Mariposa En Arrullo: Estímulo Poético De Un Amor

Copyright © 2012 por Marleny Pérez, Germán Sanclemente.

Número de Control de la Biblioteca del Congreso de EE. UU.:   2012905212

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Esta es una obra de ficción. Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia. Todos los personajes, nombres, hechos, organizaciones y diálogos en esta novela son o bien producto de la imaginación del autor o han sido utilizados en esta obra de manera ficticia.

Este Libro fue impreso en los Estados Unidos de América.

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Contents

Dedicatoria

Exordio

A los lectores y lectoras

PRIMERA PARTE

Amada mía, ven a mí

Pequeña prisionera

Ofrenda de amor

Corazón salvaje

La gota de agua

La inspiración de tu luz

Mariposa

Niña, presencia divina

El aroma de tu piel

La niña y el bosque

La sirena

Tu recuerdo

La noche y la luz

de las estrellas

Ámame

Mariposa en arrullo

Arrullo

Muñeca imaginada

Evolución de tu alma

Proclamación del

ángel del Señor

Muñeca inteligente

Luciérnaga dormida

Grito de amor sideral

Llegada

El halcón

Música de tus ojos

La intención del amor

El viaje hacia la luz

La mañana

Descubrimiento

Escribiendo en el río

El aire de tu presencia

Sentidos y significados del amor

Súplica

Mi consentida

El beso que goteo

en tu alma

El vuelo de la mariposa

El silencio de la mariposa

Te añoraría…

El viaje en el tiempo

Mujer de las estrellas

Abeja blanca zumbando en el centro de mi alma

Gratitud pletórica

El sueño de la mariposa

Libertad de la mariposa

Susurro

Emergimiento

Nuestro amor en

el universo infinito

Abriendo las puertas del alma

Amor cósmico

Sueño circular

Él sin ella, ella sin él

Compendio

Vida de mi vida

Poesía del logos

Almas gemelas

SEGUNDA PARTE

Historia de un amor sideral

Capítulo I

Capítulo II

Capítulo III

Capítulo IV

Capítulo V

Capítulo VI

Capítulo VII

Capítulo VIII

Capítulo IX

Capítulo X

TERCERA PARTE

Virgen viajera

CUARTA PARTE

Mensaje del maestro quechua

BIBLIOGRAFÍA

Acerca de los autores

Dedicatoria

A la Sabiduría de la Divinidad; a su Otz Chaim, el Árbol de la Vida, su Presión que como Emanación fluye, por el trabajo y función de los Arquetipos, eclosionando la Evolución del alma humana y de Natura Naturata.

A nuestros hijos, que son la razón y el sentido de la existencia y del Amor en ACTIUM, procesos de manifestación del alma-mónada; a Luz Marleny, Juan Pablo; Mario, Robinson y Sócrates; a Génesis y Violeta, que están en el anhelo de ser del amor mismo.

A Luisa Martinelli, una amiga del alma que ha prodigado la cromática del arco iris de la incondicionalidad, abnegación y solidaridad; por su belleza interior en la comprensión de los avatares de la vida.

A Luis Fernando y María Eugenia, que construyeron un paraíso chiquito en la Finca María Bonita, en Altagracia - Pereira, en donde la belleza de los cafetales, platanales y pitahayales acompañan al bosque nativo en sus costados; al parque de Warinanco en Elizabeth, New Jersey, al frente de la morada de la musa de esta historia; sitios privilegiados en los que se gestó y dio a luz este libro.

A Lucy y Carlos Humberto, amistad sobria y ágape infinito en Las Marías.

Exordio

El libro Mariposa en arrullo es el caudal de un río de palabras que nace junto con el sentimiento y la intención más grande que nosotros, los seres humanos, podemos experimentar, este sentido sólo es posible referirlo al sentimiento del amor.

Cada escritura que se matiza como carta, poema, poesía, novela, drama, relato fantástico u oración, configura, con el mismo bagaje de palabras dibujadas en instantes diferenciados, los colores de los sentimientos de amor, de luz y de vida. Cada escritura posee una brevedad y riqueza de imágenes inusitadas.

El universo de la mariposa está construido desde la descripción de imágenes y percepciones sutiles, que nacen en el interior del ser humano, es decir, en el alma; la mariposa es uno de los símbolos del alma y, el ensueño, en donde dormita en un arrullo que respira tersura, es el mundo donde aletea la índole de una ternura infinita. Desde esa astral, cuarta y quinta, dimensión se representa el sustrato desde donde nace el tema del amor como estímulo infinito y eterno.

El árbol de la vida es el lugar e instante presente en donde la maravilla eclosiona, manifestándose como el alma divina de la naturaleza; es el horizonte inmediato que se convierte en el teatro de las aventuras de la mujer, que deviene mariposa por la magia de las palabras que se articulan para expresar belleza, armonía y espiritualidad; es la metáfora permanente que circunda e insinúa al lector o lectora, el bosque con su exuberante riqueza de la vida; el árbol de la vida es el sostén que dinamiza el verdadero encuentro con el amor pletórico de luz y vida.

El espacio sideral, hasta donde se trasladan las palabras que las figuras literarias prodigan, sugiriendo la sensación de lo inconmensurable e inmensamente grande, es un lugar recurrente para entresacar las áreas de la luz, que creemos están inscritas en el alma humana y que requieren, mediante la magia de la imagen literaria, brotar mostrando, en un proceso sencillo y claro, la metáfora del alma humana y el alma del Universo, que es la misma manifestación de la Divinidad a través de la Inteligencia Universal, Natura Naturans, que se proyecta en el alma de su criatura por medio de la escritura.

Mariposa en arrullo es, en su unidad, una relación de pares y gemelos, mujer y hombre, escribiendo en tiempos diferenciados, prodigando o emanando una historia de amor que utiliza las herramientas y rudimentos de la sensibilidad y todas sus emociones, sentimientos e intenciones de la luz, la belleza y la vida en abundancia. Cuando decimos, vida en abundancia, nos referimos a una vida pletórica de compasión, altruismo y responsabilidad; es el ágape o convite en el que todos cabemos, todos somos incluidos, es por ende, la llegada a una visión transpersonal en donde el yo, tú y él se conjugan y recrean la imagen y la sensación que encarnamos, cuando decimos que Todos Somos Nosotros.

Es una sucesión de escrituras, cual aventura sin par, de una pareja profundamente enamorada, tributando un caudal de un río etéreo azulado repleto de estrellitas de luz. Dicha emanación escritural es un bálsamo para el alma. Es una sugerencia categórica, ésta es, aprender amando con los frutos y los sabores del alma. Es un libro escrito por dos manos, mujer y hombre; que han aprendido a decantar los instantes más sutiles y sublimes, cuando la poiesis pasa como un rayo de creación e inspiración por el alma. Cada apartado es de un narrador diferenciado y nutrido por el otro y la otra; siendo este último, fuente, motivo temático o caudal de imágenes fosforescentes. Es, esta obra, la conjugación de una experiencia sutil, aguzada, atenta y sublime. Es una poíesis, como creación o re-creación, produciendo imágenes en donde se parte de una materia prima esencial y fundacional, ésta es, el amor; en juego de palabras múltiples y simultáneas que generan la centrífuga de una historia estetizada por un logos, palabra, razón y civilización; inmerso en un diálogo que insta al pensamiento y la sensibilidad a viajar a territorios y ciudades que subyacen latiendo y centelleando como recuerdos en los bordes del alma.

Porque sólo existe la memoria en la Fuente Primordial; de allí el alma-mónada que conecta los circuitos bebe y metaboliza la poiesis, creando y recreando la sensibilidad sublime en el centro de la consciencia del arte.

Es una tarea, misión o compromiso del lector y lectora, descifrar dónde y cómo fluye cada escritura. Es una postura de entrada preguntar leyendo dónde está ella y dónde está él. Hay secretos y acertijos que están llamados a develar con su atenta y rigurosa lectura; descubriendo una suerte de comprensión e interpretación. Es un proceso de ir poco a poco subiendo la escalera; su estructura es el universo construido con palabras que son logos dirigido a enseñar, es decir, hacer señas mostrando el camino del amor auténtico y verdadero que habita en el alma.

El desciframiento da a luz la metáfora o parábola del impulso y estímulo para abrir la puerta brillante que infiere la lectura. La respuesta, quizá, es un diálogo de pares en donde la aceptación y el recibimiento devienen en una aptitud. Destreza y habilidad, reconociéndonos como seres humanos con deseos, emociones y sentidos, con unos referentes de significación anclados en el centro del alma, es decir, en nuestro auténtico ser. Latiendo y produciendo los motivos y la razón de la vida y, ésta, en conexión directa con el alma de la criatura y del universo, por supuesto.

Es una poética de un amor espiritualizado que es estimulado por una experiencia auténtica y verdadera. Cada palabra impresa en estas letras, cartas de amor, se configura en una fuerza motriz que incendia los bríos de la voluntad, la motivación y el ímpetu a la vida. Son escritos pletóricos de risa, llanto, sollozos, pucheros, estremecimientos, celebraciones, símbolos y oraciones que han creado el renacer del amor, como jamás lo habíamos vivido y experimentado. Cada palabra conjuga la parábola de un amor inmenso, eterno e infinito, que no teníamos consciencia de que fuese posible conocer; por consiguiente, este libro es una categoría experiencial de un amor verdadero entre un hombre y una mujer, auténticas almas gemelas, que desean compartir la arquitectura de su amor a través de los tiempos y un mensaje espiritual y místico que ha de interesarnos a todos aquí y ahora.

Es una gratitud infinita, intención que sólo puede sentirse en el alma, el haber recorrido el sendero de un amor puro que brota de la vida y, el amor de estas palabras compuestas para descubrir que uno de los sentidos fundamentales de la vida, por no decir el único sentido de donde se derivan los demás sentidos y significados de la vida, es aprender a amar con el alma. Intuimos que este libro es una emanación del Alma-Fuente que nos ha usado como canal para expresar un amor con la luz, la vida y la belleza que necesitamos en esta Era de cambios esenciales y verticales. Un guía invisible habló a nuestro oído interior y exterior, intuitiva y, audiblemente, es nuestra confesión, nuestra fe y nuestra experiencia. Esta es nuestra verdad como autores, narradores y escritores.

Mariposa en arrullo, es la interpretación y la comprensión de una necesidad del alma; ésta es, amar y ser amados.

Este manuscrito es una manifestación de la felicidad reconocida como una experiencia que congela un amor sagrado en un tiempo sagrado, dando a luz un instante de felicidad infinito y eterno. Es la felicidad que está más allá del tiempo y del espacio; esta felicidad está en nuestro interior latiendo y centelleando como una estrella. Es la felicidad del alma.

Mariposa en arrullo es nuestra felicidad sublime y eterna.

¡Ama ahora, en este instante, con toda tu alma, para que la Galaxia en la que habitas se estremezca!

L.A.

A los lectores y lectoras

Este mensaje anticipa un efluvio acerca de la escritura que como trazo y registro configura este libro; está dirigido a todos los lectores y lectoras; que por su condición de privilegio beben de esta veta de literatura espiritualizada y matizada por el amor, tanto de la criatura como, creemos, de la Consciencia Universal; en este preludio se da un primer atisbo de los referentes del manuscrito que tienen en sus manos:

El hombre atmosférico

El hombre atmosférico se levanta con una armonía total e infinita, dando gracias a las estrellas, al insondable cielo pletórico de nubes y arreboles en donde los pájaros danzan la fiesta de su vuelo. El hombre atmosférico respira la vida y la luz de natura naturata. Sus manos abiertas hacia el alto cielo, en mudrâ de recibimiento, acompañan la inspiración del aire-viento que tiende a mover su cuerpo. El aire entra hasta lo más hondo de su ser, como un hálito que preludia la lucidez del pensamiento-luz.

Camina descalzo sobre el bosque abrazando con sus ojos la textura verde multicolor del reino vegetal. Intuye que las hadas pasan a una velocidad interdimensional de un árbol a otro. Sus pisadas conectan sus centros vitales de la luz áurica al horizonte de la Consciencia de la Madre Naturaleza; es el contacto de la sanación y la armonización del agua pura y diamantina del rocío recogido por los árboles, helechos, líquenes, hierbas, encima de sus hojas por la condensación del aire frío en gotitas de agua al enfriarse; es la espesura del ser vivo verde que sirve de colchón energético a los pies del niño y del hombre, influyendo y estimulando el espíritu de este buscador de caminos sin hacer, de historias y leyendas que todavía no están escritas, pero que existen allá en la inexistencia, en el mundo invisible en donde las palabras siembran la dicha sublime, capítulo infinitesimal del alma; momento fugitivo y privilegiado que encuentran al cazador con las herramientas puliendo sus armas, para comenzar a traducir los efluvios de las emanaciones de la luz, el amor y la vida de la Inteligencia Universal, en el sutil instante de eclosión de las palabras y del tema que acciona la evolución del alma a través de la escritura.

El hombre atmosférico respira a través de la palabra; la palabra ha llegado como el aire a través del amor que ha tocado a su puerta, representado en un eterno femenino; una mujer ha instalado el aire de sus palabras en el centro de su alma. Su aire es esta mujer que le habla al oído con unas palabras divinas; ella es canal de la Consciencia Divina que se individualiza matizando los instantes y transfigurándolos, en una sinfonía que seduce, con las maravillas, el alma; esta alma, con apariencia de sacerdotisa de los tiempos y los espacios siderales, ha llegado para redimir las fibras de este cazador de atmósferas pletóricas de percepciones oceánicas, que otorgan la libertad y la paz interior en el concierto de la vida sin límites de la Vía Láctea; la presencia de esta mujer es el preludio de una Ópera sagrada, que tiene como télos, finalidad intrínseca, ayudar espiritualmente a la humanidad en todo tiempo y lugar. Es la configuración de un canal por donde los frutos e hijos del espíritu van a salir como por el vientre de una madre para nutrir, cuidar, alimentar y prodigar los dones a todo lector o lectora, que busque con sinceridad, honestidad y gratitud, la riqueza del Logos que transfigura al ser del hombre o de la mujer, en un proceso en donde las alas no les van a quedar como estaban; éstas van a reacondicionarse con la luz fosforescente de los matices de la cromática del verbo, que florecerá como una flor de mil pétalos multicolores. El verbo de luz, con la experiencia de saborear los frutos del espíritu y el sentido de la imaginación a flor de piel, hará que la criatura exprese el orden y la armonía de la Consciencia Divina Universal y del alma humana a través de la escritura.

PRIMERA PARTE

Una mujer, sacerdotisa de los tiempos, arrullada por la música de sus ojos y el canto de los pájaros de su sosegada alma, caminó en libertad hacia el país del sueño; allí voló como una mariposa seduciendo con su logos la presencia incorpórea de su alma gemela, representada por un hombre de cabellera larga que tiene el poder y la voluntad de prodigar una caricia infinita y eterna.

Amada mía, ven a mí

Ahora en este instante, mi amada mujer, mi eterno femenino, te inundo con mis besos y con la galaxia entera, ella es, La Vía Láctea, ella emana leche de luz, tú mi pequeña, mi flor de mil pétalos multicolores, bebes de esa leche, de ese néctar y das, con tus pensamientos, tu divinidad, eres divina porque recibes la luz divina, te amo mi pequeño pétalo de mil flores, de mil maravillas, mi amor, te inundo con mis besos y no te rebosas, te avasallo pero no eres cautiva, porque eres mi mariposa en arrullo, cuando hablas vuelas, y tu libertad me hace correr con mi red y no te atrapo porque te quiero libre, loca de risa, con las manos en el estómago por la incontenible e involuntaria risa, risa que te sucede, la risa usa tu boca, el ángel usa tu boca, y sabe que te amo.

Sin embargo, me hundo en tu luz para llegar a las estrellas, eres mi cometa, sabes una cosa te quiero hasta amarte y no estallas en estrellas sino en palabras que circundan la novela Nana, Nana o el esplendor. Acaso he acabado el primer capítulo y tú no lo sabes, santa y bendita, pues ya lo sabes y no ríes, porque tú has usado mi mano involuntariamente, inevitablemente, y tus palabras salieron fugaces por mis manos, como cuando mirabas en el parque, en el cielo, las estrellitas de tu delirio cuando eras una con el Ser y con Dios, en aquella tarde de contactos universales.

Sí, me he apoderado de tus estrellas, pero ellas pasan y me traspasan y vuelven a ti para volver a mí. Canta, sigilosa, eres mi cadena y, tú, mi heroína irrumpes en el castillo y con tus palabras las cadenas son pétalos, son luciérnagas, son abejas blancas, que al final son garzas, que como ángeles vuelan mientras fluye la música de tus alas en el río, mujer rubia y núbil; vestida de blanco, como una vestal, sostienes en tus manos el fuego sagrado de tus pájaros; los sueltas, su libertad sosiega tu alma, y me amas; y yo te grito cuando no estás: ¡Ven amada mía, ven! Y dormido me despierto a explotar la novela de tu alma y, tú, mariposa, caes en mis brazos y yo te digo que no te amo, para que lances un puchero, para luego decirte que no puedo vivir sin amarte y no puedo amarte sin vivir. ¡Adiós, vuela! Pero cae, gotea en mi alma.

Pequeña prisionera

Pequeña prisionera del espacio infinito de tus aguas; sabes una cosa, pequeña niña, mi Nana de mis entrañas, cuando quieras puedes abarcar el universo con tu mirada multidimensional, y en ese momento fugaz, se te concede que palpes el logos ¹, el fuego de la creación, que auscultes todos los lados, allí están registrados los diminutos crepúsculos del tiempo que he dejado de amarte. Sabes, ya no quiero avasallarte, quiero algo distinto, quiero ir contigo al bosque de tu alma, y descubrir tus misterios, para controlar ¡Qué digo! Para meterme en tus olas, y jugar ahora a navegar en las profundidades de tus aguas, que ahora están en tu sangre, como ríos; meterme en ese río, porque él me llevará a tu corazón, cuando te digo esto, abandono el timón y entro en círculo de amor, alrededor los niños nos miran, así, ahora, nos miramos, somos un niño y una niña, tú eres yo y yo soy tú; cuando te amo, te amo; cuando palpo tu pubis los niños ríen. Una canción inunda