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Castoriadis

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REFLEXIONES SOBRE EL “DESARROLLO” Y LA “RACIONALIDAD”

JOHN JAIRO ARIZA MARTÍNEZ

Profesora
ANA YUDY MORÁN MATIZ

Seminario de Economía política

UNIVERSIDAD SANTO TOMÁS


MAESTRÍA EN COMUNICACIÓN, DESARROLLO Y CAMBIO SOCIAL
BOGOTÁ, D.C.
16 de Agosto de 2014
REFLEXIONES SOBRE EL “DESARROLLO” Y LA “RACIONALIDAD”

Sobre el autor:

Cornelius Castoriadis (1922-1997)

Nacido en Estambul, Turquía, emigró con su familia a Grecia. Estudió


derecho, economía y filosofía en la Universidad de Atenas. Militó en las
juventudes comunistas y, más tarde, se unió al movimiento trostkista, del
que no tardó en apartarse, en un proceso intelectual que le situará fuera
del marxismo. En 1945, se trasladó a París, donde fundó con Claude Lefort
la revista Socialisme ou barbarie (1949-65), en la que colaboraron, entre
otros, Lyotard, Guillaume y Morin, este último uno de sus grandes
valedores. En 1970 obtiene la ciudadanía francesa. Después de trabajar
como funcionario de la OCDE en París (1948-70), se incorpora como
docente a la École des Hautes Études en Sciences Sociales, de la que fue
nombrado director en 1980. De forma progresiva, incorpora el
psicoanálisis a su esquema de pensamiento, que alcanza la máxima
expresión en La institución imaginaria de la sociedad (1975), una obra de
extraordinaria importancia, en la que indaga en las raíces de la creatividad,
en la imaginación creativa de la historia, en la dimensión subjetiva de la
construcción social, y plantea, además, una superación de la lógica formal
por la idea de los ‘magmas’ y la 'imaginación radical' como impulsos de
transformación (la dinámica del constructivismo socio-histórico). Lo se
conoce por "realidad" y "racionalidad" son obras de la creación, del magma
imaginativo, de la misma incertidumbre individual que se resuelve en la
institución de lo social. Asimismo, establece una relación entre psique y
sociedad, lo que le lleva a describir las funciones de socialización de la
psique, como paso necesario del individuo al imaginario social. La historia
de la cultura y el psicoanálisis trazan una dimensión epistemológica.
Dentro del psicoanálisis, fue miembro de l'École Freudienne de Paris de
Jacques Lacan, al que se opuso, y promovió la formación del llamado
'cuarto grupo'.

Antiautoritario, filósofo de la autonomía creativa individual y social, de la


diversidad; enemigo de las corrientes narcisistas del pensamiento, de la
racionalidad de la lógica formal y de los convencionalismos académicos,
coincidió con muchos de los ingredientes argumentales del pensamiento
posmoderno, al que, sin embargo, critico aceradamente, en especial por la
pérdida del compromiso intelectual y el rigor crítico que envuelven
metáforas como las del 'fin de la historia', por ejemplo. Valedor de la
cultura democrática y de las bases de la autonomía de la sociedad, del
espacio público como expresión psicológica del equilibrio social en
constante formación, denunció la erosión consentida de la democracia y la
crisis de la representación, donde la degradación de los partidos "se han
apropiado de la actividad política", agredida por 'la ascensión de la
insignificancia'.

Acerca del texto1:

El autor distribuye el texto en seis partes, iniciando por la concepción de


desarrollo, cómo se liga este a la racionalidad y su estrecho contacto con la
economía, cuál ha sido el cambiando cambio de la idea de desarrollo con el
pasar de los tiempos; la influencia de la economía, el análisis de la técnica
como parte del proceso y las posibles salidas que tendría la humanidad
ante esta problemática. Establece como punto de referencia el orden
mundial establecido en la postguerra, momento en el cual los modelos
económicos comienzan a chocar y a proponer condiciones: es aquí cuando
la palabra desarrollo comienza a tomar diferentes matices.

Castoriadis, habla del desarrollo como un término asociado al “crecimiento


económico” y que ha sido fruto de la marcha sin límites que ha impuesto
occidente como medio para alcanzar “la libertad”. No obstante, el modelo
no es aplicable a todos los estados del planeta porque, existen variables
tales como la clasificación de los países “desarrollados” y una estela
extensa de países a los que se les denomina de manera eufémica, en vía de
desarrollo, los cuales no pueden aplicar los modelos establecidos por los
primeros, debido a muchas divergencias, entre otras, por la inconformidad
ante la alternativa de ser parte del engranaje económico y la ausencia de
quienes puedan gestar los cambios deseados. Este constante ejercicio se
fue transformando en términos que fueran digeribles, tales como “calidad
de vida” y con el pasar de los años, con el constante cambio de
necesidades, se le denomina, gracias a la creatividad de los economistas
como “indicadores de bienestar”

Esta concepción del crecimiento ha generado la problemática del


consumismo acompañado del no desarrollo de las naciones, el empeño de
occidente se ha basado en el desarrollo, el racionalismo y la economía, la
no adopción de estos ideales trazados por quienes organizan la economía
mundial, ha sido considerada entonces como “obstáculos al desarrollo”
Pero, ¿qué es el desarrollo? El autor propone el desarrollo como el alcance
de una madurez, como el proceso de realización de lo virtual; es decir, la
concreción completa de las capacidades, y utiliza a Aristóteles para
explicarlo: “"La naturaleza es fin (telos)", dice Aristóteles. El desarrollo se
define por el hecho de esperar este fin como norma natural del ser
considerado. También en este sentido el desarrollo fue una idea central

1 En: Colombia: el despertar de la Modernidad. Colombia: Foro Nacional por Colombia, pp. 90-111
para los griegos, y no solamente por lo que se refiere a las plantas, los
animales o los hombres como simples vivientes. La paideia (crianza,
instrucción, educación) es desarrollo: consiste en llevar al pequeño
monstruo recién nacido al estado propio de un ser humano. Si esto es
posible, es porque existe tal estado propio, una norma, un límite (peras), la
norma encarnada por el ciudadano o el kalos kagathos, los cuales si se
alcanzan, no pueden ser rebasados (rebasados sería simplemente volver
hacia atrás). "Muere ahora, Diágoras, pues no ascenderás al
Olimpo”.2Posteriormente, argumenta que el concepto ha ido tomando otras
dimensiones, adjuntando la idea de infinidad, producto de la influencia de
la religión.

Convergen entonces, otros aspectos como el auge de la burguesía, que


ahora conciben el desarrollo como algo sin puntos fijos, infinito,
transformando el pensamiento, incluyendo las ciencias como elementos
decisivos, mientras que la economía comienza a aportar nuevos elementos
y con cuatro postulados que se plasman a continuación:

 la omnipotencia virtual de la técnica;


 la ilusión asintótica relativa al conocimiento científico;
 la racionalidad de los mecanismos económicos;
 diversos lemas sobre el hombre y la sociedad que han cambiado con el
tiempo pero todos los cuales implican ya que el hombre y la sociedad
están naturalmente predestinados al progreso, al crecimiento, etc.
(homo economicus, la "mano escondida", liberalismo y virtudes de la
libre concurrencia), y -lo que es mucho más apropiado a la esencia del
sistema- que pueden ser manipulados de diversas maneras para
conducirlos ahí (homo madisoniensis Pavlovi, ingeniería humana e
ingeniería social, organización y planificación burocráticas como
soluciones universales aplicables a todo problema).3

Sin embargo, la crisis del desarrollo se hace manifiesta por la profunda


problemática de la racionalidad económica y la omnipotencia de la técnica.

Propone el autor la definición de economía como paradigma de la


racionalidad, y que se desarrolla en los sistemas sociales de la mejor forma
posible, que depende del producto y los costes, pero nunca tuvo en cuenta
el entorno y consideró a la naturaleza como don y como bien, sin entender
que los daños que se hacen a esta última, son irreversibles. Por tanto, la
economía se vuelve irracional, y tendría que replantearse en la sociedad
para crear un nuevo sistema. La técnica a su vez, se plantea como una

2
Ibid.
3
Ibid .
ambigüedad porque, a pesar de no tener un valor negativo o positivo por sí
misma, su uso es el que determina su valor. Este valor se liga a lo demás,
creando el concepto de potencia, que occidente ha acuñado como el
dominio sobre las cosas, pero en el proceso, generan crisis y catástrofes
que se achacan a la técnica y al desarrollo, y que sólo se evidencian
después de poner en marcha los procesos y no se prevén antes de la
ejecución.

Cierra el texto con la comparación de la vida del hombre sin la necesidad


de posicionarse en aras del “desarrollo”, la humanidad se había creado un
hábitat, un biosistema que no interfería con el devenir de la naturaleza. Allí
la igualdad se palpaba a simple vista y no se recurría a la separabilidad que
ha tomado el mundo moderno. Empero, no es culpa de occidente ni de la
burguesía lo que esté haciendo mella en la actualidad, sino la
malinterpretación de las concepciones y los valores, como por ejemplo la
libertad, que antes era la capacidad de actuar de manera ética, y hoy se
reduce a una irreconciliable esclavitud generada por lo arbitrario. Concluye
con una exhortación a derrumbar los mitos, porque es la única manera de
reconstruir una nueva sociedad humana.

Construcción personal

Considero que el desarrollo es una concreción de elementos que permiten


que el ser humano y las sociedades logren un avance total, pero que no
trastoque ni su entorno, ni se vea corroído por la ambición de más. No
puedo comprender la libertad como esclavitud ni como libertinaje, la
comprendo en un sentido más práctico: es vivir y dejar vivir, es entender la
diferencia y no tener el afán de imponer el pensamiento propio. Quizá
muchos han olvidado esto.

Coincido con el autor, que no es culpa de quienes hayan escrito sobre el


pensamiento, ni quienes hayan generado una línea ideológica y mucho
menos, de quienes se han preocupado por inventar herramientas e
instrumentos para que la humanidad “avance”, es quizá su mal uso e
interpretación lo que ha desembocado en la crisis del “desarrollo”. Se
planifica siempre lo que se va a realizar, cómo y con qué se va a trabajar,
pero no se piensa en los factores que pueden traer un efecto negativo, y
efectos sobre todo en el entorno.

El ser humano es tan frágil que no ha comprendido que no es dueño del


planeta, pero se obstina en dominarlo, no ha siquiera pensado en su
limitada existencia y que sólo será un huésped transitorio. La idea de
eternidad o de eternizar, son los más grandes obstáculos para que la
sociedad cambie: muchos políticos en los países que hoy en día se llaman
“desarrollados” no tienen conciencia sobre esta naturaleza y por ello
algunos se creen dueños del mundo o consideran que son quienes deben
tomar todo del planeta, eso no permite que la humanidad prospere.

El auto más caro, los últimos avances de la tecnología y los gadgets más
recurrentes, no son símbolo de desarrollo, porque pienso que se
encuentran desprovistos del factor humano, desarrollarse es comprender
que estamos en una constante lucha por sobrevivir en el entorno que
paradójicamente se debe cuidar, porque será el mundo que se les
entregará a otros como nosotros y estos a su vez, seguirán con el ciclo. El
momento en que ese concepto se comprenda, un desarrollo social será
posible.

Por eso, a mi mente vienen las palabras de Lennon en su canción Imagine:

Imagine all the people Imagina a toda la gente


Sharing all the world Compartiendo todo el mundo...
You may say that I'm a dreamer Tu puedes decir que soy un soñador,
But I'm not the only one Pero no soy el único,

I hope someday you will join us Espero que algún día te nos unas,
And the world will be as one4 Y el mundo vivirá como uno solo.

Y pensar en que no existe ni un “mundo desarrollado” y mucho menos, un


“tercer mundo”, pensar sencillamente que es uno solo; y siendo así, el
soñar con una utopía en la que los seres humanos derriben todas las
diferencias y comiencen realmente a vivir.

4
Lennon, John. Imagine.

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