Resumen - El Camino de La Maestría

Resumen de El Camino de la Maestría
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Descubrirás que el camino del despertar no es el camino de la evasión, sino un camino de

veracidad. No es el camino de logros y orgullo, sino un camino de liberar de la consciencia
cada esperanza y cada deseo de ser especial — para verte a ti mismo como habiendo hecho
progreso — para así poder golpear el pecho con tu puño y esparcir las plumas de la cola. Es
la trascendencia de la esperanza de obtener, de alguna manera, la atención de Dios, para que
Él mire sobre ti y diga, “Oh, has sido una buena persona. Si, nosotros permitiremos tu
entrada al Reino ahora.”
Es un camino en el que vendrás a cultivar — sin importar tus experiencias internas o grado
de despertar — la disposición y el arte de retornar a la simplicidad de mente-vacía y de no
saber con cada y todo aliento. Es una manera de vivir en la cual todas las cosas y todos los
eventos se vuelven un aspecto de tu meditación y de tu oración hasta que esté establecida
nuevamente dentro de ti la Verdad que es verdad siempre:
No mi voluntad, sino la tuya sea hecha.

Pues por mí mismo, no hago nada.
Pero el Padre hace todas las cosas a través de mí.
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Comunicación es creación. Estos dos son uno y lo mismo. Por lo tanto, si crearas bien,
pregunta sólo:
¿Qué me comprometo a comunicar?

¿Qué expresarán mis creaciones?
¿Qué transmitirán mis creaciones a otros?
Pues lo que busco transmitir revela al mundo lo que creo que es la verdad de mí Ser.
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El Camino del Corazón comienza con la aceptación de esta simple verdad:
Soy como Dios me ha creado.

Hecho a su imagen, soy un creador siempre.
Por lo tanto, el camino de despertar — El Camino del Corazón — debe comenzar con la
decisión de abrazar la Verdad que es verdad siempre:
Soy el creador de todo lo que pienso, veo y experimento.
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Soy libre siempre. Nada me afecta, salvo los pensamientos que he escogido sostener
dentro.
Nada me encarcela, sino mi propia percepción de encarcelamiento.
Nada me limita en ningún nivel o dimensión de experiencia, salvo lo que haya
escogido.
El Camino del Corazón, entonces, abraza todas las cosas, confía en todas las cosas y
eventualmente trasciende todas las cosas. ¿Por qué? Porque comienza por asumir completa
y total responsabilidad por lo que está siendo canalizado a través de él. Todos ustedes sirven
como un canal, desde el momento en que te levantas hasta el momento en que te levantas.
Incluso durante tu sueño, estás escogiendo aquello que fluye a través de tu consciencia.
El Camino del Corazón, es ese camino que comienza con el compromiso de sanar y despertar,
y es encontrado en la premisa, el axioma que te hemos dado:
Eres perfectamente libre en todos los tiempos.

Todo lo que has experimentado ha sido por tu elección.
Y en ningún tiempo ha sido por ninguna otra causa.
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He dicho muchas veces que el Padre miró sobre ti y dijo:
Ésta es mi única creación y es muy buena.
Pues el Padre se maravilla ante lo que eres, sabiendo perfectamente bien lo que eres ha
emergido de Su santa mente.
Estos son los primeros dos axiomas del Camino del Corazón, sobre el cual construir, para
ser recordado y para ser cultivado diariamente:
Soy creado tal como mi padre me creó. Soy libre.

Y nada origina mi experiencia sino yo, en cada momento.
Nada tiene efecto sobre mí en absoluto, salvo aquello que elija permitir que me afecte.
No necesito hacer nada.
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No reaccionaras, lo que literalmente significa actuar de nuevo, como lo hiciste en el pasado.

En cambio, inclusive si estás siendo perseguido (o si hablo de mi experiencia personal,
siendo clavado en una cruz), habrás cultivado la habilidad de amar. Y en toda circunstancia,
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no importa lo que otro esté haciendo, tu primera respuesta será entrar en ese estado de
quietud interior y simplemente preguntar al Espíritu Santo:
¿Qué quieres que diga?

¿Qué es lo más apropiado para esta otra alma en este momento?
Pues cuando el perdón ha purificado la mente y el corazón y el campo emocional de tu propio

ser, descubrirás que existes sólo para extender el Amor. Eres el salvador del mundo. En cada
situación, tu rol es preguntarle al Espíritu Santo cómo puedes servirle a la expiación, la
corrección, la sanación que todavía necesita ser adquirida dentro de otra alma.
Entonces, aún si alguien te odia, no responderás con actitud defensiva, si no con curiosidad,
con observación inocente. Inclusive si tus manos tienen clavos atravesándolas, te digo
verdaderamente que es posible aún entrar en el silencioso santuario del corazón y
preguntarle al Espíritu Santo:
¿Qué quieres que diga o haga que pueda servir a la sanación del corazón de mi
hermana o hermano?
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Nada que experimentes es causado por algo fuera de ti.
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Estás literalmente creando cada cosa que eliges y nada es forzado.
El resultado es que tu vida diaria ordinaria es el más perfecto ashram en el que pudieras
estar. Es la ciudad santa para la cual es sabio hacer peregrinaje todos los días, lo cual significa
para traerle consciencia y compromiso a exactamente lo que estás experimentando. Para
estar agradecido por ello, para bendecirlo, para abrazarlo, para ser vigilante y para estar
alerta:
¿Qué está enseñándome este momento?
Habiéndote dado eso como fondo y fundación, recuerda que no experimentas nada que sea
llamado un “momento ordinario.” En cada y todo momento, cosas extraordinarias están
ocurriendo. Cosas extraordinarias están ocurriendo en las cuales la totalidad del universo
está conspirando, lo cual significa “respirando juntos.” El universo está conspirando contigo
para despertarte y para sanarte. ¡Confía en él! ¡Amalo!
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Para construir sobre lo que estaba compartiendo contigo anteriormente, el tercer axioma o
principio podría ser encapsulado de esta manera:
No vivo momentos ordinarios.

Con cada aliento, mis experiencias son los escalones puestos ante mí por Dios para
guiarme a casa.
Traeré consciencia a cada momento.
Y le permitiré que me enseñe como perdonar, como abrazar, como amar y por lo tanto
como
vivir plenamente.
En tus momentos ordinarios, miles de veces cada día, ¡serás confrontado con oportunidades
de ser perturbado! Y en ese mismísimo momento, estás siendo bendecido con la
oportunidad de elegir paz, de recordar cultivar una percepción de tu hermano o hermana
que es una percepción nacida de la Mente de Cristo, no de la mente egótica.
¡Abraza cada segundo de ella! Cada vez que lavas tu plato y tu tasa después del desayuno,
mira sobre estas cosas y di:
¡Mi Dios! ¡Ésta es mi vida!

¡Éste es mi camino a casa!
¡Y lo voy a vivir!
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Cuando esa vieja memoria venga, quédate con ella. Obsérvala. Reconoce como funcionó el
juicio en ese entonces. Y luego di a esa persona o a ese evento:
No te juzgo.
Extiendo el perdón a mí mismo por lo que he creado.
Te abrazo, te amo y te libero para que seas tú mismo.
Te bendigo con la bendición de Cristo.
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Gira tu consciencia desde lo que piensas que está causando el disturbio y recuerda el primer
axioma:
Soy la fuente de mi experiencia.

Me estoy sintiendo perturbado.
¿Qué hay en mí que necesita ser sanado?
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Comienza a respirar profundamente y rítmicamente. Deja que el cuerpo se suavice y se

relaje, y pregunta:
¿Qué hay dentro de la energía de esta persona que está causando realmente mi
reacción?
Lo veras de inmediato: “Oh, ellos son muy críticos. La crítica presiona mis botones.” Luego,
pregúntate a ti mismo:
¿Cuándo he hecho esto a otro?

¿Dónde he sido crítico de otros?
Y quizás te llegará de inmediato: “Bueno, estoy siendo critico porque ellos son críticos.” O
vendrán recuerdos, recuerdos desagradables, si los estás juzgando. Deja que vengan.
Continúa respirando y relajándote. Observa esa energía de ser crítico. Hónrala. Ámala. Pues
es una creación. Es tu creación regresando a ti, para que quizás puedas abrazarla y
transformarla. Sólo quédate con ella. Obsérvala: “ah, ser crítico, sí, seguro puedo ser crítico.
He sido de esa manera en el pasado. Conozco esa energía muy bien.” Observa una escena
en tu memoria en la cual has sido crítico. Obsérvala con profunda honestidad y sinceridad,
y di para ti mismo:
Me perdono por ser crítico.

Perdono mi juicio de mí mismo.
Escojo enseñar sólo Amor.
Observa esa imagen disolverse y desaparecerse de tu mente. Trae tu consciencia de vuelta

al momento presente y a esa persona que acaba de presionar tu botón. De nuevo, no
necesitas decirles nada a ellos en lo absoluto, aunque quizás lo hagas. Pero dentro de ti
mismo, perdónalos a ellos por permitir que la energía de ser crítico temporalmente haya
hecho hogar en sus mentes. Y simplemente pídele al Espíritu Santo remplazar tu percepción
con la verdad.
Pide ver la luz inocente dentro de ellos.
En tanto cultivas esto, te volverás muy, muy bueno en ello. Serás capaz de hacerlo tan rápido
como el tiempo que toma chasquear los dedos. Y una vez que comienzas a ver la luz en ellos,
puedes preguntarle al Espíritu Santo:
¿Qué está enmascarando esta energía crítica en ellos?

¿Qué es lo que están clamando realmente?
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Luego sentirás compasión. Pues te será revelado el por qué ellos están heridos por dentro.
Y baja y contempla, en lugar de ser reaccionario hacia ellos, justamente podrás ser
compasivo. Tu elección de las palabras y tu propio comportamiento pueden tornar en ser
tan diferentes como nunca hubieras imaginado. Pues a través de ti fluirá exactamente lo que
les sirve a ellos.
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Es muy, muy importante dejar que cada día sea suficiente en sí mismo. Cuando culmines tu
día, siempre verdaderamente culmínalo. No toma cuatro horas de ritual. Lo puedes hacer
dentro de un sólo aliento. Mientras tomas una respiración profunda, mientras descansas tu
cabeza sobre la almohada, observa la totalidad de tu día, abrázala con tu consciencia, y
mientras dejas que tu aliento salga, di silenciosamente a ti mismo:
Libero y perdono este día. Ha sido perfecto. Y está hecho.
Deja que se vaya. Sólo deja que se vaya. ¿Por qué? Si no lo haces, lo traerás contigo. ¿Conoces
esa experiencia? Y por tres semanas te estás lamentando, “Ah caray ¿Por qué tomé esa
decisión hace tres semanas? Si tan sólo hubiera tomado una decisión diferente, esto no
hubiera pasado y aquello no hubiera ocurrido.” Eso es probablemente cierto. Pero el punto
es que ahora tres semanas después, te estás dando golpes en la cabeza trayendo el pasado
contigo. Y te pierdes la gloria del presente. Has escuchado esto miles de veces porque es
cierto.
La consciencia es algo muy sutil y poderoso. No puedes ayudar si no crear. Recuerda que el
objetivo de este camino es aprender a crear deliberadamente con perfecta maestría. Por lo
tanto, observa las cosas del día y di:
Es muy bueno. Y está terminado.
Cada noche cuando descanses tu cabeza sobre la almohada y sepas que estás a punto de
dormirte, se simplemente como Dios en su historia bíblica de creación, en la cual es escrito
que en el séptimo día, Dios descanso. Dios había terminado, en un sentido, dentro de la
historia. Ten esa misma cualidad al final de cada uno de tus días.
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¿Cuál es la energía requerida para llevarte de la miope auto-contracción, en la cual te has

llegado a identificar con las pequeñas gotas de espuma de la punta de la ola que son lanzadas
a y de un lado a otro por un poder que parece estar fuera de ti, hacia un sentido de identidad
con la silenciosa profundidad del océano que está presente en todo lugar y parece no
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conocer ni comienzo ni fin? La verdadera energía que te llevará de la punta de la ola a la

profundidad del océano es la energía del deseo.
Pues te digo, si Dios no hubiera deseado extender el Amor, nunca hubieras llegado a existir.
Tú mismo sentido de consciencia de ti mismo es el resultado o el efecto del Amor. Es el
mismo Amor que ha dado nacimiento al sol y a la luna y a todas las estrellas y todas las
dimensiones de las dimensiones de las dimensiones de creación. Ese mismo Amor que
decidió ser extendido es la misma Fuente de la cual has nacido. En tanto te conoces a ti
mismo, eres el
efecto del deseo de Dios de extender el Amor.
Cuando luego alguien te pregunta, “¿Quién eres?” Por favor no les des un nombre. No les
digas, “Bueno, nací en cierto pueblo en cierta parte del planeta.” No les digas que eres
demócrata o republicano o comunista, o un ateo o un católico. Diles la verdad:
¿Quién soy? Soy la extensión del Amor en forma.

Nunca he nacido y nunca probaré muerte.
Soy infinito y eterno.
Brillo como un rayo del sol al sol.
Soy el efecto del Amor de Dios.
Y me paro ante ti para amarte.
¡Ahora eso si levantará algunas cejas! También transformará tu mundo. Pues ya es tiempo
de parar de buscar a Cristo afuera y comenzar a elegir tomar la responsabilidad de ser el
Cristo encarnado.
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Entiende bien el siguiente axioma que te damos:
La única relación que sostiene algún valor del todo es tu relación con Dios, tu Fuente
creativa, la profundidad del océano
Inmediatamente la mente dice, “¿Pero, qué hay acerca de mi pareja, qué hay acerca de mis
padres, qué hay con mis hijos, qué hay con el presidente de la nación, qué hay con el
administrador de correos?” Tú saldrás con un millón de ejemplos de relaciones que
seguramente tienen una gran importancia.
La única que tiene valor es tu relación con Dios. Pues cuando ella está en alineación, todas
tus creaciones, todas tus elecciones de relaciones y como estarás dentro de ellas fluirá sin
esfuerzo desde esa alineación. Por lo tanto, busca primero el Reino, y todas estas cosas se te
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darán por añadidura. No trates de crear una rosa comenzando por los pétalos, sino
nutriendo las raíces, y luego la flor deberá brotar.
Si vas a estar en correcta relación con tu Creador, es absolutamente necesario corregir tu

percepción y tu relación con la energía del deseo. Esto comienza al liberar tus juicios de ella
en todas sus formas. Pues de nuevo, sólo puedes estar en Amor o miedo. Sólo puedes estar
en inocencia o en juicio. Amor e inocencia son del Reino. Miedo y juicio son de la ilusión.
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El deseo lo es todo. El simple ejercicio que te hemos dado comenzara a liberar los bloqueos
internos, y redescubrirás la inocencia del deseo. Luego puedes comenzar a expandirte sobre
ello, tomar unos momentos y aprender a vivir deliberadamente, preguntándote a ti mismo,
“¿Qué es lo que realmente quiero? Usa tu consciencia para relajarte en la inocencia de la
pregunta:
¿Qué es lo que realmente quiero?

¿Qué hay en mi corazón que se mantiene llamándome, se mantiene impulsándome?
Debido a que tu mente irradia como un rayo del sol al sol desde la Mente de Dios, cuando te
haces la pregunta, comienzan a surgir imágenes, comienzan a surgir emociones. Y te he
dicho a ti, ellos son símbolos y expresiones de lo que Dios desea expresar a través de ti.
Puedes decir, “Cada vez que miro en mi corazón, y cada vez que me permito a mí mismo
sentirlo, lo que realmente quiero es colocar mis brazos alrededor de la gente. Quiero dejar
que la gente sepa lo mucho que los amo.” ¿Por qué temer a ese deseo? Dices, “Es muy
abrumador. No sé cómo seré aceptado.”
¿A quién le importa como serás aceptado?

Lo que importa es como te aceptes a ti mismo.
El deseo en el corazón es donde descubrirás la línea telefónica que te conecta con la voluntad
de Dios que sería expresada a través de ti. Si no confías en el deseo, estás literalmente
diciendo que has decidido no confiar en tu Creador. Eso es una declaración no sólo para ser
dejada de lado. Al sanar el conflicto alrededor del deseo, ahora lo que sabes lo que realmente
es, aprende a ser paciente contigo mismo.
¿Qué llega a ti al hacerte esa pregunta? Pudiera ser, “Quiero tener mucha riqueza.” Y yo veo
el pensamiento que dice, “Oh, no, la riqueza es mala.” Pero si te permites a ti continuar
haciéndote la pregunta, una respuesta más profunda emergerá, tal como, “Lo que quiero es
poder ir hacia todos los niños hambrientos del planeta y alimentarlos. Es por eso que quiero
ser adinerado.”
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¿Pudiera no ser que el deseo de alimentar al mundo es el deseo de Dios de hablar a través
de ti, de usarte de una manera que efectúe la transformación sobre tu planeta? ¿Puedes ver
que al bloquear la emoción del deseo, pudieras estar bloqueándote a ti mismo de oír por lo
que has estado orando una y otra vez? Oras, “Padre, revélame tu propósito para mí.” Luego
sientes el deseo y dices, “¡Uy! Perdóname, Padre. Tengo que deshacerme de este deseo
primero.”
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Deja que las raíces sean regadas por el deseo, por sobre todas las cosas, para convertirte en
la realización de lo que Dios tuvo en mente cuando respiró en ti el aliento de Vida. Deja que
ese aliento sea recibido en cada momento. Llegarás a ver que la única pregunta — La única
pregunta — de la que necesitas estar preocupado es:
¿Cuánto de Dios estoy dispuesto a recibir y a permitir ser expresado a través de mí?
Esto es llamado “separar el trigo de la paja.” La paja es el pensamiento del mundo que te ha
llevado a creer en la pequeñez. Esto sólo resulta en tu sufrimiento perpetuo. El trigo es el
alimento que da vida, porque está lleno con el Amor de Dios.
No temas, entonces, al deseo. En su lugar desea abrazar el deseo. Tócalo, siéntelo, conócelo,
danza con él, canta con él, y míralo inocentemente. Siéntelo completamente. Y luego aprende
a discernir, a través de las vías que te hemos dado, lo que el deseo verdaderamente es: ese
hilo que está brillando a través de todos tus días. Luego decide dejar que ese deseo informe
tus elecciones, para que así crees una vida que sirva a la realización de ese hilo del deseo.
Aparte de ese hilo, estaba el reconocimiento de que la muerte es irreal. Por lo cual, pensé
que debía ser capaz de crear una demostración que lo probara. Ahora, ¡piensa sobre ello por
un momento! ¿Si ese pensamiento hubiera nacido en ti, y trataste de compartirlo con el
mundo, no te hubieran dicho que estabas loco de atreverte a pensar un pensamiento tan
fuera de línea con todo lo que el mundo creía? Pero debido a que seguí el hilo del deseo,
comencé a darme cuenta que eso se mantenía hablándome a mí, día tras día, semana tras
semana. Eso quería crecer. Eso quería ser nutrido. Finalmente, decidí:
Voy a permitir a ese hilo ser nutrido.

Voy a descubrir hacia donde me lleva, y de que se trata todo esto.
Donde me llevó fue a la maestría de la vida y de la muerte, maestría de la sanación, maestría

de la consciencia. Eso me llevó a la maestría de mí mismo. Me llevó a casa hacia mi propio
estado de ser Crístico.
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No serás capaz de mantenerle el paso a la amorosa creación que se quiere expresar a través
de ti. Te maravillarás de los amigos que llegan a tu vida y como cambia tu sistema solar
externo en el cual tu planeta gira. Te maravillarás y asombrarás como está todo ello
sucediendo. Finalmente descubrirás que no eres el creador y hacedor de tu vida, que Dios
desea dirigir y hacer Vida a través de ti. Luego conocerás la Verdad que te libera:
Por mí mismo, no hago nada.

Pero mi Padre, a través de mí, hace todas las cosas.
Y eso es muy bueno.
Está, entonces, en paz. Y desea bien. Pues cuando sientes el deseo, estás regando tus raíces
con la energía de la Vida misma. ¡Confía en ella! ¡Abrázala! Y deja que los pétalos de la rosa
florezcan dentro de tu sagrado ser.
¿Cuánto del Amor de Dios estás dispuesto a recibir?
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LA PRIMERA LLAVE ES EL DESEO
Primero, el deseo lo es todo. Sin él, ninguna cosa puede surgir. Por lo cual, lo que deseas es
de suma importancia. Desea, entonces, la unión perfecta con Dios. Desea entonces ser el
Cristo encarnado. Desea, entonces, ser todo lo que tu creador desea que seas. Incluso si no
tienes idea de que pudiera ser.
Pues cuando sostienes el deseo dentro de tu ser y cuando has dominado la energía del deseo
— de nuevo, maestría no significa control — al conectarlo todo en el deseo de ser como eres
creado a ser, luego de hecho todo en tu vida y todos los subsecuentes o subsidiarios deseos
vendrán a servir a ese gran deseo.
Cuando llegas a ese estado de ser, nada será imposible para ti. ¿Por qué? Porque no eres el
que lo está haciendo. Eres meramente un pedazo de hilo en el verdadero tapiz cósmico que
está siendo tejido por el Creador de toda la creación, quien solo sabe cómo tejer el tapiz de
una nueva era, de un nuevo paradigma, de la sanación de este plano y de la humanidad.
Por lo tanto, la primera etapa es la etapa del deseo. Sólo al sentir el deseo y no suprimirlo
puedes verdaderamente comenzar a moverte hacia un estado de maestría en la cual la
energía del deseo siempre sirve a la más elevada voluntad, la cual es la voluntad de Dios para
ti. Como te hemos dicho antes, cuando tu voluntad está en alineación con la voluntad de Dios
descubrirás que la voluntad de Dios para ti es que seas genuinamente feliz a través y a través,
contento, realizado, en paz, fortalecido, capaz, y responsable.
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LA SEGUNDA LLAVE ES LA INTENCIÓN
Desear, en el tiempo, es cultivado a través de la intención. Pues has usado el tiempo para
enseñarte a ti mismo como estar distraído con todos los pensamientos y percepciones que
hacen esta sopa cósmica llamada tu mundo. Todos ustedes han conocido la frustración de
tener un deseo, y luego, tan pronto sales por la puerta un amigo se detiene y dice, “vamos a
la playa.” Y nunca logras ir a la clase, aun cuando tu deseo es obtener el título. Has cultivado
el arte de ser seducido por la distracción.
Por lo tanto, es necesario utilizar el tiempo para cultivar la intención. Pues sin la intención,
el deseo no puede volverse el enfoque nítido, el enfoque como el láser que puede cortar la
escoria de este mundo para que así una creación nueva pueda fluir a través de ti.
Significa que cultives dentro de tus procesos de pensamiento el arte de recordar para que
estás aquí realmente. Estás aquí para recordar que eres el pensamiento de Amor en forma.
Estás aquí para recordar que eres uno con Dios. Estás aquí para recordar que lo que he
llamado Abba, aun cuando pasa por muchos nombres, es la fuente de tu única realidad. Estás
viviendo en la realidad sólo en el grado en que Ese Uno está viviendo a través de ti. Por lo
tanto, la intención en El Camino del Corazón significa utilizar el tiempo cada día para enfocar
tu atención en el deseo de ser el Cristo encarnado.
¿Cómo aplicas la intención? Cada día, así como has usado el tiempo para enseñarte a ser
distraído fácilmente, sólo necesitas hacerte una pregunta diaria:
¿Qué es lo que más deseo?

¿Qué estoy haciendo en este planeta?
¿A qué estoy comprometido?
Las últimas dos preguntas son sólo formas de la pregunta fundamental. Mientras continúes
la práctica de preguntarte, la respuesta se irá haciendo más y más clara. Pues es la pregunta
la que influencia, estimula y da vida a la respuesta. El universo está siempre respondiéndote
tus preguntas. Y cuando te haces preguntas no claras, obtienes respuestas no claras. Por lo
tanto, vuélvete claro como el cristal con tu intención y recuérdate a ti mismo de ello
diariamente:
Mi intención es usar el tiempo constructivamente para el reaprendizaje de lo que

significa permanecer en el Reino del Cielo y para cumplir mi función. Mi función es
sanar. Y la sanación requiere de la presencia de Cristo, pues sólo Cristo puede
expresar el Amor que trae la sanación a ser.
El deseo y la intención son críticos. Estas etapas se despliegan en el campo del tiempo
mientras uno madura en El Camino del Corazón.
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LA TERCERA LLAVE ES LA INDULGENCIA
La tercera etapa del proceso mediante el cual la mente está completamente corregida y uno
retorna a casa es la etapa de la indulgencia. Pues el mundo del ego no te enseña a ser
indulgente, te enseña a luchar. Debes ser el fabricador y el hacedor. Debes encontrar una vía
para manipular o controlar tu ambiente de manera que se conforme a sí mismo a imagen de
lo que estás sosteniendo en tu mente.
Todo ello está bien y es bueno, y hay muchos seres que aprenden algunas lecciones valiosas
siguiendo el camino de ciertos maestros que te enseñarán que puedes crear lo que quieras.
¡Eso parecerá como algo muy grande hasta que te des cuenta que es lo que estás haciendo
todo el tiempo! Estás siempre creando exactamente lo que decretas. No es una gran cosa y
no es un secreto.
El Camino del Corazón es sobre algo más. La indulgencia en este camino, significa que
comienzas a ver tu vida diferentemente. No es una lucha salir de la escuela secundaria y
crear una carrera mediante la cual puedas crear monedas de oro, mediante la cual puedas
crear una casa adecuada en un ambiente adecuado para que así tu ego se sienta “exitoso” y,
por lo tanto, ser “merecedor” del amor.
Se honesto contigo mismo — no está tu mundo construido sobre semejantes premisas como
esta: “si tan sólo pudiera hacer parecer mi vida exitosa a mi alrededor, entonces seré
aceptado, entonces me puedo amar a mí mismo, por lo menos un poco. Tal vez pueda
conseguir que otras personas me amen.” Eso no es en lo absoluto.
El Camino del Corazón comienza con el reconocimiento de que ya eres amado por la
única Fuente que importa, que has venido para un propósito más elevado que puede
ser manifestado en las formas del mundo, pero no es del mundo.
La indulgencia es el cultivar una manera de observar los eventos de tu vida, no como

obstáculos para obtener lo que quieres, si no como escalones. Cada uno te presenta una
bendición de las lecciones requeridas para sanar los obstáculos — no para el éxito, sino para
la presencia del Amor como la Fuente y la base de tu ser.
En la etapa de la indulgencia, comenzamos a cultivar una aceptación de todas las cosas en

nuestra experiencia. Comenzamos a verlo porque hemos hecho un compromiso de
despertar y encarnar sólo el Cristo, el universo ya está conspirando para traer a la gente y a
los eventos en nuestras vidas, sobre una base de momento a momento, que mejor nos pueda
proveer exactamente con lo que más necesitamos aprender o volvernos consiente de.
Por consiguiente, son enviados mensajeros. Ese mensajero pudiera venir en forma de
alguien de quien te enamoras, y hay algo allí para ti para aprender. Pudiera ser que has
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estado bloqueándote a ti mismo de sentir amor por otras personas, y ahora alguien
finalmente viene y derrumba la puerta y no lo puedes evitar sino sentir ese sentimiento.
El mensajero pudiera ser alguien que viene como el grano de arena dentro de la ostra que
causa la fricción dentro de ti que te empuja de tu sueño, y te das cuenta que has estado
operando desde algún patrón muy disfuncional y que debes tener un mejor asidero sobre la
Verdad de quien eres.
Pudiera ser que necesitas aprender a expresar más tus sentimientos. Pudiera ser que
necesitas aceptar más tu propia creatividad. A través de tus mensajeros, aquello que causa
que finalmente seas responsable y seas honesto acerca de donde estás será sacado de dentro
de ti.
La indulgencia, entonces, es el cultivar una cualidad de consciencia en la cual descansas en

el reconocimiento de que tu vida ya no es más la tuya propia para dictarla y controlarla. Si
no que más bien, se la has entregado a la Fuente de tu propio ser, a aquella profundidad de
sabiduría en la profundidad del océano que sabe mejor como producir lo que es requerido
para hacer subir el desecho desde dentro de tu consciencia, para que así lo puedas liberar.
La indulgencia cultiva la confianza. La indulgencia es el camino en el cual la intención y el

deseo vienen a trabajar incluso más completamente en la tercera dimensión de tu
experiencia — el campo del tiempo. La indulgencia es una sumisión, pero no una sumisión
ingenua. La indulgencia cambia tu percepción de lo que ves cómo el mundo que te rodea.
Comienzas a darte cuenta que realmente no vives para nada en un mundo real. Vives en un
campo de vibraciones y energías que está operado por la ley de atracción o resonancia. Y
comienzas a estar dispuesto a permitir a ciertas cosas desprenderse de tu vida, incluso
familia y amigos, confiando en ello debido a tu deseo e intención, lo que sale de tu vida debe
estar bien. Pues será reemplazado por nuevos patrones de vibración los cuales vienen en
forma de mensajeros — eventos, lugares, personas y cosas — que pueden llevarte a un
espiral ascendente del despertar.
La indulgencia significa el comienzo de la etapa del cultivar la humildad y el reconocimiento

de que debes finalmente rendirte a algo más allá del intelecto y el control de la parte del ego
de tu mente porque el fabricador y el hacedor que han tratado de hacerlo todo finalmente
son reconocidos como inadecuados.
LA CUARTA LLAVE ES LA ENTREGA
En tanto estas tres etapas maduran, descansas dentro de la etapa final de entrega. Y la
entrega significa que ya no hay más ninguna inquietud. La entrega significa que sabes a
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través de cada fibra de tu ser que no hay nadie aquí viviendo una vida, hay Vida fluyendo a
través del cuerpo-mente personalidad, durante el tiempo que dure.
Aquí es donde la transformación mística es culminada o completada. Es aquí donde

entiendes el significado de la enseñanza:
Vivo, pero no yo, sino Cristo mora como yo.
La entrega es la etapa en la cual la paz perfecta es la base, no por pasividad o inactividad,

sino por inclusive más actividad. Te encuentras a ti mismo, mientras estás en el mundo,
estando más y más ocupado, y convidado a hacer más y más. Te vuelves inclusive más
responsable. Eventualmente, llegas a ver que debido a que eres Cristo, eres responsable por
toda la creación. Llegas a ver que no puedes pensar un pensamiento sin afectar a la más
lejana de las estrellas. Esta es la responsabilidad de la cual te has reducido y tratado de
contenerte a ti mismo como un pequeño pedazo miope de espuma, todo porque le has
temido a ser responsable por el todo.
Pero el Camino del Corazón corrige tu percepción para que así puedas reconocer que tu
mayor gozo, tu mayor realización está en aceptar completa y deliberadamente la
responsabilidad por toda la creación. ¿Por qué? Porque de repente te das cuenta de que no
eres el fabricador o el hacedor, de que puedes aceptar la responsabilidad por cualquier cosa
y todo porque a través de ti todo poder sobre el Cielo y la Tierra se hace fluir, para manifestar
el Amor de Dios. Entonces, en resumen, está en manos de Dios, no en las tuyas:
No mi voluntad, sino la Tuya sea hecha
Deseo, intención, indulgencia, entrega. Pero es una entrega a una manera de ser que el
mundo nunca puede conocer. Es una entrega a una manera de ser en la cual puede que nunca
recibas un Oscar por tu actuación. Pero es una manera de ser en la cual tu consciencia se
vuelve completamente abierta a tu unión con toda la creación. Hablarás con una hoja
mientras se cae de un árbol. Verás el alma del gato que cuidas. Hablarás con ángeles y
maestros. Y estarás envuelto en reuniones de juntas en las salas de las altas conferencias
cósmicas.
Sabrás que el cuerpo-mente que alguna vez pensaste que eran tuyos es un poco más que un
dispositivo de enseñanza temporal, una herramienta a ser tomada y utilizada en la dirección
de Dios, y puesta a un lado cuando finalice su utilidad.
Yo y yo solo soy la fuente de lo que experimento y percibo.

No soy una víctima del mundo que veo.
Todo lo que experimento, lo he llamado para mí, claro y simple — sin excusas, sin
quizás, o peros. Eso es así.
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Irse sería inmadurez, tu resistencia a ser simplemente responsable por tu experiencia. El

Camino del Corazón entonces, cultiva una madurez del deseo, la intención, la indulgencia y
la entrega.
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La humildad genuina fluye desde un reconocimiento profundamente-asentado de que no

puedes salvarte a ti mismo, de que eres creado y no Creador, de que eres efecto y no causa
(en un sentido absoluto), que algo llamado Vida no es tuyo, que hay algo más allá de tu
capacidad de contención y de entendimiento intelectual. Y si ese algo alguna vez decidiera
renunciar a amarte, cesarías de ser.
No importa cuán profundo vayas dentro de la profundidad de Dios, no importa cuán

profundo hayas logrado una consciencia y conocimiento de tu unión con Dios, lo que Dios es
permanece por siempre más allá de tu creciente capacidad de entender a Dios. Es como el
océano de infinita profundidad. Cuando te das cuenta que por más que te esfuerces, nunca
envolverás a tu ser, tu pequeño ser, alrededor de esa Fuente, descansarás en la humildad —
humildad genuina.
La humildad es el reconocimiento de que mientras más avanzas en la maestría, más existe

el deseo por la disciplina y la vigilancia. La disciplina no significa hacer algo difícil que no te
gusta hacer. La disciplina es como la habilidad del artista que cultiva y refina la destreza,
implemente desde el profundo deseo y deleite de crear más hermosamente. Un atleta
disciplina un músculo para que así el músculo trabaje incluso más hermosamente que el día
de ayer, desde el puro deleite de extender mayor belleza al mundo.
Un maestro acepta el amor y la gratitud ofrecida por aquellos a quienes sus enseñanzas han
tocado y dan todo a Dios, reconociendo que por ellos mismos estas cosas no hubieran podido
haberse hecho.
Por lo tanto, en tus oraciones, tan frecuente como puedas recordar hacerlo, recuerda que lo
que decretas es. Po lo tanto habla claro dentro de ti:
Fuente, Creador, Dios, Diosa, Todo Eso Es, Abba.

Estoy listo para ser para lo que tú me creaste.
Elijo recordar que soy un efecto y no una causa.
Hágase tu voluntad, sabiendo que tu voluntad es mi completa felicidad.
Revela entonces, el camino a través del cual esa felicidad puede ser conocida.
Pues mi camino nunca ha funcionado, pero tu camino siempre lo hace.
Si en algún momento te preguntas como anclar tu consciencia en la humildad, deja lo que

estás haciendo y hazte a ti mismo esta pregunta:
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¿Me creé a mí mismo?
Sabes bien que la respuesta es:
No, ni siquiera sé cuando fui creado.

Algo me creó. ¿Qué es?
Eso te llevará a la humildad muy rápidamente. ¿Sabes cómo dar nacimiento a una estrella?
¡No! ¿Sabes cómo dar nacimiento a una hoja en un árbol? ¡No! ¿Sabes incluso como levantas
tu mano de tu regazo? ¡No! ¿Qué sabes, entonces? ¡Nada! Permítete a ti mismo entender que
no sabes nada. En ese estado de divina ignorancia, descansarás en la humildad que
finalmente permitirá a tu Creador moverse a través de ti y revelarte todas las cosas.
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El amor sana todas las cosas.
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LA CARACTERÍSTICA PRIMARIA DE LA MAESTRÍA
Estar sin miedo es la característica primaria de la maestría. Maestría no es tener un gran

poder para hacer que las cosas pasen. Es sólo el reconocimiento de que lo que es verdad es
verdad siempre y no hay otra opción. Libre albedrío no significa que tienes el derecho de
creer que puedes triunfar en ser otra cosa que lo que Dios te creó. Tener libre albedrió no
significa que puedes elegir no tomar el único currículo que la vida te está ofreciendo en cada
momento. Significa sólo que tienes el derecho de hacerlo a un lado todavía un día más. Y
cada vez que lo haces a un lado, te sumerges en tu sufrimiento.
Pero cuando eliges tomar el único currículo que importa, cuando eliges tomar el poder de tu
libre albedrío para decir:
Ahora, desde este momento, no toleraré más un error en mí mismo.

No más juegos, no más sueños.
Estoy comprometido a ser sólo la presencia del Amor, pues esa es la Verdad de quien
Soy.
No importa la opinión de otros que todavía se están resistiendo a esa decisión. Luego, en
verdad, todas las cosas sobre el Cielo y la Tierra se moverán para apoyarte, para guiarte
hacia la persona correcta, el lugar correcto, el libro correcto, la salida del sol perfecta, la
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pradera perfecta de manera de asistirte a dejar los grilletes de los obstáculos a la presencia
del Amor que has creado como un ídolo y como sustituto del Amor.
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¿No es cierto que lo que más deseas es Amor? ¿No es cierto que esperas que cada relación
— no importa cuán corta, no importa su forma — que cada viaje, que cada compromiso te
permitirá la experiencia de paz? ¿No es cierto que, tú quién se encontró a sí mismo en y como
un cuerpo temporalmente en el tiempo, no es cierto que las más grandes experiencias que
has conocido han sido aquellas que parecen inundar las células mismas del cuerpo con
Amor, con una felicidad sublime y con paz? Acepta esta verdad, que lo que deseas más allá
de todas las cosas es la experiencia viva del Amor.
Entonces recuerda esto:
Nada que hagas puede traer Amor a ti.

Nada que hagas puede mantener el Amor para ti mismo en la forma de tu elección.
Nada que hagas — nada que hagas — puede hacer que el Amor aparezca en la forma
de tu insistencia.
Libera el drama, libera el sueño, y elige recordar la verdad que es verdad siempre. Retorna
al Reino interior, inclusive antes de cada aliento. Recuérdate a ti mismo y dile a tu Creador:
Quiero sólo aquello que es verdad siempre.

El Amor es lo que deseo. El Amor es lo que eres.
El Amor es lo que recibo. El Amor es quién soy.
Mi Padre y yo somos uno.
Si, verdaderamente, has de conocer la verdad que te hace libre, presta atención a cada y toda
palabra que está siendo compartida. Si has de probar el dulce néctar de la perfecta libertad,
comprométete a remplazar cada percepción errónea que hayas hecho alguna vez y cada
pensamiento que hayas sostenido de alguien o algo. Haz a un lado todas estas cosas y
compromete la totalidad de tu energía a la simple, pero vigilante práctica de recordad la
Verdad — incluso antes de cada aliento:
¡Yo Vivo! — pero aún no yo — si no Cristo mora en mí.

Por lo tanto, me entrego y rindo a la Verdad que es verdad siempre.
Mi realización viene sólo de permitir que Cristo sea dado al mundo.
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Por cierto, has llamado al cuerpo tu cuerpo, como si tuvieras algún derecho de poseerlo.
Entrega el cuerpo a Dios. Dios sabe cómo usarlo; tú no. Cuando tu vida es entregada a ser
sólo la presencia del Amor, por ninguna otra razón que deseas que sea, sabrás — porque
serás — la Verdad que libera todas las cosas:
Toda la creación está esperando para moverse a través de mí, y deseo ser consciente
de ello. Quiero mi experiencia, mi consciencia viva, para estar gozosamente absorto
en observar el flujo del Amor a través de mí.
Y si hay algunas telarañas en el camino a ello, las barrerás fuera de él.
Cuando estás en esa cualidad de ser, el Cielo y la Tierra se moverán para ser tu sirviente, y
no será así hasta entonces. Después de todo, envía un mensaje conflictivo y nadie aparecerá
para el baile. Por tanto, ahora sabes lo que es la sombra. Tal vez a veces disfrutas bailar con
ella.
Pero aquí está la gran pregunta:
¿Vas a dejar que la sombra dirija o vas a dirigir tú?
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Tu consciencia impregna este campo de vibraciones.
SÓLO EXPERIMENTAS LO QUE HAS ELEGIDO CREAR
Eres el único que seleccionas de lo que vas a ser consciente, lo que estás llamando a tu
experiencia vivida. Seleccionas lo que va a dejar una huella en ti. Imagina, entonces, una
piscina, de agua cristalina y tranquila. Dentro de ella dejas caer una piedrita solitaria. De la
piedrita se irradian ondas. Esto es lo que está ocurriendo constantemente en el campo de la
ola de tu consciencia.
¿Cuál es el punto de eso? Es simplemente esto: Si eligieras despertar completamente, si

eligieras no ser sólo una ola que ha surgido misteriosamente del océano, si eligieras ser más
que sólo otra alma que ha surgido de la Mente de Dios y que está, de alguna manera,
estrellándose sobre el universo, es absolutamente necesario reconocer, como de tu
propiedad, la piedrita que cae dentro de la piscina tranquila y cristalina de tu consciencia
con este pensamiento:
Soy el único que elije los efectos de lo que experimento.

Sólo yo, interpreto todas las relaciones y experiencias neutras.
Sólo yo, le doy valor a los objetos, cosas, pensamientos, y sistemas de creencias.
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Sólo yo, soy el creador literal de mi experiencia momento a momento.
CREANDO COMO CRISTO
Cuando lanzas la piedrita dentro de tu mente:
No soy víctima del mundo que veo.

Soy un creador incesante, hecho y de una substancia con mi Creador mismo.
Luego, en verdad, las preguntas comienzan a tomar una forma diferente. Comienzas a
utilizar el poder de tu consciencia para elegir deliberadamente y selectivamente cuales
vibraciones, cuales redes de relaciones, vas a halar a tu campo de consciencia — con cuales
vas a resonar, y a cuales vas a dejar disolverse de tu mente, de tu consciencia.
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La única diferencia ha sido que aprendí a entrenarme a mí mismo, hora a hora, a arrojar sólo
piedritas ilimitadas, que envían vibraciones de aceptación y Amor incondicional, de perdón,
de una visión y revelación incondicional y desenfrenada, mientras tú has seleccionado hacer
eso sólo unas pocas veces.
Luego tienes prisa por regresar y tomar las piedritas de falta de valía, o limitación, o falta, o
miedo, o pequeñez, y dejaste caer dentro diez o doce de ellas rápidamente. Luego regresas
al armario y dices, “Ajá, aquí está la piedrita que dice, ¨Mi Padre y yo somos uno¨…oh, ¡tuve
suficiente de esto!” Y de vuelta vas otra vez.
Mientras permanezco en este lado de la cerca diciendo:
¡Mi Padre y yo somos uno! ¡Mi Padre y yo somos uno!

¡Soy un ser ilimitado por siempre!
¿De cuántos universos puedo ser el salvador hoy?
Tú, por otro lado, has dicho, “Esto suena muy bien. Mi Padre y yo somos uno. Oh, aquí esta
una piedrita que dice que mi carro necesita dañarse hoy.”
¡Mi padre y yo somos uno! Qué creación tan bendecida. Me he estado divirtiendo
mucho como esta ola. Sí, veo lo que he cargado a lo largo conmigo. Bueno, fue
divertido. Gané unas pocas cosas. Ahora, ¿qué sigue?
Ilimitado — ¡Cataplum! Amor perfecto — ¡Cataplum! Riqueza — ¡Cataplum! La

habilidad para sanar — ¡Cataplum! ¡Cataplum! ¡Cataplum!.
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Oh, sí, veo esa pequeña piedra posada por allá en la orilla que he tomado un millón de
veces: falta de valía — ¡Cataplum!¡Pero no más! ¡Ya he terminado contigo!
¡Mi Padre y yo somos uno! ¡Mi Padre y yo somos uno! Padre, crea a través de mi lo
bueno, lo santo y lo bello, ¡Pues esta es la razón de mí ser! ¿Cuán grande de una ola
puedo ser?
¿Qué tan poderoso me puedo volver? ¿Qué tan radiante puedo llegar a ser?¿Cuánto de
Ti puedo expresar a través de mí? ¡Cataplum!
¡Recuerda bien, estás creando tus mañanas ahora! Y lo que experimentas nunca llega a ti de
afuera de tu Ser. Si te preocupas por la falta de monedas de oro — ¡Cataplum! Y comienzas
a atraer las ondas de vibración que parecen ilustrarte de vuelta, reflejar de vuelta, la verdad
que has elegido creer, “Vivo en escasez y no puedo salir de ella. (¡Cataplum!) Quizás no
puedo hablar con Jeshua. No soy valioso.” (¡Cataplum!)
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Puedes sentarte en una silla como un Cristo despierto — ahora:
¡Mi Padre y yo somos uno!¡Este es un día hermoso! He manifestado una forma física
sentada en una silla en la esquina de una pequeña diminuta dimensión de creación.
¡Qué maravilloso es este momento! Pienso que estaré aquí simplemente sintiendo mi
corazón latir en el cuerpo y la respiración fluyendo a través de él.
Ah, allí está el sonido de un pájaro. Estoy contento de haber llamado eso para mí
mismo.
¿Qué pensamientos hermosos puedo pensar yo ahora? ¿A quién le puedo enviar Amor
sin mover un dedo?
¡Soy ilimitado por siempre!¡Soy libre! ¡Soy libre! ¡Soy libre!
¿Crees que te gustaría tener esta experiencia por cinco minutos? ¿Por qué no empezar hoy?
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¿Conocería al conflicto o a la paz? ¿Estaría en lo correcto o feliz? ¿Vería la neutralidad

completa de todos los eventos en este mundo como un fragmento de sueño, naciendo y
desapareciendo?
¿Me vería a mí mismo total y completo?
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Pues mientras observo a mi mundo, me he juzgado a mí mismo.

Y mientras me observo a mí mismo, juzgo al mundo.
Éste es el simple secreto que una vez descubrí cuando caminé sobre tu planeta. No se trataba
de alcanzar algún gran estado de consciencia mística. No se trataba de adquirir un gran
poder que pudiera atraer la atención de miles. No se trataba si quiera de manifestar, aun
cuando estos poderes pueden de hecho expresarse ellos mismos frecuentemente a través de
una mente conforme despierta.
Se trata de aceptar la Verdad que es verdad siempre, y estar determinado a permitir a la

Verdad ser la base desde la cual ordenas cada y todo momento de tu experiencia.
Estoy despierto. Estoy a salvo. Estoy en paz.

¿Qué es lo que verdaderamente deseo que este momento sea?
Pues como lo decreto, así será.
Un Creador, que permanece en iluminación, sabe que todos los eventos son neutros, tan
neutros que no tienen efectos, excepto para aquellos que eligen ser atrapados en ilusiones.
El creador despierto, simplemente crea desde la devoción al misterio de Eso que lo ha creado
a él o a ella. La mente de un creador iluminado no se levanta en la mañana y dice, “¿Cómo
puedo sobrevivir aún otro día en este mundo?” En la mañana, cuando un creador iluminado
se levanta, la pregunta es:
¿Cómo puedo extender en este día el tesoro de lo bueno, lo santo y lo bello?

¿Cómo puedo, desde donde estoy, experimentar estos tesoros incluso dentro del
espacio y volumen de este cuerpo?
¿Cómo puedo mirar amorosamente a lo que los ojos físicos me muestran, para así
poder discernir o extraer lo bueno, lo santo y lo bello, y por lo tanto, dármelo a mí
mismo?
La mente de un creador iluminado sabe que, por ellos mismos, no hacen nada. Si no que, en
cada momento de decisión, ellos pueden permitir al gran poder y misterio del Amor dirigir
sus cursos. Ellos pueden utilizar el tiempo para refinar su habilidad de escuchar sólo la voz
del Amor, momento a momento, respiro tras respiro, día a día, hasta que el tiempo se
traduzca en eternidad. Y la mente descansa, se reclina, en su perfecta unión con Dios.
Pregunta sólo:
¿Cómo puedo extender mi tesoro este día?
Y guarda tus tesoros donde el moho y el polvo no pueden corromperlo, eso es, donde el
tiempo, la materialidad, el cuerpo y el mundo no pueden “engancharte.” En su lugar acumula
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tesoros que están en el Cielo: el perdón, la paz, ilimitación, el reconocimiento de tu poder

ilimitado, aquel que te trae gozo y coloca una sonrisa en tu rostro. Acumula para ti mismos
estos tesoros y todas las cosas te serán dadas por añadidura.
UNA PRÁCTICA SIMPLE
Ahora, para construir sobre lo que has estado haciendo, te pediremos que añadas esta
práctica muy simple. Cuando te sientes en tu silla por cinco minutos permaneciendo como
Cristo, recordando la Verdad que te ha hecho libre, comienza a preguntarte a ti mismo esta
simple pregunta:
Este día, ¿Cómo puedo extender mi tesoro?

¿Cómo puedo agregarle a aquello que estoy conservando en el Cielo de mi
consciencia?
Inmediatamente, comenzarás a obtener imágenes — un viejo amigo que necesita una

llamada, alguien a quien escribirle una carta. Pudiera ser algo tan simple como levantar a tu
gato, colocarlo sobre tu regazo, y ver todo lo infinito en aquel ser viviente, y sentir el gozo
que viene conforme pasas tu mano sobre su piel. Pudiera ser algo tan grande como ir a la
capital de manera de enviarle una bendición a tu presidente. No importa lo que es porque
esa voz del Amor estará guiando tus acciones. Pudiera ser algo tan simple como dirigirte a
tu pareja y decir, “Sabes, yo te aprecio”.
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La muerte ha ocurrido, y ahora el nacimiento de Cristo está a la mano.

Padre, acepto completamente tu voluntad para mí.
Tu voluntad es únicamente que sea feliz y que use el tiempo para extender mi tesoro.
Ahora, recibo la calidez de tu luz y tu Amor.
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Soy amado, soy amoroso, y soy amable por siempre.

Esta es la verdad que te hace libre — Yo soy Eso Yo soy.
Mi consciencia no conoce limitación y todos los mundos surgen dentro de mí.
Soy esa Mente, presente en todos los seres cuando ellos descienden las escaleras
y abrazan la Verdad que sola es la Verdad siempre.
Aquí está la paz perfecta.
Aquí está el reconocimiento de que nada falta.
Aquí está la aceptación del cumplimiento del Amor
que he buscado en todos los lugares equivocados.
Aquí únicamente, habito. Aquí únicamente, permanezco.
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Soy Ese Uno, que existe antes que todos los mundos.
Esta es únicamente la Verdad acerca de mí.
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UNA MEDITACIÓN DE LIBERACIÓN
Observa bien, entonces, y pregúntate esto:
¿A quién conozco en mi existencia que he juzgado, y encerrado en una cierta caja , y he

decidido que eso es todo lo que ellos son?
Allí encontrarás una meditación fructífera para la reflexión. Te sugeriré que uses los
próximos treinta días para tomarte el tiempo y usarlo sabiamente para permitir que vengan
a ti los nombres, las imágenes, y los rostros de aquellos a quienes has juzgado y decirles:
Tú sabes, madre, padre, ex pareja (sea quien sea), lo entiendo. Te he colocado en una
caja y he tirado la llave. Estás atrapado, por lo que he dicho.
Y ahora, te libero, para que así pueda liberarme.
Contempla sus imágenes. Permite que los recuerdos de las experiencias que has compartido
con ellos regresen: Si hay emociones, sin falta, permítete sentirlas. Obsérvalos con atención
en tu mente, hasta que sientas esa dulzura que disuelve el encarcelamiento dentro del cual
los has colocado. Pues en la medida en que ese aprisionamiento comienza a disolverse,
sentirás y sabrás que tu libertad está floreciendo.
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UN EJERCICIO PARA EXPANDIR TU CONSCIENCIA
Aquí está un simple ejercicio. Toma un momento y dentro de tu consciencia, lanza esta
simple piedrita:
No soy el que he percibido que soy.

Soy ilimitado, puro Espíritu y todo está disponible para mí.
Por lo tanto, en este momento, elijo abrir el acceso a otras dimensiones de experiencia para
así poder traer este momento a mí de forma diferente.
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Hay muchos que podrían enseñar que debes sentarte y ponderar por qué hiciste esto y por
qué hiciste aquello. Te digo a ti: todo lo que se requiere para comenzar es el deseo de aceptar
que en el gran misterio de la consciencia, tú eres el poder y la fuente de todo lo que piensas,
todo lo que ves, todo lo que sientes, y todo lo que pudieses ser y hacer. Permaneces en esa
libertad constantemente.
El Camino de Transformación, entonces simplemente reposa en eso:
¿Cómo decidiré utilizar mi tiempo?

Encontrándome aquí en este momento,
¿Puedo recordar que soy libre de ver las cosas diferentemente?
Soy libre de ver amorosamente al mundo.
No necesito esperar por algo fuera de mí para crear un estímulo que incite una
respuesta amorosa.
No necesitas esperar que tu compañero venga y te dé el abrazo que deseas tanto. No

necesitas esperar hasta que tu madre llame por teléfono y te pida perdón por lo cruel que te
trató cuando estabas creciendo. No necesitas esperar que el actual presidente no esté más
en la presidencia. No necesitas esperar por el concurso que viene por el correo para hacerte
el ganador de millones de dólares. No necesitas esperar que pase eso. En este momento, eres
el que está libre.
Esto es por lo que alguna vez dije:
De mí mismo no puedo hacer nada.

Pero mi Padre, a través de mí, hace estas cosas.
No dije, “Aprendí estas cosas de mi Padre, y ahora Yo seré el fabricador y hacedor.”

Comprendí mi completa impotencia, mi completa dependencia. Erradiqué cualquier
percepción de que era un ser, separado de Dios. Dejé de darle cualquier autoridad al
pequeño, pequeñito mosquito gritándole a lo vasto del espacio, “¡Mi voluntad sea hecha!”
UN EJERCICIO PARA DESARROLLAR TU CONSCIENCIA
Por lo tanto nuevamente a través de la forma de otro ejercicio, tómate un momento y mira
a tu alrededor. ¿Cuál es la primera cosa que ven tus ojos? Quédate con eso. No seas tan rápido
en juzgarlo como un candelabro, o una flor, o una pintura. Simplemente quédate con eso.
Deja que el cuerpo se relaje. Deja de pensar tanto. ¿Qué es esta cosa? ¿Verdaderamente sabes
qué es o para qué es? La describes, la nombras tal como Adán una vez hizo con los animales
de la historia del Jardín del Edén. La mente humana cree que una vez que ha nombrado o
definido una cosa, de alguna manera, por lo tanto, la conoce. Esto es llamado presunción del
conocimiento egótico.
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¿Pero verdaderamente sabes qué es esa cosa? ¿Reconoces qué ha ocurrido acerca de eso
para siquiera haberlo traído a la existencia? ¿Cuántas mentes han tenido que estar
involucradas en traer esa creación? ¿Cuáles son los materiales de los que está hecho? ¿De
dónde vienen los materiales? ¿Qué planta, qué roca, qué metal ha sido descubierto y extraído
del cuerpo de la Tierra para convertirse en esa forma? ¿Cómo rayos ocurrió eso? ¿De dónde
vienen las propias moléculas y los átomos? ¿Qué es esta cosa que estoy mirando?
¿Puedes encontrar un lugar donde simplemente descanses en reverencia, y reconozcas tu

total ignorancia? No hiciste esa cosa. No puedes encontrar el momento en el cual esa cosa
comenzó a emerger primero como un pensamiento en la mente de alguien. Estás totalmente
inconsciente del momento del nacimiento de la sustancia de la cual ese objeto fue creado.
Míralo, entonces, con reverencia, y reconoce que ha emanado del mismo lugar que tú —
misterio, emanación, transparencia, misterio. ¿Entonces no sientes una afinidad con eso?
¿Entonces no estás emparentado con eso? ¿Puedes, entonces, comenzar a sentir la santidad
en la que ese parentesco permanece? Pues el misterio es sagrado, y trasciende aún a lo más
grande de las mentes. El más grande de los filósofos no puede comprender el campo de
misterio en el cual emana todo parentesco.
Ahora, mirando el objeto, sea lo que sea, reconoce que lo has traído a una relación contigo
mismo. Pondera por un momento, y pregúntate, “¿De cuál vibración de consciencia por
primera vez traje este objeto a mí?” Quizás recuerdes haberlo comprado en una tienda. Ve
si puedes descubrir el mismísimo primer momento en tu memoria, en tu consciencia, en el
cual este objeto entró en el campo de tu percepción. ¿Qué estaba ocurriendo? ¿En qué
estabas pensando, o si no estabas pensando en nada? ¿Qué te motivó a traerlo al campo de
tu casa? Si estás en la casa de un amigo, la pregunta sigue siendo la misma. ¿Qué te motivó a
estar donde estás ahora? ¿Qué elecciones estabas tomando conscientemente?
Ahora, nuevamente, te sugeriremos que detengas tu lectura y pases alrededor de cinco

minutos repitiendo este ejercicio con varios objetos o cosas que ves en el cuarto alrededor
de ti. No te olvides que eso pudiese incluir tu rodilla, o tu mano, un anillo en tu dedo, los
calcetines en los pies. Disfruta este ejercicio. Pero recuerda, no presiones al cerebro; eso es,
no pienses mucho. Relaja el cuerpo. Siéntate en la silla como si fueses Cristo y sólo observa,
y ve a través de los tipos de preguntas que te hemos dado. Y después continuaremos.
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El Camino de Transformación es la disposición de usar el tiempo diferentemente. Debe

llegar un punto en el camino de cada individuo en el que incline la cabeza, y el pensamiento
emerja:
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Sólo quiero a Dios, y no importa lo que me cueste, lo que sea requerido. Me someto a
la misteriosa fuerza que es la Vida, pidiendo sólo ser transformado en el perfecto
campo de consciencia a través del cual el Amor fluye sin obstrucción.
Lo que descubrirás, al final, es que el miedo es la única obstrucción, y algunas expresiones

de él. Cada vez que comiences a dejar el miedo de lado, y elijas bendecir al mundo desde la
perfecta santidad de tu unión con Dios, cada vez que te atreves a ser tan arrogante a los ojos
del mundo como para ser la presencia de Cristo, cada vez que relajas la mente y el cuerpo y
reconoces, “Por mí mismo no hago nada, algo me está viviendo, y es a eso a lo que me rindo”,
cultivarás una forma de ser en el mundo que no está aquí. Esto es, no está dentro del modo
perceptivo que fabrica al mundo.
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Para comenzar a preparar un lugar para esa enseñanza, para los próximos treinta días,
regresa a la práctica de permanecer como Cristo por lo menos cinco minutos. Luego,
conforme ese período de práctica de cinco minutos se termina, permite a los ojos cerrarse.
Está consciente al simple movimiento de tu propia respiración. Y simplemente mantenga el
pensamiento:
Permito a esta respiración moverse más lenta y profundamente.
Luego, conforme vas comenzando a sentir la sensación de relajación siempre, más

profunda, mantenga el pensamiento:
Como Cristo, en seguridad perfecta, suelto toda tensión.

Como Cristo, en seguridad perfecta, disuelvo mi mente en la paz perfecta de Dios.
Luego, simplemente continúa de esta manera. Conforme la respiración viene a llenar el

cuerpo suavemente, simplemente di:
Acepto…
Y mientras la respiración abandona el cuerpo, suavemente di dentro de tu mente:
… el Amor de Dios.
Y nuevamente, conforme el aire entra en el cuerpo:
Acepto…
Y mientras sale del cuerpo:
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… el Amor de Dios.
Continúa de esta manera alrededor de cinco minutos — sin importar lo que la mente egótica
te diga, disparará una pequeña tormenta. Simplemente regresa a esta simple práctica. Al
final de los cinco minutos más o menos, deja que la oración que has estado ofreciendo
cambie de palabras a energía. Quizás la percibas como una luz dorada blanca; quizás puedas
sentirla como un flujo suave de relajación — lo que funcione para ti está bien. Continúa
suavemente respirando esa cualidad o ese color hacia ti con cada respiración. Y con cada
exhalación, imagina y siente esa energía moviéndose a través del cuerpo, extendiéndose
como una brisa suave más allá de los límites del cuerpo. Nuevamente, si la consciencia
egótica se alborota, y comienzas a pensar en toda la multitud de cosas que “deberías” estar
haciendo, simplemente regresa a la oración. Pues toda oración no es más que una elección
de permanecer, de contemplar, y descansar en comunicación, más allá del pensamiento
egótico. Después de otros cinco minutos aproximadamente, entonces di dentro de la mente:
Como Cristo, he celebrado de esta manera la Verdad de quien soy.

Y traigo paz al mundo este día.
Permite que este período de práctica ocurra en la mañana de tu día, y nuevamente en la

tarde de tu día. El único cambio sería en la frase final para la tarde. Di simplemente:
Este día he traído paz al mundo y la he ofrecido a mis acompañantes.

Por lo tanto, conforme entras en cualquiera de tus minutos, pregúntate:
¿Para qué es este momento?

¿Qué decreto que sea este momento?
¿Qué es lo que más deseo aprender enseñándolo?
Enseñar es demostrar. Demostrar es expresar lo que has decidido que tendrá el mayor valor
para ti. En cualquier momento que juzgas a otro, estás decretando que la cosa con mayor
valor es la separación, como juzgar siempre causa contracción y, por lo tanto, separación de
otro. Cuando prácticas perdón, estás decretando que lo que valoras es unir en una relación
santa y llena de paz
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Y entonces debes levantar tus ojos del mundo que pensabas que veías y eliges aceptar la
realidad:
Padre, en tus manos encomiendo mi Espíritu.
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Esto no es más que la elección por sanidad en medio de todas las condiciones. La elección
por lo que es eterno en el campo de lo que es temporal. La elección por lo que es ilimitado
en el campo de lo que pareciera ser limitación. La elección por cordura en el campo de lo
que pareciera estar penetrado por locura. ¡La elección de recordar sólo los pensamientos
nacidos en amor!
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Es por esto que siempre es verdad que la libertad está más cerca de ti que tu propio aliento.
Esa libertad es la realidad de tu ser. Esa libertad es eso que es comprendido sin esfuerzo. La
libertad es comprendida cuando decides aceptar la Verdad que es verdad siempre:
Mi Padre y Yo somos uno.

Yo soy Eso el que Soy.
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Piensas que eres tú mismo, pero eres en realidad un manojo de reactividad buscando
encontrar aprobación, buscando encontrar seguridad, supervivencia, amistad — en el
mundo. Eso es, ya estás atrapado en la percepción de que lo que experimentas te viene de
afuera, y que debes, por lo tanto, buscar adaptarte a ello. Todavía no estás vivo.
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Decide mirar a todas estas cosas con perfecta inocencia. Y di en tu mente, quien es el que usa
el poder de la mente para crear literalmente la percepción, simplemente di, conforme miras
a cada objeto o persona:
No sé para qué es esto.

No sé lo que mi hermano o hermana necesita.
Y comprende que no es necesario saber, interpretar y analizar.
Tu función es bendecir la creación con la realidad del Amor de Cristo. Sin embargo, esa
bendición no tendrá poder hasta que regreses al principio. El principio es sólo ese estado de
desconocer, no saber, de darte cuenta de tu completa ignorancia. Pues Cristo no guarda
percepciones ni conocimiento. Cristo, que está eternamente en Amor con todo lo que Dios
es, simplemente abre, recibe y da, sabiendo que lo que es dado no viene de él o ella, sino a
través de él o ella, del misterio infinito que he llamado Abba, o Padre.
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Conforme vienes verdaderamente a comprender cuan simple es tu tarea, tu carga se volverá

más ligera, ya que descubrirás que no puedes ayudar sino estar en el lugar correcto y en el
tiempo correcto. Aquéllos comprometidos a despertar a Dios reconozcan el gran regalo de
cada momento:
Aquí está la voluntad de mi Padre, frente a mí.

Éste es el momento que está llorando por Amor.
Éste es el momento que se repetirá hasta el cansancio hasta que alguien decida
bendecirlo.
¡Podrías bien ser tú!
Amados amigos, viendo atrás en el tiempo, tu aparente experiencia personal puede parecer
terrorífica. Sin embargo, te digo, la sensación de horror que muchos de ustedes sienten no
está unida a las memorias mismas. Está sólo unido a lo que has decidido creer acerca de la
memoria, y nada más. Comienza, entonces, por perdonar tu pasado. Mira a los objetos como
hicimos con la meditación o ejercicio inicial. Mira a los objetos que son los recuerdos de tu
pasado y di dentro de la mente:
Te perdono. Eres perfectamente neutro.

Elijo ahora recordarte, aceptarte de nuevo, para que poder bendecirte.
Con esa bendición libera el terror, la herida, el juicio, el miedo, y los dramas increíbles que
te pareciera que has soñado. Mediante la liberación de esa carga de la ilusión, esa memoria
viene a ser como un cristal, como una gema dada a ti como parte de un viaje infinito que
pareciera ser tuyo, pero verdaderamente pertenece a todos, transformado y purificado
porque tú trajiste a Cristo a la ilusión para que esa creación pudiera ser transformada.
Simplemente ven a tu silla, tu lugar de devoción, tu lugar de meditación o de oración, y

comienza con el ejercicio de permanecer como Cristo por cinco minutos. Cuando hayas
terminado, entonces simplemente continúa mediante el reconocimiento que no sabes ni una
sola cosa o para que es, que no sabes nada de lo que ningún hermano o hermana ahora en
tu vida o quien se haya cruzado en tu camino verdaderamente haya necesitado. Admite tu
ignorancia. Luego simple y deliberadamente di dentro de tu mente:
Elijo perdonar la creación que será traída ahora a mi consciencia.
Espíritu Santo, ¿Qué necesita de mi bendición?
Conforme te sientas a observar qué viene al campo de la mente, al campo de la consciencia,

podría de hecho ser una repentina tensión en un músculo. No la pases por alto, ya que
inclusive eso está surgiendo dentro del campo de la mente. Se con cualquier cosa que la
creación parezca ser — una imagen, una memoria, un sentimiento, un pensamiento, una
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sensación en el cuerpo. Esté con ello. Individualízalo y quédate con él. Examínalo y,
nuevamente, practica el perdón de esta simple manera:
Objeto de creación, te perdono el juicio que te había puesto, y por ello, es liberado.
Ahora te acepto.
Literalmente siéntete perdonando, liberando y aceptando. Aquéllos que deseen visualizar

pueden verse a sí mismos tomando una mano, y envolviéndola alrededor de ese
pensamiento, ese objeto, esa memoria o esa sensación en el músculo amorosamente,
suavemente, como si estuvieras sosteniendo la más delicada de las flores, la más hermosa
flor jamás creada, un regalo directo de Dios. Mira al objeto y simplemente di:
Soy Cristo, y en este momento uso el tiempo a su máxima gloria.

Amado objeto, te bendigo. Te acepto, te sano.
Luego, si es una imagen en la mente o un pensamiento, simplemente permítele disolverse.

Nota que conforme la imagen se disuelve, detectarás que hay un campo de espaciosa paz y
quizás no habías notado que estaba ahí. El objeto de creación se ha vuelto transparente a la
realidad de quien eres verdaderamente, ya que la paz es la naturaleza de Cristo.
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LA PREGUNTA QUE DETERMINARÁ TUS MAÑANAS
¿Reconoces que has estado ya en todos los donde y en todos los cuando de la ilusión
de separación? ¿Estarías dispuesto, en este instante, en la privada quietud de tu
propio corazón y mente, de usar el poder de consciencia dado a ti para decidir ser el
Amor?
Te amamos, y estamos contigo siempre. Nunca, jamás, nos contraeremos de ninguna

experiencia o pensamiento que elijas. Pues es nuestro deleite extender lo bueno, lo santo, y
lo bello. Esto no puede ser otra cosa que Amor siendo extendido a la creación de Dios — tú
— ¿el santo Hijo de Dios? ¡Eres Hermoso! ¡Eres Radiante! ¡Eres Inocente! ¡Eres Poderoso!
¡Eres Eterno! ¡Eres Libre! ¡Eres Amado! ¡Te apreciamos, ahora y para siempre!
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Las ilusiones parecieran tomar muchas formas, sin embargo, todas ellas tienen un origen:
una decisión de percibirse a uno mismo separado de Dios. La mejor forma de hacerlo es
convenciéndote de que ya que estás separado de Dios, debe haber muchas cosas acerca de
ti y de tu vida que están fuera de alineación con la voluntad de Dios.
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Por lo tanto, manifiestas muchas variaciones que parecieran expresar la inestabilidad que
es el efecto de esa creencia, de esa percepción: “Estoy separado de Dios. He logrado lo
imposible. Déjame mantenerlo en su lugar.”
Las ilusiones, entonces, aun cuando sus formas parecieran ser muchas, son realmente una.
La sanación ocurre cuando, en el fondo de la mente, se toma la decisión de rendirse, y de
entregar la idea loca de que uno posiblemente pudiera existir aparte de la Mente de Dios.
La mente que ha sido sanada de la ilusión ha sido sanada de todas las ilusiones. Y mientras
eltie mpo y el espacio parecieran persistir, la última proyección de una pequeña idea loca —
llamada cuerpo físico — puede ser dado a algo más, puede ser transformado en un simple
dispositivo de comunicación que no comunica ya más separación y juicio, sino en cambio
perdón e inocencia. Se convierte en nada. Es recogido y utilizado sólo en aquellos casos que
pueda hablar, gesticular, moverse, actuar, y hacer algo en el mundo que toca al mundo con
una bendición de lo bueno, lo sagrado, y lo bello.
Porque esto es simplemente la verdad, debe significar que donde percibes justificación por
cualquier cosa menos que la paz — debe significar que has decidido ya, en la parte más
profunda de tu mente, mantener esta raíz, o centro, o mala percepción. Esto es, sigues
intentando aún percibirte como habiendo logrado lo imposible — haberte separado de la
mente de Dios. La mente que se ha rendido mira a todas las cosas y calladamente dice dentro
de sí:
Sólo ha habido Dios. Soy creado de Eso. La fuente de mi ser, la fuente de mi realidad,
descansa en rendición en Eso y sólo Eso.
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Amados amigos, deténganse entonces en este momento. Observa el lugar donde estás. En
verdad, ¿hay algo a tu alrededor en tu ambiente actual que pudiera añadirte algo a tu
sustancia? ¿Si pudiese encontrar una forma de poseerlo o digerirlo, podría llenarte?
¡Podría añadir algunos kilos si tuvieras delante de ti un helado! Pero eso es sólo al cuerpo.
Igualmente, conforme miras a tu ambiente, imagina si las cosas que te rodean te

fuesen quitadas. ¿Eso te quitaría algo a ti? Si puedes sentir la simple verdad de las
preguntas que estamos haciendo, entonces verdaderamente puedes llegar a sentir que justo
debajo de tu participación en el mundo de la forma, la paz ya está disponible porque el Amor
espera por tu bienvenida.
Eres libre ahora para entretener una idea totalmente insana para el mundo:
Estoy despierto ahora. Mi sueño no ha ocurrido.
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Ninguna separación ha ocurrido. Ninguna distancia ha sido recorrida.

La Gracia me ha restaurado ya, y soy libre de percibir el mundo real.
Te pedimos de ti esto: que pases algún tiempo haciendo lo que te acabamos de sugerir — de
sentarte calladamente y hacerte las preguntas que fueron hechas hace dos páginas acerca
de sumar o sustraer de ti o a ti.
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Amados amigos, sólo experimentas lo que deseas. Es por esto que desear es siempre lo
primero y la llave más fundamental para el proceso de despertar. Es por lo que el deseo es
la energía conocida igualmente por todas las mentes, en todos los Reinos, en todas las
dimensiones, y en todos los mundos. Es a través del deseo que eliges quitar el valor que has
colocado sobre las percepciones limitadas. Es a través del deseo que decides enseñar sólo
Amor. Es a través del deseo que el Reino es restaurado a tu mente. Pues es a través del deseo
que has nacido de la sagrada Mente de Dios.
La forma más simple para descubrir qué es lo que deseas en cualquier momento es
simplemente detenerte y observar:
¿Cuáles pensamientos están ocurriendo corrientemente dentro de mi mente?

¿Cómo estoy percibiendo el mundo que pareciera estar alrededor del cuerpo?
Observa muy especialmente:
¿Cómo me estoy percibiendo a mí mismo en este momento?
Con honestidad, verás bastante rápido y bastante fácil qué es lo que más has deseado
experimentar en este momento.
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Sabrás que eres totalmente libre cuando ya no sientas más ninguna obstrucción a cualquier
cosa que esté emergiendo en el campo de tu experiencia. ¿Por qué? Porque la verás
simplemente como una oportunidad para decir:
Espíritu Santo, ¿Qué quieres que diga? ¿Qué quieres que haga?
¿Cómo ha de ser para mí, en este momento, para simplemente comprender que sólo
el Amor es real?
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Entonces, oirás a esa voz. La sentirás profundamente en tu corazón. Y simplemente actuarás

en esa voz y ninguna otra. No oirás lo que otras mentes piensan que deberías hacer.
Simplemente oirás a esa sola voz. No te hablará desde el ego, ya que no habrá juicio.
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La mente está aún identificada con el reino de la ilusión hasta que decidas aprovechar el
tiempo, reconociendo su gran regalo para ti — no como un castigo, no como un deber, sino
como una oportunidad de llegar a ser totalmente libre. Y para sonreír dentro de tu corazón
porque tú sabes que eres uno con Dios.
Decídete a aprovechar la oportunidad para disciplinar la mente, de manera que venga a

identificarse con la corriente de la Mente de Cristo, susurrando, como una voz callada por
debajo del rugido y alboroto del mundo conflictivo del ego. Pues el mundo del ego está lleno
de miedo, duda, juicios, la necesidad de tener la razón, la necesidad de hacerle mal a otro, y
la necesidad de creer que hay alguna fuente de poder fuera de él.
Cuando despiertas y comprendes que la Verdad es verdad siempre, nunca jamás te quejarás
acerca de un momento de experiencia en el cual tienes el poder de desear diferentemente.
Pues como desees, percibirás. Y como percibes, experimentarás. Todo el juego es
simplemente esto: Eres totalmente libre. Aquí y ahora. No puedes hacer nada para ser libre.
Sólo puedes recordar tu libertad a través de como elijas usar la mente en cualquier
momento.
Una última cosa acerca del deseo: La mente egótica está formada de atracción/aversión,
juicio, ya sea aceptación o rechazo o inclusive odio. Por ejemplo, “Esto es correcto, eso es
incorrecto; esto es bueno, eso es malo.”
Estar dispuesto a aceptar y abrazar los resultados de lo que has deseado. Cuando hundes tu
cuchara en tu helado, disfrútalo. Abrázalo como los efectos de tu deseo. Y cuando compres
un automóvil que se avería, entrénate a abrazarlo y disfrutarlo, así como al helado.
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No es posible para ti estar sin Amor.

No es posible para ti estar solo.
No es posible para ti probar la muerte.
No es posible para ti probar pérdida genuina.
No es posible para ti sufrir el sueño de separación.
No es posible para ti estar aparte de tu Creador.
No es posible para ti fallar.
No es posible para ti dañar a alguien o a cualquier cosa.
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No es posible para ti ser culpable de pecado.
Página 257
ESTABLECE UNA RELACIÓN CON EL CONFORTADOR
Te recomiendo altamente que establezcas una relación con el Confortador, así como si fuera
una relación con un buen amigo — en Verdad, el mejor de los amigos — hasta que alcances
un punto en el cual virtualmente cada decisión sea dada a esa Mente: bueno, viejo amigo,
¿debería yo girar a la derecha o a la izquierda?
Renuncias a ser propietario de tu vida. Es sólo el ego el que piensa que puede poseer vida.
El espíritu sabe que la vida lo posee. Esto es, la Vida te ha dado a luz a ti; la Mente de Dios te
ha dado origen. Eres de Dios. No eres el propietario de la Vida. Eres el recipiente de ella.
Imagina que por los próximos treinta días todo lo que importara fuese el cultivar la gracia
de permitir. ¿Cómo haces eso? A través de bajar, una vez más, a lo más concreto, más
mundano, la más ordinaria experiencia de cualquier día. Cuando abres el agua en tu ducha
en la mañana, en verdad tómate el tiempo de estar presente, y de sentir su frialdad cambiar
a caliente y de reconocer que justamente has observado el constante baile de cambios en tu
mundo. Y simplemente di:
Yo permito que ocurra este cambio.
Ahora, si, te hace sonar como si eres un gran ser, cuando, en verdad, va a pasar de todas
maneras. ¡Pero diviértete con ello!
Si miras a tu alrededor, descubrirás en cualquier día muchas cosas para mantenerte

ocupado, muchas razones por las que el aburrimiento es nada más que una decisión. Pues
justo delante de ti está la riqueza de un camino, traducida por el Confortador, de un sueño
de separación a la autopista real hacia el Reino. Y todo el poder sobre el Cielo y la Tierra está
dentro de ti — en este momento, y en este momento, y en este momento — para elegir de
nuevo. Pero es el momento de tomar tal declaración fuera del dominio del intelecto
abstracto a momentos
vividos, muy concretos:
¿Dónde puedo elegir de nuevo? ¡Ahora! Puedo aceptar y permitir a estas gotas de
lluvia golpear la ventana. Puedo estar presente con ellas. Puedo oírlas. Puedo verlas
conforme ellas caen, en vez de estar molesto, en vez de dejar que la mente se vaya en
sus aventuras futuras. Puedo cultivar el arte de estar presente ahora como la misma
presencia de una mente que es libre.
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Todo sufrimiento es la resistencia de la Realidad. Todo despertar y sanación es el dejar ir la

resistencia. Perdón. Indulgencia:
Dios ya está aquí. Soy para siempre de Dios. Me rindo.
La rendición es el fruto de la indulgencia. La rendición es el fruto del perdón. La rendición

es lo mismo que el deshacimiento.
Por sobre todo, amados amigos, recuerda: ¡no hay errores! Eres libre para confiar el
momentum que pareciera estar moldeando tu vida. Pues eres quien ha consentido a través
de invitar al Espíritu Santo a llevarte a casa. Eres quien ha rogado por la aceleración. Por lo
tanto, se también quien acepta la gracia ofrecida.
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Amados amigos, tómate un momento y simplemente cultiva la profunda honestidad contigo

mismo a través de simplemente responder estas preguntas:
¿He tenido alguna vez un pensamiento asesino?

¿He manipulado alguna vez otra mente de manera de poder lograr lo que he creído
que necesito?
¿He dejado alguna vez el amor por la sutil razón de causar un daño, o tratar de
causarle un daño a otro?
¿He tenido alguna vez irrespetuosas fantasías sexuales?
¿He odiado al mundo alguna vez?
¿Me he detestado a mí mismo alguna vez?
Y por último y pero ciertamente no menos, pues en verdad, si lo considerara, todas esas
preguntas emanan de ésta:
¿He odiado alguna vez a Dios?
En perfecta honestidad contigo mismo, la respuesta para cada una de esas preguntas sólo
puede ser “sí.” La mente honesta mira a todo lo que ha emergido dentro de ella sin juicio.
Pues no puede haber honestidad mientras haya juicio.
Llegar al Cielo ya no es más una atracción. Traer el Cielo a este mundo lo es. Traer la luz a la
oscuridad es todo lo que importa. Deseando constantemente traer una luz mayor a tu propia
oscuridad es la forma en la que vives, momento a momento, deseando mayor luz, mayor luz,
y mayor luz:
¿Qué necesito para soltarme de?
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¿Cuán profundo la honestidad conmigo mismo puede ir?

¿Cuán amplia puede regarse mi compasión por la vida?
¿Qué acciones estoy en verdad tomando en este mundo?
¿Qué estoy defendiendo?
¿A qué le tengo miedo?
¿Estoy dispuesto a ser tan poderoso, un conducto para Cristo, que puedo tomar la
responsabilidad por la expiación y decirle a Jeshua que se haga a un lado?
Pues la mentalidad-correcta sirve sólo a la voz de Dios. Ya no tiene ningún interés en

defender la voz de la egocentricidad.
Por lo tanto, amados amigos, por los próximos treinta días, practica la honestidad contigo
mismo. Utiliza las preguntas que te hemos dado cada día. También, simplemente siéntate
con un bloc de hojas de papel y una pluma y pregunta:
¿Qué pensamientos han pasado a través de mi mente este día?
Si quieres, puedes dibujar una línea por el medio de la hoja de papel hacia abajo y en un lado
pon los pensamientos amorosos y en el otro los no amorosos — recuerda que eso son sólo
tus propios juicios — y ve lo que aparece.
La falta de honestidad en sí lleva a una falta de honestidad en las relaciones. Y una falta de
honestidad en las relaciones crea la tensión y la apariencia de separación y culpa, que son el
peor enemigo que el alma está buscando superar. La honestidad contigo, entonces — el
regreso a la paz perfecta — requiere, al final, el cultivar la vulnerabilidad pues:
En mi perfecta vulnerabilidad, encuentro mi seguridad perfecta.
Los vulnerables son los mansos, aquéllos que han regresado a su propia inocencia y saben
que las opiniones y juicios de otros no pueden herirlos. Simplemente viven honestamente
con ellos mismos — sin pretensiones, sin imagen, sin preocuparse ya más por ese mundo, el
mundo demente.
Otras mentes son atraídas a un ser como ése, no porque están haciendo algo, no porque ellos
se perciban a sí mismos como grandes, sino porque saben que sólo Dios es grande. Ya no hay
más un yo que están tratando de defender. Todo se convierte en un contexto en el cual
puedan ser usados por el Espíritu santo para traer la expiación. Caminan en el mundo,
desconocidos por el mundo, sin ser vistos por el mundo. Parecen muy comunes.
Simplemente hacen lo que el Amor les pide hacer.
Estás dándole nacimiento a Cristo. Nada puede evitar que ocurra ahora. Simplemente confía
en cada momento. Ríndete a cada momento. Acepta tu compromiso con la Realidad.
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Enséñate sólo Amor a ti mismo a través de amar eso que has odiado y juzgado, a través de
permitirte a ti mismo sentir y saber eso que está pasando a través de la mente y el cuerpo
de todas maneras. Abrázalo. Ve tu ordinaria humanidad, no como una obstrucción para la
paz, sino como eso a través del cual la paz puede ser extendida.
Amados amigos, hay una gran profundidad y tesoros esperándote si pones en práctica el
mensaje de esta lección con pasión, inclusive entusiastamente, y con el compromiso pleno
con tu propia Cristiandad para ver que eres merecedor de la más profunda honestidad que
puedas alcanzar, que puedas confesar, que puedas ¡vivir! Pues al final, la más profunda,
honesta verdad es:
¡Mi Padre y Yo somos uno! ¡Soy eternamente Cristo!
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Amados amigos, el Camino de Transformación, entonces, envuelve la decisión deliberada de

permitir la traducción de percepción de forma que se convierta en una sola mente, de
acuerdo con la Mente de Dios. Es informada desde la profundidad del silencio y del Amor
que ve al cuerpo, que ve al mundo, y que ve cada momento sólo como eso que sostiene el
valor que le ha dado el Espíritu Santo.
Qué es el Espíritu Santo sino esa parte de tu propia mente-correcta que sabe que sólo el
Amor es real. Cuando cualquier mente descansa verdaderamente en ese silencio, sabe que
ya no puede más sacar conclusiones acerca de lo que el Amor hará, qué expresará el Amor a
través de ella. O cómo usará el Amor las herramientas o regalos en particular de cualquier
aparente ser individual de forma que provoque, que codee, que eleve, que choque cualquier
otro aspecto de la Filiación a desear su propio despertar.
Ahora, si pones mucha atención a lo que se acaba de decir, la implicación está perfectamente
clara. La Realidad es una y es inamovible y sólo el Amor es real. Sin embargo, el sueño nunca
debe ser negado. Pues la negación crea separación. Sólo el aceptar puede permitir la
sanación — la sanación que trae el Amor. Como bien sabes, existen en verdad muchas
mentes que están afectadas aún, siguen albergando la decisión de creer que el sueño de
separación es real.
Cuando cualquier mente dentro de la Filiación elige despertar y sanar su propia ilusión, el
Amor comienza a informar a esa mente más y más y más de forma que sus expresiones
sirvan a la voz del Amor. La voz del Amor tiene sólo un propósito: de ser extendida al sueño,
a la ilusión, para codear a los aspectos de la Filiación que todavía están durmiendo. De forma
que la totalidad de la Filiación pueda ser retornada, o re-despertada a la realidad de sí misma
como el conducto creativo a través del cual Dios se extiende a Ella misma.
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Cuando cualquier mente verdaderamente despierta, ya no ve más especialismo en el mundo.

Cada momento es simplemente rendido a lo que alguna vez llamé la voluntad de mi Padre.
¿Cuál es esa voluntad? El ímpetu del Amor. ¿Cómo puede el Amor operar para traer el
despertar a las mentes comprometidas? Eso es, en verdad, puramente un proceso creativo,
y es el verdadero valor que el tiempo puede tener. La mente despierta no tiene idea, de un
día para otro, lo que el Amor le pedirá que haga, y de cómo el amor a de ser expresado a
través de ella. La mente despierta sabe que no es el hacedor o fabricador, y simplemente
pregunta a cada momento:
¿Qué quieres que haga?
Cuanto más se desarrolle esa práctica, cuanto más sea esa mente refinada y purificada. Se
convierte en algo casi espontáneo o un segundo-natural, en donde la mente está alineada
tan estrechamente con la voluntad de Dios que los codazos sutiles, fluyendo de lo profundo
del Ser, de lo profundo del Amor mismo, navegan a través de la mente consciente y no se
encuentran con ninguna obstrucción nacida del miedo. Pues donde el miedo ha sido
devaluado, el Amor florece.
Todos y cada uno de ustedes que han elegido leer estas lecciones han tomado ya la decisión
de ser ese uno, cada vez más profundo y cada vez más profundo. No dudes al respecto — la
decisión ha sido tomada ya, y por lo tanto, el final es perfectamente cierto.
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El cuerpo se convierte en algo que ya no posees más. Los pensamientos que sostienes se
convierten en insignificantes. El contexto de cada momento es entregado a algo nuevo. La
decisión de ver el tiempo de forma diferente te lleva a cultivar una forma de ser que es
diferente y nueva. Eventualmente, cambiará de ser una idea simplemente intelectual en algo
conocido en lo profundo del alma y expresado a través de cada poro de la piel, mientras el
cuerpo dure:
Soy el Cristo. Sólo existe Ese Uno, y soy disuelto en y como Ese Uno. No me llames
grande, pues sólo Dios es digno de reverencia. Eso que hago, no lo hago por mí mismo,
sino el Padre hace estas cosas a través de mí. Soy simplemente uno que ama al Amor
tan profundamente que estoy dispuesto a entregar todas las cosas que en algún
momento conocía como que eran yo mismo, que mi verdadero Ser, que es Cristo,
informa cada una de mis decisiones, cada gesto, cada extensión de lo bueno, la santo,
y lo bello.
Hay una cierta fraseología en tu mundo que dice, “¡esto es algo muy difícil!” Es muy difícil
para el ego, ya que lo aplasta como a un mosquito debajo de un peso. Si la luz del sol y el sol
mismo viniesen y descansaran sobre tu planeta, ¿Qué le pasaría a tu planeta?
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La mente misma se ríe bastante de sí misma. Pues ve el gran chiste que se ha jugado a sí
misma. El intento de ser otra cosa que para lo que Dios la creó. Ella experimentó una
multitud de dramas e ilusiones y cuentos lineales, carreras, relaciones, muertes y todo el
resto en un gran intento de ser otra cosa distinta de lo que la Realidad es. De manera que la
mente que está despertando se ríe bastante de sí misma. Se ríe conforme los ecos de viejos
patrones aparecen. Les dice la verdad acerca de ellos. No necesita negarlos ya más, ya que
no tienen ningún valor, y los viejos patrones ya no son vistos como una cueva en donde
esconderse.
La personalidad se vuelve transparente. En su inocencia, se vuelve perfectamente

vulnerable. Y en su perfecta vulnerabilidad, ella encuentra su seguridad trascendida.
Amados amigos, muchos de ustedes comenzaron este viaje por curiosidad. Sin embargo, te
digo, eso era la mente consciente intentando tener el control del viaje mismo. Nadie viene a
este camino sin haber tomado la decisión desde el fondo del alma:
Estoy cansado de sufrir. Estoy cansado de la soledad.

Decido disolverme en la Mente de Cristo y descubrir la Verdad de quien soy.
Todos los que leen estas palabras han tomado esa decisión. Ya estás bien encaminado. Si
piensas que puedes devolverte al andén y canjear tu boleto, ¡olvídalo! El tren ya dejó la
estación, el conductor es Dios Mismo, y aquéllos que están aquí no se pueden ir. El ego
tratará de convencerte de que deberías, porque está luchando por su vida. Pero hay otro que
está luchando por tu verdadera Vida — el Confortador dado a todos en el momento en que
el sueño comenzó.
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Mi Padre y yo somos uno. Yo, como un rayo de luz, soy uno con la Fuente de Luz de la
cual todas las cosas emanaron. Yo, como una gota de agua, soy uno con el océano del
cual toda la humedad emana.
ELIGIENDO SER LA VERDAD
El Camino de Transformación fue diseñado para guiarte con ejercicios específicos, con
muchas preguntas fundamentales, al borde de esa decisión en la que la mente declare por sí
misma, desde dentro de ella misma, y luego lo extienda hacia fuera:
Mi Padre y Yo, mi Fuente creativa y Yo, el Amor y Yo, somos uno.
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Desde este momento en adelante, caminaré y viviré como uno que elige usar el poder
de la mente, el poder de consciencia, el poder de intención, el poder de claridad, el
poder de ser él mismo, para saber la Verdad que libera toda las cosas.
Elijo ser la Verdad que permite a la libertad ser extendida a todos los otros. Elijo
caminar sobre este planeta, mientras todavía el cuerpo dure por un pequeño tiempo,
como ese Uno que ha sido enviado como un rayo de luz para brillar luz a un mundo
que le ha tenido miedo.
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Este tiempo antes de comenzar El Camino del Conocimiento es el más crítico para ti. Pues
sólo depende de ti, solo, para decidir reconocer la Verdad, para decidir con que estás
comprometido — la voz del Espíritu Santo o la voz del miedo.
¿Estás comprometido a usar todas las cosas del espacio y tiempo para reafirmar la
vieja
creencia de que estás separado de Dios?
O ¿Usarás las cosas del tiempo — para permitirle al Espíritu Santo usarlas por ti —
para demostrar que estás en el mundo, pero sin ser de este mundo? Ya no eres
poseído, o le perteneces al mundo, sino que le perteneces a esa voz del Amor que te
ha creado y enviado para traer la palabra.
Eres Espíritu puro. Eres como el viento. No puedes poseer ni ser poseído, pues perteneces
al Creador. El Amor te abraza. El Amor te penetra. Y no oyes otra voz sino la voz del Amor. A
través de tus ojos brillará una luz tan clara — pues en verdad, los ojos son las ventanas del
alma — que a través de ti puede comenzar a emanar la Verdad que es verdad siempre. Y no
temerás mirar a los ojos de un hermano o hermana y decirles a ellos:
Soy Ese Uno enviado del Padre. Y si estoy contigo en este momento, mi único propósito es
estar presente como el Amor — contigo, para ti, para nosotros, y para toda la Filiación. Ésta
es la elección que hago. Éste es el ser que traigo. Ésta es la verdad a la que soy devoto. Te
traigo sólo Amor.
En verdad, amados amigos, El Camino del Corazón fue diseñado para abrirte a la realidad de
que dentro de ti hay un centro de paz, un centro de perdón, un centro que puede comenzar
a llevarte hacia un verdadero conocimiento.
El Camino de Transformación fue diseñado muy específicamente — para aquellos de

ustedes que verdaderamente se lo prescribieron — para disolver ciertos patrones en la
mente, para reactivar tu poder para que deliberadamente decidas qué vas a pensar, qué vas
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a sentir, qué vas a crear, qué vas a creer, y qué frecuencias de pensamientos serán aceptables
para ti.
Ahora, llegas al borde de una decisión que cierra la puerta a un pasado hecho alguna vez en
error que ha sido corregido, a través de la gracia, a través del regalo del Espíritu Santo y
colocado dentro de tu mente y corazón. Y la apertura de una puerta de una vida vivida, no
buscando el Reino, sino una vida vivida en el Reino, en la luz del Reino de perfecta Verdad:
¡Mi Padre y Yo somos uno!

Nada puede emerger por accidente.
Mi único propósito es abrazar a la creación que lo bueno, lo santo, y lo bello, puedan
ser extendidos a través, inclusive, de este cuerpo-mente, dondequiera que sea.
Pues mi deleite es el Amor de mi Creador, mi devoción es a la extensión del Amor, mi
paz de la aceptación de mis hermanos y hermanas en la simplicidad de una
celebración eso ahora no terminará.
Estoy perfectamente consciente de que hay muchos de ustedes, conforme leen estas
palabras, que sentirán, aún, una contracción sutil, conforme el miedo intenta — una última
vez — reclamar la propiedad de tu ser. Eres libre de elegir lo contrario. Eres libre para decir:
¡No! Es la verdad la que acepto. Es la verdad la que sabré.

Es la verdad la que viviré — no por otro, sino por mí mismo.
No hay mayor alegría que permitirle a tu consciencia, que es el regalo de tu conocimiento,

de ser siempre permeado más profundo y más profundo y más profundo por la certeza de
un perfecto conocimiento:
¡Soy Ese Uno! Habito en ese Amor antes que cada aliento, cada pensamiento, y cada
gesto.
Este cuerpo no es lo que soy, pero lo usaré como un dispositivo de comunicación. No

lo utilizaré para separarme de mi hermano o hermana. Lo usaré para gesticular en las
formas de Amor, en las formas de respeto, en las formas de gentileza, las formas de
abrazar, en las formas de apreciación, en las formas de agradecimiento.
Veré a mi Padre en mi hermano y mi hermana. Y amaré eso y los honraré a ellos como
el vehículo, el conducto que trae la luz de mi Padre inclusive a mis ojos físicos. Gozaré
en el deleite de cómo la luz del sol brilla en el rocío sobre el pétalo de una flor.
Oiré el ladrido de un perro y sabré que el misterio se ha manifestado. Caminaré sobre

esta Tierra como uno que es libre, y uno que es el espacio a través del cual sólo el
Amor habita y es ofrecido.
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¿Qué se requiere, entonces, para que exista el verdadero conocimiento? ¿Qué es en verdad
requerido para permanecer en El Camino del Conocimiento? Aceptar totalmente que:
Ningún rastro de tu búsqueda jamás te ha traído más cerca de la realidad. Ninguna
modalidad ha tenido jamás el poder de traerte más cerca de Dios. Y que nunca
verdaderamente te ha sido posible hacer progresos hacia la consciencia de Dios. Pues todo
el tiempo, has sido el Uno que has estado buscando, pretendiendo ser un buscador.
Y ¿Por qué razón has entretenido el pensamiento de separación? La razón es simplemente

está: para hacerlo. Pues la Mente de Dios no niega ninguna posibilidad, pues no ve nada que
pueda obstruir la pureza de su propia naturaleza. Dios permanece eternamente dentro de
Ella misma — infinita, vasta, radiante, y silente — el campo infinito de puro conocimiento,
pura inteligencia, de la cual todas las cosas y todas las posibilidades surgen. Es por esto que
una vez te dije:
Nunca has visto a otro, porque sólo ves a tu Ser.
Eres libre de juzgarte a ti mismo a través de juzgar a tu hermano y, mientras tanto, crear una
forma de experiencia. Pero inclusive esa forma de experiencia es la perfecta realidad de Dios.
¡Y eso es lo que eres!
TIENES EL PODER PARA DESPERTAR A TU VERDADERA NATURALEZA AHORA
¿Has sufrido porque Dios lo ha elegido? Para nada, porque en verdad — y por favor oye
cuidadosamente — el sufrimiento no existe. Sólo la realidad del Amor puede existir. Eres
ese uno con en poder de ser despertado a tu verdadera naturaleza — ¡aquí y ahora! En
verdad, sólo cuando te has desapegado a las modalidades, las meditaciones, las oraciones,
las teologías, los libros, sólo cuando hayas soltado el apego a todas las formas y simplemente
tomes la decisión de permanecer en el conocimiento simple de que eres ese Uno, sólo
entonces es que el conocimiento permea tu consciencia.
Si hubiera algo que tuvieras que hacer para llegar a Dios, entonces Dios está aparte de donde
estás. Sin embargo es el propio Amor de consciencia pura que te da el poder de percibir que
hay algo que debes hacer para llegar a Dios. Por lo tanto, Dios está presente siempre. Si
verdaderamente hubiera una forma de meditación que te pudiera iluminar, significaría que
verdaderamente estás aparte de Dios en algún punto. Pero no es posible para Ese Uno estar
separado de sí mismo.
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Frecuentemente te insinué que la totalidad de mi vida fue mi viaje de vuelta a Dios. Lo elegí
libremente, no porque estuviera separado de Dios, sino porque había ya despertado a la
verdad de:
¿Qué podría posiblemente existir excepto el Amor de Dios?
Elegí mirar al cuerpo-mente y vivir únicamente en la pregunta, ¿Qué es lo que quiero? Una
cosa que elegí fue demostrar la irrealidad de la muerte.
¿Qué elegirás demostrar tú? Pues no veas en mi demostración algo grande y más allá de ti,
sino, en vez, ve que todo lo que demuestras es igual a ese mismo poder. Pues fluye de ese
poder, permanece en ese poder y manifiesta ese poder. ¡Es el aliento de vida y la realidad de
Dios!
Por lo tanto, conforme continuamos a través de estas lecciones, comenzaremos a enfocar la

atención en la perfecta libertad de explorar lo que es deseado. Pues la mente despierta ve
que, viviendo verdaderamente en el divino amor propio, no puedes hacer más nada que
bailar perfectamente con tus hermanos o hermanas, sin importar cómo ellos están eligiendo
responder a ti.
La mente que permite todas las cosas, que confía en todas las cosas y abraza todas las cosas
es todas las cosas. Aunque parecieras vivir, sin embargo, no vives. Solo ese Uno vive como
tú. Eres libre. Eres vasto. No tienes nacimiento y ni muerte. Eres como soy. Eres el que está
despierto, el ungido, el mesías. Eres el toque gentil del Amor en una ilusión temporal,
intentando ser otro distinto del Amor. Y ¿Por qué no? Es un simple juego — una ilusión
inocente.
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CULTIVANDO LAS LLAVES PARA EL REINO
Por lo tanto, ese sendero que trae al alma a la perfecta remembranza requiere cultivar las
llaves para el Reino: deseo, intención, indulgencia, rendición. La más esencial de esas llaves,
es la indulgencia.
No hay ninguno que esté leyendo estas palabras que no haya cultivado ya por lo menos el
suficiente deseo. Quizás no sea cien por ciento perfecto pero el deseo ha estado ahí. Pues
nadie vendría a mi presencia, nadie vendría a comunicarse con este grupo de seres —
maestros, profesores, amigos, que han elegido como grupo ser conocidos simplemente como
“el linaje,” al cual permanezco como la primera persona que habla — que no haya decidido
ya sanar, despertar y recordar.
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La indulgencia requiere que se cultive en el tiempo. Cuando ha habido el deseo por la

sanación y el despertar, ten por seguro, que tu Padre ya, a través del Espíritu Santo, está
trabajando para reformar cada momento de tu experiencia — cada momento. De forma que
los profesores correctos, las lecciones correctas, los libros correctos, incluso el clima
correcto puedan venir a forzarte a mirar a tus bordes de infelicidad, tus bordes de juicio, tus
bordes de inseguridad, tus bordes en las definiciones basadas en el miedo de lo que es el
Amor, como debería verse y cuáles deberían ser sus efectos.
Una vez que el viaje ha comenzado, el final es perfectamente seguro. La paz es la meta
perfecta. Pero hay pocos, aún, que verdaderamente entienden lo que la paz es. No es el evitar
el dolor. No es el evitar la responsabilidad.
Es el camino de entrada a la mayor responsabilidad en el cual la mente, el corazón, el alma

e inclusive el cuerpo, mientras dure, han sido tan purificados de la disonancia y se han vuelto
tan alineados con la voluntad de Dios, que uno mira sobre todas las cosas con la compasión
de Cristo. Uno como ese camina en este mundo tuyo desconocido por aquellos que lo rodean
a él o ella. Ese uno sólo sirve a la voz del Espíritu Santo. No está en lo más mínimo
preocupado por la reactividad de otros.
Pues la única meta del Cristo despierto — y la paz y la consciencia de Cristo son una y la
misma — es ser un agente a través del cual el poder de la gracia actúa para transformar la
ilusión. Esa Mente sirve a la expiación. Esa Mente puede no ser entendida por otros, pero
¿cómo puede el insano entender al sano?
PERMITIENDO QUE LA PURIFICACIÓN OCURRA
Permite que la purificación ocurra. Está dispuesto a visitar cada rincón oscuro de la mente.
Pues, en verdad, no es necesario buscar el Amor, pues el Amor ya te abraza. Pero es
necesario buscar lo que es falso:
¿Dónde me estoy engañando a mí mismo? ¿Dónde estoy comprometido con mi imagen

en el
mundo?
¿Dónde estoy comprometido a pensar por mí mismo porque en el fondo no confío

verdaderamente que Dios me ama?
¿Dónde me estoy mintiendo a mí mismo o a otros? ¿Dónde estoy en negación?
¿Dónde necesito comprender lo que la proyección es?
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¿Dónde necesito comprender más profundamente como el vicio del ego funciona
dentro de mi propia mente?
¿Dónde estoy apuntando un dedo afuera de mí mismo? ¿Dónde estoy negando mi

miedo?
¿Dónde estoy demandando que el mundo se muestre como quiero, en vez de

entrégaselo a la estructuración del mundo en las manos del Espíritu Santo que sirve
enteramente a mi sanación, mi crecimiento, mi madurez a la verdadera
responsabilidad?
En verdad, amados amigos, en El Camino del Conocimiento, es absolutamente necesario que

a menudo hagas pausas y mires a tú alrededor y digas:
Habito en la perfección de un universo amoroso. Nada puede ocurrir por accidente.

Donde estoy en este momento debe ser el lugar perfecto para estar ¿Cómo puedo
encontrar la entrada a la quietud a dentro ahora?
¿Dónde, dentro de mí, puedo descansar en paz, y pedirle al Espíritu Santo su guía?
¿Dónde en este momento, me estoy guindando de otro o de alguna cosa? ¿Dónde estoy
viendo en otra persona u otra cosa en este universo y reclamando que es mi posesión?
Pues lo que no das para ser compartido que hayas dicho que has amado, ten por seguro,
amado amigo, en ese momento, estás en el vicio de la especialidad. La mente egótica cree
que, si comparte lo que tiene, ella pierde. Por lo tanto, en tu mundo, cuando percibes que
alguien o algo te ha traído una gran fuente de confort y amor, e inclusive seguridad, al ver
que eso está siendo compartido en cualquier otro lado activa el miedo de la pérdida dentro
del ego.
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Amados amigos, terminaremos está lección con esta sugerencia. Pregúntate:
¿Dónde aún permanece el miedo en mi mente? ¿Hay algo a lo que aún le tenga miedo?
¿Será la muerte de un esposo o esposa? ¿Es el crecimiento de un niño? ¿Es la pérdida
de un trabajo? ¿Es estar sin refugio?
¿Dónde está el borde de tu miedo?
¿Podré imaginarme viviendo sin un hombre en mi vida? ¿Podré permanecer sin una
mujer en mi vida?
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Esto no es más que problemas no sanados de padre y madre. Es un problema de autoridad.

El despierto permanece sólo con Dios. No puede entender ya más poseer o ser poseído.
Permiten todas las cosas, confían en todas las cosas. Aman sin reservas, el que se levanta
delante de ellos como la personificación de su propio amado — el contenido o esencia que
es la presencia de Dios. Pues cuando miras a tu hermano o hermana y ves sólo a Cristo, has
visto con los ojos de Cristo. Y Cristo simplemente ama.
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PONIENDO TU PROPÓSITO EN PRÁCTICA
Imagina un hombre de negocios sentado para negociar el cierre de una transacción, que va
a esa parte de la mente que está sana y dice, “¿Qué precio debería poner a esta tierra que
estoy a punto de vender a esta otra corporación? Mientras sus contadores y corredores de
bienes y raíces le han estado diciendo que la propiedad vale un millón de dólares, el va a su
interior. Y la respuesta viene, “pide sólo $250,000 y pide que otros $300,000 sean donados
a tal y tal caridad.” En tu mundo, que es un mundo de demencia, el hombre de negocios diría,
“Oh no, no puedo hacer eso. No puedo oír a esa voz.”
Pero en El Camino del Conocimiento, en el camino de la iluminación, el hombre de negocios

sonríe y dice exactamente lo que fue recibido. Cuando el choque en las caras de las otras
personas se calme, estarán bastante felices de saber que se han ahorrado bastante dinero,
pues en su mundo, ellos piensan que la única manera de tener es poseer. Pero en El Camino
del Conocimiento, y en el camino de la realidad, la única forma de tener es dar.
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Por lo tanto, no busques mejorar tu vida agregando inclusive un codo a tu estatura. Sino en
vez, busca mejorar tu vida a través de comprender tu naturaleza como Amor. ¿Cómo haces
eso? A través del reconocimiento de que en cada momento estás en el lugar correcto en el
momento correcto. Este es el momento en el que el Amor puede ser recordado, puede ser
restaurado y puede ser extendido. Este es el momento en el que puedes decidir oír sólo la
voz dentro de ti que sabe como extender el Amor.
Amados amigos, en El Camino del Conocimiento, la ilusión de que hay algo que buscar se
desvanece. La mente es liberada de la mala percepción de que está sucediendo algo malo en
el mundo.
La mente que es así liberada sabe que mientras elija el Amor, mientras elija seguir la
silenciosa voz del misterio dentro de su propio corazón, que las elecciones que haga, las
decisiones que abrace, las acciones que tome y los pensamientos que piensa no pueden sino
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servir al continuo despertar de cada uno y de todas las cosas, tan perfecto es el Amor que
abraza toda la creación — ¡Dios!
Si un millón de dólares te llegasen a ti, como Cristo, dirías, “Esto debe ser la perfecta
experiencia para mi ahora. ¿Cómo puedo extender el Amor en este momento?” Y si al
siguiente día, tu cartera está perfectamente vacía, la Mente iluminada de Cristo diría, “este
debe ser el evento perfecto para ser experimentado por mi ahora. ¿Cómo puedo extender el
Amor en este momento?”
El cambio nunca puede ser la fuente de la paz. El mundo de las formas — sean dólares en el
banco, casas, carros, personas, amigos, amantes, mascotas, plantas y todo lo demás — nunca
pueden ser la fuente de la perfecta libertad. Estas cosas surgen y mueren y son como
sombras efímeras, manojitos de espuma danzando en un océano. Cuando la mente se llega
a identificar con la forma, esa mente sufre. Cuando la mente es liberada de los apegos de la
forma, es libre. Puesto que sólo está identificada con el contenido o simplemente la realidad
del Amor.
Una vez, le dije a un amado hermano:
Simplemente párate, con los brazos estirados y las palmas hacia arriba.
Abre el corazón profundamente y pregunta cualquier cosa que desees. Y te será dada
a ti.
Pero pide como el Cristo despierto, pidiendo desde ese lugar que sabe que sólo el Amor es
real.
Por lo tanto, toma sólo un momento, ¡ahora! Párate dondequiera que estés, con tus brazos
extendidos y con las palmas vueltas hacia el cielo. Piensa acerca de tu propio corazón por
sólo un momento, y simplemente pide sentir y saber la realidad de la presencia de Amor.
Respírala a tu corazón. Abre las células del cuerpo. Abre la mente y simplemente recibe lo
que está disponible.
MEDITACIONES Y EJERCICIOS DIARIOS
Entonces te damos esto, como una meditación, para hacer en El Camino del Conocimiento.
Por lo menos una vez al día, levántate de tu silla y párate con tus brazos abiertos y las palmas
hacia arriba y simplemente di:
Me abro y recibo la realidad del Amor para mí mismo — ¡ahora!
Ves, el amor por ti mismo es el sendero a la paz perfecta. El amor por ti mismo abre todas
las puertas. El amor por ti mismo disuelve toda ilusión. No estoy hablando del amor por las
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ilusiones de la mente egótica con la cual te has venido a identificar. No estoy diciendo que
deberías decir, “me amo a mi mismo porque ahora tengo “x” cantidad de dólares en el banco.
Me amo a mi mismo porque tengo un maravilloso esposo o esposa. Me amo a mi mismo
porque tengo un gran perro.” No.
Yo amo a mi Ser.
Aquéllos que saben que sólo el Amor es real no están preocupados por lo que comen y lo
que toman. Puesto que estas cosas vienen al cuerpo y salen a través del cuerpo. Ellos sólo se
preocupan si lo que consumieron fue o no, consumido, por el bien del cuerpo en Amor.
Pues el amor es lo que permite la transmutación de cualquier cosa que venga al sistema
físico y le permite ser transformado en eso que sostiene la totalidad energética del propio
sistema físico. Es mucho mejor tener una botella de Whisky para el desayuno en un estado
de total Amor Crístico, que tener nueve mil vitaminas con un pequeño pensamiento de
temor. Eso es algo para que pienses acerca de ello.
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Ahora, quiero preguntarte: ¿Qué es lo que te has negado a digerir en esta encarnación? ¿Fue
una “injusticia” conferida a ti por tu madre o padre? ¿Fue “el infortunio” en la oficina en el
cual fuiste pasado por alto para un acenso? ¿Qué es lo que permanece en tu vida sin digerir?
¡Eso es! Algo ha llegado a la mente. Confía en ello. Quédate con ese pensamiento, esa imagen,
esa memoria. Puesto que ha emergido en la mente consciente para ser sanado y
transformado ahora. Trae tu atención a ello en este mismísimo momento. Obsérvalo, respira
con el cuerpo y simplemente di dentro de la mente:
Elijo ahora digerir totalmente esto a través de traerle amor, a través de en verdad
amar el evento tal como fue — amando la imagen, el recuerdo, el pensamiento, tal
como es.
Si deseas, puedes levantarte con los brazos abiertos y tus palmas mirando hacia el cielo y
recibe el Amor que transmuta todas las cosas. ¡Respira ese Amor! Siente ese Amor en y a
través de esa imagen, ese recuerdo, ese sentimiento — sea lo que sea que esté ocurriendo
para ti, hasta que literalmente se disuelva. Si sientes que eso no está ocurriendo, inclusive
en tu cuerpo, hay una parte de ti que se está resistiendo a soltar lo que no ha sido digerido.
Si ese es el caso, tienes que preguntarte:
¿Por qué necesito mantener mi percepción ilusoria acerca de este evento?

¿Qué en mi está comprometido a contener mi amor?
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Altamente te sugerimos que pases algún tiempo, cada día, preguntándote la misma
pregunta:
¿Qué es eso que no he estado dispuesto a digerir acerca de esta vida y acerca de este
mundo?
¿Dónde me estoy negando a traer mi amor?
¿Es a tu gobierno? ¿Es a tu Servicio Interior de Rentas? ¿Es a la pareja? ¿Es a los niños? ¿Es
a la mascota? ¿Es al sistema escolar? ¿Qué es a lo que te has negado a traerle tu amor?
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Ahora, es bastante cierto que a menos que ellos hayan hecho bastante trabajo para volverse
sensibles a niveles sutiles de creación, no necesariamente estarán atentos conscientemente
a que estás teniendo un cierto pensamiento acerca de ellos. Estarán quizás sólo atentos a
que repentinamente ellos han tenido un pensamiento de ti, y que un sentido raro está
pasando a través de sus cuerpos. Ellos lo pasarán y no lo pensarán dos veces.
Igualmente, si piensas un pensamiento amoroso, alguien a diez mil millas de distancia quizás
repentinamente piense en ti y se sienta bien en su cuerpo y sin siquiera saber por qué y sólo
lo deje ir. ¿Por qué? Porque el sistema de creencias dice que deben estar haciendo eso dentro
de ellos, y que no tiene ninguna conexión contigo.
En realidad, el pensamiento es la sustancia de todas las cosas. El pensamiento es un impulso

de pura energía. Es más sutil que cualquier cosa en el dominio físico. Los pensamientos
viajan mucho más rápidos que la velocidad de la luz. De hecho, la luz es en verdad un hecho
físico que emerge mucho después que el nacimiento del sueño de separación. Entonces
mientras un año luz pudiera parecer una cosa vasta en tu mundo de la física, ten por seguro
que los pensamientos viajan instantáneamente. De hecho, el pensamiento es presente
inmediatamente en todas partes.
Pues virtualmente para todos los seres nacidos dentro de la esfera humana, un acuerdo
como tales, “Soy sólo el cuerpo, y por lo tanto, estoy separado de todos los demás.” Eso es
simplemente un acuerdo, una decisión para crear experiencia. Eres igualmente libre para
decir dentro de ti:
Soy más que un cuerpo. Mi mente es vasta e ilimitada. Y esa es la esencia más profunda
de mi identidad y mi existencia. Estoy en perfecta comunicación con todas las formas
de vida en todo momento. Sólo necesito retirar mi atención de mi percepción de mi
cuerpo para tener acceso a la comunicación con cualquiera en cualquier momento.
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Una vez dije en Un Curso de Milagros, “Nunca has olvidado el cuerpo, ni siquiera por un
momento. Y, sin embargo, un momento es todo lo que toma para comprender que no eres el
cuerpo.” No quise decir con esto que deberías negar el cuerpo, sino en vez de estar dispuesto
a abandonar tu percepción de lo que es el cuerpo, ya que no es un dispositivo que te separa
a ti para nada.
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Piensa sólo pensamientos amorosos. Aprende a dominar el perdón. ¡Atrévete a seguir a tu

corazón! ¡Celebra la vida! ¡Haz lo que te traiga gozo! ¡Camina como uno confiado en la Luz
de Cristo! Atrévete a mirar al mundo y decir:
¡Mi Padre ha puesto la mesa para mí y cada ser y cada hoja de grama está aquí para
apoyarme en mi gozo de Dios!
Conforme cultives esa clase de disciplina, tu vida cambiará, como debe. Pues el universo
responde a la calidad vibracional que estás emanando de la estación de radio de tu propia
mente.
Por lo tanto, enséñate a ti mismo a notar cada pensamiento de miedo. Enséñate a notar
cuando tu campo de energía está contraído y haz lo opuesto: ¡Elije recibir Amor! Si
comienzas a pasar un día y notas que como a las cinco en punto tu campo de energía no se
siente muy bien, pregúntate:
¿Dónde he estado esperando que el amor aparezca como un regalo de algo o alguien
más para mí?
Detén lo que estás haciendo y sé quién se da Amor a sí mismo — simplemente para que lo
puedas disfrutar.
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LA PUERTA A UNA MAYOR CONSCIENCIA DE DIOS
En verdad, amados amigos, en El Camino del Conocimiento, hay una certeza al saber que es
el lugar en donde el miedo pareciera estar descubriéndose donde verdaderamente es la
entrada para una mayor consciencia de Dios. Si hay algo de lo que sientes miedo compartir
con otro, ahí está tu entrada.
Anda y comparte tu verdad, por ninguna otra razón — no para persuadir, no para estar en
lo cierto — sino sólo para compartir de forma de que pases a través del anillo de miedo. Eso
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es todo. Si sientes a tu corazón llamándote a vivir sin un centavo en las calles de Londres y
te ha estado llamando por treinta años, anda y vende todo lo que tienes y sigue tu corazón.
Ahora, sé que el mundo no te ha enseñado a vivir de esa manera. Pero el mundo es lo opuesto
de la verdad del Reino. Ama a todo. Conviértete en el uno que sirve a todo, a través de amarte
a ti mismo primero. Aprende a acallar el rugido y ruido del mundo, que no es más que tu
decisión de darle valor a cómo el resto del mundo está pensando.
Sírvele sólo a esa voz de Verdad dentro de ti. Esa voz de Verdad dentro de ti es la voz que
dice, “¡Ve y comienza un jardín hoy!” Primero, piensas, “¡oh, sí!” luego te das cuenta, “no sé
cómo sembrar un jardín. ¿Cómo resolveré esto? Pero en verdad quiero comenzar un jardín.”
¡Ve y comienza un jardín!
Algunos dirían que esto es vivir de tu autenticidad. No hablo de lo que es auténtico al ser
como lo que la mente piensa, es decir, su imagen social. Eso para nada es auténtico. Eso es
una máscara, una persona.
Lo qué es auténtico, es lo que sientes en el núcleo y en la profundidad de tu ser — en

inocencia. ¿Qué quiero decir con esto? El corazón inocente no está necesitado. No necesita
individuos selectos para estar de acuerdo con ello. No espera a que el universo asienta
aprobatoriamente con la cabeza. Simplemente sabe que es inocente y actúa desde ahí y sin
estar apegado a las opiniones del mundo.
En El Camino del Conocimiento te preguntas constantemente:
¿Dónde no estoy siendo auténtico?

¿Dónde simplemente me estoy mostrando de la forma en que pienso que Harry el de
la cuadra necesita que me muestre?
¿Dónde estoy siendo un vegetariano para poder sentirme superior a aquéllos que no
lo son?
¿Dónde estoy controlando la dieta porque tengo miedo que esta sustancia me volverá
menos espiritual?
¿Dónde estoy negando mi humanidad para presentar una imagen a otro?
¿Dónde me estoy levantando y yendo al mismo trabajo cada día, cuando sé en lo
profundo de mi ser que, justamente, no quiero más estar ahí?
En El Camino del Conocimiento, la mente viene a comprender la simple verdad metafísica

que dice:
Yo y solo yo estoy creando mis mañanas.

Si no creo auténticamente ahora, puedo estar seguro que lo experimentaré mañana.
Si creo encarcelamiento para mi alma ahora, lo experimentaré mañana.
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Porque la creación es eterna, es imposible no tener un mañana — sea en este mundo u otro.
Amados amigos, fuiste creado para crear. Fuiste creado de una inundación de gozo y Amor.
Por lo tanto, vive alegremente, vive amorosamente de ti mismo. Atrévete a considerar que
tu Ser es tan importante que tienes una obligación de nunca conformarte con menos que con
tu propia autenticidad. Algunas veces eso requiere que comiences el proceso de descubrir
que auténticamente es tuyo y no simplemente una influencia de otros.
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De esta forma, quiero invitarte a mirar a tu vida. ¿Cómo son los eventos que están ocurriendo
y la calidad de vida que estás viviendo posiblemente estén reflejando el cumplimiento de
una propia-profecía? En otras palabras, ¿Cómo puede ser simplemente el cumplimiento del
karma la manera como estás usando la mente? Usualmente en esta forma secundaria en la
que el karma aparece, las creencias o pensamientos son muy, muy viejos, profundos en tu
inconsciencia. Conforme vas atrás en el tiempo y ves a tu vida, pregunta:
¿Qué he debido creer previamente para que este efecto se esté manifestando?
Por ejemplo, si no tienes dinero, mira bien a lo que has creído acerca del dinero en el pasado.
Especialmente busca para ver: ¿Cuáles fueron las creencias acerca del dinero que mis padres
tenían?
Pues en verdad, como hemos tratado antes, cada alma viene a este mundo a través del
contexto de los padres. Hay un contexto de percepción, creencia y actitud que comienza a
colorearte porque estás aceptando esa coloración en el campo de tu propia energía, como
los medios de hacer contacto con este mundo y emerger a él.
Si, por un instante, los padres creen que la espiritualidad y los bienes materiales no pueden
ir juntos y, por lo tanto, ser espiritual significa hacer sin materialidad, luego observa cómo
tu vida ha evolucionado. ¿Encuentras un bloqueo en recibir dinero por estar al servicio de
otros, pero ningún bloqueo de recibir dinero por hacer algo que no te gusta?
Vive en esa pregunta, queridos amigos, y comienza a aplicarlo a la totalidad de tu vida.

Conforme miras a tu vida, mira a los efectos que experimentas conforme a tus entornos y tu
contexto. ¿Estás solo, sin amante ni amigos? ¿Qué has creído previamente acerca del mundo?
Hay muchos en tu mundo que admiran a aquellos que toman las grandes oportunidades en
la vida. Por ejemplo, el actor o actriz que atiende mesas en un puesto de hamburguesas
barato, duerme en un banco del parque, sigue tomado clases de actuación y finalmente
recibe el rol y se convierte en rico y famoso.
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Sin embargo, ese que se convirtió en rico y famoso, es alguien que recibió el impulso de un
deseo de actuar y lo siguió, y estuvo dispuesto a hacer lo que fuese necesario para estar en
el contexto en el cual algo pudiera o no ocurrir. Tenían la voluntad de tomar el riesgo.
Alguien así está viviendo en verdad en un estado de Amor incondicional del ser. Aunque lo
piensen o no, ellos están cargando la creencia sutil de que el universo de alguna manera se
arreglará a sí mismo y los apoyará a ellos a seguir sus corazones.
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No hay tal cosa como fracaso. Sólo hay éxito continuo — conforme la vida evoluciona de
bueno, a mejor, a lo máximo conforme la mente aprende a ser la presencia del Amor.
La libertad es Amor bajo cualquier condición.

Y con eso, la paz sea contigo siempre. Amén.
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PERMANECIENDO COMO AMOR EN CADA MOMENTO PRESENTE
La paz de Cristo, entonces, depende de tu disposición a permanecer en el presente por

ninguna otra razón que la de extender la creación. Para ser alguien quien recibe Amor,
reconoce la presencia del Amor, respira Amor, y luego le permites fluir a través del
cuerpomente, a través de la voz, a través de la escritura, a través del guiño de un ojo — lo
que sea. Entonces has terminado con ello y continúas al momento siguiente.
La paz de Cristo viene sólo a esa mente que libera la valoración del pasado y del futuro, y se
rinde al presente. Pues sólo en el presente puede el Amor ser sentido, conocido y extendido.
Una mente como esa es un creador. Y a través de esa mente, la perfección de la extensión del
amor fluye — sin impedimentos, sin obstáculos y sin errores.
La mente entonces, que es libre — libre de la necesidad egótica de hacer, de controlar, de

dar forma — es libre de la identificación con el pasado y de la ansiedad por el futuro,
permanece en el eternamente perfecto ahora. Por ninguna otra razón que recibir la
consciencia que permanece en el perfecto presente del Amor, y luego permite esa misteriosa
realidad a través de esa mente — justo donde está — como sea. No necesita hacer un
espectáulo. Esto no es acerca de tener un juego de actividades prescritas por hacer.
Simplemente estás presente en el momento, y el Amor te vive.
La relación santa, entonces, es cuando cualesquiera dos seres eligen reunirse y cada uno de
ellos, individualmente, elige estar en la presencia del Amor. Entonces, cualquier cosa que
suceda, suceda.
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La mente sanada es una que acepta su verdadera sabiduría:
Mi Padre y yo somos uno. Sólo el Amor es real. Es imposible que sea una víctima de lo
que veo, ya que lo que veo es lo que elijo ver. Y si elijo ver con los ojos del Amor, todo
lo que veo es perfecta inocencia y la voluntad de mi Padre funcionando claramente.
La mente sanada es simplemente una que descansa en esa simple realidad. Simplemente se
ha entrenado a si misma a elegir siempre a la voz del Amor. No importa lo que surja y muera.
La mente sanada no es una mente que pueda hacer lo que quiera que ocurra, ocurra. Esto es
el intento egótico de convertirse absolutamente poderoso. Los dóciles de corazón, los puros
de corazón, comprenden que el hacer es la ilusión. Ser es la realidad.
La elección es tuya: hacer (hacer frenéticamente) o crear (siendo la presencia del Amor), del
cual contextos creativos emergen porque es la voluntad del Creador extenderse a Él mismo
a través de una miríada de formas que surgen y mueren. Las formas cambian, pero el
contenido o la esencia no lo hace.
Ahora, pregunta dentro de ti:
¿Elegiría experimentar lo infinito — mi propio ser — como creador o un hacedor?
Si eliges el camino del creador, entonces lo primero que necesitas hacer es recodar que crear
no es lo mismo que hacer. Crear envuelve buscar primero el Reino de los cielos.
¿Qué significa eso? Bueno, significa que debes vender todo lo que posees, consigue un
morral, compra un boleto a Katmandú, y pasa diez y siete años excursionando a través de
las Montañas del Himalaya hasta que encuentres la cueva correcta. Y luego otros diez y siete
años de meditación astuta y oración antes de que comiences a tener tus primeros atisbos de
Dios.
Eso es lo que envuelve buscar el Reino. O simplemente puedes cambiar la mente a la paz de
Dios — ahí donde estás — y acéptalo. Y en el mismo momento, habrás logrado todo lo que
los yoguis en sus cuevas nunca han logrado, lo que todos los Budas y Cristos han logrado en
su austeridad. El Reino está a una elección de distancia:
Elijo ahora la perfecta paz de Dios.
Y justo así, has logrado todo lo que necesita ser logrado — si lo quieres recibir.
Crear significa que estás comprometido a buscar primero el Reino de los Cielos. Luego
permitiéndote a ti mismo celebrar eso, a pesar de lo que tus ojos físicos te muestren. A pesar
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de como el cerebro-mente está interpretando o creando la percepción de lo que los ojos

físicos le revelen. A pesar de todo ello, tú eres libre. Pues cualquier cosa que esté surgiendo
es perfectamente inofensivo. Las formas vienen y van, el Amor permanece. ¿En dónde más
puedes, posiblemente, encontrar libertad, excepto como uno que simplemente permanece
como la decisión por el Amor?
Si vas a ser un creador, necesitarás dejar de esforzarte, pues esforzarte es parte del mundo
del hacer. Y necesitarás darte permiso para cultivar una maestría en la indulgencia. La
indulgencia no es pasividad. La indulgencia no es sentarse en tu cojín esperando que el
universo manifieste cosas buenas en tu vida. La indulgencia es un acto de voltear hacia
dentro, apreciando tu unicidad con Dios, y simplemente preguntar:
¿Padre, qué te gustaría crear en este momento?
De repente, llega un pensamiento. El pensamiento te muestra a ti manejando tu carro treinta

y cinco millas para ver a un amigo e invitarlo a cenar. Bueno, entonces, ¡a delante con eso!
Manejar tu carro por espacio de treinta y cinco millas es un acto que toma energía. No es
para nada un acto pasivo.
La indulgencia es un estado de ser muy poderoso, pues la indulgencia no se resiste a nada

en el campo de la acción — ¡nada! Y si te es pedido crear un centro de retiro en el norte de
Nuevo Méjico, bueno, simplemente a delante con eso, inclusive si no tienes idea de cómo va
a ocurrir. Simplemente te haces disponible y te apareces.
Por fuera un creador — un verdadero creador — pudiera verse muy común. Un creador
pudiera verse como alguien que no está recibiendo los aplausos del mundo. Su foto quizás
no esté en la portada de People Magazine. Ellos quizás no sean la página central en playboy
o playgirl.
Un creador es aquél que se deleita en permitirle al flujo de la Vida encontrar formas para
tocar corazones y mentes con Amor. El creador no anda almacenando monedas doradas
para un día de invierno. El creador simplemente está en observación, siendo un conducto, y
se involucra en la extensión creativa del Amor. Esa creación puede requerir el almacenado
de monedas doradas, pues el creador no se resiste a nada del mundo. Nada se ve como bueno
o malo. Es sólo un instrumento para llevar a cabo la voluntad de Dios, que es la extensión
del Amor. Cuando te involucras en esto, tu voluntad es una con la del Padre.
De forma que comiences a ver que sin importar lo que vaya surgiendo en las condiciones
alrededor de ti, o lo que otras mentes estén haciendo en este mundo, el mundo no tiene
ningún efecto en ti. He dicho que este mundo es una gran colisión de sueños, y que la vasta
mayoría de las mentes están mucho más comprometidas con la ilusión que con la realidad.
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Son sólo eventos surgiendo y muriendo. Y en cualquier contexto, tu mente permanece libre
para dejar el hacer por el crear, y para entregar ese momento a la voluntad de Dios.
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Tu mente es una mente que ha sido sanada. No necesitas sanarla. Sólo necesitas aceptar que
la sanación ha sido lograda por la gracia de ese Amor que te ha nacido para crear. Eso es lo
que quise decir cuando dije que un maestro de Dios sólo necesita aceptar la expiación para
el mismo o ella misma:
Ya estoy sanado. Es tiempo de seguir adelante.
Todas las formas de sanación, entonces, son meros contextos creados por el Amor a través
de una mente que ha aceptado la sanación — un contexto creado que pudiera darle a la
mente que se percibe a sí misma como no sanada una oportunidad de elegir diferentemente.
Por lo tanto, quiero crear un contexto para ti en este mismísimo momento. Esta es una forma
de demostrarte exactamente lo que he estado compartiendo contigo en esta lección. Pues en
este momento, como un hermano y amigo que te ama y ama a mi Padre, estoy simplemente
permitiéndome crear palabras que están siendo formadas en una lección que ayuda a crear
un contexto que estoy observando literalmente emerge. No lo he planeado. No estoy
tratando de hacer que algo ocurra. Estoy permaneciendo en Amor.
Y de ese Amor estoy recibiendo el pensamiento de la voluntad de mi Padre. Estoy

observándolo fluir a través de mi mente y siendo traducido a través de impulsos eléctricos
en eso que crea palabras que están siendo formadas en una lección que luego son leídas por
tus ojos que envían vibraciones a tu cerebro-mente, dándote el permiso a asesarla con el Ser
profundo que conoce la Verdad. Estoy atestiguando todas estas cosas inclusive mientras
fluyen a través de mi mente hacia la tuya.
Te invito, ahora, al contexto de sanar. Di esto dentro de tu santa mente:
Mi mente ya ha sido sanada por la gracia que me dio nacimiento a su imagen.

Sólo necesito usar el poder de la Mente de Cristo para elegir la perfecta paz de Dios.
Hago esto ahora y por siempre.
Soy alguien que sabe. Padre, ¿qué crearías en este momento que sea una extensión
del Amor?
No hagas más que observar lo que llega a tu mente — qué sentimiento fluye repentinamente
a través del cuerpo.
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¡Eso es! Un ejercicio corto. Un contexto para demostrar cómo funciona todo. Sin magia, sin
peregrinajes, sin píldoras especiales, sin dietas especiales, sin amoríos especiales — nada
especial para nada. Simplemente la presencia de la Mente de Cristo.
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El alma, el nivel en el cual la realidad es mucho más profunda que en el nivel del cuerpo,
nunca pueden “irse” a ningún lado. Nadie que hayas visto o conocido puede estar jamás fuera
de tu corazón a través de las propias acciones. El cuerpo-mente, si, se puede ir, pero eso no
es lo que saca a alguien fuera de tu corazón. Sólo puede ser tu decisión de retirar el Amor.
Es sólo el retirar el Amor lo que crea separación en la experiencia de tu consciencia.
Entonces estás sentado ahora dos niveles fuera de la realidad. Primero, te has embaucado,
pensando que los ojos físicos te muestran lo que es verdad. Luego sacas conclusiones y creas
interpretaciones de los eventos que los ojos del cuerpo te muestran. Esto crea el efecto
emocional que es como una sopa que corre a través de ti y alrededor de ti, y permanecerá
así — hasta que sea sanada.
El tercer nivel de haber sido removido de la realidad es el truco de la mente en el cual ella
insiste que sus interpretaciones son un hecho. Es a este nivel de la mente a la que le pregunté
dentro de Un Curso de Milagros:
¿Preferirías estar en lo cierto o ser feliz?
Pues la felicidad sólo puede ser el resultado de la confianza perfecta. Y la confianza perfecta
emerge de la perfecta lealtad. Y la perfecta lealtad emerge espontáneamente en la mente que
ha descansado en rendición.
Los eventos siguen surgiendo y muriendo. Uno sigue hablando con sus amigos, quizás como
siempre ha sido. Uno nota la tendencia en el cuerpo-mente de crear interpretaciones, y
algunas de ellas son enteramente necesarias, “Esa luz se puso en rojo. Mi interpretación es
que sería sabio parar.” Pero hay algo ahora que está envuelto alrededor de todo eso. Para
que lo que surja sea visto como, finalmente, bastante inconsecuente, enteramente inocente
y desprovisto de cualquier valoración profunda.
Porque colocarás tu lealtad en lo que has decidido valorar. Y en esa espaciosidad, en esa
perfecta quietud, en esa profunda paz, la mente — o personalidad consciente — se disuelve
en rendición.
Cualquiera que haya despertado conoce exactamente cómo se siente eso. Cualquiera que
haya comenzado a despertar ha tocado momentos de rendición perfecta. Pues en rendición,
la mente observa que todas las cosas que están surgiendo y muriendo son perfectamente
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inofensivas. No pueden tener ningún valor porque permanecen en el tiempo. Y las cosas del
tiempo son como las olas que surgen del océano — porque tienen un comienzo, tendrán un
fin. En su comienzo, su final es seguro.
Y porque Dios es sólo Amor, conforme la mente se desenreda del nivel perceptivo del
cuerpo-mente, de las interpretaciones selectas y creadas en la mente y solapadas por esos
eventos, y especialmente a medida que se desenreda a si misma de la egótica necesidad de
estar en lo cierto acerca de sus hechuras, eso quien eres — pura inteligencia, pura e infinita
posibilidad creativa — se cambia a sí misma a estar sólo identificada con valorar el Amor.
Esto es lo mismo que decir:
Valoro sólo a Dios.
Luego, El alma comienza a despertar de nuevo, el alma — esta gota de pura luz, que es pura
inteligencia — comienza a comprender que para conocer a Dios debe ser Dios. Y ya que Dios
es sólo Amor, el alma desea ser sólo Amor. Pues al amar como Dios ama, Dios es conocido.
Conforme Dios es conocido, el Ser es comprendido y recordado. Y el sueño del soñador es
trascendido.
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En el mundo, harás lo que haces a causa de dónde colocas tus valores. Es por esto que a
menudo dije:
Si quieres verdaderamente saber qué idolatras, con qué estás comprometido, lo que más
profundamente crees, simplemente mira en dónde estás, con quién estás, y qué estás
haciendo con tu tiempo, y cómo te sientes con ello — verdaderamente.
Esos que insisten en ahorrar dinero para un día lluvioso están simplemente decretando,
“creo que puede haber un día lluvioso a menos que haga algo para prevenirlo,” Su confianza
ha sido puesta en su poder para manipular y usar el mundo para crear lo que ellos perciben
que deben tener.
Y es muy, muy diferente que la confianza del uno despierto en Dios quien sabe que cualquier
cosa que surja y muera en el campo del espacio y tiempo es de poca importancia. Porque esa
mente está tan identificada con ser la presencia del Amor que el cuerpo-mente pudiera
contraer cáncer mañana y diría, ¡“A quién le importa”!
¿Entonces, dónde ocurre la experiencia? No ocurre en el nivel del cuerpo-mente mismo.

Ocurre al nivel de la mente. Y la mente le da forma a la experiencia de acuerdo a lo que elige
valorar.
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Ahora, ¿Significa esto que vas a dejar de hacer cualquier cosa en el mundo? No. Un ser
despierto en el mundo simplemente se deleita y se divierte — desde un estado de claridad
al saber que cualquier cosa que elijan hacer con el cuerpo-mente es simplemente una libre
elección basada en lo que están eligiendo valorar en el momento. Y si poseen esa valoración,
pueden disfrutar totalmente la experiencia que están teniendo.
Luego, han completado el círculo. Si quieren diseñar un sitio en el internet, si quieren ser un
banquero, si quieren ser un bailarín, una prostituta, o un granjero — ¡ya no importa más!
Puesto que la mente que está despierta, mientras el cuerpo dure, simplemente ve la
experiencia surgir y morir. Toma la propiedad total y comprende que tiene el poder para
crear que su experiencia sea deliciosa, plena y una bendición — sin importar de lo que el
cuerpo-mente está realmente haciendo.
No puede haber diferencia. No importa si eres un maestro parado en un bote a la orilla de

un gran lago en lo que llamas ahora Israel hablándoles a una horda de cientos, o quizás
viendo si puedes en verdad hacer que unos pocos pescados y hogazas de pan alimenten a
cinco mil. Y luego decir, “¡Oh! ¡Qué tal! ¡Eso fue divertido!” No hay diferencia entre eso y
manejar un camión en la ciudad de Nueva York y repartir pescado congelado, si la mente
dentro del alma ha tomado completa propiedad y deleitándose en el misterio de crear
experiencias, y eligiendo traer entretenimiento y libertad a ese momento.
Pues donde la mente elige descansar en Amor, todas las cosas que surgen y mueren son
recordadas y restauradas y santificadas. Hay paz perfecta.
Aunque un amado amigo desaparece en lo que llamas “muerte”, porque no identificas al

amigo con el cuerpo-mente y porque, entonces, no percibes que ya no puedes amar más a tu
amigo, sólo disfrutas de amar a tu amigo. Cuando permaneces en Amor, comienzas a
experimentar la realidad de que nada muere. ¡Nada muere!
Puesto que la inteligencia pura no puede ir a ninguna parte. Uno de tus científicos una vez
dijo, “Pienso que lo resolví. La energía es lo que genera todo, y no puede nunca ir a ningún
lado. Sólo puede cambiar de forma. Pero la esencia, o la energía, permanece.”
Esto no es diferente de un místico, o un filósofo, o un gran salvador o mesías, o una persona

muy común caminando y diciendo:
¡Sabes, sólo el Amor es real! Y en Amor, todas las cosas existen por siempre.
No estoy separado. No estoy perdido. ¡Soy libre!
CUANDO ELIGES EL AMOR, TE VUELVES LIBRE
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Ven a ver, entonces, que cuando eliges el Amor, te vuelves libre. ¿Quién puede hacerte daño?
¿Qué ganancia o pérdida puede afectar tu paz? En cada momento conforme recuerdas al
amor, das Amor. Dondequiera que vayas y a quienquiera que ves es tocado en un lugar
callado y secreto. Ellos quizás no sepan por qué se sienten atraídos a estar en tu presencia,
pero tú sabrás. Simplemente estás eligiendo ser — y pon atención a mis palabras aquí —
simplemente estás eligiendo finalmente despertar y ser el Dios encarnado. Pues Dios es sólo
Amor, y cuando amas, sólo existe Dios.
Recuerden entonces siempre, amados amigos, que eso que se derrumba sólo puede ser
forma y no contenido. El Amor nunca puede derrumbarse, porque es el contenido lo que es
la presencia, de la realidad, de lo que Dios es. Porque el Amor es el contenido, es incambiable,
sin cambios e inmutable por siempre. La perfecta libertad viene a cualquier mente que
cambie su identidad del nivel del cuerpo, del nivel de la mente interpretativa, del nivel de la
mente egótica que insiste que sus proyecciones son reales, correctas y valiosas, y se
identifique con el Amor.
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Simplemente identifícate con la paz más allá de cualquier entendimiento, la paz que viene a
medida que una mente viene a elegir sólo identidad con el Amor. La paz, amados amigos, es
el resultado del cambio de identidad que emerge por poner tu confianza y lealtad sólo en
ese Uno que es sólo Amor.
Permite, entonces, a todo lo demás desmoronarse. ¿Eso significa qué debes dejar tus
monedas doradas? ¡Claro que no! Pues eso sería decir que las monedas doradas tienen un
poder para segarte. ¡Ellas no lo tienen! El tenerla o el no tenerlas no puede atarte. Sólo tu
decisión de no amar puede segarte y hacerte sufrir.
Da, entonces, la perfecta libertad a todas las cosas creadas, pues no te pertenecen, ni te
fueron dadas para darte seguridad ni para alentar tu ego ni hacerte feliz. Te son dadas para
que las disfrutes y las bendigas.
Pues el Cristo que camina esta Tierra sabe que su propósito principal es bendecir la creación
del Padre, liberar todas las cosas en la santidad de su, propia, profunda y perfecta unión con
Dios.
No busques poseer nada o a nadie. No busques cambiar nada o a nadie. Busca sólo amar. Y
en Amor, eres liberado.
La única pregunta, entonces, es:
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¿Estás dispuesto a hacer el viaje del miedo al Amor mientras miras a cualquier cosa,
mientras experimentas cualquier emoción?
Ya que no puede haber nada que te obstruya la luz y la presencia de tu Creador. Percibir el
mundo real del Amor es saber con perfecta certeza de que tu Padre y tú son uno.
Cuando recuerdas sólo tus pensamientos amorosos, el Amor es todo lo que verás. “Recordar
tus pensamientos amorosos” no significa que a medida que ves el pasado, decides ignorar
esos pensamientos que eran menos que amorosos. Significa que, en verdad, nunca miras al
“pasado.”
Ten por seguro, si estás teniendo un recuerdo ahora, estás teniendo una experiencia muy
presente. Es absolutamente imposible pensar acerca del pasado pues el pensar ocurre
ahora. Mirarás al pasado conforme eliges estar en el presente.
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No hay nada impidiéndote elegir mirar a un hermano o hermana y ver su perfecta inocencia,
ver su esencia inmutable, mientras les permites completa libertad para hacer su travesía
como deban, hasta que elijan recordar esa esencia dentro de ellos mismos, hasta que hayan
elegido aprender a ser la quietud de la presencia de Dios.
¿Has juzgado alguna vez a un político? En ese mismísimo momento, te estabas rehusando
extender perfecta libertad, pues el juicio fluye del miedo y no del Amor.
¿Has estado alguna vez en una relación en la cual una parte de ti se sintió por lo menos un
poco urgido a tratar de convencer al otro de que él no ama a esa persona que conoció en el
supermercado, que sólo verdaderamente te ama a ti? ¿Has alguna vez, aunque cortésmente
por un momento, insinuado a otro que su pasión por cualquiera que no seas tú sea alguna
clase de “anormalidad biológica”, o que ciertamente, están siendo insensatos y que necesitan
sentarse y pensarlo seriamente? Todo eso es miedo, y nada más.
Pues el Amor es saciado en su propio ser. El Amor se desborda. El pensamiento de poseer,

controlar, o limitar pueden venir sólo de uno que siente un vacío. El Amor libera todas las
cosas. El Amor libera al mundo para que sea como el mundo es. El Amor ve perfecta
inocencia. El Amor ve eso porque las cosas son como son, son como son. Piensa bien acerca
de esa declaración. Porque las cosas son como ellas son, la mente en perfecta libertad les
permite ser como son, y las ve como absolutamente inofensivas.
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Esto no significa que te pintas una sonrisa plástica en tu cara y nunca sentir ninguna
emoción. Eso no es iluminación. Eso es el mayor de los intentos del ego para usurpar el poder
de Dios. El ego espiritualizado, la personalidad espiritualizada es el último “huevo” por
romper.
Uno está únicamente despierto cuando permite todas las cosas, confía en todas las cosas y
abraza todas las cosas, lo que es lo mismo que sentir todas las cosas. Pues en ese mismo
momento, la misma cosa que está surgiendo es trascendida porque no es obstruida ni
resistida. Y lo que no es obstruido ni resistido es abrazado y consumido en la espaciosidad
del Amor.
Tienes dentro de ti, entonces, todo el poder sobre el Cielo y la Tierra para traducir el cuerpo
mismo de una contracción de miedo a una espaciosidad que refleja la realidad el Amor de
Dios. Pues el cuerpo-mente que emerge primero del miedo puede ser abierto de nuevo para
que la energía de la verdad fluya a través de él. De forma que nada que surja en tu
experiencia en el campo emocional obstruya el recuerdo del Amor.
EJERCICIOS PARA DESPERTAR EN AMOR
Amados amigos, si verdaderamente usasen esta enseñanza de El Camino del Conocimiento

como el tiempo en el que despiertas a la decisión de ser la presencia del Amor y nada más,
de forma que puedas moverte al resto de tu experiencia como el Cristo iluminado que eres
ya, mira bien cada uno de los próximos treinta días:
¿Dónde en mi vida me he abstenido del amor?

¿Dónde he elegido patrones de conducta y decisiones y alternativas con una sonrisa
en mi cara, mientras en todo momento estaba intentando controlar y manipular al
mundo de forma de mantenerme seguro para no sentir y enfrentar mi propia
inseguridad?
¿Dónde he exigido que el mundo se aparece de alguna manera para que pudiera
pretender tener paz, y pretender estar feliz y amoroso?
Cualquiera puede ser feliz y amoroso en una tienda de dulces. Cualquiera puede ser feliz
parado frente a una multitud cuando todos te están aplaudiendo. Cualquiera puede ser feliz
al ser apoyado por veinte amigos quienes dicen amarte. Pero sólo el iluminado puede estar
feliz cuando esos veinte amigos han elegido crucificarte.
Por lo tanto, en verdad, es en tus momentos más oscuros, es en el derrumbe de las

estructuras que has hecho, donde se te da la mayor oportunidad de comprender el gran
poder dentro de ti para enseñar sólo Amor.
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Una vez un hombre rico se me acercó, y me pidió que le enseñara. Y simplemente repuse,
“Ve y vende todo lo que tienes y sígueme.” Tanto así no quería a Dios.
Por supuesto, como te he dicho muchas veces, no significa que debes ir y entregar tu riqueza
material que tienes en tu mundo. Sí significa que debes entregar tu apego a ello. Debes ver
que simplemente es una ilusión, que no puede proveerte la seguridad que verdaderamente
buscas.
Pues la seguridad sólo puede venir en el reclinarte en el Corazón de Dios:
El cuerpo-mente ni siquiera es mío.

La pareja no es mía.
La carrera no es mía.
Las cuentas del banco no son mías.
Estas cosas del mundo no pueden mantener mi alma segura.
Ellas no me pueden despertar.
Sólo mi decisión de entregar el mundo, de trascender el mundo, para permanecer

como vacío en el mundo, sólo mi decisión de enseñar sólo Amor puede despertarme
a la invulnerabilidad más allá de la vulnerabilidad de todas las cosas creadas —
inclusive este mismo cuerpo-mente que alguna vez erróneamente identifiqué como
mi ser.
Pues este mundo surge y muere en el abrir y cerrar de un ojo. Es como puntos en una
pantalla que temporalmente han creado una película. Una vez que la película se termina, la
pantalla permanece como siempre ha sido, hasta que la próxima película llegue al pueblo.
Tu consciencia es como esa pantalla. Observa lo que surge y muere, inclusive dentro del
cuerpo-mente mismo. Identifícate con esa pantalla pura, el puro observador, la espaciosidad
que es más ancha que todos los universos. Nota esa parte de ti que simplemente está
consciente de lo que está surgiendo — un sentimiento, un pensamiento, una palabra, una
canción escuchada, un accidente atestiguado. No importa.
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Eres el Amor y nada más. En cualquier momento en el que te comportes, hables, o te percibas
ser diferente del Amor, tú has usado el poder de tu consciencia para decidir por lo que podría
atentar contra el Reino de Dios. Y tú eres el uno que ha sufrido por ello.
El Amor, amados amigos. Muchos de ustedes que han leído mis palabras me ven con tan
inmenso amor. Me miras y dices, “Oh, Jeshua. ¡El sólo ama tan perfectamente!” Bueno, ¡por
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supuesto que lo hago! Porque he venido a ver que no hay nada más ¡que valga la pena hacer!
Sé que eso suena casi simplificado, pero la Verdad es simple.
Debes venir en tu propia naturaleza Crística a ver que en perfecta inocencia no hay otra cosa
que hacer sino amar. Para amar sin límites, para amar sin miedo, para amar a través de
extender la libertad perfecta a toda la creación de ser y hacer lo que quiere ser y hacer.
Entonces, y sólo entonces, puedes saber que nada puede traicionarte, nada puede herirte, y
nada te puede traer algo y nada te puede quitar algo. ¡Tienes la infinita y perfecta libertad
de amar! Y en esa decisión, conoces a tu Creador y puedes decir simplemente conmigo:
¡Observa! ¡Mi Padre y yo somos uno y el mismo!

Ahora, déjame darte un abrazo. Ahora déjame dejarte libre para que tengas tus
experiencias. Ahora déjame ver esta gran película.
Ahora déjame disfrutar mi ensalada.
¡También es muy simple!
Nunca te identifiques con tu hacer, pero deja que tu hacer sea imbuido por tu ser. Pues
mientras estés en el mundo, el cuerpo-mente hará. Su propia naturaleza es la acción y la
actividad misma, así como es la naturaleza de una hoja en otoño caer del árbol a la tierra.
Dirías, “¡Oh! Bueno, ¡Eso no debió haber pasado! La hoja no debió haber muerto. La hoja no
debió haber cambiado de colores. Oh, ¿Qué es lo que está mal con este universo?
Eres como una hoja en el árbol. Y estás cayendo ya al momento de tu muerte. ¿Cuánto tiempo
más gastarás antes de decidir romper las cadenas del miedo sostenidas en los propios
tejidos del cuerpo-mente? ¿Cuánto tiempo más esperarás para disfrutar el baile de la caída
de las ramas del nacimiento hasta el suelo de la muerte del cuerpo-mente para experimentar
la libertad total de la caída?
Pues la gran caída de la gracia, el gran sueño del sueño de separación debe finalmente ser
abrazado y vivido con Amor perfecto, sin obstruir nada, conociendo que la propia
experiencia momentánea del cuerpo-mente en un mundo perfectamente demente está bien
porque es ilusión. Resistir la ilusión es insistir que la ilusión es real. Es sólo en el total abrazo
de una ilusión que la ilusión se disuelve delante de tus ojos. El Amor libera de nuevo todas
las cosas.
Durante los treinta días, haz sólo esto: Dedícate y comprométete en cada momento de cada
día a enseñar sólo Amor. Toma para ti el compromiso de disciplinar la mente y el corazón,
mientras abres el cuerpo sin obstrucción. En cada momento, deja a todos los seres libres a
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través de estar sólo comprometido con el Amor. Observa cuanto gozo puedes experimentar
a través de ser el amante de toda la Vida.
No desees nada de nadie. No necesites nada de nadie. Expresa tu pasión. Expresa tu anhelo.
Observa las hojas caer, si está ocurriendo en tu vecindario. Donde quiera que estés, observa
todas las cosas y decide amar el infierno salido de ellas. Pues el infierno en ellas es sólo lo
que has proyectado sobre ellas. Retira tu proyección y abrázala con amor.
Por treinta días, ¡Puedes hacerlo! Por treinta días — ¡Tan pequeño marco de tiempo en la
vida de un ser humano! ¿No te darías permiso a ti mismo por treinta días? ¡Esta no es una
tarea difícil! Cualquiera con cualquier grado de inteligencia y madurez puede ciertamente
decidir cada mañana, por un día, enseñar sólo Amor e ¡hilar treinta juntos!
Sí es, en verdad, la transformación de tu alma lo que buscas, para que sólo Cristo esté
presente en donde estás, completa esta sola tarea. Y cuando esté hecha, simplemente hazla
de nuevo, y de nuevo, y de nuevo — mundos sin fin.
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La misma vida que has estado viviendo es absolutamente perfecta. La vida que estás
viviendo ahora es absolutamente perfecta. Y no tiene nada que ver con a donde va el cuerpo-
mente. No tiene que ver con si ves una película o lees un libro, si haces dinero o no, si el
cuerpo-mente vive o muere. La vida que has estado viviendo es la vida de consciencia, la
consciencia, de la libertad perfecta para crear cualquier percepción que elijas mantener.
Eres libre, entonces, en todo momento, para ver que lo que ha estado surgiendo como la Vida
de tu propio Ser es la Vida y Mente de Dios.
Una mente tan despierta mira afuera y ve que no hay problemas. Una mente como esa mira
al mundo y no ve razones para cambiarlo, pues está viendo ahora a un mundo que ya ha sido
sanado, ya ha sido transfigurado, ya — a través de fuegos alquímicos — ha sido purificado y
completo total de nuevo. Pues en realidad, ve que la totalidad nunca fue perdida. El sueño
de separación ocurre en un espacio de la mente que no está en ninguna parte, no tiene
ningún valor y no tiene ningún propósito.
El miedo, entonces, no tiene poder sobre ti. La muerte no tiene poder sobre ti. Permaneces
en el único lugar alguna vez creado para ti. No estás localizado en el cuerpo ni en la
personalidad particular que has asociado con tu “yo.” Que en sí mismo es parte del hechizo,
o el drama o el sueño de separación.
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Si, a final, incluso puedes decir que Dios no creó nada. Pues nada puede estar fuera de lo que
Dios es. Te he dado muchas pistas a través de estas lecciones. Te he dicho que, si a Dios se le
olvidara pensar acerca de ti por un instante, dejarías de ser. Piensa en lo que eso debe
significar.
Debe significar que eres tan inherente a Dios que un simple pensamiento en la Mente de
Dios te crea o te destruye a ti. En un abrir y cerrar de ojo, estás existiendo o no.
Sin embargo, ¿qué pudiera existir, sino la voluntad de Dios? Si existes, debes estar en la
Mente de Dios — ese perfecto poder a través del cual todas las cosas surgen y se desvanecen.
La creación de Dios no ocurre en ninguna parte. Esto es, no tiene ningún lugar. El planeta
Tierra, los cuerpos que lo habitan, el universo físico en el cual el planeta Tierra está girando
— todas estas cosas no son diferentes para nada a lo que experimentas cuando cierras tus
ojos y te imaginas comiendo helado. Tú creas la imagen. Tú tienes la experiencia. Te ves a ti
mismo dándole a la cajera tu dinero. Te comes el helado. Te ves a ti mismo sonreír. Puedes
sentirlo bajar hacia tu estómago. ¿Dónde existió todo eso? ¿Pudo alguien encontrarlo fuera
del poder de la consciencia para crear? No.
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COMPRENDIENDO QUE TODO EL PODER DEL CIELO Y LA TIERRA RESIDE DENTRO DE

TI
Sólo puede existir Dios. Eres el sueño de Dios. Eres la creación de Dios. Eres el hijo de Dios,
en el sentido de que eres Dios dándose forma a Ella en una expresión temporal de Ella
misma. Y ¿Con qué propósito? Para simplemente extender la creación. ¡Eres ese Uno! ¡Todo
el poder sobre el Cielo y la Tierra reside dentro de ti! Cuando te inclinas para recoger un
vaso, ¡Dios está abrazando a Dios! Y si Dios no estuviera eligiendo eso, en ese momento,
dejarías de ser. Inclusive el cuerpo se desvanecería de la vista.
omo Jeshua ben Joseph, entonces, me he aparecido a ti para ser tu hermano y amigo, porque
tú has creído que necesitas a alguien para ser un hermano y amigo, quien te haría saber que
estás seguro para que te puedas dar permiso para asentir con tu cabeza “Si”, y decir, “puedo
aceptar eso ahora. Gracias por estar aquí Jeshua.” Aunque, en verdad, eres Dios simplemente
actuando ese campo de relaciones, la calidad de experiencia que pareciera requerir un
hermano mayor que ha pasado por un gran cambio y ahora tiene la voz de autoridad.
Pero no tengo voz a menos que me la des. Y ¿qué puede dar tal autoridad, si no la Mente de
Dios? Pues toma a Uno para conocer a Uno. Me has oído decirlo muchas, muchas veces. Sólo
puede ser la Mente de Cristo en ti que puede percibir la Mente de Cristo en Jeshua ben
Joseph. Y la Mente de Cristo es la extensión del perfecto ser de Dios, en, y como, creación.
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Cuando miras amorosamente a cualquiera, eres Dios. Pues Dios es sólo Amor. Me has oído
decirte muchas veces, el Amor es la esencia de lo que eres. Si Dios es Amor, y el Amor es la
esencia de lo que eres, sólo puede significar que la esencia de ti es Dios — aquí, ahora, sin
ninguna cosa que deba ser hecha para ganarlo, para darle la forma, para entenderlo.
Es por esto que ningún tipo de técnica trae el hijo al Padre. Es por esto que una vez dije en
Las Cartas de Jeshua que ninguna oración o súplica trae el hijo al Padre, sino sólo el soltar la
ilusión. Y esa ilusión, cuando la hayas pelado toda en la forma en la que hayas insistido en
pelarla, es el llegar a ver que la idea que has mantenido de ti, como teniendo una existencia
separada, siendo un “yo” separado, ha sido falsa. Es una cortina de humo, una apariencia, un
velo. Tu percepción o creencia de que eso es lo que eras, como lo opuesto a ser todo lo demás,
es la ilusión que debe ser liberada.
ELIGIENDO DECRETAR QUE SÓLO DIOS EXISTE
En El Camino del Conocimiento, lo que te estoy ofreciendo a ti como en verdad tu Creador,

y la esencia de todo lo que eres, es la oportunidad de elegir este contexto para decretar que
sólo Dios existe. Para elegir que el mismo cuerpo-mente y el ser que alguna vez creíste que
eras está ahora encarnado, habitado por el Creador Mismo. Que cuando la mano se mueve a
levantar el vaso, ya no es más “yo” sino Dios, ya no es más “mi,” como un ser separado en
conflicto, sino Dios quien mueve la mano. Es Dios quien envejece la mano, y Dios quien es el
envejecimiento de la mano. Todas las cosas sólo pueden ser Eso que Soy. Soy Uno y singular
y total.
Ese es un buen comienzo. Pero eventualmente debes decir:
Soy Dios y me amo a mi mismo.

Soy Ese Uno que permanece como la hoja que cae del árbol.
Soy, en verdad, Ese Uno que se estremece por el frio de una tormenta de invierno.
Soy, en verdad, Ese Uno que es el calor de la luz del sol que viene a acariciar la flor.
Soy la flor que recibe la luz del sol.
Soy este cuerpo-mente surgiendo y muriendo.
¡Soy la cualidad de consciencia que elijo, ahora!
Pues sólo existe Dios. Sólo la Verdad puede ser verdad. Y la Verdad libera a todas las cosas.
Pues si la Verdad es dada sólo a la humanidad, pero no a una brizna de paja, la brizna de paja
permanece encarcelada. Pero la Verdad que libera todas las cosas hace eso porque todas las
cosas son la Verdad.
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Cuando un maestro iluminado aparece en el planeta, es simplemente que Dios ha dejado de

jugar el juego del ser separado a través de ese cuerpo-mente. Eso es todo. Una mente
iluminada comprende que sólo existe Dios. Y en esa libertad, es libre de parecer como el
cuerpo-mente en cualquier forma que quiera, mientras el cuerpo-mente dure.
Sea que se aparece con batas de azafrán o en ropas de mendigo desgastadas no tiene ninguna
diferencia. Una mente iluminada es una mente iluminada. Pudiera fumar un cigarrillo.
Pudiera tomar jugo de zanahoria. Se vuelve irrelevante. Y quien está fumando el cigarrillo
mira al quien se está tomando el jugo de zanahoria y sonríe. Quien está tomándose el jugo
de zanahoria mira a quien está fumando el cigarrillo y sonríe. Y en ese sonreír, es sólo el Uno,
observando al Uno.
En Un Curso de milagros, te dije:
“Una relación santa es cuando cualesquiera dos miraron adentro y no encontraron escases,
y por lo tanto eligieron juntarse para crear, para hacer feliz.”
Si cualesquiera dos han mirado dentro y no encontraron falta, han visto que sólo existe Dios.
¿A quién le importa si este cuerpo-mente va allá o este va para allá? Es todo lo mismo.
¿Dónde sientes jugar, eso es todo?
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En verdad, entonces, amados amigos, saben bien que los que venimos a ti, que hemos estado
viniendo a ti desde el día y la hora y el momento en que este trabajo comenzó, siempre
hemos sido un “nosotros” y no sólo un “yo” como Jeshua ben Joseph.
Pues hay, en verdad, muchos de nosotros que estamos juntos conectados, en lo que
llamamos “el linaje,” que se extiende muy atrás en el pasado de tu historia del tiempo,
creando lo que podrías llamar en tus términos científicos una resonancia de energía que se
conecta a la Mente del Creador a través de las épocas del tiempo, a través de muchas mentes
individuales, inclusive hasta este momento.
Es, en verdad, ese linaje que emanó el hilo de salvación que culminó en mi encarnación como
Jeshua ben Joseph. El guión fue escrito miles de años antes. El encadenamiento de energía
fue creado de generación en generación en generación en generación, culminando en mi
nacimiento como hombre, quien abierto a la Realidad de Abba como la única Realidad a
través de la cual el Creador pudiera extender el Amor perfecto de Si mismo, y hacerlo visible
a Sus hijos habitando en el hechizo, o bajo el hechizo de la ilusión.
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Cada elección por el Amor ha sido el resultado de una transfiguración que ha estado
ocurriendo en la alquimia de tu alma. Eres un ser extraordinario. Has sido iniciado en el
cordón de luz del linaje, la sagrada familia, dedicada a la manifestación y el cumplimiento de
la expiación, El despertar de la Filiación como la Mente de Cristo.
Todo lo que hagas, en cada momento, cuando te dedicas al Amor — estás viviendo en una
granja o en un condominio en Nueva York — se agrega al campo de energía que está siendo
creado que algún día cambiará el balance y disolverá toda ilusión de todas las mentes. Tu
vida, entonces, es una vida al servicio de la Filiación, sin importar las formas en las que te
encuentres viviendo.
TU ÚNICA TAREA
Tu única tarea, entonces, es de decidir cada día rendirte de nuevo, desear la expiación,
intentar la expiación, permitir que ocurra la transfiguración, y rendirse a la verdad:
Abba, eres la única cosa que existe.

Por lo tanto, no tiene sentido inclusive decir, “No mi voluntad sino la tuya,” pues la
tuya, sola, es.
¿Cómo pasaremos este único día?
Cada experiencia que atraviesas es la reorganización de las cartas conforme tu vida cambia,
y mengua y fluye, y los milagros comienzan a venir. Viejos amigos se van, nuevos amigos
aparecen. Todo esto es el proceso a través del cual tu expresión particular de Abba está
siendo transfigurada en el poder y pureza de Cristo.
Pues para que este trabajo pueda alcanzar su totalidad en el menor tiempo posible se
requiere la invitación de este linaje a ti — una parte de este linaje:
¿Dónde puedes dar un paso al frente con mayor atrevimiento?

¿Dónde puedes encontrar tu borde de miedo y pedir el apoyo de la luz y moverte a
través de él?
¿Dónde puedes soltar la piedrita en el estanque que irradie la vibración de este linaje
a través de ti al mundo?
Pues el mundo no tiene poder sobre ti.
Espero que en este simple compartir que tu mente haya sido movida un poco y que hayas
sido traído a una quietud más profunda, que tu mente haya sido traída de vuelta a la realidad
de que te atrajo a esta vibración en primer lugar. Pues en ese momento, tu corazón se abrió,
a través del portal de iniciación. Tu alma es lo que te ha atraído de vuelta a mí, pues tu alma
siempre ha sabido la Verdad, y simplemente a respondido el llamado.
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El secreto entonces, como lo he compartido contigo muchas veces, es practicar buscar

primero el Reino. Nunca dejes que pase un día en el que dejes de reflexionar sobre el gran
misterio de la presencia de Dios. Nunca dejes pasar una mañana que se te olvide empezar tu
día, excepto de esta forma:
Entrega todos los pensamientos de lo que sabes y que has creído.

Descansa en gratitud al Uno que te ha dado nacimiento.
Pide sólo ser revelado para tu mayor verdad, mayor sabiduría, mayor capacidad de
conocer y extender Amor perfecto, confianza perfecta y paz perfecta.
En El Camino del Conocimiento llegamos a la gran culminación — que eres, en verdad, como
soy. Que, en cada momento del viaje de tu alma, has creado literalmente los mundos de tu
experiencia, así como hice cuando caminé en tu planeta, así como continúo haciendo ahora.
Reconoce, entonces, tu propio poder. Pues me has atraído a ti, como te he atraído a mí. En
cada momento de todas tus relaciones, sean con personas, lugares o cosas, aprende a
pausarte lo suficiente — lo que toma unos pocos segundos — y di dentro de ti:
Estoy en el momento de esta relación porque he llamado esto para mí.

Hay, entonces, algo dentro de mí que vibra o resuena perfectamente con el “otro.”
Nuevamente, esto es verdad sea una persona, lugar, o cosa.
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No hay momento, entonces, no existe momento, en el que hayas fallado. Como un maestro
soberano, en verdad, la encarnación literal de la Mente de Dios, has usado tu libertad para
crear experiencia. Abrázala. Descansa en la gratitud por ello. Poséela como completamente
tuya. Luego simplemente pregunta:
¿Deseo continuar con esto, o me gustaría empezar una nueva aventura?
Estarás creando nuevas aventuras eternamente. Pues no hay momento en el que la creación
termine. La mente o alma es el vórtice, el vehículo a través del cual la creación se extiende a
si misma del campo de las infinitas posibilidades hacia la realización de las múltiples
particularidades.
Queridos amigos, son, en verdad, como yo soy. Estoy disfrutando mi dominio. No estoy
limitado por el tiempo y el espacio, y ya no tengo más ninguna necesidad de las formas
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singulares de experiencia que pueden venir a través de la cristalización de lo que tú llamas

el cuerpo — que algunos de ustedes erróneamente continúan llamando ustedes mismos.
Cultiva, entonces, una actitud como la de los niños hacia todas tus experiencias. Aprende a
ponderarlas, a maravillarte acerca de ellas, a mirarlas como un padre a su hijo, como tu
Padre hace contigo:
¡Observen, he creado todas las cosas y ellas son buenas!
En tu biblia en la historia de la creación que es contada ahí, es dicho que Dios dijo algo como
eso. Pues Dios miró sobre todas las cosas que Ella había creado y dijo, “¡Observen, es muy
bueno!”
Aprende siempre a preguntar, no afuera al mundo, sino dentro de ti:
Si estoy teniendo esta experiencia, ¿qué he debido creer que es verdad acerca de mí y
del mundo?
La verdad vendrá a través de la oración y a través de la honestidad. Cuando la descubras, lo

sabrás. Luego el poder soberano de libre elección que se te ha dado, el cual es la Verdad del
Reino para elegir de diferente manera.
Un maestro no puede culpar. Y un maestro nunca puede percibirse él o ella como haber sido
victimizado. Aún así, esta maestría no viene a través de poderes espirituales especiales.
Viene sólo a través de una simple y libre elección. Recuerda, Dije anteriormente que estás
constantemente creando tu experiencia. Eres libre en este momento y en todo momento
para simplemente decir:
Pienso que adoptaré la perspectiva de un maestro — sin sentido de culpa, sin un

sentido de víctima.
Lo que estoy experimentando es totalmente mío. Debo, por lo tanto haberlo deseado.
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En este estudio, entonces, de El Camino del Conocimiento, dejemos que la culminación sea
que conforme esta lección termina y cierras el libro, deja que sea el último acto que hagas
con una mente que dice, “sigo tratando de lograrlo. Sigo siendo una víctima del mundo que
veo.” Cuando termines esa lección, deja que esas actitudes se terminen totalmente. Sólo
requiere la disposición en cada momento de decir:
Esto debe ser lo que he traído para mí.

¿Deseo continuarlo, o elegiré alguna otra cosa?
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El mundo que has hecho es únicamente una ilusión. Nada que haya sido construido debe
permanecer a menos que lo desees. Si continuas las estructuras de tu vida — carreras,
relaciones, sea lo que sea — reconoce que lo estás haciendo por el alegre deleite de querer
la experiencia.
Entonces, no sucumbas a las tenues luces del mundo, el gran oropel en el árbol pues todo lo
que importa es esto:
¿Estoy en paz? ¿Traigo amor a cada momento?

¿Acepto con gran humor, que todo eso que he experimentado ha sido mi propio
diseño, un juego interesante, y quizás una broma, hecha sobre mí mismo?
Mira al mundo y di:
No hay nada que necesite aquí.

Pero elijo estar aquí para ver a quién puedo amar, cómo puedo amar y qué diversión
pueda crear.
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COMPORTÁNDOTE COMO UN MAESTRO
En todos y cada uno de tus días, vive y compórtate como un maestro vive y se comporta.
Cuando comprendes que estás despierto en el dominio físico en la mañana, elige el Amor.
Elige relajar el cuerpo-mente a un estado de profunda oración y da gracias a tu Creador.
Sostén en los ojos de la mente todo tu dominio — tus relaciones, tus carreras, tus objetos
físicos — y di, “¡observa, ha sido bastante divertido!” Luego simplemente pregunta:
¿Me pregunto si habrá algo que quisiera llegar a cambiar para experimentar mayor
gozo, paz más profunda, sabiduría más cierta y relaciones más amorosas?
Si algo llega a tu mente, no lo culpes, no lo juzgues. Sino simplemente comienza a

preguntarte acerca de cómo te gustaría verlo cambiar. Sostén eso como un deseo en lo
profundo de tu consciencia. Si su energía aumenta en el transcurso del día, simplemente
comienza a decirlo, escríbelo, consigue una foto, sostén el deseo en tu corazón. Y tú, en
verdad, verás que ocurra.
Pues vez, la manifestación ocurre instantáneamente en el campo de la mente que ya no está

más en conflicto con pensamientos opuestos.
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Así que si algo se está manifestando lentamente para ti, primero que nada simplemente
puede ser que eso sea parte de tu guión. Ese es el viaje que estás tomando. Una caminata de
un pueblo al otro permite una experiencia mucho más rica que tomar un taxi.
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EL SERVICIO ES LA MAYOR FUENTE DE ALEGRÍA
Y el mayor nivel de gozo es manifestar el servicio a la expiación. Es por eso, que quizás uno
deja el trabajo en una corporación y comienza a hacer videos que puedan ayudar a darle al
mundo un buen mensaje. Es por esto que alguien deja de trabajar en la oficina del doctor y
se convierte en un mensajero de Jeshua. Es por esto que alguien deja lo que está haciendo
en una carrera corporativa y se convierte en ministro. Porque dentro de ellos el alma ha
dicho:
Está bien, ya es suficiente con esta experiencia. Quiero un mayor gozo. Y el camino para un
mayor gozo es la de unirme con mentes iguales que están creando y extendiendo contextos
en donde otras mentes puedan despertar.
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Entonces, en verdad, amados amigos, venimos, muy gentilmente, y en forma de

recapitulación, a la culminación de El Camino del Conocimiento. La verdad es, que has sido
un maestro todo el tiempo. No puedes evitar ser uno, pues estás constantemente creando tu
experiencia. Eres libre ahora para crear diferentemente. ¿Cómo hacerlo? No te levantes de
tu silla y te apresures con ello. Sino por qué no decidir, ahora, experimentar felicidad,
experimentar paz y experimentar el conocimiento de que eres un maestro.
¿Cómo haces eso? A través de elegir hacerlo. Simplemente decide por los próximos treinta
segundos ser feliz. Y luego elige otros treinta segundos para estar en paz, y luego otros
treinta segundos para simple y silenciosamente mirar alrededor de ti y decir:
Observen, soy, en verdad, el maestro de mi dominio.

Y en su totalidad ha sido muy bueno.
Dale gracias a la silla en la que estás sentado por venir a tu dominio. Dale gracias al jarrón
con flores en tu mesa. Dale gracias a la factura de la electricidad que viene en el correo. Da
gracias y bendice todas las cosas que vienen a ti.
Pues por dejar de hacer esto constriñes tu poder de continuar expandiéndose y de crear lo
que disfrutas. Creer que estás en escasez en todo momento es crear la escasez en tus
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mañanas. Por lo tanto, elige ahora sentir abundancia perfecta y gozo. Y luego compórtate
como uno que sabe que vive en abundancia.
Yo te amo. Tú me amas. Esta comunicación nunca cesará. ¿Por qué? porque no tengo ninguna
intención de apartarme a mí mismo de extender la Mente de Cristo a cualquiera que la
reciba. Estamos, en verdad, unidos en el lugar de perfecto Amor.
Entonces utiliza, tu tiempo para cultivar el jardín de una mente sanada. Nunca creas que no
tienes el poder de cambiar la energía que sientes en tu cuerpo emocional, para cambiar los
pensamientos sostenidos dentro de la mente. Eres libre de dar nacimiento a lo que desees.
Y nada te puede limitar.
Eres libre. Estás en casa. Eres, como soy.
La paz entonces sea contigo siempre, precioso; preciosos amigos. Amén.
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Resumen de El Camino de la Maestría

Descubrirás que el camino del despertar no es el camino de la evasión, sino un camino de

No mi voluntad, sino la tuya sea hecha.

¿Qué me comprometo a comunicar?

El Camino del Corazón comienza con la aceptación de esta simple verdad:

Soy como Dios me ha creado.

Soy el creador de todo lo que pienso, veo y experimento.

Eres perfectamente libre en todos los tiempos.

He dicho muchas veces que el Padre miró sobre ti y dijo:

Ésta es mi única creación y es muy buena.

Soy creado tal como mi padre me creó. Soy libre.

No reaccionaras, lo que literalmente significa actuar de nuevo, como lo hiciste en el pasado.

¿Qué quieres que diga?

Pues cuando el perdón ha purificado la mente y el corazón y el campo emocional de tu propio

Nada que experimentes es causado por algo fuera de ti.

Estás literalmente creando cada cosa que eliges y nada es forzado.

¿Qué está enseñándome este momento?

No vivo momentos ordinarios.

¡Mi Dios! ¡Ésta es mi vida!

Soy la fuente de mi experiencia.

Comienza a respirar profundamente y rítmicamente. Deja que el cuerpo se suavice y se

¿Cuándo he hecho esto a otro?

Me perdono por ser crítico.

Observa esa imagen disolverse y desaparecerse de tu mente. Trae tu consciencia de vuelta

Pide ver la luz inocente dentro de ellos.

¿Qué está enmascarando esta energía crítica en ellos?

Libero y perdono este día. Ha sido perfecto. Y está hecho.

Es muy bueno. Y está terminado.

¿Cuál es la energía requerida para llevarte de la miope auto-contracción, en la cual te has

conocer ni comienzo ni fin? La verdadera energía que te llevará de la punta de la ola a la

¿Quién soy? Soy la extensión del Amor en forma.

Entiende bien el siguiente axioma que te damos:

Si vas a estar en correcta relación con tu Creador, es absolutamente necesario corregir tu

¿Qué es lo que realmente quiero?

¿A quién le importa como serás aceptado?

Voy a permitir a ese hilo ser nutrido.

Donde me llevó fue a la maestría de la vida y de la muerte, maestría de la sanación, maestría

Por mí mismo, no hago nada.

¿Cuánto del Amor de Dios estás dispuesto a recibir?

LA PRIMERA LLAVE ES EL DESEO

LA SEGUNDA LLAVE ES LA INTENCIÓN

¿Qué es lo que más deseo?

Mi intención es usar el tiempo constructivamente para el reaprendizaje de lo que

LA TERCERA LLAVE ES LA INDULGENCIA

La indulgencia es el cultivar una manera de observar los eventos de tu vida, no como

En la etapa de la indulgencia, comenzamos a cultivar una aceptación de todas las cosas en

La indulgencia, entonces, es el cultivar una cualidad de consciencia en la cual descansas en

La indulgencia cultiva la confianza. La indulgencia es el camino en el cual la intención y el

La indulgencia significa el comienzo de la etapa del cultivar la humildad y el reconocimiento

LA CUARTA LLAVE ES LA ENTREGA

Aquí es donde la transformación mística es culminada o completada. Es aquí donde

Vivo, pero no yo, sino Cristo mora como yo.

La entrega es la etapa en la cual la paz perfecta es la base, no por pasividad o inactividad,

No mi voluntad, sino la Tuya sea hecha

Yo y yo solo soy la fuente de lo que experimento y percibo.

Irse sería inmadurez, tu resistencia a ser simplemente responsable por tu experiencia. El

La humildad genuina fluye desde un reconocimiento profundamente-asentado de que no

No importa cuán profundo vayas dentro de la profundidad de Dios, no importa cuán