El documento describe un "semáforo emocional" para controlar las emociones, con tres colores: rojo para pararse cuando una emoción es intensa, amarillo para pensar y darse cuenta del problema y lo que se siente, y verde para solucionar el conflicto eligiendo la mejor solución después de haber pensado en alternativas.
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El documento describe un "semáforo emocional" para controlar las emociones, con tres colores: rojo para pararse cuando una emoción es intensa, amarillo para pensar y darse cuenta del problema y lo que se siente, y verde para solucionar el conflicto eligiendo la mejor solución después de haber pensado en alternativas.
El documento describe un "semáforo emocional" para controlar las emociones, con tres colores: rojo para pararse cuando una emoción es intensa, amarillo para pensar y darse cuenta del problema y lo que se siente, y verde para solucionar el conflicto eligiendo la mejor solución después de haber pensado en alternativas.
El documento describe un "semáforo emocional" para controlar las emociones, con tres colores: rojo para pararse cuando una emoción es intensa, amarillo para pensar y darse cuenta del problema y lo que se siente, y verde para solucionar el conflicto eligiendo la mejor solución después de haber pensado en alternativas.
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Semáforo emocional
ROJO: PARARSE. Cuando no podemos controlar una
emoción (sentimos mucha rabia, queremos agredir a alguien, nos ponemos muy nerviosos…) tenemos que pararnos como cuando un coche se encuentra con la luz roja del semáforo.
AMARILLO: PENSAR. Después de detenerse es el
momento de pensar y darse cuenta del problema que se está planteando y de lo que se está sintiendo.
VERDE: SOLUCIONARLO. Si uno se da tiempo de pensar
pueden surgir alternativas o soluciones al conflicto o problema. Es la hora de elegir la mejor solución.