Contestando Objeciones Trinitarias
Contestando Objeciones Trinitarias
Contestando Objeciones Trinitarias
TRINITARIAS
POR: RIGOBERTO GÓMEZ LOPEZ
En este tratado encontrará un pequeño resumen de lo que es la
doctrina de la unicidad de Dios para posteriormente abordar las
objeciones que generalmente nos plantean nuestros amigos
trinitarios. Quizás no se aborden todas, pero sí al menos una parte
de ellas para poder transmitir este precioso mensaje de la revelación
de Jesucristo como nuestro gran Dios y Salvador.
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gomezlopezrigoberto@gmail.com
IGLESIA PENTECOSTAL
UNIDA HISPANA DE
NICARAGUA
09/03/2014
CONTESTANDO OBJECIONES TRINITARIAS
2014
ÍNDICE
1. INTRODUCCIÓN
2. LA UNICIDAD DE DIOS
2.1 Definición de Unicidad
2.2 El Padre, según doctrina de la Unicidad
2.3 El verbo, según doctrina de la Unicidad
2.4 El Espíritu Santo, según doctrina de la Unicidad
3. OBJECIONES
3.1 Hagamos al hombre (Génesis 1:26)
3.2 ¿Cuál es su nombre, y el nombre de su hijo, si sabes? (Proverbios 30:4)
3.3 Elohim
3.4 Y vino, y tomó el libro de la mano derecha del que estaba sentado en el
trono (Apocalipsis 5:7)
3.5 Doxología Trinitaria (2Corintios 13:14)
3.5.1 La gracia del Señor Jesucristo
3.5.2 El amor de Dios
3.5.3 La comunión del Espíritu Santo
1. Introducción
En vista de que la palabra de Dios nos enseña que debemos estar “…siempre
preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os
demande razón de la esperanza que hay en vosotros” (1 Pedro 3:15), es importante
conocer las objeciones de aquellos que están siendo segados por la doctrina de la
llamada santísima trinidad, así como también, las respuestas que nos dan las sagradas
escrituras para que podamos, con la ayuda de nuestro Dios, proclamar la revelación
que Jesucristo ha dado a su iglesia acerca de su Deidad.
2. LA UNICIDAD DE DIOS
Algunos tratan de explicar la doctrina del Dios único con la palabra UNIDAD; sin
embargo, el DRAE define esta palabra como UNIÓN (entre otros significados), es
decir, juntar dos o más cosas entre sí, haciendo de ellas un todo; por tal razón es
incorrecto utilizarla. La doctrina unitaria calza muy bien en la llamada santísima
trinidad ya que, según la definición de esta última (trinidad), son tres personas
distintas que forman un solo Dios verdadero; es decir que es el producto de la unión
de tres partes (Padre, hijo y Espíritu Santo) para formar un todo (Dios).
Sabemos que nuestro Dios no es una mezcla o unión, “Dios es Espíritu…” (Juan
4:24) él no es persona, él es ÚNICO, INDIVISIBLE, sin otro de su sustancia o esencia
como dice 1Timoteo 6:16 “el ÚNICO (del griego monos: solo o solitario) que tiene
inmortalidad, que habita en luz inaccesible…”, esta es la DOCTRINA DE LA
UNICIDAD DE DIOS.
1
Módulo D e Teología de la Unicidad, Pág. 3
La Biblia dice que hay “un Espítu” (Efesios 4:4) y ese Espíritu NO ES la
tercera persona en Dios, ese Espíritu es el Padre (Jehová del antiguo testamento) el
cual “…se movía sobre la faz de las aguas” (Génesis 1:2), por consiguiente, no puede
existir una tercera persona en Dios ya que NO HAY DOS ESPÍRITUS. Así que “hay
UN DIOS Y PADRE DE TODOS, el cual es sobre todos, y por todos, y en todos”
(Efesios 4:6) y a él sea también toda la gloria.
2
Crawfor D. Conn. Curso de desarrollo cristiano, Vol. I, Pág. 171,172
En Juan 1:1 dice: “En el principio era el verbo, y el verbo era con Dios, y el
verbo era Dios”, el verbo es la palabra de Dios, palabra se traduce del griego logos
(λόγος), esa voz que se escuchó en la creación; pero también se nos hace mención de
que esa palabra o verbo “era CON Dios”, esta conjunción (con) une y hace énfasis en
lo inseparable de Dios y su verbo (palabra).
Juan 1:14 dice: “y aquel VERBO FUE HECHO CARNE, y habitó entre
nosotros”, Jesús es el verbo hecho carne; 1 Juan 1:1 lo menciona diciendo: “… lo que
hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado, y palparon nuestras manos
tocante al verbo de vida (Jesús hecho carne). El Espíritu de Dios (Dios mismo porque
“Dios es Espíritu”) habitó dentro de este cuerpo, así lo declara el apóstol Pablo en 2
Corintios 5:19 “Dios estaba en (dentro de) Cristo reconciliando consigo al mundo”. Se
puede decir que hubo una fusión entre la deidad de Dios (su Espíritu) y el verbo hecho
carne (su humanidad) ya que no se puede separar a Dios de su verbo o palabra; pues
como alguien en cierta ocasión expresó: “la palabra es el vehículo del pensamiento”, y
en el pensamiento de Dios, su plan de salvación, estaba el redimirnos manifestándose
en un cuerpo a quien el mundo conoció con el nombre de Jesucristo.
Jesucristo no era otra persona, era Dios en un cuerpo de carne. En Isaías 35:4
se profetizó: “… vuestro Dios viene…Dios mismo vendrá, y os salvará…”, habría
señales de su venida tales como: “los ojos de los ciegos serán abiertos, y los oídos de los
sordos se abrirán… el cojo saltará como un ciervo, y cantará la lengua del mudo…”
(v5-6); Jehová del antiguo testamento prometió venir y no enviar a otro. Juan el
bautista mandó a preguntarle a Jesús: “¿Eres tú aquel que había de venir (Jehová), o
esperaremos a otro?”, siendo la respuesta del señor: “Id, y haced saber a Juan las
cosas que oís y veis (hechos y no palabras) los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos
son limpiados (señales profetizadas por Isaías) y a los pobres es anunciado el
evangelio” (Mateo 11:3-5). Con estas palabras Jesús está citando la escritura y
afirmando que él es Jehová del antiguo testamento, quien prometió venir y salvar a su
pueblo. 1 Timoteo 3:16 dice: “E indiscutiblemente grande es el misterio de la piedad:
DIOS FUE MANIFESTADO EN CARNE”, Dios se dio a conocer (se manifestó) en un
cuerpo humano, “por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también
participó de lo mismo…” (Hebreos 2:14). Nuestro Dios “se despojó asimismo” se su
trono, de su gloria “tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres”,
porque antes de ser humano es Dios (Filipenses 2:7). Pablo dice que “estando en la
condición de hombre, se humilló asimismo, haciéndose obediente hasta la muerte…”
De lo cual nos encontramos que Jesús viene a ser el “único en este género”; es
decir; que nadie en la humanidad posee su mismo género, ni genealogía, puesto que su
madre fue una mujer humana, y su padre, el Dios espiritual, lo que llegó a
manifestarse como Dios encarnado, algo realmente único en su especie y en su género,
entendiéndose que su naturaleza inicial no era como hijo sino como el Dios de la
eternidad.”3
Jesús, como hombre sintió hambre (Mateo 4:2), pero como Dios alimentó a
multitudes (Mateo 14:21); como hombre se cansaba (Juan 4:6), pero como Dios él nos
da el descanso (Mateo 11:28); como hombre tuvo sed (Juan 4:7), pero como Dios él
nos da el agua de vida (Juan 4:14); como hombre lloró en la tumba de Lázaro (Juan
11:35), pero como Dios lo resucitó (Juan 11:43-44). Pablo dice: “de quienes son los
patriarcas, y de los cuales, según la carne, vino Cristo (naturaleza humana), el cual es
Dios (naturaleza Divina) sobre todas las cosas, bendito por los siglos. Amén”; sin
embargo, el cuerpo de Jesús deseaba su estado original, pues en Juan 17:5 dice:
“…glorifícame tú al lado tuyo, con aquella gloria que tuve contigo antes que el mundo
fuese”, es decir, el verbo hecho carne (Jesús) quería volver al seno o interior de su
esencia la cual es Espíritu porque “Dios es Espíritu” (Juan 4:24).
3
Exégesis teológica de la Divinidad. Jorge Mendizábal, Vol. 1, pág. 206
Cuando Felipe le dijo a Jesús “muéstranos al padre y nos basta”, el señor dejó
clara su respuesta al contestar: “¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros y no me
has conocido, Felipe? el que me ha visto a mí ha visto al padre; ¿Cómo, pues, dices tú:
muéstranos al padre?” (Juan 14:8-9). Se deduce, por la misma palabra, que Jesús es el
padre en su Divinidad y que al mismo tiempo es Dios manifestado en carne.
3. OBJECIONES TRINITARIAS
3.1 HAGAMOS AL HOMBRE
Uno de los textos que despierta la inquietud del que ha escuchado la doctrina
de la unicidad de Dios es Génesis 1:26 “…Hagamos al hombre a nuestra imagen…”,
así que, siempre será una de las interrogantes que nos plantearán a la hora de exponer
nuestro mensaje monoteísta.
Job 9:8 dice: “ÉL SOLO EXTENDIÓ LOS CIELOS, y anda sobre las olas del
mar”, dando a entender claramente que no había más que UNO SOLO extendiendo
los cielos. El libro de Isaías también nos declara lo mismo “…Yo Jehová, que lo hago
todo, que EXTIENDO SOLO los cielos, que extiendo la tierra POR MÍ MISMO”
(Isaías 44:24), es decir, que Dios no necesitaba la ayuda de nadie más, motivo por el
cual dice: “YO HICE LA TIERRA Y CREÉ sobre ella AL HOMBRE…” (Isaías
45:12); sin embargo, hay quienes piensan que Dios no hizo al hombre por sí mismo,
que tuvo la intervención de alguien más, y para ello utilizan Génesis 1:26 para
reforzar su afirmación.
4
David K. Bernard. La Unicidad De Dios. Vol.1, Pág.
La respuesta de Dios para Moisés fue: “Yo soy el que soy. Y dijo: Así dirás a
los hijos de Israel: Yo soy me envió a vosotros…ESTE ES MI NOMBRE PARA
SIEMPRE…” (Éxodo 3:14-15). Así que se había aparecido a Abraham, Jacob e Isaac;
pero como dice Éxodo 6:3 “… más en mi nombre Jehová (YHWH) no me di a conocer
a ellos”. YHWH, viene del hebreo hayah que significa ser, dando a entender que él es
“EL QUE ES” o EL QUE EXISTE POR SÍ MISMO; y a como dijo el profeta Isaías:
“Yo Jehová (YHWH), ESTE ES MI NOMBRE; y a otro no daré mi gloria ni mi
alabanza a esculturas” (Isaías 42:8).
Podemos decir que cuando Proverbios 30:4 pregunta “… ¿Quién afirmó todos
los términos de la tierra?”, la respuesta es Dios, pero al continuar la interrogación
“¿Cuál es su nombre…?”, la escritura contesta que en el antiguo testamento es
YHWH, pero también encontramos una revelación progresiva de su nombre tal como
lo expone el hermano John Hopkins: “Podemos ver la progresión del nombre. Todos
estos nombres compuestos son revelaciones del nombre de Jehová, EN FORMA
PROGRESIVA, Dios llegando a ser conocido en diferentes maneras, por su nombre
glorioso:
1.) Jehová-Sabaoth (Jehová de los ejércitos): 1 S. 1:3; Ro. 9:29; Stg. 5:4; Is. 1:9.
2.) Jehová-Jireh (Jehová proveerá): Gn. 22:13-14
3.) Jehová-Rafa (Jehová sanador): Ex. 15:28
4.) Jehová-Nisi (Jehová es mi bandera): Ex. 17:8-15.
5.) Jehová-Salom (Jehová es paz): Jue. 6:24.
6.) Jehová-Ra-ah (Jehová es mi pastor):Sal. 23:1.
La Biblia declara que Jesús, en su humanidad, es “un poco menor que los
ángeles” (Hebreos 2:7); pero también, en su humanidad, es mayor que ellos por
“cuanto heredó un más excelente nombre que ellos” (Hebreos 1:4), Jesús como
hombre heredó el nombre de lo Divino (Su Espíritu). Estaba profetizado: “…mi
pueblo sabrá mi nombre por esta causa en aquel día; porque yo mismo que hablo, he
aquí estaré presente”, Jehová del antiguo testamento daría a conocer su nombre, él
mismo lo haría porque su palabra dice “estaré presente”. Jesucristo cumplió con esto
al decir: “He manifestado (dado a conocer) tu nombre a los hombres…” (Juan 17:6) y
lo vuelve a declarar en el versículo 26: “…les he dado a conocer tu nombre, y lo daré a
conocer aún”. Jesucristo afirmó no traer su propio nombre al decir: “Yo he venido en
nombre de mi Padre, y no me recibís; si otro viniere en SU PROPIO NOMBRE, a ése
recibiréis”; sin embargo, los religiosos de aquel tiempo lo rechazaron y decían a los
apóstoles “que no hablasen en el nombre de Jesús” (Hechos 5:40), “ni enseñasen en el
nombre de Jesús” (Hechos 4:18).
El nombre Jesús viene del griego IESOUS, traducción hecha del hebreo
JESHUA, que proviene del hebreo YEHOSUA, ambos nombres se traducen como
YHWH(Jehová) SALVA. En un sentido profético Proverbios 30:4 declara que al
manifestarse nuestro Dios en una naturaleza humana, traería consigo su nombre (Y
NO EL DE OTRO), el cual prometió dar a conocer a su pueblo para salvación.
Hoy nos damos cuenta que el nombre de Jesucristo es un nombre “sobre todo
nombre” (Filipenses 2:9) y que “no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres,
en que podamos ser salvos” (Hechos 4:12) porque “la piedra que desecharon los
edificadores, ha venido a ser cabeza del ángulo” (Hechos 4:11) y nosotros lo hemos
recibido, le conocemos y declaramos que “ES DIOS SOBRE TODAS LAS COSAS,
bendito por los siglos. Amen (Romanos 9:5).
5
John Hopkins. El Nombre De Dios Revelado. Pág. 9,10.
3.3 ELOHIM
Los trinitarios exponen que Elohim da a entender que existe una pluralidad de
personas en Dios; sin embargo, los eruditos dicen que la palabra hebrea Elohim es un
plural mayestático, queriendo decir majestuoso, imponente, solemne, magnífico, etc.
viene de la raíz “El” cuyo significado es fortaleza, prominencia, omnipotencia, o por
extensión Dios. Eloah es la forma singular de Elohim y también se origina en “El” y
significa Dios, teniendo como equivalente arameo la palabra Elah usado en Daniel
2:18.
Tanto “Elohim” como “Eloah” y “EL” son usadas en la escritura como lo
podemos ver en los siguientes versículos:
a) “Entonces Melquisedec, rey de Salem y sacerdote del Dios [El] Altísimo,
sacó pan y vino.” (Génesis 14:18)
b) “… Pero tú eres Dios [Eloah] que perdonas, clemente y piadoso, tardo para
la ira, y grande en misericordia, porque no los abandonaste.” (Nehemías
9:17)
c) “En el principio creó Dios [Elohim] los cielos y la tierra.” (Génesis 1:1).
a) “…No temas. ¿Qué has visto? Y la mujer respondió a Saúl: he visto dioses
(Elohim) que suben de la tierra” (1 Samuel 28:13)
b) “Le has hecho poco menor que los ángeles (Elohim), y lo coronaste de gloria
y de honra” (Salmo 8:5)
Por lo que podemos ver en los versículos mostrados, los demonios y los ángeles
son llamados Elohim, pero jamás podríamos decir que nos estamos refiriendo a tres
personas en un ser espiritual. Aún Moisés es llamado Elohim en Éxodo 7:1 “Jehová
dijo a Moisés: Yo te he constituido dios (Elohim) para Faraón, y tu hermano Aarón
será tu profeta”, con esto se quería transmitir la autoridad que Dios había dado a
Moisés. En este sentido Salmo 82:6 llama dioses (Elohim) al ser humano, al referirse a
los jueces de la siguiente manera: “Yo dije: Vosotros sois dioses (Elohim), y todos
vosotros hijos del Altísimo”.
Termino este punto citando lo que escribe el hermano Julio Cesar Clavijo
Sierra: “El término “Elohim”, es un plural que denota multiforme fuerza, poder o
autoridad. Cuando este término se aplica a Dios, denota la grandeza, la potencia, la
majestad o los atributos múltiples e incomparables de Dios. Pero en ningún caso
denota una pluralidad de personas en Dios, ni mucho menos enseña que él sea una
trinidad. Tampoco enseña que haya varios dioses, pues aunque haya algunos a los
cuales los hombres le rindan pleitesía como si fueran “Dios”, solo hay un verdadero
“Elohim” y es aquel que creó los cielos y la tierra”. 6
6
Julio César Clavijo Sierra. Un dios Falso Llamado Trinidad, Pág. 304
Así que, el amor de Dios, no es otra persona de la trinidad sino que expresa el
amor eterno con el cual nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo nos ha amado y ha
derramado de su Espíritu Santo para que el amor de Dios esté en nosotros y seamos
adoptados como hijos suyos ya que “…habéis recibido el Espíritu de adopción, por el
cual clamamos: ¡Abba, Padre!” (Romanos 8:15), “Mirad cual amor nos ha dado el
padre para que seamos llamados hijos de Dios…” (1Juan 3:1).