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El Pensamiento

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Pensamiento Analítico: Características y

Funciones
El pensamiento analítico es un pensamiento razonable y reflexivo acerca de un problema, que se
centra en decidir qué hacer o en qué creer y la relación existente entre ese problema y el mundo en
general.

El rasgo distintivo de este tipo de pensamiento es que divide el objeto de estudio o problema en
partes más pequeñas que son identificadas, categorizadas y analizadas por separado para obtener una
respuesta o solución, trasladándola o aplicándola al todo.

Pero antes de ahondar en el pensamiento analítico es necesario definir el concepto de pensamiento


como tal. Pensamiento es toda actividad de la mente humana producida gracias a su intelecto. Se
utiliza genéricamente para nombrar a todos los productos generados por la mente, ya sean
actividades racionales o abstracciones de la imaginación.

Según la teoría cognitiva, existen varios tipos de pensamiento (como el pensamiento crítico,
el pensamiento creativo, el deductivo, el inductivo, etcétera), y el pensamiento analítico es uno de
ellos.

Si bien se tiende a pensar en la aplicación del pensamiento analítico únicamente a problemas


matemáticos o científicos, es muy utilizado en todas las áreas del conocimiento e incluso en la vida
cotidiana.

En la toma de decisiones, el pensador analítico recopila información, la analiza buscando diferentes


alternativas de solución y selecciona la más adecuada según su criterio.

Poniendo en práctica el pensamiento analítico


Con todo lo expuesto, se puede construir un esquema práctico de pensamiento analítico aplicable a
problemas en cualquier área de estudio, trabajo o situación cotidiana. A continuación se enumeran los
pasos del proceso analítico y se invita al lector a que asocie cada paso al tema que desee.

A manera de ejemplo, se proponen dos casos prácticos muy comunes en la vida diaria: un vehículo en
el taller mecánico y un ejecutivo de atención al cliente de una empresa de teléfonos celulares.

1- Pensar en el propósito: reparar el vehículo/resolver el problema del cliente al que no le enciende


el celular
2- Exponer la pregunta: ¿qué es ese ruido que tiene el vehículo?/¿cuál es la falla del celular que no
permite que encienda?

3-Recopilar información: saber desde cuándo presenta la falla, cómo funcionaba (el vehículo o el
celular) antes de presentar la falla, qué fue lo último que se hizo con él, si existen otros problemas en
paralelo, cuándo fue la última vez que se hizo mantenimiento/servicio, etc.

4-Plantear los puntos de vista: el ruido del motor es típico de problemas de carburación; también
podría ser un problema eléctrico/el celular es viejo; la batería tiene un tiempo acotado de vida útil; el
botón de encendido podría estar dañado.

5-Verificar las suposiciones: se revisa el carburador/se cambia la batería del celular.

6-Pensar en las implicaciones: si se arregla el carburador también hay que cambiar las bujías/si se
coloca una batería nueva y persiste el problema, habrá que cambiar el botón de encendido.

7-Se utilizan los conceptos (conocimientos) para hacer las inferencias.

8-Las conclusiones razonables deben ser precisas, con suficiente evidencia, relevantes: el
carburador estaba en pésimas condiciones/la batería y el botón de encendido del celular estaban bien,
pero el cliente no sabía prenderlo.

Si bien las conclusiones se basan en evidencias, esto no significa necesariamente que estas evidencias
sean exactas, suficientes o absolutas. El mero hecho de reflexionar sobre esto lleva a profundizar en el
proceso del pensamiento analítico.

CONCEPTO DE PENSAMIENTO ANALÍTICO


El pensamiento analítico no es más que una de las diferentes formas de acción o razonamiento para crear, regular o
modificar nuestras ideas. Estas opciones son, según apunta José Moya Otero en Procesos cognitivos y tipos de
pensamiento, “una invención social que hemos incorporado, en mayor o menor medida, a nuestra mentalidad; son
construcciones sociales e históricas”.

Así, a la hora de afrontar un problema, cada sujeto puede o debe -según las circunstancias y las metas que persiga-
optar por una forma u otra de razonamiento: reflexivo, lógico, crítico, sistémico, analógico, creativo, deliberativo, práctico
o analítico.

Ahora bien, ¿qué diferencia al pensamiento analítico del resto de procesos cognitivos? En este sentido, Matthew
Lipman, en El lugar del pensamiento en la Educación, entiende esta forma de razonamiento como un “pensamiento muy
hábil y responsable que conduce a un juicio correcto, debido a que se basa en el contexto, se apoya en criterios y se corrige
a sí mismo”.

Esta forma de razonamiento consiste en una división de una misma realidad en partes más pequeñas, claramente
diferenciadas y homogéneas. El pensamiento analítico nos ayuda, según Moya Otero, a ‘encuadrar’ o ‘cuadricular’ la
realidad para poder llegar a pensarla mejor. El objetivo, por tanto, es descomponer un asunto en secciones más
asequibles para lograr las mejores conclusiones, lo que lo convierte en una técnica muy útil en el ámbito empresarial,
dada la complejidad de los problemas.

CARACTERÍSTICAS DEL RAZONAMIENTO


ANALÍTICO
Según Aprender a pensar: pensamiento analítico para estudiantes, de Gerald M. Nosich, el pensamiento analítico se
caracteriza por los siguientes elementos:

 Es reflexivo: implica reflexionar sobre el propio pensamiento.


 Está normalizado: el razonamiento se desarrolla sobre una serie de fases, normas o criterios.
 Es auténtico: se centra en la resolución de problemas y cuestiones reales.

NORMAS DE APLICACIÓN DE LA
METODOLOGÍA
Para ello, a la hora de desarrollar el pensamiento analítico, las personas deben guiarse por las siguientes pautas a la hora
de buscar una solución a un problema o hecho:

 Claridad: el resultado debe ser comprensible por cualquier otro sujeto.


 Exactitud: el proceso debe estar libre de errores o distorsiones y toda la información y conclusiones deben ser
ciertas.
 Precisión: el razonamiento tiene que contener el nivel de detalles necesarios.
 Relevancia: debe enfocarse a la resolución del asunto en cuestión.
 Profundidad: en el proceso deben existir complejidades y múltiples interrelaciones entre los hechos estudiados.
 Amplitud: debe englobar múltiples perspectivas.
 Lógica: las partes tienen sentido como un todo, sin que existan contradicciones entre ellas.
 Significado: debe enfocarse en lo más importante, en el propósito final, no en aspectos triviales de la cuestión.
 Imparcialidad: se basa en argumentos objetivos que se pueden justificar.

FASES DEL PROCESO ANALÍTICO


Como técnica normalizada, el proceso analítico está sujeto a una serie de fases. En concreto, según la guía LOS
FUNDAMENTOS DEL PENSAMIENTO ANALÍTICO, escrita por Linda Elder y Richard Paul para The Foundation for
Critical Thinking, el pensamiento analítico consta de los siguientes pasos:

1. Definir el propósito. ¿Qué queremos lograr? El primer paso del proceso consiste en determinar cuál es nuestro
propósito u objetivo, es decir, lo que deseamos lograr y los motivos e intenciones que nos impulsan.
2. Exponer la pregunta. Debemos plantear una serie de preguntas claras y precisas sobre el problema y todos los
aspectos inherentes al asunto.
3. Recopilar información. Para dar respuesta a estas cuestiones, es necesario que recojamos todos los hechos,
datos, evidencias y experiencias posibles. Las personas somos reacias a reconocer los problemas, por lo que la
pregunta o problema real suele estar escondido u oculto. Como señala la guía mencionada, “necesitamos valor
intelectual para traer los problemas y asuntos reales a la superficie”.
4. Prestar atención a las inferencias. Las inferencias, según Elder y Paul, son “interpretaciones o conclusiones a
las que llegamos a partir de una evidencia lógica sobre hechos implícitos”. Ahora bien, debemos prestar atención
a la información que falta sobre un asunto, especialmente la que pueda originar autoengaño o contradicciones,
pues solemos buscar la información que sustenta nuestras creencias y obviar aquella que las pone en duda.
5. Verificar las suposiciones. Para llegar a conclusiones libres de injerencias personales, es esencial analizar las
creencias que damos por sentado y que operan en el subconsciente y cerciorarnos de que están justificadas
también por una evidencia sólida.
6. Clarificar los conceptos. Del mismo modo, también debemos reflexionar y razonar sobre las ideas, principios o
hipótesis que empleamos para dar sentido a cualquier hecho, pues el origen de los fallos en el proceso se
produce, en general, por basarse en suposiciones falsas.
7. Comprender el punto de vista. ¿Cuál es nuestra forma de ver el problema? Cada persona percibe la realidad
bajo su perspectiva, y el pensamiento analítico requiere de un esfuerzo por ser consciente de cuál es la nuestra y
qué otros puntos de vista existen sobre el mismo asunto, para evitar distorsiones. “Una de las características del
pensador crítico es su capacidad para entrar dispuestamente en cada y cualquier punto de vista, y luego cambiar
su punto de vista, cuando la evidencia lo amerite”, señala el trabajo.
8. Pensar en las implicaciones. Se trata de adelantar qué consecuencias -posibles y probables- va a provocar
nuestra decisión una vez que se ejecute, tanto de forma directa como colateral.

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