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SINOPSIS

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SINOPSIS:

Izuku Midoriya quiere entender el comportamiento de su bully, pero para eso decide dejar su
afán por convertirse en héroe. Ayudando a su amigo de la infancia a controlar sus problemas y
darle apoyo emocional.

Con el tiempo se inscribe en una muy buena universidad para poder iniciar su carrera de
psicólogo, teniendo el apoyo de su madre y de Katsuki.

Pero en una noche que regresó de su universidad se encontró con un villano e Izuku quería
ayudarle...

¿Qué pasará con el pequeño Izuku? ¿El villano se dejará ayudar? O ¿Izuku será una víctima más
de ese villano?

CAPITULO 1: CAMINO A LA COMPRESIÓN

Era otro día soleado en Musutafu, pero algo en Izuku Midoriya había cambiado. Su objetivo ya
no era ser el héroe número uno, sino entender lo que se escondía detrás de los muros que su
amigo de la infancia, Katsuki Bakugou, había construido para protegerse.
Durante años, Bakugou había sido una presencia abrumadora en su vida, una mezcla de
rivalidad y respeto que finalmente había decidido examinar en profundidad. En lugar de
continuar su entrenamiento como héroe, Izuku había optado por otra vía: la psicología.

Después de hablar con su madre, Inko, quien siempre había temido por su seguridad en el
peligroso mundo de los héroes, Izuku decidió que lo mejor para él sería cambiar de rumbo. Su
madre, a pesar de admirar su noble deseo de ayudar a los demás, nunca había podido
deshacerse del miedo constante de verlo lastimado o peor. Así que cuando le confesó su
nuevo plan, Inko no pudo evitar una sonrisa de alivio. Izuku le explicó que podría ayudar a las
personas de otro modo, y aunque no estaría en el frente de batalla, sí podría ser un apoyo
desde un lugar seguro.

Fue en ese proceso de transformación que se acercó a Bakugou. Aunque en un principio su


amigo mostró una mezcla de escepticismo e incredulidad, finalmente cedió, aceptando la
presencia de Izuku como un apoyo emocional. A veces, Bakugou incluso parecía agradecer en
silencio la compañía de su amigo, aunque su orgullo le impedía expresarlo. Para sorpresa de
ambos, ese lazo que habían comenzado a construir sirvió para mejorar el control de Bakugou
sobre su propio temperamento y su capacidad para entender sus emociones.

Izuku comenzó su vida universitaria en una prestigiosa universidad de psicología. Se adaptó


rápidamente a sus nuevas materias, intrigado por las profundidades de la mente humana. Día
tras día, los estudios le ofrecían nuevas herramientas para entender el comportamiento de las
personas, y aunque sentía que el mundo de los héroes le llamaba, encontró satisfacción en el
conocimiento que adquiría. A menudo, Katsuki aparecía al final de sus clases para arrastrarlo a
una cafetería cercana, diciéndole que no se ablandara demasiado porque, eventualmente, él
quería reclutarlo en su futura agencia de héroes.

Los días pasaban tranquilamente entre las clases, las charlas con Katsuki, y las visitas a casa
para compartir tiempo con su madre, quien se sentía cada vez más orgullosa de él. Sin
embargo, una noche, después de una larga jornada de estudio en la universidad, Izuku se
encontró con una situación que cambiaría su perspectiva.
Caminaba solo por una calle solitaria y oscura cuando escuchaba un ruido en un callejón
cercano. Era un sonido familiar, uno que había escuchado demasiadas veces como para
ignorarlo: un gemido de dolor. Izuku se acercó con cautela y vio a un hombre acorralado por
un villano. Podía ver el pánico en los ojos del hombre, y aunque no era su trabajo ni su
responsabilidad, algo en su interior despertó. Quiso ayudar.

Lanzó su mochila a un lado y se acercó al villano, levantando las manos en un intento de


calmarlo. "No tienes que hacer esto", dijo Izuku, manteniendo su voz baja y serena. "Escucha,
sé que probablemente estás pasando por un mal momento, pero hay formas de salir de aquí
sin violencia".

El villano, un hombre con un rostro desgastado y una expresión amarga, lo miró con
desconfianza. "¿Y tú qué sabes? ¡No tienes idea de lo que he tenido que hacer para
sobrevivir!"

Izuku, sintiendo una profunda empatía, le explicó que, aunque no podía entender toda su
situación, estaba dispuesto a escucharlo. "No tienes que estar solo en esto. A veces, solo
necesitas a alguien que te escuche, alguien que entienda lo que estás pasando."

Sorprendido por la respuesta, el villano dudó por un momento. Izuku continuó hablándole,
intentando crear un espacio de comprensión. Poco a poco, el hombre fue bajando la guardia y
comenzó a contarle sobre sus dificultades. Izuku se mantuvo firme, sin dejar que el miedo lo
dominara, y con una calma inesperada, logró que el villano soltara el arma que llevaba consigo.

Justo en ese momento, la policía y varios héroes llegaron al lugar, sorprendidos de ver a un
civil manejando la situación. Bakugou estaba entre ellos, y aunque sus ojos expresaban
preocupación y enojo, también había algo de respeto. Después de que el villano fue arrestado,
Bakugou se acercó y, sin darle tiempo a Izuku de hablar, le espetó: "¿Qué demonios crees que
estás haciendo? ¿Te has vuelto loco?"

Izuku enojado, todavía algo agitado pero satisfecho con lo que había logrado. "Kacchan, no
podía simplemente dejarlo. A veces, todo lo que alguien necesita es que alguien más esté
dispuesto a escucharlo."

Bakugou frunció el ceño, pero en el fondo sabía que el mundo no solo necesitaba héroes que
lucharan, sino personas que pudieran llegar al corazón de aquellos que estaban perdidos. Con
el tiempo, ambos comprendieron que sus caminos, aunque distintos, podrían complementarse
de maneras que jamás imaginaron.

Esa noche marcó un cambio profundo en Izuku. Aunque no abandonaría su sueño de


convertirse en psicólogo, comprendió que siempre habría una parte de él que se sentía atraída
por la justicia y el heroísmo. Tal vez, en el futuro, encontraría una forma de unir ambos
mundos y servir como un héroe que no solo luchara, sino que también entendiera y ayudara a
sanar.

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