El Rol Del Psicólogo en El Envejecimiento Activo
El Rol Del Psicólogo en El Envejecimiento Activo
El Rol Del Psicólogo en El Envejecimiento Activo
ISSN 1989-3906
Contenido
FICHA 1 ........................................................................................................... 16
Funciones del Psicólogo en la Promoción del envejecimiento activo
FICHA 2 ................................................................................................................................. 19
Intervenciones y Programas de promoción de la salud dirigidos a personas mayores
Consejo General de la Psicología de España
Documento base.
Factores psicológicos que favorecen un proceso de
envejecimiento activo
1. NECESIDADES DERIVADAS DEL ENVEJECIMIENTO POBLACIONAL
El envejecimiento de la población, y los retos sociales y personales que de él se derivan, constituyen una realidad
que se lleva poniendo en evidencia a lo largo del siglo XX. Ya en el siglo XXI, tomando como referencia datos del pe-
riodo 2001-2017 se mostraba a España como uno de los países más envejecidos. Naciones Unidas (2003) con proyec-
ciones hasta 2050 asignaba a España un 35% de personas mayores de 65 años, por detrás de Japón (36,5%) y por
delante de Italia (34,4)%), Eslovenia (34%) y Grecia (33,3%). Datos actuales recogidos del Informe en Envejecimiento
del IMSERSO (Abellán & cols, 2017) sobre el perfil de personas mayores en España, muestran que el 18,4% de la po-
blación española tiene 65 o más años, que la proporción de octogenarios ahora representa el 6% de la población total
y los datos de proyecciones para el 2066 dan la cifra de 14 millones de personas mayores lo que supondrá el 34,6%
de la población total en España.
Las proyecciones demográficas a nivel mundial también indican que en 2050 el número de personas mayores de 60
años superará al de menores de 15. En la Unión Europea la población mayor de 65 años crecerá un 70%, mientras
que la población activa se verá sensiblemente reducida (CSIC, 2016). Tomando como referencia también la población
mundial la OMS (2015) estima que la proporción de habitantes mayores de 60 años pasará de 605 millones a 2000
millones en el periodo 2000-2050.
Estos datos son positivos y reflejan un claro avance sanitario y tecnológico. Avance que supone un reto, no solo en
los países desarrollados (como reflejan los ejemplos de datos mostrados) sino a nivel mundial.
Este progresivo envejecimiento poblacional tiene diversidad de implicaciones sociales. Unas vinculadas a promover
los recursos necesarios para manejar el aumento de patologías asociadas a la edad, y otras más “positivas y previso-
ras” dirigidas a promover habilidades y recursos.
De hecho las políticas sobre envejecimiento, a ni- TABLA 1
vel mundial, que se han articulado desde 2002, ÁREAS DE INTERVENCIÓN SOBRE ENVEJECIMIENTO
con la “Declaración Política y el Plan de Acción In- 1 Necesidad de promover desde la psicología la salud y el bienestar en el transcurso
ternacional de Madrid sobre el Envejecimiento” de la vida
(Political declaration and Madrid international plan 2 Necesidad de evaluación/intervención psicológica en la salud mental de las
personas mayores. Especial atención merece esta evaluación en casos de
of action on ageing. 2002) y el “Envejecimiento Ac- demencia y cuadros depresivos con riesgo de suicidio ante circunstancias de
tivo: Un marco político de la Organización Mun- abandono y aislamiento social, todos ellos de alta prevalencia en el sector de
población de las personas mayores. Así mismo resulta necesario la emisión de
dial de la Salud” (Active ageing , 2002), se informes y peritajes psicológicos y/o neuropsicológicos en los procesos de
sustentan en el potencial de las poblaciones de incapacitación o en casos de malos tratos (abuso y violencia) a personas mayores.
edad como recursos importantes para el desarrollo 3 Necesidad evaluación/intervención psicológica en personas mayores con
futuro. Así mismo, se destaca las habilidades, expe- discapacidades
ción de “European Federation Psychologists` Asso- 7 Necesidades de formación sobre aspectos psicológicos del envejecimiento
relacionado con la vida laboral
ciations” (2002) para mostrar las áreas de
8 Necesidad de asesoramiento, formación y apoyo psicológico de las personas
intervención sobre envejecimiento, en las que está
mayores activas en la sociedad
implicada directamente la Psicología. La tabla 1 re-
9 Necesidad de contemplar aspectos psicológicos en el diseño urbanístico,
sume las mismas. arquitectónico y de nuevas tecnologías
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El análisis de la tabla 1 nos permite valorar que las necesidades derivadas del envejecimiento implican a todo el ci-
clo vital, a diversos contextos (ámbito familiar, ámbito laboral, educativo, comunidad) y que las actuaciones van diri-
gidas a diversos colectivos (mayores, familia, profesionales). En definitiva, el envejecimiento poblacional es un
fenómeno que lo transciende todo y que, la Psicología está dando respuesta, tal y como estableció el Plan Internacio-
nal del Envejecimiento de 2002 a las tres directivas de; desarrollo para un mundo que envejece, fomento de la salud y
el bienestar en las personas mayores y aseguramiento de entornos facilitadores y de apoyo.
Añadir también en esta introducción que el estudio del envejecimiento es multidisciplinar y la aplicación de actua-
ciones o intervenciones, necesariamente, interdisciplinar. Esta colaboración entre disciplinas es de hecho lo que per-
mitirá el avance del conocimiento sobre esta compleja materia y un abordaje inteligente a todos los retos que del
mismo se derivan.
Desde este contexto de trabajo, tan complejo, en los siguientes apartados vamos a tratar de discernir qué contribu-
ciones ha hecho la Psicología en el estudio del envejecimiento y, de forma más específica, a la comprensión de los
potenciales asociados al mismo y de las funciones que desarrolla y puede desarrollar el psicólogo para promover los
recursos y calidad de vida a lo largo del ciclo vital.
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Además los resultados de la investigación psicogerontológica han contribuido a promover una imagen positiva de la
vejez y el envejecimiento, contrapartida a una imagen más biologicista y vinculada al declive y deterioro. Diversidad
de investigaciones han puesto de manifiesto los potenciales y las “ganancias” asociadas a la edad como son los estu-
dios relativos al potencial de aprendizaje y funcionamiento intelectual (por ejemplo ver, Schaie, 1983; Baltes & Willis,
1982; Willis & Schaie, 1986; Calero & Lozano, 1994; Fernández-Ballesteros & Calero, 1995; Baltes & Baltes, 1997;
Fernández-Ballesteros, 1997; Pousada & De la Fuente, 2005; Rami & col., 2011), o los referidos al funcionamiento
emocional (por ejemplo ver, Fernández-Ballesteros & cols., 1996; Reig, 2000; Márquez-González, 2008; Moraitou &
Efklides, 2009).
Así mismo desde el enfoque actual de la Psicología Positiva revisiones actuales muestran el peso de las variables psi-
cológicas como es la presencia de emociones positivas, indicadores de bienestar psicológico y optimismo como pre-
dictores de salud y longevidad (ver revisión de Vázquez & cols., 2009).
Es vital seguir aunando esfuerzos para generalizar estos hallazgos, profundizar en su estudio y seguir mostrando a la
población mayor los potenciales latentes en esta etapa de la vida, motivando así el entrenamiento y estimulación de
capacidades. Por eso, este módulo muestra algunas aportaciones relevantes de la investigación psicológica relativas a
valorar qué recursos personales permiten la adaptación a los cambios y la estimulación de potenciales, así como el
correlato de estos hallazgos en el trabajo directo con personas mayores.
El término más consensuado en la actualidad para de- Ciencias Sociales (8,09% del Sociología
nominar el proceso de “buen envejecer” es envejeci- porcentaje tota de estudios Ciencias Sociales Biomédicas
sobre envejecimiento) Ciencias Sociales, otros temas
miento activo. Este término fue definido en la II Educación e Investigación
Asamblea Mundial sobre Envejecimiento como marco Educativa
Economía y Negocios
conceptual desde el qué trazar las actuales políticas so-
Psicología
ciales sobre envejecimiento a nivel mundial. “Este plan-
teamiento del envejecimiento activo se basa en el Tecnología (6,28% Telecomunicaciones
Transporte
reconocimiento de los derechos humanos de las perso- Ciencia de los Materiales
nas mayores y en los Principios de las Naciones Unidas Informática
Ingeniería
de independencia, participación, dignidad, asistencia y Ciencia y Tecnología, otros temas
realización de los propios deseos.” (OMS, 2002).
Ciencias Físicas (2,6% del Electroquímica
La definición establece que el envejecimiento activo
porcentaje tota de estudios Óptica
es el “proceso de optimización de las oportunidades de sobre envejecimiento) Matemáticas
salud, participación y seguridad con el fin de mejorar la Física
Química
calidad de vida a medida que las personas envejecen”
(OMS, 2002). Este concepto pone énfasis en el entorno; Arte y Humanidades (0,47% Arquitectura
relaciona el término “activo” no sólo con capacidad del porcentaje tota de estudios Arte
sobre envejecimiento) Música
para la actividad física, también para la participación Historia y Filosofía de la Ciencia
social económica, cultural, espiritual y cívica; lo descri- Arte y Humanidades, otros temas
be como un proceso continuo referido a todo el ciclo Religión
Historia
vital (y no tanto como resultado final); y hace énfasis en Literatura
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los potenciales (que tiene el individuo desde un enfoque bio-psico-social) y cómo fomentar los mismos a través de di-
versos determinantes referidos a variables propias del individuo y del entorno físico y social.
El cuadro 1 muestra este modelo de envejecimiento activo, haciendo alusión a todas las variables implicadas. A su
vez la tabla 4 profundiza en la tipología de predictores de este modelo.
Este modelo es un referente muy interesante para sintetizar gran parte de la investigación actual, centrada en profun-
dizar, sobre la naturaleza de la relación entre las diversas variables intrínsecas (del individuo) y extrínsecas (del entor-
no) que se relacionan con bienestar, buen funcionamiento y salud en la vejez (Fernández-Ballesteros, 2004;
Fernández-Ballesteros & cols., 2004).
CUADRO 1 Entre las variables intrínsecas, los factores psicológicos
MODELO DE ENVEJECIMIENTO ACTIVO (OMS, 2002) juegan un papel muy relevante, ya sean éstos compor-
tamentales, emocionales o cognitivos. Por lo tanto, la
Psicología, como se expresaba en el primer apartado,
tiene un peso decisivo en la promoción de un envejeci-
Sexo
Determinantes Sanidad y servicios miento activo, pudiendo intervenir en todas las etapas
económicos sociales
de la vida de la persona, haciendo especial énfasis en
la edad adulta y la vejez.
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gran capacidad de reserva ó plasticidad durante todo el ciclo vital. Esta capacidad es relativa a la compensación del
declive a través entrenamientos o manipulaciones externas (Fernández- Ballesteros, 1996).
Sin duda alguna una de las mayores aportaciones de este enfoque del ciclo vital es el reconocimiento de las diferen-
cias individuales y la plasticidad. Esta última, en gran medida puede ser promovida fundamentalmente por los hábitos
y estar directamente relacionada con factores psicosociales, como la personalidad y relaciones sociales (Aldwin &
cols., 2006).
Las fuentes de variabilidad son debidas, según Baltes & Smith (2004), a tres tipos de variables: las influencias deriva-
das de la edad cronológica, aquellas relativas al contexto socio-histórico y las referidas a aspectos no normativos (as-
pectos personales). Estos tres aspectos varían en el grado de su influencia a lo largo del ciclo vital. Los efectos de la
edad son más explicativas en la niñez y menos importante en la vejez, mientras que los efectos del contexto histórico
y las influencias no-normativas empiezan a incrementarse a partir de la juventud. (fuente, Baltes & Smith, 2004). Esto
da cuenta de la importancia de promover y entrenar habilidades personales, durante todo el ciclo vital y de forma es-
pecífica durante la vejez, pudiendo ser éstas relativas a habilidades cognitivas, emocionales y conductuales.
Profundizando en otro de los supuestos de este enfoque del enfoque vital, se entiende que el envejecimiento patoló-
gico “hace referencia a aquel proceso en el que se producen enfermedades físicas y/o mentales” el envejecimiento
normal “se refiere a una vejez en la que no se presentan procesos patológicos (tanto físicos como mentales)” y el en-
vejecimiento exitoso u óptimo “se entiende aquel, que partiendo de condiciones personales adecuadas (de salud,
educación, económicas, etc.), transcurre en condiciones ambientales óptimas” (Fernandez-Ballesteros, 1996). Definir
cuáles de estas “condiciones personales adecuadas” y “condiciones ambientales”, tienen un carácter psicológico, es
trabajo de la investigación y práctica aplicada de la psicogerontología.
3.2.2. Adaptación a los cambios y envejecimiento. Factores psicológicos explicativos de altos niveles de funcionamien-
to y adaptación en la vejez.
Como más arriba se ha adelantado, la investigación arroja datos muy relevantes acerca de los factores psicológicos
que permiten una adecuada adaptación a los cambios vinculados al proceso de envejecimiento. Estos cambios a los
que hacer frente pueden ser relativos tanto al declive físico que evidencia el organismo con el paso del tiempo, como
al ambiente social (ejemplos de estos últimos los derivados de la jubilación o pérdida de seres queridos, por poner
dos ejemplos relevantes). En este epígrafe se mostrarán modelos explicativos de adaptación que se circunscriben a la
edad adulta y específicamente a la vejez.
La investigación muestra datos sugerentes. Por ejemplo, partiendo de un meta-análisis de estudios longitudinales, Rot-
hermund & Brandtstädter (2003) muestran un grado de estabilidad en las medidas de satisfacción, autoestima y depresión
durante la edad adulta y la vejez (ej: Bengtson, Reedy & Gordon, 1985; Blazer, 1993; Diener & Suh, 1998; Rothermund
& Brandtsädter, 2003b; Stock, Okun, Haring & Witter, 1983). Esta estabilidad en las puntuaciones sobre bienestar psico-
lógico en el colectivo de personas mayores con respecto a otros grupos de edad, teniendo en cuenta el incremento de
riesgos asociados al paso del tiempo, se ha interpretado como el desarrollo de capacidades y/o habilidades de afronta-
miento producto del proceso de envejecimiento (por ejemplo ver: Márquez-González, 2008; Moraitou y Efklides, 2009).
Diversos marcos teóricos versan sobre la utilización de recursos: el modelo de Optimización selectiva con compen-
sación (SOC) de Baltes & Baltes (1990); la teoría de selección socioemocional (Carstensen 1995; Carstensen, Isaaco-
witz & Charles, 1999); modelos que hacen mención a estrategias de afrontamiento en la vejez (por ejemplo,
Brandtstädter & Renner, 1990; Heckhausen & Schulz, 1993).
Estos marcos teóricos parten del hecho de que una regulación adaptativa requiere de mecanismos para localizar re-
cursos limitados. Cada línea pone el énfasis en un aspecto, el propósito del recurso y su generalidad.
Al mismo tiempo se mostrarán datos de los estudios de resistencia psicológica, por una parte y determinantes del
bienestar, por otro. Ambos, como ejemplos de enfoques de investigación que valoran los aspectos que predicen un
adecuado ajuste psicológico en el proceso de envejecimiento.
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La selección, optimización y compensación son estrategias de organización aplicadas por el individuo para enfren-
tarse a la vida, tácticas que, si son adecuadas, pueden ser claros índices de envejecimiento exitoso (Freund & Baltes,
1998).
1) Selección: Las personas mayores al ser conscientes de que pierden capacidades, instintivamente se circunscriben a
aquellas actividades que consideran más importantes, de modo que limitando las metas mejoran la eficacia. Es un
proceso evolutivo y adaptativo, que reduce el campo de actuación e interés de la persona a un número más limita-
do de áreas (de competencia, de relaciones y de funcionamiento). Este proceso permite el adecuado manejo de las
demandas que del medio.
2) Optimización: Es un mecanismo que impulsa a maximizar el desarrollo para que se puedan alcanzar niveles de
funcionamiento adecuado. La clave de la optimización está en los medios y recursos para alcanzar dichas metas de
la forma más eficiente.
3) Compensación: se relaciona con la respuesta del individuo ante el declive de capacidades o pérdida de recursos.
Implica la utilización de nuevos medios para conseguir el mismo objetivo de funcionamiento o, por otra parte, el
cambio de unas metas por otras.
Las estrategias de selección, optimización y compensación permitirían gestionar los recursos de los que dispone el
individuo.
En ampliaciones posteriores del modelo (Baltes & Smith, 2004) se establece la existencia de tres funciones
adaptativas que permiten altos niveles de funcionamiento o una adecuada adaptación a los cambios a lo largo
del ciclo vital. Éstas funciones son tres; (1) crecimiento (referido a conductas que promueven altos niveles de
funcionamiento o capacidad adaptativa), (2) mantenimiento y recuperación (conductas que permiten estabilizar
los niveles de funcionamiento cuando se producen cambios o pérdidas de potencial) (3) regulación de pérdidas
(es una función relativa a conductas que modifican las metas a menor nivel cuando el mantenimiento y la recu-
peración no es posible).
Sugieren que con la edad, se necesitan más recursos para mantener y compensar las pérdidas. Observan que durante
las primeras etapas de la vida, los recursos se centran en el crecimiento, en la adultez en los recursos de manteni-
miento y finalmente en la vejez éstos se centran en la regulación de las pérdidas.
4 Teoría de la Selectividad Socioemocional (Carstensen (1995; Carstensen, Isaacowitz & Charles, 1999)
Esta teoría se fija en el cambio de objetivos a lo largo de la vida, en función de un cambio en la concepción del
tiempo, otorgándolo más relevancia de forma progresiva, debido a la conciencia de su limitación o la mayor proximi-
dad a la muerte. Este cambio de objetivo lo contextualizan en el análisis de las prioridades que afectan a las opciones
sociales: Durante la adolescencia y la edad adulta los objetivos son expansivos y orientados al futuro, después se cen-
tran en el presente y en las personas del entorno más próximo.
Esta teoría “reflexiona sobre algo más que nuestro simple yo social”. Ofrece una perspectiva sobre cómo manejamos
y tratamos nuestras emociones en diferentes momentos de la vida. Según Carstensen, en la juventud y madurez la
“mayor inversión” está orientada al futuro y se reprimen sentimientos e impulsos inmediatos en aras a llegar a la con-
secución de un objetivo. Las personas mayores, sin embargo, están más motivadas en las relaciones por su compo-
nente emocional con respecto a la función que puede tener de medio para adquirir conocimiento, por ello centran las
relaciones sociales en las personas más próximas y allegadas. En este sentido la selección de las relaciones se hace en
función de un criterio de favorecimiento de la adecuada regulación de las emociones y preservación de bienestar psi-
cológico.
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Las estrategias de control primario permiten el manejo de las situaciones y por lo tanto la autoeficacia mediante
la consecución directa de un objetivo. Sin embargo las estrategias de control secundario persiguen el mismo fin
mediante la modificación de las reacciones emocionales propias y el establecimiento de objetivos nuevos y más
asequibles.
La investigación muestra que el aumento de la edad lleva consigo la mayor utilización de la estrategia de compensa-
ción de control secundario. La explicación que propone este modelo es que cuándo en edades avanzadas, algunas
demandas del medio excede los recursos del individuo y la posibilidad de ejercer control primario es nula o baja, en-
tran en juego los procesos de control secundario, dirigidos a modificar aspectos del propio individuo (metas, creen-
cias, expectativas o emociones) facilitando su ajuste a las situaciones. En definitiva, en la vejez la capacidad de
ejercer control primario disminuye y el secundario se convierte en la forma dominante de afrontar la vida. El indivi-
duo se afana por modificar el sentimiento de no poseer el control, y para ello se reorienta hacia objetivos nuevos y
más asequibles.
Todo esto explica cómo ante la pérdida de capacidades se modifiquen los objetivos (por ejemplo un tipo de activi-
dad por otra) o también que se limiten las metas a alcanzar (Belsky, 2001).
Este modelo en definitiva postula que las estrategias de afrontamiento están moduladas por el proceso de envejeci-
miento.
En la misma línea el Modelo de Procesos Duales de Afrontamiento Asimilativo y Acomodativo (Brandtstädter, 1989;
Brandtstädter & Renner, 1990) establece que los procesos de asimilación funcionan cuando es posible cambiar de for-
ma activa la situación o el individuo posee recursos eficaces de compensación. En caso contrario se pone en funcio-
namiento el proceso de Acomodación centrado en modificar metas y reducir aspiraciones ligadas a la capacidad
funcional. Los procesos acomodaticios son la clave para mantener un sentido de autoeficacia y control en las perso-
nas mayores (Brandtstädter & Rothermund, 1994).
Otras aportaciones en el mismo sentido analizan y profundizan sobre estos mecanismos adaptativos ligados al enve-
jecimiento. En este sentido el cambio de estrategias puede ser descrito como un proceso de acomodación. Pasando de
estrategias de afrontamiento activa o compensatorias (Lehr, 2004) a estrategias que implican la modificación de creen-
cias, emociones o metas.
En una revisión de Bueno & Navarro (2004) sobre el afrontamiento como recurso interno de resistencia psicológica,
concluyen que “a medida que envejecemos se muestra una mayor preferencia por estrategias internas debido a la pro-
pia naturaleza del envejecimiento, caracterizado por una mayor pérdida de recursos físicos, sociales y psicológicos”.
Por otra parte, estas autoras han trabajado en la línea de analizar las estrategias y estilos de afrontamiento, ya no co-
mo indicadores de manejo al estrés, sino como predictores de bienestar personal. En este sentido han comprobado
que las personas muy mayores combinan las estrategias activas y pasivas dependiendo del tipo de problema a afron-
tar. Resaltan de gran flexibilidad que muestran las personas mayores en la utilización diferencial de estrategias.
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La tabla 5 resume la revisión sobre la tipología de factores protectores de resistencia psicológica, realizada por estos
autores.
Como ampliación de los factores psicológicos, otros estudios mencionan la actitud positiva como factor protector en
las personas mayores debido a que se relaciona con mayor número de prácticas saludables, capacidad funcional, mo-
vilidad y supervivencia (Ostir, Ottenbacher & Markides, 2004).
La literatura también presenta la percepción de control interno y percepción de autoeficacia como recursos internos,
que ante situaciones estresantes, permiten una aproximación activa y una mayor persistencia en el afrontamiento (Ho-
lahan & Moos, 1994; Bandura, 1997).
***
En este apartado se ha hecho una revisión de mecanismos adaptativos ligados al proceso de envejecimiento. Todos
los modelos en definitiva hacen alusión a cambios en los repertorios conductuales mediante la utilización de diverso
tipo de estrategias.
Estas estrategias no solo se refieren al desarrollo de conductas manifiestas (tales como el desarrollo de nuevos hábi-
tos para compensar un déficit o potenciar un mejor funcionamiento) sino, y de forma especial, a la utilización de es-
trategias psicológicas como; (1) capacidad de análisis y valoración de recursos personales, (2) la planificación y
puesta en marcha de alternativas de solución de problemas y (3) la utilización de estrategias distractoras o de reestruc-
turación cognitiva, cuando se hacen necesarias. Los datos mostrados permiten concluir acerca de la necesidad de pro-
mover estos recursos personales en la edad avanzada a través de programas de corte psicopedagógico como se
expondrá en la ficha 1.
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llesteros (2002) presenta una sistematización de las mis- 5. Movilidad reducida. 5. Estiramientos.
mas (ver tabla 6). 6. Insomnio. 6. Relajación, higiene del sueño.
La actividad en forma de ejercicios que entrenan fun-
7. Fatiga. 7. Ejercicios aeróbicos.
ciones físicas y mentales, permite, en los términos ya
mostrados en este módulo, compensar el declive propio 8. Depresión. 8. Actividades agradables reestructuración
cognitiva.
de la edad y optimizar capacidades preservadas, todo
ello con el fin último de mantener buenos niveles de 9. Aburrimiento. 9. Creación nuevos aprendizajes.
funcionamiento y capacidad funcional. 10. Presión arterial alta. 10. Ejercicio físico, control de peso.
En lo relativo al efecto de la actividad intelectual, la
11. Artritis, artrosis. 11. Rehabilitación, ejercicio físico, dieta.
investigación gerontológica muestra cómo la misma
compensa el declive cognitivo producido por el paso
del tiempo (por ejemplo: Fernández-Ballesteros & Calero, 1995; Fernández-Ballesteros & cols, 2003) incluso en eda-
des avanzadas (por ejemplo: Zamarrón & cols., 2010; Molina & cols., 2010).
Sobre la actividad física, son muchos los estudios que constatan, no sólo una relación entre esta variable e indicado-
res de salud y funcionamiento físico (Lehr & Jüchtern, 1997), también con funcionamiento cognitivo Colcombe &
cols. (2006) y ajuste emocional (por ejemplo: Talbot & Martinez, 1999; Jerome & cols, 2002; McAuley, cols., 1995).
Los mecanismos explicativos son relativos al efecto sobre los niveles de ansiedad por la regulación de los niveles de
cortisol (Bandura, 1991; Rudolph & McAuley, 1995) o al aumento de la percepción de autoeficacia (McAuley, Shaffer
& Rudolph, 1995), siendo éstos los mecanismos que están detrás del efecto positivo del ejercicio físico sobre el afecto.
Al mismo tiempo la actividad física favorece el transporte y la utilización de oxígeno a nivel cerebral (Chodzko-Zadjo,
1991), lo que repercute en el rendimiento intelectual (Colcombe, S.J., & Kramer, 2003; Colcombe & cols., 2006;).
La actividad social (operativizada en indicadores de tamaño de la red social y participación en actividades sociales)
se asocia con el mantenimiento de la salud y el bienestar en las personas mayores (por ejemplo: Rowe & Kahn, 1987;
Tucker & cols. 1999; Maier & Smith, 1999; Buz y cols., 2004; Antonucci & cols., 2002). Los mecanismos explicativos
de este vínculo entre variables establecen, de forma clara, que las relaciones sociales son un factor protector del estrés
y por lo tanto de sus efectos en la salud (Bath & Deeg (2005). En definitiva, las relaciones sociales ayudan a afrontar el
déficit de recursos asociados a la edad, operativizados éstos, por ejemplo, como pérdidas de familiares o diagnósticos
de enfermedad (Antonucci y cols., 2002).
Finalmente, tal y como expone Fernández-Ballesteros (2006) se podrían clasificar en cuatro los “dominios” sobre los
que intervenir a nivel de la “persona” en la promoción de un envejecimiento activo, siendo éstos: (1) estilos de vida y
funcionamiento físico, (2) funcionamiento cognitivo, (3) funcionamiento afectivo y afrontamiento y (4) funcionamien-
to social y participación. En este apartado se vislumbran estas áreas de intervención. El objeto de análisis de la ficha 1
es dar forma a la esta tipología de intervenciones que, desde la Psicología, potencian el desarrollo de los recursos per-
sonales expuestos.
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Ficha 1.
Funciones del Psicólogo en la Promoción del
envejecimiento activo
Las funciones del psicólogo en la promoción de envejecimiento activo son muy amplias. Partiendo del “European
Silver Paper” (documento europeo sobre el futuro de la promoción de la salud y las acciones preventivas, la investiga-
ción básica y los aspectos clínicos de las enfermedades relacionadas con el envejecimiento) (Cruz-Jentoft & cols.,
2009) en la sección «promoción de la salud y acciones preventivas» destacan la necesidad de: (1) formación de profe-
sionales y académicos de la salud pública en gerontología clínica, (2) utilizar un enfoque centrado en el ciclo vital, (3)
la importancia del diagnóstico precoz, (4) la importancia de favorecer la adherencia terapéutica, (3) la prevención de
suicidio, abuso, violencia, caídas, etc. (4) la estimulación cognitiva, (5) la actividad y compromiso social desde las es-
cuelas, (6) resaltar la figura del cuidador.
Las 6 necesidades señaladas son recogidas desde las distintas especialidades de la Psicología aplicadas a la geronto-
logía. Santamaría (2004) expone las funciones del ge-
TABLA 1 rontólogo en cada espacialidad de la Psicología. La
FUNCIONES DEL PSICÓLOGO EN EL ÁMBITO GERONTOLÓGICO tabla 1 resume las aportaciones de este autor.
(tomado de Santamaría, 2004) Este cuadro, como se puede observar, recoge especia-
lidades psicológicas vinculadas de forma muy directa al
Psicología clínica y de la salud 4 Evaluación e intervención psicológica de
trastornos mentales. campo aplicado. De todas estas funciones, en el con-
4 Labor preventiva a través de la asesoría y texto de promoción del envejecimiento activo, se desta-
consejo individual.
4 etc
ca el papel del psicólogo como difusor de salud,
educador y dinamizador social. Funciones que abarca
4 Diseño y promoción de programas y
Psicología de intervención la psicología clínica y de la salud, educativa y de inter-
social servicios comunitarios y sociales que
contemplen la participación de las vención social respectivamente. La tabla 2 profundiza
personas mayores en la sociedad en la función del psicólogo en estas tres especialidades.
4 Asesoramiento y consultoría a
instituciones, empresas y asociaciones Todo ello con el objetivo de mostrar los aspectos que
dirigidas a personas mayores atiende cada una, la metodología de intervención, tipo
4 Atención directa a mayores, familias y
trabajadores.
de colectivos y contextos de actuación. El fin último es
4 etc exponer, con posterioridad, los contenidos y actuacio-
4 Selección, evaluación y orientación del
nes más directamente vinculadas a la promoción de un
Psicología del trabajo y de las
organizaciones personal envejecimiento activo.
4 Formación y desarrollo del personal.
Analizando las funciones de las estas especialidades
4 Evaluación y mejora de condiciones de
trabajo y salud. se observan ciertos paralelismos relativos a que las tres
4 Etc. abarcan: (1) un continuo patología-problemática vs sa-
Psicología jurídica 4 Contenidos que el psicólogo debe lud- estimulación de potenciales; (2) un continuo tera-
contemplar con el fin de abordar pia/asesoramiento/educación; (3) a que llevan a cabo
adecuadamente los aspectos jurídicos de
la gerontología:
sus actuaciones de forma individualizada vs con gru-
4 La protección jurídica de los mayores en pos; (4) a trabajar con el colectivo de mayores vs con el
el ámbito de la salud. entorno social (familia u otros profesionales implicados
4 El derecho de alimentos entre parientes.
4 El maltrato físico y psicológico a las en cada contexto específico). En el contexto del enveje-
personas mayores. cimiento activo se ponen en relieve las siguientes fun-
4 etc
ciones:
Psicología educativa 4 Educar en una imagen social del mayor 1) Tomando como referencia la Psicología Clínica y de
exenta de prejuicios y estereotipos.
4 Regulación progresiva de la jubilación y
la Salud la promoción de un envejecimiento activo se
preparación de la misma. ubica, de forma prioritaria, en las actuaciones llevadas
4 Etc.
a cabo en la prevención y promoción de la salud, resal-
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TABLA 2
FUNCIONES DE LAS ESPECIALIDADES PSICOLÓGICAS DE CLÍNICA Y DE LA SALUD, EDUCATIVA Y DE INTERVENCIÓN SOCIAL
Aspectos a los que atiende Evalúa, diagnostica, interviene, asesora y previene “las anomalías o los trastornos mentales o cualquier otro
comportamiento relevante para los procesos de la salud y enfermedad”.
Contempla, por lo tanto procesos patológicos o anormales, pero también se dedica al estudio de la salud y el
bienestar, tanto manteniendo, previniendo como instaurando pautas de vida saludables.
Contextos Sobre todo hospitales y las unidades de Salud Mental en los Centros de Salud. También en campañas y módulos
docente de salud en otros organismos de carácter social: ayuntamientos, asociaciones, etc.
PSICOLOGÍA EDUCATIVA
Aspectos a los que atiende Reflexiona e interviene sobre el comportamiento humano en situaciones educativas mediante el desarrollo de las
capacidades de las personas, grupos e instituciones.
“Se entiende el término educativo en el sentido más amplio de formación y desarrollo personal y colectivo”
Colectivos con los que trabaja Alumnos, docentes y familias, en busca del óptimo desarrollo como personas y como alumnos.
En el ámbito gerontológico se enfatiza el trabajo con grupos de mayores y profesionales implicados en una labor
docente dirigida a este colectivo.
Contextos Sistemas sociales dedicados a la educación en todos sus diversos niveles y modalidades; tanto en los sistemas
reglados, no reglados, formales e informes.
Aspectos a los que atiende Actúa sobre problemas de carácter social que surgen en un determinado grupo o comunidad.
Previene e interviene en situaciones de riesgo (soledad, pobreza, etc.) y también, desde una perspectiva más
positiva, procura la promoción de una mayor calidad de vida.
Lleva a cabo una labor de asesoramiento, dinamización comunitaria, planificación y evaluación de programas
sociales y formación.
Colectivos con los que trabaja En el campo de la familia, colectivos desfavorecidos, asociaciones (por ejemplo en el contexto gerontológico,
aquellas que tienen entre sus objetivos la prevención y/o manejo de la soledad, el fomento y mejora de las
relaciones intergeneracionales, el papel activo de la persona mayor en la sociedad, etc).
Contextos Servicios Sociales y asociaciones entre los contextos más representativos en Gerontología.
tando el análisis de prácticas de riesgo y trasmisión de conocimientos y habilidades conductuales para el manejo
de los mismos. Estas funciones implican no sólo un trabajo directo con la población mayor, también la capacita-
ción a otros profesionales implicados en la salud. En este segundo caso, asesorando acerca de los métodos conduc-
tuales que fomentan la motivación y el seguimiento de las recomendaciones médicas y de salud en general.
En el ámbito gerontológico, como se ha expuesto más arriba, son numerosos los estudios que exponen la relevan-
cia de los hábitos de salud (alimentación, ejercicio físico, prevención de caídas, cuidado de la boca, etc.) para la
prevención de la dependencia y promoción de un envejecimiento activo, siendo éstas dos caras de la misma mone-
da; prevenir factores de riesgo asociados al propio proceso de envejecimiento y optimizar un nivel de funciona-
miento más próximo a los potenciales de cada individuo.
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2) Tomado como referencia la Psicología Educativa se enfatizan las intervenciones de carácter socioeducativo a través
de la participación en el diseño de planes de intervención en el ámbito comunitario.
En el contexto del envejecimiento activo recobra una importancia esencial el concepto de formación continua du-
rante toda la vida. La necesidad de programas educativos en la población mayor como medio para la estimulación
de habilidades intelectuales e interacción social y como forma de ocupación activa tras la jubilación.
3) Tomando como referencia la Psicología de Intervención Social, este capítulo se centra en la faceta preventiva de
esta especialidad, a través de las actuaciones para la mejora de la calidad de vida. En el campo de la intervención
social los esfuerzos se dirigen al desarrollo de habilidades y competencias que permitan el adecuado desenvolvi-
miento del colectivo de las personas mayores en una realidad cambiante, potenciado la participación e integración
social de este colectivo, el acceso a la información, y la igualdad de oportunidades. Contribuyendo, a consolidar
una nueva imagen de la persona mayor vinculada a la ocupación activa y participación en la sociedad lejos de la
visión de dependencia e invalidez más generalizada. Es decir, fomentando habilidades que le permitan tanto, acce-
der a recursos en caso necesario, como también a ser agente de cambio social.
En general, la promoción de actitudes y habilidades en el contexto de un envejecimiento activo, haciendo un parale-
lismo con los resultados de la investigación, revisados en el documento base, estarían en la línea de potenciar estrate-
gias de afrontamiento que faciliten y/o refuercen la valoración de recursos personales, el análisis de problemas desde
una perspectiva de solución y en el fomento de la actividad. Haciendo un paralelismo con el Modelo de Optimiza-
ción selectiva con compensación de Baltes & Baltes (1990), habilidades que permitan seleccionar actividades y ocu-
paciones de interés, compensar posibles déficits y potenciar un alto nivel de funcionamiento bio-psico-social.
Profundizando sobre los objetivos de los programas, que se podrían derivar de las tres especialidades, se destacan
los siguientes:
4 Promover un cambio de actitud hacia la vejez y el envejecimiento, enfatizando para ello las capacidades latentes
que se pueden estimular durante todo el ciclo vital.
4 Entrenar en habilidades para la solución de problemas, promoviendo de este modo un locus de control interno.
4 Entrenar en habilidades emocionales que potencien altos niveles de bienestar psicológico.
4 Entrenando en habilidades cognitivas que permitan el mantenimiento de habilidades intelectuales.
4 Potenciando habilidades sociales que permitan un adecuado ajuste en nuevos contextos de relación.
Entre los objetivos expuestos, resaltar la importancia de un cambio actitudinal, referido a potenciar una visió positi-
va, tanto de la vejez y el envejecimiento (a través de la difusión de información sobre el tema), como sobre las propias
habilidades personales. La adopción de esta doble actitud positiva por parte de la persona mayor será posible, a su
vez, si el profesional evita conductas de sobreprotección y paternalismo y “pone la tilde” en los potenciales.
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Santamaría, J.L. (2004): Rol del psicólogo en Gerontología. El psicólogo en el proceso de envejecimiento. Vejez y Ca-
lidad de Vida.
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Ficha 2.
Intervenciones y Programas de promoción de la salud
dirigidos a personas mayores
En la ficha 1 ya se ha mostrado una visión amplia de las intervenciones que engloba la promoción del envejecimien-
to activo desde la psicología. En esta ficha 2 se ahondará en dos formatos de intervención específica: “programas de
educación para la salud” y “asesoramiento gerontológico”. Ambos tipos de intervención presentan paralelismos relati-
vos a la tipología de contenidos y habilidades que subyacen, difiriendo en el formato y contexto en el que suelen te-
ner lugar; el primero llevado a cabo en un formato grupal y en el ámbito social y el segundo en un formato más
individualizado en un contexto clínico.
sos disponibles para su manejo. Habilidades cognitivas Conocimientos acerca de la potenciación de las
(Programas de entrenamiento capacidades intelectuales en general y sobre la
De hecho, cada vez son más las entidades (Fundacio- en habilidades de memoria) memoria en particular, que favorezcan, a su vez
nes, Asociaciones, Ayuntamientos, Obras Sociales, etc.) una actitud positiva sobre el envejecimiento y
la capacidad cognitiva.
que desarrollan materiales y programas que buscan Aprendizaje de estrategias adecuadas para
trasmitir actitudes, conocimientos y habilidades especí- resolver los fallos de memoria en la vida diaria.
Instauración de hábitos de estimulación
ficas para promocionar un envejecimiento activo. Se re- cognitiva en la vida cotidiana.
salta el material editado, por La Sociedad Española de
Geriatría y Gerontología y la Obra Social de Caja Ma- Habilidades conductuales Habilidades de planificación y autocontrol que
(Programas de entrenamiento permitan llevar a la prácticas habilidades que
drid (Sancho & cols., 2007), de corte interdisciplinar, de hábitos saludables y estilos optimicen potenciales y/o compensen déficits.
“Aprender a Envejecer. Prevención de la Dependen- de vida).
Habilidades para la planificación y manejo del
cia”. Este material divulgativo de carácter interdiscipli- tiempo. Posibilitando, a su vez el aumento de
nar enfatiza la importancia de las actitudes y pauta las actividades que supongan mayores
beneficios para la salud partiendo de los gustos,
recomendaciones comportamentales específicas que recursos y limitaciones personales.
ayudan a instaurar y consolidar prácticas saludables de
Habilidades emocionales Habilidades de reestructuración cognitiva,
estimulación física y mental, prevención de cuadros de- (Programas de “manejo del solución de problemas, relajación, etc.
presivos, planificación del tiempo y relación social, en- estrés”, “Pensamiento
tre otros. Ejemplo de otro programa en la misma línea positivo”, etc).
serían el programa Vivir con Vitalidad (Fernandez-Ba- Habilidades interpersonales Habilidades de comunicación, entrenamiento
llesteros, 2000). (Programas de entrenamiento de habilidades asertivas en el contexto de
en habilidades sociales, relación de pareja, hijos, nietos, etc.
Programas de voluntariado, Habilidades para el desarrollo de nuevas
2. ASESORAMIENTO PSICOLÓGICO Programas posibilidades de interacción social (habilidades
intergeneracionales, etc). conversacionales, asertivas, etc.)
Esta ficha 2, se centra en el papel del psicólogo como Habilidades para desarrollar funciones como
asesor en el contexto de problemas ligados a cambios agente social (habilidades de transmisión de
información, motivación a grupos, etc).
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impactantes en la vida del individuo (en este caso en la etapa de la vejez) como pueden ser la muerte de un ser queri-
do y la jubilación, entre otros. El objetivo, en este contexto de asesoramiento y consejo psicológico individualizado,
será potenciar habilidades de afrontamiento acordes a la situación objeto de demanda, en la misma línea de habilida-
des expuestas en todo este módulo.
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más o menos brusca, y que pueden hacer necesario el asesoramiento. En este punto los motivos de consulta podrían
ser relativos a una situación de pérdida del cónyuge, cambio de domicilio, jubilación o diagnóstico de un problema
de salud que exige cambio de hábitos o declive cognitivo, entre los más significativos.
Es evidente que el ajuste emocional durante todo el ciclo vital está sujeto a poseer un suficiente número de recursos
personales y del entorno social. Esto es especialmente cierto en la vejez, momento del ciclo vital en el que ciertos re-
cursos físicos (como, por ejemplo, la eficacia de la respuesta inmunitaria) son más vulnerables y tienen que ser com-
pensados con otros que cobran un papel especial; como son todos aquellos que tienen una base psicológica
(habilidades de afrontamiento, percepción de autoeficacia, etc.). En el documento base ya se han analizado los mode-
los teóricos que muestran cuáles son habilidades de afrontamiento que facilitan la adaptación a los cambios en el
contexto del envejecimiento. Veamos ejemplos de
cómo se pueden reflejar los contenidos de los mode- TABLA 3
los en el contexto de asesoramiento gerontológico: CONTENIDOS DE ASESORAMIENTO EN FUNCIÓN DEL TIPO DE
El modelo optimización selectiva con compensa- DEMANDA
ción (Baltes y Baltes, 1990) está implícito, por ejem-
plo, en las pautas que se pueden dar para la Pérdida del cónyuge:
Esta situación, impactante en la vida de una persona, en muchos casos no solo supone
planificación de nuevos hábitos y ocupaciones tras la el afrontamiento a la pérdida del vínculo con la otra persona, también puede suponen
jubilación. En este sentido, es fundamental dotar de un cambio de hábitos a todos los niveles (ocupaciones, estilos de vida, etc.). En los
casos que lo requieran, el asesoramiento se centra en la potenciación y desarrollo de
habilidades para la correcta «selección» de ocupa- habilidades de planificación y gestión de tiempo, así como la facilitación al acceso de
ciones en función de criterios claros que respondan a recursos comunitarios para la apertura de relaciones y prevención de situaciones de
soledad (ejemplos de estos recursos pueden ser: asociaciones de viudas y otras
preguntas tales como: ¿qué puedo hacer?, ¿con qué asociaciones culturales y sociales, dirigidas a proveer de apoyo emocional y
disfruto más?, ¿qué beneficios encuentro en cada ac- posibilitar una ocupación activa).
tividad? Al mismo tiempo, será importante dotar de
Cambio de domicilio:
actitudes y habilidades que permitan «compensar» el En este caso el asesoramiento puede tener lugar antes de la toma de decisión, tanto
declive (ejemplo de actitudes a transmitir: «que no para valorar un cambio de domicilio o un posible ingreso en un centro residencial. El
primero de los casos puede tener lugar con el fin de buscar una vivienda más acorde
pueda llegar al mismo rendimiento no quiere decir con nuevas necesidades de espacio y accesibilidad y en el segundo, con el fin de
que no pueda disfrutar y beneficiarme de una activi- recibir una atención acorde a las dificultades en el desenvolvimiento en actividades
de la vida diaria. El análisis de esta situación desde una perspectiva de solución de
dad»; ejemplo de habilidades: ayudas de memoria problemas puede contribuir a desarrollar un plan de acción realista y adaptado a las
para el aprovechamiento de actividades educativas). necesidades de la persona.
Finalmente, dotar de estrategias de «optimización»
Jubilación:
que favorecen el desarrollo personal a través de la es- La jubilación es una situación impactante en la vida de una persona porque significa
pecialización y la posibilidad de sobre-entrenamien- un cambio en la estructuración del tiempo y la necesidad de establecimiento de
to de alguna de las ocupaciones seleccionadas. nuevos proyectos vitales. El asesoramiento puede contribuir a remotivar al individuo
(en caso necesario) y a fomentar una actitud aperturista, curiosa y creativa para el
Tomando como referencia la teoría del control establecimiento de alternativas de ocupación desde una perspectiva de estimulación
(Heckhausen y Schulz, 1993) y el modelo de proce- integral de capacidades físicas, mentales e interacción social.
sos duales de afrontamiento asimilativo y acomodati-
Cambio de hábitos asociados a diagnósticos de salud:
vo (Brandtstädter y Renner, 1990), enfatizamos la La necesidad de seguimiento de prescripciones y recomendaciones pautadas en el
necesidad de promover los dos tipos de estrategias ámbito médico y de rehabilitación son comunes en la vejez y suponen en muchos
dentro del proceso de asesoramiento. En lo relativo a casos, cambios importantes con respecto al estilo de vida previo (por ejemplo la
necesidad de realizar ejercicio o reducción en la ingesta de ciertos nutrientes, etc).
las habilidades de control primario o proceso de asi- Estas circunstancias exigen el desarrollo de nuevos repertorios conductuales. El
milación (según los modelos), el propio proceso de objetivo de asesoramiento en estos casos, es entrenar en habilidades de autocontrol
para la planificación y seguimiento de programas de salud ajustados a cada caso con
asesoramiento las tiene implícitas al vertebrarse den- el fin último de mantener y/o mejorar el nivel de funcionamiento previo, así como la
tro del esquema de solución de problemas. Este tipo aceptación de la nueva condición de salud.
de habilidades facilitan una actitud proactiva y favo-
Adaptación al declive cognitivo:
recen una percepción de control interno, sentimiento En estos casos será preciso valorar si los cambios percibidos, generalmente en la
de autoeficacia y perseverancia en la solución de memoria, obedecen a cambios benignos o implican un deterioro instaurado. Para ello
problemas. El desarrollo de habilidades de control se- será preciso llevar a cabo una evaluación exhaustiva del rendimiento de la memoria
objetiva y percibida y del estado emocional y físico para descartar otros problemas,
cundario o proceso de acomodación, son muy nece- de esta índole, que cursan con bajo rendimiento atencional y mnésico. En función de
sarias también cuando se ajustan al manejo de los resultados se podría pautar una derivación (si se detecta posible demencia o
trastorno psiquiátrico) o pasar a una segunda fase del asesoramiento centrada en
problemas que no permiten un control directo y favo- pautar recomendaciones específicas para compensar y/o entrenar habilidades
recen la aceptación de cambios. cognitivas específicas.
La tabla 3 muestra recursos a potenciar en el con-
Cambios en las relaciones:
texto de asesoramiento para algunos ejemplos. Por ejemplo, el desarrollo de nuevos roles (rol de abuelo/a) o cambios en las
En esta ficha 2, se ha querido enfatizar el importante relaciones sexuales. El manejo de estas situaciones se hace imprescindible la
papel que puede tener el psicólogo en la transmisión transmisión de información y el desarrollo de habilidades educativas y/o sociales.
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de habilidades y recursos personales, necesarios en el manejo de cambios vitales vinculados a la vejez. Todo ello desde
un contexto de asesoramiento individualizado y también desde una perspectiva de prevención de la dependencia.
Paso previo a la solicitud de ayuda, en estos casos puntuales, es que la persona mayor sea consciente de dicha nece-
sidad. Trabajar desde este contexto de envejecimiento activo supondrá, con el tiempo, que no se enfoque sólo la ne-
cesidad de ayuda psicológica ante la presencia de cuadros patológicos, sino a considerarla en un contexto de
facilitación de potenciales y promoción de bienestar.
3. RETOS DE FUTURO
En conclusión, este en esta ficha se ha querido enfatizar el papel del psicólogo como asesor, educador y agente so-
cial, en un contexto de promoción de la salud. Para ello se ha expuesto, que sus funciones se centran en estimular
funciones cognitivas, habilidades emocionales y recursos sociales, dirigidos a que la persona mayor desarrolle su pa-
pel como “protagonista y agente social” dentro del entramado comunitario del que forma parte.
Este documento acerca de las funciones del psicólogo en el contexto del envejecimiento pretenden ser un punto de
partida sobre el que desarrollar y reflexionar acerca del importante papel de la Psicología. Son muchos los retos a los
que los psicólogos tenemos que enfrentarnos. Este último apartado pretende reflexionar sobre esto. Algunos retos, tal y
como se expresan en las directrices de FUTURAGE (Congreso «Envejecimiento. La investigación es España y Europa,
2012) son relativas a la necesidad de transferencia del conocimiento y a la potenciación de prácticas multidisciplina-
res. Ambos aspectos son verdaderamente relevantes:
4 Con respecto a la investigación: ¿Existe una conexión entre los aportes de la investigación y la intervención socioe-
ducativa?¿Los resultados de la investigación tienen la repercusión suficiente en el ámbito aplicado? La psicología ha
contribuido, en gran medida en ofrecer una imagen positiva del envejecimiento y la vejez, que no se refleja en
nuestra sociedad.
4 Con respecto a la multidisciplinariedad: Siendo la gerontología interdisciplinar ¿Existe suficiente colaboración entre
las distintas disciplinas? ¿Existe una colaboración interdisciplinar que permita optimizar adecuadamente los recur-
sos psicológicos, que documenta la investigación psicológica, a través de otros perfiles profesionales?
Otros retos darían respuesta a cuestiones diversas:
4 La prevención de la dependencia y la promoción de potenciales son dos caras de la misma moneda, pero ¿En que
se está centrando más el trabajo del psicólogo? Tal vez se sigue poniendo la tilde en la prevención y no tanto en la
potenciación. El enfoque de estudio de la Psicología Positiva, tan en boga, sin duda alguna es un contexto sobre el
que investigar y desarrollar los potenciales hasta edades muy avanzadas.
4 La promoción del envejecimiento activo implica trabajar con un enfoque de curso vital ¿Lo estamos haciendo? ¿Por
qué no se habla de envejecimiento en las escuelas, en las empresas? Todos los psicólogos tendrían que trabajar ba-
jo el prisma del envejecimiento activo pero no todos los psicólogos son psico-gerontólogos. Los psicogerontólogos
(los que tradicionalmente vienen trabajado con o para los mayores) tendrían que interactuar con otros psicólogos
que trabajan con otras edades.
4 La promoción del envejecimiento activo implica trabajar con una perspectiva de género. No envejecen igual los
hombres que las mujeres. Más allá de diferencias de corte biológico, el género, como construcción social, define e
influye sobremanera en los roles de cada sexo. Las mujeres son socializadas con responsabilidades, intereses y ne-
cesidades diferentes a los hombres. Diversos estudios sobre salud, que han profundizado sobre el peso del género,
así lo muestran y destacan una peor percepción de salud en las mujeres con respecto a los hombres, mayor fre-
cuencia de quejas crónicas en una proporción del triple en las mujeres con respecto a los hombres, mayor esperan-
za de vida en la mujer en contrapartida a puntuaciones más altas en discapacidad desde más jóvenes y mayor
consumo de fármacos relacionados con el dolor, con la ansiedad y la depresión en la mujer, entre otros datos (Mu-
ruaga, 2012; Solas, 2007).
Las desigualdades de género en salud se sustentan en factores sociodemográficos (tal como el estado civil, estatus
socioeconómico) y en los estilos de vida (falta de equidad en la distribución de la actividad productiva, reproductiva,
de ocio y descanso, entre hombres y mujeres).
Los estudios y las intervenciones en materia de envejecimiento no están teniendo en cuenta, suficientemente, esta
importante perspectiva.
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