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Lifebook 2018

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Lifebook

2018
Llaves y puertas

Aprovecha la gracia y el favor que Dios te ha dado.

Cash Luna

Dios tiene maravillosas promesas para nosotros. Su


voluntad es perfecta, pero debemos aprender a descu-
brirla y alinear nuestra voluntad a eso que Él nos desea.
Esa visión de Dios requiere enfoque y compromiso porque
generalmente es un proceso que toma tiempo. Quien ver-
daderamente confía, espera; al contrario, quien desconfía,
vive desesperado. El profeta Habacuc dijo que la visión
tardaría por un tiempo pero aconsejó que la esperáramos
porque sin duda no tardaría. Suena confuso aunque al
analizarlo descubrimos que se refiere a nuestra actitud de
paciencia, porque si esperamos con buena disposición a
que la visión se cumpla, sentiremos que no ha tardado. Los
tiempos se aceleran y las puertas se abren para quienes
saben esperar.

Y cuando pensamos en esperar hablamos de tiempo. Lo


interesante es descubrir que para Dios el tiempo es relativo

febrero 317
ya que un día puede ser como mil años y mil años pueden
ser como un día.1 Debemos comprender esto para relajar-
nos y aprender a ver las situaciones desde la perspectiva
del Señor. Frente a este panorama, lo mejor es ejercitar
nuestra paciencia a la luz de las Escrituras. Leerlas, pedir
al Espíritu Santo revelación para comprenderlas, porque
la ignorancia es enemiga de la bendición. Si conocemos
cómo piensa Dios y cuáles son Sus promesas, será más
fácil ajustarnos a Su voluntad y esperar confiados. Lo que
puede tomar años, el Señor lo hace en un día, pero al des-
esperado, un día puede parecerle un año. Lo que tienes
por tardanza realmente no lo es en el tiempo de Dios. Así
que debemos dejar de ser víctimas de lo que percibimos o
sentimos. Es difícil lograrlo porque vivimos en un mundo de
percepciones, sin embargo, en nuestro ánimo debe preva-
lecer la confianza en que Él no retrasa Su promesa, sino
que somos nosotros los que comemos ansias. Si el Señor
puede venir en un abrir y cerrar de ojos, ¿qué no puede
hacer en ese lapso de tiempo?

Cierta vez que me invitaron a compartir con un grupo en


un crucero para parejas, a la persona que organizaba se
le ocurrió la brillante idea de hacer una reunión especial
al bajar en uno de los puertos. La agenda se complicó
porque muchas personas querían saludarme, por lo que
me sentí ansioso ya que deseaba un tiempo para orar y
prepararme. Entonces el Señor me dijo: “Ten paz, si mi
segunda venida puede ser en un abrir y cerrar de ojos,
también me puedo derramar en un abrir y cerrar de ojos.
Diles que cierren los ojos y al abrirlos el Espíritu Santo se
1
2 Pedro 3:8-9: Mas, oh amados, no ignoréis esto: que para con el Señor
un día es como mil años, y mil años como un día. El Señor no retarda
su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente
para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos
procedan al arrepentimiento.

318 Llaves y puertas


derramará”. Así sucedió. ¡La reunión fue poderosísima! Te
profetizo que Dios abrirá puertas y acortará tiempos en
algo que te prometió; no te preocupes: si eres paciente,
en un abrir y cerrar de ojos ocurrirá lo que esperas. La
paciencia acorta tiempos porque la ansiedad es lo que
nos hace desesperar. Si lo puedes creer con todo tu co-
razón, este año es de favor y gracia para el pueblo del
Señor, quien abrirá una puerta grande y eficaz para ti.2
No busques que tus emociones empaten con tus oportu-
nidades sino al contrario, porque las emociones son en-
gañosas. La impaciencia trae aflicción de espíritu. Dice el
Señor que no te preocupes por las puertas que cerrará
para que te acerques a la puerta de oportunidad que Él
desea abrirte. Solo confía y persevera en la oración, con
acción de gracias.3

Las puertas se abren cuando hacemos bien las cosas.


Cuando obramos con excelencia, las oportunidades no
faltan pero es importante estar atentos para identificar cuá-
les son las puertas que Dios abre, entender para qué las
abrió y pedirle que nos muestre cómo debemos aprove-
charlas, pues a veces echamos a perder las puertas que se
abren. Por ejemplo: si Dios te abre la puerta del deporte,
comprende que lo ha hecho para que seas disciplinado y
logres destacar, no para que te luzcas y te conviertas en
una persona arrogante y mucho menos para que adquiera
vicios. Si te abrió la puerta de la universidad es para que
te prepares, estudies, adquieras herramientas de bendición

2
1 Corintios 16:9: Porque se me ha abierto puerta grande y eficaz, y mu-
chos son los adversarios.
3
Colosenses 4:2-4: Perseverad en la oración, velando en ella con acción
de gracias; orando también al mismo tiempo por nosotros, para que el
Señor nos abra puerta para la palabra, a fin de dar a conocer el misterio
de Cristo, por el cual también estoy preso, para que lo manifieste como
debo hablar.

febrero 319
y tengas un buen futuro, no para conectar y parrandear.
Además, toma en cuenta que las puertas no siempre son
enormes ya que también hay puertas pequeñas que dan
paso a otras mayores. Todo es un proceso y los comien-
zos pueden ser discretos, sin embargo, hay que abrirlas
y aprovechar las oportunidades con la misma pasión. Yo
agradezco las invitaciones a predicar a las iglesias gran-
des y pequeñas. En todas doy mi máximo esfuerzo por
bendecir con la unción que Dios me pide que comparta.
Cuando sabemos que las puertas están abiertas porque
Dios así ha querido, las valoramos y aprovechamos.

Si Dios te abre la puerta de una empresa es para servir,


no para exigir. Dios te abrirá puertas eficaces, podero-
sas y grandes en potencial, pero debes saber para qué
y cómo pasar a través de ellas. Una persona me llamó
para pedirme consejo, ya que le ofrecían la oportunidad
de participar en política, sin embargo, le aconsejé que
no aceptara porque lo conocía y sabía que sería un área
en la que no aprovecharía sus talentos y más bien se le
complicaría la vida. Mantente enfocado en la visión que
Dios te ha dado y será más fácil determinar qué puertas
son las que Él abre para ti. Pídele que te dé revelación
que traiga transformación y bendición a tu vida, que te
abra puertas para dejar lo negativo y abrirte paso a lo
positivo. En mi caso, no ha habido puerta más grande
que la oportunidad de entregarle mi vida. Abrir esa puer-
ta marcó un antes y un después incluso en cuestiones tan
sencillas como dejar el vicio de fumar. Antes fumaba un
paquete de cigarrillos al día; hace poco hice la cuenta
y el ahorro ha sido de Q180 mil en 33 años. ¡Increíble!
Cuando Dios te abre una puerta no basta solo con dejar
las cosas malas: hay que enfocarse en hacer las buenas
y aprovechar las oportunidades.

320 Llaves y puertas


Luego de preguntar a Sus discípulos quién pensaban los
demás que era Él, Jesús les preguntó sobre lo que ellos
pensaban y Pedro respondió con gran revelación. Le dijo
que era el Hijo de Dios, lo cual le abrió la puerta para ser
nombrado como la roca sobre la cual se edificaría la igle-
sia. Además de otorgarle las llaves que abrirían el reino
de los cielos. Para llegar a ese punto, este discípulo pasó
por un proceso de transformación que no fue fácil. Hay
puertas que no se han abierto porque tu transformación no
se ha dado. La revelación vendrá cuando logremos íntima
relación con nuestro Padre, quien nos mostrará Sus planes.
La transformación fue tanta en Pedro que Jesús incluso le
cambió el nombre. Ya no se llamó Simón, que significaba
junco llevado por el viento, sino que se llamó Pedro, que
significa roca. Mientras más revelación tengas de quién es
Jesús, Él te dará más revelación sobre quién eres tú en Sus
planes. Hasta que no creas en tu identidad como un hijo
bendito de Dios, no podrás moverte con comodidad en
esa bendición que te seguirá a donde vayas. La bendición
de nuestra identidad es una llave que abre muchas puer-
tas, pero debemos descubrirla y aceptarla. Piensa, actúa
y habla como un bendito y las bendiciones te encontrarán
porque serás como un imán que las atrae. Al enfocarte en
escuchar al Padre te dispondrás para recibir las llaves co-
rrectas.

Prepárate porque Dios acelerará los tiempos y te dará las


llaves para abrir las puertas correctas. No es lo mismo bus-
car la llave para abrir una puerta que buscar las puertas
para las llaves que ya tienes. No es lo mismo estar frente
a la puerta y querer la llave que tener las llaves y buscar
las puertas. Busca las puertas correctas que se abrirán con
las llaves que Dios te ha dado, esas que se traducen en las
habilidades y gracia particular que tienes. Dios ya te ha

febrero 321
dado llaves: oportunidades y talentos. No todos tenemos
las mismas llaves porque nuestras puertas son diferentes. Si
sabes cuál es tu gracia y caminas en ella, encontrarás un
favor impresionante. Lo que hagas será relevante, las puer-
tas que abras serán las indicadas porque usarás las llaves
correctas. No hay peor cosa que pretender abrir las puer-
tas de otros con nuestras llaves porque son las incorrectas.
Si Dios te dio gracia para emprender, si te dio esa llave,
úsala y serás exitoso. Lo que hagas crecerá, dará fruto,
no lo dudes. Confía en la gracia de Dios, en Su sabiduría
al darte llaves especiales. Duerme tranquilo, pon tus pla-
nes en Sus manos y todo irá mejor. Si tienes la llave de la
medicina no te empecines en abrir un taller de mecánica.
Si eres mecánico deja de intentar administrar un hospital.
Fluye con la gracia que sí tienes y abrirás las puertas in-
dicadas. Si usas tus llaves, tu favor y gracia, te garantizo
que se acelerará el tiempo y la puerta se abrirá. Pídele
sabiduría para no intentar abrir puertas que no son las tu-
yas. Antes de construir nuestro primer templo rechacé va-
rias ofertas de personas que me ofrecían financiar iglesias,
pues sabía que no era lo que Dios quería. Me costó, pero
rechacé las ofertas seguro de que Dios me daría la llave
para abrir la puerta correcta y hacer Su voluntad. Había
puertas grandes por las que no debíamos entrar. Hoy de-
claramos puertas abiertas y que tendremos sabiduría para
reconocer las puertas que debemos abrir y humildad para
usar las llaves que Dios nos ha dado.

322 Llaves y puertas


Mis anotaciones
reunión 3
Provisión de lo alto
Dios se preocupa por nuestras necesidades y nos
provee gracias a nuestra fe.

Introducción
Un joven muy enfermo ingresó al hospital y al llevarlo
a su habitación le advirtieron que su compañero era un
viejo cascarrabias que no paraba de quejarse y malde-
cir su mala fortuna por quedarse ciego. El joven intentó
inútilmente conversar con él, pero no lo logró; así que se
acercó a la ventana para recibir aire puro. En su caridad
infinita, intentó de nuevo charlar con el anciano, ahora
contándole lo que había afuera: describía a los niños que
jugaban en el parque, a los pájaros revoloteando entre
los árboles y el cielo despejado donde las nubes nave-
gaban tomando divertidas y caprichosas formas. El viejo
disfrutaba con esas ilustraciones tan detalladas y bien
descritas. Era la fórmula perfecta que calmaba su mal ge-
nio y le pedía constantemente que lo deleitara con esas
descripciones. El joven murió repentinamente y el viejo se
quedó triste, solo. Un día llegó a visitarlo su hijo, quien lo
hacía en muy raras ocasiones, y el anciano le rogó que
le describiese lo que pasaba al otro lado de la ventana
porque su compañero lo hacía y le agradaba mucho. El
hijo lo miró extrañado y le dijo: “Padre, al otro lado de la
ventana no hay más que un muro, y el joven que murió
era ciego como tú”. Este joven descubrió la necesidad
de afecto y comprensión del anciano y se la brindó con

332 Sus obras


agrado. Así es nuestro Señor, quien satisface con amor y
generosidad nuestras necesidades físicas y espirituales,
tal como lo hizo cuando multiplicó cinco panes y dos pe-
ces para alimentar a la multitud que lo seguía.

¿Cómo los alimentaremos? • Juan 6:1-6


Cuando Jesús multiplicó los panes y los peces para alimen-
tar a la multitud que lo seguía, lo primero que hizo fue pro-
bar la fe de Sus discípulos preguntándoles cómo compra-
rían pan para tantos. Él deseaba ver que su iniciativa y que
sugirieran soluciones, aunque Él ya sabía muy bien lo que
haría para obrar el milagro. Nuestro Señor nos reta para
que alcancemos el milagro de bendición que deseamos.

Alguien que lo entregue todo • Juan 6:7-11


Un niño ofreció los cinco panes y dos peces que tenía.
Eso fue suficiente para que Jesús alimentara a cinco mil
hombres, además de las mujeres y niños que los acompa-
ñaban. Para que el milagro de la multiplicación y provisión
suceda, primero debemos dar lo que tengamos, invertir
nuestros bienes, esfuerzo, fe y buena actitud. El Señor de-
sea obrar en nuestra vida y bendecirnos, pero debemos
demostrarle que merecemos esa bendición porque somos
generosos y lo que nos dará será para beneficiar a mu-
chos.

La bendición sobreabunda • Juan 6:12-14


Luego de comer hasta saciarse, ¡los discípulos recogieron
doce cestas con lo que sobró! Nuestro Señor es generoso
para saciar nuestra hambre y sed física y espiritual. Él es
alimento para nuestro cuerpo y nuestro espíritu. Siempre
da más de lo que necesitamos cuando estamos junto a Él,
tenemos fe, compartimos lo que tenemos y seguimos Sus
instrucciones.

febrero 333
Conclusión y aplicación
Jesús multiplicó los panes y los peces para darle de comer
a la multitud, porque sabía que ellos necesitaban alimentar
su cuerpo así como alimentaban su espíritu aprendiendo
con Sus enseñanzas. Pero no hizo caer maná del cielo,
sino que esperó a que de Sus discípulos surgieran solucio-
nes. No te quedes esperando a que la bendición venga,
¡esfuérzate por conseguirla y sé generoso para hacer que
suceda!

Llamado y ministración
Lo primero que debes hacer para ver milagros de fe y
provisión en tu vida es reconocer a Jesús como Señor y
Salvador. Entrégale tu corazón y dile que Él será lo más
importante en tu vida de ahora en adelante.

Intercesión • Juan 6:5


Oren por las multitudes que deben venir al Señor para que
Él pueda saciar el hambre y sed de vida eterna, amor, per-
dón y provisión.

Ofrenda • Juan 6:11


Jesús, antes de repartir los panes y los peces, le dio gracias
al Padre por lo que habrían de recibir. Ofrenda con grati-
tud a tu Padre, quien siempre ha sido generoso para darte
más de lo que necesitas y pides.

Más citas: Marcos 6:30-44, Salmos 132:15, Proverbios


15:6.

334 Sus obras


Mis anotaciones

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