El Pensamiento de Guillermo de Ockham
El Pensamiento de Guillermo de Ockham
El Pensamiento de Guillermo de Ockham
No hay más realidad que lo particular; las únicas sustancias son las cosas
individuales y sus propiedades. Lo universal existe en el alma del sujeto cognoscente y
solamente allí. Fuera del pensamiento no tiene ninguna realidad (aunque habrá que
preguntarse en qué medida existe en el pensamiento). Esta posición, así expresada, no es
original de Ockham: la encontramos en Aristóteles y su distinción entre sustancia y
sustancia segunda.
Lo característico de Ockham es que parece haberse considerado como el
primero en no conceder verdaderamente al universal ninguna existencia real. Él se creyó
el primero no en intentar tal cosa, sino en conseguirla.
Para él, concebir un universal realizado en cosas, sea del modo que sea,
conduce al absurdo: o bien el universal es uno, y entonces no se entiende cómo puede
haberse desmenuzado en cosas, o bien está multiplicado en las cosas particulares, y
entonces no se comprende cómo puede ser uno.
Desde esta posición, Ockham critica todas las posturas realistas, aunque
se detiene sobre todo en la crítica a Duns Scoto.
1º. Si todo lo real es individual, géneros y especies no son nada fuera del
pensamiento.
2º. Sin embargo, los individuos se prestan a ser clasificados por el
pensamiento en géneros y especies.
3º. La única solución correcta al problema así planteado consiste en no
añadir nada a los datos y comprender que nos encontramos ante un hecho, más allá del
cual es imposible remontarse. Es decir: Platón y Sócrates coinciden por algo (por lo que
cada uno de ellos es) y no en algo. La única realidad que corresponde a los universales
es, pues, la de los individuos. Así, los términos o nombres con que formamos las
proposiciones de las que está hecha nuestra ciencia son otros tantos signos, o sustitutos,
que en el lenguaje hacen las veces de los individuos correspondientes.
Con esto se ve, al mismo tiempo, la relación que puede establecerse entre
los conocimientos generales y los conocimientos particulares: afirmar lo general de lo
particular es afirmar lo mismo de lo mismo bajo dos aspectos diferentes: confuso y
distinto.