Hyakuren No Haou To Seiyaku No Valkyria Volumen 01

The Master of Ragnarok &
Blesser of Einherjar
[Light Novel]
Volumen 01
Autor: Seiichi Takayama

Ilustrador: Yukisan
Traducción al español: Hermit

Editor y Corrector: Hermit
Editor De Imagen: Hermit
Pagina de Facebook: True Flames Project
Patreon: www.patreon.com/TrueFlameProject
The Master of Ragnarok & Blesser Einherjar
Volumen 01 - [Light Novel]
INDICE
Prólogo ..................................................................................................................................... 6
Acto 1...................................................................................................................................... 11
Acto 2...................................................................................................................................... 37
Acto 3...................................................................................................................................... 60
Acto 4...................................................................................................................................... 93
Acto 5.................................................................................................................................... 123
Epílogo.................................................................................................................................. 156
Epílogo II............................................................................................................................... 163
Palabras del autor ................................................................................................................. 165
Prólogo
Hay una leyenda en el Santuario Tsukimiya.
Dice: "Dentro del espejo divino reside un poder misterioso."
Dice: "El espejo divino es en realidad un espejo precioso de gran renombre."
Dice: "Si miras al espejo a través de un espejo opuesto en la noche de luna llena, serás
arrastrado a otro mundo."
En realidad, es solo el tipo de cliché urbano que encontrarás en cualquier parte. Hay una
abundancia de historias similares esparcidas por todo el mundo, de usar espejos opuestos y
decir un canto para convocar a un demonio, o de poder ver el pasado y el futuro de esa manera.
Es probable que la imagen maravillosa de mundos infinitos que se extienden ante ellos, como
cuando se mira a través de un caleidoscopio, encierra a la gente en la concepción de tales
fantasías.
En realidad, la leyenda antes mencionada no era algo que se transmitiera en el santuario de

generación en generación ni nada por el estilo, sino solo un rumor que comenzó a circular en
algún momento entre los residentes de ciudad cercana de Hachio.
Sin dudas, ese rumor tenía la intención de llevar a una situación como esta.
"¡Y-Yuu-kun, Yuu-kun, Yuu-kuuun! ¡Volvamos!" La chica que tenía unos ojos llorosos
caminando junto a Yuuto dijo con una voz temblorosa, tirando fuertemente de su manga.
El corazón de Yuuto Suoh latió notablemente más fuerte. Con ella mirándolo con lágrimas en
los ojos así, como un hombre, no pudo evitar sentir el impulso de protegerla.
Su nombre era Mitsuki Shimoya. Ella era la amiga de la infancia de Yuuto, un año más joven
que él y está en su primer año de secundaria. Sus ojos grandes y redondos dejaron bastante
impresión, añadiendo al encanto honesto y rústico de una niña criada en el campo.
"Oye, oye, hemos llegado hasta aquí. Es demasiado tarde para que digas algo así ahora,"
Yuuto suspiró y se encogió de hombros.
El viento constante hacía crujir los árboles, mientras el ruido de los insectos resonaba aquí y
allá. Si uno miraba todo que los rodeaba, no verían nada más que una completa oscuridad.
Ubicado en ese oscuro bosque en la montaña, el pequeño y ruinoso santuario estaba iluminado
suavemente por la luz d pcpv e la luna llena y las estrellas.
"Te lo dije, todo va a estar bien, te lo aseguró. Después de todo, todos los que han hecho esto
antes han vivido para contarlo."
"¡P-pe-pero!" Mitsuki gritó, agarrándose de la manga de Yuuto con fuerza.
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Ella siempre era una chica alegre, con una sonrisa imperturbable que brillaba como un girasol,
pero su mayor debilidad eran las historias de fantasmas, algo que su amigo de la infancia
Yuuto conocía muy bien. A pesar de que esta prueba de valor había sido planeada como una
divertida actividad grupal por parte de la clase de Mitsuki, su miedo a los fantasmas había
llevado a Yuuto, que estaba un grado superior que ellos, siendo arrastrado hacia allí.
Gracias a eso, los estudiantes de segundo año se habían unido y se habían burlado de los dos
al respecto, y Yuuto se sintió avergonzado. Aun así, no fue totalmente una mala experiencia.
Desde que eran muy pequeños, Mitsuki siempre había confiado en Yuuto. Hasta que
terminaron el prescolar, él lo había encontrado lindo, como si tuviera su propia hermana menor.
Pero en los últimos años de la escuela primaria, no le gustaba la forma en que causaba que
sus amigos se burlaran de él, su actitud hacia ella se había enfriado. Él se había enojado por
su constante dependencia de él.
Cuando ingresó a la secundaria, los sentimientos de Yuuto hacia Mitsuki habían cambiado. Tal
vez había llegado a sentir el que ella confiara en él no era tan malo, o más bien, había
empezado a disfrutarlo. Ahora, en su segundo año de secundaria, realmente deseaba que
confiara en él.
Sus emociones eran tan volubles.
Finalmente estaba empezando a entender por qué.
"Si tienes tanto miedo, quédate atrás. Quiero darme prisa y terminar con esto." Dijo Yuuto
mientras agitaba su brazo, apartando su manga que era agarrada por Mitsuki.
No era como si no sintiera remordimiento por actuar de esta manera con ella, pero estar
demasiado tiempo discutiendo de un lado a otro lo podría llevar a ser etiquetado como un
cobarde por los estudiantes de primer año, y que se burlaran de él era lo último que quería. Y,
sobre todo, solo quería verse bien delante de ella.
"Ahora, entonces..." Se inclinó hacia la puerta doble del altar, abriéndola con un crujido audible.
Dentro de la habitación había un espejo redondo y oxidado, se encontraba aún peor que el
mismo altar. No, para ser honesto, era dudoso que alguien pudiera llamarlo espejo. Mojado,
borroso y roto, ni siquiera era capaz de reflejar la cara de Yuuto mientras permanecía de pie
justo frente de él.
El suspiro, decepcionado. "Esto es viejo y de muy mala calidad."
"¡¿Y-Yuu-kun?! ¡Decir algo así es mala suerte!" Gritó Mitsuki.
"Te preocupas demasiado, Mitsuki." Dijo Yuuto. "Awww, pero solo tomar una foto de eso no es
divertido."
Sacando su preciado teléfono inteligente, el LGN09 aka Laegjarn, se detuvo a pensar.
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Como prueba de que realmente tomó la ruta acordada sin acobardarse, las reglas de esta
prueba de valor indicaban que se suponía que debía tomar una foto del espejo en el santuario,
luego regresar. Pero siendo un año mayor, Yuuto se dio cuenta de que quería dar un paso
más allá que los menores.
"¡Oye! ¿¡Qué estás haciendo!?" Mitsuki casi gritó cuando su cara se puso rígida.
"¿Hm? Solo pensaba en hacerme una selfie con este objeto divino. Oh, hablando de eso,
¿crees que usar la cámara frontal cuenta como un espejo opuesto?"
"¡Q-ququuququque! ¡N-no lo hagas! Yuu-kun, si terminas en otro mundo, yo..."
"Está bien,” él le aseguró. "Es solo una superstición."
"¡¿Eh?!" Dentro de la mente de Yuuto, resonó algo parecido a un conjuro.
No era japonés Tampoco era inglés. Era un idioma desconocido para él. Pero, aun así, de
alguna manera, tuvo la sensación de que lo estaba llamando.
Una vez más, algo que parecía una voz resonó en su mente. Más claro que antes, más fácil
de discernir.
Era la voz de una mujer joven.
"Qué... ¿eh?" Justo cuando Yuuto giró en dirección a la voz, un intenso mareo lo venció.
Su conciencia y visión se nublaron, pero podía ver... dos espejos. Emitiendo una luz extraña,
parecían moverse frente a sus ojos, superponiéndose y separándose, una y otra vez. Era más
bien como un caleidoscopio.
Aún más extraño, en uno de los dos espejos apareció la forma tenue de una chica. La chica
bailaba con una intensidad salvaje, como si estuviera poseída. Sus vestiduras de un color
blanco puro, que recuerdan a las que usaban las sacerdotisas que están al servicio de una
deidad, revoloteaban delicadamente a su alrededor mientras se movía.
"¡¿Qué es esto?!" Sorprendido, Yuuto se frotó los ojos, pero la imagen no desaparecería.
De hecho…
Aunque al principio la imagen era muy transparente, era como mirar un holograma, los colores
gradualmente se volvían más opacos, y el flexible cuerpo de la chica adquiría un aspecto
tangible.
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"Yuu... kun... Yu... ku..."
La voz de Mitsuki parecía estar muy lejos. Apenas podía oír lo último de lo que ella dijo.
Instintivamente, miró hacia atrás.
"¡¿Eh?!"
Él estaba perdido por esas palabras. Mitsuki ya no estaba allí, y una blanca pared solida
bloqueaba su camino. La superficie de la pared estaba densamente cubierta con una variedad
de dibujos. Muchas de las imágenes se modelaron según la gente, pero entre ellas había
algunas imágenes que parecían monstruos indescriptibles, una combinación de humanos y
bestias.
"¡¿De dónde diablos vino esto ?!"
Justo cuando murmuraba esas palabras en voz alta, se dio cuenta que había una especie una
especie de conmoción a su alrededor. Parecía una cantidad considerable de personas.
Pero eso era extraño. ¿Por qué habría tantas personas en las profundidades de las montañas
a estas horas de la noche? Especialmente cuando no estaban allí hace un momento. Todo
había sucedido repentinamente para que se tratara de estudiantes que habían venido
corriendo desde el lugar de reunión.
Desconcertado, Yuuto giró la cabeza para mirar hacia él una vez más, y abrió mucho los ojos.
Aunque debería haber estado afuera, esto claramente estaba dentro de una habitación. En un
espacio amplio, el ancho era del tamaño de un pequeño gimnasio, había varias docenas de
personas vestidas con ropas simples y sencillas, hombres cuyo rostro claramente no eran de
ascendencia japonesa. Todos lo miraban cautelosamente con expresiones de sorpresa.
"¿He terminado en el set de una película o algo así?" Se preguntó. "¡Y, oye, ese espejo!"
El espejo que adornaba el altar detrás de los hombres parecía familiar. Aunque este era mucho
más lustroso, más brillante, era lo contrario, parecía una combinación perfecta con la que
estaba consagrado en Tsukimiya.
"Si miras al espejo a través de un espejo opuesto en la noche de luna llena, serás arrastrado
a otro mundo." El rumor del Santuario Tsukimiya apareció de repente en la cabeza de Yuuto.
"Eso no puede ser cierto, ¿verdad? No hay manera de que sea posible..."
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Mientras esas palabras crípticas sonaban en la mente de Yuuto, una espada dorada fue
dirigida hacia su garganta.
Sucedió tan repentinamente, Yuuto se encontró incapaz de hablar. Incluso si hablaba, dudaba
que pudieran entender sus palabras. Por el tono de la voz de quien le hablaba, Yuuto entendió
que era el tono áspero utilizado por alguien que exigía una explicación, pero eso era todo.
Inseguro de lo que debía hacer, sus ojos siguieron la cuchilla hasta los bonitos y delgados
dedos, que le recordaban a los draco1. Levantando su mirada, vio unos mechones de cabello
plateado que parecían brillar. Bailaron en su campo de visión.
Ella era una chica de una belleza increíble, como nunca antes había visto. Era como si una de
esas valquirias de las que se leen en mitos y leyendas hubiera saltado directamente de la
página.
Parecía tener la misma edad que Yuuto, tal vez un año mayor. Tenía una cara hermosa, como
si hubiera sido tallada de hielo, y una expresión fría para equilibrarlo.
Yuuto estaba tan impresionado de verla que se olvidó de su situación actual.
En ese momento, no tenía absolutamente ninguna idea de la dura desgracia que le esperaba.
1 Pez de hielo
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Acto 1
"¡¡Síííííííííííííí!!" Las tropas a su alrededor gritaron un estruendoso grito de guerra. Las
vibraciones de miles de personas que pisoteaban el suelo parecían fluir a través de las ruedas
hacia su cuerpo, resonando por todo su ser. Se sentía como si la tierra misma temblara.
Desde el carro, Yuuto continuó observando el campo de batalla.
Había grandes cantidades de cadáveres dispersados trágicamente por los terrenos baldíos
cubiertos por una tormenta de polvo. La mayoría de ellos eran los cadáveres de los enemigos,
pero el número de aliados derrotados no era insignificante.
Las armas que quedaron sin dueño, eran bañadas por los rayos del sol, brillaban con un color
dorado.
Entre esa vista y el olor de la sangre que flotaba en un viento seco por el campo de batalla,
Yuuto no pudo reprimir una abrumadora sensación de náuseas. Incluso ahora, todavía no
estaba acostumbrado a la atmósfera del campo de batalla.
La mejora más importante en comparación con su primera campaña era que al menos aún no
había surgido.
"Parece que la batalla en su mayoría ya ha decidida. No debería sorprenderme, Hermano

Mayor, pero tu dirección es realmente espectacular." Felicia, la chica que estaba parada junto
a Yuuto como su asistente, le dijo un cumplido con un tono animado. "Estás peleando contra
un enemigo que tiene superioridad numérica, y sin embargo has reclamado una victoria tan
fácilmente... Es difícil verte como otra cosa que no sea la reencarnación de un dios de la
guerra."
Ella era una belleza impresionante con una sonrisa brillante y madura. El cabello largo y dorado
que le caía hasta la cintura y se arrastraba suavemente detrás de ella por el viento. Las prendas
finas y blancas que llevaba, exponían una gran cantidad de piel, se sentían muy fuera de lugar
aquí en el campo de batalla.
"No es gran cosa." Sin orgullo ni modestia, Yuuto respondió con desinterés. De hecho, para él,
esto no era algo por lo cual presumir.
Simplemente sabía la información relevante.
"Los increíbles son Alejandro Magno y Oda Nobunaga," dijo. "A mí no se me ocurrieron esas
ideas."
"¿Eh? ¿Alex...?"
Yuuto se encontró con la confundida cara de Felicia intentando sonreír. La táctica que Yuuto
había empleado tenía miles de años en su mundo: la formación de la batalla falange de los
soldados de Hoplite, que habían golpeado con increíbles lanzas de tres o cuatro veces su
altura. En combate uno a uno, esta arma ridículamente larga sería ineficaz debido a la
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incapacidad de hacer movimientos cortos, convirtiéndolo en nada más que un palo grande e
inútil. Por lo tanto, nadie en este mundo se había tomado el tiempo para considerarlo
adecuadamente. Pero en las batallas con grupos grandes, se convirtió fácilmente en un arma
brutal.
Las lanzas largas podrían usarse para atravesar a los enemigos desde dentro de formaciones
unidas, sin aberturas, para que los oponentes no puedan acercarse a ti sin amontonar sus
cuerpos. Hubo un concepto similar en la historia japonesa llamado el "muro de las lanzas".
La sarissa de Alejandro Magno. La lanza larga de Oda Nobunaga. En el futuro, estas fueron
vistas como tácticas que habían asegurado la victoria a los gobernantes y héroes supremos
en períodos de tiempo perdidos.
"¡No soy más que un tramposo... ¡urk!" Yuuto terminó tragándose sus palabras y apartando su
mirada de Felicia. El carro se balanceó como si una rueda hubiera golpeado una piedra, y sus
grandes pechos rebotaban de arriba a abajo en frente de él.
"¡Oh, cielos! ¡Hee hee!" Felicia mostro una sonrisa traviesa. Tal vez ella se había dado cuenta
de que lo había excitado.
Yuuto de repente se dio cuenta de que su cara se había enrojecido. Estaba muy avergonzado.
Aun así, este era el campo de batalla. No tenían tiempo para algo tan frívolo. Nervioso, Yuuto
sacudió cualquier pensamiento carnal y regresó su atención a la batalla.
"Está bien, claramente hemos abatido al enemigo. Aquí es donde terminamos esto. Levante
sus pancartas, y todas las tropas... ¡¡A la carga!!"
Con un poderoso movimiento de su mano, Yuuto tomó el manto y dio su orden...
¡Bwooooo! ¡Bwoooooo! Los soldados que custodiaban el perímetro a su alrededor tocaron las
trompetas al unísono. Al mismo tiempo, un grito penetrante de guerra se ensanchó a su
alrededor.
Yuuto estrujo su cara ante el fuerte estallido de ruido, y luego, de repente, sus ojos se
encontraron en el camino un cadáver en el suelo. Era una cara conocida. No era alguien con
quien podía decir que era cercano, pero recordaba haber hablado con ese soldado algunas
veces.
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Su muerte había sido el resultado de las órdenes de Yuuto, y nada más. Algo amargo se
extendió por el corazón de Yuuto, y sintió una sensación de pesadez, como si le pesaran la
espalda.
"¿Por qué estoy haciendo algo de esto?" No se lo estaba diciendo a nadie en particular, solo
murmuraba para sí mismo.
Habían pasado aproximadamente dos años desde que había venido aquí, al mundo de
Yggdrasil.
La gente de aquí luchó sin fin por tierras y recursos limitados. Con la espada o la lanza en la
mano, se robaban la vida sin piedad mientras los carros tirados por caballos corrían por el
sangriento campo de batalla.
Los fuertes se apoderaron de todo mientras los débiles eran pisoteados y oprimidos.
Aunque había sido arrojado solo a este mundo incivilizado donde ni siquiera hablaba el idioma,
había superado los altibajos y, a través de un montón de extrañas circunstancias, había
ascendido en las filas para encabezar este clan, el Clan Lobo, como su patriarca.
Estaba en condiciones de controlar el destino de otro hombre con solo una orden.
"Hermano Mayor, sabes, ¿tienes la mala costumbre de echar todo sobre tus hombros?" De
repente, alguien lo abrazó fuertemente por detrás.
Era Felicia. Esa calidez le trajo a Yuuto una comodidad y seguridad indescriptibles. A veces
podía ser desvergonzada y descarada, pero Felicia era una chica sensible a las sutilezas del
corazón humano. Naturalmente, ella había recogido rápidamente sus preocupaciones.
Como un susurro, una encantadora melodía le hizo cosquillas en el lóbulo de la oreja.

Misteriosamente, al escuchar esa melodía, se sentía como si la ansiedad que había eclipsado
el corazón de Yuuto se estuviera desvaneciendo.
Era un galldr. Un arte secreto que combina la magia con la música y, dependiendo del conjuro,
podría tener cualquiera de una variedad de efectos en el oyente.
"Esto es todo lo que puedo hacer por ti," dijo Felicia.
"Esto es más que suficiente. Gracias." Expresando su sincera gratitud, Yuuto suavemente se
soltó de sus brazos. El latido de su corazón, su calidez y su suavidad presionada contra él,
todo combinado con los efectos del galldr lograron calmarlo, con la excepción de la parte que
no podían someter.
Específicamente, su mitad inferior.
"Oh, Hermano Mayor, eres tan cruel ♡," soltó una risita.
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"La batalla no ha terminado. No bajes la guardia—"
¡Fwoosh!
De repente, una flecha voló directamente hacia Yuuto. Se detuvo a diez centímetros de su
frente.
"De hecho, no deberías bajar la guardia." Cuando Felicia abrió la mano, la flecha que había
tirado del aire cayó al piso del carro.
Ella había agarrado la flecha que había venido volando hacia Yuuto con una gran velocidad y
lo protegió, antes de que pudiera siquiera tratar de esquivarlo. Ella tenía una gran visión
dinámica y reflejos.
¡Whoosh, whoosh, whoosh!
Sin parar un momento, numerosas flechas continuaron lloviendo directamente hacia Yuuto.
"¡Oh, Dios mío!" Felicia rápidamente tomó una cuerda que rodeaba de su cintura y, con un
chasquido de su muñeca, la empezó a usar. La giró en el aire como una cinta de gimnasia
rítmica, tirando las flechas al suelo una después de que vinieran.
La cuerda era de un tipo tosco que se usaba para atar a los enemigos capturados, y era
considerablemente más pesada que una cinta, pero Felicia la movía sin ningún rastro de
incomodidad. Sus brazos eran más delgados que los de Yuuto, pero poseía una fuerza feroz.
"Gracias, Felicia," dijo Yuuto. "Tu técnica de cuerda fue tan increíble como siempre. Eres como
una reina guerrera."
"Hee hee. Pero tu serías considerado el rey, ¿verdad? ¿Eso significa que intentas proponerte?"
Felicia se encogió de hombros juguetonamente.
No había ni rastro de miedo o nerviosismo en ella. Como se podría adivinar por el espectáculo
anterior, Yuuto, que es del Japón moderno, no sería rival para ella como guerrera. No solo se
había desempeñado en la técnica de la cuerda, sino que era hábil en el manejo de cuchillas y
lanzas, y era aclamada como una de los soldados principales del Clan Lobo.
Además de eso, Yuuto se dio cuenta de que desde el principio no había bajado la guardia ni
un momento. En vez de eso, había hecho un show de jugar antes para intentar evitar que se
preocupara demasiado.
Yuuto no podía menospreciar a alguien como ella, quien, a pesar de vivir lado a lado con la
muerte, tenía una actitud tan relajada que podía preocuparse por quienes la rodeaban. Era un
estado de ánimo que aún no podía alcanzar.
"Hm, parece haber venido de allí." Felicia fijó su mirada en el origen de las flechas, y Yuuto vio
lo que parecía ser la silueta de un hombre en una pequeña colina empuñando un arco.
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En el momento en que lo vio, pareció darse cuenta de que había sido descubierto, y la figura
se deslizó por la montaña y desapareció en el ejército enemigo.
Yuuto miró la colina desde la cual el arquero había desaparecido, murmurando, "Por lo que
parece, él hizo todo eso por sí mismo desde 100 metros de distancia. Incluso Nasu no Yoichi
estaría asombrado."
"El único que podría lograr una hazaña así, incluso en un clan tan grande como el Clan Cuerno,
es Haugspori, portador del Ljósálfar. No puedo pensar en nadie más. Es tan magistral como
dicen los rumores." Felicia habló con cauteloso respeto.
"Pero fuiste tú más o menos la única que se defendió contra esas flechas, Felicia. Caray,
parece que tu Einherjar es sobrehumano." Yuuto mostro una sonrisa seca.
Una gran diferencia entre el mundo del que había venido Yuuto y este mundo era la existencia
de Einherjar, el nombre dado a los humanos elegidos por los dioses.
Estas personas tenían diseños misteriosos llamados runas ubicados en algún lugar de sus
cuerpos, y esas runas le otorgarían a su poseedor diversos tipos de protección divina.
Entonces, si esa persona llevara la runa de los Elfos de la Luz, Ljósálfar, se les podría otorgar
talento de arquero y la habilidad de leer los vientos.
La gente que poseía poderes tan extraordinarios era tan escasa que se decía que eran uno de
cada diez mil, así que no importaba el clan, se les asignaba puestos importantes.
Felicia, que se desempeña como ayudante de Yuuto, era una Einherjar que poseía la runa de
Skírnir, Expressionless Servant 2 . Es joven y femenina y, sin embargo, era uno de los
principales guerreros del clan debido a ese poder misterioso
.
"Rún está a salvo... ¿no es así?" Preguntó Yuuto. Una expresión de angustia se dibujó en su
rostro cuando pensó en otro Einherjar del Clan Lobo, y volvió a mirar al frente.
Debido a su orden de atacar, la batalla allí se había vuelto aún más violenta. De hecho, el
antes mencionado Einherjar debería haber estado luchando allí.
El lado con la clara ventaja era el Clan Lobo, del cual Yuuto estaba a cargo. Poco a poco se
fueron dispersando las fuerzas enemigas y empujando hacia atrás las líneas del frente. Aun
así, el campo de batalla era un lugar impredecible. Incluso si ganaran, eso no significaba que
nadie moriría.
Como ese soldado cuyo nombre no conocía.

"Tee hee. No hay necesidad de preocuparse," dijo Felicia. "Ella es nuestra Mánagarmr,
¿sabes? Ella debería ser…"
2 Sirviente Inexpresivo
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"¡Sigrún del Clan Lobo se ha apoderado del patriarca del Clan Cuerno!" La voz de Felicia fue
ahogada por un grito victorioso desde el frente de batalla. Los soldados cercanos sonrieron
con orgullo, levantando sus puños al aire y uniéndose a las líneas del frente en gritos de victoria.
Desde la distancia, Yuuto vio a los soldados del Clan Cuerno huyendo en multitudes. Incluso
parecía ser que habían abandonado sus armas y se habían rendido.
Felicia dejó escapar una risita y le giño a Yuuto. "Tal como esperaba. Parece que Rún ha
llegado a nosotros."
"¡Abran paso! ¡Padre! ¡Padre!" Una voz digna que no era propia del campo de batalla sonó
como una campana, y un soldado montado a caballo corrió hacia Yuuto, su largo cabello
plateado se movía detrás de ella como una cola, sacando soldados de sus formaciones de
batalla mientras avanzaba.
Otras voces igualmente desagradables resonaron en todo el campo de batalla, sonando como
si estuvieran intoxicadas.
"¡Ohh, es la Hermana Mayor Sigrún!"
"¡Encantadora como siempre!"
No era como si el propio Yuuto no entendiera sus sentimientos de admiración. Incluso desde
muy lejos, ella era una chica atractiva. Sus brazos y piernas eran largas y delgadas, y su largo
cabello plateado se arrastraba detrás de ella mientras espoleaba a su caballo, haciéndola
parecer un personaje fantástico de un antiguo mito.
Los gritos de admiración continuaron.
"Hermana Mayor, ¡otro gran logro para ti!"
"¡Ese es nuestro Mánagarmr! ¡Los soldados del Clan Cuerno nunca podrían oponerse a ti!"
"Estás en mi camino. Muévete," Sigrún dijo bruscamente, su mirada fría no mostraba ninguna
emoción por los soldados que la bañaban con halagos y elogios.
Los soldados se amontonaron con un "¡Eek!" en su aguda mirada.
Esos fríos y bonitos solo habían aumentado en intensidad en los últimos dos años, e incluso
ahora, estaba envuelta en un aire afilado como cuchillas que daba la impresión de que al
tocarla se harían pedazos.
Aunque su complexión era tan delicada que podría parecer apenas es capaz de sostener una
espada, se había ganado el título de Mánagarmr o " Strongest Silver Wolf3 Mánagarmr." por
ser la élite de la élite, sin que nadie pudiera siquiera acercarse a sus habilidades. Mirando más
de cerca, se podía ver que los ojos de los soldados mostraban una mezcla de asombro y miedo.
3 El Lobo Plateado más Fuerte
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"¡Ah!" En el momento en que vio a Yuuto, su expresión se suavizó por completo. Ella redujo la
velocidad de caballo hasta el trote y se acercó al carro de Yuuto, donde suavemente descendió
de la espalda del caballo. "¡Padre, estás a salvo! No estas herido, ¿verdad?"
"Ni siquiera estaba en el frente, así que no hay forma de que me lesione," le respondió Yuuto.
"Rún, en realidad debería preguntarte, ¿estás herida?"
"No te preocupes. Gracias a la protección divina de Angrboða, estoy completamente segura.

Ni siquiera hay un rasguño en mí."
"Eso es lo más importante. Además, estoy orgulloso de ti por capturar al líder del Clan Cuerno.
Buen trabajo."
"No soy digna de tal alabanza, Padre. Estoy humildemente feliz." Aunque su discurso era
formal, una sonrisa amplia y alegre se extendió por la cara de Sigrún.
Tan pronto como se dio cuenta de eso, Sigrún tensó su expresión, pero estaba muy feliz de
ser alabada por Yuuto que las comisuras de su boca no pudieron evitar hacer una sonrisa.
"Pff, Rún, en verdad eres un perro fiel," Felicia soltó una risita.
"¡Pff!" Antes de que tuviera la oportunidad de detenerse, Yuuto también farfulló una risa ante
las palabras de Felicia. Fue un pensamiento cruel, pero Yuuto no podía mirar a Sigrún en este
momento sin que se le viniera a la mente la palabra "sentarse".
"¿Padre? ¿He dicho algo extraño?" Sigrún inclinó la cabeza. Ese era el hábito de una
reminiscencia de un perro. Una vez que se dio cuenta de ello, Yuuto se dio cuenta de que no
podía verla de otra manera, y eso le molestaba.
"N-no, no es nada. No te preocupes por eso." Aunque decir eso mientras cubría su boca y
desviaba su mirada no era muy convincente. Pero, por supuesto, tampoco podía decir lo que
estaba pensando.
Sabiendo que, si esta conversación continuaba le saldrían las palabras por si solas, Yuuto
decidió hablar de otro tema.
"Lo más importante es tu recompensa. ¿Qué te gustaría? Tu logro fue tan bueno que te daré
lo que quieras."
"¿De Verdad? ¿Cualquier cosa?"
"Cualquier cosa que pueda darte."
"¡E-está bien! E-entonces, ¡¿podrías acariciar mi cabeza?!" Sigrún miró a Yuuto, sus ojos
centelleantes rebosantes de esperanza, cuando en realidad, lo que ella había pedido era tan
trivial.
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Ese aire distante e inaccesible que la había rodeado antes no se encontraba por ningún lado.
Ahora Yuuto realmente no pudo evitar verla como un perro que había visto a su amo y estaba
esperando un regalo.
"U-uh, bueno, pedir algo tan pequeño es un poco..." Yuuto tenía una expresión preocupada,
rascándose la mejilla.
Cumplir castigos y recompensas era el trabajo más importante del patriarca. Permitir que quien
había capturado a un general enemigo aceptara tan poca recompensa era claramente un
problema. Si se corría el rumor de que su glorioso logro fue pagado con acariciarle la cabeza,
era una apuesta segura que nadie querría servir bajo las órdenes de Yuuto.
"¡Esa recompensa significaría más para mí que cualquier otra!," dijo Sigrún con firmeza.
No parecía que fingiera ser altruista ni mostrara consideración por el estado financiero del Clan
Lobo. Parecía que esto era, desde el fondo de su corazón, su más sincero deseo.
Sonriendo con ironía y resignado, Yuuto suavemente colocó su mano sobre la cabeza de
Sigrún. "Realmente lo hiciste bien."
"¿Pude ser útil para ti, padre?"
"Sí, más que cualquier otro. Mm, así que no puedo dejar que salgas con la tuya solicitando
solo esto. Oye, Felicia, después escoge algo para ella bajo tu propia discreción..."
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"¡Pffff! ¡Ha ha ha! Puedo verlo." Felicia estalló en carcajadas. "¡Puedo ver cómo se menea la
cola de un lado a otro!"
Él vio como la belleza de cabello dorado, completamente despreocupada por quién estuviera
observando, se dobló y se aferró a su estómago. Sus hombros temblaban e incluso estaba
raspando sus uñas a lo largo de la pared interna del carro. No importa cómo lo miraras, se
estaba riendo demasiado, haciendo una gran escena.
Yuuto se lamentaba de que, si Felicia no tuviera momentos como estos, sería una combinación
perfecta de belleza y fuerza. Pero ahora no sería de ninguna utilidad hasta que sus ataques
de risa disminuyan.
"Uhm, qué demonios le pasa a Felicia—" Dijo Sigrún.
"Déjala en paz. En la vida, hay algunas cosas que es mejor dejarlas como un misterio."
"¡Ah! ¡Ya veo! Si tú lo dices, Padre, ¡entonces debe tener algún significado!"
"No, en realidad, no es gran cosa." Yuuto dejó caer sus hombros abatidamente.
Felicia tenía sus propias peculiaridades, pero la ciega aceptación de Sigrún hacia que Yuuto y
de todo lo que él dice también le preocupó.
Si uno describiera a Sigrún de forma simple, probablemente sería como una guerrera dedicada.
Aunque tenía un talento natural y había recibido el título de Mánagarmr a tan temprana edad,
parecía ser ignorante con los asuntos triviales, ya que su vida se había centrado
exclusivamente en las artes marciales.
Esa era la razón por la que ella solo abriría su corazón a aquellos que mostraban fortaleza y
aquellos a quienes ella respetaba.
En realidad, durante los primeros seis meses, más o menos, después de que Yuuto había
llegado a este mundo, Sigrún lo había tratado como a los soldados de allí, como una roca que
se encuentra al costado de la carretera. A pesar de la manera asombrosa en que se conocieron,
en aquel entonces ni siquiera se había molestado en recordar su nombre.
Con su rodilla en el suelo, esa misma chica ahora demostró que reconocía a Yuuto como su
maestro y estaba ansiosa por servirlo.
"Es bastante irónico," murmuró Yuuto en auto desprecio.
En los dos años, solo dos años, desde que Yuuto había llegado, muchas cosas habían
cambiado en rápidamente. El mundo a su alrededor, y el propio Yuuto.
Él era de piel clara cuando llegó, pero su piel había sido oscurecida por el sol; su cuerpo esbelto
no había cambiado, pero sus músculos habían sido tonificados considerablemente. Su altura
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había aumentado un poco. Y, también había aprendido una gran cantidad de las habilidades
necesarias para sobrevivir en este mundo.
Yuuto había sobrevivido a numerosas batallas sangrientas. Ya no era un chico que vagaba
perdido y asustado a través de este mundo. Como su patriarca, ahora tenía en sus manos la
vida y el futuro de decenas de miles de miembros del Clan Lobo, incluyendo las diferentes
ramas del clan.
"Oh, este no es momento para quedar atrapado en el sentimentalismo," dijo Yuuto. "Rún,
¿dónde está el patriarca prisionero del Clan Cuerno?"
Sigrún, quien le había mostrado un lado más parecido a un cachorro mientras era acariciada
por Yuuto, instantáneamente volvió a su actitud más digna. Aunque Yuuto tenía pocas
oportunidades de verlo por sí mismo en estos días, esta imagen era la que le venía a la mente
a la mayoría de los miembros del Clan Lobo cuando se mencionaba a Sigrún.
"Señor. Primero quería confirmar su seguridad, Padre, la dejé bajo la custodia de algunos
soldados cercanos. Deberían estar en camino en el carro mientras hablamos."
"Ya veo... bueno, entonces, me pregunto qué deberíamos hacer con ella." Sin ninguna razón
en particular, Yuuto miró al cielo.
La puesta de sol había empezado a teñir de rojo el cielo del oeste. Los gritos de los cuervos
atraídos por toda la sangre se habían vuelto ruidosos y estridentes.
En su mente en ese momento era, naturalmente, lo que debería hacer con el patriarca enemigo.
Miró a Felicia, quien finalmente había logrado controlar su risa.
"¿Ella aceptará seriamente mi Cáliz?" Preguntó.
"Es difícil de decir," ella le respondió. "He escuchado que Linnea, la patriarca del Clan Cuerno,
es extremadamente orgullosa. Es probable que prefiera una muerte honorable a una vida
manchada de vergüenza."
"En cuyo caso, que ella muera con nosotros sería problemático." Yuuto exhaló un suspiro de
frustración.
En el mundo de Yggdrasil, el patriarca servía como "padre" para todos los miembros de su
clan, y los miembros del clan cumplían los roles de "hijos" o "hermanos menores", organizando
el clan en una especie de estructura pseudo familiar.
A través del ritual del "Cáliz de la Lealtad", un patriarca con sus hijos y hermanos establecerían
un vínculo firme similar a una ceremonia celebrada tradicionalmente en las bodas sintoístas y
las iniciaciones de los Yakuza. El patriarca se encargaría de sus hijos y hermanos menores
con cuidado y afecto, y a cambio, mostrarían a su patriarca la deferencia y el respeto debido a
un padre o un hermano mayor. Estas relaciones pseudo-familiares nacidas del Cáliz recibieron
más importancia que las relaciones familiares reales.
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En otras palabras, si matara a su patriarca, los miembros del Clan Cuerno probablemente
nunca perdonarían al Clan Lobo, se perderían en el odio y buscarían venganza por su padre
asesinado.
"El segundo al mando del enemigo no debía participar en esta batalla, ¿verdad?" Yuuto le
preguntó a Felicia.
"Es cierto. Aparentemente, debido a una orden de quedarse atrás para proteger la capital de
su clan."
"Conocí al segundo al mando del Clan Cuerno una vez, mientras acompañaba a su
predecesor," intervino Sigrún. "Puedo confirmar que el segundo al mando no estaba
participando en esta batalla."
En medio del caos del campo de batalla, la difusión de la desinformación era común. Pero con
Sigrún tomando el control de las líneas del frente, Yuuto podía confiar en sus palabras por
encima de cualquier otra.
"Lo que significa que parte de la cadena de mando aún está intacta". Esto se ha vuelto bastante
problemático." Yuuto se rascó la cabeza.
Mientras que el segundo al mando fue tratado más como el jefe de los hijos y hermanos,
todavía eran el número dos de la familia. En el caso de que lo impensable le ocurriera al
patriarca, ellos eran los siguientes en la línea de sucesión.
Y en la tradición del clan, el sucesor que habría sido elegido sería el segundo al mando y no a
través de las relaciones de sangre, sino en virtud de la fuerza y la capacidad. El nuevo
gobernante sería, sin duda, un oponente competente también.
"Si la matamos, se convierte en un caso del número catorce de las Treinta y Seis estratagemas:
'Pedir prestado el cadáver, revivir el alma.' Sólo renovará la moral de su ejército. En ese caso,
no tenemos necesidad de proporcionarles una causa justa." Yuuto sacó su preciado teléfono
inteligente de su bolsillo y mantuvo presionado el botón de encendido, encendiendo el teléfono.
Gracias a la batería solar miniatura que Yuuto había comenzado a llevar después de aprender
la lección durante un terremoto severo, había podido seguir usando su teléfono inteligente
durante los dos años desde su llegada a este nuevo mundo.
Pero todavía era una batería miniatura. Incluso si lo mantuviera al sol todo el día, solo podría
mantener el suministro eléctrico durante aproximadamente treinta minutos. Era una cantidad
de tiempo tan pequeña. Entonces juró usar teléfono solo en los momentos de mucha necesidad.
Después de un tiempo, apareció la pantalla de inicio y precio el icono "Hindle". En la siguiente

pantalla apareció la famosa pancarta "Fuurinkazan" popularizada por Takeda Shingen, que
denotaba la versión de libro electrónico de El arte de la guerra de Sun Tzu, un clásico chino
que todavía era muy venerado en el Siglo XXI. Fue algo que Yuuto había descargado después
de convertirse en patriarca, y ya había perdido la cuenta de cuántas veces lo había leido.
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"Esto... realmente estoy haciendo trampa," murmuró. "Mi teléfono inteligente tiene mucho que
ofrecer."
Si Yuuto llegara al frente, no sería rival ni siquiera para un soldado novato. Había mucho en
este mundo con el que no tenía experiencia; ni siquiera podía leer ni escribir su idioma todavía.
Honestamente, describirlo con la palabra "inútil" sería quedarse corto.
Pero había una cosa que solo Yuuto podía hacer, la única arma que poseía: conocimiento del
siglo XXI.
De acuerdo, él todavía era un estudiante. El conocimiento y las habilidades que poseía tenían
sus límites. Por ejemplo, si quisiera construir una computadora desde cero aquí, sería
esencialmente imposible.
Aun así, en este mundo en el que la civilización aún no había florecido, aún existían
innumerables cosas que podía crear incluso sin habilidades o conocimientos especiales.
En esta batalla, por ejemplo, usaron armas de estilo de largo alcance. Si no hubiera sido por
cierto juego popular de estrategia histórica que había jugado, no había duda de que a Yuuto
nunca se le hubiera ocurrido la idea de la lanza larga.
Estas ideas innovadoras le parecieron tan obvias en retrospectiva, pero fue frustrante en el
calor del momento cuando estaba tratando de encontrar algo. Era como el Huevo de Colón 4.
Normalmente, esa innovación era el reino de los genios con el ingenio para aplastar a través
de ideas comunes, pero Yuuto estaba aprovechando el conocimiento del futuro. Por eso, para
él, todo lo que hacía era enfrentar cada desafío que se le presentaba haciendo trampa.
Hojeó numerosas páginas hasta que encontró algo relevante. Él había memorizado hace
mucho tiempo lo que estaba escrito y dónde.
"Lo mejor de todo es tomar el país entero e intacto; destrozarlo y destruirlo no es tan bueno.
También es mejor capturar un ejército completo que destruirlo. Por lo tanto, luchar y conquistar
en todas tus batallas no es excelencia suprema; la excelencia suprema consiste en romper la
resistencia del enemigo sin luchar."
Ponerlo simplemente, pelear y ganar era solo la segunda mejor estrategia; forzar la rendición
total del enemigo era la mejor estrategia. Yuuto asintió, reflexionando sobre cada palabra
mientras seguía el texto con los dedos.
"Así parece," dijo. "No tenemos más remedio que llegar a un acuerdo."
Al escuchar sus palabras, Sigrún y Felicia inclinaron la cabeza en silencio. No era como si el
Clan Lobo tuviera muchas opciones. Ya habían incautado un tercio del dominio del Clan
Cuerno. Eso fue más que suficiente para los botines de guerra. Tratar de penetrar más
4 Cosa que aparenta tener mucha dificultad, pero resulta ser fácil al conocer su artificio.
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profundamente en territorio enemigo sería peligroso, y arrastrar el estado de guerra durante
demasiado tiempo agotaría los recursos propios de su país.
Este parecía ser el momento adecuado. Sin embargo, el problema seguía siendo: ¿qué tipo
de acuerdo deberían alcanzar?
La lucha había comenzado un mes antes con una invasión del Clan Cuerno, y el Clan Lobo
había sufrido pérdidas significativas como resultado. Aunque matar al patriarca vendría con
sus propios problemas, la gente de Yuuto esperaría una compensación significativa del Clan
Cuerno para todos los combates.
Yuuto se cruzó de brazos y soltó un gruñido frustrado mientras consideraba el problema."

Teniendo en cuenta la situación, normalmente podríamos hacer que intercambien alimentos,
minerales u otros bienes a cambio del regreso de su patriarca, o tal vez hacer que cedan
territorio para nosotros. Pero si es posible, preferiría que ella acepte mi Cáliz."
Incluso si se tomara la comida o el territorio del Clan Cuerno, la raíz del problema seguiría
existiendo. Yuuto quería que las guerras entre el Clan Lobo y el Clan Cuerno no fueran más
allá de esto. Él no tenía ambiciones territoriales. Tenía solo guiaba como patriarca, y eso era
para traer a la gente del Clan Lobo vidas de paz y abundancia.
Para ese fin, la costumbre de este mundo que involucra el Cáliz fue extremadamente
conveniente. Era tan sagrado y venerado que ir contra el Cáliz incluso una vez era tabú; romper
el voto de uno haría que cualquier confianza colocada en esa persona se convirtiera en cenizas.
Uno no podía seleccionar a los padres que le daban a luz a ellos ni a los hermanos con los
que fueron criados... pero con el Cáliz, se les concedió la opción de aceptar o no este nuevo
vínculo. Traicionar a la persona que había elegido honrar como padre por su propia voluntad
era considerada como el acto más despreciable y vil.
En otras palabras, hacer que el patriarca enemigo acepte su Cáliz y se convierta en un hijo o
un hermano menor suyo significaría que el Clan Cuerno no podría oponerse a Yuuto— o, por
extensión, al Clan Lobo.
Paradójicamente, debido a eso, un patriarca con el deber de proteger a su propio clan
simplemente no se le permitiría aceptar el Cáliz y terminar subordinado a otro patriarca. No
podían aceptarlo.
"En ese caso, es una especie de trampa, pero ¿supongo que necesitaremos la misma
estrategia que utilizamos con el Clan Garra?" Yuuto pensó en ese momento, y se burló de su
propio recuerdo.
Honestamente, él no quería hacerlo. Aun así, él era el patriarca. Su posición requería que él
pusiera las necesidades del clan sobre sus propias necesidades.
Las palabras de Sun Tzu comenzaron a reproducirse en su mente.
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Dos años atrás, cuando había sido arrastrado a este mundo y vagaba impotentemente, el Clan
Lobo, que no había sido próspero, había aceptado a Yuuto y lo había alimentado, por lo que
había llegado a preocuparse profundamente por ellos.
Había hecho varios amigos como Felicia y Sigrún, que se habían quedado con él en las buenas
y en las malas. Él quería protegerlos de alguna manera. No quería ver morir a los que estaban
cerca de él ni verlos sufrir más tristeza.
Yuuto lanzó un largo y prolongado suspiro. Mientras eso significara que la pérdida de vidas
humanas se vería disminuida, soportar algo personalmente desagradable sería un precio que
estaría más que dispuesto a pagar.
"Está bien, prepara la tienda. Prepárate para nuestra reunión."
================ Cambio de escena ================
"Oye, no empujes." Llevaban a una chica a la tienda. "¡Puedo caminar sola!"
"¿Eh?" Una escasa exclamación de sorpresa se escapó de los labios de Yuuto. Frotándose
las sienes con los dedos índices, Yuuto le mostró a Felicia, que estaba sentada en su lado,
una mirada perpleja. "¿…Esta chica es la patriarca?"
Sin duda, la ropa que llevaba era mucho más elegante que la de un soldado normal, y diadema
de oro brillaba en su frente. No parecía haber ninguna duda de que ella poseía una posición
social. A pesar de que él sabía eso, no pudo evitar su sorpresa a su edad.
Sentado a su lado, Felicia asintió solemnemente. "Sí, esta es Linnea, la patriarca del Clan
Cuerno."
"Pero ella todavía es solo una niña."
"¡Pareces más o menos de la misma edad que yo, chico!" Gritó la patriarca del Clan Cuerno,
disgustada con las palabras impetuosas de Yuuto.
Volviendo la mirada hacia ella, vio que ella lo estaba mirando con furia.
Su cabello, recortado y prolijo alrededor de la nuca, le daba una apariencia juvenil, y en realidad
era una chica muy linda. Probablemente era aproximadamente uno o dos años más joven que
Yuuto. Ver su pequeño cuerpo envuelto en todas esas cuerdas le hizo sentir un poco de pena
por ella.
Yuuto había escuchado que el actual patriarca del Clan Cuerno era una mujer. Aunque era
solo una chica, se había ascendido y tomado el control de los salvajes y alborotadores
guerreros de su clan para convertirse en su patriarca, una mujer temida y valiente conocida
como Hildisvíni, " the Crimson Lady Tiger5." Pero la chica que estaba antes que él, gruñendo
5 La Dama Tigre Carmesí
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y haciendo amenazas, le daba menos la impresión de una dama tigre y más la de un gato
salvaje.
"Bueno, supongo que, en este lugar, eso no es tan extraño después de todo," dijo.
En verdad, alguien tan joven como Yuuto que también se desempeñaba como patriarca del
Clan Lobo, y aunque tanto Felicia como Sigrún aún eran chicas en su adolescencia, ambas
fueron colocadas en posiciones respetables dentro del clan.
En Yggdrasil, la fuerza lo es todo. Si tienes fuerza, entonces ser joven o mujer era irrelevante.
"De todos modos, supongo que las presentaciones están en orden. Soy Yuuto, el patriarca del
Clan Lobo."
"...Hmph." Linnea respondió a la presentación de Yuuto al desviar la mirada y plantarse

firmemente en el suelo.
Pero Yuuto rápidamente pudo observar que comenzaba a temblar. Actuar de manera tan
valiente probablemente era una forma para desviar la atención de su miedo.
"No me importan las propuestas inútiles. Déjame ir directo al grano. ¿Te convertirías en uno
de mis subordinados, uno de mis hijos?" Dijo Yuuto, poniendo un aire de arrogancia.
"¡Me niego! ¿Por qué uno de los Cuerno serviría a unos perros como ustedes? ¡Deja de decir
tonterías!"
Sin la menor vacilación, Linnea rechazó su propuesta abiertamente. Y llamarlos perros

demostró que ella los veía claramente con desprecio.
"¡Es cierto, es posible que hayamos sufrido una derrota esta vez! Pero la destreza nacional del
poderoso Clan Cuerno aún supera con creces a la de ustedes, los Perros. Un milagro así no
volverá a pasar. Ahora, si me vas a matar, ¡hazlo! Pero tu cabeza rodara. Así que vete a lavarte
el cuello y espera tu destino. ¡Ha ha ha ha!"
"Heh heh... ¿eres tú quien debería dejar de decir tonterías?" Felicia se llevó la mano a la mejilla
y afirmó eso con un largo suspiro, como si arrojara un balde de agua fría sobre Linnea en el
momento más divertido.
Cuando estalló en carcajadas, la cara de Linnea se enrojeció de ira en un abrir y cerrar de ojos.
"¡¿Qué quieres decir, tonterías?!"
"Me refiero a las tonterías que dices cada vez que abres la boca. Para estar segura, puede
que alguna vez te hayamos parecido perros. Pero por la mano de nuestro hermano mayor,
hemos renacido. Somos indomables, lobos reales. Mientras él esté al mando, unos cerdos
lentos no serán rival para nosotros." Una sonrisa se extendió en los labios de Felicia, su tono
era cortes, pero eso no pudo ocultar el desdén en sus palabras. No podría encontrar mejor
ejemplo de un insulto envuelto en cortesía superficial.
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"¡¿Qué?! ¡Este pequeño chico de aspecto débil no podría ser tan bueno! "Dijo Linnea.
¡Ruido sordo! ¡Shiiiink!
Un poderoso sonido resonó a través de la tienda. Sigrún, que había estado esperando
silenciosamente al lado de Yuuto hasta ese momento, había golpeado su puño contra el
escritorio de madera frente a ellos, partiéndolo completamente por la mitad.
Esta no era la fuerza típica que uno podría esperar de una mujer. Incluso entre los hombres
grandes, había pocos que pudieran lograr semejante hazaña.
Un diseño que no había estado allí antes apareció en el hombro izquierdo de Sigrún, y
comenzó a emitir una luz tenue. Era la runa Hati, the Devourer of the Moon6, que otorgaba a
su portador rasgos de lobo y una extraordinaria fuerza física.
"Cuida tu lengua. No perdonaré a nadie que insulte a Padre”. Sigrún se enderezó de nuevo y
miró a Linnea con arrogancia. En su expresión y voz, no había rastros de la dulzura que usó
cuando interactuó con Yuuto. Ella era fría como el hielo, afilada como una espada.
"¡Ngh!" Linnea se estremeció reflexivamente.
Sigrún había sido quien la había capturado. Aunque Linnea seguramente había estado bajo la
protección de varios soldados robustos, tener la pelea física tan cerca de ella durante la última
batalla sin duda le había grabado un verdadero miedo hacia Sigrún hasta sus huesos. Esa
terrorífica fuerza acababa de exhibirse una vez más. No había duda de que Linnea estaba
aterrorizada.
El aire seguía tenso, Sigrún hizo un resoplido audible. "Al igual que Padre, te hiciste patriarca
a una temprana edad, pero no importa cómo lo mires, ni siquiera puedes ver su grandeza."
"Ahora, ahora, Rún," le dijo Felicia. "Esa comparación es un insulto para Hermano Mayor."
"Hmph," dijo Sigrún. "Odio cuando estoy de acuerdo con Felicia, pero por esta vez, ella y yo
estamos de acuerdo."
"¡Ngh! ¡¡Nnngh!!" Linnea parecía incapaz responder.
"Vaya, vaya, gemido y gemido... ¿quién es el verdadero perro aquí?" Se burló Felicia.
"Así es, gruñe y resopla como el cerdo que eres. Realmente te queda bien," Sigrún estuvo de
acuerdo.
Viendo las bromas desenfrenadas entre las dos, Linnea gritó de repente con furia. "¡Por qué
tú—! ¡No me menosprecies!"
6 El devorador de la luna
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La expresión asustada de Linnea instantáneamente fue reemplazada por furia, ella se
abalanzó sobre Sigrún a pesar de estar atada. Los guardias que la habían traído rápidamente
la sujetaron hacia abajo. Aun así, sus gruñidos y su mirada llena de odio atravesaron a Yuuto
y a los demás.
Ella realmente era como un perro enojado.
"Bien. Parece que los rumores sobre tu orgullo eran ciertos," dijo Yuuto en voz baja, para que
Linnea no lo oyera.
Ese orgullo probablemente sea algo superficial para encubrir su falta de confianza. El estallido
de antes fue el resultado de su incapacidad para soportar ser vista hacia abajo. Aun así, eso
haría que este sea el momento oportuno.
"Ambas, contrólense," ordenó Yuuto. Enderezándose después de haber apoyado la barbilla en

sus manos, fingió un tono exasperado. "Aun en esta situación, para bien o para mal, es la
patriarca del Clan Cuerno. Cuiden sus palabras."
"¡Si señor!" Las dos obedecieron de inmediato.
Yuuto sabía que habían estado actuando tal como él les había ordenado, pero no podía
soportar escuchar nada más. Él no se veía a sí mismo como una gran figura. Había estado
tratando de soportar el sentimiento de inquietud y la ansiedad que siempre surgía de su
adulación.
"Perdona su rudeza, patriarca del Cuerno," le dijo a Linnea. "Me disculpo por la falta de
disciplina de mis subordinadas."
"...No, bueno, yo también fui demasiado lejos al llamarlos perros," respondió Linnea. Su actitud
se había suavizado considerablemente.
Desde que se convirtió en patriarca, Yuuto había estado leyendo libros sobre técnicas de
negociación. Sintió que tales técnicas eran vitales para alguien en la cima.
Una de esas técnicas era jugar "policía bueno, y al policía malo". Era una característica común
en procedimientos policiacos. Con esta técnica, un oficial de policía agresivo usaría insultos,
amenazas y una manera grosera y opresiva para enemistarse con el objetivo. Entonces un
segundo oficial de policía con una actitud más amable intervendría, regañando al policía
agresivo, para que la conversación fluyera mejor, y el policía bueno se ganaría su confianza y
simpatía.
En esta situación, Felicia y Sigrún estaban jugando a los policías malos, mientras Yuuto hizo
el papel del policía bueno.
"Volvamos al tema," dijo Yuuto. "¿De qué estábamos hablando? Oh, sí, del asunto de que te
conviertas en mi hija."
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"...Y yo te dije que no estaba interesada." Linnea una vez manifestó su negativa, pero esta vez,
carecía de la ferocidad de antes. Se sentía como si ella lo estuviera diciendo a medias.
Las cosas estaban avanzando según lo planeado, y Yuuto no pudo evitar regodearse en su
mente.
Su conciencia lo regañaba por estafar, engañar y amenazar a una chica de tan joven, pero si
no podían llegar a un buen término en estas negociaciones, la lucha continuaría y ambas partes
verían incluso más derramamiento de sangre. Yuuto no tuvo más remedio que usar estos
métodos para evitar ese resultado.
Las bases ya habían sido establecidas. Habiendo esperado el momento correcto, Yuuto ahora
podría hacer sus verdaderas demandas.
"Hm... ¿qué tal si te conviertes en mi hermana menor?" Preguntó.
La patriarca del Clan Cuerno, Linnea, estaba tan desconcertada como podría estarlo una
persona.
No importa cuántas veces lo pensara, no pudo encontrar una explicación satisfactoria del como
es que las cosas habían llegado hasta este punto.
Tres o cuatro generaciones atrás, el Clan Lobo había florecido, pero ahora estaban en ruinas;
se convertirían en un insignificante clan cuyo poder nacional era muy inferior al del Clan Cuerno.
Y hasta hace poco, habían estado en guerra con su país vecino, el Clan Garra. No era difícil
de imaginar que seguirían cayendo en el desorden.
Además, cuando el nuevo patriarca del Clan Lobo llegó al poder hace un año, había oído que
era un simple muchacho de dieciséis años de origen desconocido. Debería haber sido fácil de
tratar con...
Debería haber sido.
Después de reunir casi el doble de soldados que sus enemigos y esperar una batalla perfecta,
en cambio sufrió una cruel y devastadora derrota... la orgullosa comandante se había
resignado a su destino como prisionera del enemigo.
La realidad a la que se vio obligada a enfrentarse ahora era dura: el enemigo al que había
despreciado como simples perros ahora claramente veía como su pueblo, el Clan Cuerno, era
completamente inferior a ellos. Por supuesto, este comportamiento era en parte solo alarde, el
Clan Lobo exagerando su fuerza ante el enemigo derrotado con el fin de mover las
negociaciones a su favor. Ser el vencedor tenía sus ventajas, después de todo.
Aun así, eso era solo la mitad. Las miradas de respeto y adoración que la gente del Clan Lobo
le daba a Yuuto claramente no eran normales. Todos derramaban la devoción que era de
esperarse para un patriarca sobre este chico tan débil.
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Eso incluso incluía a Sigrún el Mánagarmr y Felicia el Alsviðr o "Wise Wolf7", guerreros cuyos
nombres eran conocidos incluso entre el Clan Cuerno. Y más que nada en este momento, el
hecho de que el Clan Cuerno haya experimentado una derrota tan aplastante en sus manos
seguramente era un estímulo para Linnea.
Estaba empezando a preguntarse si no habría cometido un gran error de cálculo. Si las cosas
se mantienen así, su propio clan podría ser destruido.
"¿...Una hermana pequeña?" Dijo Linnea lentamente.
Habiéndole ofrecido tal concesión era como si Yuuto le estuviera ofreciendo una mano amiga,
incluso Linnea no podía negarlo esta vez.
Era de conocimiento básico en este mundo que convertirse en un hijo significaba obediencia
absoluta por principio. Por supuesto, ella no podía aceptar eso.
También se esperaba que los hermanos menores veneraran y obedecieran al hermano mayor,
pero no estaban tan sometidos como con los hijos. Como opción, había más razones para al
menos considerarlo.
"Ese es el único compromiso que estoy dispuesto a ofrecer," le dijo Yuuto.
"¡Ngh!" Linnea dejó escapar un grito sin palabras y angustiada.
Era un asunto que requería pensarlo cuidadosamente, pero no había tiempo para meditarlo.
En primer lugar, pensar las cosas con calma en la situación actual sería casi imposible. Por lo
tanto, ella no había notado la trampa.
Yuuto podría tratarlo como una concesión, pero no le había dado nada — simplemente estaba
retirando las demandas más contundentes. Era una táctica conocida como "highballing".
Era una táctica de negociación utilizada en los casos en que se sabía que sus demandas reales
serían rechazadas desde el principio, por lo que primero emitieron demandas más altas, y
luego de que esas demandas fueran rechazadas, emitieron demandas más pequeñas, las que
se habían previsto originalmente.
Además, debido a los efectos de la táctica mencionada de "policía bueno y policía malo," había
sembrado la inquietante posibilidad de que tal vez su propuesta fuera amable.
Linnea había quedado completamente atrapada por el plan de Yuuto.
"Unngh, pero..."
Aun así, parecía que Linnea aún no había sido convencida de convertirse en la hermana menor
de Yuuto. Al parecer, todavía se resistía a la idea de obedecer a los perros de menor rango.
7 El lobo sabio
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Si descaradamente se convertía en la hermana pequeña de un "perro" y luego regresaba a su
país, no podría evitar las acusaciones de que había vendido a su pueblo.
Ser visto de esa manera sería insoportablemente humillante. Ella probablemente sintió que la
muerte realmente sería mejor que ese destino.
"N-no, nosotros del Clan Cuerno no nos colocaremos debajo de ti, el Clan Lobo…"
"Ya veo. Entonces supongo que no tengo otra opción. Tendremos que encárganos de hacer
un segundo Van."
"¡¿...?! ¡¿Entonces planeas quemar nuestra ciudad por completo?!" exclamó.
El comentario de Yuuto fue tan casual, casi parecía que se le acababa de ocurrir, sin embargo,
Linnea estaba inquieta. El patriarca del Clan Lobo la miraba con ojos fríos e inhumanos,
aparentemente indiferente por el estado de ánimo ahora amenazante.
Van.
El nombre de una ciudad que una vez había sido parte del dominio del Clan Garra.
Ya no estaba allí.
Eso fue porque el hombre que tenía delante había quemado todo, incluso a sus mujeres y
niños, sin dejar a nadie vivo.
"Así será, si no aceptas mi Cáliz." añadió Yuuto. "No tengo intención de perdonar a nadie que
vaya en mi contra."
"¡...!"
Su clara y fría declaración hizo que la sangre que había enrojecido su rostro ahora se fuera
completamente.
Cuando Linnea había reunido sus tropas para atacar al Clan Lobo, una de las razones era su
sentimiento de indignación al Vánagandr— "La tragedia en Van" y en el patriarca que había
ordenado el ataque. Ella no podía aceptar algo, o alguien, tan inhumano. Ahora la idea de esa
atrocidad nuevamente pesaba sobre el corazón de Linnea.
Aunque llevaba el título de "patriarca", todavía era una chica pequeña, ni siquiera había
cumplido quince años. Esta fue la primera vez en la que realmente entendió desde que se
convirtió en patriarca, el impacto real que sus decisiones le causaban la vida de decenas de
miles de personas. Su cuerpo no paraba de temblar.
"No me importa lo que sea, ¿qué decides?" Preguntó Yuuto. "Date prisa y decide. Mis ofertas
no permanecen sobre la mesa mucho tiempo."
"¡Urgh!" Finalmente exclamo. "Muy bien. Me convertiré en tu hermana pequeña. Sin embargo,
¡no me estoy convirtiendo en tu hija! ¡Solo una hermana pequeña!"
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En las profundidades de una abrumadora tristeza, Linnea aceptó la propuesta de Yuuto.
================ Cambio de escena ================
"Pheeeeeeeeeeeeeeeeeew."
Una vez que la reunión de los patriarcas había terminado y Linnea estaba completamente fuera
de la vista, el agotamiento se apoderó del cuerpo de Yuuto, probablemente resultado de
mantener esa tensión durante tanto tiempo.
Tras ese prolongado suspiro, su cuerpo cansado se deslizó de su asiento al suelo.
"¿E-estás bien, padre?! ¿Le ha sucedido algo a tu cuerpo?" Sigrún corrió al lado de Yuuto,
realmente asustada.
No había ni una sombra de la frialdad o dureza que cualquiera de ellas había demostrado
cuando estaba Linnea. Al darse cuenta de esto, Yuuto no evitar sonreír con ironía.
Todo el Clan Lobo tomó tan mal el hecho de que se les llamara perros, pero la forma en que
estaba actuando ahora Sigrún hacía que fuera imposible el no pensar en un perro quejándose
de preocupación por su amo. Por supuesto, no había manera de que él pudiera decir algo tan
grosero, entonces él dijo algo más en su lugar.
"Solo estoy cansado. Siempre te preocupas demasiado. Aunque supongo según los
estándares de este mundo soy alguien débil y frágil."
"N-no, eso no es..." La voz de Sigrún se encogió y sus palabras se fueron apagando.
Ella realmente piensa que soy débil, pensó Yuuto y sonrió con ironía.
Pero él no la culpó por eso en lo absoluto. Cuando llegó por primera vez a este mundo, no se
sentía bien con la comida y el agua, y regularmente tenía problemas para mantener algo en
su estómago. Sospechaba que esa imagen todavía seguía en la mente de Sigrún, incluso
ahora.
"¡Tee hee! Desplomado en el suelo de esa manera, nadie podría creer que eres el gran
'Hróðvitnir' cuyo nombre es famoso entre nuestros países vecinos." Los ojos de Felicia se
entrecerraron de diversión.
Yuuto se había deslizado al suelo, apoyando su espalda en las patas de la silla, al diablo su
dignidad.
"Pero sigue siendo infamia, y no fama," dijo deliberadamente, enderezándose.
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Tras el incidente en Van Yuuto se ganó el apodo de Hróðvitnir 'the Infamous Wolf8', junto con
una reputación de ser un tirano imperdonable e inhumano.
Él realmente ayudó a difundir esa reputación a propósito.
Al igual que Sun Tzu, Yuuto había comenzado a leer El Príncipe de Maquiavelo después de
convertirse en patriarca con el fin de adquirir el conocimiento apropiado para un líder. Dijo que
aquellos que serían líderes, aunque normalmente se comportaban con benevolencia, a veces
tendrían que ser fríos o malvados. También dijo que, si cometen tales atrocidades, deberían
hacerse de una vez, en lugar de hacerlo poco a poco.
Haría que la gente te temiera, se le quitara el deseo de luchar contra ti, y en última instancia,
los sacrificaría para que te obedecieran.
Un ejemplo famoso de esto fue la atrocidad de Masamune Date en Castillo Odemori. Mientras
capturaba el castillo, Masamune lideró la masacre de sus habitantes. Al enterarse de esto, su
enemigo Sadatsuna Oouchi había estado absolutamente aterrorizado y se retiró del Castillo
de Obama sin pelear. Al llegar al castillo de Obama, Masamune lo capturó sin tener que
derramar ni una gota de la sangre de sus propios hombres. Incluso el ya mencionado
Sadatsuna Oouchi más tarde se convirtió en subordinado de Masamune.
En cierto sentido, se podría decir que la idea del Vánagandr nació de este evento.
"Todavía no puedo aceptarlo," dijo Sigrún indignada. "Padre nunca cometió una atrocidad en
Van. Es una persona muy benevolente..."
"No soy benevolente, solo blando," dijo Yuuto con una expresión de dolor, murmurando
mientras sacudía la cabeza de un lado a otro.
La realidad no es tan simple. Solo con ser frio y desapasionado, en ocasiones puede permitirte
evitar el derramamiento de sangre, ser demasiado amistoso podría hacer que el enemigo te
tomara a la ligera, y eso solo intensificaría la lucha y el derramamiento de sangre.
Era cierto que Yuuto había quemado a Van por completo, pero en realidad, primero había
trasladado en secreto a sus habitantes a un pueblo del territorio del Clan Lobo. Y así, la leyenda
de su atrocidad había nacido.
Se dice que no puede haber represión de rumores. Si la verdad salía a la luz y hacía que los
clanes vecinos despreciaran al Clan Lobo como un clan débil, eso podría hacer estallar luchas
en las que se derramaría mucha más sangre del Clan Lobo que la de los residentes de Van a
quienes había salvado. Sin embargo, aunque conocía ese riesgo, Yuuto no habría sido capaz
de matar a esa gente. Él no podría ir tan lejos. Él no podría ser tan insensible.
A pesar de que la realidad de este mundo, en el que la debilidad y la suavidad se compensarían

con el derramamiento de sangre, le había quedado claro una y otra vez.
8 El Lobo Infame
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"¿…Eh?"
De repente fue abrazado y acercado más. En ese momento, una sensación suave y cálida
cubrió su rostro.
¿Otra vez? Tan pronto como se dio cuenta de quién era, Yuuto entró en pánico e intentó
alejarse.
"Considero que su generosidad es invaluable, Hermano Mayor," dijo Felicia. "Por favor, no te
culpes a ti mismo."
La voz suave y amable de Felicia de alguna manera le robó las fuerzas para resistirse. Podía
sentir los latidos de su corazón. Sentía como si el odio hacia sí mismo que había herido su
corazón estuviera siendo magullado su propio corazón estuviera siendo sanado.
"...Felicia, gracias, como siempre," respondió.
"¡Tee hee! No he hecho nada por lo que debas agradecerme."
"Aun así, lo aprecio."
"¡Yo también te tengo mucho respeto, Padre!"
"Ah, gracias, Rún".
"¡Sí!" Una sonrisa se extendió por la cara de Sigrún como una flor floreciendo. Estaba
genuinamente encantada con las simples palabras de Yuuto.
Yggdrasil no era la época ni el lugar en el que Yuuto había nacido y crecido. Había muchos
aspectos de la vida de aquí que eran inconvenientes, y la nostalgia de su hogar soplaba
regularmente a través de su corazón como un viento frío. Pero también tenía personas como
Felicia y Sigrún que lo cuidaban y lo ayudaban.
De repente una sonrisa apareció en los labios de Yuuto.
"Muy bien, vamos. De regreso a nuestra ciudad, Iárnviðr."
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Acto 2
El recuerdo más antiguo que Yuuto podía recordar era el de una llama que sale de horno
dentro de una habitación oscura.
El padre de Yuuto había sido un artesano serio que rara vez volvía a casa, eligiendo
principalmente encerrarse en su pequeño taller en las afueras de la ciudad. Había sido
taciturno, e incluso en las ocasiones en que volvía a casa, casi nunca hablaba con nadie.
Naturalmente, Yuuto no tenía recuerdos de jugar con él. Aun así, con frecuencia se dirigía al
taller y simplemente miraba a su padre, mientras balanceaba su martillo con una gran
concentración.
Cuando llegó a la escuela primaria, su padre comenzó a permitirle ayudar. La primera vez que
lo hizo fue la primera vez que el padre de Yuuto le había enseñado a hacer algo, y Yuuto se
aseguró de recordar todo lo que le habían enseñado.
Pensando en el pasado, no había mucho pudiera hacer siendo un estudiante de primaria. Aun
así, el poder ayudar a su padre era algo de lo que estaba orgulloso.
Yuuto amaba a su padre. Lo respetaba desde el fondo de su corazón.
Se sentía así hasta dos meses antes de que quedara atrapado en Yggdrasil.
Hasta que escuchó las palabras de su padre el día en que su madre muriera...
================ Cambio de escena ================
"Tch, no de nuevo." Abriendo los ojos, Yuuto suspiro profundamente y se puso de pie.
Aunque no quería pensar en su padre, a veces esos recuerdos salían a la luz en sus sueños.
No había nada más deprimente para él.
El interior de la tienda estaba a merced de una oscuridad desconocida. Aparentemente aún

era de noche. Había pasado medio día desde la batalla con el Clan Cuerno. Estaban
programados para llegar a la capital del Clan Lobo, Iárnviðr, pasado mañana.
La distancia era tan cercana que una persona que viajaba en automóvil podría haber llegado
en cuestión de horas, pero dado que los soldados de infantería representaban más de la mitad
de sus fuerzas armadas, esto era lo más rápido que podían llegar. Y acampar alivio un poco
el agotamiento. Más que nada quería regresar a la ciudad y a su habitación, pero por el
momento no había mucho que se pudiera hacer al respecto.
"Mnn, supongo que estoy despierto," murmuró. Había estado esperado volver a dormirse, pero
su mente estaba completamente despierta. Por el momento, no parecía que el sueño fuera
una posibilidad.
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Maldito seas, viejo, Yuuto maldijo para sí mismo y se dirigió a la cortina que colgaba sobre la
entrada, la abrió y salió.
Un incontable número de estrellas brillaban en el cielo, como si hubiera sido cubierto con joyas.
En el siglo XXI, en Japón, gracias a la contaminación lumínica de las ciudades, el área rural
era único lugar donde se podía ver las estrellas. Pero Yuuto había sido criado en el campo,
por lo que era un espectáculo con el que había crecido, y por lo tanto no era algo que
particularmente le conmoviera. Todo lo que hacía era causarle nostalgia.
"Oh, es cierto. Hoy sería el Tanabata9," murmuró.
En el cielo noreste, Yuuto había notado particularmente que dos estrellas brillantes se habían
levantado en el horizonte, recordándole la fecha que se mostraba en su teléfono inteligente.
También habían pasado dos años desde que había venido a este mundo.
"Habiendo provocado la ira de los cielos, Orihime y el Pastor nunca más podrían encontrarse,"
Yuuto murmuró la vieja leyenda mientras usaba esas dos estrellas como punto de partida para
buscar a las demás.
En poco tiempo, logró encontrar a Lyra y Aquila. Justo debajo de ellas, al límite del horizonte,
se extendía una banda de luz nubosa—la Vía Láctea, el "río celestial" que fluía por el espacio.
"De verdad... el cielo nocturno aquí no es diferente al de mi mundo."
Incluso para las estrellas, varios milenios no eran más que un abrir y cerrar de ojos. A pesar
de la melancolía que sentía, Yuuto se aferró firmemente a ese pensamiento.
Este cielo nocturno familiar era una pieza importante de información. Significaba que Yggdrasil
no era otro mundo, sino más bien que era algún lugar de la Tierra.
Basándose en algunas otras deducciones, había llegado a la conclusión de que posiblemente

el haya sido arrastrado al pasado. A juzgar por la cultura y las herramientas que usaban aquí,
parecía estar entre los años 2000 y 1300 a.C. En otras palabras, a finales de la Edad de Bronce.
Para empezar, en la Tierra moderna, no había un lugar en el que Yuuto creyera que se libraran
guerras con espadas y lanzas. Tal vez todavía lo hacían en los bosques del África o lugares
similares, pero las constelaciones colocan este lugar en el hemisferio norte.
Luego estaba la tierra. No solo el Clan Cuerno, sino también el Clan Pezuña alardeaban de
tener una gran extensión de tierra fértil. Había escuchado que en Yggdrasil había numerosos
clanes del mismo tamaño y alcance que el clan Pezuña.
Era difícil pensar que durante o después del imperialismo que empezó durante la era de los
descubrimientos a mediados del siglo XV, los occidentales que habían invadido agresivamente
9 Festividad de las estrellas
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otros territorios en el nombre de Dios y el imperio miraría hacia donde alguien que poseyera
una vasta tierra cultivable. Ellos definitivamente querrían colonizarla. Yuuto no podía explicar
esta situación de otra manera más que la que fue arrastrado al pasado.
"Aun así, ¿dónde es que esta exactamente este lugar?"
Solamente mirando hacia el cielo, no pudo evitar peguntárselo. Yuuto ya había perdido la
cuenta de cuantas veces se había hecho esa pregunta, y Yuuto había perdido la cuenta de
cuántas veces se había hecho esa pregunta, y así, sin dirección, miró hacia la cordillera, que
era iluminada por la luz de la luna.
Eran las Montañas de Himinbjörg, una de las cadenas montañosas que surgían del centro de
Yggdrasil y que juntas eran conocidas como el “Techo de Yggdrasil.”
Yuuto recuerda haber escuchado la palabra "Yggdrasil" incluso antes de venir aquí. Era una
palabra utilizada con bastante frecuencia en juegos y mangas. Se refería al árbol del mundo
que aparecía a menudo en los viejos mitos nórdicos La ciudad a la que se dirigían ahora,
Iárnviðr o "Ironwood", ese también era un nombre que aparecía frecuentemente en los mitos
nórdicos, conocido como un bosque que es habitado por lobos.
"Sin embargo, este no es el norte de Europa," murmuró.
Revisando en su teléfono y buscando en internet, rápidamente descubrió cómo medir la latitud.

Si lograra medir el ángulo en el que se encontrara Polaris podría saberlo. Aunque él no era
más que un astrónomo aficionado, Yuuto supuso que se encontraba más o menos entre las
latitudes 50 y 52 norte, alineados aproximadamente en la parte central de Alemania.
Los mitos nórdicos originalmente eran mencionados como mitos del pueblo germánico, lo que
podía llegar a pensar que se podría tratar de Alemania, pero tampoco parecía ser el caso.
La cordillera que observaba Yuuto parecía lo suficientemente alta como para perforar el cielo,
sin embargo, era algo que no había podido encontrar algo similar en la latitud de 50 grados. Y
había estado mirando el mapa de Europa que se mostraba en su teléfono inteligente con una
tanta fuerza que pensó que podía hacerle un agujero. Sin embargo, aún tenía que revisar los
mapas de China y Estados Unidos.
Sin embargo, si se tratara de China, el color de los ojos y del cabello de la gente de aquí no
parecían ser bastante occidentales para serlo, y en cuanto a Estados Unidos, el terreno era
demasiado diferente de lo que había escuchado hasta ahora de Yggdrasil.
"En verdad no tengo ni idea..." Yuuto se rasco la cabeza vigorosamente.
El que supiera la longitud no ayudó. Durante los últimos dos años, el GPS en su teléfono
inteligente le informaba regularmente “no se pude detectar su ubicación en este momento” y
nada más. Aun así, teniendo el conocimiento moderno, había pensado que encortar la longitud
fácilmente, y, sin embargo, resulto ser frustrante.
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Ni siquiera sabía la ubicación del Real Conservatorio en Greenwich, Inglaterra, y ese era el
puto de partida para encontrar la longitud. Como resultado, había perdido la esperanza de
identificar su ubicación actual.
"Oh, Hermano Mayor. ¿No puedes dormir?"
Al escuchar que alguien lo llamaba desde atrás, de repente se dio vuelta y vio a Felicia, con
su cabello dorado moviéndose por el viento, y sonriendo ligeramente.
Yuuto sonrió amargamente y se encogió levemente de hombros. "Tuve un sueño extraño. Y

me despertó."
Lo había pensado como un comentario trivial, solo para conversar, pero noto que la sonrisa de
Felicia desapareció en un instante, las ruedas de su aguda mente comenzaban a girar.
"Hermano Mayor, su amabilidad es uno de sus puntos buenos. Pero en realidad no hay
necesidad de que se preocupe..."
"Oh, no. No se trataba de la batalla." Yuuto sintió que Felicia estaba preocupada, por eso trato
de aliviar sus preocupaciones.
Cuando llegó por primera vez, tenía pesadillas después de cada batalla. En esos momentos,
siempre había sido Felicia quien lo abrazaba suavemente y consolándolo.
Desde que había venido a este mundo, Felicia se había entregado noblemente a él. No lo hizo
cuando se convirtió en patriarca, sino desde que había llegado, incapaz de hablar el idioma,
incapaz de hacer un trabajo que requiriera fuerza. Yuuto no podía recordar las veces que esa
devoción lo había salvado.
Incluso si para ella, esa devoción no era más que un intento de expiar lo que había hecho.
"Bien, entonces, ¿qué tipo de sueño tuviste?" Felicia se sentó suavemente junto a Yuuto y
preguntó.
Un dulce olor y femenino paso por la nariz de Yuuto. En el campo de batalla, uno no podría
llevar algo como perfume, y por esa razón Yuuto estaba completamente desconcertado de
como una mujer podría oler tan bien en este lugar.
"Oh, era uno sobre mi estúpido padre. Ugh, me enferma pensar en él," dijo tranquilamente,
tratando de tranquilizar su tembloroso corazón.
"¿Tu verdadero padre? Ya veo. Debes echarlo de menos."
"¡Bah! ¿Qué estás diciendo? ¡No quiero volver a ver a un idiota como él!" Yuuto escupió y
dirigió su mirada a otro lado y dijo hmph.
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Con el rabillo del ojo, vio a Felicia jadeando, como si fueran risitas. O al menos, eso era lo que
pensaba, pero al instante, notó que se mordía el labio, como si soportara algún dolor.
"Tú eres quien se preocupa mucho por las cosas, ¿sabes?" Yuuto le respondió a Felicia y le
dio unas palmaditas en la cabeza.
Yuuto podía adivinar cuales eran los pensamientos que estaban pasando por la mente de
Felicia. Ella estaba molesta consigo misma por haberse burlado de su reacción anterior,
pensando de que no tenía derecho a reírse de esto. Quién había arrastrado a Yuuto a ese
mundo, quien lo había separado de su familia y seres queridos, no había sido nadie más que
la propia Felicia.
"Estoy agradecida por su preocupación, pero después de todo yo soy la culpable de todo esto,"
dijo Felicia una risita como si se despreciara a sí misma.
En estos días, bromeaba con Yuuto y solo le había mostrado su brillante sonrisa, pero en esos
primeros días, siempre tenía su rostro rígido y una expresión oscura.
La runa que poseía, the Expressionless Servant Skírnir, era una runa que se podía usar para
varias cosas. Le otorgó un extraordinario talento y habilidades tanto físicas como en las artes,
junto a la capacidad de utilizar poderes misteriosos como el galldr.
Entre los numerosos poderes otorgados por the Expressionless Servant se encontraba uno
llamado "Gleipnir." Era el poder de capturar y enlazar cosas que poseían cualidades extrañas
o aberrantes.
Originalmente era una técnica destinada a sellar los poderes sobrehumanos de los Einherjar,
pero ese solo era su propósito principal. Había una posibilidad de que ese poder se haya
activado accidentalmente de forma inesperada e involuntaria.
Yuuto realmente no entendía de magia, por lo que estaba haciendo muchas suposiciones. Sin
embargo, había altas posibilidades de que...
"No fue solo tu culpa," dijo Yuuto hablando entrecortado. "Yo tengo la culpa por no ser
cauteloso." Una modesta sonrisa se apareció en sus labios.
Decir que no se había enojado por lo que Felicia había hecho seria mentira. Pero ella no lo
había arrastrado a este mundo intencionalmente. Había sido, de principio a fin, el resultado de
varias coincidencias.
Yuuto sospechaba que ver al espejo del santuario atreves de un espejo opuesto también
podría ser uno de los principales factores que lo llevaron aquí. Es por eso que una parte de
Yuuto pensaba que tenían la misma culpa.
Aun así, Felicia se sentía muy culpable, y por eso intentaba hacer todo lo que pudiera por él.
Si ella no hubiera estado cerca, Yuuto estaba convencido de que hubiera caído en una
desesperación y se habría suicidado, o de lo contrario, al no poder conseguir alimento, hubiera
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muerto. Es por eso que no sentía otra cosa que no fuera gratitud hacia Felicia, y aunque se lo
decía a menudo, ella parecía tomarlo como si solo fuera considerado. Y parecía que eso no
cambiaría pronto.
"Uhm, ¿Hermano Mayor?" La cara de Felicia de enrojeció de vergüenza mientras miraba a

Yuuto.
Tomo un respiro. "Oh, lo siento. Es un mal hábito mío."
En pánico, Yuuto apartó su mano de la cabeza de Felicia. Él había estado acariciando su

cabeza por algún tiempo sin darse cuenta. Posiblemente porque había pasado cuidando a su
llorona amiga de la infancia, cada vez que miraba a una chica que estaba a punto de llorar,
tenía la costumbre de acariciar su cabeza y consolarla.
Negándose a separarse, Felicia lo miró intensamente y tomó su mano. "Oh, realmente no me

importa."
Respondiendo al gesto amoroso de Felicia, el corazón de Yuuto se aceleró.
"Oh, no, bueno, eres mayor que yo, así que no debería... ¡Oh!" Ya era demasiado tarde para
arrepentirse o retractarse de sus palabras.
La mirada amorosa de Felicia desapareció rápidamente de su cara. De la misma manera en la

que Sigrún pierde su dulzura cuando interactúa con otros que no sean Yuuto.
"Eso es verdad," dijo Felicia. "De hecho, soy mayor que tú. Sí... sí, en medio año, será mi
vigésimo cumpleaños y todavía no me he casado. Sí, sí, ¡puede que haya esperado
demasiado! Aun así, eso no significa que no sea atractiva. Simplemente es porque ningún
hombre me ha tomado como prometida, porque no hay nadie digno en el Clan Lobo, lo que
quiero decir, es que fui yo quien los rechazó. Además, en primer lugar, he decidido dar mi vida
para servirte, Hermano Mayor, así que ¿cómo se atreven esos viejos podridos a decir cosas
como...!"
Las palabras que salían de los labios de Felicia, eran maldiciones empapadas con un gran
desdén, que provocaron que Yuuto hiciera una rígida sonrisa.
No hay que hablar con Felicia sobre la edad o el matrimonio, pensó Yuuto mientras se divertía.
Eso era, entre la gente del Clan del Lobo, conocido como un acuerdo tácito.
La amable Felicia, cuya brillante sonrisa normalmente era imperturbable, cambió su actitud
cuando surgió el tema. Una oscuridad instantánea... ¡casi de un tono negro!
Era una regla de Yggdrasil que las chicas se casaran en su adolescencia. Para una persona
del siglo XXI como Yuuto, eso podría parecer demasiado pronto, pero mirándolo desde el punto
de vista del comportamiento humano, tal vez el comportamiento de un japonés moderno aún
más antinatural.
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Hablando globalmente, hasta la segunda mitad del siglo XIX, el matrimonio durante la
adolescencia era algo normal. En Japón era igual. Y en todo el mundo durante esa época la
percepción general era que si una chica no se casaba en su adolescencia es porque tenía algo
malo en ella.
Y al estar cerca del tiempo límite, Felicia sentía una presión extrema de todos los que la rodean,
por lo que su ansiedad con respecto a ese tema era extremadamente normal.
"B-bueno, si cuentas como en mi mundo, solo tendrías 17," Le dijo Yuuto.
"¡Así es!" Gritó. "¡El calendario es el culpable aquí! Por supuesto, tu país usa un calendario
más razonable, ¡Hermano Mayor! ¿Por qué mi fecha de nacimiento no podía ser de siete días
antes? Y esa chica perro, ¡solo cumple 18 este año! ¡Todo esto tan extraño!" Felicia apretó los
puños mientras gritaba, una loba dorada aullando sus problemas a la luna.
Tal vez esta era la causa de su resentimiento hacia Sigrún.
En Yggdrasil, según su punto de vista no pensaban en el número cero, así que tan pronto
como una persona naciera, su edad seria "un año." Y, como es una cultura que usa el
calendario lunar, una vez que llegaba el año nuevo, todos al instante aumentaban su edad un
año.
En otras palabras, para alguien como Felicia que nació a finales de año, varios días después
de su nacimiento, ya se la consideraba como alguien de "dos años," mientras que alguien que
nació a principios de año, como Sigrún, pasarían doce meses antes de que cumpliera dos años.
Para una chica que se preocupaba por su edad, ese método de contar debe haberle parecido
injusto.
"Oh, lo siento. Perdí la compostura por un momento."
"Oh... bueno, yo soy el único que sea ha equivocado," le dijo Yuuto.

"Para compensarlo, permíteme ofrecerte una canción de cuna."
"Oye, soy un poco mayor para..."
"¿Mayor?"
"¡No importa! Está bien."
Sintiendo que Felicia volvería otra vez a su fría expresión, rápidamente Yuuto se retractó de
sus palabras. A pesar de que se suponía que era el Patriarca, instintivamente te asumió una
postura firme y formal.
Felicia asintió fríamente y se dirigió hacia la tienda de Yuuto.
"Oye, no deberías entrar a la habitación de un hombre en medio de la noche." Yuuto comenzó

a quejarse.
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"¿Oh? No me molestaría atender tus necesidades durante toda la noche. Se dice desde la
antigüedad que la piel de una mujer puede aliviar las ansiedades del campo de batalla." Los
ojos entrecerrados de Felicia se llenaron de sensualidad cuando ella le lanzó una mirada
seductora.
Y como si eso fuera poco, su silueta era iluminada por la luz de la luna, y eso la hacía parecer
mágica, dándole una belleza más cautivadora que la luz del sol, haciendo que su corazón
latiera cada vez más fuerte.
Después de todo, Yuuto era un adolecente. Tener a una chica, y especialmente una chica tan
hermosa como Felicia, hablando de "atenderlo" durante toda la noche, no es como si el no
estuviera interesado. Trago saliva instintivamente.
"Hee hee, entonces, ¿qué haremos?" Preguntó Felicia.
"Agradezco la oferta, pero me temo que debo rechazarla. No quisiera traicionarla." Dijo Yuuto
de forma natural y desviando la mirada.
Dijo eso sin mírala, porque si la miraba, su encanto podría hacer que perdiera la razón.
Incluso si no tuviera a Mitsuki, eso no significaba que hubiera cedido. Ella claramente todavía
se sentía culpable por lo que le hizo. Aprovecharse de esos sentimientos y su devoción haría
que él se sintiera culpable. Eso sería mancillar a la persona que lo ayudo con sus necesidades
básicas; se sentiría como si fuera una bestia. El orgullo de Yuuto no se lo permitiría.
"Oh, que pena." Con una sonrisa traviesa, entro a la tienda.
Instintivamente Yuuto miro hacia el cielo, "Dame un respiro. Incluso mi sensatez tiene límites."
Respirando profundamente trata de calmarse, Yuuto entro en la tienda después de Felicia.
La llama de la linterna que Felicia encendió ilumino toda la tienda con un suave resplandor
naranja. Estaba sentada en la cama de madera que estaba a un extremo de la tienda. Felicia
mostraba una dulce sonrisa mientras palmeaba su regazo.
"No tengo intención de irme hasta que descanses, Hermano Mayor."
Después de captar su atención, Felicia se sentó, sonriendo amable y dulcemente.
Un hombre que no responde a las insinuaciones de una mujer debería sentirse avergonzado.
Esas palabras pasaron por su mente. Su razonamiento se vuelve a activar, diciéndole que no
debe dejarse engañar por eso.
"Apenas has podido dormir durante el mes pasado, ¿verdad?" Dijo. "La batalla ha terminado,
así que debes descansar. Por favor, permíteme hacer algo por ti."
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Sus ojos estaban llenos de una gran preocupación que pareciera que fuera a llorar, y al final
él no podía rechazarla. Ella tenía razón; durante el mes pasado, él no podía relajarse, porque
se preguntaba cuando atacaría el enemigo, en todo caso, hubo muchos días en los que dormía
superficialmente.
Ella siempre parece estar bromeando, pero en realidad, pero ella en verdad está preocupado
por él y su salud. La verdad era que, como estaba nervioso y en estado de alerta, tampoco
sentía que fuera capaz de dormir profundamente.
"...Está bien, lo dejare en tus manos." dijo al final. Yuuto se preparó, se dejó caer sobre la cama
y puso su cabeza en el regazo de Felicia. Como tratando de resistirse, tenía su cabeza mirando
hacia al abdomen de Felicia. No quería que ella viera su cara en este momento.
"Sí. Buenas noches, Hermano Mayor," dijo. Una ligera y relajante melodía salir de los labios
de Felicia.
Recordó haber escuchado esa frase musical antes, porque este galldr, era de "descanso
pacífico," que le había cantado en muchas ocasiones.
Creo que realmente estoy cansado, pensó Yuuto, y justo cuando lo hizo, sus párpados se
volvieron pesados, y su conciencia fue absorbida por el galldr, lo que le permitió callera en la
oscuridad.
================ Cambio de escena ================
"¡Padre! ¡Podemos ver nuestra ciudad, Iárnviðr!" Cuando escucho la voz de Sigrún, Yuuto se
puso recto dentro del carro.
Un gran espectáculo entro en la visión de Yuuto: una amplia extensión de terrenos llenos de
tierra y rocas, con una cordillera ligeramente visible a lo lejos.
Más de cien ovejas marchaban lentamente por los terrenos, seguidas por un perro. Las ovejas
eran la principal fuente de alimento del Clan Lobo, y también se usaban para confeccionar ropa,
lo que hacía que mantenerlas fuera una industria indispensable. En la dirección hacia la que
se dirigían las ovejas había una distante, pero visible, estructura de color marrón rojizo. Era la
torre sagrada Hliðskjálf, el inconfundible símbolo de la capital del Clan Lobo, Iárnviðr.
"Finalmente estamos en casa," dijo Yuuto. "Siento que finalmente puedo respirar de alivio."
Ya había pasado más de un mes desde que habían regresado a la ciudad. Realmente había
estado anhelando un techo sobre su cabeza y una cama caliente. Instintivamente, un suspiro
de alivio escapó de los labios de Yuuto.
"Sí. Después de todo esa ciudad es la guarida de nuestro Clan Lobo," dijo felizmente Felicia,
sentada al lado de Yuuto.
Llegando a casa y dando un suspiro de alivio, ¿mmm? Yuuto soltó una risa con ironía.
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Sus sentimientos sobre el tema eran muy complejos, pero al final, esa ciudad se había
convertido en un segundo hogar para Yuuto.
"Quiero bañarme lo antes posible," dijo Sigrún con seriedad, galopando al lado junto al carro
de su caballo favorito. Mánagarmr o no, ella todavía era una chica, y naturalmente quería
sentirse limpia.
"Si es cierto. Yo también quiero uno," él estuvo de acuerdo.
Ser capaz de darse un baño en esta época, para una persona del siglo XXI como Yuuto, era
algo por lo que estar verdaderamente agradecido. Quería quitarse el sudor, la suciedad y, lo
más importante, el olor a sangre.
"¡Tee hee! En ese caso, Hermano Mayor, te lavaré la espalda," Felicia bromeó.
"¡¡Tch...!! ¡Padre! ¡Aunque podría ser presuntuoso, yo también lo ayudaré!"
"No, estoy bien." Yuuto rechazó rotundamente sus ofertas.
Por supuesto, como hombre, la posibilidad de que dos hermosas chicas querían lavarle la
espalda hacía que su corazón se acelerara, pero al final, mantener la calma era primordial.
Dormir en el regazo de Felicia la noche anterior ya había estado al borde del límite. Yuuto no
quería convertirse en un político depravado, usando su posición para cubrir cualquier actividad
antiestética, y se aferraba a esa idea en su corazón infantil.
"Oh, sí," preguntó Yuuto, cambiando de tema. "Entonces, ¿cómo se sintió probar eso?"
"Oh, ¿te refieres a esto?" La pregunta aparentemente significativa que Yuuto le había hecho a
Sigrún hizo que una sonrisa se extendiera en su rostro que era tan brillante que le recordó a
un niño al que se le habían dado el juguete que quería.
Un mal presentimiento recorrió la columna vertebral de Yuuto, pero ya era demasiado tarde.
"¡Fue realmente increíble! ¡Pude luchar libremente sin ninguna restricción! ¡Todo fue gracias a
ti, Padre! Decir que su naturaleza magnánima está a la par de los dioses que habitan en los
cielos no sería una exageración. Estoy segura de que has venido para rescatarnos a nosotros,
los miembros del Clan Lobo, no eres nada menos que un regalo del cielo..."
"¡Está bien, entiendo! ¡Lo entiendo! ¡Ya es suficiente!"
"Y-ya veo."
El intento frustrado de Yuuto para detener las propuestas de Sigrún le causó expresión alegre
se fuera instantáneamente.
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Cuando Sigrún comenzó a elogiar a su maestro, era casi imposible detenerla. Yuuto estaba
feliz de que ella lo tuviera en tan alta estima, pero era extremadamente embarazoso y difícil de
escuchar.
"U-uhm, ¿he dicho algo que te molesto, Padre?" Preguntó Sigrún, su expresión actual era
temerosa y tímida. Parecía un perro con la cola entre las piernas después de ser regañado por
su dueño, dando lugar a tortuosos sentimientos de culpa dentro de Yuuto. Quizás su tono
había sido demasiado severo.
"N-no, ¡no es eso en lo absoluto!" Dijo apresuradamente.
"¿De Verdad?"
"Por supuesto. Gracias por compartir tus pensamientos."
"¡Claro! Por favor, no dudes en preguntarme por ellos en cualquier momento." Una sonrisa
satisfecha y una risa amortiguada llego a los labios de Sigrún.
Primero lágrimas, ahora sonrisas. Yuuto no podía hacer nada más que sonreír con ironía por
la derrota.
The Strongest Silver Wolf, que permanece invencible en el campo de batalla, ahora había sido
reducida a cambios de humor de alegría y tristeza por las palabras de Yuuto.
Yggdrasil estaba dividido en ocho grandes territorios.

Entre ellos, viajar entre las regiones de Ásgarðr, Miðgarðr y Álfheim era obstaculizado por tres
cordilleras empinadas denominadas colectivamente como "El Techo de Yggdrasil."
El único camino era la larga y estrecha Cuenca de Bifröst, que se extendía a través de las
cordilleras y conectaba las tres regiones. Hasta hace cien años, toda la cuenca había sido
supervisada por el Clan Lobo, pero luego las ramas del clan comenzaron a levantarse, lo que
los llevo a la situación actual en la que son un insignificante clan que solo poseía un pedazo
de la parte occidental del corredor
La capital del Clan Lobo, Iárnviðr, situada en la entrada occidental de la cuenca, había florecido
durante mucho tiempo como un lugar de comercio estratégico. Como era de la mayor
importancia estratégica, estaba constantemente bajo ataque, por lo que se había construido
un muro tres veces más alto que el ciudadano promedio para protegerlo. En una de las
esquinas había una puerta notablemente grande, teñida de un verde vivo y cubierta con
innumerables dibujos de lobos blancos y amarillos.
Una vez que llegaron a la puerta, uno de los muchos soldados que se habían reunido allí corrió
al carro de Yuuto y comenzó a hablar con él.
"¡Bienvenido, Padre! Hemos recibido la noticia de un caballo rápido. Por favor, acepte mis más
sinceras felicitaciones por su gran victoria y por capturar al patriarca del Clan del Cuerno."
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Yuuto era un hombre, por lo que tener chicas hermosas como Felicia y Sigrún que lo llamaran
"Padre" se sentía incómodo, pero, se dio cuenta, que no lo era del todo. Pero era más natural
que tener a un hombre musculoso y robusto de más de cuarenta años con una cicatriz de
espada en la frente y en la mejilla llamándolo "padre" que hacía que Yuuto se sintiera
extremadamente incómodo.
Yuuto hizo una ligera reverencia y expresó su gratitud de manera formal. "Muchas gracias.
Jurgen-san, lo has hecho bien controlando el lugar."
El hombre llamado Jurgen frunció las cejas, y su expresión ya endurecida se hizo aún más
rígida. "Eso no servirá, Padre. Te disculpas y te rebajas constantemente. Es impropio de un
patriarca usar el discurso cortés con sus hijos subordinados."
"Oh…"
Pensando en cómo el hombre siempre encontraba fallas en él, Yuuto hizo una mueca. Había
pasado un mes desde la última vez que se habían visto, y Yuuto lo había olvidado por completo.
Como una genuina persona japonesa criada en ese país, la creencia de que los ancianos
deberían ser tratados con respeto era algo que estaba impregnado en cada fibra del ser de
Yuuto. Un valor como ese, con el que había nacido y crecido, no se cambiaría tan fácilmente.
"Sigo haciéndolo, ¿verdad?" Dijo Yuuto. "Solo llámame por mi nombre. No hay necesidad de
ser formales. Es difícil sentirse cómodo con alguien varios años mayor que yo, que se humilla
todo el tiempo. Jurgen-san, ¿no te sentirías incómodo si alguien te llamara Padre cuando aún
fueras joven?"
"Ciertamente no lo haría," Jurgen dijo eso despreocupadamente y con su expresión

completamente inquebrantable.
Yuuto no podía leer ni una pizca de emoción de la impetuosa respuesta de Jurgen. Quizás era
en parte por la sabiduría de envejecer. Las muchas y profundas arrugas grabadas en su rostro
fueron el resultado de experimentar la pesadez de la vida, y, sin embargo, emitió una sensación
de estabilidad, como una montaña, inquebrantable.
Esto era de esperar del imperturbable segundo al mando del Clan Lobo, un gran hombre de
dignidad y del calibre venerado en el líder de los subordinados del clan. Yuuto no pudo evitar
sentirse inquieto e incómodo porque una persona que se humilla por él.
"De todos modos, siempre se suponía que debía ser un líder independiente para ayudarnos a
superar esa batalla de hace un año," dijo Yuuto. "Ha habido tanta confusión, y sé que hemos
estado luchando, pero ahora que nuestra batalla con el Clan Cuerno finalmente ha terminado,
elijamos un patriarca adecuado."
"¿Eh? ¿Qué estás diciendo después de todo este tiempo? Todo eso quedo en el pasado.
Durante el año has estado produciendo resultados tan espectaculares. No hay otro miembro
del Clan Lobo más digno de la posición de patriarca que tú."
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"No, sería extraño que un forastero neófito como yo siga siendo patriarca," dijo Yuuto. "Jurgen-
san, definitivamente serias mucho mejor..."
"Padre, no te preocupes por la edad o el lugar de nacimiento. En tu posición, la capacidad lo

es todo. Eres infinitamente mejor que yo o cualquier otro. No importa a quién le pregunte en
nuestro clan, todos le dirán lo mismo." Jurgen dijo eso como si fuera un hecho.
"No hay duda," Sigrún estuvo de acuerdo. "Con todo el debido respeto a nuestro segundo al
mando, es cierto que incluso ahora todo el mundo lo nominaría por encima de él para el puesto,
Padre. Eso es porque eres el tipo de gran héroe que solo aparece una vez cada 100... no,
cada 1,000 años."
"¡Tee hee! Por supuesto, el segundo al mando, como líder de nuestro clan, posee sus propios
talentos indiscutibles," dijo Felicia. "Es solo que, si se lo comparara a usted, Hermano Mayor,
sería inferior en todos los sentidos."
Al parecer, después de escuchar su conversación, Sigrún y Felicia comenzaron a hablar con

Yuuto de nuevo.
Vamos, denme un respiro, pensó Yuuto, suspirando. Las dos normalmente no estaban de
acuerdo en todo, pero por alguna razón, cuando se trataba de bañar a Yuuto con elogios,
lograban unirse.
"Ustedes realmente me están sobrevalorando," se quejó.
"¿Sobrevalorar? No, esto es diferente," dijo Felicia con firmeza. "Nuestro clan estaba contra
las cuerdas, pero en tan solo un año, hemos sido capaces de forzar al Clan Garra y al Clan
Cuerno que nos obedezcan, y por medios imposibles para mí o para el segundo al mando."
"No, hubiera sido imposible para alguien que no fuera Padre," corrigió Sigrún.
"¡Es como he dicho!" Yuuto explotó. "¡Hago trampa! Solo tengo conocimiento que no existe en
este mundo; Por mí mismo no soy nada especial..."
"El conocimiento en sí mismo es solo conocimiento," dijo Jurgen. "Es solo una herramienta.
Aprovecharla, utilizarla adecuadamente, ¡es una capacidad propia! ¡Y, sin lugar a dudas, usted
posee esa capacidad!"
Jurgen apretó su puño sincronizándolo con esas palabras apasionadas. Felicia y Sigrún ambas
vigorosamente también asintieron.
"Me rindo..." Yuuto encogió sus hombros, sus palmas hacia arriba. Fue imposible convencerlos.
Escucharlo de una persona ya era bastante malo, pero tener tres en su contra era más de lo
que podía soportar.
Para ser justos, Jurgen estaba argumentando lógicamente. Sin embargo, el conocimiento que
poseía Yuuto era demasiado avanzado para este mundo; era similar a la tecnología alienígena
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de la ciencia ficción. Yuuto sintió que el poder potencial de ese conocimiento no podía ser
entendido con lógica o sentido común.
Naturalmente, todos los elogios y reconocimientos lo hicieron feliz. Por otro lado, no importaba
cuánto lo exaltaran, él veía lo que estaba haciendo como nada más que hacer trampa—tomar
prestado el poder de otra persona. Por esta razón, Yuuto mantuvo constantemente ese hecho
en mente, para evitar que la arrogancia lo dominara.
Para ser más como un patriarca verdaderamente digno, se esforzó por mantener un reflexivo
corazón, una naturaleza inquisitiva y un oído prudente para escuchar los pensamientos de sus
subordinados.
Yuuto aún no se había dado cuenta de una simple verdad. En un mundo donde la mayoría de
la gente que obtuvo poder político o grandes riquezas se volvió altanera y corrupta, esos
mismos principios que poseía eran las cualidades difíciles de obtener que atraían a las
personas hacia él, las cualidades de un "Rey."
Al terminar su conversación con Jurgen y al pasar por la puerta, Yuuto fue recibido con gritos
de alegría y voces ensalzadas a su patriarca, como si la gente lo hubiera estado esperando.
A lo largo de ambos lados de la ancha calle que atravesaba el centro de la ciudad había filas
tan gruesas de gente que parecían una dura pared.
"Sieg, Patriarca! ¡Sieg, Patriarca!" Gritó la gente.
Yuuto hizo una mueca ante tal recibimiento, pero rápidamente logró calmarse. Ya lo había
experimentado dos meses atrás, después de su triunfo al regresa de la batalla contra el Clan
Garra.
"Tee hee. Eres tan popular como siempre, Hermano Mayor. Como todos vinieron aquí, ¿por
qué no darles algo a cambio?" Sugirió Felicia, devolviendo sus ovaciones con un gesto con la
mano.
No soy tan bueno interpretando como tú, pensó Yuuto mientras miraba a la multitud. Las caras
de todos en la multitud rebosaron de alegría y sonrisas amplias.
Cada uno de estos soldados era el hermano mayor de alguien, o el hermano menor, o el hijo
o padre, o el esposo o novio. La gente no solo estaba celebrando la victoria; estaban
celebrando el regreso seguro de sus seres queridos.
"Así es," murmuró. "Esto también es parte del trabajo del patriarca." Yuuto pisó el borde del
carro y levantó la espada envainada de su cadera en el aire. Reflejando la luz del sol, la hoja
brilló de un color plateado opaco.
Estar tan extrañamente avergonzado en situaciones como esta solo lo llevan a sentir más
vergüenza. La fuente de esto fue su primer año de secundaria, donde, a través de un extraño
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conjunto de circunstancias, había sido elegido para el papel principal en una obra de teatro y
había fallado espectacularmente.
Supongo que también me he convertido en una especie de intérprete, pensó Yuuto ligeramente,
mientras hacia una pose.
"¡¡Sieg, Patriarca!!" El repentino estallido de vítores lo tomó por sorpresa.
"¡Whoa!"
Las olas de sonido de los gritos lo rodearon, haciéndolo tropezar y casi caer de espaldas.
Sin embargo, los gritos de alegría resonaron a través del centro de la ciudad, hasta que el
sonido se amplió a niveles absurdos, causando que todo el pueblo temblara.
"Realmente están entusiasmados..." Yuuto estaba estupefacto por el estruendo que había
intensificado. Por supuesto, tenía la intención de entusiasmarlos, pero no había esperado que
alcanzara este nivel en lo absoluto. Parecía como si los soldados lobos que regresaron también
hubiesen perdido el valor, sus rostros reflejaban un desconcierto o sorpresa ante el ruidoso
recibimiento.
"¡Ese es nuestro Padre!" Gritó alguien entusiasmado.
Incluso Jurgen, que siempre estaba muy tranquilo y concentrado, y que no se conmueve
fácilmente, no pudo ocultar su sorpresa ante el frenesí que Yuuto había despertado.
Los únicas dos que parecían completamente normales eran Sigrún y Felicia. Las dos
intercambiaron miradas, asintiendo con aprobación.
"Mi, nuestra gente es muy sensata," afirmó Sigrún.
"Sí. Han aceptado a un líder adecuado y han llegado a apreciarlo tan bien," agregó Felicia.
Incluso después de su llegada al palacio, los vítores continuaron sonando. El palacio del
patriarca que gobierna sobre el Clan Lobo estaba en el centro de la ciudad, con un muro que
lo rodeaba incluso más alto que el que rodea la ciudad.
Sus paredes exteriores estaban hechas de columnas conectas con formas pintadas con un
hermoso estuco blanco, recordarle a Yuuto el Partenón en Grecia. Había un mundo de
diferencia entre este gran accesorio y las casas comunes que se encuentran en toda la ciudad,
que a Yuuto le parecieron más como cobertizos o graneros viejos.
Yuuto no tenía más que admiración por una gran estructura. Si bien su tiempo debería haber
estado muy por delante de las culturas de 3.000 a 4.000 años antes, este era todavía el tipo
de edificio gigante y magnífico que ganaría solemnes palabras de elogio de cualquier persona.
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Cuando Yuuto detuvo su carro en la puerta del castillo, los miembros mayores del Clan Lobo
fueron a saludarlo y darle una lluvia de alabanzas. "Bienvenido a casa, Yuuto-dono."
"Felicitaciones. Hemos recibido noticias de que fue una completa victoria."
"Con el Yuuto-dono a su alrededor, el Clan del Lobo podrá ver una paz continua."
A pesar de que eran referidos como ancianos, tenían alrededor de 40 y 50 años, sus cuerpos
aún flexibles y bien formados. Todavía estaban en su mejor momento.
Todos habían sido hermanos menores subordinados del patriarca anterior —Entonces, eran
equivalentes a los tíos de Yuuto. En otras palabras, ellos también fueron los que no aceptaron
a Yuuto como patriarca y, por lo tanto, rechazaron tanto el Cáliz de Hermanos como el Cáliz
de Hijos.
"Hemos rezado a Angrboða por la victoria todos los días sin falta," dijo uno de ellos.
"Sí. Nosotros del Clan Lobo no debemos olvidar que la prosperidad de hoy es todo gracias a
la protección divina de Angrboða," agregó otro.
"Ciertamente, ciertamente. ¡Viva el maestro de Iárnviðr, Angrboða! "
Angrboða a quien alababan era la deidad guardiana que fue consagrada en Iárnviðr, y así
adorada como la diosa que preside a la gente del Clan Lobo. En una forma indirecta, también
reclamaron esta victoria como resultado de sus oraciones.
Siendo del siglo XXI, Yuuto podía ver su manera de hablar como nada más que pura
impudencia, pero parecían ser bastante serias. Al igual que en la Edad Media, cuando los
juicios de brujas eran comunes y la gente no tenía contramedidas para las amenazas de la
naturaleza, las vidas y mentes de las personas estaban firmemente arraigadas en el ámbito de
lo espiritual.
"Perdónenme, estoy un poco apurado, así que me temo que esta conversación tendrá que
dejarse para más tarde," dijo Yuuto cortantemente, sacudiéndose las palabras de los ancianos,
y paso a través de ellos sin detenerse.
No era la intención de Yuuto rechazar los sagrados misterios de este mundo. Después de todo,
la existencia de poderes misteriosos como el galldr y otras habilidades del Einherjar le habían
sido demostradas muchas veces. Incluso el hecho de que Yuuto estuviera aquí ahora no podía
ser explicado por la ciencia del siglo XXI.
Además, Yuuto tuvo la sensación de que aquí en Yggdrasil, la fe en una deidad era un
componente extremadamente importante empleado para controlar a la gente. Por eso no tenía
intención de tomarlo a la ligera.
Era solo que, en ese momento, Yuuto tenía algo mucho más importante que los dioses en que
preocuparse.
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"Tu actitud fue un poco cortante con los otros ancianos, Yuuto-dono." el jefe de los ancianos
se quejó. La cara de Bruno estaba seria de disgusto.
Se decía que los humanos se volvían más firmes en su resolución a medida que pasaban los
años, y Bruno demostró ser un ejemplo particularmente fuerte de eso en momentos como este,
regañando y sermoneando a Yuuto sobre los principios del Cáliz.
Hacer que el centro del clan siguiera la relación padre-hijo era el camino del mundo aquí. En
consecuencia, aunque a estos hombres se les había otorgado la posición de mayores, en
realidad no tenían poder real. Aun así, todavía eran sus mayores y tíos, y por lo tanto se les
debe mostrar el debido respeto a ellos.
"¡Pero tengo prisa! ¡Permítanme hablar con todos mañana!" La voz de Yuuto se volvió áspera
por la irritación.
Normalmente, Yuuto podría mantener las apariencias superficiales, interactuando con quienes
lo rodean con una actitud amistosa. Pero en este momento, no pudo evitar sentirse impaciente.
Él no había escuchado su voz en un mes. Estaba tan cerca. No podía esperar ni un minuto
más.
"¡Me temo que no, Yuuto-dono!" Dijo el hombre. "¡Cualquier asunto relacionado con el Cáliz
es de suma importancia, y, por lo tanto, tal situación recibe prioridad! ¡Como patriarca, tú, entre
todos, debes saber eso...!"
"Con gusto escucharé los pensamientos del anciano sobre este asunto," interrumpió Felicia
con una amplia sonrisa entre Yuuto y el siempre persistente Bruno. "Más adelante, compartiré
la información con el Hermano Mayor." Le hizo un guiño a Yuuto.
"¡Gracias, Felicia! ¡Cuento contigo!"
"No te defraudaré. Pero, si tienes prisa, asegúrate de no hacerte daño, ¿de acuerdo?"
"¡Seré cuidadoso!"
Incluso mientras decía esas palabras, Yuuto salió corriendo, incapaz de quedarse un momento
más.
Los gritos de Bruno resonaron detrás de él. Habría un infierno que apagar más tarde. ¡Pero a
él no le importaba eso!
Corrió por el patio lleno de palmeras datileras, encendiendo el poder de su teléfono inteligente
a medida que avanzaba. La intensidad de la señal de su teléfono inteligente aún se mostraba
con una X roja sobre ella.
"Tch, supongo que todavía no funcionará aquí." Yuuto chasqueó la lengua, sin querer
reprendió a sí mismo por perder el precioso poder de la batería.
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Apretando su teléfono con fuerza, Yuuto apresuró el paso.
Junto al palacio estaba Hliðskjálf, la torre sagrada de una altura que empequeñecía el palacio.
Toda la estructura tenía una apariencia rojiza, y eso no era solo culpa de la puesta de sol en
el cielo occidental. Era porque la torre había sido construida con ladrillos hechos a mano.
El frente de la torre estaba conectada a los pisos superiores por una larga escalera. Era un
blanco fácil para atacar, pero la estructura no era para defensa; más bien era obviamente para
celebraciones y ceremonias religiosas.
Si Yuuto describiera la forma de la torre, en una palabra, sería "Kagami mochi," la decoración
apilada presentada durante el Año Nuevo japonés. Según la investigación de Yuuto, tenía
mucho en común con los antiguos Ziggurats de Mesopotamia. Esas estructuras, a su vez, se
basaron en torno a la Torre de Babel del Antiguo Testamento. Estructuras similares podrían
encontrarse en Europa, América Central y América del Sur, erigidas por civilizaciones antiguas,
en un deseo humano universal de acercarlas un poco más al cielo y, por ende, a Dios, para
ofrecer sus oraciones.
"Huff... huff ..."
Ya sentía un dolor en su pecho y en los costados por las largas escaleras, pero rápidamente
se dirigió a la parte superior, al altar llamado "Hörgr" que había sido erigido allí.
El lugar, dos años antes, era donde Yuuto había encontrado su camino en este mundo. Aquí
se realizaron ofrendas de oraciones por la victoria, la ceremonia del Cáliz y muchos otros
rituales sagrados.
Sin que Yuuto se diera cuenta, el sol se había puesto y la luna había comenzado su ascenso
en el cielo del este.
No había señales de otra persona, y el interior estaba lleno de una atmósfera solemne.
Enroscado en el altar estaba el espejo divino, bañado por la luz de la luna y emanando una
extraña luz propia.
A primera vista, no parecía nada más que un simple espejo, pero en realidad estaba hecho de
un raro metal que albergaba el poder sagrado, conocido como cobre élfico. El galldr y el poder
del Einherjar se originaron a partir de este cobre élfico.
Yuuto estaba seguro de que este misterioso y raro metal también tenía algo que ver con la
forma en que fue traído a este mundo.
Yuuto había llegado a la teoría de que Yggdrasil estaba en algún lugar en el pasado, pero no
había metal con tales propiedades en ninguna parte del mundo en el Siglo XXI. Los misterios
de este mundo solo parecían aumentar.
Sin embargo, en ese momento, no importaba.
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En ese momento, lo más importante para él era—
"¡Hola! ¡Estoy tan contenta! Yuu-kun, ¡estás bien!"
"Perdón por preocuparte," dijo Yuuto. "Pero estoy muy bien."
"Sí, sí. Estoy muy aliviada. Bienvenido a casa, Yuu-kun."
"Sí, estoy en casa. Mitsuki."
Si estaba cerca del espejo divino, podría conectarse con el mundo del que era originalmente.
Este descubrimiento no fue casual. Se había estado preguntando que posiblemente podría
volver a casa utilizando espejos opuestos una vez más, y lo había intentado con la esperanza
de que pudiera. Desafortunadamente, mientras no había podido regresar al siglo XXI, cuando
revisó su teléfono inteligente para confirmarlo, ¡la pantalla indicaba que estaba recibiendo una
señal!
"¡Escucha esto, Yuu-kun! Ruri-chan es tan mala," dijo Mitsuki.
"¿Oh?"
Yuuto se sentó y escuchó las historias triviales de Mitsuki, ofreciendo una interjección de vez
en cuando. El tema no importaba. Mientras sea algo ligero. Si cada uno pudiera oír la voz del
otro y saber que estaban bien, eso era todo lo que importaba.
El punto principal era que la guerra era un tabú implícito. Era obvio que un tema así no
constituía una conversación agradable. Sería tonto si desperdiciaran su tiempo limitado en
temas difíciles que solo los dejarían sintiéndose más deprimidos.
"Y luego, después de eso, Ruri-chan..."
Bee-boop, bee-boop.
De repente, el teléfono de Yuuto sonó con un cruel sonido de advertencia, cortando las
palabras de Mitsuki. Era un sonido que le informaba que casi no tenía batería.
"Aww..." Mitsuki probablemente también escuchó el sonido. Su voz estaba decepcionada.

Solitaria.
Naturalmente, Yuuto sintió lo mismo. Él disfrutó su tiempo, pero siempre termina demasiado
pronto.
"Creo que estamos fuera de tiempo," dijo. "Te llamaré de nuevo."
"Está bien, estaré esperando. Oh, esta vez no obtuve mucho dinero del trabajo, pero lo cargué
a la cuenta de tu teléfono."
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"Lamento todos los problemas."
"Prometiste nunca decir eso, Papá," dijo Mitsuki en un tono ligeramente solemne, y luego
interrumpió con una risita al instante. Este era un intercambio habitual y bromista entre los dos.
"En serio, eres una salvavidas. Gracias."
"De nada. Eheheh." Mitsuki soltó una pequeña risa, avergonzada. Los libros electrónicos que
Yuuto había estado comprando para sobrevivir en este mundo no eran gratis.
El dinero para esos libros era dinero que Mitsuki había estado ahorrando de su trabajo diario
de periódico. Yuuto nunca podría agradecerle lo suficiente por eso.
"Estaré esperando tu llamada," dijo. "Mientras sea necesario." ¡Cuídate mucho, Yuu-kun!"
"¡Si lo sé! Hasta luego, Mitsuki."
Con esas palabras de despedida, Yuuto colgó el teléfono. Por un momento, su dedo flotó
tristemente sobre el botón, inmóvil, pero se armó de valor y terminó la llamada. No tenía
intención de parecer menos masculino a Mitsuki de todas las personas.
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"... No, no puedo hacer esto ahora mismo." Yuuto negó con la cabeza, tratando de deshacerse
de todos los malos pensamientos.
¿De qué me servirá si me vuelvo blando? ¡Llegaré a casa con ella, no importa qué!
Yuuto se prometió a sí mismo una vez más.
"Padre, si te demoras aquí toda la noche, te resfriarás."
Una voz familiar llamó desde detrás de Yuuto, causando que su espalda se congelara
instintivamente. Lo hizo por culpa.
Cuando miró detrás de él, Sigrún estaba allí de pie discretamente. Probablemente había
estado allí, ocultándose en silencio y fuera de la vista, todo el tiempo que había estado
hablando por teléfono.
El acuerdo era que, en ausencia de Felicia, Sigrún asumiría el deber de proteger a Yuuto. A
pesar de que ella probablemente estaba agotada por todo el tiempo que pasó en el campo de
batalla, tuvo que perseguir a Yuuto por la larga escalera después de que él huyó, egoístamente.
Se sintió culpable por ser el que recibiera tal lealtad.
De repente, las caras de todos en el Clan del Lobo comenzaron a brillar en su mente. De hecho,
algún día, tendría que regresar a Japón. Pensar no solo en Sigrún, sino en todos los que
dependían de él y lo admiraban, hizo que Yuuto renunciara a su deseo de regresar a casa.
Gente que le había mostrado una gran hospitalidad, por la que sentía un gran afecto.
Si hubiera sido un año antes, podría haberlos dejado atrás fácilmente. Pero ahora, ya no estaba
tan seguro.
================ Cambio de escena ================
Al anochecer, el hombre se sentó derecho.
Junto a él dormía una mujer desnuda. Su piel estaba húmeda de sudor, y un aire obsceno
flotaba por la habitación.
"¿Qué es eso?" El hombre miró a la puerta y preguntó de manera arrogante. Había una forma
temblorosa parada afuera de la puerta. Probablemente no tenían espera ser notado o
reconocido antes de hablar.
Pero para este hombre, que siempre se comportó como si estuviera en el campo de batalla,
esto no fue nada especial.
"P-Padre, por favor, perdona mi intrusión a esta hora. Hemos recibido información de uno de
nuestros espías que el segundo al mando del Clan Cuerno, Rasmas, se ha ido. Se trata de
que el Clan del Lobo establezca un vínculo con el Clan Cuerno a través del Cáliz de Hermano."
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"¿Ohh? El Cáliz de Hermano, ¿eh? ...Hmph, esto es perfecto, entonces. Actualmente, este es
el mejor escenario posible. Reúne a las tropas."
"¡Señor! ¡Jaja! Mis brazos lloran por la emoción de la batalla una vez más," dijo el subordinado
del hombre con una risa cortante.
"Mm, sí, finalmente podemos abrirle el camino a nuestro codiciado Bifröst," concordó el hombre.
"Ahora bien, ¿cómo se las arreglará este famoso mocoso del Clan Lobo?"
Mientras movía su gran cuerpo, una sonrisa amplia y diabólica se extendió por su rostro.
Página 59
Acto 3
"Ya amaneció, Padre."
"Por favor despierta, Hermano Mayor."
Dos voces— una dignificada como el sonido de una campana y la otra suave como la seda—
despertaron a Yuuto de su sueño.
Hubo un traqueteo, como si alguien estuviera moviendo algo pesado. En el instante siguiente,
la luz del sol atravesó sus párpados. Alguien había quitado las tablas frente a las ventanas.
El vidrio aún no existía en este mundo, por lo que las ventanas estaban cubiertas de madera
y ramas.
"Oh, buenos días, ustedes dos," dijo Yuuto, abriendo los ojos.
Dos ángeles, con su cabello dorado y plateado brillando respectivamente a la luz del sol,
aparecieron en su campo de visión.
Por un momento Yuuto se permitió disfrutar creyendo que había despertado en Valhalla, el
lugar celestial donde los héroes van después de la muerte. Ayudó a calmar la ligera decepción
que también sintió al verlas. Después de todo despertarse en su habitación en el Japón
moderno para descubrir que todo era un sueño, nunca iba a suceder.
La chica de cabello plateado, Sigrún, se arrodilló en el acto y le ofreció su saludo. "Buenos

días Padre."
La chica de cabello dorado, Felicia, puso una bandeja con pan, sopa y leche en la mesita de
noche y le mostró a Yuuto una gran sonrisa. "Buenos días, Hermano Mayor. Tu desayuno te
está esperando."
El aroma del pan recién hecho le hizo cosquillas a Yuuto en la nariz. Atraído por ese aroma, el
aturdido Yuuto finalmente levantó la cabeza.
"Vaya, no he dormido tan profundamente en mucho tiempo."
Sentándose al borde de la cama, Yuuto hizo un gran estiramiento. Naturalmente, como los
colchones en este mundo no tenían firmeza para ellos, no eran exactamente de alta calidad.
No podía alabar exactamente las camas aquí por ser cómodas para dormir, pero, aun así, esta
era su propia habitación, y aquí estaba el un lugar donde realmente podría relajarse. En
cuestión de una noche, su agotamiento había sido borrado y su cuerpo se sentía más ligero.
"Confío en que dormiste bien," dijo Felicia.
"Sí, estoy rebosante de energía."
"Sí... puedo ver eso."
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Por alguna razón, sus ojos no estaban en la cara de Yuuto, sino en otra parte de su cuerpo.
Después de todo, Yuuto era un chico en plena pubertad, y era por la mañana.
"Tee hee hee, si me lo permites, ¿puedo calmar esa energía por ti?" Felicia le dio a Yuuto una
sonrisa seductora, luego metió una mano en la cama de Yuuto, usando la otra para apartar el
cabello de su rostro, acercándose a él.
Yuuto comenzó a temblar, nervioso, y sacudió la cabeza vigorosamente de lado a lado. "N-no,
como siempre te digo, eso no será necesario."
"No creo que eso sea lo que tu cuerpo está diciendo."
"¡Es solo un fenómeno fisiológico!"
Era un poco más que eso, si fuera a ser honesto. Era solo que no podía decir algo así en voz
alta.
Felicia se lamió los labios seductoramente. "Tee hee, bueno, me pregunto, ¿si vamos a hacer
que esto sea el enfoque de tus estudios matutinos...?"
"Tus burlas son consideradas traición hacia nuestro patriarca, Felicia, y no puedo soportarlo.
Estás molestando a Padre. Te decapitaré aquí y ahora." Sigrún, que había estado callada hasta
ese momento, colocó una mano sobre la espada en su cadera, emitiendo un aire amenazante.
Habiendo retrocedido ante los avances agresivos de Felicia, Yuuto secretamente aplaudió la
interferencia confiable de Sigrún.
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"Escucha, Rún," dijo Felicia. "El cuidado de la salud del Hermano Mayor es parte de mis
deberes profesionales como ayudante. Para un hombre, hay algunas cosas que, si no las libera,
podrían ser perjudiciales para su salud."
"¿Qué, es eso cierto?"
"En efecto. Y no solo eso, sino desde la antigüedad, hay reyes que se han vuelto locos por
orden de una mujer. Sería peligroso para el Hermano Mayor, nuestro patriarca, que no se le
enseñe por anticipado para que no se deje seducir por las artimañas de una mujer malvada."
"Hmph, ya veo," reflexionó Sigrún. "Eso suena bastante lógico. Padre, aunque mi cuerpo sea
poco, siéntete libre de utilizarlo también."
Al ver cuán fácilmente engatusada y convencido de cambiar de lado a Sigrún, Yuuto

instintivamente miró hacia el techo. Luego dirigió una mirada en dirección a Felicia, y ella
rápidamente le dirigió una sonrisa petulante y satisfecha de sí misma, por lo que Sigrún no se
daría cuenta.
No importa cómo se mire, Felicia definitivamente era la mujer malvada en esta situación.
Sonido sordo.
El estómago vacío de Yuuto dejó escapar un grito incontrolable. Estaba demasiado cansado
para cenar, por lo que era de esperar. Sin embargo, también fue una oportunidad sin
precedentes para un contraataque.
"A-ahora mismo, ¡el hambre es más importante que la lujuria! ¡Comamos, comamos!" Gritó
Yuuto.
"Es cierto, no se puede luchar con el estómago vacío," Sigrún estuvo de acuerdo.
Una vez más, Sigrún se apartó rápidamente de Felicia al lado de Yuuto. Aparentemente, ella
misma no estaba al tanto de su cambio de lealtad, sin embargo.
Durante la guerra, lo más importante era la logística militar— al saber, la seguridad de los
suministros de alimentos. Como Strongest Silver Wolf Mánagarmr, no había ninguna razón por
la cual Sigrún no lo supiera. Ella trató de satisfacer al estómago como una prioridad militar.
"Oh... no... eso es muy malo," bromeó Felicia. "Cuando sientes ese abrazo de una mujer, hay
una gran variedad de cosas que pueden pasarse por alto u olvidarse..." Sus palabras se
convirtieron en un susurro coqueto.
"Yo-estoy salvado..." Suspirando de alivio, Yuuto dirigió su atención al desayuno.
El pan y la sopa se servían en una vajilla de plata. Yuuto sintió lástima por los plebeyos de la
ciudad, que fueron relegados a la loza de barro que se habían hecho a sí mismos, pero también
entendió que un Patriarca que viviera una existencia demasiado modesta dejaría una mala
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impresión. Además, más que nada, era reacio a la loza de barro, temiendo que le causaría
dolores de estómago otra vez.
"Padre, por favor, perdone la rudeza." Sigrún acercó su nariz al pan y a la sopa del estante,
olfateándolos. Después de asentir, tomó un bocado del pan y un sorbo de sopa.
Por supuesto, ella no estaba molestando a Yuuto comiendo antes que él. Esto fue esencial, ya
que era una degustación de alimentos para verificar si había veneno.
La verdad era que, aunque este no era un trabajo que Yuuto le había pedido a Sigrún que
hiciera, ella tenía una nariz con un don increíble para detectar venenos. Ella había detectado
el veneno escondido en su comida dos veces. En ambos casos, su instinto superior la había
alertado de no permitir que nadie comiera la comida.
"Es seguro," dijo Sigrún. "Por favor, adelante."
"Bien. Gracias, como siempre."
Incluso mientras daba las gracias, Yuuto no pudo evitar sentirse frustrado. Día tras día, tenía
que estar alerta ante la amenaza de muerte por envenenamiento. Ser patriarca era un trabajo
fatídico.
"Está bien, itadakimasu."
Habiendo confirmado que su desayuno estaba seguro, Yuuto juntó las manos y luego tomó el
pan. A pesar de que Yggdrasil no tenía esa costumbre previa a la comida, era difícil deshacerse
de un hábito que había estado arraigado en su mente durante años de práctica.
El pan se parecía un poco al pan de melón de la casa. El calor todavía flotaba en el pan recién
horneado cuando Yuuto se lo llevó a los labios y abrió la boca. Esto fue técnicamente un beso
indirecto con Sigrún, pero después de un año de esto, Yuuto ya se había acostumbrado. Si
dejara que le molestara siempre, nunca comería.
"¡Mm, esto es delicioso!" Declaró. "Hay una gran diferencia entre esto y lo que tenía cuando
llegué por primera vez. Creo que ser un tramposo tiene sus beneficios."
Yuuto siguió murmurando para sí mismo, satisfecho, mientras percibía el aroma fresco y la
suave textura de la masa.
Para hacer pan, uno primero tenía que moler el trigo y hacer harina de trigo. Cuando Yuuto
había llegado por primera vez a este mundo, el método para moler era primitivo, consistiendo
en colocar el trigo en una piedra plana, y luego molerlo y triturarlo con una piedra redonda,
larga y esbelta.
Sin embargo, con este método, las cáscaras de trigo y los trozos de piedra inevitablemente
terminaban mezclándose con la harina. Como resultado, el pan hecho con esa harina de trigo
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inevitablemente tenía una consistencia dura o similar a la arena, una experiencia muy
desagradable.
"Gracias a sus esfuerzos, Hermano Mayor, el pan últimamente ha sido bastante delicioso."
Felicia sonrió felizmente.
Sigrún asintió intensamente.
Naturalmente, cualquiera preferiría que la comida que comían a diario fuera lo más deliciosa
posible. Yuuto ciertamente se sintió de esa manera.
Habiendo estado acostumbrado por mucho tiempo al pan moderno, Yuuto no había sido capaz
de soportar el pan con grava que le habían servido inicialmente, así que había usado Internet
para buscar piedras de molino, y había leído varios libros electrónicos sobre el tema. Entonces
pudo establecer un nuevo método para la gente de Yggdrasil, llamado molino rotatorio, donde
dos discos circulares de piedra se apilaban uno encima del otro con una pieza de madera que
giraba el disco superior.
Por cierto, el molino rotatorio había sido históricamente documentado por primera vez
alrededor de 600 a.C., por lo que todavía era una tecnología avanzada varios siglos después
que Yggdrasil.
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"Oh sí, el pan me lo recordó. ¿Cómo van las cosas con la rueda de agua?" Preguntó Yuuto,
recordándolo de repente.
Le había desconcertado el hecho de que él era el único que comía un tan delicioso pan. Pero
había un límite estricto sobre lo que podrían hacer usando solo mano de obra. Así que una vez
más había encontrado un libro electrónico sobre el tema y, a través de prueba y error, habían
construido un pequeño molino de agua.
Esto había sido sorprendentemente conveniente, por lo que ahora tenían cinco funcionando.
Aun así, era trabajo de aficionados. Había pasado un año desde que lo habían construido. No
se sorprendería si algo saliera mal con eso.
"Actualmente está funcionando sin problemas," le dijo Felicia.
"Ya veo. Esas son buenas noticias." Asintiendo, Yuuto bebió su leche de un solo trago. Tenía
un sabor recién exprimido y rico, infinitamente más delicioso que la leche que vendían en su
casa del Japón moderno.
Solo con observar, las personas de aquí vivían vidas mucho más lujosas que los japoneses
modernos. Aun así, Yuuto no pudo evitar sentir una insatisfacción insaciable. Aunque había
pasado dos años en este otro mundo, Yuuto todavía era japonés.
Entendió que era raro debido al clima y el suelo de aquí. Pero aun así…
"Realmente quiero un poco de arroz," suspiró.
Desde que había llegado, Yuuto había anhelado el sabor del arroz blanco.
================ Cambio de escena ================
...Por lo tanto, el primer Emperador Divino Wotan unificó todo Yggdrasil, fundando el imperio
sagrado de Ásgarðr y proclamando a Glaðsheimr su capital. Esto fue hace 204 años. La voz
sonora de Felicia sonó a través de la cámara de la oficina del patriarca.
A los ojos de Yuuto, Felicia no solo era competente como ayudante, guardaespaldas, hermana,
amiga y benefactora, sino también como una profesora competente.
A su llegada a este mundo, Felicia había sido la única capaz de comunicarse con Yuuto,
utilizando el gallldr "Conexiones."
Trabajando como sacerdotisa en el momento en que él llegó, a menudo había visitado el

santuario del palacio y le había enseñado el idioma de este lugar.
Los humanos a menudo son capaces de mostrar una fuerza antes impensable cuando son
empujados a la esquina. Dentro de los tres meses de su llegada, Yuuto había adquirido la
capacidad de comunicarse en un nivel básico con personas distintas de Felicia. Ahora, dos
años después, podía conversar casi sin dificultad, pero como se había convertido en patriarca,
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había muchas otras cosas que necesitaba saber. Por eso las mañanas se reservaban para las
lecciones, cuando Felicia le sermoneaba sobre Yggdrasil.
La conferencia de hoy parecía ser sobre historia.
"Realmente está lleno de nombres y títulos de los mitos nórdicos populares," dijo Yuuto. "Creo
que este mundo realmente tiene una conexión con el que yo vine..."
"Hermano Mayor, ¿estás pensado en algo?" Preguntó Felicia. "No, es nada. Solo estoy
hablando para mí mismo. Por favor continua."
"Muy bien. El emperador Wotan creó un método unificado para medir longitud, tamaño y peso,
o, en otras palabras, un sistema de medidas. Él también unificó el sistema de numeración,
decidió el idioma nórdico como lengua común y estandarizó una variedad de otras cosas. Con
el fin de alentar el comercio entre todas las regiones, se tomó grandes molestias para
establecer rutas comerciales a lo largo de las carreteras y canales de agua. No sería una
exageración decir que las políticas que el emperador Wotan puso en práctica todavía existían
y se utilizan las personas en sus vidas en la actualidad."
"Guau, él era un gobernante bastante sabio." Yuuto respiró atónito.
200 años después, y las cosas que hizo todavía nos están impactando en la actualidad. Eso
es impresionante, pensó Yuuto con genuina admiración.
"De hecho, era un gran emperador con una capacidad única para hacer las cosas. Era solo
que el emperador Wotan era demasiado enérgico e hizo demasiados cambios en un área."
"¿Con qué intención?" Preguntó Yuuto.
"La reforma más drástica del emperador Wotan fue en realidad el sistema de clanes. En ese
momento, la sucesión estaba determinada por la sangre y la herencia, y él prohibió las viejas
formas para fomentar la sucesión basada en la destreza y habilidad."
"Me parece una buena idea." Yuuto inclinó la cabeza, incapaz de comprender cuál podría ser
el problema.
No importa cuán grande fuera el padre, no sería garantía de la capacidad del hijo. Aunque en
algunos casos, la manzana no cae lejos del árbol, en otros, un hombre pobre podría dar a luz
a un poderoso rey. En ese caso, pensó Yuuto, permitiendo que las personas con mayor
habilidad se convirtieran en líderes sobre personas que tenían éxito por herencia era más
eficiente.
"Naturalmente, no hubo escasez de señores que supervisaran territorios transmitidos de

generación en generación a los que les molestaba esto," explicó Felicia. "Y hubo muchos que
se opusieron a sus otras políticas radicales."
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"Ya veo. Así que había incitado a la ira de aquellos que tenían un gran interés en que las cosas
se quedaran como estaban."
Yuuto instintivamente metió su mano en su bolsillo. El Príncipe de Maquiavelo, que había

leído una y otra vez, le vino a la mente. Maquiavelo había declarado que ser odiado y
despreciado era inevitable para un monarca. Él había dicho que robar la posición social, la
riqueza o la esposa de uno incitaba a un resentimiento especialmente fuerte, por lo que era
bueno tener cuidado.
Yuuto también era alguien que estaba introduciendo nuevos métodos e ideas en el mundo.
Esta lección no era irrelevante para él.
"Además, su política también solo permitió la sucesión hereditaria dentro de la casa del
Emperador Divino," dijo. "En otras palabras, estaba tratando de debilitar el poder de los
señores feudales, mientras que al mismo tiempo trataba de fortalecer la posición y la autoridad
del Emperador Divino. Probablemente significaba que a medida que pasaran las eras, le
quitaría más y más poder para luchar contra el emperador."
"Guau, eso prácticamente es trampa," comentó cansadamente Yuuto. "Por supuesto que se
rebelarían contra él."
Justo como el proverbio sobre el que da el primer paso dice: un líder que no toma la iniciativa
y lidera con el ejemplo no podría esperar que los que están debajo de él accedan a hacer lo
mismo.
"Aun así, las personas que habían vivido con un profundo temor al gran poder del emperador
Wotan estuvieron tranquilas durante su reinado. Una vez que el siguiente emperador, Sigi,
tomó el trono, el imperio rápidamente cayó en el desorden," dijo Felicia.
"Supongo que solo era de esperar."
"Durante el reinado del emperador Sigi, debido a que el emperador Wotan había pedido la
sucesión a través del poder sobre la sucesión a través de la herencia, muchas personas
tomaron en serio esas palabras. Los conflictos violentos estallaron en todas las regiones,
dejando solo a los poderosos a su paso."
Yuuto asintió. "Ya veo. Entonces, con las cosas así, deben haberse movido hacia el sistema
de nominación de patriarcas de entre los hijos subordinados más fuertes."
"Sí, bueno, el pasado sistema de sucesión hereditaria se había derrumbado. Pero si tuvieran
poder real, un heredero biológico aún podría suceder al trono."
"Aun así, eso es solo si el poder de alguien es reconocido por otros, ¿verdad?"
"Así es. Si carecían de fuerza verdadera, sin importar cuán amados fueran por sus padres, los
otros hijos subordinados no los reconocerían como un patriarca sucesor."
"Ya veo." Yuuto reflexionó sobre esto.
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El predecesor de Yuuto tenía un hijo de sangre, pero tenía más de treinta años y no tenía poder
ni perspectivas. El hombre se había resignado a una posición baja, lo que significaba que ni
siquiera podía sentarse al pie de la mesa de los líderes. Si las cosas hubieran sido como eran
originalmente, él habría sido rey, reinando sobre decenas de miles de personas.
Por otro lado, a pesar de su juventud, Felicia y Sigrún habían sido bien recibidas en posiciones
de poder y se habían ganado mucho respeto.
Si el hijo de un paria o delincuente tuviera fuerza y poder, entonces podría ser aceptado como
líder, mientras que el hijo de un patriarca que carecía de poder podría ser tomado a la ligera.
Esa era una ley fundamental aquí en Yggdrasil. Yuuto pensó que era duro, pero también
extremadamente razonable.
Una vez que la estructura de poder anterior había caído, era solo cuestión de tiempo antes de
que aquellos que habían escalado las filas basadas en la capacidad real se unieran y formaran
una nueva estructura de poder.
Felicia continuó. "De esta manera, el poder general del sagrado imperio de Ásgarðr comenzó
a debilitarse, pero como el emperador Wotan esperaba, la autoridad de su estado central
creció," dijo Felicia. "Para que el líder de un clan sin respaldo político establecido pueda reinar
como líder en un área extensa, necesitarían algún tipo de justificación moral, como ser un
representante de los cielos. Del Emperador Divino."
"Hm, como el shogun y el emperador del Período Sengoku."
"¿Eh?" Felicia, que había continuado su conferencia sin ser molestada hasta ese momento,
inclinó la cabeza. No importa cuán inteligente fuera ella, no había forma ella tendría
conocimiento de la historia del mundo de Yuuto.
Yuuto agitó su mano con una sonrisa irónica. "Básicamente, es una posición que se usa
fácilmente con fines políticos. Uno puede ser designado para un puesto apropiado y legitimarse
sus reclamos, sin tener que ensuciar las cosas con batallas inútiles y arbitraje."
El Período Sengoku fue un momento en la historia que atraería a cualquier chico, por lo que
Yuuto lo había investigado a fondo. Principalmente debido a la influencia de una cierta serie
de videojuegos de estrategia.
Los ojos de Felicia se ensancharon, ligeramente sorprendida por las palabras de su estudiante,
luego su rostro se iluminó con una sonrisa, satisfecha con su conocimiento superior. "No
debería esperar menos, Hermano Mayor. Es exactamente como lo has deducido."
================ Cambio de escena ================
"¡Bienvenido, Bienvenido! aquí no encontrará más que productos de buena calidad."
"¿Qué tal, señorita? Un peine hecho en Ásgarðr."
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"Ahh, tienes un buen ojo. Aquí hay una hoja forjada por el mejor y más famoso artesano de
Vanaheimr."
Yuuto y Felicia habían llegado a un buen punto de parada y decidieron tomarse un descanso
caminando por el palacio, cuando oyeron un ruido procedente del patio y notaron la multitud
de personas.
Había un bazar en marcha, con viajeros y comerciantes tratando de vender sus mercancías.
Se ganaban la vida comprando productos en un territorio y vendiéndolos en otro territorio más
lejano. Era una línea de trabajo peligrosa, una en la que una persona podía ser atacada por
bandidos o quedarse sin comida a mitad del camino, y, sin embargo, muchos la tomarían en
busca de riqueza.
"Parece bastante animado". Sentada junto a Yuuto, Felicia asintió con satisfacción.
La tarifa de lugar cobrada a los comerciantes era una importante fuente de ingresos para el
Clan Lobo. Las personas que habitaban el palacio eran comparativamente más acomodadas
que los plebeyos que vivían en la ciudad, por lo que el palacio era un lugar ideal para establecer
y vender sus mercancías.
En un patio más o menos del tamaño de un campo deportivo de la escuela, había tiendas de
campaña dispuestas bajo los aleros, con una amplia variedad de productos que van desde
alimentos y ropa hasta armas y joyas, incluso hasta el ganado.
Para una ciudad como esta en una posición privilegiada para el transporte, la mercadería
estaba en abundancia. Si uno tuviera el dinero, podría adquirir casi cualquier cosa.
Eso incluía... personas.
"Nuestro producto hoy es este par de madre e hija," dijo un comerciante. "¿Qué piensas? La
madre es hermosa, ¿verdad? ¡No solo eso, sino ella tiene esa piel ligeramente hermosa, casi
translúcida característica de los territorios del norte! Y su apariencia nos dice que ha sido bien
cuidada. Por favor, eche un vistazo a la hija, también. Su aspecto se parece a su madre,
¿verdad? Apuesto a que algún día, su belleza superará la de su madre. ¡Keh heh heh!"
El comerciante era un hombre de complexión robusta, con la cabeza envuelta en un trozo de
tela blanca. Hizo un gesto hacia la madre y la hija, que se abrazaban, con una sonrisa vulgar.
Aunque tanto la madre como la hija se estremecieron con miradas de miedo en sus ojos, se
abrazaron más, afirmando al mundo que no serían destrozadas. Por lo que parece, la hija
apenas tenía diez años.
"Y pensar que, incluso una chica tan joven..." Yuuto frunció el ceño.
En otras palabras, esto era comercio de esclavos. No era algo que solo sucedia en Yggdrasil.
Había sido un comercio ejecutado en público en todo el mundo hasta la edad moderna. Esas
personas fueron los últimos remanentes de países devastados por la guerra, comprados y
vendidos por mercaderes después de que sus tierras fueron invadidas por otros clanes.
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"Vendido." Yuuto levantó su mano, causando un gran revuelo cuando se abrió paso entre la
multitud.
En Yggdrasil, las personas con cabello negro eran extremadamente raras. Entonces, el
comerciante rápidamente se dio cuenta de quién era Yuuto.
"¡Oh, nuestro Patriarca-dono! ¡Muchas gracias! Entonces, con respecto al pago... "
"Felicia."
"Sí. Esto debería ser más que suficiente, ¿no?" Felicia sacó rápidamente tres pepitas de oro
del tamaño de guijarros de una bolsa de cuero y los colocó en la mano del comerciante. Esto
fue suficiente para pagar por dos seres humanos.
Tratando de reprimir su resentimiento con esta situación, Yuuto se acercó a la madre y a su

hija, agachándose para poder estar a la altura de la vista de la joven. Su cuerpo tembló, y ella
se escondió detrás de su madre. Esos movimientos solo le dijeron que ella había soportado
algunas experiencias aterradoras.
No era como si este comerciante fuera especialmente cruel o malvado. Era solo que estos
mercaderes no veían a los esclavos como el mismo nivel de humanos que ellos.
El gran filósofo Aristóteles en la Antigua Grecia había aprobado la legalidad de la venta de

humanos, sin el menor escrúpulo. La moralidad en esta era es similar a esa.
"Todo va a estar bien ahora." Yuuto le dio la sonrisa más amable que podía ofrecer mientras
hablaba, mirando a su alrededor rápidamente. Rápidamente encontró a quien estaba
buscando. "¡Oye, estás ahí, guardia! ¡Lleva a estas dos al gran chambelán! Y asegúrate de
tratarlas con respeto."
"¡Sí Señor!"
Para los guardias del palacio, Yuuto era más grande que las nubes en el cielo. Súbitamente
ser llamado por él los hizo conscientes de que estaban siendo observados, y posteriormente
llamarían la atención.
Mientras miraba a la madre y a su hija desaparecer en el palacio, Yuuto tenía una expresión
agria. El acto de comprar humanos había despertado sentimientos de disgusto visceral dentro
de él.
Como Patriarca, prohibir la esclavitud dentro del territorio del Clan Lobo no estaba fuera de su
poder. Sin embargo, incluso si lo hiciera, los mercaderes simplemente venderían los esclavos
en otro lugar. Él no pudo salvar a todos. Como una nación débil que depende del comercio,
Yuuto también quería evitar hostigar a la ira de los mercaderes.
En ese caso, comprarlos era el único medio que tenía disponible para permite a los esclavos
llevar vidas donde puedan ser tratados como humanos normales. Como los esclavos que
Yuuto compró fueron vistos como propiedad del patriarca, nadie se atrevia a perseguirlos ni a
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oprimirlos. Todos fueron capaces de trabajar cómodamente dentro del palacio sin miedo.
Todos ellos expresaron de manera uniforme su gratitud a Yuuto.
Aun así, siempre dejaba una sensación desagradable persistente que atormentaba el corazón
y la mente de Yuuto.
No había forma de que pudiera rescatar a todos los esclavos. Solo podía salvar a aquellos que
estaban a su alcance. Ni siquiera podía defender sus acciones contra aquellos que podrían
llamarlos hipócritas.
"Esto es, muy poco." Yuuto apretó el puño con fuerza. No pudo evitar sentirse enojado por lo
minúsculo que era su habilidad para ayudar.
"¡¿Dónde estás mirando?! No mires la espada del enemigo. ¡Obsérvalo todo! ¡Siguiente!" La
voz digna de Sigrún hizo eco a su alrededor mientras se acercaban a las puertas del castillo.
Cuando miró hacia arriba, Yuuto vio que Sigrún estaba dando entrenamiento de combate a los
guardias del palacio. Sus mechones de cabello plateado revoloteaban dulcemente sobre ella.
"Muy superficial. Aprieta la guardia a los lados. ¡Siguiente!"
Uno tras otro, Sigrún los haría lanzar un ataque contra ella con espadas de madera, y desviar
sus ataques con facilidad.
Yuuto percibió una severidad en su voz que lo hizo temblar. Como solía ser tan mansa y dócil
cuando interactúa con Yuuto, fue refrescante, y un poco nostálgico, ver la manera grosera y
brusca con que regañaba y empujaba a los soldados que estaba entrenando. Después de todo,
esta era la forma en que ella había entrenado a Yuuto cuando llegó por primera vez a este
mundo.
"Como siempre, ella es tan fuerte que es como si hiciera trampa," dijo Yuuto, dejando escapar
un largo suspiro de asombro.
Los guardias que entrenan con Sigrún ciertamente no eran débiles. Estaban lejos de ser
perfectos, pero estaba claro que podía confiárseles la protección del palacio. Todos ellos
indudablemente eran hábiles. Y, sin embargo, Sigrún los manejaba tan hábilmente como si
estuviera tratando con bebés.
"Ella realmente lo es," reflexionó Felicia. "Incluso cuando he luchado contra ella, yo apenas
podría durar 10 rondas."
"¿Incluso tú, Felicia ...?"
Mientras observaban las batallas simuladas, Yuuto se sorprendió. Felicia misma era una de
las mejores técnicas del Clan Lobo con una espada. Teniendo en cuenta que incluso ella no
podía defenderse en una pelea contra Sigrún, dejaba mucho más claro el hecho de que la
habilidad de lucha de Sigrún era incomparable a cualquier otra.
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"Parecería que, si bien mis habilidades otorgadas por Expressionless Servant Skírnir son
multifacéticas, no pueden resistir a un oponente que se especialice en un campo en particular."
Felicia suspiró melancólicamente, colocando una mano en su mejilla.
Ella era alguien que podía hacer todo y una maestra en ninguna. Ella probablemente sintió
algún tipo de complejo con respecto a ese tema. A pesar de lo que le estaba diciendo a Yuuto,
las habilidades de Felicia compensaban la falta de habilidad a través de su versatilidad.
"¡¿Qué pasa?! ¡¿Eso es todo lo que tienes?!" Gritó Sigrún. "¿Son esos magníficos músculos
solo para mostrarlos?!"
La diferencia en la destreza física promedio entre hombres y mujeres en Yggdrasil fue un hecho
difícil. Además de eso, el guardia que luchaba contra Sigrún estaba en buena forma, sus
brazos dos veces más gruesos que los de ella.
Y aun así, aunque su oponente puso toda su fuerza en el ataque, Sigrún lo desvió sin esfuerzo.
Ella ciertamente no era una simple humana.
Por otro lado, tampoco parece un monstruo, pensó Yuuto.
De vuelta en el mundo de donde había venido Yuuto, había un pequeño número de atletas que
se clasificaron entre los mejores de los mejores que describen un determinado estado como
estar en la zona, que era un estado de concentración en el que exhibían fuerza y habilidad
normalmente pensadas como imposibles.
Un famoso jugador de béisbol una vez conocido como el Dios de bateo explicó que era como
si la pelota se hubiera detenido.
Un lanzador con un número récord de ponches una vez lo describió como si los límites de la
zona de strike se hubieran iluminado para él. Solo lanzando a esas áreas, podría golpear a un
bateador.
Un jugador de fútbol una vez dijo que, a veces, era como si pudiera ver el campo de juego con
una vista de pájaro.
Por lo que Yuuto había presenciado, aunque había excepciones, por lo general eran los
poderes de los Einherjars. Aunque se decía que sus poderes provenían de una bendición
divina, no se trataba de tener una fuerza sobrehumana tal que un Einherjar pudiera asesinar a
uno o doscientos soldados como un videojuego. Era solo que siempre estaban en el área.
"¡¿Padre?!" Aunque estaba en la agonía de la batalla, Sigrún giró. La espada de madera de

su oponente no se pudo detener tan fácilmente. Temiendo lo peor, Yuuto respiró
profundamente.
Como se dijo anteriormente, Einherjar no era invencible. Especialmente teniendo en cuenta

que the Devourer of the Moon Hatr de Sigrún no le otorgaba a su cuerpo resistencia adicional
o resistencia a las lesiones. Ser golpeado en la cabeza por una espada de madera con tanta
fuerza no era algo de lo que uno pudiera recuperarse fácilmente.
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¡THUNK!
Sin embargo, el sonido que repercutió en el impacto no fue el sonido sordo normal de golpear
a un humano, sino más bien un sonido seco y rígido.
"...Tú monstruo," gritó Yuuto. "¿Tienes ojos atrás de tu cabeza? Realmente eres una
tramposa."
Yuuto negó con la cabeza, perplejo, lanzando un suspiro de alivio. A pesar de que había
desviado la mirada, la espada de madera de Sigrún aún había interceptado con éxito el ataque
de su oponente.
Definitivamente, Yuuto se dio cuenta de que su segundo nombre, Strongest Silver Wolf
Mánagarmr, no era una exageración. Aunque Sigrún era joven, parecía que ella había
alcanzado claramente el nivel de maestría donde no necesitaba confía en sus ojos para ver.
"Mm-hm, ese fue un buen ataque," agregó. "Está bien, ¡tomémonos un pequeño descanso!"
"¡Muchas gracias! ¡Madre!" Los soldados respondieron al unísono sin perder el ritmo.
También inclinaron sus cabezas rápidamente, fuera de la adherencia al método de instrucción

típicamente estricto de Sigrún. Fue extraño verlos refiriéndose a Sigrún como "Madre" a pesar
de su corta edad.
Si el Cáliz del patriarca se entregara libremente a cualquiera, se tomaría a la ligera, y la cadena

de mando se complicaría. Así que Yuuto le había dado su Cáliz solo a aquellos en el Clan Lobo
en los escalones superiores del liderazgo, y aquellos que aspiraban a esas posiciones, lo que
resultaba en que menos de cincuenta personas habían recibido su Cáliz.
Cualquiera fuera de ese grupo había aceptado el Cáliz de hijos de uno de esos líderes, y eso
llevó a la creación de numerosas facciones, en las que servirían al clan como un todo bajo la
administración directa de ese líder.
No fue solo Sigrún; el segundo al mando, Jurgen, al igual que Felicia, eran subordinados de
Yuuto y también eran jefes de sus propias facciones.
En general, una facción tendía a compartir ciertas características con su jefe. La facción de
Sigrún comprendía a muchos de los guerreros más feroces del Clan Lobo, mientras que Felicia
contenía una gran cantidad de funcionarios civiles.
"Hola, buen trabajo con el entrenamiento," Yuuto le dijo a Sigrún mientras se acercaba. "Como
se esperaba, eres más fuerte que nunca."
Sigrún luego se volvió hacia Yuuto y, con una amplia sonrisa en su rostro, corrió hacia él de
inmediato.
"¡Hola otra vez, Padre! ¿Has terminado con tus lecciones?"
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Su cambio fue tan instantáneo y tan drástico que nadie sospecharía que ella había sido la
entrenadora de demonios hace apenas unos momentos.
"Solo a medio camino," Yuuto dijo. "Pero olvídate de eso—antes estuviste increíble. Detener
ese ataque sin mirar y eso. Eso debe ser parte del poder otorgado por the Devourer of the
Moon, Hati, ¿verdad?"
"Oh sí. Lo puedo ver por el sonido de la cuchilla cortando el viento..."
"Ahh, eso tiene sentido. Q—Quiero decir, el sentido del oído de un lobo está por encima del
de un ser humano."
Rápidamente cubrió el hecho de que había comenzado a referirse a ella como un perro. De
alguna manera, últimamente, Yuuto había llegado a notar más y más de los atributos de Sigrún
como los de los perros.
"Aun así, Rún, realmente estoy envidioso de tus diversas habilidades," agregó.
"¡E-eso no es verdad! Comparado contigo, Padre, no soy nada..."
"No, no te deprimas así. Realmente eres increíble." Yuuto se cruzó de brazos, asintiendo
repetidamente en afirmación.
El deseo de volverse fuerte era un deseo fundamental y primitivo para cualquier hombre. Un
hombre no podía evitar anhelar tales habilidades físicas preeminentes.
Cuando llegó por primera vez aquí, Yuuto había recibido una intoxicación alimentaria una vez
a la semana. Mientras su cuerpo ya se había acostumbrado a la comida, en ese entonces era
lo suficientemente malo como para que incluso desarrollara una aversión a llevar comida a su
boca. No se podía sobrevivir sin comer, por lo que había sido un momento infernal para él. Si
él hubiera tenido su fuerza, estaba seguro de que todo habría ido mucho mejor.
"Mis poderes no sirven de nada fuera de la batalla," le dijo Sigrún. "Tampoco serían nada
cuando se combina con 100 soldados". Mi poder no es nada si se compara con la capacidad
que tienes para conducir a decenas de miles de personas, Padre."
"Huh, espera, ¿no me dijiste en el pasado que nunca llegaría a nada?" Agregó.
"Ungh, L-lo que sucedió en aquel momento fue la mayor vergüenza de mi vida..." La expresión
de Sigrún se nubló con desagrado, parecía desconcertada.
Las cosas realmente eran diferentes ahora. Hubo un tiempo en que había sido un poco
malvada, pero ahora no podía evitar tratarlo con un mayor respeto.
En aquel entonces, ella no había sido la única que había sentido que Yuuto era completamente
inútil. La mayoría de la gente en el Clan del Lobo había despreciado a Yuuto con desdén.
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Cuando llegó por primera vez con su ropa extraña, había quienes pensaban que podría ser un
emisario de los cielos, pero después de más de un mes de lo que esos mismos individuos
habían supuesto como una debilidad fingida, habían decidido que de hecho se habían
equivocado.
No había sido capaz de hablar su idioma, no había podido hacer trabajo manual, y ni siquiera
había sido capaz de manejar tareas simples que un niño sin el sentido del mundo podría
manejar. También se había cansado rápidamente, o de lo contrario su estómago se pondría
enfermo y tendría que acostarse.
Yuuto dirigió una mirada al ayudante que estaba a su lado.
"¿Hm? ¿Cuál es el problema, Hermano Mayor?" Felicia inclinó la cabeza, con curiosidad.
En aquellos primeros días, ella había sido la única en mostrarle a Yuuto tanta amabilidad y
confianza. No, espera, había habido otra persona. El verdadero hermano mayor de Felicia, un
hombre que había sido un amigo sin igual y verdadero para Yuuto. Él había sido fuerte,
inteligente y popular. Él era sobre quien el Clan Lobo había depositado sus mayores
esperanzas.
Pero él ya no estaba aquí.
"No, no es nada." Yuuto sacudió levemente la cabeza.
Él no tenía derecho a hablar de ese hombre. Tampoco tuvo el coraje de hacerlo. De la misma
manera que Felicia se sintió en deuda con Yuuto, Yuuto se sintió en deuda con Felicia.
La razón era porque era Yuuto le había robado a Felicia el único pariente de sangre que tenía.
"Con respecto a la introducción experimental de ese sistema Norfolk que usted propuso,
Hermano Mayor, el desarrollo de los cuatro cultivos de prueba parece continuar sin problemas,"
dijo Felicia.
Como el Patriarca, pasar sus días buscando información, aprobando solicitudes y abordando
problemas no resueltos era parte del trabajo diario de Yuuto.
Todos los días, desde el mediodía en adelante, Yuuto se encontraba completamente abatido.
Habiendo estado fuera por más de un mes, ahora una montaña de trabajo lo estaba esperando.
"Al menos parece que hemos tenido un buen comienzo", dijo.
Teniendo en cuenta que la mayor parte del territorio del Clan Lobo era terreno montañoso o
montañoso, no era adecuado para cultivos. Sin embargo, naturalmente, la gente no podría
sobrevivir sin alimento que comer.
Entonces, mientras consideraba cómo aumentar la producción de su cosecha, lo primero que

le vino a la mente a Yuuto fue algo que había visto en su libro de texto en la escuela sobre
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cosechas semestrales, o tener dos cosechas al año. Al tener dos diferentes cultivos cada año
en la misma parcela de cultivo, uno podría aumentar la productividad de los cultivos.
Pero esa era una mentalidad de aficionado. Luego de una investigación adicional, Yuuto había
aprendido que cultivar dos cosechas al año era un gran drenaje en la tierra, por lo que, aunque
estaba bien para una solución temporal, entendió que rápidamente robaría el suelo de todos
sus nutrientes y lo haría estéril. Era obvio que dentro de cinco a diez años de uso repetido, la
tierra se volvería estéril.
Mientras investigaba el cultivo de dos cosechas al año, había aprendido sobre el sistema de
cuatro niveles de Norfolk, un método para dividir una parcela de tierra en cuatro partes, como
la cebada, el trébol, el trigo y los nabos, y luego recorrer los cuatro cultivos durante todo el año.
También hubo preocupaciones sobre la tierra seca en Yggdrasil, por lo que, en este momento,
solo podían cosechar cada dos años para protegerse contra tal resultado.
Pero con el sistema de Norfolk, plantando tréboles, un cultivo de la familia de los guisantes
que podría restaurar la tierra que había permanecido en barbecho hasta ese punto, y plantando
un cultivo de raíces como nabos que podrían convertirse en alimento para el ganado, podrían
mejorar la producción agrícola y restaurar los nutrientes a la tierra al mismo tiempo. Además,
seguramente aumentaría también la producción de alimentos para el ganado.
"Bueno, pasarán varios años antes de que sepamos cuán efectivo es," dijo Yuuto, lanzando
un suspiro.
Teniendo en cuenta lo innovador que era, no era algo que pudiera implementarse de manera
inmediata. Después de todo, la única experiencia de Yuuto con el sistema fue leer acerca de
eso. Descubrió que había mucho conocimiento en el mundo que solo se podía obtener a través
de la ejecución real.
Por ejemplo, Yuuto entendió la idea primitiva de iniciar un incendio presionando un poste de
madera en el espacio entre dos tablas de madera y girándolo rápidamente, pero todavía no
podía entenderlo. El solo hecho de saber algo era muy diferente de ponerlo en práctica.
Aunque había seguido de cerca lo que estaba escrito en los libros, si implementaban el sistema
en una escala más amplia y fallaba, era probable que algunas personas murieran de inanición.
Entonces todavía lo estaban probando en una pequeña parcela de tierra.
La compensación era que solo podían cosechar una vez al año por el momento. Entonces
cada ciclo tomaría un total de cuatro años. Fue una reforma que tomó mucho tiempo en
implementarse.
"Luego," dijo Felicia. "Este documento, que usted ha presentado, Hermano Mayor, se ha vuelto
cada vez más popular, y muchos han solicitado una mayor producción."
"Dice que lo presenté, pero en realidad, el papel y el sistema Norfolk no son cosas en las que
pensé, y los métodos que adquirí a través de las trampas."
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"Pero también debe reconocer que, gracias a esas ideas, muchos de nuestros ciudadanos han
eliminado una gran carga. Realmente es encomiable."
"Eso es verdad," dijo. "Es bueno que nuestra gente tenga suficiente para comer." Cuando
Yuuto llegó por primera vez a este mundo, había experimentado muchas veces cómo se sentía
pasar hambre, y esa sensación de hambre había creado irritabilidad en él.
Si bien la escritura existía en Yggdrasil, el "papel" en sí no había existido todavía. Las palabras
grabadas en tablas de arcilla y bloques de madera eran los métodos principales de
transferencia de información.
Siendo del Japón de hoy en día, lo primero que se le ocurrió a Yuuto fue la palabra "papiro"
que había visto en un libro de texto. Naturalmente, lo había buscado en línea y había
encontrado algo sobre cómo crear papel a partir de las malas hierbas.
Parecía tan simple que incluso un profano podía manejarlo, por lo que Yuuto había intentado
hacer algunos, y aunque el producto final había sido de tan baja calidad que ninguna persona
moderna lo consideraría digno de venta, en realidad voló. los estantes de los puestos de los
mercaderes.
Las malas hierbas brotaron abundantemente en la región. Y la producción de papel no tardó

más tiempo de lo que producirían los cultivos. Usar el papel como otra fuente de ingresos fue
otro punto a su favor.
Con las ganancias del periódico, compraría todo el trigo que los comerciantes tenían para
ofrecer, luego lo molía en los molinos de agua que habían discutido en el desayuno de esa
mañana, y luego vendía la harina resultante para obtener aún más beneficios. A través de esta
cadena de estrategias económicas, la situación alimentaria y financiera del Clan Lobo había
mejorado drásticamente.
Salvar a la gente de la inanición con un ingreso constante, mejorar el nivel de vida y ahuyentar
a los invasores extranjeros le valió el apoyo de la gente. Por lo tanto, las reacciones entusiastas
de los pueblos en el desfile de la victoria del día anterior no estaban fuera de lugar.
"Bueno, ¿qué te gustaría hacer? ¿Deberíamos aumentar la producción?" Preguntó Felicia.
"No, será mejor que no. Por el momento, al menos, debemos mantener el rumbo."
"Entendido. Bueno, entonces, haré lo que me pidas."
"Honestamente, quiero enseñar a la gente del pueblo cómo usar papel." Yuuto no podía
sacudirse sus sentimientos de culpa por la gente que vivía en el palacio y monopolizaba el
aumento de las ganancias. A menudo jugaba con la idea de que tal vez enseñar a la gente del
pueblo cómo usar el papel también les proporcionaría una mayor prosperidad.
Pero el papel fue lo suficientemente simple como para hacer que incluso un estudiante
promedio de escuela media como Yuuto pudiera lograrlo simplemente buscando información
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en línea. No requirió ninguna habilidad altamente especializada ni nada. Si le enseñaba a la
gente del pueblo, era algo que fácilmente podría extenderse al mundo exterior. Y luego otros
comenzarían a producirlo, y el Clan Lobo ya no tendría un gran mercado.
La implicación era que retrocederían a los días de la pobreza, en los que la comida sería
escasa. ¿Quién viajaría largas distancias y pagaría grandes cantidades de dinero por algo que
podrían hacerse en casa?
Como Patriarca, tenía que evitar esa situación a toda costa.

Un guardia se apresuró a entrar en la oficina de repente, se mantuvo firme y anunció:
"¡Disculpe la interrupción! ¡Hemos recibido una correspondencia del Clan del Cuerno!"
El sistema anterior requería que uno pasara por numerosos guardias antes de llegar al
patriarca, pero Yuuto había descubierto que era el colmo de la ridiculez, por lo que, a la espera
de un control para asegurarse de que el visitante no llevaba armas, ahora podían proceder de
inmediato al patriarca.
Esto provocó muchas quejas de los ancianos sobre la autoridad, la dignidad y cosas por el
estilo. A menudo causaba que Yuuto reflexionara sobre el hecho de que el cambio era difícil.
"Dios mío, eso fue rápido." Con los ojos muy abiertos por la sospecha, Felicia aceptó el grupo
de tablas de arcilla del guardia.
Yuuto había enviado una correspondencia cinco días antes, después de que la lucha había
terminado. Al enviar solo una carta y solicitar solo una carta a cambio, el tiempo de viaje tomó
solo cuestión de horas, pero tomarse el tiempo con una carta y su respuesta era una costumbre
no solo de los ancianos, sino de la población en general de Yggdrasil.
Pero para Yuuto, la velocidad de la información era la diferencia entre la vida y la muerte. Le
hizo pensar en lo que Sun Tzu había dicho sobre la influencia de la velocidad en la guerra: la
diferencia de unas pocas horas podía afectar las mareas de la batalla. En momentos como
estos, Yuuto no quería arrepentirse.
"Bueno, entonces..." Felicia tomó el martillo de madera que estaba encima del escritorio de
Yuuto y lo bajó sobre la tabla de arcilla. Ella rompió la simple tabla de arcilla, adornada solo
con un sello que probablemente pertenezca al Clan Cuerno, y desde adentro había una
segunda tabla de arcilla con un texto grabado en ella.
Correspondencias importantes como esta eran selladas de esta manera: la carta misma fue
cocida en una segunda tabla de arcilla simple en un esfuerzo por ocultarla de los ojos de los
demás.
"Veamos. 'Informa al Patriarca-dono Yuuto del Clan Lobo. Soy Rasmas, del Clan del Cuerno."
Sosteniendo la tabla de arcilla, Felicia leyó la introducción.
Esta forma de comenzar una carta con "Informar, soy" era una forma muy formal y tradicional
de escribir cartas en Yggdrasil.
Página 80
Como la tasa de alfabetización en Yggdrasil era inferior al uno por ciento, era común tener
cartas y lecturas manejadas por una secretaria, que estaba entrenada profesionalmente para
leer y escribir. Por lo tanto, "Informar" era en realidad una directiva para el secretario que lee
la carta.
"‘Varios de nuestros miembros en escalones superiores, incluido yo mismo, asistirán a la

Ceremonia de Cáliz. Esperamos llegar dentro de los siete días. Confiamos en que está
tratando a nuestro líder de forma hospitalaria’ Tiene fecha de hace tres días."
El contenido era bastante conciso, sin embargo, la tableta de arcilla era tan grande como la
mano de Yuuto. Sellar la correspondencia lo hizo aún más voluminoso. Cuando se compara
con el papel, realmente fue un material problemático.
"Tratarla de forma hospitalaria, ¿eh?" Dijo Yuuto. "Hablando de eso, ¿está bien? No se siente
mal ni nada, ¿verdad?"
"De hecho, ella está extremadamente bien. Me dijeron que comió todo su desayuno esta
mañana."
"Ya veo. Si ella está comiendo normalmente, entonces estoy seguro de que está bien." Yuuto
dio un suspiro de alivio.
Aunque ella había consentido en convertirse en una hermana pequeña subordinada, todavía
era solo un contrato verbal. Naturalmente, no podía dejarla vagar libremente, por lo que
actualmente estaba confinada en un rincón del palacio.
Aunque pronto se convertiría en una pequeña hermana subordinada, todavía era la patriarca
de la nación vecina, el Clan Cuerno. Tampoco sería bueno tratarla mal.
Al llegar al palacio, la habían desatado de las cuerdas y le habían otorgado un lugar en el que
relajarse. Aun así, no era impensable que ella pudiera tener un repentino cambio de opinión;
ella podría pensar que es un obstáculo para su propio clan e intentar suicidarse. Yuuto se
encontró temeroso de la situación potencial que podría resultar. Y a nivel personal, Yuuto
tampoco podía soportar la idea de que una chica tan tierna muriera.
"Asegúrese de tratarla hospitalariamente, como dice la carta," ordenó. "Pero también, ten
cuidado para que ella no huya de nosotros."
"Tee hee."
"¿Qué pasa, Felicia? ¿He dicho algo gracioso?"
"No, solo pensaba en lo confiable que te has convertido en comparación con cómo eras hace
dos años."
"...Realmente no necesitas halagarme."
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"Pero ya has hecho mucho por nosotros. Desde que llegaste aquí, Hermano Mayor, nosotros,
los del Clan Lobo, no hemos visto el final de las mejoras en nuestro clan. Estoy agradecida
desde el fondo de mi corazón de que fueras tú quien se convirtió en nuestro líder." Felicia miró
a Yuuto con una expresión apasionada.
Mirándola a los ojos, Yuuto no podía sentir una pizca de falsedad. Su rostro se puso rojo
inmediatamente. Mientras que Yuuto se había acostumbrado a las palabras de elogio en ese
momento, y estaba acostumbrado a las burlas de Felicia, encontrarse con una mirada tan
sincera era francamente injusto. No podía soportar mirarla.
"¡Hee hee!", Soltó una risita. "Sabes, la forma adorable en que reaccionas es otro de tus
encantos, Hermano Mayor."
Yuuto podría haberse sentido orgulloso de cuánto había crecido en los últimos dos años, pero
sentía que no importaba cuántas décadas pasara allí, nunca se acostumbraría a Felicia.
================ Cambio de escena ================
En el segundo que Yuuto abrió la puerta, fue atacado por un grito cortante. "¿Qué es lo que
quieres?" El líder del Clan Cuerno ni siquiera intentó esconder su desdén.
Dentro de las paredes de este palacio, ella era la única que se atrevería a adoptar ese tono
con él. Con toda honestidad, Yuuto odiaba la constante formalidad que se derramaba sobre él,
ya que no sentía que se lo mereciera, y así encontró algo de consuelo en su brusquedad.
"¿No se me permite ir a ver a mi futura hermana pequeña subordinada?" Preguntó.
"No."
"Bueno, es una pena". Una sonrisa irónica instintivamente se apoderó de los labios de Yuuto.
Después de preguntar sobre el estado de Linnea, había querido verla con sus propios ojos,
pero no parecía estar de buen humor.
"¿Hay algo que no te gusta? ¿Hay algo que necesites?" Preguntó. Aunque era prisionera de
guerra, Linnea también era una invitada vital para el Clan Lobo. Con el fin de construir mejores
relaciones, era importante garantizar que estuviera cómoda tanto como fuera posible. En
realidad, quien arreglaría tales cosas era Felicia, que estaba tomando notas en silencio detrás
de él.
La habitación a la que habían confinado Linnea era en realidad una habitación de invitados en
una esquina del palacio. De un vistazo, la habitación había sido meticulosamente limpiada y
los muebles elegidos y arreglados con cuidado. La canasta en la mesa se desbordó con una
variedad de frutas.
Linnea introdujo una uva tras otra en su boca, mordiéndolas mientras hablaba. "No hay nada
de lo que me falta. Pero hay ciertos inconvenientes."
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"Hmm, bueno, me ocuparé de que esos inconvenientes se solucionen de inmediato."
"Bien, eso significa que saldrás de mi habitación. ¿Y podrías deshacerte de ese guardia junto
a la puerta?"
"Esa es una petición difícil," Yuuto se rió, encogiéndose de hombros.
Hasta que se completara la Ceremonia del Cáliz para hacerla miembro del Clan Lobo, él
simplemente no podía permitirle que vagara libremente. Sabía que eso era cierto, pero podía
decir que tener a alguien permaneciendo en la entrada todo el tiempo, visitándola de vez en
cuando, no era muy cómodo para ella.
"No, espera, ya sé. ¿Podrías al menos cambiar a los guardias con sirvientas?" Preguntó ella,
la idea aparentemente repentinamente se le ocurrió a ella.
Teniendo en cuenta que había sido monitoreada todo este tiempo por miembros del sexo
opuesto, era natural pensar que ella podría sentirse más a gusto con alguien del mismo sexo
vigilándola en su lugar.
Yuuto miró a Felicia, y ella asintió.
"Eso debería ser posible," dijo. "Naturalmente, los guardias del palacio todavía tendrán que
estar estacionados en algún lugar cercano."
Yuuto asintió con la cabeza. "Bien, entonces hazlo así."
"Entendido."
"¿Ese es el papel legendario?" Murmuró Linnea distraídamente, mirando el bloc de notas que
Felicia estaba sosteniendo.
Dentro del palacio, el uso del papel ya estaba tan extendido que incluso anotaciones menores
como estas se registraban en él, pero seguía siendo una curiosidad para la gente de otras
naciones.
"Sí, es una herramienta bastante útil. Estoy muy agradecida con Hermano Mayor por eso."
Felicia sonrió, su pluma hecha de caña—algo más que Yuuto había aprendido a hacer a través
de Internet—navegando por las páginas.
Las tablas de arcilla y los bloques de madera que habían estado en uso hasta hace dos años
habían sido pesados y difíciles de manejar, y habría sido una pesadilla para cargar.
"Yuuto-dono, tú y yo somos muy cercanos en edad, y, sin embargo, realmente eres

impresionante," dijo Linnea.
"¿Qué es esto de repente?" Preguntó Yuuto con cautela. Su actitud hasta ese momento había
sido tan hostil que sospechó de motivos ocultos en su cambio repentino.
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Linnea le dio una sonrisa irónica. "Tal vez al final, yo no era una patriarca adecuada, después
de todo. Experimentando derrota tras derrota en batallas en las que estaba a la ofensiva, lo
que me llevó a ser tomado prisionero... hee hee... Con esa recepción de ayer, me hizo pensar
que realmente eres algo."
"¿Qué es exactamente lo que buscas?" Yuuto estaba acostumbrado a la adulación de sus

propios subordinados, pero para que un líder enemigo incluso comenzara a felicitarlo, parecía
salir de la nada. Era natural para él sospechar que ella podría estar tramando algo.
"¡Ha Ha! Solo hablé lo que me vino a la mente sin pensarlo. Creo que solo estaba celosa de
ti."
Mientras miraba intensamente a Yuuto, los ojos de Linnea se llenaron con los enloquecedores
dolores de los celos y la envidia.
Tal vez su juventud trajo su propio tipo de dificultades.
A pesar de que no había una gran diferencia de edad entre ellos, de ver a otra persona tan
admirada y respetada por los demás, no sería irracional tener sentimientos tan complicados.
Yuuto comenzó a hablar, luego se tranquilizó. Sabía que la simpatía forzada solo le causaría
más dolor. No había palabras que el vencedor le pudiera ofrecer al perdedor, por así decirlo.
================ Cambio de escena ================
A pesar de que el sol estaba a punto de ponerse, una ráfaga de aire caliente le quemó las
mejillas.
Esta área era la parte más profunda del palacio, donde solo se permitía ir a un pequeño número
de miembros del Clan Lobo. El corredor que Felicia y Yuuto estaban bajando era
esencialmente un pasillo recto, situado más allá de un puesto de guardia con diez guardias
apretujados en la entrada, y otros dos guardias en frente al taller al final del pasillo. El
estacionamiento de guardias era tan apretado, que ni siquiera un ratón podría pasar.
Al ver la cara de Yuuto, los guardias inmediatamente se pararon firmes." ¡Oh, es bueno verte,
Patriarca-dono! ¡Por favor entre!"
Varias gotas de sudor gotearon por la cara de Yuuto. El área alrededor del taller era
increíblemente calurosa. El aire en sí parecía estar ardiendo, haciendo que el área no se
sintiera diferente de una sauna.
"Buen trabajo." Con esas sinceras palabras de agradecimiento, Yuuto entró al taller.
Dos hombres estaban de pie en el centro de una habitación oscura del tamaño de un salón de
clases, trabajando alrededor de un horno de barro con forma de cubo. Una deslumbrante luz
anaranjada se encendió desde la mitad superior del horno.
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"Está bien, ahora sigue así. Oh, ¿eh? ¡¿Yu-Yuuto?! "
La chica parada a un lado, mirando el horno, notó a Yuuto y sus ojos se agrandaron. Sus ojos
voluntariosos y vueltos hacia arriba y su pelo rizado y corto le daban un aire alegre.
"Yo, mucho tiempo sin verte, Ingrid," dijo. "Realmente no deberías estar tan sorprendida de
verme."
"Oh, m-mucho tiempo sin verte. S-sí, creo que escuché que volverías o algo así." Ingrid
respondió al saludo de Yuuto rascándose la mejilla y dando una respuesta indiferente.
Él tuvo la sensación de que estaba encubriendo cómo se sentía realmente. Dado que esto era
parte del curso con ella, Yuuto no se ofendió y habló, encogiéndose de hombros. "¿Qué
demonios? Estás actuando tan fría. Somos amigos, ¿verdad?"
"Cállate. He estado aquí abajo disparando el horno desde ayer. A-así que no tengo tiempo
para preocuparme por gente como tú. Y, ¡oye! ¡Nadie dijo que ustedes podrían tomarse un
descanso! ¡Continúa!" Echando un vistazo al horno a mitad de la conversación, Ingrid les dio
a sus trabajadores un fuerte regaño sin ningún indicio de indulgencia.
Más joven que los hombres que trabajan en el horno, podría parecer como si hubiera sido
relegada a tareas domésticas, pero en realidad, esta chica de solo dieciséis años era en
realidad el octavo miembro mejor clasificado del Clan Lobo, y el jefe del taller Mótsognir.
Al igual que Sigrún y Felicia, Ingrid también era una Einherjar, en posesión de la runa de Ívaldi,
Birther of Blades10, y el Clan Lobo había llegado a confiar en sus habilidades superiores de
herrería.
A primera vista, parecía taciturna y cortante, pero...
"Agh, te dije que no te preocupes tanto," le dijo a uno de sus subordinados. "Haz eso, y te
quemaras a ti mismo. Solo cálmate ya."
Yuuto sabía muy bien que en realidad era una chica muy amable. Ella simplemente era
propensa a actuar de manera engañosa, en contra de sus sentimientos, lo que uno podría
llamar un demonio que había caído del cielo.
Pensando en algo que había sucedido dos años antes, la cara de Yuuto soltó en una sonrisa
espontáneamente. Cuando acababa de llegar a este mundo, ella lo había reprendido o
regañado, y luego se había preocupado por él al siguiente.
Con el molino giratorio y el molino de agua, si Ingrid no hubiera prestado su talento a Yuuto,
no habría podido construirlo solo. Debido a eso, ella era, como la ayudante de Yuuto Felicia,
una asistente de mano derecha irremplazable.
10 Las Cuchillas de Birther
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Echando un vistazo a los trabajadores que estaban poniendo todo lo que tenían en lo que
estaban haciendo, dijo Yuuto, sintiéndose un poco culpable, "Lo siento, si ustedes están
ocupados, ¿tal vez debería volver en otro momento?"
"N-no te preocupes por eso. Aunque no estoy exactamente libre en este momento. Pero como
has venido después de una ausencia tan prolongada, tómate tu tiempo." Ingrid le dio una
sacudida dramática de la barbilla, señalando una silla cercana.
Yuuto dio un paso adelante, dándose cuenta de que no serviría para quedarse parado, pero
luego notó la mirada hosca en el rostro de Felicia.
Intentando calmar su voz, Felicia le ofreció algunos consejos francos a Ingrid. "Ingrid-dono,
sobre ese tono que siempre estás usando con Hermano Mayor, es..."
Ingrid dejó escapar un gemido y estrujo su cara. "Ahh ya veo. Bueno, en el pasado, este tipo
— no, espera, ¿no es así, eh, ¿P-P-P-Padre? Bueno, él sabe que es solo un hábito del que no
me puedo deshacer... ¡Lo-lo-lo siento, P-P-Padhhh!"
"¡Heh heh!" Yuuto se echó a reír inadvertidamente de Ingrid. Hasta ese momento, ella había
estado actuando con tanto vigor, y ahora se estaba mordiendo la lengua.
"Ahh! ¡N-No te rías! No, quiero decir, ¡por favor no te rías de mí!" Suplicó Ingrid, con ojos
ligeramente llorosos.
Una vez había sido una persona bastante tímida, pero su vergüenza ahora era peor de lo que
había sido antes. Su cara era de un rojo más brillante que el interior del horno.
Yuuto rechazó la vergüenza de Ingrid. "Te dije que actuaras como lo haces normalmente.
Hacer que me hables formalmente se siente tan frío, Ingrid."
"S-supongo que tienes razón. ¡Hacer las cosas como siempre lo hemos hecho es mejor! "La
expresión de Ingrid cambió al instante y ella asintió con satisfacción, como si la sugerencia
hubiera sido suya desde el principio.
"¡E-ejem!" Felicia aclaró su garganta, aparentemente a propósito. Aparentemente, ella no

estaba contenta. "Hermano Mayor, Ingrid-dono. Entiendo que ustedes dos sean cercanos, pero
es molesto que no puedan separar comportamientos públicos y privados."
"¡N-no somos cercanos!" Dijo Ingrid.
Su repentina negación lastimó un poco los sentimientos de Yuuto. Pero entendió que era un
reflejo, una negación que no podía evitar dar.
Yuuto dejó caer sus palabras y dijo: "Bueno, ya ves, eso no es lo que quiero, tampoco..."
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"Esta es un área donde no puedo dejar que hagas lo que quieras, Hermano Mayor," dijo Felicia
en tono de disculpa. "Ingrid-dono está en una posición de alto estatus, y también hay muchas
personas alrededor."
Ella miró por encima y se encontró con los ojos de los otros trabajadores. No fue posible
garantizar que los trabajadores no dejaran correr la voz de que Ingrid actuó tan
despreocupadamente con Yuuto. Ser amigable al hablar y la manera estaba bien, pero la
disciplina y el orden eran importantes para una organización como la suya. Para alguien que
debería ser un ejemplo para el grupo de infringir ese orden, y para aquellos que están debajo
de ellos que de repente sigan su ejemplo, sin duda afectaría la capacidad de la organización
para controlarse a sí misma.
"Tía Felicia tiene razón," dijo Ingrid a regañadientes. "Trataré de... no, tendré cuidado a partir
de ahora. Por favor, perdóname, Padre."
La expresión de Ingrid se puso rígida y ella apretó su postura, volviéndose hacia Yuuto e
inclinando la cabeza.
Al verla así, Yuuto se dio cuenta de la distancia que los separaba. La advertencia de Felicia le
recordó otro consejo de El Príncipe, sobre el valor de una manera digna para un líder. Entendió
que así eran las cosas, pero, aun así, él e Ingrid tuvieron un vínculo forjado a través de horas
de prueba y error, empapados en sudor. Yuuto no pudo hacer nada más que morderse el labio
ante la soledad que se abría camino en su corazón.
"Oh, pero, cuando solo se trata de ustedes dos, pueden llamarse por su nombre y comportarse
como mejor les parezca," dijo Felicia, eligiendo de repente ese momento.
Mirando instintivamente a Felicia, Yuuto la vio parpadear pícaramente. Felicia a menudo era
blanda cuando se trataba de Yuuto.
"Por favor, asegúrese de mantener una clara distinción entre los modales públicos y privados,
¿de acuerdo?" Agregó. No se olvidó de agregar un meneo de su dedo índice y una expresión
seria en buena medida.
La cara de Yuuto se iluminó de alegría cuando una sonrisa se abrió camino en su rostro.
"¡Entendido! ¡Seré cuidadoso! Muy bien, Ingrid, cuando estemos a solas, ¡haremos lo que
siempre hemos hecho!"
"¡¿A-a-a-solas?! ¿Qué estás diciendo, tan de repente?" Tartamudeó Ingrid, con tal
consternación que era vergonzoso mirarlo.
Su forma de hablar también había vuelto a su estado casual anterior.
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"Oye, no hagas que suene extraño," dijo Yuuto. "Solo quise decir, cuando nos volvamos a
reunir, hagamos algo de nuevo. Las cosas están ocupadas ahora, pero debería tener algo de
tiempo libre pronto."
"Ah, yo... supongo que así es como es. Bueno, está bien. Sí. Uhhm, ¡ah!" A pesar de que Ingrid
pareció desanimada por un momento, esa mirada fue rápidamente reemplazada por una
amplia sonrisa mientras asentía vigorosamente.
Ingrid lo siguió con otro suspiro pesado. "Es realmente difícil para mí hablar con la gente. Me
siento mucho más cómodo trabajando con mis manos y haciendo cosas."
"Después de todo, tienes el corazón de un artesano serio," asintió Yuuto. Hubo quienes fueron
malos para hablar con los demás y pasaron todas sus energías en hacer cosas. Por ejemplo,
Yuuto había escuchado que muchos novelistas, cuya profesión entera fue construida alrededor
de palabras, comúnmente se encontraron incapaces de conversar cara a cara con los demás.
Por otro lado, sintió pena por una chica de la edad de Ingrid sintiéndose así. Pensó que tal vez
en vez de solo él siempre se encontraba solo con ella, quizás sería bueno convencerla de que
interactúe con otros también.
Mientras pensaba en ello, Felicia se tapó los labios con la mano y soltó una risita cuando estalló
en una sonrisa divertida. "Hermano mayor, eres tan malo como siempre..."
"¡Agh! ¡Dios! ¿Por qué ustedes dos incluso vinieron aquí? ¡Estoy ocupado! ¡Deja de interrumpir
mi trabajo!" Gritó Ingrid, nerviosa. Su rostro una vez más se volvió rojo como un tomate.
"¡¿Qué?! Bueno, antes, nos dijiste que tomáramos nuestro tiempo," Yuuto se quejó.
"¡Cállate! ¡No recuerdo haber dicho algo así! ¡Si no tienes nada que hacer, vete!" Ingrid
comenzó a empujar apresuradamente la espalda de Yuuto, y luego comenzó a sacar a los dos
del taller.
Olvida la formalidad, ella había cambiado de hablar casualmente a gritar y dar órdenes. Sin
embargo, Felicia, a quien debería haber molestado, golpeaba la pared con el cuerpo
retorciéndose de la risa.
"Gracias por su arduo trabajo hoy, como siempre."
"Sí, gracias también, Felicia." Los dos habían vuelto desde entonces a la habitación de Yuuto.
"Bien, entonces, regresaré por la mañana para despertarte una vez más. Buenas noches,
Hermano Mayor." Con una elegante reverencia, Felicia salió de la habitación.
Tan pronto como Yuuto cerró la gran puerta de madera, retrocedió varios pasos y se dejó caer
sobre su cama.
"Vaya, estoy agotado."
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Tan pronto como Yuuto aterrizó en su cama, oleadas de fatiga se apoderaron de su cuerpo, y
él liberó todo el aire en sus pulmones con un largo suspiro.
La habitación estaba débilmente iluminada por el brillo naranja de una lámpara solitaria. A este
mundo aún le faltaban velas, pero tenían lámparas de barro con mechas hechas de maderas
y algodón. Con una iluminación tan tenue, apenas podía distinguir lo que había en su
habitación.
"Tal vez somos nosotros, los de hoy en día, los que somos extraños por querer trabajar en las
profundidades de la noche."
Al decir eso, Yuuto tomó la batería solar, que se había estado cargando en el alféizar de la
ventana, y la conectó a su teléfono inteligente.
En Yggdrasil, levantarse antes del sol y cenar seguido de ir a la cama poco después de que
se pusiera el sol, era la norma. Probablemente era seguro decir que así era como la mayoría
de los humanos habían vivido sus vidas hasta la era moderna. Mirándolo desde una
perspectiva histórica, hasta el advenimiento de la iluminación en el Siglo XIX, esta era la forma
en que todos se conducían.
A pesar de que el negocio oficial de Yuuto había concluido por el día, todavía tenía trabajo por
hacer. O, mejor dicho, solo cuando no hubiera nadie más podría permitirse las ventajas únicas
de un hombre moderno.
"Supongo que debería ser suficiente ahora." Yuuto conectó la batería a su teléfono inteligente,
el logotipo del fabricante apareció en la pantalla después de un tiempo.
Buscando en línea, comprando ocasionalmente libros electrónicos, buscando conocimiento

que pueda ser útil en este mundo—todo esto se ha convertido en parte de la rutina nocturna
de Yuuto.
Para ser justos, no era como si Yuuto no se estuviera conteniendo acerca de traer
conocimiento del siglo XXI a este mundo. Él estaba atormentado por preocupaciones como,
"¿Y si ese conocimiento solo hiciera un lío más grande?", O "¿Era incluso aceptable para él
introducir ese conocimiento?"
Pero si Yuuto no hubiera usado ese conocimiento, el Clan del Lobo ya podría haber sido
borrado por completo de la existencia. Además de eso, las imágenes de los niños que lloraban
de hambre que habían saludado a Yuuto cuando llegó por primera vez, así como las imágenes
de los cadáveres de aquellos que lo habían cuidado, aún permanecían grabados en sus
recuerdos.
Sabía lo que se necesitaba hacer, pero estaba teniendo dificultades para convencerse a sí
mismo. Tener el conocimiento y la capacidad de cambiar las cosas, pero no hacer nada,
parecía infinitamente más pecaminoso. Por lo tanto, Yuuto continuó desafiando sus instintos.
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Pensó en la manera fría en que había tratado a Mitsuki en la escuela primaria, después de
haber sido incapaz de soportar las burlas de sus amigos. Era una parte oscura y vergonzosa
de su pasado. No quería hacer algo por lo que se hubiera pasado el resto de su vida
arrepintiéndose así otra vez.
Y más que cualquier otra cosa, no quería caer en la trampa de convertirse en ese hombre.
"De todos modos, creo que debería volver a lo que estaba leyendo antes de que comenzara
la batalla," dijo en voz alta.
En el momento en que apareció su pantalla de inicio, Yuuto tocó el ícono de "Hindle," su lector
de libros electrónicos, y de las cubiertas alineadas antes que él, seleccionó un libro sobre el
tema de la historia de la economía.
En Yggdrasil, el trueque fue el método principal para hacer negocios. La negociación o el

trueque era correcto si ambas partes ganaban algo de igual valor, pero si la transacción
favorecía más a una parte que a la otra, era difícil continuar haciendo negocios. Y encontrar a
alguien que quisiera comerciar por lo que tenía también fue difícil. No pudo evitar pensar que
era altamente ineficaz.
El oro y la plata podían usarse como sustitutos del comercio, pero venían con su propio y
pesado acto de equilibrio. Tampoco pudieron evitar que las personas usen trucos para
influenciar fraudulentamente el valor de la moneda.
En ese momento, Yuuto tuvo una idea: usar el papel moneda como método común de
intercambio financiero. Después de todo, ya habían hecho papel, y si mejoraba la suavidad de
sus transacciones comerciales, podría dar una sacudida eléctrica a su comercio general,
reforzando así la destreza nacional general del Clan Lobo.
Sin embargo, las cosas nunca fueron tan simples.
"Mnnn, realmente no creo que pueda poner esto en práctica," murmuró.
Mientras continuaba leyendo, Yuuto se dio cuenta de su propia superficialidad. Simplemente

circulando billetes con una cantidad escrita no era tan simple como sonaba. En primer lugar,
necesitarían la tecnología de impresión para duplicar lo mismo una y otra vez. La función del
producto dependerá en gran medida de si pueden o no preparar metales preciosos con un
valor similar y si pueden o no ganarse la confianza de los gobiernos.
Según este libro, la primera aparición del papel moneda en la historia había sido en el siglo XI
en China, durante la dinastía Song. El libro también decía que, si inundaban el mercado con
demasiada moneda, el valor disminuiría rápidamente, lo que provocaría inflación, y el valor de
los productos también colapsaría, lo que indicaría el final de una economía.
"Si la sociedad en cuestión aún no ha madurado lo suficiente, entonces esto podría causales
más caos," suspiró. "Esperaba que esto fuera una buena idea, sin embargo."
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Yuuto apartó su cara de la pantalla, mirando hacia el techo, pensando.
¡Eso es! Una idea apareció en su mente, pero se dio cuenta de que esto también podría no
ser posible una vez que realmente lo investigara.
"Siempre que no requiera demasiado capital inicial, puede ser una buena idea. Bueno, pero,
¿podríamos usarlo para acuñar monedas? ...Oh, tendré que terminar esto más tarde."
El medidor de batería indicado en la esquina superior izquierda había cambiado a rojo, por lo
que Yuuto presionó un botón para regresar a la pantalla de inicio.
La pantalla de cristal líquido consumió la mayor cantidad de energía de la batería.

Especialmente la pantalla bastante grande de cinco pulgadas de Yuuto. Con la energía de la
batería suministrada por la batería solar, podría obtener entre 30 y 40 minutos de lectura
continua.
"Bueno, antes de ir a la cama, supongo que al menos debería llamar, para poder escuchar su
voz". Cambió sus datos de celular (manteniendo los datos celulares en el drenaje del batería
mucho más rápido, por lo que lo mantuvo como una configuración predeterminada), y llamó a
su amiga de la infancia.
La habitación de Yuuto estaba en la parte noreste del palacio. La habitación del anterior
patriarca soberano había estado en el centro del palacio, pero Yuuto había protestado y les
había pedido que movieran su habitación. Como esta habitación era la más cercana a la torre
sagrada, su teléfono podía conectarse siempre que la luna estuviera al menos medio llena.
"¡Hola!" Una voz bulliciosa resonó en el altavoz después de que el teléfono sonó sólo una vez.
Los labios de Yuuto hicieron una sonrisa al darse cuenta de que ella había estado anticipando
su llamada. "Hola. Buenas noches, Mitsuki. Soy yo."
"Sí, buenas noches, Yuu-kun. Debes estar cansado después de todo el trabajo que tenías que
hacer."
"Sí, estoy bastante cansado."
Apenas le quedaba batería. Él no podría tener una buena conversación con ella. Esta sería
una cita secreta que solo duraría unos minutos.
Teniendo en cuenta todas las cosas importantes para las que utilizó su teléfono, tal vez debería
aprender a ser más eficiente escaneando los libros electrónicos en busca de información. Pero
este fue el único tramo de tiempo en el que Yuuto realmente comenzó a sentir que su corazón
sanó.
"Buenas noches, Mitsuki," dijo.
Y así, Yuuto logró pasar otro día ileso como Patriarca.
Página 92
Acto 4
"Ahora bien, comenzaremos la Ceremonia del Cáliz," entonó el hombre. "Soy Alexis, y como
goði, supervisaré estos procedimientos. Este día es particularmente auspicioso..."
En el centro de la sala ceremonial, un hombre de mediana edad en buena forma y con barba
comenzaba a pronunciar su discurso. El cuerpo del hombre estaba cubierto con ropa lisa,
lustrosa y de clase alta. Estaban hechos de una tela extremadamente rara conocida como
"Sieke" que solo podía ser producida en tierras lejanas al este. A juzgar por lo que podía ver,
Yuuto estaba seguro de que era seda.
Lo cual era de esperar de un representante enviado como enviado del Emperador Divino. Era
natural que llevara algo tan caro.
"...y eso nos ha traído aquí," continuó el hombre. "Y ahora, en este día tan maravilloso,
presento las dos partes destinadas a estar vinculadas por los lazos de hermanos: como el
hermano mayor, el octavo patriarca del Clan Lobo, el Señor Yuuto. Y la hermana menor, el
patriarca soberano del Clan de Cuerno, Linnea-dono. Y a través de la autoridad de este Cáliz,
el Clan Lobo y el Clan Cuerno quedarán ligados como clanes emparentados a partir de ahora."
Hablando sin parar sobre cosas que eran completamente sin sentido, Alexis finalmente había
llegado a la razón por la que todos estaban reunidos aquí. Yuuto no pudo evitar recordar los
discursos de su director durante las asambleas de la mañana en su escuela. Si bien esto era
una tradición y una parte del ritual social, no pudo evitar luchar contra el impulso de bostezar.
Por cierto, Yggdrasil no tenía ningún concepto de los apellidos. Si uno necesitaba tal cosa, por
lo general usaban su clan designado como tal. Eso era lo que significaba ser un clan: aquellos
tenían el mismo linaje, una familia.
"Así estarás unido." Aunque sé que no es necesario, revisaré el vino sagrado una vez más."
El goði Alexis levantó el cántaro de plata e inclinó el caño, dividiendo el chorro de alcohol en
los dos cálices con su mano.
Había alrededor de veinte personas a cada lado del goði. Eran casi todos miembros del Clan
Lobo, pero alrededor de cinco miembros del Clan Cuerno también estuvieron presentes. Como
era una ceremonia sagrada, ninguno de ellos estaba haciendo un sonido. Solo el sonido del
líquido hizo un eco extraño.
Habiendo llenado ambos cálices, Alexis tomó uno y tomó un sorbo. Lo estaba probando por
veneno. Estos cálices estaban atando los intereses de dos países, después de todo. Si bien
fue una ocurrencia rara, la posición de goði requería que uno arriesgara su vida.
"De hecho, es un licor fino," dijo. "Ahora bien, Yuuto-dono, serás el hermano mayor."
Alexis devolvió el cáliz que había probado al podio, luego se giró hacia Yuuto una vez más y
lo visitó. La tensión, que había sido incómodamente espesa hasta ese momento, ahora
aumentó aún más.
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Yuuto tragó saliva, encontrando la solemne atmósfera de la ceremonia difícil, lo que le
dificultaba respirar. Podía sentir los ojos de todos enfocados en él.
"Sí." Yuuto sacó su cofre y respondió con una voz ronca y apagada. Trató de mantener el
mayor aire de dignidad posible, para no avergonzar al Clan Lobo.
"Al compartir el Cáliz con ella, tienes la intención de convertirla en tu hermana pequeña,"
entonó Alexis. "Si es verdaderamente su voluntad que ambos se vean unos a otros en tiempos
de bienestar como en tiempos de enfermedad, en momentos de alegría como en momentos
de tristeza, en tiempos de riqueza como en tiempos de pobreza, por favor beba profundamente
de este Cáliz. ¡Puedes proceder!"
Yuuto frunció el ceño ante las palabras del hombre. Aunque este era el discurso estándar
aceptado para que el Cáliz consolidara los lazos entre hermanos, a Yuuto le pareció que le
gustaban los votos matrimoniales. Todavía tenía solo dieciséis años, y ya tenía el corazón
puesto en cierta chica.
Por supuesto, él entendió que solo estaban haciendo un voto de ser hermanos a través del
Cáliz, pero Yuuto aún no podía evitar la aversión psicológica que sentía.
"Bueno, no hay mejor momento como el presente," murmuró.
Yuuto fue quien dijo que quería esto, y esas palabras, una vez que recibió la voz, no pudieron
ser restituidas. Habiéndose armado de valor, tomó el Cáliz de cobre élfico justo frente a él.
El Cáliz obligaría a dos clanes por medio de sus Patriarcas. Si el Cáliz, el Clan Lobo preparado
estaba demasiado viejo, se reflejaría mal en ellos. Y para el Clan Cuerno, que lo había perdido
todo, parecería que el Clan Lobo pensó aún menos en ellos. El cobre elfo tenía el mismo peso
como oro y tenía su propio valor inherente. De modo que el Clan Lobo, habiendo nacido de
tales metales, era una señal de máximo respeto hacia el Clan Cuerno.
"Aquí va." Tragó los contenidos del Cáliz de una vez. Una intensa sensación de ardor llenó su
boca, y tragarla hacia abajo causó que su estómago y garganta se enrojecieran con el calor.
Honestamente, fue desagradable más allá de la creencia. Su cabeza comenzó a sentirse

confusa.
¿Por qué los adultos beben esto? Yuuto se preguntó, desconcertado. Bebió lo que estimaba
que era la cantidad requerida, luego lo empujó hacia Linnea.
"Y ahora, Linnea-dono, le haremos la misma pregunta..."
"...De acuerdo," murmuró.
"En el momento en que bebes de ese Cáliz, te conviertes en el subordinado de Yuuto-dono.

Desde ese momento, se espera que le sirvas fielmente a tu hermano mayor y a su clan sin
falta. Si realmente se ha preparado para este voto, entonces demuestre su resolución bebiendo
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el contenido restante de este Cáliz y dejando que esa determinación prospere para siempre
dentro de él."
Linnea entrecerró los ojos al Cáliz. Y ella solo siguió mirando y mirando.
Justo cuando el temor de que ella realmente se alejara de convertirse en su hermana pequeña
subordinada se apoderó de Yuuto, Linnea tomó violentamente el Cáliz y bebió su contenido de
un solo trago.
No hubo ceremonia ni dignidad en sus movimientos. Fue un pequeño acto de rebelión.
"¡Uf!" Linnea limpió el Cáliz ahora vacío con un pañuelo de su bolsillo y, con ambas manos, se
elevó hasta la mitad y cayó hacia atrás. Luego se inclinó profundamente. "Por favor, cuídame
por toda la eternidad... Hermano Mayor."
Su voz era tan leve y tan llena de amargura que era difícil decir que ella le estaba pidiendo que
hiciera cualquier cosa por ella.
Hubo varios miembros del Clan Cuerno presentes. Aunque podrían no haber estado de
acuerdo con la idea del Cáliz, tenía que haber algo que los hubiera vendido.
En cualquier caso... la Ceremonia del Cáliz concluyó sin incidentes.
La larga disputa entre el Clan Lobo y el Clan Cuerno finalmente ha llegado a su fin. Para una
relación que había sido como el petróleo y el agua durante tanto tiempo, ahora podían
comenzar de nuevo como clanes emparentados. Gracias al Cáliz, pudieron celebrar días
pacíficos sin guerra, al menos por ahora. La misión de Yuuto como patriarca se había cumplido.
Ahora podía centrar su atención en encontrar el camino a casa sin sentirse culpable.
Yuuto reflexionó sobre la situación sin prisa, sintiendo una sensación de alivio.
"¡Princesa! ¡Gr... gracias a Dios que estás a salvo!" Un hombre de mediana edad rompió en
sollozos sin ningún concepto de vergüenza o preocupación por los que lo miraban.
"Segundo al mando, ya te dije, ya no soy tu princesa," dijo Linnea, aparentemente consciente

de quienes los observaban. "Vamos, estamos en público. Esto es embarazoso."
La ceremonia había terminado, y después de medio mes de espera, esta sería la primera vez
que el Clan Cuerno recuperaba su soberanía.
Aunque el resto de ellos no formaron la escena que el hombre de mediana edad tuvo, los otros
delegados a su vez saludaron alegremente a su patriarca, con sus ojos borrosos por las
lágrimas.
"Esos lobos demonios no te hicieron daño, ¿verdad?"
"Realmente son bestias."
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"Es completamente vergonzoso pensar que ahora somos un clan afín al suyo."
Con una sonrisa amarga, Yuuto les gritó alegremente e interrumpió su conversación.
Tan pronto como lo hizo, todos los delegados del Cuerno se movieron entre él y Linnea, como
para protegerla, y lo fulminaron con la mirada. Sus sentimientos de hostilidad y trepidación se
hicieron abundantemente claros. Era completamente natural, considerando que había
mantenido a su patriarca encerrado en el palacio.
"Oye, no hagas esas caras tenebrosas," dijo Yuuto." Diré esto de nuevo: Ustedes saben que
ya no somos enemigos, ¿verdad?"
Bajó los hombros, como para aplacarlos. Un sudor frío goteó por su espalda. Todos ellos,
incluso los más altos miembros de su liderazgo, llevaban expresiones endurecidas, como
miembros de yakuza que estaban siendo amenazados. Si Felicia no hubiera estado detrás de
él como su guardia, Yuuto podría haberse girado de inmediato y huir.
"Descansen, todos ustedes," ordenó Linnea. "Él es mi hermano mayor, después de todo."
"¡…Sí, señora!"
Ante la insistencia de Linnea, los emisarios del Clan Cuerno retrocedieron a regañadientes,
abriendo un camino para Yuuto. Pero ellos no renunciaron un poco en su vigilancia. Fue como
para mostrar que harían cualquier cosa para proteger a su patriarca.
Era obvio que Linnea era amada por sus hijos subordinados. El otro día, cuando visitó su
habitación, Yuuto había pensado que ella parecía celosa, quizás porque no era popular entre
su propia gente, pero era claramente lo contrario.
"Hermano Mayor, por favor perdona a mis subordinados y su falta de modales." Linnea se
volteó para mirar a Yuuto y le hizo una pequeña reverencia.
Acababan de compartir el cáliz y, sin embargo, se dirigía a él más formalmente, utilizando una
manera más educada de hablar. Tal vez porque dos patriarcas estuvieron involucrados, las
personas a su alrededor entendieron el peso del Cáliz.
Yuuto agitó su mano, como para decirle que no se preocupara por eso. "Es natural que protejan
a su patriarca. Son buenos hijos subordinados."
"Realmente son buenos subordinados. Demasiado buenos para mí." La más leve insinuación
de una sombra eclipsó la cara de Linnea.
De alguna manera, esas palabras llegaron a Yuuto. Él había experimentado los mismos
sentimientos y preocupaciones que ella sentía ahora. Era probable que ella, como él, no se
sintiera merecedora de una lealtad tan feroz por parte de sus subordinados.
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Linnea había sufrido una aplastante derrota, y ahora ella y su gente habían sido forzadas a
subordinarse al Clan Lobo, a quien habían considerado inferior. No había duda de que, por
ahora, sus preocupaciones eran mayores que las de Yuuto.
"Hermano Mayor, ¿deberíamos tomar un poco de aire fresco juntos?" Preguntó ella. "¿Hm?
Claro, eso está bien para mí." Yuuto rápidamente aceptó la invitación de Linnea, asintiendo
con la cabeza. Ella había estado encerrada en una habitación desde entonces ella había
venido a Iárnviðr. Pensó que solo quería ver el exterior, para respirar aire fresco, pero...
"Oh, ustedes, esperen aquí," ordenó Linnea a los emisarios del Clan Cuerno con un
movimiento de la muñeca.
Acababan de recuperar su patriarca, y esta era una tierra extranjera. Los emisarios del Cuerno
intercambiaban miradas incómodas.
"¡¿Princesa?! Yo... es peligroso ir sola," protestó su segundo al mando.
"Está bien," le aseguró. "Si alguien quisiera lastimarme, lo habrían hecho mucho antes."
"¡P-pero!"
"Nosotros los hermanos necesitamos tener una conversación privada. No te preocupes Vuelvo
enseguida," dijo Linnea con firmeza.
Yuuto siguió a Linnea, desconcertado. Mirando hacia atrás sobre sus hombros, los ojos de
Yuuto se encontraron con varias caras, rechinando los dientes y mirándolo.
"Oye, ¿esto está realmente bien?" Preguntó vacilante. "Finalmente tienes que ver a tus
subordinados otra vez. ¿No tienes mucho de qué hablarles?"
"Tendremos mucho tiempo para eso en el camino a casa."
"De hecho, si deseaba hablar con Hermano Mayor, ahora sería el momento de hacerlo," agregó
Felicia.
"¡Oye, Felicia! ¡¿Por qué vienes también?!" gritó Yuuto. "Porque es mi trabajo protegerte,
Hermano Mayor."
"Uhm, sabes que eso no es lo que quise decir, ¿verdad?"
Si bien la dedicación a sus deberes como su guardia era algo que Yuuto agradecía, a veces la
dedicación de Felicia era una molestia. Linnea había dejado a sus subordinados atrás, por lo
que el ayudante de Yuuto que lo acompañaba lo hacía parecer débil y cobarde.
"Como ella también es tu hermana pequeña, supongo que no hay forma de evitarlo," dijo
Linnea. "Esta es una conversación solo para hermanos."
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"¿De verdad estás de acuerdo con esto?" Preguntó.
"Claro, no me importa." Asintiendo rápidamente, Linnea cruzó la puerta. Desde la cima de la

torre, donde se había celebrado la ceremonia, se podía ve fácilmente hacia el horizonte. Un
suspiro de asombro se escapó de Los labios de Linnea ante la magnífica vista frente a ella.
La ciudad de abajo, protegida por una pared exterior alta, estaba llena de casas de madera.
Se podía ver el bazar que corría a lo largo de la carretera principal que se extendía desde el
palacio hasta la puerta, incluso desde esta altura, lleno de actividad.
Linnea observó el paisaje por un tiempo antes de voltear hacia Yuuto. Una mirada resignada
de tristeza apareció en su rostro. "Perdón por hacerte esperar."
"Está bien. Entonces, ¿de qué quieres hablar?"
Podía decir por la expresión de Linnea que esto no era un asunto trivial. Tanto que parecía
que necesitaría prepararse para lo que fuera que tenía que decir. Él tragó saliva fuertemente.
Casi en sincronía con eso, Linnea hizo rápidamente una reverencia. Fue con tal fervor que su
frente prácticamente se hincó de rodillas. "Humildemente le pido: por favor, trate a mi gente, a
los ciudadanos del Clan Cuerno, como lo haría con la ciudadanía del Clan Lobo."
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Yuuto rápidamente determinó que Linnea estaba hablando sobre la gente del Cuerno que vivía
en la tierra que había sido conquistada por el Clan Lobo.
Tomar a los pueblos conquistados como prisioneros de guerra o forzarlos a la esclavitud era
algo que parecía ser aceptado en todo el mundo. El país que perdió a menudo tendrá
confiscada la tierra donde nació y se crió, tendrá su dignidad y sus derechos como persona
robada y será explotada a través del trabajo manual. Estaba seguro de que fue por este
resultado que Linnea se afligió.
"Sé que lo que estoy pidiendo es imposible," suplicó. "Sé que puede no tener ningún valor para
el Clan Lobo. Si mi cuerpo te agrada, ¡puedes hacer lo que quieras con él! ¡Por favor, te lo
ruego...!"
Ella todavía era una chica tan pequeña. Era natural que ella temiera a este hombre que apenas
sabía que se estaba forzando sobre ella. El cuerpo que ella ofreció tembló incontrolablemente.
Y, aun así, para proteger a su gente, ella estaba tratando de ofrecerse en su lugar.
"Uh, bueno..."
Tener los valores de alguien del siglo XXI, a Yuuto le resultó increíblemente difícil aceptar la
idea de un esclavo. Él tenía la intención de darle el mismo trato desde el principio, por lo que
el hecho de que ella hiciera tal muestra de ofrecimiento lo dejó un poco sorprendido.
Dicho eso, cuando Yuuto presionó a Linnea para que se convirtiera en su hermana menor
subordinada, había amenazado herir a su gente. Tenía sentido que ella sintiera tanta ansiedad.
Yuuto se rió con ironía y comenzó a acariciar la cabeza de Linnea.
"¿Hermano... Mayor?" Una nota de desconcierto hizo eco a través de su voz, probablemente
sin entender por qué Yuuto estaba haciendo lo que hizo.
En este punto, Yuuto finalmente sintió que estaba empezando a entender por qué la gente de
Linnea la idolatraba así. Había pocos monarcas que se preocupaban por su pueblo de la forma
en que lo hizo.
Aunque su clan había estado atacando al Lobo, ella probablemente sintió que el Clan Lobo
podría montar la ola de fervor militarista y amenazar aún más al Clan Cuerno, por lo que esta
era su única oportunidad para protegerlos.
"Voy a escuchar lo que sea que necesites preguntarme, mi adorable hermanita." dijo con cariño.
"Gracias, ¡gracias!"
Cuando Linnea levantó la cabeza para mirar alegremente a Yuuto, en lugar de eso, sostuvo
su cabeza contra su pecho. Mirándola a los ojos sería demasiado embarazoso en este
momento.
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Las estatuas que deben haber representado a los dioses se alinearon en un altar en forma de
pirámide hecha de piedras irregulares apiladas. Sobre el altar colgaba el espejo que había
traído a Yuuto a este mundo, y una antorcha que ardía sin fin.
La Ceremonia del Cáliz celebrada antes del altar había sido un asunto sagrado, uno realizado
casi en silencio, pero ahora, los hombres estaban sentados al lado del altar, haciendo música
en pipas, y las mujeres se perdían a bailar en sintonía con la música.
Una de esas mujeres era la ayudante de Yuuto, Felicia. Ya conocida por su versatil grupo de
talentos, Felicia era una talentosa y destacada bailarina del Clan Lobo.
Era una fiesta para celebrar el hecho de que los Clanes Lobo y Cuerno se habían entrelazado
definitivamente como clanes emparentados. Había mucha gente bañando a los bailarines con
adoración, y casi todos riendo y bebiendo juntos al contenido de sus corazones cercanos.
"Todo el mundo parece estar pasándolo muy bien," comentó Yuuto.
Con la carga de la ceremonia ahora levantada, Yuuto estaba disfrutando la atmósfera de la

fiesta y la comida que venía con ella. Si bien no creía apropiado que se involucrara
directamente en la frivolidad, tampoco le desagradaba la animada celebración.
Hubo una sacudida a su lado.
De pie detrás de Yuuto en lugar de Felicia, Sigrún se puso de pie, emitiendo un aura peligrosa.
"Hola, Hermano Yuuto. Han pasado dos meses." Alguien le arrebató la jarra justo en frente de
Yuuto.
Era un hombre que parecía estar en los treinta, con una barriga y una alegre sonrisa que
dejaba una buena impresión.
"Hola, hermano," dijo Yuuto. "¿Has estado bien?"
"Estoy agradecido por su preocupación, gracias," dijo el hombre. "Sí, estoy bien. Pero, guau,
pensar que el Clan Cuerno se derrumbaría fácilmente. Ah, no hay forma de que un tipo como
yo sea capaz de competir contigo. Me siento totalmente avergonzado de mi propia estupidez
en aquel entonces."
"Es inquietante escuchar tales elogios de mi propio hermano," respondió Yuuto. "Entonces,
¿qué estás planeando esta vez?"
"¿Qué? No estoy planeando nada. Es como realmente me siento. Eres tan duro. Oh, aquí."
Cuando el hombre se inclinó humildemente, sostuvo la jarra hacia Yuuto.
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Yuuto tomó su vaso y aceptó el líquido que el hombre vertió en él. Luego levantó la taza hacia
la nariz de Sigrún, y solo una vez ella asintió con la cabeza en señal de afirmación e inclinó la
taza hacia atrás.
El hombre se llamaba Botvid, y era el hermano menor de Yuuto, su subordinado. Él salió tan
tímido y más bien como un sirviente, dando el aire de un hombre que nunca llegaría a ninguna
parte, pero en realidad, él era el patriarca del Clan Garra, con quien el Lobo había estado en
combate violento hasta hace dos meses.
A diferencia de Yuuto, que había ganado la superioridad a través del conocimiento moderno,
este hombre había escalado a la posición de patriarca a través de la fuerza bruta, y casi por sí
solo había empujado al Clan Lobo al borde de la destrucción. Era el epítome de una persona
y haría bien en no juzgar por las apariencias externas.
"No lo llamaría intrigante, pero sí tengo algo que quería preguntarle," dijo Botvid.
"¿Ah?" Yuuto tomó otro sorbo de su bebida. No pudo evitar sentirse sediento por la cantidad
de nerviosismo que sintió al encontrarse cara a cara con este hombre, con quien no podía
bajar la guardia ni por un segundo.
Incluso sin importar la barrera defensiva que estaba erigiendo alrededor de su corazón, él se
sobresaltó.
"Me preguntaba qué consideraciones le estabas dando a tu propio matrimonio."
"¡¿Pbfhuh?!" Apenas preparado para la pregunta que le vino en camino, Yuuto arrojó la
bocanada de agua que tenía en la boca. Por supuesto, aterrizó directamente en la cara de
Botvid, que estaba sentado justo en frente de Yuuto.
Yuuto tosió violentamente. "L-lo siento."
"De ningún modo. Por favor, no te preocupes por eso. ¿Supongo que fue por el lugar
equivocado?" El patriarca del Clan Garra se limpió la cara e hizo un comentario bromista
ocasional.
Cualquiera que viera al hombre en ese momento pensaría que era tan generoso y de gran
corazón, pero Yuuto sabía que había un engaño acechando bajo esa cara de póquer. Desde
el momento en que Botvid apareció frente a Yuuto, la sonrisa en su rostro no había flaqueado,
ni siquiera cuando Yuuto le arrojó agua.
"Me dijeron que todavía no se ha decidido nada sobre este asunto," dijo el hombre.
"Yo-todavía soy un poco joven para casarme."
"Absolutamente no eres muy joven. Hermano, tienes exactamente la edad en que sería
completamente normal tomar una esposa."
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"Uhm..." Yuuto estaba perdido por una respuesta. Había respondido desde la perspectiva de
alguien de la época moderna, pero habiendo observado la preocupación de la gente porque
Felicia había esperado demasiado tiempo a los diecisiete en su calendario, comprendió que
sus formas de pensar eran diferentes.
"Bueno, entonces, ¿qué hay de mi hija?" El hombre preguntó sonriendo.
"Así que ese es tu verdadero objetivo. Realmente estabas planeando algo." Yuuto dio un
suspiro ligero y apoyó la barbilla en sus manos. Cuanto más viejo se ponía, más aburrida y
problemática era la conversación.
Básicamente, esto fue pensado como un matrimonio político. A Yuuto le resultaba difícil
aceptar ese tipo de cosas, pero sabía por su amor al Período Sengoku que esta había sido
una práctica común en todo el mundo hasta los tiempos modernos.
"No, solo sentí que podría ser ventajoso para nosotros forjar un vínculo más antiguo con usted
y el Clan Lobo," dijo el hombre. "¿Qué tal? Si dices "sí" ahora podría una segunda para
endulzar el trato."
"Whoa, oye..."
¿Qué es él, un presentador de un programa de compras en el hogar que intenta obstaculizar

sus mercancías?" Yuuto pensó, asombrado.
En cierto modo, mostró cuán desesperado estaba por comprar el favor de Yuuto. Ofreciendo
a sus dos hijas, claramente estaba tratando de forjar relaciones favorables.
La percepción que Yuuto tiene de sí mismo es bastante baja, pero el hecho es que, en el año
transcurrido desde su investidura como patriarca, había traído al Clan Lobo al borde de la
destrucción, y había aplastado a los Clanes Garra y Cuerno sin destruirlos por completo.
Observándolo objetivamente, la evaluación de Botvid de Yuuto como una excelente
perspectiva de matrimonio para sus hijas fue acertada.
También estaba el hecho de que, a medida que se profundizaban las relaciones entre el Lobo
y el Cuerno, el Clan Garra probablemente sintió una sensación de peligro inminente.
Botvid casi se dobló, acercando su rostro a Yuuto. "Son chicas hermosas, si lo digo yo mismo."
Sí, se parecen a su madre. Puedes estar seguro de que no se parecen en nada a mí."
"Creo que estás siendo un poco apresurado," dijo Yuuto, levantando una mano para que Botvid
no se acercara. Estaba haciendo todo lo posible por evadir el hedor del alcohol que emanaba
del hombre de mediana edad. "Esta es una cuestión de importancia política. Esto no es algo
que decidas bajo la influencia del alcohol."
Aunque Yuuto estaba siendo ambiguo al respecto, aceptar la propuesta no era una opción
para él. No tenía intención de establecerse en este mundo. La idea de casarse en este mundo
nunca se le había ocurrido.
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"Oh, lo siento," dijo el hombre. "Solo pensé que podría ser una buena forma de unir nuestros
clanes a largo plazo."
Al reajustar su posición en su asiento, estaba claro que Botvid no tenía intención de abandonar
esto. De hecho, una luz brilló en los ojos de Botvid, como si acabara de recordar algo.
Él asintió con la cabeza. "Mmm, bueno, tienes un buen punto, Hermano Mayor. Bueno,
ciertamente no quiero ganar la ira de todos los que asisten a esta fiesta al monopolizar al
hombre del momento. Hasta luego."
Botvid se dio una palmada en las rodillas y se levantó, retirándose como si su despreocupado
aire hasta ese momento hubiera sido una artimaña.
Yuuto tuvo un mal presentimiento al ver que la espalda del hombre desaparecía. Pasaría algún
tiempo antes de que su premonición daría frutos.
"Entonces, ¿qué hay de mi nieta, entonces? Ella es bastante hermosa, si me permites decirlo
yo mismo, y creo que puedes encontrarla de tu agrado, Yuuto-dono."
Mientras Bruno, el jefe de los ancianos, conversaba alegremente frente a él, Yuuto no pudo
evitar sentir una sensación de vano déjà vu, pensando para sí mismo, no otra vez.
No había fin a la corriente de personas que venían a servir el alcohol de Yuuto y charlar con
él. Entre ellos había muchos que, como Botvid, venían con sus propias propuestas de
matrimonio. Este fue el sexto que había venido.
Parecía que el tipo de gente que acudiría en masa al poder tenía pensamientos similares.
Yuuto sintió como si se hubiera visto atrapado en un bucle infinito.
"Te lo dije, no tengo intención de casarme con nadie en este momento," dijo con firmeza.
"Ah, pero tienes esa edad, Yuuto-dono," dijo el hombre sin problemas. "Ah, eh, naturalmente,
no te pediría que tomes a alguien demasiado por debajo de ti como tu esposa. Podrías tomarla
como amante, siempre y cuando la trataras bien…"
Bruno se negó a darse por vencido, incluso cuando Yuuto chasqueó la lengua e intentó alejarlo.
La resistencia emocional del hombre no se agotaría.
Yuuto era muy consciente de que esto era normal en este mundo. Aun así, su nieta no es una
herramienta para la guerra política, pensó, con justa indignación enfurecida en su corazón.
Bruno fue uno de los que se había negado a servir bajo las órdenes de Yuuto cuando se
convirtió en patriarca. Como el apoyo para Yuuto había crecido dentro del Clan Lobo, su actitud
había cambiado de repente, y había comenzado a tratar de acercarse a Yuuto. Ahora estaba
ofreciendo a su propia nieta.
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Con este tipo de cosas, Linnea y el resto del Clan Cuerno estaban en su derecho de denigrar
a los lobos como perros.
"Oof". Yuuto se puso en pie de un salto.
"Y-Yuuto-dono, ¿cuál es el problema? ¿Dije algo que te molestó?"
Bruno estaba un poco nervioso por el hecho de que Yuuto se había levantado de repente. Su
rostro se puso rígido por la ansiedad, tal vez sintiéndose ligeramente disgustado.
"Necesito usar el baño," declaró Yuuto.
Sí, me molestaste, pensó Yuuto, pero su cara de póquer ayudó a vender su mentira mientras
se alejaba rápidamente de Bruno.
Todo esto era tan ridículo que no pudo soportarlo más. Si se hubiera quedado allí un minuto
más, podría haber dicho algo de lo que se arrepentiría.
"Oh, yo también iré..." Dijo Bruno, comenzando a levantarse para seguirlo."¡Ulp!"
Una sola mirada profunda de un Sigrún hizo que se acomodara en su asiento.
El hombre podría haber sido un poco más persistente con la apacible Felicia, pero con el temor
y el temor comandado por Strongest Silver Wolf Mánagarmr, incluso el jefe de los ancianos no
se opondría a ella. Yuuto realmente podía contar con ella.
Felicia dejó escapar un largo suspiro. "Me gustaría un perro guardián para mí. Parece que te
estás divirtiendo tanto, rechazando esas solicitudes de matrimonio."
Tenía un aire de frivolidad, pero su voz era sincera. Claramente, Felicia se había enfrentado a
problemas propios debido a las ofensivas de emparejamiento de Bruno. Yuuto instintivamente
soltó una risa amarga.
"Perdóneme, Yuuto-dono," dijo el maestro de la Ceremonia del Cáliz, caminando hacia él.
"Felicidades por el logro de este día."
"Oh, Señor Alexis, gracias por venir por aquí hoy." Yuuto entró en pánico y bajó la cabeza. Al
llegar a Felicia y Sigrún, adoptó una postura formal y se arrodilló.
El goði, un miembro de los escalones superiores del imperio que se erguía como representante
del emperador divino, tenía un rango mucho más elevado que Yuuto, que en realidad no era
más que un señor feudal.
Era ese poder oficial del emperador que otorgaba a un patriarca su autoridad para gobernar.
Desafiar la autoridad del emperador divino era equivalente a desafiar la ley misma. Por lo tanto,
si el patriarca del Clan Lobo era considerado el jefe incomparable de un poderoso clan,
entonces eso ciertamente significaba que al goði se le debía el máximo respeto.
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"Bueno, ahora que estos dos clanes que han luchado tanto tiempo se han emparentado tal vez
podamos finalmente tener algo de paz en el Bifröst Belt," dijo el hombre calurosamente. "Estoy
agradecido y contento de que te hayas unido a un digno clan."
"No, no, soy de los que te lo agradezco, desde el fondo de mi corazón, por organizar una
ceremonia tan maravillosa."
Yuuto sintió que Felicia y Jurgen eran mucho mejores en estos intercambios de cortesías y
palabras melosas. Honestamente, descubrió que era un intercambio vano e inútil, pero esto
también era parte del trabajo del patriarca.
"Esto podría ser un poco extraño para mí, Yuuto-dono, pero ¿de dónde vienen tu padre y
madre biológicos?" Preguntó Alexis, sin mirar la cara de Yuuto, pero miraba más arriba en su
cabeza, su cabello.
Dentro de Yggdrasil, las personas con cabello rubio, marrón o rojo eran bastante comunes.
Había aquellos con cabello teñido de un tono más oscuro, pero casi siempre era solo un tono
oscuro de color marrón. Muy rara vez era negro azabache, como el cabello de Yuuto. No era
sorprendente que Alexis tuviera curiosidad.
Sea como fuere, fue bastante grosero para él, alguien que apenas había hablado con Yuuto,
para hacer esa pregunta.
"Del este." Yuuto dio una respuesta segura.
Habiendo venido de tan lejos en el futuro, no había forma de que pudiera decir honestamente
más que eso. Si fuera a decir la verdad, era poco probable que alguien le creyera, y era posible
que las relaciones diplomáticas se volvieran problemáticas para el Clan Lobo si la gente creía
que su patriarca no era mentalmente apto.
"Hm, no creo haber visto a gente parecida a ti tan al este como he ido." Alexis inclinó la cabeza,
haciendo una mueca.
De hecho, esto era de esperarse del líder del Sacro Imperio de Ásgarðr, en otras palabras, el
estado unificado de toda el área terrestre de Yggdrasil. Probablemente estaba familiarizado
con cada área de Yggdrasil. El hecho de que "tan al este" como Alexis había sido no tenía
personas con cabello negro era un punto extremadamente importante.
Yuuto escribió una nota en su mente, y su mente respondió: Esta podría ser tu oportunidad.
"Más o menos sobre el mismo tema, pero ¿alguna vez has oído hablar de un Einherjar con la
capacidad de ir, er, quiero decir, enviar a alguien a otro mundo o algo así?" Preguntó Yuuto.
No fue solo el tamaño de la tierra que poseían, sino también la rica y antigua historia que hizo
que el Sacro Imperio de Ásgarðr fuera el principal reino de Yggdrasil.
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Yuuto había preguntado con la esperanza de que podría encontrar algunas pistas o ideas para
llevarlo de regreso a su mundo, pero la cara de Alexis solo se volvió más agria, luego se aflojó
en confusión mientras hablaba.
"¿Hm? ¿Para otro mundo? ¿Te refieres al reino de los dioses, por casualidad?"
"E-eh, bueno, uhm, algo así."
"Ciertamente, cualquiera que busque una audiencia con los dioses en sí debería tener la
naturaleza descarada que usted posee, Yuuto-dono, pero me temo que puedo ver ese deseo
como nada más que arrogante imprudencia. Para los dioses, como nosotros los humanos
carecemos de la habilidad de controlar los desastres naturales y demás, somos vistos como
meramente débiles e impotentes, y nada más. Si incurres en su ira, no será solo tú, sino todos
los que sacamos su ira."
Yuuto hizo una mueca al ser reprendido de una manera tan dura. Siendo del Japón del siglo
XXI, pudo sentir una brecha entre él y la gente de esta época, que eran celosos en su fe y muy
supersticiosos.
Últimamente, Yuuto había estado pensando que, teniendo en cuenta cómo lo habían empujado
a Yggdrasil y obligado a aceptar la existencia de Einherjar, no sería tan extraño que hubiera
algo tan trascendental, pero no pudo lograrlo. reflexionó sobre la posibilidad como podría
hacerlo la gente de Yggdrasil.
Dicho esto, a este ritmo, no iba a obtener la información que necesitaba. Tenía que suavizar
todo de alguna manera.
"Uhm, en realidad, cuando pregunté sobre el mundo de los dioses, fue más figurativo que
cualquier otra cosa. Verán, me preguntaba si había otro ámbito en el que la gente vivía, si los
dioses habían hecho que otros pueblos y reinos nos superaran. Eso fue todo."
"Ya veo. Así que eso es lo que querías decir," dijo Alexis, mostrando que estaba satisfecho
con la respuesta de Yuuto. Parecía que al principio lo había interpretado como Yuuto teniendo
ambiciones de adquirir aún más territorio. "Pero debo disculparme". Temo que no te seré de
gran utilidad. Si fuera al revés, podría tener algunas ideas, pero ..."
"¿…Al revés? ¿Quieres decir que alguien viene aquí en lugar de ir allí?!" Yuuto gritó.
No importaba cuán trivial fuera la información; si se trataba de moverse entre mundos, Yuuto
quería escucharlo. Si pudiera entender por qué lo habían traído aquí, entonces tal vez podría
encontrar la manera de llegar a casa.
Yuuto podría haber estado haciendo preguntas como si estuviera agarrando pajitas, pero
Alexis hizo una mueca amarga como si se hubiera tragado un error. Como diciendo, ¡Maldición!
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"...Me temo que fue un desliz de la lengua. Por favor olvida lo que dije. Me temo que es un
asunto de máxima seguridad para nuestro imperio, así que no puedo decírtelo. Por favor
perdóname."
"¡¿Qué?! ¿No puedes decirme algo? ¡No se lo diré a nadie más!"
"Por favor, intenta comprender. No es a mi discreción..."
"¡Por favor, cualquier cosa!" Gritó Yuuto con desesperación.
Habiendo llegado tan lejos, no podía contenerse ahora. Yuuto persiguió al hombre una y otra
vez, pero cada vez, Alexis negó con la cabeza.
Una pista había sido colgada tan claramente delante de él, y sin embargo no podía agarrarla.
Todo lo que Yuuto pudo hacer en respuesta a esa sensación de disgusto fue morderse el labio.
================ Cambio de escena ================
Tan pronto como la fiesta terminó, Yuuto rápidamente se retiró a su habitación.
Todos los que pasaron tiempo con Yuuto en la fiesta eran una o dos décadas mayores que él.
Más importante aún, tuvo que mantener las apariencias como el patriarca para garantizar que
mantuviera la dignidad requerida. Fue completamente agotador mentalmente.
Golpeando su cama con un ruido sordo, Yuuto llamó a su amiga de la infancia, buscando algún
tipo de consuelo.
"¡Eres el viejo pervertido maestro del harén!" Gritó. Esto fue lo primero que escuchó al llamarla.
Yuuto no pudo hacer nada más que mirar fijamente al techo. "Oh, oye, Mitsuki- san, ¿qué estás
diciendo tan de repente?"
"Bueno, compartiste un Cáliz con esa chica patriarca del Clan Cuerno o quien quiera que sea,
¿verdad?"
"Bueno sí. Lo hice, pero..."
Yuuto trató de no pesar a Mitsuki con las letales historias de la vida en este mundo, pero él le
había contado acerca de la Ceremonia del Cáliz de hoy.
Su intención había sido aliviar cualquier preocupación que tuviera, para decirle que no habría
disputas esta vez.
Y como un resultado…
"¡Mira, lo sabía! ¡Realmente estás planeando un harem!"
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Yuuto no pudo evitar sentir lo ridículo que era todo.
"Es tan importante, tuve que decirlo dos veces." Su risa se escuchaba por el altavoz.
Estaba seguro de que Mitsuki lo había dicho todo como una broma, pero sus primeras palabras
seguían clavadas en su corazón, y la sangre seguía fluyendo hacia su rostro.
Había recibido numerosas propuestas de matrimonio hoy, pero como se había sentido culpable
y no estaba comprometido con ninguna de ellas, sintió que no era necesario mencionarlas para
no preocuparla.
"¿Huh? ¿Pero no dijiste que era una hermana pequeña subordinada en lugar de una hija?"
Añadió Mitsuki. "Entonces creo que 'maestro' sería extraño. En ese caso... ¿eres un hermano
mayor del harem?"
"Nunca he besado a una chica, y aun así estás haciendo todas estas terribles acusaciones,"
se quejó.
"Oh, nunca te han besado. Mmm. Todavía no, ya veo. Ya veo, ya veo. Ni siquiera un beso."
Ella repitió lo mismo una y otra vez en ese tono de voz desconcertado. Habían sido amigos
por tanto tiempo. Yuuto sabía que no quería hacerle daño. Él Sabía eso, pero las venas de su
frente aún palpitaban.
"Hablas como si lo hubieras hecho," dijo secamente.
A la edad de Yuuto, tener experiencia con mujeres era algo que le otorgaba estatus social.
Habiendo recordado una y otra vez que no tenía tal experiencia realmente le molestaba.
Las siguientes palabras de Mitsuki arrojaron a Yuuto a las profundidades del caos. "Mm, lo
hice."
"¡¿T-tú qué?!"
"¡Tee, hee hee ¿Estás celoso?"
"¡S-s-s-s-sí, es cierto!" Yuuto balbuceó impúdicamente.
Él no podía de ninguna manera sentirse feliz por ella. El pánico que se apoderó de él habría
sido suficiente para sacudir a las chicas del Clan Lobo de su enamoramiento por él.
¿Quien? ¿Con quién fue?
Yuuto y Mitsuki eran amigos de la infancia, pero no era como si estuvieran saliendo. No se
habría sorprendido si, durante estos dos años que él se había ido, ella se hubiera enamorado
de alguien. Hubiera estado en su tercer año de secundaria, por lo que ambos estaban en la
edad adecuada para interesarse por esas cosas.
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Toda la indignación que había llenado la cabeza de Yuuto antes había desaparecido,
reemplazada con la pregunta de con quién había compartido su primer beso Mitsuki.
¿Era alguien que él conocía? ¿Tal vez era un tipo nuevo que había conocido en los dos años
que se había ido? ¿O podría haber sido...?
"... Entonces, ¿quién es?" No podía soportar volver a sus palabras de antes, pero Yuuto
realmente solo tenía que saberlo.
"Ohh, entonces quieres saber."
"¡Ng!"
Mitsuki, ¡mocosa! fueron las palabras que quiso decir, pero las atrapó antes de que salieran
de su garganta.
Mitsuki era más joven, pero allí estaba ella, arrinconándolo. Fue bastante humillante. Aun así,
incluso si era por la fuerza, tenía que saber a quién había besado Mitsuki.
"¡Tee hee hee!" Soltó una risita. "Yuu-kun, fuiste tú."
"¿...Eh?"
"Vamos, fue cuando estábamos en el jardín de niños. Un beso en la mejilla, ¿verdad? ¿No te
acuerdas?"
"Uh... uhm..."
Su cerebro estaba trabajando a toda velocidad, tratando de desenterrar ese recuerdo. Tenía
un leve recuerdo de algo así...
Yuuto se desplomó en el piso sobre ambas rodillas y exhaló un gran suspiro. "Vamos, no me
asustes así."
"¡Tee hee hee! Ahora has probado mi propio dolor. Cielos, rodéate de una chica tras otra.
Quiero decir, sé que no puedes evitarlo, pero aun así..."
"¿Eh? ¿Qué fue eso?" Preguntó Yuuto. Mitsuki había murmurado esa última parte demasiado
silenciosamente para que Yuuto escuchara claramente.
"Naaaadaaaa."
Claramente era algo, pero Yuuto había decidido no presionar más. Él ya no tenía el deseo de
hacerlo.
"Dame un respiro," se quejó. "Regresé a mi habitación porque estaba agotado, y ¿así es como
me tratan? ¡No puedo soportarlo!"
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"¡Ahaha! Lo siento."
"Ni siquiera estás arrepentida en lo más mínimo."
"No."
"Mocosa—! Algún día, ¡te atraparé!"
"¡Ahí está! ¿Vendrás a buscarme? Entonces será mejor que te apresures..."
"¡¿Eh?! ¿Qué? "Por un momento, él no entendió a qué se refería. Pero cuando llegó el
entendimiento, su pulso comenzó a acelerarse. Fue un completo ataque sorpresa.
¡Mitsuki, pequeña descarada—! Sus labios mostraron una sonrisa cuando ese pensamiento
vino a él.
"...Sí," dijo. "Lo haré, no importa qué."
En cualquier caso, había aprendido que Alexis, o mejor dicho, el imperio, tenía algún tipo de
pista. Si pudiera ganarse su confianza a través de algún tipo de tributo, entonces tal vez
podrían decírselo.
No, de alguna manera, tendría que hacer que se lo dijeran.
"¿No importa qué?" Preguntó ella. "No puedo estar esperándote por—"
"¡Disculpe, por favor, que interrumpa su descanso, Hermano Mayor!" La voz angustiada de
Felicia llegó con el poco elegante golpe de la puerta.
¿Qué? Simplemente estaba poniendo bueno, lamentó Yuuto, con los hombros caídos. Pero
por el comportamiento de Felicia, estaba claro que esto no era un asunto trivial.
"Mitsuki, lo siento," suspiró. "Algo ha surgido repentinamente."
"¡¿Eh?! ¿Q-qué pasó?!"
"No estoy seguro. Acabamos de terminar una batalla. Probablemente no es nada peligroso.
Solo descansa tranquila. Buenas noches."
"¡Espera, buenas noches! ¿Yuu-kun? Yuu... "
Concluyó sucintamente la discusión al finalizar la llamada y llegó al punto de apagar el teléfono.
Tenía un mal presentimiento sobre esto. No quería que Mitsuki escuchara ninguna
conversación molesta. Y más importante aún, si Mitsuki estuviera presente, no sería capaz de
cambiar su mentalidad.
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"¿Qué pasó, Felicia?" Preguntó.
Su rostro ya no mostraba la exuberancia juvenil que encajaba con un chico de su edad que
tenía unos momentos antes; ahora estaba tenso con preocupación.
Felicia miró el teléfono inteligente de Yuuto en tono de disculpa, pero ella respondió a la
pregunta de Yuuto enseguida. "A-acabamos de recibir noticias a través de una paloma
mensajera desde la fortaleza fronteriza del Fuerte del Cuerno. Ya ves... el cuerno está siendo
atacado por el Clan Pezuña."
"¿Dijiste el Clan Pezuña?!" Los ojos de Yuuto se abrieron en estado de shock.
Incluso Yuuto, que no estaba muy bien informado sobre este mundo, había escuchado del
Clan Pezuña.
Había aproximadamente un centenar de clanes, más o menos, en todo Yggdrasil. Entre ellos,
el Clan Pezuña era uno de los Diez Grandes Clanes.
"Gracias a todos por reunirnos a pesar de la hora." Mirando sus caras, Yuuto primero agradeció
a los muchos oficiales por sus esfuerzos.
Los varios oficiales del Clan del Lobo habían sido reunidos y alineados en la sala de audiencias,
con el segundo al mando Jurgen a la cabeza.
Todos, desde el oficial más humilde hasta el más alto rango, se mantenían firmes, listos para
acostarse, bostezaban o sonreían superficialmente, y algunos de ellos se mostraban
francamente reacios a asimilar lo que venía en su dirección. Naturalmente, el joven Einherjar,
es decir, Felicia, Sigrún e incluso Ingrid, también estuvieron presentes.
Linnea también estuvo presente, ya que ella también era una parte afectada. Los emisarios
del Clan Cuerno estaban aquí con ella.
"Estamos en una situación desesperada, así que iré directo al grano," anunció Yuuto. "Hace
cuatro días, una gran potencia del oeste, el Clan Pezuña, lanzó una invasión al territorio de
nuestros aliados, el Clan Cuerno, derribando la fortaleza en la frontera de su territorio. Se
estima que las tropas del Pezuña se cuentan en número 10,000, mientras que se dice que
tienen más de 500 carros."
" ¿10-10,000?!"
"¿D-dijo 500 carros?"
Gritos de conmoción y pánico surgieron de varios oficiales a través del salón de audiencias.
10,000 podría parecer un número pequeño para alguien del siglo XXI, pero en un mundo como
Yggdrasil, donde la tecnología agrícola todavía estaba en sus comienzos, era poco probable
que hubiera muchas naciones que pudieran mantener una población tan grande.
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De hecho, se dijo que la Batalla de Kadesh era la batalla más grande en la historia antigua,
con las fuerzas egipcias jactándose de más de 18,000 tropas.
El shock para la gente del pequeño y remoto Clan Lobo debe haber sido insondable cuando
escucharon que el Clan Pezuña tenía 10,000 tropas. El Clan Lobo contaba con un máximo de
2,000 soldados que podían movilizar.
La guerra era ante todo una cuestión de números. A primera vista, las historias de un pequeño
ejército que derrocó a un gran ejército fueron espectaculares, pero eso fue específicamente
porque casi siempre eran imposibles, así que cuando tales cosas sucedieron, fueron ejemplos
brillantes en la historia.
La diferencia entre los dos clanes era obvia.
"Los patriarcas de este mundo son claramente bastante astutos," dijo Yuuto. "No se pierden
nada."
"¿Qué estás diciendo?" El jefe de los ancianos, Bruno, inclinó la cabeza.
Tú eres el consejero. Te diste cuenta, pensó Yuuto, pero mantuvo una expresión estoica y
continuó hablando.
"El Clan Cuerno simplemente soportó una aplastante derrota a manos de nosotros, el Clan
Lobo, y sus fuerzas han sido aniquiladas. Hemos estado manteniendo a Linnea, su patriarca,
como nuestro prisionero de guerra, para que el Clan Pezuña sepa que ella no está allí. Y su
segundo al mando hizo el viaje aquí para la Ceremonia del Cáliz de hoy. No habría mejor
momento para invadir que esto."
"Hmm, supongo que este es exactamente el momento que han estado esperando." El segundo
al mando, Jurgen, asintió pensativo.
Los emisarios del Clan del Cuerno arrugaron sus cejas, sus caras serias.
Linnea intervino, "¡Esto es mi culpa! Es porque perdí..." y continuó culpándose a sí misma, casi
en trance o en shock. Su rostro estaba tan pálido y desgarrador al ver que Yuuto no podía
soportar mirar.
Pero esto era una guerra. Si no era honesto acerca de la situación en cuestión de tiempo,
podría afectar el resultado de la batalla. No podía contenerse por el bienestar mental de su
linda hermana pequeña subordinada. De hecho, tuvo que desechar todas sus emociones, por
lo que continuó hablando como el patriarca del Clan Lobo.
"Esta situación requiere una acción urgente. Nosotros del Clan Lobo debemos enviar ayuda
inmediata a nuestra nación hermana, el Clan Cuerno."
Un clamor de voces estalló entre las tropas reunidas en todo el salón de audiencias.
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Ellos entendieron por qué. Al intercambiar el Cáliz de Hermano, ambas naciones estaban
obligadas a protegerse mutuamente. Era una ley absoluta aquí en Yggdrasil.
Pero pedirles que se enfrentaran a un enemigo cinco veces más grande que ellos era una
locura. No era probable que pudieran ganar, así que era como si los estuviera enviando a la
muerte. No era sorprendente que todos estuvieran tan nerviosos.
"P-pero, Señor Yuuto, fue el Clan Cuerno el que fue atacado, no el Clan Lobo," objetó Bruno.
"Mientras no nos entrometamos innecesariamente, no nos vendrá ningún daño, ¿correcto?"
Bruno había sido quien le había explicado el voto del Cáliz a Yuuto, así que claramente sabía
las implicaciones morales de lo que estaba diciendo. Sin embargo, el enemigo esta vez era
demasiado fuerte. El Cáliz ha sido creado originalmente para ayudar a que la organización
funcione sin problemas. Sería una cuestión de poner el carro delante del caballo si el Clan
Lobo fue destruido protegiendo el Clan Cuerno. No había lugar para tratar de mantener las
apariencias en un momento como este.
"¡Bruno, bastardo!" Varios de los emisarios del Clan Cuerno se indignaron. Entre ellos, el
segundo al mando del Clan Cuerno, Rasmas, estaba estimulando la protesta.
Fue una reacción natural, considerando que, para él, parecía que su país estaba siendo dejado
de lado.
"¿Por qué estás enojado?" Bruno resopló. "No estoy diciendo que pretendamos atacarte junto
con el Clan Pezuña o cualquier cosa. Por lo menos, puedes luchar sin temor a que un ataque
venga desde atrás. Si considera todo lo que ha sucedido a lo largo de los años entre nosotros,
tiene más motivos para agradecernos que enojarse con nosotros."
Entonces Bruno se apartó de ellos con desdén.
Voces de disidencia y oposición a la idea de desplegar tropas brotaron de los oficiales reunidos.
"Ohh, eso es cierto, ¡muy cierto!"
"Me siento mal por el Clan Cuerno, pero acabamos de darles el Cáliz. No tenemos necesidad
de fomentar su buena voluntad."
"Mmhmm. De hecho, no hay obligación para nosotros de cruzar espadas con el Clan Pezuña."
Todos estaban intercambiando miradas y asintiendo con la cabeza. Era probable que las
palabras de Bruno hablaran por todos los oficiales presentes.
Aun así, Yuuto encontró que estas palabras eran cualquiera cosa menos temeraria. Todos
ellos tenían familias y formas de vida que proteger. Poner en peligro todo eso para un clan que
solo hasta el día anterior había sido un enemigo no tenía sentido.
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"Nuestro clan ya no tiene la fuerza para enfrentarse al Clan Pezuña." La voz tranquila de Linnea
sonó cuando se quedó pálida, la sangre desapareció por completo de su rostro, en esa
habitación agotada por la guerra. "Sin la ayuda del Clan Lobo, mi gente va a…"
Eran países que eran fronterizos el uno al otro. Como patriarca de su clan, tenía un
conocimiento íntimo de cómo operaba el Clan Pezuña.
El Clan Pezuña era un clan que había expandido rápidamente su influencia al esclavizar a
personas de otras naciones y forzarlas a realizar trabajos forzados.
Esos esclavos, despojados de su individualidad y tratados como propiedad por sus "dueños",
fueron una fuente crucial de trabajo duro durante esta época. Era de conocimiento común que
las personas de países que habían sido destruidos en la guerra podían ser utilizados como
herramientas por sus semejantes.
"Se supone que debemos proteger a la gente del Clan Lobo, no al Clan Cuerno," Bruno le
devolvió el golpe.
"Sí, es tu trabajo proteger a tu propia gente," estuvo de acuerdo otro hombre.
"No tenemos recursos para defender a su gente debido a todo el tiempo que el Clan Cuerno
pasó atacándonos."
Ya sea tratando de atraer a la mayoría o de dirigir su destreza sobre la parte más débil, Bruno
comenzó a tomar la iniciativa, hablando en forma egoísta de su cansancio de guerra. Tal vez
fue porque los clanes no vieron a personas de otros clanes como humanos en el mismo nivel
que ellos.
"¡¿C-cómo puedes...?!" Los ojos de Linnea se volvieron vacíos, tragados por la desesperación.
¡Ruido sordo! El sonido de algo golpeando la pared resonó a través de la sala de audiencias.
"¡No digan cosas tan cobardes, imbéciles sin caracter!"
La voz de Yuuto, como un trueno, resonó en toda la sala de audiencias. Ya no había signos
de que el muchacho normalmente amable y débil de corazón.
La sangre comenzaba a gotear desde el puño derecho con el que golpeó la pared con tanta
fuerza. No mostró el menor atisbo de preocupación por su sangriento puño; en cambio, un
destello de ira en sus ojos atravesó a cada persona en el salón de audiencias.
Lo que pasó por su mente ahora fueron las palabras de su padre cuando Yuuto le había
informado del estado crítico de su madre en el hospital.
"Me temo que no puedo alejarme de mi trabajo ahora mismo. Estaré allí más tarde."
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Su padre siempre había priorizado su trabajo sobre su familia, pero en ese momento, incluso
había puesto su propia conveniencia sobre ellos. Como resultado, él no había estado allí para
cuidar a la madre de Yuuto en sus últimas horas. Esto cuando la madre de Yuuto siempre se
había preocupado por el hombre que la había dejado atrás.
No había forma de que Yuuto abandonara a su familia. De ninguna manera él podría. Él no se

volvería como ese hombre horrible. Esos pensamientos y sentimientos estimularon a Yuuto.
"¡¿No se supone que el voto del Cáliz de la Lealtad es absoluto?!" Gritó.
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Yuuto presionó a Linnea para que tomara el Cáliz de hermanos. Pero él mismo había elegido
convertirla en su hermana pequeña, sin que nadie lo presionara. Incluso si fuera por un deber,
Yuuto sentía que Linnea era su familia, y que él tenía que protegerla.
"¿No estaban todos felicitando a Linnea y a mí hoy en la Ceremonia del Cáliz? ¿¡La misma
ceremonia que pretendía conectarnos a nosotros y al Clan Cuerno juntos como familia!?"
Los ancianos y los líderes superiores bajaron sus cabezas simultáneamente ante las palabras
de Yuuto. Ya habían dicho su parte. En esta situación, lo que Yuuto estaba diciendo debería
ser nada más que un noble servicio de labios.
Y, sin embargo, no pudieron decir nada en respuesta.
Como era de esperar de los ancianos o de los líderes, todos aquí tenían un largo historial de
servicio militar que los había llevado hasta este punto. Estaban en esta posición
específicamente porque habían soportado tantas dificultades en el campo de batalla. Y, sin
embargo, gente de tal prestigio había sido silenciada por un chico de dieciséis años como
máximo.
"Hee... hee hee hee..." Mientras sostenía su tembloroso cuerpo con ambos brazos, Felicia no
pudo evitar sonreír.
Si se tratara de una pelea real, Yuuto sería el más débil del salón. Todos allí lo sabían. Y, sin
embargo, cada uno de ellos estaba impresionado por él en ese momento—incluso el soldado
más fuerte del Clan Lobo, la propia Sigrún.
En este momento, lo que estaba causando que todo el cuerpo de Felicia temblara no era un
miedo escalofriante, sino más bien una mayor sensación de diversión.
Esto fue. Este era el otro lado oculto del líder espectacular por el que había estado tan
cautivada.
Claramente, el conocimiento que poseía Yuuto era esencial para el Clan Lobo. ¿Pero podría
un simple muchacho débil con algún conocimiento, conocimiento útil y nada más, haber
inspirado una devoción tan intensa en alguien como Felicia, o en los guerreros más feroces
del Clan Lobo, como Sigrún y Jurgen?
Especialmente en tiempos de grandes crisis, los humanos están obligados a mostrar su

verdadero carácter. Aquellos que normalmente despotricarían sobre la moral y la valentía
podrían huir cuando se enfrenten al verdadero peligro. El jefe de los Ancianos, Bruno, en
particular, se ajusta a este patrón.
Y luego hubo ejemplos de lo contrario. Me gusta esto normalmente un chico aparentemente

poco confiable, cuyo verdadero carácter era el de un poderoso león.
Yuuto Suoh había aprendido una vez que el kanji que formaba su nombre significaba "proteger
a los que están a su alrededor y luchar con valentía." Eso era más cierto ahora que nunca. Él
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siempre mostró su verdadera fortaleza cuando se trataba de proteger a las personas. Incluso
si el hecho de que era para una chica de otro país podría ofender.
"Salvaré al Clan Cuerno," declaró Yuuto. "Ha sido decidido."
No surgieron opiniones disidentes en respuesta a las palabras de Yuuto. Incluso la cara pálida
de Bruno asentía repetidamente.
Felicia sonrió con ironía a Linnea, que estaba paralizada con los dientes castañeteando
después de presenciar el cambio repentino y feroz en Yuuto. Cuando se conocieron, Felicia
se irritó cuando Linnea se refirió al Clan Lobo como perros. Parecía tonta ahora, haber estado
preocupado por algo tan trivial.
Cuando Yuuto llegó por primera vez a este mundo, había estado tan indefenso como un gatito
de enfermería. Sin embargo, después de soportar batallas durante más de dos años, se había
convertido en un cachorro de león indomable. Mientras un león dormía, uno podía sacar
cualquier travesura que quisiera. Pero si el león se despertaba y rugía de rabia, no importaba
lo que eras, ya fuera un lobo o un perro o lo que sea—nadie sería capaz de enfrentarse a él.
Yuuto se dejó caer en el trono y apoyó la barbilla en sus manos, todavía furioso.
"Una estrategia de vigilancia es la estrategia más baja", declaró. "Permanecer neutral nos
perderá credibilidad en ambos lados".
Puede parecer una buena estrategia esperar hasta tener más información, y mientras tanto,
mantener una buena fachada por todos lados y apostar al caballo ganador cuando llegue el
momento.
Sin embargo, ese no era realmente el caso. Eso sería simplemente declarar su posición solo
al determinar el estado real de las cosas y elegir su lealtad basada en los vencedores y las
víctimas.
Según El Príncipe, la neutralidad solo llevaría a la destrucción. Los valientes estaban mejor
haciendo que su lealtad fuera clara. Yuuto estuvo totalmente de acuerdo con ese sentimiento.
Los humanos eran más propensos a confiar en aquellos que los respaldaban y los ayudaban
en momentos difíciles, frente a aquellos que solo se besaban ante ellos cuando asegurando
su victoria y valor. También recordarían a aquellos que los trataron cruelmente como
oponentes.
Durante la Batalla de Sekigahara, los Clanes Satake y Akita tomaron una posición neutral y
perdieron territorio como resultado; por otro lado, el Clan Shimazu había podido regresar a su
territorio después de sus valientes, pero antagónicas acciones. La forma en que terminaron
dividiendo el país había ido exactamente como Maquiavelo había predicho.
"No solo eso, sino que nuestros clanes intercambiaron el Cáliz frente a un emisario del
Emperador Divino," declaró Yuuto. "No anularemos el voto que acompaña a ese Cáliz solo por
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la situación. Simplemente intente y deseche el voto del Cáliz el día que lo compartimos. Vea
cuán rápido el Cáliz de ¡el Clan Lobo pierde su valor! Y si lo hiciéramos, estaríamos dando al
Clan Garra cada excusa para traicionarnos."
"¡…Ah!" Una mirada de comprensión recorrió las caras de los oficiales. El Clan Pezuña era
una gran amenaza militar, se habían distraído y totalmente fallado en pensar en tal resultado.
Un líder digno que quisiera ser visto como un hermano mayor debería proteger absolutamente
a sus subordinados. Si dejara a un lado a su hermana pequeña subordinada, Yuuto perdería
todo respeto como un hermano mayor y líder, y nadie sería juzgado duramente por traicionar
a otros clanes.
"El Clan Pezuña es un clan con el que no tenemos vínculos," dijo Yuuto con firmeza." Entonces,
si permitimos que el Clan Cuerno sea destruido, entonces sería solo una cuestión de tiempo
antes de que estemos rodeados por un clan mucho más poderoso. Naturalmente, el Clan
Pezuña haría saber ampliamente que el Clan Lobo había roto su voto al Clan Cuerno. La moral
de los soldados caería, y el Clan Garra podría cambiar su lealtad al Clan Pezuña. Nos lanzarían
un ataque de pinza. No habría forma de que pudiéramos ganar."
Para el Clan Lobo, ese sería el peor de los casos.
Quizás fue como Jurgen había dicho, y este había sido el plan desde el principio. Si ese fuera
el caso, Yuuto no pudo evitar asombrarse del ingenio de quien dentro del Clan Pezuña había
ideado ese plan.
Aun así, no podía permitirse jugar directamente en las manos del enemigo. "El Clan Cuerno
tiene alrededor de 2,000 soldados para defender su capital."
Yuuto continuó. "En cuanto al Clan Garra, su territorio no rodea el de el Clan Cuerno. No hay
necesidad de temer su traición en este momento. Si estamos preparados para preocuparnos
más tarde por ser traicionado desde atrás cuando estamos arriba contra una fuerza enemiga
cinco veces más grande que nosotros, ¿por qué no llevarlos de inmediato con fuerzas
combinadas, e incluso las probabilidades hasta un enemigo que solo duplica nuestro tamaño?"
"Hmmm..."
"E-eso es verdad..."
Los oficiales zumbaron, rompiendo a sudar frío con el discurso de Yuuto.
El que los comandaba ahora era el héroe nacional Yuuto, el que había destruido los Clanes
Garra y Cuerno en una rápida sucesión. Una fuerza militar cinco veces mayor sería, por
supuesto, difícil de derrotar, pero podrían ver la posibilidad de ganar contra un ejército dos
veces más grande que ellos. Los oficiales no estaban entusiasmados de ninguna manera, pero
habían comenzado a considerar lanzar un ataque como la mejor alternativa.
"Bueno, ¿se han preparado todos ustedes?" Gritó Yuuto. "¡Rún!"
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"¡…Sí!"
A la llamada de Yuuto, la chica de cabello plateado dio un paso al frente desde la fila de
oficiales reunidos. Sus movimientos fueron más lentos de lo habitual, ya que estaba
completamente asombrada con Yuuto. Ella parecía temblar de anticipación.
"Toma las riendas de la unidad de Múspell y sal primero," ordenó. "Usar el patrón B: formación
mongola. No hagas nada imprudente. Priorizar la prevención de la pérdida de tropas antes que
intentar derrotar al enemigo."
"¡Entendido!" Sigrún hizo una reverencia y luego salió corriendo del salón de audiencias.
Ella entendió, sin necesidad de que le dijeran, que no había un segundo que perder. Como el
Lobo de plata más fuerte, Mánagarmr, incluso con las breves instrucciones que le había dado,
Yuuto no tenía ninguna duda de que tomaría las decisiones correctas en el campo cuando
llegara el momento.
Ella era normalmente tan incuestionablemente fiel que le causaba a Yuuto un poco de
incomodidad, pero en este momento, ella era realmente su soldado más confiable.
"¡Jurgen!" Gritó.
"¡Sí!" Respondió su segundo al mando.
A pesar de que se encontraban en circunstancias tan preocupantes, Jurgen no podía ocultar

las comisuras de su boca contrayéndose.
Normalmente, Yuuto daba la impresión de que no era muy confiable, pero en momentos como
este, fue más rápido que incluso el general que más tiempo sirvió para prepararse para la
batalla que se avecina.
La juventud misma es imprudencia, pensó Jurgen con una sonrisa, pero sabía que no era cierto
aquí.
Durante el año pasado, Jurgen había venido a conocer a Yuuto por lo que realmente era. Yuuto
no era en modo alguno ignorante de sus responsabilidades como patriarca. Él realmente los
entendía mejor que cualquier otro. Su evaluación de la situación anterior fue extremadamente
precisa. Y lo más importante, él tenía la capacidad de influir sobre aquellos que estaban delante
de él.
Ni siquiera tenía veinte años. No había duda de que solo continuaría madurando.
A pesar de que era obvio que no le interesaba el puesto de patriarca, Jurgen sentía que las
personas con una aptitud para esa posición tan grande como la de Yuuto eran pocas y
distantes. Él era un líder digno de seguidores.
"Date prisa y reúne a las tropas. ¡Haz todos los preparativos completos antes del amanecer!"
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"¡Entendido!" Jurgen respondió al tono arrogante y autoritario de Yuuto con una sola reverencia.
Normalmente, Yuuto habría usado moderación al hablar con Jurgen, que era dos décadas
mayor que él, pero esta era una situación de emergencia. No tenía tiempo para preocuparse
por cómo podría ser percibido.
Para Jurgen, que había exigido la dignidad de su líder, este era el Yuuto que había querido
ver.
"¡Linnea!" Gritó Yuuto.
"¿S-sí?!" Linnea se mantuvo firme.
Ella era la verdadera patriarca del Clan Cuerno, y no solo el retenedor de Yuuto. Aun así, no
había lugar para que ella se opusiera a Yuuto en esta horrible situación.
"Regresa al Clan Cuerno de inmediato y reúne a tus soldados."
"¡Entendido!"
"¡Ingrid!"
"¡¿H-hwha?! ¿Tú me ne-necesitas?!" Ingrid dejó escapar una respuesta aterrorizada.
Aunque se le había otorgado el rango de octava en la fila por sus muchos logros, Ingrid tenía
poco sentido de la batalla real. Ella probablemente nunca pensó que sería llamada así.
"Debes tener uno de esos listo," dijo Yuuto. "Ahora es el momento de usarlo. ¿Podrías
prestárselo a Linnea?"
"¡¿E-e-en serio?! Espera, ¿en serio? Pero ella no es uno de nosotros."
"Pero ella es mi hermana pequeña." Las comisuras de los labios de Yuuto se levantaron en
una sonrisa. Definitivamente eran familia ahora, nacieron de un vínculo más profundo que la
sangre forjada por el Cáliz. A diferencia de Botvid del Clan Garra, también podía confiar en ella
a nivel personal. Además de eso, este fue un asunto muy urgente. No tenían el lujo de discutir
sobre detalles.
Ingrid, furiosa de irritación, finalmente, pero a regañadientes, cedió.
"¡Ahh, Dios! ¡Siempre eres tan pusilánime, pero estás actuando de forma bastante audaz y
enérgica aquí!" Se quejó, y luego añadió en un tono más suave," B-bueno, bien... creo que esa
parte de ti es por lo que tengo tanta fe en tí."
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Acto 5
Originalmente, el Clan Pezuña había sido una rama de una familia filial del Clan Jabalí, un clan
que había ejercido una gran influencia en Álfheim, pero luego se habían convertido en un
pequeño clan al encerrarse en la parte más occidental de Álfheim—que fue incidentalmente el
extremo más occidental de Yggdrasil.
Después de eso, el actual patriarca del Clan Pezuña, Yngvi, había seguido su ascensión al
puesto tragando a todos los clanes que rodeaban a la familia principal del Clan Jabalí,
transformando el Clan Pezuña en uno de los diez más fuertes de Yggdrasil de cerca de 100
clanes.
Yngvi, el hombre que había rejuvenecido al Clan Pezuña, había cumplido 36 este año. Su
cuerpo todavía rebosaba de la fuerza de la juventud, pero también estaba envuelto en la
terquedad y la astucia que la experiencia le proporcionaba. Su cuerpo y mente estaban
claramente en su apogeo, lo que estimuló aún más su deseo de poder. Incluso si ganara todo
el territorio en juego, solo aumentaría su ambición.
Si se apoderó del territorio fértil que el Clan Cuerno poseía alrededor de la cuenca del río Körmt,
no había duda de que la influencia del Clan Pezuña crecería exponencialmente, y el camino
hacia el Emperador divino y Ásgarðr se abriría para ellos.
El Clan Pezuña había esperado una oportunidad durante algún tiempo, y luego se habían
enterado de que el Clan Cuerno y los Clanes de los Lobos no solo habían estado luchando,
sino que el Clan Lobo había aplastado al Clan Cuerno.
Además de eso, habían sabido por uno de sus espías que el patriarca del Clan Cuerno estaba
preso por el Clan Lobo, e incluso el segundo en el mando había tomado permiso para
inspeccionar el estado actual del patriarca. Eso creó una oportunidad única en la vida.
En verdad, lo que el Clan del Cuerno ofrecía ahora apenas podía llamarse resistencia, y el
Clan Pezuña había derribado rápidamente tres fortalezas. Yngvi lo encontró bastante
anticlimático e insatisfactorio. Sin embargo, no escatimó tiempo para lamentarse. Simplemente
pasó a liderar un asalto a la capital del Clan Cuerno, Fólkvangr.
"¡Hee hee hee!" Soltó una risita. "Esto debe significar que los cielos mismos me están
preparando para ser el Gobernante Supremo."
Lo que estaba diciendo era arrogante, claro y simple. Normalmente, las inseguridades en la
parte superior ruedan cuesta abajo, pero como el líder del Clan Pezuña estaba lleno de
confianza, las personas debajo de él tampoco sentían temor ni temor. No tener falta de
confianza era otro tipo de habilidad de liderazgo.
Reprimiendo su deseo de tomar y agarrar, Yngvi instruyó a sus soldadores a tomarse un

descanso. "Acamparemos aquí esta noche. Sin embargo, no bajen la guardia."
Orgulloso, él podría ser, Yngvi era un general con un largo historial de servicio. Sabía en lo
más profundo de su ser que la más mínima negligencia en el campo de batalla podía significar
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la muerte. No sería tan tonto como para mantener a los soldados exhaustos por orgullo. Él
necesitaría el servicio de los hijos y nietos de estos soldados, después de todo. No sería bueno
que murieran en vano.
Trazando su siguiente movimiento en una tienda de campaña que se había erigido, Yngvi de
repente se dio cuenta de que había alguna actividad de las tropas en la parte posterior.
"¿Hm?" Murmuró. "Qué…?"
Apenas había comenzado a preguntar qué estaba pasando que...
¡Bwoooooo! ¡¡¡Bwooooooo!!!
Un ruido ensordecedor resonó en toda el área. Era el sonido de un Clan Cuerno señalando un
ataque enemigo.
"¡Bien bien! ¡Pensar que se atreverían a lanzar el primer ataque! "Las esquinas de la boca de
Yngvi se crisparon en una sonrisa burlona mientras se ponía de pie. Esperaba que el Clan
Cuerno se encerrase, como una tortuga en su caparazón, y no saliera.
Pero esto era exactamente lo que Yngvi había estado esperando. Un asedio habría llevado
una cantidad considerable de tiempo.
Poseyendo un territorio tan amplio, la tierra del Clan Pezuña se limitaba con muchos más
países que la tierra del Clan del Cuerno. Se convertirá cada vez más peligroso para el Clan
Pezuña para enfocar a sus soldados únicamente en el Clan Cuerno. Y si Yngvi, el patriarca,
se hubiera mantenido alejado de su país demasiado tiempo, se habría perdido demasiado.
Entonces, si pudieran resolver todo en el campo de batalla de una sola vez, sería motivo de
celebración.
"Bien, hagamos un trabajo rápido con ellos," dijo con confianza, de pie para inspeccionar al
enemigo que estaba a punto de destruir.
Pero incluso esa arrogancia se desvaneció tan rápido como una cortina en el viento. La tienda
de Yngvi estaba situada en una alta colina desde la que podía examinar todo el ejército. Ahora
se desarrollaba una vista increíble debajo de él, iluminada por antorchas y luz de luna.
"¿Q-qué es eso ?!" exclamó Yngvi.
A juzgar por la cresta que llevaban, los soldados parecían ser miembros del Clan Lobo. Habían
venido para ayudar a su familia en el Clan Cuerno y unirse a la batalla. Eso estuvo bien. Todo
fue de acuerdo al plan.
Sus números fueron incluso menos de lo que esperaba. Probablemente solo alrededor de cien
tropas. No era absolutamente suficiente para enfrentarse al Clan Pezuña que sus soldados
eran alrededor de 10,000.
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Aun así, los cien soldados estaban a caballo.
Y contra esos cien a caballo, las tropas del Clan Pezuña no pudieron defenderse eficazmente.
Fuera de la maniobra, apenas lograron luchar y rápidamente cayó en pánico, con gritos de
dolor y agonía que surgían del campo de batalla cuando caía en el caos.
"¿Sus tropas están a caballo? ¡Tontos! ¡¿Cómo esperan pelear?!" Gritó Yngvi.
Pelear a caballo requirió un largo período de entrenamiento. Por lo menos cinco o diez años.
No importaba qué clan, encontrar personas que pudieran montar a caballo era difícil: eran una
mercancía rara.
El Clan Pezuña era uno de los Grandes Clanes. Tenían algunos que podían montar a caballo.
Incluso el propio Yngvi era hábil en la equitación, entre los mejores de su clan.
Aun así, incluso con su habilidad, nunca consideraría luchar a caballo. Con poco para sostener
las piernas, estaba la ansiedad de que luchar a caballo seguramente llevaría a que lo tiraran
del caballo y lo derribasen. Combatir con el enemigo mientras montaba a caballo era un juego
de azar.
O así era como debería haber sido.
Las tropas que lanzaron el ataque nocturno sacaron flecha tras flecha de los carcajes en sus
espaldas y dispararon, mientras que otras tropas balancearon las lanzas que sostenían a la
velocidad del rayo, haciendo furor con tal fervor sin perder el equilibrio.
Hacían un amplio uso de las cien personas a su disposición, como si hubieran entrenado años
para este ataque. Entre ellos había una mujer lo suficientemente joven como para poder
llamarla chica.
Era como una pesadilla.
Yngvi se pellizcó en el muslo y sintió una oleada de dolor. Esto no era un sueño; era la realidad.
"Esto... no puede ser!" ¡Smack! Se dio una palmada en ambas mejillas, tratando de regresar a
la realidad.
Este era el campo de batalla, y en este momento, estaban bajo el ataque del enemigo. Y él,
como oficial al mando, no podía perder su ingenio ahora.
"¡Cálmense, todos ustedes!" Rugió. "Aunque sea inesperado, el enemigo aún es pequeño en
número. ¡Si mantenemos la calma, podemos vencerlos! ¡Mensajeros! ¡Informar a las líneas del
frente! ¡Con rapidez!"
Yngvi gritó tan fuerte que su voz se quebró, y los que estaban cerca de él volvieron a llamar la
atención. Varios de ellos corrieron hacia las líneas del frente en pánico.
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No importa qué, Yngvi todavía era el héroe que había unido al gigantesco Clan Pezuña. Los
generales comunes, corriendo en confusión, solo empeorarían la situación.
Rápidamente se recompuso y se orientó a la situación. Fue fácil expresarlo con palabras, pero
la situación era caótica, cambiante momento a momento, y con un error de cálculo capaz de
cambiar las mareas en el campo de batalla desde la victoria hasta la derrota, mantener la
calma era muy difícil.
Más que nada, la razón por la que había sido capaz de calmar fácilmente el caos en el frente
de batalla fue por el respeto y la confianza que había ganado a través de sus muchos logros
militares, así como su disposición a ejecutar a cualquier persona quien tiraría sus operaciones
militares en desorden.
Sin embargo, el general enemigo era bastante capaz. Tan pronto como vieron que el Clan
Pezuña se había recuperado, ordenaron una retirada. Se retiraron de repente y sin problemas,
sin un atisbo de duda o confusión.
Habiéndose estado preparando para un contraataque, los soldados del Clan Pezuña estaban
más que un poco decepcionados.
"¡No los dejes escapar!"
"¡Vayan por ellos!"
"¡Derribarlos de sus caballos!"
Naturalmente, junto con sus gritos de enojo, los soldados del Clan Pezuña buscaron
perseguirlos, pero, por supuesto, el enemigo estaba a caballo. Como para demostrar que
alcanzarlos era imposible, se alejaron lentamente, hasta que el Clan Pezuña los perdió de vista
en la oscuridad de la noche.
Después de atormentar a sus fuerzas, el enemigo había escapado sin que fueran capaces de
derribar ni siquiera a un soldado. No podría haber mayor deshonra.
Pero para el Clan Pezuña, esto fue solo el comienzo de la pesadilla.
Casi al mismo tiempo, una unidad del Clan Cuerno junto con Linnea alcanzó la Capital del clan
Cuerno de forma segura, listo para la batalla.
Habían pasado dos meses desde que Linnea había estado allí en su oficina, pero no tenía
tiempo para el sentimentalismo. Ella continuamente alejó a todos los que vinieron a visitarla.
Finalmente, cuando ella le había dado la mayoría de sus instrucciones, su cuerpo se apoderó
de un gran cansancio.
"Esas cosas del estribo son increíbles," murmuró Linnea en voz baja, reclinándose en su silla.
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Linnea tenía una buena cantidad de habilidades en equitación. Pero ella siempre había sido
capaz de manejarlas a pie al máximo al trote, sin montar a caballo a todo galope.
Obviamente, un caballo y su jinete tenían sus propias voluntades. Lo que significa que, a veces,
uno actuaría de forma impredecible para el otro. Incluso un escalofrío, por ejemplo, podría
arrojar al caballo a un estado de confusión. En ese caso, el que lo monta probablemente
perderá el equilibrio y caerá. Por más que intenten arreglar su postura, no habría nada a lo que
agarrarse.
Por eso, tener estos estribos proporcionaba alguna forma de seguridad para un cambio.
Incluso a nivel de Linnea, ella podía manejar galopando en un caballo. Debido a esto, los viajes
que normalmente tomarían cuatro días en carro se habían acortado por dos días. Esta
diferencia era enorme.
Cuando Linnea había regresado por primera vez, la ausencia tanto del patriarca del Clan
Cuerno como de su segundo al mando había llevado a un desacuerdo interno sobre si el clan
debía rendirse a los invasores o tomar represalias. Si ella hubiera estado incluso un día
después, la división entre las dos facciones habría dividido por completo al clan. La razón por
la que ella había llegado a tiempo fue gracias a esos estribos.
Lo más importante es que con los estribos solo se requiere un poco de entrenamiento para
que los soldados aprendan a luchar con armas a caballo. Cuando se le señaló eso, se dio
cuenta de que no había considerado la posibilidad. O más bien, sería justo decir que no había
sido algo que ella hubiera tenido la oportunidad de considerar, ya que la idea de luchar con
armas sobre un animal tan inestable desafiaba todo el sentido común.
Para estar seguro, esto no era una cuestión de ser incompetente o tonta. Los soldados más
destacados del Clan Lobo, Sigrún y el segundo al mando Jurgen, tenían mucha más
experiencia a caballo que ella, así como más experiencia con tácticas militares. Lo mismo fue
cierto para el héroe del Clan Pezuña Yngvi. Y tampoco era algo que incluso hubieran
considerado.
Eso no fue una sorpresa, ya que el estribo no se desarrollaría hasta el siglo IV a.C., ¡lo que
significa que estaban viendo un producto de casi dos milenios en el futuro! Por parte de Yuuto,
había sido completamente incapaz de subirse a un caballo en un punto y simplemente se
preguntaba si tener una silla de montar y estribos sería más fácil para él, pero era una
tecnología muy avanzada para esta época que podría, así como hacer trampa.
"Primero esos lanzamientos largos, y ahora estos estribos... Él Hermano Mayor Yuuto
realmente es un renacido dios de la guerra," murmuró Linnea.
"Estoy de acuerdo. Eso no es una exageración. Esa reunión de guerra que condujo me dio
escalofríos. ¡Ja, ja!" El segundo al mando del Clan Cuerno, Rasmas, rió entre dientes. Como
poniendo en palabras lo que acababa de recordar, su cuerpo dio un pequeño escalofrío.
"Hablando honestamente, sentí tal indignación ante la idea de que estarías a sotavento de un
cachorro así, Princesa, pero incluso podría ser más comparable a un león... Estaba tan ciego."
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"Me sorprende que admitieras eso, Rasmas," dijo Linnea. "Aun así, esta batalla parecía tan
desesperada, y ahora parece que podríamos ganar."
"Vamos a ganar, no importa qué. No debemos permitirnos ser pisoteados por el Clan Pezuña."
"¡Sí, tienes razón!" Dijo Linnea, asintiendo con decisión.
No pudo evitar sentir que era su propia debilidad la que había invitado a esta crisis. Incluso
después de asumir el papel de un general, nunca pudo escapar a la duda constante sobre si
se podía ganar o no una batalla. Pero no había tiempo para pensar en eso ahora. Todo lo que
podía hacer era darle todo lo que tenía a lo que podía cambiar.
"Princesa, en caso de nuestra victoria en esta batalla, tengo una propuesta."
"¿Para qué estás tan formal?" Preguntó Linnea. "Y es un poco apresurado hablar después de
la victoria antes de que hayamos ganado."
Esta batalla realmente era por el destino y el futuro del Clan Cuerno.
Ahora no era el momento para pensamientos ociosos; era el momento de dedicarse cuerpo y
mente a la victoria. En el campo de batalla, el más leve lapso en la fortaleza mental significó la
diferencia entre ganar y perder, o lo que es más importante, la vida y la muerte.
Pensó con recelo que algo así debería haber sido mucho más obvio para un soldado como
Rasmas con un récord largo que para alguien joven como ella.
Pero en el momento en que escuchó la propuesta de Rasmas, todos esos pensamientos fueron
borrados. De hecho, aunque no debería haber sido así, durante un largo tiempo, la mente de
Linnea se quedó en blanco.
================ Cambio de escena ================
"Linnea, siento haberte hecho esperar," dijo Yuuto.
Las principales tropas de las fuerzas del Clan Lobo que estaban bajo el mando de Yuuto habían
llegado a Fólkvangr después de cuatro días como máximo, justo a tiempo para servir como
refuerzos para las ansiosas tropas del Clan Cuerno que podían escuchar al Clan Lobo en su
puerta. Sin embargo, la velocidad del avance de los soldados está limitada por la rama más
lenta de la fuerza. Para el Clan Lobo que se enfocaba en la infantería, todavía habían llegado
bastante rápido, considerando todo.
Las tropas del Clan Lobo habían volado completamente al Clan Cuerno en su última batalla,
por lo que el Clan Cuerno conocía la fuerza del Clan Lobo mejor que cualquier clan en
Yggdrasil.
Los ciudadanos del Clan Cuerno ahora miraban con gran fe a los soldados del Clan Lobo, que
se habían reunido en el centro de la ciudad.
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"¿Dónde está el enemigo ahora?" Yuuto le preguntó a Linnea mientras saltaba de su carro. Él
vendría a buscarla.
Encontrándose con la mirada de Yuuto, el rostro de Linnea se enrojeció tan rápido, que casi
parecía que se podía escuchar la sangre corriendo por su rostro. "¡¿Eh ?! ¿Qué?"
"¿Hm? ¿Qué pasa? ¿Has cogido un resfriado? No quería decir nada, pero te ves un poco mal."
"¡N-nnn-no! Como estamos a punto de ir a la batalla, me estoy emocionanda, ¡eso es todo!

¡Eso es todo!"
"Oye, oye, entonces, estás demasiado ocupada sobre eso. Si el comandante supremo del Clan
Cuerno, no pueden hacer su trabajo, ¿verdad?" Dijo Yuuto con voz sorprendida, con la cara
llena de inquietud.
Un comandante supremo estaba a cargo de las vidas de todo un ejército. El error de cálculo
más leve podría significar la diferencia entre la vida y la muerte para muchas personas.
En momentos como estos, el general de un ejército aliado necesitaba acumular buena voluntad.
"Ahh, caramba, es porque Rasmas dijo algo raro," dijo Linnea. "Estoy ¡Tan preocupada que no
puedo mirarte a los ojos, Hermano Mayor!"
"¿Eh? ¿Dijiste algo?" Dijo Yuuto.
"¡No, nada!"
"Ya veo. ¿Asi que?"
"¿Sí? ¿Qué quieres decir con 'así que'?"
En la naturaleza estupefacta de Linnea, Yuuto se rascó la cara con fastidio. "¡Yo te pregunté!
¿Dónde está el enemigo ahora?"
Aunque Yuuto normalmente era amable con cualquier chica que necesitaba proteger, en este
momento, en el precipicio de la batalla, había agotado su paciencia. No pudo evitar hablar
bruscamente con ella.
Linnea recobró el sentido, transmitiendo la información solicitada. "¡Yo... lo siento! Según las
estimaciones de lo que dijo nuestro explorador, han llegado a menos de medio día de
nosotros."
"Medio día, ¿eh? Vaya, realmente llegamos justo a tiempo."
Al lado de Yuuto, su ayudante Felicia también suspiró aliviada. "Verdaderamente. Si la capital

hubiera sido tomada antes de que llegáramos, esa sería la peor situación imaginable, así que
estoy realmente aliviada."
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Sin embargo, cuando ella cambió su mirada a Linnea, ella suspiró pesadamente.
"Bueno, supongo que Gran Hermano ya ha tomado técnicamente esta ciudad", dijo
Felicia. "Podría ser otra faceta de tu naturaleza increíble, pero pensar que no discriminarías
contra otra nación, Gran Hermano ..."
"No, no, esto es diferente de esos fuertes que tome antes," dijo Yuuto. "Tomar una ciudad de
este tamaño sería difícil."
"¡Tee hee! Hermano Mayor, podrías tomarlo sin siquiera ir a la batalla." Felicia se rió
sugestivamente, haciendo que Yuuto se preguntara cuándo ella finalmente dejaría de
sobreestimarlo. No se dio cuenta del verdadero significado detrás las palabras de Felicia.
De todos modos, culpar a alguien en este momento parecía duro. Lo único que le importaba a
Yuuto era si podía o no ganar la batalla. Hubo muchas cosas que se deben hacer para
permitirlo.
Y el asunto que nos ocupaba en este momento era...
"Está bien... ¡comamos!" Gritó Yuuto en voz alta, desplomándose en el lugar y sentándose con
las piernas cruzadas. "Aquellos que lo deseen pueden tomar un trago de alcohol."
Su ayudante, Felicia, comenzó a dar órdenes para preparar la comida a los que estaban cerca,
pero los ojos de Linnea se abrieron por completo en estado de shock.
"¡Oye, primera comida y ahora alcohol! ¿Cómo puedes estar tan relajado? ¡El Clan Pezuña ya
casi está aquí, Hermano Mayor! Estamos en desventaja con los números, así que tenemos
que apresurarnos para encontrar un punto de observación y poner a nuestros soldados en
posición..."
"'Permanecer en el suelo esperando a los que están lejos, esperando al cansado en la

comodidad, esperando al hambriento con el estómago lleno, está dominando la fuerza',
Linnea."
"¿Eh? ¿Q-qué es eso?" Linnea estaba boquiabierta como una paloma que se había tragado
una cerbatana por las palabras difíciles de Yuuto. Como si ella apenas entendiera su
significado.
"Es un verso de las palabras de guerra largamente alabadas de Sun-Tzu, que ha permanecido
relevante durante 2.500 años," dijo Yuuto. "Hacemos campamento en un lugar ventajoso y
esperamos a que el enemigo llegue desde muy lejos, descansamos y esperamos a nuestros
agotados enemigos, y comemos hasta nuestro corazón para esperar a nuestros enemigos
hambrientos. Así es como dominamos la fuerza."
Yuuto habló con autoridad como si entendiera completamente de lo que estaba hablando, a
pesar de que simplemente estaba repitiendo el manual de guerra de Sun Tzu. Yuuto sintió que
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las implicaciones de esas palabras eran bastante obvias. Él tuvo que respetar a Sun Tzu por
el libro que escribió.
En cualquier caso, las palabras del hombre se ajustan perfectamente a la situación actual del
Clan Lobo. "Vienen de muy lejos, están cansados y no han comido," dijo Yuuto. "No hay forma
de que puedan hacer una demostración de poder así. Entonces... ¡comamos!" Yuuto
juguetonamente intercambió miradas con Linnea, las comisuras de sus labios se movieron
hacia arriba.
"Yo... ya veo. ¡Eso es muy parecido a ti, hermano mayor! ¡Pensar que estarías tan familiarizado
con un manual de guerra tan antiguo!" Interrumpió Linnea una y otra vez, aparentemente
expresando sincera admiración.
A pesar de todos los problemas que Yuuto le había dado, el consuelo que había traído ahora
era el equivalente de haber traído 100,000 soldados. Ella repitió sus palabras hasta que se
hundieron, grabándolas en su corazón.
"Uhm, pero se supone que tenemos que acampar en algún lugar ventajoso, ¿verdad?",
Preguntó ella. "Si nos tomamos nuestro tiempo, ¿no nos quedaremos sin tiempo?"
"Sun Tzu también dijo que, haciendo uso de desvíos, todavía podemos tener una especie de
ventaja. Ya hemos planeado esto."
"¡E-nntiendo!" Las mejillas de Linnea se sonrojaron, su voz temblaba de emoción. Ella ahora
se había hundido en su punto más bajo. Sus ojos mientras miraba a Yuuto estaban llenos de
adoración. Por eso no se había dado cuenta.
Yuuto rebosaba de una confianza superficial, pero su puño estaba apretado por la
preocupación. "Rún... no te mueras," murmuró para que Linnea no pudiera oír.
Como el patriarca, él había enviado a su guerrero más fuerte porque ella era la mejor para la
misión. Se negó a verlo como un error tan tarde en el juego. Pero en este mundo, Sigrún era
una amiga preciada para Yuuto. El corazón de Yuuto estaba destrozado por la posibilidad de
que él la estuviera enviando a una muerte segura.
Una voz firme, pero suave, le hizo cosquillas en el lóbulo de la oreja a Yuuto. "Hermano Mayor,
Rún estará bien. Ella puede manejarlo."
Aunque Felicia no debería haber escuchado sus murmullos, parecía como si sus ansiedades
la hubieran alcanzado, y de inmediato, las lágrimas brotaron en los ojos de Yuuto, listas para
derramarse. Este ayudante superior no parecía ser alguien a quien pudiera ocultar secretos
muy bien.
De pie, de repente, puso sus labios cerca de la oreja de Felicia. "Yo... fui quien decidió que
pelear sería la mejor opción. Todavía creo que, para el Clan Lobo, esa fue la mejor opción, sin
lugar a dudas. Pero... si nos rendimos y entregamos nuestra tierra, al menos todos se salvarían
de la muerte."
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Sabía que, como el que había decidido que deberían ir a la batalla, era la última persona que
debería estar diciendo algo como esto. Sus propias palabras lo hicieron querer vomitar. Aun
así, la duda estaba consumiendo su corazón.
Incluso si los forzaran a convertirse en esclavos para trabajos forzados, o fueran a pagar
impuestos cada vez más y sin piedad, convirtiendo su vida en una verdadera lucha, eso
seguramente sería mejor que la muerte, pensó. Para proteger a la ciudadanía del Clan Lobo,
él había enviado a algunos de esos ciudadanos a una muerte segura. ¿No estaba simplemente
enviando gente a morir por capricho?
Cada vez que iban a la batalla, estas eran las inconsistencias que se le ocurrían.
"Hermano mayor, no deseo la 'vida pacífica' de un esclavo," dijo Felicia, con los ojos llenos de
determinación. "Todos los demás aquí se sienten de la misma manera. ¿Quién en el mundo
desearía que sus esposas, padres y abuelos, hermanos o hijos sufrieran experiencias tan
dolorosas? ¡Todos los que se han reunido aquí lo han hecho para proteger a sus familias!"
"Todos los demás sienten... ¿lo mismo que yo?" Repitió.
Eso no puede ser, se hizo eco de una voz de razón en la esquina de la mente de Yuuto. No
importa cuán difícil fuera, tenía que haber alguien que sintiera que cualquier alternativa era
preferible a la muerte.
Aun así, quería que alguien reconociera sus elecciones. Para decir que él no estaba
equivocado.
Intentar proteger a alguien aumentó la probabilidad de que uno muriera. Para tomar una
decisión sensata, él necesitaría disipar todas las dudas.
"¡Sí! ¡Eres nuestro patriarca!" Declaró Felicia. "Si nos dices que el blanco es negro, lo
reclamaremos nosotros mismos; si nos dices que peleemos, lucharemos; si nos dices que
muramos, moriremos. Sí, para nosotros, ¡usted es absoluto! Hace mucho tiempo, cuando
compartimos el Cáliz contigo, también te confiamos nuestras vidas. Entonces, por favor...
¡utilízanos como mejor le parezca!"
"...Dios, ser patriarca es un trabajo pesado después de todo," exclamó Yuuto. Él era libre de
hacer cualquier cosa. Él sería perdonado por cualquier cosa. Ser un patriarca era una carga
pesada. Quien dijo que la libertad y el deber iban de la mano.
================ Cambio de escena ================
¡Bwoooooo! ¡¡Bwooooooo!!
"¡Ngh! ¿Otra vez ?!" Yngvi soplo el cuerno de guerra que estaba harto de oír. No había forma
de que pudiera dormir profundamente así.
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Desde el ataque inicial, durante tres días y noches, Yngvi y el Clan Pezuña había recibido
ataques intermitentes de las tropas a caballo.
Siempre era de noche cuando atacaron. Se deslizarían en la oscuridad y lanzarían su asalto.
Parecía que el enemigo sabía que se estaba sonando una alerta, por lo que no tuvieron
oportunidad de precipitarse en la formación como lo hicieron la primera vez.
Rodaron, levantando una nube de polvo, y tan pronto como supieron que el enemigo estaba
allí, dispararon un montón de flechas, dieron media vuelta y se retiraron.
Esta vez fue lo mismo. Para cuando Yngvi los vio, ya habían comenzado su retirada, y poco
después desaparecieron en la oscuridad.
"¡Cobardes! ¡Cada vez se dan la vuelta y huyen!" Gritó Yngvi. "¿No puedes pelear de frente?"
Perdiéndose con su ira, Yngvi pateó un tronco de árbol cercano. Incapaz de reprimir su ira,
pateó los pies.
Para hacer frente a los constantes ataques sorpresa, durante dos días mantuvieron una
formación de batalla en la que las tropas del Clan Pezuña formaron un círculo alrededor de
Yngvi, o lo que podría denominarse en el Japón actual como formación de batalla "cuadrados
y círculos.""
Gracias a esta formación, las bajas habían disminuido, pero la moral del Clan Pezuña se había
desplomado significativamente. Vivir en constante temor y tensión, sin saber nunca cuándo
podrían ser atacados, nunca capaces de bajar la guardia, incapaces de hacer un contraataque,
y estar siempre en el extremo receptor de un ataque... fue suficiente para fatigar el corazón.
Dicho eso, ya sabían que el enemigo se acercaba. No podían bajar la guardia ahora. Y era
obvio que, si vacilaban, el enemigo lo vería como una buena oportunidad y lanzaría un ataque.
Enviaron exploradores a patrullar, pero en la oscuridad de la noche, localizar al enemigo fue

difícil. Más que nada, el enemigo fue rápido.
Era cierto que, debido a que era fácilmente visible a la luz del día, el enemigo no atacaría
durante ese momento, pero los soldados del Clan Pezuña estaban tan cansados de los
ataques nocturnos que tuvieron que tomar muchos descansos. La formación de batalla
"cuadrados y círculos" que funcionó tan bien contra el enemigo no era adecuada para moverse.
La velocidad de marcha del Clan Pezuña se había reducido notablemente.
Esta era solo la situación que Yuuto había estado buscando. Las fuerzas del Clan Pezuña, que
sumaban decenas de miles, estaban siendo atacadas por una fuerza de alrededor de cien.
"Finalmente, el amanecer, ya veo." Yngvi miró adormilado al cielo del este, ahora teñido de un
carmesí pálido.
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Sus planes iniciales se habían retrasado mucho, pero finalmente llegarían a Fólkvangr antes
del mediodía. Incluso si atacaran la fortaleza del Clan Cuerno y pusieran fin a esos molestos
ataques a caballo que los habían asolado durante días, aún no podían tomarse las cosas con
calma.
La rabia de Yngvi hasta este punto se sintió como una tortura sin fin. Haciéndose votos en lo
más profundo de su corazón, Yngvi regresó a su tienda y cerró los ojos.
Habiendo pasado la noche vigilando, no había dormido. Los soldados no podían hacer una
demostración de poder con poco sueño. Esperar impecabilidad era un hábito conocido de
Yngvi.
Agotado, el sueño fue rápidamente sobre él...
¡Bwoooooo! Bwooooooo!!
El resonante sonido de los cuernos de guerra lo despertó una vez más.
En los últimos tres días, los ataques solo habían ocurrido por la noche, por lo que habían sido
descuidados. Pero el enemigo no estaba actuando como podría haber esperado. Estaba
irritado por su propia ingenuidad.
Yngvi gritó, estimulado por esa irritación, "¡¿Dónde están ellos esta vez?!"
"¡Ellos vienen de Fólkvangr! ¡No son las tropas a caballo esta vez! Las estimaciones de bajo
nivel de los números enemigos los ubican al menos en 3.000. ¡Pensamos que este puede ser
el ejército real del enemigo!"
"¡Ah! C-cambien a una formación cerrada. ¡Sean rápidos al respecto!" Yngvi emitió sus
instrucciones en pánico.
La formación de "cuadrados y círculos" fue muy efectiva contra los ataques sorpresa
provenientes de todas las direcciones, pero débil contra un ataque proveniente de una sola
dirección. Si lucharan así, tendrían grandes bajas.
Los soldados del Clan Pezuña eran muy hábiles, y sus oficiales habían sido sacados de lo
mejor de lo mejor y colocados de acuerdo a sus puntos fuertes. En cualquier circunstancia
normal, habrían preparado a sus soldados en un abrir y cerrar de ojos.
Pero, como el estado actual del Clan Pezuña era tenso, justo cuando esperaban descansar al
amanecer, finalmente se rompieron. Estaban fatigados por no poder dormir lo suficiente, y este
fue el golpe final a su ya baja moral.
Reorganizar su formación de batalla tomó demasiado tiempo, y en ese intervalo, el ejército

enemigo atacó, envuelto en una nube de polvo.
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De esta forma, se alzó el telón en la batalla entre el Clan Pezuña y los ejércitos conjuntos de
los Clanes Lobo y Cuerno.
Gritos de guerra y gritos sonaron sin cesar desde ambos lados.
Ambas partes lucharon con una sed de sangre que impregnaba el campo de batalla, como si
la manifestación de sus corazones heridos. El campo de batalla se desbordó con signos de
muerte, tanto que uno podía sentirlo en sus huesos.
Los ejércitos conjuntos del Clan Lobo y el Clan Cuerno organizaron sus tropas en formación
triangular, con las tropas del Clan Lobo como guardia central y las tropas del Clan Cuerno
retrocediendo un poco en los flancos derecho e izquierdo. Era una formación parecida a una
escama de pez, perfecta para adelantar a algunas tropas en el frente.
"¡Está bien, sigue adelante!" Al frente del triángulo, Yuuto estaba liderando el ataque desde su
carro. Con un fuerte grito, alentó a sus tropas a avanzar, temiendo que su resolución se
rompiera en cualquier momento.
Probablemente gracias a los esfuerzos de Sigrún, los soldados en el Clan Pezuña habían
estado listos para huir, y con este ataque, muchos de ellos no pudieron hacerle frente. Con el
vigor de su ataque, avanzaron a través de las fuerzas enemigas.
La batalla se ganó principalmente por los números. Esto implicó pelear cara a cara y manejar
la derrota de frente. Pero la estrategia que Yuuto había empleado estaba causando disturbios.
Sun Tzu había dicho que esta era una forma de que una fuerza pequeña derribara a una más
grande. "Si el enemigo se tranquiliza, puedes hostigarlo, si está bien provisto de comida,
puedes matarlo de hambre, si acampa silenciosamente, puedes obligarlo a moverse."
Esto se superponía con lo que Yuuto le había dicho a Linnea en Fólkvangr: "Permanecer en el
suelo esperando a los que están lejos, esperando al cansado en la comodidad, esperando al
hambriento con los estómagos llenos, está dominando la fuerza." Esta había sido una opinión
importante sostenida por Sun Tzu.
Si bien no habían podido matar de hambre a las tropas, dos de cada tres todavía no estaban
mal. Aunque todavía había muchas tropas enemigas, no había tantas como antes.
Las fuerzas del Clan Lobo sacaron fácilmente a los soldados del Clan Pezuña, disparando y
golpeándolos. Justo cuando Yuuto comenzaba a sentir que esto se había convertido en una
masacre unilateral, y esa victoria estaba asegurada...
"¡Hermano mayor! ¡El Clan Pezuña ha recuperado el control de sus tropas!" gritó Felicia.
"¡Tch! ¿Ya? No debería esperar menos del hombre que construyó una nación tan grande en
una generación." Yuuto chasqueó la lengua.
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Había planeado que tomaran su impulso inicial y eliminaran las fuerzas enemigas, eliminando
a los generales en el proceso, pero parecía que las cosas no funcionarían de acuerdo con el
plan. El enemigo se había recuperado más rápido de lo que esperaba.
En un abrir y cerrar de ojos, el fervor del Clan Lobo se embotó. Yuuto, tomando el mando, se
dio cuenta de que el lado del Clan Pezuña tenía el poder de empujarlos fácilmente hacia atrás.
"De alguna manera, parece que no seremos capaces de resolver esto por medios ordinarios."
Sintiendo una dura batalla por delante, Yuuto se mordió el labio.
Por otro lado, rechinando los dientes, Yngvi se sentía de la misma manera. Habían tenido bajas
mínimas en el caos al comienzo de la batalla, y él había unido a sus tropas y había lanzado un
contraataque, pero ya no sentía que la victoria estaba garantizada. ¡Pensar que
constantemente fueron atacados por un ejército tan pequeño!
Esto fue probablemente debido a la fatiga de los días sin dormir y la disminución posterior de
la moral. Pero más importante que eso...
"¡¿Qué son esas lanzas?!" Gritó Yngvi.
Tal como lo hicieron cuando lucharon contra el Clan Cuerno, el Clan Lobo empuñó lanzas en
formaciones apretadas que duplicaron su alcance. Los ataques del Clan Pezuña no podían
alcanzar al enemigo, y el Clan Lobo aún podía lanzar un contraataque unilateral.
Si esto hubiera sido una batalla simple donde los soldados de lanzas largas solo podían
apuñalar hacia adelante, sería fácil esquivar el ataque y entrar para matar. Pero como había
demasiadas lanzas reunidas, no había ninguna abertura para atacar, y ninguna forma de evadir
los contraataques.
Y eso no era todo; atravesaron fácilmente los escudos de bronce del Clan Pezuña. Esos
escudos no pudieron detener los ataques de lanza. Esto fue, en verdad, lo más frustrante de
todo.
"¡¿Podrían estar hechos de hierro?!" se preguntó Yngvi.
Como era la Edad de Bronce, estas personas aún no sabían cómo refinar adecuadamente el
hierro. Aun así, eso no significaba que no supieran qué era el hierro. Habían encontrado hierro
en los meteoritos, que a su vez eran raros, pero a menudo contenían grandes cantidades de
metal. En Yggdrasil, este metal firme que cayó del cielo y era infinitamente más resistente que
el bronce había sido atesorado por mucho tiempo como joyas o dinero.
"Pero no podían tener tanto..." prosiguió frenéticamente. "¿Han encontrado una manera de
fabricar hierro?"
Aunque era difícil de creer, esa era la única conclusión a la que podía llegar. El hierro era
normalmente un material escaso que solo se podía encontrar al recogerlo de los meteoritos.
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Incluso un gran clan como el Clan Pezuña tenía muy poco. No podía imaginarse a un clan
empobrecido de las montañas poseyendo una cantidad tan grande.
"Keh heh heh, escuché que estos mocosos del Clan Lobo hicieron todos estos extraños trucos.
Parece que era verdad. ¡Fascinante! ¡Verdaderamente fascinante!" Yngvi no pudo reprimir la
risa que brotó y estalló desde adentro.
Seguramente fue debido a estas armas que el Clan Lobo poseía que habían sido capaces de
oponerse y destruir al Clan Cuerno y al Clan Garra.
"Hee hee, realmente tengo buena fortuna. Esto seguramente significa que los cielos se han
aliado conmigo."
Con materiales tan impresionantes, el Clan Lobo podría matar a otros clanes más deshonestos.
El corazón de Yngvi se hinchó con un respeto evasivo.
Si el Clan Pezuña estuviera equipado con armas de hierro, se volverían aún más poderosos,
y la fuerza militar suprema de Yggdrasil sería aún más una amenaza.
"Tal fuerza podría cambiar el mundo," dijo con asombro.
Con la experiencia de cientos de batallas detrás de él, las palabras de Yngvi fueron precisas
en su previsión.
Si uno examina la historia oriental antigua, fueron los hititas quienes primero tuvieron éxito en
la refinación del hierro. Por lo tanto, se convirtieron en un país que estableció una hegemonía
y mantuvo el mundo de la Edad del Bronce a su alcance.
"Ahora bien, ¿qué vamos a hacer?" Yngvi se lamió los labios y volvió a mirar a los ojos una
vez más para observar el campo de batalla.
Ciertamente, con las lanzas de hierro, el Clan Lobo era una amenaza. Aunque su número era
menos de 2.000, los guerreros más elitistas del ejercito del Clan Pezuña que había reprimido
a Álfheim no serían rival para ellos. Había una posibilidad real de que, si el Clan Pezuña los
atacaba frontalmente, podrían eliminar a este ejército de 10.000.
Habiendo dicho eso, este fue un ataque frontal. "¡Hmph! ¡Se dieron por vencidos! "Gritó Yngvi.
Para estar seguros, esos lanzamientos largos eran aterradores cuando se enfrentaban de
frente. Pensó que, una vez que regresaran a casa, forjarían una tropa con armas similares. Sin
embargo, con esa formación de batalla cerrada y considerable longitud, no parecía en absoluto
que los giros cerrados les funcionaran bien. Si atacaban a sus enemigos desde un ángulo recto,
podría ser problemático para ellos.
En otras palabras, si lanzan un ataque lateral, las fuerzas enemigas no podrán lanzar un
contraataque decente.
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Además de eso, el Clan Pezuña tenía sus quinientos carros muy queridos. Si uno fuera en
números solo por razones de poder militar, el Clan Pezuña, que había asesinado a numerosos
enemigos, obtendría una rápida victoria.
"¡Hee hee! Este pedazo plano de tierra que esos tontos han elegido será su caída."
Las grandes ruedas de los carros restringieron severamente sus movimientos.
La única debilidad del carro era el terreno en el que podría usarse, pero eso no sería un
problema aquí.
Un general tan experimentado como Yngvi sabía lo suficiente como para enviar a un espía a
hacer una investigación preliminar del territorio del Clan Pezuña para que pudieran planear la
ruta que mejor demostrara el poder de sus carros.
Montado en su carro favorito, Yngvi rió sin miedo. "¡Terminaré esta batalla con mis propias
manos!"
================ Cambio de escena ================
Mientras su patriarca se dirigía al frente, los soldados del Clan Cuerno soltaron un grito de
batalla.
"¡Increíble! ¡Podemos ganar esta batalla!" Gritó Linnea, mientras las tropas del Clan Lobo
rompían la vanguardia con un avance constante.
Sus fuerzas una vez habían sufrido enormemente a merced de los lanceros. Si alguien supiera
la amenaza que representaban, lo hizo.
Esa era exactamente la razón por la que sabía que su clan no tenía más aliados confiable que
ellos.
"¡El ataque viene del lado izquierdo del enemigo!" Gritó. "¡Ahí está!"
Su cuerpo tembló.
Linnea había experimentado recientemente una cadena interminable de derrotas. Se dijo a sí

misma que no era el momento de preocuparse por si era digna de mandar a sus tropas, e hizo
todo lo posible para superar sus dudas.
Antes de que comenzara la batalla, Yuuto le había contado a Linnea que la unidad de lanza
dura era débil para un ataque lateral. Había sido un momento tan breve desde que ella se
había convertido en su subordinada, así que las cosas que su hermano mayor había
compartido con ella dejaron una profunda impresión en su corazón. Ella quería estar a la altura
de sus expectativas. De hecho, ella había hecho una promesa de hacerlo.
"¡Uwah!"
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Pero todos esos sentimientos volaron como polvo en el viento cuando vio la magnitud de las
fuerzas enemigas.
Linnea había tenido mucha experiencia en el campo de batalla. Incluso cuando se había
enfrentado a la unidad de la lanza, su corazón se había quemado con odio, pero nunca se
había congelado con miedo.
Una gran cantidad de caballos, cada uno más grande que un humano, avanzó, sus
movimientos causaron temblores en la tierra. Su tamaño abrumador provocó una verdadera
ola de terror.
Parecía que sus propios soldados sentían lo mismo. Estaban perdiendo el valor al ver que la
unidad del carro se acercaba en una nube de polvo.
"¡Manténganse fuerte y firme! ¡Si podemos retenerlos, la victoria será nuestra!" Linnea gritó
con todas sus fuerzas, pero sus palabras no lograron alcanzar a sus soldados.
Los soldados del Clan Cuerno habían caído en un completo estado de pánico asustado.
Habían perdido antes incluso de que la batalla comenzara.
"¡¡Uwaaaaaagh!!"
"¡¡Eeeeeek!!"
En el momento en que los dos ejércitos se enfrentaron, se escucharon gritos desde las líneas
del frente.
La unidad de carros con mucha facilidad y sin resistencia rompió las líneas del frente y dividió
las fuerzas del Clan de Cuerno por la mitad.
En el centro de la vanguardia, impactante como era, era lo que parecía un gigante.

Balanceándose alrededor de una lanza gigante sin restricción, era como un enojado demonio,
cortando a las tropas del Clan Cuerno con ataques viscosos.
Como en respuesta, los soldadores del Clan Pezuña soltaban gritos de guerra que parecían
sacudir el suelo, como si trataran de aumentar su propia moral.
"¡N-no hay forma de que podamos ganar contra ellos!" Linnea rechinó los dientes en
desesperación.
Más que su propia muerte, Linnea temía el hecho de que no sería capaz de proteger a todos.
Aunque ella había hecho todo lo que estaba en su poder, la dura verdad de que ella era
realmente impotente había quedado al descubierto para que todos la vieran. Sus amados
subordinados fueron convertidos silenciosamente en cadáveres, uno tras otro.
"Sálvalos... por favor, ¡sálvalos a todos, Hermano Mayor!" Suplico al aire.
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"¿¡Todavía están yendo?!" Yuuto se mordió el labio, mirando al punto muerto con una mirada
sombría en sus ojos.
El enemigo no era tonto Para evitar enfrentar las lanzas largas de frente, las líneas del frente
se habían puesto a la defensiva, mientras lanzaban un ataque con flechas desde atrás.
Poco a poco, los soldados del Clan Lobo empezaron a experimentar bajas. Estaba claro que,
a pesar de que habían causado muchas más bajas al enemigo, si seguían recibiendo daños
como este, estarían en desventaja solo por el número de tropas.
"¡Hermano Mayor, las tropas del Clan Cuerno en nuestro flanco izquierdo están siendo
atacadas por carros!" Dijo Felicia.
"¡Parece que han descubierto nuestra debilidad!" Gimió Yuuto.
Esta fue la primera vez que el Clan Pezuña experimentó las tácticas especializadas del
enemigo. Y en ese pequeño período de tiempo, habían visto el punto débil de las tropas de
largo alcance y habían cambiado las estrategias en consecuencia. La capacidad de llegar a tal
conclusión en medio de todo el caos y lanzar un contraataque tan poco después fue realmente
admirable.
Yuuto no pudo evitar llamar al general enemigo excepcional. Era realmente un oponente
problemático que era difícil de combatir.
"Pero en este juego de tácticas... parece que soy el vencedor." Bueno, hice trampa, sin
embargo," dijo Yuuto, las comisuras de su boca se crisparon en una sonrisa.
Una parte diferente del pasaje que recitó de Sun Tzu antes le vino a la mente. "Al ofrecerle
ventajas, puede causar que el enemigo se acercarse por su propia cuenta."
En otras palabras, puede hacer que el enemigo se acerque a usted por su propia cuenta,
exactamente de acuerdo con sus planes, siempre y cuando los engañe haciéndoles creer que
tienen algo que ganar de él.
Habiendo enfrentado la amenaza de las tropas de largo alcance, el enemigo seguramente

descifraría su punto débil, y luego lo atacarían. Lo habían hecho con la fuerza más fuerte en
este período, los carros.
Entonces, ese sería el momento y lugar perfecto para tender una trampa.
En la guerra, bajar la moral del enemigo era esencial. Uno necesitaría destruir lo que el
enemigo puso su fe en la mayoría hasta que no quedara nada. Los ataques mentales fueron
de gran importancia.
Si un enemigo perdiera su último rayo de esperanza, incluso un ejército de decenas de miles

sería degradado a una mafia gigante. Y si eso sucediera, la mafia ya no sería un enemigo del
Clan Lobo.
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¡Estás allí, Rún! Pensó Yuuto. ¡Destrúyelos!
Mm, entonces finalmente sacaron los carros. Tomando un bocadillo de pan, Sigrún estaba
inspeccionando el campo de batalla desde un bosque a lo lejos.
La unidad de Múspell, liderada por Sigrún, permaneció escondida en el bosque a poca

distancia de Fólkvangr para descansar al día siguiente—o la noche—de la batalla.
Justo cuando el Clan Pezuña había sido constantemente llevado al agotamiento con ataques
sorpresa, la unidad de Múspell tuvo que atacar una fuerza abrumadoramente más poderosa
una y otra vez, día y noche. Fue agotador para ellos también.
Si su escondite fuera descubierto y rodeado, las cosas terminarían en ese momento. Uno debe
estar atento en todo momento, no solo durante la batalla.
Además, esta estrategia dependía en gran medida de la velocidad, por lo que tenían que estar
listos para actuar en cualquier momento. Las raciones que llevaban con ellos se habían
agotado rápidamente, por lo que habían sobrevivido con comida adquirida localmente. Yuuto
del Clan Lobo había advertido que el saqueo era inaceptable; entonces las pepitas de plata
debían usarse a cambio de comida.
Dado que el Clan Cuerno se benefició de la tierra fértil a lo largo de la cuenca del río Körmt,
habían esperado poder encontrar comida y provisiones a lo largo de las orillas del río, pero
como no estaban familiarizados con la tierra, la búsqueda de aldeas había demostrado ser
dificil. Apenas habían tomado algo parecido a una ruptura real, por lo que la unidad de Múspell
estaba aún más exhausta que el Clan Pezuña.
"Ohh, parece que lo descubrieron," exclamó Sigrún, en parte con admiración.
Si a un enemigo se le achaca elogios por su fuerza o astucia, entonces ella les pagaría el
debido respeto. Esa era la forma en que un verdadero soldado como Sigrún manejaba las
cosas.
La unidad del carro se movía alrededor del teatro principal del campo de batalla en lugar de
atravesarlo. La razón para eso fue clara. Era para que pudieran superar a los soldados de
infantería y girar para lanzar un ataque lateral contra la unidad de Lanza Larga.
Incluso a raíz del ataque sorpresa de Sigrún, los soldados pudieron calmarse rápidamente.
Debido a eso, su primer plan para aprovechar el caos y quemar las provisiones enemigas no
había sido posible.
Tal vez fue el resultado de su experiencia, pero el general que dirigió el Clan Pezuña fue
sorprendentemente hábil para hacer frente a estas situaciones inesperadas. Los soldados
seguramente tenían mucha fe en él. Simplemente darles órdenes a los soldados cuando
estaban en tal estado de confusión no era suficiente para devolverlos. Si no fueran dirigidos
por alguien con dignidad y carisma adecuados, no funcionaría.
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Todo lo que Sigrún pudo hacer al final fue chasquear la lengua con asombro. "Pensar que
sería capaz de guiar a un gran general así por la nariz con tanta facilidad."
Una risa ligeramente desdeñosa se le escapó de los labios.
Naturalmente, no tenían tiempo para que Yuuto hiciera planes minuto a minuto para esta
batalla en particular. Ella había escuchado los detalles de Yuuto por adelantado: la debilidad
de la unidad de lanzas largas, el hecho de que el enemigo probablemente enviaría una fuerza
separada para lanzar un ataque lateral contra esa debilidad, y cómo hacer frente a tal resultado.
"Está bien, ¡finalmente es mi turno!"
Casi en el mismo momento en que la unidad de carros chocó con las tropas del Clan Cuerno,
el humo se elevó desde la unidad principal del Clan Lobo. Fue la señal para que la unidad de
Múspell fuera a la carga.
Sigrún se dio la vuelta e instó a los soldados que habían luchado durante tres días y tres
noches a que atacaran: "¡Ahora bien, todos, prepárense para el último empujón!"
Todas sus caras estaban llenas de matices de cansancio, pero en un abrir y cerrar de ojos, el
espíritu de lucha de pronto se desbordó en sus ojos. El esfuerzo desperdiciado puede doblar
la fatiga, pero ver buenos resultados puede otorgarle a uno un vigor que elimina la fatiga. El
esfuerzo de la unidad de Múspell había dado sus frutos, y su moral nunca había sido tan alta.
El corazón de Sigrún se entusiasmó por lo confiables que eran. "¡La victoria depende de lo que
hacemos aquí ahora! ¡Demostremos a las tropas del Clan Pezuña el terror de nuestro asalto y
el verdadero botín de Valhalla!
"¡¡¡Sííííííííí!!!"
Sigrún empujó la lanza que sostenía en el aire, y los soldados soltaron un grito de guerra tan
grande que hizo temblar el aire.
En el interior de Sigrún, the Devourer of the Moon, Hati respondió al grito de guerra, y ahora
lucía una sonrisa feroz, como un lobo hambriento.
Es cierto, ella era una guerrera cuyo único talento para ofrecer a su maestro era su capacidad
de lucha. En tiempos de paz, ella podría hacer poco por ayudarlo. Pero fue específicamente
por eso, que ahora más que nunca era la oportunidad perfecta para servirlo.
"¡Unidad Múspell, al ataque!"
Al momento de su orden, Sigrún pateó su caballo favorito y se lanzó hacia adelante.
Sus subordinados la siguieron. La caótica manada de feroces tropas del Clan Lobo surgió del
bosque y ganó rápidamente en la parte trasera de la unidad de carros.
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================ Cambio de escena ================
"¡Ngh! ¡Ellos de nuevo!" Yngvi escupió con disgusto.
Justo cuando el Clan Pezuña había lanzado su ataque sorpresa, se encontraron con otro
ataque sorpresa. Habían terminado en una especie de formación de pinza. La magnitud de
esta desgracia continuó hirviendo a través de su cuerpo.
Los había tenido completamente el enemigo. El odio que sintió le llegó hasta los huesos.
"Teniente asistente! ¡Maneja a las tropas del Clan Cuerno! ¡Me encargaré de esos mocosos
de allí!"
Dejando atrás a la multitud de soldados supervisados por el Teniente Asistente, Yngvi retumbó
su orden sonora y redondeó su carro a los soldados a caballo.
Las fuerzas del Clan de Cuerno, que habían liderado la carga inicial, habían perdido hacía
tiempo su espíritu de lucha. Ya no eran una amenaza.
"¡Sacaré toda la furia que he acumulado sobre ustedes tontos aquí y ahora!"
Estos enemigos se negaron a luchar de frente, simplemente optaron por huir de él todo el
tiempo. Si ellos vinieran a matar, entonces esta era la oportunidad que él había deseado.
Las tropas con las lanzas largas seguían siendo una amenaza, pero con la movilidad de los
carros, las cosas seguramente funcionarían. En este momento el instinto nacido de sus años
de experiencia militar le dijo, la verdadera amenaza que debe vencer no era otra que esta
fuerza de soldados a caballo.
Y, sin embargo, lo que se desarrolló aquí todavía habría sido increíble para Yngvi si él mismo
no lo hubiera visto.
Las tropas a caballo pasaron junto a él, yendo al doble de rápido que los carros, y se pusieron
de costado. Impulsados por la velocidad a la que se movían, sus lanzas golpearon las ruedas
del carro una tras otra.
Los carros se componían de un carro de madera que sentaba dos hombres grandes a lo sumo,
y estaban sostenidos por dos ruedas. Podrían soportar bastante carga. Pero golpear las ruedas
de los carros interrumpió su movimiento, golpeando los carros se desequilibran y los vuelcan,
uno tras otro, sobre sus costados.
"¡Gagh!"
"¡Gyagh!"
Los soldados arrojados desde numerosos carros fueron apuñalados por lanzas o aplastados
por caballos que se aproximaban.
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No hace falta decir que el carro fue el arma más poderosa que existe en Yggdrasil. Viendo las
abrumadoras ganancias que habían logrado contra las tropas del Clan Cuerno, eso era obvio.
Pero eso se limitó solo a esta época. En otros 1.000 años, el carro reinaría hasta que fuera
expulsado del teatro de batalla mundial por la aparición de los soldados de caballería.
En términos de pura mano de obra y habilidad, las fuerzas del Clan Pezuña tenían ventaja, ya
que tenían los carros y podían moverse más rápido. Por otro lado, desde su inicio, la unidad
de Múspell se había entrenado específicamente para luchar contra los carros. Fue un
desarrollo que hizo la diferencia en la capacidad más bien unilateral.
Se decía que la unidad de carros del Clan Pezuña, que se jactaba de ser inmejorable en
Álfheim, siempre lideraba una batalla unilateral contra la que ningún enemigo podía lanzar un
contraataque. Aunque muchos podrían oponerse a ellos, siempre tenían movilidad de su parte.
Por eso esta situación los tenía tan atrapados.
Uno de los jinetes del Clan Lobo llamó a Yngvi, que se había colocado en el centro de sus
carros. "¡Llevar tal atuendo, debes ser uno de sus generales! ¡Bien, tu cabeza será mía!"
Preparó una lanza, y atacó a Yngvi.
"Vaya, qué sorpresa..." murmuró Yngvi.
Cuando alguien tan experimentado como Yngvi vio a una persona preparar su arma, podía
tener una idea de lo que ese hombre era capaz de hacer. Parecía que esta persona era un
luchador talentoso, pero al final, nada más y nada menos. No podía entender cómo había
evitado caerse mientras se balanceaba alrededor de una lanza a caballo.
"¡Toma eso!" La lanza del jinete apuntó a las ruedas del carro de Yngvi y se balanceó.
Pero Yngvi ya había sido testigo de ese ataque antes.
¡Clang!
La lanza de Yngvi repelió la lanza del jinete lejos de las ruedas de su carro.
Si él sabía de dónde venía el ataque, tal hazaña era fácil para él.
"Mocoso petulante" Dijo. "Conoce a tus superiores. ¡Gente como tú nunca será rival para un
Einherjar como yo! ¡Yo manejo a Gullinbursti, Golden Boar Who Pulls the Chariot11."
Yngvi puso todo lo que tenía en ambos brazos, levantando su lanza poderosamente. Con el
peso de ese único ataque, arrojó la lanza de la caballería al cielo. Esta fuerza física anormal
era el poder de Gullinbursti. Entonces Yngvi usó su golpe de seguimiento para cortarle la
garganta al jinete.
11 Jabalí Dorado que Tira del Carro
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"¡Nagh!"
Una voz débil emanó de él cuando la sangre brotó de su cuello, y el hombre cayó al suelo sin
fuerzas. El caballo, habiendo perdido a su amo, comenzó a mirar a su alrededor presa del
pánico.
"¡Christoph! ¡Bastardo!" En ese momento, una chica miró a Yngvi con los ojos, enfurecida por
haber cortado al subordinado con el que había entrenado durante tanto tiempo.
Ella era una belleza, con llamativo cabello plateado que se arrastraba detrás de ella. Ella
claramente no era apta para el campo de batalla. Pero sus ojos eran diferentes a los de las
mujeres en la trastienda del palacio. Estos no eran los ojos de una mujer. Eran los ojos de un
animal feroz que, si uno se acercaba desprevenido, te atacaría hasta la muerte.
Durante los ataques nocturnos, Yngvi no había sido capaz de distinguir los rostros desde lejos,
solo los ojos, pero la forma en que esos ojos y su cabello plateado brillaban a la luz de la luna
le había impresionado. Había sido testigo de las flechas que había lanzado, derribando a varios
de sus subordinados. Esta vez, pudo ver claramente su ferocidad en el campo de batalla. Ella
era claramente más fuerte que cualquiera de los otros soldados.
"¡Mocosa!" Dijo. "¡Así que tú eres quién está a cargo de esta unidad!"
"¡Así es! ¡Soy el Einherjar de Hati, the Devourer of the Moon! ¡Yo soy el Mánagarmr, Sigrún!
Veo que tú también eres un guerrero de élite. ¡Así que dime tu nombre!"
"Un perro de montaña como tú debería haber escuchado mi nombre hace mucho tiempo. ¡Soy
el patriarca del Clan Pezuña y el gobernante supremo de Álfheim, Yngvi!"
"¡Ohhh, entonces si te derroto, entonces habremos ganado esta batalla!"
"¡Olvídalo! ¡Sin ti para guiarlos, tus tropas a caballo caerán rápidamente en desorden! ¡Voy a
cortar esa cabeza de tus hombros!" Gritó en voz alta.
"Interesante. Hazlo, si crees que puedes," gritó con la misma ferocidad. Sigrún cargó. Mientras
se cruzaban, Sigrún apuntó su lanza a la parte superior del hombro de Yngvi y golpeó. A
diferencia del jinete de antes, ella fue mucho más rápida. Su velocidad era muy rápida, era un
ataque que uno podría haber llamado divino.
Sin embargo, este era Yngvi, el héroe del Clan Pezuña que había derrotado a más de cien
combatientes enemigos con sus propias manos. Podía ver fácilmente el movimiento de la lanza.
Un sonido agudo resonó cuando las dos lanzas se enfrentaron.
El que salió volando fue el de Yngvi. Golpeó la pared del carro con fuerza. Se decidió no por
una diferencia en la fuerza bruta, sino por una diferencia en velocidad. Hubo una gran
diferencia en la velocidad de un caballo que llevaba solo una chica pequeña frente a la
velocidad de dos caballos destinados a llevar un carro con dos hombres grandes dentro. Esa
velocidad afectó el impulso y el impacto de sus ataques.
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Después de pasar por el carro de Yngvi, Sigrún tiró con fuerza de las riendas de su caballo.
Tal vez en estado de shock, las patas delanteras de su caballo se levantaron.
"¡¿Qué es esto?!" Yngvi solo podía verlo como magia negra, de la misma manera que con su
caballo en esa postura ella sostenía su arma sin soltarla, todo sin caerse.
Lo que lo sorprendió aún más fue cómo esta vez, ella tiró de la brida a la derecha y, en un
instante, se giró para perseguir el carro de Yngvi.
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Él estaba cautivado por su habilidad en el manejo del caballo. Si no hubieran estado en la
situación en que se encontraban, él la habría invitado a convertirse en una de sus subordinados.
Aun así, este era el campo de batalla. No hubo tiempo para pensamientos tan frívolos.
Agarrando el borde del carro, se levantó, agarró su lanza y rápidamente lo preparó.
El carro en el que cabalgaba todavía estaba en el medio de un giro. Había encontrado la

movilidad de los carros tan confiables hasta ese momento, pero ahora, al ver la armonía entre
el caballo y el jinete antes que él, no podía evitar sentirse lento en comparación.
"¡Prepárate!" Gritó. "¡Esto no es nada!" Gritó.
Al ser atacado por la lanza una vez más, Yngvi se apoyó colocando una pierna en la pared del
carro, dejando caer su centro de gravedad, y luego devolvió el golpe.
Los ojos de Sigrún se llenaron de sorpresa. Probablemente no había esperado que evitara un
golpe tan crítico.
"Ng! Esa fuerza, esa coloración... ¡¿Eso quiere decir que tu arma está hecha de hierro?!"
"¡Hmph! ¡No eres la única con armas de hierro!"
Para estar seguro, el hierro era un metal que era escaso, y por lo tanto tenía cinco veces el
valor del oro. Pero como alguien que se había convertido en el patriarca de un clan importante
como el Clan Pezuña, era natural que Yngvi hubiera adquirido algo para sí mismo. Esta lanza
había estado con él durante diez años, protegiendo su vida y sirviendo como un socio de
confianza en la batalla.
Después de eso, los dos guerreros detuvieron sus caballos y continuaron el rápido intercambio
de golpes.
Debido a la ferocidad de su batalla, los soldados cercanos de ambas fuerzas armadas no se

atreverían a acercarse para ayudar. Cualquiera que no pudiera entrar hábilmente en la refriega
probablemente sería barrido en la avalancha de golpes, probablemente muriendo en una
muerte inútil en medio de la furia de los golpes.
Lo siguieron por un largo tiempo, su batalla constantemente terminaba en lo que parecía ser
un empate, derribando a ambos de su equilibrio.
Su velocidad era casi igual. Pero había una diferencia lamentable en su fuerza física.
En general, tener el punto de ventaja más alto en la batalla era ventajoso. Naturalmente, atacar
desde arriba agrega más peso al golpe. Tomando todo eso en cuenta, era Sigrún quien estaba
en desventaja.
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A medida que pasaba el tiempo, la desventaja unilateral de Sigrún se hizo cada vez más
evidente. Cuando se movió para atacar, tuvo que lanzar su lanza hacia arriba en un arco. Yngvi
había estado esquivando la mayoría de sus embestidas hasta este punto, dejándola
apuñalando el aire. Le costaba compensar y mantenerla postura al detener sus ataques. Cayó
hacia atrás, perdiendo el equilibrio.
Yngvi no tenía intención de dejar escapar la oportunidad. Fue con todo para lanzar el golpe
final y aprovechando la oportunidad para un ataque de barrido de todo o nada.
"¡Haah!"
"¡Ungh! ¡¿Qué?! "
Sigrún usó su velocidad divina para reaccionar y giró su lanza verticalmente, bloqueando su
ataque. Sin embargo, ella era demasiado liviana. Su cuerpo fue lanzado al aire.
En ese momento, Sigrún arrojó su lanza a un lado e intentó agacharse y rodar cuando ella tocó
el suelo, para disipar el impacto de ser arrojada de su caballo. No era algo en lo que ella
pensara. A pesar de lo joven que era, simplemente siguió la intuición que había desarrollado
a partir de tanta experiencia en el campo de batalla.
"¡Tch!"
Usando el impulso de ser lanzado, Sigrún se recuperó rápidamente. Había practicado

amortiguar la caída muchas veces, aunque eso no significaba que no hubiera ningún impacto.
Su cara se retorció de dolor. Si ella hubiera aterrizado sobre su espalda, no había duda de que
la lesión habría sido tan grave que no habría podido moverse durante un tiempo. Aun así, era
obvio que había sido arrinconada en una situación muy desventajosa.
"Supongo que esto significa que gane." Las comisuras de la boca de Yngvi se movieron hacia
arriba mientras giraba la punta de su lanza hacia Sigrún una vez más.
Parte de su habilidad consistía en poder calcular la ofensiva y la defensa basándose en un

cálculo rápido de sus puntos fuertes frente a las debilidades de un enemigo. Fue algo que
perfeccionó durante los veinte años que pasó en el campo de batalla.
"Realmente tienes mucha habilidad, mocosa... no, héroe del Lobo Sigrún. Si hubieras nacido
cinco años antes, el resultado de nuestro conflicto probablemente habría sido lo opuesto."
Para Yngvi, este era el cumplido más grande. Después de todo, tan arrogante como era un
rey, estaba dando a entender que Sigrún tenía la capacidad de ser aún más grande que él.
Los que tienen fuerza deben liderar, y los que no tienen deben servir. La supervivencia del más
apto. Era la ley primaria de este mundo, Yggdrasil. El sistema del clan en sí funcionaba con la
misma idea. Yngvi fue un ejemplo perfecto de esto.
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Había tratado a los débiles como esclavos sin ningún valor en su reino, trabajando
despiadadamente hasta el hueso y tratándolos como si no fueran humanos, y sin embargo, si
se enfrentara a una persona fuerte, incluso como un enemigo, mostraría ellos respeto.
Sigrún miró a Yngvi en silencio. Sus ojos afirmaron que, aunque la situación era terrible, no
había perdido su espíritu de lucha.
Yngvi también se recompuso. Aunque ambos eran fuertes, Yngvi tenía la ventaja de la
experiencia. Y la diferencia entre estar a pie o en un carro fue genial.
Más que cualquier otra cosa, el espacio era vital en una batalla. Y sin la lanza, todo lo que le
quedaba era una espada en su cinturón. Intentar llegar a Yngvi, que estaba en el carro, sería
difícil. Solo había una posibilidad entre diez y diez que podía perder. Pero sabía por años de
experiencia que, sin importar cómo respetara a un oponente, no podía evitar negligencias. Un
jabalí herido solo se volvería aún más vicioso.
"Esta es la primera vez en un tiempo que he tenido una batalla tan apasionante," dijo.
"¡Podemos encontrarnos nuevamente en Valhalla!"
Yngvi cargó hacia Sigrún con su carro.
Incluso cuando sentía que no podía obligarse a aplastar a tal guerrero, también sabía que era
la etiqueta de un soldado sacar al otro de su miseria. Yngvi empujó su lanza con todas sus
fuerzas hacia el corazón de Sigrún.
"¿Qué?"
En el siguiente segundo, algo le sucedió a él que ya había sucedido muchas veces en esta
campaña — una vista desplegada ante él que lo hizo dudar de lo que estaba viendo.
La lanza de Yngvi era un arma invencible que le había ganado muchas batallas, destruyendo
cualquier cantidad de armas y garantizándole la victoria. Los soldados del Clan Pezuña creían
sinceramente que los cielos mismos le habían otorgado a Yngvi esa lanza.
La punta de esa extraña arma refinada de hierro meteórico cayó, cortada como si fuera
mantequilla.
La chica que tenía delante tenía un arma extraña que brillaba con el mismo color plateado que
su cabello. Era un arma que Yngvi nunca había visto en su larga carrera militar. Era una espada,
pero solo tenía filo de un lado. La hoja en sí tenía una ligera curvatura y presentaba un patrón
extraño y hermoso a lo largo de su longitud, como ondas de líneas blancas. No solo eso: tantas
veces como la cuchilla pudo haber sido utilizada, ni siquiera había rastros de un haber sido
usada.
"¡Haaa!" Con un grito agudo, Sigrún pateó el suelo y saltó en el aire. Ella sostuvo esa misteriosa
y bella arma por encima de su cabeza, luego la balanceó hacia abajo.
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"¡¡¡Ngh!!" Yngvi inmediatamente alcanzó la espada atada a su costado para detener el golpe.
Aunque siempre había favorecido pelear con su lanza hasta este punto, esta espada también
era una espada poco común hecha de hierro meteórico refinado.
Incluso eso no fue suficiente para detener la espada de su enemigo, y con gran fuerza se partió
directamente a través de su espada y se hundió en la parte superior de su hombro.
De un tajo, el espantoso sonido de la carne siendo cortada llegó a sus oídos.
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"Te devolveré las palabras de antes, héroe de Clan Pezuña," dijo. "Si no tuviera a Padre, el
resultado de nuestro conflicto hubiera sido lo contrario."
Todavía sosteniendo su espada en lo alto, Sigrún aterrizó sobre una rodilla mientras aterrizaba.
Interrumpió su mente el momento en que, a pesar de estar en clara ventaja sobre su veloz
caballo, había sido derrotada y derribada al suelo. Era molesto, pero en ese momento ella
había perdido la batalla como luchadora. Lo que finalmente revirtió el destino de su duelo fue
simplemente la diferencia en la calidad de sus armas.
"¡Uwaagh! ¡Nuestro patriarca ha sido derrotado!" Gritó un soldado. "¡No puede ser! ¡¿Nuestro
patriarca?! ¡No por esa chica!"
"¡Retirada! ¡Sin el patriarca, no podemos ganar!"
"¡¡Eeeeyagh!! "
Los soldados del Clan Pezuña emitieron gritos de dolor. Fueron arrojados al completo caos
ante la muerte de su patriarca, quien había sido elogiado como el más fuerte.
Los carros restantes del Clan del Pezuña giraron en pánico y se alejaron. Yngvi realmente
había sido el gran hombre responsable de sostener al Clan Pezuña. Las palabras del patriarca
habían sido ley: "Sigue al patriarca, y la victoria será tuya." Se podría decir que lo que atrajo a
los miembros del Clan Pezuña fue una devoción casi religiosa.
En otras palabras: él había sido la fuente de su firme estructura durante la batalla, pero ahora
que se había ido, su estructura se había vuelto frágil.
"¡Ngh...! ¡Ouch!" Sigrún se tambaleó mientras trataba de pararse, arrugándose la cara por el
fuerte dolor en su pie izquierdo. Cuando se cayó del caballo, su pie había quedado atrapado
en la correa, y ella se lo había torcido.
Sigrún confirmó que Yngvi había caído de su carro de ese ataque. Echando un vistazo a su
alrededor, ella lo encontró rápidamente.
Arrastrando su pierna, se acercó a él y lo miró a la cara.
"¡Tos! ¿Q-qué es esa arma?" De alguna manera, Yngvi aún tenía aliento en sus pulmones. La
runa de Gullinbursti, the Golden Boar Who Pulls the Chariot, debe haber producido una fuerza
física extraordinaria.
Sin embargo, su pecho estaba teñido de rojo con una gran cantidad de sangre, y la sombra de
la muerte eclipsaba su rostro. Cualquiera podría decir claramente que él no viviría mucho más
tiempo.
Antes de ir a la batalla, el plan podría haber sido llevarlo vivo, pero al final, Sigrún no tenía ese
lujo, por lo que tuvo que tomar la decisión de sentenciarlo a la ejecución pública.
Página 154
Sigrún habló, empujando el arma que sostenía frente a Yngvi. "Aparentemente se llama un
nihontou12. Sin embargo, Padre teme que no sea nada parecido a lo que hizo su padre real."
En el área comprendida entre dos cadenas montañosas que formaban el territorio del Clan
Lobo, pudieron encontrar arena de hierro de alta calidad en el suelo. Luego refinaron la arena
de hierro en un horno de estilo Tatara, un método de refinamiento específico de Japón, luego
usaron el acero resultante, lo templaron y refinaron, una y otra vez, en una cuchilla tan afilada
que podía cortar el hierro de la derecha. manos.
Incluso antes de haber tenido la edad suficiente para saber lo que estaba pasando, Yuuto
había visto a su padre trabajando. Toda la operación había sido grabada en el interior de sus
párpados. Había estudiado el horno estilo Tatara una y otra vez. Estas experiencias han sido
de gran ayuda para él.
Era algo en lo que él e Ingrid, el maestro de la fragua, habían pasado medio año trabajando,
dando todo para crear.
"¿Así que estás... diciendo que hay incluso mejores armas... que eso?" Yngvi jadeó. "El mundo
es tan... tos... tan vasto. Me hubiera gustado tener uno... toser ... pero parece que eso no
sucederá ahora. Aun así... si debo morir a manos de un guerrero como tú... entonces... ¡yo...
estoy... satisfecho...! "
"También siento un gran orgullo de poder cruzar espadas con alguien como usted. Nos
encontraremos de nuevo en Valhalla."
12 Espada japonesa
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Epílogo
La noticia de la muerte del patriarca del Clan Pezuña, Yngvi, se extendió como un reguero de
pólvora por el campo de batalla.
Al principio, los miembros del Clan Pezuña en el campo de batalla no lo creyeron o lo

descartaron como si fueran mentiras, pero en el silencio que siguió desde su cuartel general
militar, sus dudas comenzaron a crecer.
Yngvi definitivamente no era el tipo de hombre que dejaría lisiados a sus soldados por la pena.
Era del tipo que podía, sin embargo, ver el caos dentro de sus tropas y, emitiendo órdenes
rápidas, tranquilizarlos. Si hubiera estado vivo y hubiese escuchado la noticia falsa de que
supuestamente había muerto, seguramente habría hecho una exhibición ostentosa para
demostrar que estaba en buen estado de salud.
Pero eso nunca pasó.
Era solo cuestión de tiempo antes de que los soldados se dieran cuenta de que las supuestas
mentiras eran en realidad hechos. En ese momento, fueron asaltados por una incertidumbre
tan grande, como si el suelo temblara bajo sus pies.
Habían luchado sin ninguna duda de que ganarían específicamente porque tenían a Yngvi.
¿Cómo pudo un patriarca tan heroico y fuerte haber sido derrotado por el patriarca de un clan
enemigo?
Casi todos los soldados del Clan Pezuña, con la excepción de los oficiales, eran granjeros o
esclavos. Habían sido forzados a la batalla. Varios de ellos finalmente comenzaron a soltar sus
armas y huir.
Cuando uno huía, uno o dos más perseguían, comenzando la cadena de desertores. En ese
momento, fue como si el control firme de ellos nunca hubiera existido, y el ejército del Clan
Pezuña se disolvió.
Mientras tanto, las fuerzas aliadas del Clan Lobo y los Clanes de Cuerno solo aumentaron su
entusiasmo ante la noticia de la muerte del general enemigo.
Si hubiera habido un digno segundo al mando que hubiera podido tomar el ejército en lugar de
Yngvi, tal vez se hubieran resistido, pero parecía que Yngvi había sido demasiado grande.
Había muchos generales y oficiales capaces en el ejército del Clan Pezuña que habían sido
valiosos para Yngvi, pero no había nadie que pudiera reemplazarlo ahora que se había ido.
Las fuerzas combinadas del Clan Lobo y Cuerno soltaron un grito de victoria al ver a las fuerzas
del Clan Pezuña retirarse.
================ Cambio de escena ================
Página 156
Al día siguiente, en la Capital del Clan Cuerno Fólkvangr, celebraron un magnífico festival para
celebrar su victoria.
Como si bendiciendo a los Clanes Lobo y Cuerno juntos, los cielos se habían despejado, no
dejando una nube y convirtiéndose en el día perfecto para un festival.
Por toda la ciudad se escucharon los silbidos de las flautas y los golpes de los tambores, ya
que la gente estaba encantada de que se hubieran salvado y pudieran continuar con sus vidas.
En la plaza en el centro de la ciudad, los soldados de los dos clanes bebían juntos. La única
forma de persuadir a dos enemigos acérrimos para que se hicieran amigos era encontrando a
otro enemigo común. Aunque se habían peleado durante años como enemigos acérrimos, esta
victoria, aunque no completamente, al menos había iniciado el proceso de eliminar viejas
hostilidades.
Yuuto soltó un profundo suspiro ante la vulgar y audaz risa de los soldados en a lo lejos. "Creo
que realmente fue una victoria fácil, después de todo."
Teniendo en cuenta el carisma que había tenido, la muerte de Yngvi empujaría al Clan Pezuña
al caos. Incluso si su segundo al mando lo sucediera, ese nuevo patriarca tendría las manos
ocupadas por algún tiempo, tratando de resolver asuntos de autoridad y poder dentro de su
propio clan.
En otras palabras, aunque estaban en la frontera con el Clan Cuerno, el Clan Pezuña había
sido destruido, sin dejar rastro. Ya no eran un país que invadiría por sus propios caprichos.
Por lo menos, era aceptable decir que la amenaza que había lanzado un ataque inaudito contra
el Clan del Cuerno había sido destruida.
Sin embargo, una montaña de problemas permaneció.
La muerte del gobernante supremo Yngvi probablemente tuvo el impacto de despertar las
ambiciones de los clanes cercanos, que probablemente habían esperado una apertura como
un halcón. Si uno miraba al Clan Cuerno por sí mismo, la paz había llegado a ellos, pero
mirando a Álfheim como un todo, esta batalla más reciente provocaría una sensación general
de inquietud. Si eso lleva a una perturbación que involucre al Clan del Cuerno, entonces, al
igual que esta vez, el Clan del Lobo también se involucrará.
Aun así, uno no podría predecir cómodamente el futuro. Yuuto todavía estaba buscando a
tientas en la oscuridad una forma de regresar a casa en el siglo XXI.
Yuuto tenía la intención de que el Cáliz que había compartido con los Clanes y Garra y Cuerno
fuera un vínculo duradero, por lo que tendría que hacer arreglos para que las relaciones
amistosas persistieran después de su ausencia. Solo de pensarlo hizo que se le acelerara la
cabeza.
Pero su problema actual era...
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"Mm, el agua es muy agradable", murmuró Sigrún. "Es como el botín de nuestra victoria."
"Más o menos así te devuelve a la vida," dijo Felicia. "Ahh... mi cansancio está siendo lavado...
♪"
"Suenas como una anciana, Felicia."
"¡¿A-anciana?! Yo, si soy una anciana, tú también, ¡Rún! ¡Solo tienes siete días menos que
yo!"
"¿Todavía te aferras a eso? Realmente necesitas superarlo."
" Como si pudieras entender los siete días adicionales de trabajo duro que he experimentado!"
Felicia y Sigrún habían entrado en una discusión, y Yuuto estaba entre ellas.
Aunque tenía tantas cosas en su mente, Yuuto sinceramente solo quería que le dieran un
descanso.
Estaban dentro de la fuente termal gigante dentro de la capital del Clan Cuerno. Era un lugar
sagrado, que normalmente solo se otorga a aquellos que trabajaban en ocupaciones sagradas
para limpiarse. Por lo tanto, por natural que pudiera haber sido, ambas mujeres estaban
completamente desnudas como el día en que nacieron. Y, a pesar de que había un hombre en
su presencia, ninguna hizo un intento de cubrirse.
La verdad era que parte de la razón por la que había ocupado su mente con pensamientos tan
problemáticos era para escapar de estas circunstancias. Aun así, el hecho de que sus ojos
ocasionalmente se movieran hacia sus cuerpos era algo que él, como hombre, no podía ayudar.
Intentó apelar a su propio sentido de la razón, incluso si no tenía que contenerse, pero le
resultaba difícil tomar el control. El suave sonido de las salpicaduras de agua finalmente atrajo
su mirada.
"¡Tee hee! Si realmente eres tan curioso, entonces está bien echar un vistazo," Felicia soltó
una risita. "Después de todo, mi cuerpo y mente te pertenecen, Hermano Mayor."
"¡Aagh! ¡No digas cosas tan embarazosas! No estoy mirando nada. ¡No estoy interesado!"
Yuuto mintió, enojándose cada vez más en respuesta a su mirada perversa.
Era como si hubiera perdido por completo todos sus sentidos ante la mirada normalmente tibia
de Felicia. Era como si Yuuto se hubiera preguntado cómo habían terminado las cosas así, y
luego respondió su propia pregunta.
Yuuto generalmente se bañaba solo en la capital del Clan Lobo. Al principio, las criadas habían
intentado ayudarlo con el baño, pero él se había negado firmemente, insistiendo, "¡Déjenme al
menos disfrutar de mi baño en paz!" Pero ahora estaban dentro del bastión del Clan Cuerno,
Página 158
donde habían luchado por su vida el otro día. Fue Felicia quien insistió en que no se lo podía
dejar solo en este estado tan vulnerable y desnudo.
Siendo ese el caso, Yuuto habría regresado a la capital del Clan Lobo, pero una fiesta para
celebrar su victoria estaba en planes aquí en el palacio. Naturalmente, como patriarca del Clan
Lobo, Yuuto no tuvo más remedio que asistir, ya que él era el principal responsable de haber
llevado a todos a la victoria en esta batalla.
Y Yuuto había estado sucio de hollín por los varios días que habían pasado viajando aquí. Esta
era una fiesta para los clanes vecinos. Si no se aseguraba de que su apariencia fuera ordenada,
se reflejaría mal en el Clan Lobo.
Así que ahora que todo había sido puesto a descansar, y con estas dos hermosas chicas a
cada lado de él, él cubrió su cuerpo un poco, sonrojándose. No había un rasgo de dignidad
digno de un héroe que había destruido un gran clan como el Clan Pezuña.
"Uggh, ¿por qué es que ustedes dos tienen que protegerme?" Gimió. "Si lo piensas bien, los
guardias varones habrían estado bien."
"Pero yo siempre soy tu guardián, Gran Hermano, ¿no es así?"
"Este era territorio enemigo," declaró Sigrún. "Estaría nervioso si Felicia fuera la única contigo.
Siento que soy la más adecuada para esta tarea, como Strongest Silver Wolf Mánagarmr."
"Eso es verdad, sí. Y como Rún también es mujer, verme desnuda no me molesta en lo más
mínimo."
"¡¿Has olvidado que soy del sexo opuesto?!"
"Eres un caso especial, sin embargo," afirmaron las dos al mismo tiempo, mientras Yuuto se
hundía en el agua caliente.
Si Mitsuki se entera de esto, probablemente cortaría lazos conmigo, pensó Yuuto, cuando un
escalofrío lo alcanzó incluso en el calor del baño.
Hablando de Mitsuki, solo ahora se daba cuenta de que había viajado a la batalla sin decirle a
dónde iba. Probablemente estaba preocupada porque todavía no había tenido noticias suyas.
La idea lo hizo inquieto de alguna manera.
"Yo-yo solo me voy a limpiar," dijo. "Todavía necesito preparar las cosas."
De alguna manera, incapaz de permanecer por más tiempo, Yuuto se levantó en pánico y se
dirigió al área de lavado. Estaba un poco avergonzado de que lo vieran desnudo, pero lo habían
visto cuando él había entrado, por lo que el sentimiento se desvaneció. Su prioridad era salir
de allí. Un hombre viguroso no debería permitirse estar cerca de tal situación.
Página 159
"¡Oh! ¡Espera!" Sigrún detuvo a Yuuto, buscando la espada que tenía apoyada en una pared
cercana.
Su tono áspero le hizo darse la vuelta, temeroso de que algún rufián estuviera en el ataque,
por lo que se puso rígido.
Realmente no podía decir a través del vapor, pero era mucho más pequeña que Felicia, con
una forma un poco más redondeada. De repente cambió su mirada en la dirección que Sigrún
estaba mirando: la entrada al baño. Tensando sus orejas, podía escuchar algún tipo de ruido.
Quizás alguien venía.
Los miembros superiores de la unidad de Múspell que Sigrún supervisaba estaban del otro
lado de la pared. Yuuto inclinó la cabeza, seguro de que, si fuera una persona sospechosa, no
podrían entrar de frente, y entonces vio una sombra allí parada.
"¿Qué están haciendo esos tontos? Les dije que no dejaran pasar a nadie," dijo Sigrún en un
tono agitado y caminó varios pasos por delante de Yuuto.
Mientras hacía esto, sus tonificadas nalgas se abrieron a la vista de Yuuto, y no podía apartar
la mirada ya que estaba frente a la entrada, por lo que una sensación de disgusto consigo
mismo en un momento tan crucial brotó en Yuuto.
"Hermano Mayor," dijo una voz familiar.
"¿Linnea...?" Yuuto no podía verla a través del vapor, pero reconoció su voz.
Ella no era una persona sospechosa, sino más bien la dueña de este castillo y su subordinada.
Ella había entrado y, por supuesto, los guardaespaldas de Múspell no habrían podido impedirlo.
Al pasar al vapor, apareció Linnea. Mientras que una vez estuvieron ocultos por la tela, la
mayoría de sus lados y muslos eran visibles, lo que les daba a los ojos de Yuuto un lugar
seguro para aterrizar.
"¿Qué es lo que necesitas, Hermana Mayor?" Preguntó Felicia con voz fría. Técnicamente,
Felicia había sido la primera en convertirse en la hermana subordinada de Yuuto, entonces
Felicia era la que debería llamarse "Hermana Mayor," pero como Linnea había sido la patriarca
del Clan Cuerno, su posición social era más alta, por lo que Felicia debió haber elegido esta
forma para reflejar eso.
"Tengo algo importante que discutir con ustedes, como el s patriarca del Clan Cuerno," dijo
Linnea.
"¿Es realmente tan importante que tengamos que discutirlo aquí?" Preguntó Yuuto. "Puedo
escuchar lo que tienes que decir más tarde..."
Página 160
"Dicen que, si quieres ser verdaderamente honesto con alguien, debes mostrarles todo. Y
entonces pensé que, si debía hacerlo, entonces aquí es el único lugar donde podemos
discutirlo."
"Hmph. Y, sin embargo, a pesar de eso, estás cubriendo tu lado frontal," resopló Sigrún,
sonando aburrida.
Tan simple como era, aún le parecía un poco feo que ella lo dijera. En realidad, era algo que
Yuuto había esperado que dijera. Lo era, y aún dentro, dejó escapar un pequeño grito.
Si ella se burlaba de Linnea así, entonces seguro...
"...Como desees, subordinada." La toalla que protegía la parte del frente de Linnea se cayó.
¡Figuras! Yuuto pensó, queriendo acunar su cabeza en sus manos con frustración. Él estaba
rodeado por todos lados por la carne. Trató con todas sus fuerzas de no mirar hacia abajo,
pero también parecía que apartar la mirada hacia un lado sería tomado como grosero.
¿Qué tipo de tortura es esta? Yuuto se preguntó llorando. Mientras permanecía allí de pie,
incapaz de mirar a Linnea, Felicia habló por él.
"Entonces, ¿de qué quieres hablarme?"
Linnea pareció perdida por un momento, antes de que su mirada se concentrara en Yuuto y
ella hablaron.
"¡Hermano mayor! ¡Por favor cásate conmigo!"
Página 161
Epílogo II
Glaðsheimr, la capital del Sacro Imperio de Ásgarðr, estaba situada en el centro del continente,
donde se juntaban todas las riquezas de los territorios circundantes, bendecidas por la tierra
fértil otorgada por el río Ífingr.
Con esa abundancia como trasfondo, así como murales, esculturas y decoraciones dirigidas a
la clase alta, era una capital donde otros aspectos de la cultura como la danza, el canto y la
poesía prosperaron incluso entre la gente común.
Por otro lado, tal riqueza llevó a la pérdida de la ambición, a la pérdida del deseo de crear
nuevamente entre el pueblo, convirtiendo a su sociedad en una sociedad de corrupción,
estancamiento y putrefacción.
El Sagrado Imperio Ásgarðr tenía la supremacía sobre todo Yggdrasil en la superficie, y sin
embargo, aquí estaba, cayendo en la ruina.
Gobernar en el apogeo de la prosperidad significaba que todo lo que quedaba era un declive
inevitable. Era una capital que había pasado su apogeo, donde la apariencia de sentirse
atrapado o de deterioro se reflejaba en las caras de sus ciudadanos.
En el centro de la capital, a orillas del río, se encontraba el edificio más alto que se había
construido, el palacio donde vivía el emperador divino que supervisaba todos los territorios
dentro de Yggdrasil, el palacio de Valaskjálf.
Había sido construido por decenas de miles de esclavos pertenecientes al primer emperador,
Wotan, durante un período de veinte años. Era un palacio poderoso que alardeaba de un
tamaño tan grande que podía caber en una pequeña ciudad dentro de sus muros.
"¡¿Qué?! ¿Yngvi del Clan Pezuña ha sido derrotado?"
En la parte más profunda del palacio, más allá de un velo hecho de seda, el decimotercer
emperador divino estaba cuestionando duramente al chambelán que había caído postrado.
Incluso mientras la voz retumbaba con una solemne dignidad, había dulzura en ella, como una
campana sonando. El actual emperador divino era todavía una chica relativamente joven, que
era un hecho bien conocida en Yggdrasil. Sin embargo, había pocos que realmente habían
contemplado la cara del emperador divino.
La cantidad de personas en todo el imperio que realmente le habían permitido una audiencia
con el emperador divino eran pocos y distantes. Esa naturaleza secreta parecía despertar la
imaginación de la gente, y se decía que su belleza era tan grande que cualquiera que la mirara
perdería la vista.
"Sí. Alexis, que actualmente fue envido a la región, ha informado que esto es un hecho," dijo
el chambelán, levantando la cabeza.
Página 163
El trabajo del goði no había sido meramente conducir la Ceremonia del Cáliz. También tenía
la misión de investigar el estado de las cosas en todo el territorio y enviar información a
Glaðsheimr.
El Imperio pudo haber declinado hasta el punto en que su poder nacional estaba a la par con
un clan de tamaño mediano, pero su red de recolección de inteligencia aún no se había
superado.
"Esperaba que no llegara a esto, pero parece que no puede haber ninguna duda," dijo el
emperador divino. "Parece que el patriarca del Clan Lobo es verdaderamente la oscura
presencia que hemos temido."
"S-Su Majestad. No debes decir tales cosas tan imprudentemente..."
"¡Hmph! Aunque finalmente está aquí, supongo que es natural que algunos todavía tengan
objeciones. De todos modos, debes entender, ¿verdad? Este asunto no quedará limitado a
Álfheim," la chica emperador habló más suavemente. "Si es verdaderamente es como lo ha
dicho la völva, entonces tal vez el gran levantamiento sobrepase a todo el reino de Yggdrasil."
"¡¿D-de verdad puede ser?!" El chambelán temblaba ante la gravedad de la situación.
El emperador respondió callada y firmemente, y sin embargo, de alguna manera, con

resignación. "El momento del Ragnarok está entre nosotros."
Continuará…
Página 164
Palabras del autor
Taka: "Entonces, ¿qué piensas del esquema que te envié?"
Editor: "Sí, lo leí. Debes ajustar la trama un poco más."
Taka: "¿Lo leíste...? Uhm, en realidad, estoy teniendo dificultades para expresar lo que quiero
decir, y todavía tengo mucho más que quiero escribir. Sigo pensando, ‘¿Cuándo debería hacer
esto? ¡Ahora, por supuesto!’ Entonces, ¡por favor, permítanme hacerlo!"
Editor: "¡¿E-eh?!"
Saludos a aquellos de ustedes que son nuevos aquí. Bienvenidos una vez más a aquellos que
han leído mi trabajo antes. Yo soy Takayama Seiichi.
Taka: "Permítame dejar de lado mis planes para una nueva serie, y entregar los planes que he
escrito para Hyakuren no Haou to Seiyaku no Valkyria."
Los planes para la nueva serie eran bastante imposibles, si lo digo yo mismo. Había escuchado
a los autores que habían estado hablando de esto durante tanto tiempo que, si la planificación
de una nueva serie era demasiado difícil, la dejarían de lado y probarían un plan diferente.
Estoy muy agradecido por toda la paciencia de todo el Departamento Editorial de HJ Bunko.
Oh, por cierto, el plan que había hecho a un lado era uno que sería familiar para aquellos que
conocía en mis días de aficionado. Desde que trabajé en ese plan para tanto tiempo, pensé
que debería entregarlo tal como estaba. Fue mi favorito personal. Los editores nunca se
quejaron del hecho de que escribí despacio. Siento que me esperaron pacientemente.
Bueno, volviendo al trabajo que nos ocupa, tener un chico moderno invocado a un isekai para
cumplir un papel vital es una trama arquetípica en un género de libros sobre el camino para
convertirse en rey.
Dicho esto, este necesitaba tener algo de originalidad adicional. Encontré esta idea fascinante
y divertida de escribir. Probablemente tomó alrededor de dos años antes de poder entrar en
eso, comencé a disfrutar escribiéndolo de la manera que lo hago ahora.
A pesar de que mi trabajo anterior había sido un trabajo público, hubo varias restricciones, y
pasé por todo lo que quería escribir en un solo volumen. Por supuesto, convertirse en un
profesional y hacer que los lectores compren sus libros, tiende a intentar verter todas las ideas
que desean incluir en el producto final.
Aun así, incluso cuando se me aplican restricciones, continúo luchando, y esa es la verdad.
Esa es la naturaleza de este trabajo. Sin limitaciones, pude escribir completamente a mano
alzada y a toda la potencia. Estoy bastante satisfecho con el resultado final.
Página 165
Estoy teniendo dificultades para decir lo que quiero. (¡LOL!) Un conocido novelista dijo en
Twitter: "Es mejor fracasar después de intentar que fracasar después de nunca intentarlo." No
tener un resultado, o tener algo que parece basura y usar eso como excusa, es incorrecto."
Estoy de acuerdo con eso, y si voy a hacerlo, tengo que dejar de lado todas las excusas,
incluso si eso significa que tengo que avanzar.
He hecho todo lo posible con este trabajo, así que realmente espero que los lectores puedan
tener una experiencia agradable. Y si estás parado en la librería, leyendo este epílogo, por
favor lleva esto a la caja registradora.
Bueno, supongo que es hora de las gracias habituales, pero ¿por qué este epílogo tiene seis
páginas? ¡Aunque realmente no tenía mucho que decir!
Ah, bueno, para llenar espacio, permítanme anunciar el trabajo que acabo de completar en
febrero de este año, Ore to Kanojo no Zettai Ryouiki: Pandora Box.
Ah, bueno, gracias a ese trabajo, tengo todas estas nuevas ideas en mi cabeza. Hmm... ¡ejem!
¡Amo a Taiwán, realmente lo creo!
Escribí sobre esto en mi trabajo previo, pero fue en Taiwán donde tuve mi
primer fichaje. Realmente fue una experiencia maravillosa, como un sueño. ¡Todos en Taiwán,
muchas gracias!
Pasando de eso, Asumin es totalmente linda, ¡de verdad! Ore to Kanojo no Zettai Ryouiki 1.
CD de Super Reading Asumi Kana ya está a la venta en Animates y Tora no Anas en todo el
país, así como a través de Amazon. Tener a una actriz de voz muy popular como Asumi Kana
leyendo el volumen uno con tanta exuberancia es uno de mis nuevos proyectos.
La actuación divina de Asumi-san es una necesidad de escuchar. También lo hemos puesto

como una aplicación para Android, y existe una versión demo gratuita, así que, por favor,
¡escúchenla!
Además de eso, el tercer y último volumen de Ore to Kanojo no Zettai Ryouiki: Pandora Box
está siendo archivado en librerías casi al mismo tiempo que este libro, así que por favor échale
un vistazo.
Bueno, me estoy quedando sin espacio, así que por favor permítanme pasar a mis
"Agradecimientos."
¡A mi editor, ¡M-sama, por favor, perdóname por todas las peticiones egoístas que hice! Estoy
increíblemente agradecido por su infinita paciencia conmigo. (Me pregunto cuándo fue que
tuve que dejar de pedir disculpas por los plazos...) ¡Gracias a mi ilustrador, Yukisan-sama, por
las increíbles ilustraciones! Con la venta de este volumen, espero tener una larga relación de
trabajo con usted.
Página 166
Y para el Maestro O, que siempre me aceptó, aunque no me llames tu alumno, puedo verte
como nada más que mi maestro.
A medida que pasan los días, mi gratitud hacia ti solo se profundiza. Te amo, ¡en serio lo hago!
¡Y gracias a R-san por todos sus consejos! ¡Creo que tener a alguien con quien hablar es de
gran ayuda! ¡Vamos a beber de nuevo!
Para los dos K-sans — ¡gracias! ¡Hablemos de creación pronto! Por favor date prisa de venir
a este lado infernal. Te daré la bienvenida.
A todos los involucrados en la publicación de este libro, les extiendo mi más sincera gratitud.
Y más que nadie, gracias desde el fondo de mi corazón a todos los lectores que agarraron
este libro. Dado que el siguiente volumen estará a la venta pronto, significaría mucho para mí
si pudiera compartir lo que amaba sobre este volumen con sus amigos y conocidos.
Espero que podamos encontrarnos nuevamente en el próximo volumen.
Seiichi Takayama.
Página 167
The Master of Ragnarok & Blesser Einherjar- Volumen 01
Por Seiichi Takayama
Translated by Amber Tamosaitis (English)

Edited by Emily Sorensen
Este libro es una obra de ficción. Nombres, personajes, lugares e incidentes son producto de
la imaginación del autor o se usan de forma ficticia. Cualquier parecido con eventos reales,
locales o personas, vivas o muertas, es una coincidencia.
Copyright © 2013 Seiichi Takayama

Illustrations Copyright © 2013 Yukisan
Ilustración de portada por Yukisan
Todos los derechos reservados.
Edición original japonesa publicada en 2013 por Hobby Japan

Esta edición en inglés se publica por acuerdo con Hobby Japan, Tokio
Traducción al inglés © 2018 J-Novel Club LLC
Todos los derechos reservados. De conformidad con la Ley de derechos de autor de los
Estados Unidos de 1976, el escanear, cargar y compartir electrónicamente cualquier parte de
este libro sin el permiso del editor es la piratería ilegal y el robo del autor propiedad intelectual.
J-Novel Club LLC

j-novel.club
El editor no es responsable de los sitios web (o su contenido) que no sean propiedad del editor.
Ebook edición 1.0: Marzo de 2018
Versión al español: Hermit
Página 168

Hyakuren No Haou To Seiyaku No Valkyria Volumen 01

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Hyakuren No Haou To Seiyaku No Valkyria Volumen 01

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Hyakuren No Haou To Seiyaku No Valkyria Volumen 01

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The Master of Ragnarok &

Autor: Seiichi Takayama

Traducción al español: Hermit

Dice: "Dentro del espejo divino reside un poder misterioso."

Dice: "El espejo divino es en realidad un espejo precioso de gran renombre."

En realidad, la leyenda antes mencionada no era algo que se transmitiera en el santuario de

"¡P-pe-pero!" Mitsuki gritó, agarrándose de la manga de Yuuto con fuerza.

Sus emociones eran tan volubles.

Finalmente estaba empezando a entender por qué.

El suspiro, decepcionado. "Esto es viejo y de muy mala calidad."

"¡¿Y-Yuu-kun?! ¡Decir algo así es mala suerte!" Gritó Mitsuki.

Sacando su preciado teléfono inteligente, el LGN09 aka Laegjarn, se detuvo a pensar.

"¡Q-ququuququque! ¡N-no lo hagas! Yuu-kun, si terminas en otro mundo, yo..."

"Está bien,” él le aseguró. "Es solo una superstición."

"¡¿Eh?!" Dentro de la mente de Yuuto, resonó algo parecido a un conjuro.

Era la voz de una mujer joven.

Instintivamente, miró hacia atrás.

"¡¿De dónde diablos vino esto ?!"

Yuuto estaba tan impresionado de verla que se olvidó de su situación actual.

Desde el carro, Yuuto continuó observando el campo de batalla.

"Parece que la batalla en su mayoría ya ha decidida. No debería sorprenderme, Hermano

Simplemente sabía la información relevante.

Con un poderoso movimiento de su mano, Yuuto tomó el manto y dio su orden...

Como un susurro, una encantadora melodía le hizo cosquillas en el lóbulo de la oreja.

"Esto es todo lo que puedo hacer por ti," dijo Felicia.

Específicamente, su mitad inferior.

¡Whoosh, whoosh, whoosh!

Como ese soldado cuyo nombre no conocía.

"¡Ohh, es la Hermana Mayor Sigrún!"

"¡Encantadora como siempre!"

Los gritos de admiración continuaron.

"Hermana Mayor, ¡otro gran logro para ti!"

3 El Lobo Plateado más Fuerte

"No te preocupes. Gracias a la protección divina de Angrboða, estoy completamente segura.

"¿De Verdad? ¿Cualquier cosa?"

"Cualquier cosa que pueda darte."

"¿Pude ser útil para ti, padre?"

"Uhm, qué demonios le pasa a Felicia—" Dijo Sigrún.

"Es bastante irónico," murmuró Yuuto en auto desprecio.

"¿Ella aceptará seriamente mi Cáliz?" Preguntó.

Después de un tiempo, apareció la pantalla de inicio y precio el icono "Hindle". En la siguiente

Yuuto se cruzó de brazos y soltó un gruñido frustrado mientras consideraba el problema."

Las palabras de Sun Tzu comenzaron a reproducirse en su mente.

"Está bien, prepara la tienda. Prepárate para nuestra reunión."

================ Cambio de escena ================

"Oye, no empujes." Llevaban a una chica a la tienda. "¡Puedo caminar sola!"

"Pero ella todavía es solo una niña."

5 La Dama Tigre Carmesí

"...Hmph." Linnea respondió a la presentación de Yuuto al desviar la mirada y plantarse

Sin la menor vacilación, Linnea rechazó su propuesta abiertamente. Y llamarlos perros

¡Ruido sordo! ¡Shiiiink!

"¡Ngh!" Linnea se estremeció reflexivamente.

"¡Ngh! ¡¡Nnngh!!" Linnea parecía incapaz responder.

Ella realmente era como un perro enojado.

"Ambas, contrólense," ordenó Yuuto. Enderezándose después de haber apoyado la barbilla en

"¡Si señor!" Las dos obedecieron de inmediato.

"Hm... ¿qué tal si te conviertes en mi hermana menor?" Preguntó.

Debería haber sido.

"¿...Una hermana pequeña?" Dijo Linnea lentamente.