Anemia
Anemia
Anemia
¿Qué es la Anemia?
La anemia es una afección por la cual la cifra de hemoglobina está disminuida
en los glóbulos rojos. Estos glóbulos son los que se encargan de suministrar
el oxígeno a los tejidos. Esta hemoglobina es la proteína rica en hierro que le
da a la sangre el color rojo y al mismo tiempo permite a los glóbulos rojos
transportar el oxígeno de los pulmones al resto del cuerpo.
Causas
Existen tres causas principales de la anemia:
Pérdida de sangre (hemorragia).
Falta de producción de glóbulos rojos.
Mayor velocidad de destrucción de los glóbulos rojos.
Estas causas pueden ser consecuencia de varias enfermedades, problemas
de salud o factores de otro tipo: en el caso de la pérdida de sangre, puede
estar causada también por la disminución de las plaquetas o de algún factor
de coagulación; la falta de producción de glóbulos rojos puede venir motivada
por una enfermedad crónica o renal y, en el caso de la destrucción rápida de
estos glóbulos, la causa puede ser, entre otras, una esferocitosis hereditaria,
enfermedad en la cual los glóbulos rojos son demasiado frágiles debido a un
problema genético en una proteína de su estructura.
Aunque los glóbulos rojos se producen en varias partes del cuerpo, la mayor
parte de su producción la lleva a cabo la medula ósea, tejido blanco que se
encuentra en el centro de algunos huesos y que genera las células
sanguíneas.
Los glóbulos rojos que se consideran sanos duran entre 90 y 120 días, periodo
después del cual algunas partes del cuerpo se encargan de eliminar las células
sanguíneas. La eritropoyetina es la hormona producida en los riñones que se
encarga de dar la señal a la medula ósea para que produzca más glóbulos
rojos.
El cuerpo necesita vitaminas, minerales y nutrientes como el hierro, la vitamina
B12 o el ácido fólico para producir glóbulos rojos. La falta de ellos viene
motivada por cambios en el estómago o los intestinos en el proceso de
absorción de los nutrientes (celiaquía, por ejemplo), alimentación insuficiente,
pérdida lenta de sangre o una cirugía en la que se extirpe parte del estómago
o los intestinos.
Las posibles causas de anemia también pueden ser:
Determinados medicamentos: En algunos casos, un medicamento puede
hacer que el sistema inmunitario crea erróneamente que los glóbulos rojos son
agentes extraños y peligrosos. El cuerpo responde creando anticuerpos para
atacar a sus propios glóbulos rojos. Dichos anticuerpos se adhieren a estos
glóbulos rojos y hacen que se destruyan demasiado temprano. Los fármacos
que pueden causar anemia son las cefalosporinas (un tipo de antibióticos), la
penicilina y sus derivados, algunos antiinflamatorios no esteroideos o la
quinidina.
Fatiga.
Falta de energía.
Debilidad.
Dificultad al respirar.
Mareos.
Palpitaciones.
Palidez.
Síntomas de la anemia severa:
Dolor de pecho.
Angina de pecho.
Infarto de miocardio.
Signos que pueden indicar que el paciente tiene anemia:
Cambios en el color de la piel.
Presión arterial baja.
Respiración acelerada.
Piel fría y pálida.
Si la anemia se debe a una disminución de los glóbulos rojos: ictericia (hace
que la piel y las partes blancas se pongan amarillas).
Soplo cardiaco.
TIPOS DE ANEMIA:
Anemia por deficiencia de B12: causada por una bajada del número
de glóbulos rojos debido a una falta de esta vitamina.
DIAGNÓSTICO:
POSIBLES COMPLICACIONES
En casos de anemias graves, los pacientes tendrán problemas para que su
organismo transporte la cantidad de oxígeno necesaria para que todos los
procesos se realicen de forma habitual y, por tanto, el paciente puede llegar a
sufrir un infarto.
En el caso de las mujeres embarazadas, si la anemia ha estado presente
durante la gestación, en algunos casos los niños pueden nacer con peso bajo
y más pequeños.
Por último, si se producen hemorragias muy fuertes que no están controladas,
el paciente puede llegar a morir.