Toxicologá
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ISBN: 978-84-7491-879-3
TOXINOLOGIA.qxd 10/10/07 17:05 Página 3
© Editorial Complutense, S. A.
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Primera edición:
Octubre de 2007
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ISBN:
978-84-7491-879-3
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M-33.856-2006
Índice
31 TOXINAS PROTOZOARIAS
87 TOXINAS VEGETALES
95 TOXINAS ANIMALES
Canguro AVES Y
Ratón Conejo Emú Avestruz REPTILES
Langosta
Levadura
HONGOS
Sésamo
Cándida PLANTAS
Arroz
Girasol
Neurospora
Humícola Espinaca
Gingko
PROTISTAS
– Reino Mónera
– Reino Protista
– Reino Fungi
– Reino Plantas
– Reino Animal
REINO MÓNERA
REINO PROTISTA
DIVISIÓN EUGLENOFITOS
DIVISIÓN CRISOFITOS
DIVISIÓN DINOFLAGELADOS
DIVISIÓN CLOROFITOS
DIVISIÓN FEOFITOS
DIVISIÓN RODOFITOS
DIVISIÓN ZIGOMICOTA
DIVISIÓN ASCOMICOTA
DIVISIÓN BASIDIOMICOTA
DIVISIÓN DEUTEROMICOTA
REINO PLANTAS
DIVISIÓN BRIOFITOS
DIVISIÓN PSILOFITOS
DIVISIÓN LICOFITOS
DIVISIÓN ESFENOFITOS
DIVISIÓN PTEROFITOS
DIVISIÓN CONIFEROFITOS
DIVISIÓN CICADOFITOS
DIVISIÓN GINKGOFITOS
DIVISIÓN GNETOFITOS
DIVISIÓN ANTOFITOS
Plantas con flores. Con semillas en las que los óvulos se encuentran en-
cerrados en un carpelo y las semillas son llevadas luego en el interior
del fruto. La flor es polinizada por los insectos.
– Clase Monocotiledóneas: las piezas florales suelen estar de a tres;
hay un cotiledón.
– Clase Dicotiledóneas: las piezas florales habitualmente se encuen-
tran de a cuatro o de a cinco. Hay dos cotiledones.
FILUM PORIFERA
FILUM CNIDARIA
FILUM MOLLUSCA
FILUM ARTHROPODA
El filum más grande del Reino Animal, el de los artrópodos, está cons-
tituido por animales segmentados con apéndices articulados (pares) un
exoesqueleto duro y articulado, y un tracto digestivo completo.
– Clase Arácnida: arañas, ácaros, garrapatas, escorpiones. La mayo-
ría son terrestres, tienen cuatro pares de patas. Los pedipalpos son
sensoriales.
– Clase Crustácea: langostas, cangrejos de río, cangrejos, camarones.
Los crustáceos son principalmente acuáticos; poseen ojos com-
puestos, dos pares de antenas, un par de mandíbulas y dos pares
de maxilas.
– Clase Chilopoda: ciempiés. Tienen una cabeza y de 15 a 177 seg-
mentos en el tronco, cada uno con un par de apéndices articulados.
– Clase Diplopoda: milpiés. Tienen una cabeza con anillos corpora-
les (de 20 a 200), cada uno con dos grandes apéndices.
– Clase Pauropoda: artrópodos diminutos de cuerpo blando que se
asemejan a los milpiés.
– Clase Symphyla: ciempiés de jardín y sus parientes. Artrópodos de
cuerpo blando con un par de antenas.
– Clase Insecta: incluyen a las abejas, hormigas, avispas, mariposas,
pulgas, piojos, moscas y otros organismos. La mayoría son terres-
tres y respiran por medio de tráqueas. El cuerpo tiene tres partes
distintas: la cabeza, con ojos compuestos y un par de antenas; el
tórax, que posee tres pares de patas y habitualmente dos pares de
alas; y el abdomen.
FILUM ECHINODERMATA
SUBFILUM VERTEBRATA
son ingeridos, es fácil que produzcan bajas puntuales que son difíciles
de identificar. También pueden ahogarse en bebederos y después ser
ingeridos.
Los excrementos de las aves son un sustrato muy bueno para el cre-
cimiento de C. botulium y dar alteraciones en aves de corral (tipo C). La
gallinaza se ha usado como fuente de N no proteico en rumiantes.
Las especies afectadas pueden ser rumiantes (tipo C, D y B), aves
silvestres (sobre todo el tipo C) y aves ictiófagas (tipo E). En caballos lo
más frecuente es el tipo B. Se ha comprobado que los caballos son más
sensibles que los rumiantes y tienen una dosis letal más baja.
El tratamiento consiste en sostener la respiración, realizar un lava-
do de estomago, inducir el vómito si no se ha presentado, dar purgantes
si no hay diarrea y administrar antitoxina, generalmente la polivalente
ABE. Igualmente, se ha empleado guanidina para aumentar la canti-
dad de acetilcolina en las terminaciones nerviosas.
Los esporos se destruyen mejor calentando en medio débilmente
ácido (superior a pH por encima de 4,5).
Las toxinas se determinan en el laboratorio del suero, contenido es-
tomacal o heces, empleándose la prueba de neutralización en el ratón.
La estafilocócica, también llamada estafiloenterotoxicosis, es la otra
intoxicación más frecuente. Es una toxicosis frecuente producida por
las enterotoxinas de ciertas cepas del Staphylococcus aureus, que se des-
arrolla en alimentos ricos en proteínas.
El S. aureus es un germen gram-positivo, inmóvil, no esporulado,
aerobio y anaerobio facultativo, y coagulasa-positivo, es decir, que coa-
gula el plasma citratado de hombre, conejo y cerdo.
Sus enterotoxinas se identifican con letras de A a F y son proteínas
simples, de un peso molecular comprendido entre 28.000 y 34.000 y
termorresistentes. Las toxinas A y D son más potentes que la B;
20-25 ~g de toxina B purificada originan la enfermedad.
La principal fuente y reservorio es el propio hombre, pues el ger-
men suele encontrarse en la piel, nariz, etc. El germen puede vivir y
desarrollarse en los alimentos con 15 % de sal.
Al contactar las estafiloenterotoxinas con la mucosa digestiva, se
origina un estímulo a través del simpático en el centro cerebral del vó-
CIANOBACTERIAS
MICROCISTINAS
TOXICIDAD AGUDA
TOXICIDAD CRÓNICA
MECANISMOS DE TOXICIDAD
NIVELES DE SEGURIDAD
Toxinas protozoarias
31 TOXINAS PROTOZOARIAS
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Mono 0,367-0,727
Ratón 0,382
Gato 0,254
Rata 0,192
Perro 0,181
Conejo 0,181
Pichón 0,091
33 TOXINAS PROTOZOARIAS
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35 TOXINAS PROTOZOARIAS
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lo menos nueve tipos. Parece ser que las toxinas actúan fijándose a los
nervios y abriendo los canales de los iones de Na en circunstancias en
las que normalmente estarían cerrados, originando varios efectos neu-
rotóxicos en las personas.
Los síntomas aparecen poco después del consumo del marisco
tóxico y generalmente remiten en un plazo de horas, a lo sumo,
transcurridos unos pocos días. Consisten en hormigueo y entumeci-
miento de los labios, de la lengua, de la garganta y de la zona perio-
ral, dolores musculares, trastornos gastrointestinales y vértigo. En
esta intoxicación tampoco se han observado secuelas y raramente es
fatal.
37 TOXINAS PROTOZOARIAS
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CIGUATERA
HONGOS SUPERIORES
Género Amanita
El género de las Amanitas pertenece a la familia de las Amanitaceae y és-
ta al orden de los hymenomycetales. Éstos pertenecen a la clase de las
Basidiomycetes. El nombre de Amanita proviene del griego y significa
‘el rey de los hongos’.
Las Amanitaceae poseen aparato esporífero carnoso que se pudre
fácilmente después de madurar las esporas. Las láminas son membra-
nosas, blandas, pero no delicuescentes. La trama del himenófono es bi-
lateral. En este grupo se encuentran especies comestibles excelentes y
otras mortales. Pueden presentar numerosas toxinas que procederemos
a explicar sintéticamente.
Amanita muscaria y Amanita pantherina son hongos tóxicos pertene-
cientes a este género. La Amanita muscaria es también llamada mata-
moscas o falsa oronja y es común en toda España. Esta seta tiene un lla-
mativo color rojo escarlata con una cutícula brillante. La Amanita
pantherina tiene una cutícula color marrón dátil, carne blanca dulzaina
y de olor leve a rábano. También es común en toda España.
Amanita muscaria.
Amanita pantherina.
2. Amanitoxinas
Otro tipo de toxinas de este género son las propias de la Amanita pha-
lloides (oronja verde), que es la seta más peligrosa y la responsable de la
Amanita phalloides.
lar es de algo más de 900 daltons y las que se encuentran en mayor pro-
porción son las alfa (a) y beta (b) amanitina.
En un ejemplar adulto de A. phalloides (25 g de peso) existen entre
5 y 11 mg de amatoxinas, lo que supone de 200 a 400 µg por gramo de
seta fresca. Esta cantidad varía según el grado de maduración y es má-
xima en el ejemplar totalmente desarrollado.
La dosis letal para el ser humano es muy baja y se calcula en
0,1 mg/Kg de amatoxinas, lo que significa que un solo ejemplar de
20-30 g puede producir la muerte de un adulto previamente sano,
de no mediar el tratamiento adecuado.
Amanita verna.
Falotoxinas Amanitoxinas
Amanita virosa.
Género Psilocybe
Existen alrededor de cien especies de hongos que contienen psiloci-
bina y/o psilocina, que son alcaloides tóxicos. En su mayoría pertene-
cen al género Psilocybe, pero también pertenecen a otros como
Conocybe, Inocybe, Copelandia, Panaeolus, Gymnopoulos y Pluteus,
entre otros.
Actualmente es uno de los géneros más utilizados como droga re-
creacional, así, se consumen, desecadas en busca de su efecto alucinato-
rio. Esto es debido en parte al auge que ha tenido en la última década el
cultivo de estos hongos, especialmente de la especie Psilocybe [Stropha-
ria] cubensis.
Otra seta de este género que también posee este tipo de toxinas alu-
cinatorias es la Psilocibe semilanceata. Ésta posee un sombrero acampa-
nado y crece en los pastos y márgenes de los senderos. Suele consumir-
se más frecuentemente en Estados Unidos que en Europa.
Psilocybe semilanceata.
Clitocybe dealbata.
Clitocybe olearia.
Género Gyromitra
La Gyromitra esculenta es conocida como la giromitra comestible. Apa-
rece en la Sierra de Guadarrama de la Comunidad de Madrid, en bos-
ques de pinos. Su sombrero recuerda a la masa encefálica.
Como hemos señalado, es una seta considerada comestible y muy
apreciada en algunas comarcas pirenaicas, pero que consumida fresca
o poco cocida es muy tóxica, incluso puede llegar a ser mortal. Por
tanto, sólo se debe consumir en pequeñas cantidades, después de de-
jarlas secar bien y cocerlas repetidamente tirando el agua de la prime-
ra cocción.
Género Cortinarius
Algunas setas del grupo de los Cortinarius son muy tóxicas, incluso
pueden resultar mortales. Afortunadamente son poco abundantes y di-
fíciles de confundir con setas comestibles de uso habitual. Crecen en
bosques de árboles de hoja caduca o de pinos, según las especies.
El Cortinarius orellanus aparece en otoño en dichos bosques de
frondosas, entre el musgo. Es una seta muy rara en la Comunidad
de Madrid.
A partir del año 1952 empieza a conocerse la toxicidad de este gé-
nero, y en los últimos años se han descrito las dos toxinas principales
implicadas: la orellanina y la cortinarina A y B. La orellanina es un de-
rivado biperidinico que tiene un efecto tóxico sobre las células del epi-
telio renal. Es resistente a la cocción y presenta fluorescencia azul a la
luz ultravioleta. Cuando pierde un átomo de oxígeno ligado a nitróge-
no se transforma en la orellinina que también es tóxica. Cuando pierde
los dos oxígenos se transforma en orellina, que no es tóxica.
Cortinarius orellanus.
Género Paxillus
El principal representante de este grupo es el Paxillus involutus. Se ha
identificado la toxina paxilina, que, de darse un efecto acumulativo,
provocaría una reacción alérgica.
Por último, señalaremos algunos aspectos de interés sobre el exa-
men de la seta. La inspección de la seta desde el punto de vista toxi-
cológico persigue dos fines: establecer la especie botánica para deter-
minar si es o no comestible y valorar sus condiciones higiénicas. Para
ello se deben tomar una serie de precauciones al recoger una seta: no
destrozar estructuras significativas para la identificación, anotar el
color inicial y los cambios en el mismo, conservar el espécimen en
papel encerado —no en imaterial de plástico— y mantenerlo refri-
gerado.
En términos generales, no absolutos, los expertos micólogos consi-
deran que las setas comestibles son blancas, blancogrisáceas o
blancoamarillentas, aromáticas, de sabor y olor fresco o inodoros, de
pedículo compacto al corte, macizo, carnoso y sin huecos ni fístulas.
Asimismo, recomiendan no consumir setas que tengan las siguientes
propiedades:
Paxillus involutus.
1. Síndrome micoatropínico
La Amanita muscaria y la Amanita pantherina suelen ser las setas res-
ponsables.
Como ya se ha mencionado, los tóxicos responsables son el ácido
iboténico y el muscimol, que actúan en el sistema nervioso por medio
del ácido gamma-aminobutírico (GABA), asociándose además acción
anticolinérgica.
Es la llamada «borrachera por setas». Los síntomas se inician alre-
dedor de los 30 minutos de la ingesta con mareo, ataxia, alteraciones de
la percepción del tamaño y tiempo y alucinaciones. Menos frecuente es la
aparición de síndrome anticolinérgico, con taquicardia, hiperten-
sión, fiebre, sequedad de piel y mucosas, midriasis, etc. Los síntomas
son autolimitados en 3 ó 4 horas.
El tratamiento, excepto las medidas de descontaminación digestiva
como el carbón activado, no suele ser preciso; únicamente se vigila la
evolución de los síntomas hasta su resolución.
2. Síndrome muscarínico
Está producido por setas con gran contenido en muscarina, como nu-
merosos Inocybe (I. fastigiata, I. patoullardii, etc.) y algunos pequeños
3. Síndrome gastroenterítico
Es sin duda la forma de presentación más frecuente (más del 50 %).
Puede ser desencadenado por múltiples variedades de setas que con-
tienen productos irritantes. Las especies responsables pertenecen a di-
versos géneros: Lactarius, Russula, Boletus, Tricholoma, Entoloma, Cli-
tocybe, Onphalotus, Scleroderma, Agaricus, Clorophillum, Hebeloma,
Nematoloma y otros.
La clínica consiste en vómitos, diarrea generalmente acuosa, menos
frecuente con sangre, y dolor abdominal iniciado 1 ó 2 horas después de
haber comido las setas. El cuadro suele ser moderado; en los casos seve-
ros puede causar deshidratación.
El tratamiento no suele ser necesario salvo si hay datos de deshi-
dratación; entonces se precisará reposición de agua y electrolitos. En los
casos en que el inicio sea más tardío hay que sospechar la posibilidad de
intoxicación por Amanita phalloides.
4. Síndrome alucinatorio
Son cuadros infrecuentes en nuestro medio porque las setas responsa-
bles (setas de género Psilocybe) no crecen en España. Como se ha men-
cionado, se suelen consumir setas desecadas buscando su efecto aluci-
natorio. Sus tóxicos son la psilocibina o psilocina, con efectos similares a
la dietilamida de ácido lisérgico (LSD).
Los síntomas se inician a las 2 horas de la ingesta con sensación de
euforia, alteraciones de la percepción del tiempo, distorsiones visuales
y alucinaciones. Pueden aparecer ataques de pánico. Son infrecuen-
tes síntomas somáticos como taquicardia, hipertensión, fiebre o con-
vulsiones.
El efecto desaparece en 4 ó 6 horas, pero pueden reaparecer hasta 4
meses después de la ingestión (fenómeno flashback).
La intoxicación en niños es más severa, cursa con fiebre alta, con-
vulsiones intermitentes y puede terminar fatalmente.
El tratamiento no suele ser necesario, únicamente reposo en medio
tranquilo con pocos estímulos visuales. Se pueden administrar benzo-
diacepinas si es necesario sedación o si aparecen convulsiones.
5. Síndrome copriniano
Producido por setas de género Coprinus, como Coprinus atramentarius
que contienen coprina, químicamente semejante al disulfiran. La co-
prina inhibe a la enzima alcohol deshidrogenada y el efecto se inicia a
las 2 horas de la ingesta, pudiendo persistir hasta 3 días.
La clínica se desencadena sólo cuando se ingiere alcohol durante el
período referido, pero no si se toma al mismo tiempo que las setas. Pro-
duce enrojecimiento, sudoración, cefalea, taquicardia, náuseas y vómi-
tos y, en los casos graves, hipotensión.
El tratamiento no suele ser necesario más que cuando se produce
hipotensión, que habitualmente responde al aporte de líquidos intrave-
nosos, aunque en algunos casos puede precisar de drogas vasoactivas
como la noradrenalina.
6. Síndrome hemolítico
La hemólisis por consumo de setas puede ser de dos tipos. En ocasiones
se trata del consumo de Ascomycetes crudos o poco cocinados, en cuyo
caso, por la presencia de proteínas hemolizantes termolábiles, puede
producirse una discreta hemólisis. Las proteínas hemolizantes o hemo-
lisinas también se encuentran en los géneros Helvella, Sarcosphaera,
Peziza, Morchella y Mitrophora. Las más conocidas son las colmenillas,
setas primaverales de gran valor gastronómico.
Existe, sin embargo, una grave forma de hemólisis mediada por
complejos inmunes que se produce en algunas personas al consumir de
forma repetida la seta Paxillus involutus.
El cuadro consiste en una hemólisis, en general leve, que puede pa-
sar desapercibida o notada únicamente por la aparición de orina oscura
durante algunos días. En los casos graves muy raros puede aparecer
lumbalgia, anemia severa e insuficiencia renal.
El tratamiento, si se precisa, no difiere del de cualquier otro a causa
de hemólisis.
1. Síndrome faloidiano
El síndrome faloidiano o ciclopeptídico es el más importante toxicoló-
gicamente. Pueden sufrirlo el hombre, los rumiantes (principalmente
los caprinos) y a veces el cerdo; experimentalmente se reproduce con
facilidad en el perro. Se ha observado que el conejo es resistente por su
gran capacidad de hidrolizar las toxinas responsables.
Este síndrome está causado por la ingestión de algunas setas de los
géneros Amanita (A. phalloides, A. verna, A. virosa), Galerina y Lepiota.
Estas especies son responsables del mayor porcentaje de las muertes
causadas por envenenamiento con setas. Las toxinas ciclopeptídicas, fa-
lotoxinas y amatoxinas (de potencia tóxica y mecanismo de acción dife-
rentes) dan lugar al síndrome faloidiano.
El síndrome puede oscilar entre un cuadro reversible o la muerte
del paciente. La sintomatología se inicia frecuentemente como una
2. Síndrome giromitriano
Es prácticamente desconocido en nuestro medio ya que, al haberse exten-
dido de forma universal la costumbre de desecar las giromitras antes de
su consumo, podemos considerarlo una eventualidad excepcional. Está
causado por la Gyromitra esculenta, que contiene giromitrina como tóxico.
La sintomatología se inicia a las 6-8 horas de la ingestión, caracteri-
zada por cuadro de gastroenteritis que puede ser severa y causar deshi-
dratación junto con síntomas neurológicos: mareo y cefalea, que en los
casos leves o moderados persisten durante algunos días.
En las intoxicaciones severas pueden aparecer convulsiones. En los
casos graves a esto se suma la necrosis hepática, cuya clínica aparece al
tercer día de la ingestión de las setas y puede ser mortal. La hipogluce-
mia puede aparecer tanto en la fase inicial de la gastroenteritis como en
la de afectación hepática.
Para el tratamiento, la descontaminación del tracto gastrointestinal
no suele poderse llevar a cabo debido al tiempo transcurrido cuando se
inician los síntomas. El tratamiento en la fase inicial consiste en la repo-
sición de agua y electrolitos y la corrección de la glucemia.
3. Síndrome orellánico
Es causado por la orellanina y ortinarina, compuestos nefrotóxicos de
algunas especies del género Cortinarius (C. orellanus, C. specosissimus y
C. gentilis). Como ya hemos revisado, las toxinas son termoestables y el
mecanismo de acción, si bien mediado por daño renal, no es totalmente
conocido.
Los síntomas iniciales son un cuadro de gastroenteritis que se inicia
unas horas después de la ingesta y puede persistir de 2 a 4 días. Los sín-
tomas de fracaso renal oligúrico o poliúrico aparecen entre 3 y 20 días
después.
El tratamiento es la rehidratación y corrección electrolítica en la
fase inicial y el tratamiento del fracaso renal en la tardía. En el 50 %
de los casos la función renal se recupera, pero en los casos más com-
plejos y graves se precisa hemodiálisis. Puede aparecer tras un
cuadro de nefritis tubulointersticial aguda una nefritis intersticial
crónica.
HONGOS INFERIORES
Toxinas de Aspergillus
1. Aflatoxinas
Representan el grupo de toxinas más conocido y estudiado hasta el pre-
sente. Aunque se han citado del orden de 15 especies de Penicillium y
Aspergillus como productoras de aflatoxinas, las dos especies más im-
portantes que las producen son Aspergillus Flavus y A. Parasiticus.
Las aflatoxinas se derivan químicamente de las bisfuranocumari-
nas; tienen pesos moleculares entre 312 y 346. Se conocen 18 tipos de to-
xinas dentro de este grupo, de los cuales las más conocidas son la B1,
B2, G1 y G2.
Hay más de una docena de compuestos químicos estrechamente
relacionados entre sí designados por el término aflatoxina. Algunos son
metabolitos fúngicos, y otros son metabolitos producidos por animales
que han ingerido piensos contaminados con aflatoxina, o por bacterias que
metabolizan un sustrato que contiene aflatoxinas. El miembro más im-
portante del grupo de las aflatoxinas se conoce sencillamente como
aflatoxina.
Los miembros de esta especie de Aspergillus flavus están amplia-
mente distribuidos en la naturaleza y se aíslan comúnmente de suelos,
forraje, vegetación podrida y alimentos y semillas almacenados. Algu-
nos de ellos se utilizan ampliamente en las industrias del alcohol y de
alimentos fermentados del Lejano Oriente.
La mayoría de la información que considera los riesgos para la sa-
lud que comportan las aflatoxinas deriva de estudios experimentales
con animales.
La toxicidad de las aflatoxinas varía entre sí, y según la especie.
Así, para patos y truchas, el orden de toxicidad es: G2 < G1 < B1. En
ratas, B1 > G1 hepatocarcinógeno, pero en el caso de tumores renales,
el orden se invierte: G1 > B1.
El núcleo de ciclopentanona (estructura B) unido a la cumarina
presenta mayor potencia tóxica que el grupo lactona (G); la reducción
del grupo dihidrofurofurano reduce la actividad (B2 > B1; G2 > G1) y
la hidroxilación del carbono entre los dos furanos parece que no afecta la
toxicidad (B2 comparada con M1).
2. Ocratoxinas
Las ocratoxinas son un grupo de compuestos, estrechamente relaciona-
dos entre sí, producidos por especies de hongos incluidas dentro del
grupo del Aspergillus ochraceus (Aspergillus ochraceus, A. sulphureus, A.
melleus, etc.). Se trata de hongos comunes en suelos y vegetación en pu-
trefacción, y aparecen con frecuencia sobre granos de cereales. Están
adaptados a sustratos de baja humedad, como evidencia su crecimiento
sobre alimentos secos y fermentados del Oriente, pudiendo invadir, en-
tre otros, trigo, maíz, semillas de algodón, legumbres, pimientas, su-
perficies dañadas de frutas, cebollas, etc.
3. Esterigmatacistina
Otro moho contaminante común de los alimentos es el Aspergillus versi-
color, productor de muchos metabolitos altamente coloreados. Uno de
los metabolitos principales que produce esta especie es la denominada
esterigmatocistina, compuesto que tiene algún parecido estructural con
las aflatoxinas en el hecho de que también contiene la inusual unidad
estructural del difurano.
La esterigmatocistina se obtiene de fuentes naturales por extrac-
ción con solventes orgánicos, y al cristalizar adopta la forma de agujas
de color amarillo pálido. Su estabilidad al calor, ácidos y álcalis es simi-
lar a la de las aflatoxinas.
Esta micotoxina también ha sido aislada de A. nidulans y de una es-
pecie de Bipolaris.
Por ingestión, la esterigmatocistina produce daños en hígado y ri-
ñón, y, como las aflatoxinas, es un agente hepatocarcinógeno, si bien
mucho menos potente que éstas.
Toxinas de Penicillium
1. Patulina
Entre los más importantes e interesantes del gran número de micotoxi-
nas producidas por Penicillium se encuentra el potente antibiótico de-
nominado patulina. Numerosas especies de Penicillium se han descrito
como productoras de patulina: P. claviforme, P. divergens, P. expansum,
P. gaseofulvum, P. patulum, P. lapidosu. Si bien es posible que alguna(s) de
estas especies sea(n) en realidad sinonimias de una misma especie, son,
sin duda, numerosas las especies distintas de este género las que demos-
traron producir patulina durante la búsqueda de antibióticos que si-
guió al descubrimiento de la penicilina, y esto explica también la exis-
tencia de diversos sinónimos de patulina, tales como expansina,
claviformina o leucopina.
Tal vez, las especies mejor conocidas sean P. expansum y P. griseoful-
vum (= P. patulum = P. urticae). Ambas son excelentes productores de
patulina sobre una gran variedad de sustratos. Concretamente, P. ex-
pansum es el moho causante de la principal enfermedad en poscosecha
de la fruta de pepita (manzanas, peras, etc.), siendo común el descubri-
2. Ácido penicílico
Diversas especies de Penicilllum se citan en la literatura científica como
productoras de ácido penicílico: P. puberulum, P. thomil, P. martensil,
P. stoloniferum, P. suaveolen, P. palitans, etc.
Haciendo la misma salvedad que en el caso de las especies produc-
toras de patulina (posibles sinonimias), P. cycloplum es una de las espe-
cies toxigénicas más frecuentemente aisladas a partir de alimentos.
El ácido penicílico es un compuesto soluble en agua. Tiene alguna
relación estructural con la patulina: ambos tienen un anillo lactona in-
saturado, y, por esta razón, se agrupa junto a la patulina y una serie de
compuestos similares como agentes potencialmente carcinógenos.
De hecho, algunas experiencias indican tal actividad, aunque no hay mu-
chos datos que estimen su actividad como carcinógeno oral.
Como la patulina, el ácido penicílico es un antibiótico, pero es menos
potente como tóxico para los mamíferos (DL50 en ratón: 250 mg/Kg).
3. Rubratoxina
La rubratoxina constituye uno de los pocos ejemplos conocidos donde
las únicas especies registradas como productoras de una toxina en par-
ticular pertenecen todas a la misma serie taxonómica (serie del Penici-
llium purpurogenum, de los Biverticillata symmetrica): P. rubrum y P.
purpurogeum son los únicos productores conocidos de esta micotoxina.
Las rubratoxinas A y B, estrechamente relacionadas entre sí, son
compuestos macrocíclicos que contienen grupos lactona insaturados y
anhídridos de ácidos.
Aunque hasta 1962 no se caracterizaron las rubratoxinas A y B,
P. rubrum y P. purpuragenum toxigénicos estuvieron involucrados ante-
Toxinas de Fusarium
1. Zearalenona
Aunque el género Fusarium puede incluir especies que sean a la vez
hongos de campo y de almacenaje, sus potenciales efectos para la salud
humana se deben al crecimiento de cepas, pertenecientes a diferentes
especies, sobre granos después de la recolección, en condiciones de ele-
vada humedad.
Uno de los metabolitos tóxicos es la denominada toxina F-2 o zeara-
lenona. Este compuesto es producido principalmente por Fusarium
graminearum (Gibberella zeae), pero también se han citado como produc-
tores F. tricinctum y F. roseum culmorum.
La zearalenona es una lactona macrocíclica, derivada del áci-
do resorcílico, insoluble en agua, que muestra una intensa fluores-
cencia azul sobre placas de CCF, propiedad que se utiliza para su
identificación.
2. Tricotecenos
Hay una serie de unos 50 sesquiterpenos, metabolitos fúngicos, produ-
cidos naturalmente, que tienen rasgos estructurales similares a los del
compuesto conocido como diacetoxiscirpenol. Algunos de estos com-
puestos, todos los cuales pueden ser clasificados como 12,1 3-epoxi-
tricotecenos, son metabolitos producidos por diversas especies de
Fusarium, como F. scirpi, F. tricinctum, F. nivale, F. concolor y F. equisel.
Algunos de los compuestos de esta serie son producidos por especies de
los géneros Myrothecium, Sfachybotrys, Trichoderma y Trichothecium.
Los compuestos de esta serie que han sido objeto de estudio toxico-
lógico (vomitoxina o deoxinivalenol, toxina T-2, nivalenol, fusarenona
X, toxina HT-21 diacetoxiscirpenol, moniliformina, etc.) han mostrado
su acción como irritantes dérmicos severos cuando se aplican sobre la
piel de animales de experimentación. Algunos causan hemorragias en
las zonas labiales o bucales, garganta y tracto gastrointestinal completo.
En algún caso se han citado como cancerígenos o incluso como causan-
tes de la degeneración del miocardio y de necrosis en animales de expe-
rimentación.
La vomitoxina o deoxinivalenol (DON) forma parte de la familia
de las micotoxinas tricotecenas. Es producida por varias especies de Fu-
sarium, en especial por Fusarium graminearum (Gibberella zeae) y Fusa-
rium culmorum. Se puede encontrar como contaminante natural en los
cereales y productos de cereales. El principal síndrome que provoca es
el gastroentérico. La vomitoxina tiene una potente actividad inmuno-
supresiva. El principal órgano afectado es el aparato digestivo. La vo-
mitoxina reduce también el crecimiento en niños.
3. Fumonisinas
Las fumonisinas constituyen un grupo de micotoxinas estructuralmen-
te relacionadas producidas por diversas especies fúngicas (Alternada al-
Los primeros problemas con OTA en humanos datan del año 1956 con
el aparecimiento de una grave nefropatía endémica en la región de los
Balcanes (Bulgaria, Rumania, Yugoslavia) atribuida al consumo de
carnes ahumadas que estaban contaminadas con OTA en concentracio-
nes comprendidas entre 10 y 920 microgramos/Kg. Parece ser que la
mayor fuente de contaminación fueron las condiciones insalubres con
falta de higiene en el almacenamiento de estas carnes ahumadas.
El análisis de OTA en el suero de individuos afectados dio niveles
comprendidos entre 1 y 40 microgramos/Kg. Estudios epidemiológicos
revelan que aproximadamente la mitad de la población de Europa está
expuesta a la OTA. Sin embargo, la relación directa de las nefropatías
con la exposición a la OTA no está aún suficientemente esclarecida, ya
que en Alemania, Francia, Italia, Dinamarca, Suecia, Checoslovaquia,
Polonia y Canadá han sido encontrados niveles de OTA comprendidos
entre 0,1 y 14,4 microgramos/L en sangre y leche materna de personas
saludables. La presencia de OTA en fluidos biológicos se considera más
como una evaluación indirecta de la exposición a esta micotoxina. En
algunos países de África, el 95 % de los individuos que sufren de pro-
blemas de nefropatía son OTA positivos con concentraciones en sangre
del orden de 90 microgramos/L. La prevalencia de ocratoxicosis se con-
sidera en un 55-80 % superior a la de Europa.
Toxinas vegetales
RICINA
Las semillas del ricino (Ricinus communis) son venenosas para el ser
humano, los animales y los insectos. Contienen una serie de proteínas,
una de la cuales, la ricina, fue aislada en 1888 por Stillmark cuando ob-
servó que el extracto de las semillas aglutinaba las células sanguíneas.
Hoy se sabe que la aglutinación por el extracto de las semillas de ricino
se debe a otra toxina llamada RCA (aglutinina del Ricinus communis).
La ricina es un potente tóxico pero es una hemoaglutinina débil, mien-
tras que la RCA es poco tóxica pero un potente aglutinante. En cual-
quer caso, la toxicidad de las semillas de ricino se debe sólo a la ricina
ya que la RCA no se absorbe por vía oral.
La ricina es una de las toxinas conocidas más potentes. Basta un
miligramo para matar a una persona adulta. Los síntomas de un enve-
namiento por ricina son dolor abdominal, diarrea, a veces sanguinolen-
ta, y vómitos. Posteriormente se produce una severa deshidratación e
hipotensión. Los síntomas de envenenamiento comienzan a las pocas
horas de la ingestión. Si la muerte no se produce entre 3 y 5 días, la víc-
tima usualmente se recupera.
Una semilla es suficiente para matar a un niño si se mastica o
se rompe. Si se traga entera, lo más probable es que pase sin pro-
blemas por el tracto digestivo. Los niños son más sensibles que los
adultos debido a que son más propensos a la diarrea y a la deshi-
dratación.
87 TOXINAS VEGETALES
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SOJA
89 TOXINAS VEGETALES
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ALGODÓN
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aceite residual es, por consiguiente, menos apropiada para las galli-
nas ponedoras.
El efecto biológico del gosipol puede evitarse añadiendo hierro, en
forma de sulfato férrico. La fórmula cuantitativa del hierro que hay
que añadir es en gran parte empírica. Para mejorar el crecimiento de
los bovinos se ha empleado una proporción de gosipol libre y hierro
de 1:1, para los pollos de asar, de 2:1; para las ponedoras, de 4:1; y para los
cerdos, de 1:1.
Las pepitas enteras de la semilla de algodón pueden utilizarse co-
mo pienso para los bovinos adultos, y es lo que suele hacerse cuando no
se dispone de un equipo de molienda apropiado. Las semillas suelen re-
mojarse en agua y suministrarse en pequeñas cantidades como suple-
mento del forraje verde. No debe suministrarse una cantidad excesi-
va, ya que el elevado contenido aceitoso puede causar diarrea. El
tratamiento de las semillas con un 5 % de sulfato férrico las hace ino-
cuas para incluirlas en pequeñas cantidades en las raciones para los
cerdos.
La harina de semilla de algodón es un excelente suplemento protei-
co para los bovinos. Las limitaciones que hay que considerar para la
utilización eficaz de este producto en las raciones para los cerdos y las
aves de corral tienen una importancia secundaria en el caso de los ru-
miantes. El gosipol, en concentraciones normales, no tiene efectos tóxi-
cos para los bovinos, pero se ha demostrado que la ganancia de peso de
los bovinos de carne disminuye cuando aumenta el contenido de gosi-
pol. Este efecto puede neutralizarse perfectamente añadiendo sulfato
férrico. Como las cáscaras (cascabillo) de algodón abundan en los moli-
nos donde se produce la harina, se pueden comprar mezclas de harina
y cascabillo. Una ración de engorde económica para los bovinos consis-
te en 20 % de harina y 80 % de cascabillo, que se suministran junto con
3-4 Kg de hierba al día más un suplemento mineral. La harina de semi-
lla de algodón, tanto desmotado como sin desmotar, produce estreñi-
miento en los bovinos, por lo que tiene valor cuando se mezcla en los
piensos que contienen grandes proporciones de melaza. Los terneros
son propensos a sufrir los efectos dañinos del gosipol a causa del des-
arrollo incompleto del rumen; por lo tanto, se ha recomendado que los
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contenido graso y 1,7 veces más de contenido proteico que las cáscaras
originales.
En algunos países se utiliza también el leño del algodonero como
forraje para los bovinos. Los tallos, las ramas y las hojas se han utiliza-
do para el bovino de carne, bien sea molidas, ensiladas o hidrolizadas
con hidróxido de sodio.
Toxinas animales
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Abejas, Abejorros
a) Himenópteros Avispas
Hormigas
d) Sifonápteros (pulgas)
e) Anopluros (piojos)
Escorpiones
Clase Arachnidae Arañas
Garrapatas
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INSECTOS
Heminópteros
1. Ápidos
A pesar de que su picadura no reviste gravedad, por su alta frecuencia
mueren todos los años más personas en Estados Unidos y Europa que
por mordedura de serpientes, como consecuencia de la sensibilización
al veneno y una reacción anafiláctica. La muerte puede venir, también,
por picadura de cientos de miles de insectos individuales.
99 TOXINAS ANIMALES
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Son menos agresivos y rara vez pican, a menos que se les trate de
capturar. La sintomatología de la picadura es idéntica a la producida
por la abeja.
2. Véspidos
El veneno de las avispas (tabla 2) tiene histamina, serotonina dopami-
na, adrenalina y noradrenalina, como aminas biógenas.
Aminas biógenas
Serotonina – + +
Histamina + + +
Dopamina + + +
Nad + + +
Adrenalina – + +
Enzimas
Hialuronidasa* + + +
Fosfatasa ácida* + + +
Fosfolipasa A1* – + +
Fosfolipasa A2* + – +
Proteínas y péptidos
Melitina* + – –
Apamina + – –
Péptido Pdm + + –
Antígeno 5* (Vespula V5) – + +
API M611 + ? ?
* Componentes alergénicos.
Modificado de Pérez Pimiento.
3. Formícidos
Dentro de las especies presentes en la península Ibérica las más impor-
tantes toxicológicamente son:
Reacciones locales
Son las más frecuentes y están relacionadas con los efectos locales de las
proteínas y aminas localizadas en los venenos de los himenópteros. De
ellas, es fundamental la acción de la histamina, que origina vasodilata-
ción y edema.
La sintomatología, producida por la reacción local a la picadura de
himenóptero, se caracteriza por dolor intenso en la zona de la picadura
con formación de una mácula-pápula de unos 2 cm que suele ir cedien-
do en unas horas. A veces aparecen vesículas o ampollas que no suelen
Reacciones alérgicas
Son menos frecuentes que las anteriores, pero debido a la gravedad de
los síntomas tienen gran importancia.
Son propias de individuos cuyo sistema inmunológico reacciona,
de forma exagerada, cuando contacta con un veneno con el que se ha
sensibilizado previamente.
Existen dos formas básicas de manifestación de la inmunidad:
Reacciones locales
Medidas preventivas
Generales
Se utilizarán fundamentalmente en personas sensibilizadas:
Profilaxis específica
En las personas que han presentado reacciones generalizadas graves, se
aconseja la desensibilización paulatina con veneno de himenóptero (se rea-
liza con una mezcla de venenos, ya que puede haber reacciones cruzadas).
Con ello se consiguen desensibilizaciones entre el 98-99 %, tras 3 años de
tratamiento, con dosis de mantenimiento de 100 µg, cada 4-6 semanas.
Dado que la administración de las dosis desensibilizantes no está
exenta de riesgos y que sólo el 60 % de los pacientes que han presentado re-
LEPIDÓPTEROS
DÍPTEROS
SIFONÁPTEROS
ANOPLUROS
Los piojos pasan toda su vida en el huésped; incluso ponen los huevos
sobre los anejos cutáneos, a los que se adhieren por un cemento; su
cuerpo es plano y están dotados de fuertes uñas por las que se adhieren
a los pelos.
Los piojos masticadores o malófagos son propios de las aves y los
chupadores, de los mamíferos. El hombre es parasitado por el piojo hu-
mano (Pediculus humanus) con dos variedades Pediculus capitis y corpo-
ris; y por el piojo del pubis (Phthirus pubis).
Los lugares habituales donde encontramos estos parásitos son: el pelo
de la cabeza para el piojo de la cabeza, las fibras de la ropa para el piojo
del cuerpo y el pubis para el piojo del pubis. El contagio se produce por
contacto directo, por ropa y por el coito (en el caso del piojo del pubis).
Manifestaciones clínicas
1. Al picar inyectan una saliva irritante que produce una pápula erite-
matosa y pruriginosa. Al rascarse aumenta la inflamación y pueden
aparecer infecciones secundarias como impétigo y furunculosis.
ARÁCNIDOS
GARRAPATAS
ARAÑAS
Accidente loxoscélico
Las arañas reclusas o pardas pertenecen al género Loxosceles. Son pe-
queñas (10-15 mm), de color marrón y con un dibujo en forma de vio-
lín sobre la parte dorsal del cefalotórax, de ahí que también se las co-
nozca como arañas violín o caseras.
Algunas poseen un veneno potente citotóxico y hemolítico que ori-
gina necrosis de piel, tejido celular subcutáneo y músculo subyacente,
que se conoce como loxocelismo o aracnoidismo necrotizante.
El veneno contiene hialuronidasa, fosfolipasa, fosfohidrolasa, este-
rasa, fosfatasa alcalina y proteasa. La dermatonecrosis probablemente
esté en relación con esfingomielinasa-D, que lisa las membranas celula-
res y produce hemólisis.
Las especies más peligrosas son: Loxosceles reclusa del sur de Esta-
dos Unidos y Loxosceles laeta de América del Sur. En el Mediterráneo y
la península Ibérica vive la Loxosceles rufescens, pero su mordedura sólo
causa edema local y no hay necrosis (o ésta es muy leve).
Accidente latrodéctico
Es ocasionado por las arañas del género Latrodectus que poseen acción
neurotóxica, actuando especialmente a nivel del sistema neurovegetati-
vo. Su especie más destacada es la L. mactans conocida como «viuda ne-
gra». Su nombre se debe a que la hembra (de 13 mm), tras la cópula, se
come al macho (de 6 mm).
Aparte de la L. mactans, que es originaria de América, otras especies
importantes son L. hesperus y L. variolus, en el oeste y norte de Estados
ESCORPIONES
Síntomas de la picadura
En general, los síntomas no son graves y desaparecen en 8-12 horas,
aunque pueden persistir durante más de 24 horas o incluso llegar a ser
letales (depende de la especie). No se han descrito reacciones anafilácti-
cas tras la picadura de escorpiones.
Caso leve
En todo el cuerpo hay un ligero hormigueo o ardor en el lugar de la pi-
cadura.
Caso moderado
Síndrome local acompañado de síntomas sistémicos como sudoración
discreta, náuseas y vómitos ocasionales.
Caso severo
En todo el cuerpo:
– Espasmos musculares, convulsiones.
– Incontinencia urinaria.
– Disminución del gasto cardiaco.
– Sialorrea y rinorrea.
– Movimientos erráticos de cabeza, ojos y/o cuello.
– Hipotermia.
– Palidez.
– Crisis de sudoración.
Respiratorios:
– Taquipnea alternada con bradipnea.
– Dificultad respiratoria.
– Paro respiratorio.
Gastrointestinales:
– Cólicos abdominales.
– Inflamación del páncreas.
– Incontinencia fecal.
– Vómitos profusos e incontrolados.
Cardiovasculares:
– Presión sanguínea alta.
– Aumento o disminución de la frecuencia cardiaca.
– Arritmias.
Sistema nervioso:
– Inquietud.
– Tensión.
– Parálisis.
Diagnóstico
Ante un eventual accidente donde se vea involucrado un escorpión (u
otro arácnido) es conveniente tratar de conservar al ejemplar vivo o
muerto (vivo: dentro de un frasco con tapa y un algodón apenas hume-
decido en agua; o muerto: en un frasco con alcohol) y hacerlo llegar rá-
pidamente al Centro de Información y Asesoramiento Toxicológico.
Tratamiento
– La incisión sobre la zona afectada y succión de la picadura es útil
si se efectúa antes de 2-3 minutos y se sospecha una especie peli-
grosa.
– El torniquete puede ser útil; para ello debe impedir el retorno
linfático pero no el flujo arterial y se debe relajar cada cierto
tiempo. De todas formas su utilidad es controvertida.
– Hielo local para disminuir el edema.
– La extremidad afectada quedará inmovilizada y algo elevada.
– Desinfectaremos la herida y administraremos vacuna antitetánica.
– Analgésicos (acetaminofeno) para el dolor.
– No usar adrenalina.
– Si existe desequilibrio hídrico, administrar fluidoterapia adecua-
da, pero no usar sueros glucosados.
– El gluconato cálcico es útil si hay espasmos musculares.
– Los corticoides y antihistamínicos no parecen tener utilidad.
– Si aparecen síntomas generales, monitorizaremos electrocardio-
gráficamente al paciente y tomaremos la presión arterial de for-
ma periódica, para vigilar la aparición de arritmias e hiperten-
sión. El tratamiento que requieren estos procesos es: prazosín,
nitroprusiato de sodio, labetalol, nitroglicerina o fentolamina.
– En insuficiencia respiratoria administraremos oxígeno, siendo
necesaria, en ocasiones, la intubación y ventilación mecánica.
– Las convulsiones aparecen en los casos más graves; las trataremos
con diacepam, fenitoína, y fenobarbital.
QUILÓPODOS
Clínica
Se aprecian dos punciones hemorrágicas que cursan con gran dolor,
enrojecimiento y edema en la zona de inyección del veneno. A veces
aparecen pequeñas vesículas cutáneas. Excepcionalmente, provocan
síntomas generales.
Tratamiento
Procederemos a la limpieza, desinfección, inmovilización y aplicación
de compresas frías en la zona afectada. Puede utilizarse una pomada
que contenga corticoides y antihistamínicos. Si es necesario usaremos
analgésicos para calmar el dolor.
A veces, el edema producido hace necesaria la descompresión qui-
rúrgica.
1. Proteinasas a, b y c.
2. Proteasa A.
3. Peptidasa A.
4. Proteinasas HT1 y HT2.
Estas enzimas no son factores letales, pero sí parece que pueden in-
ducir la acción hemorrágica.
Dan lugar a necrosis por la intensa acción citolítica y disminuyen la
producción de fibrinógeno. Provocan hemorragias muy severas por al-
teración de las paredes vasculares.
Los trombínicos interfieren con la coagulación sanguínea, unos acele-
rando el proceso y otros retardándolo, pero en general esto es una simpli-
ficación del proceso, ya que estos venenos de serpientes suelen contener
factores coagulantes y anticoagulantes, simultáneamente. Así, se consi-
dera que un veneno puede inducir la coagulación (procoagulante) por:
– Actividad fibrinolítica.
– Inhibir o destruir los factores de la coagulación.
– Tener acción antitrombínica.
– Retardar la plasmina.
Síntomas sistémicos:
• Síndrome confusional
• Coma Administración de 10 ml en el lugar de la
• Neurotoxicidad mordedura de forma subcutánea, y de 20 ml
• C.I.D. intravenosa.
• Hemólisis
• Rabdomiolisis
• Hemorragia
• Insuficiencia renal
Hipotensión sistólica (menor de 80 mm Hg) En casos de shock la administración del suero
o disminución de la tensión arterial basal será de 10 ml localmente, sc, y 50 ml en
en más de 50 mm Hg perfusión intravenosa.
Medidas de prevención
– Uso de pantalones largos y calzado fuerte en las zonas de mayor
incidencia y en general en las zonas montañosas y húmedas.
– Precaución en los trabajos forestales, agrícolas y durante la reco-
lección de setas y hongos. Protección con guantes de cuero.
– No meter directamente la mano entre la hojarasca o troncos
huecos sin asegurarse de la presencia de alguna serpiente. Edu-
car a los niños para que no levanten piedras directamente con las
manos y no cojan culebras.
– No manipular ningún ofidio sin conocer con seguridad la espe-
cie y si así fuera, hacerlo con protección en las manos.
– Revisar la zona de jardín o césped donde pensemos colocar la
toalla o la manta para tomar el sol o dormir la siesta. Al vestirse
comprobar que ningún reptil se ha metido entre la ropa.
– En las casas de campo usar animales de tipo doméstico, tipo
gatos o perros, que pueden ahuyentar los ofidios e incluso ma-
tarlos.
– Aprender a reconocer las serpientes venenosas y las no vene-
nosas, respetándolas y no alterando su función en la natu-
raleza.
RANA COCOI
MEDUSAS
RAYAS
PECES
– UM mata en 15 min
– 1,3 UM mata en 8 min
– 1,4 UM mata en 7 min
– 1,6 UM mata en 6 min
– 1,9 UM mata en 5 min
– 2,5 UM mata en 4 min
– 3,7 UM mata en 3 min
Este tipo de ensayos se han llevado a cabo durante años para determi-
nar contaminantes ambientales, incluyendo toxinas.
Este método se basa en el ataque de anticuerpos a microcistinas en ge-
neral. Sin embargo, algunas investigaciones han demostrado que los anti-
cuerpos son muy eficientes contra algunas microcistinas, como microcisti-
na-RR, mientras que su respuesta es muy pobre frente a otras, como
microcistina-LA. A pesar de esta falta de sensibilidad hacia algunos tipos
de microcistinas, este método es muy utilizado en la determinación de
microcistinas en muestras ambientales y ha obtenido buenos resultados,
en muchos países del mundo. En China se ha utilizado para controlar los
límites de microcistinas en el agua potable y de bebida, debido al gran nú-
mero de casos de enfermos de cáncer de hígado que hay en ese país.
Éste es el más difundido método para la identificación de microcis-
tinas. Existen kits comerciales para determinar el nivel de microcisti-
nas en el agua, pero tienen un límite de identificación de 0,2 µg/l,
Preparación de la muestra
– Lavar cuidadosamente el exterior del marisco con agua dulce.
– Abrir cortando el músculo aductor.
– Se lava el interior con agua dulce para eliminar arena y otras sus-
tancias extrañas.
– Se separa la carne de las valvas.
Cálculo de toxicidad
Determinar tiempo medio de muerte de los ratones y usar tabla de
SOMMER.
Cálculo para determinar unidades ratón:
HPLC
HPLC
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Glosario de toxinología
más de los caracteres genéricos, tie- FAMILIA. Taxón constituido por varios
nen en común otros caracteres por géneros naturales que poseen gran
los cuales se asemejan entre sí y se número de caracteres comunes. Ca-
distinguen de los de las demás espe- da una de las divisiones de un orden
cies. La especie se subdivide a veces de seres vivientes.
en variedades o razas. FÁRMACO. Toda sustancia química ca-
ESPERMATOGÉNESIS. Formación de los paz de modificar algún proceso bio-
gametos masculinos, o espermato- lógico. Sustancia con actividad
zoides, en el testículo. biológica.
ESPERMATOZOIDE. Gameto masculino, FARMACOCINÉTICA. Estudia los cam-
destinado a la fecundación del óvulo. bios que produce el organismo en un
ESPOLÓN. Apófisis ósea en forma de fármaco. Absorción, distribución,
cornezuelo que tienen en el tarso va- transformación y eliminación de un
rias aves gallináceas. medicamento en un organismo.
ESTIVACIÓN. Adaptación orgánica al Considera el paso de los fármacos a
calor y sequedad propios del verano. través de las distintas fases que con-
FABOTERAPIA. Tratamiento basado en forman el sistema biológico, la evo-
la transferencia pasiva de inmunidad lución temporal de las concentracio-
a través de la administración de frag- nes de los fármacos en estas fases y
mentos F(ab)2 de inmunoglobulinas los mecanismos que pone en juego el
polivalentes equinas, concentradas y organismo para manejar las sustan-
purificadas que neutralizan a las to- cias que se le han administrado.
xinas de los venenos de animales FARMACODINAMIA. Estudia los cam-
ponzoñosos. Los actuales sueros pro- bios que produce un fármaco en un
ducidos en México pertenecen a la organismo vivo. Mecanismos me-
tercera generación y están altamente diante los cuales los fármacos produ-
purificados mediante el proceso de cen sus efectos biológicos. También
digestión enzimática para eliminar la estudia la medición de las respuestas
fracción Fc de las inmunoglobulinas de los fármacos y la relación que
y poder utilizar la fracción F(ab)2, guardan estas respuestas con la can-
con lo que se evitan las reacciones de tidad de fármaco que las origina.
hipersensibilidad, razón por la cual FARMACOLOGÍA MÉDICA. Estudio de
se les conoce como faboterápicos. los fármacos que se usan con el pro-
FABOTERÁPICO. Antiveneno de tercera pósito de prevenir, tratar o diagnos-
generación libre de virus, altamente ticar las enfermedades.
purificado mediante el proceso de FUMIGACIÓN. Procedimiento que, me-
digestión enzimática para eliminar diante sustancias gaseosas en forma
la fracción Fc de las inmunoglobuli- de humo, se utiliza para lograr el
nas, obteniendo las fracciones F(ab)2 control y la eventual eliminación de
encargadas de neutralizar las toxinas especies nocivas para la salud o que
de los venenos. causan molestias sanitarias.