Lenguaje de Señas PDF
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LENGUAS DE SEÑAS
Lionel Antonio Tovar
Universidad del Valle
Resumen
Las lenguas de señas de los sordos son lenguas naturales que se diferencian de las
lenguas orales solamente en que utilizan el canal de comunicación viso-gestual
en lugar del audio-vocal. Han estado en uso en comunidades sordas de todo el
mundo desde la antigüedad, pero fue sólo a partir del Siglo XVIII cuando
comenzaron a ser utilizadas por educadores de sordos. Su estatus bajó en los
últimos cien años largos cuando se creyó que todos los sordos podían ser
asimilados a la comunidad oyente terapéuticamente, creencia ésta que se vio
acrecentada por la falta de interés de los académicos por estudiar las señas. Sólo
en 1960, el lingüista norteamericano Stokoe demostró que la lengua de señas
norteamericana (ASL) y, por consiguiente, todas las lenguas de señas, eran
lenguas naturales susceptibles de descripción lingüística. Sin embargo el interés
de los lingüistas por ellas es aún limitada. El propósito de este artículo es ilustrar
la importancia de las lenguas de señas para las comunidades sordas de todo el
mundo y para los estudios del lenguaje en general.
Abstract
The sign languages of the deaf are natural languages that differ from the spoken
languages only in that they use the visual-gestural channel of communication
instead of the vocal-auditory one. They have been used from antiquity by deaf
communities worldwide, but it was only in the 18th century that they came to be
used by educators of the deaf Their status was lowered in the past century or so
when it was believed that deaf people could be assimilated universally into the
hearing community by therapeutical means, a belief that was aided by the lack of
interest of academicians in the study of sign. It was only in 1960 when an
American linguist, William Stokoe, first proved that American Sign Language
(ASL), and hence all sign languages, were natural languages amenable to
linguistic description. However, the interest shown by linguists is still limited.
The purpose of the present article is to illustrate the importance of sign languages
studies for deaf communities throughout the world and for language studies in
general.
La importancia del estudio de las lenguas de señas
INTRODUCCIÓN
debía ser más importante la tradición de las artes liberales que, ejercidas
por miembros prestantes de la sociedad o provistos de un mecenazgo,
le daban más trascendencia a las variedades y usos de las lenguas que
marcaban la condición social en que se movían. Ello explica por qué los
estudios del lenguaje se iniciaron en la antigüedad a partir de la
preocupación por preservar la norma de los clásicos griegos. Cuando,
ya en el siglo XIX los estudios del lenguaje adquirieron, con la lingüística
histórica y comparativa, el rango de verdadera ciencia, el interés se
orientó principalmente hacia las lenguas indoeuropeas. Las lenguas
vernáculas de los países de menor prestigio en América, África, Oceanía
y gran parte de África, debieron esperar hasta el estructuralismo
norteamericano y europeo de la primera mitad del siglo XX. Por su
parte, las lenguas pidgin y criollas debieron esperar unas décadas más
para que se las considerara como objeto de estudio. Por último, la
atención alcanzó las lenguas de señas, cuyo estudio, a pesar de ir en
aumento, es todavía insuficiente, no obstante el espaldarazo definitivo
que recibió con la publicación en 1960 del trabajo Sign Language Structure:
An Outline of the Visual Communication Systems of the American Deaf, por
William Stokoe, seguida por le publicación en 1965 de A Dictionary of
American Sign Language on Linguistic Principles, por Stokoe y su equipo.
El escaso reconocimiento científico que las lenguas de señas han
recibido aun en nuestro siglo, así sea como lenguas minoritarias, ha
significado un escaso reconocimiento oficial en la mayoría de los casos
y su consiguiente exclusión de la esfera educativa. El trabajo tan
benéfico en favor de los sordos iniciado por de l'Épée y continuado por
sus discípulos, principalmente en Europa y América del Norte, se fue
perdiendo cuando cobraron fuerza, hacia la década de 1870, corrientes
reformadoras que consideraban que la educación en señas era excluyente,
y que abogaban por la abolición de lo que se consideraban escuelas y
métodos obsoletos, preconizando la urgencia de integrar clínica y
terapéuticamente a los sordos a la sociedad oyente mediante su
oralización. Estas tesis recibieron sanción oficial en el tristemente
célebre Congreso de Milán de 1880 donde un grupo de expertos
internacionales no representativo (más de la mitad eran italianos que
laboraban en centros donde las condiciones no eran ideales y, además,
no se permitió votar a los maestros sordos) estimó que el oralismo era la
mejor solución para los sordos. A partir de entonces, las lenguas de
señas fueron proscritas en la mayoría de las escuelas para sordos y se
BIBLIOGRAFÍA