LEUCOPOYESIS
LEUCOPOYESIS
LEUCOPOYESIS
LEUCOCITOS
Los leucocitos son un grupo diverso de células que se originan a partir de diferentes células
precursoras. Aunque la función específica de las categorías de los leucocitos varía
ampliamente, todas tienen en común que defienden el organismo frente a agentes extraños
en el sentido más amplio. Los leucocitos mieloides se producen en la médula ósea. Sin
embargo, el desarrollo de células linfoides no está restringido a la médula ósea, y se produce
en órganos linfoides primarios y secundarios.
Para distinguir entre las diferentes enfermedades relacionadas con los leucocitos, es esencial
determinar tanto su número como su tipo exacto y su estado de madurez. El análisis
hematológico automático es un componente fundamental del proceso de diagnóstico, y ayuda
a identificar la presencia de la enfermedad proporcionando recuentos celulares precisos y
resaltando las poblaciones de células destacadas. En las patologías leucocitarias, determinar el
diagnóstico correcto es complejo y precisa que se tenga en cuenta toda la información
disponible a partir del recuento sanguíneo completo, la morfología, el inmunofenotipaje y
otras pruebas.
Granulocitos
Los granulocitos son un tipo de glóbulo blanco que tienen granulocitos, los cuales contienen
proteínas. Este tipo específico de granulocitos son neutrófilos, eosinófilos y basófilos.
Neutrófilo
Basofilos
Los basófilos son los leucocitos menos representados en la sangre periférica; asimismo,
pertenecen a la categoría de los granulocitos. Al igual que ocurre con los eosinófilos, un
aumento del recuento de basófilos apunta a menudo, aunque no siempre, a una alergia o una
parasitosis. Funcionan junto con los mastocitos como células efectoras en procesos complejos
como la quimiotaxia o la adhesión celular, y actúan como moduladores inmunológicos durante
las reacciones alérgicas
Eosinofilos
Como los neutrófilos, los eosinófilos se incluyen dentro la categoría de los granulocitos, dado
que están rellenos de gránulos que contienen diferentes enzimas. También pueden
desplazarse y fagocitar (básicamente ingerir) partículas. Como eliminan parásitos al liberar
determinadas enzimas citotóxicas y están implicados en las reacciones de hipersensibilidad, es
bastante probable que un aumento del recuento de eosinófilos esté asociado con una
parasitosis o una alergia. La eosinofilia también puede apuntar a un tipo de cáncer, como
resulta evidente en varios tipos de neoplasia.
Agranulocitos
Los agranulocitos, también conocidos como leucocitos mononucleares, son las células blancas
de la sangre con una lóbulos núcleo. Se caracterizan por la ausencia de gránulos en su
citoplasma, que los diferencia de los granulocitos. Normales valores sanguíneos hematológica
de NM son alrededor del 35% de todas las células blancas de la sangre. Un aumento del número
de NM es una indicación de las infecciones virales y las condiciones inflamatorias crónicas, por
ejemplo, mononucleosis infecciosa. Los dos tipos de agranulocitos en la circulación de la sangre
son los linfocitos y los monocitos.
Linfocitos
Los linfocitos son células que forman parte del grupo de los glóbulos blancos, quienes se
encargan de proteger y cuidar al sistema inmune de cualquier enemigo invasor, ya sea:
infecciones, virus, hongos, bacterias o parásitos. Su función es crear respuestas
inmunitarias ante microorganismo que trastoquen el trabajo del sistema de defensas.
Estos conforman entre el 20 y 40% del total de glóbulos blancos existentes en el torrente
sanguíneo. Nacen en la médula ósea y se esparcen por el sistema circulatorio y el tejido
linfático. Cuando un antígeno se hace presente para dañar al sistema inmune, un grupo de
linfocitos se reúnen para combatir y eliminar por completo a los agentes externos.
Los antígenos son sustancias que activan a la respuesta inmune, de tal forma que nuestro
sistema sanguíneo esté alerta y logre detectar el peligro, siempre salvaguardando las
defensas. Los linfocitos son células vitales, son capaces de detectar al enemigo invasor,
buscarlo y adherirse a él para luego desecharlo del sistema inmune, de tal manera que nuestro
organismo no sufra mayores reacciones. Además, tiene la capacidad de recordar los anti
organismos que han invadido al sistema anteriormente, lo cual le facilita la detección y
destrucción del mismo en un futuro.
Existen dos grupos de linfocitos, los grandes y pequeños. Entre los grandes tenemos las células
NK, y en el grupo de los pequeños los linfocitos T y linfocitos B.
Linfocitos T
Los linfocitos T se dividen a su vez en dos grupos que desempeñan funciones distintas:
Los linfocitos T killers (células asesinas o supresoras) son activados por células
anormales (tumorales o infectadas por virus); se fijan a estas células y liberan sustancias
tóxicas (linfoquinas) para destruirlas.
Los linfocitos T helpers (cooperadores) estimulan la actividad de los T killers e
intervienen en otros aspectos variados de la reacción inmunitaria.
El VIH, virus responsable del síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA), destruye
estas categorías de linfocitos y, por tanto, debilita el sistema inmunológico.
Linfocitos B
Monoblastos
MONOCITOS
Los monocitos son un tipo de glóbulo blanco presente en el sistema sanguíneo. Estas células,
son los leucocitos de mayor tamaño y representan casi el 8% de la célula blanca que recorre el
torrente sanguíneo. Su función principal es proteger y defender al sistema inmune ante
cualquier enemigo. Además, están destinados a eliminar microorganismos invasores y
cualquier célula muerta.
La diferencia entre monocitos altos y bajos es que un aumento de la célula, conocida como
monocitosis, se puede desarrollar debido al despegue de infecciones fuertes o como respuesta
a problemas inmunitarios. En cambio, el bajo nivel de la célula o monocitopenia, puede ser una
respuesta inmune ante infecciones sanguíneas o procesos fuertes como la quimioterapia, que
han provocado la disminución de leucocitos sanos en la sangre.
Esta célula forma parte de los 5 tipos de leucocitos, o glóbulos blancos, que existen en el
sistema sanguíneo. Estos se dividen en: monocitos, eosinófilos, neutrófilos, basófilos y
linfocitos. Los monocitos, debido a que son los glóbulos blancos con mayor tamaño, son uno
de los más esenciales e importantes.
Su función es la de cuidar y proteger al sistema inmune ante bacterias y virus invasores que
pueden trastocar la salud y estabilidad del organismo. Esta célula blanca tiene el poder de
convertirse en macrófagos, esto lo hacen antes de consumir o eliminar los gérmenes que están
provocando las infecciones.
Ellos se desarrollan en la médula ósea, inician un proceso de maduración en el que están listos
para atacar cuando el organismo reciba amenazas fuertes de virus invasores. La fagocitosis es
la forma más correcta de describir el trabajo de los monocitos en el sistema de defensas.
Pero, ¿qué es la fagocitosis?, pues se conoce como fagocitosis al proceso de ubicar e identificar
las células y cuerpos dañados que habitan en el organismo para luego ingerirlos, evitando que
sigan dañando al sistema inmune. Una vez localizadas las membranas dañadas, son los
monocitos los encargados de hacer el proceso de expulsión. Identifican al enemigo, luchan
hasta eliminarlo y al mismo tiempo, se encargan de desterrar la célula muerta.
Además, los monocitos guardan el hierro necesario para el organismo, aquel que logran
extraer de los eritocritos. Luego de la fagocitosis, los monocitos hacen una muestra de
antígenos frente a los linfocitos T. Es decir, que los monocitos llevan el antígeno y se unen con
los linfocitos T para estar alerta ante cualquier situación de riesgo antes virus e infecciones.
ANEXOS
Referencias Bibliográficas
https://ficherohematologia.wordpress.com/2015/09/11/leucopoyesis/
https://medlineplus.gov/spanish/labtests/blooddifferential.html
https://www.cancer.gov/espanol/publicaciones/diccionario/def/granulocito
http://leucocitos.org/agranulocitos/
http://chemocare.com/es/chemotherapy/what-is-chemotherapy/el-sistema-
inmunitario.aspx