El documento presenta tres enfoques básicos de la evangelización: 1) la evangelización de presencia, que se enfoca en el testimonio cristiano, 2) la evangelización de proclamación, que explica las Escrituras, y 3) la evangelización de persuasión, que persuade a las personas a aceptar a Jesús. También menciona algunas razones por las que el trabajo evangelizador puede fracasar, como depender de uno mismo en lugar de Dios, descuidar la devoción por el trabajo, y apresurarse a tratar temas que causan
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El documento presenta tres enfoques básicos de la evangelización: 1) la evangelización de presencia, que se enfoca en el testimonio cristiano, 2) la evangelización de proclamación, que explica las Escrituras, y 3) la evangelización de persuasión, que persuade a las personas a aceptar a Jesús. También menciona algunas razones por las que el trabajo evangelizador puede fracasar, como depender de uno mismo en lugar de Dios, descuidar la devoción por el trabajo, y apresurarse a tratar temas que causan
El documento presenta tres enfoques básicos de la evangelización: 1) la evangelización de presencia, que se enfoca en el testimonio cristiano, 2) la evangelización de proclamación, que explica las Escrituras, y 3) la evangelización de persuasión, que persuade a las personas a aceptar a Jesús. También menciona algunas razones por las que el trabajo evangelizador puede fracasar, como depender de uno mismo en lugar de Dios, descuidar la devoción por el trabajo, y apresurarse a tratar temas que causan
El documento presenta tres enfoques básicos de la evangelización: 1) la evangelización de presencia, que se enfoca en el testimonio cristiano, 2) la evangelización de proclamación, que explica las Escrituras, y 3) la evangelización de persuasión, que persuade a las personas a aceptar a Jesús. También menciona algunas razones por las que el trabajo evangelizador puede fracasar, como depender de uno mismo en lugar de Dios, descuidar la devoción por el trabajo, y apresurarse a tratar temas que causan
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Considerar con su unidad los métodos de Evangelismo personal y poner
algunos principios en práctica.
Método para Evangelizar: “Y puso mi boca como espada aguda, me cubrió con la sombra de su mano; y me puso por saeta bruñida, me guardó en su aljaba; y me dijo: Mi siervo eres, porque en ti me gloriaré” Is.49:2,3 “He aquí que yo te he puesto por trillo, trillo nuevo, lleno de dientes…” Is.41:15 Ministros de Dios, con corazones ardientes de amor por Cristo y vuestros semejantes, tratad de despertar a los que están muertos en sus delitos y pecados. Enternezcan sus corazones vuestras oraciones fervientes, y los conduzcan arrepentidos al Salvador. Sois embajadores de Cristo, para proclamar su mensaje de salvación. Obreros Evangélicos Pág. 35 Si bien es cierto, que existen varias formas de evangelismo no es el propósito indicar las mismas en esta oportunidad. El presente material se enfoca a evitar ciertas acciones erróneas y el método de Cristo para imitar. Evangelismo: Evangelización es la proclamación de las buenas nuevas de Jesucristo. Es la presentación de Jesús: quién es, que ha hecho y que ha enseñado. La evangelización presenta las enseñanzas bíblicas mediante el poder del Espíritu Santo, de manera que la gente sea persuadida a aceptar a Jesús cómo su Salvador, y a servirle en la comunión de la iglesia. Un evangelista es uno que anuncia las buenas nuevas. Los Tres enfoques básicos de la evangelización son: 1 La Evangelización de presencia: Ésta se ocupa del impacto del estilo de vida cristiano. Evangelizamos cuando vivimos el testimonio. Se cuenta de un cristiano llamado Javier, que quería testificar a una familia de refugiados vietnamitas que se había mudado a su vecindario. Aunque él no podía hablar el idioma del padre de familia; le consiguió alimentos para los suyos, le ayudó en la mudanza y a encontrar un trabajo. Un día decidió que no podía esperar más para compartir su fe. Luchó con las pocas palabras vietnamitas que había aprendido, pero finalmente renunció. En ese momento, el vecino lleno de expectativa exclamó: “¿Es su Dios como Usted?” “¡Oh no!” – Dijo Javier – “Él es mucho más…” “No, no, no” – dijo el hombre – “¿Es su Dios como usted?” Javier trató de explicarle cuan amante, maravilloso y justo es Dios. “No, no, no” – dijo el hombre otra vez – “¿Es su Dios como usted? Si lo es… yo quiero conocerlo” El único requisito previo para testificar es una relación personal con Jesús, que es posible sólo con la presencia del Espíritu Santo. Sin Él, los que procuramos difundir el evangelio estamos perdiendo el tiempo; sería cómo querer construir una casa usando solo el viento. Nunca el registro del libro de Hechos afirma que los apóstoles se dijeran: “¡Vallamos a Testificar!” Es que la evangelización no era solo una parte de sus vidas; era su vida. Esto involucra un testimonio positivo. Al satisfacer las necesidades de la gente, el evangelista abre su corazón a la predicación de la palabra de Dios. 2 La Evangelización de Proclamación: El énfasis de este enfoque es la explicación de las escrituras. La mayoría de los sermones del sábado de mañana usa este enfoque. Los predicadores ayudan a las personas a comprender el evangelio, pero no saben si alguno de los oyentes ha tomado una decisión o compromiso. 3 La Evangelización de Persuasión: Este método ilustra la comprensión tradicional de la evangelización. El énfasis en este enfoque está sobre las doctrinas. Persuade a las personas a hacer su decisión por Jesús y su verdad. Un predicador que durante el culto del sábado de mañana invita, mediante un llamado, a la congregación a responder bajo el Poder del Espíritu Santo, está utilizando la evangelización de persuasión. Por qué podemos fracasar: Muchas son las razones por las cuales nuestro trabajo puede ser en vano, sin embargo, entre las más comunes se pueden distinguir: Dependencia de sí mismo. Tiempo de devoción por tiempo de Trabajo. Ausencia de Discernimiento Espiritual y tacto. Sermones como la ofrenda de Caín. Apresuramiento en temas que causan objeción. No se depone la armadura de combate con la oposición. Exposición de toda la doctrina en un momento. Dependencia de sí mismo: “La causa del comparativamente escaso éxito de la obra evangélica, a pesar de que ésta cuenta con recursos ilimitados, hay que buscarla en el orgullo de la sabiduría mundana y en la ambición mundana por ocupar el primer lugar. Nuestro Salvador manifestó gozo en su espíritu y dio gracias a Dios al considerar cómo el valor de la verdad, aunque está oculto a los sabios y los prudentes, es revelado a las criaturas a los que comprenden su debilidad y sienten su dependencia de él” Ev. Pág. 245 No olvidemos que “No hay nada que parezca tan débil y vulnerable pero que es a su vez fuerte que un ser que reconozca su debilidad” Tiempo de devoción por tiempo de Trabajo: “Muchos que podrían ser fructíferos en el servicio de Dios se dedican a adquirir riquezas. La totalidad de su energía es absorbida en las empresas comerciales, y se sienten obligados a descuidar las cosas de naturaleza espiritual. Así se separan de Dios… Los cristianos deben trabajar, deben ocuparse en los negocios, y pueden hacerlo sin pecar. Pero muchos llegan a estar tan absortos en los negocios, que no tienen tiempo para orar, para estudiar la Biblia, para buscar y servir a Dios. A veces su alma anhela la santidad y el cielo; pero no tienen tiempo para apartarse del ruido del mundo a fin de escuchar el lenguaje del Espíritu de Dios, que habla con majestad y con autoridad. Las cosas de la eternidad se convierten en secundarias y las cosas del mundo en supremas. Es imposible que la simiente de la palabra produzca fruto; pues la vida del alma se emplea en alimentar las espinas de la mundanalidad. Y muchos que obran con un propósito muy diferente caen en un error similar. Están trabajando para el bien de otros; sus deberes apremian, sus responsabilidades son muchas, y permiten que su trabajo ocupe hasta el tiempo que deben a la devoción. Descuidan la comunión que debieran sostener con Dios por medio de la oración y el estudio de su Palabra. Olvidan que Cristo dijo: “Sin mí nada podéis hacer” Jn. 15:5 Andan lejos de Cristo; su vida no está saturada de su gracia y se revelan las características del yo. Su servicio se echa a perder por el deseo de la supremacía y por los rasgos ásperos y carentes de bondad del corazón insubordinado. He aquí uno de los principales secretos del fracaso en la obra cristiana. Esta es la razón por la cual sus resultados son a menudo tan pobres” PVGM Pág. 32 Ausencia de Discernimiento Espiritual y tacto: Debemos pedir al Señor que unja nuestros ojos con el colirio de su Santo Espíritu, para ver lo que nuestros ojos carnales no perciben. Discernir de qué denominación es la persona que tenemos en frente, a través de sus actitudes, palabras, entre otros. “Más de un obrero fracasa en su obra porque no se acerca a aquellos que más necesitan su ayuda. Con la Biblia en la mano, debe tratar, de una manera cortés, de aprender las objeciones que existen en la mente de aquellos que empiezan a preguntar: “¿Qué cosa es verdad?” Con cuidado y ternura debe guiarlos y educarlos, como alumnos en una escuela. Muchos deben desaprender teorías que durante mucho tiempo creyeron ser la verdad. A medida que se convencen de que estuvieron en error acerca de los temas bíblicos, caen en perplejidad y duda. Necesitan la más tierna simpatía y la ayuda más juiciosa; deben ser instruidos con cuidado, y hay que orar por ellos y con ellos, y velar sobre ellos y guardarlos con la solicitud más amable” OE Pág. 198,199 Se puede cometer un error al soltar una verdad, sin saber de qué denominación es mi interlocutor. “Los mecánicos, los abogados, los negociantes, los hombres de todos los oficios y profesiones, se educan a fin de llegar a dominar su ramo. ¿Deben los que siguen a Cristo ser menos inteligentes, y mientras profesan dedicarse a su servicio ignorar los medios y recursos que han de emplearse? La empresa de ganar la vida eterna es superior a toda consideración terrenal. A fin de conducir a las almas a Cristo, debe conocerse la naturaleza humana y estudiarse la mente humana. Se requiere mucha reflexión cuidadosa y ferviente oración para saber cómo acercarse a los hombres y las mujeres a fin de presentarles el gran tema de la verdad” JT1 Pág. 454, 455 Sermones como la ofrenda de Caín: “Muchos de nuestros predicadores se han contentado con hacer meramente sermones, presentando temas de una manera argumentativa, haciendo escasa mención del poder salvador del Redentor. Su testimonio estaba des provistos de la sangre salvadora de Cristo. Su ofrenda se parecía a la de Caín. Este trajo al Señor los frutos de la tierra, que en sí mismos eran aceptables a Dios. Los frutos eran muy buenos; pero faltaba la virtud de la ofrenda: la sangre del cordero inmolado, que representaba la sangre de Cristo. Así sucede con los sermones sin Cristo. No producen contrición de corazón en los hombres, ni los inducen a preguntar: ¿Qué debo hacer para ser salvo?” Ev. Pág. 141 Apresuramiento en temas que causan objeción: No cerrar los oídos de los oyentes. “Al principio no presentéis a la gente los rasgos de nuestra fe que despiertan más objeciones, no sea que cerréis los oídos de las personas para quienes estas cosas llegan como una revelación. Séanles presentadas porciones tales como para que las puedan comprender y apreciar; aun cuando el mensaje parezca extraño y alarmante, muchos reconocerán con gozo la nueva luz que se proyecta sobre la Palabra de Dios, en tanto que si la verdad fuera presentada en tan grande medida que no pudieran recibirla, algunos se apartarían y nunca volverían. Más aún, representarían falsamente la verdad” (Boletín de la Asociación General, 25 de febrero, 1895). “Los que han sido educados en la verdad por precepto y ejemplo deberían tener muy en cuenta a los que no han tenido conocimiento de las Escrituras a no ser por medio de las presentaciones dadas por los pastores y miembros de iglesia, y quienes han recibido tradiciones y fábulas como verdades bíblicas. Esas personas quedan sorprendidas por la presentación de la verdad que es como una nueva revelación para ellas, y no pueden soportar toda la verdad, en su aspecto más notable, cuando les es presentada desde el mismo comienzo. Todo es nuevo y extraño, y muy diferente de lo que había escuchado de sus ministros, y se sienten inclinados a creer lo que los ministros les habían dicho, que los adventistas son infieles y no creen en la Biblia. Presentad la verdad tal como Jesús la reveló, línea sobre línea, precepto sobre precepto, un poquito aquí y otro poquito allí” (Manuscrito sin fecha, Nº 79). Demorad la presentación de los rasgos que causen objeción: Debe usarse de mucha sabiduría en la presentación de una verdad que se halla directamente en oposición con las opiniones y prácticas de la gente. El apóstol Pablo acostumbraba presentar las profecías cuando se encontraba con los judíos, para llevarlos paso a paso, y entonces, después de algún tiempo, traer a colación el tema de Cristo como el verdadero Mesías. (A veces se debe esperar. Nehemías esperó 4 meses para hallar el momento apropiado y hablar al rey) Se me ha mostrado que nuestros pastores pasan demasiado rápidamente a través de sus temas y presentan los rasgos que despiertan objeciones contra nuestra fe en forma muy prematura en sus esfuerzos. Existen verdades que no comportarán una cruz tan grande, a las cuales se les debe llamar la atención día tras día, aún durante semanas, antes que se presenten el sábado y la inmortalidad. Entonces ganaréis la confianza de la gente como personas que tienen argumentos claros y fuertes, y vuestros oyentes pensarán que entendéis las Escrituras. Luego que se obtenga la confianza de la gente, habrá tiempo suficiente para introducir en público el asunto del sábado y la inmortalidad. Pero los hombres que no son sabios, avanzan en estos asuntos demasiado rápidamente, y así cierran los oídos de la gente, cuando con un cuidado mayor, y con más fe, aptitud y sabiduría, podrían haberlos conducido paso a paso, a través de los importantes acontecimientos de las profecías, y espaciándose en asuntos prácticos relativos a las enseñanzas de Cristo” Ev. Pág. 182,183 En un futuro muchos agradecerán, porque no se les dijo prestamente las cosas, de lo contrario hubieran erigido una barrera para la entrada de la verdad. No se depone la armadura de combate con la oposición. “Deponed la armadura de combate. (Debe recordarse que la mejor guerra es la que se evita) Algunos ministros, cuando encuentran a incrédulos que tienen prejuicios contra nuestros conceptos acerca de la no inmortalidad del alma fuera de Cristo, se sienten impulsados a dar un discurso acerca del tema. Los oyentes no están de ninguna manera preparados para recibir esto, y ese procedimiento consigue aumentar su prejuicio y excitar su oposición. En esta forma se pierden las buenas impresiones que hubieran podido realizarse si el obrero hubiese tenido una conducta adecuada. Los oyentes son confirmados en su incredulidad. Habría sido posible ganar los corazones, pero el ministro se había puesto la armadura de combate. Se les dio comida sólida y como resultado las almas que habrían podido ganarse fueron alejadas más aún de lo que estaban. Hay que deponer la armadura de combate, el espíritu combativo. Si actuamos en la forma como Cristo actuó, podremos alcanzar a los hombres donde están” Ev. Pág. 184 “A menudo, cuando procuráis presentar la verdad, se despierta oposición; pero si tratáis de hacer frente a la oposición con argumentos, únicamente la multiplicaréis, y no podéis permitiros hacer tal cosa. Manteneos en la afirmativa. Los ángeles de Dios están observándoos, y ellos saben cómo impresionar a aquellos cuya oposición os rehusáis a contestar con argumentos. No os espaciéis en los puntos negativos de los asuntos que surgen, antes bien, reunid en vuestra mente verdades afirmativas, y fijadlas allí por medio de intenso estudio, ferviente oración y sincera consagración. Mantened vuestra lámpara aderezada y ardiendo, y permitid que los brillantes rayos resplandezcan para que los hombres, contemplando vuestras buenas obras, sean inducidos a glorificar a vuestro Padre que está en los cielos” Ev Pág. 223 Cuidad las palabras al tratar con la oposición: Cuando tratáis con la oposición, corréis el riesgo de tomar represalias contestando con acritud (áspero, duro), si no sois constantemente enternecidos y subyugados por la contemplación de Cristo y si no oráis: “Sé tú mi modelo”. La contemplación constante de Jesús, la aprehensión de su Espíritu, habilitará para presentar la verdad tal como es un Jesús. . . El amor debe ser el elemento predominante en nuestro trabajo. Cada orador, cuando habla a personas que no tienen las mismas creencias que nosotros, debe guardarse de realizar declaraciones que puedan parecer severas o que puedan ser consideradas como un juicio. Presentad la verdad, y dejad que la verdad, el Espíritu Santo de Dios, actúe como un censor, como un juez; pero que vuestras palabras no mortifiquen ni hieran el alma. . . No pronunciéis ninguna palabra irritante. Guardad para vosotros mismos todos los discursos incisivos que pensáis presentar. Sed leales como el acero a los principios, sed sabios como la serpiente, pero inofensivos como la paloma. Si no queréis que vuestras palabras hieran a otros debéis hablar solamente las palabras que estáis seguros que no serán duras, frías ni severas… De toda la gente del mundo los reformadores deberían ser los mas abnegados, los más bondadosos y los más corteses, y deberían aprender los métodos, las palabras y las obras de Cristo” El espíritu de controversia: No tengáis un espíritu de controversia. Los discursos denunciatorios hacen muy poco bien. El método más seguro para destruir las falsas doctrinas consiste en predicar la verdad. Mantened una actitud positiva. Dejad que las preciosas verdades del Evangelio maten la fuerza del mal. Manifestad un espíritu tierno y misericordioso hacia los que yerran. Acercaos a los corazones. El sarcasmo es ofensivo: Cuando en vuestros discursos denunciáis con amargo sarcasmo lo que queréis condenar, a veces ofendéis a vuestros oyentes, y sus oídos son desviados para no oíros más. Evitad cuidadosamente en el discurso toda severidad que pueda ofender a aquellos a quienes deseáis salvar del error; porque será difícil vencer los sentimientos de antagonismo así despertados. Si erradicáis las cizañas de vuestros discursos, vuestra influencia para el bien será aumentada” Pág. 224 Tratad a los opositores con respeto: Debemos esperar encontrarnos con incredulidad y oposición. La verdad siempre ha tenido que contender con estos elementos. Pero aun cuando debáis hacer frente a la más acerba oposición, no denunciéis a vuestros opositores. Ellos pueden pensar, como lo hizo Pablo, que le están haciendo a Dios un servicio; y con los tales debemos manifestar paciencia, humildad y longanimidad. SIGAMOS EL MODELO DEL EVANGELISTA MAESTRO Estudiemos los métodos de Jesús: Si alguna vez ha sido esencial que entendamos y sigamos los métodos correctos de enseñanza e imitemos el ejemplo de Cristo, es ahora” (Carta 322, 1908). “Si queréis acercaros a la gente en forma aceptable, humillad vuestros corazones delante de Dios y aprended sus caminos. Obtendremos mucha instrucción para nuestra obra de un estudio de los métodos de trabajo de Cristo y de su manera de encontrarse con la gente. En la narración evangélica encontramos el relato de cómo trabajaba por todas las clases, y de cómo mientras trabajaba en las ciudades y los pueblos, millares eran atraídos a su lado para escuchar su enseñanza. Las palabras del maestro eran claras y distintas, y eran pronunciadas con simpatía y ternura. Llevaban consigo la seguridad de que eran la verdad. Era la sencillez y el fervor con que Cristo trabajaba y hablaba lo que atraía a tantas personas a él. El gran Maestro trazaba planes para su obra. Estudiad estos planes. Lo encontramos viajando de un lugar a otro, seguido por multitudes de ansiosos oyentes. Cuando podía, los conducía fuera de las ciudades atestadas a la quietud del campo. Allí oraba con ellos y les hablaba las verdades eternas” (Review and Herald, 18 de enero, 1912). Los 5 pasos que cristo utilizó: 1. Trataba con los hombres como quien deseaba hacerles bien 2. Les mostraba simpatía 3. Atendía a sus necesidades 4. Se ganaba su confianza 5. Les decía: “Seguidme.”