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Ambiente y Conflicto Social en La Historia de Olavarría

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AMBIENTE Y CONFLICTO SOCIAL EN


LA HISTORIA DE OLAVARRÍA

Antonio Elio Brailovsky (Comp.)


Prólogo de Marcelo Sarlingo Magne
2

PRÓLOGO

Por Marcelo Sarlingo Magne


Director de la Maestría en Antropología Social
de la Facultad de Ciencias Sociales de Olavarría

En el año 1994 escribí un artículo que titulé “Perspectiva ambiental en la historia


regional”, donde me animé a plantear lo que consideraba un camino de ida en la
articulación entre la historia y la antropología, pensando en aplicar categorías
conceptuales a la región Centro de la Provincia de Buenos Aires. Tomando la
dirección de una necesaria colaboración interdisciplinaria, me parecía central
partir de la idea de que, en la elección de problematizar nuestra propia sociedad, el
antropólogo y el historiador empalmaban sus búsquedas. Aun eligiendo como unidad
de análisis "objetos" discursivos y prácticas lejanas en el tiempo, aun rescatando
huellas perdidas en un pasado que se nos como oculta detrás de múltiples velos
ficcionales, el antropólogo y el historiador hablan del presente. Por entonces, ya
habían formas novedosas de hacerlo. En 1992, Antonio Elio Brailovsky había
publicado uno de sus libros más citados en diversos niveles de la enseñanza y la
divulgación. “Memoria Verde. La historia ecológica de la Argentina”, escrito en
colaboración con Dina Foguelman, resultó ser una descripción tan clara y tan
valiosa acerca de la manera en que los procesos históricos nacionales pueden ser
vistos como una crónica de la expoliación y el mal uso de los recursos naturales en
nombre de ciertos criterios de “civilización”. En ese texto, Antonio y su escritura
lograban superar magistralmente la explicación que ha proporcionado la "Historia
de Bronce" (DELFINO, DANIEL Y RODRIGUEZ, PABLO; 1992), con su obsoleta
descripción lineal de eventos siempre narrados como enfrentamiento de arquetipos
buenos y malos, blancos y negros, "nacionales" y "extranjeros", etc.. Y nos llevaba a
ampliar la mirada sobre un conjunto de procesos históricos de articulación a lo
natural, postulando que lo natural tiene sus propios procesos, y mostrando como
algunos organismos pueden articularse y remodelar su propio desarrollo. Por esta
razón, la fertilidad pampeana no es ningún don ni mucho menos una cuestión que se
3

pueda explicar unicausalmente. Es el resultado de complejas tramas que solo pueden


entenderse con aplicando enfoques relacionales.
El efecto de este trabajo fue inspirador para muchos docentes e investigadores. En el
campo de la antropología ya había enfoques que facilitaban epistémicamente la
construcción de miradas como lo trabajado en “Memoria Verde”. Las relaciones
entre los humanos y su entorno a la luz de la dicotomía moderna de naturaleza y
cultura ya habían sido centrales para las investigaciones antropológicas. En la
teoría antropológica se han dado tres fases distintas:

a) una centrada en los factores ambientales y su incidencia sobre los fenómenos


sociales, es decir, los humanos se adaptan al medio ambiente y por lo tanto son
condicionados por éste. Esta es la fase más antigua y ha sido etiquetada como
“determinismo ambiental”;

b) otra fase, centrada en los efectos de los procesos culturales en el entorno, es


decir, los humanos se adaptan al medio ambiente para suplir sus necesidades y por
lo tanto lo condicionan, se denomina el determinismo cultural; y

c) una perspectiva ecosistémica en la cual se analizan las relaciones de los humanos


con su ambiente y la manera como existe un condicionamiento mutuo, articulando
conceptos de múltiples disciplinas como la ecología o la cibernética.

Los dos primeros determinismos están inscritos en cada uno de los dos polos de la
dicotomía Naturaleza vs. Cultura. Si hablamos en términos de teoría
antropológica, los desarrollos teórico-prácticos de la tercera fase logran superar
los problemas de las otras dos. El paradigma dual de naturaleza/cultura ha tenido
diferentes implicaciones al analizar las relaciones de diversas sociedades con su
entorno. Por ejemplo, los aspectos biológicos y evolutivos fueron usados para
analizar aspectos sociales en donde éstos últimos eran considerados estructuras
normativas que constreñían a los humanos de aplicar todas sus estrategias
heredadas. Por el contrario, el énfasis en la racionalidad económica de los actores
sociales fue utilizado para analizar las relaciones con el medio ambiente en donde
4

se presentaba a la naturaleza como sometida esquemáticamente a posibilidades


racionales.

Diversos desarrollos teóricos logran escapar al dualismo y desde los años ´90
muchos trabajos de Ecología Política identifican múltiples significados, lo que
genera procesos de negociación entre sujetos colectivos que sostienen diversas
nociones de naturaleza. Algunas nociones de naturaleza se han vuelto
hegemónicas, pongamos por caso la noción renacentista de naturaleza estudiada a
partir de la modernidad, mientras que otras son debatidas, repensadas o
transformadas. Más aún, las luchas simbólicas entre los actores que sostienen
diversas nociones de naturaleza tienen implicaciones políticas para poblaciones y
actores sociales específicos. Así, las nociones sobre la naturaleza, la ecología y el
medio ambiente son terrenos de luchas permeados por relaciones de poder y
dentro de un proceso permanente de negociación y resignificación. En estas
perspectivas se articulan análisis posestructuralistas sobre la naturaleza (los cuales
trascienden las concepciones duales y esencialistas) y concepciones sobre los
actores sociales como actores políticos con capacidad de acción, los cuales están en
constantes negociaciones entre los contextos locales, nacionales y globales. Por lo
tanto, mediante los enfoques de la Ecología Política se ha ido pasando de un
análisis ecosistémico que relacionaba a una población con su ecosistema, a análisis
globales que se centran en los humanos y su interrelación con otros seres vivos en
el planeta entero.

Los artículos que se presentan en este libro se centran en problemas ambientales


que implican luchas sobre significados y prácticas, luchas microsociales que a su
vez tienen implicaciones para los diversos actores sociales de acuerdo a contextos
temporales, económicos y políticos particulares. Estos contextos se articulan tanto
en lo local y nacional, y también tienen articulaciones globales. Los problemas
ambientales no son neutrales y el acceso, los usos, los beneficios y costos de los
recursos naturales están mediados por relaciones desiguales de poder. Enfoques
que enlacen todos estos elementos son complejos para un investigador solitario
pero no lo son tanto cuando varias personas abordan diferentes problemas con
5

diversos elementos. Como trabajo en proceso, una parte de una etapa productiva
mayor, los artículos que aparecen a continuación son producto de los incentivos
intelectuales que Antonio Elio Brailovsky brindó generosamente en el curso de
Historia Ambiental dictado en el marco de la Maestría en Antropología Social de
la Facultad de Ciencias Sociales de Olavarría, en septiembre del 2018.
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PRESENTACIÓN
Por Antonio Elio Brailovsky

En 2018 desarrollé en Olavaria un Seminario sobre “Ambiente y Conflicto Social


en la Historia de Iberoamérica”. Lo hice en el marco de la Maestría en
Antropología Social de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional
del Centro de la Provincia de Buenos Aires, e invitado por su Director, Marcelo
Sarlingo Magne.
El objetivo fue analizar con los maestrandos y con personas interesadas de la
comunidad académica algunos lineamientos de la historia ambiental de América
Latina para procurar aplicarlos a situaciones vinculadas con la historia ambiental
de Olavaria y contribuir así al proceso de construcción de la historia ambiental
local.
Se entenderá por historia ecológica o historia ambiental, a aquella disciplina que
se ocupa de las interacciones entre las sociedades humanas y el mundo natural y de
sus consecuencias para ambas partes a lo largo del tiempo.
Este puente conceptual es indispensable para comprender situaciones sociales cuyo
análisis queda incompleto sin el componente ambiental y, recíprocamente,
situaciones ambientales cuya comprensión requiere del conocimiento de su
evolución histórica.
La historia ambiental es un campo del conocimiento relativamente reciente y en
continua expansión. Podemos destacar diversos antecedentes, que implican
diferentes aproximaciones metodológicas. Desde el trabajo pionero de Morello y
Gligo1, hasta el intento de abarcar en un solo volumen la historia ecológica del
mundo (aunque obviando sus implicaciones sociales) 2, pasando por las primeras
investigaciones realizadas a escala nacional, y teniendo en cuenta los desarrollos
teóricos de Joan Martínez Alier, existe una amplia gama de perspectivas sobre la
relación entre historia y ecología.

1
Gligo, Nicoló y Morello, Jorge: "Notas sobre la Historia Ecológica de América
Latina" en Sunkel, Osvaldo y Gligo, Nicoló (eds.): “Estilos de Desarrollo y Medio
Ambiente en América Latina”, México, Fondo de Cultura Económica, 1980.
2
Pointing, Clive: “Historia verde del mundo”, Buenos Aires, Ed. Paidós, 1992.
7

La historia ecológica o historia ambiental utiliza fuentes y métodos muy parecidos


a los de la Historia para describir las sociedades. Al ocuparse de las grandes
temáticas de la ecología, como por ejemplo el impacto ambiental o el desarrollo
sostenible, la historia ambiental se vale de los principales conceptos de las ciencias
ambientales. La historia ambiental busca un balance entre el análisis de la
naturaleza y de la historia. En esta actividad puede apoyarse por una parte en la
historia social o en la historia urbana, pero poniendo el acento en los cambios
producidos en el medio ambiente.
El más sugestivo antecedente se encuentra en la inmensa obra de Fernand Braudel
sobre el Mediterráneo en la época de Felipe II 3, aunque el desafío es actualizar un
enfoque metodológico que ya tiene casi tres cuartos de siglo. El debate entre los
diversos puntos de vista sobre este campo del conocimiento recién comienza4.

3
Braudel, Fernand: “El Mediterráneo y el mundo mediterráneo en la época de
Felipe II”, México, Fondo de Cultura Económica, 1953.
4
Para una síntesis de los diversos puntos de vista y criterios metodológicos en
historia ecológica, véase el capítulo: Palacio C., Germán A: “En búsqueda de
conceptos para una historiografia ambiental”, en “Naturaleza en disputa”, Bogotá
2001, pp. 37-74)
8

Una de las ideas rectoras es superar la vieja noción de “recursos naturales”,


originada en el industrialismo del siglo XIX y basada en la idea del hombre que
domina la naturaleza y explorar la noción de coevolución entre naturaleza y
sociedad.
De este modo, las sociedades humanas y los ecosistemas coevolucionan y se
modifican mutuamente. La noción de coevolución fue desarrollada inicialmente
para analizar los cambios recíprocos que se producen entre especies analizadas, las
que a veces se descubren cuando la extinción de una especie provoca la de otra
especie asociada. Su utilización en historia ambiental permite pensar de un modo
más ajustado las interacciones entre fenómenos naturales y procesos sociales.
Hablamos de lo ambiental como del cruce entre la naturaleza y la sociedad. De lo
que cada grupo humano hace con su particular entorno natural y del modo en que
estas conductas revierten sobre las condiciones de vida de las personas. La relación
con ese entorno se produce mediante determinadas tecnologías, entendidas
simplemente como una manera de hacer las cosas. Estas tecnologías pueden
alcanzar un alto grado de sofisticación en el aprovechamiento de los distintos
fenómenos naturales, aunque las herramientas materiales utilizadas nos parezcan
primitivas. En ocasiones, un cultivo realizado con herramientas de palo puede
basarse en principios y conocimientos más complejos que otro que utilice imágenes
de satélite, agroquímicos y maquinarias inadecuadas para ese suelo.
Cada pueblo tiene un peculiar estilo tecnológico que resulta de las interacciones
entre la oferta natural (incluyendo no sólo los objetos físicos de la naturaleza sino
también su dinámica) y su cultura, entendida en su sentido más amplio (desde el
sistema de creencias hasta la red de intereses económicos y las relaciones de poder
existentes). El estilo tecnológico tiene que ver con la forma en que esa sociedad ha
coevolucionado con sus ecosistemas.
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Esto significa, además, que esta relación no es individual sino social. Cuando
hablamos del vínculo entre hombre y naturaleza, sólo podemos referirnos al que se
establece entre una sociedad determinada y su entorno natural. Esta aproximación
sólo es posible mediante un enfoque transdisciplinario. En consecuencia,
trabajamos sobre temas que habitualmente son estudiados por varias ciencias
diferentes.
Esto nos plantea, simultáneamente, la necesidad de un lenguaje común, un
lenguaje que sea accesible a personas de formaciones diversas. Por esta razón
evitamos el uso de la terminología técnica de las diferentes disciplinas involucradas
y preferimos emplear un lenguaje de divulgación.
Tales fueron los lineamientos conceptuales de este Seminario. La propuesta de
trabajo fue aplicar esos criterios al análisis de su realidad local.
Los trabajos realizados en este Seminario significan valiosos aportes en el ya
mencionado proceso de construcción de la historia ambiental de Olavarría. Estos
trabajos analizan el auge y decadencia de un modelo extractivista que adoptó la
forma de un capitalismo paternalista. En su etapa expansiva generó puestos
laborales desde una empresa que monopolizó el poder económico y político en la
zona, y que también causó serios daños ambientales y sanitarios. En su etapa de
decadencia, queda abierta la discusión sobre un modelo productivo que los
reemplace, integrando a todas la población y sin caer en las consecuencias
habituales del extractivismo.
Esta publicación se hace para poner en común los resultados y dar una base para
futuros avances. Hay también otra razón, que tiene que ver con mi experiencia
sobre el trabajo universitario. Durante muchos años he visto una innumerable
cantidad de trabajos (muchos de ellos, originales, creativos, valiosos) que tenían
por único objetivo aprobar una materia y tenían en consecuencia un único lector,
el docente que debía calificarlos. Unos pocos tenían continuidad y se
transformaban después en trabajos académicos formales. Pero la mayor parte de
ellos quedaba olvidada, fuera de cualquier circuito de intercambio intelectual, lo
que constituye un inmenso despilfarro de energías creativas. Al mismo tiempo, el
mensaje que, desde las Universidades, dábamos a los estudiantes, era que su
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trabajo era descartable, no por falta de calidad académica, sino simplemente


porque lo habían hecho ellos y no alguien con más títulos que ellos.
Por eso, la idea de publicar estos textos en forma electrónica. Para que cumplan el
destino el conocimiento, que es circular continuamente.
Los temas tratados por los respectivos autores son los siguientes:
 En el primer capítulo tenemos Diversas miradas sobre el extractivismo en
Olavarría. Leonardo Yunger trabaja la evolución del extractivismo en Olavarría
desde el punto de vista de las grandes tendencias de la economía mundial. Stella
Maris Francia estudia el impacto ambiental y social de la empresa Calera
Avellaneda, mientras que Cristina Merlo hace lo propio con la empresa Calera
1888. Y Magdalena Wagner cierra el capítulo con reflexiones sobre el modelo
extractivista y sus consecuencias sobre la evolución urbana.
 En el capítulo sobre Dos casos de historia del ambiente urbano, tenemos un
trabajo de Juan Weisz que analiza el componente ideológico en las reformas a los
espacios verdes urbanos. A esto se agrega el estudio de Mariángeles Glok Galli
sobre las fallas de gestión urbana durante las grandes inundaciones, acompañado
de una producción fotográfica que contrasta a vida cotidiana actual con la de la
inundación que estudia.
 El tercer capítulo se refiere a los orígenes de Los migrantes que construyeron
Olavarría, con un estudio de caso de Patricia Herr.
 El cuarto capítulo analiza El modelo agropecuario vigente, desde dos
perspectivas: María Laura Casamayou toma el impacto de un agrotóxico de
amplia utilización e Hilda Pedrero García realiza un estudio de caso sobre una
fábrica de fertilizantes.
 El quinto capítulo es sobre Ambiente y violencia institucional, con un estudio
de Raquel Lacaria sobre las condiciones ambientales del penal de Sierra Chica.
 El sexto y último capítulo es sobre Arte, Cultura y Educación Ambiental.
Claudia Marcela Sosa y María José Sotelo nos muestran diversos recursos
pedagógicos para el abordaje de las problemáticas ambientales, con centro en el
caso de Olavarría. Rosana Farana discute usos e intervención de los espacios
públicos por medio de manifestaciones de arte urbano, donde se plasman
11

cuestiones ecológicas y de educación ambiental. Y María Inés Banegas nos ofrece


un cuento para educación ambiental: “La Sirena del arroyo Tapalqué”.

BIBLIOGRAFÍA BÁSICA
 Brailovsky, Antonio Elio: “Historia Ecológica de Iberoamérica” (2 tomos) Le
Monde Diplomatique-Kaicrón, Buenos Aires, 2005 y 2009.
 Brailovsky, Antonio Elio y Foguelman, Dina: “Memoria Verde”, historia
ecológica de la Argentina, Buenos Aires, Sudamericana, 1991.
 Castro, Guillermo: “De civilización y naturaleza. Notas para el debate sobre la
historia ambiental Latinoamericana”. Simposio de Historia Ambiental Americana,
Santiago, Chile, 2003.
 Leal, Claudia: ”Presentación del dossier sobre historia ambiental
latinoamericana” En: Historia Crítica, 30 ,julio-diciembre 2005.
 Palacio, Germán. “Historia Tropical: a reconsiderar las nociones de espacio,
tiempo y ciencia”. En Revista Tareas 120 mayo-agosto 2005.
 Clare, Patricia: “Un balance de la historia ambiental latinoamericana”, Costa
Rica, 2010.
12

Cap. 1 - DIVERSAS MIRADAS SOBRE EL EXTRATIVIS-


MO EN OLAVARRÍA

OLAVARRÍA, DE “PUEBLO DE FRONTERA” A “(¿EX?) CIUDAD


DEL TRABAJO”
Por Leonardo Yunger

1- INTRODUCCIÓN
El presente trabajo final corresponde al seminario “Ambiente y conflicto social en
la historia de Iberoamérica” de la Maestría en Antropología Social de la Facultad
de Ciencias Sociales de Olavarría (UNICEN). El curso fue dictado por el Profesor
Antonio Elio Brailovsky durante septiembre y octubre de 2018. Con este trabajo,
pretendo integrar los contenidos del seminario con los de otros cursos de la Maes-
tría a los que asistí. Me refiero a “Procesos Globales e impactos territoriales” a
cargo del Dr. Carlos Paz y “Políticas y teorías del desarrollo”, el cual fue dictado
por la Dra. Alicia Villafañe. De esta manera, presento los procesos históricos de re-
lación entre naturaleza-sociedad en la región en la que se encuentra la ciudad de
Olavarría, desde sus orígenes hasta finales del siglo XX.
El Profesor Brailovsky (2009) define a la historia ecológica como el campo del co-
nocimiento que analiza el desarrollo de las relaciones naturaleza-sociedad en el
transcurso del tiempo. Estos procesos presentan una complejidad que requiere un
abordaje de fenómenos de larga duración, en los que cada forma de organización
social genera una forma particular de relación con la naturaleza. Desde esta
perspectiva, resulta un error hablar de la relación hombre-naturaleza, ya que los
seres humanos no se vinculan individualmente con el medio natural, sino mediati-
zados por su propia cultura. La cultura es el hábitat del ser humano. La historia
ecológica pone el acento en la coevolución naturaleza-sociedad. Mientras las socie-
dades humanas transforman el medio natural en el que están insertos, los cambios
en los ecosistemas generan cambios modificaciones en las formas de organización
social (Brailovsky, 2009)
13

El autor de “Historia ecológica de Iberoamérica” (2009), considera que los cam-


bios en las sociedades humanas ocurren a través de conflictos. De esta manera, de-
fine al conflicto como característico de todo tipo de organización social, el cual in-
fluye en el desarrollo de distintos proyectos sociales. A partir de estas definiciones
es que presento distintos conflictos sociales que marcaron las distintas etapas de
desarrollo de la región de la ciudad de Olavarría. Desde su fundación como “fron-
tera con el indio”, los conflictos laborales, hasta su estereotipo como “Ciudad del
trabajo”, estuvieron marcados por conflictos sociales.
El Profesor Brailovsky presenta la noción de fases de desarrollo, como herramien-
ta para comprender fenómenos sociales que se dan en procesos de larga duración.
En cada fase de desarrollo, interactúan con una misma lógica todas las variables
sociales en un determinado modelo de sociedades, siendo así internamente cohe-
rente en todos sus aspectos: la política, la economía, el orden social, el Estado y los
aspectos culturales. En cada fase de desarrollo se da una cierta modalidad de inte-
racciones entre diversos fenómenos sociales y entre estos con el medio natural
(Brailovsky, 2009). En el caso de nuestro país, en el contexto Iberoamericano, con-
sidero para este trabajo tres fases de desarrollo que sirven para analizar los fenó-
menos sociales en relación con la naturaleza en Olavarría desde fines del siglo XIX
hasta principios del XXI. El primero de ellos es el que Brailovsky señala como “pe-
ríodo de europeización” y se caracteriza por la inserción de nuestro país en el mer-
cado internacional como exportador de materias primas (modelo agroexportador),
la formación del Estado Nacional y las inmigraciones de personas desde Europa.
La siguiente etapa es la de sustitución de importaciones y se encuentra marcada
por procesos de industrialización, nuevas formas de vinculación entre la sociedad y
el Estado y de estos con la naturaleza. La tercera etapa, de globalización, se carac-
teriza por los procesos de privatizaciones y desindustrialización, generando el dete-
rioro de las condiciones de vida de grandes sectores sociales. A lo largo del trabajo,
profundizo en los fenómenos que se dan localmente en cada una de estas fases de
desarrollo.
2- OLAVARRÍA: PUEBLO DE FRONTERA
El origen militar de nuestra ciudad de Olavarría, fundada como núcleo fundacio-
nal en 1867, se inscribe como fortín encargado de vigilar y proteger a las caravanas
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de comerciantes que se disponían a atravesar territorios indígenas. Años más tar-


de, otra actividad, la minería, coexistió con la actividad agroganadera. Hacia 1879
ya se habían detectado recursos minerales en la zona que años más tarde se co-
mienzan a comercializar en la ciudad de Azul (Paz, 1999).
El modelo agroexportador se inscribe en la historia de nuestro país con la confor-
mación del Estado Nacional durante las últimas décadas del siglo XIX y su inclu-
sión en el mercado mundial básicamente como exportador de materias primas,
principalmente ganado y cereales. Este proceso de “organización del Estado” lleva-
do adelante por la denominada “generación del 80”, estuvo orientado hacia lo que
se consideraba la “modernización del país”, dejando atrás las condiciones de la so-
ciedad colonial y siguiendo los parámetros políticos, económicos y sociales de las
naciones europeas, en las que estas élites locales reconocían modelos de civiliza-
ción y progreso.
Gino Germani, citado por Alicia Villafañe (2002), reconoce que la organización
del Estado por parte de estas élites estuvo basada en tres fundamentos: inmigra-
ción transoceánica masiva, educación universal y obligatoria y el desarrollo de for-
mas de producción modernas. De esta manera, hacia 1880, se fue constituyendo la
región pampeana como un territorio explotable de acuerdo al nuevo modelo agro-
exportador inserto en el mercado internacional, lo cual implicó el genocidio de los
pueblos originarios que aquí habitaban, la distribución de sus tierras entre unos
pocos que apoyaron y financiaron la gran empresa que encabezó Roca y su ejérci-
to, la inversión de capital extranjero y el asentamiento de inmigrantes europeos.
Carlos Paz señala que la expansión del Estado Nación, iniciado por medio del pro-
ceso de “pacificación”, no fue otra cosa que un masivo etnocidio y que, bajo la in-
fluencia de sectores hegemónicos aliados, se produjo la modificación de los espa-
cios naturales, la pérdida de control sobre los mismos por parte de las etnias que
las poblaban y la explotación de las riquezas de la región pampeana en base a la
agroganaderia. En este contexto, la región fue un espacio clave en la avanzada de
las campañas militares-económicas al sur del Río Salado. Otro rasgo característico
de este proceso fue la política del Gobierno Nacional de fomentar la inmigración
europea. Una inmigración que estaba, según sus planteos, dirigida a fomentar el
desarrollo del país. Estas políticas son acordes con la ideología de la generación del
15

80 que veía en Europa los modelos a seguir y según la cual se constituyó el Estado
Nacional.
Carlos Paz señala que Italia, entre muchos otros países expulsores, fue el más afec-
tado por este fenómeno con aproximadamente 25 millones de migrantes de los cua-
les un tercio se dirigió a la Argentina buscando nuevas posibilidades de subsisten-
cia ante la escasez de demanda de mano de obra y los cambios impuestos por la in -
dustrialización en sus países. “Asimismo, nutridos grupos de polacos, yugoeslavos,
portugueses, montenegrinos, españoles, vascos, franceses, llegaban a la zona mine-
ra. Algunos con el deseo de trabajar en la campaña en las actividades agrícolas por
el conocimiento del oficio, otros con el conocimiento del trabajo de la piedra, se
distribuían en las caleras y canteras de la zona, donde su oficio tenía una fuerte de-
manda, especialmente hacia finales del siglo XIX” (Paz, 2012).
La heterogeneidad y el gran número de colectividades extranjeras influyeron en la
composición social de los entonces trabajadores de la piedra y también del medio
rural. Asimismo, los saberes y conocimiento de los distintos oficios fue determi-
nante para el desarrollo productivo de las primeras canteras y caleras. Posterior-
mente las grandes implantaciones industriales de principios del siglo XX, también
demandaron la utilización de esta mano de obra para la conformación de los plan-
teles de fábrica (Paz; 2012). Cabe aclarar que también migrantes internos y del
resto de América Latina se fueron incorporando en los años siguientes.
Por su parte, en el ámbito rural los colonos europeos transformaron el espacio
adoptando formas de producción no comunes en la región. Tal como lo ejemplifica
Alicia Villafañe con el caso del asentamiento de “alemanes del Volga”, instalado en
el contexto en que el gobierno argentino se plantea europeizar la pampa. “A partir
de 1877 las tierras que ocupaban las tribus de Catriel, las mejores de la zona, son
entregadas a estos colonos por el gobierno nacional” (Villafañe, 2000 ; 7). En este
caso, la organización del trabajo familiar de la chacra colona contrastaba con la de
las estancias ganaderas tradicionales que existían en el resto de la región, las cuales
presentaban enormes dimensiones porque se habían constituido a partir del régi-
men de “eufiteusis” que posibilitó que grandes extensiones quedaran en pocas ma-
nos. (Villafañe, 2000)
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3- PROCESO DE SUSTITUCIÓN DE IMPORTACIONES E INDUSTRIALIZA-


CIÓN
A finales del siglo XIX (1860-1870) el surgimiento de explotaciones de piedra caliza
y granito en nuestra región paulatinamente fue llevando a un crecimiento pobla-
cional y urbanístico de importancia. Esta incipiente producción minera se convir-
tió en un factor de atracción de mano de obra, en un principio europea pero que
posteriormente fue incluyendo migrantes internos y de países vecinos. Los medios
de producción con los que se contaba en esos tiempos eran muy simples, primando
sobre todo el trabajo artesanal de la piedra y su molienda, luego de las voladuras
con dinamita, por medio de cuadrillas de operarios con conocimientos sobre las ve-
tas de las rocas y dónde golpearlas con rústicas herramientas, tales como el “ma-
rrón”, una pesada maza de entre 5 y 8 kilos. En este primer período los actores
económicos no habían alcanzado un grado de complejidad demasiado avanzado.
Esto se puede observar en lo simple de la tecnología que no permitía ampliar la
productividad de las minas, el trabajo artesanal organizado de manera familiar o
doméstica y que el desarrollo del mercado minero aún no se había expandido en
demasía (Paz, 1999)
Es a partir de 1920, sostiene Carlos Paz, cuando se puede hablar de un segundo pe-
riodo de complejización económica en la que la dinamización de la actividad ex-
tractiva va tendiendo a desaparecer algunos de los agentes económicos vigentes
desde finales del siglo pasado. Tal es el caso de la pequeña empresa minera, que co-
mienza a competir con gigantescas industrias que traen del extranjero tecnología
sofisticada y otras concepciones sobre la utilización de la mano de obra y la gestión
de la producción.
“Este proceso de complejización económica, básicamente está dado en las dos pri-
meras décadas de este siglo por el incremento en la productividad en las plantas
extractivas, el desarrollo y acceso a tecnologías sofisticada, una mayor especializa-
ción de los operarios, la llegada de servicios, desarrollo del comercio en la ciudad
de Olavarría y pueblos cercanos, crecimiento del mercado y la creación de los Sis-
temas de Fábrica con Villa Obrera que nacen con la fábrica de Cementos San
Martín en 1917, en 1920 Loma Negra y posteriormente Calera Avellaneda, Cerro
Sotuyo, Celera Feitis, Cerro Negro, etc” (Paz, 1999; 15)
17

Estas transformaciones a nivel local se dan en el contexto de surgimiento de un


nuevo modelo de desarrollo a nivel nacional, el cual se encuentra inserto en nuevas
condiciones a nivel mundial. Al modelo agroexportador, le sucede, el de sustitución
de importaciones, en el marco de las nuevas coyunturas que se producen en el mer-
cado internacional en el período de entreguerras y con mayor fuerza a partir de la
Gran Depresión del 30 y la Segunda Guerra Mundial con el auge de las políticas
keynesianas. La caída de las exportaciones de materias primas y de las importacio-
nes manufactureras, sobre las cuales se basaba el anterior modelo, obligaron el de-
sarrollo de una incipiente industrialización sustitutiva en el país.
En este contexto, en la región se va generando un mercado subsidiario de la gran
industria extractiva, lo cual favoreció el desarrollo de sus estructuras organizativas
y la producción, así como la expansión de los circuitos de acumulación. En tal sen-
tido, los avances en la producción del cemento, cal y otros insumos para la cons-
trucción provocaron un efecto multiplicador por encadenamiento a una mayor in-
dustrialización, convirtiéndose en industrias generadoras de otras. Entre los secto-
res más favorecidos se pueden mencionar al metalúrgico, las proveedoras de enva-
ses industriales, aceros especiales, refractarios, la producción de cerámicas y mate-
riales para la construcción. (Paz, 1999)
4 - LA FÁBRICA Y UNA NUEVA CONCEPCIÓN DEL TRABAJO EN EL CAPI-
TALISMO SALVAJE
En este nuevo proceso, ya no es la cantera, ahora es la fábrica la que ocupa un lu-
gar preponderante y enfrenta a los trabajadores a un nuevo contexto que cambia
rotundamente su concepción del trabajo, modificando las relaciones sociales de
producción. El trabajo en las grandes plantas extractivas que se instalan en la
zona se organiza bajo formas de organización fordista (Paz, 1999). Es decir, un sis-
tema racional de producción en masa, caracterizado por altos niveles de concen-
tración, centralización e integración vertical de los procesos de producción (Villa-
fañe, 2006) desplaza al trabajo realizado de manera artesanal y basado en los sabe-
res y el oficio de los antiguos trabajadores de la piedra reemplazándolos por el re-
querimiento de nuevos conocimientos sobre nuevas tecnologías.
“Son los tiempos modernos para la minería local, donde ya no pesa esa relación de
fuerza y saber propia del oficio de picapedrero. Son los tiempos de las máquinas y
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las nuevas formas de gestión que se apoderan de las técnicas productivas, pero
principalmente de los tiempos de producción, ocultando paulatinamente los sabe-
res tradicionales” (Paz, Apunte de cátedra; 10)
En 1917 se instala la primera gran fábrica de capitales norteamericanos, pionera
en la explotación de cemento: la “LoneStar”, posteriormente llamada “Compañía
Argentina de Cemento Porland”. En 1920, esta radicación fue acompañada por
“Loma Negra” y años más tarde por la planta de “Calera Avellaneda”.
Un rasgo característico de estas grandes industrias es la instalación de “Sistemas
de fábrica con Villa Obrera” que presenta grandes cambios en cuento a la vincula-
ción de los trabajadores con la empresa. Federico Neiburg, considera que los siste-
mas fabriles que se establecen en zonas en las que no existe un mercado de trabajo
previamente formado, se transforman en polos de atracción de mano de obra y
una forma de inmovilizarla es a través de la vivienda. Lo que da como resultado
un sistema particular de dominación en el que, al contrario de la industria capita-
lista clásica, la empresa invade y domina no sólo el ámbito de la producción, sino
también de la reproducción de los trabajadores. Además reconoce, en el caso de
Loma Negra, que el rasgo más notable que tienen los procesos sociales es el carác-
ter personalizado de las relaciones entre los trabajadores y la empresa, en las que
la figura del patrón se encuentra presente en todo este conjunto de relaciones coti-
dianas y parece concitar un conjunto de expectativas en cuanto a “favores” y “be-
neficios”. En este sentido, el autor señala las diferencias con el modelo “prototípi-
co” de la relación “obrero/ patronal” en el que los primeros se encuentran ligados
a una empresa anónima por medio de los canales impersonales del mercado. (Nei-
burg, 1988)
Las características presentadas por el Sistema de Fábrica con Villa Obrera de in-
movilización de la mano de obra y la producción de relaciones de tipo personaliza-
das, plantea Neiburg, se desarrollan en el contexto del “capitalismo salvaje” y fun-
cionan como un medio de contrarrestar las precarias condiciones de trabajo y la
inestabilidad en el empleo, entre las que se puede mencionar la contratación por
día y “a dedo” (Neiburg, 1988).
En el caso de la fábrica instalada en la zona de Sierras Bayas, Alicia Villafañe, se-
ñala que “la vida de la empresa no se vio alterada por grandes huelgas u otras ma-
19

nifestaciones de conflicto hasta 1944. Había logrado una relación obrero/empresa


sin mediaciones, gracias al disciplinamiento de la fuerza de trabajo, la provisión de
bienes sociales diferenciados, que sólo se tenían si se pertenecía a la fábrica: agua,
luz, buenas escuelas, diversiones, cine, club, etc. La asociación fábrica-villa obrera
implicaba la extensión de la influencia de la fábrica de la esfera de la producción, a
la de la reproducción, al terreno de las prácticas sociales cotidianas de los actores”
(Villafañe, 2000; 5)
Lo distintivo del nuevo carácter que asumen las organizaciones sindicales en los
años cuarenta, considera Neiburg, se da con el telón de fondo de la irrupción del
peronismo en la escena nacional y representa un punto de referencia necesario en
cuanto al proceso de constitución de la clase obrera argentina, ya que entre otras,
su política supone el reconocimiento del carácter colectivo de la relación capital-
trabajo, de la contratación de mano de obra y de las negociaciones de condiciones
laborales. (Neiburg, 1988)
Al respecto, este autor trabaja con el caso de la conformación del sindicalismo or-
ganizado en la fábrica de Loma Negra, lo cual se da a partir de 1946 con el recono-
cimiento del nuevo “Sindicato del Cemento, Cal y Anexos de Loma Negra”, el cual
desde un principio adhiere a las políticas llevadas adelante por Perón, enfrentán-
dose y desplazando al antiguo “Sindicato de Obreros de la Construcción”, confor-
mado en 1939, alineado a nivel nacional a la Federación Obrera Nacional de la
Construcción de inserción en el Partido Comunista que venía funcionando de ma-
nera clandestina, ya que hasta allí no era reconocida legalmente la actividad de es-
tas organizaciones, lo cual implicaba, además de una relación muy conflictiva con
la empresa, respuestas represivas y persecutorias por parte de esta, echando mano
de las fuerzas policiales y sus propios servicios de seguridad. (Neiburg, 1988)
La inserción de las organizaciones locales y regionales en la estructura sindical a
nivel nacional se debe considerar en base a un doble movimiento: el primero origi-
nado en las organizaciones de base, con su adhesión a las políticas peronistas y el
segundo se desprende de las directivas impartidas por las Federaciones y por la po-
lítica laboral del gobierno nacional (Neiburg, 1988)
Este nuevo escenario en las relaciones entre trabajadores y la patronal se integra
en la progresiva intervención del Estado en la economía que se venía dando desde
20

el abandono del modelo agroexportador y en la constitución del Estado de Bienes-


tar durante el gobierno peronista. Este implicó la extensión de la cobertura del sis-
tema previsional, el desarrollo del sistema de salud pública por medio de obras so-
ciales, la expansión de la política habitacional, y notables inversiones en la infraes-
tructura pública en las áreas de salud y educación (Abal Medina, 2010 Eudeba)
5 - OLAVARRÍA: CIUDAD DEL TRABAJO
Durante este nuevo proceso de sustitución de importaciones y la dinamización eco-
nómica y productiva de la región alrededor de la explotación minera y sus indus-
trias subsidiarias comienzan a intensificarse los transportes, los servicios y el co-
mercio. El centro urbano funciona estableciendo un proceso de concentración es-
pacial de acuerdo con la lógica del capital y una consiguiente atracción de fuerza
de trabajo disponible en el mercado laboral de la región (Gravano, 2005).
El importante crecimiento del mercado de trabajo, favorecido durante la década
del ´60 por la ubicación estratégica de Olavarría y las políticas desarrollistas im-
plementadas a nivel nacional, llevó a la ciudad a ser estereotipada como “Ciudad
del trabajo” y a la zona a ser considerada como “Tecno-polo” o “Polo de Desarro-
llo”, sin que ello se haya cristalizado efectivamente (Paz, 1999)
Las teorías del desarrollo polarizado y de la difusión, fueron las bases sobre las que
se implementaron las políticas de Polos de Crecimiento que tuvieron gran fuerza
en la región durante las décadas del ´60 y ´70. Pero lo esperado desde la teoría no
dio resultados por limitaciones técnicas y políticas, ya que el desarrollo del capita-
lismo en esta zona tendió a expandirse de forma desigual. Entre los problemas que
presentaron estas políticas se encuentra el contraste entre la imposibilidad de la
pequeña empresa de acceder a las nuevas tecnologías y a circuitos financieros,
mientras que para la gran industria resultan modelos exitosos, ya que continua in-
corporando tecnología de avanzada para obtener la maximización de ganancias, el
aumento de la productividad y una permanente racionalización de la mano de
obra (Paz, apunte de cátedra).
Al respecto, Ariel Gravano, señala que “se destaca la asociación de esta imagen
mítica de “ciudad del trabajo” con los mensajes del modelo desarrollista: la idea de
centro (de la provincia de Buenos Aires), la idea de futuro, de crecimiento, de ex-
pansión y cierto decurso del que Olavarría formaría parte, enunciado sobre la base
21

de una idea de destino esencial y providencialmente determinado, esto es: no de-


pendiente de las relaciones histórico-estructurales y contradictorias de las relacio-
nes capitalistas, sino planteado como armónico y coherente con esa visión provi-
dencial” (Gravano, 2005; 46)
6- DESOCUPACIÓN E INFORMALIDAD LABORAL EN EL MODELO NEO-
LIBERAL
Las desigualdades para acceder a las nuevas tecnologías de avanzada que requie-
ren las nuevas reglas del sistema capitalista se agravan durante la década del ´70 y
comienzos de los ´80, cuando los conceptos de competencia, valor de mercado y
costos de producción marcan un quiebre en cuanto al desarrollo de nuevos meca-
nismos de gestión económica, lo que provoca el cierre de numerosas plantas extrac-
tivas de pequeños porte en la región. Además, la racionalización de la mano de
obra, vinculada a la búsqueda de la ampliación de la ganancia y la productividad,
comienza a retraer la oferta de trabajo, expulsar a muchos trabajadores del siste-
ma fabril generando la aparición de trabajo informal y el deterioro de las condicio-
nes laborales (Paz, 1999)
Alicia Villafañe señala que durante la década del ´80 se modifica la producción de
cemento en la Fábrica de Sierras Bayas, además de su envasado y distribución, in-
corporando la mecanización, lo que reduce la cantidad de obreros necesarios y la
jubilación anticipada o retiro forzado de muchos de ellos (Villafañe, 2000). Estas
transformaciones se encuentran enmarcadas en un nuevo sistema económico mun-
dial que se desarrolla hacia principios de la década del ´70, dado por el quiebre del
equilibrio fordista, el desmoronamiento del orden económico político de Bretton
Woods y la erosión de los mecanismos de regulación nacionales, dando lugar a me-
canismos de regulación globales. Este nuevo sistema se caracteriza por descentrali-
zar los procesos de producción a nivel sectorial y espacial, la capacidad de las em-
presas, ahora transnacionales, de buscar en el mundo los factores más convenien-
tes para aumentar la tasa de ganancia y la productividad evitando los altos costos
laborales y las legislaciones protectoras del medio ambiente, la desregulación del
sistema financiero mundial, la introducción de nuevas tecnologías y el aumento de
utilización de mano de obra informal (Villafañe, 1999).
22

El desarrollo de formas “más flexibles” de capitalismo, insertas en los procesos


globales, se manifiesta en las sociedades locales en diversas problemáticas como la
desocupación o nuevas formas de ocupación, precarización del empleo, reasigna-
ción de ocupación de los espacios, miseria, migración y despoblamiento de algunas
áreas. Además, en el sector agrario, los procesos globalizadores tienen consecuen-
cias determinantes para los países periféricos agroexportadoras como el nuestro:
“La reestructuración de los mercados agroalimentarios globales, integran desi-
gualmente regiones y clases al interior de esos países, convirtiendo en marginales a
regiones que antes fueron centrales, como las vinculadas a la ganadería en el caso
de Argentina y priorizando otras cuya producción está destinada a los nuevos sec-
tores ligados a la exportación” (Villafañe, 2006; 5)
Si bien estas transformaciones se dan a nivel mundial, es necesario considerar la
forma en que nuestro país ingresa al nuevo sistema de acumulación global y cómo
se configuran las nuevas condiciones políticas, económicas y sociales que, desde
mediados de la década del ´70, se legitiman apelando a la modernización, la globa-
lización, la competencia, la ineficiencia del Estado y el gasto público. Se configura
así el nuevo modelo neoliberal que propone la no intervención del estado en la eco-
nomía, en contraposición al modelo anterior de Estado Benefactor que impulsaba
la intervención de este para resolver problemas sociales como el desempleo (Abal
Medina, 2010)
En tal sentido, Nicolás Iñigo Carrera acierta en afirmar que “en Argentina, como
en otros países de América Latina, el discurso neoliberal estuvo acompañado por el
ruido de las armas: las nuevas condiciones, y el discurso que pretende legitimarlas
sólo pudieron comenzar a imponerse a partir del golpe de Estado de 1976, cuando
mediante la toma del gobierno por sus cuadros militares, el capital financiero se
aseguró el control total que le permitió implementar las políticas afines a sus inte-
reses, necesarias para adecuar el país a las nuevas condiciones que imponía la cri-
sis económica en el mundo capitalista.” (Carrera, 2000; 1). Carlos Alberto Moreno
fue un abogado olavarriense que en abril de 1976 se desempeñaba como asesor de
la Asociación de Obreros Mineros de la Argentina –AOMA– e impulsaba deman-
das millonarias que los trabajadores de la empresa Loma Negra llevaban adelante
debido a que se enfermaban de silicosis. En mayo de 1977, el abogado laboralista
23

fue asesinado tras permanecer secuestrado por integrantes del ejército, en el con-
texto del terrorismo de Estado. El caso es paradigmático de las condiciones am-
bientales y de salud a la que estaba sometidos los obreros de la cementera y de la
represión por parte de la empresa y la última Dictadura sobre quienes iniciaban
reclamos o demandas.
El control y la “estabilización” de las nuevas condiciones estuvo basado en las me-
didas dirigidas contra el movimiento obrero organizado sindicalmente (disolución
de la CGT, intervención de sindicatos, detención de dirigentes, secuestro y desapa-
rición de militantes), la drástica caída de los salarios, el uso de la fuerza para anu-
lar la legislación obrera, el achicamiento del Estado, redefiniendo su papel como
regulador de la economía y el crecimiento de la desocupación (Carrera, 2000).
Una vez impuesto este nuevo modelo de desarrollo por medio del terrorismo de Es-
tado y las medidas de corte neoliberal de privatización de empresas públicas, ajus-
te y endeudamiento externo llevadas adelante por la dictadura cívico-militar, la dé-
cada del ´80 se caracterizó por la continuidad del modelo y culminó con la hiperin-
flación. Este contexto, señala Carrera, favorece la subordinación de los trabajado-
res al sistema de maquinaria, con incremento del despotismo en la unidad de pro-
ducción y homogeneización de la calificación del obrero, primando el aumento de
la intensidad y baja del consumo del tiempo improductivo para el capital en la or-
ganización del trabajo (Carrera, 2000).
La reforma laboral implementada durante los ´90 profundiza las transformaciones
iniciadas con la dictadura lo cual implica máxima jornada laboral y menor salario,
el despojo de condiciones conquistadas históricamente como la jubilación y la in-
demnización por despido, el incremento de la informalidad laboral y de una masa
de población destinada estructuralmente a la pobreza, la miseria y la exclusión.
Ante este nuevo escenario las organizaciones sindicales se encuentran debilitadas,
tal como lo ejemplifica Alicia Villafañe con respecto al sindicato de trabajadores
de la fábrica cementera de Sierras Bayas por estos años, ya que, según sus dirigen-
tes, el contexto de un mercado de trabajo “flexibilizado” favorece las represalias
de la empresa en términos de suspensión de personal ante cualquier intento de re-
clamo gremial, lo cual los deja sin respuestas y margen de acción para disputar
mejores condiciones laborales (Villafañe, 2000).
24

El panorama se ve agravado por las reformas implementadas durante esta década


con la influencia del modelo de la nueva gestión pública, implicando una fuerte
transformación del rol del Estado, según lo señala Oszlak citado por Abal Medina:
“Durante la década del ´90, el estado nacional se contrajo, al desembarazarse de su
aparato productivo (vía privatización), de sus órganos de regulación económica
(vía desregulación), de muchas de sus funciones de apoyo (vía tercerización), de la
prestación directa de la mayoría de los servicios públicos (vía descentralización),
de fuertes contingentes de personal (vía retiros voluntarios y jubilaciones anticipa-
das) y de una porción no despreciable de su capacidad de decisión soberana (vía
internalización)” (Oszlak, en Abal Medina 2010, 124)
Estas transformaciones tienen como consecuencia niveles de desempleo nunca an-
tes conocidos en nuestro país. Hasta mediados de los ´80 la desocupación y subocu -
pación sumadas nunca habían superado el 12 % de la Población Económicamente
Activa, situación que se revierte a partir de allí, alcanzando los niveles de casi el 18
% en 1990, aumentando al 30, 9 % en 1996 y siendo del 28 % en 1999 con el agra-
vante de que al menos la mitad corresponde a desocupación abierta y de que mu-
chos desocupados dejan de buscar trabajo y por tanto no son contabilizados. En
este contexto, los efectos en las condiciones de trabajo van empeorando, disminu-
yen los salarios, aumenta la jornada laboral y el trabajo en negro. (Carrera, 2000)
En el plano local, nos encontramos con la misma situación. La localidad de Sierras
Bayas, donde el trabajo fue lo característico, a fines de la década del ´90, presenta
un panorama en el que funciona un comedor de Cáritas para desocupados y se está
presentando un quiebre entre generaciones, ya que a decir de uno de sus habitan-
tes “la generación de nuestros viejos era la de los obreros, la nuestra es la de los de-
socupados” (Villafañe, 2000). Datos apuntados por Carlos Paz dan cuenta de los
altos niveles de expulsión de personal que produjeron durante este período las tres
grandes industrias productoras de cemento de la zona. Loma Negra pasó de tener
2100 obreros en el año 1970 a sólo 110 en el año 2001, Cementos Avellaneda, en el
mismo período modificó el número de trabajadores de 971 a 300 mientras que Ce-
mentos San Martín, que contaba con 947 empleados en el ´70, treinta años después
funciona sólo con 50 operarios (Paz, Apunte de cátedra)
25

La desaparición de unidades productivas de menor escala y las reestructuraciones


empresarias de racionalización de mano de obra ha generado el crecimiento del
trabajo informal, dando lugar a un estado de precariedad laboral y social por falta
de acceso a necesidades básicas insatisfechas, condiciones de desigualdad y deterio-
ro de las condiciones de reproducción. Entre las actividades informales de empleo
se pueden mencionar las “changas” o los “rebusques” con los que los trabajadores
temporalmente intentan subsistir, así como la venta ambulante, el cobro de rifas y
otros servicios y la instalación de kioscos y almacenes que no logran desarrollarse y
deben cerrar sus puertas ante la caída del salario real en el resto de la población
(Paz, 1999).
Las consecuencias de estas transformaciones en la gestión de las empresas, el retro-
ceso del Estado de Bienestar y el avance del ajuste estructural, en el marco de las
políticas neoliberales, también se hacen visibles en la ciudad de Olavarría, de ma-
nera similar a la forma en que lo demuestra el testimonio recogido por Villafañe
sobre el quiebre de generaciones entre los antes obreros y ahora desocupados en la
localidad de Sierras Bayas. Según Ariel Gravano, a principios de este siglo se da un
proceso de crisis y fragmentación social implosiva característico de ciudades inter-
medias que en las últimas décadas habían edificado un mito de “crisol social” y de-
sarrollo pujante, ahora puesto en duda a partir de una situación de desempleo y
fragmentación social. La implosividad de esta fragmentación se manifiesta me-
diante una creciente conflictividad urbana, cuyos indicadores más nítidos son la in-
seguridad pública, la degradación de las condiciones ambientales y la “nueva” po-
breza urbana emergida de la marginación social, funcional al sistema de explota-
ción capitalista, dando lugar a la estigmatización de ciertos sectores de la ciudad y
a desigualdades en cuanto al acceso y usos de los espacios y servicios públicos.
(Gravano, 2005)
7- CONSIDERACIONES FINALES
El modelo agroexportador con el que nuestro país ingresa al mercado internacio-
nal como exportador de materias primas, implicó la constitución de un Estado- Na-
ción liberal oligárquico que permitió la explotación de la región pampeana en fun-
ción de los intereses de una élite que veía en Europa los modelos a seguir, el pro-
greso y la civilización. Este proyecto implicó el genocidio de los pueblos originarios
26

que habitaban las tierras que este nuevo modelo requería explotar, además del fo-
mento por parte del gobierno nacional de la inmigración europea. Durante este pe-
ríodo, la zona de la actual ciudad de Olavarría se conforma como “ciudad de fron-
tera con el indio” y posteriormente comienza una incipiente explotación de la pie-
dra, en la cual los inmigrantes europeos, principalmente italianos, aportan sus co-
nocimientos y saberes sobre los que se basan las primigenias formas artesanales de
extracción minera.
A partir de 1920 comienza un proceso de complejización económica en la región
con la radicación de tres grandes plantas cementeras, las cuales incorporan tecno-
logías de avanzada y se organizan bajo formas de producción fordista desplazando
a las antiguas canteras y caleras, las cuales no pueden competir con estas grandes
fábricas con sus formas artesanales basadas en los conocimientos de los obreros.
De esta manera, la fábrica es ahora quién ocupa un lugar preponderante y enfren-
ta a los trabajadores a una nueva concepción del trabajo, en la que se centralizan
los procesos productivos y los saberes se reorientan al manejo de nuevas tecnolo-
gías. La inmovilización de la fuerza de trabajo por medio de la instalación de siste-
mas de fábricas con villa obrera, la producción de relaciones personalizadas, en
las que la figura del patrón se hace presente con nombre y apellido y las respuestas
represivas a la por entonces ilegalidad de la organización gremial funcionan como
mecanismos para sostener la baja conflictividad en un contexto de capitalismo sal-
vaje, en el que las condiciones de trabajo son muy precarias.
A mediados de la década del ´40, la irrupción del peronismo transformará la rela-
ción entre los trabajadores y la patronal, así como la consideración sobre el traba-
jo y los trabajadores. Su política introduce el reconocimiento del carácter colectivo
de la relación capital-trabajo, de la contratación de mano de obra y de las negocia-
ciones de condiciones laborales. El surgimiento del sindicalismo organizado impli-
ca un real aumento del poder político por parte de los trabajadores quienes co-
mienzan a obtener conquistas y nuevas posibilidades de negociación de las condi-
ciones de empleo frente a los empresarios. Este proceso, se encuentra integrado en
un nuevo modelo de desarrollo, el del Estado de Bienestar y la industrialización
por sustitución de importaciones, el cual deja detrás el modelo agroexportador.
27

Posteriormente al derrocamiento del gobierno peronista en 1955, durante la déca-


da del ´60 comienzan a tener gran impulso los modelos desarrollistas basados en la
competencia, la maximización de ganancias por medio de la incorporación de tec-
nología sofisticada y nuevas formas de gestión de la producción, entre las que se
encuentran la racionalización de la mano de obra. Es en este contexto, en que nues-
tra ciudad adquiere el señalamiento de “ciudad del trabajo”, al ser considerada
como polo de desarrollo. En este contexto, se da una gran atracción de mano de
obra y a la par del auge de la explotación minera se van generando industrias sub-
sidiarias, el incremento del comercio y los servicios.
A partir de mediados de los años ´70, el Estado de Bienestar comienza a retroceder
con la incorporación de nuestro país al nuevo sistema de acumulación global, acen-
tuado por las políticas neoliberales impuestas por medio del terrorismo de estado
de la última dictadura cívico-militar. En el ámbito laboral, se utilizaron los meca-
nismos represivos sobre el sindicalismo organizado, lo cual permitió llevar acabo
formas “más flexibles” de capitalismo, acordes con los intereses empresariales y
sobre todo del capital financiero internacional. La destrucción de la industria na-
cional, las políticas de ajuste y el endeudamiento externo sentaron las bases para
arrojar a amplios sectores populares a la desocupación y la exclusión, el deterioro
de las condiciones laborales y el retroceso en cuanto a conquistas históricas de los
trabajadores.
Estas políticas, continuadas en los ´80 y profundizadas en los ´90 con la reforma la-
boral y del Estado llevaron a que la desocupación alcance al 30 % de la población
económicamente activa a principios del siglo XXI, lo cual se plasmó en la crisis so-
cial que finalmente estalló en diciembre del 2001.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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la Independencia a la Globalización. Capital Intelectual
- Carrera, I. “Efectos de la globalización en los países en desarrollo” Le Monde Di-
plomatique. Nº. 12. 2000
- Gravano, A. (Comp). “Imaginarios sociales de la ciudad media”. UNICEN. Tandil.
2005
28

- Neiburg, F. “Fábrica y Villa Obrera. Historia social y antropología de los obreros


del cemento”. Centro Editor de América Latina. Buenos Aires. 1988
- Paz, C. “Mutaciones socioeconómicas y ambientales en un modelo territorial pro-
ductivo. El caso del subsistema minero olavarriense” Ponencia VII jornadas interes-
cuelas. Departamento de Historia. Neuquén. 1999
- Paz, C. Las transformaciones en la minería olavarriense: del modelo productivo ar-
tesanal a los sistemas de gestión mundial. Apunte de cátedra para Antropología de
la Región Pampeana. 2012 FACSO- UNICEN.
- Ratier, H. “El cabecita negra”. Centro Editor de América Latina. Buenos Aires.
1971
- Villafañe, A. “Procesos globales y consecuencias locales. El caso de comunidades
de la Pampa Bonaerense argentina” Revista ETNIA, No. 42-43, Eudeba, Noviembre
1999.
- Villafañe, A. “Procesos de transformación del espacio rural-urbano pampeano. El
caso de la localización de localidades minero – agrarias en el Partido de Olavarría,
Provincia de Buenos Aires” Revista Theomai. Nro. 1. Primer semestre 2002.
- Villafañe, A. “El desarrollo del nuevo modelo de acumulación global, antecedentes
y consecuencias” Tesis de doctorado. UBA. 2006.

“OLAVARRÍA, CAPITAL DEL CEMENTO: IMPACTO AMBIEN-


TAL EN MANOS DE UNA MINERA”
Por Stella Maris Francia
Si en vez de hablar de la relación hombre-naturaleza, pensamos en términos
de interrelaciones entre naturaleza y sociedad, nos vamos aproximando más a
la comprensión del tema. Los seres humanos individuales no se relacionan
29

con la naturaleza. Lo hacen mediatizados por su propia cultura, ya que la cul-


tura es el hábitat del hombre.
Antonio Elio Brailovsky.
INTRODUCCIÓN:
La Ciudad de Olavarría, que se sitúa en el centro de la Provincia de Bs. As, y desde
los finales del siglo XIX, cuenta con un gran número de mineras que aún hoy se de-
dican a la extracción de diferentes recursos no renovables de la zona. Una activi-
dad que viene ya realizándose hace muchos años y que le ha dado a la ciudad el tí-
tulo de capital del cemento. Dicha denominación fue surgiendo desde el sentir po-
pular y tomando carácter en la zona, la región, la provincia, la nación y por qué no
Latinoamérica y el mundo. Esta idea instalada fuertemente en el seno de la comu-
nidad, tuvo su tiempo de creación, consolidación y reafirmación, que fue sostenido
por los movimientos profundos, variados, amplios, procesuales y eficaces que im-
pregnaron al ciudadano olavarriense, -fuese obrero o no-, de modo cotidiano y
constante. Una gran parte de la comunidad participaba de la vida fabril, como tra-
bajador o proveedor, o de algún modo, como beneficiario indirecto de las “bonda-
des” que la industria había traído consigo para la ciudad.
Para este trabajo, fuimos invitados a pensar en un aspecto ambiental de nuestra
ciudad, para el que recupero una entrevista realizada a un trabajador de la fábrica
Calera Avellaneda y sindicalista de AOMA, -Armando Domínguez- quien compar-
te la historia laboral con su abuelo, padre y algunos primos; dicha entrevista fue
realizada en el marco del Seminario Impactos globales y Procesos territoriales, dic-
tado por el Dr. Carlos Paz. De la misma se desprende el camino de crecimiento em-
presarial, desde sus comienzos hasta hoy. Movimiento que inicia en un espacio geo-
gráfico específico, y que producto de las transformaciones socioeconómicas, estruc-
turales y ambientales, que impulsó el impacto de la globalización; hacen que sea
hoy una de las cementeras más importantes de nuestro país.
A través del relato de Domínguez haremos un recorrido por la historia, los proce-
sos, movimientos y ajustes que, como resultado de la relación entre naturaleza y
sociedad, afectaron a la zona; como producto del advenimiento de la ola industrial,
que marcó a Olavarría, Latinoamérica y el mundo.
30

Y para dar luz a tal dinamismo recuperamos a Brailovsky cuando dice que, con
demasiada frecuencia, la ciencia parece ignorar el hecho de que los seres humanos
han venido interactuando con la naturaleza desde hace uno o dos millones de años.
Lo que entendemos por naturaleza es, en alguna medida, el producto de esa in-
fluencia humana en la historia.
LA ACTUALIDAD:
Cementos Avellaneda es una corporación de producción de cemento y hormigón,
situada originalmente en nuestra ciudad. Dicha firma fue constituida en 1919, -
como primer proyecto de capital alemán-, denominada como Sociedad Anónima
Calera Avellaneda y que cambió su nombre en 1989. En la actualidad la propiedad
es parte de la Empresa española Cementos Molins y de la brasileña Votorantim Ci-
mentos. Con sede en Buenos Aires, la empresa posee y opera dos fábricas de ce-
mento en el país; la planta Olavarría, en la provincia de Buenos Aires, y la planta
San Luis, en la provincia homónima. Sus productos son hormigones, cementos de
albañilería, cales, pegamentos y cementos. Cementos Avellaneda también opera
tres centros de distribución, ubicados en Buenos Aires, Córdoba y Mendoza. En
Buenos Aires también posee cinco plantas de producción de hormigón (San Justo,
Laferrere, Pompeya, Pacheco y Campana), así como una planta móvil (Fátima).
La actualidad de la fábrica, implica un recorrido por los momentos de gran cam-
bio económico, ambiental y estructural que debió enfrentar la empresa en relación
con los movimientos provocados por la globalización, que trajo aparejadas la des-
aparición de la Villa von Bernard, las nuevas formas de producción, la disminu-
ción de puestos de trabajo, y con las nuevas tecnologías -incluyendo la robótica- la
incorporación del sentido de seguridad laboral, y la aplicación de la nueva Ley
que insta a la reparación de los espacios utilizados por nuevos paisajes, entre
otros.
LOS COMIENZOS:
En 1919 Calera Avellaneda, recibió a un grupo de obreros que en la gran mayoría
eran de descendencia portuguesa, y uno de ellos fue el abuelo de Armando Domín-
guez. Recuerda que, a su ingreso en la empresa, trabajaban en la zona de cantera
varios de los empleados originarios con sus hijos. Su propia familia le relata que la
primera corriente de inmigrantes se ubicó en Loma Negra y en Calera y que estos
31

fueron quienes dieron aviso a otros paisanos que estaban arribando a nuestro país,
de que vinieran a estos lares, formándose así una gran comunidad obrera, que se
apropia del espacio15, en ambas fábricas. Mi abuelo y mi abuela vinieron los dos de
Iría, directo para acá.
El primer dueño fue un alemán que había traído algunos ingenieros desde su lugar
de origen, trabajaron, vivieron y murieron en la zona. Relata Armando: imagínate
que eran personas con recursos, formación, eran ingenieros y fueron ellos los que hi-
cieron arrancar la fábrica desde el principio. La gran mayoría de los empleados
eran portugueses y unos pocos alemanes, ambos extranjeros, estas fueron las dos
corrientes migratorias que llegaron al lugar.6

1919-
1930
Armando Domínguez comenzó a trabajar en Cementos Avellaneda en el año 1978,
fábrica en la que ya había trabajado gran parte de su familia, y lo mismo les suce-
día a muchos de los otros empleados, ya que, en esos tiempos, era moneda corrien-
te ingresar a la fábrica de mano de la familia. El aumento masivo en la población y
la industrialización ya en marcha, irán abriendo el camino a la insipiente globali-
zación. En términos de Brailovsky, existen tres momentos en la relación hombre-

5
La apropiación supone productores, actores y consumidores del espacio como
son, entre otros, el Estado, Las colectividades, las empresas, los individuos, etcétera
(Giménez,2001:11 (22) recupera a Scheibling, 1994: 78)
6
Mario Sosa Velázquez, ¿Cómo entender el territorio? Universidad Landívar, 1°
edición, 2014,pág 37 “La configuración social del territorio también tendrá otros
factores intervinientes, como el étnico”
32

naturaleza, y la Olavarría de esos años encaja en “un tercer momento de explota-


ción intensiva y acelerada de los recursos naturales, provocando desequilibrios
ecológicos profundos. Esta tercera fase está relacionada con la implantación de las
innovaciones de la Revolución Industrial del XIX en los diferentes marcos geográ-
ficos objeto de estudio” (Brailovsky)

LA DÉCADA DEL ’70:


MUNDIALIZACIÓN Y DESAPARICIÓN DE LA VILLA.

Si bien el año de ingreso de Armando a Calera fue en el ’78, recuerda que en años
anteriores entre el ´75 y el ´77, se había dado una particularidad. Y era que una
gran cantidad de personas entraban en la fábrica y al poquito tiempo se iban. En-
tiende que era debido a que los sueldos eran muy bajos, en una época de mucha in-
flación y sin discutir ningún tipo de convenio, causas que justificaran la dinámica
de ingresos y egresos continuos de personal. “Por ejemplo, había gente que empeza-
ba y a los dos días se iba y otros entraban y entraban y se dio tanto esta dinámica, que
yo imagino que se juntaron en la empresa y dijeron bueno ¿qué hacemos?” Dieron
un aumento de sueldo importantísimo para esa época y se logró que entrar fuera
más difícil, pero ahora el que entraba lo hacía con la mentalidad de que perdura-
ba. Y también-relata Armando- en parte, dependía de la familia a la que pertene-
cías y de qué trabajo habías realizado anteriormente.
Reconoce que de este modo la empresa quedó sujeta a un dinamismo complejo.
Gran cantidad de gente procuraba entrar porque estar en la fábrica suponía un
cierto estado de bienestar, 7suposición que se concretaba en el hecho de que cobra-
ban en tiempo y forma, por ejemplo. Pero luego del ingreso, lo cotidiano no fue tan
simple, muchos se encontraron con un trabajo de fábrica que no conocían; el cam-
bio de los turnos, los horarios, la noche, el calor, el polvo, -aspectos que en esa épo-
ca no eran contemplados como lo es hoy- eran situaciones a las que debían poderse
adaptar. En este marco se dio que la mayor parte de la gente resultó que no estaba

7
Carlos Paz, “Capitalismo, tecnología e impacto ambiental” Universidad de Mar
del Plata, 2001. Aquellas condiciones que permitieron a la región ser considerada
en los ´70 -polo de desarrollo- y que, respecto a su capacidad productiva, el
imaginario social denominó a la ciudad como capital nacional del cemento...”
33

preparada. “Yo sí sabía lo que era la fábrica porque yo escuchaba en las reuniones
familiares las problemáticas”, recuerda Domínguez, quien entiende cuál es el traba-
jo de la fábrica porque viene de la producción industrial, específicamente del mon-
taje. Pero era diferente para aquel que venía de una panadería a la fábrica, se en-
contraban con que el trabajo de fábrica era otra cosa muy diferente. Armando in-
gresa en el taller mecánico, porque ya tenía experiencia, oficio y título de tornero y
técnico dibujante de la escuela Industrial y hacía, en Calera, mantenimiento indus-
trial de todas las máquinas de la producción. Tiempos en que comienza a ser más
selecto el ingreso, se necesita personal con conocimientos específicos 8, pero al mis-
mo tiempo, irse no era tan fácil, ya que se trataba de un trabajo casi, casi no regis-
trado, y generalmente en manos de un contratista que pagaba muy poco la hora y
las extras no eran pagas directamente, viste eran situaciones que ya se vivían en esa
época.
El trabajo de la mano de un contratista implicaba prácticamente no tener casi nin-
gún beneficio, para ir a trabajar eran trasladados en la caja de una camioneta, con
poca seguridad, pero al ingresar a la fábrica era muy diferente, ahí tenían todo. El
primer trabajo que Armando debió realizar como obrero, fue la reparación de un
horno donde trabajaron entre 15 y 20 días, unas 12 horas diarias. “Todos tenían en
mente el progreso y el ganarse un sueldo significativo, porque muchos venían de si-
tuaciones de necesidad u otros trabajos que no te permitían proyectar a futuro, enton-
ces, hacíamos todos horas extras”. Así, recuerda otras nuevas condiciones, por
ejemplo, el sentir como si fuera un gran evento el ir a almorzar todos al restauran-
te de la fábrica; como también recibir la merienda, la ropa, el casco, los zapatos…
Eran, según Domínguez, las condiciones ideales. Mi ámbito laboral anterior no tenía
nada que ver con esto, y en este contexto el hecho de querer progresar más, pensando
en las cosas que tenías que hacer en tu casa con tus hijos, tu familia, tu autito…así si
se podía proyectar. Y esa era la lógica de un tipo joven como lo era yo, con el ámbito
del progreso que estaba y está instalado en la sociedad: porque todo el mundo quiere
progresar.

8
Carlos Paz, “Capitalismo, tecnología e impacto ambiental” “La planta fordista es
el reflejo de la nueva lógica productiva del capital, donde el oficio, el conocimiento
de los trabajadores pasa a un plano casi inexistente”
34

1960-1970

Estas condiciones de trabajo eran totalmente novedosas y para ese momento la


vida de la comunidad se había visto afectada eficazmente; migración, trabajo,
bienestar, progreso, condiciones laborales, acuerdos, buenos sueldos, fueron algu-
nas de las implicancias de la mundialización que se vio reflejada en la vida del
obrero de Cementos Avellaneda, que como si fuera poco, vivían en su gran mayo-
ría en la Villa von Bernard, situada de manera contigua a la empresa.
Esto fue así hasta que un Grupo de Catalanes, se asocia a la cementera y ellos fue-
ron los que, al comprar la empresa, determinan que la Villa von Bernard 9 era
contra producente para la fábrica porque en esa época la gente que vivía ahí no pa-
gaba nada, un poquito la luz y el carbón, por lo que significaba un gasto de manteni-
miento importante. La villa fue desmantelada en su totalidad y la explicación fue
que debajo de ella estaba la mejor piedra de la zona a extraer, aunque con el tiem-
po sabemos que en ese lugar se levantó una embolsadora de cal y cemento. La bús-
queda de tierras para la extracción se dirigió hacia la zona del campo, mientras
que a los habitantes de la villa de a poco les fueron instalando la idea de que se te-
nían que mudar y así fue que en el término de un año y medio se tuvieron que ir.
Ya sin habitantes en la villa, la empresa derribó toda construcción de forma inme-
diata y con el tiempo la proyección dio que lo ideal era que se levantara una embol-
sadora de cemento, lo que hoy es un gran galpón y una ampliación que funciona

9
Carlos Paz, “Un análisis de las transformaciones socioeconómicas, estructurales y
ambientales del subsistema minero de Olavarría”, pág 15.
35

como la playa de camiones, un comedor para camioneros y otras varias dependen-


cias.
Esto da cuenta de las transformaciones ambientales en relación a los modos de vin-
culación entre naturaleza y sociedad que, a partir de la década del 70, produce una
serie de fenómenos complejos que van agotando la expansión industrial de muchos
de los países de la periferia. (Brailovsky)
Fue una lástima el Club. Este Club era el centro de la amplia actividad social que
se desarrollaba en la Villa, y que contaba con varias opciones; estaba el Club de fú-
tbol y una pileta olímpica moderna, una muy amplia cancha de golf, se practicaba
básquet y todos estos deportes eran específicamente para los chicos. Se dijo en esa
época que era un country para los que vivían adentro. Se hacían innumerables
campeonatos y todos los muchachos de esa época saben nadar, muchísimos aprendie-
ron a jugar al golf, muchos juegan al tenis, hoy son todos deportistas; más allá de ser
de uso exclusivo para el obrero, el predio era utilizado por todos los que vivían en
la zona.

LA DECADA DEL ´80:


GLOBALIZACIÓN Y MAYOR DESEMPLEO.

En el año 1981 la empresa compró tecnologías y maquinarias en Alemania, por lo


que la fábrica sufrió gran cantidad de reformas; del mismo modo se dio en todo el
sector quienes importaban maquinarias también desde Holanda. Esto implicó que
36

desde ahora en adelante la misma tecnología iría determinando cómo se producía,


de qué manera, en cuánto tiempo y con cuántas personas. Este es el gran movi-
miento de los ´8010. Los formatos laborales ahora los marca la tecnología y las má-
quinas que se van a instalar.
Estas adquisiciones hicieron que aumentara la producción enormemente y que,
por ejemplo, significó pasar a una producción de 250 toneladas de Clinker a una
de1000 toneladas por hora. Los hornos que eran los utilizados hasta el momento,
requerían de mucho más gasto energético, de carbón, de gas y personal. Esto hizo
tan evidente la gran diferencia que los pararon. Así fue que la gente que trabajaba
en esos hornos, algunos, los más capacitados que eran los horneros, fueron reubi-
cados con las nuevas tecnologías de ese horno instalado y al igual que los molinos y
también en la tecnología adyacente que se iba metiendo en el conjunto de la cadena
de producción. Otra novedad fueron los mandos centralizados con los que desde
un solo lugar físico se puede manejar toda la cadena de producción. Todo esto im-
plicó que sobraran al menos, 100 personas; reacomodaban unas, pero quedaban
fuera otras. Al inicio de este proceso, la fábrica contaba con 700 obreros para que-
dar efectivos unos 600 aproximadamente. Es decir, el avance tecnológico fue siendo
cada vez mayor, y consecuencia se dio la disminución en los puestos de trabajo.
Como consecuencia de manera generalizada, surgieron en la industria del cemen-
to, las primeras ofertas de retiro voluntario a sus obreros, por una tentadora canti-
dad de dinero y que dieron como resultado que fueran muchos los empleados que
lo solicitaran porque se querían ir. Era una constante ida de gente a la oficina de
personal, vos estabas trabajando en un grupo y lo llamaban a fulano porque fulano
ya había hecho una consulta y al que consultaba lo llamaban y al terminar el turno
de trabajo nos decían: “me voy”. En valores actuales, la suma sería en la actualidad
aproximadamente unos $600.000, cifra que estimuló a que se produjera una ola de
retiros. Fueron muy pocos los que decidieron permanecer en la fábrica, a pesar de
la propuesta, porque del 90% de los que iban a preguntar era aquellos que ya te-
nían clara su intención. Se presentaban con la idea más o menos de un número y

10
Carlos Paz, “Capitalismo, tecnología e impacto ambiental” Universidad de Mar
del Plata, 2001,” La vorágine globalizadora de los ´80 abre el paso a complejos
mecanismos que terminan por consolidar un mercado monopolizado por la
fábrica…”
37

cuando se acercaban a ese número firmaban la renuncia y cobraban lo acordado.


Así se fue un montón de gente más que nada la muchachada joven con otras inten -
ciones, buscando otras cosas.
Pero según lo recuerda Armando, la mayoría de esa gente lamentablemente se fue
a los servicios11, es decir, kioscos, maxi-kioscos, despensas, taxis, etc. Algunos con-
tados con los dedos de una mano, fueron aquellos a los que les fue bien, pero en ge-
neral: ¡fue un fracaso!
Otra situación vivida en esa época, era el hecho de que estaba muy alta la tasa de
interés en los bancos, esto propiciaba que la gente ya retirada, -cualquiera lo hacía-
depositara sus $600.000 en plazo fijo debido a que les significaba el interés obteni-
do prácticamente el valor del sueldo de la fábrica, por lo que el comentario popu-
lar era: ¿para qué voy a laburar acá? Esos fueron años de mucha inflación e inesta-
bilidad.
En esta etapa comienza a hablarse de la relación entre ambiente y derechos huma-
nos. Esto significa ampliar una mirada que había estado centrada casi exclusiva-
mente en los recursos naturales, lo que epistemológicamente significa que el am-
biente era estudiado solo por las llamadas ciencias naturales. Poco a poco y con
enormes resistencias, las ciencias sociales descubren el ambiente. (Brailovsky)

1970-1980

ROBÓTICA:
11
Carlos Paz, “El capitalismo, tecnología e impacto ambiental”, “La instalación de
kioscos, despensas, el cobro de rifas y otros servicios fueron la salida, en esos
momentos, para muchos a los que la inflación de los ´80…dejó prácticamente sin
recursos.”
38

ESPECIALIDAD VS POLIFUNCIONALIDAD.

En relación a la polifuncionalidad que viene a desplazar al trabajo especializado,


es necesario entender que el proceso del avance tecnológico, es una dinámica que
vino para quedarse y aún hoy sigue operando. Un ejemplo de ello es que, en una
embolsadora, antes se cargaban todos los camiones a mano y esto hacía necesarios
turnos de 15 a 18 personas para efectuar la carga; pero de a poco empezaron a po -
ner robots y ahora solamente el operario pone la bolsa en la emboquilladora para
ser cargada y cuando llega al peso ideal la tira por una cinta, donde otro robot la
chupa y la baja al camión. De esas 18 personas se bajó a turnos de 7 y eso fue la
etapa intermedia porque ahora el operario pone la bolsa vacía en un estanco o en
una cinta y no la toca más; la toca vacía porque después la chupa la embolsadora a
esa bolsa vacía, la carga, la larga, la mete en una cinta, la manda al galpón a la pa-
letizadora que va a ir armando los pallets y después hay un operario abajo con un
auto-elevador, carga el pallet lo manada arriba del camión. El operario solo la toca
vacía a la bolsa y por eso hoy se trabaja con turnos de 5 o 6 personas. En relación
al trabajo que era antes es esfuerzo cero, porque antes así quedaban pobres viejos
torcidos, mal de la columna y con otros problemas, además las condiciones laborales
eran entre más polvo, más calor, más todo y eso físicamente había personas que se
jubilaban en mal estado físico. Hoy el obrero no toca más una bolsa llena, solamen-
te vacía y después de todo el proceso que es muy corto, las bolsas son llevadas a
stock o a un camión.
Todo esto es el cambio, por eso te dije que las condiciones de producción las pone la
tecnología, según Domínguez, la máquina es la que determina para qué, cómo es el
trabajo y cuánto es el personal que se necesita para trabajar. Además, los puestos
son rotativos, en mayor o menor medida todos saben hacer de todo; en caso de que
se identifique algún desperfecto, se recurre a la computadora y esta computadora
les marca dónde está el problema. Ahora en lo que es producción hay mucha poli-
funcionalidad, mucha versatilidad, y eso se fue logrando con el tiempo, cuando yo
entré el que era soldador trabajaba de soldador, el que era mecánico trabajaba de
mecánico, el que trabajaba el soplete era cortador, pero se fue dando la polifunciona-
lidad por la productividad misma. Hoy es necesario saber de todo porque hoy la ló-
39

gica es desde los equipos de trabajo, ya no se habla más del cargo o el puesto y esto
mismo se ve en todas las actividades no solamente en las cementeras.
En relación a las nuevas condiciones de trabajo, Armando entiende que hoy tam-
bién se ve como un trabajo favorable, porque el nivel de salario es alto y hay mu-
chos beneficios que se incluyen en el sueldo y que el obrero llama el sueldo invisi-
ble. Este tiene que ver con los reintegros en los medicamentos, el apoyo del sindica-
to, la disponibilidad de la obra social, la mutual, que les otorga variadas posibilida-
des para los hijos que van a la escuela, colaborando con útiles, viajes, becas, en fin,
muchos beneficios que componen el sueldo invisible y tiene que ver con el bienestar
de la familia. Es un trabajo seguro el de la fábrica, y tiene la particularidad que
cuando llega el último día hábil del mes y tenes tu dinero en el banco: comenta Do-
mínguez.
El ajuste del personal se fue dando hasta en el 2003, en el 2001 fue más notorio,
porque además de los hornos nuevos y avance tecnológico el país se paró, no había
proyección de venta. Por otra parte, mientras que en el ’97 la jubilación era a los
60 años de edad, este margen se fue corriendo hasta llegar a los 65 años, es decir
que muchos que venían con la zanahoria para jubilarse, le corrieron la zanahoria,
recuerda Armando. Entonces la situación era de excedente de persona 12l a causa de
las ventas casi nulas, la consecuente poca producción, sumado al cierre de una
planta por considerarse obsoleta; la fábrica propuso en una negociación el plan
prejubilar en que, con los años de aporte que tenían se fueron jubilando, pero no
como en los 80 con la plata en mano, sino que se les fue pagando de mes en mes.
Así se fueron muchos cansados de ir a la fábrica y sabiendo que ahora les faltaban
más tiempo de aportes. Pero desde el 2003 en adelante, se empezó a recuperar la
economía y se dio nuevamente el ingreso de jóvenes obreros. Paulatinamente se re-
vierte la situación ya que aumentan las ventas de producto y por lo tanto es necesa-
rio producir más; esto provocó la ampliación de la fábrica que nuevamente incor-
pora nuevos equipos más modernos, y la fábrica sigue apostando porque entiende
que todavía hay mucho por hacer en el país en el aspecto de infraestructura, en
puertos, caminos, etc.

12
Carlos Paz, “Estos micro-emprendimientos surgen luego de los retiros
voluntarios…”
40

A pesar de este panorama favorable, la reducción de personal es una constante; a


mayor tecnología, menor necesidad de la mano obrera. Si es importante remarcar
que se ha dado un cambio imprescindible en los últimos años y es en relación al
avance de los diferentes sistemas de prevención. Luego de algunos años de trabajo
nos dieron un casco, un par de guantes y los botines con puntas de acero y eso era
todo; los viejos nos decían tené mucho cuidado. En la actualidad se dan diferentes
charlas, hay jornadas con todo el grupo, charlas de seguridad y reuniones para ver
cómo se van a desarrollar determinados trabajos, y cuál va a ser la forma más se-
gura para ejecutarlo. La capacitación es tanta y tan constante que los trabajadores
dicen tener concepto de seguridad te sirve tanto en el laburo como en la vida privada.
La incorporación de las normas de seguridad en la vida laboral y personal del em-
pleado, fue un cambio radical con el correr del tiempo.
LÓGICA MINERA:
Se trabaja específicamente con la caliza, pero existe una beta que mantiene a las
tres fábricas comunicadas en una línea, Sierras Bayas, Calera y Loma Negra. Si
bien es cierto que han ido buscando nuevos yacimientos en la zona para lo que fue-
ron comprando campos cercanos, - porque tratan de que esté el yacimiento lo más
cerca posible para abaratar el transporte, por una cuestión de costos-, sigue siendo
la misma beta, es increíble, manifiesta Armando.
Cuando las empresas buscan nuevas inversiones, lo primero que analizan es el ya-
cimiento, es decir están trabajando con yacimientos a 50 años, esto implica que
pueden hacer las inversiones que crean convenientes porque están seguros de que
tienen la materia prima garantizada durante todo ese tiempo. Es lo que sucede en
cualquier planta en la que su recurso tiene fin, lo que se busca es una relación en -
tre el tiempo y el resultado que se obtiene. Se realiza un estudio previo y lo impor-
tante es la proyección en el tiempo y eso le va a dar el tipo de negocio que van a te-
ner, esta evaluación es fundamental. Calera continúa comprando tierras porque si-
gue habiendo material para extraer. Por ejemplo, en San Luis en este momento se
está haciendo una fábrica nueva, es una planta que en su momento se la compra-
ron al Estado de San Luis y están empezando en una planta nueva que se hace po-
sible porque el yacimiento que tiene lo permite, es garantía de que van poder tra-
bajar por varios años más.
41

En relación a esta lógica, Brailovsky entiende que los criterios mercantiles ocupan
un rol preponderante. De un momento para otro la exploración del espacio se con-
gela y se reduce a sus aspectos rentables, en especial los vinculados con las comuni-
caciones.
La empresa Calera Avellaneda no exporta sus productos, en otros tiempos envia-
ron material a Bolivia, pero lo fuerte es todo mercado interno y en este marco es
que comenzó la fuerte presencia sindicato que pujó porque que otra vez entraran a
trabajar los hijos de los afiliados, previo una selección la gran mayoría pudo lo-
grarlo, aunque cabe destacar que la empresa busca siempre un perfil de formación
industrial. La política de la empresa es producir al menor costo posible y las inver-
siones que logran son para vender más y ganar más. En San Luis están haciendo
una fábrica nueva y el estado de San Luis solicitó que la mano de obra sea de la pro-
vincia y así lo han acordado. Calera le proveyó a la provincia, todo el cemento para
la construcción de la famosa ruta 7 que es doble vía y es desde el límite con Santa
Fe hasta el límite con Mendoza, provista con el sistema inteligente que se va ilumi-
nando a medida que circula el automovilista, eso fue en el 2000, dijeron que le iban
a comprar a todas las empresas y lo hicieron, específicamente el cemento se lo com-
praron a Calera.
La empresa continúa expandiéndose, cuenta con una planta más chica en Uruguay
que abastece una parte al mercado interno y otra parte la exportan al sur de Bra-
sil. En Argentina a pesar de que tiene competencia, logran cubrir el mercado in-
terno, así Calera viene siendo récord en la producción y venta.
¿RECUPERACIÓN DEL PATRIMONIO?:
Mucho es el tiempo y el terreno empleados en la extracción de piedras en las dife-
rentes canteras. Es por esto que existe una Ley Provincial, la N° 24.585 -que es el
código de minería- que en su artículo N° 4-a, hace explícita e imperativa la norma-
tiva que indica que se debe preservar el ambiente y una vez culminada la extrac-
ción deben las empresas tapar el lugar, plantar árboles y buscar la mayor recupe-
ración posible.
Cementos Avellaneda decidió exhibir la actualidad minera, la infraestructura y los
descubrimientos paleontológicos. En el 2014,13 abre al público un mirador que
13
Benito Paz, “Territorio, paisaje y herencia industrial” Universidad de León,
2012, pág 449.
42

muestra gigantografías que reproducen los fósiles encontrados. También se puede


ver desde este mirador la planta “San Jacinto” y la cantera “La Cabañita” de ma-
nera didáctica y segura.
El paseo es para mostrar cómo se desarrolla la industria sustentable, -dice Domín-
guez- pero yo cando vi el puente y vi el agujero, dije están mostrando el desastre que
queda y peor si no lo tapas. Generalmente se tapa con destapes de otros yacimientos,
con arcilla, por ejemplo. El día que terminen y saquen la última piedrita se semejante
agujero, hay que taparlo. La Ley dice lo que hay que hacer, aunque no sé si todo el
mundo lo respeta, porque por el lado de Sierras Bayas algunos agujeros han queda-
do. Aunque generalmente las empresas grandes cumplen.
También hay un horno histórico que tengo entendido que lo quieren sacar, pero n lo
cuidan para ellos es una lata que quedó ahí y si lo tienen que tirar porque necesitan
el espacio lo van a hacer, de hecho, sacaron la villa. Los que entran en la fábrica
hoy, no saben que hubo una villa.
Paz Benito del pozo, nos dice que es conveniente evolucionar del objeto monumen-
to al paisaje itinerario: en lazar de forma coherente arquitecturas industriales dis-
persas y crear circuitos que expliquen la industrialización del territorio. Esto im-
plica prestar atención a todos los factores que han hecho posible una industria y la
organización del espacio que su presencia conlleva: desde la existencia de materias
primas y fuente de energía, pasando por los sistemas de transportes y distribución
de mercancías, hasta las cuestiones relacionadas con la localización y construcción
de las fábricas. Un circuito productivo que implica a la población y a sus formas de
asentamientos (pueblos, villas, ciudades-) y que ha creado paisajes realmente sin-
gulares y con fuerte carga patrimonial y cultural.

2014-2018
43

CONCLUSIÓN:
Al cierre de la entrevista, le solicito a Amando que de alguna manera caracterice
su paso por la minera, y relata:
“La fábrica le dio una impronta y un impulso a Olavarría que no lo he visto en otros
lados del país, mis viejos tenían un cajoncito y lo completaban con todo lo necesario
para el asadito, yo tenía entre 7 y 8 años y el domingo íbamos con los tíos y primos de
paseo. Es que en esa época aprendieron todos a manejar ya siendo grandes porque
antes no tenían auto, hasta que entraron en la fábrica, todos manejaban mal eran un
peligro. Imagínate el cambio que se nos dio después. Compran auto con 40 años y
empezaron a disfrutar, se compraron un usado los viejos; era todo un avance social y
económico ir al balneario de azul a comer un asado en familia.” Armando Domín-
guez
Impronta, impulso, naturaleza, impacto, economía, bienestar, para poder dar sen-
tido a la historia de las mineras en Olavarría y de modo particular de Cementos
Avellaneda, es necesario comprender que:
Trabajar sobre historia ecológica nos permite superar la vieja noción de conside-
rar a la naturaleza solamente como un conjunto de recursos naturales apropiables
y podemos poner el acento en la coevolución naturaleza- sociedad. (Brailovsky).
44

BIBLIOGRAFÍA:

-BRAILOVSKY, Antonio. Historia Ecológica de Iberoamérica I. De los Mayas a el


Quijote Edit. Le Monde. Edic. Kaicron. Capital Industrial. Prólogo.
-BRAILOVSKY, Antonio. Historia Ecológica de Iberoamérica II. De la independen-
cia a la globalización. Edit. Le Monde. Edic. Kaicron. Capital Industrial, Págs. 172-
174-175-Conclusión
-PAZ, Carlos. Un análisis de las transformaciones socioeconómicas, estructurales y
ambientales del subsistema minero de Olavarría. Págs. 15
- PAZ, Carlos. Capitalismo, tecnología e impacto ambiental. Universidad de Mar del
Plata, 2001
-PAZ del POZO, Benito. Territorio, paisaje y herencia industrial: debates y acciones
en el contexto europeo. Universidad de León. Departamento de Geografía y Geolo-
gía. 2012, Pág. 449.
-SOSA VELÁZQUEZ, Mario. ¿Cómo entender el territorio? Universidad Landívar,
1° edición, 2014. Pág. 37. La configuración social del territorio también tendrá
otros factores intervinientes, como el étnico.
-La apropiación supone productores, actores y consumidores del espacio como son,
entre otros, el Estado, Las colectividades, las empresas, los individuos, etcétera
(Giménez, 2001:11 (22) recupera a Scheibling, 1994: 78)
45

CASO: CALERA 1888 IMPACTOS GLOBALES-


TRANSFORMACIONES AMBIENTALES

Por Cristina Elizabeth Merlo.


Para el presente trabajo tomaremos como punto de partida una entrevista
realizada a la Licenciada en turismo Cecilia Alves Heim, quién realiza un trabajo
desde el año 2008 de recuperación y resignificación de vestigios industriales en la
Calera 1888 de Sierras Bayas, partido de Olavarría, que dejo su extracción y
producción de cal en los años 90. La misma ha estado expuesta a transformaciones,
modificaciones y consecuencias ambientales debido a los procesos de la
globalización. La tarea de recuperación del patrimonio, se realiza entendiendo la
importancia que tiene esta calera, hoy devenidos en monumentos, en relación a la
constitución del pueblo Siebarreyense.
Tratare de vincular la dinámica de la globalización, su impacto en este territorio,
y su relación directa con las modificaciones ambientales. Atendiendo a los
procesos, económicos, sociales y políticos que acompañaron e impactaron en su
historia desde 1888 hasta el año 1990.
Para dar cuenta del análisis de las transformaciones: La Calera 1888 sito en
Sierras Bayas, en el partido de Olavarría, partiremos definiendo territorio
tomando como perspectiva la mirada de Mario Sosa Velázquez 1 quien define como
territorio no solamente una porción de tierra delimitada con su complejidad biofísica
(relieve, condiciones ambientales, biodiversidad). Es sobre todo un espacio construido
socialmente, es decir, histórica, económica, social, cultural y política. Es un
46

constructo social complejo, que al mismo tiempo es objeto configurado y objeto de


representación, apropiación, organización, construcción, reproducción y
transformación. (Velásquez, 2012)
Por globalización se entenderá un periodo de la historia del capitalismo (1970s hasta
hoy) caracterizado por unas particulares reglas del juego económico derivadas
principalmente de la mundialización del ciclo de circulación financiera del capital.
Estas reglas conciernen las tres relaciones sociales básicas del capitalismo: la
moneda, el mercado y el salario. De entre los múltiples procesos de mundialización
experimentados en este periodo se destaca el relacionado con el capital financiero,
con preeminencia incluso sobre otros fenómenos más visibles y comentados como es
el de las transformaciones tecnológicas. Concepto que propone Luis Mauricio
Cuervo2.
En relación a las cuestiones ambientales, el impacto y transformaciones que se
dieron en ese territorio las trataremos de analizar desde la concepción que nos
propone Antonio Brailovsky3: Las cuestiones ambientales no son fenómenos
característicos de nuestro tiempo sino que acompañan a nuestra especie por cada una
de sus etapas de desarrollo. Todas las sociedades humanas deben definir su modelo
de relación con el medio natural que les sirve de soporte. Y lo hacen en función de su
propia historia, de su sistema de relaciones sociales y de valores, porque la cultura es
el primer habitat del hombre. Utilizamos, entonces, ese habitat intangible para
relacionarnos con nuestro habitat material.
A continuación, entrevista abierta a Cecilia Alves Heim en donde se detallan en su
relato las transformaciones a las que ha estado expuesto el territorio, los modos en
que los procesos económicos, sociales y políticos globales inciden, impactan en lo
local y en los modos de prefigurar lo ambiental.

Las caleras son construcciones importantes, son la razón de ser del pueblo, la cal fue,
en ese entonces el mejor negocio de ahí empezó a desarrollarse el pueblo. Este lugar
tiene un valor patrimonial enorme y por eso los considero monumentos. El trabajo
que hemos realizado en este espacio es compartido por muchas generaciones que
forman parte de un gran laboratorio de este sitio histórico recuperado, pero no
olvidamos de tener presente el espíritu de las personas que llegan al lugar. El sitio se
47

va cargando siempre de nuevos sentidos, teniendo en cuenta lo que este espacio


significa para sierras bayas, hoy y lo que ha significado para otras generaciones que
participaron de las grandes transformaciones políticas, económicas y sociales.
Este es un espacio muy cargado de sentido, ya que las personas que concurren
asiduamente toman los talleres que brindamos desde acá. Hacen hasta conexión
ancestral de conexión con la piedra, además de ser el mismo, un lugar de encuentro
entre las personas. Se van apropiando de a poco del lugar y nos llaman para que
busquemos herramientas antiguas que fueron usadas o piezas construidas en piedra
en aquellas épocas.
En base a lo que nos relata Cecilia podemos analizar, relacionar y dar cuenta del
desarrollo de las relaciones naturaleza-sociedad en un transcurso del tiempo
determinado desde 1888 aproximadamente, hasta el año 1990, en lo local teniendo
en cuenta los procesos económicos, sociales y políticos en relación a lo global; es
decir la implicancia directa que tiene lo global en este caso en relación al desarrollo
del pueblo Siebarreyense. Teniendo en cuenta que cada una de las formas de
organización de los seres humanos tiene una peculiar manera de relacionarse con
la naturaleza. Y por consiguiente, genera impactos ambientales específicos. Lo que
fue su inicio la extracción y producción de cal, luego la de proveer a la fabrica la
cal y finalmente cuando el recurso mineral se acabo, el cierre de la calera y años
más tarde la reconstrucción y resignificacion de la calera como recurso
patrimonial.

Lo que fue un espacio de producción de cal, hoy es un espacio de circulación y


construcción de saberes en relación a la piedra. Este proyecto vive porque la gente
adhiere a la propuesta, la gente le da vida al lugar, como las caleras alguna vez le
dieron vida al pueblo. No tenemos la fecha exacta de la construcción del lugar le
pusimos calera 1888 porque un Sr. llamado Blas Molina contó que había un piedra
tallada con esta fecha 1888. Nunca pudimos encontrar la piedra. Cuenta también que
un camión volcador, se llevo por delante una de las paredes, se cayeron varias
piedras y luego trataron de reconstruir esa pared, por lo tanto entendemos que esa
piedra pudo haberse pegado cuando se intento reconstruir esa pared que fue pegada
con cemento, o bien alguien se apropio de la misma y se la llevo.
48

1888 también coincide con un permiso que le da la provincia para hacer uso de la
piedra, luego ya, comienza a intervenir el estado y les dijo: todo bien señores, pero
tienen que pagar.

También sabemos que puede ser anterior a 1888, teniendo en cuenta que esto lo hizo
un francés Beltrán Anisan. Fue uno de los primeros canteristas. Los primeros
canteristas en su mayoría eran italianos pero este francés y su familia eran
conocidos en la zona. Los Anisan eran conocidos en azul, ya en 1834 pedían lotes
allí. Y sabemos que este señor estaba sacando piedra en 1870, ya.
En relación a la construcción de los hornos del lugar Cecilia nos relata:
Pensamos que primero hicieron un horno, luego agregaron otro, por las formas
diferentes de la boca de carga. El edificio se fue modificando.
Ya es un edificio que tiene más de 130 años y trabajó hasta 1990, produciendo cal
hasta este momento; donde se cierra por falta de piedra caliza.
Su primer propietario fue el señor Anisan, que era francés, quién ya era conocido
en Azul por el pedido de lotes. Tenemos entendido que llega a esta zona en el año
1853 aproximadamente. Luego lo tuvo la familia Ginoquio, y con posterioridad
Aust quién fue el calero que más se desarrollo en la zona. Sabemos que Aust era
dueño del terreno que estaban dentro de la reserva fiscal y vende a la Compañía de
Cemento Portland en mayo del año 1916. En Julio de ese mismo año se inaugura la
fábrica y se comienza a producir ya por los años 20s a gran escala. Entendemos que
por esos años Aust no se encontraba bien económicamente y viaja a Alemania en
búsqueda de capital que quisiera invertir en este lugar y que como no encuentra a
nadie que lo haga decide sacar un crédito de cinco mil (5.000 pesos) para enviar a un
emisario a los EE.UU en búsqueda de ese capital, es así como entendemos que logra
la inversión de estos capitales.
En los años 20s aparece un español de apellido Mouriño. Se sabe que hace un
convenio con la fábrica y le comienza a vender a la misma material de piedra para la
producción de cemento. Sobre las formas de aparición del Sr. Mouriño no sabemos
muy bien como fue. Solo sabemos que tiene una única hija quién va a llevar adelante
con su esposo, el Sr. Yánez el lugar, y luego los hijos del Sr. Iones hasta el año 1980
aproximadamente. Luego se subalquilo a otro señor de apellido Ruppel que las
49

trabajó e hizo nuevas reformas. Luego se acabo la piedra caliza y había que ir a
buscarla a la providencia. Esto implicaba gastos en flete y ya no les convenía.
En este sentido Carlos Paz, nos menciona que podemos dividir la historia en
estadios del desarrollo minero4. El autor destaca un primer estadio de
explotaciones por medio de técnicas artesanales desde 1870 al 1917. En el año 1917
con la radicación de la primera planta cementera en Sierras bayas, la “Lone Star”,
marcando el inicio de la minería extractiva a gran escala en Sudamérica que se
correspondería al segundo periodo que este mismo autor menciona, desde 1917 a
1980 de complejización económica capitalista. El tercer y último estadio está
comprendido entre 1980 y 2000 y se ve caracterizado por una complejización
económica y de gestión, con incidencia de la globalización.
En relación a esto, Antonio Brailovsky divide el tiempo histórico: en etapas que
llamamos fases de desarrollo. Esos períodos no son sólo un agrupamiento de años en
los que ocurren sucesos semejantes, sino que hay entre ellos un vínculo más
profundo, cuyo entramado tiene fuerza explicativa para una serie de fenómenos
vinculados con la relación sociedad-naturaleza. Las actitudes de los hombres ante la
naturaleza están mediatizadas por la visión de la sociedad a la que pertenecen. A lo
largo de la historia latinoamericana podemos detectar diferentes concepciones sobre
la naturaleza, que se corresponden con cada momento histórico particular. Esto es lo
que hace que la actitud ante cada uno de los temas ambientales sea diferente en cada
etapa histórica. En cada período se desarrolla un modelo de sociedad, en el que
interactúan con una misma lógica interna todas las variables sociales: hay una cierta
estructura de poder, una peculiar forma de las relaciones internacionales, una
estructura productiva acorde con lo anterior, que genera o adopta tecnologías
coherentes con ese modelo. Es decir, que una fase de desarrollo es internamente
coherente en todos sus aspectos: la política, la economía, el orden social, la
estructura del Estado, los aspectos culturales (desde la pintura y la música hasta las
modalidades de las relaciones entre los sexos). Y, también, tiene una peculiar manera
de hacer ciudades y una modalidad específica de relación con la naturaleza. Esta
relación tiene que ver con las tecnologías prevalecientes, pero también con las ideas,
10 prejuicios y condiciones sociales que condicionan tanto la invención como la
aplicación de esas tecnologías.
50

La dinámica de trabajo que llevaban estas caleras era de trabajo artesanal y bastante
informal. El número de empleados era de acuerdo a la producción y a los vaivenes
políticos y económicos de la época. Por ejemplo el Sr. Blas Molina, quien me relata lo
de la piedra, trabajaba en dos lugares, trabajaba en la calera y en la cementera.
Había otros hombres que trabajan en dos caleras o hacían una jornada más bien
extendida en el tiempo en una, y en la otra hacían alguna que otra hora para
incrementar el sueldo. Había quienes no se acostumbraban al trabajo de
ordenamiento y disciplinamiento de la fábrica y se volvían a trabajar a la calera.
Llega la fábrica e impone de alguna manera otra forma más organizada y
disciplinada de trabajo.
Las personas en la calera trabajaban a la intemperie. Sacaban la piedra con barretas
y picos. Hacían un trabajo bien artesanal, el picapedrero era quien hacia este trabajo.
En la boca de descarga se manejaban zarandas para que caiga la piedra. Al Principio
se sacaba la piedra del yacimiento. Si era para uso ornamental se sacaba la piedra del
macizo de la propia tierra luego la picaban los picapedreros para transportarla a
boca de carga y después había hombres horneros y ayudantes de hornero con pala
carbonera en mano, paleando. Abajo en boca de descarga se llenaban las bolsas a
pala y de ahí la estación del ferrocarril.
Se usaba explosivo, para sacar pedazos grandes luego, se molía para trasladarla a
boca de carga, ahí había hombres, trabajo a mano y se manejaban con alguna casilla
para protegerse bastante rudimentaria. El caballo era importante para trasladar las
vagonetas con la piedra en los comienzos.
Carlos A Paz, nos dice que en este periodo los agentes económicos no habían
alcanzado un nivel de complejidad demasiado avanzado. Especialmente incidía en
esta cuestión el contar con una tecnología simple que no permitía ampliar
demasiado la productividad de las minas. Se debe tener en cuenta que el
desarrollo el mercado minero no se había expandido en demasía. La definición de
esta etapa de menor expansión tecnológica y comercial como preindustrial ha sido
determinada por la necesidad de diferenciarla de la etapa de mayor expansión del
capitalismo minero industrializado.5
51

En relación al segundo estadio, o fase de desarrollo en términos de A. Brailovsky


Cecilia menciona:
En el año 1917, aparece con la fábrica el sistema que denominamos Caudille que
solo lo tenían la fábrica de cemento y el penal. Un nuevo modo de trasladar los
minerales, luego llegaron los volcadores. Convivieron las vagonetas con los
volcadores y luego en los años 50 o 60 se fueron desmantelando las vagonetas.
La fábrica se instala con lo más moderno, se instala con su sistema fabril, se
construye el barrio fabril en el año 1930. Las casas que se construyen eran todas
igualitas, destinadas a los directivos de la fabrica en un primer momento, quienes
tenían, claramente otro nivel de vida, las calles eran asfaltadas, De la vía para allá
era una realidad, y de las vías para acá había otra realidad. El pueblo queda dividido
y hasta enfrentado, podría decirse por muchos años. Luego la instalación del club,
donde concurrían los empleados de la fábrica para recrearse; también el cine.
Sabemos que acá en la calera se utilizaba la parte donde ahora estamos haciendo los
talleres como espacio de tertulia donde concurrían los empleados de la calera. Había
dos sectores claramente marcados.
En este sentido menciona el autor: a finales del siglo pasado, la incipiente
producción minera se había convertido en un factor de atracción de mano de obra.
Años más tarde, hacia 1920, se termino de configurar este proceso al instalarse
grandes industrias extractivas productoras de cemento, cal y otras de pequeña
infraestructura dedicadas a la producción de distintas rocas de aplicación. Refiere
que con la llegada de la fábrica de cemento comienzan las transformaciones
socioeconómicas en el marco de un limitado mercado de trabajo. Una gran parte
de la población queda laboralmente relacionada con las canteras y explotaciones
agropecuarias, que en la mayoría de los casos no estaban pasando por un buen
momento debido al auge de la industrialización.6

En 1970 fue una época dorada, se construyeron autopistas. En el año 1980 los Yáñez
le alquilan la calera a un Sr. De apellido Ruppel, luego se retira de la actividad. En
1990 se inaugura el horno 8, en la fábrica, hecho por una empresa danesa, de alta
modernidad para la época. Hasta 1992 aproximadamente conviven las caleras,
canteras y fábricas. En el caso de la calera 1888, cierra en 1990 por falta de recurso
52

mineral. Solo quedaba arcilla. Se cierra el ferrocarril. La gente compra camiones.


Algunos empleados de la calera fueron absorbidos por la fábrica. En 1995 de casi
1000 empleados en la fábrica llegaron a 30. Comienzan los despidos, las
prejubilaciones, etc.
Vemos claramente que aquellas condiciones que permitieron a la región ser
considerada en los 70 como polo de desarrollo, y que el imaginario social denomino
a la ciudad de Olavarría y su partido como Capital Nacional del Cemento y la
Ciudad del Trabajo, se ven desvanecidos en los 90. Los cambios coincidían con el
reajuste del sistema capitalista mundial que en los 90 termina alterando todos los
parámetros de crecimiento de la post-guerra, lo que implico un severo ajuste en el
paradigma tecnológico, los espacios productivos, los roles del Estado y el equilibrio
financiero a escala internacional. Fracasan las estrategias desarrollistas. La
globalización, el cambio tecnológico, la desregulación de los mercados implican en
su conjunto el triunfo de las corrientes teóricas neoliberales.
A través de lo que nos relata Cecilia observamos, como han sido los impactos
globales en este territorio local durante 130 años hasta que dejan de funcionar por
falta de recurso mineral, donde se puede ver claramente los modos de organización
social, en los diferentes periodos, facetas o etapas, la forma de trabajo a través del
tiempo, las técnicas y tecnologías que se utilizaban para la extracción de la cal y
como la llegada de la fabrica impone nuevos modos de relaciones y
posicionamiento social para quienes formaban parte de la vida de la misma, dando
cuenta de los distintos modos de relación entre naturaleza y sociedad, que hace a lo
ambiental y de lo que cada grupo humano hace con su particular entorno natural,
y la manera o el modo en que estas conductas revierten sobre las condiciones de
vida de las personas. Actualmente, como esa calera es productora de nuevos
sentidos y nuevos modos de relación entre naturaleza y sociedad.
.
Los momentos en los que se producen profundos cambios históricos son, también,
momentos en los que se hace necesaria una relectura de la historia. Creo que una
buena manera de percibir nuestro presente como historia es analizando la evolución
histórica de determinados conflictos sociales y ambientales que nos involucran.
Estamos viviendo el final de un periodo en el que se planteó en muchos países
53

latinoamericanos la destrucción del Estado y el cierre de las posibilidades de


crecimiento económico relativamente autónomo como si fueran objetivos patrióticos.
Para nosotros, la globalización significó el sometimiento a los mercados
internacionales sin otra contrapartida que vagas promesas. El resultado ha sido un
fuerte aumento de la concentración económica, de la marginalidad y el desempleo, a
los que se agregan el endeudamiento externo y la pérdida de la capacidad de decisión
nacional en áreas estratégicas. También se están agravando las contradicciones
ambientales y la destrucción de los recursos naturales. Esto suele generar la
siguiente pregunta: si la gente se muere de hambre, ¿por qué preocuparse por los
ecosistemas? ¿No es más importante darle de comer a las personas que cuidar
determinados recursos naturales? La respuesta tiene que ver con volver a pensar
nuestras sociedades en términos de su coevolución con los ecosistemas que nos
sustentan. En un contexto de agotamiento del modelo económico vigente durante las
décadas de 1980 y 1990, ¿de qué manera pensar en un nuevo modelo de país, en
nuevos proyectos nacionales? Mi punto de vista es que los países de América Latina
tenemos una amplia disponibilidad de recursos naturales, en calidad y cantidad, que
han sido subutilizados o mal utilizados durante la etapa reciente. La salida de la
actual situación requiere de una nueva mirada sobre el modo en que usamos
nuestros recursos naturales y nuestro ambiente. Se requiere, por supuesto, de un uso
sustentable, para no destruir lo poco que nos queda y por las implicancias sociales de
poner esos recursos al servicio de las sociedades y no de los especuladores. Esto
requiere, sin embargo, cambios profundos en los instrumentos políticos y
económicos. Los motivos hacen a las mismas características del modelo económico
implementado en nuestros países. Aplicar a los recursos naturales las reglas del
mercado equivale a suponer que un aumento en la demanda de determinado
producto agrario generará inmediatamente un aumento de la 6 fotosíntesis que
permita satisfacerlo. Esta porfiada resistencia de la naturaleza someterse a las
mismas reglas del juego internacionales a las que se someten muchos de nuestros
gobernantes termina ejerciendo presiones insoportables sobre los ecosistemas y
acelerando su deterioro. Nos encontramos ante la necesidad de recuperar la
capacidad de decisión del Estado, en tanto representante de la sociedad en su
conjunto, para poder orientar sus intereses en el largo plazo. ¿Tengo que recordar
54

que los ecosistemas sólo pueden ser pensados con criterios del largo plazo y que lo
que caracteriza a los mercados es la búsqueda de la rentabilidad del muy corto plazo?
¿De qué modo la historia ecológica puede ayudarnos a pensar el presente y el futuro?
¿Hasta dónde los conflictos ambientales pasados nos proporcionan elementos para
comprender los conflictos actuales?7
Concluyo mencionando que porque tuvimos 40 años de industria calera es que
llegaron las cementeras y porque se produjeron cambios a raíz de la llegada de las
cementeras es que hoy podemos contar por que dejo de producir la calera 1888, y
qué sentido tienen hoy estos hornos devenidos en monumentos, que dan identidad
al pueblo y cuentan una historia. Recuperar para mantener viva la historia,
mantener vivo el lugar y generar conciencia.
Bibliografía:
- Mario Sosa Velásquez. ¿Cómo entender el territorio?- Editorial Belinda Ramos
Muñoz-Guatemala: URL, Editorial Cara Parens, 2012. Xi, 131 p. (Colección Docu-
mentos para el debate y la formación, N° 4)

- Luis Mauricio Cuervo, Globalización y territorio, ILPES, Naciones Unidas CE-


PAL, Santiago de Chile, 2006

- Antonio Elio Brailovsky. Historia ecológica de Iberoamérica. De la Independencia


a la Globalización. Pág. 9

- Carlos A. Paz. Apunte de Cátedra, Materia 7, Maestría en Antropología Social,


2017. Pág. 8

- Carlos A. Paz, “Capitalismo, Tecnología e Impacto Ambiental” Tesis de Maestría.


UNMDP.2001
-
- Carlos A. Paz, “Capitalismo, Tecnología e Impacto Ambiental” Tesis de Maestría.
UNMDP.2001
-
- Antonio Elio Brailovsky- Historia ecológica de Iberoamérica- desde los Mayas al
Quijote. Pág. 6 y 7.
55

HISTORIA AMBIENTAL DE LA CIUDAD DE OLAVARRÍA


Por María Magdalena Wagner
Es probable que, posterior a la realización de un seminario en cuyo desarrollo el
interlocutor ha ido abordando diversas temáticas, con variedad de fuentes biblio-
gráficas y con vocabulario específico, el espectador vuelva a su vida cotidiana lle-
vándose consigo una serie de hojas escritas a modo de apunte, poco legible pero
cargado de ideas nuevas y saberes. Desde el punto de vista de quien escribe, sin
embargo, predomina el sentimiento de un pensamiento poco habitual en sus días,
ampliado, casi filosófico en alguna manera, donde los límites establecidos por las
escalas geográficas tradicionales desaparecen; donde la tribu más pequeña de Áfri-
ca aparece ahora vinculada con expresiones de la jerga argentina… ¡qué quilom-
bo! Bueno, es un decir. Ahora sí se puede entender que ésta no es una expresión al
azar, sino vinculada con hechos socio históricos acaecidos varios años atrás, resul-
tados de la dominación del ser humano sobre sí, de la esclavitud y del poder.
No obstante, es la dominación del ser humano sobre la Naturaleza, lo que interesa
aquí analizar, ese vínculo que aparece por demás desparejo, desigual. Y dentro de
estos vínculos hoy el escenario por excelencia es uno: la ciudad. Ese espacio que
crece tanto en tamaño como en número. Cientos de miles en este mundo finito, de
las cuales se tomará en consideración una, la ciudad de Olavarría.
Para comenzar con el abordaje del tema central de este escrito, podríamos analizar
la caracterización típica de una ciudad, la cual suele brindar datos sobre su ubica-
ción geográfica, relieve y clima, demografía y un poco sobre su historia. Es de esta
manera que rápidamente podríamos mencionar que ésta es ciudad cabecera del
56

Partido de Olavarría, el cual se encuentra ubicado en el centro de la provincia de


Buenos Aires, del país de Argentina. Su relieve corresponde a la llanura pampea-
na con serranías al centro-este del partido. Su superficie es de 7.715 Km. y viven en
ella más de 100.000 habitantes según datos del censo del año 2010. La ciudad de
Olavarría, se ubica sobre la ruta nacional 226 y provincial 51, a 40 Km. de la ruta
nacional 3, confiriéndole un aspecto particular por ser la ciudad que se encuentra
casi al centro de la provincia.14
En lo que respecta a la orografía, está compuesta por cerros, sierras y elevaciones
menores, pertenecientes al Sistema de Tandilia, que se prolonga desde este Partido
hasta la Sierra de los Padres, con una extensión aproximada de 330 Km. Las sie-
rras no sobrepasan los 500 m sobre el nivel del mar.
El Partido es integrado por las localidades de Sierra Chica, Colonia Hinojo, Hino-
jo, Sierras Bayas, Colonia San Miguel, Colonia Nieves, Cerro Sotuyo, La Providen-
cia, Loma Negra, Espigas, Recalde, Santa Luisa, Durañona, Pourtalé, Rocha, Ma-
pis, Muñoz, Iturregui y Blanca Grande15
Así, podría continuar el listado de su caracterización con datos actuales, sin em-
bargo, es posible advertir que, desde una primera instancia, y sin necesidad de
profundizar sobre su historia, esta ciudad nace ligada exclusivamente al asenta-
miento colonial en Iberoamérica. Sin ir más allá, su nombre fue dado por un coro-
nel vinculado al ejército provincial de las colonias españolas de la región, a princi-
pios del siglo XIX.16
Sin embargo, a poco más que se profundiza sobre su nombre, se sabe que en reali-
dad “Olavarría” fue el reemplazo del primer nombre vinculado al arroyo que la
atraviesa: “el Cantón del Tapalquén”, cuyo significado proviene de la lengua arau-
cana, que significa “agua de bañados” 17. Así, se puede visibilizar en el espacio ana-
lizado, que el humano ha hecho de sus actos de presencia desde tiempos precolo-

14
Fuente: https://www.unicen.edu.ar/content/olavarr%C3%AD
15
Fuente: https://www.unicen.edu.ar/content/olavarr%C3%AD
16
Fuente en: https://www.Olavarría.gov.ar/historia-de-la-ciudad/
17
Perón, Juan. Toponimia patagónica de etimología araucana. 2da Ed. Dirección
de Cultura y educación. Buenos Aires. 1952. En:
http://www.labaldrich.com.ar/wp-content/uploads/2013/03/Toponimia-Patagonica-
de-Etimologia-Araucana-de-Juan-D.-Per%C3%B3n.pdf
57

niales, valiéndose de sus recursos. Se menciona lo precolonial, por el hecho de la


existencia de pueblos que en esta región habitaban y en su cotidianidad recorrían.
Según los estudios realizados desde la Facultad de Ciencias Sociales de la Univer-
sidad del Centro, tanto Olavarría como Azul y Tandil -el TOA-, comprenden una
región del centro de la provincia de Buenos Aires caracterizada por su diversidad
de paisajes de sierras, lagunas y cursos de agua, con gran diversidad de flora y fau-
na autóctona. Los sitios arqueológicos presentes en esta región, permiten obtener
datos fehacientes de la presencia humana desde hace unos 8 mil años, y que dan
cuenta de cacicazgos del siglo XVIII y XIX. 18
Aquí es factible abrir un paréntesis para hacer mención de una idea expuesta por
Antonio Elio Brailovsky en el inicio del seminario: la relación entre las Sociedad y
la Naturaleza es principalmente de tipo productivo, vínculo en el cual la Naturale-
za soporta el accionar humano.
También es posible reconocer en los abordajes que realizó Brailovsky sobre los di-
versos grupos sociales, a los llamados “Pueblos dispersos” o araucanos, propios de
la región. Éstos, considerados como pueblos guerreros y cazadores formados en pe-
queños grupos que se enfrentaban continuamente por los recursos que se presenta-
ban como escasos19.
En el último siglo mencionado, el siglo XIX, se dio a la vez el asentamiento de euro-
peos en la región, dándose así una crecimiento acelerado de poblados urbanos, ac-
tividades económicas agro ganaderas y mineras, construcción de caminos y de lí-
neas férreas. El ritmo de cambio tomó otras dimensiones, mucho más intenso, rápi-
do. “En síntesis todo ayudó a transformar profundamente, en poco más de cien
años, un paisaje que había permanecido casi invariable por cientos de miles de
años.”20
No obstante, ¿qué hechos sucedieron en esos 100 años o poco más que nos permi-
ten hablar de una naturaleza transformada y humanizada? Casi violada con quí-
micos, explosivos, desgarrada por máquinas de toda índole. El famoso “desarro-

18
Fuente : https://www.unicen.edu.ar/content/patrimonio-natural-y-cultural-en-
tandil-olavarr%C3%AD-y-azul
19
Apuntes del seminario “Ambiente y conflicto social en la historia de
Iberoamérica”. Olavarría. 2018.
20
Fuente : https://www.unicen.edu.ar/content/patrimonio-natural-y-cultural-en-
tandil-olavarr%C3%AD-y-azul
58

llo”, que no es sino el avance tecnológico-productivo de la sociedad en cuestión, por


sobre la dinámica de los espacios naturales, y de la Tierra en su totalidad. La mun-
do fabril se lleva el papel principal.
El proceso de industrialización en el partido de Olavarría presenta una singulari-
dad marcada, que le confiere una fuerte identidad fabril de antaño y espacios con
evidentes vestigios de esa historia. El nacimiento de las actividades extractivas se
dio hacia fines del siglo XIX, determinando una gran fuerza de trabajo minera,
con clases sociales marcadas y un desarrollo de las actividades económicas ligadas
a este sector21. Se conformaron centros productivos en diversos puntos de las sie-
rras del Partido de Olavarría, los más antiguos en Sierras Bayas, La Providencia,
Feitis, Cerro Sotuyo, Boca Sierra, donde se comenzó a explotar y producir la cal, el
cemento y el granito, sumándose Sierra Chica con la explotación de este último mi-
neral. 22
En sus primeros años, podría hablarse de una actividad dominada por el descubri-
miento de reservas y de la explotación a través de técnicas rudimentarias, domina-
das por la fuerte presencia de la fuerza de trabajo humana, con incineración de los
minerales en hornos verticales. Este período industrial de estilo artesanal, fue titu-
lado por Paz, como “período protoindustrial”, el cual rápidamente vio su fin en los
primeros años del siglo XX y dio lugar al período de “industria profesional de fá-
brica”, con la llegada y puesta en marcha de industrias que hacían uso de nuevas
tecnologías. En 1917 se ubica en Sierras Bayas la empresa cementera extranjera
“Lone Star”, en 1928 Loma Negra de capitales argentinos, y a poco andar la em-
presa “Calera Avellaneda” en el paraje San Jacinto.
Las sucesivas innovaciones tecnológicas del estadio industrial profesional no se de-
tuvieron, llevando a la crisis de los emplazamientos de trabajo de estilo preindus-
trial. El mercado se expandió extraordinariamente, las empresas se encontraban
en plena producción para los años 30, y para los 80 los fenómenos socioeconómicos
globales -neoliberales- terminaron por generar empresas que perdieron lugar en el
mercado, mientras las más tecnológicamente avanzadas y de alto impacto se ex-
pandieron enormemente. Hablamos ya de emprendimientos fabriles que hacen uso

21
Paz, Carlos Alberto. “EL desarrollo de la minería en el Partido de Olavarría”.
Su abordaje desde la arqueología Industrial. Capítulo 14.
22
Op. Cit. Paz, Carlos Alberto.
59

de las últimas formas de gestión. 23 Empresas adquiridas por capitales de otros paí-
ses, que llegaron con la implementación de las políticas neoliberales desde el 76 en
adelante.
El siglo XXI se presenta así acompañado de una vorágine extractivista, visible en
cada una de las voladuras a cielo abierto, en los temblores que las acompañan y
que aparecen en cada una de las casas de los olavarrienses en forma de rajaduras
de pared, en cada chimenea fabril que escupe incansablemente humo blanco al cie-
lo, en grandes autopistas iluminadas atestadas de camiones. Un siglo XXI que ve
crecer en el partido el tamaño de sus industrias… de la misma forma que la pre-
sencia y las ganancias de capitales privados extranjeros... En el 2005 Loma Negra,
una de las más importantes de la región pasó a manos de capitales Brasileños. Ce-
mentos Avellaneda es en 2009 adquirida por capitales brasileños y españoles.
Olavarría, cuyo partido ronda en unos 120 mil habitantes, es el escenario donde la
economía internacional hace presencia, insertándose acríticamente en el mundo,
dando lugar a la apropiación externa. En el marco de un nuevo orden capitalista,
la creciente fragmentación de los procesos productivos le ha asignado a la Argenti-
na, junto con otros tantos países, el rol de país ambientalmente flexible. Mientras
que los países poderosos centralizan las actividades más dinámicas y generadoras
de mayor ganancia, las actividades sucias, extractivas y los commodities nos alcan-
zan24. Aquí en el presente caso analizado, encontramos el ejemplo.
Pero, ¿acaso Olavarría no se encuentra al centro de la región pampeana? ¿No es
para el ideal de pensamiento derechista, el espacio por excelencia beneficiado con
el don del cultivo, donde se encuentra la riqueza nacional? Pues, sí, justamente es
esta la región en la que los españoles y criollos veían un mar de llanuras cubiertas
por gramíneas, en donde navegaban en sus carretas dirigidos por las estrellas 25.
Lugar conquistado y tomado de las manos de los pueblos dispersos, con el objeto
de poner en producción estas fértiles tierras. Por ende, es acorde entender que el
partido de Olavarría es escenario no sólo del desarrollo industrial, sino también las

23
Op. Cit. Paz, Carlos Alberto.
24
Fernández Equiza, Ana María y de Estrada Victoria. “Neoliberalismo y
problemas de la Argentina Actual: en busca de una dimensión explicativa. Clase 7.
Materia Teorías del Desarrollo y Sustentabilidad.
25
Apuntes tomados del seminario “Ambiente y conflicto social en la historia de
Iberoamérica”.
60

actividades de índole agrícolo-ganaderas. Este sistema de actividades es entendido


como mixto, con predominancia de actividad ganadera por sobre la agricultura.
Las tierras donde los suelos son aptos para las labranzas y el cultivo, la vegetación
nativa ha sido sustituida por diferentes formas de cultivo en unas 164 mil hectáreas
aproximadamente. Los suelos cultivables se encuentran también con otras forma-
ciones, donde los suelos no son aptos para la labranza; allí se conservan pastizales
nativos más o menos degradados por impacto de pastoreo extensivo.26
Dentro del sistema, la agricultura ha producido en los últimos años un incremento
en la superficie de cultivos de cosecha gruesa, es decir la más importante del año,
en detrimento de los cultivos tradicionales de la zona. Este incremento, dado prin-
cipalmente por el uso de la siembra directa y la utilización de las tecnologías de
alto rendimiento, agudizó la problemática de la rotación de cultivos por pérdida de
estructura de los suelos y una mayor incidencia de la erosión. También en los últi-
mos años, ha sido explosivo el crecimiento de la superficie cultivada con soja27... Se-
ría muy ingenuo creer que los granos de soja sembrados son orgánicos y sin usos
de agroquímicos.
En este continuo de producción y obtención de beneficios, algunos ganan – mucho-
otros no ganan nada, otros perdieron y pierden. Pierde la naturaleza, su equilibrio
y su regeneración, pero cada ser humano lo sufre en consecuencias y en su futuro
como especie.

26
Núñez, Mariana Verónica. “Partido de Olavarría: Ordenación ecológica y
formas de ocupación y uso del ecosistema”. En: Revista Geográfica Digital.
IGUNNE. Facultad de Humanidades. UNNE. Año 14. Número 28. julio-Diciembre
2017. ISSN
27
https://inta.gob.ar/sites/defeult/files/script-tmp-inta_zonasagroecolgicassiiiyiv.pdf
61

Cap. 2 – DOS CASOS DE HISTORIA DEL AMBIENTE


URBANO

PRIMERA APROXIMACIÓN A LA HISTORIA AMBIENTAL


DE LAS PLAZAS Y PARQUES EN OLAVARRÍA
Por Juan Weisz

El presente trabajo tiene la finalidad de cumplir con la regularidad del Seminario


de “Historia Ambiental de Iberoamérica” dictado en la FACSO por el Prof.
Brailovsky en septiembre de 2018 en la ciudad de Olavarría.
Recogiendo el guante al desafío propuesto por Antonio de escribir con libertad, sin
importar el formato, sobre algún episodio de la historia ambiental de Olavarría,
me propongo escribir el siguiente texto de manera “desordenada” (desde el punto
de vista de lo que es considerado un texto “académico”), algo más cercano al
formato de Fanzine, de nota de opinión o de la escritura militante.
62

Antes de adentrarme en la temática voy a abrir un paréntesis, para señalar dos


hechos que se dieron, el primero justo al inicio y el segundo al cierre del seminario,
y que sin estar asociados tienen una vinculación entre sí, que me parece relevante
rescatar. Puede parecer algo cósmico, pero mi abuela (que es una sobreviviente del
siglo XX, de sus atrocidades bélicas y de sus desastres ambientales en nombre del
“progreso”), siempre me dice que no existen las casualidades. Y yo a veces le creo.
Por eso no me parece casual que al principio del seminario, que nos invitaba a
reflexionar sobre las relaciones históricas que construimos con el ambiente en el
que vivimos y la necesidad de construir conciencia ciudadana para un cambio,
haya coincidido con la muerte de Fabián Tomasi, emblema de la lucha contra los
agrotóxicos. Fabián padecía envenenamiento desde que en el 2005 fue contratado
por una empresa de fumigación aérea. Su trabajo consistía en abrir los envases en
los que había sustancias químicas, entre ellas glifosato, y volcarlas en un recipiente
de 200 litros de agua que luego eran enviadas por una manguera hacia la aeronave
para sembrar los campos con soja. Los últimos años de su vida fueron de lucha y
dio testimonio a quien quisiera oírlo de que el glifosato mata.
Y porque no existen las casualidades, el seminario concluyó en los días que se
conocía la denuncia hecha por concejales que el municipio local había comprado
60 litros de glifosato para “matar los yuyos” a la vera del arroyo Tapalqué. El
arroyo cruza toda la ciudad y la concejal que hizo la denuncia notó que a la altura
del Parque Mitre, ubicado en pleno centro, los pastos de las barrancas estaban
quemados hasta la raíz. La concejal conoce del asunto porque por años fue, en la
gestión del gobierno anterior, la encargada de obras publicas. Y si bien el
mantenimiento de las vías del tren, que están en paralelo al arroyo a unas ocho
cuadras y también cruzan toda la ciudad, corresponde a la empresa que los
administra, lo cierto es que hasta hace unos pocos años era práctica habitual
“matar yuyos” con herbicidas potentes y la municipalidad lo permitía.
Ahora bien, es curioso que estos hechos pasen inadvertidos para la mayoría de los
Olavarrienses28 que ven el uso de los agrotóxicos como algo inocuo. Esto nos lleva a
28
Hubo cierto revuelo en las redes sociales, un grupo de estudiantes y docentes de
los profesorados de Teatro y Geografía hicieron una intervención pública en el
parque mitre y se trató el tema en el Concejo Deliberante que elevó un pedido de
informe al ejecutivo. Pero de todas maneras, en un lapso de dos semanas, el tema
desapareció de la agenda mediática ya que no se consiguió movilizar a la gran
63

indagar en las continuidades y rupturas que nos son necesarias pensar, si lo que
buscamos es desarrollar propuestas para lograr un cambio que ponga freno, o al
menos nos posicione en mejores condiciones, al colapso civilizatorio que nos está
llevando el capitalismo en particular, y el imaginario productivista en general.
Pero, ahora sí entrando al tema que voy a abordar, va más allá del uso o no uso de
agrotóxicos. Estas prácticas están sustentadas en una visión de la naturaleza
“como un algo” que sirve si se puede “explotar”. Es decir, que tiene valor solo en la
medida de que pueda ser transformado en mercancía. Lo que permanece con
fuerza y da sustento a estas prácticas es un determinado imaginario social, que le
es propio a la modernidad occidental, desde el cual se percibe la naturaleza como
algo externo al ser humano, siempre amenazante, que hay que controlar, dominar
y limpiar.
Como sostiene Sarlingo (1993), la producción social del ambiente urbano puede
describirse como la articulación de rupturas y continuidades resultado de las
prácticas y representaciones de los actores sociales concretos. ¿Qué es lo que se
fractura o continúa? Fundamentalmente una forma de entender desde la sociedad
la naturaleza, que es producto de una elaboración de la experiencia histórica. En
virtud de esta se van encuadrando las prácticas, los saberes y las representaciones
que tienen significado en cada etapa histórica.
En otras palabras, las formas en que cada sociedad se organiza, las decisiones que
se toman sobre la utilización del espacio, de determinadas porciones de la
naturaleza, las valorizaciones que se hacen y las formas de apropiación de las
mismas, están política, social y culturalmente mediadas. En tal sentido, lo que me
propongo realizar es una primera caracterización de las formas hegemónicas que
están presentes en los imaginarios de los olavarrienses con respecto a las relaciones
entre Sociedad/Naturaleza.
Para esto voy a recurrir a un análisis exploratorio de las transformaciones que se
han realizado, en distintos momentos históricos de la ciudad, de sus plazas y
parques. Desde ya cabe aclarar que no es de mi interés hacer un análisis
exhaustivo, sino tomar algunos de los hitos históricos fundamentales para lograr
una primera caracterización general. La elección de las plazas y los parques está
mayoría de los olavarrienses.
64

dada por la función que cumplen en el ambiente urbano. Si equiparamos la ciudad


a una casa grande que compartimos, las plazas y parques serían los patios y
jardines de la ciudad. Los puntos verdes, los pulmones. Es el lugar reservado a la
“naturaleza”. También son los lugares públicos de encuentro, de juego y de
visibilización. Su paisaje nos sirve de referencia para captar las percepciones
sociales preponderantes en los diferentes momentos históricos, así como también
las justificaciones de las transformaciones que se han realizado. En principio solo
me centraré, por una cuestión de extensión, en las remodelaciones de la plaza
central Coronel Olavarría y del Parque Mitre.
¿Se puede contar la historia ambiental de un pueblo recurriendo a la historia de
sus plazas y parques? Tal vez no, es decir, no se puede contar toda la historia
ambiental solo recurriendo a una parte. Pero el recorte nos sirve para poder
caracterizar cuáles han sido las lógicas imaginarias y las significaciones que los
Olavarrienses hemos atribuido, en su interacción con el espacio que habitamos, al
denominado “entorno natural”29.
Como he dicho más arriba, las plazas y los parques representan en la ciudad el
equivalente a los patios y jardines de nuestras propias casas. Por lo cual,
representan una buena posibilidad para acercarnos a las significaciones de los
Olavarrienses, pues las distintas autoridades que han tenido a su cargo la
administración de la municipalidad de Olavarría, han procurado siempre
“embellecer” los paseos y plazas dejando claras marcas de sus valoraciones con
respecto al paisaje 30.

29
Desde mi visión, es importante señalar que hay que superar el pensamiento
binario que opone Cultura a Naturaleza para encontrar nuevas respuestas. En este
sentido, el modelo teórico al que adhiero, lo que hace es romper con los
determinismos y da un papel activo tanto al entorno natural como a la sociedad en
la generación del ambiente. Así como los límites naturales que impone el ambiente,
los imaginarios, los comportamientos y las prácticas sociales tienen una gran
importancia para entender las problemáticas socio-ambientales ya que juegan un
rol activo.
30
El paisaje es la expresión perceptible de un territorio. Por lo cual, la forma en
que lo valoramos e intervenimos en él está en referencia directa con las ideas que
tenemos sobre la Naturaleza y la Cultura.
65

En la siguiente cita, extraída del “libro de oro del Centenario de Olavarría” (1967),
Ramón A. Rendón, quien fuera durante muchos años Intendente Municipal y
político de la ciudad de Olavarría, escribió para el diario “El Popular”, en su
edición del 26 de mayo de 1929, las siguientes observaciones de la plaza central en
sus “Reminiscencias”:
“(En 1882) la plaza principal, denominada Coronel Olavarría, estaba cerrada por
gruesas cadenas sostenidas por postes cilíndricos terminados en esferas e
interiormente circundada por sus cuatro costados con calles de álamos, sauces y
acacias. Más tarde, o más o menos el 88 u 89, creo que era Intendente Municipal
Don Bernardo Prebendé, cuando se suprimió el cerco de cadenas y los sauces y
álamos se reemplazaron por ligustrina y se pusieron los cuatro hermosos pinos (…)
en el año noventa y tantos, siendo Intendente Don Dionisio Recavarren, se
cercaron con tejido de alambre sus canteros, se formaron lindos jardines
cultivándose una profusión de dalias que llamaban la atención de propios y
extraños por su hermosura; construyéndose asimismo una fuente de portland con
surtidores de agua y adornados con figuras terracota. En el año 1901, siendo yo
intendente y con motivo de la inauguración del busto del Coronel Olavarría (…) la
plaza sufrió una nueva transformación, sustituyéndose los ligustrinas por los
plátanos, se tiraron los cercos de alambre tejido y se formaron nuevos jardines (…)
Por fin en el año 1922, al asfaltarse y adoquinarse las calles del pueblo, se
pavimentó con mosaicos las de la plaza, siendo Intendente el que suscribe” (1967,
Pág.: 147).
66

Inauguración del Busto Coronel Olavarría 1901


Foto del Archivo Histórico Municipal
67

Pavimentación de la Plaza Central


Archivo Histórico Municipal

Como puede verse cada una de las autoridades municipales fueron interviniendo
en el espacio de la Plaza para marcar su impronta. Algo que es de uso corriente
hasta la actualidad, donde cada nuevo mandatario interviene la plaza sacando y
poniendo árboles, arbustos y flores, pues cumple la función de una gran vidriera
que les permite mostrarse. Además se ve claramente el valor estético que se le
atribuye a la naturaleza, la búsqueda de especies de plantas “exóticas” para que la
plaza “asombre” a propios y extraños por su “belleza”. También puede observarse
cómo la plaza se fue transformando al ritmo de los cambios que se iban dando en
la ciudad. En particular es interesante cómo a la par de que se pavimentaban las
primeras calles se pavimentó la plaza.
El 28 de enero de 1968 el diario “El Popular” publica una nota que hacía
referencia a las transformaciones que se estaban dando en los edificios que rodean
la plaza central. En la nota se decía:
68

“Se esta procediendo a la demolición o transformación del edificio ubicado en la


calle Rivadavia N° 2756 y con ello desaparecerá al menos un aspecto originario, el
último reducto de una antigua construcción que, en su época represento un paso
significativo de impronta y progreso (…) al transformarse este último pedazo de ese
edificio de tan larga y meritoria permanencia, hemos creído conveniente, esta breve
reseña, no para lamentar su desaparición, sino para rendir homenaje a quienes la
construyeron en el lejano tiempo, cuando Olavarría dejaba los pañales”.
Este breve extracto nos permite ilustrar cómo el imaginario social hegemónico, que
perdura hasta la actualidad, se estructura en relación al término “progreso”. La
imagen de que la ciudad esta en continua construcción, y que va evolucionando
desde que tenía “pañales”, hacia una ciudad moderna que no permite nostalgias.
También, lo que se puede observar con claridad, es que hay una relación directa
entre estas ideas de progreso y los diferentes momentos del desarrollo del
capitalismo en la región. A principio del siglo XX las idea que acompañaban la
acción transformadora eran la de impresionar a “propios y extraños” con la
“belleza” y “modernidad” de la plaza del pueblo y, por otro lado, recordar desde
sus monumentos la importancia del pueblo como “un mojón en la conquista del
desierto”31.
Estas ideas se corresponden con la llegada de los primeros migrantes, como parte
de las políticas modernizadoras del modelo liberal agroexportador, que impulsó la
llegada a nuestra ciudad de personas provenientes de distintos destinos geográficos
y los primeros desarrollos económicos del comercio, la agricultura, la ganadería.
Como así también una incipiente industria minera, de carácter preindustrial pero
de corte capitalista. En este primer momento lo que se buscaba desde las élites
gobernantes era la construcción de una identidad local basada en sus propios
propósitos.
En los años 60 del siglo pasado la ciudad estaba en pleno auge y se habían
consolidado las industrias mineras, que no dejaban de expandir su actividad desde
sus inicios tempranos, en la década del 20, con la instalación de las primeras
31
La visión que justifica el genocidio y la persecución a los pueblos originarios se
ha mantenido, en cierta medida, muy vigentes hasta la actualidad. Por citar solo
un ejemplo, el gobierno municipalidad de Olavarría no permitió que el 12 de
octubre de 2017 que la comunidad mapuche Pillan Manke izara la wipala en la
plaza central.
69

grandes empresas cementeras. Había pleno empleo, y la ciudad vivía un desarrollo


económico que prometía un futuro ilimitado. En el país estaban implementándose
las políticas desarrollistas, y en Olavarría comienzan a realizarse cambios
importantes en los espacios públicos que acompañan el optimismo generalizado y
que fueron parte de los festejos del centenario de la ciudad.
Las ideas de progreso indefinido están en su apogeo y sirven de justificativo y
legitimación para muchas de las transformaciones que se han realizado en la plaza
céntrica. En julio de 1960 El Popular publicaba una nota en la que se decía:
“Algunos vecinos se quejan porque varios árboles del Parque Mitre y de la plaza
Coronel Olavarría, están siendo abatidos. Entre los ejemplares más singulares, están
por su condición exótica en nuestro medio, las palmeras del paseo principal, también
están cayendo desplazadas por nuevos planes urbanísticos. Es comprensible que
mucha gente lamente que el hacha, o la pala, o el tractor, arrasen con adornos que
como las palmeras, fueron testigos durante más de medio siglo del acontecer
olavarriense. Es explicable el sentimentalismo y, aún, la divergencia estética con
respecto al mantenimiento o no de la planta. Pero es el caso que hay un plan de
remodelamiento de paseos, preparado por técnicos en la materia que la autoridad
municipal ha acogido con miras de modernizar los espacios verdes que son los
pulmones de la ciudad. Estamos sintiendo los comentarios, favorables o adversos,
respecto a la acción demoledora; pero admitimos que la acción no es tal, en
definitiva, si no constructiva y que quienes lo impulsan lo hacen guiados por una
orientación estética” (El Popular, miércoles 13 de julio de 1960).
70

Foto de una de las Palmeras de la Plaza en 1947


Foto Archivo Histórico municipal

Esta nota no tiene desperdicio porque evidencia, en todas sus dimensiones, el


discurso modernizador. Desde el uso, por parte del cronista, de términos como
“abatidos” y “acciones demoledoras” que plantean metáforas bélicas para definir
las acciones de modificación del espacio32. Pasando por el uso de “especies
exóticas” y “adornos” para referirse a las palmeras como meras “cosas” estéticas
que “embellecen” las plazas y paseos. Hasta la descalificación por parte del

32

Un capítulo aparte de la historia de la Plaza Central merece la “Guerra contra los


Tordos”. Las deyecciones de estos pájaros han decorado autos y las baldosas de la
plaza y molestado a los usuarios por décadas. Desde la municipalidad se les declaró
la guerra a los pajaritos y se ensayaron múltiples opciones: bombas de estruendo
para ahuyentarlos, aves rapaces, ultra sonidos y sonidos ultrasónicos. El ejemplo
de los tordos nos muestra el funcionamiento de la metáfora bélica y las prácticas
que orienta. A la eliminación de una “molestia” o “problema” (una especie en un
ecosistema), le siguen la aparición de problemas mayores. En ecosistemas
sumamente simplificados, al tiempo que se elige una especie que predomina,
también se eligen las plagas que ven relacionadas con la especie dominante. Y
luego hay que desatar una guerra de exterminio (Sarlingo, 1993: 99)
71

cronista de las críticas “de la gente que se lamenta” legitimando el saber del
personal “técnico” como el único “competente en el tema” para la
“modernización” de los espacios verdes “que son los pulmones de la ciudad”.
Pero en los años 90 los sueños de un porvenir ilimitado comienzan a afectar el
presente de Olavarría. Los cambios que se dan en el modelo de acumulación
capitalista en los países centrales, que se imponen a nivel mundial, traen consigo
una pérdida en el poder de negociación del trabajo ante el capital, y comienzan a
implementarse los procesos de tecnologización y flexibilización en la región. Estos
cambios van impactar en la localidad produciendo una gran pérdida de puestos de
trabajo tanto en la industria minera como en las actividades agropecuarias.

Publicidad del anuario de los 128 años de la ciudad de El Popular. Año 1995
Archivo Histórico Municipal

Estos avatares hicieron que se tuviera que mutar del mote de “Olavarría capital
nacional del trabajo” con el que se autopercibían los olavarrienses, al de “capital
del cemento” que evidenciaba, en las representaciones imaginarias, el cambio de
época que se estaba viviendo en la ciudad. Es que lo único que no dejó de crecer
fue la producción de cemento en la ciudad.
72

A falta de trabajo, el cemento comenzó a ocupar el centro de la escena. La Plazas y


parques no fueron la excepción. Desde finales de la década de los noventas y lo que
va del siglo XXI se han realizado una gran cantidad de intervenciones en parques y
plazas donde se implementaron sendas para caminatas y bicisendas de cemento,
bancos de cemento y grandes monumentos de cemento. El cemento lo ocupa todo.
Es en este nuevo contexto que empezó a pensarse la transformación de la plaza
central como una plaza seca.
Primero, en el año 1998, se reemplazaron los baldosones de la plaza central y se
colocaron unos nuevos más resistentes a las raíces de los árboles. Luego, en el año
2007 se planeó la realización de una plaza seca en la vereda del museo y el teatro
municipal utilizando el mismo tipo de baldosones para unificar los dos paseos. Por
último, en 2014, se realizó el Paseo Jesús Mendía, que significó el cierre de la calle
San Martín para la unificación de la plaza con los edificios de la municipalidad, la
escuela Cáneva y la iglesia San José.
Todos estos cambios se hicieron bajo el proyecto arquitectónico de convertir la
plaza central en un espacio más “moderno”, como lo explicara el arquitecto Fabián
Rúbare de la Dirección de Obras Civiles Municipales en julio de 2007 a El
Popular:
"Queremos revalorizar la actividad del Museo, que está a la vuelta y escondido para
que empiece a formar parte de la manzana cívica porque la Municipalidad y el Teatro
tienen mucha presencia y (la sala de exposiciones) quedaba opacada (…) La
iniciativa forma parte del Plan de Remodelaciones de Veredas Públicas, en sintonía
con el piso de la plaza. Esas baldosas llevan 9 años y se puede hacer un tratamiento
de raíces y recuperar el piso. Con una vereda convencional estaría roto. Es lo que se
está usando, incluso como reemplazo de pavimento en algunos países, son de alta
resistencia (…) Será un lugar sin flores, olivo, pino ni roble, como exhibía hasta hace
2 meses. Era oscuro y pensamos en limpiar eso, que quede más claro, y revalorizar lo
que es patrimonio histórico y edilicio de la ciudad, con más presencia. Al hacer una
plaza seca toma fuerza el edificio que estaba perdido y sucio. (…)"Las plantas nos
jugaban en contra y sabíamos que la opinión pública iba a reaccionar pero el
Municipio tiene política de parques, espacios verdes y plazas. Acá eran tres árboles
73

que se trasplantaron. El roble de los vascos lo pusimos en la plaza central con un


corralito y los otros dos están en el Parque Sur (…) (El Popular 5 de julio de 2007)
Esta cita muestra de forma contundente las significaciones y representaciones de
las autoridades municipales con respecto a la naturaleza: los árboles ensucian y
ocultan. Oscurecen y quitan valor a los edificios históricos (la naturaleza no tiene
historia) por lo que hay que desterrarlos del centro y enviarlas lejos, a los parques
y espacios “verdes”.
También la herencia cultural a la que se adhiere queda explicitadas ya que en el
lugar se colocó la escultura de la Loba Capitalina y se lo llamó “Paseo de los
Italianos”. Occidentales y cristianas parecen ser nuestras únicas raíces 33. Pero estas
concepciones son las que opacan y ocultan, por lo que es necesario “limpiarnos” de
ellas, para superar la negación sistemática que se ha hecho de los pueblos que
originarios que aquí habitaron, y del genocidio que se perpetuó en nombre del
progreso, que continúa siendo una constante en la visión de los gobernantes.
En definitiva, esta negación no es casualidad. Como sostiene Murray Bookchin
(2005) la sola noción de dominación de la naturaleza por el hombre, que subyace
en la concepción y las significaciones que guían las intervenciones sobre el espacio
que hemos explorado hasta aquí en este trabajo, provienen de la misma y
verdadera dominación del hombre por el hombre, de la jerarquía y la imposición,
que han sido, sino el motor, al menos parte fundamental de la justificación de la
expansión del capitalismo y la crisis civilizatoria que enfrentamos , en la
actualidad, tras trescientos años de agresión indiscriminada al ambiente en todos
los rincones del mundo.
EL PARQUE MITRE
La presencia de un discurso que insiste en hacer hincapié en lo moderno es
constante en Olavarría. También lo es que la única palabra autorizada para los
gobernantes sea la del saber.

33
Los pueblos originarios solo entran en la historia oficial de Olavarría, “mojón en
la Conquista del Desierto,” como malón y barbarie. De ahí el concepto de
“aborigen” (sin origen, sin historia), por muchas luchas hoy en desuso.
técnico, por sobre el sentir y el conocimiento local. Es posible encontrar
continuidades en las justificaciones discursivas ligadas al manejo de lo natural.
Pero también rupturas.
74

Olavarría se caracteriza, entre muchos otros rasgos, por ser una ciudad sin
árboles. Y esa característica es propia tanto en el microcentro como en los barrios.
El Parque Mitre tampoco escapa a esta realidad. No obstante, no siempre fue así.
En el año 1896, cuando la municipalidad expropia los terrenos de las márgenes del
Tapalqué para crear el parque Mitre, el lugar era una frondosa arboleda con
innumerables plantas. Pero el Parque Mitre tarda en concretarse, mientras tanto
se produce la primera poda de importancia. El 14 de mayo de 1925 la
municipalidad contrata a un paisajista, quien proyecta el delineado del parque34.
Otra gran pérdida de arboledas se da en julio del año 60. “Desde hace algunos
días, están siendo derribados viejos árboles del Parque Mitre, para servir a una
remodelación del paseo (…) la ofensiva contra los árboles, se acentúa con un
despacho de comisión que trata hoy el C.D. por el cual se autoriza la eliminación
de plantas existentes en la calle Rivadavia, entre Colón y Del Valle” (El Popular 8
de julio de 1960).

34

Ver Sarlingo 1993: 112.


75

El discurso bélico y la justificación de modificaciones para la modernización se


utilizan una y otra vez. Pero también, se empiezan a escuchar las quejas de vecinos
que se oponen a la tala cada vez con más fuerza. En este sentido, en el 2009 se
produce un quiebre, cuando irrumpe en la escena pública la lucha contra la tala de
los eucaliptos del Parque Mitre.
Siguiendo la reconstrucción que hace del caso el portal periodístico “Miradas del
Centro”, podemos decir que el conflicto se inició el primero de septiembre de 2009
cuando la Dirección de Hidráulica había solicitado el retiro de los eucaliptos del
margen derecho del arroyo Tapalqué, en el sector del puente de la calle Hornos,
donde en aquel momento avanzaban las obras del Parque Bicentenario,
esgrimiendo razones de seguridad a raíz de una importante erosión. Al enterarse
de la noticia, un grupo de jóvenes decidieron acampar al pie de los árboles para
defenderlos. A partir de ahí se generó una polémica que se extendió durante varios
meses, que tuvo punto final cuando el intendente José Eseverri anunció la decisión
de dar marcha atrás y dejar a los eucaliptos en pie.

Foto extraída del Portal periodístico “Miradas del Centro”.


Los Vecinos del Parque Mitre denunciaron como en otras ocasiones, utilizando las
redes sociales, que al iniciarse los trabajos se derribaron varios arbustos y se
pretendía talar dos eucaliptos centenarios. La municipalidad y los técnicos dieron
las excusas habituales y se procedió a retirar los árboles. Sin embargo, el día que
los fueron a derribar, un joven se interpuso ante las máquinas para impedirlo,
76

acompañado por otros vecinos que se sumaron. Posteriormente un grupo de cerca


de diez jóvenes montó una carpa en defensa de los árboles por varios meses.
Los vecinos que defendían los eucaliptos realizaron un reclamo administrativo
para impedir la tala de los árboles. Y se pidió un estudio técnico a Provincia.
Mientras la gente se posicionaba a favor o en contra de la tala, las obras
continuaban. Un juez falló a favor de los argumentos del Municipio sobre los
eucaliptos; y recomendó que ante la tala, se procediera a plantar en reemplazo diez
árboles de similares características. De todas formas el ejecutivo decidió no sacar
los eucaliptos y los jóvenes levantaron el acampe.
Dos años después, un 29 de noviembre, un temporal azotó a Olavarría y a su paso
voló techos, cables, postes y árboles. Entre ellos, arrancó de raíz a uno de los
emblemáticos eucaliptos del Parque Mitre.
Lo interesante de este caso es que pone en evidencia un cambio de época. Antes,
solo con la voz de los técnicos hubiera bastado para que los árboles sean retirados.
También ponen de manifiesto que la acción ciudadana puede lograr cambios si las
luchas se mantienen. Sin embargo, no estoy seguro de hasta qué punto el
movimiento logró una comprensión de la problemática ambiental que enfrentaba.
Nunca se discutió el proyecto de reforma del Parque Mitre en sí. Solo se cuestionó
la tala de los eucaliptos. En este sentido, los técnicos tenían razón: si se realizaban
las reformas en las barrancas para el paseo del Bicentenario el árbol se iba a caer y
era peligroso. De hecho las advertencias de los técnicos se hicieron reales. La
cuestión a discutir era con qué racionalidad se iba a realizar la intervención en el
Parque Mitre, con qué motivos y buscando qué resultados.
En este sentido la racionalidad de la municipalidad sigue siendo la misma desde
siempre: realizar grandes obras faraónicas para resaltar la gestión municipal. Los
árboles, los arbustos y las plantas en general son considerados “adornos” y “cosas”
que, cuando “molestan”, se pueden sacar y poner en cualquier otra parte o lugar.
Foto extraída del Portal periodístico “Miradas del Centro
De todas maneras, lo positivo es que el movimiento logró que muchos olavarrienses
comenzaran a debatir y a percibir la falta de árboles en la ciudad. En consecuencia
la municipalidad impulsó un plan de forestación en el que en 2009 plantaron 900,
en 2010 también 900 árboles, en 2011 llegaron a 1330, en 2012 a 1390, en 2013
77

aumentó a 2811, en 2014 a 2248 y en 2015 la cantidad fue de 2060. En total, se


sumaron 12229 árboles a las veredas olavarrienses. (El Popular, 25 de febrero de
2016)
El plan no es para nada ambicioso, ya que solo busca responder a la demanda
social, con una política cosmética. Es más, la municipalidad les vende el árbol a los
frentistas que quieran ser parte, que deben anotarse previamente en un registro, y
esperar a ser llamados cuando hay cupos. Además, las cifras que la misma
municipalidad muestra como un logro también son muy bajas. De todas maneras
no hay en la percepción de la mayoría de los vecinos la necesidad de forestar la
ciudad. Consultada por el tema, la municipalidad contestó a “El Popular:
“Ahora, la pregunta de base que surge es si resulta conveniente que un plan
forestal no lo defina una gestión de gobierno sino que depende del nivel de
adhesión voluntaria de los frentistas. ¿La forestación es un deber del Estado o debe
quedar librado a la iniciativa de cada ciudadano? "se probaron muchas
alternativas. Primero se regalaron árboles, luego se vendieron hasta que decidimos
no hacer nada. Si regalás la planta no la cuidan. Y después están los casos donde la
gente tiene problemas con las conexiones de gas, cloacas y otros servicios y por eso
directamente no quiere más plantas en su vereda", ejemplificó la funcionaria.” (El
Popular, 25 de febrero de 2016)
Puede observarse cómo se produce desde el discurso la proyección de las
responsabilidades de la órbita Estatal a la comunidad para justificar que,
finalmente, se decidió “no hacer nada”. Ante un problema ambiental como el de la
forestación, desde el Estado se plantea que todos somos responsables, entonces no
es responsabilidad particular de nadie, sino que todos tenemos una cuota de
responsabilidad.
Como sostiene Sarlingo, no es novedoso que las causas de los problemas
ambientales se transformen, por obra y gracia del lenguaje en principio, pero
también por el ejercicio de prácticas sociales concretas, en culpas y
responsabilidades colectivas. (Op. Cit: 126)
CONSIDERACIONES FINALES (PROVISIONALES)
La naturaleza, en el imaginario hegemónico de los olavarrienses, pareciera ser un
algo que está por fuera y que tiene utilidad solo cuando posee un valor de cambio.
78

En el caso de los parques y plazas, el valor de cambio está dado por la apreciación
estética que se tiene de determinadas plantas, pero estas quedan sujetas, a su vez, a
los cambios que se realizan cada vez que las autoridades municipales quieren
“renovar” los paseos públicos. En estas transformaciones se sacan árboles y
arbustos centenarios, se trasladan o desechan como “cosas”.
En las representaciones sociales preponderantes juega un rol estructurante la
noción de progreso. El progreso se piensa en relación al crecimiento constante de
la economía y las actividades productivas. En este sentido hay una conexión a los
distintos momentos del desarrollo del capitalismo en la región8. En la actualidad
estas ideas han comenzado a entrar en crisis. Un sector cada vez más importante
de la población comienza no solo a visualizar los problemas ambientales producto
de la acción de rapiña del capitalismo sino que comienza a accionar para que su
voz sea escuchada.
El movimiento de vecinos que luchó contra la tala de los eucaliptos fue uno de los
emergentes. En la ciudad se conocen otros casos: los vecinos de hinojo que pelean
contra la fábrica de fertilizantes, la lucha que dieron los vecinos del hospital contra
la antena, la lucha de los vecinos de sierras bayas, primero, contra el traslado de
los RSU porteño, y contra la explotación del cerro largo después. También existen
colectivos artísticos que han realizado campañas visuales de intervención con
frases como “planten plantas” y “muerte por asfixia”
Hay un nuevo imaginario que lucha por irrumpir, donde las consideraciones
ambientales no son solo de corte cosmético. Pero sin dudas aún falta mucho. El
ejemplo con el que abrimos un paréntesis en la introducción lo demuestra. Pone de
manifiesto la vigencia de las representaciones de la naturaleza como algo
meramente estético y la fe en tecnologías sin los cuestionamientos de las
consecuencias que pueden provocar. Porque, que a un burócrata le haya parecido
una buena solución rociar con glifosato la gramilla a la vera del arroyo Tapalqué
no tiene otra explicación. Habrá pensado que usando glifosato se ahorraba pagar
el mantenimiento, si total es algo inocuo y los pastos, quemados hasta la raíz, son
una molestia menos. No ha tenido en cuenta las denuncias de esos alarmistas
“ambientalistas” para los que todos los productos son contaminantes. No habrá
tenido en cuenta tampoco la función que cumplen las gramillas en el ecosistema,
79

como red de protección natural que sostiene las barrancas del Tapalqué. Es que su
racionalidad solo le permite ver los aspectos económicos.
En el burócrata vive el sueño modernista. En él, los seres humanos vivimos por
fuera de la naturaleza y por encima de ella. No es que no se la tenga en cuenta. Se
resguarda para ella espacios separados a la ciudad, verdes pulmones, diseñados
para la contemplación y la belleza de la “naturaleza prístina”. La ciudad, por otro
lado, la sueña como soñó la arquitectura internacional de Le Corbusier: ese sueño
arrogante que proyectaba ciudades suspendidas en el aire, apoyadas sobre pilotes,
para demostrar que estaban por encima del mundo natural35.

PASADO POR AGUA


Por Mariángeles Glok Galli
35
Estos períodos no son solo un agrupamiento de años en los que ocurren procesos
similares, sino que hay entre ellos vínculos más profundos, cuyo entramado tiene
fuerza explicativa para una serie de fenómenos vinculados con la relación
sociedad-naturaleza (Brailovsky, 2009: 9)
80

SER OLAVARRIENSE
La identidad del partido de Olavarría, y especialmente de la ciudad, se construyó
alrededor del arroyo. Es el curso de agua el que definió el lugar de asentamiento de
los primeros pobladores, el primer nombre del lugar y el crecimiento de la ciudad.
Pueblo Viejo y Pueblo Nuevo, fue una de las primeras formas de diferenciar la
ubicación de quienes vivían a un lado u otro del arroyo. El balneario, los puentes,
los parques configuran un paisaje que no sería tal sin el Tapalqué.
Ser olavarriense se construye a partir de una historia asociada al arroyo. Y en
muchos casos, las anécdotas tienen una fecha determinada: finales de abril de
1980, cuando las aguas desbordaron y dejaron sumergida a casi toda la ciudad.
Esa no fue la primera inundación, pero sí la que marcó la vida de los ciudadanos,
la que aún genera inquietud, ansiedad, y preocupación, cuando las lluvias exceden
el margen de lo cotidiano.
La historia ambiental de Olavarría, tiene una página importante en la inundación
del ochenta. En un contexto de dictadura, ante un Estado municipal que dejó
bastante que desear, la solidaridad de la comunidad emergió de las aguas turbias y
permitió a muchos sobrevivir a este triste evento que hoy se constituye en un
recuerdo “pasado por agua”.
A ORILLAS DEL TAPALQUÉ
Para comprender el impacto para la comunidad olavarriense de las inundaciones –
y específicamente la ocurrida en 1980 -, es fundamental indagar acerca del vínculo
entre el arroyo y la población, y el modo en que cada uno de estos elementos se ha
modificado o influenciado mutuamente. Por ello, el campo de posibilidades que nos
brinda la historia ambiental permitirá entender, como en el transcurso del tiempo
se desarrollaron las relaciones entre naturaleza y sociedad (Brailovsky, 2009: 2).
El arroyo Tapalqué o Tapalquén36 atraviesa la provincia de Buenos Aires en
dirección centro sur. En su recorrido, pasa por las ciudades de Benito Juárez,
Olavarría, Tapalqué y General Alvear. En este último partido, desemboca de
manera natural en bañados, aunque con las crecidas llega hasta el Río Salado. Se

El vocablo Tapalquén proviene del mapuche y significa "aguas con totoras" o


36

"Totoral".
81

han construido canales artificiales que generan que su desembocadura artificial


sea en la Bahía Samborombón.
Brailovsky explica que lo ambiental refiere al cruce entre la naturaleza y la
sociedad y se relaciona con “lo que cada grupo humano hace con su particular
entorno natural y del modo en que estas conductas revierten sobre las condiciones de
vida de las personas. La relación con ese entorno se produce mediante determinadas
tecnologías, entendidas simplemente como una manera de hacer las cosas” (2007:7).
Desde la fundación de los poblados en el centro de la provincia de Buenos Aires,
las interacciones entre los recursos naturales - su disponibilidad y ventajas que
ofrece – y la población, tuvieron como eje a cursos de agua como el Tapalqué.
Incluso antes de la llegada de los “conquistadores del desierto”, los pueblos
originarios se vinculaban con el arroyo. De aquí la importancia de analizar las
articulaciones entre el entorno natural y la sociedad, las transformaciones –
constructivas y destructivas - que cada uno produce en el otro, para “superar la
vieja noción de considerar a la naturaleza solamente como un conjunto de recursos
naturales apropiables y podemos poner el acento en la coevolución naturaleza
sociedad” (Brailovsky, 2009:5).
UN POCO DE HISTORIA
Con la llegada de Bartolomé Mitre en 1862 a la presidencia de Argentina
comienzan a fundarse las instituciones necesarias para el Estado, que aspiraba a
constituirse en un país a “imagen y semejanza” de Europa, de acuerdo a las
intenciones de los impulsores de la organización nacional. Una de las iniciativas
llevadas adelante por el gobierno nacional y el provincial, a cargo de Adolfo
Alsina, fue el avance de la frontera del territorio, ganándole espacio al “desierto”
habitado por los pueblos originarios.
La población de la provincia de Buenos Aires en la mitad del siglo XIX no
superaba los diez mil habitantes. Y el territorio del Estado provincial tenía sus
límites en el Río Salado.
La historia de Olavarría, que fue fundada oficialmente el 25 de noviembre de 1867,
comienza varios años antes. En 1741, luego de firmar tratados de paz con los
indígenas que habitaban las sierras, se realizaron reconocimientos de la zona. De
82

acuerdo al relato que aparece en la página oficial del municipio 37, en el año 1822
“se propuso levantar fuertes y poblaciones en la actual Olavarría y en Blanca
Grande”, en tanto que en 1855 “fracasó un intento de poblar el paraje debido a las
derrotas sufridas por las milicias blancas en Sierra Chica y San Jacinto. Así que, el
‘Tapalqué Nuevo’, como se llamó a esa primera intención de un poblado, quedó
transformado en restos humeantes. En 1864 el Teniente Coronel Ignacio Rivas
emplazó el “Campamento de las Puntas del Arroyo Tapalquén”. A su alrededor fue
creciendo un poblado”.
La historia de los años anteriores a la fundación oficial da cuenta de la
importancia del arroyo para la organización de lo que hoy es el partido, incluso
desde la denominación elegida para el primer asentamiento.
Adolfo Alsina firmó el 25 de noviembre de 1867, el decreto que establecía “la
formación de un pueblo que llevará la denominación de ‘Olavarría’ en el paraje
llamado ‘Puntas del Arroyo Tapalqué’” (Fernández, A., 2015:3). Es importante
destacar, que el poblado formaba parte en esa época del partido de Azul. Fue en el
año 1877 que Olavarría fue designada – también por decreto - como cabecera de
un partido homónimo, nombrándose asimismo a las autoridades locales.

El arroyo fue en el contexto fundacional de Olavarría un soporte natural, sobre el


que emergió el poblado. Como señalan Dillon y Jacinto, la ciudad fue fundada
sobre la margen del Tapalqué y “la traza original y la expansión posterior del
asentamiento siguieron el diseño en damero heredado de la legislación de Indias. El
ferrocarril, clave en la articulación con el espacio rural, se tendió paralelamente al
curso del Tapalqué” (S/F:2).
A partir de allí, la organización urbana se estructuró en base al arroyo, y de hecho,
una de las primeras divisiones fue entre Pueblo Viejo y Pueblo nuevo, y la
referencia para ubicarse en cada uno de estos espacios fue el curso de agua.
AGUAS DESBORDADAS
Si bien el arroyo ofreció a los primeros pobladores condiciones prósperas para
poder desarrollarse como comunidad, también fue causa de preocupaciones y
desastres ocasionados por las inundaciones. Según Dillon y Jacinto “la historia
37

www.Olavarría.gob.ar
83

olavarriense está signada por las inundaciones. Estos eventos hídricos se produjeron
a partir de la interacción de distintas situaciones: las condiciones climáticas, las
características naturales y las acciones antrópicas” (S/F:2).
Con el desarrollo de la ciudad, el arroyo se volvió parte del paisaje urbano.
Incluso, uno de los íconos de Olavarría es el puente colgante. En el recorrido del
Tapalqué, se ubican decenas estructuras, que permiten a los ciudadanos pasar del
Pueblo Viejo (que rodea la plaza central) al Pueblo Nuevo.
Debido a esta inclusión del curso de agua en la planificación urbana, explican
Dillon y Jacinto que se incrementaron las intervenciones antrópicas y la
transformación de los procesos naturales. Así “la impermeabilización producida por
la mancha urbana (pavimentación y compactación de suelos) determinó la nulidad de
la infiltración y que la totalidad del agua escurra superficialmente, dando origen a
verdaderos cauces artificiales generando un fuerte incremento en la densidad de
drenaje. Esto implica un fuerte acortamiento del tiempo en el escurrimiento del agua
y en su llegada al cauce principal. (…) El resultado de este desequilibrio es la fuerte
contribución a una inundación”. Los autores además destacan que las
intervenciones antrópicas que más influyeron en la modificación del
comportamiento del arroyo fueron: “la nivelación y relleno de terrenos, el damero
de la ciudad, el dragado de los arroyos, construcción de balnearios, la integración de
cuencas, los puentes ferroviarios y carreteros, y la ocupación de la planicie de
inundación” (S/F:3). Asimismo, el crecimiento de la ciudad era mucho más rápido
que los permisos de habitabilidad de los terrenos, por lo que había escaso control
de las edificaciones individuales. En referencia a las políticas públicas, algunas de
las obras que se realizaron en el arroyo y estuvieron a cargo del Departamento de
Zapadores, generaron problemas en el funcionamiento de las compuertas,
desagües y escurrimientos.
En consecuencia, la región que ocupa Olavarría ha sufrido diversas inundaciones,
ocasionadas tanto por períodos prolongados de lluvia como por aguaceros intensos
en corto tiempo. Así, el Tapalqué se desbordó en 1900, 1904, 1913, 1919, 1941,
1955, 1978, 1980 y 1985.
Pese a la frecuencia de las inundaciones, es la de 1980 la que marcó a la comunidad
olavarriense, y a la que aún se apela cuando las lluvias son intensas y recurrentes.
84

Es ese evento, el que trae al presente anécdotas de pérdidas, de solidaridad, de


tristeza.

“LA INUNDACIÓN”
Todo comenzó el domingo 27 de abril de 1980. Los días previos el calor y la
humedad se tornaban insoportables. Comenzaron las lluvias, abundantes, que
generaron un crecimiento inusitado del arroyo. El desborde fue inevitable y
sorprendió a miles de olavarrienses que comenzaron una improvisada evacuación.
“LA inundación” del ochenta marcaría a partir de allí la memoria colectiva de los
olavarrienses.
Uno de los diarios locales, “El Popular”, retomó – tras la bajada del agua - sus
publicaciones, el 7 de mayo de 1980. En la tapa, una foto aérea de la ciudad
inundada, está acompañada por un texto, donde aparecen frases como: “a partir de
las primeras horas de la mañana del domingo, pero con un pico impresionante en la
noche del lunes 28, una inundación sin precedentes, acompañada por un aluvión de
barro, arrasó prácticamente nuestra ciudad, dejando el luto de ocho muertos y un
saldo incalculable de pérdidas materiales en los hogares, en los comercios y en la
industria”.
“Varias personas murieron ahogadas después que el incontenible torrente de agua
inundara más del ochenta por ciento de la ciudad. En algunos sectores el agua
alcanzó un nivel superior a los 3,50 metros”. Así iniciaba el diario “Tribuna”, su
edición del 6 de mayo de 1980, la primera tras el desborde del Tapalqué que
devastó la ciudad, provocó muertes y la evacuación de más de treinta mil personas.
Los testimonios de los vecinos damnificados dan cuenta que en los días previos las
altas temperaturas y la humedad eran terribles, al punto de suspender las clases.
El 26 comenzó una lluvia torrencial. Las hormigas, iniciaron el éxodo mucho antes
que las personas, ya que caminaban a montones hacia las partes más altas de las
viviendas y nadie entendía que sucedía. Hasta que el agua entró a sus casas sin
golpear la puerta.
No hay familia que no posea una anécdota asociada a la inundación. Mis padres y
yo (con tres meses de edad), vivíamos detrás de la casa de mis abuelos maternos, a
menos de dos cuadras del arroyo. El perro que teníamos como mascota, de acuerdo
85

al relato de mi familia, no paraba de ladrar y aullar con desesperación. Sin dar


tiempo a nada, el agua comenzó a ingresar a la vivienda de mis abuelos y a la que
yo habitaba. Nos autoevacuamos a un campo. En el Renault 6 de la familia, mi
papá ubicó al perro en el baúl y con el agua en la cintura recorrió el patio con el
moisés que me contenía (sobre su cabeza) hasta el vehículo. También incluyeron en
el rodado las pertenecías que pudieron. Las demás fueron colocadas en los lugares
más altos de las casas. Igual, nada pudo contra el agua, que se encargó de
destrozarlo todo.
La situación era tan trágica que se improvisaron centros de evacuación, como el
Teatro Municipal, el cuartel de bomberos, el Cine París y muchas casas de familias
que no fueron afectadas por el agua. Al no haber una planificación, la gente no
tenía alimento y hacían lo que podían para conseguirlo.
Carina, una de las afectadas, relata en el documental “Marca de agua” 38 que en el
lugar donde estaban comían un salamín entre ocho o nueve personas. Un empleado
de la empresa de electricidad local, narra que se tiraban al agua para buscar
gallinas que se habían ahogado por la crecida y con su carne alimentaban a las
personas evacuadas.
En una publicación especial denominada “Olavarría Increíble” 39 realizada en el
marco de la inundación por la empresa Pedreira Publicidad, se narra la situación
de la comuna: “Cuando llegó la noche gran parte de la ciudad estaba cubierta; al día
siguiente, la mañana dejó ver un lento retroceso que persistió. Pero, a la tarde del
lunes 28, comenzó a llover copiosamente, llegó la noche y fue la más trágica por
cuanto el martes 29 el aumento tenía niveles increíbles... Para ese entonces ya
estábamos solos, incomunicados. Solamente había aprovisionamiento de gas. El agua
se había llevado todo. Era otra Olavarría la que se veía, la que estaba quedando...”
Personal de bomberos y Defensa Civil comenzó tras el desborde los recorridos en
lanchas. Algunas empresas – especialmente las vinculadas con la explotación
38

Documental realizado por estudiantes y docentes del Instituto Nuestra Señora del
Rosario de Olavarría para el Programa Jóvenes y Memoria (2014). Participé como
profesora de la experiencia.
39

Fragmento publicado en la página www.Olavarría.com. Disponible en


http://www.Olavarría.com/archivos/laciudad/historia/inundaciones/cronologia_inu
ndacion/index.php
86

minera - prestaron palas y volquetes para auxiliar a la gente que se encontraba


evacuada o en los techos de los edificios pidiendo ayuda. Ancianos, niños y mujeres
embarazadas fueron algunos de los que debieron ser trasladados en las máquinas
que eran las únicas que podían transitar las calles de la ciudad.
Amilcar “Chino” Merlos es un fotógrafo reconocido de la ciudad de Olavarría, que
captó con su cámara las imágenes más significativas de la inundación de 1980. En
cada relato40, da cuenta de las terribles escenas, rememorando anécdotas como la
siguientes: “cuando salimos en las palas de las canteras con gente del municipio, que
había que llevar garrafas y alimentos al Hospital Municipal, teníamos que cruzar los
puentes para el lado de Pueblo Nuevo. El chofer agarró por avenida Del Valle,
pasamos por el puente alto frente al Balneario Municipal, de ahí hasta Ituzaingó
para volver por avenida Colón para el centro, frente a Racing. Cuando llegamos al
puente de avenida Colón, no sabíamos si el puente estaba o no, no se veía nada más
que agua. Ese fue el momento más terrible”. Por su parte, el jefe de bomberos
Scavuzzo recuerda que “la sensación era de miedo y de coraje a la vez.
Encarábamos algo que no sabíamos lo que era, ni en qué iba a terminar (…) No
estábamos preparados y no teníamos idea de lo que pasaba, era todo muy casero”41.
El único medio de comunicación que continuó informando hasta que fue invadida
por el agua fue Radio Olavarría LU32. Era esta la que conectaba a los vecinos
aislados con el resto de la comunidad. Ernesto “Cacho” Miglerina, jefe de
operadores, explicó42 que “desde la radio empezamos a hacer salvataje de gente por
toda Olavarría por intermedio de los móviles. La gente usaba el medio como un
teléfono, porque no funcionaban los de las casas. A través de la Radio pedían ayuda,
pedían que los rescaten, le avisaban por la radio a sus familias donde estaban
evacuados o cómo se encontraban”. El diario “El Popular”, por su parte, destacaba
el valor de la emisora, ya que “sus hombres y mujeres, a través del micrófono,

40

Su testimonio aparece en una edición especial de la página Web “En línea


noticias” por los treinta años de la inundación. Disponible en
http://enlineaweb.blogspot.com/2010/04/inundacion-de-1980-treinta-anos-
aun_27.html
41

Testimonio publicado en la edición especial de “En línea noticias”.


42

Testimonio publicado en la edición especial de “En línea noticias”


87

fueron elemento esencial del salvataje y la pobre organización que lograba


mantenerse en el aquelarre ciudadano”43.
En tanto, Omar Chamorro, trabajador del medio, manifestó44 que cuando se cortó
la transmisión debido a la llegada del agua y la rotura del grupo electrógeno, “vino
la desesperación para la gente”. “Para muchos fue como quedar a la buena de Dios.
Ya nadie sabía lo que estaba sucediendo” 45, expresaron los periodistas del diario “El
Popular”. Cuando tras un gran esfuerzo lograron retomar la transmisión, se
improvisó un estudio en una vivienda y se colocaron equipos para difundir
información en los vehículos que podían transitar por la ciudad (palas, volquetes,
colectivos).
ÉCHALE LA CULPA AL AGUA
El accionar de las autoridades dejó que desear. En 1980, Olavarría estaba
gobernada por Carlos Víctor Portarrieu, quien había jurado como intendente tras
la destitución, en manos de los militares, del radical Raúl Pastor. Cuando se
produjo el desborde del Tapalqué, el jefe comunal se encontraba en la ciudad de
Buenos Aires. Como la información que le llegaba del estado de la ciudad era
crítica, decidió emprender su vuelta. Su estadía en la capital federal, se debía a
cuestiones vinculadas con su rol de jefe de Defensa Civil, como se explica en el
vespertino Tribuna. Pero el líder de bomberos Scavuzzo, se lamenta por el
comportamiento del intendente, quien a su criterio, minimizó la situación que se
estaba viviendo, ya que “dijo que estaba todo bien y gente de arriba de los techos nos
pedía ayuda”. Incluso, las críticas a los procedimientos implementados por el
gobierno local ante la tragedia también se produjeron en el contexto de la
inundación. En una entrevista realizada en “Tribuna” 46, el periodista le pregunta a
Portarrieu por las acusaciones a los militares de inoperancia y a la intendencia de
detener el accionar de camiones y volquetes. El jefe comunal responde con un “Ja
¿Qué los camiones no andaban? Los ajenos no querían andar. En cuanto a los
43

Publicado en la edición del 7 de mayo de 1980.


44

Testimonio del documental “Marca de agua”.


45

Publicado en la edición del 7 de mayo de 1980.


46

Edición del 6 de mayo de 1980.


88

volquetes ¿Quién no los dejaba entrar? ¿Usted cree que había una estructura que
paraba a alguien cuando nadie podía estar parado? Esas versiones son para
‘matarse’ de risa”. A lo largo de la nota, el intendente intenta evadir la
responsabilidad del municipio, culpando a la crecida de toda la situación sin
realizar ningún tipo de autocrítica. Según él no había mucho que hacer, ya que
“cuando las aguas tomaron tal altura, fuimos vencidos todos aquí”.
Argumentos similares a los de Portarrieu utilizó el gobernador de facto de la
provincia, Ibérico Manuel Saint-Jean, designado para el cargo por Jorge Rafael
Videla, miembro de la Junta Militar que comenzó el 24 de marzo de 1976 la peor
dictadura de nuestra historia. El militar retirado al frente del ejecutivo
bonaerense, se refirió en un encuentro con empresarios a la “La violencia del agua
(…) Esto se explica por la cantidad de agua caída. Olavarría es arrasada por el
Arroyo Tapalqué”. En la misma exposición47, ejemplificó la situación: “un millón de
toneladas de agua inunda cien manzanas a un metro de profundidad. En ocho días,
en la cuenca, cayeron más de treinta mil millones de toneladas de agua”.
Con respecto a las personas fallecidas por la inundación, hubo desacuerdo entre
las cifras oficiales y las que manejaba el personal que colaboró con los rescates y
evacuaciones. Incluso, el matutino “El Popular”, refiere 48 a las diferencias en
relación a los muertos y aclara que “fueron múltiples las versiones que circularon
por nuestra ciudad sobre la cantidad de ahogados y hasta de suicidios de personas
conocidas, que habrían adoptado tal actitud ante las pérdidas sufridas en sus
comercios y empresas, por fortuna nada de eso se ha confirmado”. Pese a la versión
oficial, que oscila entre ocho y nueve víctimas (ahogamiento y paros cardíacos), las
personas que auxiliaron a los damnificados suponen que los muertos ascienden a
treinta.
El 3 de mayo se produce la visita a la ciudad del presidente de facto Jorge Rafael
Videla, que llegó a la ciudad acompañado del gobernador. El jefe de bomberos
explica que la idea de las autoridades locales era mantener al dictador alejado de
las situaciones más críticas. Hubo órdenes y contraórdenes, por ejemplo, en

47

Archivo DiFilm.
48

Edición del 7 de mayo de 1980.


89

referencia a los cuerpos de los fallecidos y las posibilidades de trasladarlos, para


evitar que Videla tomara contacto con ellos. Incluso, la zona de descenso y llegada
a Olavarría sería la zona del cementerio, pero a último momento de cambió por el
terreno adyacente al ferrocarril. Por ello, un colectivo de línea de la empresa 25 de
Mayo que hacía su recorrido habitual fue detenido por la policía y se convirtió en
el medio de transporte para la comitiva presidencial.
Las visitas recorrieron la ciudad y el presidente de facto se encontró con el
intendente municipal, para manifestarle el apoyo de las autoridades nacionales
ante la crítica situación de la localidad. También se dirigió a la ciudadanía a través
de LU32. “Mi visita es para tomar un contacto personal, vivencial con este meteoro
que ha asolado la zona, a efectos que la Nación, más allá del aporte puramente moral
de una visita, pueda también, en función de esa toma de contacto con el problema
real, brindar todo tipo de apoyo que pueda necesitar la provincia, y,
fundamentalmente, la zona afectada”, explicó49 ante el micrófono de la emisora.
TRAS LA BAJADA
Cuando el agua se hizo dueña de las calles, camas, sillones, autos, ropas, y demás
bienes que habían quedado en las viviendas comenzaron a navegar sin rumbo. Y el
panorama fue aún más desolador en el momento de regreso a las viviendas. Es un
común denominador apelar a la escena de una guerra para referirse a la situación
de la ciudad tras la retirada de las aguas.
El diario “Tribuna” refiere 50 al después como un “renacer” y relata que “todo el
mundo abrió las puertas (al menos las que quedaban) de sus destrozadas casas y se
abocó a tareas de extraer muebles y limpiar los residuos del agua que ingresó con
fuerza destructiva”. La reconstrucción de la ciudad demandó tiempo, implicó
deshacerse dolorosamente de los bienes destrozados, la renovación de mercaderías
en las tiendas y los arreglos de las viviendas, en las que aún en la actualidad, las
marcas de la inundación dicen presente, a pesar de las pintadas y reparaciones.
Si de algo no hay duda en la reconstrucción de la ciudad es de la solidaridad de los
olavarrienses, que no solo prestaron sus casas a vecinos, conocidos y desconocidos,

49

Testimonio publicado en “Tribuna” (06/05/80).


50

Edición del 6 de mayo de 1980.


90

sino que colaboraron intensamente en los rescates y auxilios a las víctimas. El jefe
del cuerpo de bomberos, explicó51 que “en un albergue había amigos, enemigos, los
matrimonios separados se unían”.
Al respecto, refiere en sus páginas el diario “El Popular” 52: “Hay, dentro de tanta
devastación, algún saldo positivo y dentro de él, uno principalísimo, intransferible,
enorgullecedor: la demostración de que hay un pueblo magnífico, protagonista,
anónimo y principal de una tarea de salvataje que, de no mediar la predisposición de
miles de personas que llegaron al límite de sus fuerza ya poner en peligro sus vidas
por salvar a otras, hubiera hecho que la catástrofe fuera mucho más trágica de lo que
fue”. La solidaridad fue entonces, un denominador común de la ciudadanía ante el
desastre.
En el año 1985, la ciudad vivió otro gran desborde del Tapalqué, pero las
consecuencias no fueron tan trágicas como en el ochenta. Dillon y Jacinto (S/F:5),
citando a una nota publicada en el diario “El Popular” (19/11/85), sostienen que
esto se debió al “un adecuado manejo de la información oficial, una minuciosa
labor técnica y correctas decisiones de la autoridad”. En ese momento el intendente
era Helios Eseverri, quien decidió volar el puente de la ruta N° 226 para endicar
sus aguas. A partir de allí, diversas obras evitaron que el arroyo desborde del
modo que lo hizo en la década del ochenta, aunque el temor y la preocupación
invaden a la comunidad cada vez que las lluvias se vuelven intensas.
Las imágenes, los olores, los colores marcaron a fuego la memoria colectiva de los
olavarrienses. Hoy el arroyo Tapalqué es punto de encuentro, de recreación y
parte del paisaje de la ciudad. Pero las recorridas por los alrededores del arroyo
cada vez que llueve dan cuenta del impacto que para los ciudadanos ha tenido la
inundación del ochenta. Es ante esas condiciones que el recuerdo “pasado por
agua” emerge y es inevitable rememorar con temor lo ocurrido y por qué no,
compartir con nostalgia alguna anécdota acerca de aquella vez, que el Tapalqué
cubrió a la ciudad.

51

Testimonio del documental “Marca de agua”.


52

Edición del 7 de mayo de 1980.


91

ANEXO FOTOGRÁFICO

Existen impactantes imágenes que dan cuenta de lo terrible de la inundación.


Muchas de ellas pertenecen a Amílcar “Chino” Merlos. Para acompañar el
presente trabajo final decidí incluir algunas de sus fotografías, intervenidas por
Ana Paula Martínez. Ella, en 2014 era estudiante de una escuela secundaria en la
que trabajo y para el documental “Marca de agua” decidió editar imágenes,
mostrando distintos lugares de la ciudad, antes y después de la inundación.
92

Bibliografía
Brailovsky, A. (2007). “Historia ecológica de Iberoamérica: de los mayas al
Quijote”. Ediciones Kaicron. Capital Intelectual.
Brailovsky, A. (2009). “Historia ecológica de Iberoamérica: de la Independencia a
la Globalización”. Ediciones Kaicron. Capital Intelectual.
Comisión Especial por la Memoria (2001). “Informe de la Memoria”. HCD,
Olavarría.
Dillon, A. y Jacinto, G. (S/F). “Las inundaciones urbanas como producto de la
ocupación del territorio y su interferencia en los procesos fluviales”. Disponible en
http://observatoriogeograficoamericalatina.org.mx
93

Fernández, A. (2015). “La historia de mi pueblo: Olavarría”. Cátedra de


Introducción a las Ciencias Agrarias y Forestales, Facultad de Ciencias Agrarias y
Forestales, UNLP.
Montenegro Martínez, L. (2011). “Cultura y Naturaleza. Aproximaciones a
propósito del bicentenario de la independencia de Colombia”. Ed. Bogotá: Jardín
Botánico de Bogotá, José Celestino Mutis.
Municipio de Olavarría (S/F). “Libro de Olavarría”.
Páginas Web
Archivo digital personal de Jorge Arabito. Diarios Tribuna y El Popular
https://issuu.com/jarabito/docs/supletribunainundacion19800506?
fbclid=IwAR3kG2d26X1HnNtW7hnZTYiABnZ__MHQr4TfrY69340pyqPEKsvA
akzYLuY
https://issuu.com/jarabito/docs/supletribunainundacion?
fbclid=IwAR2jhthumAtIrAQS_Gn0Grw0kQDLNcZqNNzh5AXejwT9phg24qbew
qOIOjo
https://issuu.com/jarabito/docs/19800508-elpopularinundacion?
fbclid=IwAR2zb0g68PeUhFhp6peCDDa5GilpAYrZ7LQgPG3cCCN_W2LLsFkay
aHTDds
Cronología de la inundación de 1980
http://www.Olavarría.com/archivos/laciudad/historia/inundaciones/
cronologia_inundacion/index.php
Gobernador Saint Jean inundaciones Olavarría y Azul 1980 (Archivo DiFilm)
https://www.youtube.com/watch?v=hxRqF-FWatA
Historia de Olavarría
https://www.Olavarría.gov.ar/historia-de-la-ciudad/
Ibérico Manuel Saint-Jean
https://es.wikipedia.org/wiki/Ib%C3%A9rico_Saint-Jean
Inundación de 1980: A treinta años, aún deja huella en Olavarría
http://enlineaweb.blogspot.com/2010/04/inundacion-de-1980-treinta-anos-
aun_27.html
Marca de Agua (Instituto Nuestra Señora del Rosario de Olavarría, 2014)
https://www.youtube.com/watch?v=RgtFmUmfPaE
94

Cap. 3: LOS MIGRANTES QUE CONSTRUYERON


OLAVARRÍA

RELACIÓN GLOBAL - LOCAL. LA GUERRA COMO


MECANISMO EXPULSOR.
Por Patricia Herr
Al tomar contacto con una obra de Antonio Brailovsky 53 coincido con la
descripción que se realiza en el prólogo de la misma, en donde se describe que el
autor deja ver una mirada libre, a veces un tanto dura, que nos muestra el
comportamiento que tenemos los humanos con respecto a la naturaleza, las otras
especies y con nuestros congéneres. Se hace alusión a una mirada que nos señala la
incapacidad que detentamos los humanos de acumular experiencia tanto positiva
como negativa, y que hemos evidenciado en diferentes tiempos históricos.
Personalmente mi interés será ahondar en el comportamiento que tenemos los
humanos respecto a nuestros congéneres. El aspecto que mostramos
históricamente como especie dominante, merece la observación de nuestras
conductas tanto desde el punto de vista de la ecología, cómo también el aporte de la
historia de la misma.
Según el autor, el siglo XIX construyó una imagen del hombre que lo perfilaba
camino de alcanzar lo más alto de la evolución, lo compara con el inglés
victoriano, destinado a ser el dueño del mundo 54. Señala que éste dueño tendría con
los ecosistemas una relación de simple apropiación, en el sentido de que la
naturaleza está allí, por ende, el humano la toma y la usa.
Considero que esa detentación de propiedad es absolutamente excedida. Y más
aun considerando que además se apropia de la vida de integrantes de su propia
especie, lo que resulta más descabellado.
53
Brailovsky, Antonio Elio; (2006); Historia Ecológica de Iberoamérica. De los
Mayas al Quijote; Ediciones Le Monde Diplomatique, El Diplo, Capital
Intelectual; (Bs. As. Argentina). Pág. 2
54
Ibíd. Pág. 5
95

Brailovsky destaca al respecto que la ecología pone el acento en las relaciones, de


modo que este enfoque relacional nos lleve a pensar en las interacciones entre
especies diferentes como uno de los motores de la evolución. Es de saber que esto
que ocurre en las relaciones entre diversas especies vivientes, también sucede con
las relaciones entre las sociedades humanas y los ecosistemas, aunque esta
interacción es según el autor, aún mucho menos conocido.
Destaca que el objeto de estudio de la historia ecológica es esa coevolución entre
naturaleza y sociedad. Es decir, que las sociedades humanas transforman su medio
natural y esas modificaciones las llevan a producir cambios en las estructuras
sociales55, para adaptarse a las nuevas realidades de su soporte natural.
El autor cita lo ambiental como el término que cruza la naturaleza y la sociedad,
de lo que cada grupo humano hace con su particular entorno natural y del modo
en que estas conductas revierten sobre las condiciones de vida de las personas56
Justamente respecto a ello, me referiré al modo en que se vieron afectadas las vidas
de mis antepasados, quiénes habitaban una zona de Alemania, que a causa de
guerras y hambrunas emigraron a orillas del río Volga en busca de un territorio
que les permitiera mejorar sus precarias condiciones de vida, para un siglo más
tarde poblar las hoy pampas argentinas.
Es el punto en donde debemos tocar el tema del impacto ambiental de las guerras,
y de la hambruna como mecanismo expulsor. Para entender lo sucedido debemos
realizar un recorrido histórico.
RECORRIDO HISTÓRICO DESDE 1764
Según los autores Popp y Denning 57 debemos considerar que el camino que transi-
taron los alemanes del Volga está íntimamente relacionado con las casas reinantes
de Europa. Consideran que las tensiones que se produjeron en vida de María Tere-
sa de Austria emperatriz de Alemania (1717 -1780) y las luchas por el poder entre
príncipes, condes y duques de un territorio que había sido castigado en gran parte
por la guerra de los treinta años sucedida entre 1618 y 1648, fueron detonantes
para preparar las condiciones de la emigración alemana a Rusia.

55
Ibíd. Pág. 6
56
Ibíd. Pág. 7
57
Víctor Popp - Nicolás Dening (1977) Los Alemanes del Volga. Bs. As. Gráfica
Santo Domingo. Pág. 7
96

Resaltan en su obra también que el territorio fue luego golpeado nuevamente por
otra guerra entre 1756 y 1763 llamada guerra de los siete años, la cual concluyó
justamente cuando se produjo la emigración de los alemanes hacia las orillas del
río Volga. Destacan que el movimiento del pueblo se produce desde las regiones
con una población diezmada respecto a la posibilidad de llevar armas, y con labrie-
gos en una condición de empobrecimiento extremo, sobre todo desde la zona de
Hessen y Palatinado en el año 1763.
Esta decisión según los autores, se determina sobre las bases de la firma de un
contrato de 100 años de duración con el imperio Ruso, en donde dentro del mismo
consta que aunque vivieran en Rusia les permitirían conservar su idioma natal,
religión, entre otras cuestiones, así como también les prohibirían otro tanto.
Este contrato, sostienen Denning y Popp, tuvo un único objetivo para el imperio
zarista, y fue impedir que los alemanes inmigrantes se integrasen al país y obtuvie-
ran la nacionalidad Rusa. Allí hostigados por grupos nómades que se dedicaban a
saquear a los agricultores, por el clima frío y por la finalización del contrato que
los había llevado a esas tierras, y al verse obligados a comenzar a hablar el idioma
ruso y enrolarse en su ejército, escaparon.
Aquí en Argentina, eran épocas de la presidencia de Nicolás Avellaneda, allí por el
6 de Octubre de 1876, fue sancionada la ley N°8173 de “Inmigración y Coloniza-
ción" (E. Gallo, 1972, pág. 54) la cual perseguía el objetivo de poblar y aprovechar
las grandes extensiones de tierra que poseía nuestro país. Esta ley fue un atractivo
para los colonos que vivían en Rusia esa situación tan tortuosa. Los autores E. Ga-
llo y R. Cortes Conde58, detallan dicha ley, en la cual se entiende claramente que la
58
3 E. Gallo, R. Cortes Conde (1972) Historia Argentina: La República
Conservadora. Tomo 5 Tema: Población y Progreso social .Editorial PAIDOS Pág.
54 “El 6 de octubre de 1876 fue sancionada la ley Nº 817 de “Inmigración y
Colonización”. La iniciativa de esta previsora ley le correspondió al entonces
presidente de la nación Dr. Nicolás Avellaneda, cuyo objetivo prioritario fue
poblar y aprovechar las grandes extensiones de tierra que poseía nuestro país.
Claro ejemplo de su pensamiento fue una frase muy difundida en la época "Todo
está salvado cuando hay un pueblo que trabaja". Este instrumento legal fue
promulgado trece días más tarde, el 19 de octubre de 1876, en un contexto
coyuntural socio-económico favorable. Por un lado, Argentina con escasa
población, con gran disponibilidad de tierras vírgenes, buscaba atraer población
para trabajar la inmensa llanura, con costos sustancialmente más bajos que las
viejas áreas de Europa; y por otro lado, los países europeos se encontraban en
crisis, lo que generaba grandes desplazamientos de población. La importancia de
97

misma permitía ingresar a los alemanes en una situación muy distinta a lo viven-
ciado respecto a Rusia.
A las claras Argentina les ofrecía a los inmigrantes una propuesta de tipo integra-
dora, por medio de la cual, usufructuaron de sus tierras y se constituyeron como
ciudadanos argentinos.
Tal cual afirma Brailovsky diferentes grupos humanos tienen actitudes distintas
frente a la naturaleza. Eso se relaciona con las condiciones naturales que
encuentren y también con su manera de ver el mundo. Ante las condiciones
naturales semejantes, distintas sociedades tratan de otro modo a la naturaleza. Y
lo que hagan con ella no depende de la bondad o maldad de los hombres sino de
sus formas de organización social59.
La propuesta de la ley de “Inmigración y colonización”, que invita a poblar
territorios poblados es una muestra más de la guerra como mecanismo de
expulsión de habitantes de la misma especie. Creo que siendo habitantes de la
misma especie pero con nociones de economía absolutamente distintas, los
pobladores originarios de las pampas, se convirtieron en el enemigo a desterrar.

esta ley radica en que su promulgación complementaba y asignaba recursos


concretos a las disposiciones constitucionales, por cuanto tuvo la virtud de
efectivizar los derechos civiles de los argentinos y de los extranjeros,
proporcionando una trascendente unidad en los aspectos laborales, institucionales
y de productividad, que se concretaron en el extraordinario desarrollo integral de
todos los sectores del quehacer nacional. Significó también un acontecimiento
trascendental y de positiva proyección para el devenir demográfico del país. Este
instrumento legal no anulaba las posibilidades de la inmigración espontánea, sino
que daba oportunidad de realizar una adecuada selección de los inmigrantes,
además de la distribución más equitativa de los territorios a colonizar. También
constituyó un conjunto de normas que tuvieron como fin captar mano de obra
rural en gran cantidad para desplegar intensamente las tareas en el campo. A
continuación detallaremos algunas cláusulas que nos brindan aspectos
fundamentales que debían reunir los inmigrantes para ingresar al país: Art. 14:
Todo inmigrante que acreditase suficientemente su buena conducta y su actitud
para cualquier industria, arte u oficio útil, tendrá derecho a gozar, a su entrada al
territorio, de las siguientes ventajas especiales: 1º Ser alojado y mantenido a
expensas de la Nación, durante el tiempo fijado [...] 2º Ser colocado en el trabajo o
industria existente en el país, a que prefiriese dedicarse. 3º Ser trasladado a costa
de la Nación, al punto de la república a donde quisiese fijar su domicilio. 4º
Introducir libres de derecho prendas de uso, vestidos, muebles de servicio
domésticos, instrumentos de agricultura, herramientas.”
59
Brailovsky, Antonio Elio, 2006Pág. 8
98

Para Brailovsky La Edad de Oro, caracterizada como un tiempo de armonía de los


humanos con su entorno natural no existió nunca a causa justamente de la noción
de economía, como la ciencia encargada de definir la asignación de recursos en
función de las necesidades sociales. Las características ecológicas de la especie
humana hacen que, para nosotros, los recursos naturales hayan sido siempre
escasos, en cualquier momento de la vida de nuestra especie, y esto se debe a
nuestro carácter de especie dominante60, ya que a simple vista nuestras poblaciones
no se ven reguladas por ningún depredador.
Aquí es donde me pregunto si el humano en situaciones bélicas no se convierte en
depredador de él mismo. Esto a raíz de nociones de economía que de manera
injusta atribuyen recursos a unos dejando sin sostén a otros en función de distintas
funciones sociales.
Por supuesto que éstas actitudes no son naturales sino sociales, pero eso no los hace
menos rígidos. Según el autor esto produjo conflictos desde épocas muy tempranas,
de los cuales las guerras por la posesión de territorios son una de las
manifestaciones más conocidas. Además agrega que en algunos casos, en los que
encontramos grupos pequeños en armonía estable con su entorno, podemos ver
que lo hacen al precio de regular su población mediante el infanticidio sistemático,
y con mayor intensidad el infanticidio femenino.
En los dichos de Brailovsky se describen perfectamente lo que vivenciaron los
inmigrantes en Argentina, en el sentido que colonizaron ecosistemas cuyas
características les fueran ajenas. Los intentos de reproducir las características de
la propia tierra del otro lado del océano produjeron fenómenos como la fabulosa
multiplicación de los ganados en las grandes llanuras o la profunda degradación de
bosques y suelos tropicales.
El autor describe también que para los hombres del período colonial, la ciudad de
Buenos Aires estaba rodeada de un desierto que algunas crónicas califican como
horrible: una amplia llanura llena de pajonales. Mis antepasados se radicaron en
lo que se denominaba en aquella época con el nombre de desierto, y es lo que hoy
llamamos la pampa húmeda.

60
Ibíd. Pág. 13
99

Es la zona en la que se basa la riqueza agropecuaria del país. Los hombres de hoy
pueden hacer cosas distintas de las que hicieron los colonizadores españoles con los
mismos territorios. Siempre basándonos en Brailovsky debemos considerar que
trabajar sobre historia ecológica nos permite superar la noción de considerar a la
naturaleza solamente como un conjunto de recursos naturales apropiables y
podemos poner el acento en la coevolución naturaleza sociedad.
Se debe tomar en cuenta que el desarrollo de las sociedades humanas genera
cambios en el medio natural en el que están insertos, y por el contrario, los
cambios en los ecosistemas condicionan modificaciones en el modo de vida de los
seres humanos. Según el autor, una de las modificaciones más espectaculares ha
sido el pasaje de la vida nómada 61 a la vida sedentaria, al final del neolítico cuando
la disminución de las piezas de caza forzó a los humanos a dedicarse a la
agricultura. De allí en adelante, cada etapa de la vida de las sociedades humanas
generó cambios en los ecosistemas, los que a su vez incidieron en acelerar nuevas
formas de organización social.
Luego del análisis de la bibliografía concluyo que la historia de mis antepasados se
vio impregnada por cuestiones de asignación de recursos para unos, y destierro
para otros. Por humanos que se ven alterados por la naturaleza, y que a la vez la
alteran, sin contemplar la problemática que generan a sus semejantes como parte
indivisible de la misma.

Bibliografía
Brailovsky, Antonio Elio; (2006); Historia Ecológica de Iberoamérica. De los Mayas
al Quijote; Ediciones Le Monde Diplomatique, El Diplo, Capital Intelectual; (Bs.
As. Argentina).
Brailovsky, Antonio Elio; (2008); Historia Ecológica de Iberoamérica II. De la
Independencia a la Globalización; Ediciones Le Monde Diplomatique, El Diplo,
Capital Intelectual; (Bs.As., Argentina).

61
Brailovsky, Antonio Elio; (2008); Historia Ecológica de Iberoamérica II. De la
Independencia a la Globalización; Ediciones Le Monde Diplomatique, El Diplo,
Capital Intelectual; (Bs.As, Argentina).
100

Víctor Popp - Nicolás Dening; (1977); Los Alemanes del Volga; Bs. As. Gráfica
Santo Domingo.
E. Gallo, R. Cortes Conde (1972) Historia Argentina: La República Conservadora.
Tomo 5 Tema: Población y Progreso social .Editorial PAIDOS.
101

Cap. 4: EL MODELO AGROPECUARIO VIGENTE

GLIFOSATO EN OLAVARRÍA: UN TEMA DE TODOS


Por Maria Laura Casamayou
El presente trabajo tiene como finalidad abordar desde la historia ecológica y un
hecho puntual ocurrido en la ciudad de Olavarría, la inserción de los agroquímicos
en nuestro modelo de agricultura (principalmente el glifosato), y la relación entre
estos, el medio ambiente, los modelos de producción y sus consecuencias. Trabajar
sobre la historia ecológica posibilita superar la noción de que la naturaleza es sola-
mente un conjunto de recursos naturales y apropiables, y se puede poner el foco de
atención en la coevolución como naturaleza y sociedad.
MODELO MONSANTO EN ARGENTINA
A la par del desarrollo de las sociedades, se fueron dando cambios en el medio na-
tural en que estos se encuentran, y los cambios en los ecosistemas a su vez, introdu-
cen modificaciones en el modo de vida de los humanos. Lo que en este trabajo nos
interesa son las modificaciones que se producen en los modelos agricultores a par-
tir de la década del 70 en Argentina, cuando se comienzan a dar importantes cam-
bios en los agros sistemas pampeanos, siendo quizás uno de los más claves la intro-
ducción de la soja y con ella, la tecnología adecuada para sostener la producción.
Este modo de producción fue tan exitoso que comienza a copiarse en otros territo-
rios del país, trayendo en consecuencia ciertas cuestiones: la reducción de la gana-
dería para producir soja (esto elimina los ciclos de rotación del suelo que los mejo-
ra), que solo los grandes productores pudiesen sumarse y sostener este modelo, el
deterioro del suelo que trae este monocultivo, y la difusión e introducción del uso
de agroquímicos y herbicidas para los cultivos.
Nuestro país fue uno de los primeros en aplicar y adoptar el modelo de agricultura
biotecnológico planteado por Monsanto y otras empresas agrícolas de Estados Uni-
dos. El mismo lo que propone es realizar una siembra directa, para luego rociar la
zona con sustancias pero sin dañar las cosechas ya que las mismas son modificadas
genéticamente para poder soportar las mismas. ¿Qué aporta la siembra directa?,
102

básicamente menos tiempo y dinero, por lo tanto le permite al agricultor realizar


más cosechas y cultivar en tierras antes incultivables.
De este modo Argentina se convirtió en el tercer productor de grano de soja, ade-
más de que lideran el mercado también las plantaciones de maíz y algodón, todas
modificadas genéticamente para soportar las sustancias químicas que emplean los
agricultores, que aplican un estimado de 4.3 libras de agroquímicos por hectárea,
lo cual es más del doble de lo que usan los estadounidenses, de acuerdo con un
análisis de la AP de datos de gobierno y de la industria de los pesticidas 62
El glifosato es el principal componente de los pesticidas que se utilizan y se define
como un herbicida no selectivo y de amplio espectro, que se desarrolló para elimi-
nar hierbas y arbustos, sobre todo los perennes. Fue creado por Monsanto, empre-
sa multinacional estadounidense productora de agroquímicos y biotecnología desti-
nados a la agricultura.
Muchos estudios y denuncias comenzaron a demostrar desde el 2005, que el glifo-
sato es nocivo para el medio ambiente y la salud de animales y personas. A través
de pruebas se fue exponiendo la peligrosidad de este herbicida y poniendo en aler-
ta al mundo. Por ejemplo una dosis mil veces diluida estimula la muerte de las ce-
lulares de embriones humanos, lo que puede provocar desde abortos, a malforma-
ciones; casos muy comunes de ver en diferentes partes del mundo.
LA PROHIBICIÓN DEL GLIFOSATO EN ARGENTINA
El glifosato es un elemento central en el modelo de producción de soja transgénica
en nuestro país, pero también se usa en cultivos de algodón, maíz o alfalfa manipu-
lada genéticamente. La soja se vende a mas de 500 dólares la tonelada, por ende los
agricultores la plantan donde pueden e ignoran las restricciones que las leyes pro-
vinciales postulan, al por ejemplo, rociar con pesticidas sin avisar a la población, o
utilizarlo en lugares urbanos.
Cómo afirma Brailovsky (2008) el empleo de estas sustancias altamente tóxicas no
es algo ocasional, porque esto es lo que configura el centro del modelo productivo
que funciona saturando los campos y destruyendo los seres vivos que podrían com-
petir con los plaguicidas artificiales. Esto forma parte de un modelo meramente

62
En: “Argentina: mal uso de los agroquímicos provoca problemas de salud”.
INFOEME. 21 de octubre de 2013.
103

productivista que apunta a maximizar ganancias sin importar como, de este modo
“el campo ya no produce alimentos, solo produce dinero” (Brailovsky: 2008)
Podríamos presentar en este pequeño artículo cientos de estudios, pruebas, proyec-
tos y denuncias que se han presentado en contra del uso del glifosato, pero no es mi
objetivo en este artículo; sin embargo lo que importa es que se sabe que existen y
son evidencia concreta de la nocividad no solo de este herbicida, sino también de
este modelo de producción.
Esta gran cantidad de pruebas fueron el motor para impulsar una lucha contra la
utilización de esta sustancia, y la adopción de modelos productivos más ecológicos
y respetuosos de la vida. En Argentina, gracias a esta lucha, ya localidades de 12
provincias prohíben su uso63.
EL CASO DE OLAVARRÍA
La ciudad de Olavarría fue fundada el 25 de noviembre de 1867 por el Coronel Ál-
varo Barros. En tanto se erigió al pueblo de Olavarría como cabecera del partido
el 25 de noviembre de 1867, elevándolo al rango de ciudad en 1908.
La misma se encuentra ubicada en el centro de la provincia de Buenos Aires, Ar-
gentina. Su relieve corresponde a la llanura pampeana, con serranías al centro-este
del partido, tiene una superficie de 7.715 Km. donde viven más de 100.000 habitan-
tes. Su población se dedica principalmente a la elaboración de cemento y cerámi-
cos, la explotación minera, la producción agrícola - ganadera y la actividad comer-
cial.
LA PROHIBICIÓN DE GLIFOSATO
En la ciudad rige la Ordenanza Nº 223/11 sobre Buenas Prácticas Ambientales 64 en
el uso de agroquímicos, que establece entre otros puntos, que no se puede fumigar
con agroquímicos a menos de 100 metros de la planta urbana. Eso incluye el uso de
glifosato. Sin embargo, hace poco más de un mes, la concejal local Margarita Arre-
gui, denunció el uso de glifosato a la vera del arroyo Tapalqué en un espacio ur-
bano.

63
Entre algunas se encuentran Bariloche, El Bolsón, Lago Puelo, Rincón, General
Alvear de Mendoza, entre otras.
64
Promulgada el 15 de Mayo de 2014.
104

En su denuncia expuso:
“Observamos que la zona tenía una morfología distinta a lo habitual. Estaba solo
todo seco, no solo la vegetación, sino también sus raíces. Esto no pudo haber sido
producto de una helada, porque las marcas estaban bien delimitadas” (ARREGUI:
27/9/2018)
“Las fumigaciones con un tipo de plaguicida no solo daña al ambiente y a las perso-
nas que habiten a pocos metros, sino también que se advierte al impacto que esto po-
dría causar en el desmoronamiento de las barrancas del arroyo Tapalqué en casos de
crecidas de agua. Las gramíneas hacen de sostén a las barrancas del arroyo Tapal-
qué… Notamos que las barrancas del arroyo presentaban un aspecto compatible con
la aplicación de  un herbicida, porque no solo quemaron la hoja sino también la
raíz.  El arroyo atraviesa la ciudad por la mitad. La gramilla cumple una función im-
portante de sostén de las barrancas” (ARREGUI: 27/9/2018)

Aun no hubo respuesta alguna de esta denuncia por parte del oficialismo, y ade-
más se comprobó que la municipalidad realizó una compra de 60 litros de glifosato
y que aun no detalló su uso.
En palabras de la concejal:
“Hemos advertido que la compra se realizó pero desconocemos qué uso se le dio, por
eso sumaremos ese interrogante al Pedido de Informes ya aprobado. Necesitamos que
105

el Ejecutivo responda para llevar tranquilidad a la comunidad” (ARREGUI:


27/9/2018)
El tema, que nos convoca a todos los ciudadanos, aun es noticia y ya se han desa-
rrollado varias acciones para denunciar públicamente estas prácticas ilegales. En-
tre ellas, alumnos de la carrera de Geografía DEL ISFT Nº22 y estudiantes de tea-
tro del CEPEAC manifestaron a través de una puesta en escena el uso (prohibido)
de este químico. Con trajes de seguridad y máscaras, los estudiantes se dirigieron
a una zona del arroyo para explicar porque el uso del glifosato debe detenerse.
106

El folleto, que fue repartido a los ciudadanos que pasaban por el lugar, explica que
es el glifosato, que enfermedades provoca su uso, y que establece la ordenanza mu-
nicipal sobre buenas prácticas ambientales. Dicha acción, no solo informa y denun-
cia un hecho particular, sino que también intensiona alertar a la población sobre
el glifosato y son consecuencias.
CONCLUSIONES
El mundo está tomando conciencia de las consecuencias nocivas que trae el uso del
glifosato y otros químicos, uso que no es casual sino que responde a un modelo de
agro negocios que solo tiene como fin maximizar las ganancias sin importar a que
o quienes afecten.
En el caso local, el uso de este químico está incumpliendo una ordenanza munici-
pal. Además no se aclara en que se utilizo el glifosato comprado, poniendo en ries-
go a los ciudadanos de Olavarría, ya que está comprobado que una persona ex-
puesta a agro tóxicos siempre es más proclive a enfermar. A su vez, no podemos
tampoco no mencionar la importancia que tiene la gramilla a la vera del arroyo,
que funciona como sostén de las barrancas y que este pesticida elimina.
Está más que comprobado que los agrotóxicos hoy están presentes en nuestra san-
gre, pero también se presentan en los alimentos, en la lluvia, en la comida, y en
todo lo que nos rodea. Por tanto, esta debería ser una lucha y exigencia de todos,
porque esto nos está matando en silencio, todos los días...
107

Se debe recordar que en América Latina, el tema ambiental se incorporó en todas


las reformas constitucionales que se realizaron durante la democracia; se incluye
en el capítulo “Declaraciones, derechos y garantías”, y se tratan formando parte de
los derechos humanos. Sin embargo, una de las críticas que se le hace, es que el
centro se pone en el ambiente, pero no en las personas que están afectadas por el
mismo, y que si bien parece que se transita el camino correcto, aun no se aborda
desde un modo integral, y en este punto la historia ambiental es clave para no vol-
ver a repetir los mismos errores.
Para concluir este pequeño trabajo me quedo con las palabras de Brailovsky:
“Creo que los ciudadanos deberíamos reclamar a nuestros candidatos (sean del
partido que fueran) que analicen su sangre y sepan en qué medida el uso irrespon-
sable de plaguicidas que aumenta sus bolsillos está reduciendo sus años de vida.
Quienes aspiran a conducir un país deberían ser capaces de reconocer las amena-
zas a quienes lo habitan. Por contraste, los políticos de varios países europeos se
atrevieron a analizar su sangre y su orina, mientras que los nuestros no se atrevie-
ron a hacerlo. Más allá de las ideologías, la política no es oficio para cobardes”
(2008).

Fuentes:
Brailovsky, E. (2018) Nota de opinión: Agroquímicos, salud y sustentabilidad en el
agro. Estudios Rurales, volumen 8, Nº 14, ISSN: 2250-4001, CEAR-UNQ. Buenos
Aires. Primer Semestre 2018.
Brailovsky, E. (2004). Memoria Verde: historia ecológica de Argentina. Devas Ar-
gentina. Buenos Aires.
Brailovsky, E. (2008) Historia ecológica de Iberoamérica: De la independencia a la
globalización. Capital Intelectual.
“Argentina: mal uso de los agroquímicos provoca problemas de salud”. INFOEME. 21
de octubre de 2013.
https://www.todoprovincial.com/grave-denuncia-en-Olavarría-la-municipalidad-
habria-aplicado-glifosato-a-la-vera-del-arroyo-tapalque/
https://nomasvenenosencanarias.wordpress.com/que-es-el-glifosato/
108

https://infocielo.com/nota/97804/Olavarría_creen_que_fumigaron_en_los_alrede-
dores_del_arroyo_tapalque_y_piden_explicaciones_a_galli/
https://www.elespectador.com/noticias/medio-ambiente/doce-ciudades-en-argenti-
na-ya-prohiben-el-glifosato-articulo-752576
http://www.elpopular.com.ar/eimpresa/290871/alumnos-de-geografia-y-teatro-se-
convirtieron-en-fumigadores-para-concientizar-sobre-el-glifosato
109

LOS FERTILIZANTES Y LA LETANÍA DE LOS PUEBLOS


Por Hilda Pedrero García
“Los Maestros generosos dan, dan por dar, dan porque sí, dan hasta lo que no
saben que tienen, parten, reparten, imparten, comparten, devuelven, distribu-
yen, desparraman, derrochan y despilfarran hacen lugar. Dotan, ofrecen,
otorgan y proveen, porque confían que lo que sus alumnos harán por lo que
les fue dado y será tan maravilloso que ellos ni siquiera pueden imaginarlo...”
Dr. Pablo Pineau (pedagogo de la UBA): “La educación como derecho”

Palabras claves: contaminación, enfermedad, medio ambiente, fertilizantes, mono-


cultivos, multicultivos, plagas, insectos, hongos, pájaros, herbicidas, fertilizantes.

INTRODUCCIÓN

Colonia Hinojo fue creada por “los Alemanes del Volga” un 6 de enero de 1878, al-
gunos habitantes aseguran ser de origen ruso. Este año 2019 cumplió la localidad
141 años. Varias de estas poblaciones se afincaron en la Provincia de Buenos Aires
huyendo de guerras y/o hambrunas. Durante el acto protocolar de los festejos del
último aniversario se encontraba junto a las autoridades políticas y representantes
de las instituciones de la comunidad una persona que representaba a la fábrica de
fertilizantes. La empresa de origen canadiense que logró estratégica y tácticamente
cierta aceptación en la comunidad a través de una persona que se acercó a las reu-
niones de comisiones comunitarias y ofreció apoyo económico a partir de solventar
determinados gastos y familiarizándose se minimizaron las protestas que durante
dos décadas diferentes, se llevaron adelante.

La población de la pequeña comunidad cercana a Olavarría hizo todo lo que estu-


vo a su alcance para erradicar la fábrica de zonas cercanas a poblaciones, denun-
cias ante los organismos estatales, entregas de panfletos a automovilistas evitaron
los cortes de rutas, se movilizaron frente al Municipio y dieron una profunda difu-
sión de sus actividades en relación a cómo se instaló y la forma lenta y continua de
su contaminación ambiental. Consideran que la persistencia de reclamos a través
del tiempo es lo podría dar resultados positivos a sus demandas, que se traten las
cuestiones ambientales como en Europa y otros países denominados del “primer
110

mundo”. En la actualidad los aportes económicos hacia la comunidad habrían divi-


dido a los actores más representativos del pueblo. Aún quedan quienes ofrecen re-
sistencia a la naturalización de la problemática ambiental dispuestos a continuar
con el proceso de persistencia y difusión camino a la toma de conciencia sobre la
problemática.

El Odontólogo Eduardo Block señaló que por esas horas tenían que volver a reu-
nirse con la Delegada de la anterior gestión y de la actual y con la Dra. Rojas para
firmar un petitorio nuevamente solicitando el traslado de la fábrica y no el cierre.
Piden que se instale lejos de centros urbanos para bajar los niveles de toxicidad.
Expresan en voz alta que “si es nocivo para los países ricos, desarrollados o del pri-
mer mundo también lo será para los países pobres, llamados “tercer mundo o sub-
desarrollados.”

Los temas abordados por Antonio en el seminario de Olavarría echan luz a la aca-
demia, el análisis profundo y didáctico que contiene una base exhaustiva de investi-
gación, profundas convicciones pragmáticas sumada la base científica; esa totali-
dad empírica esclarece la confusa o encubierta información de los poderes hegemó-
nicos o de los intereses del sistema capitalista de ocultar las verdadera consecuen-
cias en pro de las suculentas ganancias. “La historia ambiental está relacionada
con la historia económica” esbozó el Dr. Brailovsky en su seminario. La instalación
de la fábrica de fertilizantes ASP (Agro Servicios Pampeanos S.A.) está relaciona-
do precisamente con cambios económicos producidos por los mercados en el país y
con un gobierno alineado a las reglas del juego internacional.

Es muy interesante ver que la fábrica de fertilizantes artificiales de colonia Hinojo


se instala en la década del 90 cuando llega al país el neoliberalismo que trajo apa-
rejada desocupación, cierre de pequeñas y medianas empresas y apertura de mer-
cados. Durante el gobierno de Raúl Alfonsín, la presión de los mercados obligó a la
entrega anticipada de la banda presidencial al sucesor Carlos Saúl Menem. El cau-
dillo riojano tuvo una transformación casi inmediata de política y de imagen. Ex-
pertos a nivel mundial sabían habrían negociado con antelación que países produ-
cirían con mano de obra barata y que otros abrirían sus fronteras para recibirla,
uno fue argentina.
111

LOS MONOCULTIVOS Y LOS FERTILIZANTES

Los pequeños y medianos productores agropecuarios del país no podían subsistir,


endeudados con los bancos, algunos vendieron sus tierras o le fueron expropiadas
en garantía, otros alquilaron a grandes capitales concentrados que acopiaron miles
de hectáreas. La cebada y la soja fueron los monocultivos estrellas de mediados de
la década de los 90. Ambas mediatizadas por una gran publicidad sobre los benefi-
cios sociales o al organismo humano que traen la cebada que aportación de fibra/
cerveza y proteínas la soja aunque su origen fue alimento para los vacunos. Distin-
tos organismos entregaron folletería explicando la utilización variada del poroto de
soja destinada a consumo.

Los monocultivos junto a la avaricia de obtener ganancias rápidamente creó la ne-


cesidad de mejorar la calidad y el crecimiento acelerado de los granos, con ello la
necesidad de producir fertilizantes artificiales para obtener un producto de mayor
tamaño y en menor tiempo asegurando la venta en el mercado interno y externo.
Los monocultivos proliferaron rápidamente y crearon nuevos insectos además de
quitarle a la tierra las nutrientes. Con la concentración de capitales y las grandes
ganancias, llegó la siembra directa y el abandono de la rotaban de cultivos creán-
dose los denominados “Pool de Siembra”. Se fundieron los pequeños chacareros
que sembraban escalonadamente sus parcelas para consumo individual, en las últi-
mas décadas prácticas de multicultivo surgen de parte de grupos ecologistas, prác-
ticas propias de comunidades de nativos para alcanzar la subsistencia de sus comu-
nidades en relación armónica con el medio natural.

Decir Fertilizantes es hablar de agroquímicos que estarían prohibidos, por eso la


fábrica se hizo pasar por “enmienda y no fertilizante” al eliminar la peligrosidad,
la fábrica cambió la categoría. La fábrica se ubica en el “camino de los pueblos”
entre Sierra Chica y Colonia Hinojo en medio del campo en sus inicios, y en la ac-
tualidad a pocos metros de la población. Hubo dos factores que la aproximaron a
Colonia Hinojo: uno fue la expansión demográfica y el otro el desplazamiento del
cartel indicativo “zona urbana” que según los vecinos se encontraba cerca de las
vías que atraviesa la ruta y fue corrido a pocos metros de la población. Un dato cu-
rioso es que la correspondencia que llega a la fábrica lleva la dirección: “Avenida
112

de Los Inmigrantes”. Si bien la población más cercana a la fábrica de fertilizantes


hizo escuchar sus voces en la década de los 90 y en otras oportunidades después del
dos mil, grupos auto convocados recuperaron los espacios públicos continuando
con las protestas, hace unos 10 años con el liderazgo de Eduardo Block como emer-
gente social de la localidad, volvió a tomar un nuevo impulso con nuevos actores.

Dos médicos llevaron adelante las banderas ambientalistas en post de una mejor
calidad de vida de las poblaciones, hicieron todo lo que estuvo a su alcance: desde
los aspectos legales a los prácticos, buscaron leyes que los ampararan, pedidos de
investigación a las autoridades, dieron entrevistas, informaron y se informaron, di-
fundieron ampliamente mediante volantes y puerta a puerta advirtiendo sobre el
desastre ambiental que se acercaba afectando a las futuras generaciones convenci-
dos de trabajar por el bien común y de cumplir con su naturaleza social de ciuda-
danos que conviven con los habitantes del lugar. Llamaron a la reflexión con sus
actos apostando a la toma de conciencia. Eduardo Block, fue invitado por la Uni-
versidad de Ciencias sociales a participar en diferentes seminarios y exposiciones
junto al Dr. Marcelo Sarlingo sobre la temática ambientalista. Continuando el le-
gado de su colega de la salud, médico clínico el Dr. Eduardo Pérez precursor de las
primeras campañas y movilizaciones alertando la peligrosidad de una fábrica de
esas características en la zona, Pérez abandonaría Colonia Hinojo por las fuertes
presiones recibidas y decidió radicarse en Azul.

RESPONSABLES DIRECTOS

Quienes buscan resultados inmediatos: ya sean políticos o empresarios no ven el


tema como problema y tampoco les interesa “de algo hay que morir” reprodujeron
algunas de las personas que dijeron algunas personas resignadas del pueblo y algu-
nos políticos. Todos sabemos la existencia de complicidad implícita de ciertos orga-
nismos de control con funcionarios y representantes de políticas públicas. Argenti-
na en las últimas décadas no visibilizaba la contaminación como problema ambien-
tal propia, más bien era de otros países lejanos, con exceso de población. La toma
de conciencia en algunos sectores llegó tardíamente y en otros aún no llegó y en po-
blaciones como las nuestras, con fábricas en la zona, aún siguen sin visibilizarse y/o
se niega la magnitud de las consecuencias de la contaminación ambiental porque
113

consideran que son fuentes de trabajo, aunque con mayor tecnología, mayor pro-
ducción mayor polvillo y menos empleados.

Las prácticas políticas suelen coincidir en el objetivo final inmediato de toma de


poder y con los beneficios económicos, lejano parece quedar el bien común ligado a
brindar un servicio a la comunidad. Es más profundo el tema ambientalista que
los intereses que promueven políticos de segunda línea que quisieran utilizarlo en
tema de campaña. “Si me votan puedo hacer algo” dicen que expresó la actual Di-
putada Liliana Schwindt cuando junto a su marido médico Mingo Vitale visitaron
a Eduardo Block cuando le plantearon los vecinos el problema de la fábrica de fer-
tilizantes. “viven de la política desde hace décadas decorosamente” mencionó
Eduardo sintiendo vergüenza ajena y “de algo hay que morir” pronunciaron con el
agravante que Liliana perteneció a la Colonia donde aún tiene familiares y vive en
Olavarría -escasos 12 Km. lineales y 19 Km. por ruta, del epicentro de dónde ema-
na la mayor contaminación ambiental de fertilizantes artificiales de la zona.

Eduardo es un vecino informado un hombre con gran vitalidad y optimismo, con-


lleva claridad conceptual y una actitud positiva eyectada al futuro consciente de la
vida comunitaria y en la actualidad su deseo proyectado parece una causa perdida:
“sé que esto va a cambiar algún día. No me perdonaría que pudieran enfermarse
alguno de mis hijos. Uno no puede estar huyendo de los lugares.” Su joven hijo de-
sea estudiar ingeniería ambientalista. Lo expresa con felicidad de la herencia
transmitida “Seguirá ingeniería ambientalista cuando termine de concretarse la
apertura de la facultad en una provincia Argentina que, por ahora viene demoran-
do”.

Hinojo es un pueblo a pocos Km. de Colonia Hinojo -una población con diez años
más de antigüedad que Colonia- en ese sitio, Eduardo y su familia han empezado
un proyecto familiar de construcción de una casa ecológica “el terreno está miran-
do a la fábrica, el viento sopla en el invierno generalmente hacia Hinojo.” Dice este
profesional de la salud que contabiliza familiares que han sido afectados por cán-
cer: su padre, la madre –ambos fallecidos- y su esposa Marcela, aunque ella se
pudo recuperar sigue con controles de rutina; contabilizan placas en el cementerio
de la localidad de las personas que han fallecido de esa misma enfermedad. “Acá
114

somos todos parientes en la Colonia y eso lo hace más difícil ya que no podemos no
saludarnos simplemente porque cambien de opinión” reconoce Eduardo. Las de-
nuncias presentadas ante los organismos de control dan respuestas insatisfactorias.
Ya que consideran que está todo bien que no existe riesgos “Las personas se des-
gastan” aportó una docente que trabajó en la Colonia.

SINTOMATOLOGÍAS

Diversas sintomatologías que presentan los habitantes de la zona y la localidad son


problemáticas de vías respiratorias, picazón en la piel, salpullidos; los efectos noci-
vos son acumulativos y primero afecta la glándula tiroidea. “la mayoría de las mu-
jeres en Olavarría tienen problemas de tiroides” afirmó Brailovsky en la Universi-
dad del Centro de Cs. Sociales. El Odontólogo Eduardo Block sumó que “los pro-
blemas de las glándulas tiroideas se ven ahora en los hombres y en los chicos ya los
efectos de las emisiones son tardíos precisamente por ser acumulativos” Muchas
personas se preguntan porque en Olavarría enferman de cáncer -una ciudad don-
de existe un Hospital Oncológico Regional- sin encontrar respuestas.

Los seres humanos generan cambios en su entorno y el entorno los modifica a ellos.
“La relación hombre naturaleza no existe. Si hay una sociedad que se vincula con
la naturaleza y se van transformando mutuamente. Habría una coevolución – se-
gún los biólogos-, el ser humano modifica el entorno y lo transforma y en muy po-
cos casos la naturaleza transforma al hombre – mencionó Brailovsky el paso del
Paleolítico al Neolítico cuando al terminarse determinadas especies animales, hubo
que desarrollar la agricultura que ya se conocía pero que tuvo sentido a partir de
la perdida de esas piezas”, Lic. Antonio Brailovsky. “Los cambios se pueden ver
en el medio natural y en tiempos prolongados” lo dijo Marcelo Sarlingo, lo afirmó
Antonio Brailovsky y coincidentemente fue expresado por Eduardo Block. Son fe-
nómenos que exceden cualquier gobierno o a personajes atractivos de la historia,
se dijo en el seminario de medio ambiente. Después de analizar estos conceptos
vertidos por los académicos, me permito pensar que los seres humanos modifican a
la naturaleza eliminándose así mismo, buscando ganancias suculentas en contra-
dicción y separándose de los otros humanos. Cuando pretende salvarse desde lo
económico envenena el medio ambiente y se envenena así mismo. Algunas personas
115

mueren contaminadas mientras otros sobreviven. La teoría Darwiniana de la su-


pervivencia de los más aptos o más fuertes ya que pareciera estar relacionado con
los dominantes y los dominados ya que este tipo de fábrica no se permiten en países
llamados “avanzados” como Canadá, Alemania y otros países de la UE. Me pre-
gunto, si las generaciones crearán anticuerpos que resistan a estas problemáticas
del medio ambiente o moriremos todos como lagartos envenenados.

HISTORIZANDO

El nombre de origen de la empresa desde sus inicios fue ASP (Agro Servicio Pam-
peana S.A.) Luego los nombres de los productos van cambiando, la estrategia co-
mercial los denomina con nombre atractivos tales como: Soluciones Nutrien, “Azul
fértil”, “Agriúm” (este último pertenecería al grupo de Monsanto). La mayoría de
la producción de fertilizantes que se producen en Colonia Hinojo se envían a Cana-
dá -allá no tienen la materia prima- el mineral dolomita se extrae de la zona de Sie-
rras Bayas y de Canadá traen a la Argentina los glifosatos que producen allá.

En sus orígenes, la fábrica de Colonia fue a cielo abierto luego cerró la molienda y
eso fue peor para los empleados que lo respiran dentro de la fábrica que a su vez se
amplió mucho desde su origen. Por ejemplo han creado depósitos en algunas zonas
de la Provincia de Buenos Aires como América – población cercada a la Pampa-
Eduardo Bock quien ha ingresado a la fábrica junto a las personas que hacían las
inspecciones, reconoce que “todas las personas contaminamos al planeta con algo,
podemos evitarlo en algunos casos, o disminuir las emisiones en otros”. Eduardo
nos cuenta que hace unos dos meses “Alemania retiró de su práctica el uso de los
glifosatos y herbicidas y que esa información está en canales de medio ambiente y
no en forma masiva.” “Hay que tener mejores problemas” en su exposición incen-
tivó Brailovsky a reflexionar sobre diversas problemáticas sociales. “Ya que pro-
blemas seguirán existiendo”. Esta frase puede ser aplicada a la toma de decisiones
que sean mejores que las existentes, así dar calidad de vida a las poblaciones.

DESARROLLISMO SIN CONCIENCIA AMBIENTALISTA

Los organismos oficiales nunca dejaron conformes a los vecinos auto-convocados


de Colonia. Tal es el impulso del deseo que algunos de ellos expresan contradiccio-
116

nes en su relato, vaticinan 1ro)- la continuidad de la fábrica a través del tiempo


porque lo más difícil de conseguir ya lo tienen que es el permiso de instalación de
la planta. La autorización para establecer una fábrica de estas características debe
seguir un protocolo, requisitos difíciles de conseguir y que en este caso la autoriza-
ción fue dada por un Decreto firmado de puño y letra por el ex intendente Don He-
lios Eseverri. -fallecido coincidentemente de una enfermedad terminal igual a las
producidas por las emisiones de la fábrica que él mismo autorizara- Un decreto
que no respetó ningún protocolo de este tipo, con producciones de alto riesgo. Por
consiguiente no se tomaron los recaudos requeridos para su instalación. Helios Es-
everri fue el mismo intendente que pretendió traer los residuos de la CABA en la
década de los 90, a las canteras de Olavarría a cambio de una importante suma de
dinero para engrosar las arcas municipales y sin advertir la problemática ambien-
talista que se pronosticaba para la ciudad y la contaminación a los suelos de la Pro-
vincia de Buenos Aires. El trabajo de organizaciones sociales y numerosas movili-
zaciones por las calles de Olavarría logró desestimar la idea “del Vasco”. 2do)
pronostican que algún día, cuando la temática ambiental se plantee a nivel global
la humanidad reflexionará y se tomarán medidas sobre la contaminación. Y la fá-
brica no va a existir más en ninguna parte.

En las últimas tres décadas la población de Olavarría se ha preguntado: porque los


chicos entre 0 a 7 años tienen problemáticas en las vías respiratorias que antes no
existían. Los médicos consideran que tienen que fortalecer el aparato respiratorio
y lo atribuyen a la humedad existente de la zona. Aunque sigue sin respuesta los in-
terrogantes ante el aumento de enfermedades glandulares especialmente de tiroi-
des y los casos de cáncer que fueron crecientes aparentemente no existen informes
oficiales con estadísticas comparativas que nos permitan un estudio a largo plazo.
Sino más bien se han ido naturalizando las enfermedades como problemáticas indi-
viduales de estas enfermedades y la convivencia con la contaminación que “no con-
tamina” continuamos bajo la sujeción de un sistema económico mundial perverso y
dominante.

QUÉ ES LA CONTAMINACIÓN
117

Aún existe un alto porcentaje de la sociedad que no sabe o elige no ver lo que suce-
de. Eduardo explica es contaminación: “contaminación es incorporar un elemento
extraño al medio ambiente, después veremos si ese elemento es contaminante o no.
Si se agrega flúor al agua es una cosa, ya que es beneficioso para él organismo, si le
meto mercurio eso es contaminación” Diversas observaciones esgrimen quienes no
quieren ver lo que sucede. Aluden que las fábricas son fuentes de trabajo y si está
Loma Negra también puede estar ASP “Si bien Loma Negra es de excelencia, no
hay electro-filtro que mantenga el particulado” Eduardo aclaró que “el particula-
do genera que los rayos del sol sean de diversos colores, de esos colores que nos
enamoran y estoy menos enamorado que antes de saber eso que los producen las
partículas que emiten las fábricas. Nos explicó Sarlingo” El Doctor Marcelo Sar-
lingo es especialista en temas de Medio Ambiente y Ecología, docente de la Facul-
tad de Medicina y de la Facultad de Cs Sociales de Olavarría.

COMPLICIDADES

Todos los organismos estatales de los tres niveles, nacionales, provinciales y muni-
cipales dan como resultado de sus controles que la fábrica de fertilizantes instalada
en Colonia Hinojo es inocua. El SENASA de control nacional y organismos de con-
trol provincial UPS intervienen solamente si son convocados. Las respuestas oficia-
les hasta la fecha han sido y son complacientes con la empresa fabricante, aseguran
que no existe peligro para la población. Cuando la fábrica se estableció en Olava-
rría tenía categoría 2. Los niveles son 3, 2, y 1. El 1 y 2 de riesgo son regulados por
los Municipios. Con el transcurso del tiempo le bajaron la categoría de peligrosi-
dad de nivel 2 a 1 -equivalente el riesgo de un kiosco, panadería o supermercados-.
“Esos niveles están regulados por los Municipio acá no sé quién recibe coimas” se
pregunta Eduardo indignado, ya que este tipo de agroquímico que contienen los
fertilizantes, son perjudiciales para la salud, debería tener la categoría 3.

La fábrica de agroquímicos trabaja por las noches y ese detalle da la impresión


que genera menos contaminación, diferentes estrategias de producción han desa-
rrollado. Por ejemplo en el caso de que sea anunciada una inspección, se detiene la
producción, la chimenea humea de madrugada cuando la gente duerme pero si hay
118

un aniversario del pueblo o una fiesta típica de los alemanes del Volga, dos o tres
días antes no producen.

Los dueños de la fábrica de Colonia Hinojo son dos hermanos de apellido Morley -
uno de ellos reside en EEUU y el encargado, en CABA. La producción sale al mer-
cado como fertilizantes con la marca de: Azufertil y Granucal y tienen como ele-
mentos la dolomita que se extrae de Sierras Bayas y el Yeso que se trae de Neu-
quén. En las investigaciones los propietarios aseveraron que esos elementos care-
cen de peligrosidad para la salud humana y para el medio ambiente por ser natu-
rales. Y los vecinos auto-convocados están de acuerdo que son naturales si se utili-
zaran en forma aislada pero…cuando cubren la molienda de nitrógeno líquido
junto con otros elementos aportados como el óxido ferroso, el lignosulfonato de so-
dio sometidos al calor, a altísimos grados de temperatura, estos elementos se van al
aire a los químicos los absorbe la humedad, formando la composición de las nubes
luego bajan con las lluvias como lluvias ácidas. Todos los herbicidas son utilizados
por algunas personas del pueblo Colonia para matar yuyos ignorando las conse-
cuencias. Si bien se han escrito muchas páginas sobre la tema de contaminación
ambiental especialmente de esta fábrica de fertilizantes en estas últimas décadas en
diferentes medios locales, regionales y nacionales, las respuestas oficiales no satis-
facen a la población demandante, más bien, consideran que son respuestas engaño-
sas.

Desde el año 2010 las protestas se renovaron, la familia Block dejó archivos, resu-
midos, todo el trabajo realizado, organizado en páginas de Internet dónde se pue-
den encontrar todos los pasos dados desde los inicios por los vecinos auto-convoca-
dos. Los pasos legales dados, las resoluciones, las dificultades que fueron travesan-
do y los diferentes organismos intervinientes. Al bajar la categoría de peligrosidad
de riesgo de 2 a 1 las condiciones de la lucha empeoraron al perder unidad. Suma-
da las operaciones sociales de beneficencia de una persona representante de la em-
presa sumado el desgaste de los actores del pueblo involucrados, bajaron el nivel
de las protestas aceptando la ayuda ofrecida y consecuentemente dividiendo a los
actores sociales auto-convocados. Ana, ex alumna del Colegio Sta. Teresa conside-
119

ra que las luchas por sacar la fábrica del lugar y no conseguirlo, han cansado a la
gente y muchos están agotados.

La familia Bock sintió la persecución de muchísimas formas, intervención de telé-


fonos, seguimiento de personas y daños a edificio del consultorio donde ejerce la
profesión de Odontólogo, metodología propia de aparatos represivos, mafias o me-
todologías de sometimiento para atemorizar.

CONTAMINACIÓN SOCIALIZADA

Juana trabajó durante tres años en la Colonia y conoce el antes y el después de la


presencia en la comunidad de una señora del encargado de la empresa quién poco
a poco logró la inserción social de la empresa en la comunidad y participara de las
reuniones institucionales - comunitarias ofreciendo dinero a la parroquia o al mu-
seo “la gente que es bastante cerrada, estructurada, me llama la atención que no
digan nada. Cuando hay una fiesta, la fábrica hace la folletería y pone el logo de la
empresa y la gente contenta. Otro año, la fábrica hizo sacar fotos del pueblo des-
pués hizo un calendario igual que lo anterior con la foto iba el logo de la empresa o
sea que a su vez se publicita”. Esa persona va a las reuniones donde se naturaliza
su presencia en la comunidad se hace pasar como una nativa “los vecinos conten-
tos porque trabaja en pro del crecimiento del pueblo y pone plata. La escuela Sta.
Teresa es la única escuela del pueblo, mientras estuvieron las monjitas no permitie-
ron que su institución educativa hiciera visitas industriales con los chicos a la fá-
brica, las hermanas, rechazaban la empresa.” Actualmente la escuela está bajo una
comisión y desconocen los vecinos cual es el manejo institucional.

PRODUCCIONES COMUNITARIAS “LA MILPA” VERSUS INDIVIDUALES


“LA SOJA”

Milpa es una producción colectiva de México, en la que sembraban maíz con la po-
linización cruzada y daba un grano mayor. Esas condiciones cualitativas para lle-
gar al maíz actual en que llevó un desarrollo de dos mil años y la intervención de
unos 300 pueblos originarios. No se puede reproducir por sí sólo. Precisamente
porque no cae el grano porque la chala lo impide y tampoco a través del polen
porque es un producto producido colectivamente para alimentaciones de sus co-
120

munidades. El maíz con una historia milenaria, fue creado para sembrar en deter-
minadas condiciones agroecológicas. Tal es el color que lo determina. “El color es
un subproducto de las propiedades agroecológicas. El campesino tiene en una ma-
queta todos los granos, que según el clima y las condiciones dadas del suelo, son las
que utiliza” Brailovsky

En este tipo de comunidades prevalece el conjunto, lo comunitario como base de


supervivencia, todo está descentralizado según las cualidades heredadas no es reco-
mendado por una empresa que les dice que siembren de tal o cual manera, como es
el caso de las publicidades de Monsanto u otras que priorizan un sistema económi-
co dominante apuntando siempre a las grandes ganancias, focalizados en el mono-
cultivo especialmente de soja, apuntando a la rapidez y tamaño de los granos. Con
la utilización de fertilizantes artificiales, herbicidas y otros productos que contami-
nan. Esto explica las diferencias entre la producción de multicultivos comunitaria
y el monocultivo que tienen las empresas un objetivo de rentabilidad.

CÍRCULOS VICIOSOS

Los laboratorios profundizan las investigaciones y cuando los bichos se fortalecen


agregan mayor cantidad de toxicidad a los productos que las empresas utilizan
como inocuos y se hace un uso de los plaguicidas que es un círculo vicioso. Las em-
presas proponen usar otros más tóxicos cada vez, aduciendo inocuidad, ya que los
bichos de fortalecen. “La idea de extinción de una especie animal o vegetal es rela-
tiva ya que existe una adaptación y una modificación entre las plantas y los insec-
tos. Lo que pareciera que conocemos que desapareció que se extingue para siempre
está relacionado con la parcialidad con lo que percibimos la realidad y en realidad
lo que hay, es una modificación mutua, ya que cuando desaparece inmediatamente
aparece otra. La realidad es compleja y no simple. A veces se descubren especies
que se extinguen que provoca que surja la de otra especie asociada.” Antonio Brai-
lovsky –Universidad de Cs Sociales-

La contaminación genera cambios, alteraciones y metamorfosis de ciertas especies


(animales, pájaros, insectos o humanos). Eso fue lo que descubriera en la década
de los 60 Raquel Carson, -después de la segunda guerra mundial- que no había pá-
jaros. “Carson Publicó una ´Primavera Silenciosa´ sucede los venenos alteran el
121

metabolismo el calcio de las aves en una micronésimas partes de lo que deberían


ser. El polluelo debe ser capaz de romper el cascarón del huevo en el momento
justo, no antes ni después.” Brailovsky. Se descubrió que morían antes de su naci-
miento x que si lo rompían antes morían y el efecto de los tóxicos es acumulativo en
diferentes alimentos y generan alteraciones.

DDT encontraron en la leche de mujeres que fumaban, el tabaco fue fumigado con
DDT. Los Inuit del Ártico descubren que había DDT, se fumigó en la cuenca del
Mississipi de ahí al golfo de México. Las focas se comen a los salmones los Esqui-
males se comen a las focas. En Groenlandia. Sigue la cadena alimentaria y sigue la
contaminación. También tiraron agente naranja de grado 2, 4 ,5 en Vietnam para
matar la selva donde se refugiaban, para verlos. Los disruptores endócrinos con-
vencen a las plantas y le da las órdenes para que suelte las hojas. Es una afectación
del organismo vegetal, para que las suelte. Los soldados morían de cáncer, enton-
ces se dieron cuenta. Se prohíbe y se mantiene para exportación. En argentina se
sigue utilizando, en la dictadura y en democracia deciden que es inocuo.

FRASES DESTACADAS DEL SEMINARIO Y DEL MATERIAL TEÓRICO

“El primer centro de contaminación de todo Latinoamérica en los siglos XVII,


XVIII fue Potosí, en materia de yacimientos de metales, después en el siglo XIX eso
se corrigió.” Los ríos en la actualidad se encuentran altamente contaminados.

“En las comunidades de nativos donde no existía el monocultivo ni fertilizantes, ni


herbicidas la mayor parte de las malezas son comestibles, los insectos, las malezas
en general, especialmente en México se comen los bichos- los chapulines- en la calle
se piden un cucurucho de chapulines. Los plaguicidas no son un resultado obligado
de agricultura. Cuando a un maíz lo ataca un hongo lo echan a la olla en lugar de
fumigarlas. Las malezas son sociales no es un fenómeno natural. Sabemos mucho
de la evolución del maíz- mazorca- sabemos mucho de la evolución biológica. Y no
sabemos de la evolución social “.

Según los informes de su investigación “Altera el metabolismo del calcio de las aves
en algunos micrones que deberían ser. Se descubrió el efecto acumulativo. Hay un
poco en el agua, y luego aparece en la cadena alimentaria. Se descubre que se fijan
122

en las grasas pero generan un debilitamiento en los órganos. Las mujeres que fu-
maban encienden el cigarrillo y dan vuelta por la corriente sanguínea hasta que
encuentra la grasa de la leche que alimenta al bebe y se aloja en esa grasa. Allí se
aloja el DDT. Las aguas llevan el veneno van a los peces llevando el DDT adentro,
estos procesos se profundizan en un proceso de globalización. “El uso de los plagui-
cidas se utilizan como control social…”. Los plaguicidas contaminan al fumigar.
DDT está hoy prohibido por cancerígeno y es el originario de los demás plaguici-
das.

Cómo se mata la selva. Tiraron una sustancia es un disruptor endócrino. Convence


a la planta de soltar las hojas. Este tipo de elementos contaminantes se utilizan en
la zona de Olavarría para quitar yuyos y cardos; primero se doblaban y se deterio-
raban lo suficiente como para no reproducirse. Son desfoliantes que no queman las
hojas sino que la convencen que las suelte, entonces se altera la fotosíntesis. En el
caso del arroz que es un cultivo de inundación el agua conduce los venenos y la
gente que consume, comienza a morir de cáncer y ocurren una gran cantidad de
deformaciones.

LAS GUERRAS Y LA CONTAMINACIÓN

“En la primera guerra mundial había cianuro que destruye por contacto las célu-
las, o sea que puede ocasionar ceguera o si ataca los pulmones no pueden respirar.
Tenemos entendido que en el incendio de América partido de Rivadavia en 2017, el
secretario de salud lo único que dijo, fue ´cierren las ventanas´. No existen en los
cuarteles de bomberos materiales para combatir un eventual incendio de esta ca-
racterística, no saben si echar agua es más perjudicial. Los hospitales tienen que
saberlo, quizás hay casos de cáncer a los 10 años y los médicos no lo saben. La em-
presa no informa, los bomberos no saben que es lo que hay. En General Pico hubo
otro incendio. Y las consecuencias se harán sentir en la provincia de Bs. As. Se
suma otro elemento contaminante, la fumigación con camiones, porque es cara la
aérea. En cambio en Mendoza, en zona de viñedos, se fumiga con aviones y si hay
viento hay más deriva. Tendríamos que haber aprendido que no podría haber ac-
cidentes en depósitos de plaguicidas.” Conferencia Contaminantes y plaguicidas en
la universidad de Cs Sociales octubre 2018 Brailovsky. El depósito de plaguicida
123

de América en el partido de Rivadavia que se incendiara el 13 de noviembre de


2017 pertenece a la fábrica de fertilizantes de Colonia Hinojo. Y existen otros de-
pósitos distribuidos por diferentes zonas del país.

En la antigüedad se comían a la langosta. Sin embargo en nuestras comunidades


del sur del planeta eso no sucede. Que pasaba con las langostas proliferaban y eran
una “plaga” junto a otras especies como el hongo. Que hacemos con cultivar una
sola especie de cultivos definitivamente es criar un solo tipo de insecto.

La demanda de minerales viene desde la inquisición Renacentista, existen pinturas,


imágenes de extracción manual de carbón de entre las rocas. La contaminación.
No era evitable en el siglos XVIII, mejoró en el S. XIX – XX sí lo fue es en el S.
XXI.

En India y varios países se venden productos contaminantes que producen malfor-


maciones, cegueras y otras problemáticas, el Glifosato - Monsanto- en un paquete
de productos. Existen otros herbicidas clorados prohibidos como Lindano -game-
xane- está prohibido en las vacas y ovejas. Los fosforados fueron dejados de usar
después de varios accidentes.

Rigoberta Menchú dijo que su hermano murió por este veneno. Dijeron que el sitio
estaba desalojado y fumigaron. Campaña de BIOS campaña de “Mala Sangre” se
encontraron en la sangre con plaguicidas en ellos mismos, médicos, periodistas etc.
Invitaron que se hicieron análisis de sangre para saber si tenían plaguicidas y no
aceptaron, sólo Pino Solana.

La placenta protege…pero tiene que haber evolucionado. Contra las sustancias pe-
ligrosas no tiene defensa. Cuando se aprueba un plaguicida se analiza las primeras
24 h no al año siguiente. Debe tener etiquetados de peligrosidad con colores, aguda,
grave etc.

La Organización Mundial de la Salud cataloga como cancerígeno el glifosato. Hay


discriminación de género en la protección de los equipos de protección. En Ecua-
dor investigan. Colombia hay cultivos clandestinos no se puede usar en fumigación
aérea si en camiones al glifosato. Usar plaguicidas es un círculo vicioso. Las empre-
sas proponen usar otros más tóxicos pero dicen que son inocuos ya que los bichos
124

de fortalecen. Chile y Costa Rica estudian la posibilidad de aplicar menos cantidad


de plaguicidas. Una red francesa comparte información sobre cómo reducir los rie-
gos. Los Wichis mueren de hambre porque no tienen trabajo. Que hacían la cose-
cha de algodón y de producción sojero lo reemplazó.

Marx no se planteaba los problemas ambientalistas. Se planteaba otras cosas como


que la máquina a vapor estuviera en las manos de los obreros. Las plagas y los in-
sectos son productos sociales no naturales. Víctor Toledo. Biólogo mexicano como
se adapta a las cuestiones sociales.

Mandaban tropas de línea del ejército a las órdenes de la autoridad local designa-
do para ese trabajo- mandaban a quemar los campos sin pedir permiso.

Brete de cinc para matar mangostas S. XX principios. Vendíamos langostas en lu-


gar de cultivo.

EL PODER TRANSFORMADOR DE LA NATURALEZA

Los residuos industriales se pueden controlar. Los plaguicidas contaminan al fumi-


gar Existe un exceso de confianza y abuso de confianza de la sociedad y las empre-
sas. DDT hoy prohibido por cancerígeno es el originario de los demás plaguicidas.
Por ejemplo las asombrosas formas de adaptación entre ciertas plantas y los insec-
tos que las polinizan. El modo en que una planta que es ciega desarrolla colores
brillantes para atraer determinados insectos y el modo en que esos insectos se espe-
cializan en alimentarse de esa planta al tiempo que la polinizan. En estos casos, el
insecto no se adapta a la planta ni la planta al insecto sino que se modifican mutua-
mente. Se han desarrollado juntos y la extinción de uno de ellos amenazará la exis-
tencia del otro.

Este enfoque relacional nos lleva a pensar en las interacciones entre especies dife-
rentes como uno de los motores de la evolución. Y esas interacciones llevan a modi-
ficaciones en los ecosistemas. Esto que ocurre en las relaciones entre diversas espe-
cies vivientes, también sucede con las relaciones entre las sociedades humanas y los
ecosistemas, aunque esta interacción es, aún mucho menos conocida. Es decir, que
las sociedades humanas transforman su medio natural y esas modificaciones las
llevan a producir cambios en las estructuras sociales, para adaptarse a las nuevas
125

realidades de su soporte natural. La escala de trabajo de esta investigación (un


continente entero) requiere de un comentario adicional. ¿Hasta dónde podemos
pensar en los países y hacer historia de los países cuando los ecosistemas no reco-
nocen límites políticos? En opinión de un autor, un tema que los historiadores am-
bientales no han confrontado sistemáticamente es el de la escala. Los historiadores
han tenido durante más de cien años una fuerte tendencia a usar el concepto Esta-
do-Nación como su unidad de análisis preferida. Los Estados burocráticos fueron
buenos almacenadores y conservadores de archivos, pero para muchos tipos de
historia, incluyendo la mayoría de la historia ambiental, el concepto Estado-Nación
es una escala de operación equivocada. Los procesos ecológicos despliegan sin te-
ner en cuenta las fronteras, y las tendencias culturales e intelectuales lo hacen casi
con el mismo descuido. La única variedad de historia ambiental para la que tiene
sentido el formato Estado-Nación es la historia política y de costumbres. La histo-
ria puede escribirse a cualquier escala, desde la más pequeña hasta la global. En la
actualidad “se estudia la adaptación de la bioclimática de la vivienda indígena la
construcción de Chuarata piaroa en Venezuela y el Panteón de Adriano en Roma
ambos tienen un hueco en su parte superior que permite que salga el calor, la for-
ma circular agiliza la circulación de aire.

CONCLUSIONES

La temática del trabajo final propuesta por Brailovsky nos enfoca en problemáti-
cas locales y nos invita a repensarnos, a de-construirnos en nuestros propios valo-
res. Nos propone hacer un recorrido libre y a su vez específico sobre contamina-
ción ambiental del medio en que habitamos, a partir de la diversidad temática
abordada en sus seminarios, nos renueva el compromiso interno con la comunidad
social en general y simbólicamente con todas las especies. Conscientes de la cons-
trucción cultural de la historicidad y sin permitirnos naturalizar los daños ambien-
tales que nos afectan a todos los seres vivos.

Quizás estamos en la transición de esa hipérbola que une dos civilizaciones. “En la
decadencia de una civilización se arraiga la esperanza de la conservación del cono-
cimiento epistemológico. En un proceso de reconstrucción y de memoria de conoci-
mientos ancestrales se abre un camino nuevo y a su vez, la clave del devenir de los
126

tiempos. En esa hipérbola que une dos civilizaciones -como saltos dados por un gi-
gante milenario- se acuña el aprendizaje.”

Bibliografía:

Antonio Brailovsky. Historia ecológica de Iberoamérica. Tomo I y II.

Antonio Brailovsky seminario: “Historia Ambiental de los Plaguicidas”.

Antonio Brailovsky: Apuntes y grabaciones de los seminarios 7 - 8 y 21-22 septiem-


bre 2018.

-Dr. Eduardo Block. Entrevista (referente de la comunidad auto-convocado de Co-


lonia Hinojo)

-Conversaciones informales con vecinos de Colonia Hinojo y con personas que tra-
bajaron allí.

-Marcelo Sarlingo seminario de 21 -22 de setiembre 2018

-El Popular edición digitalizada N° 8848, 17 de diciembre de 2012. Diario La Na-


ción. Material de Internet. Materiales digitalizados de páginas Web.
127

Cap. 5. AMBIENTE Y VIOLENCIA INSTITUCIONAL

SIERRA CHICA. CONDICIONES SOCIALES Y MATERIALES DE


LA VIDA EN LA CÁRCEL: MEDIO AMBIENTE ARTIFICIAL
COMO PARTE DE UN SISTEMA DE GOBIERNO.

Por Raquel Lacaria

ESCLAVO-PRISIONERO: DES- ¿HUMANIDAD?

Dejando de ser persona

Cinco de la mañana, lunes 4 de enero de 2016, gritan mi nombre, me dicen que me


prepare, que voy a penal.
Me quedo sentado sin decir una palabra. Llego el día. Tengo miedo, no sé qué me
espera, nadie me dijo como es un penal, que tengo que hacer, solo sé lo que escuche
acá, en la
comisaría…que es un lugar de mierda, que ahí nadie te cuida, que te tenes que cui-
darte vos, que ahí
es la ley de la selva. Sigo pensando, tengo miedo, terror, tiemblo.
Ahí vienen, me llevan…. Me llevan. ¿A dónde? Pregunto. Nadie responde. Me suben
a un
patrullero y salimos. Allá voy, a un penal, que miedo, que triste….
Salimos… me voy despidiendo, con mucho dolor en el cuerpo, de todo lo que conoz-
co,
chau barrio, chau amigos, chau familia…
En el camino paramos en otra comisaría y suben a otro muchacho, mucho más joven
que
yo, nos cruzan las esposas, no podemos movernos.
Vamos por la ruta, ya pasaron unas cuantas horas desde que salimos, tengo sed y
tengo
ganas de ir al baño y también hambre. El lugar por donde vamos es todo campo, no
sé dónde estoy,
solo sé que me alejo cada vez más y más de mi lugar, de mis seres queridos.
El miedo y la angustia me hacen tomar coraje y le pregunto a los policías hacia dón-
de
vamos, a Sierra Chica, responden. Me sube un calor en el cuerpo y pienso, ¡Córdoba!
Porque tan
lejos me pregunto. Una lágrima me recorre el rostro junto con la angustia y el miedo.
Ya comienzo
a sentir la soledad.
Ya es el medio día o un poco más, los policías paran a comer fiambre y a tomar coca
cola
128

en el capo de la camioneta estacionada a un costado del camino. Luego que termi-


nan, fuman un
cigarrillo y volvemos a salir.
Listo llegamos, ya es tarde, estoy cansado, tengo hambre y sed y no he podido ir al ba-
ño
todavía. Ingresamos al penal, se me hace imponente, la cárcel de la muerte, me dice
el pibe que vino
conmigo, no sé por qué dice eso, pero el miedo recorre todo mi cuerpo.
Me llevan hacia una reja, la abren y me rodean cuatro o cinco personas, me sacan
las cosas
que traje. Me meten dentro de un cuarto, esta oscuro, sucio y frío. Siento la tristeza y
la soledad.
Ahora que nadie me ve puedo llorar tranquilo….
Ya paso una semana, la peor de mi vida, con frío, con hambre, todo sucio. Es domin-
go.
Temprano golpean la puerta y me dice que me prepare que vinieron a verme. Me aseó
como puedo.
Viene me sacan de ese lugar. El sol me hace mal, llego a una iglesia. Busco a mi fa-
milia, ¡ahí está!!!
veo a mi hijo y en sus ojos el miedo al verme….
Hoy ya hacen tres años de esa semana de dolor, soledad, tristeza, miedo y angustia, y
sigue
sucediendo, siguen trayendo jóvenes que vienen por primera vez, que no conocen
nada, que tienen
miedo y nadie dice nada, nadie les pregunta si tienen sed.
Personas que quebrantan la ley, personas que son juzgadas, personas que son culpa-
bles,
personas que dejan de ser personas, ahora son sujetos invisibles, que dan miedo, sin
sentimientos ni
necesidades, que están donde merecen, con el castigo que merecen. Pablo. Unidad
Penal N° 2 Sierra Chica
129

Unidad Penal N° 2 Sierra Chica

Unidad Penal N° 38 Sierra Chica.

INTRODUCCIÓN
130

El presente escrito responde a la consigna final del seminario de “Ambiente y Con-


flicto Social en la historia de Iberoamérica”, en el marco de la Maestría en Antro-
pología Social65. La propuesta de trabajo consiste en abordar un tema de nuestro
interés en torno a los conceptos de ambiente y conflicto social, por tanto, y con la
intención de continuar profundizando la investigación que comencé en vistas a la
tesis, el análisis hará foco en “el contexto de encierro”, concretamente en las Uni-
dades Penales N° 2 y N° 38 de Sierra Chica, Olavarría, que son parte del Servicio
Penitenciario Bonaerense. En esta ocasión, y a raíz de la experiencia de este año en
la cárcel como tutora y docente del Programa de Educación en Contexto de Encie-
rro66 (PECE), me pareció relevante continuar investigando sobre “los vectores de
inseguridad” para las personas detenidas, quienes son consideradas cultural y so-
cialmente la causa de la inseguridad, foco de peligro y riesgos para el resto de la so-
ciedad. Para ello me propuse analizar la relación entre las condiciones sociales y
materiales de la vida en la cárcel y los padecimientos/enfermedades, considerando
la cárcel como un ambiente social construido, artificial, por tanto, resultado de
concepciones y representaciones sociales, que operan, además, como fuente las po-
líticas públicas. Por otra parte, se procura establecer cierta relación de similitud/
diferencia entre la situación de las personas detenidas en Sierra Chica y la esclavi-
tud de la colonia. Para esto se toma como soporte un texto Piedad Peláez Martín
(2012), donde analiza la esclavitud del siglo XVIII en Colombia. Para ello se utili-
zarán como referente etnográfico: registros realizados mediante mi experiencia en
el PECE durante el año 2018, así como también una entrevista a la coordinadora
de dicho programa y el Informe Anual que realiza la Comisión Provincial por la
Memoria.

EL HACINAMIENTO EN LAS CÁRCELES “MEDIO AMBIENTE Y SALUD”

Desde el Informe Anual del 2018, realizado por el Comité Contra la Tortura, se
plantea que el encarcelamiento de personas en la provincia de Buenos Aires se in-
crementa continua y alarmantemente, ello con base en una política criminal que se
65
FACSO_UNICEN. 2da Cohorte.
66
PECE: Programa de Educación en contextos de encierro. Dependiente de la
Facultad de Ciencias
Sociales de la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires
(UNICEN), Argentina.
131

sostiene en el aumento y aceleración de detenciones en desproporción tanto al au-


mento demográfico como a la evolución de los índices de investigaciones judiciales
sobre delitos: en los últimos 10 años la tasa de detención pasó de 175 a 253 cada
100.000 habitantes, mientras la tasa de delitos se mantuvo relativamente estable.67

Dicha política criminal se enmarca en el avance del neoliberalismo que implica me-
didas como: remodelación de la fuerza pública, desregulación social, precarización
laboral, entre otras. “Presenta un escenario de difuminación del Estado económico;
el debilitamiento del Estado social, la glorificación del Estado penal (…) y difusión
de políticas públicas ultra-represivas” (Wacquant 2010:141). Estas medidas se en-
tienden en un marco de mutaciones del empleo, lucha y puja entre clases, exalta-
ción del individualismo y su complemento institucional, el puño de hierro estatal68,
un contexto facilitador de que “la población carcelaria de la Argentina se haya tri-
plicado prácticamente en las últimas dos décadas, lo que resulta en una situación
crónica de sobrepoblación” (Informe de la ONU-Melzer 2018)69. El endurecimiento
de la política penal y su consecuente aumento de encarcelamiento provocan haci-
namiento en las cárceles, construyendo un “medio ambiente penitenciario”70 que
afecta, entre otros aspectos, la condición sanitaria de las personas detenidas y habi-
lita la proliferación de enfermedades infecto-contagiosas como VIH-sida, sífilis y
tuberculosis. “La unidad 2 actualmente tiene recluidas cerca de 2000 personas, las
celdas de los pabellones comunes fueron construidas para una persona y hoy convi-
ven en ellas entre 4 y 6 personas (...) La 38 en sus inicios era para 600 personas hoy
hay alrededor de 1200” (Analía Umpierrez- Coordinadora del PECE). A estas con-
diciones se suman las limitaciones que presenta el sistema en el contexto de encie-
rro, como la deficiente atención médica de cualquier padecimiento, falta de medi-
cación, mala alimentación, falta de higiene, presencia de roedores, las condiciones
67
Sistema Nacional de Información Criminal.
68
Wacquant 2010
69
Nils Melzer –relator especial de la ONU sobre tortura. Abril 2018-
https:/www.elpatagonico.com/un-informe-la-onu-advierte-respecto-la-
superpoblacion-carcelaria-argentina-n3069906/amp
70
El medio ambiente está conformado por elementos naturales y artificiales
interrelacionados, nombrarlo medio ambiente penitenciario implica, en este caso,
apuntar a la necesidad de distinguir cómo esos elementos son de determinada
manera y se interrelacionan particularmente en este contexto, en tanto reflejo de
representaciones sociales.
132

edilicias: “los techos de la Unidad tienen grandes filtraciones de agua y, por lo tanto,
cada vez que llueve se humedecen los pisos, camastros, colchones y las escasas perte-
nencias de los detenidos (...) A las filtraciones se les suma una artesanal instalación
eléctrica que consiste en cables pelados que rodean las paredes y pisos de las celdas”
(Comisión por la memoria 2014. Descripción de la UP 2). De esta descripción gene-
ral ¿podemos inferir que dichas características de la vida carcelaria forman parte
de una forma de gobierno que se basa en la tortura? Desde la Organización Pana-
mericana de la Salud plantea que:

“Desde que las sociedades establecieron la privación de la libertad y la reclu-


sión de individuos como un medio para sancionar transgresiones a las leyes y
las normas establecidas, las prisiones han estado indefectiblemente ligadas
con la enfermedad. Aún con el paso del tiempo esta situación ha cambiado
poco; y si en el siglo XVII hablar de prisiones significaba también hablar de
tifus y enfermedades mentales, en el siglo XXI referirse a centros penitencia-
rios conlleva a pensar en trastornos psicosociales y en enfermedades no trans-
misibles y transmisibles, como la tuberculosis (TB). Los centros penitenciarios
pueden representar un grave problema de salud pública” (OPS 2008:1).

Otra cuestión importante es considerar el efecto que dicha problemática provoca


en la región que contiene la o las Unidades Penitenciarias, la “porosidad” de los
muros, ya que cientos de personas de la ciudad de Olavarría, y de la provincia, in-
gresan a las unidades a diario (penitenciarios/as, policías, personal de juzgados,
abogados/as, médicos/as, dentistas, docentes, etc.). Ninguna institución se mantiene
aislada del contexto que la contiene, esta se significa y construye en torno a ella, así
como también la significa. Por ejemplo, a Sierra Chica y alrededores, se mudan
tanto familiares de las personas detenidas, como penitenciarios/as y policías tam-
bién, para estar más cerca. Gran parte de los y las jóvenes de Olavarría acceden a
trabajos penitenciarios o se forman 71 para ser policías, es una característica que se
sostiene quizás por contener una de las cárceles más grandes del país. Además de
otras muchas características de esa intrincada interacción e interrelación constan-

71
Escuela Penitenciaria en Colonia Hinojo
133

tes. Por tanto, a pesar de los muros, no existe posibilidad de aislamiento absoluto,
no hay forma de que lo que suceda allí dentro no afecte al contexto.

En el año 2017 salió una noticia en el diario local, titulada “Piden informes por po-
sibles casos de tuberculosis”. La Senadora Carolina Szelagowski presentó un pedido
de informes ante un eventual foco de tuberculosis en la Unidad Penal N° 2 de Sierra
Chica (Informe Olavarría, 6 de julio de 2017). Ante esta nota, la coordinadora del
PECE, pidió entrevista con el área de epidemiología e infectología de las vías respi-
ratorias y se dio además una charla abierta informativa en la Facultad de Ciencias
Sociales sobre los síntomas y cuáles son las formas de prevención. A raíz de ello,
dos docentes que trabajaban en el programa decidieron, por su edad y pertenecer
a un grupo de riesgo, dejar de ir a la Unidad Penal N° 2 puntualmente. Como se
plantea en un artículo publicado en la Revista Española de Sanidad Penitenciaria:
“En Instituciones Penitenciarias, la tuberculosis es también uno de los problemas de
salud pública más relevantes por su mayor incidencia respecto a la población general
y porque el hecho de estar en prisión constituye en sí mismo un factor de riesgo por
la vulnerabilidad de la población penitenciaria”. (López de Goicoechea-Saiz, Stern-
berg, Portilla-Sogorb 2018:10). Esa vulnerabilidad está ligada a las condiciones de
vida dentro de la cárcel, que constituyen en sí mismas prácticas de tortura perma-
nentes y generalizada. Cuando se buscan datos concretos acerca de la tuberculosis
en la cárcel de Sierra Chica, no se encuentran. Al respecto nos dice la coordinado-
ra de PECE, “me comentó la persona responsable de la Región Sanitaria Provincial,
que no hay denuncia de tuberculosis, por lo tanto, si ellos, es decir el área sanitaria
de la unidad penitenciaria, no reclaman, no se entregan medicamentos”. Esta falta
de información ¿será parte del entramado general de la vida en la cárcel? ¿a qué
intereses responde? ¿podría vincularse a la relación saber-poder? Tal vez puede
explicarse como una parte más de esta forma de gobernar, desde el sometimiento,
así como el saber implica poder, la falta de él, desde el gobierno de la imprevisibili-
dad se vulnera, se domina. Cuentan estudiantes detenidos de la Unidad N° 2:
_“Acá cada día es un nuevo desafío, nunca podés estar seguro, ni bajar la guardia _:
lo que ganaste hoy lo perdés mañana, con requisa, castigo, no te llevan a visita, y lo
134

que pasa a diario…te trasladan…y ahí a empezar de nuevo…” (de unos 50 años,
cursando la materia Taller 1. Carrera de Antropología. 2018).

CONTROL: MODELO PANÓPTICO, DE LA PESTE Y DE LA LEPRA.

La Unidad Penal N° 2 de Sierra Chica, de máxima seguridad, data de 1882 y el 28


de agosto de 2003 se realizó la inauguración oficial de la Unidad 38, este estableci-
miento emplea como modalidades tratamentales, regímenes de mediana seguridad
y semiabierto. Ambas unidades fueron construidas como sistema panóptico (como
se puede apreciar en las imágenes de la primera página). El Panóptico es una figu-
ra arquitectónica del poder,

“una construcción en forma de anillo; en el centro, una torre, ésta, con an-
chas ventanas que se abren en la cara interior del anillo. La construcción pe-
riférica está dividida en celdas, cada una de las cuales atraviesa toda la an-
chura de la construcción. Tienen dos ventanas, una que da al interior, corres-
pondiente a las ventanas de la torre, y la otra, que da al exterior, permite que
la luz atraviese la celda de una parte a otra. Basta entonces situar un vigilante
en la torre central y encerrar en cada celda a un loco, un enfermo, un conde-
nado, un obrero o un escolar (...) El dispositivo panóptico dispone unas unida-
des espaciales que permiten ver sin cesar y reconocer al punto. La visibilidad
es una trampa. La disposición de su aposento, frente a la torre central, le im-
pone una visibilidad axial; pero las divisiones del anillo, las celdas bien sepa-
radas implican una invisibilidad lateral. Y ésta es garantía del orden. De ahí el
efecto mayor del Panóptico: inducir en el detenido un estado consciente y per-
manente de visibilidad que garantiza el funcionamiento automático del po-
der.” (Foucault 2002:184,185).

En vinculación a este sistema, Foucault, distingue dos modelos de poder: el modelo


de la peste y el modelo de la lepra, y entiende que ambos modelos configuran a las
sociedades modernas. El modelo de la peste “se apoya en múltiples e individualizan-
tes estrategias, es decir una organización profunda de la vigilancia y de los controles,
el poder se ramifica y se ejerce de una manera continuada y que individualiza” (Gi-
raldo Díaz 2006:114) “El modelo de la lepra viene del modelo estigmatizador, de ex-
135

clusión y de expulsión heredado de la edad media con los leprosos. Al leproso se le


marca y expulsa a las afueras para que allí se pudra”. (Giraldo Díaz 2006:113). Este
modelo divide binariamente (leprosos- no leprosos). Ambos en la práctica son com-
binables, “el poder es una red imbricada de relaciones estratégicas complejas, las
cuales hay que seguir al detalle (microfísica)” (Giraldo Díaz 2006:108). En nuestro
referente etnográfico se puede encontrar la construcción arquitectónica de panóp-
tico donde prevalece la observación y la vigilancia jerarquizada y red individuali-
zadora, en tanto modelo de la peste y el de la lepra donde lo “anormal” está intra-
muros y no extra muros, como el caso de los leprosos, pero es una forma de expul-
sión, donde se lo somete a faltas de todo tipo, se los encierra, parafraseando al au-
tor: “para que allí se pudran”, cuestión que puede interpretarse de la siguiente des-
cripción producto de una inspección de la Unidad 2 que realizó desde la comisión
por la memoria en el año 2017:

En el pabellón 8, destinado a alcaldía, se encontraban 115 personas hacina-


das compartiendo celdas de 2 por 3 metros aproximadamente. La alimenta-
ción es escasa o nula y los detenidos la describen como “zanahorias podridas
con arroz y polenta”. El equipo constató que la comida del día anterior a la
inspección consistía en una especie de sustancia viscosa con polenta y algunas
verduras.
Durante el monitoreo también se comprobó la presencia de insectos, como cu-
carachas, que recorren las paredes y pisos tanto en las celdas como en los pa-
sillos; y de ratas de aproximadamente 30 cm. con sus respectivas madrigueras,
ante la indiferencia absoluta del personal penitenciario. “Cuando los agentes
caminan entre las ratas con naturalidad, aparece la imagen más horrorosa de
la deshumanización; para ellos las ratas y los detenidos son lo mismo: la ne-
gación absoluta y cabal de que allí hay hombres”.

A esta situación se le suma un régimen que consiste en 24 horas de encierro


en las celdas, sin acceso a las duchas, instancias recreativas, educativas y/o la-
borales ni comunicación telefónica con sus familiares o respectivos juzgados.
Allí las personas están alojadas por meses en celdas individuales, sin luz, agua
y/o acceso a teléfono. Las condiciones materiales de la unidad penitenciaria
136

son deplorables por la indudable carencia de mantenimiento. Sus paredes y te-


chos literalmente se caen a pedazos sobre los cuerpos y pertenencias de las
personas encarceladas. En el pabellón de separación del área de convivencia
(SAC) o “buzones”, como los llaman los detenidos, el pasillo es húmedo y la
penumbra apenas se interrumpe con la luz fría de algunos tubos en el techo
(…) unos pocos detenidos que logran salir un rato del “engome” (el aisla-
miento en las celdas) en el que el Servicio Penitenciario (SPB) mantiene a to-
dos encerrados las 24 hs. del día. (Informe anual 2017:115)

Un concepto fundamental para el análisis de la economía del castigo, es el de tortu-


ra, que como plantea Foucault ha mutado a lo largo de la historia y se trasladó del
ámbito de lo público al ámbito privado. La naturaleza de la tortura cambia, des-
aparece como espectáculo y se reemplaza por el régimen de prisión basado en dis-
ciplinamiento y corrección. El Articulo N°18 de la Constitución Nacional establece:
“Las cárceles de la Nación serán sanas y limpias, para seguridad y no para castigo
de los reos detenidos en ellas, y toda medida que a pretexto de precaución conduz-
ca a mortificarlos más allá de lo que aquélla exija, hará responsable al juez que la
autorice”. Sin embargo, a partir de lo que se ha planteado hasta aquí y en tanto se
conforma un Comité contra la tortura resulta válido interpretar que dicha praxis
no solo existe, sino que es parte de la cotidianeidad del contexto de encierro, las
torturas son parte integral de un programa que recurre a la violencia y la preca-
riedad para gobernar a las poblaciones encarceladas. Cuando desaparece el espec-
táculo de la pena física, la práctica de la tortura no desaparece con él, sino que
pasa gradualmente a hacer parte de la ilegalidad. En este marco de poder también
se tejen y construyen resistencias que tienen que ver con lo laboral y educativo en
parte, pero es un aspecto que excede a los fines del presente escrito.

ESCLAVITUD-SISTEMA CARCELARIO

Como el abordaje de la temática se establece desde un marco antropológico lo que


se pretende considerar de esta situación es cómo la salud-enfermedad está ligada a
representaciones sociales y culturales, cimientos de la cárcel como ambiente de cas-
tigo. Por tanto, es fundamental preguntarnos ¿Cómo se concibe a las personas de-
137

tenidas desde la sociedad? ¿Qué representaciones circulan en torno a la cárcel, el


castigo, las personas detenidas, la salud, la atención médica, etc.?

Resulta interesante realizar un análisis comparativo entre la institución de la escla-


vitud y la institución carcelaria. Para ello se toma como referencia el artículo de
Piedad Peláez Martín: “El cuerpo, la salud y la enfermedad en los esclavos del
Nuevo Reino de Granada, siglo XVIII”, parece válido comenzar, como ella, mos-
trando como los padecimientos, de los esclavos en su artículo, así como los padeci-
mientos de las personas privadas de libertad en este caso, están ligados al hecho de
poner en duda directamente su condición humana y así ser sometidos a un sistema
de crueldad72.

Como explica la autora en su artículo, desde la antigüedad existe una reflexión filo-
sófica y política al respecto de la humanidad diferenciada de las personas “El es-
clavo, por ejemplo, fue un “artículo viviente” de propiedad del amo, Aristóteles lo de-
finió como el ser humano que por naturaleza no pertenece a sí mismo sino a otro”
(Peláez Martín 2012:158). Esta concepción natural de la diferencia funciona como
cimiento de las representaciones acerca de las personas esclavizadas, ¿es así tam-
bién en el casi de las personas detenidas? La representación desigual de la humani-
dad de las personas no se abolió con la esclavitud (como no lo hizo ella tampoco).
Tanto la prisión, como la esclavitud, son instituciones sociales racistas por excelen-
cia (Davis 2003).

Desde el Informe anual del 2018, con el título de “Sistema de la crueldad XII”, a
partir de trabajo de campo por medio de entrevistas y observaciones, control y
monitoreo del sistema de encierro de la provincia de Buenos Aires, se sostiene que
“se han profundizado y consolidado las violencias estatales que se producen en siste-
ma penal y lugares de encierro, generando un escenario de gravísimas violaciones a
los derechos humanos” (Informe Anual 2018:29). Esto por medio de la tortura sis-
temática, muertes evitables, falta de asistencia sanitaria elemental, condiciones
inhumanas de detención y abandono de miles de personas y sus familias, selectiva-
mente elegidas en una sociedad desigual e injusta sostenida en base de excluir del
acceso a derechos a grandes sectores de la población. (Informe Anual 2018). Ante
72
Concepto utilizado por la Comisión por la Memoria
138

este planteo y considerando que “estamos presenciando una tendencia global a la


penalización de la miseria” (Wacquant 2010:148) podemos sostener que una parte
de la sociedad no accede a derechos en la pobreza, y luego son víctimas de viola-
ción de los derechos humanos en la cárcel, en el marco de un sistema capitalista de-
sigual, liberal hacia arriba y punitivo hacia abajo (Bourdieu- citado en Wacquant
2010). Al respecto contaban los estudiantes detenidos: “_: ¿Qué clase social está
acá adentro? Por qué no están todas… _: “En la 22 había un rico”, comentan dos es-
tudiantes73 ante el debate (en una tutoría de Historia) acerca de las clases sociales
en la América colonial, que los llevó a preguntarse por la clase que representan
ellos, en tanto actores sociales del presente e internos de una unidad penitenciaria.
“Es necesario teorizar, no respecto a la prisión como una técnica práctica para apli-
car la ley, sino como un núcleo cuya capacidad política selectiva y agresiva descarga-
da sobre las regiones inferiores del espacio social viola los ideales de la ciudadanía
democrática” (Wacquant 2011:1). Esta idea de región inferior, implica diferencia
en tanto humanidad, básicamente es parte del racismo eminente en políticas socia-
les y penitenciarias, así como fue el fundamento de la esclavitud del pasado (y del
presente). Se trata de “dividir poblaciones y diferenciar categorías según concepcio-
nes establecidas de valor moral” (Wacquant 2011:8).

Es fundamental considerar el contexto, la ideología liberal se funda en la separa-


ción entre lo económico y lo social. Promulga y enaltece la responsabilidad indivi-
dual, generando un corte entre circunstancias sociales (causas, que la sociología ex-
plica) y el hecho delictivo (consecuencia- que el derecho que regula y controla) y
las causas colectivas se reducen a excusas. “_: Los pobres pagamos la consecuencia
de nuestra propia pobreza acá adentro, no somos culpables, aunque sí delinqui-
mos74”. Esto comenta Carlos, a lo que un compañero suyo le responde: _ojo! Noso-
tros no somos ningunos santos. ¿O no? Cualquiera de los dos empezaría a los tiros si
hiciera falta… Podemos observar en voz de dos personas detenidas ponerse en jue-
go la conciencia de las circunstancias sociales como parte de un grupo desfavoreci-
do, víctima de múltiples y continuas injusticias, faltas, fallas… y por otro lado la

73
Estudiantes de la UP 38. Con edades de entre 30 a 35 años.
74
Estudiante de unos 40 años de edad, de CUMB Unidad 38.
139

exaltación de culpabilidad individual de cualquier hecho delictivo (pasado o futu-


ro).

En un contexto colonial esclavista, y puntualmente desde el artículo de Peláez Mar-


tín, los esclavos y las esclavas del Nuevo Reino de Granadas del siglo XVIII fueron
deshumanizados, concebidos como bienes comerciables, materiales e intercambia-
bles. Si bien la autora hace un análisis histórico e interpreta que hubo cambios con
respecto al trato y cuidado de los esclavos y las esclavas, su posesión significaba de
cualquier manera, ganancia económica y prestigio social para los amos, así como
una carga (en cuanto a su manutención y cuidado). “Desde la segunda mitad del si-
glo XVIII en los Estados de Occidente una de las prioridades políticas de los funcio-
narios consistió en preservar la salud de los pobladores para optimizarles la vida y ex-
traer al máximo sus fuerzas” (Peláez Martín 2012:163) a pesar de que la relación
entre amos y esclavos fue intervenida por sistemas de vigilancia y control del im-
perio español, desde las políticas paternalistas de los Borbones, “la manipulación y
cosificación del cuerpo y del alma de los esclavos no desapareció. Fueron despojados
del derecho que la naturaleza les entregaba de enfermarse y expresar sus dolencias:
al concebírseles como una “máquina de trabajo”” (Peláez Martín 2012:164) Incluso,
dice la autora, “el proceso y las prácticas de deshumanización que construyeron las
instituciones y la sociedad colonial sobre la persona de los negros fueron tan contun-
dentes que lograron desarrollar unos marcos de significación en los que los mismos
esclavos se fueron incrustando de manera inconsciente. A tal punto llegó la discrimi-
nación de los amos sobre los esclavos que éstos terminaron asumiendo los dolores de
sus cuerpos, ocasionados por las enfermedades, no como un problema que los afecta-
ra directamente a ellos, sino como un mal específico cuya responsabilidad recaía en
los amos: se concebían resignadamente como una herramienta de trabajo que se ha-
bía averiado y que para volver a funcionar tenía que ser reparada por su dueño; esa
situación hizo que se especulara aún más sobre sus enfermedades”( Peláez Martín
2012:167). La salud del esclavo y esclava importaban en tanto su rentabilidad
como fuerza de trabajo, incluso en sus propias representaciones. Es decir, fueron
objetos en cualquier instancia, pero cobró relevancia social y económica su salud.
En cambio, como señala Davis en su libro sobre las cárceles estadounidenses, mu-
chas investigaciones han demostrado que el arrendamiento de convictos es mucho
140

peor que la esclavitud, “Los propietarios de esclavos podían preocuparse por la su-
pervivencia de esclavos individuales, quienes, después de todo, representaban inver-
siones significativas. Pero los convictos son arrendados no como individuos sino
como un grupo, y puede obligárseles a trabajar literalmente hasta la muerte sin afec-
tar la rentabilidad de una cuadrilla de convictos”. (Davis 2003:27)

La deshumanización y la comercialización de los esclavos y esclavas son ambos, as-


pectos ligados a concepciones de salud-enfermedad. Al respecto de la deshumani-
zación, como se viene planteando, no escapa a ser parte de la constitución de las re-
presentaciones que se comparten socialmente sobre las personas detenidas y esto es
parte de la forma que toma la cárcel como “ambiente de castigo” y se normativiza
la desatención generalizada con respecto a sus necesidades básicas, incluyendo la
atención sanitaria. “El castigo no es solo la pérdida de la libertad ambulatoria, si no
del derecho a ser tratado como persona” (comenta un Estudiante de la Unidad Penal
N° 2- 27años). En un escrito, de otro estudiante de la misma unidad, que se titula
“Dejando de ser persona”75, relata su experiencia cuando lo trasladan de la comisa-
ría al penal, para comprender la ambigüedad que se viene describiendo, donde las
representaciones hegemónicas hacen mella en las representaciones de las personas
detenidas, pero que a la vez puede observase en la misma una veta de resistencia,
resulta interesante citar la siguiente estrofa: “Personas que quebrantan la ley, per-
sonas que son juzgadas, personas que son culpables, personas que dejan de ser perso-
nas, ahora son sujetos invisibles, que dan miedo, sin sentimientos ni necesidades, que
están donde merecen, con el castigo que merecen”.

Este año en repetidas ocasiones los estudiantes universitarios detenidos se presen-


taron con problemas de salud, como tos, congestión, dolores varios, infección de
muelas, etc. Y ante cada situación se encontraban con que no los atendían en sani-
dad o cuando lo hacían no les deban medicación. Incluso en la Unidad Penal Nº 2
un estudiante contó que se presentó en sanidad una mañana, luego de días de espe-
rar que se lo permitieran, manifestó allí su dolor de muela y la doctora le dijo que
no había medicación y le ofreció una pastilla de menta: “_bien!, comentaba Cesar,
porque también me duele la garganta, pero para el dolor de muela no ayuda y encima

75
Este puede encontrarse en la carátula del trabajo.
141

lo empeora”76. En otra ocasión un estudiante77 de la unidad 38 me comenta que pa-


dece problemas de próstata, que esto le implica ir al baño a cada rato, como debe
ser intervenido quirúrgicamente, y para ello le dicen que deben trasladarlo a la
Unidad 22 de La Plata, a lo que él se rehusó porque, me cuenta, el traslado sería
tortuoso ya que son muchas horas esposado, encorvado en una camioneta sin po-
der ir al baño, pidió ser atendido en el hospital de Olavarría, la respuesta fue: “en
el hospital de Olavarría no se puede, hay gente en espera, mucha demanda de perso-
nas de Olavarría, no te van a atender a vos…”. Esto puede ser interpretado desde
dos aspectos, por un lado, que las “personas” están antes que él, en tanto se le nie-
ga la categoría de persona. Y por otro, el hecho de ser considerado un extranjero
en una ciudad que no es la suya, a pesar de que vive en ella hace años, porque la
habita desde la penumbra de un penal, que se encuentra en una ciudad que no lo
reconoce como ciudadano.

En cuanto a las condiciones tortuosas de vida algunos detenidos expresan su indig-


nación, mientras otros entienden que eso es consecuencia de cómo se comporten y
es parte lógica en esa relación. Un estudiante de la Unidad 2 comenta: _” acá todos
te van a llorar lágrimas de cocodrilo, pero la realidad es que lo que están en buzones
o no salen ni al patio es porque se lo ganaron, buscan pelea, andan drogados todo el
día, son unos cachivaches, uno que no hace lío y no jode a nadie, como nosotros (ha-
ciendo referencia a otro estudiante ahí presente), puede andar más libre por el penal,
trabajamos, hacemos huerta, estudiamos, etc.”. El acceso a esos derechos está signa-
do por la conducta y la relación de cercanía con el servicio penitenciario, “a los de-
rechos acá adentro hay que ganárselos, después de todo somos delincuentes, no so-
mos ningunos santos, aunque algunos te lloren la carta”. Aquí vemos como en las
representaciones de las personas detenidas también impera una idea de que los de-
rechos todos, son un premio que se gana cada cual por mérito propio en la condi-
ción de “culpables” que pesa sobre ellos.

Volviendo a hacer foco concretamente en la cuestión sanitaria, es evidente que


cualquier dolencia se potencia o empeora sin la atención necesaria, y proliferan las

76
Cesar estudiante de Derecho, de unos 25 o 26 años de edad. Unidad 2-Tutoría de
Sociología –octubre 2018.
77
Hombre de una 60 años- 2018.
142

enfermedades infectocontagiosas, y se agravan las enfermedades incluso no conta-


giosas, sin acceso a medicamentos, con hambre, frío o calor extremos, en un edifi-
cio lleno de ratas, con mala ventilación y hacinamiento en celdas que, a pesar de
haber sido construidas para 6 personas, por ejemplo, en la unidad 38 en la actuali-
dad habitan once, cinco de las cuales duermen en el suelo (dato que se extrae de la
entrevista a Analía Umpierrez). Todo esto puede ser leído desde la emergencia del
biopoder78 que da lugar a que el racismo se inserte radicalmente en el Estado.
Como plantea Foucault, en la antigüedad el soberano tenía el derecho de “hacer
morir o de dejar vivir”; ahora el nuevo derecho consiste en “hacer vivir o dejar
morir”, por medio de una nueva tecnología de poder que se aplica sobre el ser hu-
mano. La medicina tiene un papel fundamental en dicho proceso, es un poder-sa-
ber que actúa tanto el cuerpo y como sobre la población (Foucault, 1999:332-333).
La estrategia de la biopolítica implica la decisión sobre lo que debe vivir y lo que
debe morir, y es el racismo lo que permite fragmentar entre lo normal y lo desvia-
do; así se justifica la muerte del otro, en la medida en que amenaza a la raza (no ya
al individuo). Se puede matar lo que es peligroso para la población, dejar morir al
“delincuente” en pos del bien general. Se trata de una muerte indirecta, de exponer
a la muerte o de multiplicar “para algunos/as” el riesgo de muerte. (Foucault,
1991:19). Luego de lo planteado hasta aquí es viable considerar que las condiciones
de vida en la cárcel se enmarcan en este concepto y todo lo que él implica, desde el
poder, el Estado, domina no sobre la muerte sino sobre la mortalidad. En relación
esto resulta gráfico recurrir a un seudónimo de la cárcel que es “la tumba”, la tum-
ba (en griego, τύμβος tumbos) es una edificación o pequeña cámara destinada
para depositar a los difuntos. Puede interpretarse así que la cárcel en tanto tumba
contiene en sí a la parte del cuerpo social que amenaza la salud del todo, por tanto,
a quienes el Estado está dispuesto a “dejar morir”. “Proteger la sociedad implica
que estemos listos para asesinar a quienes la amenazan, a sus enemigos, y si entende-
mos la sociedad como unidad de vida, como un continuo de lo viviente, entonces estas
amenazas y enemigos son de naturaleza biológica” (Mendieta 2007:148).

78
 Es un término originalmente acuñado por el filósofo francés Michel Foucault
para referirse a la práctica de los estados modernos de "explotar numerosas y
diversas técnicas para subyugar los cuerpos y controlar la población".
143

Considerando el aspecto de comercialización de las personas y el análisis lucrativo,


es importante en principio aclarar que dicho análisis excede los objetivos de este
escrito, por tanto, solo se plantea de manera general que ambas instituciones, la es-
clavitud y la prisión, deben ser pensadas dentro de la lógica del sistema capitalista,
aunque la esclavitud colonial dataría de las primeras fases de este sistema. En un
marco neoliberal actual, en muchos países occidentales “la industria del castigo-en-
carcelamiento (de pobres) tiene fines lucrativos” (Wacquant 2010). Resulta intere-
sante citar una situación que se dio en una clase del CIVU 5 (Curso de Ingreso a la
Vida Universitaria). Ante la lectura y análisis de un texto que plantea el contexto
de surgimiento de las ciencias sociales, que implica cuestiones como revoluciones,
capitalismo, lucha de clases y, además, un tema que veníamos abordando porque
irrumpía por su actualidad y urgencia, el paro docente, surgieron cuestionamien-
tos de toda índole. Entre el análisis y el debate que fue desde el derecho a la protes-
ta, de quienes son los trabajadores, desde el concepto de conciencia de clase, el rol
de los medios de comunicación y la ideología que representan, así como el objetivo
económico (implícito) del sistema penitenciario, uno de los estudiantes planteó
como conclusión “los boludos somos nosotros, tenemos que organizar un paro de de-
linquir”79.

“Los apologistas de la encarcelación [...] esperaban que la penitenciaría re-


habilitaría a sus internos. Mientras los filósofos percibían un incesante estado
de guerra entre los esclavos y sus amos, los criminólogos esperaban negociar
una especie de tratado de paz dentro de la prisión. Pero aquí acechaba una
paradoja: si el régimen interno de la penitenciaría era tan parecido al de la
plantación que a menudo ambos eran casi equivalentes, ¿cómo iba a ser posi-
ble que la prisión funcionara para rehabilitar criminales?” (Hirsch 1992:?)

El presente trabajo no pretende ser acabado, incluso presenta aristas y aspectos


que sobre los que debe profundizarse el análisis, tanto teórico como empírico, y es
ahí donde creo reside su valor. Debo aclarar que utilizo el concepto de medio am-
biente carcelario, el cual requiere ser profundizado en tanto desarrollo teórico,

79
Hombre de entre 40 y 45 años, interno de la UP 38. Ingresante de la carrera de
Comunicación Social
UNICEN- FACSO
144

como la forma que encontré de conceptualizar y agrupar en un mismo termino to-


das aquellas características que, como pudo verse a lo largo del escrito, son parte
de generalidades y constantes en el ambiente carcelario mas que excepciones y
constituyen una forma de gobernar desde la tortura y el castigo como práctica sis-
temática. La salud/enfermedad representa una parte fundamental de las conse-
cuencias dentro de ese entramado: “Acá adentro no existe lo que es la salud”. (Estu-
diante de la UP 38- hombre de 40 años aprox.)

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146

Cap. 6. ARTE, CULTURA Y EDUCACIÓN AMBIENTAL.

RECURSOS PEDAGOGICOS PARA EL ABORDAJE DE LAS


PROBLEMÁTICAS AMBIENTALES: EL CASO DE OLAVARRÍA

Claudia Marcela Sosa y María José Sotelo


147

Cantera de Cementos Avellaneda S.A. (orig. M. Sarlingo, 2019)

El presente trabajo sintetiza un conjunto de preocupaciones pedagógicas y


didácticas por las problemáticas ambientales y por su adecuado abordaje en los
procesos de enseñanza-aprendizaje. ¿Cómo analizar estas problemáticas y al
mismo tiempo que las vamos analizando lograr transmitir su complejidad y
singularidad? Pensamos que un punto de partida es el reconocimiento de las
principales relaciones entre diferentes niveles de escalas y de organización de los
territorios. Por lo tanto, en un primer nivel de análisis se intenta focalizar en las
diferencias socioculturales en cuanto al acceso a los recursos, el papel de los
factores políticos en el uso y gestión de tales recursos, las dinámicas de desarrollo y
148

sus efectos sobre el medio ambiente, y especialmente, la articulación entre


contextos locales y globales.
A tal efecto, trabajaremos de manera descriptiva cuando nos referimos a la
realidad local y simultáneamente iremos recurriendo a conceptos que nos sirven
para aplicar lo descripto en el párrafo anterior. La Geografía, la Historia y otras
ciencias sociales han demostrado que la degradación ambiental no es un problema
exclusivo del capitalismo avanzado occidental, y que en un mundo globalizado las
repercusiones de los procesos de degradación son también globales. Así, para todos
los continentes es válido considerar cómo la interrelación entre diversas fuerzas
sociopolíticas y la articulación entre estas fuerzas y el medio ambiente afectan a los
países y regiones de manera diferencial. Países y regiones que, por su débil
posición en el sistema de intercambio, padecen problemas particulares de
degradación ambiental, totalmente relacionados con la pobreza, la concentración
demográfica y por lo tanto una fuerte presión sobre los recursos.
El caso de Argentina y puntualmente el Partido de Olavarría es un buen ejemplo
para entender esto último.
El análisis de lo local se presenta obligadamente como el nivel en el que se
reconocen directamente las relaciones entre naturaleza y sociedad (Brailovsky,
A.1992). Si aplicamos este análisis a los niveles regionales, vemos que se pueden
articular las siguientes cuestiones. En la República Argentina, la Región Pampeana
es una de las ecorregiones terrestres continentales paradigmáticas del territorio
nacional. Ocupa 48 millones de hectáreas. Exactamente en el centro de la Pcia. de
Buenos Aires se encuentra el Partido de Olavarría, uno de los más ricos de la
Región Pampeana. Su superficie es de 7.715 km2, representando el 3% de la
superficie total de la Provincia de Buenos Aires, y está atravesado por las sierras
del Sistema de Tandilia. Durante los últimos períodos geológicos se formaron allí
grandes concreciones de tosca, que luego fue muy utilizada por los asentamientos
(fortines, pueblos y ciudades) de la civilización «blanca» de base europea. En
realidad, el afloramiento cristalino surge solamente en la parte culminante de las
sierras. En todo el resto las rocas antiguas están debajo de un manto de sedimentos
geológicamente más recientes, por lo que las explotaciones mineras deben realizar
excavaciones (comúnmente llamadas «destapes») para obtener los minerales
149

comercializables o utilizables como insumos en procesos industriales, alterando y


destruyendo el paisaje serrano característico.
En el Partido de Olavarría se distinguen tres grupos de cerros, y alrededor de ellos
se desarrollaron Sistemas de Fabricas con Villa Obrera, es decir, asentamientos
urbanos originados en una explotación fabril, interdependientes en términos de
producción de bienes y reproducción de la fuerza de trabajo. Dentro del grupo de
sierras denominado Septentrional se encuentra la población de Sierras Bayas, que
concentra más de 3.500 habitantes. Relacionadas con los otros grupos (Central y
Austral), se encuentran Loma Negra, de más de 5.000 habitantes, y Sierra Chica,
ambas fuertemente vinculadas a la riqueza minera. Anteriormente se destacó
también la Villa Von Bernard, construida en torno a la fábrica Calera Avellaneda,
que llegó a reunir bastante más de mil habitantes en viviendas de excelente
construcción, y que fue demolida luego de la adquisición de la fábrica por capitales
españoles.
La riqueza minera del Partido de Olavarría es particularmente importante. Se
sustenta básicamente sobre dos rubros: rocas de aplicación (85%) y minerales no
metalíferos (15%).

Fig. 1. Canteras inundadas por sobre-explotación.

Históricamente, Olavarría ha aportado el 43% del volumen y el 25% del valor


económico de la producción minera provincial. Esta dinámica productiva llegó a
generar nueve mil puestos de trabajo (tres mil directos en el sector minero y seis
150

mil indirectos) hasta finales de la década del 70 y principios de los años 80,
momento en que comienza una incorporación intensiva de tecnología a la
producción, con la automatización de procesos y, por consiguiente, un reemplazo
de la mano de obra no capacitada. En 1996, finalizado el proceso de modernización
tecnológica del sector minero comenzado durante la dictadura militar de 1976,
existían 36 yacimientos en actividad, que produjeron casi 4.000.000 de toneladas de
piedra caliza, 2.500.000 de granitos triturados y 500.000 toneladas de dolomitas
trituradas, con la misma fuerza de trabajo que cincuenta años antes. El sector
cementero redujo progresivamente su fuerza de trabajo hasta llegar a los pocos
cientos de obreros para trabajar en tres fábricas, pero incrementó sus niveles de
producción en un 100%. En gran parte de esta riqueza (geológicamente asentadas
sobre la denominada «formación Loma Negra», estrato geológico que contiene
grandes yacimientos de caliza) se encuentra el origen de las fábricas del Grupo
Fortabat, que han mantenido la hegemonía en el mercado nacional del cemento
durante décadas. Su actividad comienza a fines de la década del 20, y cien años
después se estructura un conglomerado de integración vertical que articula ocho
fábricas de cemento, latifundios, empresas de transporte y de comunicaciones, etc.,
y que se despliega por todo el territorio nacional. A fines de los 80, el Grupo
Fortabat adquiere la planta de fabricación de cemento de la Cia. Argentina de
Cemento Portland S.A., ubicada en Sierras Bayas y perteneciente hasta entonces a
capitales norteamericanos. Se inicia un proceso de concentración regional y un
intento de dominio monopólico del mercado del cemento, que se potencia cuando el
Grupo Fortabat logra adueñarse del ferrocarril Roca y articular empresas
subsidiarias que concentran la utilización de residuos peligrosos de otros procesos
productivos para luego quemarlos en los hornos cementeros. Con la venta de todo
el Grupo Fortabat a los capitales brasileños concentrados en el holding Camargo
Correa, ya en la primera década del siglo XXI y en pleno auge de las políticas de
expansión del mercado interno impulsadas por el gobierno de Néstor Kirchner, la
producción se multiplica y el Partido de Olavarría se destaca por convertirse en el
principal centro minero de la Pcia. de Buenos Aires (al incrementarse la extracción
de cal, caliza, dolomita, arcilla, arena, laja y pedregullo) y el mayor productor de
cemento a nivel nacional, produciendo el 60% del total anual de la República
151

Argentina. La producción primaria generada localmente se integra a otros


procesos de carácter industrial, generando productos de alto valor agregado
especialmente en el sector ceramista (producción de tejas, cerámicos, ladrillos,
revestimientos, etc.), y esta dinámica induce el desarrollo de industrias que
brindan servicios al sector minero, lo que permite desarrollar desde la logística
(hay un parque de camiones registrado de cuatro mil unidades) hasta la
investigación aplicada, a través de los convenios de las industrias con la Facultad
de Ingeniería de la Universidad del Centro (Unicen)
Vascos, españoles y franceses primero, y más tarde los italianos son los que
organizan la base productiva del partido de Olavarría, transformando tierras
vírgenes en espacios aprovechables económicamente. La expansión del ferrocarril
realizada por los ingleses vértebra la cuestión del transporte local de manera
definitoria, a partir de 1885. Las colectividades de inmigrantes se nuclean y
marcan, con su accionar, una serie de actividades de amplio espectro. Desde aquí,
los problemas ambientales aparecen como efectos de problemáticas relacionadas
con los imperativos de la reproducción material y simbólica de los conjuntos
sociales que integran nuestra sociedad. Existe una parte de la Naturaleza que se
encuentra fuera del alcance de la Sociedad, pero que en ningún momento deja de
actuar sobre la misma (el clima, la naturaleza del subsuelo, los sistemas
hidrográficos locales, que en nuestro caso se centran en la cuenca del Arroyo
Tapalqué, etc.). Otra parte es transformada de modo indirecto, sin que los actores
hayan podido prever ni desear muchas consecuencias de la transformación: la
contaminación del aire, la eutroficación de los cuerpos de agua, los efectos
derivados del cambio de uso del suelo, etc., Y existe, fundamentalmente, la parte
de la Naturaleza que es directamente transformada por la Cultura.
152

Fig.2 El arroyo Tapalqué es el principal curso de agua de la región.

Hoy sabemos que desde los años ´90 se implementaron una serie de políticas que
implicaron transformaciones socioculturales muy profundas. Los impactos locales
en el lugar de la naturaleza y en la naturaleza del lugar fueron impresionantes. Dos
grandes procesos produjeron efectos que se retroalimentan:
. La internacionalización de los capitales de la industria del cemento y la
modernización de las unidades de producción cementera, que implicaron la
desaparición directa de miles de empleos, la destrucción total de uno de los
Sistemas de Fábrica con Villa Obrera que caracterizaban la zona serrana del
Partido de Olavarría (la villa de Calera Avellaneda) y la modificación de las
relaciones económicas y políticas que los otros dos (un sector de la localidad de
Sierras Bayas y la Villa Alfredo Fortabat) mantienen con el sistema urbano de
Olavarría, la ciudad cabecera del Partido y sede del poder político local.
153

. La intensificación y expansión de los procesos de explotación de rocas de


aplicación, factor que se generó por una combinación de elementos que van desde
la mejora continua en el poder de los explosivos utilizados en la fragmentación de
la roca, pasando por la expansión constante de las áreas concedidas para
explotación minera en las zonas serranas, e incluyendo una profundización de los
conflictos con los habitantes de las localidades que sufren permanentes molestias y
daños en sus vivienda por el uso de explosivos.
Para la comprensión de estos procesos no basta con pensar en indicadores locales,
sino que hay que mencionar múltiples relaciones con dinámicas espaciales,
económicas y culturales que se desenvuelven en otros niveles (nacionales y
trasnacionales) del mundo capitalista.

Por esta razón es muy fácil ver que la destrucción de los lugares significativos para
los habitantes de las villas obreras desaparecidas, como la de Calera Avellaneda,
CEFAS, de capitales mexicanos, que se produce a partir del agotamiento del
material explotable comercialmente. De la misma manera, la destrucción de La
Providencia o de Cerro Sotuyo, microsociedades con una riquísima historia de
migraciones de ultramar y superación colectiva, son hechos silenciados y opacados
totalmente en los discursos políticos actuales, centrados en el productivismo y en la
justificación neoliberal de la ganancia privada.

La contaminación atmosférica y la polución del aire en la ciudad muestran niveles


muchos más altos que los umbrales recomendados por la Organización Mundial de
la Salud, lo cual impacta de manera muy costosa en la salud de los habitantes. Las
enfermedades cardíacas isquémicas, las infecciones respiratorias y la enfermedad
pulmonar obstructiva crónica son todos padecimientos vinculados a una mala
calidad del aire y se encuentran entre las principales causas de años de vida
perdidos por mortalidad prematura. Pero es la deshistorización y el ocultamiento
de la génesis de estos problemas lo que termina reduciendo la seriedad de los
análisis. Al referirnos a la dinámica del sector minero, podemos puntualizar que la
minería y la industria del cemento en particular es una industria relativamente
nueva a nivel nacional y que hay limitada experiencia en procesos de cierre de
154

explotaciones. El sector minero no tiene una buena gestión ambiental a nivel


nacional, hoy sabemos que deja como legado una gran cantidad de subproductos y
residuos nocivos y grandes dificultades para los cierres de minas. La laxitud en los
controles de gestión han resultado en una acumulación indeseable de desechos
sólidos y líquidos muy dañinos, la generación de relaves y desechos minerales de
baja ley, incluso en algunos lugares como impacto de procesos asociados a la
minería del uranio. Estas graves consecuencias es interesante verlas recordando
que el sector minero fue el más apoyado por los organismos de crédito
internacional en su expansión e intensificación a escala nacional luego de los
cambios legislativos que impulsaran los sectores neoliberales a mediados de los ´90.
La reforma de la Constitución Nacional y un nuevo marco legal para la
explotación minera fueron exigencias de los poderes neoliberales que se les impuso
a las dirigencias provinciales y locales, en un proceso de debilitamiento de la
capacidad de regulación del Estado en todos sus niveles. Esto lo podemos
conceptualizar como un efecto de la desregulación necesaria para que la
apropiación privada del capital natural y el patrimonio ecosistémico nacional se
complemente con la socialización de la destrucción del ambiente. La sociedad en su
conjunto debe hacerse cargo ahora de los pasivos ambientales.

Es interesante ver que el abordaje del marco institucional necesario para afrontar
problemáticas tan graves termina siendo contradictorio. Si los problemas
ambientales de la Argentina son efecto de las dinámicas de expansión de diversos
capitales (inmobiliarios que expulsan a los pobres a las zonas bajas e inundables,
sojeros que desforestan el bosque nativo, mineros que se van y dejan los residuos
sin inertizar) lo lógico sería pensar en correcciones de estos procesos basadas en el
incremento del poder regulatorio estatal. Pero hay que reconocer que las
autoridades municipales y provinciales frecuentemente carecen de voluntad
política, capacidades técnicas y recursos económicos para vigilar y hacer cumplir
las normas medioambientales. Este es un punto clave de toda la problematización
ambiental que podemos pensar hoy.
El Partido de Olavarría fue, en el último siglo, el lugar de origen de tres de las
empresas cementeras más importantes del país. Alrededor de la implantación
155

industrial crecieron Sistemas de Fábricas con Villa Obrera y durante más de


sesenta años estas villas proveyeron la mano de obra humana para la acumulación
de los dueños del capital. Durante la dictadura militar de 1976, la extranjerización
de la economía tuvo como consecuencias locales la transferencia de estas grandes
empresas cementeras a diversos capitales. Uno de los sistemas de fábrica con villa
obrera donde mejor funcionaba el paternalismo sobre los obreros era en la
empresa Calera Avellaneda S.A, que sostenía la dinámica cotidiana de la Villa Von
Bernard, zona residencial contigua a la fábrica de cemento, y lugar donde
convivían los trabajadores calificados y no calificados, en una experiencia de
integración de más de una decena de nacionalidades y grupos étnicos articulados
por la organización productiva. Durante medio siglo esta experiencia funcionó con
cierta armonía y configuró las bases para un proceso de socialización entre
personas de diferentes clases y sectores sociales. Lo interesante en términos
históricos y también pedagógicos es que la Villa Von Bernard fue arrasada por los
capitales catalanes que compraron Cementos Avellaneda S.A. en la década del ´80
del siglo XX, y sus habitantes se dispersaron en múltiples lugares. El mundo social
en el que crecieron y desarrollaron su identidad desapareció a golpes de
gigantescos pilotes de demolición. Son microambientes que fueron destruidos para
poder explotar los mantos de piedra caliza que se encontraban debajo, buscando
extraer la materia prima para la fabricación del cemento y de otros productos. Las
significaciones colectivas han logrado sobrevivir a la desaparición no sólo del
entorno, sino también de un modelo de producción que se fundamentaba en el
paternalismo patronal.
Durante la segunda mitad del siglo XX la aceleración de cambios sociotecnológicos
en el capitalismo transforma la base material de la sociedad. La acumulación por
desposesión es un concepto acuñado por el geógrafo norteamericano David
Harvey, quien se da cuenta, que los poderes industriales vuelven a reutilizar
métodos que propician una nueva acumulación originaria mercantilizando
ámbitos hasta entonces colectivos, cooperativos o socializados y que eran
fundamentales para la vida pública. Así fue que los transportes públicos, los
espacios verdes estatales, los patrimonios públicos urbanos y principalmente los
recursos naturales definidos como inalienables y de propiedad colectiva, fueron
156

privatizados simplemente para lograr ahorrar diferentes tipos de costos (de


mantenimiento de infraestructuras colectivas, costo defensivos, costos de
reproducción y de oportunidad, etc.).

Los casos más característicos de acumulación por desposesión son los procesos de
privatización de las empresas y de los servicios públicos que tienen su raíz en la
propiedad comunal. Pero en realidad, la acumulación por desposesión no es
solamente un proceso que tiene una lógica de maximización de ganancias, sino que
hay un importante peso de los procesos de “colonización del mundo de la vida” y
de construcción de hegemonías para evitar que diversos actores colectivos
reaccionen políticamente a la acumulación por desposesión. Por lo tanto siempre
hay un conjunto de mecanismos que aparecen vinculados. A la privatización hay
que sumar la financierización, la trasnacionalización de capitales y la
concentración corporativa, la eliminación de impuestos estatales y la concentración
de la renta.

También es un éxito ideológico el opacamiento de las luchas políticas locales para


intentar regular el ritmo de explotación de cavas y canteras que se dio a fines de
los años ´40 y a principios de los años ´50. Por ejemplo, en el Ensayo Histórico
sobre el Partido de Olavarría” no hay una sola mención al proceso por el cual el
Estado Municipal logra instalar el cobro de un gravamen por explotación de
canteras, proceso que se produjo veinte años antes de la redacción del ensayo y que
tuvo varios aspectos interesantes si observamos la cuestión desde el punto de vista
ambiental.

En el año 1948, más precisamente el 30 de junio, un grupo de dirigentes peronistas


encabezados por el senador Oscar Lara (PJ) logra que el Concejo Deliberante de la
ciudad apruebe una ordenanza que restablece y actualiza el cobro de un gravamen
por explotación de canteras que alcanza a los volúmenes extraídos por las
empresas mineras y cementeras de todo el Partido de Olavarría. Después de varios
meses de arduas movilizaciones y discusiones, se pone en marcha el cobro del
gravamen fundamentado en la inevitabilidad de la destrucción del paisaje serrano.
157

Con plena conciencia de que los recursos mineros son agotables, y que las
sociedades deben contar con elementos para sustituir las bases de su economía
cuando aquellas sean finitas, los dirigentes peronistas de aquel entonces
encontraron un camino para que los sectores económicos compensen a la sociedad
por sus impactos ambientales.
El más significativo de estos eventos es el proceso de movilización que generó el
reclamo por la destrucción del paisaje debido a las explotaciones mineras de la
zona serrana. Si pensáramos en este argumento, en el resarcimiento a la sociedad
que el capital privado debe efectuar por la destrucción de un bien colectivo,
encontramos no sólo un argumento que los ecologistas clasificarían como
“cosmético” (que se preocupa sólo por los aspectos estéticos de la Naturaleza, sin
tener en cuenta los factores socioculturales asociados), sino un objetivo más
profundo de sostenibilidad: los recursos que las explotaciones mineras transfieren
al Estado, idealmente debían ser para la búsqueda de alternativas económicas para
las generaciones futuras que no pudieran vivir de la producción minera. Las
fuerzas que confrontaron, los argumentos que se pusieron en juego, las instancias
generadas por el cambio tecnológico, el flujo de recursos que el gravamen a las
explotaciones significó para la economía local, son todos aspectos que explican el
particular desarrollo de la experiencia, y también la profundidad de su crisis. Lo
que verdaderamente le da una dimensión histórica al proceso es la articulación del
Estado desde el origen mismo de la explotación minera y superando el simple papel
de poder concedente, aunque en 1948 el gravamen sobre la explotación de canteras
no fuera estratégico, como lo señala Aurora Alonso de Rocha:

El "Impuesto a la Piedra" se transformó en una herramienta importantísima


cuando la producción de las cementeras locales creció significativamente, dado que
los ingresos por el canon llegaron a ser un gran porcentaje del presupuesto. El
municipio utilizó esos ingresos en la construcción de equipamientos colectivos. Se
lo destinó fundamentalmente a la obra pública, y esta posibilidad otorgó una
identidad particular a los espacios urbanos, que durante mucho tiempo la
diferenció de otras experiencias urbanas en la región.
158

En el ejercicio contable del 2016 consta que la Municipalidad de Olavarría


esperaba percibir ciento setenta millones de pesos por el cobro de este impuesto.
Parece una gran cifra, pero comparado con el dinamismo del sector cementero,
cifras como esta pierden su importancia en términos absolutos. Las plantas
cementeras de Loma Negra pertenecen al Grupo Camargo Correa, que las
adquirió en el año 2005 por un valor de mercado de 1.000 millones de dólares. Este
grupo industrial se originó en capitales brasileños, quienes a su vez formaron el
holding InterCement. Este conglomerado posee cuarenta fábricas de cemento en
ocho países y tiene capacidad instalada para la fabricación de 47 millones de
toneladas de cemento por año, además de actuar también en la producción de
hormigón y de agregados. Es el primer productor de cemento en Argentina, en
Cabo Verde, Mozambique y Portugal. También posee fábricas en Brasil y en
Paraguay, en Sudáfrica (Durban), y en Egipto (Alejandría). En términos de los
volúmenes de ganancias y de endeudamiento que son característicos de las
empresas de este nivel, ciento setenta millones de pesos es una insignificancia
relativa. Articulados a la dinámica de la obra pública nacional, estos sectores
empresarios son actores globales y se comportan como tal, siguiendo una lógica
compleja en la cual la dinámica de los procesos financieros internacionales y sus
relaciones con los mercados globales ocupa el centro de sus estrategias. Por lo que
las condiciones microambientales locales no ocupan el centro de su racionalidad en
ningún momento, salvo cuando algún tipo de conflictividad amenaza la imagen
empresarial y perjudica la captación de acciones en las diversas bolsas de
comercio.

En realidad, no hubo momentos de conflictividad local que significaran amenazas


importantes para la imagen de la industria del cemento y en cambio, si lo hubo en
lo que respecta a la posibilidad de que el Partido de Olavarría se transformara en
una “zona de especialización sucia” a principios del siglo XXI. En el 2003 surgió un
proyecto liderado por la Municipalidad de Olavarría y la FIO para depositar los
residuos sólidos urbanos del Área Metropolitana de Buenos Aires. Como efecto del
colapso de los rellenos sanitarios del CEAMSE, los decisores políticos buscaron
transferir los residuos a quien los quisiera recibir y en este sentido se propusieron
159

las cavas de canteras como destino final de la deposición de las materias de desecho
de los 14 millones de habitantes del AMBA. Dieciséis millones de kilos de basura
transportados diariamente por tren y echados sistemáticamente en las gigantescas
cavas hasta llenarlas completamente y luego tapar la superficie siguiendo las
recomendaciones técnicas de la ISWA era una idea que resultaba atractiva para
muchos dirigentes y técnicos que se ilusionaban con los volúmenes económicos que
se podían recaudar por llevar adelante procesos de gestión de tanta cantidad de
basura.

Las resistencia populares fueron muy importantes, y el análisis de los riesgos, entre
los que se contaban la contaminación de los acuíferos por deslizamiento de grandes
cantidades de lixiviados y otros daños irreversibles, generó pavor entre muchos
habitantes ciudadanos del Partido de Olavarría. La ciudad vivió casi un año en
deliberación y se dieron muchas situaciones controversiales, las cuales están
analizadas en el trabajo de tesis doctoral de la Dra. Ana María Fernández Equina
titulado “Analice Interdisciplinario da valoraçao da natureza nos conflictos
ambientais”, aprobado en Florianópolis en el año 2007. Al igual que en el caso de
la lucha por la conservación de las sierras que rodean a la ciudad de Tandil, la
topofilia aparece como un valor inconmensurable que se encuentra en la base de
las acciones de resistencia colectivas. Los elementos semióticos que componen el
paisaje cultural y los aspectos microhistóricos y microsociales que estructuran las
identidades de individuos y grupos se vinculan también con el valor de existencia
de la Naturaleza, mucho más abarcador y significativo que el simple valor de uso
de la materia y energía que se puede obtener a partir de la transformación técnica,
y también profundamente contrastante con el valor de uso que puede definirse a
partir de la concurrencia a un mercado.
CONCLUSIONES.
Teniendo en cuenta lo resumido a lo largo de estas páginas, el abordaje desde las
Ciencias Sociales de las problemáticas ambientales regionales y /o locales
deberían tener en cuenta los siguientes supuestos básicos:
 Inscribirse en procesos históricos más amplios y significativos para los estu-
diantes
160

 Analizar los diferentes niveles de articulación:


Económicos: Formas de producción, distribución y consumo de cada sociedad y
los elementos asociados: factores de producción, innovaciones tecnológicas,
aprovechamiento de los recursos naturales, características de la mano de obra,
formas de propiedad de los medios de producción, etc.
Políticos: Todas las categorías relacionadas con el Estado, las relaciones de los
actores sociales con el poder y con la política.
Socioculturales: Formas básicas de organización de una sociedad, actores sociales,
conflictos, etc.
Ideológicos: Los sistemas de ideas políticas o económicas predominantes en una
sociedad, creencias, valores.
 Entender que las problemáticas ambientales son procesos que se desarro-
llan en espacios geográficos contextuales.
 Abordar las problemáticas a partir de conceptos históricos que presentan
un nivel de abstracción muy elevado, que son cambiantes a lo largo de la
historia y que para lograr la comprensión exigen entender y asimilar el
contexto en el que surgen o adquieren relevancia. Es importante entender
que los conceptos utilizados suelen asumir significados según la posición
teórica o el enfoque de los diferentes actores involucrados.

 Analizar la temporalidad de los problemas ambientales. Identificando ante-


rioridad, simultaneidad y posterioridad, a la vez, percibir los cambios y
permanencias, las rupturas y continuidades los diferentes ritmos de cambio
y duración que explican la compleja trama en la que se insertan dichos
procesos.
 Adoptar un enfoque multicausal que implica la asunción de que una reali-
dad compleja debe explicarse por la convergencia de múltiple factores y no
por un solo factor causal. Esta perspectiva se aleja de las visiones reduccio-
nistas o deterministas. Plantear la multicausalidad introduce a los/las estu-
diantes en la multiperspectividad y la controversialidad
 La importancia de los análisis desde los actores sociales ya sean individuales
o colectivos, públicos o privados, locales o extralocales porque reflejan la
161

heterogeneidad de la sociedad, su complejidad, las diferentes cuotas de po-


der y los diversos grados de responsabilidad en la toma de decisiones.
 Plantear el análisis de las problemáticas ambientales teniendo en cuenta el
interjuego de escalas de análisis (espaciales y temporales) y el recurso a una
multiplicidad de fuentes de información diversas (mapas, fotos, cartografía
satelital, SIG, etc.)
 Que las problemáticas ambientales poseen un contenido ideológico que sub-
yace en las acciones de los actores, y el conocimiento de este contenido ideo-
lógico permite comprender y transformar el mundo de los sujetos indivi-
duales y colectivos.

El presente trabajo fue pensado con el objetivo nuclear el abordaje didáctico de las
disciplinas de las Cs. Sociales a partir del análisis de las problemáticas ambientales
de la localidad de Olavarría en perspectiva de apoyar la interdisciplinariedad en la
historia y en geografía, espacios donde nos desempeñamos como docentes

.BIBLIOGRAFIA
Brailovsky, Antonio y Foguelman, Dina (1992) Memoria Verde. Historia ambiental
de la Argentina. Buenos Aires, Editorial Sudamericana.
Fernández Equiza, Ana María (2007) “Analise Interdisciplinar da valoraçao da
natureza nos conflictos ambientais”, tesis doctoral aprobada en el Doctorado en
Ecología Política de la UNICamp, inédita. Brasil, Florianópolis.
Sarlingo, Marcelo (2018) Ensayo Ambiental del Partido de Olavarría. Tandil,
UNICEN
Sarlingo, Marcelo (2019) Sinergias contaminantes y hegemonías duraderas en el
centro de la Pcia. De Buenos Aires. En: Revista de la AIBR , vol. 14, nº 1. Enero –
Abril.
162

NATURALEZA Y SOCIEDAD EN LA CIUDAD DE OLAVARRÍA:


DISTRIBUCIÓN, USOS E INTERVENCIÓN DE LOS ESPACIOS
PÚBLICOS POR MEDIO DE MANIFESTACIONES DE ARTE
URBANO, DONDE SE PLASMAN CUESTIONES ECOLÓGICAS Y
DE EDUCACIÓN AMBIENTAL
Por Rosana Farana

“El mural puede ser político y de compromiso social, tendrá el carácter de expresión
comunicativa, didáctica o de denuncia. La investigación es imprescindible, es
necesario conocer y ahondar en el contexto y la imagen.”80

Eggers Lan, María. Artes Visuales. Producción y análisis de la imagen. Editorial


80

Maipue. Buenos Aires. 2014.


163

“La verdadera preocupación ambiental intenta cambiar nuestra relación con el


mundo”81
El presente trabajo plantea sistematizar y poner en comparación los discursos de
las manifestaciones de arte urbano en el espacio público de la ciudad de Olavarría;
legitimadas, consideradas “intervención cultural” por la cultura dominante y las
gestadas de modo colectivo independiente e invisibilizadas por el gobierno actual
en torno a temas de ecología, identidad y educación ambiental
Se parte de una percepción del arte como proceso de autoconocimiento y de
humanización, porque abre espacios de sentido, de cuestionamientos. El
muralismo y las intervenciones de distintos tipos de arte público o urbano tienen
sus orígenes aparejados a fines sociales, a la conformación de sentidos desde las
manifestaciones más remotas, basta recordar las pinturas rupestres, denominadas
así por encontrarse en las paredes y techos de las cuevas prehistóricas de diferentes
partes del mundo. Entre ellas se destacan las pinturas en las cuevas de Chauvet,
Francia, por ejemplo, abiertas en 1994, conservando más de 32.000 años de
historia ambiental, y digo historia ambiental porque allí están plasmadas escenas
maravillosas que representan un profundo conocimiento de los animales que hay
trazados, perfilados sus contornos, aprovechando las rugosidades de las paredes
para sugerir volumen, hasta alcanzar paulatinamente la policromía en imágenes
complejas; imágenes secuenciadas que llaman la atención por su tratamiento
formal y narrativo; se trata de felinos persiguiendo a herbívoros, así como todo un
catálogo de animales diversos

Cueva de Chauvet

81
abc.gov.ar/lainstitucion/RevistaComponents/Revista/Archivos/.../
4_brailovsky_st.pdf
164

Entre estas manifestaciones rupestres y las contemporáneas sólo hay artistas,


plantería Sir E. Gombrich, quien en su libro “La historia del arte” afirma:
“No existe, realmente, el Arte. Tan sólo hay artistas. Éstos eran en otros tiempos
hombres que cogían tierra coloreada y dibujaban toscamente las formas de un
bisonte sobre las paredes de una cueva; hoy, compran sus colores y trazan carteles
para las estaciones del metro. No hay ningún mal en llamar arte a todas estas
actividades, mientras tengamos en cuenta que tal palabra puede significar muchas
cosas distintas, en épocas y lugares diversos, y mientras advirtamos que el arte,
escrito con A mayúscula, no existe, pues el Arte con a mayúscula tiene por esencia
ser un fantasma y un ídolo.”82
Este planteo de Gombrich, si bien nos enfoca hacia una perspectiva que busca
descentrarnos del arte como universal abstracto que surge en el Quattrocento
Florentino Europeo como objeto para la contemplación desinteresada, plantea
sesgos conservadores desde una mirada evolucionista al hablar de formas
dibujadas toscamente por los hombres de otros tiempos, sentando una
contradicción o una mirada dicotómica entre un arte mayor, un arte menor.

Más adelante en el mismo libro aclara:


“Si tomamos la palabra arte para significar actividades como construir templos y
casas, realizar pinturas y esculturas o trazar esquemas, no existe pueblo alguno en el
globo que carezca de arte. Si, por otra parte, entendemos por arte una especie de
lujosa belleza, algo que puede gozarse en los museos y en las exposiciones, o
determinada cosa especial que sirva como preciada decoración en la sala de mayor
realce, tenemos que advertir, entonces, que este empleo de la palabra corresponde a
una evolución muy reciente.”83
De esta forma nos acerca a conceptualizaciones sobre las diferencias entre arte de
los pueblos y arte para gozarse en los museos, entre arte “primitivo” y arte
“civilizado”. El historiador afirma que la diferencia entre ambos es una cuestión
de evolución. En el mismo texto aclara: “Llamamos primitivos a estos pueblos, no

82
Gombrich, E.H. “La historia del arte”. Editorial Sudamericana. Buenos Aires.
1999.
83
Gombrich E. H. “La historia del arte”. Editorial Sudamericana. Bs. As. 1999
165

porque sean más simples que nosotros – los procesos de sus pensamientos son a
menudo más complejos-, sino porque se hallan mucho más próximos al estado del
cual emergió un día la humanidad.” En este apartado, aparece nuevamente esta
mirada evolucionista, eurocentrada, que ha resultado hegemónica y que al día de
hoy, continúa interactuando en nuestros discursos. Subyace de este
posicionamiento dos cuestiones claves del “mito” de la modernidad, planteadas por
Enrique Dussel (n. 1934):

 “La civilización moderna se auto-comprende como más desarrollada, supe-


rior”.
 “La superioridad obliga a desarrollar a los primitivos, como exigencia moral”84

Ahora, cómo pasar de todo este análisis del plano macro al plano de lo local, la
propuesta es siguiendo la misma línea desde el concepto mismo de cultura, que
plantea la antropóloga Mariana Chávez, en su texto “La ciudad como lienzo de las
culturas”85, la autora define cultura como “Espacio- tiempo historizado y proyectado
a futuro, pero que se realiza en un presente a través de personas y comunidades
disputando sentidos. Conflictividad de la cual algo emerge obteniendo legitimidad
mientras otro queda soterrado, algo logra efecto de verdad, otro de mentira, (…) Ese
combo de significados en el que nos criamos y que a su vez, reproducimos y
transformamos (…)
Esa disputa de sentidos de la que habla Chaves, puede traducirse en el concepto de
“ciudades superpuestas” de Marcelo Sarlingo (1993) al hacer referencias a los
distintos proyectos de ciudad que se han ido superponiendo, según Gravano (2005)
“la ciudad ha ido entramando imágenes de sí misma que siguen dejando huella y
sirven de superficie rugosa para la rescritura de imágenes ulteriores”86 .

84
Dussel Enrique, en Lander Edgardo. Pensamiento crítico latinoamericano: la
impugnación del eurocentrismo”. Revista de sociología (Santiago) 2001. Pág. 4
85
Chaves, Mariana. “La ciudad como lienzo de las culturas”. En Quevedo, Luis
Alberto. Comp. La Cultura argentina hoy. Tendencias. 1ª ed. Buenos Aires. Siglo
veintiuno editores. 2015. Cap.12
86
Gravano, Ariel. “Palimpsesto urbano. Sobre escritura de huellas diacrónicas en la
ciudad imaginada”. En Imaginarios sociales de la ciudad media. Reun. Buenos
Aires. 2005. Pág 35
166

En los dos últimos años, en nuestra ciudad de Olavarría se han llevado a cabo
actividades de arte urbano impulsadas desde el gobierno actual, invirtiendo en
profesionales ajenos a la ciudad, específicamente la Fundación Pinta Argentina,
invisibilizando el trabajo de los artistas locales y “anunciando” trabajos colectivos
que promueven la sinergia, solidaridad e inclusión que no son tales, así como la
idea de identidad olavarriense, muy desdibujada en tales proyectos
La primera de ellas es la gran “pintada” del Puente Colón:
“Puente Colón: Cultura que limpia y borra obras de artistas independientes”, es el
título de la nota del Portal Info Olavarría realizada por Planeta Cultural 87 donde
se amplía: “Galli anunció que limpiarán y borrarán las obras de artistas
independientes del Puente Colón para hacer una nueva intervención. La medida
generó polémicas. ¿Porqué alguien dice “esto no es arte”?

Tras inaugurarse el evento “Cultura Viva”, organizado por el Municipio con va-
rias propuestas culturales que se extendieron durante solo la semana; el intendente
Ezequiel Galli anunció que el equipo de la Fundación Pinta Argentina “ya empezó
los trabajos de limpieza en el puente de Av. Colón y Pringles, para hacer una inter-
vención cultural allí y darle un poco de vida a ese puente tan emblemático de la ciu-
dad, por lo que vamos a hacer una gran intervención cultural, como hicimos en el
puente de Av. Del Valle el año pasado”

La limpieza implicó borrar las manifestaciones de un grupo de artistas indepen-


dientes que en junio del 2017 se reunieron para llevar a cabo obras que buscaban
interpelar a los transeúntes sobre temas como soberanía alimentaria e identidad.

87
https://infoOlavarría.com/2017/10/05/puente-colon-cultura-que-limpia-y-borra-
obras-de-artistas-independientes/
167

Antes: Obra realizada por la artista independiente Maricel Aiscurri


168

Después: obra realizada por “Pinta Argentina”

En la página oficial del Municipio se expresa: “En el marco del 150º Aniversario de
Olavarría, la Fundación Pinta Argentina se encuentra desarrollando el proyecto de
intervención del puente de avenida Colón, que destaca nuestra identidad y caracterís-
ticas culturales como olavarrienses. La intervención se realizará durante el mes de
octubre y consiste en la unión de distintas ramas del arte, con la implementación de
técnicas de muralismo, arte geométrico, dibujo a gran escala y diseño urbano. Pre-
viamente se llevarán a cabo las tareas de limpieza y pintura de laterales, columnas y
paredes del puente, para la posterior proyección del boceto del mural. En total, se
169

pintarán ocho fachadas que serán los puntos de sinergia con el puente y se invitará
toda la comunidad educativa y en general a participar de esta actividad. “Puentes” es
un proyecto basado en técnicas de un artista de proyección internacional y que a ni-
vel local será implementado por la ONG Pinta Argentina, resaltando los valores de
solidaridad, cultura, sinergia, oportunidad, comunidad e inclusión, que nos distin-
guen a los olavarrienses.88
Basta con ver las imágenes para notar la amplia diferencia de sentidos y
compromiso con la identidad de la ciudad y con temas que busquen concientizar, el
hecho de que la propuesta de Pinta Argentina, pertenezca a su vez al Proyecto
internacional “Puentes”, da cuenta de la mundialización de la cultura, la
desterritorialización y el universalismo con que se plantea el discurso plástico -
visual. Lo geométrico que refuerza el paisaje del cemento urbano, en
contraposición a la propuesta de la artista local que habla de una verdadera
sinergía con la soberanía alimentaria y los valores ecológicos. “Las condiciones del
medio ambiente son consecuencia de todo lo demás (…) Esta tendencia es trasladable
a todos los ámbitos, es posible que Algunos sectores mejoren su hábitat y que otros lo
empeoren. Nunca como antes, el corte entre un ambiente sano y un ambiente
enfermo será social”89
En otros murales realizados colectivamente por la artista local Maricel Aiscurri,
como “LA IMPORTANCIA DE LAS ABEJAS”: en el jardín 903 junto a el C.A.J,
Sierra Chica.

88
https://www.Olavarría.gov.ar/intervencion-artistica-en-el-puente-de-avenida-
colon/
89
Brailovsky, Antonio Elio. “Memoria verde. Historia ecológica de Argentina”
Editorial Sudamericana. Bs. As. 1991. Pág. 372 . 373.
170

Mural realizado colectivamente por Maricel Aiscurri, Manuela Marquez y Bruno


Calabró en la Sociedad de Fomento Provincias Unidas “SIEMBRA
AUTOGESTIÓN, COSECHA REVOLUCIÓN”:
171

El otro proyecto del Municipio:

“Las escalinatas de la Casa del Bicentenario renovarán su aspecto, la Fundación


Pinta Argentina, junto a bomberos Voluntarios comenzaron los primeros trabajos de
intervención en el marco de un proyecto de índole comunitaria, educativa y sociocul-
tural”.

Anunciaba uno de los diarios locales, (…) primero se realizó el relevamiento del es-
pacio para definir,  junto al intendente Ezequiel Galli y las diferentes áreas munici-
pales, qué hacer allí. En ese marco Victoria Ferreyra, directora y fundadora de la Or-
ganización, señaló que la obra tendrá “hiperrealismo como fondeo principal. Vamos
a ampliar la información de paisaje natural que tiene esta zona del arroyo con los co -
lores del arroyo y del agua en general poniendo en valor el agua, la vida sana, la vida
y la conciencia”.

Las protagonistas principales de esta obra van a ser las distintas instituciones artísti-
cas de Olavarría, como la Escuela Municipal de Sierras Bayas, la Escuela de Educa-
ción Estética, Escuela de Arte Integrado, los asistentes del NIDO del Barrio El Pro-
greso, Las Callejeadas, Escuela de Artes Visuales y Escuela de Artes Plásticas, que
recibieron una maqueta a menor escala “hecha por arquitectos que trabajan con la
Fundación Pinta Argentina: Roberto Alt y Hugo Di Marco. Un promedio de 500
alumnos (infancia, primario y secundario) están afectados a replicar en cada maque-
172

ta -que recibe cada institución- su idea de cómo debería ser intervenida esta escalina-
ta. Nosotros proponemos la imagen principal de fondo, que no es el protagónico”, va-
loró la Directora de Pinta Argentina.90

Maquetas Escalinatas a intervenir

En tanto, en la página oficial de nuestro municipio se presenta: “La comunidad


educativa y artística de Olavarría se reúne nuevamente en torno a un proyecto de in-
tervención en las escalinatas de la Casa del Bicentenario, que ya se encuentra en una
segunda etapa. El intendente Galli, la directora de Pinta Argentina, el secretario de
Mantenimiento y Obras Públicas Julio Ferarro y el secretario de Desarrollo Humano
y Calidad de Vida Diego Robbiani, estuvieron en las escalinatas donde se realiza el
fondeo de pintura. Y se vuelve a citar: “El proyecto se basará en el movimiento hipe-
rrealista, como género de pintura, que permitirá ampliar el paisaje natural que pre-
senta la zona del arroyo Tapalqué, integrando distintos aspectos y características que
hacen al entorno como la práctica de una vida saludable. Se buscará replicar el cielo,
el arroyo y los colores del agua como base principal, teniendo en cuenta la perspecti-
va de las escalinatas, desde abajo hacia arriba” 91

90
https://www.infoeme.com/nota/2018-4-17-15-43-0-renovaran-las-escalinatas-de-
la-casa-del-bicentenario
91
https://www.Olavarría.gov.ar/una-experiencia-educativa-artistica-en-las-
escalinatas/
173

CONCLUSIÓN:
La intervención denominada “Biodiversidad” carece de sustento frente al paisaje
real del Arroyo, los colores del agua, el cielo, la fauna y flora representada es
estereotipada.
UN CUENTO PARA EDUCACIÓN AMBIENTAL: LA SIRENA DEL
ARROYO TAPALQUÉ

Por María Inés Banegas

INTRODUCCIÓN
Hablar de Coevolución es partir de la Idea que sostiene Brailovsky, donde se
pone énfasis en los Conflictos vinculados con la apropiación social de la
174

Naturaleza…”Los fenómenos sociales no se pueden comprender sino tenemos en


cuenta las interrelaciones de las sociedades humanas con el medio natural del que
se sustentan y en el que se apoyan”… Brailovsky Historia Ecológica de
Iberoamérica- Tomo II Pág. 11
Así, entendida la relación Sociedad-Naturaleza, los cambios en los Ecosistemas
provocan cambios en los modos de vida de los Seres Humanos, como así también el
desarrollo de las Sociedades humanas , generan cambios en el medio natural,
Medio que sostiene a los humanos: podemos pensar un Espacio Vacío sin seres
Vivos pero al pensar un ser vivo Implica necesariamente la existencia de un
Espacio que lo contenga. Esto debería hacernos reflexionar sobre la primacía del
Medio Ambiente sobre los Seres Vivos, o pensarlo como espacio que esta para
cobijarnos, contenernos. Hasta como algo que nos antecede en el tiempo.
Pero al hablar de Evolución, no podemos no hacer referencia a la Idea de Poder.
La historia de la Ciencia no es solo la historia de la evolución de los conocimientos,
sino la historia de lo que las sociedades hacen con esos conocimientos...”las
estructuras de poder utilizaron los conocimientos para reproducir la estructura
de poder que los beneficiaba”…. Brailovsky Historia Ecológica de Iberoamérica-
Tomo II Pág. 4
El análisis en el tiempo de los Fenómenos Eco históricos, puede ser abordado
teniendo en Cuente tres momentos en la relación: Hombre –Naturaleza:
 Un Primer Momento: de Armonía en la relación, donde la depreda-
ción del hombre sobre la naturaleza es mínima y está en función de cuestiones de
supervivencia.
 Un Segundo Momento: de aprovechamiento de los recursos naturales
a gran escala, en el que el impacto del Medio Ambiente es mayor y en el que la
idea del beneficio económico impera y condiciona la relación
 Un Tercer Momento: de explotación Intensiva y acelerada de los re-
cursos naturales, provocando desequilibrios ecológicos profundos. Coincide con
la implementación de la Innovación de la Revolución Industrial del S XIX.

DESARROLLO
175

Teniendo en cuenta que un análisis histórico minucioso permite encontrar la


especificidad de cada sociedad en relación con lo natural. Olavarría pueblo que
nace a la Rivera del arroyo Tapalquet allá por el año 1867. Dicho arroyo daba
vida a la ciudad. Pasado los años y debido a diferentes causas, desarrollo de
diferentes Industrias, han comenzado a existir diferentes problemas de
contaminación. El antropólogo Marcelo Sarlingo, en entrevista con el Diario
Poluar expresa: ..”No existen en Olavarría estadísticas ni estudios serios acerca de la
incidencia de la contaminación medioambiental en la generación de algunas
enfermedades. "Hay datos que no están sistematizados", dice el antropólogo. Pero
"hay muchas fuentes de contaminación en el ecosistema como las fábricas de
cemento, que tienen gigantescas incineradoras de residuos peligrosos: allí se queman
los residuos de las petroquímicas".
Estudio situado que permite ve la forma en que los seres del lugar de apropian de
sus recursos, como así también las estrategias de quienes habitan el lugar y
entienden que la contaminación es un problema complejo, urgente, de todos, cito
aquí, el relato de un Personaje Mágico, mitológico que tiene algo para contarnos:

BREVE HISTORIA DE UNA SIRENITA QUE SE TRANSFORMÓ EN VIGÍA


DEL MEDIO AMBIENTE

El sol jugaba con el brillo de su vestido y su pelo. El paseo Jesús Mendía, de la


ciudad, se llenaba de brillos e iluminaba la mañana. Los niños jugaban con las
luces que irradiaba la estatua y suponían ser perseguidos por esos destellos que
embellecían la plaza. El sol permanecía olvidado a la par de tanto brillo que lo
superaba. A través de la magia de su presencia, la Naturaleza era superada por el
arte. Casi podría decirse que el sol intentaba superar tanta luz, como si el arte
hubiese creado lo natural y a la vez superado.
Uno de los niños preguntó qué significaba esa estatua que de pronto movía su aleta
como dando signos de vida. Alguien le explicó o intentó hacerlo: “es nuestra
garantía de que el arroyo no va a ser contaminado”, dijo como dando por
sobreentendido que el niño la entendería.
176

La estatua viviente de la sirena es un ser casi mitológico, que tiene la memoria y el


conocimiento universal del agua. Ella se afincó en este lugar desde tiempos remotos
y desde entonces cuida de la pureza del curso de agua que atraviesa la ciudad.
Por su memoria universal e ilimitada, ella sabe de otros tiempos en los que a orillas
de ese arroyo habitaban pueblos originarios que respetaban el agua, que pescaban
lo que necesitaban y que nadie arrojaría nada malo a sus aguas.
Cuando recuerda esas épocas, le asoman algunas dulces lágrimas de sus ojos y los
niños lo perciben. ¿Por qué llora, mamá? interroga uno. No llora hijo, es el brillo
de sus ojos. Pero el niño sabe que llora porque últimamente alguien denunció en la
ciudad que habían arrojado un material tóxico y contaminante a las aguas del
arroyo. Glifosato, dicen que es, y ella, por su conocimiento universal sabe de los
desastres que este producto hizo en un país del norte hasta prohibirlo
definitivamente.
Conoce también que el mundo era uno y fue otro después de la Revolución
Industrial y que ya ningún país pudo apartarse de esa línea de evolución.
Olavarría no es una excepción. Productos contaminantes, materiales que fueron
matando sus antiguos amigos, los peces, y que enturbiaron sus aguas.
Por su propio conocimiento universal y por su amistad con el agua, que también es
propietaria de ese saber, pudo saber qué los niños pampas jugaban y se divertían
bañándose sin ningún riesgo, que el curso de agua corría dócilmente por la llanura
y que para los habitantes del lugar, tener ese arroyo cerca era una bendición de
Dios.
Un día, la sirena comenzó a sentirse mal. Peleó contra obstáculos desconocidos
hasta entonces, que después se llamarían bolsas de plástico, cubiertas de goma,
líquidos raros, y otras cosas ignoradas por ella hasta que llegó a la orilla. Se sentó
como pudo para desintoxicarse y bebió todo el aire del mundo para sentirse bien.
Sin notarlo, se dio cuenta que había pasado mucho tiempo. Para seres mitológicos
el tiempo no existe. El mundo es atemporal. La realidad cambia como cambia una
habitación por el solo hecho de modificar los muebles de lugar. La sirena no
concibe el tiempo como algo lineal que se encamina hacia el futuro. Todo lo vive
como un presente absoluto.
177

Sin embargo, más allá de la dimensión en la que se vive, el tiempo pasa y la


evolución, mala o buena, se cristaliza históricamente.
Es por ello que la sirenita debió adaptarse a los nuevos tiempos. El humo de las
fábricas le tapaban de vez en cuando el sol, la lluvia no era la misma, no tenía ese
rol purificador y debía soportar los insultos de la gente que se ponía irascible ante
ella.
Desdichadamente, la sirena comenzó a ver que la gente no era la misma. Antes
bendecían a la Naturaleza, le conferían religiosidad, transformaban en dioses a
todo, pero hoy, maldicen cada expresión natural. Se molestan con el sol, con la
lluvia, con el viento..., y se alejaron de ella todo lo más posible, como algo molesto.
Sin embargo crearon cosas parecidas pero contaminantes, y así extinguieron a sus
amigos, los pececitos, las flores, los árboles y todo lo que a ella la embriagaba al
despertarse. Pero todo ello ya no está o está a medias, algo dañado, castigado por
no se sabe quién. Fue entonces que tomó otra determinación.

LA VIGÍA Y LA GORRA

Un día se instaló en el Paseo y se quedó allí como un emblema de la pureza. Se


quedó quieta, como una estatua, pero debajo de sus brillos había vida. Le pareció
mejor quedarse quieta y ver cómo se movía el mundo a su alrededor. Más tarde la
denominarían “estatua viviente” a ese método de actuar y manifestar un mensaje.
Prácticamente se transformó en una vigía del cuidado medio ambiental. Ese es el
rol que eligió. Las generaciones la verían y repararían en su entorno y en sus
propios comportamientos con el arroyo, con los árboles, con los pájaros que
habían elegido a la Plaza Central como un habitat transitorio.
El sol jugaba con sus rizos dorados y los pliegues de su vestido. Pero ¿cómo viviría
lejos de sus aguas?. La sirenita comenzó a adaptarse a la vida de los demás y supo
que tenía que proveerse de comida, pero no tenía dinero para adquirirla. ¿Cómo
lograrlo? ¿aprendería a manejarse en este nuevo mundo? ¿no se moriría de
hambre?
Logró establecerse en una casita que embelleció con sus propias manos, un perrito
lanudo se le acercó y comenzó a acompañar sus noches. También un gatito
178

caprichoso, tanto como el mismo perro. Los dejó así y no los quiso modificar
porque entendía que el capricho es un rasgo infantil. Entonces ¿por qué no
dejarlos portar esa inocencia?. Se volvió un ser solitario y por ahí escurridizo, pero
se sentía feliz por la mutación.
Su rol había cambiado. De aquel ser que vivía en las aguas del arroyo, jugando con
los peces y con los niños, hoy se había comprometido a ser la vigía de la calidad de
vida de sus vecinos. Pero ¿y el dinero para comprar la comida, de dónde lo
sacaría? De pronto se le ocurrió algo. Había visto un señor con algo en la cabeza
pasar por delante de ella y lo recordó de pronto como un recurso. Supo que le
llamaban “gorra” y se dedicó a buscar una. La colocaría a sus pies para que la
gente le vaya agradeciendo con unas monedas. de esa manera podría vivir y
ayudar a los demás a cuidar la pureza del arroyo.
Y así lo hizo. De pronto, el dinero comenzó a aparecer. La gente,
fundamentalmente los niños, acercaban silenciosamente algún billete o moneda y
se retiraban tan sigilosamente como se habían acercado.
Así fue construyendo su forma de vida, mostrándose como un ser mágico que
rompía la monotonía mundana y de paso lograr los recursos para poder continuar
haciéndolo.
La sirena y el arroyo quedaron vinculados para siempre. A nadie se le ocurriría
contaminarlo porque cuando lo haría, de inmediato surgiría la imagen de la
sirenita que actuaría como un reto a su actitud.
Desde entonces, muchos artistas imitaron su método para poder llevar su arte y a
la vez vivir de ello. La sirenita se había transformado en un ser emblemático de
múltiples cosas. El tiempo, la inocencia y su compromiso la habían conducido a ese
destino tan hermoso.
CONCLUSIÓN.
Pensando en la historia ecológica, de mi lugar, mi contexto, cuantificar, el valor
económico del daño ambiental que se ha producido a Raíz de la industrialización,
como así también la contaminación que hemos producido es difícil, pero no es
imposible, posicionarnos en un lugar que implique ser veedores, vigilado res,
concientizado res, cuidadores de nuestro Espacio Ambiental, el que nos contiene,
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nos antecede y nos procede, nos cobija, nos suministra lo que necesitamos. Ser
conscientes de esto es mucho, es posible y lomas importante es muy necesario.
BIBLIOGRAFÍA.
Brailovsky Antonio Elio: Historia Ecológica de Iberoamérica. Tomo II De la
independencia a la Globalización.
Marcelo Sarlingo: Olavarría en la república de la soja, el glifosato y los venenos
incinerados. Nota: Diario el Popular
1
Mario Sosa Velásquez. ¿Cómo entender el territorio ?- Editorial Belinda Ramos Muñoz-
Guatemala: URL, Editorial Cara Parens, 2012. Xi, 131 p. (Colección Documentos para el debate
y la formación, N° 4)
2
Luis Mauricio Cuervo, Globalización y territorio, ILPES, Naciones Unidas CEPAL,
Santiago de Chile, 2006

3
Brailovsky Antonio Elio. Historia ecológica de Iberoamérica. De la Independencia a la
Globalización. Pag.9
4
Carlos A. Paz. Apunte de Cátedra, Materia 7, Maestría en Antropología Social, 2017.
Pág. 8
5
Carlos A. Paz, “Capitalismo, Tecnología e Impacto Ambiental” Tesis de Maestría.
UNMDP.2001
6
Carlos A. Paz, “Capitalismo, Tecnología e Impacto Ambiental” Tesis de Maestría.
UNMDP.2001
7
Antonio Elio Brailovsky- Historia ecológica de Iberoamérica- desde los Mayas al Quijote.

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