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Descartes 2

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El discurso del método de Descartes

– Resumen breve

Las 6 partes del Discurso del Método de René Descartes


El libro que augura el inicio de la filosofía moderna, El Discurso del
Método, está dividido en un prefacio y seis partes.

Primera parte
En la primera parte del libro del Discurso del Método, Descartes tratará el
problema de la ciencia de la época y de su rechazo de la enseñanza
tradicional, de la que solo salva a las matemáticas. Todas las demás ciencias,
carecían del rigor del método matemático, capaz de llegar a conclusiones
verdaderas, si bien pueden ser prácticas o proporcionar un placer intelectual o
estético.

Segunda parte del Discurso del Método


En la segunda parte, propone el método matemático como fundamento de
todas las demás ciencias, un mismo método para todas las ciencias (mathesis
universalis). El método de Descartes, será la duda, que utilizará para llegar a
verdades firmes y evidentes, a la certeza. Esta duda será universal, metódica,
teorética, hiperbólica y exagerada.

Tercera parte
La tercera parte del Discurso del método trata de establecer unas normas
de actuación, a fin de no dejar el campo de la moral desnudo, mientras no
encuentra un fundamento de la misma. Hasta que se demuestre la falsedad o
verdad de los preceptos morales de la tradición, debemos mantenernos fieles a
los mismos, es decir, cumplir las leyes y costumbres del país y dedicarnos al
ejercicio de la razón, como único medio de avanzar en el camino de la verdad.
Cuarta parte
La cuarta parte, Descartes encuentra la primera verdad indudable, el
cogito. Pone en duda la realidad, los sentidos, las matemáticas, todo lo
relacionado con el tema de la verdad. Es posible que exista un Dios que nos
engañe, que nos confunda y que nos haga tomar por verdadero lo que en
realidad no lo es. De hecho, ni siquiera podemos distinguir la vigilia del sueño.
Pero de lo que no se puede dudar es de la existencia de un ser que duda, es
decir, de un sujeto pensante. Cuando dudo pienso, luego existo, concluye el
filósofo, y de esta forma da con el punto de partida y fundamento del
conocimiento, la sustancia pensante o res cogitans. El yo pienso,
constituye una idea clara y distinta y la primera verdad evidente de la
historia del pensamiento universal.
Descartes se da cuenta de que en el acto mismo de dudar, el sujeto
pensante da muestras de su imperfección, una idea a la que solo puede llegar por
oposición a la idea de perfección, por comparación. Es decir, si hay algo
imperfecto tiene que existir algo perfecto. Y este algo perfecto no puede ser
nada más que Dios. De esta forma, queda demostrada para el filósofo la realidad
del mundo, desmontando la hipótesis del genio maligno. Un Dios perfecto no
puede engañarnos, y además, tienen que existir, igual que el mundo exterior y la
información proporcionada por los sentidos. Esto es, el Deus ex machina de
Descartes, que se saca de la manga para negar la existencia del genio maligno
y la existencia de Dios.

Quinta parte del Discurso del Método de Descartes


La quinta parte, la dedica Descartes a aplicar el método matemático a las
ciencias naturales, a la física, ya que el filósofo que el todo el universo está
regido por leyes matemáticas, concibiéndolo como una gran máquina, igual que
el cuerpo de los seres vivos.

Sexta parte
En la sexta parte del Discurso del Método, Descartes confiesa las razones que lo
llevan a retrasar su publicación y el miedo del filósofo de sufrir el rechazo
Galileo Galilei, si bien es cierto que el francés defiende el geocentrismo y la
función meramente práctica del conocimiento científico, al contrario que el
italiano. Así mismo, el filósofo racionalista, defiende la necesidad de
constituir una comunidad científica que haga avanzar en el camino de la
ciencia, acercándose cada vez más a la verdad.

Las 4 reglas del método


Aquí te dejamos las 4 reglas del método de Descartes:
1ª. Evidencia. No admitir como verdadera cosa alguna si no se con
evidencia que lo es, es decir, evitar cuidadosamente la precipitación y la
prevención, y no comprender en mis juicios nada más que lo que se
presente tan clara y distintamente a mi espíritu, que no hubiese ninguna
ocasión de ponerlo en duda.
2ª. Análisis. Dividir cada una de las dificultades que examinaré, en
cuantas partes fuera posible y en cuantas requiriese su mejor solución
3ª. Síntesis. Conducir ordenadamente mis pensamientos, empezando
por los objetos más simples y más fáciles de conocer, para ir
ascendiendo gradualmente hasta el conocimiento de los más
compuestos e incluso suponiendo un orden entre los que no se
preceden naturalmente.
4ª. Enumeración. Hacer en todo unos recuentos tan integrales y unas
revisiones tan generales, que llegase a estar seguro de no omitir nada.
La primera regla guarda relación directa con la duda metódica. El resto, trata del
camino que lleva a la verdad: dividir en elementos simples, hasta llegar a los
más complejos de manera gradual, revisando los resultados, sin dejarse nada, y
comprobando la relación que existe entre cada una de las conclusiones
obtenidas, es decir, hacer pruebas.

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