MARCAHUAMACHUCO
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En 1932, Larco Hoyle dio cuenta del hallazgo del templo de Queneto, detallando
tambien la existencia de tres grandes y largas rocas de mayor proporción tiradas en
la entrada de dicha quebrada.
Postuló que estos restos estuvieron verticalmente colocados; se basó que en una de
ellas aún mantenía su base fragmentada de su forma originalmente y que habría
caído producto del acarreo aluvial.
Avanzando al interior de la quebrada se distinguen restos de caminos, viviendas,
petroglifos, cementerios, que nos testifican que estos lares hoy desolados, tuvieron
una actividad constante.
En la margen derecha del Río Virú al borde del cerro Queneto se reafirma con sus
plazoletas ceremoniales ubicándose en la parte estrecha de la misma quebrada.
Podríamos decir que Queneto significa “la quebrada pedregosa” el nombre de
Queneto, nominación que le viene del cerro de cuya cima arranca.
Puka Pukará, El nombre “Puka Pukara” significa fortaleza roja. Se sabe que la
construcción fue una fortaleza a causa del lugar de su ubicación, lo que le permitía
ser un sitio de control – para fortalecer el dominio incaico-, y lo de “roja” por el color
del terruño que lo circunda, mismo que se ha impregnado en las piedras que fueron
utilizadas para la edificación de los recintos. El Complejo arqueológico de Puka
Pukará (o Puca-Pucara, Pukapukara o Pucapucara) se encuentra ubicado en el
distrito de Cusco (a 7 kilómetros de la ciudad), en la provincia, departamento y
región del mismo nombre. A una altitud de aproximadamente 3 680 metros sobre el
nivel del mar; y es una construcción que perteneciera a los Incas y que fuera
utilizada como alojamiento en las visitas del Inca a Tambomachay. Es considerado
actualmente, por el Instituto Nacional de la Cultura como Patrimonio Cultural de la
Región Cusco a causa de su pertenencia al Parque Arqueológico de Sacsaywaman.