
39-40; Catálogo del Museo de Bellas Artes de Murcia (1927), p. 43; Catálogo (1985), p.
36; Catálogo del Museo de Bellas Artes de Murcia (1987), p. 27; Catálogo Colección de
Arte Moderno y Contemporáneo Patrimonio de la Comunidad Autónoma de Murcia
(1992), p. 175; Baquero Almansa, A. (1913), pp. 391-392; De la Plaza Santiago, F. J. y
Páez Burruezo, M. (1982), p. 333; Martínez Calvo, J. (1986), p. 105, (1987), pp. 54-55;
Ossorio y Bernard, M. (1975), pp. 601-602; Pérez Sánchez, A. E. (1976), pp. 316-317.
257
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 6.DEL ACADEMISMO AL ECLECTICISMO LOS GRANDES GÉNEROS PICTÓRICOS❚❘
Catálogo de los Fondos del Museo de Bellas Artes (1910), pp. 20-21; Catálogo de los
Fondos y Secciones del Museo de Bellas Artes de Murcia (1923), pp. 27-28; Catálogo de
los Fondos y Secciones del Museo de Bellas Artes de Murcia (1927), pp. 31-32; Catálogo
del Museo de Bellas Artes de Murcia (1987), pp. 22-23; Baquero Almansa, A. (1913), pp.
410-411; De la Plaza Santiago, F. J. y Páez Burruezo, M. (1981), pp. 336-337; De
Pantorba, B. (1980), p. 436; Martínez Calvo, J. (1986), p. 99, (1987), p. 45; Ossorio y
Bernard, M. (1975), p. 427; Pérez Sánchez, A. E. (1976), p. 336.
259
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 6.DEL ACADEMISMO AL ECLECTICISMO LOS GRANDES GÉNEROS PICTÓRICOS❚❘
Como se ha puesto de manifiesto, ade- XVI, donde aparecen una gran canti-
más de reseñar los aspectos biográficos dad de personajes que llenan la compo-
más importantes, en la descripción de sición. Cobra especial relevancia el
la obra de este mismo autor que apare- interés que manifiesta el autor por
ce en el catálogo bajo la denominación recoger aquellos aspectos definitorios
Misa en el Trascoro, la pintura de Juan de la época en la que sitúa el festejo;
Martínez Pozo (1845-1871), se englo- indumentaria, elementos decorativos,
ba dentro de la órbita del eclecticismo arquitectura, mobiliario, característica
pictórico de finales del siglo XIX, a que se instituye como uno de los rasgos
caballo entre las corrientes románticas fundamentales que se perpetúan dentro
y el pintoresquismo. Su ideario artísti- de su ideario pictórico.
co, del mismo modo, está marcado por De notable provecho es la resolución
las ricas aportaciones efectuadas por que aplica a la hora de solventar la con-
Ingres que asume en su estancia de cepción espacial y la distribución de los
estudio parisina. numerosos personajes dentro de la
El boceto que nos ocupa, enmarcado escena. Ambos apartados nos remiten a
dentro del género histórico, alude a una estructura compositiva de evidente
una fastuosa celebración en el siglo carácter escenográfico.
Catálogo de los Fondos del Museo de Bellas Artes (1910), pp. 20-21; Catálogo de los
Fondos y Secciones del Museo de Bellas Artes de Murcia (1923), pp. 27-28; Catálogo de
los Fondos y Secciones del Museo de Bellas Artes de Murcia (1927), pp. 31-32; Catálogo
del Museo de Bellas Artes de Murcia (1987), pp. 22-23; Baquero Almansa, A. (1913), pp.
410-411; De la Plaza Santiago, F. J. y Páez Burruezo, M. (1981), pp. 336-337; De
Pantorba, B. (1980), p. 436; Martínez Calvo, J. (1987), p. 45; Ossorio y Bernard, M.
(1975), p. 427; Pérez Sánchez, A. E. (1976), p. 336.
261
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 6.DEL ACADEMISMO AL ECLECTICISMO LOS GRANDES GÉNEROS PICTÓRICOS❚❘
Catálogo de los Fondos del Museo de Bellas Artes (1910), pp. 20-21; Catálogo de los
Fondos y Secciones del Museo de Bellas Artes de Murcia (1923), pp. 27-28; Catálogo de
los Fondos y Secciones del Museo de Bellas Artes de Murcia (1927), pp. 31-32; Catálogo
del Museo de Bellas Artes de Murcia (1987), pp. 22-23; Baquero Almansa, A. (1913), pp.
410-411; De la Plaza Santiago, F. J. y Páez Burruezo, M. (1981), pp. 336-337; De
Pantorba, B. (1980), p. 436; Martínez Calvo, J. (1986), p. 99, (1987), p. 45; Ossorio y
Bernard, M. (1975), p. 427; Pérez Sánchez, A. E. (1976), p. 336.
263
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 6.DEL ACADEMISMO AL ECLECTICISMO LOS GRANDES GÉNEROS PICTÓRICOS❚❘
Catálogo de los Fondos del Museo de Bellas Artes (1910), pp. 20-21; Catálogo de los
Fondos y Secciones del Museo de Bellas Artes de Murcia (1923), pp. 27-28; Catálogo de
los Fondos y Secciones del Museo de Bellas Artes de Murcia (1927), pp. 31-32; Catálogo
del Museo de Bellas Artes de Murcia (1987), pp. 22-23; Baquero Almansa, A. (1913), pp.
410-411; Belda Navarro, C. (1992), p. 175; De la Plaza Santiago F. J. y Páez Burruezo, M.
(1981), pp. 336-337; De Pantorba, B. (1980), p. 436; Martínez Calvo, J. (1987), p. 45;
Martínez Gil, J. (1996), pp. 117-119; Ossorio y Bernard, M. (1975), p. 427; Pérez Sánchez,
A. E. (1976), p. 336.
265
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 6.DEL ACADEMISMO AL ECLECTICISMO LOS GRANDES GÉNEROS PICTÓRICOS❚❘
Catálogo de los Fondos del Museo de Bellas Artes (1910), pp. 20-21; Catálogo de los
Fondos y Secciones del Museo de Bellas Artes de Murcia (1923), pp. 27-28; Catálogo de
los Fondos y Secciones del Museo de Bellas Artes de Murcia (1927), pp. 31-32; Catálogo
del Museo de Bellas Artes de Murcia (1987), pp. 22-23; Baquero Almansa, A. (1913), pp.
410-411; Belda Navarro, C. (1992), p. 175; De la Plaza Santiago, F. J. y Páez Burruezo, M.
(1981), pp. 336-337; De Pantorba, B. (1980), p. 436; Martínez Gil, J. (1996), pp. 117-
119; Martínez Calvo, J. (1986), p. 99, (1987), p. 45; Ossorio y Bernard, M. (1975), p. 427;
Pérez Sánchez, A. E. (1976), p. 336.
267
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 6.DEL ACADEMISMO AL ECLECTICISMO LOS GRANDES GÉNEROS PICTÓRICOS❚❘
Los aspectos biográficos, así como las pormenorizada de los atuendos, arqui-
notas características, de Juan Martínez tecturas y ambientación. Responde a la
Pozo (1845-1871) han sido reseñados tendencia ecléctica que se implanta a
en el apartado dedicado a la pieza Misa finales del siglo XIX, de la que es segui-
en el Trascoro, que se describe en este dor Martínez Pozo, pues se encuentra
catálogo. aún inmerso en las corrientes derivadas
El lienzo que nos ocupa, El trovador, lo del Romanticismo. Resaltan las calida-
remitió el pintor a la Diputación des matéricas, las diversas texturas, así
Provincial desde París, durante la estan- como la soltura con la que resuelve el
cia que se le pensionó para proseguir esquema compositivo, contraponiendo
sus estudios, junto a otras dos obras La a las dos mujeres que forman un solo
Odalisca y Margarita probándose las grupo con la figura del trovador.
joyas, sitas en el Museo de Bellas Artes. Se inspira en la pieza teatral El trovador
El cuadro responde a una estructura de García Gutiérrez, drama romántico
compositiva pictórica en la que priman protagonizado por Azucena y Leonor,
los efectos teatrales y escenográficos, en un marco caballeresco y cortesano
tan del gusto de la época. El asunto donde el amor ardiente y la desmesura
alude a un momento anecdótico, en el dramática desgranan uno de los más
que dos mujeres, sentadas en el banco elogiados textos de nuestra literatura.
de una balaustrada, escuchan la música Fue depositado por la Diputación
del laúd que tañe un trovador. Se trata Provincial en el Museo de Bellas Artes
de una escena de gusto literario, en la antes de 1872, fecha en la que ya apa-
que cobra protagonismo la descripción rece en el primer inventario del Museo.
Catálogo de los Fondos del Museo de Bellas Artes (1910), pp. 20-21; Catálogo de los
Fondos y Secciones del Museo de Bellas Artes de Murcia (1923), pp. 27-28; Catálogo de
los Fondos y Secciones del Museo de Bellas Artes de Murcia (1927), pp. 31-32; Catálogo
del Museo de Bellas Artes de Murcia (1987), pp. 22-23; Baquero Almansa, A. (1913), pp.
410-411; Belda Navarro, C. (1992), p. 175; De la Plaza Santiago F. J. y Páez Burruezo, M.
(1981), pp. 336-337; De Pantorba, B. (1980), p. 436; Martínez Calvo, J. (1986), p. 99,
(1987), p. 45; Ossorio y Bernard, M. (1975), p. 427; Pérez Sánchez, A. E. (1976), p. 336.
269
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 6.DEL ACADEMISMO AL ECLECTICISMO LOS GRANDES GÉNEROS PICTÓRICOS❚❘
Los aspectos biográficos, así como las Martínez Pozo enmarca la acción en un
notas pictóricas más características, de espacio concebido con gran rigor estéti-
Juan Martínez Pozo (1845-1871) han co. Muestra un interés por el clasicismo
sido reseñados en el apartado dedicado en el desnudo, modelado sin apenas
a la pieza Misa en el Trascoro, que se sombras. Del mismo modo, se aprecia la
describe en este catálogo. exquisitez y la minuciosidad en el dibu-
El tema de la Odalisca, esclava turca al jo, de impecable ejecución. Todo ello, a
servicio del harén del sultán, remite a la través de una luz envolvente que dota de
moda romántica del gusto por los cierta fantasía al asunto. Es esta escena
temas orientales que Martínez Pozo de interior, dispone el estudio de desnu-
conoció durante su pensionado en la do en primer plano, sobre una piel feli-
capital francesa. Allí, en el taller de na y un precioso tejido brochado, mien-
Ingres, del que compositiva y temática- tras que en uno de los ángulos sitúa a
mente esta obra es deudora, adquirió una mujer ataviada a la manera morisca
los postulados que van a ser una cons- y que muestra a su ama joyas sacadas de
tante dentro de su pintura. Es la época un cofre, elemento que enlaza con otro
en la que occidente se da cuenta de la de los tópicos del orientalismo, el oro y
existencia de otro espacio geográfico las gemas preciosas. En la cabecera del
capaz de despertar estímulos artísticos. lecho coloca una pandereta, alusión a la
Los temas orientales permitían mayor música, símbolo habitual en este tipo de
libertad a la hora de plasmar el cuerpo escenas.
femenino, ya que el asunto así lo reque- Fue depositado por la extinta Diputa-
ría. De un lado, la representación res- ción Provincial en el Museo de Bellas
ponde a una idea poética y, de otro, a Artes antes de 1872, fecha en la que
una exaltación de la sensualidad. aparece en los primeros inventarios.
Catálogo de los Fondos del Museo de Bellas Artes (1910), pp. 20-21; Catálogo de los
Fondos y Secciones del Museo de Bellas Artes de Murcia (1923), pp. 27-28; Catálogo de
los Fondos y Secciones del Museo de Bellas Artes de Murcia (1927), pp. 31-32; Catálogo
del Museo de Bellas Artes de Murcia (1987), pp. 22-23; Catálogo Pintura Orientalista espa-
ñola. 1830/1930 (1988), pp. 98-99; Catálogo Colección de Arte Moderno y
Contemporáneo (1992), p. 175; Baquero Almansa, A. (1913), pp. 410-411; Belda Navarro,
C. (1992), p. 175; De la Plaza Santiago, F. J. y Páez Burruezo, M. (1981), pp. 336-337; De
Pantorba, B. (1980), p. 436; Martínez Calvo, J. (1986), p. 101, (1987), p. 45; Martínez
Gil, J. (1992), pp. 225-228; Ossorio y Bernard, M. (1975), p. 427; Pérez Sánchez, A. E.
(1976), p. 336.
271
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 6.DEL ACADEMISMO AL ECLECTICISMO LOS GRANDES GÉNEROS PICTÓRICOS❚❘
LUIS RUIPÉREZ
Entrevista de Enrique III con el Duque de Guisa
1859
Óleo/Lienzo ❚❘ 61,5 x 96,5 cm
1997/3/6
Catálogo del Museo de Bellas Artes de Murcia (1910), p. 9; Catálogo del Museo de Bellas
Artes de Murcia (1923), p. 13; Catálogo de los Fondos y Secciones del Museo de Bellas
Artes de Murcia (1927), pp. 13-14; Catálogo de la Diputación (1981), p. 45; Colección de
Arte (1992), p. 239; Baquero Almansa, A. (1913), pp. 376-381; De Pantorba, B. (1980),
p. 474; Jorge Aragoneses, M. (1964), pp. 44, 315, 337; Ossorio y Bernard, M. (1975), pp.
602-603.
273
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 6.DEL ACADEMISMO AL ECLECTICISMO LOS GRANDES GÉNEROS PICTÓRICOS❚❘
Catálogo del Museo de Bellas Artes de Murcia (1910), pp. 35-36; Catálogo de los Fondos y
Secciones del Museo de Bellas Artes de Murcia (1923), pp. 44-45; Catálogo de los Fondos y
Secciones del Museo de Bellas Artes de Murcia (1927), pp. 50-51; Catálogo de las obras de
arte de la Sociedad Económica de Amigos del País (1985), p. s/n, nº 23; Catálogo del Museo
de Bellas Artes de Murcia (1987), p. 24; De la Plaza Santiago, F. J. y Páez Burruezo, M.
(1980), p. 334; Gutiérrez García, M. A. (1993), pp. 231-234; Martínez Calvo, J. (1987), p.
59; Ossorio y Bernard, M. (1975), p. 646; Pérez Sánchez, A. E. (1976), pp. 320-321.
275
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 6.DEL ACADEMISMO AL ECLECTICISMO LOS GRANDES GÉNEROS PICTÓRICOS❚❘
Catálogo del Museo de Bellas Artes de Murcia (1910), p. 38; Catálogo de los Fondos y
Secciones del Museo de Bellas Artes de Murcia (1923), p. 47; Catálogo de los Fondos y
Secciones del Museo de Bellas Artes de Murcia (1927), pp. 53-54; Catálogo del Museo de
Bellas Artes de Murcia (1987), p. 22; Catálogo de la Colección de Arte Moderno y
Contemporáneo Patrimonio de la Comunidad Autónoma de Murcia (1992), p. 174;
Baquero Almansa, A. (1913), pp. 385-387; De Pantorba, B. (1980), pp. 491-492; Martínez
Calvo, J. (1986), p. 97, (1987), p. 61; Montesinos Urban, E. y Tejeda Marín, I. (1992), p.
77; Ossorio y Bernard, M. (1975), p. 680; Pérez Sánchez, A. E. (1976), p. 316.
277
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 6.DEL ACADEMISMO AL ECLECTICISMO LOS GRANDES GÉNEROS PICTÓRICOS❚❘
ENRIQUE ATALAYA
Retrato de familia
1871
Óleo/Tabla ❚❘ 46 x 37 cm
0/218
Martínez Calvo, J. (1986), p. 111, (1987), p. 29; Montesinos Urbán, E. y Tejeda Martín,
I. (1992), pp. 78-79; Ossorio y Bernard, M. (1975), p. 55.
279
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 6.DEL ACADEMISMO AL ECLECTICISMO LOS GRANDES GÉNEROS PICTÓRICOS❚❘
Ambas pinturas fueron adquiridas por la cercanas a los postulados del romanti-
Junta de Patronato a la familia Benítez cismo pictórico.
Zorraquino en el año 1928, constitu- Su biografía vital y artística es rica en
yendo una de las más importantes com- experiencias y vicisitudes, en Roma y
pras para el Museo por parte de la men- Florencia traba conocimiento con algu-
cionada Junta que, a lo largo de un dece- nos artistas de notable importancia,
nio, verificó algunas más como, las pin- Vicenzo Camuccini y Pietro Benve-
turas de Cavarozzi, Romero de Torres o nuti, a través de los cuales admiraría a
Sorolla Bastida. los grandes maestros de la pintura ita-
Estas dos obras, alejadas en el tiempo, liana, y a Jacques Louis David (1748-
puesto que la primera de ellas, Retrato de 1825), el gran artífice de la pintura
familia (Paula Bragaña y sus dos hijos) es neoclásica. De hecho, una de sus obras
obra de juventud de nuestro pintor, y realizadas por esos años La curación de
Retrato de don José Mª Benítez Bragaña Tobías (1823, Santuario de la Vera
“es ya pintura de consagrada madurez, se Cruz. Caravaca de la Cruz), presenta
hallan estrechamente vinculadas por rasgos paralelos, según Juan Carlos
pertenecer ambas a la familia de Maria Aguilera, con la composición Belisario
Cruz Benítez, consorte de Tegeo e hija y reconocido por un soldado suyo..., obra
hermana, respectivamente, de los repre- del gran maestro francés.
sentados. Cultiva con suficientes aptitudes diver-
Rafael Tegeo (1798-1856) es uno de los sos géneros, como la pintura mitológi-
más preclaros artistas del siglo XIX espa- ca, (Hércules y Anteo, Diana sorprendida
ñol, pese a estar, según José Luis Díez, en el baño por Acteón, Diomedes hirien-
alejado de los despliegues del boato cor- do a Marte, Antiloco llevando a Aquiles
tesano, y más bien a caballo entre el arte la noticia del combate empeñado sobre el
oficial y una pintura intimista. cadáver de Patroclo, etc...); la temática
De formación clasicista, su breve estan- religiosa (La curación de Tobías, ya rese-
cia en la Económica bajo la tutela del ñada, La Magdalena en el desierto,
escultor Baglietto así como su forma- Inmaculada Concepción...); la pintura
ción en la Academia de San Fernando de historia (Episodio de la conquista de
consolidaron a un artista de registros Málaga, Ibrahim-el-Djerbi o el moro
academicistas, registros que con el dis- santón, cuando en la tienda de los mar-
currir del tiempo irán canalizando queses de Moya intentó asesinar a los
hacia fórmulas más atemperadas, más Reyes Católicos, Cleopatra...) y el paisaje
281
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 6.DEL ACADEMISMO AL ECLECTICISMO LOS GRANDES GÉNEROS PICTÓRICOS❚❘
283
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 6.DEL ACADEMISMO AL ECLECTICISMO LOS GRANDES GÉNEROS PICTÓRICOS❚❘
Pintor caravaqueño, Rafael Tegeo Díaz del siglo XIX, tradición que retomó
(1798-1856), se erige como uno de los después la fotografía. De otro lado, el
artistas murcianos más interesantes de la retrato infantil, motivo prolífico en este
centuria decimonónica. Cursó estudios momento, adquiere en este tipo de pie-
de pintura en la Sociedad Económica de zas un singular sentido morboso en el
Amigos del País de Murcia, bajo la que los parámetros academicistas se
dirección de Santiago Baglietto. En entreverán con postulados románticos.
1818, viajó a Madrid para continuar su Así, presenta la figura de la niña repo-
formación en la Academia de Bellas sando sobre un gran almohadón azul.
Artes de San Fernando. Allí, fue discípu- Aparece ataviada con el traje del bautis-
lo del pintor José Aparicio. mo, plasmado con extremada delicade-
Determinante en su carrera fue la estan- za y primor, donde las telas destacan
cia italiana, fundamentalmente en por los suaves y cálidos colores. La tra-
Roma, que prolongó durante cinco gedia del asunto es corroborada por el
años, adquiriendo fuertes influencias de crepúsculo que el pintor dispone al
Benvenutti y Camuccini, artistas de fondo, aunque el rostro sugiere una
moda en la época. A su regreso a expresión durmiente y serena. De este
Madrid, en 1827, su nombre ya sonaba modo, Tegeo pretende trascender la
con fuerza en los círculos artísticos. Fue representación convirtiéndola en la
nombrado académico de mérito de la expresión de una idea, al servicio de la
Academia de San Fernando, y en 1839 cual pone todos los recursos que su ofi-
obtuvo el cargo de Teniente Director de cio le suministra.
esta institución. Fue adquirido por la Consejería de
La representación de cadáveres en los Educación y Cultura el treinta y uno de
cuadros es un constante en la pintura enero de 1986.
285
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 6.DEL ACADEMISMO AL ECLECTICISMO LOS GRANDES GÉNEROS PICTÓRICOS❚❘
Rafael Tegeo (1798-1856) es uno de los la primera mitad del siglo XIX, caracte-
máximos representantes de la pintura rísticas que se cifran en una contenida
española del Ochocientos. Vinculado a expresión del personaje y factura pictó-
la Región de Murcia y con una sólida rica extraordinaria, donde la plasma-
formación técnica pasó de la Sociedad ción de las distintas calidades y texturas
Económica de Amigos del País de nues- (tejidos, joyas, carnaciones,...) no se
tra capital, a la Academia de San detienen en aspectos anecdóticos sino
Fernando y a Roma. Discípulo de José en interesantes registros estéticos. La
Aparicio, cultivó sin desdeño la pintura obra, según especialistas, podría adscri-
de asunto mitológico y los grandes birse igualmente al círculo de Vicente
temas de la literatura clásica. Si bien en López, concretamente a uno de sus
este ámbito, y a juicio de críticos, su téc- hijos, pintor también, Bernardo López,
nica se resiente en algunos aspectos, es de fecunda producción vinculada a
en el retrato donde Tegeo hace alarde de Orihuela, sobre todo. La adquisición
un magistral uso de la paleta y de exce- de este lienzo, en torno a 1825-1830,
lentes recursos pictóricos. vendría a completar la serie pictórica
Este retrato de dama, nos remite a las del siglo XIX del Museo de Bellas Artes
premisas del género del retrato durante de Murcia.
287
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 6.DEL ACADEMISMO AL ECLECTICISMO LOS GRANDES GÉNEROS PICTÓRICOS❚❘
ANÓNIMO
Retrato de Señora con mantilla
Primera mitad del Siglo XIX
Óleo/Lienzo ❚❘ 71 x 52 cm
0/627
La pieza que nos ocupa es un claro gicos del personaje, circunstancia que
exponente de un amplio número de se constata en cada uno de los valores
obras que durante esta época, en nues- estructurales de la tela. Sobre un fondo
tro país, entroncaron con la tradición neutro dispone la figura de la joven, un
de la pintura desarrollada por la escue- retrato casi de busto. Es una modelo de
la retratística inglesa. Incluso en el talante sosegado y lánguido, donde el
inventario del anterior propietario apa- rostro adquiere un fuerte aire melancó-
rece, a este respecto, recogida como tal. lico. Luce mantilla recogida en un
En este orden de cosas, se hacen evi- pequeño broche, de minuciosa ejecu-
dentes algunas concomitancias con los ción, que cubre la cabeza y los hom-
esquemas compositivos y con las carac- bros. Llama la atención el contraste que
terísticas postuladas por el retrato britá- se produce entre el detallismo con el
nico de finales del siglo XVIII y princi- que plasma los elementos ornamentales
pios del XIX. y la sencillez con la que dota a la totali-
La pieza responde a los aspectos dad de la obra.
románticos impuestos por la corriente La alta calidad del lienzo, así como las
pictórica que se extendió en Europa diferentes propiedades que caracterizan
durante la centuria decimonónica. En la composición lo acercan a la órbita
este sentido, el artista propugna la vera- del pintor Vicente López, aunque tal
cidad en la representación del persona- hipótesis está en proceso de constata-
je, alejándose así, de la artificiosidad de ción.
la pintura de aparato, esquema muy Fue donado por Vicente Noguera al
popular en el momento. Se trata, pues, Museo de Bellas Artes el cinco de abril
de una pintura en la que se evidencia el de 1957. Se le ha practicado una
interés por captar los aspectos psicoló- reciente restauración, en 2004.
289
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 6.DEL ACADEMISMO AL ECLECTICISMO LOS GRANDES GÉNEROS PICTÓRICOS❚❘
291
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 6.DEL ACADEMISMO AL ECLECTICISMO LOS GRANDES GÉNEROS PICTÓRICOS❚❘
293
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 6.DEL ACADEMISMO AL ECLECTICISMO LOS GRANDES GÉNEROS PICTÓRICOS❚❘
Los aspectos biográficos de mayor rele- mar en las figuras que selecciona una
vancia en torno a la figura y a la obra actitud reflexiva y melancólica, que
del pintor Germán Hernández Amores remite su pintura a una dimensión
(1823-1894) han sido señalados en el romántica, de la que se hizo eco duran-
comentario de la pieza, perteneciente a te la mayor parte de su carrera. En esta
este mismo artista, Sócrates reprimiendo cabeza de estudio, encontramos un
a Alcibíades en casa de una cortesana, soberbio análisis anatómico y psicoló-
que aparece en este catálogo. gico del personaje descrito.
A juicio de Páez Burruezo esta obra Resalta, sobre un fondo neutro y vacío,
podría corresponder a un boceto de el protagonista, motivo exclusivo de la
una pieza mucho más ambiciosa, aun- atención del espectador. La exquisitez
que tal aseveración no determina que de la ejecución en el dibujo es una de
esta pintura pierda el interés que mere- las premisas que van a ser fundamenta-
ce por si sola. les en su ideario pictórico y que pone
Este retrato muestra a un personaje, de manifiesto en este óleo. Propone, de
siguiendo la estructura de busto, de este modo, las inquietudes estéticas que
impronta clasicista, gusto adquirido de fueron una constante en su actividad
la corriente nazarena alemana que artística. De otro lado, destaca la utili-
conoció durante su estancia becada en zación de acertadas manchas de luces y
París, y expresión taciturna. Como sombras, medidas y estudiadas,
hemos señalado en el Retrato de mediante las cuales confiere una carga
Domingo Valdivieso, obra de este volumétrica a la totalidad del sistema
mismo autor, el pintor pretende plas- compositivo.
Catálogo de los Fondos del Museo de Bellas Artes (1910), pp. 16-17; Catálogo de los
Fondos y Secciones del Museo de Bellas Artes de Murcia (1923), pp. 22-23; Catálogo de
los Fondos y Secciones del Museo de Bellas Artes de Murcia (1927), pp. 25-27; Catálogo
Arte en Murcia, 1862-1985 (1985), p. 28; Baquero Almansa, A. (1913), pp. 399-408; De
la Plaza Santiago, F. J. y Páez Burruezo, M. (1982), p. 320; De Pantorba, B. (1980), p. 419;
Gutiérrez García, M. A. (1991), p. 182; Martínez Calvo, J. (1986), p. 95, (1987), p. 42;
Ossorio y Bernard, M. (1975), pp. 328-330; Páez Burruezo, M. (1995), p. 268, (1999), p.
30; Pérez Sánchez, A. E. (1976), p. 314.
295
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 6.DEL ACADEMISMO AL ECLECTICISMO LOS GRANDES GÉNEROS PICTÓRICOS❚❘
Catálogo de los Fondos del Museo de Bellas Artes (1910), pp. 16-17; Catálogo de los
Fondos y Secciones del Museo de Bellas Artes de Murcia (1923), pp. 22-23; Catálogo de
los Fondos y Secciones del Museo de Bellas Artes de Murcia (1927), pp. 25-27; Catálogo
Arte en Murcia, 1862-1985 (1985), p. 28; Baquero Almansa, A. (1913), pp. 399-408; De
la Plaza Santiago, F. J. y Páez Burruelo, M. (1982), p. 320; De Pantorba, B. (1980), p. 419;
Gutiérrez García, M. A. (1991), p. 182; Martínez Calvo, J. (1986), p. 95, (1987), p. 41;
Ossorio y Bernard, M. (1975), pp. 328-330; Páez Burruezo, M. (1995) p. 248, (1999), p.
30; Pérez Sánchez, A. E. (1976), p. 314.
297
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 6.DEL ACADEMISMO AL ECLECTICISMO LOS GRANDES GÉNEROS PICTÓRICOS❚❘
Catálogo de los Fondos y Secciones del Museo de Bellas Artes de Murcia (1927), p. 84;
Boletín de la Junta del Patronato del Museo de Murcia, año III, nº 3; Martínez Calvo, J.
(1986), p. 103, (1987), p. 44; Ossorio y Bernard, M. (1975), pp. 402-405.
299
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 6.DEL ACADEMISMO AL ECLECTICISMO LOS GRANDES GÉNEROS PICTÓRICOS❚❘
Este retrato abocetado ha sido atribui- pictóricas. Entronca con los parámetros
do tradicionalmente al pintor alicanti- afines al postimpresionismo pictórico,
no Emilio Sala (1850-1910), aunque cuyo máximo exponente sería, sin lugar
no existe un fondo documental que a dudas, el maestro Sorolla.
apoye esta tesis. Sin embargo, muchos Este lienzo se encuadra dentro de las pre-
de los rasgos pictóricos que se advierten misas del realismo naturalista tan habi-
en la composición establecen una estre- tuales en la segunda mitad del siglo XIX.
cha relación entre la obra y este artista, La figura, el busto de un hombre, pre-
sobrino del también pintor Plácido senta los rasgos que caracterizan esta
Francés. Educado en la Academia de corriente, donde cobra especial relevan-
Bellas Artes de San Carlos de Valencia, cia la plasmación de los aspectos psicoló-
Emilio Sala viaja a Madrid para conso- gicos del personaje retratado. El sistema
lidar sus conocimientos en pintura y, compositivo atiende a un desarrollo abo-
posteriormente, en 1885, se le otorga cetado, a excepción de la cabeza que se
un pensionado de mérito, lo que le per- erige como un valioso estudio de volu-
mite estudiar en Roma y París. Obtuvo men y color. Se insinúa, de este modo, el
una cátedra en la Academia de San interés del artista por reflejar los aspectos
Fernando que ocupó hasta su muerte, lumínicos y las tonalidades claras, aban-
gracias a su texto La gramática del color, donando cierto gusto por los colores
publicado en 1906. Aunque realizó cenicientos de la paleta decimonónica.
composiciones decorativas e históricas, Fue donado al Museo de Bellas Artes
será el retrato el género donde este por Vicente Noguera el cinco de abril
artista despliegue todas sus habilidades de 1957.
301
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 6.DEL ACADEMISMO AL ECLECTICISMO LOS GRANDES GÉNEROS PICTÓRICOS❚❘
ANÓNIMO
Retrato de Fernando VII
Primer tercio del Siglo XIX
Óleo/Lienzo ❚❘ 84 x 63 cm
0/486
303
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 6.DEL ACADEMISMO AL ECLECTICISMO LOS GRANDES GÉNEROS PICTÓRICOS❚❘
Las notas biográficas, así como los tos. El personaje apoya su mano dere-
datos artísticos de mayor relevancia, en cha sobre un estante con almohadón
torno al pintor José Pascual y Valls donde se halla la corona real y el cetro,
(1820-1866) han sido expuestas en el símbolos de la monarquía, en el ángulo
análisis de la obra Entrega de Murcia al inferior derecho asoma el brazo de un
Infante Don Alfonso por el Rey Ibn trono, otro de los elementos que indi-
Hudiel, descrito en las páginas de este can el rango del personaje, al igual que
catálogo. el armiño que aparece en la zona supe-
El lienzo que nos ocupa se encuadra rior. Con la mano izquierda sujeta uno
dentro de la órbita del retrato románti- de sus guantes. Al fondo, dispone una
co que tantos seguidores aglutinó imagen alegórica, emblema de la
durante la segunda mitad del siglo Monarquía. Destaca el interés por plas-
XIX. Se inscribe en la tradición mar los detalles de la indumentaria for-
impuesta en la corte para este tipo de mada por un traje blanco guarnecido
cuadros, cuya estructura compositiva se con volantes de blonda, sobre el que
desarrolló desde la época de los Austrias destacan las Reales Bandas de Mª Luisa
a través de los lienzos de Antonio e Isabel La Católica, así como diferen-
Moro, Juan Pantoja de la Cruz o tes joyeles, concebidos por el autor de
Sánchez Coello. manera un tanto burda, de entre los
En la configuración del lienzo adquie- que destacan los adornos del cabello
ren una enorme relevancia aquellos que guarnecen el característico peinado
aspectos formales relacionados con la de S. M., recogido en dos mitades, tan
manifestación del status de la protago- en boga desde 1845 a la década de los
nista, la reina Isabel II (1830-1904). 50. Como muchos de los retratos ofi-
Presenta la figura de pie, en tres cuar- ciales de reinas y monarcas del siglo
305
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 6.DEL ACADEMISMO AL ECLECTICISMO LOS GRANDES GÉNEROS PICTÓRICOS❚❘
XIX realizados para estamentos oficia- de las escasas obras conservadas de este
les de provincias, esta pintura se inspira malogrado pintor, que tan caro y entra-
en las diversas series iconográficas que ñable recuerdo tiene para el Museo, pues
desde Vicente López a Madrazo se vivió y murió en él, entonces emplazado
difunden por toda España. en el Palacio de El Contraste.
De estructura estética bizarra y anacró- El cuadro estuvo ubicado en el
nica, este cuadro contiene una carga Gobierno Civil y fue depositado en
emocional e histórica indiscutible para 1872 en el Museo de Bellas Artes de
el Museo de Bellas Artes, ya que es una Murcia por el señor Rodríguez Ferrer,
de las primeras pinturas censadas en el entonces gobernador de la ciudad.
inventario de 1872, además de ser una
Catálogo de los Fondos del Museo de Bellas Artes (1910), p. 27; Catálogo de los Fondos y
Secciones del Museo de Bellas Artes de Murcia (1923), pp. 34-35; Catálogo de los Fondos
y Secciones del Museo de Bellas Artes de Murcia (1927), p. 40; Baquero Almansa, A.
(1913), pp. 369-375; Martínez Calvo, J. (1987), p. 51; Jorge Aragoneses, M. (1964), p.
159, Gutiérrez García, M. A. (1995)
307
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 6.DEL ACADEMISMO AL ECLECTICISMO LOS GRANDES GÉNEROS PICTÓRICOS❚❘
ANÓNIMO
Retrato de la Reina María Cristina de Habsburgo
Último tercio del Siglo XIX
Óleo/Lienzo ❚❘ 110 x 76 cm
0/664
En este lienzo se representa a María trono que es sustituido por una silla. Su
Cristina de Habsburgo, segunda mujer status lo plasma a través de la pose y del
de Alfonso XII. Durante su regencia de aire, un tanto melancólico, que remite la
diecisiete años se instituyó el sistema de obra a la órbita de la corriente postro-
turno de partidos entre liberales y con- mántica.
servadores. Destaca el tratamiento exquisito de
El artista dispone al personaje a la detalles y la minuciosidad con la que
manera del retrato burgués, según las plasma las calidades textiles, verbigra-
pautas tradicionales de la pintura del cia, el encaje del vestido o los apliques
siglo XIX. No se trata de un retrato ofi- de perlitas en el cuerpo, aspecto que no
cial que postule las premisas que habi- se ve reflejado en todos los apartados de
tualmente se establecieron en este géne- la composición, ya que desatiende cier-
ro en la corte española. De este modo, tas partes, lo que se manifiesta en una
el artista despoja a la figura de los atri- descompensación de las distintas sec-
butos propios de su rango, elementos ciones del lienzo.
como la corona o el cetro, símbolos del Fue donado al Museo de Bellas Artes
poder real, constantes en este tipo de por Vicente Noguera el cinco de abril
interpretaciones, desaparecen de la de 1957 y restaurado en 2004.
estructura compositiva, así, como el
309
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 6.DEL ACADEMISMO AL ECLECTICISMO LOS GRANDES GÉNEROS PICTÓRICOS❚❘
Páez Burruezo, M. (1995), pp. 195-197 y 261; Pérez Sánchez, A.E. (1976), pp. 314-315;
Catálogo (1927), p. 26; Catálogo de Arte (1981), p.26; Catálogo (2002), p. 179.
311
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 6.DEL ACADEMISMO AL ECLECTICISMO LOS GRANDES GÉNEROS PICTÓRICOS❚❘
Catálogo de los Fondos del Museo de Bellas Artes (1910), pp. 17-18; Catálogo de los
Fondos y Secciones del Museo de Bellas Artes de Murcia (1923), p. 23; Catálogo de los
Fondos y Secciones del Museo de Bellas Artes de Murcia (1927), p. 27; Baquero Almansa,
A. (1913), pp. 418-420; De Pantorba, B. (1980), pp. 419-420; Martínez Calvo, J. (1987),
p. 42; Ossorio y Bernard, M. (1975), p. 330.
313
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 6.DEL ACADEMISMO AL ECLECTICISMO LOS GRANDES GÉNEROS PICTÓRICOS❚❘
315
SALA 7
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 7.LA PINTURA COSTUMBRISTA. EL REGIONALISMO❚❘
Catálogo del Museo de Bellas Artes de Murcia (1987), p. 27; Catálogo Colección de Arte
Moderno y Contemporáneo Patrimonio de la Comunidad Autónoma de Murcia (1992), p.
175; Baquero Almansa, A. (1913), pp. 391-392; De la Plaza Santiago, F. J. y Páez Burruezo,
M. (1982), p. 333; Martínez Calvo, J. (1986), p. 107, (1987), p. 54; Ossorio y Bernard,
M. (1975), pp. 601-602; Pérez Sánchez, A. E. (1976), pp. 316-317.
319
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 7.LA PINTURA COSTUMBRISTA. EL REGIONALISMO❚❘
Catálogo del Museo de Bellas Artes de Murcia (1868), p. 10; Catálogo del Museo de Bellas
Artes de Murcia (1910), p. 32; Catálogo del Museo de Bellas Artes de Murcia (1923), pp.
39-40; Catálogo del Museo de Bellas Artes de Murcia (1927), p. 43; Catálogo del Museo
de Bellas Artes de Murcia (1987), p. 27; Catálogo Colección de Arte Moderno y
Contemporáneo Patrimonio de la Comunidad Autónoma de Murcia (1992), p. 175;
Baquero Almansa, A. (1913), pp. 391-392; De la Plaza Santiago, F. J. y Páez Burruezo, M.
(1982), p. 333; Martínez Calvo, J. (1986), p. 107, (1987), p. 54; Ossorio y Bernard, M.
(1975), pp. 601-602; Pérez Sánchez, A. E. (1976), pp. 316-317.
321
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 7.LA PINTURA COSTUMBRISTA. EL REGIONALISMO❚❘
Catálogo del Museo de Bellas Artes de Murcia (1910), pp. 35-36; Catálogo de los Fondos
y Secciones del Museo de Bellas Artes de Murcia (1923), pp. 44-45; Catálogo de los Fondos
y Secciones del Museo de Bellas Artes de Murcia (1927), pp. 50-51; Catálogo del Museo de
Bellas Artes de Murcia (1987), p. 24; De la Plaza Santiago, F. J. y Páez Burruezo, M. (1980),
p. 334; Gutiérrez García, M. A. (1993), pp. 231-234; Martínez Calvo, J. (1986), p. 113,
(1987), p. 58; Ossorio y Bernard, M. (1975) p. 646; Pérez Sánchez, A. E. (1976), pp. 320-
321.
323
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 7.LA PINTURA COSTUMBRISTA. EL REGIONALISMO❚❘
Catálogo del Museo de Bellas Artes de Murcia (1910), pp. 35-36; Catálogo de los Fondos
y Secciones del Museo de Bellas Artes de Murcia (1923), pp. 44-45; Catálogo de los Fondos
y Secciones del Museo de Bellas Artes de Murcia (1927), pp. 50-51; Catálogo del Museo de
Bellas Artes de Murcia (1987), p. 24; De la Plaza Santiago, F. J. y Páez Burruezo, M. (1980),
p. 345; Gutiérrez García, M. A. (1993), pp. 231-234; Martínez Calvo, J. (1986), p. 113,
(1987), pp. 58-59; Ossorio y Bernard, M. (1975), p. 646; Pérez Sánchez, A. E. (1976), pp.
320-321.
325
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 7.LA PINTURA COSTUMBRISTA. EL REGIONALISMO❚❘
Catálogo de los Fondos y Secciones del Museo de Bellas Artes de Murcia (1927), p. 5;
Baquero Almansa, A. (1913), pp. 435-436; De Pantorba, B. (1980), p. 364; Martínez
Calvo, J. (1986), p. 115, (1987), p. 27; Ossorio Bernard, M. (1975), p. 16.
327
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 7.LA PINTURA COSTUMBRISTA. EL REGIONALISMO❚❘
Las notas biográficas, así como los arquetipos aplicados por maestros como
datos artísticos de mayor relevancia, del Goya y Velázquez.
pintor Juan Antonio Gil Montejano Interpone entre el espectador y él un
(1850-1912) han sido expuestas en el trozo de lienzo que delimita la relación
análisis de la obra El viático en la huer- que se establece entre ambos. El retra-
ta, descrita en las páginas de este to, de carácter psicológico, pretende
mismo catálogo. Fue pintado el mismo mostrar la personalidad del autor, un
año de la muerte de su autor. hombre experimentado, en el final de
Algunos estudiosos, como Pérez Sán- sus días, que ha vivido entre el paisaje
chez, han puesto de manifiesto en este de la huerta y las calles de diferentes
óleo algunas concomitancias con la ciudades. Por la disposición que toma
pintura de Goya, cuya técnica estudió la figura y los objetos podemos intuir
y que se hace evidente en la utilización que dirige la mirada hacia un supuesto
que hace en su paleta de la gama de modelo que, en realidad, es el propio
grises, característica que se convierte artista. El uso reiterativo de la pincela-
en una constante en la última etapa da suelta y deshecha que se advierte en
del pintor murciano, y que se puede la composición lo pone en contacto
apreciar en obras como El viático en la con ciertas tendencias postimpresionis-
huerta. tas muy en boga en el momento.
El artista se representa en plena activi- Fue comprado por la Junta del
dad creativa, frente al caballete y con el Patronato para el Museo de Bellas Artes
pincel en la mano, a la manera de los de Murcia en 1922.
Catálogo de los Fondos del Museo de Bellas Artes (1910), pp. 12-13; Catálogo de los
Fondos y Secciones del Museo de Bellas Artes de Murcia (1923), pp. 16-17; Catálogo de
los Fondos y Secciones del Museo de Bellas Artes de Murcia (1927), pp. 18-19; De la Plaza
Santiago, F. J. y Páez Burruezo, M. (1982), pp. 342-343; De Pantorba, B. (1980), p. 412;
Martínez Calvo, J. (1986), p. 119, (1987), p. 39; Ossorio y Bernard, M. (1975), p. 286-
287; Pérez Sánchez, A. E. (1976), pp. 317-321.
329
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 7.LA PINTURA COSTUMBRISTA. EL REGIONALISMO❚❘
Las notas biográficas, así como los actúan como meros elementos anecdó-
datos artísticos de mayor relevancia, del ticos. Los efectos de luz y la atmósfera,
pintor José Antonio Gil Montejano la relevancia dada al paisaje como argu-
(1850-1912) han sido expuestas en el mento sustancial, ponen a prueba a este
análisis de la obra El viático en la huer- enorme pintor, escasamente valorado, a
ta, descrito en las páginas de este catá- veces, por la crítica y excelente conoce-
logo. Baste recordar que Gil Montejano dor de la técnica pictórica.
es uno de los máximos exponentes de la El paisaje y los restantes elementos
pintura finisecular, cuyos parámetros compositivos que se nos presentan en
estéticos se adscriben a un renovado los dos cuadros están resueltos según las
regionalismo y a una rejuvenecida premisas postuladas por la pintura
visión de la pintura costumbrista en naturalista de la segunda mitad del
Murcia. Para muchos, es considerado siglo XIX.
como un importante nexo entre la tra- Destaca el naturalismo en la represen-
dición pictórica del siglo XIX y los tación, el gusto por la temática costum-
renovados postulados de la, denomina- brista, presente en toda su obra, y la
da en Murcia, Generación de los años importancia de la plasmación de los
20 (Pedro Flores, Joaquín, Bonafé, efectos lumínicos, hecho que se consta-
Garay, Almela Costa y Gaya). ta en la elección del tema, ya que esco-
Los lienzos que nos ocupan, Anochecer y ge dos momentos determinados donde
Amanecer, son dos pequeños óleos, de la luz soporta un diferente proceso de
idénticas dimensiones y temática simi- transformación.
lar donde adquiere carta de protagonis- Fueron depositados en el Museo de
mo el paisaje en toda su dimensión pese Bellas Artes por Baquero Almansa a
a la inserción de algunas figuras que finales del siglo XIX.
Catálogo de los Fondos del Museo de Bellas Artes (1910), pp. 12-13; Catálogo de los
Fondos y Secciones del Museo de Bellas Artes de Murcia (1923), pp. 16-17; Catálogo de
los Fondos y Secciones del Museo de Bellas Artes de Murcia (1927), pp. 18-19; De la Plaza
Santiago, F. J. y Páez Burruezo, M. (1982), pp. 342-343; De Pantorba, B. (1980), p. 412;
Martínez Calvo J. (1986), p. 119, (1987), p. 38; Ossorio y Bernard, M. (1975) p. 286-287;
Pérez Sánchez, A. E. (1976), pp. 317-321.
331
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 7.LA PINTURA COSTUMBRISTA. EL REGIONALISMO❚❘
Catálogo de los Fondos del Museo de Bellas Artes (1910), pp. 12-13; Catálogo de los
Fondos y Secciones del Museo de Bellas Artes de Murcia (1923), pp. 16-17; Catálogo de
los Fondos y Secciones del Museo de Bellas Artes de Murcia (1927), pp. 18-19; De la Plaza
Santiago, F. J. y Páez Burruezo, M. (1982), pp. 342-343; De Pantorba, B. (1980), p. 412;
Martínez Calvo, J. (1986), p. 121, (1987), p. 39; Ossorio y Bernard (1975) p. 286-287;
Pérez Sánchez, A. E. (1976), pp. 317-321.
333
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 7.LA PINTURA COSTUMBRISTA. EL REGIONALISMO❚❘
Catálogo de los Fondos del Museo de Bellas Artes (1910), pp. 34-35; Catálogo de los
Fondos y Secciones del Museo de Bellas Artes de Murcia (1923), pp. 42-43; Catálogo de
los Fondos y Secciones del Museo de Bellas Artes de Murcia (1927), pp. 49-50; De
Pantorba, B. (1980), p. 481; Martínez Calvo, J. (1986), p. 119, (1987), p. 58; Ossorio
Bernard, M. (1975), p. 635; Pérez Sánchez, A. E. (1976), p. 321.
335
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 7.LA PINTURA COSTUMBRISTA. EL REGIONALISMO❚❘
Las notas biográficas, así como los Al fondo, tras él, asoma un cuadro.
datos artísticos de mayor relevancia, del Podemos apreciar en este retrato cierta
pintor Juan Antonio Gil Montejano tendencia al expresionismo, una cons-
(1850-1912) han sido expuestas en el tante en su pintura. En otro orden de
análisis de la obra El viático en la huer- cosas, el uso reiterativo de la pincelada
ta, descrito en las páginas de este suelta y deshecha que se advierte en la
mismo catálogo. Este pintor se encua- estructura compositiva lo pone en con-
dra dentro de la órbita de los artistas de tacto con ciertas tendencias postimpre-
finales del siglo XIX que se postulan sionistas que estaban de moda en la
como eclécticos. época.
Esta obra la ejecutó en su etapa de pen- Fue inventariada en las Actas de la
sionado en París por la Diputación Comisión de Monumentos con el titu-
Provincial, ya que en el lienzo aparecen, lo Figura de casacón. Depositado en el
junto a la firma, la fecha y el lugar de Museo de Bellas Artes en 1888, fue
realización. devuelta a la Diputación Provincial en
Gil Montejano recoge en esta obra uno 1899 para decorar el despacho del
de sus asuntos favoritos, la representa- Presidente. Se traslada de manera defi-
ción de una figura ataviada con indu- nitiva a su ubicación actual el veinte de
mentaria dieciochesca. El personaje junio de 1930.
aparece con gran sombrero, de perfil.
Catálogo de los Fondos del Museo de Bellas Artes (1910), pp. 12-13; Catálogo de los
Fondos y Secciones del Museo de Bellas Artes de Murcia (1923), pp. 16-17; Catálogo de
los Fondos y Secciones del Museo de Bellas Artes de Murcia (1927), pp. 18-19; Catálogo
Colección de Arte Moderno y Contemporáneo (1992), p. 175; De la Plaza Santiago, F. J.
y Páez Burruezo, M. (1982), pp. 342-343; De Pantorba, B. (1980), p. 412; Martínez Calvo,
J. (1986), p. 119, (1987), p. 38; Ossorio y Bernard, M. (1975), p. 286-287; Pérez Sánchez,
A. E. (1976), pp. 317-321.
337
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 7.LA PINTURA COSTUMBRISTA. EL REGIONALISMO❚❘
Fue donado por su autor a la Comisión pone en primer plano dos figuras, pro-
de Monumentos en los primeros años tagonistas de la acción, un caballero
del siglo XX. que requiebra y piropea a una dama en
Natural de Alcoy, fue uno de los discípulos su paseo, y en segundo término dispo-
más aventajados del artista logroñés Carlos ne otra pareja, al fondo, en el centro de
Múgica y de la Academia de Bellas Artes. la composición. Los personajes apare-
Después de su primera formación, viaja a cen ataviados con la indumentaria pro-
Madrid para proseguir sus estudios de pin-
pia de los años finales del siglo XVIII y
tura en la Academia de Bellas Artes de San
Fernando. Años después, es nombrado cate- los primeros del XIX. De este modo,
drático de la escuela de Bellas Artes de ella viste mantilla, blondas, corpiño,
Valencia, institución dependiente de la basquiña y porta un abanico muy del
Academia de San Carlos de esta capital, y de gusto del momento; él, por otro lado,
la Central de Artes e Industrias. Recibió la calzón corto, chaleco y levita bordada.
Cruz de Carlos III. Esta pintura se inserta en la órbita de
En esta acuarela, El piropo, Plácido casacón, género preponderante en el
Francés y Pascual (1834-1902) propo- siglo XIX, además de relacionarse con
ne una escena de galanteo, dentro de los esquemas de la última fase del
las premisas postuladas por el realismo movimiento romántico español.
pintoresquista que estaba de moda en Fue adquirida por la Junta del
la época. Patronato del Museo de Bellas Artes, el
Sobre un telón de arquitectura presen- diecisiete de septiembre de 1925 a
ta la escena. En este orden de cosas, dis- Francisco Villar.
Catálogo de los Fondos y Secciones del Museo de Bellas Artes de Murcia (1927), p. 16; De
Pantorba, B. (1980), p. 405; Martínez Calvo, J. (1987), p. 36; Ossorio y Bernard, M.
(1975), pp. 257-258.
339
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 7.LA PINTURA COSTUMBRISTA. EL REGIONALISMO❚❘
ANTONIO MESEGUER
ALCARAZ
El Paseo El brasero
Óleo/Tabla ❚❘ 38x62 cm Óleo/Tabla ❚❘ 38x62cm
1881 1881
Martínez Calvo: J. (1986), p.117, (1987), p. 47. Catálogo Colección de Arte (1992), p. 60,
Catálogo de los Fondos del Museo de Bellas Artes (1910), pp. 22-23; Catálogo de los
Fondos y Secciones del Museo de Bellas Artes de Murcia (1923), pp. 29-30; Catálogo de
los Fondos y Secciones del Museo de Bellas Artes de Murcia (1927), pp. 34-35; Catálogo
Arte en Murcia, 1862-1985 (1985), p. 34; Catálogo del Museo de Bellas Artes de Murcia
(1987), p. 28; Catálogo de la Colección de Arte Moderno y Contemporáneo Patrimonio de
la Comunidad Autónoma de Murcia (1992), p. 177; De la Plaza Santiago, F. J. (1982), p.
338; Martínez Calvo, J. (1986), p. 117, (1987), p. 47; Ossorio y Bernard, M. (1975), p.
447.
341
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 7.LA PINTURA COSTUMBRISTA. EL REGIONALISMO❚❘
MANUEL ARROYO
¡A los toros!
Último tercio del Siglo XIX
Óleo/Lienzo ❚❘ 35 x 89 cm
0/512
Las notas biográficas, así como los sentada de poco más de medio cuerpo,
datos artísticos de mayor relevancia del está sentada y apoya uno de sus brazos
pintor Manuel Arroyo (1854-1902) se en una repisa sobre la que hay coloca-
exponen en el análisis de la obra Niño dos un vaso y una botella de vino, obje-
sentado, descrita en las páginas de este tos que nos remiten a la tendencia
catálogo. popular arriba señalada, el otro lo diri-
El retrato, dentro de la producción pic- ge a la cintura, lo que predispone al
tórica de Manuel Arroyo, es el género personaje a una actitud desenfadada. El
protagonista, aunque, en menor medi- dibujo, minucioso en cada uno de los
da, realizó obras de temática religiosa, aspectos se erige como un atributo pre-
trató asuntos históricos y confeccionó dominante dentro de la estructura
interesantes conjuntos decorativos de compositiva, en detrimento de los valo-
impronta modernista. res cromáticos, rasgo característico pre-
¡A los toros! se encuadra dentro de la sente en toda la obra de Arroyo. Los
corriente del retrato realista de raigam- débitos al cartelismo son evidentes en
bre costumbrista asimilado en la pintu- esta pintura donde, pese a la notable
ra del último tercio del siglo XIX. En la factura de la pieza, se vislumbra la
composición aparece una maja o chis- recreación hasta la saciedad de ciertos
pera ataviada con indumentaria del arquetipos
momento: mantón de Manila bordado, La adquisición de este cuadro se hizo
cuerpecillo con golpes de madroños y efectiva, a través de la viuda del artista,
basquiña, apenas perceptibles, elemen- en 1921, fecha desde la que permanece
tos estos que denotan el interés por en el Museo de Bellas Artes.
plasmar los detalles. La figura, repre-
Catálogo del Museo Provincial de Bellas Artes (1923), pp. 6-7; Catálogo de los Fondos y
Secciones del Museo de Bellas Artes de Murcia (1927), p. 7; Baquero Almansa, A. (1913),
pp. 431-433; Martínez Calvo, J. (1987), p. 29; Ossorio y Bernard, M. (1975), p. 52.
343
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 7.LA PINTURA COSTUMBRISTA. EL REGIONALISMO❚❘
345
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 7.LA PINTURA COSTUMBRISTA. EL REGIONALISMO❚❘
ENRIQUE ATALAYA
Gitana Gitano
Último tercio del Siglo XIX Último tercio del Siglo XIX
Acuarela/Papel ❚❘ 39 x 26,5 cm Acuarela/Papel ❚❘ 39 x 26,5 cm
0/320 0/321
347
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 7.LA PINTURA COSTUMBRISTA. EL REGIONALISMO❚❘
351
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 7.LA PINTURA COSTUMBRISTA. EL REGIONALISMO❚❘
Guía del Museo de Bellas Artes (2001), p. 50; De Pantorba, B. (1980), p. 363; Martínez
Calvo, J. (1986), p. 113, (1987), p. 26; Ossorio y Bernard, M. (1975), pp. 6-7.
353
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 7.LA PINTURA COSTUMBRISTA. EL REGIONALISMO❚❘
Vinculado desde pronto con muchas de Entre los géneros que practicó destacan
las corrientes culturales y estéticas, de el retrato, la pintura decorativa y los
finales del siglo XIX y principios del XX, cuadros de temática costumbrista, en
lo que pone de relieve su enorme versa- los que pone de manifiesto un magis-
tilidad, Inocencio Medina Vera (1876- tral carácter de suntuosidad y moderni-
1916), se erige como uno de los artistas dad. El entorno cultural de la
más significativos de su momento. De Generación del 98 y el Modernismo
un lado, permaneció dentro de la pintu- enriquecieron la personalidad de este
ra figurativa realista, pero de otro, supo pintor. Fue dibujante de Blanco y
asumir las influencias de diversos movi- Negro, La esfera, Madrid cómico, y de
mientos renovadores. Su precocidad en colecciones literarias como El cuento
la pintura lo predispuso para recibir una semanal o Los contemporáneos.
beca de aprendizaje que le permitió via- En Ganadera se yuxtaponen diversos
jar a Madrid, donde estudió junto a géneros; el paisaje, el retrato y la escena
Antonio de la Torre, con el que, poste- de costumbres. Así, estamos ante una
riormente, participó en la decoración obra donde no priman sólo los valores
del techo del Teatro Romea. Siempre se decorativos, sino que por el contrario
mantuvo fuera de la órbita de rancios propone una novedosa y original visua-
estereotipos locales, tal vez influenciado lización de la iconografía femenina,
por su proyección nacional e internacio- entroncada con los jugosos prototipos
nal, sin prescindir, eso sí, de las referen- del cartelismo y la publicidad.
cias visuales y emotivas de su tierra. Fue adquirido por el Museo de Bellas
Primo del poeta Vicente Medina, como Artes en 1997.
éste se sintió atraído por la vida de la
huerta y sus gentes.
355
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 7.LA PINTURA COSTUMBRISTA. EL REGIONALISMO❚❘
357
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 7.LA PINTURA COSTUMBRISTA. EL REGIONALISMO❚❘
359
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 7.LA PINTURA COSTUMBRISTA. EL REGIONALISMO❚❘
Catálogo Sorolla y la Hispanic Society (1999); Martínez Calvo, J. (1986), p. 135, (1987),
p. 59; Ossorio Bernard, M. (1975), p. 651.
361
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 7.LA PINTURA COSTUMBRISTA. EL REGIONALISMO❚❘
Catálogo del Museo de Bellas Artes de Murcia (1910), pp. 35-36; Catálogo de los Fondos
y Secciones del Museo de Bellas Artes de Murcia (1923), pp. 44-45; Catálogo de los Fondos
y Secciones del Museo de Bellas Artes de Murcia (1927), pp. 50-51; Catálogo del Museo de
Bellas Artes de Murcia (1987), p. 24; De la Plaza Santiago, F, J. y Páez Burruezo, M. (1980),
p. 334; Gutiérrez García, M. A. (1993), pp. 231-234; Martínez Calvo, J. (1986), p. 113,
(1987), p. 58; Ossorio y Bernard, M. (1975) p. 646; Pérez Sánchez, A. E. (1976), pp. 320-
321.
363
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 7.LA PINTURA COSTUMBRISTA. EL REGIONALISMO❚❘
Catálogo del Museo de Bellas Artes de Murcia (1987), p. 23; Catálogo Colección de Arte
Moderno y Contemporáneo (1992), p. 177; Baquero Almansa, A. (1913), pp. 434-435;
Gutiérrez García, M. A. (1994); pp. 181-184 Jorge Aragoneses, M. (1965), p. 89; Martínez
Calvo, J. (1987), p. 48.
365
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 7.LA PINTURA COSTUMBRISTA. EL REGIONALISMO❚❘
367
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 7.LA PINTURA COSTUMBRISTA. EL REGIONALISMO❚❘
369
SALA 8
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 8.SALA DE LAS ALEGORÍAS. LA PINTURA DECORATIVA Y EL PAISAJE.❚❘
Catálogo de los Fondos del Museo de Bellas Artes (1910), pp. 16-17; Catálogo de los
Fondos y Secciones del Museo de Bellas Artes de Murcia (1923), pp. 22-23; Catálogo de
los Fondos y Secciones del Museo de Bellas Artes de Murcia (1927), pp. 25-27; Catálogo
Arte en Murcia, 1862-1985 (1985), p. 28; Baquero Almansa, A. (1913), pp. 399-408; De
la Plaza Santiago, F. J. y Páez Burruezo, M. (1982), p. 320; De Pantorba, B. (1980), p. 419;
Gutiérrez García, M. A. (1991), p. 182; Martínez Calvo, J. (1986), p. 95, (1987), p. 42;
Ossorio y Bernard, M. (1975), pp. 328-330; Páez Burruezo, M. (1999), p. 30; Pérez
Sánchez, A. E. (1976), p. 314.
373
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 8.SALA DE LAS ALEGORÍAS. LA PINTURA DECORATIVA Y EL PAISAJE.❚❘
375
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 8.SALA DE LAS ALEGORÍAS. LA PINTURA DECORATIVA Y EL PAISAJE.❚❘
Boletín de la Junta del Patronato del Museo de Murcia (1922), p. s/n; Catálogo de los
Fondos y Secciones del Museo de Bellas Artes de Murcia (1923), p. 30; Catálogo de los
Fondos y Secciones del Museo de Bellas Artes de Murcia (1927), pp. 35-36; Catálogo del
Museo de Bellas Artes de Murcia (1987), p. 23; Barón, J. (2002) pp. 69-127; De Pantorba,
B. (1980), pp. 418-419; Díaz Ereño, G. y Paredes Giraldo, C. (2000), pp. 5-17; Gutiérrez
García, M. A. (1999), p. 22; Martínez Calvo, J. (1986), p. 101, (1987), pp. 40-41; Ossorio
y Bernard, M. (1975), pp. 325-326.
377
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 8.SALA DE LAS ALEGORÍAS. LA PINTURA DECORATIVA Y EL PAISAJE.❚❘
CARLOS DE HAES
Árboles Estudio de paisaje
1880 Segunda mitad del S. XIX
Óleo/Tabla ❚❘ 31 x 20 cm Óleo/Lienzo ❚❘ 29 x 39 cm
0/193 0/205
Boletín de la Junta del Patronato del Museo de Murcia (1922), p. s/n; Catálogo de los
Fondos y Secciones del Museo de Bellas Artes de Murcia (1923), p. 30; Catálogo de los
Fondos y Secciones del Museo de Bellas Artes de Murcia (1927), pp. 35-36; Catálogo del
Museo de Bellas Artes de Murcia (1987), p. 23; Barón, J. (2002) pp. 69-127; De Pantorba,
B. (1980), pp. 418-419; Díaz Ereño, G. y Paredes Giraldo, C. (2000), pp. 5-17; Gutiérrez
García, M. A. (1999), p. 22; Martínez Calvo, J. (1986), pp. 103-105, (1987), pp. 40-41;
Ossorio y Bernard, M. (1975), pp. 325-326.
379
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 8.SALA DE LAS ALEGORÍAS. LA PINTURA DECORATIVA Y EL PAISAJE.❚❘
Catálogo de los Fondos y Secciones del Museo de Bellas Artes de Murcia (1927), pp. 15-
16; Díez, J. L. (2002), pp. 166-169; Martínez Calvo, J. (1986), p. 101, (1987), p. 36;
Ossorio y Bernard, M. (1975), pp. 243-244.
385
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 8.SALA DE LAS ALEGORÍAS. LA PINTURA DECORATIVA Y EL PAISAJE.❚❘
MANUEL ARROYO
Niño sentado
Último tercio Siglo XIX
Óleo/Tabla ❚❘ 23 x 28 cm
1996/1
Catálogo del Museo Provincial de Bellas Artes (1923), pp. 6-7; Catálogo de los Fondos y
Secciones del Museo de Bellas Artes de Murcia (1927), p. 7; Baquero Almansa, A. (1913),
pp. 431-433; Gutiérrez García, M. A. (1999), p. 24; Ossorio y Bernard, M. (1975), p. 52.
387
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 8.SALA DE LAS ALEGORÍAS. LA PINTURA DECORATIVA Y EL PAISAJE.❚❘
389
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 8.SALA DE LAS ALEGORÍAS. LA PINTURA DECORATIVA Y EL PAISAJE.❚❘
391
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 8.SALA DE LAS ALEGORÍAS. LA PINTURA DECORATIVA Y EL PAISAJE.❚❘
Pandereta de rosas
Hacia 1922
Óleo/Lienzo ❚❘ 81 x 33´5 cm
0/275
393
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 8.SALA DE LAS ALEGORÍAS. LA PINTURA DECORATIVA Y EL PAISAJE.❚❘
Catálogo de los Fondos y Secciones del Museo de Bellas Artes de Murcia (1923), p. 42;
Catálogo de los Fondos y Secciones del Museo de Bellas Artes de Murcia (1927), pp. 48-
49; Catálogo Colección de Arte Moderno y Contemporáneo (1992), pp. 176-177; Agüera
Ros J.C. y Cruz Fernández, P. A. (1982), pp. 66-67; De Pantorba, B. (1980), p. 479;
Martínez Calvo, J. (1986), pp. 127-128, (1987), pp. 56-57.
395
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 8.SALA DE LAS ALEGORÍAS. LA PINTURA DECORATIVA Y EL PAISAJE.❚❘
397
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 8.SALA DE LAS ALEGORÍAS. LA PINTURA DECORATIVA Y EL PAISAJE.❚❘
Catálogo de los Fondos y Secciones del Museo de Bellas Artes de Murcia (1927) p. 33;
Baquero Almansa, A. (1913), p. 428; De la Plaza Santiago, F. J. y Páez Burruezo, M.
(1980), p. 350; Jorge Aragoneses, M. (1965). pp. 31-36; Martínez Calvo, J. (1986), 117,
(1987), p. 46; Ossorio y Bernard, M. (1975), p. 436, Ramallo Asensio, G. (1992-1993),
pp. 343-357, (2004), pp. 62-65.
399
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 8.SALA DE LAS ALEGORÍAS. LA PINTURA DECORATIVA Y EL PAISAJE.❚❘
Hijo del arquitecto José Marín Baldo, obra que nos ocupa, Jardines de
José Marín Baldo y Burguero (1865- Luxemburgo, realiza una composición
1923), es uno de los máximos expo- basada en un asunto burgués. Muestra,
nentes del eclecticismo pictórico en así, un paisaje siguiendo las premisas de
Murcia, a caballo entre los siglo XIX y la corriente ecléctica del último tercio
XX. Pensionado por la Diputación de del siglo XIX. En el sistema organizati-
Murcia en París, en el año 1889, una de vo priman los valores atmosféricos y
sus obras más conocidas fue el abanico cromáticos que entroncan el lienzo con
pintado que la princesa Matilde regala- cierta tradición postimpresionista.
ra a la Duquesa de Aosta. En otro orden de cosas, el artista reco-
En Murcia llevó a cabo la decoración del ge aquellos aspectos que podrían resul-
techo del Tocador de Damas del Casino tar anecdóticos para el espectador, sin
de Murcia, donde plasma una voluptuo- elaborar una narración concreta en la
sa alegoría acerca de las veleidades feme- tela. Destaca dentro del sistema com-
ninas y sus abrasadores peligros. positivo su interés por reflejar los valo-
En su labor pictórica es habitual la res decorativos de cada uno de los ele-
temática costumbrista muy en boga en mentos con un sentido escenográfico.
la centuria decimonónica; el pintor Fue depositado por la Diputación
representa escenas de la huerta y de sus Provincial en el Museo de Bellas Artes
gentes, aunque en el caso concreto de la en 1930 y restaurada en 1992.
Boletín de la Junta del Patronato del Museo de Bellas Artes de Murcia (1930), nº 9-10;
Baquero Almansa, A. (1913), pp. 412-418; Martínez Calvo, J. (1987), p. 17, Ossorio
Bernard, M. (1975), p. 416.Jorge Aragoneses, M. (1964), p.119, Pérez Rojas, J. (1980), pp.
60-61.
401
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 8.SALA DE LAS ALEGORÍAS. LA PINTURA DECORATIVA Y EL PAISAJE.❚❘
403
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 8.SALA DE LAS ALEGORÍAS. LA PINTURA DECORATIVA Y EL PAISAJE.❚❘
405
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 8.SALA DE LAS ALEGORÍAS. LA PINTURA DECORATIVA Y EL PAISAJE.❚❘
Catálogo de los Fondos y Secciones del Museo de Bellas Artes de Murcia (1927), p. 52; De
Pantorba, B. (1980), p. 484; Jorge Aragoneses, M. (1965) p. 42; Martínez Calvo, J. (1987),
p. 59.
407
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 8.SALA DE LAS ALEGORÍAS. LA PINTURA DECORATIVA Y EL PAISAJE.❚❘
ODOARDO TABACCHI
La bañista
1878
Mármol ❚❘ 114 x 31 x 80 cm
0/268
409
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 8.SALA DE LAS ALEGORÍAS. LA PINTURA DECORATIVA Y EL PAISAJE.❚❘
ANÓNIMO
Pavimento
Hacia 1820
Barro vidriado y cocido ❚❘ 10,47 x 3,92 metros
0/880
411
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 8.SALA DE LAS ALEGORÍAS. LA PINTURA DECORATIVA Y EL PAISAJE.❚❘
Jorge Aragoneses, M. (1961), pp. 29-45; Santiago Godós, M. V. (1996), pp. 681-688.
413
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA VIII.SALA DE LAS ALEGORÍAS. LA PINTURA DECORATIVA Y EL PAISAJE.❚❘
Catálogo de los Fondos del Museo de Bellas Artes (1910), pp. 22-23; Catálogo de los Fondos
y Secciones del Museo de Bellas Artes de Murcia (1923), pp. 29-30; Catálogo de los Fondos
y Secciones del Museo de Bellas Artes de Murcia (1927), pp. 34-35; Catálogo Arte en
Murcia, 1862-1985 (1985), p. 34; Catálogo del Museo de Bellas Artes de Murcia (1987), p.
28; Catálogo de la Colección de Arte Moderno y Contemporáneo Patrimonio de la
Comunidad Autónoma de Murcia (1992), p. 177; De la Plaza Santiago, F. J. (1982), p. 338;
Martínez Calvo, J. (1986), p. 117, (1987), p. 47; Ossorio y Bernard, M. (1975), p. 447.
415
SALA 9
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 9.ARTES DECORATIVAS Y SUNTUARIAS❚❘
La Real Fábrica de Cristal de La Granja Granja a finales del siglo XVIII, princi-
de San Ildefonso (Segovia) surge en el pios del XIX, pues el esquema respon-
siglo XVIII, bajo el auspicio de Felipe V, de a las premisas de la corriente neoclá-
inscribiéndose dentro del reformismo sica postuladas desde la corte española
borbónico encaminado a limitar las en esa época.
importaciones de objetos suntuarios Cobran especial importancia en esta
foráneos y reforzar la producción y la pieza los motivos grabados; la cenefa
industria hispana, incluso con la incor- realizada en el borde de la plancha del
poración de profesionales extranjeros, ya espejo; en el centro, una figura clasicis-
que en España no existían especialistas ta, representación mitológica, que se
en esta materia. De este modo, se abas- coloca sobre pedestal, formado por
tecerían los palacios y construcciones roleos, redes y motivos fitomorfos.
más emblemáticas de nuestro país. Fue Sobre esta figura masculina se dispone
aquí donde se realizaron algunos de los un dosel que repite los aspectos y carac-
avances tecnológicos y artísticos más terísticas ornamentales antes descritas,
importantes de la Europa del momento. a la manera de colgante o lámpara con
La cornucopia que nos ocupa es un forma de campana. La composición se
claro exponente de los objetos produci- remata con la utilización de un marco
dos en la Real Fábrica de Cristal de la dorado de tipo mixtilíneo.
419
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 9.ARTES DECORATIVAS Y SUNTUARIAS❚❘
421
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙SALA 9.ARTES DECORATIVAS Y SUNTUARIAS❚❘
Catálogo “Fábrica de Cristal y Vidrio Santa Lucía”, (1996), pp. 11-53; Jorge Aragoneses,
M. (1960), pp. 15- 24.
423
BIBLIOGRAFÍA
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙BIBLIOGRAFÍA❚❘
427
las, Fundación Fondo de Cultura Academia Alfonso X El Sabio,
de Sevilla, Madrid, 1993. Murcia, 1994.
Catálogo Reales Fábricas: Cristales de La AGÜERA ROS, José Carlos, Pintores y
Granja, Tapices de Santa Bárbara, pintura del barroco en Murcia, Ed.
Porcelana del Buen Retiro, Caja de Tabularium, Murcia, 2002.
Madrid, Madrid, 1995. AGUILERA RABANEDA, Juan
Catálogo Fábrica de Cristal y Vidrio Carlos, Rafael Tegeo (1798- 1856).
Santa Lucía, CAM y Fundación Un pintor en la encrucijada,,
Nacional del Vidrio, Murcia, 1996. Asociación Cultural de Arte “El jar-
Catálogo Sorolla y la Hispanic Society, dinico”, Murcia, 1999.
Museo Thyssen- Bornemisza de ANGULO ÍÑIGUEZ, Diego, José
Madrid y Museo de Bellas Artes de Antolinez, Instituto Diego Velázquez,
Valencia, Madrid, 1998. Madrid, 1957.
Catálogo José Elbo y la pintura románti- ANGULO ÍÑIGUEZ, Diego y
ca, Editorial Electa, Granada, 1998. PÉREZ SÁNCHEZ, Alfonso
Catálogo Nuevas miradas sobre el Emilio, Historia de la pintura
Museo, Comunidad Autónoma de toledana, Instituto Diego
Murcia, Murcia, 1999. Velázquez, Madrid, 1972.
Catálogo El legado de la pintura. BAQUERO ALMANSA, Andrés,
Murcia, 1516- 1811, Ayuntamiento Catálogo de los profesores de las Bellas
de Murcia, Murcia, 1999. Artes Murcianos, Murcia, 1913.
Catálogo Carlos de Haes, Caja Navarra, BELDA NAVARRO, Cristóbal y
Pamplona, 2000. GARCÍA, Carlos Moisés, Francisco
Catálogo Inocencio Medina Vera (1876- Salzillo: La plenitud de la escultura,
1918), Ayuntamiento de Murcia, Ed. Darana, Murcia, 2001.
Murcia, 2001. BELDA NAVARRO, C, 1998, "Fran-
Catálogo Carlos de Haes (1826- 1898), cisco Salzillo y la escultura pintada"
Fundación Marcelino Botín, en Francisco Salzillo. Imágenes de
Santander, 2002. culto, Murcia
Catálogo Nicolas de Bussy Murcia, 2002 BELDA NAVARRO, El contraste de la
AGÜERA ROS, José Carlos y CRUZ seda y las reformas de la plaza de Sta.
FERNÁNDEZ, Pedro Alberto, Catalina de Murcia en los comienzos
Catálogo Sánchez Picazo, Caja de del S. XVII, Anales de la Universidad
Ahorros Provincial de Murcia, de Murcia, 1971-1972.
Murcia, 1982. BENEZIT, E. Dictionnaire des peintres,
AGÜERA ROS, José Carlos, «Catálogo sculpteurs, dessinateurs et graveurs,
de Pintura» en Murcia Barroca, Librairie Gründ, París, 1966.
Ayuntamiento de Murcia, Murcia, BERNT, Walther, The Netherlandish
1981. Painters of the Seventeeth Century,
AGÜERA ROS, José Carlos: Pintura y Volume III, Ed. Phaidon, Munich.
sociedad en el siglo XVII. Real 1970.
428
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙BIBLIOGRAFÍA❚❘
429
Colección Riquelme. Catálogo de 1876) » en Verdolay, nº 5, Murcia,
cuanto constituye el panorama el 1993.
Nacimiento de Nuestro Señor GUTIÉRREZ GARCÍA, Mª Ángeles
Jesucristo por el célebre escultor Don “Abanicos del Museo de Murcia” en
Francisco Salzillo, Murcia, 1897. IMAFRONTE, nº 11, Murcia,
GALLEGO, A. «Historia del Grabado 1995
en España» en Cuadernos de Arte GUTIÉRREZ GARCÍA, M. Ángeles
Cátedra, Madrid, 1979. “Joyería doméstica, sentimental y
GARCÍA ALCARAZ, Ramón, El pintor religiosa. Fondos del Museo de
Wssel de Guimbarda, Comunidad Murcia” en IMAFRONTE, nº 14,
Autónoma de Murcia, Murcia, Murcia, 1999
1986. HERNÁNDEZ ALBALADEJO, Elías,
GÓMEZ FRECHINA, José, «Giovanni «El puente viejo de Murcia» en
Battista Piranesi (1720-1778) y su Anales de la Universidad de Murcia,
obra» en Catálogo Piranesi, Consorcio XXXIV, Murcia, 1978.
de Museos de la Comunidad HERNÁNDEZ ALBALADEJO, Elías,
Valenciana, Valencia, 1996. El escenario de la escultura de
GARCÍA- SAUCO BELÉNDEZ, Luis Francisco Salzillo.
G., Francisco Salzillo y la escultura JORGE ARAGONESES, Manuel,
Salzillesca en la provincia de «Presencia y estela de Wssel de
Albacete, Albacete, 1985. Guimbarda en Lorca (Murcia) », en
GUTIÉRREZ GARCÍA, Mª Ángeles, Arte Español, nº 1 y 2, Madrid,
«Aproximación a la lectura icono- 1958.
gráfica de la Puerta de Mari JORGE ARAGONESES, Manuel,
Chaves» en Cuadernos de Arte e «Un retrato infantil de Rafael
Iconografía, Tomo II, nº 3, Madrid, Tegeo», en Separata de Archivo
1989. Español de Arte, T. XXXVII, Nº
GUTIÉRREZ GARCÍA, Mª Ángeles, 145, CSIC. Instituto Diego
«Fondos de pintura del Museo de Velázquez, Madrid, 1958.
Murcia: Premios y menciones en las JORGE ARAGONESES, M., Artes
Exposiciones Nacionales de Bellas Industriales Cartageneras. Lozas del
Artes (1856- 1892) » en Verdolay, siglo XIX, Museo Arqueológico
nº 3, Murcia, 1991. Municipal, Cartagena, 1960.
GUTIÉRREZ GARCÍA, Mª Ángeles, JORGE ARAGONESES, Manuel,
«Retrato de Doña Mª Cristina de Pintura decorativa, Diputación
Habsburgo, pintura inédita de Juan Provincial de Murcia, Murcia,
Luna Novicio» en Imafronte, nº 8- 1964.
9, Murcia, 1992-1993. JORGE ARAGONESES, Manuel,
GUTIÉRREZ GARCÍA, Mª Ángeles, Sobre la vida y obra de Joaquín
«Fondos de pintura del Museo de Campos, Academia Alfonso X el
Murcia . Los Juegos florales (1873- Sabio, Murcia, 1968.
430
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙BIBLIOGRAFÍA❚❘
431
MORALES Y MARÍN, J. L., PÉREZ SÁNCHEZ, M. (1998), Un
Diccionario de Iconología y repertorio suntuario de singular interés:
Simbología, Ed. Taurus, Madrid, el ajuar litúrgico de Nra. Sra. De la
1984. Asunción de Lezuza (Albacete), en
NICOLÁS GÓMEZ, D. “Hipótesis Ensayos, Nº 13, pp. 119-145.
sobre la utilización iconográfica de PÉREZ SÁNCHEZ, M. (1998), Una
la lira y el arpa en las artes plásticas aportación al estudio de las artes suntu-
en el siglo XIX: Neoclasicismo y arias en la Semana Santa de Cartagena:
Romanticismo cristiano medieval” a propósito del antiguo estandarte-
en VERDOLAY 5, Murcia, 1993 sudario de la Cofradía Marraja, en
OSSORIO Y BERNARD, Manuel, Ecos del Nazareno, pp. 25-29,
Galería biográfica de Artistas Cartagena.
Españoles del Siglo XIX, Ed. Giner, PÉREZ SÁNCHEZ, M. (1999), El arte
Madrid, 1975. del bordado y el tejido en Murcia. Siglos
OLIVER , Antonio Medio siglo de artis- XVI-XIX, Murcia.
tas murcianos. 1900-1950 Murcia, PÉREZ SÁNCHEZ, M. (2001), Algunas
(1950) precisiones sobre la obra de maestros
PÁEZ BURRUEZO, Martín, El plateros valencianos en la Catedral de
Clasicismo en la Pintura Española Murcia, en Estudios sobre platería.
del siglo XIX: Germán Hernández San Eloy 2001, Murcia.
Amores, Consejería de Educación y PÉREZ ROJAS, Francisco Javier,
Cultura, Dirección General de Autorretrato de Antonio Gil
Cultura, Murcia, 1995. Montejano» en Catálogo Centro y per-
PÉREZ SÁNCHEZ, M. (1992), Los bla- iferia en la Modernización de la
sones de la colección de arqueología del Pintura Española 1880- 1918,
Museo de Murcia, en Verdolay Nº 4, Ministerio de Cultura, Madrid, 1993.
Murcia. PÉREZ SÁNCHEZ, Alfonso E.,
PÉREZ SÁNCHEZ, M. (1994), Las «Mateo Gilarte, un casi
artes suntuarias, en El Monasterio de Zurbaranesco», en Separata del
Santa Verónica de Murcia. Historia y Archivo Español de Arte, Tomo
Arte. Murcia. XXXVII, nº 146- 147, Madrid,
PÉREZ SÁNCHEZ, M. (1994), La con- 1964.
tribución de la familia Lucas a la PÉREZ SÁNCHEZ, Alfonso E.,
orfebrería de la Catedral de Murcia. Borgianni, Cavarozzi y Nardi en
Una propuesta de estudio del patronaz- España, Instituto Diego Velázquez
go de los canónigos, en Verdolay, Nº 6, del CSIC, Madrid, 1964.
Murcia. PÉREZ SÁNCHEZ, Alfonso E.,
PÉREZ SÁNCHEZ, M. (1997), La mag- Pintura italiana en el siglo XVII en
nificencia del culto. Estudio histórico- España, Universidad de Madrid y
artístico del ornamento litúrgico en la Fundación Valdecilla, Madrid,
diócesis de Cartagena. Murcia. 1965.
432
❚❘MUSEO DE BELLAS ARTES❙BIBLIOGRAFÍA❚❘
433