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Ángel de La Abundancia

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ÁNGEL DE LA ABUNDANCIA

Un paseo por las representaciones de la Abundancia en distintas culturas antiguas


, Lucas RC Leave a Comment
“El deseo de lo que nos falta promueve la carencia, pero el agradecimiento de lo que tenemos
llama a la abundancia.”
– Rafael Vidac
En diferentes culturas a lo largo de la historia, podemos encontrarnos con una representación
del Ángel de la Abundancia. Si bien sus características varían de una a otra, los fundamentos
de su existencia se mantienen prácticamente intactos.
Actualmente es quizás reconocida como Abuntia (o Abundantia), la diosa romana de la
prosperidad y buena fortuna, pero sus nombres e historias presentan variaciones de tradición
en tradición.
En este artículo hablaremos del ángel de la abundancia, a quien rinden culto aquellos que
oran por flujo de la prosperidad en su vida, y haremos un paseo sobre las distintas culturas
que lo representan.
El Ángel de la Abundancia Romano: Abuntia
Empezaremos por la más conocida.
En la antigua religión romana, Abuntia o Abundantia fue la personificación de la abundancia y
la prosperidad. Si bien se han encontrado piezas artísticas y culturales de la época con su
presencia, poca es la mitología que se ha heredado de ella.
El poeta romano Pablo Ovidio Nasón es quien nos deja en su relato de la leyenda del dios del
rio Aqueloo (del griego antiguo Ἀχελώїoς, y luego Ἀχελῷος, ‘el que ahuyenta el pesar’), una
mención de este ángel de la abundancia. En su leyenda, Hércules arranca un cuerno de la
frente del dios Aqueloo (que había asumido la forma de un toro) en una batalla y lo obliga a
rendirse. Luego, el héroe le da ese cuerno a las Náyades quienes lo transforman en la
Cornucopia que posteriormente será otorgado a Abundantia.
La Cornucopia, símbolo de la prosperidad también conocido como el cuerno de la abundancia,
es la que podemos observar en algunas representaciones del Ángel de la Abundancia que
conocemos hoy en día. El mismo puede encontrarse en algunas de las representaciones de la
diosa romana Fortuna.
El Ángel de la Abundancia Nórdico: Fulla
En la tradición nórdica, la personalidad relacionada con la abundancia es la diosa virgen Fulla
(o Volla). Esta hija de la diosa Frigg, su confidente y quien resguardaba el estuche donde
colocaba sus joyas y sus zapatos de oro.
El ángel de la abundancia nórdico puede verse en las representaciones como una mujer joven
y bella, de cabello dorado suelto, adornado por una banda también dorada a la manera de
corona.
En la Saga de Gísla Súrssonar puede encontrarse una bella oración a este ángel de la
abundancia, recitada por el héroe poco antes de morir:
“Mi Fulla, de cara bella, diosa de las piedras
Quien, para mi gozo, ha de oír hablar de su amigo
Parado derecho, sin miedo, en la lluvia de lanzas.”

El Ángel de la Abundancia Hindú: Laksmí


En la tradición hindú, el ángel de la abundancia está representado por la diosa Laksmí
(sánscrito ललललललल, ‘lakṣmī’), cónyuge del dios Visnú. Esta venerada deidad es la
encargada de traer la buena fortuna, el amor, la belleza y la fertilidad a las personas.
Representa la abundancia material y la espiritual, y se dice que nació de la espuma que se
generó al batir el océano de leche (mito fundamental del hinduismo).
Una de las leyendas de este ángel de la abundancia dice que marchando Indra, el dios de los
dioses, sobre su elefante, un mendigo se le acerca para regalarle una guirnalda como símbolo
de prosperidad y abundancia. El dios, con total desinterés, la coloca en el cuello de su
elefante, ignorando que en ella se escondía la diosa Laksmí. Al sentirse ignorada, este ángel
de la abundancia huye llevándose consigo toda la prosperidad y fortuna del mundo. Entonces,
los dioses corren a pedirle consejo a Visnú, quien se lanza en su búsqueda a través de los
océanos hasta que la halla posada en una flor de loto. Al tomarla de la mano, ella decide
regresar al mundo.
Esta leyenda ilustra quizás de manera muy simple el significado de la prosperidad y la
abundancia. Si no la valoramos se aleja, si la buscamos nos ofrece su mano.
Laksmí escoge a Visnú como su eterno compañero, pues era el único que tenía el poder de
detener a Maya (ilusión). Así también, se dice que acompañó al dios en todas sus
reencarnaciones, reencarnando a su vez en sus compañeras. Como su consorte, este ángel
de la abundancia representa también la energía y el lado activo femenino del Ser Supremo.
Hoy se la reconoce también como la diosa madre, protectora de los devotos.
El Ángel de la abundancia Maya: Yum Kaax
En la antigua tradición maya, el ángel de la abundancia está representado por el dios
benévolo Yum Kaax (‘señor del bosque’). Relacionado generalmente con la vegetación y la
caza, este dios maya es el protector de las plantas silvestres y los animales del bosque.
Este ángel de la abundancia maya es considerado una de las deidades más importantes del
Panteón Maya, y es venerado por los cazadores que ingresaban al bosque a conseguir
alimento. Los agricultores invocaban su nombre y le presentaban como ofrecimiento las
primeras frutas de sus campos para que los animales y la vegetación salvaje no destruyeran
sus cultivos.
Alternativamente, otro dios maya que también representa al ángel de la abundancia es Ju’n
Ixiim, el dios del maíz. Este dios fue de gran importancia para esta cultura antigua, ya que el
maíz representaba la base de su alimentación y la abundancia.
El Ángel de la abundancia Egipcia: Tueris
En la antigua tradición egipcia, el ángel de la abundancia está representada por la diosa
Tueris ‘La Grande’ (Tȝ–wrt, también conocida como Tauret, Thouéris, Tuat, entre otros).
Esta diosa es la antigua protectora de las embarazadas y los niños en el nacimiento, como
también la diosa de la fertilidad y el rejuvenecimiento. También favorece la abundancia de
leche a las madres que amamantan.
Este ángel de la abundancia está representado con cabeza de hipopótamo (las hipopótamos
hembras del río Nilo eran veneradas en esta cultura como deidades protectoras), patas de
felino, cola de cocodrilo y grandes pechos. Su piel es por lo general de color negro y suele
vérsela con un tocado que cuernos y un disco solar.
Su presencia sobre todo en artefactos domésticos de esa cultura nos invita a entenderla como
una diosa maternal, protectora de los hogares, que mantiene el orden y la armonía.
Ángel de la Abundancia Chino: Ebisu
En la antigua cultura china, Ebisu (恵 比 須, 恵 比 寿, 夷, 戎, también conocido como Hiruko 蛭
子) es la representación del ángel de la abundancia. Este dios es el venerado por los
pescadores y agricultores, pues se lo reconoce como el portador de la buena fortuna y la
prosperidad en los negocios.
Es uno de los Siete Dioses de la Fortuna (七福神 Shichifukujin) y el único de ellos que se
originó puramente en Japón sin influencia hindú.
Cuenta la leyenda que esta representación del ángel de la abundancia nace sin huesos,
debido a una transgresión por parte de su madre en el ritual del matrimonio. Al ver que no
puede pararse, sus padres lo envían al mar en un bote de caña antes de su tercer
cumpleaños. Al llegar a una costa es encontrado y criado por un Ainu (indígena). Luego de
una vida de constante lucha por su condición, logra anteponerse a las dificultades y levantarse
como Ebisu, el dios de los pescadores.
La abundancia y la prosperidad ha sido siempre una búsqueda natural del hombre. A través
de las diferentes culturas y características, vemos que de igual manera que la abundancia
está íntimamente relacionada con una intención, con respeto y veneración.
De la misma manera, hoy debemos entender la intención de la abundancia, y respetarla y
venerarla como nuestros antepasados.
AUTOR: Lucas, redactor y traductor de la gran familia dehermandadblanca.org

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